José Bravo Esbozos y Estudios Masónicos

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José Bravo Llantén

Esbozos y Estudios Masónicos

Ediciones de la
GRAN LOGIA DE CHILE
4

Edición digital gratuita para masones


Portada: María Francia Prado
Ediciones de la Gran Logia de Chile
Oriente de Santiago, julio 2020

SOLO PARA USO INTERNO GRATUITO


DE LA GRAN LOGIA DE CHILE
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José Bravo Llantén


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Índice

Presentación ……………………………………….. 9
Esbozos ……………………………………………… 11
El cierre de la Cadena 13 ………………………….. 13
¿Es la Masonería una institución secreta? ……………. 15
La concepción del Universo y la Masonería .……………….
19
La cosmovisión en Masonería ………………………….. 23
El ara en la Logia Azul ……………………………… 25
Mazo y Mallete …………………………………….. 29
La filosofía de la verdad ……………………………… 33
La Iniciación ………………………………….……. 35
La Espada Flamígera ………………………………. 37
Las Grandes Luminarias de la Masonería ……………. 41
Cinco Estudios sobre Simbolismo y Doctrina ………. 45
Solsticio de Invierno ………………………………. 47
La globalización de la ética y la moral
preconizada por la Masonería ……………………… 53
El Rito de Circumambulismo……………………….. 61
La Universalidad de la Francmasonería ………………..73
El Grado de Maestro, culminación del proceso
iniciático …………………………………………………. 119
Estudios históricos ……………………………………181
El Origen del Tercer Grado y su introducción
en la Masonería Simbólica ………………………….. 183
El Compagnonnage y la Masonería …………………… 189
La primera Bula Masónica ……………………………195
La persecución a la Masonería a través
de la historia ……………………………………………02 213
Jaime Galté Carré. Un Masón insólito ………………. 237
8
9

Presentación

Notable por su disciplina masónica y su rigor


investigativo, José Bravo Llantén dejó una huella destacadísima
en la Francmasonería chilena, a través de su participación en las
Respetables Logias “Altas Cumbres” N°127 de La Reina y
“Pentalpha”.
Maestro severo en la conducta iniciática y en la vida,
recibió la luz masónica el 10 de septiembre de 1968; fue
aumentado de salario el 14 de octubre de 1969; alcanzando el
Sublime Grado de Maestro el 3 de octubre de 1970. Todo ello
en la Logia “Altas Cumbres”.
Desempeñó los cargos de Guarda Templo, Secretario,
Bibliotecario, Maestro de Ceremonias, Orador, y Venerable
Maestro (1991-1993), integrándose como miembro permanente
de la Asamblea de la Gran Logia. En reconocimiento a su
trayectoria logial sus hermanos lo designaron Miembro
Honorario el año 2000.
En la RL de Investigación y Estudios Masónicos
“Pentalpha” N°119 se incorporó con el número 60, cumpliendo
a cabalidad los siguientes cargos: Tesorero, Segundo Vigilante,
miembro de la Comisión de Acción Masónica, Primer Vigilante,
Venerable Maestro (1993 - 1995), Ex Venerable Maestro,
Bibliotecario y Miembro del Tribunal de la Logia.
Durante varios años estuvo a cargo de la publicación del
Anuario de “Pentalpha”, en su edición característica, con la
estrella de cinco puntas, sobre cartulina Kraft, teniendo la
responsabilidad de los miembros de la correspondencia de esa
Logia de Investigación.
Fue un investigador acucioso que buscaba develar el
pasado de nuestra Augusta Orden, su simbolismo, sin olvidar el
10

acontecer presente; con el objetivo de trasmitir sus hallazgos a


las generaciones futuras.
Cumplió cabalmente su labor masónica en todos sus
aspectos, pasando a decorar el Oriente Eterno el 25 de diciembre
de 2006.
En reconocimiento a su trabajo en bien de la
Francmasonería, inagotable y comprometido, para Ediciones de
la Gran Logia es un deber dar a conocer parte de su aportación
al conocimiento y el estudio masónico, que legó a todos los
buscadores del Arte Real.

El editor
11

Esbozos
12
13

El cierre de la Cadena

Este es un tema muy controvertido; y no debiera serlo.


En primer lugar, tenemos que convenir que el Cierre de Cadena
corresponde a un pasaje, el último, del desarrollo de la Tenida,
inserto al término del Ritual de Clausura.
Si así queda establecido, debe ser dirigido por el
Venerable Maestro quien no puede traspasar su función a otra
hermano del Taller, como ocurre habitualmente. Enseguida,
corresponde determinar la orientación y propósito que la Orden
le asigna a este cierre de cadena, es decir, la materia a la que
debe referirse y la extensión que debe tener.
En el cierre de cadena que se efectúa en nuestros
Talleres, se acostumbra hacer referencia al trabajo recién leído;
a algún tema tratado en el bien General o a cualquier asunto que
le parezca de importancia al hermano que ha sido designada por
el Venerable Maestro.
Por nuestra parte, nos parece que el parlamento debe
remitirse a una invocación breve, dirigida a los hermanos
presentes y ausentes, que formula un buen propósito, un buen
deseo, antes de dar por finalizados los trabajos del Taller. Algo
parecido al ¡Sursum Cordá! de la misa católica.
Veamos también algunos pormenores que sería
conveniente aclarar. ¿Debe hacerse la cadena con los guantes
puestos? Por una regla de urbanidad no es apropiado, aunque
algunos hermanos opinan que no es conveniente porque no dejan
pasar la corriente vibratoria, cordial y espiritual, que se transmite
a través de las manos entrelazadas de los hermanos.
¿Debe el Primer Vigilante, enunciar que la Cadena está
cerrada en forma Justa y Perfecta? (Recordemos que, en la
Tenida Fúnebre, el Primer Vigilante anuncia que la Cadena está
rota; que uno de los eslabones se ha desprendido para siempre).
14

Como conclusión, considero que el Cierra de Cadena


debería ser efectuado siempre por el Venerable Maestro que
dirige los trabajos del Taller y que debe formar parte integrante
del Ritual de Clausura, lo que implica que no se le pueden
introducir modificaciones que no sean las oficiales emanadas de
la Gran Logia.
Esto debe ser una alocución corta, dirigida a los
hermanos presentes y ausentes en la que se manifieste positivos
anhelos de Paz y Fraternidad.
15

¿Es la Masonería una institución secreta?

Mucho se ha escrito acerca de esta interrogante.


Algunos la han respondido afirmativamente, con un manifiesto
propósito de denigrar y desprestigiar a la Orden Masónica,
mientras que otros lo han hecho en sentido negativo, para
demostrar y dejar plenamente establecido que tal secreto no
existe, en el sentido que le atribuyen sus detractores.
Antes de aportar algunas apreciaciones o puntos de
vista en favor de esta última aseveración, quizás sea necesario
referirse, en forma muy somera, a aquellos adversarios que
atacan a la Masonería, calificándola de siniestra y tenebrosa por
no exhibirse abiertamente al conocimiento público y acusándola
de ocultar propósitos e intenciones reñidos con la moral y
contrarios a la Santa Iglesia Católica Romana.
Los que así denuestan, olvidan que esta misma Iglesia,
por intermedio de sus personeros que participaban en las logias,
la tomó bajo su protección y patrocinio, cuando era Masonería
Operativa; cuando abría sus trabajos - tan secretos y discretos
como ahora - en nombre de Dios Omnipotente y de la Santísima
Trinidad; cuando sus patronos eran San Juan el Bautista y San
Juan el Evangelista.
Tampoco recuerdan que los primitivos cristianos tenían
que celebrar sus ceremonias del culto a su Dios, amparados en
el más estricto secreto, para evitar ser descubiertos, perseguidos
y encarcelados, para terminar siendo enviados a la arena del
circo romano, donde eran devorados por los leones.
Apenas transcurridos 21 años de la fundación de la
Gran Logia de Londres, el Papa Clemente XII lanzó el año 1738
la Bula "In Eminenti Apostolatus Specula”, la primera en contra
de la Masonería, condenando a sus miembros a la excomunión
ipso facto por el secreto que guardaban celosamente sobre sus
16

actividades y ceremonias y “por otros motivos que nos son


conocidos”, según establece el Papa en su Bula, guardando, a su
vez - ¡qué contradicción!- un celoso secreto sobre tales motivos.
Ahora bien, la Institución masónica, cuyos orígenes se
remontan más allá de las Corporaciones medievales de
picapedreros, hasta llegar a los Misterios que celebraban algunos
pueblos de la Antigüedad, y transmitidos hasta nuestro tiempo a
través del lenguaje imperecedero de los símbolos, implica una
incitación al estudio profundo de su significado esotérico para
los elegidos que han sido iniciados en sus prácticas y doctrinas,
como un camino destinado a alcanzar un perfeccionamiento
moral personal y una búsqueda de la Verdad sin prejuicios ni
dogmatismos.
Esos Antiguos Misterios estaban divididos en Menores
y Mayores, según fueran conocidos por el vulgo o sólo por los
Iniciados que se comprometían a practicarlos y observarlos bajo
estricta reserva y discreción.
Por lo demás, este "secreto" no es de exclusivo dominio
de la Orden Masónica, puesto que es asumido en forma
particular o colectiva por personas que tienen determinadas
actividades o profesiones: los médicos, respetan la privacidad de
sus pacientes y lo mismo hacen los abogados con sus clientes;
los periodistas guardan reserva sobre sus fuentes de
información; los militares mantienen servicios de inteligencia en
resguardo y defensa de planes estratégicos; las autoridades de
gobierno observan hermético silencio en asuntos que
comprometen los altos intereses del Estado; existen ciertos
clubes privados que mantienen reserva concerniente a sus
actividades y al nombre de sus asociados; sacerdotes de
diferentes religiones mantienen reserva en asuntos relacionados
con sus funciones ritualísticas y celebran sus concilios y
cónclaves a puertas cerradas, lejos del siglo.
17

También las familias, ¿no tienen secretos y viven


protegidas dentro de sus hogares y se les respeta como a una
conciencia?
Después de lo comentado, podemos concluir y
establecer que la Francmasonería al mantener reserva y
discreción en lo que atañe a su quehacer interno, no es una
Institución Secreta, sino que es una Organización Superior que
tiene secretos concernientes a sus Rituales y a sus medios de
reconocimiento, mientras que su historia, sus principios, sus
doctrinas, sus postulados y objetivos, lugares de reunión, etc.,
pueden ser indagados y conocidos por cualquier persona que
desee interiorizarse en este tipo de materias, consultando
librerías y bibliotecas, en donde encontrará abundante
información y podrá conocer, además, valiosas obras e
importantes actuaciones protagonizadas por ilustres y
destacados miembros de la Masonería, en diferentes épocas y en
distintos países, que han redundado en significativos avances y
progresos beneficiosos para el Hombre y para la sociedad que lo
cobija.
18
19

La concepción del Universo y la Masonería

Antes de referirnos a la Concepción del Universo y la


Masonería, tal vez sería conveniente empezar recordando
aquella cosmovisión, que no hace aún cuatrocientos años, era
aceptada por todos, en que la Tierra era plana, inmóvil y estaba
suspendida en la bóveda celeste.
Hasta que los griegos descubrieron que era redonda y que
el Sol, la luna, los planetas y las estrellas giraban en torno a ella
en órbitas circulares.
Esto ocurría mucho antes que Cristo apareciera en el
firmamento terrestre.
Ptolomeo fue el representante más genuino de este
modelo geocéntrico y la Iglesia Católica lo adoptó como la
imagen del Universo que estaba de acuerdo con las Sagradas
Escrituras.
La Tierra fue, pues, durante todo ese tiempo, el centro
del Universo, hasta que. en 1514, el cura polaco Nicolás
Copérnico dio a conocer muy cautamente, una nueva
concepción del Universo, en que era el Sol, ahora, el centro
donde permanecía estacionario, y la Tierra y demás cuerpos
celestes giraban en órbitas circulares a su alrededor.
Esta nueva concepción del Universo fue apoyada por el
astrónomo alemán Johannes Kepler y el italiano Galileo Galilei,
que le agregó el movimiento de rotación de la Tierra sobre su
eje. Famosa es su frase "E pur si move" después de retractarse
ante el Tribunal del Santo Oficio.
Posteriormente, en 1687, esta concepción del Universo
fue modificada en parte por el físico inglés Isaac Newton, con
su ley de la gravitación universal, al establecer que las órbitas
que describían estos cuerpos celestes no eran circulares sino
elípticas, según sus masas y sus distancias.
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Newton, y antes Aristóteles, creían que el tiempo era


absoluto, es decir que estaba separado del espacio, siendo
recíprocamente independientes. Hasta que Einstein, en nuestro
siglo, con su teoría de la Relatividad estableció una nueva
dimensión de espacio-tiempo.
Teoría difícil de comprender, tanto que se cuenta que,
cuando se le comentó a Eddington que había sólo tres personas
que la entendían, contestó: "estoy pensando quien puede ser la
tercera". Lo mismo sucede con la Teoría Cuántica de Planck y
la teoría de la Incertidumbre de Heisenberg, que se aplica al
comportamiento de las partículas elementales sub atómicas.
Entre las Concepciones del Universo, tácitamente
aparece aquella que da por establecido la creación del Universo,
lo que también implica que tuvo un principio y por ende un
Creador, pero no nombra la concepción opuesta, que conjetura
un Universo auto-contenido, sin borde ni frontera espacial, sin
principio ni final en el tiempo y sin lugar para un creador.
Este Universo no sería creado ni destruido, solamente
sería, como lo postula el científico inglés Stephen Hawking.
La Masonería operativa practicaba el Arte Real en la
construcción de catedrales y palacios, arte que se ha
transformado para la masonería especulativa o Francmasonería,
en el Arte de Pensar, sin limitación ni coerción alguna.
La libertad de pensar y poder expresar ese pensamiento
libremente, parece ser en la actualidad la finalidad que persigue
la Institución masónica, por lo tanto, no acepta, como tal,
ninguna concepción del Universo preestablecida.
Las grandes incógnitas de todos los tiempos: el origen
del Universo; el origen del Ser; la finalidad del Ser, la esencia
del Ser; el destino del hombre y la facultad intelectiva del
hombre para resolver estas grandes interrogantes, han sido
distintos aspectos que resumen todo el problema, en elevación y
en profundidad, de la Verdad, de esa Verdad que es el objetivo
21

primordial y último que persiguen todos los masones y la


Francmasonería.
Para lograrlo, no parte - no podría hacerlo - de ningún
principio filosófico establecido, no podría adscribirse a ninguna
escuela filosófica determinada, so pena de negarse a sí misma,
porque está consciente que, frente al misterio insondable del
Universo y de todo lo que existe, ninguna definición o seudo
solución ha sido formulada, hasta ahora, con validez universal y
definitiva.
Por este motivo, la Francmasonería no tiene una
Concepción del Universo o cosmovisión propia, sino que
persigue, fundamentalmente, la búsqueda de la Verdad como
principio filosófico y la práctica de la Virtud como principio
ético.
No caerá en el error en que han caído y seguirán cayendo
filosofías y religiones que, con afirmaciones atrevidas y
superficiales, nos quieren imponer soluciones arbitrarias e
incomprobables sobre el eterno misterio del origen y destino de
todos los seres y de todas las cosas.
La Francmasonería se conforma con el estudio de todas
las filosofías y con el conocimiento de todas las religiones, pero
no se abanderiza ni identifica con ninguna de ellas en particular,
para lo cual propicia el vuelo del espíritu hacia el infinito y del
pensamiento del Hombre, sin que ninguna traba dogmática ni
ideológica le entrabe los pies.
22
23

La cosmovisión en Masonería

Este tema sobre la concepción del Universo o


Cosmovisión y la idea de Dios, trae al tapete de la discusión, en
el cerrado circulo de nuestra institución, la idea de Dios dentro
del concepto de G.·.A.·.D.·.U.·. que ha adoptado la
Francmasonería como fórmula para cumplir con la idea, también
generalizada, que el hombre posee en forma ancestral y anímica,
el sentimiento religioso, que lo hace proclive a "creer" sin entrar
en mayores consideraciones, en un Ser Superior, en una
divinidad preconcebida personal y providencial, que lo creó a su
imagen y semejanza (me estoy refiriendo al hombre del mundo
Occidental.)
En los albores de nuestra civilización esta divinidad
tomaba la forma de cualquier elemento existente en la
Naturaleza (panteísmo).
Desde que se formó la Gran Logia de Londres, en 1717,
y como lo establece la Constitución Andersoniana, esta creencia
ancestral en un Ser Superior queda al libre arbitrio de cada
masón, quién, como lo dice el Ritual, le da forma y le asigna
esencia y atributos según su particular saber y entender, sin que
ello sea motivo de conflicto con sus demás hermanos que tengan
concepciones distintas.
El tópico más importante y medular en este tema de la
Divinidad o creencia en Dios, radica, a mi juicio, en el concepto
de Alma y de su destino, por el temor a la muerte que embarga
al Hombre, único en toda la escala zoológica.
Mientras las distintas religiones, en particular, la
Católica, unen Alma y Cuerpo en la creencia de inmortalidad o
resurrección a una vida eterna, por la Gracia de su divinidad, la
Francmasonería plantea, en uno de sus Landmarks, sólo la
Inmortalidad del Alma sin la intervención de una voluntad
24

divina, sino como algo "per se", cuyo camino o destino se


asegura por medio de la Iniciación que pretende conseguir este
"estado ideal" a través del perfeccionamiento moral del iniciado
(Metempsicosis Pitagórica).
Lo más interesante, sin embargo, radica en el hecho que
la Francmasonería deja abierta cualquiera otra interpretación
sobre la materia, sin pretender imponer una creencia
determinada, y digo creencia, porque todo este tema que hemos
venido analizando, se plantea en el plano de lo abstracto, de lo
intangible, de lo meramente subjetivo y especulativo.
Mientras la Iglesia, cualquiera que sea, obliga a creer en
su verdad revelada y castiga a los que no aceptan sus dogmas, la
Francmasonería estudia y analiza todas las manifestaciones
religiosas de los hombres, sin imponer ninguna, sólo pretende a
través de su enseñanza simbólica que cada uno de sus adeptos
estudie, analice y se interese por este apasionante y abismante
tema y adopte la posición que más le acomode según su cultura,
su idiosincrasia sin juicios previos, sin temores de castigos, ni
esperanzas de premios y recompensas en otro mundo idílico,
extra terrenal.
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El ara en la Logia Azul

Referente al Ara y a su historia, una cosa digna de tenerse


en cuenta, según J. M. Ragón, en su obra "La misa y sus
Misterios", es que la mesa que se preparaba en medio del
templo para celebrar la comunión o ágape fraternal, no comienza
a tomar el nombre de altar hasta el siglo XV.
Atenágoras, Teófilo, Justino y Tertuliano aseguran que
los primeros cristianos abominaban de los templos y de los
altares.
Pareciera ser que al principio estos altares o lugares de
sacrificio y adoración a dioses de antiguas religiones, eran
ubicadas en la cima de montañas, colinas o pirámides,
construidas ex profeso para estar más cerca de la divinidad
invocada y por ser estos lugares más propicios para la
meditación, la elevación espiritual y la oración.
Hay otros autores que sostienen que los altares son
derivaciones de las piedras cuadradas que se ponían para señalar
los límites de las naciones y territorios y servían de lugar de
reunión para discutir asuntos de mutua conveniencia o para
resolver conflictos suscitados entre vecinos. No tardaron en ser
estas piedras sagradas e inviolables, terminando por rendírseles
culto.
Los antiguos reyes de Irlanda eran coronados sobre una
piedra llamada Liafail o piedra fatal. Se cuenta que cuando el
nuevo Rey se sentaba sobre ella, la milagrosa piedra lanzaba
grandes quejidos. Según una vieja leyenda, la raza de los Scots
reinaría donde se conservara esa piedra.
El Rey Eduardo I de Inglaterra mandó que fuera
trasladada a la abadía de Westminster, en donde fue encerrada
en una caja de madera para impedir que se cumpliera la profecía.
Este ejemplo demuestra que esas piedras toscas, destinadas al
26

principio para servir de mojones, hitos o marcas, fueron más


tarde reverenciadas y consagradas, terminando por convertirse
en aras, altares o tronos.
Con respecto al Altar en la Logia Azul y, como una
manera de reafirmar en el sentido que pareciera que nunca hubo,
en los albores de la Francmasonería moderna, un Altar de alguna
de las formas que hoy se conocen, ni existió para la finalidad que
ahora tiene.
Y relacionando este punto con el siguiente, que trata del
Libro de la Ley Sagrada, de la Escuadra y del Compás, que
aunque no corresponde al tema en cuestión, doy por entendido
que, por tratarse de símbolos que están íntimamente
relacionados para una mejor comprensión, me permito, a mi vez,
la libertad de citar algunas referencias al respecto.
Voy a reproducir algunos párrafos que tienen relación
con el tema, extraídos de un trabajo de Carlos Gayán, titulado
"Trazado o Logia símbolo del Templo", que fue publicado en el
Cuadernillo Nº4 de la Logia “Pentalpha” y que también apareció
en la Revista Masónica Nº7 - 8 del año 1971.
“La misma evolución que hubo en la forma de hacer los
planos de una construcción, se produjo en las reuniones de los
masones operativos para trabajar masónicamente. Reunidos en
un local o habitación próxima al sitio de la construcción,
dibujaban en el suelo los símbolos principales. Terminados los
trabajos, los borraban para evitar que fueran objeto de curiosidad
de quienes no debían conocerlos. Según R. J. Meekren (Ars
Quatuor Coronatorum, año LXI) en los tiempos primitivos de la
masonería operativa, las logias se reunían al aire libre y se
encerraba ritualmente un espacio en el suelo”.
“Posteriormente, al reunirse dentro de un local, persistió
la costumbre que ya era familiar, la que es muy explicable. Este
encierro de la logia o el cuadrado oblongo que se menciona en
los catecismos del siglo XVIII, y que pasó de dibujos en el suelo
a tableros o tapetes pintados, se constituyeron en joyas del
27

Taller. La logia, es decir, la logia esencial era, pues, este trazado


y no la sala de reunión que ahora es el Templo y como este
trazado o logia era siempre mucho más pequeño que el piso de
la habitación, y debido a que los hermanos no pisaban el trazado
para conservarlo en buenas condiciones, quedó la costumbre de
cuadrar el Templo". Hasta aquí Carlos Gayán.
Ahora bien, el sitial o “pedestal” del V.·. M.·. que era, a
su vez, altar y mesa, estaba ubicado en el Oriente, apegado a este
trazado, por lo que los hermanos tenían que volver sobre sus
pasos en el desplazamiento dentro del Templo. Lo que no tiene
explicación es que los hermanos continúen circulando dentro del
Templo de la misma manera, en circunstancia que el sitial del
V.·. M.·. se ha retirado más al Oriente y el Ara se ha trasladado
al centro del Templo.
En el Manuscrito Harleland Nº 1.942, que se supone fue
escrito el año 1670, aparece el final del Punto 6º que se refiere
al juramento de Sigilo prestado por el aspirante, la siguiente
invocación “Así me ayuden Dios y el Santo contenido de este
Libro”. Lo que estaría demostrando que ya en esa época figuraba
la Biblia en el Altar de la Logia para el Ritual del Juramento.
Según el autor Oliver D. Street, las antiguas marcas no
dicen nada referente a la Biblia. Antes de la promulgación de las
Antiguas Marcas en el año 1723, por el H.·. James Anderson,
no hay prueba que la Biblia se usara en las logias, sino para que
los candidatos juraran sobre ella, hasta el año 1760 cuando, a
propuesta de William Preston se le dio categoría de Luz de la
Logia.
Desde esa fecha quedó expuesta la Biblia en las Logias
inglesas y de muchos otros países, pero su uso nunca ha sido
universal y si no aparece colocado en muchos altares es porque
se exige de los masones que crean sus enseñanzas y no como un
mero símbolo de la Verdad, sabiendo que existen en diferentes
partes del mundo, masones que no creen en las enseñanzas del
Nuevo Testamento ni en algunos pasajes del Antiguo.
28

Por lo tanto, so pena de representar una farsa, no


debemos emplear la Biblia como testimonio de sus doctrinas y
enseñanzas, termina diciendo el Q.·. H.·. Oliver Street.
Como un corolario a este comentario, tal vez sea atinado
citar un breve párrafo del libro “El Panorama Científico” de
Bertrand Russell: “El conflicto de Galileo y la Inquisición no era
meramente un conflicto entre el pensamiento libre y el
fanatismo, o entre la Ciencia y la Religión; es el conflicto entre
el Espíritu de Inducción y el Espíritu de Deducción. Los que
creen en la Deducción como método para llegar al conocimiento,
se ven obligados a tomar sus premisas en alguna parte,
generalmente en un Libro Sagrado de revelaciones divinas”.
29

Mazo y Mallete

La Iniciación no se concibe como un estado sacramental


otorgado en una ceremonia especial, sino que ella es simbólica,
y el iniciado tiene que esforzarse y trabajar en su propia
naturaleza para lograr alcanzarla. Para ello, la Francmasonería
tiene un peculiar método didáctico para impartir su enseñanza
entre sus adeptos, basado fundamentalmente en los valores
simbólicos asignados a las herramientas de trabajo empleados en
el Arte Real.
Junto con la Escuadra y el Compás, las primeras
herramientas que se les entrega a los Aprendices son el Mazo y
el Cincel y se les dice que con ellas deben desbastar su Piedra
Bruta, es decir, deben labrar su propia personalidad. Se le señala
que el Mazo representa la Voluntad y el Cincel la determinación
en la ejecución de un acto.
Como lo señala el título, esta Instrucción Preliminar tiene
por objeto referirse al Mazo, que es un martillo grande y al
mallete. Según Jules Boucher, Maillet viene de la vieja palabra
francesa Mail, derivada del latín Malleus, que significa Mazo,
Martillo: por lo que podemos concluir que Mallete es un
galicismo de Mazo.
Pero veamos como lo interpreta la Masonería simbólica
o especulativa.
Para ella, estas dos palabras tienen distinto significado:
mientras el Mazo simboliza, como ya lo dijimos, la fuerza de
voluntad y la perseverancia para ejecutar un trabajo o una
acción, el Mallete significa poder, dirección en los trabajos,
motivo por el cual es usado por el Venerable Maestro y los dos
Vigilantes que le secundan. Al ser usado por el Venerable
Maestro, recuerda el cetro que llevaban los antiguos monarcas
como símbolo de su poder temporal.
30

Tenemos así, que mientras el Mazo sirve para golpear,


destruir, agredir y matar, el Mallete en cambio, simboliza la
autoridad que dirige, ordena y disciplina.
Según Bernard E. Jones, "en muchas logias, el Mallete
es utilizado en un significativo pasaje de la Ceremonia de
Exaltación, en circunstancia que la herramienta correcta que
debe usarse es un pesado mazo de madera como el que se usaba
en las primitivas logias inglesas".
Agrega que, en ese tiempo, este instrumento era
conocido con el nombre de "Hiram" y que en los viejos anales
de la "Old Dundee Lodge", figura la compra, en el año 1739, de
un juego de tres "hirams" y se cree que en las antiguas logias de
Bristol, se entregaba, bajo este nombre, el mazo al Maestro
recién instalado, como símbolo de su nueva investidura. En
ciertas logias tenía la forma de una casita con el techo alto ".
Todo esto viene a confirmar lo que hemos venido
sosteniendo en esta Instrucción Preliminar en el sentido que el
Mallete es representativo de poder y de autoridad en los trabajos
de una logia, motivo por el cual lo usa tanto el Venerable
Maestro, como el 1º y 2º vigilantes que lo secundan en la
conducción del Taller.
He podido observar en algunas logias, que para abreviar
el tiempo, el V.·.M.·. abre los trabajos con un golpe de mazo,
con la anuencia del H.·. Orador; lo que podría interpretarse que
se estaría destruyendo, en vez de edificando, el Templo
espiritual y simbólico a que están destinados los trabajos
masónicos.
Para algunos autores, el Mazo y el Cincel representan lo
activo y lo pasivo. Para Ragón "el Mazo es emblema de Trabajo
y de la Fuerza espiritual que ayuda a remover los obstáculos y a
superar las dificultades", mientras que para Plantagenet "es el
símbolo de la Inteligencia que dirige el pensamiento y anima la
meditación de aquel que, en el silencio de su conciencia, busca
la verdad”.
31

Mirado desde este ángulo, es inseparable del Cincel que


representa el discernimiento, sin cuya intervención el esfuerzo
sería tan vano como peligroso".
En el antiguo oficio, el Mazo o Martillo de hierro tenía
un extremo plano y el otro terminaba en punta y lo usaban los
picapedreros para desbastar y dar forma a las piedras que
extraían de las canteras.
La Masonería Especulativa le dio a esta herramienta el
símbolo de la fuerza de Voluntad, el empeño y esfuerzo en el
trabajo emprendido hasta conformar una piedra cúbica piramidal
que encaje "ajustadamente" en el edificio ideal y simbólico que
está construyendo afanosamente el Iniciado Masón.
32
33

La filosofía de la verdad

En un pasaje de su exposición, el V.·.H.·. Marcos


Araneda, se refiere a la filosofía de la Verdad, diciendo "que el
objetivo de la filosofía lo constituye el conocimiento de las
verdades supremas a que puede aspirar la inteligencia humana,
sin acudir a la autoridad o a la revelación y a continuación
agrega: "las ciencias tratan de verdades y la filosofía, de la
verdad en general o total".
Posteriormente, en sus reflexiones finales, recuerda las
tajantes opiniones sobre el tema, de Hegel, Dewey y otros
filósofos, aparecidas en la obra "Historia de la Filosofía
Occidental" del filósofo inglés Bertrand Russell, que en resumen
dice: "el carácter de cualquier porción del Universo, es tan
profundamente afectada por sus relaciones con las otras partes y
con la "globalidad", que no puede haber ninguna Verdad parcial,
de modo que "no puede haber otra Verdad que la Verdad Total".
Este mismo filósofo moderno citado, expone en su libro
"El Panorama Científico", que el conocimiento de la verdad es
más difícil de lograr, que lo que suponía en su tiempo, Galileo,
y mucho de lo que este sabio creía como verdadero, era sólo
aproximado, pero en el propósito de alcanzar la Verdad, Galileo
dio el primer paso, echando por tierra lo aseverado por
Aristóteles y las Sagradas Escrituras, cuyo conocimiento había
imperado durante toda la Edad Media, por lo que se le considera
el precursor del método científico moderno.
Agrega, en su libro, que el conflicto entre Galileo y la
Inquisición, no fue solamente una pugna entre el pensamiento
libre y el fanatismo, o entre la ciencia y la religión, sino que este
conflicto estaba centrado entre el espíritu de inducción y el
espíritu de deducción.
34

Los que emplean la deducción como método para


alcanzar la verdad, se ven obligados a tomar sus premisas de
alguna parte, generalmente de un Libro Sagrado. La deducción
procedente de libros inspirados o revelados, es el método de
llegar a la Verdad, empleados por exegetas cristianos,
mahometanos, judíos, etc.
Por el contrario, la ciencia emplea el método inductivo.
De la observación de los hechos particulares se llega, por
inducción, a establecer una Ley General y por deducción de una
Ley General, son inferidos otros hechos particulares y aunque
parezca una paradoja, toda ciencia exacta está dominada por la
idea de la aproximación.
Sin embargo, es imposible encontrar a un teólogo o a un
político, que reconozcan en su prédica o en su discurso, que, a
lo mejor, pueden estar equivocados.
La Francmasonería, por su parte, se preocupa de indagar
sobre la Verdad Suprema, la Gran Verdad, aunque está
convencida que es imposible de lograrla; pero su misión es ir
tras ella, para lo cual sus tres grados simbólicos tratan de
encontrar una respuesta a las grandes interrogantes: ¿Qué
somos? ¿De dónde venimos? ¿A dónde vamos?
35

La Iniciación

A la Iniciación Masónica, no se le da este nombre en


algunos países según el Rito en que trabajen. También este acto
iniciático no es exclusivo de la Masonería y se ha practicado
desde los albores de la Humanidad.
El hombre primitivo lo realizaba en ciertas etapas de su
vida grupal como por ej. el paso de la edad de la pubertad a la
edad adulta, con duras exigencias que ponían a prueba la valentía
e intrepidez del candidato y que le servirían para la caza y la
sobrevivencia, en un medio tan hostil.
La Iniciación Masónica no se circunscribe solamente a la
ceremonia que la consagra, sino que continúa en un proceso que
tiene dos etapas más, en el Segundo y Tercer Grado, que vienen
a ser la culminación de este proceso iniciático.
La Masonería inglesa no considera al Aprendiz como
iniciado, sino que registrado (entered apprentice). Sin embargo,
cabe anotar que algunos hermanos van mucho más allá al
asegurar que estas iniciaciones siguen en los grados capitulares
del Rito Escocés Antiguo y Aceptado, hasta el grado 30º, puesto
que los tres grados restantes son meramente administrativos.
Bien sabemos que lo que caracteriza y distingue a la
Francmasonería de cualquiera otra institución profana, es su
carácter iniciático y que la definición más conocida por nosotros
respecto a la Iniciación, es aquella que sostiene que es "nacer a
una vida nueva”. Iniciarse, por lo tanto. es comenzar "una nueva
vida" y la Francmasonería cono Institución iniciática, efectúa,
simbólicamente, este nacimiento a esa nueva vida. Pero ¿en qué
consiste esta vida nueva?
Desde luego, se trata de una nueva vida moral, que es en
esencia, lo que caracteriza y singulariza a nuestra Institución,
como podemos comprobarlo al evocar una de las definiciones
36

más antiguas que se conoce de nuestra Orden y que aparece, en


cuanto a testimonio, en un manuscrito inglés del siglo XVI, que
expresa que la Masonería es "un peculiar sistema de Moral,
velado en alegorías e ilustrado por medio de símbolos".
La Iniciación, por otra parte, puede definirse, de manera
general, cono un proceso destinado a realizar psicológicamente
en el individuo, el pasaje desde un estado del Ser, reputado como
inferior, a un estado espiritual superior, con la salvedad que este
paso no puede darlo el iniciado por sí solo - no puede iniciarse a
sí mismo -, sino que debe realizarlo por intermedio de una
organización iniciática que lo coloque en la entrada, en el
comienzo del camino iniciático.
De ahí procede el carácter social que tiene la Iniciación
Masónica, contrariamente con lo que le acontece al místico,
seguidor de una religión cualquiera, que es un individuo aislado,
cuyas prácticas de oración, iluminación y conversión son
solitarias. Sin embargo, es necesario aclarar que la Orden no
inculca al iniciado una idea o una doctrina determinada, sino que
se limita a transmitirle lo que René Guenon llama: "una
influencia espiritual".
El método seguido para lograr este cambio, esta
transformación, está basado en una serie de actos simbólicos, de
pruebas morales y físicas que obran sobre "el psiquismo" del
iniciado tratando de imprimirle la sensación de que "muere" para
"renacer" a una nueva vida más plena, más espiritual; pero para
conseguir un pleno efecto, el candidato debe estar provisto de
ciertas condiciones inherentes, sin las cuales, la iniciación no
surtiría efecto; sería como si nunca se hubiera efectuado.
Este mecanismo psicológico por el que operan las
diferentes pruebas ritualísticas que se remontan a los antiguos
misterios es todavía poco conocido. Para Jules Boucher,
eminente masón francés, "los Ritos obran por una suerte de
impregnación del subconsciente", lo que a nuestro juicio cae en
los lindes del psicoanálisis.
37

La Espada Flamígera

El uso de espadas en la Masonería ha sido criticado y


comentado en forma negativa por algunos autores masónicos
que consideran una incongruencia el empleo de armas en una
Institución que proclama la Paz, la Armonía y la Hermandad
entre los hombres.
Existe gran diferencia y se le dan distintos significados
entre la espada recta, de lámina plana, con doble filo y la espada
de lámina ondulante y sin filo, denominada Espada Flamígera,
que se emplean en el desarrollo de Rituales y Ceremonias que se
celebran dentro de la Francmasonería.
Por ejemplo, al comienzo de la Ceremonia de Iniciación,
el Experto (H.·. Terrible, como se le llamaba antiguamente),
conduce al postulante a la Cámara de Reflexiones premunido de
una espada, en cuya punta inserta el Testamento Masónico y lo
transporta hasta el sitial del H.·. Orador, por indicación del
V.·.M.·.
En algunos Orientes se acostumbra recibir al
recipiendario colocándole la punta de la espada en el pecho, lo
que, para Jules Boucher, destacado erudito francés, constituye
un error, siendo lo correcto colocarle la punta de un compás.
En el Segundo Viaje, se escucha un entrechocar de
espadas para significarle al postulante, la lucha que debe
sostener el hombre para liberarse de sus viejos prejuicios y sus
bajas pasiones.
En el momento de concedérsele la Luz, el neófito ve
sorprendido que todos los hermanos le apuntan con sus espadas,
demostrándole que estarán prestos a ir en su ayuda y defenderlo
con su vida si fuere necesario.
La Espada Flamígera aparece cuando el V.·.M.·. recibe
y consagra al nuevo hermano como Aprendiz Masón. El Ritual
38

establecido por el Convento de Lausana, el año 1875, precisa


que el V.·.M.·. debe dar tres golpes iguales sobre la espada
flamígera sostenida con la mano izquierda, ya que no es un arma,
propiamente tal, sino que simboliza un instrumento de
transmisión y consagración, por lo que el V.·.M.·. debe usarla
en los tres grados simbólicos.
Las espadas rectas, con lámina plana y con filos deben
ser usadas con la mano derecha por el Experto y el Guarda
Templo con una actitud de defensa ante un posible enemigo
exterior. Son usadas por todos los hermanos, sean Aprendices,
Compañeros o Maestros para demostrarle su defensa y adhesión
al nuevo hermano que recibe la Luz y también para formar la
bóveda de Acero cuando se rinde honores al Gran Maestro y
otras Autoridades Superiores que visiten el Taller.
Se cree que el uso de la espada en el Rito Escocés
Antiguo y Aceptado data desde fines del Siglo XVIII, época en
que solamente los nobles y caballeros de alcurnia en Francia,
país en donde se generó el Rito Escocés, usaban espada para su
defensa personal o para lavar su honor mancillado. La vaina de
la espada pendía al costado izquierdo colgando de una banda que
cruzaba el pecho de derecha a izquierda. Un resabio de todo ello,
podemos encontrarlo en el uso de la banda por los hermanos
Maestros.
En las logias masónicas, donde impera el principio de la
Igualdad, podían usarla tanto los nobles como aquellos que no
lo eran.
La espada recta, plana y con filo, se considera como
símbolo del poder humano y de la justicia, mientras que la
espada flamígera simboliza el poder divino. La famosa y temible
Curtana, espada de la Justicia, carece de punta.
Según los romanos, Júpiter tonante, el rey de los dioses
(el Zeus griego, rey del Olimpo), cuando se enojaba, lanzaba
truenos y rayos con los que pulverizaba a sus enemigos. La
Espada Flamígera simboliza ese poder en manos del V.·. M.·.
39

del Taller, que la usa para las consagraciones de Aprendices,


Compañeros y Maestros.
La forma ondulada se asemeja a las flamas (llamas) que
la envuelven y siempre está descubierta, a la vista, porque nunca
es guardada. No tiene funda o vaina, por lo que nunca es
desenvainada. No es un arma de ataque ni de defensa, sino que
un instrumento de transmisión y de consagración y usada por el
Venerable Maestro para tan solemnes ocasiones.
En la literatura universal aparecen legendarios
personajes que usaban espadas que se hicieron tan famosas como
ellos: la Excalibur, usada por el Rey Arturo y sus Caballeros de
la Mesa Redonda. Don Rodrigo de Vivar, el Cid Campeador,
hizo famosas a dos espadas: la Colada, que ganó a Don Ramón
Berenguer, Conde de Barcelona y la Tizona, que le quitó a
Búcar, rey moro de Marruecos.
Según la Biblia, en el Libro del Génesis, cuando Adán y
Eva comieron del Árbol del Conocimiento prohibido por Jehová
Dios, éste dijo: He aquí que el Hombre ha venido a ser como uno
de nosotros, conociendo el Bien y el Mal, ahora pues, no sea que
extienda la mano y tome también del Árbol de la Vida y coma y
viva para siempre. Por tanto, le echó Jehová Dios del Jardín de
Edén, para que labrase la tierra de donde fue tomado. De modo
que arrojó al Hombre y colocó al frente del Jardín del Edén los
querubines y una espada de fuego que daba vueltas por todos
lados para resguardar el Árbol de la Vida. (Cap. 3, versículos 22,
23 y 24)
Con el empleo de la Espada Flamígera por el Venerable
Maestro en las consagraciones rituales, la Francmasonería ha
querido significar la diferencia existente con las que efectuaban
reyes y emperadores al consagrar caballeros y miembros de la
nobleza
No es la consagración honorífica ejercida por quien tiene
el poder o la fuerza, no es la consagración otorgada por la espada
40

o el sable, sino que es una consagración superior, netamente


espiritual.
41

Las Grandes Luminarias de la Masonería

Nos vamos a referir a un simbolismo de gran


significación para la masonería de antaño, pero que pasa
inadvertido para los masones de hogaño. El mito solar tuvo gran
influencia en los antiguos misterios por lo tanto fue incorporado
en la simbología masónica.
En la práctica ritual la apertura de los trabajos se hace a
mediodía, cuando el Sol está en el Cenit y son cerrados a
medianoche, cuando el astro rey se oculta en el Nadir y se
supone que, en esa ubicación solar, la luna refleja toda su
claridad, todo su esplendor y atracción sobre la Tierra.
En antiguos grabados donde figuran los símbolos del
Aprendiz y del Compañero, aparecen las grandes luminarias: el
Sol y la Luna. En nuestro R∴E∴A∴.A∴ mirando desde la puerta
de entrada del Templo vemos al frente, en la parte superior del
muro de Oriente, la figura del Sol, símbolo del principio activo
y benéfico, en el lado derecho frente a la Columna J y en el
costado izquierdo, la figura de la Luna, en cuarto creciente,
símbolo del factor pasivo, frente a la Columna B, señalándose
así en el espacio sideral la oposición existente entro el Sol y la
Luna prototipos del simbolismo universal de los opuestos.
En otra significación, el Sol corresponde al elemento
Fuego y la Luna al Agua, sin embargo, a pesar de la oposición
rotunda entre estos dos elementos, se observa que el agua sin el
fuego perdería. su cualidad intrínseca y se transformaría en
sólido, en hielo.
En la iconografía cristiana, aparece el Sol situado a la
derecha y la Luna a la izquierda del Cristo crucificado, pero
como la tradición bíblica narra que éste se encontraba clavado
en la Cruz mirando de frente hacia occidente, su brazo derecho
señala el Norte y, el izquierdo el Sur, Su derecha estaría
42

señalando un punto cardinal por donde el astro rey no aparece


jamás.
En el simbolismo cristiano, el Sol representa el
Sacerdocio y la Luna al Imperio, para dejar establecida la
superioridad del primero sobre el segundo y aún hoy día atribuye
el Sol a la Iglesia y la Luna a la Sinagoga, significando "Verdad"
y "Error", bien entendido entre las partes.
Lo absoluto de este simbolismo, preñado de oposiciones
y contrastes, no toma en cuenta la necesidad de la existencia de
ambas grandes luminarias y de sus respectivas cualidades y
atributos. Según Gilbert de Chambertrand, citado por Jules
Boucher en su interesantísima obra "La Simbolique
Maçonnique" al definir el simbolismo universal representado
por el Sol y la Luna, manifiesta: "El Sol es el vitalizador
esencial, el Padre, de una fecundidad generosa. Sin él, nosotros
no existiríamos, Gracias a él nosotros somos. No hay una brizna
de hierba ni un insignificante insecto que no esté sometido a su
ley, que no le deba la existencia."
"Su influencia es, pues, la imagen Vital, la fuerza
expansiva. El da el equilibrio, la salud, la generación y la
floración, el glorifica, el fortifica, él es el principio activo
autónomo".
La Luna, dice el mismo autor, tiene un rol
extremadamente complejo. Como gran luminaria, ella es el
reflejo del Sol y como él, dispensadora de salud y fertilidad. Ella
se eleva cuando él se oculta y durante la noche lo reemplaza en
su función benefactora.
Se cree que la Luna como planeta, es un pedazo
desprendido de la Tierra, una parte de su cuerpo que se comporta
igual que el resto, unida por campos de fuerza, de atracción, y
nos transmite durante el curso de su rápido desplazamiento, las
influencias que recibe de otros cuerpos celestes en su recorrido
por el espacio sidéreo.
43

La Luna, como lo hemos anotado, es el principio pasivo


que recibe y entrega el reflejo solar, dependiendo a la vez del Sol
y la Tierra. Debido a su velocidad de desplazamiento, la
frecuencia de las influencias que ella recibe y transmite, generan
en el fondo una significativa inestabilidad y fases, dando pábulo
a la imaginación y a la sensibilidad que sirven de inspiración a
artistas, poetas y soñadores.
El Sol y la Luna en forma separada, son considerados
simbólicamente, tanto benéficos como maléficos. El Sol que da
la vida a todos los seres, puede también darles la muerte, puesto
que sus radiaciones que van del infrarrojo al ultravioleta, en
cierta intensidad pueden ser mortíferos.
La Luna, se dice que es "benéfica" en su fase ascendente
o creciente y "maléfica" en su fase descendente o menguante; la
magia observa esta regla en sus operaciones ritualísticas.
Dijimos anteriormente que la Luna está asociada a la idea
de fertilidad en la mayor parte de las mitologías antiguas: Es la
Istar babilónica; la Hator egipcia; la Artemisa helénica; la
Anaitis persa; etc.
El folclore es rico en tradiciones que relatan la influencia
de la luna en la vegetación, en las mareas, en las enfermedades,
en los animales, en la menstruación femenina, etc., etc.
En el simbolismo hermético, el Sol representa al oro y la
luna a la plata.
Según J. M. Ragón en su obra "Curso filosófico de las
Iniciaciones Antiguas y Modernas", "el Sol y la Luna, cuyas
figuras decoran nuestros Templos, significan moralmente que
nuestras Instituciones deben tener como base las leyes de la
Naturaleza, El conocimiento de las leyes inmutables es lo que
eleva al masón hasta el más alto grado de la escala social; toda
religión o asociación política que se aleje de estas leyes es
informe, contra natural y no podrá tener larga duración."
44
45

Cinco Estudios sobre


Simbolismo y Doctrina
46
47

Solsticio de Invierno

Para abordar el tema del Solsticio de Invierno es preciso


remitirse y referirse a las distintas etapas por las que ha debido
transitar la Orden Masónica en el tiempo y en el lugar histórico.
Debemos, además, estar plenamente conscientes que, debido al
carácter esotérico inherente a su condición de Institución
iniciática, que obliga a la transmisión oral de su tradición,
agregado al hecho de haber sufrido toda clase de persecuciones
de parte de reyes, papas y obispos a través de su larga historia,
han quedado escasos vestigios fidedignos de su azarosa
existencia y pocas huellas escritas auténticas, que nos permitan
formarnos un juicio cierto y verdadero, tanto del fenómeno de
los solsticios, como de sus sabios principios, doctrinas y
enseñanzas.
Al mismo tiempo, tan importante como esta in-
vestigación destinada a averiguar cuando fueron incorporados a
nuestros usos y costumbres la celebración de los Solsticios, es
lograr establecer su vigencia actual, para indagar que
interpretación le da la Masonería moderna, específicamente a la
Masonería chilena, que parece otorgarle gran importancia al
establecer en el Art. 15.9 de su Reglamento General que "las
logias celebrarán anualmente dos fiestas de obligación en la
fecha más próxima a los solsticios de Invierno y Verano”;
agregando que la asistencia es obligatoria.

Antecedentes

A raíz de un trabajo sobre el Solsticio de Verano,


presentado por el Q.·. H.·. Francisco Sohr, en el que trataba de
demostrar que existe una relación entre los Santos Juanes y la
masonería, el H.·. Eduardo Phillips acotaba en su comentario lo
48

siguiente: "Tenemos que ir afirmando ciertos hechos, con el fin


de sacar conclusiones: ¿Qué son los Solsticios? Estos son fenó-
menos astronómicos y como tales son muy anteriores al Cris-
tianismo y a la fundación de la Gran Logia de Londres. De modo
que, cuando queramos relacionar los solsticios con la
Francmasonería, tenemos que hacer una distinción bien clara
entre lo que fue la fuente de nuestra tradición iniciática y lo que
ha sucedido después del cristianismo1”.

Los Antiguos Misterios

Siguiendo la orientación señalada, debemos remitirnos


muy brevemente, a lo que algunos historiadores e investigadores
masónicos han escrito sobre sobre la celebración de los antiguos
misterios.
En el "Compendio del Origen de Todos los Cultos" 2 se
dice que "los misterios de Eleusis y, en general, todos los
misterios, tenían por objeto mejorar la especie humana, purificar
sus costumbres y contenerla con lazos más fuertes y fraternales
que los que imponía la ley civil; siendo su posterior efecto el de
civilizar a las sociedades, dulcificar las costumbres salvajes de
los primeros hombres y darles a conocer los verdaderos
principios de moralidad que inicia los ciudadanos en un género
de vida sin antagonismos ni pasiones”.
“Se pretende, escribía Diodoro de Sicilia, que los que han
participado en los Misterios se tornen más piadosos, más
honrados y mejores en todo qué lo que eran antes. ¡Oh! Tres
veces dichosos, dice también, Sófocles, los mortales que
después de haber asistido a las ceremonias iniciáticas vayan al
Hades porque, para ellos, y sólo para ellos, la vida es posible en

1
Solsticio de Verano. Francisco Sohr. Cuadernillo Nº39. Editorial Pentalpha.
2
Mitología de la Grecia Antigua. Decharme. Revista Masónica. Nº5-6. 1962
49

el mundo inferior y para los demás no puede haber más que


sufrimientos".
Estas celebraciones, muy, anteriores a la aparición del
cristianismo, eran consagradas al dios Jano, el dios de las dos
caras: una que mira al pasado y la otra al futuro; siendo la más
importante el Solsticio de Invierno, porque coincide con el
principio del año (januario) en que se celebra el nacimiento de
la luz (este fue, quizás, el motivo por el que el cristianismo
adoptó está fecha como el nacimiento de Jesús, el Niño Dios).
El descenso mítico al Hades y el retorno de éste a la luz
del día, se representaba escénicamente en las iniciaciones de los
grandes Misterios que se establecieron en casi todo el mundo
antiguo, tan generalizado como lo es ahora el sacramento del
bautismo, siendo los más célebres los dedicados a Ceres en
Eleusis, ciudad griega cerca de Atenas. Además, debemos
mencionar los de Orfeo, los de Osiris en Egipto, los de Mitra en
Persia, los de Dionisio griego y Baco romano, etc.
En todos ellos se comienza relatando la desaparición,
muerte o descenso alegórico del Gran Padre - el Sol -
concluyendo con su ascensión, renacimiento o retorno del Hades
o mundo inferior. Todos los misterios son parecidos en
substancia y parecen derivarse de una misma fuente, y se
celebran en honor de las mismas deidades, aunque bajo di-
ferentes nombres.
Se refieren siempre al drama de la vida y de la muerte,
válido para el hombre en particular, como a su conjunto dentro
del universo. Se sabía que la vida era hija del calor y de la luz,
mientras que la muerte lo era del frío y de las tinieblas.

La influencia pitagórica

El enunciado pitagórico ha influenciado gran parte de


nuestra liturgia, como podemos aseverarlo reproduciendo
algunos párrafos de un trabajo publicado por el Q:. H:. Eduardo
50

Phillips: "E1 hermano René Guénon, en su obra "Símbolos


Fundamentales de la Ciencia Sagrada", en el capítulo titulado,
precisamente, “Las Puertas Solsticiales”, explica el papel que
desempeñaban los solsticios en los ritos de iniciación, según una
tradición cuya raíz el autor ubica en la literatura sagrada hindú,
concretamente, en el Shagavad-Gita, tradición que en Occidente
aparece señalada en los albores de su propia cultura (Homero,
La Odisea, Canto XIII)”.
"Lo sorprendente es que ambas tradiciones, la oriental y
la occidental, coinciden en que el solsticio de Cáncer (24 de
junio) es la puerta que franquean las almas de los mortales,
llamada por eso la Puerta de los Hombres, y el solsticio de
Capricornio (24 de diciembre) la que franquean las almas
inmortales, llamada por eso, la Puerta de los Dioses”.
"Esto viene a explicarnos por qué los egipcios
consagraban la Puerta o Solsticio de Cáncer a Anubis y los
griegos a Hermes que eran los encargados de conducir las almas
al mundo extra terreno”.
"Según la concepción órfico-pitagórica, liberada él alma
por la muerte, ascendía y entraba al cielo por la puerta o Solsticio
de Cáncer, desde donde descendía a sufrir una nueva
encarnación terrestre. Cumplida virtuosamente esta etapa y
liberada nuevamente por la muerte, el alma del iniciado
emprendía su tercer y último "viaje", esta vez definitivo, y
entraba al cielo por el Solsticio de Capricornio o Puerta de los
Inmortales. Culminaba así, el proceso metempsicósico y se
cumplía la finalidad única de los misterios iniciáticos: la
inmortalidad del alma3.

3
Los Solsticios y su Significación Iniciática. Eduardo Phillips M. Revista
Masónica. Nº 8-10. 1973.
51

La influencia del cristianismo

Al llegar a la época del cristianismo, éste reemplaza las


fiestas paganas en honor del dios Jano por las fiestas solsticiales
en honor de San Juan el Bautista, en el Solsticio de Invierno, que
antes estaba consagrado a la Esperanza y ahora al anuncio de la
Buena Nueva, y en honor de San Juan el Evangelista y al
advenimiento del Salvador, en el Solsticio de Verano, que antes
estaba dedicado a la Gratitud.
También sufre un cambio importante la finalidad única
que perseguía la celebración de los antiguos Misterios, cuál era
la inmortalidad del alma. Ahora, después del Apóstol San Pablo,
se asienta en el dogma de la resurrección de la carne y de los
cuerpos (Corintios I, 15:12,13,14)
Esta influencia se hace patente en las corporaciones
medievales de los talladores de piedra que se cobijan al alero de
las abadías y bajo la dirección de los monjes. Findel escribe que
los miembros de la primitiva sociedad de obreros de
Estrasburgo, ya antes de 1443, tenían e1 nombre de Hermanos
de San Juan y agrega que este santo, junto con los cuatro
coronados, es el patrón especial y protector de la Asociación.
Sin embargo, el documento más antiguo que se conoce
con respecto a la masonería no menciona ninguna celebración
de los solsticios.
El Manuscrito Regio o Halliwell, fue encontrado en 1839
en la Biblioteca Regia del Museo Británico, por James 0.
Halliwell, que no era masón. Se trata de un viejo pergamino en
forma de libro y fue publicado el año 1840. Se fija la fecha del
manuscrito en el año 1390. Está escrito en forma de poema con
794 versos.
Comienza así: "Aquí empiezan las constituciones del
Arte de la Geometría según Euclides", y el final del manuscrito
es una explicación de la conducta en la iglesia, en las comidas,
con los superiores y recomienda hábitos de pulcritud y limpieza.
52

Se cree que, en esta forma, fue escrito por un sacerdote


católico, que, si no era francmasón, reveló estar muy enterado
de las cosas de los francmasones.
Un análisis de todo el documento revela que el poeta
autor copió de otro mucho más antiguo, como lo demuestran
palabras y frases del inglés primitivo.
La parte fundamental del manuscrito, base de nuestras
leyes masónicas está constituido por quince artículos y quince
puntos, y es tan marcadamente teísta "que llega a tener una
plegaria a Dios y a la Virgen"4.
Tanto las Guildas como los antiguos "crafts" operativos
ya sean del continente, como de Inglaterra, tenían sus santos
patrones, por ejemplo, fuera de los Juanes, Santo Tomás, San
Jorge, Santa Bárbara y los cuatro Coronados, que fueron
celebrados durante cientos de años con fiestas especiales.
A esta altura de este somero relato, conviene recordar
que, hasta entonces, el mundo vivía bajo la influencia de la teoría
geocéntrica formulada por el astrónomo de Alejandría,
Ptolomeo, en su obra "Almagesto", situación que duró hasta el
año 1553, en que apareció la obra "De las revoluciones de los
cuerpos celestes" del astrónomo polaco Nicolás Copérnico
(1473-1543) en la que establecía la teoría heliocéntrica,
reforzada más tarde por Juan Kepler (1571-1630) y por Galileo
Galilei (1564-1642).
Esta teoría del doble movimiento de los planetas sobre sí
mismos y alrededor del Sol fue condenada por la Iglesia como
herética y contraria a las sagradas escrituras. Pero despertó en
los espíritus libres, selectos y cultos de la época una nueva
concepción del mundo y del universo y, por ende, del fenómeno
astronómico de los Solsticios.

4
Filosofía Masónica. Luis Umbert Santos Editorial Humanidad. México.
53

La globalización de la ética y la moral


preconizada por la Masonería

Introducción

Empezaré declarando que hasta la fecha, no hay una


respuesta satisfactoria referente al viejo y controvertido tema
sobre el origen de la Masonería. El primero que la hace proceder
de las antiguas corporaciones o gremios de albañiles y
picapedreros, especialmente durante la Edad Media, fue el Abate
Alsaciano Felipe Andrés Grandidier, el año 1778.
El año 1909, el francés Charles Bernardin consultó 206
obras y recopiló 39 teorías acerca del origen de la Masonería:
entre las cuales podemos citar las siguientes: Jorge Gabriel
Findel, autor masónico alemán, en su obra “Historia de la
Masonería” afirma: “Todas las tentativas para tratar de
prolongar más allá de la Edad Media su existencia,
proyectándola hasta tiempos remotos, han fracasado”.
Woodford, clérigo y masón inglés, declaraba a fines del
Siglo XIX “Que debemos reconocer –por muy poco dispuestos
que estemos a abandonar las ideas que nos hemos formado sobre
esta materia- que la verdadera historia de la Masonería en este
país (se refiere a Inglaterra) es la historia de una corporación de
obreros de la construcción.
George Speth, también masón inglés, por su parte dice:
“Puede seguirse con cierta facilidad el desarrollo gradual de
nuestra Institución, como Institución, pero hasta ahora ha sido
completamente imposible, lograr desentrañar su origen y
evolución de carácter ético. Esto sigue siendo hoy un enigma”.
Por su parte, un destacado exponente del Ilusionismo
alemán, Adam Weishaupt, declara: “nadie puede dar una
54

explicación de la Masonería, de sus orígenes, de su historia, de


su objetivo y ni una explicación de sus misterios y de sus
símbolos, lo que deja nuestra mente sumida en la más completa
incertidumbre”.
George Fleming Moore, destacado masón
norteamericano, aconseja: “Debemos primero definir a la
Masonería. Cuando la definamos y la distingamos nítidamente
de las demás sociedades profanas, entonces, y sólo entonces,
podremos trazar una línea hacia el pasado para pretender
averiguar su origen”.
Paradojalmente, fue un profano, un filósofo no masón,
Arturo Schopenhauer (1788-1860) el primero en señalar la
vinculación de la Masonería con los Misterios Iniciáticos
Griegos. En un estudio sobre la arqueología, expresa: “La
Masonería es el único resto –o más exactamente- una logia de
los antiguos misterios Griegos; lo que allí se aprende, es una
reminiscencia del más allá y los distintos grados, son el
pequeño, el mediano y el Gran Misterio. Semejante analogía no
es casual, ni heredada, sino que proviene de que el asunto deriva
de la Naturaleza humana”.

El contexto iniciático

Aunque nunca se sepa cuál es el verdadero origen de la


Masonería, llamada en sus inicios Geometría, debido a su
carácter iniciático y esotérico, lo que debemos rescatar como
valioso es esta nueva estructura que tiene la Orden y sus
altruistas e invariables propósitos de perfeccionamiento
individual y de bien común. Si la Francmasonería no estuviera
convencida de la perfectibilidad del hombre, vana sería su
enseñanza e inútil su propósito meliorista y emancipador.
Lo notable de esta hipótesis es que no se conocía en los
albores de la sociedad de los Masones y se menciona a la
Masonería Especulativa por primera vez en el siglo XVII. Su
55

historia en este período formativo es muy incompleta, sin que se


haya podido aclarar hasta la fecha, cómo y cuándo, el gremio de
los canteros y albañiles libres, se transformó en una masonería
espiritual o especulativa que, conservando las antiguas
tradiciones, símbolos y alegorías, asumió el trabajo invisible de
la construcción de una obra simbólica de perfeccionamiento
moral y espiritual del ser humano.
El primer masón especulativo del que se tiene referencias
es el anticuario Elías Ashmole, que fue “hecho” masón el año
1646 en una logia de la localidad de Warrington, en Inglaterra.
Viene al caso aclarar, contrariamente a lo aseverado por algunos
autores masónicos, que este hermano es el autor de la Leyenda
del Tercer Grado, lo que no sería efectivo, según lo establece el
autor inglés Bernard E. Jones en su interesante obra “Guía y
Compendio de la Francmasonería”.
Dice este autor: “La biblioteca Bodeliana de Oxford,
incluye entre sus tesoros manuscritos, el diario original de Elías
Ashmole, con el título de “Memorias de la vida de este estudioso
anticuario Elias Ashmole, escudero, escrito por el mismo como
diario y con un apéndice de “Cartas Originales”. Estas
memorias fueron publicadas el año 1717 por Charles Burman,
hijastro del doctor Robert Plot, un erudito anticuario que no era
masón”.
“Las dos fechas importantes relacionadas con este
personaje, que aparecen en sus “Memorias” son las del 16 de
Octubre de 1646 y del 11 de Marzo de 1682. La primera
corresponde a cuando fue “Hecho” Masón en Warrington y la
segunda, cuando asistió en Londres a la “aceptación” de seis
nuevos miembros de la fraternidad de los Francmasones (como
empezó a llamársela) entre los que figuraba un gran amigo
suyo, Sir Williams Wilson, un conocido cantero y escultor de la
estatua de Carlos II en la catedral de Lichfield, ciudad natal de
Elías Ashmole”.
56

Termina el H. Bernard E. Jones opinando que la omisión


a toda referencia de la Francmasonería en el diario de Ashmole
entre los años 1646 y 1682, sugiere que no habría tenido relación
con la Orden durante este período, o que la Fraternidad de los
Francmasones significaba poco para él”.
Entre tanto documento consultado, me ha parecido
pertinente reproducir algunos párrafos finales de la exposición
del ex Gran Maestro de la Gran Logia de Chile René García
Valenzuela en la clausura de las cámaras de verano del año 1971:
“La Francmasonería es, en esencia y por antonomasia, una
Institución Iniciática. Y hay que entender que la Iniciación
tiende a provocar una mutación profunda de la estructura moral
y existencial del hombre. Ella quiere transformar al hombre
corriente, promedio, en un hombre nuevo, digno y selecto. Para
ello se vale de la muerte iniciática con el sentido que Goethe
resumiera en su “¡Muere y serás!”.
“Se equivocan de puerta los que cogen nuestro aldabón
en busca de la verdad suma, trascendental, última, pre-
fabricada, salvadora del mundo; con las virtudes de panacea o
de filtro milagroso. Aún a riesgo de causar decepciones, no
puedo rehuir en este instante mi responsabilidad de aclarar que
nuestra Orden recusa, por doctrina, la transferencia pasiva y
colectiva de este tipo de verdades “salvadoras”.
“La verdad que nosotros entregamos dista tanto de
aquellas que las religiones revelan con sus dogmas, como de las
que ofrece la ciencia con validez relativa o las que imponen las
ideologías con ayuda de órdenes y consignas. La verdad
nuestra, la Verdad Masónica, La Verdad Iniciática, es de
búsqueda, de procedimiento, de gestación, de propia síntesis
abstractiva, de puesta en ruta, como el anhelo de perfección que
a cada cual corresponde captar y realizar”.
57

Preconización de la ética y la moral

Para ubicarnos en el tema de esta exposición, debemos


establecer que la declaración de principios de la Constitución
Masónica de la Gran Logia de Chile, en su primer párrafo
declara que “La Francmasonería es una Institución Universal,
esencialmente ética, filosófica e iniciática, cuya estructura
fundamental la constituye un sistema educativo tradicional y
simbólico. Se ingresa a ella por medio de la Iniciación. Fundada
en el sentimiento de la Fraternidad, constituye el centro de
unión para los hombres de espíritu libre de todas las razas,
nacionalidades y credos”.
En conformidad con este perentorio y definido
planteamiento, corresponde empezar por averiguar y determinar
cuándo esta Institución declaró su Universalidad, término que
me he dado la licencia de trocar por el de Globalización que está
tan en boga, debido al avance de las comunicaciones y del
comercio internacional.
Enseguida, debemos establecer cuál es la ética y la moral
que dice proclamar y por último, - que a mi parecer es lo más
importante - ¿cuáles son sus fines, propósitos u objetivos y los
medios empleados para conseguirlos.
Para contestar y tratar de dilucidar la primera
interrogante en una muy apretada síntesis, debemos remontarnos
a la época en que se fundó la primera Gran Logia, por las cuatro
logias que existían en Londres el año 1717 y cuyo radio de
acción o jurisdicción, se circunscribía a la ciudad y sus
alrededores. Mientras tanto, siguieron trabajando en forma
independiente, las otras logias que funcionaban en distintos
puntos del país, especialmente en Escocia.
Posteriormente, estas logias disidentes también se
unieron para formar una Gran Logia que se auto calificó de
“Antigua” motejando a la otra Gran Logia que se había formado
antes en la ciudad de Londres, de “Moderna”, provocando un
58

grave cisma que duró hasta el año 1813 cuando se fusionaron


estas dos Grandes Logias para fundar la Gran Logia Madre del
Mundo, declarándose Universal.
Muchos años después, en Septiembre de 1929, dictó un
decreto de ocho puntos, en los cuales se establecen las
condiciones o requisitos que deben cumplir las grandes logias
del mundo para ser reconocidas como grandes logias “regulares”
por la Gran Logia Unida de Inglaterra.
Para tratar de resolver la segunda incógnita relativa a la
ética y la moral que dice proclamar y pretende extender a toda
la humanidad la Orden Masónica, debemos empezar por señalar
que el presbítero James Anderson en su primera Constitución del
año 1723, considerada por algunos tratadistas masónicos como
“La Carta Magna” de la Masonería, estatuyó que “El Masón, por
su condición de tal, está obligado a obedecer la ley moral”.
Según lo comentado por nuestro recordado hermano
Eduardo Phillips, “esto que ahora no llama la atención, provocó
en su época una verdadera conmoción en el seno mismo de la
naciente masonería especulativa. Significaba la emancipación
de la moral de los preceptos religiosos estatuídos y
administrados por la Iglesia”. También es importante tomar
nota que la más antigua definición conocida de la orden
masónica expresa: “es un peculiar sistema de moral, velado por
alegorías e ilustrado por símbolos”. Sin especificar como se
accede al sistema, ni que clase de alegorías lo velan, ni que tipo
de símbolos lo ilustran.
Se entiende por moral, la práctica de ciertas normas de
comportamiento que la comunidad imprime a sus miembros de
acuerdo con sus concepciones del bien y del mal; de tal manera
que la moral estaría condicionada por factores humanos,
históricos y socio-económicos. Por lo tanto, el “concepto de
moral” se mueve en el tiempo y en el espacio, de conformidad
como se comporten sus factores. Por este motivo, ella ha sido,
es, y seguirá siendo, distinta en el tiempo y en el espacio,
59

señalándose que la moral de hace cien años es distinta a la de


hoy y que la moral existente en otras latitudes, difiere de la
nuestra. En cambio la ética es una concepción filosófica de la
moral –o mejor todavía- es la implicación axiológica de la moral.
En el diccionario de la Real Academia de la Lengua,
“ética del griego ethikes, del latín ethica. Parte de la filosofía
que trata de la moral y de las obligaciones del hombre” y con
respecto a la moral, del latín “moralis” perteneciente o relativo
a las acciones o caracteres de las personas, desde el punto de
vista de la bondad o malicia”. Según Ferrater Mora, el término
ética deriva del griego, que significa costumbre y por ello, se ha
definido con frecuencia a la ética como la doctrina de las
costumbres.
El diccionario de filosofía de Nicola Abbagnano la
define como la ciencia de la conducta. Existen dos concepciones
fundamentales de esta ciencia, a saber:

1. La que la considera como ciencia del fin al que


debe dirigirse la conducta de los hombres y de los
medios para lograr tal fin y derivar, tanto el fin
como los medios, de la naturaleza del hombre.
2. La que la considera como la ciencia del impulso
de la conducta humana e intenta determinarlo con
vista a dirigir o disciplinar la conducta misma.

La primera acepción significa: “La felicidad es el fin de


la conducta humana” deducible de la naturaleza racional del
hombre, en tanto que la segunda acepción significa: “el placer
es el móvil habitual y constante de la conducta humana y puesto
que el significado y alcance de las dos acepciones, son. por lo
tanto, completamente diferentes, la distinción entre ética del fin
y ética del móvil debe estar presente en las discusiones sobre
ética”.
60

Según el diccionario enciclopédico Salvat. Ëtica: “Parte


de la filosofía que trata de la moral y de las obligaciones del
hombre, en filosofía es la ciencia de la ordenación de los actos
humanos (racionales y libres) con arreglo de un criterio (ley
moral) y con miras a un fin (el bien). Los actos racionales y
libres son la materia de la ética, pero su objetivo formal es el
orden que ha de presidir estos actos, la ética estudia no la
ordenación de los actos humanos tal como son sino como
deberían ser, es decir, el orden moral ideal”
Por último, para el diccionario Everest Corona Español,
que tengo en mi poder “ética es parte de la filosofía que estudia
los juicios de valor cuando se aplican a la distinción entre el
bien y el mal”.
61

El Rito de Circumambulismo

Introducción

De todos los ritos religiosos, el circumambulismo o


circumambulación es uno de los más antiguos y ha permanecido,
desde hace miles de arios, en las costumbres de los seguidores
de los Misterios Antiguos y los creyentes de las diferentes
religiones que aparecieron después, tanto en las ceremonias de
sacrificios, expiación y consagración como en las de acción de
gracias y alabanzas a las deidades benefactoras.
Empecemos por definir el término circumambulismo, un
poco difícil de pronunciar por su extensión. Viene del verbo
latino circumambulare, que significa «andar alrededor de algo"
y era el nombre que se daba en las ceremonias religiosas de la
Antigüedad a una procesión que se efectuaba en torno de un altar
o de cualquier otro objeto sagrado como fuego, ídolo, tótem, etc.
Al realizar esta procesión alrededor del Altar, se
procuraba imitar el curso aparente del Sol en el firmamento. Se
empezaba por el Oriente y tomando el rumbo del Sol se seguía
hacia Occidente, después al Norte, para volver de nuevo al
Oriente.
En algunas ocasiones no eran los oferentes los que
efectuaban estas revoluciones alrededor del Altar (que
generalmente eran tres), sino que lo hacía solamente el sacerdote
oficiante, mientras aquellos permanecían prosternados frente al
Altar.
La prevalencia de este rito entre los antiguos parece
haber sido universal y originalmente imitaba el desplazamiento
que se presumía hacía el Astro Rey hacia la derecha en la bóveda
celeste en el sentido de los punteros del reloj.
62

En la antigua Grecia, cuando el sacerdote oficiaba el rito


del sacrificio, caminaba seguido por los asistentes tres veces en
torno del Altar, mientras cantaban un himno sagrado y, al
realizar este circumambulismo, tenían especial cuidado que el
lado derecho estuviera siempre dirigido hacia el Altar para
representar de este modo la aparente circunvolución del Sol
alrededor de la Tierra.
Por tal razón, esta ceremonia fue llamada por los griegos
"de la derecha hacia la derecha" en referencia a la dirección del
movimiento realizado, y los romanos le aplicaron el término
"dextroversum" o "dextrorsum", que significaba lo mismo y
entre ellos la ceremonia del circumambulismo fue siempre usada
en los ritos de expiación y purificación.
Así, Virgilio describe a Curineaous purificando a sus
compañeros en el funeral de Micenos, circulando tres veces
hacia la derecha alrededor de ellos, "así tres veces roció con agua
pura al grupo agraciado, asperjándolo con una rama de olivo".
(Mackey).
Era tan íntima la relación que tenía la ceremonia de
circumambulación con la expiación o purificación, que el
término latino "lustrare" cuyo sentido primitivo era "purificar",
después fue sinónimo de "circuire" que significaba "caminar
alrededor de algo" y de ahí que la purificación y la
circumambulación fueron expresadas por la misma palabra.
Entre los hindúes también se ha practicado desde antiguo
este rito de circumambulismo y, como ejemplo, podemos citar
la ceremonia que debe efectuar un Brahman al levantarse por la
mañana: "después de adorar al Sol con el rostro vuelto hacia el
Levante, se dirige por el Sur al Poniente, exclamando al mismo
tiempo "sigo el curso del Sol" (Jones).
Dexter significa derecha en latín y Siniater, izquierda, y
de ahí vienen las palabras Diestra y Siniestra que nos servirán
para precisar algunos términos que emplearemos.
63

El sentido del movimiento de las agujas del reloj es


Sinistrorsum, pues se efectúa de izquierda a derecha; el sentido
inverso, de derecha a izquierda, es Dextrorsum. Pero cabe hacer
notar que los términos "de izquierda a derecha" y "de derecha a
izquierda" no son suficientes para precisar el sentido de un
movimiento circular; en efecto, en el sentido "sinistrorsum", los
punteros del reloj se mueven de izquierda a derecha en la parte
superior del cuadrante o esfera, pero ellos van de derecha a
izquierda, o sea en sentido "dextrorsum", en la sección inferior
del cuadrante.
Por eso, para evitar cualquiera confusión y hacer más
clara la analogía, usaremos dos adjetivos que relacionan el
circumambulismo a nuestra propia izquierda y a nuestra propia
derecha. Diremos que giramos en sentido dextrocéntrico cuando
demos vuelta alrededor de algo manteniendo constantemente
nuestro costado derecho hacia el interior del circulo y sentido
"sinistrocentrico” al girar manteniendo la mano izquierda hacia
el interior del circulo.
También conviene señalar que, en forma general y
convencional, la derecha está considerada como benéfica y
positiva, y la izquierda está catalogada como maléfica y
negativa, por lo que se le atribuye el mismo significado a los
movimientos que giran a la derecha o hacia la izquierda.
En efecto, el circumambulismo sinistrocéntrico se realiza
generalmente en los oficios fúnebres y en ceremonias de magia
negra.
Victor Henry en su obra "La Magia en la India Antigua"
comentas "en los ritos de magia negra, la derecha le cede el lugar
a la izquierda. Si se toma un objeto, se debe hacer con la mano
izquierda; si se avanza un paso, se hace con el pie izquierdo; si
se tiene que dar una vuelta, se presenta el lado izquierdo al objeto
en torno al cual se gira; etc.
64

Según los augures romanos, lo que estaba "a la


izquierda" era desfavorable y de mal presagio. De ahí viene el
significado que le damos a la palabra "siniestro".

Algunos antecedentes

El eminente Hermano Goblet d´Alviella comenta que un


sentido propicio está unido a la rotación por la derecha y un
sentido siniestro, a la rotación por la izquierda, porque, en el
primer caso, el movimiento sigue el curso aparente del Sol y en
el segundo caso, va en contra de ese curso ficticio. Agrega que
el circumambulismo en los ritos fúnebres era sinistrocéntrico
seguido inmediatamente por otro dextrocéntrico, de ahí viene
seguramente, la costumbre que existe en la Masonería de cubrir
una batería de duelo con otra batería de júbilo (Boucher).
Según este autor, el ritual brahmánico da la clave del
doble rito: "en la primera marcha, a la inversa, el sacrificador va
a encontrarse con sus ancestros, es decir, viaja al dominio de las
sombras y de la muerte; en la segunda marcha, él vuelve a este
mundo vital, que es el suyo".
En Escocia, los celtas han conservado hasta nuestros días
la costumbre de dar tres vueltas alrededor de los objetos que
ellos quieren sacrificar y de los individuos a quienes quieren
honrar y proteger. En las ceremonias fúnebres, por el contrario,
el circumambulismo se hace por la izquierda.
En el Tibet, en la ciudad sagrada de Lhasa, arriban por
miles los peregrinos budistas. Visitan el Potala y el Templo de
Yojang, construido hace trece siglos por el rey Songtsen Gampo
(Siglo VII), para alojar la estatua de Buda que su mujer trajo
desde China y que se encuentra ubicada actualmente en la nave
central tras una reja de fierro.
Representa al Buda, a los doce años, y está engastada en
piedras preciosas y forrada en oro, y solamente durante las
fiestas más sagradas se permite a los devotos girar a su alrededor
65

siguiendo el movimiento de los punteros del reloj. Para orar,


estos devotos son "peripatéticos", es decir, caminantes,
paseantes, y el rito les exige moverse en círculos, en el sentido
de los punteros del reloj y jamás subir las escaleras por el centro
(Luco y Purto).
René Guenon, por su parte, llama "polar" el sentido
sinistrocéntrico y "solar" el sentido dextrocéntrico: "la
circumambulación se realiza, dice, teniendo constantemente el
centro a la izquierda en el primer caso, y por el contrario, a la
derecha, en el segundo. Esta última manera es la que está en uso,
particularmente, en las tradiciones hindúes y tibetanas, mientras
que la primera se encuentra, especialmente, en la tradición
islámica”.
Además, hace esta observación: "tal vez sea de interés
hacer notar que el sentido de estas circumambulaciones, que van
de derecha a izquierda y de izquierda a derecha, se identifican
plenamente con la dirección que tienen las escrituras en las
lenguas sagradas de esas mismas formas tradicionales".
En la Masonería, según su forma actual, el sentido del
circumambulismo es "solar", pero parece haber sido, por el
contrario, "polar", en el antiguo ritual operativo, según el cual el
"Trono de Salomón" estaba en ese tiempo colocado en el
Occidente y no en el Oriente, como ahora, a fin de permitir a los
adeptos contemplar la aparición del Sol por el Levante
(Boucher).
En Astronomía y en Astrología, se da el nombre de
"sentido directo" al movimiento que se realiza contrario al de los
punteros del reloj y "sentido retrógrado" al que sigue la misma
dirección de los punteros.
Se sabe que el movimiento de rotación de la Tierra sobre
su eje es sinistrocéntrico y que se traslada alrededor del Sol en
el mismo sentido. Por su parte, los Planetas también se mueven
en el mismo sentido; pero la combinación de los movimientos
de estos cuerpos celestes parece darles, algunas veces, un sentido
66

de marcha inverso, es decir, retrógrado. Solamente el Sol y la


Luna - el primero era antiguamente considerado un planeta
más - no presentan jamás la apariencia retrógrada.
Debido al movimiento de la Tierra, la bóveda celeste
parece girar de derecha a izquierda (movimiento
sinistrocéntrico) y el Sol, de izquierda a derecha (movimiento
dextrocéntrico).
En el primer caso lo llamaremos "movimiento estelar" y
en el segundo, "movimiento solar", siendo altamente necesario
recordar que esl Rito tiene su origen en el hemisferio norte para
tomarlo como punto de referencia en este estudio.

Circumambulismo masónico

Veamos ahora cómo y cuándo este rito del


circumambulismo fue incorporado en las prácticas de las
ceremonias que celebra la Francmasonería.
Algunos tratadistas y estudiosos sostienen que, en los
albores de la Masonería Operativa, los miembros de la Orden se
reunían al aire libre y para celebrar sus reuniones trazaban en el
suelo "un espacio sagrado", que pasaba a constituir "la logia"
propiamente tal.
Es decir, la logia era ese cuadrado oblongo que se
marcaba en el suelo y no todo el recinto del Templo y sus
compartimentos anexos como se comprende ahora.
Posteriormente, reunidos ya en un local o habitación
próxima a la obra material que construían, dibujaban en el piso
los símbolos masónicos más representativos, los que eran
borrados una vez finalizados los trabajos, para evitar que fueran
objeto de la curiosidad de los profanos que no debían conocerlos.
Avanzando en el tiempo, al seguir reuniéndose dentro de
un recinto cerrado, persistió la costumbre que ya era tradicional,
pero en vez de dibujos en el suelo, se utilizaron tableros o
carpetas pintados con los símbolos masónicos que se colocaban
67

en el piso de la habitación. Al caminar los hermanos durante la


celebración de las ceremonias, cuidaban de no pisar estos
dibujos para conservarlos en buenas condiciones para usarlos
nuevamente.
Existía también en ese tiempo, la peculiaridad que el
sitial o trono del Venerable Maestro - que era Altar y mesa a la
vez - estaba situado en el costado Oriente, apegado a este
trazado, por lo que los hermanos estaban obligados a volver
sobre sus pasos cuando se acercaban al Altar (Gayán).
De ahí viene la costumbre de "escuadrar el Templo", que
hoy día no tiene ninguna justificación, puesto que el ARA se ha
trasladado al Centro de la Logia y el sitial del V.·.M.·. se ha
desplazado al Costado Oriente del Templo, quedando, por lo
tanto, suficiente espacio entre estos dos importantes elementos
litúrgicos - Ara y Trono - para que los hermanos puedan circular
libremente alrededor del Altar, durante el desarrollo de las
distintas ceremonias.
En Masonería, los actos más solemnes como son los
juramentos y las consagraciones (Iniciaciones, Aumentos de
Salario y Exaltaciones), se celebran frente al Altar o Ara, que es
una palabra latina que etimológicamente significa altura o
elevación: Alta Ara, Altar. Es uno de los principales símbolos de
la Francmasonería, siendo imprescindible su existencia y
ubicación en toda Logia Simbólica. Representa al Sol y como la
logia representa al Mundo, se coloca precisamente en el centro
para significar que es el centro de todo lo que nos rodea.
La Francmasonería ha conservado intacta la
significación primitiva del Ara, como una representación
simbólica del Astro Rey como centro de la Gran Luz física y
como la Obra más maravillosa del G.·.A.·.D.·.U.·.
Asimismo, ha mantenido el rito de circumambulismo
como una reproducción de su desplazamiento en su aparente y
raudo viaje a través del firmamento. Todo viaje se ejecuta en
Logia imitando el imaginario trayecto diario del Sol. Partiendo
68

de Occidente, el viajero se hunde en la noche del Septentrión en


demanda de la brillante claridad de Oriente y regresa por el
Mediodía de nuevo a Occidente. El Occidente es el dominio de
las sensaciones, de la observación directa de los fenómenos,
cuyo conjunto se alza ante el espíritu como la fachada de las
apariencias, tras la cual se oculta la enigmática realidad.
Para concebir ésta, arriesgamos hipótesis,
aventurándonos en brumosas teorías, especulaciones (Norte).
A continuación, el Oriente proyecta una claridad crítica
que desilusiona, que induce a regresar por el camino ardiente
que recibe implacable los rayos del Sol del Mediodía
(razonamiento riguroso, espíritu científico).
El circuito continúa sin detenerse, sin descanso, porque
para conquistar la Luz se necesita pasar sucesivamente de los
hechos (occidente), a su interpretación hipotética (norte),
después de procurar en sintetización infructuosa (oriente) que
obliga a un minucioso examen racional (sur) que permite
establecer, a su vez, nuevos hechos (occidente), y así
sucesivamente en una cadena interminable de razonamiento
(inducción).
En su simbolismo astronómico, el circumambulismo
alude, como ya lo hemos consignado, al curso aparente del Astro
Solar; pero su simbolismo intelectual se refiere a los esfuerzos
que realiza y a las dificultades que encuentra el hombre que
estudia, con el fin de salir de las tinieblas de la ignorancia y
lograr la luz intelectual de la verdad, que es su anhelo más
fervoroso, para después pregonarla entre los demás hombres.
Por eso, en las ceremonias de lniciación y Aumento de
Salario, los recipiendarios y oficiales que participan en ellas
giran a la derecha alrededor del Ara, al realizar los viajes
misteriosos.
Por lo tanto, estos viajes se ejecutan en sentido
dextrocéntrico, contrario a la retrogradación de la ceremonia de
exaltación que tiene sentido sinistrocéntrico. Como todo lo que
69

se practica en masonería, esta marcha en sentido contrario, es un


símbolo susceptible de múltiples ínterpretaciones, una de las
cuales estamos analizando en el presente estudio, al intentar
establecer que el circumambulismo dextrocéntrico alrededor del
Ara ha sido interpretado por la Masonería como benéfico y
positivo, al contrario del sentido sinistrocéntrico de la
retrogradación que es considerado maléfico y negativo; símbolo
de congoja y de duelo.

Conclusiones

El verdadero y real sentido del movimiento de traslación


del Sistema Solar es sinistrocéntrico, Por consiguiente, al
representar la Logia al Universo y los oficiales a los planetas,
parece lógico hacer circular a éstos en el sentido verdadero, pero
en ese caso se viene a contrariar la tradición que señala que todo
movimiento sinistrocéntrico es maléfico y funesto.
E1 Templo masónico, como sabemos, está orientado
hacia el Oriente y la luz solar se eleva en el Levante, pasa al
Medio Día y se oculta en el Poniente. La circulación
sinistrocéntrica va, pues, al encuentro del Sol al entrar por la
derecha y salir por la izquierda. Se dirige al Oriente pasando por
el Mediodía y regresa al Occidente paseado por el Septetrión.
Simbólica y lógicamente, este debería ser el
circumambulismo que debería practicarse en la Masonería: el
Masón va hacia la Luz al entrar en el Templo y retorna a las
Tinieblas - el mundo profano - cuando sale de él. Importa hacer
notar que el Iniciado cuando se desplaza en el sentido indicado,
no pretende oponerse a la marcha normal del Mundo, que serían
los propósitos de los ritos de la magia negra.
Es conveniente, por lo demás, dejar debida constancia
que las influencias benéficas o maléficas atribuidas al
circumambulismo, en un sentido u otro, son expresiones
meramente convencionales, Sin embargo, a la Masonería le es
70

necesario adoptar cualquiera de los dos sentidos de


circumambulismo y establecerlo oficialmente.
Es inadmisible que la circumambulación se haga
indiferentemente en uno u otro sentido. Es de toda necesidad
"esotérica" adoptar un sólo "sentido ritual", para evitar un estado
de caos y anarquía. Con una excepción: el Maestro de
Ceremonias es el único Oficial del Taller que puede desplazarse
alrededor del Ara ya sea a la derecha como hacia la izquierda,
sin romper el orden preestablecido para mantener la armonía y
el ritmo en el desarrollo de los trabajos de la logia.
Por nuestra parte, nos parece aconsejable restablecer o
actualizar la tradición perdida del rito de circumambulismo no
solamente en las ceremonias de iniciación, aumento de salario y
exaltación, Sino que también en la Apertura y Clausura de los
Trabajos.
Propiciamos el sentido dextrocéntrico del
circumambulismo, siguiendo la tradición de la masonería
simbólica, que consideraba a la Logia como el Universo. No
porque se debe seguir el curso aparente del Sol en el firmamento,
como se afirmaba antiguamente, ni tampoco porque creamos
que todo lo relacionado con la derecha es bueno y lo
concerniente a la izquierda es malo y nefasto, puesto que
estimamos que el masón moderno debe estar ajeno a toda clase
de supersticiones y supercherías.
A propósito, nos parece pertinente referirnos a la
creencia, generalizada en nuestras logias, de que si pasamos
entre el Altar y el sitial del V.·.M.·. cortamos la línea imaginaria
que une el Altar y el trono del V.·.M.·. que según algunos sería
la línea de la Vida y la Muerte.
Esta línea imaginaria estaría sólo en la imaginación de
esos "algunos", ya que, si se tratara de una línea de Fuerza que
proyecta el Ara, junto con el Volumen de la Ley, el Compás y la
Escuadra, depositados sobre ella, olvidan que estas Luces
Inmateriales, deberían irradiar un haz de luz en todas
71

direcciones, iluminando a todos y a cada uno de los hermanos


por igual.
Abogamos por el sentido dextrocéntrico porque el
sentido real y verdadero de la rotación de la Tierra sobre su eje
ésta en su revolución alrededor del Sol; el movimiento de los
planetas y también del Sol en el Sistema, es sinistrocéntrico y el
adoptar la Masonería el sentido dextrocéntrico en su rito de
circumambulismo dentro del Templo, estaría interpretando el
simbolismo que señala que los masones en su permanente afán
y ascenso de Occidente a Oriente van al encuentro de la Gran
Luz del Saber.

BIBLIOGRAFIA

l.- LORENZO FRAU ARRIMES


Diccionario Enciclopédico Abreviado de la Masonería. Ed. México. Año
1960.

2.- ALBERT MACKEY. M.D.


The Symboliem of Preemaeonry. El Rito de Circumambulación.

3.- BERNARD E. JONES


Guía y Compendio de la Francmasonería. 14.16 La Circumambulación
del Candidato.

4.-JULES BOUCHER
La Symbolique Maconnique 7. La Circulación en el Templo.
Dervy, Parla. 1953.

5.-NICOLAS LUCO y MAURICIO PURTO


Revista del Domingo de “El Mercurio". 15 de Enero de 1989.

6.- JULES BOUCHER


La Symbolique Maconnique. Obra ya citada.

7.-CARLOS GAYAN SALINAS


Trazado o Logia del Templo. Cuadernillo Nº4. Ediciones “Pentalpha".
Revista Masónica Nº 7 - 8 Año 1971.
72
73

La Universalidad de la Francmasonería

UNA en su diversidad
DIVERSA en su unidad.

Introducción

¿Como es posible que diferentes Obediencias, que tienen


distintos Ritos (existen muchos más en el mundo), puedan
mantener lazos y objetivos comunes que las hacen aparecer ante
el mundo profano como un gran conglomerado masónico
universal?
Es lo que trataremos de analizar en el presente ensayo.
La interpretación de su universalidad apareció junto con la
formación de la Gran Logia de Londres, ya que, anteriormente,
cada logia era independiente e indiferente y los masones
operativos se desplazaban libremente por todos los países del
mundo antiguo cuyas fronteras no existían o no estaban
claramente delimitadas como ahora.
Antes del señero año 1717, los diferentes historiadores
masónicos han conseguido muy escasos datos y antecedentes
genuinamente auténticos, con los que podemos,
fehacientemente, visualizar la emergencia de la masonería
especulativa o simbólica.
La masonería es la única que tiene un historial más o
menos confiable, no legendario, y ello se debió a su relación con
la iglesia y a la influencia que recibió de ella, influencia que
aparece en todos los grandes del medioevo, lo que hace presumir
que fueron los antiguos monjes los que redactaron los primeros
manuscritos que se conocen, tales como el Regio, el Cooke, el
Robert, el Harleian, y otros.
74

Estos manuscritos fueron dados a conocer en una época


en que la mayoría da la gente era analfabeta, tanto los masones
como los artesanos de los otros gremios y gran parte de los
clérigos. Eran leídos en las reuniones de las logias y asambleas
por elementos más instruidos, para resaltar la importancia del
Oficio y de la dignidad de que estaban investidos sus cofrades y
para inculcarles virtudes morales, buenos modales y sanas
costumbres, así como los deberes para con Dios y su iglesia y
para sus maestros del Oficio.
La decadencia del Arte Real tuvo responsables que, sin
tener un propósito preconcebido, debilitaron las actividades de
las logias como consecuencia de sus determinaciones políticas y
religiosas.
El año 1534, el Parlamento declaró a Enrique VIII, la
cabeza suprema en la Tierra, de la Iglesia de Inglaterra y
convertido, él y sus sucesores, en un abierto enemigo del Papa,
consideraba un acto de traición, dentro de los dominios del Rey,
todo cuanto se enseñara y escribiera bajo la autoridad de la Curia
Romana. Los monasterios fueron saqueados en 1538 y las
fraternidades religiosas disueltas en 1547, ocasionando un
severo golpe a las corporaciones masónicas que vivían al alero
de las abadías y, por ende, la decadencia del gremio de
constructores.
A raíz del incendio de Londres, el año 1661, la
fraternidad da los masones fue incapaz de absorber la tremenda
demanda de trabajo que tan repentinamente había caído sobre la
comunidad, y a pesar de su oposición, el Consejo Municipal de
la City dispuso que cualquier trabajador de la construcción,
aunque no fuera miembro de la Compañía de Masones de
Londres, podía trabajar en la reconstrucción de la ciudad.
Como consecuencia de tal medida, la Compañía perdió
el control que ejercía sobre el oficio, lo que la llevó a la ruina.
Para paliar esta situación, optó por aceptar el ingreso de
miembros que no eran del gremio y con anterioridad a la
75

formación de la Gran logia de Londres, ha sido posible constatar


algunos hechos que ilustran esta aseveración.

Aparición de la Masonería Especulativa

En 1621 y 1631, existen evidencias de la "aceptación" en


la Compañía Londinense de Francmasones. Un pedazo de papel
escrito por Randle Holme, que ya era masón, se refiere, en el
periodo 1640-1650, a las palabras y signos de un francmasón.
En 1646, el anticuario Elías Ashmole fue aceptado masón en
Warrington. En 1648, un Vigilante de la Compañía de Londres,
Mr. Andrews Mervin, pagó la suma da una libra para alcanzar la
"aceptación".
En 1663, hay evidencias que fueron incluidas mujeres en
la Compañía y en período 1670-79, cuarenta miembros fueron
autorizados "por gracia" para ingresar en la Fraternidad, lo que
constituye una evidente demostración de la falencia en que habla
caído el elemento operativo. En 1673, el ya citado Randle
Holme, da una lista de los nombres de 27 personas relacionadas
con la Logia de Chester.
En 1676, se publica un "divertissement" (pieza ligera y
graciosa) en que se menciona a la compañía de masones
aceptados. En 1682, después de 36 años de su ingreso, Elías
Ashmole concurre a una logia en la casa masónica de Londres y
entre las asistentes, en su mayoría pertenecientes a la Compañía
de masones, reconoce a seis personajes admitidos en la
Hermandad5.
Respecto a este personaje, es conveniente dejar
constancia de la omisión de toda referencia a la masonería en sus
Memorias, o Diario de Vida, entre el año 1646, fecha en que fue
"aceptado" en una logia de Warrington, hasta el año 1682, en
que fue invitado a asistir a una logia de Londres en que se recibía

5
Bernard E. Jones. "Guía y Compendio de la Francmasonería". Pag. 105
76

a su amigo William Wilson, un conocido cantero y escultor de


la estatua de Carlos II, en la Catedral de Litichfied, lugar de
nacimiento de Ashmole.
Esto estaría certificando que no habrías tenido ninguna
vinculación con la Francmasonería, durante esos 36 años o bien
que esta no significaba gran cosa para él. Este antecedente
echaría por tierra la tesis sustentada por algunos tratadistas en el
sentido de que el anticuario Elías Ashmole habría sido uno de
los introductores de la esoteria Rosacruz en la Masonería y el
autor de la Leyenda del Tercer Grado6.
En l686, el Dr. Plot publica varias referencias sobre la
Sociedad de los Francmasones o masones "aceptados". Ese
mismo año John Aubrey se refiere a la Fraternidad de los
masones aceptados (libres).
En 1688, nuevamente, Randle Home habla sobre la
antigüedad de la Confraternidad de los masones. En 1695-1696,
Edwards Hall es admitido masón, en Chichester. En 1693, el
Manuscrito de York Nº 4 da los nombres de logias. Finalmente,
se tiene la evidencia de "The Tattler" (el copuchento), que en
1709 y 1710 se refiere a los "Freemasons" y de un panfleto de
1710 que menciona cierta "Compañía de Freemasons".
Estos son solamente algunos antecedentes que dan una
idea somera de la aparición de la masonería especulativa puesto
que no llevaba registros hasta el año 1730, fecha en que
aparecieron documentos que revelaban los secretos masónicos.
El más famoso y estudiado de todos fue "Masonería Disecada",
escrito por Samuel Prichard, que lanzó nada menos que tres
ediciones el mes de octubre de 1730.
Los masones aceptados que habían sido admitidos en la
Confraternidad sin ser obreros manuales, anhelaban un cambio
en la Francmasonería, que estuviera más de acuerdo con los

6
Bernard E. Jones. Obra citada.Tomo I.Pag.89. Ediciones Pentalpha
77

avances de la Ciencia y el progreso de las costumbres de la


época7.
Llegamos así a la fundación de la Gran Logia que no sólo
consistió en la creación de un Organismo Superior que asumiría
un papel supervisor y regulador sobre logias que hasta esa fecha
eran autónomas e independientes, sino que, y esto es lo más
importante, era una radical modificación de las normas y
principios establecidos en los antiguos manuscritos de la
Fraternidad.
Un examen superficial de dichas modificaciones o
reformas, pone en evidencia que ellas fueron el reflejo de la
Revolución de 1688-89 que transformó a Inglaterra, de
monarquía absoluta, conservadora y católica, en monarquía
constitucional, liberal y protestante, y que sólo vino a
consolidarse el año 1746, con la derrota del pretendiente Carlos
Eduardo, el último de los Estuardos que luchó, inútilmente, por
recuperar el trono de Inglaterra para su dinastía y para la causa
de la Iglesia Católica8.

Fundación de la Gran Logia de Londres

Según Bernard E. Jones, se conocen dos relaciones - sólo


dos - de la fundación de la Gran Logia. Una es la del Dr. James
Anderson, de quien no se sabe que haya tomado parte en tan
importante acontecimiento y que publicó su relato, 21 años
después (1738), al dar a la publicidad la segunda edición del
Nuevo Libro de las Constituciones.
La otra, es la de un autor desconocido que publicó, en
1763, "The Complete Freemasons, or Multa Paucis for Lovers
of Secrets".

7
Bernard E. Jones. Obra citada. I Tomo Pag.105 Ediciones Pentalpha
8
Eduardo Phillips Müller. "A las Puertas del Templo" Pag.44
78

El relato de Anderson, es tan breve, que podemos


transcribirlo íntegro.
"A.D. 1716. El rey Jorge I entró en Londres el día 20 de
septiembre de 1714 y, cuando terminó la rebelión en el año 1716,
las pocas logias existentes en Londres, creyeron conveniente, en
vista de la negligencia de Sir Christopher Wren, unirse bajo las
órdenes de un Gran Maestro que había de ser el Centro de Unión
y Armonía. Las logias que, se reunieron fueron:

1.- En la Cervecería del Ganso y la Parrilla del Cementerio da la


Parroquia da San Pablo.
2.- En la Cervecería de la Corona, situada en el Callejón de
Parker, cerca del Callejón de Drury.
3.- En la Taberna del Manzano, situada en la calle da Charles en
Convent Garden.
4.- En la Taberna de la Zorra y las Uvas, situada en
Channel - Row en Westminster.

Ellas (las logias) se reunieron en la Taberna del Manzano


y habiendo colocado, en la Silla (presidencia) al Maestro Masón
más antiguo (ahora V.M. de una logia) se constituyeron en una
Gran Logia pro tempore en la debida forma y de inmediato
repusieron el Consejo Trimestral de los Oficiales de la logia
(ahora Gran logia), resolvieron mantener la Asamblea y Fiesta
Anual y acordaron elegir a un Gran Maestro de entre ellos
mismos hasta tener el honor de ser dirigidos por un hermano de
noble alcurnia.
Por tanto, en el día de San Juan Bautista (24 de junio) en
el Tercer Año del Rey Jorge I, 1717. A.D., la Asamblea y Fiesta
de los masones "libres y aceptados", se celebró en la Cervecería
El Ganso y la Parrilla.
Antes de la comida, el Maestro más antiguo (ahora V.M.
de la logia) en la Silla, propuso una lista de candidatos
adecuados y los hermanos por mayoría de manos eligieron al
79

Caballero Mr. Antonio Sayer, Gran Maestre de los Masones y al


capitán Joseph Elliot y al carpintero Mr. Jacob Lamball, Grandes
Vigilantes, quienes fueron investidos de inmediato con las
insignias del Oficio y la autoridad, por dicho Maestro más
antiguo, y ya instalados, fueron debidamente congratulados por
la Asamblea que les tributó su homenaje".
Hasta aquí la relación del Hermano Anderson.
La relación de "Multa Paucis" (multa reducida) da
algunos detalles, pero de poca importancia, lo que hace pensar
que su anónimo autor tuvo a su disposición informaciones que
no conoció o no empleó el Dr. Anderson.
Este otro relato dice quo cuatro logias se reunieron el día
de San Juan y que también se reunieron los Maestros y
Vigilantes de "seis logias", siendo esta anotación fuente de
copiosa argumentación, paro los investigadores coinciden en
que estuvieran presentes sólo cuatro logias y no seis como
testifica este último escrito9.
Sin embargo, es curioso anotar que respecto al nombre
de la cuarta logia fundadora, algunos autores la nombran la
Taberna de la Zorra y las Uvas; otros la designan como la
Taberna del Ron y las Uvas; otros le dan el nombre de Taberna
o Posada "Al Romano", y otros le dan el nombre en inglés "The
Rummer and the Grapes" es decir "El Vaso y las Uvas".
Todas las investigaciones hechas para descubrir quienes
estuvieron presentes, además de las tres Grandes Oficiales
nombrados, han sido inútiles.
De estas cuatro logias primitivas, sólo una - la de la
Taberna de la Zorra y las Uvas - tenía mayoría de masones
"aceptados", mientras que las otras tres restantes, estaban
constituidas por masones activos en el oficio de la construcción,
por lo que no sería efectivo, como algunos autores han afirmado,

9
Eduardo Phillips Müller. "A las Puertas del Templo" Pag.44
80

que la Gran Logia fue formada por un grupo de hombres


ilustrados que trataba de valerse de la discreción y el secreto de
las logias para practicar y predicar una filosofía oculta o por
motivos políticos contingentes.
El Primer Gran Maestre, Antonio Sayer, pertenecía a la
logia da la Taberna del Manzano y de la logia de la Taberna de
la Zorra y las Uvas, procedían Jorge Payne y Juan Teófilo
Desaguliers, Segundo y Tercero Grandes Maestros de la Gran
Logia recién formada.
El Dr. en Teología James Anderson también perteneció
a esta Logia.
El año 1721 se eligió Gran Maestre al Duque Juan de
Montagu, estableciéndose, posteriormente, la costumbre de
designar Gran Maestro de los masones de Inglaterra al Príncipe
de Gales. Según H.F. Gould, la logia del Ganzo y la Parrilla es
la única de las cuatro Fundadoras que todavía sobrevive y
después de haber sufrido distintos cambios, se la conoce en la
actualidad con el nombre distintivo de Lodge of Antiquity Nº2.
La piedra fundamental del nuevo edificio que habría de
reemplazar a la antigua Fraternidad conocida como masonería
operativa, ya estaba colocada, dando nacimiento a la nueva
Institución que conocemos como Masonería Especulativa,
Masonería simbólica o Francmasonería, conservando el espíritu,
los principios y los usos trasmitidos por la tradición y al
abandonar el arte manual a la gente del oficio, se conservó, sin
embargo, los términos y los signos que corresponden
simbólicamente al arte de construir, dándole un nuevo sentido
más filosófico y elevado.
Desde su fundación la Gran Logia de Londres se
convirtió en una Institución dedicada a la búsqueda de un
objetivo ético-moral más elevado, susceptible de esparcirse por
todo el mundo como una profesión común a todo el género
humano. El Arte Real de construir se ha transformado ahora en
el Real Arte de Pensar.
81

El 24 de junio de 1718 fue elegido Gran Maestre, Jorge


Payne, que se dedicó a coleccionar todo lo concerniente a
escritos masónicos, dándole especial importancia a la historia de
la Fraternidad, solicitando que los antiguos manuscritos y
documentos relacionados con la masonería fueran recogidos y
entregados a la novel Gran Logia para su estudio.
Al año siguiente, 1719, es elegido Gran Maestre el
eminente hermano Juan Teófilo Desaguliers, quién robusteció
las columnas de las logias, atrayendo a muchas personalidades
destacadas en las ciencias, artes y letras, y también a miembros
pertenecientes a la nobleza.
Al ser elegido por segunda vez Gran Maestre, el hermano
Jorge Payne, terminó de recopilar toda la documentación antigua
reunida dando forma a la notable colección de las 39 Ordenanzas
Generales (Generals Regulations) que se pusieron en vigencia
el siguiente año 1721, bajo el mallete de su sucesor el Duque de
Montagu.
El hermano James Anderson fue el encargado de
recopilar todo lo recogido, compararlas con los antiguos
documentos y con las primitivas costumbres y obligaciones,
para ponerlas de acuerdo y adaptarlas al uso de las Logias de
Londres, Westminster y alrededores.
Por la gran importancia que tiene para los masones de
todos los tiempos y latitudes, transcribimos el texto de la
aprobación de tan singular y extraordinario documento.

El Libro de las Constituciones

Aprobación

"En vista de que por la confusión causada en las guerras


de los sajones, daneses y normandos, quedaron muy estropeados
los documentos de los masones, los Francmasones de Inglaterra
pensaron por dos veces que era necesario su Constitución,
82

Deberes y Reglas, primero en el reinado de Athelstan, el danés


y mucho más tarde en el de Eduardo IV, el normando. Y como
quiera que, en la antigua Constitución en Inglaterra, hubo
muchas interpelaciones, mutilaciones y deplorables
corrupciones, no sólo en la letra, sino en los hechos, con graves
errores en Historia y Cronología, a causa del transcurso del
tiempo y de la ignorancia de los transcriptores, en los siglos de
incultura, antes del renacimiento de la Geometría y de la antigua
Arquitectura, hubo grave ofensa de los hermanos instruidos y
juiciosos, y engaño de los ignorantes.
Y nuestro último Gran Maestre. Su Gracia el Duque de
Montagu, encargó al autor examinara, corrigiese y compilase en
nuevo y mejor método la Historia, Deberes y Reglas de la
antigua fraternidad, por lo que el autor examinó varios
ejemplares de Italia y Escocia y diversos (documentos) de
Inglaterra; y de ellos (aunque en muchas cosas erróneas) de
varios otros documentos masónicos compiló la transcrita nueva
Constitución con los Deberes y Reglas Generales.
El autor ha sometido el manuscrito al examen y
corrección del último y del actual Gran Maestre y Diputados y
de otros doctos hermanos, así como al de los Venerables
Maestros y Vigilantes de las logias particulares, en la Asamblea
trimestral.
Entregó también el manuscrito al último Gran Maestre,
el citado Duque de Montagu, para examen, corrección y
aprobación y Su Gracia, par consejo de varios hermanos, ordenó
que se imprimiera elegantemente y con profusión para uso de las
logias, aunque todavía no estaba del todo preparado para la
prensa durante su Gran Maestría.
Por lo tanto, Nos, el actual Gran Maestre de la Honorable
y Antiquísima Fraternidad de libres y aceptados masones, el
Diputado del Gran Maestre, Los Grandes Vigilantes, los
Venerables Maestros y Vigilantes de las logias particulares (con
consentimiento de los hermanos de dentro y fuera de la ciudad
83

de Londres y Westminster), habiendo también examinado esta


obra, me adhiero a nuestros loables predecesores, en nuestra
solemne Aprobación de ella, puse Nos creemos que responderá
plenamente al fin propuesto, ya que conserva todo lo valioso de
los antiguos documentos y están enmendados los errores en
Historia y Cronología, y se han omitido los falsos hechos y las
palabras impropias, y toda está recopilado en un nuevo y mejor
método. Y mandamos que se reciba en toda logia, particular de
nuestra Obediencia como la única CONSTITUCIÓN de los
libres y aceptados masones entre nosotros, para que se lea en el
acto de la admisión de nuevos hermanos, o cuando el Venerable
Maestro lo considere conveniente y que los nuevos hermanos la
examinen antes de la admisión.

Felipe, Duque de Wharton, Gran Maestre.·.


J. T. Desaguliers, Diputado del Gran Maestro
Joshua Timson. William Hawkins, Grandes Vigilantes

El libro de las Constituciones apareció publicado el año


1723, y desde esa época ha sido considerado el documento más
importante y la base legal da la Institución. Algunos tratadistas
han llegado a catalogarlo como la Carta Magna de la
Francmasonería Universal.
La primera edición, que es muy rara y preciada, constaba
de 92 páginas, la encabezaba una dedicatoria del H. J. T.
Desaguliers, Diputado del Gran Maestre y contenía las
siguientes partes principales:
• Una breve historia de la Masonería desde la creación del
Mundo, o sea, la historia del Arte Real desde las más
antiguas tradiciones.
• Los Antiguos Deberes o Leyes Fundamentales (Old
Charges).
• Las Ordenanzas o Reglas Generales (Generals
Regulations).
84

• La Aprobación del Libro (que hemos trascrito in


extenso).

Un alcance que se da a conocer la manera de constituir


una nueva logia de conformidad con los antiguas usos y un
apéndice con los Himnos del Maestro; de los Vigilantes; de los
Compañeros y de los Aprendices. Nos limitaremos a destacar,
por la implicancia que tienen sobre el tema en estudio, los
párrafos a) y b) correspondientes a la 2.a y 3.a partes ya
señaladas:

a) De Dios y la Religión (De los Deberes de un


Francmasón).
b) El Número XXXIX de las Reglas Generales (De los
Landmarks).

La referencia a estos puntos, tienen mucha relevancia en


el estudio de la Universalidad da la Francmasonería, como
tendremos ocasión de comprobarlo más adelante. También
conviene señalar que recién el 24 de junio del año 1723,
comienzan a escribirse las Actas de la Primera Gran Logia, al
ser designado Gran Secretario, William Cooper, de la Horn
Lodge de Westminster10.
La raíz de la Fundación de la Gran Logia de Londres el
año 1717 y da la Promulgación de las Constituciones de
Anderson, seis años después, surge en Inglaterra una pugna y
controversia de parte de los masones y de las logias que habían
quedado marginadas de la unificación.
La Logia de York alegaba su mejor derecho debido a su
antigüedad, que se remontaba, según ella, al año 926 en que el

10
Carlos Gayán Salinas. "Las Constituciones de Anderson" Anuario Nº4 año
1988. Ediciones Pentalpha.
85

Rey Athelstan dio auge a la edificación de abadías, monasterios,


castillos y fortalezas. El rey en persona convocó y presidió una
Asamblea General en la ciudad de York, donde le otorgó a la
Fraternidad una Carta de Privilegio, señalándoles el deber de
observar y respetar quince artículos referentes a la Orden que
fueron recopilados en un texto que establecía el origen de la
masonería.
Sin embargo, no se sabe si la Logia de York era una logia
privada o una Gran Logia; lo único cierto es que el año 1725
adoptó el nombre de "Gran Logia de Toda Inglaterra",
reclamando que la Gran Logia de Londres le había usurpado un
derecho que le correspondía por Antigüedad.
La vida de esta logia tuvo un destino bien curioso.
Después de quince años (1740) dejan de escribirse sus Actas. El
año 1761, seis sobrevivientes le dieron nueva vida y después de
un relativo éxito, cayó en total extinción en el año 1791.
"La Logia de York quería ser independiente a toda costa,
sin aceptar hegemonía de otros poderes, en virtud de su
antigüedad, dejando en su ciudad natal el mágico encanto de
haber sido durante muchos siglos la Meca de la Masonería. Es
corriente oír hablar del "Rito de York" como si fuera una de las
formas más antiguas y verdaderas de la Masonería, pero esto no
se ajusta a la realidad, aunque sirva para distinguir una rama de
otra; en realidad el Rito de York no existe, siendo ese nombre
más bien un tributo de reverencia que un hecho cierto"11.
El estudio de las divisiones y discordias que surgieron
dentro de la Orden a partir del año 1725 y, que no terminaron,
sino que hasta principios del pasado Siglo (1813), es bastante
difícil de realizar porque la autoridad de La Gran Logia no fue
reconocida en todas partes. Algunas logias creían que tenían
derechos inherentes desde tiempos inmemoriales y era difícil

11
Fort Newton Joseph. Los Arquitectos. Pag.247
86

hacerles comprender que ellas sólo podían iniciar masones


según la reglamentación dictada por una autoridad que se auto
titulaba Gran Logia. En una época hubo cuatro Grandes Logias
en toda Inglaterra, cada una de las cuales pretendía ser la genuina
y verdadera depositaria de las antiguas tradiciones de la
Corporación.
Ya hemos visto que una Gran Logia, cuya demarcación
territorial estaba reducida a la ciudad de York, adoptó el
pomposo nombre de "Gran Logia da Toda Inglaterra", mientras
que otra, fundada a mediados de siglo (1753) se tituló a sí misma
"los Antiguos" tildando a la Logia Madre "los Modernos".
El 27 de diciembre de 1777, día de San Juan, la logia
"Antigüedad" de Londres, presidida por William Preston acudió
en conjunto a la iglesia vistiendo los paramentos masónicos y
terminado el oficio religioso salieron al vestíbulo llevando sus
vestiduras masónicas.
Este hecho suscitó una gran polémica y a raíz de la
expulsión de tres de sus miembros que no estuvieron de acuerdo
con esta decisión de Preston, se produjo un enfrentamiento entre
la Logia Antigüedad y la Gran Logia, lo que determinó que
aquella se separase de la Gran Logia para buscar refugio en la
"Gran Logia de Toda Inglaterra" de la ciudad de York y de la
cual obtuvo licencia para constituirse en la " Gran Logia de
Inglaterra del Sur del Río Trento ". Después de una plácida
existencia que duró diez años, desapareció quietamente.
Posteriormente. William Preston y sus seguidores se
retractaron de su actitud y retornaron a la Gran Logia de
Inglaterra12.

12
Fort Newton Joseph. Los Arquitectos. Pag.249
87

El cisma de los “antients” y los “moderns”

La división más importante fue la que se produjo a partir


del año 1751, originada, según se cree en la actualidad, por un
grupo de masones irlandeses avecindados en Londres, no
reconocidos por la primera Gran Logia, a la cual acusaron de
haber introducido variaciones y alteraciones en los rituales y en
las ceremonias, que la alejaban de la Antigua Doctrina.
Sin entrar en el detalle da estas supuestas diferencias, se
ha considerado que las grandes causas de estas divergencias,
fueron las siguientes:

• Se acusaba, y no sin justificación, que la Gran Logia de


1717 había infringido la antigua democracia de las
logias, al conferir al Gran Maestre la facultad de nombrar
a los Vigilantes.

• Se acusaba a los "moderns" y a su Constitución, de


pretender descristianizar a la Masonería, lo que estaba
indicando - a contrario sensu - que los "antients"
propiciaban una masonería cristiana, es decir, parcelada,
lo que estaba muy distante da la idea da una Masonería
Universal, en que tuvieran cabida todas las creencias
todas las religiones, como se planteaba en la primera
Constitución de Anderson.

• La Masonería Escocesa difería de la inglesa en ciertos


detalles de sus usos y costumbres que conservaba
celosamente, cada una de ellas, haciendo imposible un
avenimiento fraternal. Lo anterior, unido al orgullo
patrio y el recuerdo de hechos históricos, mantuvo sus
organizaciones separadas e independientes.

• Por último, no faltó el eterno problema de las ambiciones


88

personales, siempre presentes en toda organización


humano.

Al principio no había una Gran Logia establecida y las


logias independientes estaban reunidas en un " Gran Comité" el
que convocó a las nueve logias disidentes que entonces existían
(la más antigua había sido fundada el año 1747) y se convirtió
en Gran Logia el 5 de Diciembre da 1753, siendo, conocida en
adelante con el nombre de "Gran Logia de los Antiguos
Masones", aunque su título oficial era "La Muy Antigua y
Honorable Fraternidad de los Masones Libres y Aceptados", de
la que Robert Turner fue su Primer Gran Maestre y John
Morgan su Primer Secretario.
Lawrence Dermott fue el segundo Secretario, permane-
ciendo en el cargo durante más de treinta años, y gracias a su
infatigable actividad se debió en gran parta el éxito de esta nueva
Gran Logia. A su pluma ingeniosa y sagaz se debe el ominoso
nombre de "Modernos" con el que motejó a sus adversarios,
reservándose para sí, el de "los Antiguos".
Con el tiempo, cambió el nombre con que se conocía a
estas Grandes Logias, siendo reemplazado por el nombre de sus
Grandes Maestres, llamándose a la primera "Masones del
Príncipe de Gales" y a la segunda, "Masones del Duque de
Atholl".
Laurence Dermott, obrero pintor, nacido en Irlanda en
1720, publicó el año 1756, las Constituciones de la nueva Gran
Logia, con el título de "Ahiman Rezon" o “Help To a Brother”.
Este nombre se deriva de las palabras hebreas "Ahim"
(hermanos), "Manah" (designar, elegir) y "Ratzon" (voluntad o
ley). Literalmente, "Ahiman Rezon" significa "Leyes de los
Hermanos designados o elegidos".
Este libro tiene 252 páginas y en su dedicatoria a
William, conde de Blesington, Dermott revela discretamente
sus tendencias dogmáticas, demostradas en su simpatía por Pitt,
89

la Iglesia y el Estado, en los siguientes términos: "Después de su


lectura, vuestra Señoría encontrará que el conjunto tiene por
objeto no solamente el bien de la Cofradía, sino también de
exponer la parte errónea del mundo y los verdaderos principios
de la Francmasonería, los cuales son amar la compasión, rendir
justicia y comportarse humildemente ante Dios"13.
En esta primera edición de "Ahiman Rezon", las
Obligaciones o Deberes de un Francmasón y los Reglamentos
Generales, son los mismos que los de la Constitución de 1723,
son las modificaciones que Anderson introdujo en la segunda
edición de 1738, a excepción de la Regla General XXXIX, que
fue modificada (Pag.83-84) de la siguiente manera: "Todas las
modificaciones o nuevas reglamentaciones no son más que
enmiendas, o explicaciones relativas a anti Reglamentos, para el
bien de la Masonería, que no llegan a ser antiguas reglas de la
Cofradía que preserven los viejos Landmarks y que fueron
hechas sobre datos diferentes (según las ocasiones) por la Gran
Logia, que posee en si misma el poder de enmendar lo, que
parece no convenir y la Alta Autoridad de elaborar nuevos
Reglamentos para el bien de la Francmasonería, lo que no puede
ser negado, pues los miembros de la Gran Logia son
verdaderamente representantes de toda la Cofradía, según lo
establece la antigua Regla X".
Con el propósito de hacer la comparación, hemos creído
conveniente reproducir la citada Regla XXXIX de la antigua
Constitución: "Cada Gran Logia anual tiene inherente poder y
autoridad para modificar este Reglamento o redactar uno nuevo,
en positivo beneficio de esta Antigua Fraternidad, con tal que se
mantengan invariables las antiguas normas (Landmarks) y que
las modificaciones de este Reglamento, o la redacción del nuevo,
se propongan y aprueben en la Tercera Asamblea Trimestral

13
Faillard Maurice. "Historia Evolutiva de la Francmasonería", Pag.48
90

precedente al Gran Banquete Anual y que todos los hermanos


puedan leerlo antes del banquete en manuscrito, incluso hasta el
más moderno Aprendiz.
Es absolutamente necesaria la aprobación y
consentimiento de la mayoría de todos los hermanos presentes
para que el Nueva Reglamento a las modificaciones del presente
tengan fuerza y vigor de obligación y después del banquete y de
la Instalación del Nuevo Gran Maestre, será solemnemente
promulgado, como lo fue el presente Reglamento cuando la
Gran Logia lo propuso ante 150 hermanos el día de San Juan del
año 1721" (Pag.48 Const.).
Esta División fue, a la larga, beneficiosa para la Orden
porque el sentido de emulación que desplegaban las Grandes
Logias, en su rivalidad, contribuyó a propagar sus principios que
eran comunes a todos y a enriquecer su ritual. Después de la
muerte de Dermott, se manifestó un deseo de unión de parte de
todas las Grandes Logias, con excepción de la "Gran Logia de
Toda Inglaterra" y de la "Gran Logia de Inglaterra del Sur del
Río Trento" que habían desaparecido del panorama masónico.
El año 1802 se hizo un primer intento, que fracasó en 1809 se
reunieron varias comisiones que informaron sobre "la
practicabilidad y conveniencia de la Unión".
La Unión se verificó, por fin, en una Gran Logia de
Reconciliación, (que se constituyó después en una logia especial
compuesta de Venerables Maestros y ex Venerables Maestros de
ambas Logias, encargadas de reestructurar el Ritual de la
Fraternidad, tal como lo conocemos ahora), celebrada en el
Freemason's Hall de Londres, el día 27 de diciembre de 1813.
Esta Unión de las dos Grandes Logias fueron selladas y
firmadas por el Duque de Sussex, W.R. Wrigth, Arthur Tegart
y James Deans, en representación de la Gran Logia de 1717
(Modernos) y por el Duque de Kent, Thomas Harper, James
Perry y James Agar, en representación de la Gran Logia de 1753
(Antiguos). No se sabe por qué razones el príncipe de Gales, más
91

tarde Jorge IV, Gran Maestro de la Gran Logia de los Modernos


desde 1790, dimitió en favor del Duque de Sussex (Instalado
Gran Maestro el 13 de mayo de 1813) y por qué el Duque de
Atholl, Gran Maestro de la Gran Logia de los Antiguos, desde
1792 dimitió en favor del Duque de Kent (Instalado Gran
Maestro el 8 de noviembre de 1813).
De los veintiún artículos aprobados en el Acta de Unión,
uno de los más importantes es el segundo, que establece que la
Antigua y genuina Francmasonería consiste en sólo tres grados,
incluido el Santo Real Arco. En el momento de la Unificación,
la Primera Gran Logia tenía en sus registros 387 logias y la
Segunda Gran Logia tenía 260 logias registradas. La unidad se
facilita cuando el Duque de Sussex fue elegido Gran Maestro a
proposición de su hermano el Duque de Kent.
De aquí en adelante no habrá masones "antient" ni
"moderns", habrá sólo masones pertenecientes a la Gran Logia
Unida de los Antiguos Francmasones de Inglaterra.
Se había superado una de las primeras y grandes
divisiones de la Francmasonería, pero no sería la última, como
tendremos ocasión de verificarlo.
La primera Constitución de la nueva Gran Logia Unida
fue publicada el año 1815, en un formato de 30.5 X 25 cms.
compuesto de 144 páginas que contenían "Las Obligaciones o
Deberes de un Francmasón " según el texto de 1723, con la sola
excepción del primer punto concerniente a "Dios y la Religión",
cuya redacción fue cambiada por la siguiente: "Un Masón está
obligado, por su convicción, a obedecer la Ley Moral, y si
comprende bien el Arte, no será jamás ateo ni libertino
irreligioso. Él, de todos los hombres, debe comprender mejor
que Dios ve de otro modo que el hombre, porque mira la
apariencia exterior, mientras que Dios ve el corazón. Un Masón
está, en consecuencia, particularmente obligado a no obrar jamás
en contra de los dictados de su conciencia. Cualquiera sea la
religión de un hombre o su manera de adorar, no será excluido
92

de la Orden, siempre que crea en el Glorioso Arquitecto del


Cielo y de la Tierra y practique los deberes sagrados de la Moral.
Los masones se unen a los hombres virtuosos de todas las
creencias con los lazos sólidos y agradables del amor fraternal;
se les enseña a ver los errores de la Humanidad con compasión
y a esforzarse, por la pureza de su propia conducta, en demostrar
la alta superioridad de la fe particular que ellos profesan. Así, la
Masonería es el Centro de Unión entre todos los hombres de bien
y leales, y feliz medio de ligar amistad entre los que de otro
modo no habrían podido más que quedar perpetuamente
extraños".
Recordamos, para hacer la comparación, lo que decía el
texto de este Primer Deber de un Francmasón que apareció en
les Constituciones de Anderson de 1723:
"El Masón está obligado, por su carácter, a obedecer la
Ley Moral, y si debidamente comprende el Arte, no será jamás
un estúpido ateo ni un Libertino irreligioso. Pero, aunque en
tiempos antiguos los masones estaban obligados a pertenecer a
la religión dominante en su país, cualquiera que fuere, se
considera hoy mucho más conveniente obligarlos tan solo a
profesar aquella religión que todo hombre acepta, dejando a cada
uno libre en sus individuales opiniones; es decir, que han de ser
hombres probos y rectos de honor y honradez, cualquiera que
sea el Credo o denominación que los distinga. De esta suerte la
Masonería es el Centro de Unión y el medio de conciliar
verdadera fraternidad entre personas que hubieran permanecido
perpetuamente distanciadas".
Antes de esta fecha, los Deberes u Obligaciones del
Francmasón que aparecían en las Constituciones de Anderson,
no fueron nunca modificados, como había ocurrido con los
Reglamentos Generales, que sufrieron numerosas
modificaciones y agregados que hicieron subir su número de 39
que eran en 1723, hasta llegar a 135 en la quinta y última edición
del año 1784 (en la Gran Logia Unida, se elevan actualmente a
93

más de 300).

Pugna entre deísmo y teísmo

El Deísmo alcanzó gran preponderancia con la aparición


de la Masonería Especulativa o Francmasonería. Difiere del
Teísmo, al no aceptar la creencia en un Dios Creador, Supremo
Rector de todo lo que existe en el mundo y único responsable de
cuanto ocurre en el Universo.
El Deísmo descarta a un Ser Supremo como responsable
de la vida espiritual y de la trayectoria histórica del Hombre y
no admite que ellas queden sumidas en el mal y en el pecado,
como lo predica el Teísmo. En consecuencia, el Deísmo se
caracteriza por no aceptar la Divina Providencia y su corolario,
la Gracia; encontrándose, por lo tanto, estrechamente ligada al
libre pensamiento de la época, motivo por el cual fue
injustamente acusado de irreligioso y ateo14.
El Pensamiento Deísta, más filosófico que religioso, no
pudo, naturalmente, estar ausente del espíritu de Anderson,
predicador presbiteriano, que conocía muy bien lo que
establecían las antiguas constituciones en que el masón estaba
obligado a ser fiel a Dios y a la Santa Iglesia y él introdujo
modificaciones en su Constitución de 1723, al suprimir la
invocación a la Santísima Trinidad y el juramento de fidelidad a
la Santa Iglesia, sustituyendo el carácter religioso de la
Obligación por una Obligación Moral.
Por eso se comprende la indignada protesta con que los
masones católicos ingleses, como el hermano Corder, recibieron
las modificaciones que introdujo Anderson. Ello significaba la
proscripción de la concepción cristiana Teísta, basada en el
principio de un Dios Personal, Vivo, revelado, y Providencial,

14
Sharpe Raúl. "La Controversia masónica del Siglo XVIII " Anuario N°3
Año 1987. Pag.187. Ediciones Pentalpha.
94

como dogma y doctrina de la Institución.


Mirándolo bien, la querella que sostenían el Teísmo
católico y el Deísmo protestante, no era, en el fondo, sino que
una variación más "ilustrada" de la pugna que durante el siglo
XVI habían mantenido protestantes y católicos bajo las banderas
de la Reforma y de la contra Reforma y que se prolongó hasta
las postrimerías del Siglo XVII. La Revolución de 1688-1689
fue, precisamente su culminación. La caída de Jacobo II, el Rey
jesuita, y el advenimiento al trono inglés da Guillermo de
Orange, protestante, holandés, de la dinastía de los Hannover,
consolidó el triunfo de la Reforma.
Al amparo de la libertad conquistada y fundado en las
nuevas corrientes de la filosofía, el Deísmo no tardó en
convertirse en la Religión de la Ilustración15.
No es fácil precisar las fuentes del Deísmo, pero es
indudable que el Racionalismo filosófico, iniciado por
Descartes, en Francia, contribuyó poderosamente a su difusión
y desarrollo.
Sin embargo, no fue ni pudo ser Francia el país donde
prendería el Deísmo. La revocación del Edicto de Nantes, el año
1685 y la sangrienta persecución que la Inquisición desató contra
los protestantes, fueron los causantes que esta corriente del
pensamiento libre no prosperara.
El propio Descartes, temeroso de la Inquisición, no se

15
El año 1695, John Locke, llamado el filósofo de la Revolución, había
publicado “En Racionabilidad del Cristianismo", y al año siguiente, otro
deísta, John Toland, dio a la publicidad su abra "Cristianismo Sin Misterios",
En 1713, cuatro años antes de la fundación de la Gran Logia de Londres,
Antonio Collins, amigo de Locke, publicó su "Discurso sobre la Libertad de
Pensamiento y los Librepensadores", escrita con motivo de la formación una
Secta de “librepensadores”. A su vez, Sherlock, teólogo ortodoxo, no
vacilaba en sostener que "la Religión del Evangelio es la verdadera Religión
de la Razón y la Naturaleza; sus preceptos, nos hacen conocer que esta
Religión es tan antigua como la Creación ".
95

cansaba de asegurar muy cautamente, "que su nuevo método


afectaba tan solo al Saber, pero no a la Fe, y en todo lo que se
refiere al dominio del dogma teológico, declara expresamente su
sumisión a la autoridad de la Biblia y de la Iglesia".
Muy distinto fue el panorama que encontró el Deísmo en
Inglaterra. El divorcio del catolicismo inglés de la Iglesia
romana, en la época de Enrique VIII, primero, y la proliferación
de sectas que produjo la Reforma como consecuencia del libre
examen, después, contribuyó a que el Deísmo rebasara los
límites de lo puramente filosófico a invadiera el terreno
religioso. Basado en la Razón y no en la Fe; en la Naturaleza y
no en el Milagro, el movimiento Deísta no tardó en convertir al
cristianismo en una Religión Racional.
Los deístas ingleses creían que expurgando todos los
errores y falsedades acumulados en el transcurso de la historia,
podría retornarse al Cristianismo primitivo. La exégesis bíblica
y el examen histórico de los dogmas, abrieron paso a la
formulación de esta religión depurada que en su esencia original
se identificaba con la sabiduría de la Naturaleza. En
contraposición del Ateísmo, que lo negaba, y el Teísmo que
concebía a Dios como persona, los deístas proponían la idea de
un Dios carente de personalidad, más o menos confundido con
la Naturaleza.
La certeza del progreso del hombre avalada por las
Ciencias Naturales y el optimismo deísta, constituyeron los
fundamentos principales de la filosofía del siglo XVIII.
Desgraciadamente, al Deísmo presentaba su talón de Aquiles,
debido a que su desmesurado carácter abstracto, la convertía
poco menos en un planteamiento inaccesible, para el común de
los mortales y con mayor razón para la gran mesa popular 16.

16
Rodríguez W. Patricio. "Locke y el Deísmo" Anuario Nº5, año 1990.
Ediciones Pentalpha. Santiago.
96

Federido II de Prusia, en su obra "Historia de mi tiempo"


nos ofrece un testimonio que resulta ser un significativo elogio
del Deísmo y que nosotros como masones no debiéramos
ignorar: “El genio humano ha sacudido el yo de la superstición,
y se ha atrevido a examinar lo que en su envilecimiento había
adorado. De esto nació el Deísmo, sencillo culto al Ser Supremo,
que ha sabido desprenderse de las preocupaciones y errores de
la multitud. En Inglaterra es donde reside y la mayoría de las
personas que se atreven a pensar, son sus adeptos".
“A los progresos de esta Religión Natural, debemos el
espíritu de Tolerancia que sujeta el furor del fanatismo y del
celo religioso mal entendido; a los progresos del Deísmo
debemos que argucias y conclusiones equivocados no pueden
ya armar al hermano contra el hermano, al ciudadano en contra
del ciudadano y convertir a Europa entera en teatro sangriento
de las crueldades más inhumanas. Hoy el Deísmo venga a la
Razón Natural de los ultrajes que ha tenido que soportar bajo el
dominio despótico de las supersticiones más recias y de los
errores más absurdos. Inglaterra es la sede verdadera de la
Filosofía. El genio varonil de esta nación, su tenacidad
indestructible, le dan un talento superior, valor y perseverancia
para dedicarse a la investigación difícil de la Verdad abstracta".
En el pensamiento de Federico II estaba presente, sin
duda, el recuerdo de John Locke, quién, un siglo antes, había
dicho: "A la supremacía de la Fe sobre la Razón, debemos
atribuir gran parte de los absurdos que llenan casi todas las
religiones que dividen a la Humanidad".
Es, pues, difícil no ver en la Revolución inglesa de
1688-89, y en el movimiento intelectual que tuvo como
consecuencia, especialmente el iniciado por los deístas, las
fuentes doctrinarias que sirvieron de base en la fundación de la
Gran Logia de Londres.
97

Los Antiguos Límites o Landmarks

Para indagar en la universalidad de la Francmasonería,


debemos empezar por establecer cuáles son las condiciones
indispensables que permiten identificarla como Institución;
cuales son las características esenciales que la hacen diferente
de toda otra organización social, y sin las cuales no sería
reconocida como tal.
Aquí es cuando aparecen las referencias a los Antiguos
Límites o Landmarks de que hablan estudiosos y tratadistas, sin
que logren ponerse de acuerdo. Cuando queremos saber cuáles
son y en que consisten estos landmarks, nos encontramos que
todo se vuelve vago a impreciso. Parece ser que la idea masónica
de landmarks viene de la Biblia. En Proverbios, XXII, 28, se
indica "No remuevas los antiguos límites que vuestros padres
pusieron" y en el Deuteronomio XXVII, 17, aparece la
maldición "Maldito el que mueva los límites de su vecino ".
El masón retrocede a la idea bíblica de la roca que no
puede ser movida y ve a sus landmarks como una historia o
tradición; como una ley, una regla o un reglamento; como un rito
o una costumbre; como un sistema; como una prerrogativa o un
derecho; coma algo fundamental para él.
Cada uno y todos ellos existen en el presente y han
llegado a él desde tiempos inmemoriales. No pueden ser
alterados ni modificados por ninguna autoridad ni agrupación de
instituciones masónicas.
La primera vez que encontramos este término tan "sui
generis" es en el artículo XXXIX de los Reglamentos Generales
compilados por George Payne y publicados a continuación de
los "Deberse del Francmasón" en el Libro de las Constituciones
de Anderson.
"¿Qué son estos famosos landmarks, de que todo el
mundo habla y que nadie conoce? Es bien difícil para un masón
latino documentarse al respecto", decía Jules Lempereur, en un
98

discurso que pronunció en la Convención Masónica


Extraordinaria celebrada en Ginebra el 4 de Octubre de 1925. Y
agregaba: "Son los Principios que masones ingleses han extraído
de las antiguas leyes, escritas o no, de la Corporación, así como
de las prácticas seculares, trasmitidas de generación en
generación por medio de actas, rituales, y especialmente por la
tradición, que fijan según ellos, de una manera inamovible las
condiciones de la existencia de la francmasonería”.
“En nuestros días, en Inglaterra y Norteamérica,
autoridades y escritores masónicos los invocan a cada paso y
con una seguridad tal, que uno casi llega a creer que existe un
código de leyes positivas y doctrinas fundamentales sobre las
cuales todos los masones del mundo están de acuerdo; sin
embargo, por poco que se quiera precisar los hechos y que
intente familiarizarse con tales landmarks, uno llega a darse
cuenta de que, de todas las convenciones que rigen a la Orden,
ninguna es menos determinada ni menos efectiva".
Existe la opinión unánime entre historiadores y
tratadista, en el sentido de que es imposible establecer en forma
precisa, cuáles son los verdaderas landmarks, es decir, aquellas
leyes que, participando de la triple característica de antigüedad,
universalidad e irrevocabilidad, encierran en sí la esencia
misma, de la Masonería.
Sin embargo, a pesar de esta uniformidad de criterio - en
el sentido de que los landmarks son difíciles de precisar - se ha
creído necesario adoptar alguna enumeración, por arbitraria o
caprichosa que parezca, en fin, de tener una base sobre la cual se
puede formular comentarios e interpretaciones, que permitan
dilucidar el enigma.
El primero que "codificó" los landmarks fue el escritor
norteamericana Alberto G. Mackey, quien en su obra "Masonic
Jurisprudence", publicada el año 1859, establece veinticinco
Leyes Fundamentales.
Ésta cifra ha sido impugnada por diversos autores:
99

• Josiah Drummond, en su obra "Maine Masonic Book"


analiza la imposibilidad de establecer una lista definitiva
de landmarks, debida a su carácter vago e indefinido.
• Henry B. Grant, en su "Book of Constitution" aparecida en
1910, enumera cincuenta y tres landmarks.
• Aurelio Almeyda, benemérito masón cubano, en su obra
"El consultor del Masón", publicada en el año 1883,
comparte la opinión del autor masónico Enrique A.
Lecerff, que estableció veintinueve Marcas o Landmarks.
• Luka A. Lockwood, en su obra "Masonic Law and
Practice" establece 19.
• Robert Morris, en su libro "A Code Of Masonic Law",
publicado en 1856, señala diecisiete landmarks.
• John W. Simons, en su "Masonic Jurisprudence" apunta
quince landmarks.
• A.S. Mc. Bride, en su obra "Speculative Masonry; Its
Mission, Its Evolutions and Its Landmarks", Glasgow,
1914, enumera cuatro divisiones con once landmarks.
• Carlos F. Betancourt, ilustre masón cubano, en su obra
"Los Antiguos Limites", La Habana, 1927, enumera siete
landmarks.
• Roscos Pound, eminente tratadista anglosajón, también
reconoce sólo siete landmarks.
• El coronel Alexander Bacon, en un folleto de treinta
páginas publicado en Nueva York, el año 1918, los reduce
a sólo tres landmarks17.
• Por último, el destacado masón Melvin M. Johnson
defiende la tesis de la creencia en Dios coma la marca
fundamental de la Orden.

17
Oviedo Benjamín. "Fundamentos Masónicos" 1930. Pag. 67
100

El erudito hermano de nuestra Logia, Eduardo Phillips


Müller, en su obra "A Las Puertas Del Templo", Pag.70, ha dado
a conocer la ya famosa controversia entre los escritores
norteamericanos Albert G. Mackey y Albert Pike, sobre la lista
de los veinticinco landmarks, establecidas por el primero y
comentados por el segundo.
Nosotros, por nuestra parte, daremos a conocer la
opinión sobre estos veinticinco landmarks, de otro prestigioso
masón, muy conocido de todos por sus libros de estudios
masónicos, nos referimos a Oswald Wirth. Este escritor
masónico publicó en su revista "Le Symbolism", en julio de
1927, Pag.169, un interesante estudio destinado a comentar la
irrevocabilidad (inmutabilidad) de dichos landmarks.
Dice así: "Nuestros hermanos anglosajones asignan
extrema importancia a la delimitación rigurosa de la
Francmasonería. Ahora bien, ¿hasta dónde llega el dominio de
la Institución? ¿Cuáles son aquellos límites, más allá de los
cuales no hay Masonería, sino otra cosa que no debe ser
confundida con la fraternidad auténtica de los francmasones?
Estos límites desgraciadamente no han sido fiados sino de una
manera muy arbitraria, lo que no impide que sus partidarios
traten de imponerlos tiránicamente.
No queremos referirnos a Francia, donde tenemos el
conocimiento de que, la Masonería participa algo de lo infinito
y que, por tanto, no puede ser estrechamente limitada.
En realidad ¿dónde comienza? Lo ignoramos. ¿Dónde
termina? Otro misterio. Sólo hemos podido constatar que no
siempre ha sido lo que es; que ha experimentado cambios en el
pasado y conjeturamos que aún no está al término de su
metamorfosis.

100
101

Hay un principio vivo de evolución y de adaptación que


prosigue su obra sin dejarse detener, por ley no escrita de
costumbre pretenden ser inmemoriales.

Dios y la inmortalidad del alma

Después de referirnos a los Landmarks o Reglas


primordiales sobre las cuales se funda toda la estructura
organizativa y doctrinaria de la institucionalidad masónica,
hemos creído necesario - en nuestro afán de averiguar más sobre
la Universalidad de la Orden - dar a conocer la divergencia
producida entre la Gran Logia Unida de Inglaterra y el Gran
Oriente de Francia, producto diferentes enfoques sobre los
principios fundamentales y distintas interpretaciones estatutarias
de la Francmasonería.
La Masonería apareció en Francia alrededor del año
1724, traída desde Inglaterra por masones que venían huyendo
de la persecución en contra de los partidarios de Jacobo II, el rey
jesuita, por lo que se presume que en sus inicios era
profundamente religiosa y teísta.
El Gran Oriente, es la Corporación masónica más
antigua existente en Francia, aunque se la conoce con este
nombre sólo a partir del año 1773. Desde su fundación hasta
1849, la Constitución del Gran Oriente, no contenía referencia
alguna sobre la Creencia en Dios y en la Inmortalidad del Alma,
sin embargo, durante todos esos años no tuvo problemas de
reconocimiento de parte de ninguna de las Grandes Logias.
El 10 de agosto de 1849, el Gran Oriente insertó o
agregó, la siguiente cláusula en su Constitución: "La
Francmasonería tiene por principios la existencia de Dios y la
Inmortalidad del Alma". El 14 de septiembre de 1877, dicha
declaración fue substituida por la siguiente: "Tiene por

101
102

principios la tolerancia mutua, el respeto a los demás y a sí


mismo, la libertad absoluta de conciencia".
"Considerando las concepciones metafísicas, como del
dominio exclusivo de la apreciación personal, rechaza toda
afirmación dogmática".
"La Asamblea, considerando que la Francmasonería no
es una religión, que no tiene, en consecuencia, que afirmar en su
Constitución, doctrinas o dogmas, adopta la supresión de los dos
primeros términos del Inciso 2.0 del Artículo 1º de la Antigua
Constitución, y que decían: La Francmasonería tiene por
principios la existencia de Dios y la Inmortalidad del Alma".
Este cambio hacía retroceder al Gran Oriente a la misma
situación que tenía durante los años anteriores a 1849, con el
reconocimiento de todo el mundo masónico de ese tiempo.
El cambio lo había propuesto a la Asamblea, el hermano
Desmond, ministro de la Iglesia Evangélica, sin que lo
considerara, de modo alguno, como una negación de la misma.
Nadie puede negarle al Gran Oriente de Francia el
derecho de modificar su Constitución y eliminar una declaración
que había agregado veintiocho años antes, restituyendo su
Constitución al estado que tenía antes, más en conformidad con
la Primera Constitución de la Gran Logia de Inglaterra, que nada
decía acerca de la creencia en Dios y en la inmortalidad del alma.
A pesar de ello, toda la Masonería Anglosajona protestó,
sosteniendo, desde su punto de vista, que si, en efecto, todas las
creencias eran admitidas en la Institución, ellas deberían tener
un Principio esencial, conforme lo expresa el texto de Anderson:
"El masón no será jamás un estúpido ateo ni un libertino
irreligioso".
Para la mayoría de la Masonería extranjera, no tomar en
cuenta al Gran Arquitecto del Universo, no sólo constituía una
violación de uno de los principales landmarks de la Orden, sino

102
103

que equivalía a una profesión de ateísmo y al considerar que el


Gran Oriente de Francia había desertado de la Comunidad
Masónica, por la omisión efectuada en su declaración
Constitucional, rompieron sus relacionas fraternales con él.
El Hermano J.G. Findel, importante historiador
masónico alemán, en carta a la revista "Freemason" Nº 15, de
diciembre de 1877, da su ilustrada opinión sobre la materia, de
la que citaremos sólo los párrafos considerados de mayor interés.
"Respecto la resolución del Gran Oriente de Francia,
consideramos que nuestros hermanos franceses no han desertado
de la creencia en la existencia de Dios y en la inmortalidad del
alma, al quitar las palabras tan discutidas del Artículo 1º de su
Constitución solamente han declarada que semejante profesión
de fe no debe incorporarse en la Ley Masónica. El Gran Oriente
francés únicamente ha hecho con ésta, una declaración en favor
da la Libertad de Conciencia, que no, lesiona en absoluto
ninguna fe religiosa. El verdadero punto de vista de la
Constitución francesa es que actualmente cada masón puede
creer o no creer, y que cada logia francesa es el único juez para
decidir si un profano puede a no, ser iniciado. La excomunión
del Gran Oriente de Francia decretado por las Grandes Logias
excomulgatrices, es, en consecuencia, un intolerable acto de
"papismo"; la negación. de los verdaderos principios de la
Orden; el comienzo del fin de la Francmasonería Universal" 18.
El año 1884, la Asamblea General del Gran Oriente, al
revisar su Constitución, aprobó el siguiente texto: "La
Francmasonería tiene por principios la tolerancia mutua, el
respeto de los otros y de sí mismo, la libertad absoluta de
conciencia. Considerando, las concepciones metafísicas como

18
Oviedo, Benjamín. Fundamentos Masónicos. Año 1930. Pag.112-115.

103
104

pertenecientes al dominio exclusivo de la apreciación individual


de sus miembros, rehúsa toda afirmación dogmática ".
El Gran Oriente de Francia puso esta decisión y sus
argumentos, en conocimiento de las distintas Obediencias entre
ellas, la de Inglaterra. transcribimos algunos pasajes de la
respuesta: "La Gran Logia da Inglaterra nunca ha supuesto que
el Gran Oriente haya hecho profesión formal de ateísmo o de
materialismo; no obstante, la Gran Logia de Inglaterra sostiene
y siempre ha sostenido, que la creencia en Dios es la primera
condición de toda verdadera y auténtica Masonería. Y que fuera
de esta creencia, profesada como el principio esencial de su
existencia, ninguna asociación tiene derecho a reclamar la
herencia de las tradiciones y las prácticas da la Antigua y pura
Masonería".
"El abandono de este Landmark, según opinión de la
Gran Logia da Inglaterra, suprime la piedra Fundamental de todo
el edificio masónico"19.
Hemos escuchado a nuestro hermano Eduardo Phillips,
que la Masonería "Es muy anterior a la Gran Logia Unida de
Inglaterra para que ésta se arrogue su maternidad".
Y a pesar que la Masonería no es Obra exclusiva de
ninguna época ni de ningún país, ya que pertenece a todas las
épocas y a todos los países, la falta de una autoridad que
relacione y amalgame a la Masonería Universal, ha sido suplida
por la preeminencia de la Gran Logia Unida de Inglaterra,
debido a su antigüedad y haber sido, su fundadora. Ella es la
rectora que determina y reconoce la legitimidad o regularidad de
las demás Grandes Logias y establece las pautas por las que
deben regirse.
Tanto es así, que el 4 de septiembre da 1929, estableció
los requisitos necesarios para otorgar patente de regularidad a un
19
Oviedo, Benjamín. Obra citada. Pag.119.

104
105

Poder Masónica, al publicar "Los Requisitos de Reconocimiento


de la Gran Logia”, que consta de ocho puntos:

1.-La Regularidad de su Origen, es decir, que cada Gran Logia


deberá ser fundada par otra Gran Logia reconocida por tres
logias, por lo menos, regularmente constituidas
2.-Que la creencia en el G∴A∴D∴U∴ y en su voluntad revelada
serán condiciones esenciales para la admisión de sus miembros.
3.-Que todos los iniciados presten su juramento sobre el Libro
Sagrado.
4.-Que la composición de la Gran Logia y de las logias, sea
exclusivamente de hambres y que no mantendrán relaciones con
logias mixtas.
5.-Qua la Gran Logia ejerza soberanía plena sobre las logias de
su Obediencia y que no estará subordinada, de manera alguna, a
un Supremo Consejo.
6.-Que el Libro, la Escuadra y el Compás estén expuestos
durante los trabajos, siendo la principal de estas luces, el Libro
de la Ley Sagrada.
7.-Que se proscriban las discusiones de orden político o
religioso.
8.-Que se respeten los antiguos límites o Landmarks.

Resumiendo, el término del Gran Cisma Inglés entre


"antiguos" y "modernos", come ya hemos relatado, se produjo
recién el año 1813, dando vida a una nueva Constitución que fue
publicada en 1858, en la cual la neutralidad religiosa proclamada
por la anterior, andersoniana, era reemplazada por la obligación
de la creencia en un Ser Supremo, acomodándose al sentimiento
religioso anglo sajón y sorteando con ello un obstáculo para el
entendimiento de hombres e ideologías. Fijó la tendencia
Anglosajona de la Francmasonería Universal.

105
106

En la nación francesa se produjo algo diferente, ya que la


Orden se vio alejada de la religión oficial del estado que la
persiguió y anatematizó, especialmente de parte del poderoso y
fanático papismo romano, siendo arrastrada, sin quererlo, a una
lucha que no podía rehuir, sin contradecirse a el mismo, por ser
la representante y divulgadora de usa nueva cultura; la protectora
de las ideas liberales nacientes y la depositaria genuina del
Humanismo.
Para lograrlo y hacerlo prevalecer, la Institución no
adoptaba en Francia, Italia y demás países latinos, una posición
anticatólica, sino que anticlerical, fijando así la Tendencia
Latina de la Francmasonería Universal.
La Francmasonería, por su esencia misma, no parte, no
puede partir, de ningún principio filosófico preestablecido, Ella,
por ser depositaria, por así decirlo, de toda la experiencia
filosófica y religiosa de la Humanidad de todos los tiempos, sabe
muy bien que frente a la incógnita indescifrable del origen del
mundo y de las cosas, ninguna definición ha sido establecida con
validez universal permanente.
Por eso, la Francmasonería postula la búsqueda de la
Verdad y en ese afán, la práctica de la Virtud. En esta
impostergable búsqueda, debe dar el ejemplo de tolerancia y
respeto por todas las creencias debe reconocer la igualdad de
todos los hombres sin distinción de clases, color, raza o religión.
El universalismo masónico no es tan solo formal, sino
que está cimentado en profundos principios y postulados, cuya
difusión y extensión al encontrar suelo feraz, hizo posible la
creación de logias que tuvieron características diferentes, de
acuerdo con las condiciones del medio, la raza, la religión, las
costumbres; lo que atribuyó, a su vez, a adoptar una diversidad
de Ritos, con las tendencias que cada uno de ellos involucraba.
Unos eran más espiritualistas, otros más místicos y esotéricos,

106
107

otros más filosóficos e intelectuales, otros más superficiales y


mundanos.

Algunas discriminaciones inexplicables

En el amplío marco de la Francmasonería Universal, es


doloroso reconocer que en algunas Grandes Logias han
impuesto prejuicios y situaciones contrarias a los claros
mandatos de los principios masónicos, como ocurre, por
ejemplo, en los Estados Unidos de Norteamérica, donde no se
permite el ingreso de negros e indios en las logias de blancos,
produciéndose la extraña paradoja que al lado de instituciones
políticas que se destacan por su acentuado liberalismo, aparece
una Masonería más sectaria que en la propia Inglaterra; y si en
ésta, el Libro de la Ley Sagrada es parte esencial del Ritual, en
Norteamérica no hay logia sin Biblia y es dogma de fe la
Divinidad de esta Libro, pero sin que exista consecuencia con su
enseñanza, que establece que todos los hombres, todas las razas
provienen del mismo tronco Adamita.
No se permite, repetimos, que los negros ingresen a las
logias, obligándoles a formar tienda aparte, coexistiendo dos
masonerías, dando lugar a la ambigua situación que mientras en
la Gran Democracia del Norte, se niega a ciertos hombres, por
su raza y color, el amparo de la Fraternidad, en la aristocrática y
monárquica Inglaterra, estos gozan de los mismos derechos y
prerrogativas que el resto de los masones.
En cierta época pasada, la Gran Logia de Washington
trató, de estimular la formación de logias de masones de color
en su Estado, con el propósito que se formara una Gran Logia,
pero esta laudable iniciativa le significó el rompimiento de
relaciones fraternales de parte del resto de las Grandes Logias de
su país y también de Canadá.

107
108

Los masones norteamericanos han tenido destacada


participación en movimientos políticos de liberación, tanto en su
país como en el resto del mundo, siendo los primeros en
incorporar las Derechos del Hombre y del Ciudadano en su
Carta Fundamental, pero, a pesar de ella, y del común origen
divino de la especie humana, establecida en uno de los
landmarks que fueron también los primaros en codificar, los
Templos Masónicos han seguido cerrados para los hombres de
color.
En Alemania, al contrario de lo que sucede en los Estados
Unidos, la Masonería tiene poco de mística, pero mucho de
filosofía y los masones que la integran poseen un alto rango
intelectual. Sin embargo, también se produjeron situaciones y
actitudes reñidas con los altos principios masónicos, dividiendo
a la Masonería Germana en dos corrientes una humanista y otra
cristiana. La primera estaba integrada por seis Grandes Logias
que practicaban el Antiguo Rito Inglés y trabajaban sólo los Tres
Grados Simbólicos universales.
La segunda, se componía de tres antiguas logias de
Prusia, en las cuales sólo se admitía a quienes profesaban la
religión cristiana. En consecuencia, no estaba permitido el
ingreso de los judíos. La tendencia cristiana de estas Grandes
Logias, estaba representada por la Gran Logia "Tres Globos", en
la formulación de la siguiente declaración de principios: "La
Orden ve la más alta manifestación divina en la vida y enseñanza
del Maestro de Nazareth. No niega ni afirma ningún dogma
teológico, sino que se funda en las enseñanzas de Jesús".
Pareciera que estas Grandes Logias excluyentes, no se han
percatado que Jesús de Galilea, cuyas doctrinas dicen seguir, era
judío.
Las grandes logias de Suecia, Noruega, Dinamarca, que
practican el Rito Sueco, cristiana-místico, tienen idéntica

108
109

posición doctrinaria que las alemanas cristianas y se


caracterizan, además por su aislacionismo del resto del mundo
masónico, con excepción de Inglaterra, Escocia, Irlanda,
Dinamarca, Noruega, Finlandia y algunas Grandes Logias
norteamericanas.
Estas discriminaciones por motivos religiosos o raciales,
referidas a la incorporación o ingreso en las logias masónicas,
nos parecen que constituyen flagrantes contradicciones con el
amplio espíritu establecido en las Constituciones de Anderson
que pretendía hermanar a todos los hombres en una religión
única, sobre la cual "todos pudieran estar de acuerdo" y estamos
firmemente convencidos que sólo con la fiel observancia de tan
elevadas ideales masónicos, practicados con íntima convicción
y perseverancia, se podrá poner término, algún día, a tan graves
y dolorosas transgresiones doctrinarias que mantienen dividido
al mundo masónico, impidiendo la feliz realización del tan
anhelado "suelo de la Fraternidad masónica Universal” 20.

¿La Masonería Femenina?

Seguramente, algunos dilectos hermanos, estimarán que


este tema no corresponde tratarlo en esta indagación que estamos
haciendo sobre la Universalidad de la Francmasonería, por
considerar que se refiere a una organización irregular, ajena,
extraña, no reconocida por nuestra Institución.
Pero desgraciadamente, este es un problema, una
realidad, que está ahí presente, al lado nuestro, gravitando, sin
que lo queramos, sobre el quehacer masónico desde que
aparecieron las primeras logias y que se hará cada vez más
ostensible e insoslayable, a medida que avance la emancipación
20
González Parodi Sergio. Revista Masónica Nº 1 y 2. Año 1958 Pág.18.

109
110

de la mujer y su participación en la vida cultural y económica de


la sociedad contemporánea sea cada vez más relevante. No
podemos, por lo tanto, eludirlo.
Para entrar en materia, empezaremos citando el
Landmark Nº 18 de la lista de Albert Mackey que lo trata
específicamente: "XVIII.- Esta marca exige del candidato a la
iniciación ciertas cualidades: que debe ser hombre, no mutilado,
de libre nacimiento y de edad adulta o madura ".
Esto significa que una mujer, un inválido, un esclavo y
un imberbe, están descalificados para recibir Iniciación, según
los ritos de la Masonería simbólica.
La Iglesia Católica, a pesar de que, este último tiempo,
se ha dedicado a exaltar la figura de la mujer a través de la cada
vez mayor preponderancia que la Fe está asignando al culto
Mariano, continúa implantando celibato de sus sacerdotes y
ministros y oponiéndose la consagración sacerdotal de sus
religiosas, seguramente porque sigue considerando que lo
femenino es pecaminoso y en su creencia religiosa, ve en la
mujer, la fuente, el motivo del pecado, el origen del mal y la
causa, de la caída edénica. "Según el mito bíblico, Eva fue la
causante de la caída o pecado original y Adán, en vez de asumir
su responsabilidad en el episodio, prefirió echarle la culpa a su
pareja"21.
Sociedades secretas que trataban de imitar a la
Masonería, con la inclusión de mujeres, fueron creadas y
organizadas desde los inicios. En antiguos anales se han
encontrada evidencias que, durante el año 1663, también las
mujeres ingresaban a la Compañía de Masones de Londres
(Livery Company) que tuvo su mayor auge en el siglo XIV.

21
Phillips Müller, Eduardo. "A las Puertas Del Templo" Pág. 184.

110
111

La viuda Margaret Wild, fue uno de sus miembros en el


año indicado. Incluso en el año 1713, se encuentra el caso
notable de Marie Banister, hija del barbero de Rarking, que fue
aprendiz masón durante siete años y pagó debidamente sus
derechos de cinco chelines a la Compañía22.
Una antigua costumbre, ara la admisión en la Compañía
de Masones por razones de parentesco. Los hijos e hijas de un
hermano, podían ser admitidos en la Compañía, aunque no
ejercieran el oficio.
Así, desde mucho antes, pudieron ingresar en las guildas,
compañías o logias operativas, personas que no, eran albañiles
ni picapedreros. Este honor era codiciado porque el ingreso a la
Compañía de los Masones, significaba la obtención de
privilegios sociales23.
El año 1774, el Gran Oriente de Francia, patrocinó un
nuevo sistema que denominó "Rito de Adopción", colocándolo
bajo su control, otorgando una patente constitutiva a la primera
logia femenina de Adopción que se fundó en París, con el
nombre de "Logia El Candor". A partir de entonces, la
Masonería de Adopción, que no debe ser confundida con la
Orden Mixta "Le Droit Humain", adquirió considerable
desarrollo tanto en Francia como en el resto del Orbe.
En los Estados Unidos de Norteamérica, han prevalecido
varios sistemas de Adopción, pero ninguno ha tenido tanto éxito,
como el llamado "Estrella de Oriente", que cuenta con un gran
número de afiliadas.
Estas organizaciones femeninas clandestinas que jamás
serán reconocidas por la Francmasonería, de tarde en tarde hacen

22
Bernard E. Jones. Guía y Compendio de la Francmasonería. Tomo I Pág.
63
23
Bernard E. Jones. Guía y Compendio de la Francmasonería. Tomo I
Pag.58.

111
112

noticia. En un articula de prensa aparecido en: Londres, que


incluía fotografías del local de reunión y de algunas damas
revestidas con sus mandiles y ornamentos masónicos, se
informaba lo siguiente: "El acto corresponde a una reunión da la
"Honorable Fraternidad de la Antigua Masonería", una
organización exclusiva para mujeres. De igual manera como a
las mujeres les está vedado ingresar en la Gran Logia Unida de
Inglaterra, igualmente, les está impedido a los hombres ingresar
en esta Sociedad, de la cual el grueso público no sabía nada de
su existencia, hasta la realización de esta ceremonia que provocó
amplia atención de la prensa"24.
Por nuestra parte, damos a conocer una curiosa
información aparecida en la Sección "Cartas al Diario" de "El
Mercurio " el día Domingo 17 de junio de 1990, firmada por
Eliana Corbalán Barbier, carnet de identidad Nº564.673-1, que
dice así: "El 11 de enero de 1970, nació en Santiago, la primera
Logia Masónica Femenina, creada por un grupo de mujeres
visionarias que deseaban algo más que llenar sus inquietudes
espirituales, soñando que lo encontrarían en los Templos
Masónicos. Querían buscar allí la Luz de la Sabiduría y de la
Verdad, que haría más rica, más sensible y más humana, su
calidad de Mujer. Actualmente existen varias logias femeninas
a lo largo del país, que conforman la Gran Logia Femenina de
Chile.
En cuanto a la organización espuria llamada Orden
Masónica Mixta Internacional "Le Droit Humaín", a manera de
información daremos los siguientes datos: Como su nombre lo
indica, tiene carácter mixto y se la conoce también como co-
masonería, tuvo su origen en Francia y su nacimiento, ocurrió el
4 de abril de 1893, fecha en que se fundó la Gran Logia
Simbólica Mixta, antecesora del actual Supremo Consejo
24
Revista Masónica. Nº 9-10 año 1956. Pág. 275-6

112
113

Universal Mixto. Este movimiento seudo masónico, fue iniciado


por George Martín, del Gran Oriente de Francia cuando se dio
"luz masónica" en la logia "Les Libres Penseurs" de la ciudad de
París, Francia, a una mujer de gran prestigio y valor intelectual,
llamada María Deraismes.
Esta Orden Mixta, trabaja con rituales copiados del REA
y A. y adaptados al trabajo masónico mixto y se ha difundido
por todos los continentes. En Chile existen alrededor de 15
logias simbólicas.
La Federación Chilena, fue fundada el 25 de febrero del
año 1929, por el filósofo hindú C. Jinarajadasa y su primer Gran
Maestro fue Alberto Morales Munizaga, quedando constituida
oficialmente el día 20 de diciembre de 1934 y fijando su sede
central en calle Catedral 2091 administrada por una sociedad
civil llamada Centro Santiago.
El año 1954 se produce una división en la Federación
Chilena, al formarse la Gran Logia Mixta de Chile por un grupo
encabezado por Leonidas Durán Bernales, que fue hermano
nuestro, y la Orden Masónica Mixta Internacional "Le Droit
Humain" tuvo que abandonar el local y trasladarse a la, calle
Carmen N°68, propiedad que fue adquirida por un grupo de
adeptos a esta última organización.

Conclusiones

La noción de Universalidad Masónica, apareció, en el


momento en que se fundó la Gran Logia de Londres. Antes,
cada logia era autónoma y muy celosa defensora de su
independencia y de sus prerrogativas para tomar sus propias
decisiones, seleccionar a sus adeptos y celebrar aun ritos de
acuerdo a sus usos y costumbres.

113
114

La universalidad que propicia la Orden no se refiere a


una organización centralizada con una unidad de pensamiento y
acción propuesto o impuesto por un Organismo o una Gran
Logia de un país determinado.
Según opinión del I.·. H.·. René García Valenzuela, la
"universalidad de la, Francmasonería radica esencialmente, en
sus postulados y principios, por eso no puede existir ni una
religión masónica, ni una filosofía masónica, ni una ciencia, ni
una ética, ni una política masónica".
Tampoco nuestros símbolos, pueden tener una
interpretación única, exclusiva, sino que aquella que le atribuye
cada masón en su "interioridad" espiritual, conforme su cultura,
su idiosincrasia, su interés y su preferencia.
Así como cada masón es un hombre libre que frecuenta
una logia en busca del alimento espiritual necesario para lograr
su emancipación y perfeccionamiento, sin aceptar ni recibir
órdenes ni consignas que le impiden actuar según los
imperativos de su propia conciencia, así también cada logia es
libre para determinar su propio destino y para ser reconocida
como una logia regular, por sus congéneres, debe recibir carta
constitutiva de una Gran Logia, bastándole para instalarse, el
compromiso de respetar las Reglas Tradicionales de la
Hermandad.
Una Gran Logia, a su vez, está constituida por varias
logias, más de tres, gozando también de soberanía e
independencia. No existe, por lo tanto, ningún Organismo
Superior a las Grandes Logias, las que tienen la tuición dentro
de su territorio jurisdiccional, del mantenimiento fiel de la
Tradición Iniciática y de la proyección de su acción en el medio
que la circunda.
No se admite, vale repetirlo, que un poder masónico
internacional intervenga directa o indirectamente, en el quehacer

114
115

interno de una Gran Logia, cuya principal misión consiste en


unir a los francmasones que tienen un origen iniciático común,
un método simbólico común, sin pretender constreñir, de modo
alguno, la individualidad de las logias que la integran, muy por
el contrario, debe esmerarse en protegerlas, enaltecerlas y
garantizarles sus particulares derechos y prerrogativas.
La Francmasonería no tiene ningún objetivo de orden
político, filosófico ni religioso y por ningún motivo le interesa
convertirse en una Potencia de raigambre internacional; sólo
anhela ser una Orden Universal cuyo ejemplo y único poder
radica en su alta moralidad y profunda espiritualidad.
Su finalidad no es otra que la de formar "realmente"
verdaderos iniciados, es decir, hombres independientes, libres de
los prejuicios que dominan al vulgo, instruidos en materias que
no están al alcance de todos.
Estima que en el mundo hacen falta pensadores y que la
enseñanza universitaria superior no es la única que puede
formarlos. Pero este pensador que pretende formar la Institución
Masónica, no es el hombre que "sabe mucho", sino que el
espíritu selecto a quien no lo mueve ningún propósito de
adoctrinamiento, ni menos la intención, de catequizar a nadie.
Muy por el contrario, lo incentiva la noble misión de enseñar a
pensar bien, para decir bien y para hacer bien.
En este aspecto coincidimos con nuestro Hermano
Ernesto Behnke cuando expresa: "El conocimiento racional no
basta... si queremos que la Humanidad no pierda su dignidad, ni
la seguridad de su existencia, ni su alegría de vivir".
El I.·.H.·. Ignacio González Ginouvés, que pasó a
D.·.E.·.O.·.E.·. el 7 de agosto recién pasado, pronunció un
interesante discurso 25 hace algunos años. Como una manera de
25
Ignacio González Ginouvés. "Pasado, Presente y Futuro de la
Francmasonería. Citertor Nº 4 Cuarto trimestre Año 1979. P. 164-5

115
116

rendirle un homenaje, nos ha parecido pertinente reproducir


algunos de sus pasajes:
"En los dos siglos y medio que han transcurrido desde
que la Orden tomó su forma actual y se difundió por el mundo,
su influencia y su prestigio - pese a enemistades, persecuciones
y condenaciones - ha crecido y se ha consolidado. Son prueba de
ello, muchos progresos e iniciativas que nacieron en las logias;
la acción destacada de bien público de innumerables masones
que la historia universal recuerda con admiración y la atención
y respeto con que la han escuchado y tratado hombres y
gobiernos no enceguecidos por el odio, la intolerancia y la
pasión".
"Después de la última guerra mundial, la Francmasonería
perseguida y aplastada por los regímenes totalitarios revivió con
inusitado vigor, no sólo en los países de Europa, sino que en
todos los continentes y los cuadros se reconstruyeron y las logias
se multiplicaron".
"Desafortunadamente, los cambios, la anarquía y la
desorientación que se han abatido sobre la Humanidad en los
últimos años, con su secuela de violencia, escepticismo, pérdida
de los valores tradicionales y cambios en las costumbres, han
sido lesivos para la Fraternidad que, si bien se mantiene intacta,
ve que la juventud, atraída por otras preocupaciones, no la mira
ni la busca con el interés de antes y que sus miembros son presas
del escepticismo y el desinterés.
El problema no es nuevo para una institución que, en
poco más de doscientos cincuenta años ha sufrido muchos
vaivenes que lejos de destruirla, la han Fortalecido, pero es de
magnitud como para preocuparla, especialmente por cuanto el
hombre actual, la humanidad, el mundo, necesitan, hoy como
nunca, una institución como la Masonería, que infunda valor y

116
117

confianza, que reoriente, que reactualice la validez de ciertos


principios e ideales éticos y humanos, que infunda disciplina y
llame a los individuos a la razón, a la meditación y a la cordura.
Y debe preocuparla también porque esta tarea, esta
responsabilidad renovada la obliga a formularse una crítica, a
preguntarse a sí misma qué pudo haber olvidado, qué falta pudo
haber cometido para que su influencia se debilite; y a emprender
con resolución y valentía, la tarea de enmendar aquello que sea
menester".
"Si nuestro papel es atraer hombres, formarlos y
disciplinarlos, inculcarles hábitos, valores morales,
compromisos y deberes cívicos y Personales y prepararlos para
que salgan al mundo a difundirlos y defenderlos, quién sabe si
deberíamos actualizar nuestros métodos y utilizar aquellos que
hoy son más eficaces, que hoy son comprendidos, que hoy son
capaces de llegar a la conciencia y despertar el interés de los
hombres".
Por todo lo expuesto, se concluye que la misión y la
responsabilidad que las circunstancias actuales le están
señalando a la Francmasonería Universal son las de velar y
defender con celo, fervor y constancia, los más excelsos
postulados de libertad de pensamiento, de tolerancia y de
fraternidad entre los hombres, principios que recibimos como
precioso legado de manos de aquellos audaces visionarios que
fundaron nuestra Institución.
Si algún día, nuestra Augusta Orden deja de ser
expresión fiel de estos principios fundamentales, la Humanidad
habrá perdido el único motivo por el cual el ser humano puede
sentirse realmente orgulloso: la libertad de pensar y de expresar
libremente su pensamiento.

117
118

118
119

El Grado de Maestro, culminación del


proceso iniciático

Antecedentes

"Sólo al Hombre le es dado el privilegio de un quehacer


consciente, esto es, asignar fines, metas o propósitos
a cada uno de los actos que realiza.
Lo anterior nos está indicando que la actividad institucional
masónica, además de consciente,
debe descansar en un cuerpo de principios y doctrinas que la
singularicen por sobre cualquiera otra.
La actividad masónica debe ser la consecuencia de un lineamiento
doctrinal, por cuya razón no se improvisa,
no se transige ni se pospone en beneficio de intereses personales,
de círculos o de cualquiera naturaleza..."
"Debemos reconocer que el Francmasón ha de ser un hombre
culto, ágil y despierto capaz de orientar las
corrientes de opinión y contribuir a la mejor solución
de los variados y graves problemas del mundo exterior."
" La Orden debe estar en el centro donde la Vida tiene su
encrucijada y no al margen de ella...”.

(Gran Maestro Horacio González Contesse


Tenida Solsticial de la Gran Logia de Chile
26 de junio de 1976).

En la Revista Masónica N°3-4 de los meses de


Marzo-Junio del año 1974, aparecen cuatro artículos que
constituyen los elementos básicos de este proyecto de estudio
que intenta reafirmar la tesis del epígrafe, que sostiene que el

119
120

Grado de Maestro Masón es la culminación del proceso


iniciático de la Francmasonería Simbólica Universal.
Ellos son:

• "El Rito Escocés y la Masonería Azul" del Q∴H∴ Dieter


Neuburg, miembro de una Logia de Gelsenkirchen, de la
Alemania Federal y traducido de la Revista "Eleusis",
órgano oficial del Supremo Consejo de Alemania, por el
Q∴H∴ Francisco Sohr.

• "La Territorialidad Geográfica, Docente y Espiritual de la


Gran Logia de Chile. En que se da a conocer el Nuevo Texto
del Tratado de Paz y Amistad, suscrito entre el Simbolismo
(Masonería Simbólica) y el Escocesismo (Masonería
Capitular).

• "Mensaje Anual del Gran Maestro René García Valenzuela",


publicado en separata anexa a la Revista Masónica y leído
en Tenida de Gran Logia celebrada el 22 de Junio de 1974,
con ocasión del traspaso del Mallete Rector y en el que
aparecen los siguientes párrafos relacionados con este Tema:
Mensaje a los Maestros - La Soberanía del
Maestro -Conjurando una Crisis y Aprovechemos la
Esoteria.

• "Un llamado Fervoroso a la Maestría", formulado por el


Gran Maestro Horacio González Contesse, al inaugurar el
Bien General de la Orden en la Tenida de la Gran Logia de
Chile del Domingo 23 de junio de 1974.

Además, he recurrido a otras fuentes bibliográficas que


irán siendo señaladas en el transcurso de este trabajo y cuyas

120
121

citas han sido transcritas en forma textual dada la versación y


autoridad de sus expositores y la trascendencia de la materia en
estudio.
Exempli Gratia:
1. "Contribución al Estudio de la Historia del Supremo Consejo
de Chile" del Ilustre y Poderoso Hermano René García
Valenzuela, Ex Soberano Gran Comendador del Supremo
Consejo de Chile.

2. "Discurso del Ex Soberano Gran Comendador, Grado 33°,


Poderoso Hermano Ignacio González Ginouvés".

3. "Nacimiento, Desarrollo y Significado del Grado de


Maestro". Cuaderno Simbólico N°1 de la Gran Logia y cuyo
autor es el Dr. August Pauls, Soberano Gran Comendador
del Supremo Consejo de Alemania.

4. "El Origen del Grado de Maestro". Cuaderno Simbólico N°2


de la Gran Logia, escrito por Eugenio Goblet D'Alviella,
Soberano Gran Comendador del Supremo Consejo de
Bélgica.

5. "La Francmasonería Simbólica Base Granítica de la


Francmasonería Universal". Cuaderno Simbólico Nº4 de la
Gran Logia de Chile y su autor es el Ex Gran Maestro René
García Valenzuela.

6. "El Libro del Maestro" de nuestro conocido Hermano


Oswald Wirth.

7. "Docencia Masónica" del Ex Gran Maestro Oscar Pereira


Henríquez.

121
122

8. "El Grado de Maestro, Culminación Simbólica del Proceso


Iniciático". Cuaderno Simbólico Nº9 de la Gran Logia,
escrito por el Ex Venerable Maestro de "Pentalpha" Ernesto
Behnke Manosalva.

Introducción

En el primer artículo ya citado "El Rito Escocés y la


Francmasonería Azul" (entendiéndose por Rito Escocés, la
Masonería Capitular, que abarca los Grados IV al XXXIII,
inclusive), el autor Q.H. Dieter Neuburg, relata que por una
infidencia suya, algunas hermanas de su Logia (esposas de sus
hermanos) supieron que pertenecía al Rito Escocés o Masonería
Capitular y esas hermanas preguntaron a sus esposos por qué un
hermano puede pertenecer al Rito Escocés y el otro no y que
pronto surgieron debates enojosos, imposibles de pasar por alto
en el círculo de hermanos que se estiman.
Confiesa que plantea estos asuntos familiares e íntimos,
porque cree que tenemos que ocuparnos de tales contrariedades
que son inevitables, toda vez que experiencias similares deben
vivirse en muchas otras logias y en aras de la paz fraternal se
debe pensar en lo que se podría hacer para aminorarlas y si es
posible evitarlas del todo.
Explica el procedimiento seguido para pasar al cuarto
grado, que deja de ser automático, como ocurre con los
escalones que van del grado de Aprendiz al de Maestro, con el
que se acaba bruscamente este automatismo y los Maestros
Secretos usan en general medidas mucho más estrictas. Eligen
Maestros del Tercer Grado, con mucha precaución, para el Rito
Escocés. Exigen verdadera cooperación, interés sincero y

122
123

esfuerzo continuo de profundizar aún más el pensamiento de la


Francmasonería.
Ahora bien ¿Cuál será el efecto de esta selección, en la
gran mayoría de los Maestros que no son invitados a adherirse a
los Capitulares? Se pregunta y el mismo responde: Muchas
veces se oye a hermanos ciertamente muy activos, pero que no
son llamados a ingresar a los nuevos grados, la pregunta llena de
reproche de si no se quiere reconocérseles suficiente espíritu
masónico. Si ellos sólo forman la infantería masónica. Si los
Maestros Secretos del Cuarto Grado constituyen una "élite"... y
muchas cosas más.
Después de una serie de consideraciones, se pregunta:
¿Qué podemos hacer, efectivamente, para que ambos - el
Simbolismo y el Escocesismo - trabajen la Masonería de
consuno? Propone tres puntos para conseguirlo:

1.- Debe tratarse este tema con los Maestros, lo más


francamente posible, que es mejor que la murmuración
antifraternal. Deberíamos - se refiere a los hermanos
capitulares - decir claramente que en nuestro Rito no vemos una
Francmasonería "superior"; no es una "élite", sino un
complemento necesario mediante una profundización
sistemática del pensamiento masónico.
2.- Deberíamos hacer saber a nuestros hermanos, que no
nos colocamos a un lado, afuera, y menos aún, más alto, ya que
reconocemos que la Masonería Azul o Simbólica constituye la
base y el fundamento y para probarlo tenemos que ser activos y
estar dispuestos a ayudar a formar esencialmente la vida de la
Logia del Primer hasta el Tercer Grado.
3.- Deberíamos recomendar siempre de nuevo a nuestros
hermanos del Rito Escocés que, junto con todas sus aspiraciones
de progreso, no deben olvidar el sitio donde vieron por primera

123
124

vez la Luz. Un masón, cuán lejos haya osado avanzar


espiritualmente, no puede olvidar a sus hermanos que
empezaron junto con él, el camino esforzado y quienes - claro
que con la misma meta - lo recorren de distinto modo.

Termina reconociendo que este tema es "explosivo" para


algunos y que, a pesar de ello, lo ha expuesto con toda
claridad - hasta donde le fue posible - porque cree que las
"medias verdades" no nos sirven de nada.
Confieso que cuando leí este artículo, vinieron a mi
memoria ciertas situaciones similares que había observado en mi
Logia. Varias veces me había tocado presenciar a hermanos
capitulares que se secreteaban y cuchicheaban entre ellos.
Cuando uno se acercaba, dejaban de conversar, guardaban
silencio o cambiaban de conversación. He podido comprobar
que en las diversas situaciones que se suscitan en el trabajo
interno del Taller, actúan unidos, con gran espíritu de cuerpo, y
algunos, ostensiblemente, pretenden dirigir y supervigilar los
destinos de la Logia, al margen y por encima de la Cámara del
Medio.
Asimismo, he podido constatar que algunos ya no asisten
tan asiduamente a las reuniones de su Logia, seguramente
debido a sus nuevas actividades, y que otros no participan con el
mismo entusiasmo de antes, en los trabajos programáticos del
Taller. Pero, a fuerza de ser sincero, he observado también, la
existencia de algunos Venerables Hermanos Maestros que le
rinden pleitesía a Hermanos Capitulares de más alto grado, quizá
con el inconfesable propósito de hacer méritos para ser invitados
a ingresar al Escocesismo. De tal actitud, naturalmente, los
hermanos capitulares no tienen ninguna culpa, con excepción,
como siempre, de algunos que creen - efectivamente - que son
"superiores".

124
125

Para evitar malentendidos, debo reconocer que la


mayoría de los hermanos capitulares de mi Logia, que
comprenden correctamente y en su verdadero alcance, el ámbito
que abarca su otro sistema de enseñanza y de gobierno, no tienen
esta actitud de prepotencia y supremacía que he señalado y si
actúan en conjunto, como cuerpo, lo hacen en la forma más
natural; como proceden, por ejemplo, los hermanos que
pertenecen al Rotary Club, a un Colegio Profesional o a una
Asociación Gremial.
Por lo tanto, me apresuro a aclarar, que este estudio o
recopilación de antecedentes, no pretende menoscabar los
Grados Capitulares, porque ello no corresponde, puesto que
estos hermanos tienen un sistema de docencia paralelo al
nuestro, integrador y coadyuvador en la formación del Maestro
Masón y en el conocimiento de la Doctrina Masónica. pero en
ningún caso "elitista" ni "superior", como algunos pretenden.
Está dedicado y dirigido a los Hermanos Maestros, en un
intento sincero de dar a conocer una inquietud subyacente que
está presente y latente en las actividades y en el quehacer
cotidiano de los Talleres y que seguramente gravitará en la vida
futura de la Orden si no se le encuentra una pronta solución.
Es una situación que no se debate abiertamente, sino que
se comenta en voz baja, entre los Maestros, minando la paz
interna de las logias simbólicas, especialmente en las provincias,
donde se hace más patente debido, tal vez, al reducido número
de sus componentes.
Es la causa oculta, no confesada, que impulsa a muchos
hermanos que han alcanzado el Tercer Grado y último de la
Francmasonería Simbólica, al no ser promovidos a la Masonería
Capitular - dentro de un plazo que cada uno estima como
suficiente - a desertar de nuestras filas sin atreverse a confesar
con sinceridad, el verdadero motivo que los impele a su

125
126

alejamiento, dando, en cambio, excusas y pretextos que


disimulan y alteran la real magnitud del problema.
Por eso, repito, este estudio está dirigido a los Maestros
del Tercer Grado, con la íntima esperanza de convencerlos para
que no tomen la negativa resolución de alejarse de la Orden; para
que cambien de actitud; para que no se sientan discriminados o
menospreciados por el hecho de no ser propuestos para el Cuarto
Grado, Maestro Secreto (conforme con el sistema de esa
jurisdicción, no todos pueden acceder a los diferentes Grados o
niveles).
Para convencerlos, en fin, que el Maestro Masón debe
sentirse plenamente realizado al alcanzar el Tercer Grado y
último de la Francmasonería Simbólica y que debe seguir
estudiando y perfeccionándose para poder desentrañar los
velados secretos de la Simbología Masónica, siempre tan rica y
tan sugerente, logrando por propia iniciativa, sin que nadie lo
seleccione o lo postule, la condición de verdadero Maestro
Masón, de Maestro Perfecto. Esta y no otra es la intención de
este trabajo.
Todos sabemos que entre algunas de las características
que singularizan a nuestra Obediencia, están las de ser una
Institución ética, moralista e iniciática, lo que quiere significar
que no es proselitista. Ella elige y selecciona a los profanos que
merecen ingresar a sus filas y así como los profanos que no son
llamados no pueden sentirse defraudados, así tampoco los
maestros masones debemos sentirnos discriminados porque no
somos elegidos por nuestros pares del Grado Tercero, para
ingresar al Escocesismo.
Por una firme convicción y no por mero conformismo,
he realizado este estudio que pretende confirmar un
planteamiento formulado por destacados tratadistas, estudiosos
y eruditos masónicos de distintas épocas y latitudes, tendente a

126
127

realzar la calidad que inviste el Grado de Maestro en la


Francmasonería Universal y para hacerles comprender a los
maestros masones diseminados por las diferentes logias a lo
largo del país, que no necesitamos mayores grados para
progresar en nuestra formación iniciática, sino que debemos
esforzarnos en perfeccionar, cada vez más, el que tenemos, para
llegar a ser masones a cabalidad y comprender mejor el Arte
Real para proyectarlo al mundo profano a través de nuestra
acción y de nuestro ejemplo, con el laudable propósito de
conseguir, algún día, la edificación de ese Templo Inmaterial
que representa una sociedad más justa, más solidaria y más
fraterna.
Con el propósito de reforzar este llamado fervoroso
formulado a los hermanos Maestros, he recurrido a elocuentes
expresiones doctrinarias, relativas a este tema, pronunciadas por
nuestro Ilustre H.·. René García Valenzuela, quien se ha
constituido, según mi modesto parecer, en el paladín de la
dignificación del Grado de Maestro Masón:
"No nos cansemos de repetir que la Francmasonería
Simbólica o Azul, en tres Grados, bien estudiada y mejor
practicada, hasta para llenar la inquietud iniciática del
Francmasón del Tercer Grado, "el Grado de los Grados".
"Cualquier sistema de enseñanza, paralelo y en ningún
caso superior, debe converger, sin ánimo de preeminencia, a su
realización integral".
"La Masonería es una sola", se dice y repite en
publicaciones que hemos tenido a la vista. Desgraciadamente,
los textos que expresan, repiten y sostienen tal apotegma, lo
desdicen más adelante cuando hablan de grados, enseñanzas y
hasta de élites".
"Por eso hemos deseado precisar a nuestros hermanos
que forman los cuadros de la Masonería Simbólica, lo que es la

127
128

Jurisdicción a la que pertenecen y, con el relativismo de nuestro


lenguaje esotérico, sostener que la Masonería es una en su
diversidad y diversa en su Unidad".
"Si insistimos sobre este particular es porque hay
hermanos que en el seno de nuestras logias Simbólicas pretenden
dar a entender, directa o indirectamente, que son poseedores de
un grado superior al de Maestro Masón".
"Es una mala costumbre que debemos desterrar en
definitiva en el trato habitual de nuestras Logias Simbólicas".

Historia. Etapas de un proceso

Para una mejor comprensión del tema en estudio, quizás


sea necesario remontarse a los orígenes o a las fuentes de
nacimiento de este Tercer Grado, que según notables tratadistas
está aún por resolverse. En un trabajo leído en la Logia "Quatour
Coronati" de Londres, que es una logia de Investigación
Masónica, el Q∴H∴ Axel J. A. Poignaut define lo que se
entiende por Marca o Landmark, diciendo que es "algo que
forma parte fundamental de la Masonería y que no es posible
derogar ni abolir sin anular la identidad de la Masonería".
El Ilustre y erudito hermano Albert G. Mackey
refiriéndose a las Marcas o Ley Tradicional, las resume en 25
marcas características, siendo la Segunda, la siguiente:
"La división de la Masonería, en Tres Grados es una
Marca que se ha conservado mejor que otra alguna, aunque
también dejó en ellas sus huellas el enredador espíritu de
innovación y por disrupción del Tercer Grado de Maestro; y el
Real Arco de Inglaterra, Escocia, Irlanda y Estados Unidos, y los
"grados superiores" de Francia y Alemania, difieren todos en la
manera de conducir a la final consumación de la Masonería
Simbólica. El año 1813, la Gran Logia de Inglaterra vindicó a la

128
129

antigua Marca decretando que la Antigua Orden Masónica


consistía en los tres grados de Aprendiz, Compañero y Maestro
Masón, incluyendo el Real Arco. Pero no ha sanado todavía la
herida causada por el desgarro y la Marca sigue violada, aunque
todos reconocen su integridad".
El recordado hermano Luis Sandoval Smart, en su
interesante obra "Los Tres Grados Simbólicos", expresa lo
siguiente: "Se ha pretendido por algunos autores, historiadores
desaprensivos de la Orden, que los Tres Grados existían tal
cuales desde los tiempos bíblicos y aún antes. Pero la verdad es
muy otra".
"Para el ilustre masón y escritor Albert Pike, la antigua
masonería operativa tenía un sólo grado; el de Compañero. Dice
textualmente "El Grado de Maestro tiene un poco más de 150
años de antigüedad (escribía a fines de 1800), si en realidad ha
sido un grado y no una mera investidura de la Orden".
"De la misma opinión es el Ilustre masón germano
Findel, quién cree que había sólo una ceremonia de Iniciación y
nada más; pero ambas opiniones, muy respetables, por cierto, no
toman en cuenta hechos históricos muy significativos. Es sabido
que los Manuscritos de la Edinburgh Register House de 1696 y
de "Sloane" de 1659, hacen referencia a dos grados. El año 1717,
fecha de la fundación de la Gran Logia de Londres, se trabajaba
en dos grados y algunas logias lo hacían en tres. A estos
compañeros, que optaban al cargo de Venerable, se les sometía
a una ceremonia especial, que después fue declarada monopolio
de la Gran Logia. Maestro, entonces, había uno solo por logia y
era el Venerable, o sea, un Compañero exaltado a ese sitial".
"En 1732, la Gran Logia revocó el Artículo XIII
correspondiente, dejando a la discreción de los Maestros de logia
la facultad de exaltar al Maestro. Pero aquí aparece una nueva
confusión, ya que lo que la Gran Logia permitía ahora, era la

129
130

exaltación al Tercer Grado Simbólico, cuyo trabajo en logia se


había generalizado desde 1723 a 1732. La leyenda del Grado
había tomado su forma actual, sobre la base de leyendas más
antiguas y aún de Ritos anteriores. De esta manera, la muerte y
la resurrección aparecen en escena".
Por considerarlo como un valioso aporte al estudio del
Tema que nos interesa, he creído pertinente reproducir parte de
un discurso del Ilustre y Poderoso Hermano Ignacio González
Ginouvés, Ex Soberano Gran Comendador, pronunciado en una
tenida de Primer Grado en su Logia Madre "Paz y Concordia"
N°13 del Valle de Concepción, en el año 1977:
"La Masonería Simbólica, que derivó de las logias
operativas inglesas en 1717 al fundarse la Gran Logia de
Londres, sólo tenía dos grados: Aprendiz y Compañero. A poco
andar, la necesidad hizo crear el Grado de Maestro, con lo cual
aquellos se elevaron a tres. El Maestro completó el ciclo
iniciático y pareció que no era necesario más.
"Diversas circunstancias históricas, sin embargo,
hicieron que independientemente de la Masonería Simbólica,
nacieran, casi simultáneamente con ella, Logias de Grados que,
aún cuando confesaban su filiación masónica y la identidad de
sus métodos e ideales, no derivaban su Simbología de la
Masonería de Obra u Operativa, sino de fuentes religiosas y
caballerescas. Aun cuando entre las dos hubo necesariamente
malentendidos y desconfianza, se reconocían como partes del
mismo todo desde el momento en que, para aspirar a los grados
"escoceses", como se llamó a los superiores al Tercero, era
requisito indispensable ser Maestro Masón.
"Los grados capitulares, escoceses o filosóficos, sin
embargo, anduvieron durante algún tiempo a la deriva, hasta que
en 1801 en Charleston, Estado de Carolina del Sur, Estados

130
131

Unidos, se logró darles forma, creando el que se llamó Rito


Escocés Antiguo y Aceptado".
"Los tres primeros son los de Aprendiz, Compañero y
Maestro y constituyen la Masonería Simbólica o Azul, que
depende administrativamente de las Grandes Logias. Los treinta
restantes del 4° al 33º, cuyo presidente es el Soberano Gran
Comendador, son dirigidos por un Organismo llamado Supremo
Consejo del Grado 33º. Las dos entidades, Grandes Logias y
Supremos Consejos, son independientes en su gestión, pero, al
mismo tiempo constituyen sólo dos aspectos, dos caras de una
misma medalla. Un Reglamento o Tratado de Amistad regula
estas relaciones”.
"¿Qué objeto o sentido tienen, preguntarán ustedes, los
grados superiores?"
“Piense que, si bien la Maestría da al Masón las
herramientas que precisa para seguir trabajando en su
perfeccionamiento y por sus ideales y principios, la evolución de
la vida, del saber y de las ideas, justifica que ese Maestro, si tiene
capacidad, deseos, curiosidad, entusiasmo y tiempo, siga
perfeccionándose en su saber iniciático, profundizando lo que
los grados simbólicos le revelaron, haciéndose, si ustedes me
permiten la expresión, más Maestro y más Masón".
"Y esto justifica la existencia del Escocecismo y el auge
que ha adquirido en las últimas décadas".
"La Masonería Capitular ha venido a ser así, queridos
hermanos, una especie de postgrado del saber masónico.
Reparen que hablo de "saber masónico", no de "títulos" ni de
"dignidades" como muchos masones mal informados la
interpretan. La Masonería Escocesa, los Grados llamados
"superiores", no confieren otra dignidad que la del Saber. Y para
mejor información de Uds. he de agregar que, por un lado, como
en cualquier aprendizaje, se es cada día más exigente en la

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132

capacidad de aprender y aprovechar de los que a ella llegan, que


nadie llega más allá de lo que le permiten su dedicación y su
capacidad; y por el otro, el masón capitular adquiere, por el
hecho de serlo, el compromiso y la obligación - que no todos
cumplen cabalmente por desgracia - de asistir asiduamente a sus
logias simbólicas y ser allí ejemplo y factor de progreso por su
prudencia, su sabiduría, su humildad y su cooperación a la labor
docente del Taller”.
“Debe, en resumen, devolver a la Masonería Simbólica,
en luces y saber, lo que ésta le dio al conducirlo desde la
oscuridad profana hasta la Luz y el Magisterio".
Hasta aquí los párrafos más relacionados con el tema,
extraídos del extenso e interesante trazado de arquitectura
titulado: "Recuerdos de Iniciación que se Proyectan hacia el
Futuro de la Patria y de la Orden", del I∴P∴H∴ González
Ginouvés.
También me ha parecido pertinente transcribir una
opinión de Paul Naudon, aparecida en la Revista Masónica
Nº9-10 de noviembre-diciembre del año 1979, titulada "Los
Altos Grados en el momento presente":
"En principio, admitiendo su pureza de origen, de
transmisión y de expresión, los Altos Grados agregan aspectos
iniciáticos o cuando menos simbólicos a aquellos contenidos en
los tres primeros grados del oficio. Este aporte, rico en promesas
y presunciones, es su mejor justificación”.
“Después de la Maestría, realización total de la
Iniciación y de sus finalidades, un complemento esotérico puede
parecer oportuno para sobrepasar el plano de la conciencia
racional, aquello que toca a la intuición espiritual, a situar la
Iniciación Masónica en la cadena inmemorial de la tradición, a
hacer percibir los principios y descubrimientos en un campo
diverso donde la persona humana está llamada a vivir, a pensar

132
133

y a expandirse. Esta justificación, perfectamente defendible


tiene, por lo tanto, un límite. Los Altos Grados concebidos así,
como desarrollo o complemento, no deben en ningún caso correr
el riesgo de entrar en conflicto con los Grados Simbólicos al
hacer aparecer a éstos en posición de flaqueza iniciática".
"Franqueado este límite, queda a la vista la primera
desviación: si el complemento de la leyenda de Hiram contenida
en los Grados llamados de Perfección, pretende implicar una
insuficiencia de la Liturgia del Tercer Grado, todo el valor
tradicional del Oficio del que nació la Francmasonería: ¿no
significaría estar dudando de él?".
"Este riesgo de desviación se hace más sensible con las
fórmulas iniciáticas agregadas y reafirmadas, sobre todo con
los manuales modernos, cábala, pseudo cristianismo, alquimia,
gnosis, pseudo tradición templaria...”
“La Iniciación no es otra cosa que una concepción
unitaria en su finalidad de aprehensión de lo divino, pero nunca
una suma fragmentaria de iniciaciones; lo contradice
conceptualmente una "petición de principios". Es cierto que la
iniciación del Arte no es la única vía iniciática, pero es la del
francmasón y aquella que se basta a sí misma. Es erróneo pensar
que ella será más perfecta con una adición, una yuxtaposición de
tales fórmulas tradicionales. Esto es reducir cada una a la
contingencia de un aspecto circunstancial, dicho de otra manera,
de reducir lo Absoluto a lo Relativo".
"Este agregado de los Altos Grados, ya criticable en su
principio, se hace más condenable cuando estos Altos Grados,
presentados bajo formas tradicionales, están, en efecto, vacuos
de todo contenido iniciático y han sido creados sólo por las
necesidades de causas diversas y subalternas. El error primordial
llega al colmo, y no puede ser de otra manera, si en lugar de una
yuxtaposición, se ve en los sistemas de Altos Grados un

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134

desarrollo, una escala iniciática en la que la plena luz no se


obtiene sino que en el último escalón. Cada fórmula tradicional,
en la que se pretende iniciar al adepto, no es, para algunos, sino
que una insuficiencia, una insatisfacción que se tornará en
envidia contra los "altos" y una fuente de orgullo y vanidad para
otros que miran con condescendencia hacia abajo. Y cada etapa
es el reservorio y el desecho de los Hermanos juzgados como
inaptos para proseguir el ascenso reservado a las "élites"; el
"conocimiento" que toma el sitio del amor fraternal con aquel
del Conocimiento”.
"La desviación suprema está, entonces, cercana. Resulta
de la confusión de la Orden o, mejor dicho, de la Fraternidad y
la Obediencia. En los Altos Grados... la escala, de antemano
falsa, si se la considera como una escala de valores iniciáticos,
mezcla el plano intelectual y espiritual y conduce a la peor
monstruosidad de la Contra-Iniciación; la jerarquía entre los
hombres. La Hueste y la Administración... se transforman, so
pretexto de aristocracia, de modelos, en la osamenta y el fin de
una organización para la vocación de un orden iniciático. Es la
adoración de falsos ídolos en una Contra-Iglesia".
Hasta aquí, la opinión del Hermano Paul Naudon, citada
por Daniel Ligou en su obra "La Francmasonería".
A su vez, nuestro conocido hermano Oswald Wirth, al
finalizar su obra "El Libro del Maestro" que la Gran Logia de
Chile ha adoptado como texto de estudio para sus Maestros, nos
dice lo siguiente, refriéndose a los Altos Grados:
"La Maestría es una cumbre, término fatal de toda
ascensión: el que se siente Maestro no tiene más que ambicionar.
Pero no todos los que han desempeñado el rol de Hiram se han
penetrado del espíritu del Rito. Ellos han soportado pasivamente
un ceremonial al cual no se liga ninguna gracia santificante,

134
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tanto que, no habiendo sabido poner en ello nada de su parte, han


permanecido después lo mismo que eran antes".
"Toda la Masonería Simbólica no es ¡ay! sino el símbolo
de lo que debería ser realmente. Constatando que los que se
decían Maestros no lo eran, los que creían serlo en cierta medida,
sintieron la necesidad de desarrollar la Maestría en Talleres
fundados especialmente para ello".
"Es así como una mejor selección debía ser realizada por
los Maestros Escoceses que surgieron hacia 1740 con la
ambición de formar en un 4º grado, que hacía falta en las Logias
Azules, los Maestros efectivos. Pero como el 4º grado no fue
más feliz, prácticamente, que el 3º, hubo bien pronto puja en la
multiplicación de los grados".
"¿Por qué habría de detenerse en 4 cuando 7 es un
número más prestigioso? En la excelente intención de
perfeccionar la Masonería y de realizar la verdadera Maestría,
numerosos ritualistas se pusieron a la obra y combinaron
jerarquía de grados, por decirlo así, hasta el infinito. Todos los
autores que han profundizado el Ternario Fundamental de la
Masonería, han condenado con severidad la "embriaguez de los
Altos Grados" elucubraciones fantásticas que no contribuyen
sino a extraviar el espíritu y a hacer conocer mal al Masonismo
puro".
"Esta crítica es ampliamente justificada, porque si el
Ritual de los tres grados "simbólicos" lleva visiblemente la
marca de los Maestros, nada, por el contrario, es menos
magistral que el simbolismo de los grados llamados
"filosóficos".
"Los Altos Grados han tenido, en efecto, el gravísimo
inconveniente de desviar a muchos Masones del estudio
perseverante de la síntesis ternaria primordial. Pero, gracias a
numerosos hermanos esclarecidos, se ha operado una evolución

135
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en el seno del Escocesismo, quien, renunciando a pretensiones


injustificadas, ya no se esfuerza, en Francia, en Suiza y en
Bélgica, por lo menos, sino en volver a tomar el programa
iniciático de los Tres Primeros Grados". Hasta aquí Oswald
Wirth.

Relaciones interpotenciales entre el Simbolismo y el


Escocecismo

Antes de entrar en materia, recordemos algunos


episodios interesantes previos, reseñados por el Ilustre Hermano
René García Valenzuela en su Obra de Investigación Histórica
"El Origen Aparente de la Francmasonería en Chile y la
Respetable Logia Simbólica "Filantropía Chilena".
Sostiene con documentos inéditos que este origen
aparente de la Orden en Chile, con la fundación, bajo los
auspicios del Gran Oriente N. Colombiano, de la Respetable
Logia "Filantropía Chilena" por el Q∴H∴ Grado 18º Manuel
Blanco Encalada, el 15 de marzo de 1827, viene a echar por
tierra un hecho histórico generalmente aceptado referente al
nacimiento de la Masonería en Chile, a partir de la fundación en
Valparaíso de la Respetable Logia "Etoile du Pacifique", por
algunos masones franceses congregados por el Q∴H∴ Jean
Baptiste Dubreil, el 7 de agosto de 1850 y bajo los auspicios del
Gran Oriente de Francia.
Recordemos también, que la Gran Logia de Chile fue
fundada el 24 de mayo de 1862, en el Valle de Valparaíso, con
el concurso de cuatro logias, al igual que la Gran Logia de
Londres: "Unión Fraternal" de Valparaíso, dirigida por Manuel
de Lima, "Aurora de Chile" de Concepción, dirigida por Enrique
Pastor, "Orden y Libertad" de Copiapó, dirigida por Guillermo
Gostchalk y "Progreso" dirigida por Blas Cuevas, de Valparaíso.

136
137

El 18 de diciembre de 1862 fue promulgada la Primera


Constitución con la firma del Gran Maestro Juan de Dios
Arlegui, grado 30º y el hermano M. Medina, grado 3º como Jefe
de la Gran Secretaría de la Orden. El 30 de diciembre de 1865
con la firma del mismo Gran Maestro Juan de Dios Arlegui y el
hermano Manuel de Lima, grado 18°, se promulgaron los
Estatutos Generales compuestos de 465 artículos.
Para asegurar la fidelidad y autenticidad histórica de los
importantes acontecimientos que se relatarán a continuación, he
acudido en consulta a la valiosa Obra de Investigación
Histórica - única en su género en Chile - titulada "Contribucion
al Estudio de la Historia del Supremo Consejo de Chile. Primera
Época (1870-1924) y cuyo autor es el Ilustre Hermano René
García Valenzuela, tantas veces mencionado y citado.
"El Primer Supremo Consejo del Grado 33º para Chile,
fue fundado por el Q∴.H∴ 33°, Juan de Dios Merino Benavente,
el 8 de julio de 1870, bajo el patrocinio del Consejo Supremo de
Inglaterra. En respuesta al documento con que este Primer
Consejo Supremo le daba a conocer su constitución y sus
pretensiones hegemónicas a través de la fundación de un Gran
Oriente Nacional, la Gran Logia de Chile, después de un estudio
detenido del Documento, acordó en su sesión del 17 de octubre
de 1871: "reconocer la fundación y existencia del Supremo
Consejo recién establecido, como un Cuerpo dogmático y
declarando que, en su concepto, llegado el caso de crear Talleres
de Grados Superiores al Tercero, se confiere a dicho Consejo la
dirección y vigilancia de los Talleres y Capítulos de los Grados
IV al XXXIII, reservándose la Gran Logia su autoridad
independiente y soberana, como único Poder Regulador y
Legislador de la Orden en todo el territorio de la República y
Logias de su dependencia, en los tres primeros grados".

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138

"Todo esto provocó nuestra primera crisis de Gran


Maestro al renunciar el Hermano Javier Villanueva, 33°, a su
Alta Jerarquía Simbólica, comprometido como estaba, con el
Supremo Consejo. A partir de esta época, este Primer Consejo
se esfumó de nuestro panorama histórico".
"Hasta el día 28 de agosto de 1897 en que en Cámara de
Maestros del Templo Masónico de Valparaíso, bajo la
presidencia del Soberano Gran Inspector General, 33º, Poderoso
Hermano Eduardo de la Barra, se reunieron los Ilustres
Hermanos cuyos nombres, por orden de inscripción en el
Registro, son: Benicio Álamos González, Alejo Palma Guzmán,
Buenaventura Cádiz Patiño, Diego Dublé Almeyda, Juan José
Latorre, Diego L. Bennet, Juan M. Bostelman y William
Betteley Ravencroft. Y acuerdan dar impulso y establecer en
todo su desarrollo, la Orden Masónica en Chile y atendiendo a
poderosas razones, ha resuelto, en uso de las facultades
inherentes a su alto grado y por comisión especial que le ha
conferido el Gran Oriente Argentino, establecer un Supremo
Consejo de Grado XXXIII, que funcione con autonomía propia
y rija a la Masonería Chilena en ese carácter, de conformidad a
las Constituciones del Rito Antiguo Escocés Aceptado,
promulgadas en 1786 y modificadas en el Convento Masónico
de Lausana del año 1875”.
“Sin embargo, por diferentes contrariedades, con culpa
tanto del Supremo Consejo en instancia como de parte del Gran
Oriente Argentino, que no es del caso señalar en este estudio,
solamente esta Refundación del Supremo Consejo de Chile pudo
ser jurídicamente afinada en Abril de 1899, es decir, dos años
más tarde".
"En su sesión del 6 de junio de 1902, la Gran Logia tomó
conocimiento de un Decreto del Serenísimo Gran Maestro, por
el cual se disponía que, a fin de organizar cuanto antes los

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139

Talleres de Grados Superiores, los Venerables Maestros de todas


las logias de la Obediencia enviarían a la Gran Secretaría una
nómina de los hermanos Maestros que se consideraran dignos de
ser promovidos a un grado superior.
"El artículo 14 de los Estatutos Generales, otorgaba al
Gran Maestro el derecho de conferir los Grados Superiores a
título de recompensa masónica, para premiar servicios prestados
a la Orden".
"Posteriormente, en la sesión del 22 de agosto de 1902,
la Gran Logia tomó conocimiento, con el carácter de hechos
consumados, de dos "proyectos" de Decretos del Serenísimo
Gran Maestro, en el primero de los cuales se creaban Talleres de
Grados Superiores y en el segundo se organizaba el personal
necesario para una Logia de Perfección del Grado IV".
"Aprobado el procedimiento por la Gran Logia se dictó
con posterioridad, el 1º de septiembre de 1902, el Decreto Nº6,
entre cuyos considerandos se establece que el Serenísimo Gran
Maestro, en acuerdo con el Consejo, después de maduro
examen, ha resuelto instalar Talleres de Grados IV, IX, XIV,
XVI, XVIII y XXX, dándose por comunicación los Grados
intermedios, en el Oriente de Valparaíso. Por el momento y
mientras no se organizaren los trabajos en otros Valles, todos los
hermanos agraciados con Grados Superiores ingresarían a estos
Talleres básicos en calidad de Fundadores".
"En el Decreto Nº15 del 29 de abril de 1903, el
Serenísimo Gran Maestro de la Orden en Chile (tal era su
verdadero título) reconoció recién al Alto Cuerpo en cuyo
nombre, desinteresadamente, pero al margen de las normas de la
Masonería Escocesa, había venido actuando, sin considerar los
peligros que su actitud entrañaba".
Por tratarse de un documento de tan alto valor histórico,
lo transcribimos " in extenso":

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140

"Nos, Buenaventura Cádiz, Serenísimo Gran Maestro de


la Orden en Chile. Vista la plancha dirigida por el Soberano
Gran Comendador del Supremo Consejo, Grado 33º, para la
República de Chile, fechada en este Oriente el 7 de Octubre de
1899, en que anuncia el hecho de haberse constituido
regularmente en este Gran Oriente, previos los trámites que
prescribe la Constitución y Estatutos Generales de la Orden, un
Supremo Consejo Grado 33º del Rito Antiguo Escocés
Aceptado; "Habiéndose exhibido original de la Gran Carta
Constitucional expedida el 27 de Abril de 1899 E:.V:. por el
Supremo Consejo Grado 33º para la República Argentina, por la
cual se declara legalmente instalado el expresado Supremo
Consejo Grado 33º del Rito Antiguo Escocés Aceptado para la
República de Chile;
"Teniendo presentes las resoluciones de la Gran Logia de
Chile que autorizan la erección de Altares de grados superiores
en este Oriente conforme al Rito Antiguo Escocés Aceptado;
Y en virtud del derecho que nos otorga el artículo 33 de
la constitución,
Declaramos:
1º Reconócese como regularmente instalado en el Valle
de Valparaíso el Supremo Consejo Grado 33 de la República
de Chile fundado por el Supremo Consejo de la República
Argentina, conforme a sus Grandes Cartas Constitucionales de
fecha 27 de Abril de 1899 E:.V:.
2º Reconócese asimismo como revestidos regularmente
del Grado 33º del expresado Rito, a los Ilustres Hermanos
fundadores de esta Suprema Oficina que en las expresadas
Cartas Constitucionales se nombran y a los otros Ilustres
Hermanos que dichos fundadores hayan elevado a la dignidad
del Grado 33 hasta esta fecha.

140
141

Buenaventura Cádiz, Serenísimo Gran Maestro de la


Orden.
E. Poirier, Gran Secretario General".

De acuerdo con dicho texto nos permitimos formular los


siguientes comentarios:
a) Pasaron casi cuatro años antes que la Gran Logia
tomara oficialmente conocimiento de un hecho tan importante
como la fundación del Supremo Consejo, con la agravante que
los Grandes Maestros: Alejo Palma, Benicio Álamos y
Buenaventura Cádiz, eran miembros fundadores y activos y
Grandes Dignatarios u Oficiales de este Alto Cuerpo y que los
Diputados Grandes Maestros Eduardo de la Barra y Arturo F.
Clement habían pertenecido o pertenecían igualmente a él. Nada
habría sido más sencillo que reconocer la existencia del Supremo
Consejo cuando éste fue instalado y haberlo dejado obrar en su
nombre y con sus leyes.
No hay otra explicación para tan insólito hecho que la ya
explayada: era más fácil desarrollar la naciente Masonería
Escocesa desde la Gran Logia que ya contaba con una
organización.
b) El Decreto de un Gran Maestro, sienta jurisprudencia
y el que estamos analizando vino a reconocer, finalmente, como
válida, la doctrina sabiamente aprobada en 1872, por la Gran
Logia de Chile (referente al primer Consejo Supremo, fundado
el año 1870 por el Ilustre Hermano Juan de Dios Merino
Benavente)".
"A pesar de todo, quedó suspendida en el ambiente esta
dualidad de mando: por un lado, el Soberano Gran Comendador,
cuyo derecho se reconocía en el Decreto; por el otro, el
Serenísimo Gran Maestro de la Orden que no se desprendió de
ninguna de las desmedidas atribuciones que la Constitución le

141
142

confería y que volvían a hacerse constar en el Decreto


antedicho".
c) Este equívoco persistió, en latencia, hasta que la
reforma parcial de 1909 y la Constitución Ewing de 1912, vino
a separar nítidamente ambas jurisdicciones. "Es claro que los
acontecimientos que se practicaron desde junio de 1903 y las
posiciones que fue menester adoptar, llevaron de nuevo a la
Masonería Escocesa a segundo plano".
"Lo anterior explica por qué el historiador masónico,
para relatar los principales acontecimientos escoceses, tiene que
incursionar de continuo en la historia de la Francmasonería
Simbólica de Chile".
"Es imposible dar coherencia a la historia de la rama
Capitular sin intentar continuas referencias a los principales
eventos del Simbolismo. Sirva este concepto de permanente
explicación para lo ya escrito y para los hechos que pasamos a
resumir como un conflicto fraternal que desembocó en el único
Cisma de la Masonería Chilena. Ellos se suceden en aquel lapso
que se extiende entre el Cisma (año 1903) y el traslado de la
Sede Masónica de la Gran Logia de Chile, de Valparaíso a
Santiago, como resultado del terremoto de Agosto de 1906, que
destruyó la Casa Masónica (ubicada en la calle Victoria del
vecino Puerto) con su incendio posterior y que culminó con el
fallecimiento en Octubre de 1906, debido a una afección
cardiaca, del Hermano Buenaventura Cádiz, a la sazón Gran
Maestro de la Gran Logia y Soberano Gran Comendador del
Supremo Consejo".

Intento de Interpretación Masónica del Episodio Cismático.

Sigue el Hermano René García:

142
143

“Volvemos a repetir que la historia es acontecimiento.


De nada sirve considerar si los hechos pudieron evitarse o haber
sucedido de otra manera. Lo importante es sacar de ellos las
enseñanzas útiles que impidan su repetición, cada vez que un
análisis retrospectivo los sindique como dignos de enmienda. Es
este propósito el que guía fundamentalmente, el intento de
interpretación que sigue a continuación".
"Un cisma masónico es siempre un hecho de enorme
gravedad dentro de la Masonería. Es obligación iniciática de
cualquier masón o grupo de hermanos evitarlo. Nada justifica
llevarlo adelante. Pueden ser muy respetables las razones de
controversia. Dejan de serlo cuando se plantea la segregación de
un grupo grande o pequeño, de hermanos. La mayor
responsabilidad recae sobre quienes lo perpetran como autores.
El cisma adquiere mayor gravedad y agota todo intento de
justificación cuando sigue a un acto eleccionario”.
"En el caso que nos ocupa un grupo de hermanos
concurrió con sus candidatos a la elección de Autoridades de la
Gran Logia. Exteriorizó, de partida, algunas reservas sobre la
legalidad que asistía a algunos de sus hermanos para ejercitar su
derecho de electores o para ser elegidos. El problema fue
discutido y discriminado por una Asamblea masónica soberana.
Los hermanos en desacuerdo, convencidos o no, prestigiaron
con su presencia y su voto resolutivo (no hubo abstenciones) la
legalidad de la elección”.
Sólo una vez conocido el resultado intensificaron su
detracción la que mantuvieron en actitudes posteriores hasta
culminarla con la indisciplina y la auto segregación, al frente de
Guillermo Münnich. Desde este punto de vista la posición de
dichos hermanos es, masónicamente, inaceptable.
"Mirado el episodio en su conjunto, discriminando su
balance en el sitio que le corresponde en propiedad - la Historia

143
144

de la Francmasonería Simbólica en Chile - no cabe duda que la


mayor cantidad de razón estuvo de parte de la corriente que nos
hemos adelantado en identificar como regular. Pero decir que le
asistió la mayor cantidad de razón no significa atribuirle la
totalidad de ella. Es con la orientación de esta postura previa que
deseamos complementar el juicio histórico que ha ido quedando
expresado parcialmente en los Capítulos anteriores”.
"En aquella parte que toca el problema de los Grados
Superiores, los hermanos cismáticos tuvieron indudablemente
mejores argumentos doctrinales que los regulares, en cuanto a
interpretación iniciática, jurídica e histórica de los hechos”.
"Verdad es que pusieron exceso de tinta en algunos de
sus trazos, pero es indudable que su conjunto aparece como
dotado de mayor coherencia".
"Es este aspecto del diferendo, puramente ideológico, el
que merece un mayor espacio en esta obra. Como más adelante
nuestros rectores rectificaron rumbos, nos ha parecido lícito usar
esta crisis de nuestra Orden como el vehículo de un análisis de
conjunto, al examinar la argumentación en pro y en contra.
Razón tuvieron los hermanos cismáticos al considerar como una
de las más trascendentales resoluciones del Gobierno Simbólico,
en defensa de la jurisdicción espiritual y geográfica de la Gran
Logia de Chile, la división que se hiciera en aquella oportunidad
entre la órbita simbólica y la escocesa. Era un principio
precursor que en los años venideros habría de abrirse camino en
todo el mundo masónico, también entre nosotros y a costa de
dolores”.
Jurídicamente considerado, venía a constituir un lindero
que obligaba a los nuestros a respetarlo como un principio
jurisprudencia) que a nadie le era lícito desconocer en la
trayectoria posterior de nuestra Augusta Institución. Aun cuando
él no fue concretado en una reforma constitucional, el principio

144
145

sentado por una Asamblea de la Gran Logia de Chile, reiterado


y perfeccionado posteriormente, rubricado por la primera crisis
de Gran Maestro, explícito como pocos, no modificado
taxativamente con posterioridad, tenía - así lo pensamos -todo el
carácter de una Ley dictada, ni siquiera por un Gran Maestro,
sino que por el más diferenciado Poder Regulador y Legislador
de su Obediencia.
Sigue el Hermano García:
“Les asiste plenamente la razón a los hermanos
cismáticos al considerar este principio como la más
trascendental reforma constitucional en el período que abarca los
años 1862 a 1903. Y conste que la Gran Logia había sido lo
suficientemente amplia en su acuerdo, al advertir que la
mantención de su primitiva resolución constituía el único
camino legal y el mejor medio "de evitar odiosas dificultades
para llegar a la constitución de un Gran Oriente Nacional".
"Es claro que la exposición de los hermanos cismáticos,
en este aspecto, debe ser expurgada de toda exageración y de
aquellos párrafos - sin mucha reflexión - de feria de grados y
otras aseveraciones por el estilo. De esta manera, el contenido
doctrinal del principio jurídico, de la trayectoria histórica y de la
interpretación esotérica aparece como casi inobjetable”.
"Ello explica la debilidad de la réplica contenida en el
Mensaje del Gran Maestro Cádiz (1904) que soslaya hábilmente
el problema. El que la implantación de los Grados Superiores los
hubiera acordado la Gran Logia en la égida del Gran Maestro
Palma, sin oposición de nadie y con repetidas confirmaciones;
el que hubieran sido recibido por algunos de los hermanos
cismáticos; el que los Capítulos Superiores no funcionaran
activamente; son hechos que no restan fuerza a la imputación de
los hermanos disidentes”.

145
146

“Ellos criticaron duramente no tanto al Gran Maestro


Cádiz, como a la tendencia directiva que, a partir de un
determinado instante, había propugnado la iniciativa de
entronizar el sistema de Altos Grados dentro del régimen
jurídico del Simbolismo que ya había manifestado claramente su
intención de prescindir de ellos, creándole la jurisdicción
indispensable, al margen de la que la Gran Logia se reservaba
para sí, autónoma y soberana".
"Y es un grave error jurídico el del Gran Maestro Cádiz
al afirmar que "si no está concluida la Organización, ni
funcionan activamente esos Altares es porque el actual Gran
Maestro, deseando marchar por el camino de la más estricta
legalidad, ha querido que la Gran Logia acuerde previamente la
reforma de su Constitución para dar lugar en ella a la
organización completa del Rito Antiguo Escocés y Aceptado y,
entonces, activar el funcionamiento de los Altares de Grado
Superior".
Cuesta comprender el verdadero sentido de esta
aseveración porque:
1º La Constitución vigente para el Simbolismo adolecía
del pecado original de incluir indebidamente en sus
disposiciones, heredadas del Gran Oriente de Francia, la
administración de los Grados que se extienden por encima del
de Maestro Masón;
2º El acuerdo de la Gran Logia, tantas veces citado, se
había desprendido espontáneamente, en un plausible impulso de
depuración jurídica, de todo lo que tuviera que ver con grados
que, tradicionalmente, nunca trabajó el Simbolismo;
3º Toda reforma constitucional debía tender a incorporar
y acentuar este principio jurídico dentro de la ley escrita para el
caso de que los legisladores masónicos lo consideraran
insuficiente o poco claro y, en ningún caso, a incurrir en la

146
147

redundancia legal de persistir en que -dice el Hermano García -


"la Gran Logia acuerde previamente la reforma de su
Constitución para dar lugar en ella a la organización completa
del Rito Escocés Antiguo y Aceptado y entonces activar el
funcionamiento de los Altares de Grado Superior".
"Hay que pensar que la Gran logia había hecho su
declaración precursora el año 1871. Muchas cosas habían
sucedido en el mundo masónico como para no perfeccionar tan
límpido principio treinta y tres años después. Se había
acumulado un apreciable contingente de experiencia e
información”.
"Por otra parte, falta claridad al párrafo del Gran Maestro
Cádiz en que hacía referencia al Supremo Consejo del Grado
XXXIII para Chile. Fue reconstituido por la corriente
escocesista de la Masonería chilena, el año 1899, con la
concurrencia de los hermanos Palma, Álamos y Cádiz, para no
mencionar sino que a los tres últimos Grandes Maestros.
Comunicado el evento a la Gran Logia en octubre de 1899, el
reconocimiento oficial de este Alto Cuerpo se produjo tres años
y medio después. Nótese que los tres nombrados tuvieron en
dicho Supremo Consejo cargos destacados en la Gran Secretaría
o como Soberanos Grandes Comendadores”.
“Expresó el Gran Maestro Cádiz que si el Supremo
Consejo de Chile no había efectuado trabajos activos había sido
"por respeto a los fueros de la Gran Logia con la que está
íntimamente ligado, esperando que ésta efectúe legalmente la
reforma que ha de darle el puesto activo que le corresponde".
"Tampoco esta declaración resulta fácil de comprender
de acuerdo con lo ya dicho anteriormente. Para actuar, el
Supremo Consejo no necesitaba sino que sus propias leyes”.
Y si la intención ya esbozada en el párrafo anterior del
Mensaje era la de organizar dentro de la Gran Logia toda la

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148

escala gradual del Rito - error ya eliminado de su texto


constitucional y estatutario - no se ve qué es lo que restaba, como
jurisdicción, al Alto Cuerpo Escocés recién fundado. La Gran
Logia fundaba los Cuerpos Subordinados del Supremo Consejo.
El Gran Maestro concedía los Grados Escoceses a
proposición de las cinco primeras luces de las Logias Simbólicas
y del Ex Venerable Maestro, procedimiento insólito a todas
luces. Estos Cuerpos Subordinados existían en el papel y no en
el hecho. Ni habían sido regularmente constituidos, ni trabajaban
litúrgicamente. Un Supremo Consejo en estas condiciones no
pasaba de ser una entidad puramente abstracta.
"Ninguna alusión – dice el Hermano García - hizo esta
vez el Gran Maestro Cádiz al intento de fundar un Gran Oriente.
¿Por qué, cuando eso era el más ardiente propósito de nuestros
conductores? Lo ignoramos, lo que no nos impide una última
interpretación sobre este particular".
"En todos los tonos y en repetidas oportunidades la idea
de ir a la fundación de un Gran Oriente había sido reiteradamente
anunciada a la Obediencia chilena. El hermano Palma en uno de
sus Mensajes, el hermano Álamos en su discurso programa y el
hermano Cádiz en su Mensaje de Junio de 1903, habían
exagerado sus ventajas para sacar a la Masonería chilena de su
postración”.
Para fundar el Gran Oriente se necesitaba de un Supremo
Consejo con sus Cuerpos Subordinados y de una Gran Logia
que, federalizada en cierto número de Grandes Logias
Provinciales o Regionales, traspasara la obediencia de los
Talleres Simbólicos a la Autoridad del Gran Oriente,
encabezado por el Supremo Consejo como superior organismo
ejecutivo y regulador.
En un comienzo se pensó en obtener del Supremo
Consejo de la República Argentina la constitución del Gran

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149

Oriente de Chile para lo que era indispensable fundar el


Supremo Consejo y obtener la obediencia a él de los Talleres
Simbólicos. La complejidad de este proceso y sus posibles
dificultades hicieron variar los primitivos propósitos
simplificándolo con la fundación de un Supremo Consejo sobre
el cual asentar más tarde el Gran Oriente.
Con lentitud se iba cumpliendo este propósito, cuando
irrumpió en su normal desenvolvimiento el episodio cismático
que hemos resumido y que vino a retrasar indudablemente su
constitución.
"Pensamos que ésta es la clave de todo lo sucedido –
expresa el Q∴H∴ García -. Teníamos una Gran Logia que
ocupaba todo el territorio de la República de Chile en los tres
primeros grados. Se fundó un Supremo Consejo al que había que
entregar la jurisdicción de los Grados IV al XXXIII. Esto no
habría significado mayores inconvenientes con el simple
cumplimiento del principio jurídico establecido por la Gran
Logia en 1871; gobierno de los grados escoceses por el Supremo
Consejo; gobierno de los grados simbólicos por la Gran Logia,
Fue la idea del Gran Oriente - consorcio de gobierno simbólico
y capitular - la que vino a complicar este plan de integración
masónica, apartándonos de una solución fácil y hacedera”.
“El régimen de separación jurisdiccional no molestaba a
nadie. El régimen de hibridación jurisdiccional repugnaba a un
grupo de hermanos que deseaban una Gran Logia independiente,
soberana y autónoma, trabajando en tres grados - Aprendiz,
Compañero y Maestro - la Masonería de Libres y Aceptados
Masones".
En la Asamblea Extraordinaria del 24 de octubre de
1909, la Gran Logia de Chile aprobó el proyecto de reforma de
la Constitución Masónica (año 1862) y de los Estatutos
Generales de la Orden (año 1865) y fije promulgada por Decreto

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150

N° 24 del 25 de octubre de 1909, del Gran Maestro Víctor


Guillermo Ewing.
Hay que decir a este respecto que no se trataba de una
reforma total sino que parcial, precisamente en el aspecto que
más interesa a la finalidad de este trabajo, como podemos
comprobarlo con la trascripción de parte de su texto: "La
reforma – continúa el Q∴H∴ García - que, de acuerdo con
nuestro Consejo, contempla el proyecto que presentamos a
vuestra consideración, aunque se refiere a varios artículos de
nuestra Constitución v de nuestros Estatutos, no se propone más
que dejar deslindadas con claridad las atribuciones de la Gran
Logia de Chile sobre el gobierno de las Logias Simbólicas con
exclusión, así mismo, de la Gran Logia, para ocuparse en
absoluto de los Capítulos, Consistorios y otros Organismos de la
Masonería Escocesa”.
"De esta reforma hemos juzgado, en nuestro Consejo,
que en gran parte depende el desarrollo completo y eficaz de las
enseñanzas y trabajos de la Masonería Escocesa en Chile. En la
práctica se ha visto que una esterilidad casi absoluta ha
caracterizado cuantos empeños se han hecho para dar vida a los
Talleres u Oficinas Superiores y ello se ha debido a que en la
formación de éstos han tenido parte a la vez La Gran Logia de
Chile y el Supremo Consejo de los Soberanos Grandes
Inspectores Generales del Rito constituido para nuestro país.
Una vez encargado el Supremo Consejo de la fundación y
gobierno de los Talleres Superiores, sin ninguna intervención de
la Gran Logia, podrán los Organismos desarrollarse con toda
amplitud con manifiesto provecho para la Orden Masónica".
"En resumen, mirando por el progreso de la
Francmasonería en Chile, estimamos que la Gran Logia de Chile
debe únicamente dirigir con absoluta independencia las Logias

150
151

Simbólicas y que el Supremo Consejo debe hacer otro tanto con


los Talleres Superiores al Tercero".
Este proyecto de acuerdo fue unánimemente acogido por
la Gran Logia, en lo que a separación jurisdiccional se refiere.
El 15 de mayo de 1912, en Decreto Nº41, el Gran
Maestro Víctor Guillermo Ewing promulgó la nueva
Constitución Masónica declarándola en fuerza y vigor, después
de la aprobación que le prestara la Gran logia, en Asamblea
Extraordinaria del 12 del mismo mes.
La Constitución Ewing, como se la conoce, refundió en
un solo texto la Constitución Masónica y los Estatutos Generales
de la Orden. Legisló exclusivamente para la jurisdicción de la
tiran Logia, manteniendo la eliminación de toda referencia a los
Grados Superiores. Resulta claro, pues, que la Constitución
Ewing reafirmó la separación jurisdiccional entre Gran Logia y
Supremo Consejo.
El 31 de mayo de 1914, con motivo de su Mensaje Anual,
el Gran Maestro Luis A. Navarrete López, consignó con el
siguiente tenor, su opinión personal sobre el particular:
"Por acuerdo del Consejo del Gran Maestro, debe
tramitarse y suscribirse un Tratado entre el Supremo Consejo del
Grado XXXIII para Chile y nuestra Gran Logia, a fin de prevenir
dificultades que, si hoy no existen, pueden surgir entre ambos
Poderes. Uno y otro Cuerpo tienen campo perfectamente
delimitado y distinto en sus respectivas Constituciones; pero
como el personal del Supremo Consejo forma parte de la Gran
Logia o de sus Logias, es preciso prever dificultades a que pueda
dar margen la circunstancia de verse sujetos a dos jurisdicciones
amigas y hermanas, los masones que figuran en ambas".
Hasta aquí algunos de los datos históricos, relativos a la
Materia en estudio, extraídos de algunos pasajes de la interesante
y valiosa Obra, citada al comienzo, del Ilustre Hermano René

151
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García Valenzuela, cuya destacada personalidad junto a una


vasta erudición masónica ha marcado un hito y ha llenado una
época en los últimos cincuenta años de la historia de la
Francmasonería Chilena.
Tres veces Gran Maestro de la Gran Logia de Chile;
Soberano Gran Comendador del Supremo Consejo de Chile;
Jefe del Departamento de Relaciones Exteriores de la Gran
Logia; Delegado en varias oportunidades en representación de
la Francmasonería Chilena a eventos Internacionales; Director
de la Revista Masónica de Chile. Son algunos de los cargos
desempeñados en honor y beneficio de la Orden Masónica
Chilena.
Héctor Boccardo Benvenuto, décimo sexto Gran
Maestro de la Gran Logia de Chile, fue designado Gran Maestro
Adjunto el 3 de Diciembre de 1924, por el I∴H∴ Luis Navarrete
López que había aceptado transitoriamente la Jefatura de la
Institución. Tomó de inmediato posesión de su cargo y sus
primeras actividades se encaminaron a resolver los asuntos que
estaban pendientes.
Entre éstos figuraba la formalización de un tratado de
Paz y Amistad entre la Gran Logia y el Supremo Consejo del
Grado 33º para la República de Chile. La Constitución Masónica
vigente, legislaba exclusivamente para la Gran Logia de Chile y
Logias de su Obediencia, o sea, para la Masonería Simbólica.
Dejaba en consecuencia, al Supremo Consejo del Grado 33º, el
Gobierno de la Masonería Escocesa, Filosófica o Capitular.
Para prevenir posibles dificultades, que felizmente en
Chile no se habían producido, pero sí en otros países donde el
Supremo Consejo había establecido logias simbólicas y creado
con ello, antagonismo entre esas logias y las dependientes de la
Gran Logia existente, se estimó conveniente dejar claramente

152
153

establecida esta delimitación de atribuciones y facultades de


cada uno de los Poderes Masónicos.
A esta causa obedeció la aprobación del Tratado de Paz
y Amistad que fue suscrito el 19 de enero de 1925, por el
Hermano Héctor Boccardo en representación de la Gran Logia
y por el Hermano Víctor Guillermo Ewing, a nombre del
Supremo Consejo del Grado 33º para Chile y cuyo texto
completo reproducimos por su alto y permanente valor
masónico:

"Reunidos en el Gabinete del Gran Maestro de la Gran


Logia de Chile, el Ilustre y Poderoso Hermano Víctor Guillermo
Ewing Acuña, Soberano Gran Comendador del Supremo
Consejo de los Grandes Inspectores del Grado XXXIII para la
República de Chile, en representación de dicho Cuerpo, y el
Ilustre Hermano Héctor Boccardo Benvenuto, Gran Maestro
Adjunto de la Gran Logia de Chile y en su debida
representación, convinieron en celebrar el siguiente Tratado de
Paz y Amistad entre los Poderes legítimos y regularmente
representados:

1º El Supremo Consejo se compromete a no reconocer


en el Territorio de República de Chile otro Poder Masónico con,
jurisdicción sobre los tres primeros Grados Simbólicos, que a la
Gran Logia de Chile; y, a su vez, la Gran Logia de Chile, no
reconocerá otro Poder con jurisdicción sobre los Grados
comprendidos entre el 4º y el 33º, que al Supremo Consejo del
Grado 33º para Chile.

2º Las Altas Partes contratantes se comprometen a no


mezclarse por ningún motivo en la jurisdicción de la otra. Ambas
son autónomas e independientes.

153
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3° El Supremo Consejo se compromete a no fundar


Logias Simbólicas en el territorio de la jurisdicción de la Gran
Logia de Chile.

4º La Gran Logia de Chile, ni ningún Taller de su


Obediencia podrán recomendar al Supremo Consejo, ni a
ninguno de los Cuerpos de su jurisdicción, a ningún hermano
para que se le conceda Grados Superiores. Sin embargo, el Gran
Maestro de la Gran Logia de Chile, a petición del Supremo
Consejo, podrá insinuar los nombres de los hermanos que estime
necesarios para que se les concedan grados superiores.

5º El Supremo Consejo y los Cuerpos de su jurisdicción


se comprometen, por su parte, a no ejercer influencia alguna en
los Talleres Simbólicos, sino aquella que el Gran Maestro de la
Gran Logia de Chile autorice.

6º En caso de ser suspendido, borrado, rayado, o


expulsado un hermano de Grado Superior al Tercero, el
Supremo Consejo y los Cuerpos de su jurisdicción, lo
considerarán también suspendido, borrado, rayado o expulsado.
La Gran Logia de Chile y las Logias Simbólicas de su
Obediencia considerarán también suspendido. borrado, rayado o
expulsado a cualquier hermano que sea suspendido, borrado,
rayado o expulsado por el Supremo Consejo o cualquier Cuerpo
de su Jurisdicción.

7º Los Hermanos de Grados Superiores al Tercero no


tendrán en los Trabajos de la Gran Logia de Chile o de los
Talleres Simbólicos otros honores y preeminencias que los que
les acuerde la Constitución Masónica de la Gran Logia de Chile.

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155

8º Todo Hermano de Grado Superior al Tercero, tiene la


obligación de pertenecer a una Logia Simbólica de la
jurisdicción de la Gran Logia de Chile.

Este Tratado entrará en vigencia una vez que sea


aprobado por el Consejo del Gran Maestro.

En constancia de lo cual se firman dos del mismo tenor;


timbrados con los sellos que usan estos Poderes. Uno quedará en
poder del Soberano Gran Comendador del Supremo Consejo y
el otro en el del Gran Maestro de la Gran Logia de Chile.

(Fdo.) Héctor Boccardo. (Fdo.) Víctor Gmo. Ewing.

Aprobado por el Consejo del Gran Maestro el 11 de


febrero de 1925.Aprobado por el Supremo Consejo en sesión de
24 de mayo de 1927.

Nuevo Tratado de Paz y Amistad

El 3 de mayo de 1973, el Consejo de la Gran Logia de


Chile prestó su aprobación al Nuevo Tratado de Paz y Amistad
que en lo sucesivo regirá el régimen de convivencia fraternal
entre el Simbolismo Masonería Simbólica y el Escocesismo
(Masonería Capitular).
Por la importancia que tiene este documento también lo
transcribimos in extenso.
"Reunidos en la Sede Central de la Francmasonería
Chilena, el Ilustre y Poderoso Hermano Pedro Castelblanco
Agüero, 33, Soberano Gran Comendador del Supremo Consejo
de los Grandes Inspectores Generales del Grado XXXIII y
último del Rito Escocés Antiguo y Aceptado, para la República

155
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de Chile, en representación de dicho Alto Cuerpo Escocés; y el


Ilustre y Poderoso Hermano René García Valenzuela, Gran
Maestro de la Gran Logia de Chile, en representación de dicho
Alto Cuerpo Simbólico, convinieron perfeccionar el Tratado de
Paz y Amistad, hasta hoy vigente entre ambos poderes, en los
siguientes términos:

1º.- El Supremo Consejo sólo reconoce en el territorio de


la República de Chile, como jurisdicción regular para los tres
grados simbólicos, a la Gran Logia de Chile. A su vez, la Gran
Logia de Chile, sólo reconoce al Supremo Consejo de Chile, con
la denominación completa ya enunciada en el párrafo anterior,
como el único Alto Cuerpo con jurisdicción regular sobre los
Grados IV al XXXIII, inclusive, del Rito Escocés Antiguo y
Aceptado.

2°.- Las Altas Partes contratantes se comprometen a


considerarse recíprocamente como legítimas, autónomas,
independientes y soberanas en los aspectos de administración y
de gobierno, aun cuando paralelas y coincidentes en los
principios e ideales francmasónicos.

3º.- Todo Maestro Masón, cualquiera que sea su grado


en la Masonería Escocesa, tiene la obligación de pertenecer,
como miembro activo, u honorario, a una Logia Simbólica de la
Jurisdicción de la Gran Logia de Chile.

4º.- La suspensión o pérdida, por cualquier causa, de los


derechos dentro de la Francmasonería Simbólica, opera de
inmediato, en idéntica forma, en el seno de los Cuerpos
Capitulares del Supremo Consejo de Chile. Es del resorte de la
Francmasonería Escocesa resolver sobre la reincorporación en

156
157

los casos de rehabilitación en el seno de la Francmasonería


Simbólica.

5º.- Maestro Masón que fuere motivo de la pérdida de


sus derechos dentro de algunos de los Cuerpos Capitulares del
Supremo Consejo de Chile por sentencia de sus Tribunales,
perderá de inmediato sus derechos dentro de la logia o Logias
Simbólicas a que pertenezca. En caso de rehabilitación en la
Masonería Escocesa, la Francmasonería Simbólica estudiará la
procedencia de su reincorporación.

6°.- Este Tratado entrará en vigencia una vez aprobado


por el Consejo de la Gran Logia de Chile y por el Supremo
Consejo de los Grandes Inspectores Generales del Grado
XXXIII y último del Rito Escocés Antiguo y Aceptado para la
República de Chile.

Aprobado que sea, se le considerará parte integrante del


Reglamento General de la Gran Logia de Chile, de acuerdo con
lo estipulado en el Artículo 1.8 de dicho Reglamento.

Para constancia de lo cual, se firman dos ejemplares de


un mismo tenor; timbrados con los sellos que usan estos Poderes
uno quedara en poder de la Gran Logia y el otro en poder del
Supremo Consejo".

Para finalizar este capítulo, nos parece pertinente


reproducir los artículos correspondientes del Reglamento
General:

ARTICULO 1.3.- Dentro del Territorio de la República,


la Gran Logia de Chile es la única Autoridad Central Suprema

157
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para los grados azules, simbólicos y universales de la


Francmasonería. Gobierna con plena independencia y soberanía
dichos grados sin compartir ninguno de sus deberes y
atribuciones con cualquier otro organismo. Además de su
Derecho de Territorialidad geográfica, asume su Derecho de
Territorialidad docente, para la formación integral de sus
recursos humanos.

ARTICULO 1.8.- La Gran Logia de Chile reconoce


oficialmente al Supremo Consejo del Grado XXXIII y último
del Rito Escocés Antiguo y Aceptado para la República de Chile,
tanto como sistema de enseñanza cuanto como sistema de
gobierno de los grados del mismo Rito comprendidos entre el IV
y XXXIII inclusive.

Las relaciones fraternales entre ambos poderes quedan


reguladas por un Tratado de paz y Amistad".

Por los fueros de la Francmasonería Simbólica

Antes de referirnos a lo medular del Tema, quizá sea


necesario recordar y precisar algunas consideraciones y
conceptos ya emitidos.
De modo general, la Iniciación puede definirse como un
proceso destinado a realizar psicológicamente en el individuo el
paso de un estado reputado Inferior del Ser, a un estado Superior;
a un estado psíquico "más perfecto" que el estado profano. Es
pues, una realización puramente interior del ser humano, la
realización de una posibilidad que el individuo llevaba en sí, en
estado virtual.
Pero para ser "iniciado" debe estar provisto de ciertas
disposiciones favorables, de aptitudes naturales que lo hagan

158
159

"iniciable" y sin las cuales, los ritos y enseñanzas serían letra


muerta. Según el eminente masón J. Boucher: "Los Ritos obran
por una suerte de impregnación del subconsciente al que dan un
poder y eficiencia reales".
En suma, el proceso iniciático tiene tres condicionantes:
Aptitud inherente al individuo - Impregnación del
subconsciente - Trabajo de "realización" que el individuo debe
cumplir.
Por la Iniciación, el ser se Realiza, de una manera
Auténtica; hace pasar sus posibilidades latentes de la potencia al
acto. Una vez alcanzada, la iniciación se hace "permanente",
sigue siendo un estado adquirido de una vez por todas, y que
nada ni nadie podrá borrar jamás y si algún adepto tratara por
voluntad propia de hacerlo, estaría significando que la iniciación
recibida no fue real, nunca se realizó.
En el Cuaderno Simbólico Nº9, el Q.·.H.·. Ernesto
Behnke nos dice: "El saber positivo no satisface todas las
inquietudes del espíritu humano. El saber a través de conceptos
científicos es valioso; pero debe ser enriquecido por
preocupaciones metafísicas y morales que apuntan al significado
eminentemente espiritual de la Vida Humana.
"Sostiene que necesariamente no debemos considerar
antagónicos por excelencia. el saber positivo con el saber
iniciático por la misma razón que el mundo biológico no es
antagónico con el mundo espiritual, sino al contrario. le sirve de
soporte".
"El hombre ocupado, es aquel que vive absorbido por los
problemas que origina el desarrollo de su actividad profesional
y social, estando, además, condicionado por los medios de
información y propaganda. El hombre preocupado, es aquel que,
junto con desarrollar sus actividades profesionales como un
medio, piensa que la vida humana tiene otras metas más

159
160

valiosas. El Iniciado debe trascender "el cosismo" del profano.


En el mundo actual, el profano se encuentra plenamente
ocupado, saturado todo su ser. por el mundo de las cosas, no
existiendo para él otra dimensión. En cambio, nos parece que en
el Mundo Iniciático la experiencia humana no se agota con el
saber de los objetos, dentro del cual se considera al propio
Hombre. No, el iniciado se preocupa de otras realidades que
considera superiores y que son creaciones de la evolución de la
espiritualidad humana. En el "saber esotérico" se acepta que la
meta de la vida humana no se termina dentro de la vida corriente
y las emociones individuales, sino que el hombre se siente ligado
a algo que trasciende su individualidad y que por eso mismo,
amplía y enriquece su horizonte vital.
"Su jerarquía es superior, orienta y enaltece el saber
racional, al guiarlo hacia metas que lo humanizan,
convirtiéndolo en factor de liberación humana y no en
instrumento de dominio y sojuzgamiento del hombre".
"El Mensaje del Maestro Hiram nos orienta hacia una
"Sabiduría Vital" que va más allá del saber positivo y de la
experiencia corriente del hombre, que sólo limita su quehacer al
mundo de las cosas".
"La Leyenda de Hiram exalta el valor moral de la vida
humana. El Maestro Hiram es el símbolo de todos los seres que
"sucumben sirviendo a la Humanidad". El Maestro Masón debe
estar orientado por este "punto de vista Hirámico". Esto podría
significar que el hombre espiritual, inspirado por el ideal, se
trasciende y aunque es un ser inmerso en la contingencia de la
época histórica que le toca vivir, debiendo enfrentarse a los
problemas de su existencia diaria inmediata, es capaz de
trascender y preocuparse de las esencias, de los valores, que
justifican el destino espiritual de la Vida Humana.

160
161

"Las reflexiones anteriores no significan que el Iniciado,


el masón, en nuestro caso, sea un sonámbulo de su época, que
viva ajeno a los grandes problemas que han preocupado al
hombre a través de su larga trayectoria histórica".
“El Maestro Masón no es, ni puede pretender ser una
personalidad de tan elevado coturno que pueda sustraerse
totalmente a muchos factores negativos del mundo actual”.
Por su parte el Ex Gran Maestro Oscar Pereira H., en su
" Docencia Masónica" nos señala lo siguiente:
"El ideal es fruto de la fantasía creadora del hombre. Los
ideales no vienen de las regiones frías de la Razón, sino que
nacen de la fuerza ardiente de la fantasía. Sin fantasía creadora
no hay ideales.
El desarrollo de una adecuada docencia impone la
exigencia de un ideal de formación, pues solamente así es
posible determinar con claridad los fines o metas que se
persiguen en el proceso educativo. En la expresión "ideal de
formación" hay dos partes íntimamente ligadas. En sus orígenes,
el concepto de formación estaba sólo aplicado a la forma
externa, visible del hombre. Con posterioridad se aplicó a la vida
interior, a la forma del alma. Formar significaba alisar, pulir (la
piedra bruta).
Actualmente no sólo la aplicamos como una forma
interna, alma bella, sino que la entendemos en un sentido más
amplio, más profundo, aquel que abraza el campo de las
exigencias éticas, de la actitud moral y, del sentido de
responsabilidad. Este es el significado de desbastar la piedra
bruta".
"Desde tiempos remotos subsiste un pensamiento que
aparece de nuevo y en distintas formas a través de las diversas
épocas. En él se asignan al hombre dos almas, cuyo enlace no
siempre resulta feliz ya que si a veces marchan de acuerdo, a

161
162

menudo se ubican en franca oposición, cuando no en lucha


declarada. Una de estas almas constituye el Ser real del hombre
y, no puede ocultar su parentesco con la Tierra. La otra,
constituye el Ser ideal del Hombre, su espíritu normativo, su
esencia”.
“A la Orden Masónica, sin que ello implique
menospreciar al ser real de la existencia humana, le interesa y le
preocupa, en forma muy especial, el Ideal del Hombre. No se
crea, sin embargo, que existe un solo ideal personal. Los hay,
tanto como individuos; pues cada cual tiene el suyo. El carácter
imperativo en que se presenta el Ideal se dirige sólo a una
persona. "Solamente tú debes ser así", expresión o principio
doctrinal que la Francmasonería debe respetar cual ninguno,
pues aquí radican las diferencias individuales y con ellas el
principio de Tolerancia respecto de ideas y juicios ajenos y el
sagrado derecho de disentir".

El Grado de Maestro, culminación del proceso iniciático

Comenzaremos este capítulo reproduciendo algunas


expresiones de nuestro erudito Hermano Eduardo Phillips
Müller, por considerar que son previas a todo planteamiento
posterior:
"Tengo para mí, y lo he dicho más de una vez, que uno
de los males más notorios que aqueja a nuestra Orden, es el poco
conocimiento que tenemos de ella, en cuanto a su naturaleza y a
sus fines. Si tuviéramos un conocimiento claro acerca de lo que
es nuestra Institución, tendríamos lógicamente, una idea también
perfectamente clara acerca de cuáles son sus fines y de cuales su
órbita de acción".
Si hay algo que caracteriza, define y distingue a la
Francmasonería de toda otra Institución, es su carácter iniciático.

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Afirmaremos esto como cosa fundamental y previa. Es el


carácter iniciático lo que hace que la Masonería sea lo que es y
que, como digo y repito, la distingue de toda otra Institución.
Una de las definiciones más antiguas que se conoce de
nuestra orden y que aparece, en cuanto a testimonio, en uno de
los manuscritos ingleses del Siglo XVI, nos dice que es "un
peculiar sistema de Moral, velado por alegorías e ilustrado por
símbolos".
Tal definición nos proporciona, desde luego, la clave e la
característica fundamental de nuestra Institución: la de ser una
Institución de carácter moral. Se trata, pues, de un sistema, es
decir, de un todo ordenado conducente a un fin y no una mera
antología de máximas o preceptos morales; importa también
señalar que este Sistema está exento de todo contenido religioso
y que sus elementos están velados en alegorías e ilustrados por
símbolos.
Termina afirmando que uno de los Landmarks más
esenciales y fundamentales de la Francmasonería. es el que
declara que es una Institución Iniciática, el que no ha sido
considerado ni por Alber Mackey ni por Albert Pike en su
conocida controversia".
También cita a Lucio Apuleyo, autor de "El Asno de
Oro", que en un pasaje del Libro XI de su Obra, nos dice:
“Poco después, en forma sorpresiva y, muy maravillosa,
la Divinidad me interpeló de nuevo para ver si estaba dispuesto
a sufrir una tercera iniciación. La inquietud y la ansiedad se
apoderaron de mi y me echaron a un mar de confusiones. ¿Hasta
cuándo continuarán- me preguntaba yo- estas instancias nuevas
e inauditas de los dioses? ¿es qué tal vez Mitra y Asinio han
cumplido su ministerio en forma poco diligente? ¿He de poner,
verdaderamente en entredicho su sinceridad? Así me agitaba yo
en una indecisión parecida al delirio, cuando una noche se me

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apareció la celeste imagen y me dijo: Esta numerosa serie de


consagraciones no debe alarmarte ni hacerte sospechoso de las
anteriores.
El interés que los dioses se dignan formar en ti, es, por el
contrario, suficiente para llenar tu corazón de gozo y alegría.
Serás tres veces lo que los otros pueden serlo una. Si, tres veces,
y este número, precisamente, debe inspirarte confianza. por lo
demás, la ceremonia que se te pide es ya la última".
"Obsérvese, que en Apuleyo las sucesivas encarnaciones
son simbólicas y operan en tal carácter, no a través de muertes
reales, sino simbólicamente en la vida del mismo iniciado.
Esto está demostrando, entre otras cosas, que la finalidad
iniciática se cumple de lleno en el Tercer grado.
Tradicionalmente, y no digo una novedad, ustedes lo saben, la
Gran Logia Unida de Inglaterra, de manera invariable ha
sostenido que la Masonería consiste en sólo tres grados:
Aprendiz – Compañero y Maestro”.
"¿Por qué? Porque la finalidad iniciática se cumple en el
Tercer Grado. Más Allá del Tercer Grado no hay finalidad
iniciática alguna”.
"Yo sé bien que se hace un distingo entre la Masonería
mal llamada, a mi juicio, Simbólica y la también mal llamada
Masonería Capitular, porque lo cierto es que tan simbólica es la
Masonería de los tres primeros grados, como la que va del cuarto
al treinta y tres o, si se quiere, tan filosófica es una como la otra.
Por eso yo siempre he sostenido que, si hay un nombre adecuado
para la Masonería Auténtica, genuina y tradicional de los Tres
Grados, es la Masonería Iniciática. No masonería simbólica,
porque no la distingue, puesto que la Masonería Capitular
también lo es". Hasta aquí el Q.·. H.·. Eduardo Phillips.
Por su parte, el Ex Gran Maestro Oscar Pereira
Henríquez sostiene:

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"La Orden Masónica posee un sistema peculiar para


impartir su docencia.
Este sistema o método didáctico se fundamenta en los
valores simbólicos representados por las herramientas de trabajo
usadas en el Arte Real, susceptibles de expresar en cada tiempo
y lugar, valores plenamente vigentes, de acuerdo con la
evolución histórica que alcance la Humanidad en un tiempo
dado”.
“Al desentrañar estos símbolos, los resultados que se
obtienen no corresponden a un padrón o modelo standard,
uniforme, ya que cada cual asigna o confiere al símbolo el valor
interpretativo que está de acuerdo con su personalidad, con su
cultura y evolución espiritual. Aquí radica la verdadera razón de
por qué el Instructor masónico en su magisterio no puede ni debe
impartir recetas, verdades o dogmas, ni conocimientos más o
menos digeridos".
"La representación gráfica del símbolo generalmente no
sufre variaciones importantes, pero su valor intrínseco, su
interpretación, experimenta las alteraciones propias de los
tiempos. Todo símbolo tiene la particularidad de provocar la
sugerencia adecuada a cada individualidad, de acuerdo al grado
de evolución espiritual, cultura y sensibilidad que posea. El
Símbolo Masónico es sugerente sólo para quienes han recibido
la Luz de la Iniciación y logran comprender su lenguaje oculto”.
“La grandeza y perennidad de nuestra Augusta Orden se
basan en la libertad que concede a cada uno de sus miembros
para interpretar los símbolos conforme a la personalidad de cada
cual. Por este motivo. el producto final de un bien delineado
proceso de Docencia Masónica y el resultado último de los
afanes de desbastar la Piedra Bruta, no podrán ser los mismos en
todos los Francmasones, pues no se trata de una producción en
serie, fría y deshumanizada”.

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“Al contrario, nuestra docencia masónica, realizada con


calor de humanidad en la piedra de cantera de hombres
escogidos, rendirá sus frutos de acuerdo a la percepción de
valores e ideales masónicos que cada Iniciado alcance y logre;
el producto final que se alcance en las tareas de instruir, enseñar
y educar masónicamente, estará en estrecha y directa relación
con la personalidad, plasticidad, cultura, fervor y constancia que
cada alumno y cada Instructor demuestren en la afanosa tarea de
todos los días por aproximarse más y más a la imagen ideal de
Hombre concebido por la Francmasonería Universal".

Revitalización del Tercer Grado

En Tenida de Gran Logia del 23 de junio de 1974 el Ex


Gran Maestro, Ilustre Hermano Horacio González Contesse, con
ocasión de hacerse cargo del Mallete Dorado, formuló el
siguiente llamado fervoroso a la Maestría:
"Crear una Maestría óptima constituye la suprema
aspiración de la Orden Masónica. Lo es, porque la
Francmasonería actúa y vale por lo que es su Maestría y por la
gravitación que exhibe en sus medios iniciático y secular".
"El Hermano del Tercer Grado ha de ser sinónimo de
eslabón maduro y ha de distinguirse no sólo por su inteligencia
clara y señera, sino que ha de ejercer su elevada calidad docente
y destacarse como adalid de empresas nobles, generosas y
dignas, capaces de llevar dentro y fuera de nuestros Templos el
sello inconfundible de la abnegación y el amor hacia la Patria y
la Humanidad ".
"En el árbol de la Fraternidad, asume el papel de savia
vital que emerge de las profundidades de las raíces de la
tradición esotérica y de los primeros principios; asciende por el
tronco de las estructuras y de la organización para alcanzar la

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vitalización de la actividad creadora, que ha de traducirse en


trabajo emancipador por el cultivo de una conciencia y voluntad
esclarecidas".
"La Maestría - no olvidemos el sentido inconfundible de
su etimología- convierte lo potencial, larvario o germinal, en
actitudes, conductas, en acciones y obras plenas de significación
y contenido. Logra tales resultados porque ella se produce por la
conjunción feliz de la severa selección, el más depurado proceso
de educación y formación que comprende los sectores de cultura
y moral de alto nivel, de bondad, justicia y belleza".
"Esta acción, cumplida mediante una enseñanza
metódica y gradual, ha de realizarla el Maestro con la más
amorosa dedicación, una gestación inteligente y dinámica, una
depuración efectiva y constante, una calificación práctica de
virtudes y una ascensión alcanzada más por méritos y servicios
que por una mera antigüedad o una actitud complaciente y
corrosiva e ingenuo anhelo de formación automática mediante
un estatus dado. Tan sólo así la Maestría será sinónimo de
honesta selección. será obedecida por sus cualidades éticas, su
deseo de asistencia y su entrega, constante y plena, a la
perfección propia y del conjunto social".
"En la "Pirámide Esotérica" la Maestría es la cúspide, el
estado cimero, el galardón ganado con rectitud. Este, su carácter,
la acredita como representante genuina y verdadera, de la
Francmasonería".
"Nuestra Institución difiere esencial y, visiblemente de
cualquiera otra, pues la singularizan sus rasgos iniciáticos, su
historia secular sin mácula; su organización y métodos; sus
comprobados beneficios a la Humanidad; su filosofía y doctrina;
su ejemplar y perenne fraternidad; su llameante pasión por el
humanismo trascendente y veraz y su inextinguible amor por la
Libertad, la Democracia áurea, por el imperio de la Justicia y por

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la difusión de la Cultura, de la Paz y del respeto por la dignidad


de los hombres y de los pueblos".
"El prestigio y ascendiente de la Masonería Chilena, el
aprecio y respeto que obtenga del mundo exterior será la
consecuencia de lo que valen y valdrán sus Maestros, puesto que
ellos son y serán el fruto máximo de su ser, de su vida, de su
idiosincrasia".
Un año más tarde, en su Memoria-Mensaje de octubre de
1975 este I.·. H.·., señalaba: "Hemos insistido hasta el cansancio
en la necesidad de una acabada y genuina formación masónica
para nuestros adeptos y hemos sostenido, con enfática y hasta
acongojada persistencia, que el Maestro Masón tiene el
ineludible deber de asumir una actitud que transforme en señera
su acción magistral".
“No es posible olvidar que Maestro es el que guía, dirige,
conduce, educa y en nuestro caso, el Hermano de Tercer Grado
es aquel que ha recibido - junto con la exaltación al Sublime
Grado de Maestro - la apostólica misión docente, misión que ha
de ejercer, primero, consigo mismo, y, en seguida, con los
Aprendices y Compañeros, que han de ver en él y en cada
Hermano Maestro, el ejemplo incitante y vivo de una docencia
activa y fecunda”.
"Las Cámaras del Medio y sus miembros, han de tener
clara conciencia de la responsabilidad magistral que les
incumbe, y no deben olvidar que cada Tenida es un medio o
recurso del más preciado y trascendente valor educativo. Por
ello, es necesario reaccionar ante el funesto hábito de
circunscribir o limitar las Tenidas a meros instantes de
tramitación administrativa”.
“Al contrario, cada Tenida que celebre la Cámara del
Medio ha de ser una oportunidad insoslayable de enseñanza
iniciática y de intenso aprendizaje al servicio de una Maestría

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cada vez más eficiente y proficua en sus tareas esenciales,


preñadas de futuras cosechas y fraternales glorias".
"Los males que aquejan a nuestra Orden, no tienen otro
origen que no sea la inadecuada y deficiente formación iniciálica
de las tres Columnas. Me atrevería a señalar, sin embargo, que,
fundamentalmente, es la Crisis de la Maestría por una
insuficiente formación, derivada del desgano y, del desinterés
por cumplir, con preparación, honestidad y entusiasmo, los
planes y programas de docencia masónica”.
“Con desconocimiento e irresponsabilidad que abisman,
hemos escuchado muchas veces, la opinión irreflexiva de que
sería conveniente que la Gran Logia no se preocupara tanto de
los aspectos esotéricos, simbólicos y ritualísticos, sino que
centrara su interés y su acción en el adoctrinamiento de los
Hermanos, en problemas que bullen y agitan el mundo exterior.
Olvidan, los que así piensan, que, para el estudio y la solución
inmediata y mediata, parcial o total de los problemas del mundo
profano, hay mil medios o procedimientos que las Ciencias, la
Técnica y la Filosofía ofrece a discreción, y olvidan al mismo
tiempo, que, para saber de masonería, sólo hay una sola Escuela
o instituto docente: la Francmasonería".
Posteriormente, en la Tenida Solsticial de la Gran Logia
efectuada el 26 - 27 de junio de 1976, el Gran Maestro Horacio
González, expresa en "Fundamentos Doctrinarios de nuestra
Actividad Iniciática":
"La Francmasonería Universal sólo adquiere validez y
reciedumbre con su labor dentro de la Logia Simbólica,
mediante el uso del tablero de trazar, que constituye la
autodeterminación del Arte Real con los aspectos simbólicos y
litúrgicos de sus grados que culminan en la MAESTRÍA.
Demuestra su universalidad conceptual en el terreno de la
interpretación esotérica donde cabe toda la gama del

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pensamiento humano. No hay, verdades nuevas fuera de la Logia


Simbólica, pues fuera de ella encontraremos estímulos,
explicación y profundización de lo ya adquirido en el Taller
Simbólico, con el propósito de volver mejor dotados a nuestra
Logia, si efectivamente somos capaces de superar el orgullo, la
vanidad y la codicia".
"Por lo demás, es de toda evidencia que el medio más
importante para alcanzar una formación masónica auténtica, es
aquel insustituible proceso íntimo de Iniciación Interna que
alguien, con toda razón, denominó automaestría, porque están
en la esencia del Iniciado vivir en permanente trance de
autoformación, de evolución, de progreso y mejoramiento moral
y espiritual".
Al término de su mandato espiritual, el Gran Maestro
Horacio González Contesse, nos exhortaba en el Mensaje
consolidado del cuadrienio 1974 - 1978, en algunos párrafos
concerniente al tema: "Aún a riesgo de retener la atención de mis
Ilustres Hermanos más de lo que pareciera conveniente, deseo
señalar la esencia de la masonería Universal. Es ella una escuela
del más alto rango y como Institución formadora y docente, tiene
una misión ineludible que cumplir. Corresponde a ella plasmar
un tipo ideal de Hombre culto, solidario, fraternal, amante del
progreso; luchador incansable tras la conquista de la Paz, la
Justicia, la Libertad y la Dignidad".
"Nuestra Augusta Orden representa un haz de voluntades
y, en consecuencia, la gravitación y prestigio de ella es el
resultado de la calidad moral v cultura iniciática de sus
miembros. La razón de ser de la Orden Masónica reside en la
existencia del hombre y de los valores e ideales que norman la
conducta humana. No permitirá, por tanto, que la conciencia del
hombre sea utilizada como simple instrumento, ni aún a pretexto
de los más generosos motivos, pues, sostiene que el ser humano

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es dueño de su conciencia que no puede ser supeditada a ninguna


entidad".
"Esta actitud de la Orden, que hemos de mantener
invariable a través de los tiempos, constituye una de las bases
fundamentales de su filosofía. Preservar la libertad del hombre
es su primordial tarea, pues, de este modo defiende al individuo
de la esclavitud, del servilismo espiritual y del abandono de la
dignidad. La Francmasonería aspira a que cada ser humano
adquiera una personalidad y reconoce y defiende en él una
conciencia autónoma. En la intimidad del hombre se da su propia
moral, su propia norma, pues es soberano. No olvidemos que el
hombre adquiere todo el rango, dignidad y prestancia sólo
cuando en su corazón, en su mente y en su alma defiende y
conserva un rincón de intimidad, porque allí está su grandeza,
que no es otra cosa que su propia libertad personal”.
“Solamente la conciencia de cada cual puede y debe
decidir respecto de los propios comportamientos, pues, como
sabernos, la moral no es una, no es invariable ni sólida o rígida
como una roca, ya que siempre encierra una zona de
incertidumbre y discrepancias, en la que cada conciencia es juez
y legislador. La Masonería, consecuente con el antidogmatismo
que profesa, exige de sus miembros que sean morales, pero no
les impone una pauta de moral sino que respeta la conciencia
individual y sólo exige que cada cual proceda de acuerdo con su
conciencia. El todo masónico nos inspira hacia una alta
conciencia moral".
"La Orden Masónica, como Institución Iniciática. es
rigurosamente selectiva, lo que nos está señalando que en ella
han de prevalecer la calidad acrisolada de sus miembros y la
lealtad, fidelidad y acatamiento de éstos a los grandes Principios
guiadores que la regulan. Deseamos que el masón, bajo el influjo
de una adecuada docencia se transforme en un auténtico obrero

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de paz, portador de un mensaje de fraternidad, de justicia y de


amor hacia sus semejantes".
"Es de todos conocido el esfuerzo que hemos
desarrollado para llevar la docencia como actividad sistemática
al Grado de Maestro y todos, seguramente, comparten nuestra
opinión de que hemos alcanzado bastante, aunque no lo
suficiente, pues aún queda mucho por hacer. Es que la Maestría
constituye la culminación del proceso formativo y la plenitud
masónica, expresada como plenitud de derechos y plenitud de
deberes. Corresponde al Maestro velar por la conservación de la
Orden y por el mantenimiento de la disciplina en los trabajos.
Quienes han alcanzado la Maestría tienen el deber y la
responsabilidad de enseñar y educar, pues solamente es Maestro
el que enseña, instruye o educa por su sola presencia, por su
ejemplo y probidad inobjetable".

La soberanía del Maestro y de la Sublime Cámara del Medio

Uno de los motivos que me impulsó a realizar la


recopilación de las citas y antecedentes que abonan la Tesis
sustentada en este trabajo, fija la lectura de las expresiones
vertidas por el Gran Maestro René García V. en su quinto y
último Mensaje del año 1974, con ocasión de la entrega del
mallete Rector de la Orden, a su sucesor, y que transcribo a
continuación:

"Dentro del Territorio de la República, la Gran Logia de


Chile es la Autoridad Suprema para el gobierno y conducción de
los grados azules, simbólicos y universales de la
Francmasonería. Ejerce este poder con plena independencia y
soberanía, sin compartir ninguno de sus deberes y atribuciones
con cualquier otro organismo. Además de su derecho de

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territorialidad geográfica, asume el derecho de territorialidad


docente y espiritual para la formación integral de sus recursos
humanos”.
“Estos principios tradicionales de nuestra Ley, son
distintivos del lenguaje masónico. Cuesta explicarse por qué no
siempre ha encontrado la correcta traducción en la mente de
nuestros hermanos, el contenido universal e integral de su
enseñanza”.
“Con tal sentido, debe ser interpretado la totalidad del
texto del nuevo Tratado de Paz y Amistad, recientemente
suscrito con el Supremo Consejo del Grado XXXIII y último del
Rito Escocés Antiguo y Aceptado que sólo modifica el anterior
en cuanto a una mayor pureza del lenguaje iniciático, una mejor
demostración de la buena fe que debe existir entre hermanos y
la rectitud de las líneas del trazado del Maestro”.
“Legitimidad, autonomía, independencia y soberanía, en
materias de administración y de gobierno, significan para la
Gran Logia de Chile el cumplimiento de la libertad del Maestro
en su Cámara del Medio, el anhelo ético de su propia formación
y el reconocimiento de su potestad docente y espiritual”.
“El ternario constitutivo de la Francmasonería Simbólica
es inclusivo para considerar los ritos cono sistemas de enseñanza
pero en lo que a ella se refiere, levanta como moral de aspiración
la retrogradación magisterial, la soberanía del Maestro, la
inviolabilidad e intangibilidad de la Cámara del medio y la
leyenda de Hiram como trasunto de la iniciación simbólica. En
suma, la exaltación por sí mismo al grado de Maestro y el
proceso iniciático de la propia Maestría".
"Afirman los ortodoxos puros que la Francmasonería es
un símbolo a cuya realización debemos aspirar. Dentro de los
límites de este supremo anhelo cabe decir, con honradez y
humildad, que nuestra Cámara del Medio es el cenáculo en el

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que no hemos logrado completar el ceremonial y enderezar a


HIRAM con los cinco puntos de apoyo de la Maestría”.
“Desde hace años vengo hablando de una Crisis de la
Maestría, indispensable de conjurar. Necesitamos convencer a
los escépticos que ella existe. aunque nos duela reconocerlo. No
creo que sea necesario volver en detalle sobre la multiplicidad
de sus síntomas: defectuosa formación del Compañero;
exaltación rutinaria a la Maestría; ausencia de enseñanza del
Grado; falsa idea de haber alcanzado una meta; vanidad
magistral; ausencia de preparación y vocación para ejercer el
magisterio: atrofia del Maestro en la Cámara del Medio y falta
de aprovechamiento de otras adquisiciones iniciáticas”.
“He usado de cualquier tribuna, dentro y fuera de nuestra
Obediencia, para hacer presente este problema". "Dicen nuestros
más sabios Instructores - a cuya ilustración masónica me acojo
con recogimiento - que la retrogradación como marcha a la
inversa, obliga al Compañero, juzgado como digno de la
Suprema Iniciación, a volver sobre sus pasos, partiendo de la
Estrella Radiante, para simbolizar lo simbolizado; dar a las
marchas que antes cumplió, su real significación; estilizar aún
más el uso de las herramientas con la ayuda del espíritu; alcanzar
su propio conocimiento, dominio y ennoblecimiento; ser
Maestro de sí mismo y mirar sólo como medios coadyuvantes,
más nunca como fines, los grados, los ritos, las tendencias y los
sistemas que le conduzcan a la sublime aspiración de la
Automaestría".
“Es preciso también que el futuro Maestro, y por
consiguiente los que ya lo son, aprendan a mandar, manejando
el Mazo que golpea el Cincel. Repitamos con Oswaldo Wirth:
"'toda Maestría comienza por sí; ser su propio Maestro abre la
vía a todas las Soberanías".

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"En más de una ocasión se me ha criticado mi excesivo


apego al "esoterismo". Es verdad que lo he cultivado con
esmero. Nunca para encerrarlo en una Castalia egoísta y
prescindente. Es posible que en esta despedida haya exagerado
un tanto la fundamentación iniciática. Ojalá las ideas que a
continuación expreso sirvan de alguna ayuda”.
“Nuestro mundo exterior está enfermo. También lo está
nuestra Orden, en lo que se refiere a sus hijos. La doctrina está
en pie y nunca ha sido más necesaria. Necesitamos volver a ella.
Está intacta, pero guardada en el fondo del sarcófago de Hiram.
Ni antes, ni después, la hemos sabido usar. Antes y después
hemos salido al mundo profano en busca del pájaro azul y no
hemos sido capaces de advertirlo en nuestra propia casa.
Seguimos preocupados de los problemas contingentes y sus
soluciones. Pero nada hacemos por aprovechar nuestra
enseñanza, por ignorancia, Por desdoblamiento, por acciones
indebidas o por omisiones incalificables”.
“Insisto en aconsejar el repliegue iniciático, en ninguna
forma para escondernos, sino que para prepararnos a usar de
nuestra sabiduría vigente, presente y actual en favor de nuestra
Patria y de la Humanidad. Regresemos a la Cámara del Medio
para estudiar, para deliberar, para ver manera de hacer una
realidad de nuestro tradicional humanismo".
En el “Libro del Maestro”, Oswald Wirth, al referirse a
"La Soberanía de los Maestros" dice lo siguiente: "En Masonería
ninguna actividad es superior a la del Maestro. Por sobre el
Maestro no hay nada. El que dirige los trabajos no es superior en
nada a los otros Maestros y les debe cuenta del desempeño de su
función. El mismo Gran Maestro no es sino un delegado de los
Maestros y es en nombre de ellos y bajo su control que el
gobierna una Federación de Logias”.

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“Un gobierno masónico no posee, por otra parte, ningún


poder por sí mismo. Él es el ejecutor puro y simple de la voluntad
de sus comitentes y su papel se limita a la gestión de los intereses
colectivos. Pero las logias no tienen que recibir ninguna
impulsión de una administración común. Si éstas sintieran la
necesidad de ser dirigidas, no serían todavía sino embriones de
Logias, Talleres que no saben trabajar por sí mismos, de ahí la
necesidad de ser dirigidas y mantenerlas bajo tutela”.
“No sucederá nunca eso en una verdadera Logia, que
gobiernen Maestros animados por el espíritu de Hiram, porque
el trabajo no faltará nunca allí y alcanzará todos los frutos que
hay el derecho de esperar, por sobre toda estimulación exterior".
“Por último, me ha parecido elocuente, un artículo
aparecido en la Revista Masónica Nº1-2 del año 1978, que no he
resistido copiarlo "in extenso".

Conclusiones

Me ha parecido necesario citar, nuevamente. a nuestro


estudioso Hermano Eduardo Phillips Müller, fundador de la
Respetable Logia "Pentalpha" y su primer Venerable Maestro,
que en su Trazado titulado. Los Nuevos "Masones Aceptados"
nos comentaba:
"La más antigua definición que se conoce, como lo
hemos dicho otras veces, describe a la Francmasonería como "un
peculiar sistema de Moral, velado por alegorías e ilustrado por
símbolos".
“Explicada en términos más explícitos, ella nos dice que
la Orden consiste en una Doctrina cuyo conocimiento está sólo
al alcance de los Iniciados, es decir, de aquellos que conocen el
lenguaje en que está expresada. Sin embargo, nadie puede negar
el hecho de que, cada día, abundan más en la Francmasonería los

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Iniciados que no sólo no conocen este lenguaje, sino que no


muestran ningún interés por conocerlo, y hasta lo consideran
como una de las añejeces de nuestra Orden”.
“Ha aparecido, así, una nueva clase de "masones
aceptados", con la diferencia que los que antiguamente fueron
"aceptados" como masones, sin pertenecer al oficio,
reivindicaron para la Orden una Tradición Iniciática ya casi
desaparecida: en cambio, estos, por simple y puro
desconocimiento, trabajan, inconscientemente, para que
desaparezca por completo".
Asimismo, citamos nuevamente al Hermano Oswald
Wirth, que en la página 83 de su "Libro del Maestro", nos señala
textualmente: "Ninguna enseñanza iniciática es posible si los
símbolos sobre los cuales enseña no existen”.
“Racionalizada, según el gusto de los antisimbolistas, la
Francmasonería no sería sino una escuela en la que los Alumnos
que no saben leer hubieran decretado la supresión del Alfabeto”.
“Pero la estrechez del corazón es peor aún que la de la
inteligencia. La Masonería enseña a los hombres a amarse a
pesar de todo lo que los divide. Debemos elevarnos por encima
de las divisiones para comulgar entre nosotros por el efecto de
esta mutua tolerancia. sin la cual no hay Francmasonería. ¿Qué
pensar, después de lo dicho, de esos pretendidos Masones que,
creyéndose ellos solos en posesión de la Verdad Masónica,
toman odio a cualquiera que no piense como ellos?”
“Como si se proclamasen infalibles en sus opiniones,
estos pontífices las erigen en dogmas y fulminan incesantes
excomuniones contra los "heréticos" opuestos a su manera de
ver. Ellos tienden a desorganizar la Masonería, a estrecharla a
las dimensiones de una iglesia restringida, mientras que la Logia
debe extenderse de Oriente a Occidente y de Sur a Norte, para

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expresar hasta que punto se impone la universalidad a nuestra


Institución esencialmente anti sectaria”.
“Así, infiltrándose entre nosotros, bajo cualquier disfraz
que sea, el espíritu del sectarismo reduce a polvo los cimientos
de nuestra Fraternidad Universal".
"Desprende las piedras del Edificio pretendiendo volver
a tallarlas más exactamente. Es, pues, con la Escuadra de su
concepción particular de lo justo, que los intolerantes, los
sectarios y los fanáticos golpean en el corazón al Maestro
Hiram".
Para desarrollar este trabajo de investigación, me he
limitado a consultar y transcribir, literalmente, las opiniones,
declaraciones, testimonios y aseveraciones, formuladas y
sostenidas por distintas autoridades y tratadistas masónicos,
quienes al referirse al tema en cuestión, con gran erudición y
extraordinario poder de síntesis, han resumido todo lo que, a mi
modesto juicio, le corresponde saber y conocer al Maestro
Masón en su formación iniciática y para poder darse cuenta, al
mismo tiempo, de la importancia que tiene su labor docente y
acción masónica proyectada al medio en que vive y convive
Proyección que es avalada por el Gran Maestro Horacio
González Contesse en su Mensaje Anual pronunciado en la
Tenida de Gran Logia de fecha 21 de Junio de 1975:
"La Francmasonería sabe que no es posible concebir una
Sociedad justa, si no finca su interés y su acción en la formación
de recias individualidades, libres, cultas, honestas y dignas. Si
es verdad que la sociedad profana forma al Hombre, también lo
es que el Hombre forma y transforma a la Sociedad en que vive.
Es en este proceso de interacción y de mutuas influencias, donde
se va haciendo la vida del Hombre en sí mismo y en relación con
los demás".

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Por lo tanto, esta recopilación de antecedentes que tiende


a reafirmar la tesis que "el Grado de Maestro es la Culminación
del Proceso Iniciático", carece de toda originalidad y el único
mérito que puede tener, si es que lo tiene, es el de evitarles
pérdida de tiempo y de esfuerzo a los Venerables Hermanos
Maestros que no disponen de lo primero y quieren ahorrarse lo
segundo.
Si alguna situación anómala ocurre en algunos Talleres
de la Obediencia, por la equivocada participación de algunos
Hermanos Capitulares, no es culpa de éstos, sino que es de la
responsabilidad única y exclusiva de los Maestros Masones y de
su respectiva Cámara del Medio, que no ha sabido cautelar,
valorar y enaltecer el Sublime Grado de Maestro para darle la
dignidad, la importancia y la jerarquía que le corresponde por
ser el Pináculo del Templo Inmaterial elevado por la
Francmasonería Simbólica Universal en beneficio de la
Humanidad.
Por tratarse de un tema de suyo delicado y de distinto
enfoque en el seno de nuestra Augusta Institución, me he
limitado, solamente, a citar y reproducir diferentes testimonios
de reconocidas y versadas autoridades masónicas, en su mayoría
nacionales, porque considero que es un problema que le interesa
y atañe a la Masonería Chilena buscar la manera de resolver.
Por esto mismo, he tratado de evitar, en lo posible, de
emitir juicios personales sobre tan delicado asunto que gravita
tácitamente en el quehacer íntimo de nuestras Logias, por no ser
una autoridad en la materia y con el fin de evitar refutaciones o
malas interpretaciones.
Con este acopio de opiniones y expresiones vertidas por
tan Ilustres Masones, espero poder convencer a mis Queridos
Hermanos Maestros, de la suma importancia que reviste el
Sublime Grado de Maestro que ostentan, en su formación

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iniciática, y de la ninguna que significa el hecho de no ser


seleccionados por sus pares del Tercer Grado, para ingresar al
Escocesismo.
Los Maestros Masones que no aceptan la situación de
permanecer en su Tercer Grado, sin ser promovidos, "sin
ascender", a los grados superiores del Escocesismo y se alejan
de la Orden por este único motivo, no merecen que se les
considere como tales.
Quienes piensan de esta manera, doloroso es decirlo,
están mal ubicados, equivocaron el camino, y hacen bien en
retornar al Mundo Profano del que, en realidad, nunca debieron
haber salido.

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Estudios históricos

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El Origen del Tercer Grado y su


introducción en la Masonería Simbólica

La Gran Logia de Chile, ha publicado dos interesantes y


didácticos "Cuadernos Simbólicos" sobre este tema. El año
1982, publicó uno cuyo autor es el Dr. August Pauls, Soberano
Gran Comendador del Supremo Consejo de Alemania, con el
título de "Nacimiento, desarrollo y significado del Grado de
Maestro” y el segundo, el año 1976, que tiene por autor al Conde
Eugenio Goblet D'Alviella. Soberano Gran Comendador del
Supremo Consejo de Bélgica, y cuyo título es "El origen del
Grado de Maestro”.
En estos dos "Cuadernos Simbólicos" se hace acopio de
antecedentes, documentos, y conclusiones de prestigiosos
escritores e investigadores del mundo masónico, tendientes a
establecer los orígenes del Tercer Grado y su incorporación en
la Masonería Simbólica.
Es así como, en el primero de ellos, entre otros
argumentos, se afirma: "La pregunta sobre la formación y
aparición del Grado de Maestro y la Leyenda de Hiram, se
contesta, con una probabilidad rayana en la certeza, que las
antiguas logias operativas de Inglaterra no conocían ni el grado
de Maestro ni la Leyenda de Hiram Abif".
Pero esto no puede llevar a la confusión de que no se
conociera la Palabra del Maestro en estas logias operativas,
puesto que, desde fines del siglo XVI, aproximadamente, ésta
era "Mahabyn", según el Dr. August Pauls; pero según el Conde
Eugenio Goblet, ésta era "Maughbin", interpretando el
Catecismo del Manuscrito de Sloane Nº 3329 del año 1700, pero

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también podía ser "Matshipin”, según el Catecismo del


Manuscrito del Trinity College de Dublín, del año 1711.
Sin embargo, se hace evidente la imposibilidad de
pretender basarse en la existencia de la palabra del Maestro, para
llegar a la conclusión de la existencia del Tercer Grado, en esos
tiempos.
En el "Cuaderno Simbólico" Nº2, entre otros
antecedentes, se expone: "No puede discutirse que se debe a los
masones especulativos, la introducción, seguramente gradual, de
la Leyenda de Hiram".
“La Francmasonería especulativa puso desde sus
comienzos, en lugar secundario, las viejas tradiciones de la
Masonería Operativa de Inglaterra y Escocia, relativas al Arca
de Noé; a la Torre de Babel; a Lamech; a Nemrod; Hermes;
Euclides; extrayendo de la construcción del Templo de
Salomón, todo su Simbolismo.
Fue en la segunda edición de 1738 de las Constituciones
de Anderson, donde apareció el pasaje que faltaba en la primera
edición del año 1723, que dice: "Después de la colocación de la
piedra cumbre que fuera celebrada por la Fraternidad, su alegría
fue bien pronto interrumpida por la muerte de su querido
Maestro Hiram Abif, al que enterraron en la logia, cerca del
Templo, siguiendo la antigua costumbre".
En realidad, ha quedado establecido ya, que el Tercer
Grado no fue obra premeditada de la Gran Logia de Londres,
sino que se introdujo primero en una o varias logias
independientes, propagándose gradualmente a los demás
Talleres de la Obediencia. Pero, para acercarnos un poco más al
esclarecimiento de este asunto que nos preocupa, me ha parecido
pertinente destacar las investigaciones realizadas por dos
distinguidos y estudiosos mejores chilenos, miembros
fundadores de la Respetable Logia "Pentalpha".

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Me refiero, en primer término, al Q.·.H.·. Eduardo


Phillips Müller, que plantea una original y atrevida tesis sobre el
posible origen islámico de la Leyenda de Hiram Abif, en un serio
y documentado estudio que resume y condensa todo lo que se ha
escrito y conjeturado sobre este enigma masónico.
En el pasaje que se refiere a la leyenda del Imam
Mesiánico, escribe lo siguiente: "El instinto de conservación no
sólo pone a salvo nuestra existencia física. Mucho más
permanente y trascendental es la acción que ejerce sobra nuestro
mecanismo psíquico, para poner a salvo, ilusoriamente, por
cierto, nuestra propia existencia anímica a los valores
espirituales que con ella se identifican".
"Merced a tal mecanismo es que, frente a la certidumbre
de la muerte, aflora como lenitivo, la convicción de una vida
eterna, que vence a la muerte, o que, frente al fracaso o al ideal
frustrados, nos alienta con la esperanza de verlo cumplido en un
lejano e indeterminado futuro. Los grandes movimientos
religiosos que han agitado a los pueblos orientales,
espiritualmente más densos que los de Occidente, han
desembocado y fijado su última razón de ser, justamente, en esa
conversión del fracaso en esperanza”.
"En el caso del propio cristianismo, tributario, desde el
punto de vista religioso, del Medio Oriente semítico. Cristo ha
de volver a cumplir su misión redentora en la consumación de
los siglos..."
Por su parte, el Q.·.H.·. Carlos Gayán Salinas, en un
trabajo de investigación aparecido en el Cuadernillo Nº 43 de
"Pentalpha", bajo el nombre de "Comienzo del Grado de
Maestro en la Masonería inglesa" dice: "Entre, las logias que no
reconocieron a la Gran Logia de Londres, cuando se fundó,
figura también una agrupación formada por místicos que eran
masones, que tenía por nombre, "Philo Musicae et Architecturae

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Societas”, que a pesar de haber tenido una vida muy


efímera - entre el 18 de Febrero de 1724, en que nació, hasta el
23 de Marzo de 1727, en que desapareció sin causa conocida - no
puede omitirse su importancia en la historia del Tercer Grado,
por cuanto aumentó de Salario a algunos de sus miembros y
exaltó a Maestro a uno de ellos, el 12 de Mayo de 1725, según
consta en la copia del original que se encuentra en nuestro
Museo Masónico, en una fecha en que la Masonería Oficial, es
decir, la Gran Logia de Londres, tenía solamente dos grados: el
de Aprendiz y el de Compañero".
Según el eminente masón Albert Pike, con cuya opinión
coincide el destacado masón alemán J.G. Findel, "la antigua
masonería operativa tenía solamente un grado, el de Compañero.
El grado de Maestro apareció a fines del siglo XVII, si es que
era un grado y no una mera investidura de la Cofradía".
El acontecimiento señalado por el V.·.H.·. Carlos Gayán
es muy importante, porque estaría indicando que la Primera
Exaltación al Grado de Maestro en Inglaterra, cuna de la
Masonería, no se hizo dentro de su férula, sino que fuera de ella.
No se realizó en una logia regular, como decimos ahora, sino
que en una logia independiente formada por masones amantes
de la música. En cuanto al Grado de Maestro otorgado en forma
regular en Inglaterra, la información de mayor antigüedad
conocida, data del 25 de mayo de 1726, según las Actas de la
Logia "Dumbarton Kilwinning".
Sin embargo, aunque estas fechas están avaladas por
documentos, no significan en forma concluyente que
correspondan a las fechas en que se introdujo el Grado de
Maestro en la Masonería Inglesa. Pudo ser antes, pero no se han
encontrado pruebas que así lo acrediten y paulatinamente se ha
ido generalizando su aceptación, hasta que, en la Segunda
Constitución de Anderson, publicada el año 1738, se le otorga

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un reconocimiento explícito.
Antes de finalizar esta escueta información, me ha
parecido necesario aclarar una difundida versión, que muchos
autores han venido repitiendo, que atribuye al anticuario Elías
Ashmole la creación del Tercer Grado de Maestro y la leyenda
de Hiram. Para conseguirlo, me limitaré a reproducir la
autorizada opinión de Bernard E. Jones, que aparece en la página
111, de su Obra "Guía y Compendio de la Francmasonería",
publicada por "Pentalpha": "Se suscita la interrogante de que
Elías Ashmole, alquimista y anticuario, haya sido capaz, ya sea
como masón o como rosacruz, de inventar un sistema o Ritual
masónico, como es el Grado de Maestro y la leyenda de Hiram,
para incorporarlo en la masonería inglesa”.
“En el manuscrito de su Diario, que se encuentra en la
Biblioteca Bodleian de Oxford, sólo hay constancia de su
incorporación o "aceptación" en la Masonería en el año 1646, en
una logia de Warrington en Lancashire y, posteriormente, el año
1682, una invitación que recibió para asistir a la "aceptación" de
su amigo William Wilson en la Casa masónica de Londres. La
Omisión de toda referencia a la Masonería en el diario
manuscrito de Ashmole, durante estos 36 años que median entre
1646 y 1682, sugiera que no habría tenido nada que ver con
nuestra Institución, en ese período, o bien, que la Orden
Masónica significaba muy poco para él".
Como hemos podido ver, el origen cierto del Tercer
Grado y su incorporación en la Masonería, es un tema que, hasta
la fecha carece de verdadera resolución. Se ha especulado
mucho acerca de ello y existen varios tratadistas masónicos que
han intentado clarificarlo, dando una profusión de antecedentes
que parecen tener cierta verosimilitud, pero que no han podido
ser confirmados fehacientemente, hasta ahora.

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El Compagnonnage y la Masonería

Las primeras informaciones que se tienen de la


Masonería viajera o migratoria, como también se la llama,
proviene de los tiempos del Imperio Romano, cuando grupos de
masones acompañaban a las legiones romanas en su avance
invasor a través de Europa y del Medio Oriente.
Los diferentes oficios en Roma estaban organizados en
Collegia y a la corporación formada por canteros, albañiles y
picapedreros, se les llamaba Collegia Fabrorum.
Posteriormente, durante la Edad Media, tomaron el nombre de
Guildas, en Inglaterra, Francia, Italia y Alemania.
Después de la caída del Imperio Romano y a medida que
se conformaban estos países en sus respectivas futuras fronteras
y nacionalidades, estas guildas fueron quedando bajo la tutela de
los Papas, primero, y después, de los caballeros feudales y por
último, de los reyes, quienes les concedían privilegios
particulares, tanto colectivos como individuales. Se les
denominaba "jurandes".
Bernard E. Jones, en su obra "Guía y Compendio de la
Francmasonería" señala que "puede sorprender a los hermanos
estudiosos, que no se encuentren referencias a las corporaciones
itinerantes en los escritos anteriores al siglo XVII y que Aubrey
relata en su "Historia Natural de Witshire" escrita entre 1680 y
1690, que en la época de Enrique III, el Papa dictó una Bula o
Diploma para una Compañía de Arquitectos italianos que
viajaban construyendo iglesias y catedrales por toda Europa.
Estos grupos, altamente organizados y expertos calificados,
poseían conocimientos esotéricos y formas de reconocimiento
secretos".

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En Italia, la tradición de los masones itinerantes toma una


dimensión especial, con la historia de los "Comacinos". Se
supone que los comacinos tomaron su nombre de un pueblo de
Lombardía llamado Como, al lado del lago del mismo nombre.
Formaban una Asociación o Fraternidad que pretendía el
monopolio de las construcciones de toda la cristiandad, con la
autorización del Papa.
La leyenda de los comacinos ha sido investigada por
distintos críticos históricos y mientras algunos afirman que
tomaron el nombre de su ciudad de origen, al lado del lago
Como, otros aseguran que esto no puede ser, porque un habitante
de Como es un comensis o comanus y que ese nombre
corresponde a la Orden de los Maestros Comacinos (Magistri
Comacini).
Douglas Knoop, por su parte, asevera que ningún
documento ha permitido establecer la existencia de esta
fraternidad migratoria y que todo parece ser un error
etimológico; por comacinus probablemente se entendía:
"compañero masón" y por "comanachus" compañero monje",
sin referirse a la ciudad de Como.
El masón medieval fue seguramente en alguna ocasión
un trabajador migratorio, ya que cuando no había trabajo en su
distrito tenía que salir a buscarlo a otros lugares. Debemos
agregar, que el llegar a ser un masón itinerante, le permitía
adquirir mayores conocimientos sobre su oficio que si
permanecía enclaustrado en su suelo natal.
Un escritor masónico, Edward Corder, hace referencias
a estas migraciones y sostiene que los trabajadores, de distintos
oficios, tenían toques y palabras de pase para facilitar su
transferencia de un maestro a otro y en particular, a aquellos
masones que estaban fuera de su guilda, se les confiaban
palabras de pase y signos secretos para asegurarles empleo en

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cualquier agrupación de masones que encontraran en su


peregrinaje.
Resumiendo, para llegar al Compagnonnage, que es
típicamente francés, nos hemos referido primero a los Collegia
o colegios romanos, después a las guildas que posteriormente se
llamaron escuelas y en la Edad Media recibieron el nombre de
Caridades o Fraternidades.
Las relaciones entre el compagnonnage y la masonería
operativa, ha dado origen a distintas opiniones fundamentadas
en documentos encontrados y que son interpretados de distinta
manera por los autores que los han estudiado.
Por ejemplo, Batham, dice que el compagnonnage sólo
se conoció en el siglo XVI y que no hay vestigios de su
existencia antes de esa fecha, Mariel, por su parte, señala que
hay constancia que a partir del año 1360, en Rouen y entre 1438
y 1445, en Dijón, se mencionan "obreros pasantes" que pueden
haber pertenecido al compagnonnage y que no debe extrañarnos
el hecho de no haber encontrado documentos más antiguos
porque su enseñanza era básicamente oral y porque, además,
acostumbraban a quemar solemnemente sus documentos, una
vez al año, para evitar que cayeran en manos extrañas.
En Francia, nacieron estas asociaciones de masones
trotamundos, restos de antiguas sociedades secretas y esotéricas
que presentaban cierta similitud con las masónicas. Los
compañeros (compagnone), que las constituían, aseguraban
descender - según sus respectivas leyendas de origen - unos, del
rey Salomón, otros del Maitre Jacques (maestro Jacobo) y otros,
del Pére Soubise (Padre Soubise). Cada grupo tenía su Rito
propio y sus particulares deberes (Devoires).
Los que seguían la ortodoxia Salomónica se llamaban
Compañeros del Deber de Libertad o Compañeros Extranjeros.

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Los seguidores del Maestro Jacobo, se llamaban


compañeros "paseantes" y “compañeros devorantes".
Los primeros se distinguían por llevar un bastón
adornado con lazos y cintas multicolores y floridas en el
sombrero. Se llamaban entre sí "coterie".
Los segundos, los "devorantes", también hijos del
Maestro Jacobo, se adornaban con cintas o lazos, el pecho y con
escarapelas el bastón, llamándose entre sí "Pays".
En cuanto a los hijos del Padre Soubise, se denominaban
"Boudrilles" (buenos compañeros) y se dividían en compañeros
y zorros. Altos bastones y cintas o lazos verdes, blancos, rojos y
azules en torno de la copa del sombrero, eran sus adornos
distintivos.
Los tres grupos tenían, como ya lo dijimos, ciertos
Deberes (devoires) por los cuales se regían y se reconocían. Para
su ingreso, tenían que cumplir tres etapas: Afiliado, Compañero
y Compañero Fini. Algunos las denominaban: Adopción,
Recepción y Finition, o bien Afiliado, Aceptado y Terminado.
A esta última etapa se le llamó más tarde "Iniciado". La
preparación que se les entregaba, era no sólo profesional, sino
que también moral.
Una Suborden del "Devoir" de los "paseantes", famosa
en Francia y que sobrevive hasta ahora, la conformaron los
Compañeros de la Vuelta de Francia (Le Tour de France), a la
que se han referido numerosos autores, entre ellos Lamartine, en
su libro "El Picapedrero de Saint-Point” y la escritora Jorge Sand
(Aurora Dupin), en su obra "El Compañero de la Vuelta de
Francia".
¿Cuál fue la importancia del compagnonnage, para
dedicarle nuestra atención? ¿Cuáles eran los fines que
perseguían estas asociaciones tan singulares?

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Probablemente datan de las Cruzadas y de las


construcciones de las catedrales góticas, en que se formaron
asociaciones gremiales de protección mutua, encubiertas en el
misterio, no sólo para resguardar los secretos del Arte, sino que
también para defenderse de los atropellos y abusos de los
Señores.

Durante más de seis siglos ha sido el primer defensor del


movimiento obrero. Ha practicado el mutualismo antes que se
estableciera la mutualidad; ha sido sindicalista, antes que se
organizaran los sindicatos; ha practicado el cooperativismo
antes que se formaran las cooperativas y se ha preocupado de la
seguridad social de sus adeptos, antes que se dictaran las leyes
que legislarían en favor de la seguridad social de los
trabajadores.

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La primera Bula Masónica

Para muchos masones este es un asunto extemporáneo,


anacrónico, obsoleto, ya superado por la historia. ¿Lo es también
para la Iglesia Católica Romana? Es lo que pretendemos
averiguar y comprobar a través de este trabajo.
Desde la fundación de la Gran Logia de Londres, el año
1717, la masonería especulativa se extendió primero a toda
Inglaterra y después a Francia, Italia, España, Alemania,
Holanda, hasta llegar a Rusia, gracias al ingreso de espíritus
selectos que vieron en la discreta organización y seriedad de la
Orden, un ambiente propicio para hacer prosperar sus ideales
libertarios. Ahora ya no se edificarían templos, ni monasterios,
ni tantas otras obras imponentes, que por siglo han deslumbrado
a la Humanidad.
Los masones se consagrarán a trabajar en la construcción
de un grandioso edificio Moral destinado a aumentar el bienestar
espiritual, intelectual y social de todo el género humano. Así
también vemos que apenas la Francmasonería moderna se
presenta a la luz del día, estalla cruel persecución en su contra.
Los Poderes Civiles sin siquiera conocer su doctrina, la
perseguían de manera instintiva, y como necesitaban un pretexto
para proscribirla cono "criminal", lo encontraron en un artículo
literario que publicó un periódico de Amsterdam por el que los
Estados Generales de Holanda se asustaron y prohibieron que
las logias se siguieran reuniendo (año 1735) al mismo tiempo
que el clero fulminaba sus iras y encono contra la Orden
Masónica que había acogido en su seno a destacados adeptos de
reconocido prestigio en la política, las artes, las letras y las cien-
cias, quienes al apartarse del dogmatismo religioso imperante,

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criticaban y combatían la acción retardaría de los personeros de


la Iglesia Católica.
La bula In Eminenti Apostolatus Specula

Fue en este ambiente de persecución en el que se gestó


la primera Bula antimasónica dictada por el Papa Florentino
Clemente XII, cuyo nombre era Lorenzo Corsini y que realizó
diversas obras públicas en Roma, como la famosa Fontana de
Trevi. Clemente XII (1730 – 1740,) en su Bula antimasónica “In
Eminenti Apostolatus Specula”, emitida el 28 de abril de 1738,
a sólo veinte años de fundada oficialmente la Orden Masónica,
condenó y prohibió para siempre a las sociedades masónicas
como "perniciosas para la seguridad de los Estados y la
salvación de las Almas", fulminando contra ellas la excomunión
mayor y ordenando a los obispos que procediesen contra sus
adeptos como sí se tratase de verdaderos herejes, "enemigos de
la seguridad pública, pues corrompen los corazones de hombres
sencillos y los traspasan con dardos envenenados".
En su condenación a la Masonería, esta primera Bula
antimasónica dice: "Tal es la naturaleza del crimen que se
traiciona a sí mismo y que los propios esfuerzos que se hacen
para ocultar lo hacen notar mejor. Así las sociedades dichas han
despertado tan fuertes sospechas en el espíritu de los fieles, que
afiliarse a ellas es, a los ojos de las personas sensatas y honradas,
mancharse con el signo de una completa perversión. Y en efecto,
si esos hombres no hiciesen el Mal, ¿tendrían tan grande horror
a la luz?"
"Después de haber reflexionado con madurez y de haber
adquirido en este punto una completa certeza, añade el Papa
hemos decidido, por justos y razonables motivos, por nos co-
nocidos, condenar y prohibir las dichas sociedades, reuniones y

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asociaciones constituidas con el nombre de Francmasonería o


con cualquier otra denominación".
Esta contradicción, por decir lo menos, que existe entre
los cargos que se hacen a la Orden, puesto que emite una grave
condena contra los que guardan secretos, sin especificar
contenidos, y en seguida oculta sus propios motivos por los que
lanza esta condena y prohibición, es explicable, porque cuando
emitió esta Bula Clemente XII era un hombre enfermo y ciego y
fue su Secretario de Estado, el cardenal José Firrao, quien se la
hizo firmar y agregar en el Edicto de publicación, para que no
quedase ninguna duda sobre su interpretación, "la condena a
pena de muerte y confiscación de bienes a cualquier persona que
se reuniese con miembros de tan pestilente sociedad,
imponiendo la obligación de delatarlos."
Un Pontífice que está en plena posesión de sus
facultades, jamás se va a contradecir en una segunda frase de lo
que ha dicho en la primera, puesto que estaría pecando de lo
mismo que está condenando, al ocultar los motivos que tiene
para condenar a la Masonería por ocultar su accionar.
Pero, como siempre ocurre, las injustas acusaciones y
medidas represivas, redundaron en provecho de los perseguidos,
hacia los cuales nacieron simpatías de los espíritus más i-
lustrados y selectos de la época, especialmente en Francia, país
en el cual la Bula y el Edicto se consideraron como actos de
agresión, por lo que no fueron considerados y en Irlanda donde
estos documentos motivaron una publicación apologética sobre
la masonería que fue declarada herética por el Tribunal de la
Inquisición de Roma, ordenando quemarla en la Plaza Santa
María por la mano del verdugo. De paso, conviene recordar que
fue el Papa Pablo III quien fundó en la ciudad de Roma, el año
1547, la Congregación del Tribunal de la Inquisición conocida
con el nombre de Tribunal del Santo Oficio.

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Fue sobre esta Bula, redactada de esta manera, sin cargo


específico alguno, que se implantó la más grande excomunión
de la historia, sobre nobles hombres inocentes y que fue la base,
el inicio, de una avalancha de calumnias, odios y vituperios,
como veremos más adelante.
Benedicto XIV (1740–1758,) natural de Bolonia, cuyo
nombre era Próspero Lambertini, ordenó colocar una gran Cruz
en el centro del Coliseo de Roma, declarándolo santo, en
memoria de la sangre cristiana derramada en ese lugar.

Las bulas siguientes

Dictó la segunda Bula antimasónica "Apostolici


Providas" el 18 de mayo de 1751, renovando las penas de
excomunión; condenando el materialismo; el carácter secreto; el
juramento; y las tendencias revolucionarias de la Masonería.
“Entre las causas muy graves - dice - que han inducido a
nuestro predecesor, Clemente XII, a prohibir y a condenar las
dichas sociedades, es la primera: que en esta clase de sociedades
se reúnen hombres de toda religión y de toda secta, lo que puede,
evidentemente, traer los más grandes daños a la pureza de la
religión católica”.
La segunda es el secreto riguroso e impenetrable con que
se oculta todo lo que se hace en estas asambleas, de modo que
se les puede aplicar bien la palabra de Cecilio, referida por
Minucio Félix: “Las cosas buenas aman siempre la publicidad;
los crímenes, en cambio, se cubren con el secreto".
La tercera es el juramento que hacen los miembros de
estas asociaciones de guardar inviolablemente ese secreto, como
si pudiese serles permitido alegar una promesa o un juramento
cualquiera, para rehusar declarar, cuando sean interrogados por

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la autoridad legítima, lo que se hace en esos conventículos contra


el orden establecido, sea religioso o político.
"La cuarta, es que estas sociedades no son menos
contrarias a las leyes civiles que a las leyes canónicas." La
quinta, es que ya en muchos países han sido proscritas por las
leyes de los príncipes seculares". La última, en fin, es que estas
sociedades están en mala reputación ante las personas prudentes
y probas, y que afiliarse en ellas es, a sus ojos, mancharse con la
tacha de perversidad".
La cita que se hace de la frase del apologista del siglo III,
Minucio Félix, se contradice con la Bula de Clemente XII en la
parte que dice: "Y por otras razones, que a Nos son conocidas”.
Nosotros citaremos otra del mismo autor: Doscientos y tantos
años después de la muerte de Jesús, dice Minucio Félix a los
romanos; “vosotros os imagináis que os ocultamos el objeto de
nuestra adoración, porque no tenemos templo ni altares; pero,
¿qué simulacro hemos de construir a Dios si el Hombre es en sí
un simulacro de Dios? ¿Qué templos vamos a construir en su
honor si el mundo entero que es obra suya, no llega a contenerlo?
¿No es preferible que le consagremos un Templo en nuestro
espíritu y en nuestro corazón?".
No deja de extrañar que así como hasta el año 553 todos
los Papas son consagrados Santos, el apologista Minucio Félix,
que tenía estas ideas tan grandiosas y sublime acerca de Dios,
todavía no haya sido canonizado por la Iglesia católica, como
uno más de los miles de santos que venera.
Prosiguiendo cronológicamente, nos corresponde
preocuparnos del Papa Pío VII, quién en una Bula de
excomunión contra Napoleón, en 1809, había acusado ya a las
sectas "conjuradas contra la Silla de Pedro" como las
Instigadoras del usurpador.

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"También fue este Papa el que restableció, el 7 de agosto


de 1814, la Orden Jesuita (Compañía de Jesús) que había sido
fundada por Ignacio de Loyola en 1534 y disuelta por el Papa
Clemente XIV el 21 de Julio de 1773. Fue el mismo que, el 30
de julio de 1816, en una encíclica condenatoria de los
movimientos de emancipación de los países iberoamericanos,
ordena a todos los clérigos procurar "la sumisión de todos los
feligreses a las autoridades superiores (españolas), justo y firme
odio con que deben mirar la revolución (libertadora), desarraigar
y destruir completamente la cizaña del alboroto y seducción que
el hombre enemigo (O'Higgins, San Martín, Bolívar) sembró en
esos países (americanos)".
Pío VII (1800–1823,) en su Constitución "Ecclesiam a
Jesuchristo”, de fecha 13 de septiembre de 1821, renueva las
condenaciones anteriores y señala el fin y objeto de las socie-
dades secretas, masónicas y carbonarias.
León XII (1823–1829) en su Bula antimasónica "Quo
Graviora" del 13 de marzo de 1826, condena aun con mayor
solemnidad que sus predecesores a la Masonería, señalándola
como "enemiga capital de la Iglesia Católica", que ataca con
audacia sin límites los dogmas y los preceptos más sagrados de
la Iglesia. "Recomienda a los fieles huir de tales hombres como
hijos primogénitos del demonio", "Son las tinieblas de la luz y
la luz de las tinieblas".
Cabe recordar que muchos años antes, el Cardenal
francés Bertrand de Got, que inicia la sucesión de los Papas de
Avignon, como Clemente V (1305 - 1314) fue quien, dominado
por el rey de Francia, Felipe IV, El Hermoso, condena a la Orden
de los Caballeros Templarios con la Bula "Vox Clamantis in
Excelso" y ordena quemar en la hoguera al último Gran Maestre
Jacques de Molais.

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Pío VIII (1829-1830), en su encíclica antimasónica


"Traditi humilitati nostrae" del 21 de mayo de 1829, dice que
los masones "por los maestros que introducen en los colegios y
liceos, forman una juventud a la que se aplican las palabras del
Papa León XII. La mentira es su norma, Satanás su Dios y la
ignorancia su culto".
Escribe a los Patriarcas, Primados, y Obispos de todo el
mundo, señalándoles el deber de fijarse en "esas asociaciones de
hombres facciosos, enemigos declarados de Dios y de los
príncipes, que emplean todo su esfuerzo en desolar la Iglesia, en
trastornar los estados, en perturbar todo el Universo y que,
rompiendo el freno de la verdadera fe, abren el camino a todos
los crímenes".
Gregorio XVI (1831-1846) en su anatema de
excomunión "Mirari Vos" que dirige al mundo entero el 15 de
agosto de 1832, compara a las sociedades secretas a una "cloaca
en la cual - son sus palabras - se acumulan y aglutinan las
inmundicias de todo lo que ha habido de sacrílego, de infame y
de blasfemo en las herejías y en las sectas más perversas y ne-
fastas que han existido en la historia del mundo".
Para formarse juicio sobre lo que es un anatema de
excomunión, hemos escogido uno que nos parece un arquetipo
de fanatismo e intolerancia religiosa. Es el Edicto que el Obispo
de Michoacán, México, Manuel Abad y Queypo, lanza el 23 de
septiembre de 1810, contra el ex cura del pueblo de Dolores,
Don Miguel Hidalgo, héroe de la Independencia Mexicana y
cuya primera parte, por lo extenso, trascribimos a continuación:
"Por la autoridad de Dios Todopoderoso, Padre, Hijo y
Espíritu Santo, de la Inmaculada Virgen María, Madre y Patrona
del Salvador, y de todas las Vírgenes celestiales, ángeles,
arcángeles, tronos, dominios, profetas, apóstoles, y evangelistas,
de los Santos Inocentes, que en la presencia del Cordero son

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hallados dignos de cantar el nuevo coro de los benditos mártires


y de los santos confesores, de todas las santas vírgenes y de todos
los Santos, juntamente con el bendito elegido de Dios sea
condenado Miguel Hidalgo y Costilla, ex cura del Pueblo de
Dolores. Le excomulgamos y anatematizamos desde las puertas
del Dios Todopoderoso le separamos para que sea atormentado,
despojado y entregado a Satán y Abirón, y con todos aquellos
que dice el Señor, aparta de nosotros, no deseamos tus caminos,
como el fuego se aparta del agua, así se apague la luz para
siempre, a menos que se arrepienta y haga penitencia. Amén”.

Mastai Ferreti

Pío IX (1846-1878) llamado Juan María Mastai Ferretti.


Es el Papa que ha gobernado a la Iglesia más tiempo, 32 años, y
se asegura que era masón. Sólo como curiosidad, anotamos que
el Papa que ha gobernado menos tiempo fue para algunos
Esteban I (año 752) quien murió repentinamente al tercer día de
ser elegido. Otros no lo consideran Papa porque no alcanzó a ser
ordenado Obispo. Para otros, el Pontificado más corto fue el de
Urbano VII que duró sólo doce días (año 1590).
También como curiosidad, anotamos que el cónclave
más largo de la historia duró dos años y nueve meses. Se cuenta
que el gobernador de la ciudad de Viterbo, para apresurar la
elección, y siguiendo el consejo de San Buenaventura encerró
con llave a los cardenales, hizo sacar el techo al recinto donde
se reunían y les restringió los alimentos. Sólo así pudo ser
elegido el 1 de septiembre de 1271, el Papa Gregorio X, después
de tan largo tiempo.
Por el contrario, el Papa Pío XII fue electo en un solo día,
en 1939, y Juan XXIII y Paulo VI, necesitaron sólo tres días para
ser elegidos en 1958, y 1963, respectivamente.

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El Papa Pío IX, talvez para desvirtuar la imputación de


ser masón, que se le hacía, dictó varias bulas y anatemas de
excomunión en contra de la Orden Masónica, de las que
apuntaremos sólo las más importantes Encíclica "Qui Pluribus”,
el 9 de noviembre de 1846. La Encíclica "Quanto conficiamur
moerore”, contra las Sociedades Secretas, el año 1863.
La Encíclica "Quanto Cura", junto con su famoso
"Syllabus" fue promulgada el 8 de diciembre de 1864. El
abultado fardo de los errores masónicos integra casi por
completo el “Syllabus” (del griego = índice de un libro) y en la
condenación de sus proposiciones está encerrada la solemne
condenación de la Masonería en cuerpo y alma.
Con el fin de divulgar al máximo su nueva actitud en
contra de la Orden Masónica, se esmeró en dar a conocer, en el
año 1865, la siguiente declaración: "Entre las numerosas
maquinaciones y medios de que los enemigos se valen para
atacar a la Iglesia de Dios y han ensayado, aunque en vano, para
abatirla y destruirla, ha de contarse, sin duda alguna, aquella
perversa sociedad llamada vulgarmente masonería".
En el Concilio Ecuménico convocado el 8 de diciembre
de 1869, logró elevar a la categoría de dogmas las doctrinas del
"Syllabus", proclamando la infalibilidad del Papa, lo que vino a
constituir un reto a la ciencia, un desafío a la razón y un oprobio
a la libertad.
Nuestro Hermano Fernando Pinto Lagarrigue, en su
interesante Obra "La Masonería. Su influencia en Chile", nos
relata de la llegada a Chile de una Misión Apostólica presidida
por el Vicario Juan Muzi Giovani e integrada por el joven
canónigo Juan María Mastai Ferretti y por el laico Don José
Sallusti. Este canónigo integrante de la Misión Muzi, en el
carácter de asesor confidencial del Pontífice León XII, fue
ungido a su regreso a Roma como arzobispo de Spoleto en 1827,

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a la temprana edad de 36 años. En 1839, el Papa Gregorio XVI


lo nombra cardenal y el año 1846, el Sacro Colegio lo eleva al
trono de San Pedro.
Mucho se ha escrito sobre la calidad de masón que al
parecer tenía este Pontífice y mientras algunos investigadores
establecen su ingreso a la Orden en su juventud, otros aseguran
su iniciación el año 1839, meses antes de ser nombrado cardenal,
en la Logia "Eterna Catena" de Palermo, según consta en
documentos en poder de la Masonería Bávara, en Alemania.
Nosotros nos remitiremos a reproducir los antecedentes
que existen en Chile durante su permanencia en el país. "En la
Revista" “La Cadena de Unión” de fecha 30 de noviembre de
1895, se da cuenta de una Tenida blanca celebrada en Santiago,
en la cual el oficial de Marina Don Custodio Lynch Irwing, leyó
un interesante trabajo en representación de la Logia “Unión
Fraternal” de Valparaíso y en uno de sus pasajes expresa: " Allá
por los años 1823-1824, estuvo en Chile, Nación en embrión, un
Vicario Apostólico, Muzi Giovanni, que trajo como asesor al
joven canónigo Juan María Mastai Perretti. Era éste un muy
entusiasta hermano muy asistente, como visitador, a las logias
que trabajaban en Chile. Por aquel tiempo, se estilaba mucho el
bautismo masónico. Mi abuelo paterno, Don Estanislao Lynch,
hizo bautizar a su hijo primogénito, que fue mi padre, y por
padrino del acto fue el canónigo Mastai Ferretti".
Por otra parte, en unos apuntes manuscritos de puño y
letra de Don Luis Navarrete y López, que fuera Serenísimo Gran
Maestre de la Gran Logia de Chile y que se conservan en los
archivos de ésta, se hace la siguiente referencia sobre el
particular: "El 27 de marzo de 1910, durante una conversación
sostenida con el hermano Álamos González, don Benicio, me
relató estos datos:”

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"Don Ramón Errázuriz contaba a su nieto Isidoro


Errázuriz, masón, y al propio hermano Álamos González, que la
primera logia establecida en Santiago - después de disuelta la
Logia Lautaro, que había sido instalada el año 1817, con fines
bien específicos - se llamó Aurora y fue fundada por Camilo
Henríquez, en 1822. Cuando vino Mastai Ferretti, que era
masón, visitó la Logia, siendo Venerable Maestro Camilo
Henríquez; Primer Vigilante, José Miguel Infante; Segundo
Vigilante, Ramón Errázuriz; Orador, Francisco Antonio Pinto”.
Más adelante agrega: “El hermano General de División
Don Estanislao del Canto me asegura haber visto en el Libro de
Presencia de las logias de Lima Paz y Perfecta Unión y Orden y
Libertad, en los días de la ocupación por las fuerzas chilenas, la
firma de Mastai Ferretti como asistente a tenidas”.
Por otra parte, en el Boletín Oficial del Gran Oriente del
Uruguay, correspondiente a los meses de agosto y septiembre de
1915, se publica, referido al mismo tema, lo siguiente: "Después
de los documentos que reproducimos, pocas serán las personas
que podrán en duda el hecho de que Juan Mastai Ferretti, siendo
delegado del Papado y en excursión por el Río de la Plata,
visitara la Respetable Logia Les Amies de la Patrie, existente
hasta hoy en el Valle de Montevideo".

Las bulas más recientes

Nos hemos extendido quizá demasiado sobre este Papa


masón por lo que debemos referirnos al último de los pontífices
que emitió bulas contra la Masonería.
León XIII (Joaquín Ricci. 1878-1903), autor de la
conocida Encíclica Social "Rerum Novarum”, dictó el 20 de abril
de 1884, la Encíclica "Humannum Genus", el documento más

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completo que la Iglesia haya publicado contra la Masonería y


comparada por algunos recalcitrantes, "a la Lanza de San Jorge
hundida en el corazón del Dragón infernal".
En ella acusa a la Masonería como culpable del liberalis-
mo, del socialismo y del comunismo como "el veneno mortal
que circula por las venas de la sociedad". Condena solem-
nemente a los Francmasones obsesionados por la Libertad y
entre las causas que merecieron esta condena señala que son e-
llos los que enseñan esa peligrosa doctrina de que "todos los
hombres tienen los mismos derechos y que son de igual
condición".
En otro pasaje, expresa: "El humano linaje, después de
haberse miserablemente separado de Dios, por envidia del
Demonio, quedó dividido en dos bandos diversos, de los cuales
el uno combate asiduamente por la verdad y la virtud, y el otro,
por cuanto es contrario a la virtud y a la verdad. El uno es el
Reino de Dios en la Tierra, es decir, la verdadera Iglesia de
Jesucristo; el otro es el Reino de Satanás, bajo cuyo imperio y
potestad se encuentran todos los que rehúsan obedecer la ley
divina y eterna y acometen contra Dios o prescinden de Él".
Desde esta Encíclica, ha pasado mucho tiempo y muchas
cosas fueron superadas. Muchos sufrimientos e injusticias
fueron olvidados, con el advenimiento de una vida más
progresista y equitativa, pero la condena de León XIII y su
excomunión todavía sigue en pie a pesar de que el Papa Juan
XXIII se pronunció en su encíclica "Pacem in Terris" contrario
a estas separaciones, al expresar: "Todo ser humano tiene
derecho natural al debido respeto de su persona, a la buena
reputación, a la libertad para buscar la verdad, y dentro de los
límites del orden moral y del bien común, para manifestar y
defender sus ideas". Unos reglones más adelante, dice el Papa
revolucionario: "Entre los derechos del Hombre hay que

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reconocer también el que tiene de honrar a Dios según el


dictamen de su recta conciencia".
Juan XXIII termina, en la encíclica citada, afirmando que
"estos principios doctrinales suministran al católico, una base de
entendimiento en el que puede encontrar tanto a los cristianos
separados de su Sede Apostólica como a los seres humanos que
no están iluminados por la Fe de Cristo, pero que estén dotados
de la luz de la razón y de una honradez natural y práctica".
Estas afirmaciones de tolerancia y libertad de conciencia,
hizo suponer a algunos que quizá la Iglesia Católica cambiaría
su política de fanática intolerancia y persecución en contra de la
Orden Masónica.
Suposición que se acentuó con ocasión de la celebración
del Concilio Ecuménico, llamado Vaticano II, convocado el 12
de octubre de 1962, por Juan XXIII apodado "Juan El Bueno",
talvez para diferenciarlo del otro Papa Juan XIII, Baltasar Cossa,
un mundano y desprejuiciado cardenal, legado de Bolonia, que
fue elegido pontífice en 1410, y depuesto en el Concilio de
Constanza de 1415, convocado por el rey germano Segismundo,
debido a sus muchos desvíos e inmoralidades.
Antes de seguir, nos ha parecido pertinente, por su
carácter premonitorio, transcribir una parte del último Mensaje
a la Obediencia (año 1969) del Gran Maestro Aristóteles
Berlendis Sturla, en que nos lega la siguiente Opinión:
"Necesitamos tener plena conciencia de que jamás la Iglesia
Católica aceptará o se resignará a perder el control sobre los
gobiernos y sobre el Pueblo. Cambiará las banderas, cambiará
sus hombres dirigentes, cambiará su estrategia, cambiará sus
formas exteriores; pero en lo sustancial ella seguirá inmutable,
cada día más hambrienta de poder y de riqueza. Ayer apoyaba a
los gobiernos feudales, a los tiranos, a los dictadores. Hoy se
viste de izquierdista, aparece al lado de los descontentos y de los

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desposeídos, crea el caos y la confusión y sigue reinando con el


apoyo y la adhesión aún de aquellos mismos a quienes condenó
ayer al exterminio y a la muerte".
Conviene también recordar, antes de proseguir, que el
Papa Pío XII, decreta el 2 de Febrero de 1947, la Constitución
Apostólica “Provida Mater Ecclesia”, que da nacimiento legal
y jurídico no sólo a la Sociedad Sacerdotal de la Santa
Cruz - conocida como Opus Dei - sino a los que a partir de ese
momento se van a llamar "Institutos Seculares”, que consisten
en sociedades de clérigos y laicos que profesan en el mundo
profano (el siglo, según los canonistas) los principios
evangélicos, con el propósito de alcanzar la perfección cristiana.
Surge una novedad muy importante con esta reforma del
Derecho Canónico: anteriormente, "el estado de perfección"
estaba reservado a los seglares que profesando en alma de las
órdenes religiosas existentes, se comprometan con los tres votos
solemnes de Pobreza - Obediencia - Castidad.
Ahora, con esta modificación, tal “estado de perfección”
puede ser alcanzado también por los laicos, sin que se vean
precisados a abandonar sus tareas cotidianas en el mundo
profano.

Ferrer Benimelli y el Codex Iuris Canonici

Por último, y para terminar, en la Obra "La Masonería


después del Concilio" el autor, sacerdote jesuita José A. Ferrer
Benimelli, profesor de Historia Contemporánea en la
Universidad de Zaragoza, reúne todos los documentos
pontificios que a lo largo de dos siglos y medio condenaron a la
Orden Masónica, desde la persecución que comienza el año
1738, con la Bula "In Eminenti Apostolatus Specula " de
Clemente XII, hasta culminar el año 1884 con la famosa

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encíclica "Humanum Genus" de León XIII, todo lo cual se


refunde en el Código Canónico, promulgado por el Papa
Benedicto XV, el 19 de Mayo de 1918 y en cuyo artículo Canon
2335, dedicado a la Masonería, se establece textualmente lo
siguiente: “Los que den su nombre a la Masonería o a otras
asociaciones del mismo género que maquinan contra la Iglesia o
contra las potestades civiles legítimas, incurren por el mismo
hecho (ipso facto) en excomunión simplemente reservada a la
Sede Apostólica”
Agregamos que el Canon 2336 dice: "Los clérigos y los
religiosos que dan su nombre a la secta masónica o a otras
asociaciones semejantes, deben además ser denunciados a la Sa-
grada Congregación del Santo Oficio".
Este mismo historiador español Ferrer Benimelli en un
artículo aparecido en la Revista "Historia - 16", del mes de julio
de 1977, reproduce y comenta un importante documento emitido
el 10 de julio de 1974, por el Cardenal Sepper, Prefecto de la
Congregación para la Doctrina de la Fe.
Según él, ésta sería la primera declaración de la Iglesia,
desde la excomunión lanzada el año 1738, en que la Santa Sede
admite públicamente, la existencia de masonerías exentas de
contenido contrario a la Iglesia y que la pertenencia a ellas no
lleva consigo la excomunión decretada hace dos siglos y medio.
Simplificando sus puntos de vista, los canonistas
hicieron una gran división entre la Masonería Inglesa y la
tendencia anglosajona, que declara como requisito fundamental
la creencia en Dios y en la Inmortalidad del Alma, y la Masone-
ría francesa y la tendencia latina, que a juicio de estos mismos
canonistas son agnósticas y ateas.
Como vemos, hasta ahora se trata de expresiones
individuales, sobresalientes, que buscan "acercamiento" de las
dos Instituciones, de los "hermanos separados", como ha dicho

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alguno, pero la voz Oficial de la Iglesia en su relación con la


Masonería, solo la sabremos al conocer la redacción definitiva
del nuevo Codex Iuris Canonici.
El nuevo Código de Derecho Canónico, fue firmado por
el actual Papa Juan Pablo II, el 25 de enero de 1983, y entró en
vigencia el 27 de noviembre de 1983, y ya no incluye la exco-
munión automática, que el anterior Código del año 1918, esta-
blecía para los católicos que ingresaban a la Orden Masónica
L' Osservatore Romano, órgano oficial del Vaticano, del
4 de diciembre de 1983, reproduce un documento emitido el 26
de noviembre de 1983, por la Sagrada Congregación para la
Doctrina de la Fe, que en sus acápites principales anota las
siguientes precisiones:
Se ha presentado la pregunta de si ha cambiado el juicio
de la Iglesia respecto de la Masonería, ya que en el nuevo Código
de Derecho Canónico no está mencionado expresamente como
lo estaba en el Código anterior".
“Esta Sagrada Congregación puede responder a la
circunstancia que es debido a un criterio de redacción seguido
también en el caso de otras asociaciones que tampoco han sido
mencionadas, por estar comprendidas en categorías más am-
plias”.
"Por tanto, no ha cambiado el juicio negativo de la Iglesia
respecto de las Asociaciones masónicas, porque sus principios
siempre han sido considerados inconciliables con la doctrina de
la Iglesia: en consecuencia, la afiliación a las mismas sigue
prohibida por la Iglesia. Los fieles que pertenezcan a
asociaciones masónicas se hallan en estado de pecado grave y
no pueden acercarse a la Santa Comunión".
Más adelante, se expresa textual: “El Sumo Pontífice
Juan Pablo II en la audiencia concedida al Cardenal Prefecto
abajo firmante, ha aprobado esta Declaración, decidida en

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reunión ordinaria de esta Sagrada Congregación, y ha mandado


que se publique”. Roma, en la Sede de la Sagrada Congregación
para la Doctrina de la Fe. 26 de noviembre de 1983. Firmados:
Cardenal Joseph Ratzinger, Prefecto Jean Jeróme Hamer o. p.
Arzobispo Titular de Lorium, Secretario”.
El Concilio Vaticano II no aportó, como muchos
esperaban, la solución de este viejo antagonismo, y muy por el
contrario, los masones estamos notificados que la Masonería
sigue condenada a la excomunión por la Santa Madre Iglesia,
Católica, Apostólica y Romana, que predica y proclama – Urbi
et Orbi - que el “amor es más fuerte”.

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La persecución a la Masonería
a través de la historia

Los ataques en contra de la Masonería datan desde


mediados del siglo XVII, pero para los efectos de esta
exposición, nos remitiremos a tomar como punto de referencia
la fundación de la Gran Logia de Londres, a raíz de la unión de
las cuatro logias existentes en Londres el año 1717.
Iremos relatando, cronológicamente, en cada país, los
más destacados sucesos y personajes que han protagonizado
actitudes antimasónicas, para terminar rememorando distintas
situaciones ocurridas en Chile desde su independencia, con la
formación de la logia Lautarina.
El antecedente más antiguo que se conoce en contra de
la Orden, data del año 1638 y ha servido para formarse un juicio
sobre lo que pensaba el público sobre esta benemérita
institución, en esa época.
Henry Adamson publicó en Perth, Inglaterra, el año
1638, unos versos en contra de la masonería y donde aparece por
primera vez la mención escrita de “la palabra del masón”.
El año 1724, fue expulsado de la Orden nada menos que
el Ex Gran Maestro Duque de Wharton, quien para vengarse de
esta medida se incorporó a la Orden de los Gormogones,
introducida en Francia, según se dice, por un mandarín chino y
en la que se ridiculizaba la Masonería.
En Alemania, también en el Siglo XVIII, se fundó la
Orden de los Mopses que era mixta y tenía un ritual para la risa.
El mops era un pequeño perrito muy de moda entre las damas de
la sociedad de ese tiempo. Para ingresar a la logia, los miembros
tenían que rasguñar la puerta y dar algunos ladridos. En la

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ceremonia de Iniciación debían besar el trasero de un mops de


trapo.
En 1730, apareció un libro titulado "Masonry Dissected",
cuyo autor fue Samuel Prichard, que reprodujo de manera fiel el
Ritual Masónico, por lo que tuvo mucho éxito ante la curiosidad
profana y se publicaron varias ediciones en pocos meses. pero lo
que parecía un perjuicio para la Masonería se transformó, por el
contrario, en algo favorable, debido a que algunos lectores al
informarse del verdadero espíritu y propósito de la Masonería,
solicitaron su ingreso a ella y además porque sirvió de "ayuda
memoria" a los oficiales de los Talleres que debían desarrollarlo
de memoria ante la prohibición existente de reproducirlo por
escrito.
Al clero de Holanda le correspondió el oprobioso título
de ser los primeros, en el año 1734, en atacar a la masonería,
llegando su hostilidad al extremo de soliviantar las turbas en
contra de ella. Le siguieron, el año 1737 Italia y Francia, pero
sin el ensañamiento que adquirió la persecución en los años
posteriores, como lo veremos más adelante.
En los Estados Unidos, el año 1737, se culpó a la
masonería de un hecho en el cual no tuvo ninguna participación.
Un joven de Filadelfia, llamado Daniel Reeves, había
manifestado su deseo de pertenecer a la Institución y un grupo
de amigos, en conocimiento de esto, se confabularon para
jugarle una broma montándole un simulacro de Iniciación.
Durante el desarrollo de la farsa, uno de los bromistas que
bailaba alrededor del joven Reeves, derramó accidentalmente,
una fuente llena de ron encendido sobre la joven víctima,
causándole graves quemaduras que le ocasionaron la muerte días
después. Ante tan lamentable suceso y frente a los ataques de la
prensa que culpaba a la masonería, la Gran Logia de Pensylvania
se vio en la necesidad de refutar la acusación en los diarios de la

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ciudad, dejando establecido que los autores de tan terrible y


macabra broma nada tenían que ver con la Institución Masónica.
Fue en el año 1738 cuando ocurrió el suceso más
relevante en este largo historial de persecuciones en contra de la
masonería. Habiendo transcurrido apenas 21 años de la
fundación de la Gran Logia de Londres, el Papa Clemente XII
promulga el 24 de Abril de 1738, la encíclica "In Eminenti
Apostulatus Specula" condenando a la Francmasonería, entre
otros, en estos términos:
"Tal es la naturaleza del crimen que se traiciona a sí
mismo y que los propios esfuerzos que se hacen para ocultar, lo
hacen notar mejor, así las sociedades dichas han despertado tan
fuertes sospechas en el espíritu de los fieles que afiliarse a ellas
es, a los ojos de las personas sensatas y honradas, mancharse con
el signo de una completa perversión. Y en efecto, si esos
hombres no hiciesen el mal, ¿tendrían tan grande horror a la luz?
"Después de haber reflexionado con madurez y de haber
adquirido en este punto una completa certeza - añade el
Papa - hemos decidido, por justos y razonables motivos – Por
Nos Conocidos – condenar y prohibir las dichas sociedades,
reuniones y asociaciones constituidas con el nombre de Franc-
masonería o con cualquier otra denominación".
Como pueden comprobar - muy fácilmente - la Bula del
Papa Clemente XII, condena y prohíbe la Francmasonería por
tener o mantener secretos y lo hace por motivos justos y
razonables sólo conocidos por ellos, es decir, secretos y ocultos
para el vulgo. ¡¡Vaya, qué tremenda contradicción!!
Así fue como por culpa de esta Bula, promulgada por un
Papa muy enfermo, casi ciego (murió dos años después, en
1740), redactada sin cargo específico alguno, se dio comienzo a
la más tenaz persecución y execración conocida en la historia en
contra de honrados, honestos e inocentes ciudadanos.

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216

En esta Bula se basó el Rey Felipe V de España, para


legislar (después de dos años de dictada) en contra de los
masones y en otras sucesivas medidas tomadas por diferentes
autoridades y posteriormente el 2 de Julio de 1751, su hijo y
sucesor Fernando VI firmó un decreto que prohibía el ejercicio
de la Francmasonería, dentro de todos sus dominios por ser
peligrosa para el Estado y para la religión y castigaba con la pena
de muerte al que la practicare26:
En el Perú se conoce el primer caso de las colonias, el
año 1773, en que le tocó intervenir a la Inquisición
(Congregación del Santo Oficio) en contra del Cirujano Francés
Diego Lagrange, acusado del delito de pertenecer a la
Francmasonería. Él había cometido la torpeza de contarle a
cierta dama de la vecindad, su pertenencia a ella y le había
mostrado insignias y descrito algunos signos masónicos. En las
actas del proceso seguido en su contra están detallados todos
estos datos y según los informes recogidos por por el Tribunal
eclesiástico, había 40 hermanos masones en esa época, en el
Virreinato del Perú27. Después de dos años de prisión y de
apremios, el Dr. Lagrange fue enviado a la cárcel de Cádiz, en
España.
En Portugal sucedió algo similar a causa de esta Bula de
Clemente XII. Siendo lnquisidor General de Portugal, el
Cardenal Da Cunha, el inglés nacido en Suiza, John Coustos, fue
apresado y juzgado por la inquisición portuguesa y sometido a
terribles torturas que le dislocaron las muñecas y los hombros.
Fue liberado gracias a la intervención del Embajador inglés.
Pero no nos adelantemos en esta narración cronológica
que nos hemos propuesto, y sigamos con la serie de Bulas y

26
Benjamín Oviedo "I,a Francmasonería en Chile" Pag. 23
27
Benjamín Oviedo “La Francmasonería en Chile” Pag. 26

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Encíclicas, aunque en forma muy somera y sintetizada, con que


el Vaticano siguió condenando y anatematizando a la
Masonería.
Ergo:
1) Benedicto XIV. "Providas Romanorum" el 18 de mayo
de 1751.
2) Pío VII. "Ecclesiam a Jesu-Christo" el 13 de septiembre
de 1821.
3) León XII. "Quo Graviora" el 13 de marzo de 1825.
4) Pío VIII. "Traditi Humilitati Nostrae" el 21 de mayo de
1829.
5) Gregorio XVI. "Mirari Vos" el 15 de agosto de 1832.
Está dirigida también en contra de los errores del mundo
moderno.
6) Pío IX. Autor de varias encíclicas, quizá para desvirtuar
que había sido masón, cuando era el canónigo Juan
María Mastai Ferreti.
"Qui Pluribus" el 9 de noviembre de 1846.
"Quanta Cura” y “Syllabus" el 8 de diciembre de
1864.
"Multiplicer Inter" el 21 de septiembre de 1865.
"Apostolicae Sedis" e112 de octubre de 1869.
"Ex Epistola" el 26 de octubre de 1865.
"Etsi Multa" el 21 de noviembre de 1873.
"Etsi Nos" el 15 de febrero de 1882.
7) León XIII. "Humanum Genus" el 20 de abril de 1884. En
resumen, expresa lo siguiente: "La Raza Humana está
dividida en dos grupos: la Iglesia Católica, Apostólica,
Romana. por un lado y el Imperio de Satanás por el otro.
La Francmasonería se opone a la Ley y el Honor. Es un
poder peligroso para el Estado y para la Iglesia. Es una
Sociedad secreta. Los francmasones creen en el

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Naturalismo, es decir, que la naturaleza y el pensamiento


humano deben guiar y enseñar a la Humanidad, negando
con esto la Religión Revelada". Otras Encíclicas de este
Papa son:
"Ab Apostolici" el 15 de octubre de 1890.
"Praeclara" el 20 de junio de 1894.
"Annum Ingressi" el 19 de marzo de 1902.

Para dar término a este capítulo, nos ha parecido


conveniente dar a conocer que L'Osservatore Romano, órgano
Oficial del Vaticano, del 4 de diciembre de 1983, reproduce un
documento emitido el día 26 de Noviembre de 1983 por la
Sagrada Congregación para la Doctrina de la Fe, que en sus
acápites principales anota las siguientes precisiones:
"Se ha presentado la pregunta de si ha cambiado el juicio
de la Iglesia respecto de la Masonería, ya que en el nuevo Código
de Derecho Canónico No está mencionado expresamente como
lo estaba en el Código anterior… no ha cambiado el juicio
negativo de la Iglesia respecto de las Asociaciones masónicas,
porque sus principios siempre han sido considerados
inconciliables con la doctrina de la Iglesia: en consecuencia, la
afiliación a las mismas sigue prohibida por la Iglesia. Los fieles
que pertenezcan a Asociaciones Masónicas se hallan en estado
de pecado grave y no pueden acercarse a la Santa Comunión".
Pero no solamente la Iglesia Católica. Apostólica,
Romana, ha perseguido y atacado ala Francmasonería; también
lo han hecho gobiernos dictatoriales e ideologías totalitarias:
Adolfo Hitler, lo hizo durante el Gobierno nazi en Alemania,
Benito Mussolini, lo hizo durante el Gobierno Fascista en Italia,
José Stalin lo hizo durante su Gobierno dictatorial comunista en
Rusia, Francisco Franco lo hizo durante su Gobierno dictatorial
derechista en España,

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También lo hacen los gobiernos personalistas y


religiosos del Asia y del Medio oriente y de África, seguidores
del Fundamentalismo Islámico.
Aquí en Chile, el Partido Comunista condenó a la
Masonería, en el IX Pleno del Comité Central celebrado el 11 de
Noviembre de 1940). Su Secretario General, el Camarada Galo
González da lectura al siguiente acuerdo aprobado:
“Nuestro Partido es el Partido del Proletariado. Ninguna
otra ideología debe impregnarlo, sino la proletaria. Es necesario
entonces plantear a los masones que militan en nuestro Partido,
que renuncien públicamente ala Masonería si quieren seguir
militando en nuestras filas. El que no lo haga será expulsado
públicamente del partido Comunista. Las cosas claras para ello
y para nosotros”
Felizmente, el efecto de las Bulas que hemos
mencionado, fue menor que el esperado. En Inglaterra, Francia
y Alemania fueron ignoradas y sólo en Italia, España, Portugal,
México y Perú fueron aplicadas por la Inquisición con
extremado rigor.
En Italia, el caso más conocido es el del médico Tomasso
Crudelli, V.·. M.·. de la logia de Florencia. En el año 1739, fue
llevado a prisión por la Inquisición que lo sometió a torturas para
arrancarle información sobre la masonería y sus afiliados. Tuvo
que intervenir la Gran Logia de Inglaterra que le pidió al Duque
de Lorraine para que intercediera en su favor, logrando que fuera
dejado en libertad después de dos años de prisión.
En Estados Unidos fue famoso el "Affaire Morgan".
Williams Morgan llegó a Nueva York el año 1824 y aseguraba
ser masón, aunque ello nunca fue comprobado. Después de dos
años de asistir a la logia, se asoció con David C. Miller,
propietario de un periódico de la localidad, con el propósito de

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publicar un libro en el que se dejaría “al descubierto” a la


Francmasonería.
Poco antes de la aparición del libro, las cosas se
empezaron a complicar. Primero, entraron a robar a las oficinas
de Miller; dos días más tarde, se declaró un incendio en la
imprenta; al día siguiente Morgan fue acusado de un robo
insignificante. Salió absuelto, pero fue detenido de nuevo por
una deuda irrisoria. Al día siguiente recupera su libertad en
circunstancias bastante extrañas: Aprovechando la ausencia del
carcelero, un desconocido convence a su mujer para dejar en
libertad al preso, previo pago de la deuda. Morgan abandona la
cárcel con el desconocido y junto con otros sujetos es llevado en
un coche hasta el Fuerte Niágara, lugar donde se pierde su rastro.
Al poco tiempo corren rumores que había sido
"ejecutado" por los masones y su socio Miller, imprimió miles
de volantes denunciando el secuestro. Era tal el escándalo, que
el Gobernador del Estado de Nueva York, masón prominente, ex
Gran Maestro, ofrece una recompensa a quien dé noticias sobre
el paradero de Morgan.
Un cadáver encontrado en los alrededores, hizo aumentar
los rumores en contra de los masones, pero pronto se pudo
comprobar que el cuerpo no era el de Morgan.
El misterio, todavía no ha sido resuelto, a pesar que
algunos viajeros americanos dijeron haber visto a Morgan en
Turquía, donde se había radicado con el dinero ganado con las
"revelaciones" publicadas.
La verdad es que este caso fue explotado políticamente,
en forma demagógica, ya que en el año 1827 había elecciones
para Presidente de Estados Unidos y para Gobernador del Estado
de Nueva York y el ataque en contra de los masones fue uno de
los argumentos más demoledores.

220
221

Se hizo peligroso para los hermanos entrar en la casa


masónica y muchas logias abatieron columnas. En la ciudad de
Nueva York, de 840 logias, quedaron solamente 50 trabajando y
este ambiente antimasónico se demoró cerca de diez años en
desvanecerse y disiparse.
En Francia, apareció un personaje estrambótico y uno de
los más grandes mixtificadores de la historia de la Masonería, de
nombre Gabriel Antoine Jogand-Pagés, pero más conocido
como Leo Táxil.
Nació en Marsella el año 1854 y a pesar de haber recibido
en su juventud cierta educación de los jesuitas, se enemistó de la
Iglesia Católica y cuando se radicó en París publicó un diario
llamado "El Anticlerical" en el que denunciaba la vida privada
de altos jerarcas de la iglesia, incluso del Papa Pio IX. El año
1881, había ingresado a la masonería, pero hay antecedentes que
fue rayado antes de obtener el segundo grado.
Al poco tiempo confesó que se había arrepentido,
retornando al seno de la Iglesia. Renunció a sus herejías, repudió
sus propios escritos en contra de ella y se recogió en un
convento. Cuando reapareció a la vida pública, lo hizo atacando
a la Masonería en un libro titulado "Los Misterios de la
Masonería develados".
Anunciaba que había conocido a una hermosa dama
norteamericana llamada Diana Vaughan, quien le había contado
con lujo de detalles sus experiencias como ex sacerdotisa de la
Alta Masonería Luciferiana. Le había contado que cuando ella
había vivido en Charleston, Carolina del Sur, conoció a Mr.
Albert Pike, uno de los masones más eminentes de América, que
dirigía allá un Consejo del Rito Escocés, que era en realidad el
Cuartel General del Culto del Diablo en todo el mundo. Que
todos los viernes, a las 3 de la tarde iba Satanás a visitarlo y
algunas veces presidía las sesiones y cuando estaba de buen

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222

humor se transformaba en cocodrilo y se ponía a tocar el piano...


(Hoy día, cuesta creer que hace una centuria, había gente que
creía, a pie juntillas, esas patrañas y tonterías).
Al exigirle el público la presencia de Diana Vaughan,
contestaba aduciendo que era una dama muy delicada a quien
había prometido no arrastrarla a exhibiciones desagradables;
pero ante la insistencia de la gente, en especial de algunos
sacerdotes, prometió que el día 19 de Abril de 1897, presentaría
a Diana Vaughan en persona en una conferencia pública en la
que, previamente, se rifaría una máquina de escribir.
El día señalado, en el Salón de la Sociedad de Geografía
de parís y ante la presencia de numeroso público donde había
periodistas, señoras, sacerdotes (el Arzobispo de París estaba
presente y el Nuncio apostólico se había hecho representar) el
audaz embaucador cumplió su promesa, pero sin la dama
requerida, declarando que durante diez años había estado
tratando de averiguar hasta qué punto llegaría la credulidad e
insondable estupidez del público, especialmente católico.
¿Queréis conocer a Miss Diana Vaughan, la famosa
sacerdotisa luciferiana? preguntó, y pasado un momento, se
respondió: "esa máquina de escribir que se ha rifado recién es
Miss Diana. Pulsando su teclado me he burlado de todos
ustedes". Demás está agregar, que tuvo que abandonar el local
protegido, para evitar que el público enardecido lo linchara.
Desde entonces no se supo más de él.
El relato de la persecución sufrida por la Francmasonería
en España, merece no sólo un capítulo aparte, sino que un
abultado volumen, pero dada la brevedad de esta exposición nos
limitaremos a señalar los sucesos y personajes más descollantes.
Empezaremos estableciendo que el Duque de Wharton,
degradado de su cargo de Gran Maestro de la Gran Logia de
Londres en 1722, huyó a España y fundó en Madrid, el año 1728,

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la primera logia con el nombre de "Matritense". El año 1750


llegó a Madrid el fraile José Torrubia, de triste memoria, que se
infiltró en la Orden masónica con nombre supuesto y con
autorización pontificia. Visitó todas las logias de la Península y
entregó al Tribunal del Santo Oficio una lista de 97 logias con la
nómina de sus afiliados.
Al poco tiempo después, el 2 de julio de 1751, Fernando
V1 dictó un Decreto prohibiendo la existencia de la Orden en
sus dominios y castigando con la pena de muerte a sus
integrantes. Sin embargo, algunos años después, en 1767,
durante el reinado de Carlos III (1716-1788), es fundada la Gran
Logia de España, siendo su primer Gran Maestro Don Pedro
Pablo Abarca de Bolea, décimo Conde de Aranda y Vizconde de
Rueda (algunos autores niegan la efectividad de estos
antecedentes).
El 27 de febrero de ese mismo año, fue decretada, por el
mismo monarca, la expulsión de los Jesuitas del territorio
español.
El auge de la Masonería, con el consiguiente
renacimiento de las ciencias, las artes, las letras, o sea, la cultura
hispánica, fue barrido por Carlos IV durante su reinado entre
1789 y 1808, pero, aún así, esta situación resultó pálida ante las
angustias que le tocó sufrir a la Masonería española durante la
sucesión de su hijo Fernando VII "quien desde joven demostró
afición a la intriga y a la crueldad tras un carácter taciturno y
sombrío".
Al retornar a España, el 24 de marzo de 1814, de su
ignominioso confinamiento, no respetó la Constitución de 1812
aprobada por las Cortes de Cádiz, restableció el poder de la curia
y de los jesuitas, y reinstaló los Tribunales de la Inquisición bajo
el nuevo nombre de Juntas de la Fe.

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224

El 9 de octubre de 1824 expidió una Real Cédula


declarando que “los masones, comuneros y otros sectarios,
deben ser considerados enemigos del Altar y del Trono
quedando sujetos a la pena de muerte y confiscación de sus
bienes”.
Una víctima de esta injusta y arbitraria determinación la
constituyó el general español Rafael del Riego y Núñez Gran
Maestro de la Masonería española y gran defensor de la
Constitución de 1812, que había sido elegido Diputado a Cortes
y Presidente de ellas, el 7 de febrero de 1823. Fue encarcelado y
condenado a la horca por mandato de Fernando VII.
Durante el recorrido entre la cárcel y el cadalso (de un
extremo a otro de Madrid) fue metido en un cepo y arrastrado
por un burro, mientras tres clérigos lo acompañaban agitando. el
primero, una campanilla, cargando, el segundo un gran crucifijo
y poniéndole el tercero, un crucifijo más pequeño junto a la boca
para obligarlo a besarlo mientras caminaba.
Al cumplirse esta sentencia prefabricada, la cabeza del
General Rafael del Riego, separada del tronco fue llevada a un
lugar llamado “las cabezas de San Juan” (donde se había
sublevado en defensa de la Constitución) y el cuerpo fue
dividido en cuatro partes; una de las cuales quedó en Madrid y
las tres restantes fueron llevadas a Sevilla, a la Isla del León y a
Málaga, lugares donde había tenido destacada actuación, este
mártir laico, en contra del absolutismo real.
Siguiendo el transcurso de la historia, debemos señalar
como hitos importantes para comprobar la persecución en contra
de la Masonería ocurrida en España, el asesinato en las calles de
Madrid del General y masón Juan Prim que tuvo destacada
actuación en la Revolución de 1868, precursora de la Primera
República proclamada por las Cortes el año 1873 y de la cual
fueron Presidentes y Ministros destacados hombres masones.

224
225

Abusando del acendrado espíritu de Humanidad y


Tolerancia de masones y liberales, el general Isabelino Pavía,
disolvió las Cortes con sus tropas, sepultó la Primera República
y preparó la restauración de Alfonso XII, con la posterior
dictadura (1923 – 29) de Miguel Primo de Rivera durante el
reinado de Alfonso XII.
Con la instauración de la Segunda República, el año
1931, España volvió a tener un florecimiento muy significativo
que duró hasta “El Alzamiento Nacional” del 18 de Julio de 1936
que sumió al país en una guerra fratricida que duró hasta que las
fuerzas leales al Gobierno Republicano fueron derrotadas en el
mes de Abril de 1939.
La caída de la Segunda República hizo recrudecer la
persecución y los ataques a la Masonería y a sus Miembros bajo
la dictadura teocrática-militar del Generalísimo Francisco
Franco Bahamonde, volviendo a repetirse, como un sino fatal
irremediable - pero ahora por un largo período de cuarenta
años - las persecuciones, atropellos, vejámenes, destierros,
encarcelamientos y muertes de los sufridos masones españoles.
Así como España fue uno de los países europeos donde
la Francmasonería sufrió las mayores persecuciones, Alemania,
en cambio se caracterizó por ser más benevolente, influenciada,
talvez, por la figura del rey Federico II de Prusia, Federico el
Grande, que en su época se constituyó en Protector de la
Masonería y partidario de las nuevas ideas. Otra causa de esta
bonanza pudo haber sido la diversidad de Grandes Logias
diseminadas en los Principados que eran semi independientes
debido a la carencia de un Gobierno Central fuerte.
La primera logia que se fundó fue la Respetable Logia
"Absalom" Nº1 de Hamburgo, el año 1738 y posteriormente
aparecieron nueve Grandes Logias que se agruparon en "Las
Grandes Logias Unidas de Alemania", divididas en dos

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226

tendencias: Humanitaria y Cristiana, dándose la paradoja que la


Francmasonería Alemana no era perseguida desde afuera, sino
que desde adentro; entre ellas mismas.
Las logias ubicadas en el sur del país, católico,
constituyen la masonería cristiana y las ubicadas en el norte,
luterano, conforman la masonería Humanitaria. las primeras,
prusianas, no admiten la incorporación de los judíos en sus filas,
olvidando que Jesús de Nazareth, a quien adoran como
divinidad, era judío.
Después del término de la Primera Guerra Mundial,
apareció el general alemán Ludendorff, héroe de guerra, como
detractor y enemigo acérrimo de la Orden Masónica y llevado
por su odio en contra de la Francmasonería, consideraba que
aquellos ciudadanos que ingresaban a ella eran convertidos en
"judíos artificiales" por lo que estaban irremediablemente
perdidos para su patria, Alemania.
Afirmaba que el mandil usado por los masones desde los
tiempos medievales, era el mandil usado por los "Sumos
Sacerdotes judíos" y acusaba que "como sacerdote de Jehová, el
masón lleva el mandil de Aarón y el sombrero de los levitas".
Tiempo después, la Masonería Alemana fue perseguida,
suprimida y disuelta por el nacionalsocialismo hitleriano hasta
el año 1945, término de la Segunda Guerra Mundial, en que
volvió a emerger, revitalizada y pujante cual Ave Fénix.
Para poner término a esta referencia de países en donde
la Francmasonería fue perseguida, nos trasladaremos a las
lejanas Islas Filipinas, en Oceanía, cuando aún eran colonia
perteneciente a la Corona de España y para incorporarnos al
tema de nuestra apretada síntesis, obligatoriamente debemos
citar a un personaje poco conocido. Nos referimos a José Rizal,
médico, escritor, patriota y masón filipino fusilado en su tierra

226
227

natal en tiempos de la regencia (de la reina María Cristina de


España.
Rizal nació el 19 de junio de 1861, en Calamba (Laguna),
de padres tagalos, el mismo año que los marinos españoles
Melcampo y Méndez Núñez fundaban en Cavite, frente a la
bahía de Manila, la primera logia del Archipiélago "Primera Luz
Filipina", bajo la obediencia del Gran Oriente Lusitano. Dotado
de extraordinario talento, hizo sus primeros estudios en su
pueblo natal, prosiguió los secundarios en Manila, ingresando
posteriormente, a la Universidad a estudiar medicina, que
prosigue el año 1882, cuando tenía 21 años, en la Universidad
de Madrid.
Para dar una muestra de su talento y profundidad de sus
convicciones, vamos a citar partes de un discurso pronunciado
el año 1883, sobre la virtud en la Resp.·.Logia "Solidaridad"
N°53 de Madrid: "...vino el cristianismo, transformó muchas
creencias y en un principio, ¿en qué consistieron las virtudes
cristianas" La religión cristiana, heredera, resumen y esencia de
todas las religiones, reflejó en sus virtudes las de todas ellas y
santificó la humildad, el estoicismo, la pureza, agregando a esto
como verdadera orientación, la Caridad, virtud que el
mahometano elevó después a sublime altura".
"Más tarde, las doctrinas se adulteraron, faltó la fe, el
espíritu religioso fermentó en espíritu de secta; los que
predicaban igualdad y pobreza quisieron ser señores y ricos y
entonces la virtud se confundió con la intolerancia y el
fanatismo. Fue virtud el celibato forzoso, cuando Dios dijo:
"Creced y multiplicaos", fue virtud el horror a lo bello, el odio
al amor cuando toda la naturaleza es hermosa, cuando desde la
Luna a la flor, toda la creación predica Amor; fue virtud el ayuno
y la abstinencia, cuando todo hombre necesita desplegar y
multiplicar sus fuerzas para emplearlas en el servicio de sus

227
228

semejantes; fue virtud azotarse y rebajarse cuando el dolor es la


protesta de la naturaleza y cuando el reptil mora en el fango y
Dios en las alturas; y, en fin, fue virtud la ignorancia misma
cuando la Sabiduría es atributo divino, cuando la inteligencia es
un don y cuando el Hombre sólo se redime merced a sus
profundos estudios".
Rizal viaja a Francia el año 1885 y a Alemania en 1886,
año en que publica su famoso libro "Noli Me Tangere" que causa
profunda impresión en la crítica por ser el primer libro en que un
filipino da a conocer la realidad social en que vive su pueblo,
sometido al atraso y a la miseria por un sistema colonial opresivo
que, con la complicidad del clero, lo substrae de las influencias
progresistas foráneas, evitándole el conocimiento del idioma
español, dejándolo sólo con su lengua vernácula para
mantenerlo fanatizado, esclavo e ignorante.
Funda la sociedad secreta "Liga Filipina" que dado su
ideal patriótico y modo masónico se asemeja a la Logia
Lautarina, propulsora de la emancipación de los pueblos ibero
americanos.
El año 1892 es deportado a Dapitan, en Mindanao, donde
se dedica a practicar la medicina, desinteresadamente, durante
cuatro años y conoce a Josefina Braecker, una señorita irlandesa.
Solicita se le conmute la pena por la de extrañamiento a
Cuba como médico militar y el 4 de agosto de 1896 llega a
Manila para ser embarcado en el buque "Castilla" con destino a
España y el 30 de este mismo mes estalla la revolución filipina
por lo que al llegar el barco a Barcelona es apresado y enviado
al fatídico Castillo de Montjuich hasta ser reembarcado a Manila
para ser sometido a un Consejo de Guerra.
Sólo cinco días demoró el juicio que lo sentenció a la
pena capital. Horas antes de ser fusilado, el día 30 de diciembre
de 1896, contrajo matrimonio, en la prisión, con su amada y fiel

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compañera irlandesa, Josefina. Para acercarnos al término de


esta apretada exposición, debemos relatar algunos
acontecimientos protagonizados por ciertos recalcitrantes
enemigos de la Orden masónica, aquí, en nuestra patria.
Empezaremos por recordar la enconada oposición que
sostuvo la iglesia de Roma en contra de los movimientos de
emancipación de las colonias españolas, defendiendo la potestad
de los Reyes de España y sus privilegios y condenando a los
próceres patriotas Bolívar, Francisco de Miranda, San Martín y
O'Higgins, quienes a través de las logias Lautarinas
consiguieron liberar a sus pueblos de la dominación española.
Según el historiador masónico, Benjamín Oviedo, antes
del año 1750, no había francmasonería en Chile ni en las
colonias de España por temor al largo brazo de la Inquisición y
debido al analfabetismo imperante generalizado, siendo el rasgo
más sobresaliente de la sociedad chilena su sumisión a la Iglesia
católica que dominó durante el período colonial. Años después
se supo de la existencia en 1827 de la Respetable Logia
Filantropía Chilena.
Don Bernardo O'Higgins fue el primero que trató de
hacer un tímido intento de cambiar este estado de cosas en una
nota relativa a la redacción de la Declaración de la
Independencia: "La protesta de Fe que observo en el borrador,
cuando habla de nuestro invariable deseo de vivir y de morir
libres, defendiendo la fe en que nacimos, me parece suprimible,
por cuanto no hay de ella una necesidad absoluta y acaso puede
chocar algún día con nuestros principios políticos. Los países
cultos han proclamado abiertamente la libertad de creencia".
Sin embargo, su proposición no tuvo acogida y el Título
II de la Constitución de 1818 consignó un artículo que declaraba:
"La Religión Católica, Apostólica, Romana, es la única y
exclusiva del Estado de Chile. Su protección, conservación,

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230

pureza e inviolabilidad será uno de los primeros deberes de los


Jefes de la Sociedad, que no permitirán jamás otro culto público
ni doctrina contraria a la de Jesucristo".
La Constitución del año 1822, está redactada en iguales
términos, sin embargo, el art. Nº215 daba ciertas garantías de
tolerancia al establecer: "A nadie se castigará por pensamiento,
ni por manifestación de ellos, cuando no contengan calumnias,
injurias o excitaciones a los crímenes". Además, en el Art. Nº221
se condenaba terminantemente a la fatídica Inquisición. El
primero que hizo frente con la palabra escrita, a la intolerancia
religiosa del clero, fue el H.·. Camilo Henríquez González con
la publicación de un artículo elogiando a Voltaire, Rousseau y
Montesquieu. La respuesta vino de Fray Tadeo Silva con un
ataque virulento a Camilo Henríquez y a los filósofos elogiados
por él, expresando entre otras, la siguiente pintoresca frase: "que,
en vez de cumplir el ministerio de su Instituto, de ayudar a bien
morir a las gentes, les ayuda a mal vivir con sus periódicos".
En el año 1871, don Juan Agustín Palazuelos, diputado y
masón, solicitó a la curia las dispensas para contraer matrimonio
con su prima doña Clorinda Maturana Palazuelos, pero, éstas le
fueron negadas por el incalificable acto de herejía o apostasía al
haberse negado a jurar "por los Santos Evangelios" y querer
hacerlo "por su Honor y su conciencia", cuando asumió el cargo
en el Parlamento de la República.
En Homenaje al tiempo, no entraré a narrar en detalle
todos los casos ocurridos y me limitaré a citar solamente los más
bullados y los más grotescos.
En 1899, en las exequias del Q.·. H.·. Guillermo Matta,
el Orador Oficial de la Institución fue el I.·. H.·. Luis Navarrete
y López, uno de los más distinguidos Grandes Maestros que ha
tenido la Orden, y pronunció un sentido discurso masónico, sin
ofender ni atacar a nadie.

230
231

Pues bien, en el diario "Porvenir", de la época, fue


atacado con las siguientes expresiones: "Don Luis A. Navarrete
y López, Secretario de la Municipalidad de Santiago y ex fraile
dominico, pronunció el domingo un discurso en unos funerales
que por exigencias de cortesía oficial, o por un deber social
ineludible, se vieron forzadas a concurrir personas de respeto y
para sus creencias y sentimientos religiosos fue un verdadero
insulto escuchar una apología, hecha en sus barbas, de la secta
masónica".
En el año 1912, con ocasión de la muerte del Almirante
Juan José Latorre, ocurrida en Viña del Mar, un grupo de
hermanos de Concepción, publicó en el Diario "El Sur" una
invitación a todos los hermanos de la región, a celebrar una
ceremonia fúnebre en su memoria. Diez días después, un
presbítero, oculto bajo el seudónimo de NEY publicó un artículo
sosteniendo que el Almirante Latorre jamás había sido masón y
que en sus últimos años había sido un buen cristiano y que había
muerto como tal. Más adelante agrega que si el Almirante
hubiera pertenecido a la masonería (institución condenada por la
Iglesia) no habría podido recibir los auxilios religiosos, sin antes
haber abjurado de ella y se pregunta, ¿puede una Institución
tributar un homenaje público a alguien que abjuró de ella? Sin
embargo, es un hecho irrebatible que el Almirante Latorre fue
Gran Comendador del Supremo Consejo entre los años 1907 y
1911, O sea, un año antes de su deceso.
El 17 de Julio de 1916, a raíz de una Orden del Día
dictada por el Ministro de la Guerra, General Jorge Boonen
Rivera, se suscitó una gran polémica entre la ciudadanía y fue
motivo de un áspero y extenso debate entre los parlamentarios.
Con motivo del Acto de Juramento a la bandera, se transcribió
ese año, a todas las guarniciones militares, la siguiente Orden
del Día:

231
232

"El juramento de fidelidad a la bandera, que acaban de


prestar los señores Jefes, Oficiales e individuos de tropa del
ejército, prima sobre todo otro compromiso e impone a los
miembros de las Instituciones armadas de la República, la
obligación de abstenerse de formar parte de sociedades secretas,
cofradías, logias, etc., a fin de salvar la situación en que las
vicisitudes de la carrera militar podrán colocarlos de tener que
faltar al juramento prestado o a compromisos libremente
contraídos, lo que es incompatible con el honor y el prestigio de
las instituciones armadas".
Para abreviar, es dable mencionar, solamente, algunos
escritos de detractores de la Francmasonería chilena.
El mismo año 1916, apareció el opúsculo "La Masonería
y las Sociedades Secretas" de un señor Gabriel de la Paz.
Comenta el Decreto de la Orden del Día del General Boonen
Rivera, alabando la medida y atacando a la Masonería. Empieza
asegurando que siempre ha actuado en su vida con
imparcialidad, libre de prejuicios y de odios y a continuación en
todo el texto, no hace otra cosa que denostar, insultar y
descalificar a la Masonería y a los masones.
El año 1920, apareció el libro "La Masonería y sus obras
en Chile" escrita por un autor que se esconde bajo el seudónimo
de VERITAS. Comenta el último mensaje del Serenísimo Gran
Maestro Luis Navarrete y López y ataca las diferentes obras
sociales patrocinadas y financiadas por los masones, como la
Liga de Estudiantes Pobres, las Colonias Escolares, los Boy
Scouts, la Sociedad de Instrucción Primaria, etc.
Al final de su libelo acusatorio, en las conclusiones,
expresa textualmente: "Gracias a Dios hemos llegado al término
de nuestro trabajo, escrito todo él ante la imagen de Jesús
crucificado, para desagraviarlo de los ultrajes que a diario recibe
de estos infelices que lo odian con un odio verdaderamente

232
233

satánico, y para pedirle nos guiara e iluminara en la oscuridad


del camino que teníamos que recorrer, rodeado de enemigos y
de peligros sin cuento".
La más importante de las publicaciones antimasónicas
aparecida en nuestro país, es la Obra ¡Misterio! Descorriendo el
Velo, por la alta jerarquía eclesiástica de su autor, el Cardenal
José María Caro, quien formula ataques y comentarios en contra
de la Masonería basados en citas de opiniones y libelos de
connotados autores rabiosamente anti masónicos como
Copin-Albancelli, Doménico Margiotta, Mons. Jouin,
J.Bertrand, Mons. Armando J. Fava, Mons. De Segur y otros.
En el libro del Cardenal Caro aparecido el año 1924,
cuando oficiaba en Iquique, como Obispo Titular de Milas y
Vicario Apostólico de Tarapacá, queda de manifiesto su
ignorancia supina sobre los verdaderos fines y altos ideales que
inspiran a la Francmasonería y que no consultó, o descartó,
literatura seria y responsable, que hay mucha, dejándose
obnubilar por su fanatismo religioso al acusarla de "satánica, que
adora a Lucifer y maldice al Dios de los cristianos".
El año 1942, apareció el folleto "1000 masones"
difundido ampliamente y en el que se aconsejaba a los católicos
a no concurrir a los servicios profesionales, ni comprar en
tiendas y negocios cuyos propietarios fueran masones. Incluye
una larga lista de Queridos Hermanos, entre ellos el Presidente
de la República Juan Antonio Ríos Morales.
Por último, el año 1946, apareció un libro titulado "La
Masonería Chilena No Combate a la Religión Católica" cuyo
autor es un señor Luis Donoso Z. que empieza confesando que
para escribir este libro ha consultado "nueve años seguidos de la
Revista ‘La Verdad’, Órgano Oficial y Reservado de la
Masonería Chilena". (que se publicó desde el 15 de mayo de
1909 hasta el 15 de abril de 1923).

233
234

"Dice haber extractado de cada número, uno o varios


acápites de un mismo artículo, pudiendo hacerlo de dos o tres
décadas número para que el público profano, y aún parte del
masónico, se imponga y aprecie debidamente y con verdadero
conocimiento de causa, los grados de veracidad que encierran
tan claras como precisas y categóricas declaraciones de la
Orden".
En el libro trata de establecer que la
Masonería - contrariamente con el título que le dio a su libro - sí
combate a la Religión Católica y emplea argumentos muy
precarios y rebuscados, propios de un ferviente y fanatizado
creyente que pretende defender su Iglesia de un ataque
imaginario, inexistente.
El último suceso de cierta significación que ha afectado
a la Francmasonería chilena, es el ocurrido con motivo de la
Orden del día dictada por el Almirante José Toribio Merino,
fallecido el 30 de agosto de 1996, miembro de la Junta del
Gobierno Militar que derrocó al Presidente Constitucional de
Chile, Q.·. H.·. Salvador Allende Gossens.
El Decreto Supremo Nº 487 del 21 de abril de 1988 dice
a la letra: "Se prohíbe a los miembros de la Armada, pertenecer
a Corporaciones, Ordenes y Sociedades cuando éstas sean
secretas, esotéricas o jerarquizadas". Al poner término a esta
narración debemos reproducir lo que Fray José Torrubia,
franciscano español, escribía el año 1752 en su obra "Centinela
de la Masonería":
"Los francmasones son malos. Tienen que serlo porque
están condenados por la Iglesia y por los monarcas y porque, a
pesar que se sabe poco de ellos, son ateos, blasfemos, juran
matar y dejarse matar por su Observancia; profanadores y
sacrílegos, supersticiosos, comilones y borrachos, benefactores
sólo de los suyos, excluyentes de las mujeres..."

234
235

El primer Congreso Antimasónico Internacional,


celebrado en Trento, el año 1896, resumía la condena de la
Iglesia afirmando que el gran secreto de la Masonería era el culto
a Lucifer o Satanás.
Por otra parte, el historiador masón Daniel Beresniak
enumera a los enemigos de la Masonería: Dictadores, integristas,
fundamentalistas, fascistas, nazistas, comunistas, racistas,
chovinistas, xenófobos, cínicos, rencorosos, dogmáticos,
fanáticos, narcisistas...
Como colofón a esta escueta relación, me ha parecido
pertinente reproducir las expresiones del I.·. H.·. Dräseke
pronunciadas el año 1809 en la Logia de Lübec, que vendrían a
reafirmar lo establecido en nuestros rituales respecto a la
permanencia e inmutabilidad de la Doctrina y Principios de la
Francmasonería "en medio del oleaje de las evoluciones y
revoluciones de la Humanidad".
“Podrán venir a derribar este Templo, pero no lograrán
destruir nuestras convicciones. Podrán impedir nuestras
reuniones, pero no nuestra unidad espiritual. Podrán impedir que
nos llamemos masones, pero no que lo seamos en nuestros
corazones”.
"¡¡Salve, Templo Masónico!! Cuando todo esté cargado
de cadenas y de sombras, serás tú el único Estado Libre en una
tierra devastada por el despotismo y el fanatismo".

BIBLIOGRAFÍA

Benjamín Oviedo. La Francmasonería en Chile.


José A. Ferrer Benimeli. Masonería Española Contemporánea
Francisco Sohr S. Antimasonería. Temas Masónicos N°2.
Cesáreo Vásquez Ambrós. La Masonería y la Guerra de España.
Antonio de Lezama. El Conde de Aranda. Una Luz en las Tinieblas.
Rev. Masónica Nº 7-8 Set. - Oct.1966.

235
236

Enrique Neiman. La Masonería en España. Rev. Masónica N° 5-6


Julio-agosto 1978.
Francisco Torio. Informe sobre la Masonería Española. Rev.
Masónica N° 1-2 Marzo-Abril 1980.
Nelson G. Log. 98, Cómo vivió y Murió Rizal. Rev. Masónica N° 3-4
Mayo - Junio 1962.
VERITAS La Masonería y sus Obras en Chile.

236
237

Jaime Galté Carré.


Un Masón insólito

A fuer de ser sincero, debo empezar confesando que


siempre había sido un escéptico respecto a los fenómenos extra
sensoriales o paranormales, pero cuando conocí y profundicé el
estudio del extraño y sorprendente caso del hermano Jaime Galté
Carré, Grado 33° de la Masonería Chilena, he cambiado de
parecer y ahora mantengo una prudente duda sobre tan
controvertida materia.
Para hacer más expedita la semblanza de este singular
personaje, me ha parecido conveniente dividirla en tres aspectos:
el Hombre; el Masón y el Médium.

El hombre

Nació en Santiago, el 24 de mayo de 1903 y en la capital


hizo sus primeros estudios básicos. Posteriormente, sus padres
se trasladaron al Norte, por lo que tuvo que proseguir sus
estudios humanísticos en la ciudad de Tacna, entonces chilena,
y después en la ciudad de Iquique.
Da su Bachillerato, hoy prueba de Aptitud Académica, el
año 1921 y se traslada a Santiago a estudiar Ingeniería en la
Universidad Católica, desde donde es expulsado a los tres años
por sus actividades estudiantiles extra programáticas. El año
1925, ingresa a la Universidad de Chile a estudiar Derecho y
recibe su Título de Abogado el 11 de noviembre de 1930.
Para optar al Grado de Licenciado en Leyes, su memoria
versó sobre "La formación de un nuevo proyecto de ley sobre

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Sociedades de Responsabilidad Limitada”, que posteriormente


llegó a ser Ley de la República.
En el mes de agosto de 1932, fue nombrado Profesor de
la Cátedra de Derecho Procesal de la Escuela de Ciencias
Jurídicas y Sociales de Valparaíso, dependiente de la
Universidad de Chile, y en el año 1933 fue nombrado Director
de la citada Escuela Universitaria. En Valparaíso conoce al Sr.
Tomás Ríos González, muy versado en lo que entonces se
llamaba metapsíquica.
El año 1934, pasó a desempeñar la misma Cátedra en la
Escuela de Ciencias Jurídicas y Sociales de Santiago, donde
obtuvo el Título de Profesor Extraordinario de la Cátedra de
Derecho Procesal. Paralelamente con sus actividades docentes,
desempeñó el cargo de Abogado de la Empresa Periodística "La
Nación" S.A. Tiempo después fue nombrado Abogado del
Tribunal de Cuentas de la Contraloría General de la República,
para, posteriormente ser promovido al Departamento Jurídico de
esa Repartición.
Formó parte de la Comisión Redactora del Código
Orgánico de Tribunales de ese tiempo y a la vez publicó un texto
para su enseñanza en la Escuela de Leyes titulado "Manual de
Código Orgánico de Tribunales”.
Concurrió al Congreso de Abogados celebrado en
Santiago el año 1960, siendo elegido relator de la Comisión en
la que le correspondió participar. Asimismo, fue Miembro del
Directorio General de la Asociación de Boys Scouts de Chile,
como delegado del Directorio Provincial de O'Higgins, entre los
años 1943 y 1950.
Fue también, Director de la Sociedad Científica de Chile
y en política abrazó las doctrinas laicas y democráticas que
preconizaba el Partido Radical. Viudo de Doña Edna Müller, de

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la cual tuvo dos hijas: Sonia y María Inés, contrajo matrimonio


en segundas nupcias con la distinguida dama, Sra. Alicia Vico.
Un grupo de profesionales, entre los que figuraban
médicos, ingenieros, abogados y otros, fundaron junto con Jaime
Galté la Sociedad Chilena de Parapsicología en la que
desempeñó el cargo de Vicepresidente hasta el día de su muerte.
Murió a los sesenta y dos años de edad, el 1 de noviembre de
1965, víctima de un cáncer que en veinte días lo llevó a la tumba.

El Masón

Hijo único de masón - su padre, Jaime Galté Sabaj, era


miembro de la Respetable Logia de Iquique - ingresó a la
Francmasonería el 25 de noviembre de 1937, recibiendo la Luz
Masónica en la Respetable Logia "Deber y Constancia " N°7.
Antes de cumplir el año, el 20 de julio de 1938, se le concedió
Aumento de Salario y el 18 de agosto de 1939 recibió el Grado
de Maestro Masón.
Mantuvo una constante y abnegada actividad en su logia,
desempeñando distintos cargos: Maestro de Ceremonias,
Orador, Segundo y Primer Vigilante y Venerable Maestro por
tres períodos consecutivos entre los años 1942 y 1945, que
constituyeron notables etapas en la vida de su Taller.
Contribuyó a la creación de la Logia "Prometeo” N°101
de la que fue miembro integrante hasta el día de su muerte.
Colaboró también con la Gran Logia de Chile, suprema
autoridad de la Francmasonería Simbólica, desempeñándose
como Miembro del Tribunal de Honor, por seis años
consecutivos y en el momento de su deceso desempeñaba el
cargo de Gran Orador de la Gran Logia de Chile por un segundo
período.

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Paralelamente, la Gran Logia de Virginia, de los Estados


Unidos de Norteamérica, lo había designado Garante de Paz y
Amistad ante la Gran Logia Chilena, consolidando con su
destacada actuación, las fraternales relaciones entre estos dos
poderes o potencias masónicas.
La Masonería Capitular, también lo contó entre sus
miembros más esclarecidos.
Recibió el Grado IV el 29 de septiembre de 1945, en el
Santuario "Esperanza" Nº2 de Santiago, del cual fue
posteriormente su Presidente. La Logia de Perfección del Grado
IX "Educación y Justicia” N°1, lo contó entre sus miembros y
contribuyó a fundar la Logia de Perfección del Grado IX "José
de San Martín” N°3.
Gracias a su activa participación en las actividades de la
Masonería Escocesa, obtuvo los siguientes Grados 18°, 22°, 30°,
31°, 32°, para finalmente ser coronado el 8 de diciembre de
1963, en el Grado 33° del Rito Escocés Antiguo y Aceptado. Al
momento de su fallecimiento, ejercía la Presidencia del
Soberano Tribunal del Grado 31°, con acierto y sabiduría a pesar
de sus abrumadoras responsabilidades profanas y actividades
masónicas.
Como una demostración de su profunda convicción
masónica y de su acendrado amor a la Orden me ha parecido
pertinente reproducir las líneas iniciales de "Fundamentos
Masónicos", uno de sus numerosos trabajos aparecidos en la
Revista Masónica N°9 - 10 del año 1971.
"Para algunos, la Institución Masónica es la guardadora
de los principios morales que han dignificado a la especie
humana, elevándola por encima de la baja animalidad; para otros
es una filosofía que ha organizado a los pueblos sobre la base de
la política positiva y para el resto, es la conservadora de la

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tradición iniciática de hace miles de años, que transmite a través


del tiempo, la formidable sabiduría del pasado”.

El Medium

Quizás sea ésta la faceta más interesante y sugerente de


la rica personalidad del hermano Jaime Galté, por lo que me
extenderé más abiertamente en el estudio y comentario de estas
dotes parasíquicas suyas y que ha sido el motivo principal que
me ha movido a presentar este ensayo.
El hermano Jaime Galté, de mirada bondadosa e
inteligente, era un hombre sencillo, afable y modesto, que no
hacía ninguna ostentación de las facultades extrasensoriales que
poseía y a las cuales se refería diciendo: "Los fenómenos que me
corresponde protagonizar, los siento, los veo, los sufro, pero no
me los puedo explicar. Son para mi incomprensibles ".
La primera manifestación de estos poderes
paranormales, aparece a raíz de un sueño a la edad de 18 años 28.
El padre de Jaime hacía frecuentes viajes de negocios a
Valparaíso y fallece en ese puerto el año 1918 a causa de un
síncope cardíaco que le sobreviene en la calle.
Su madre escribió varias cartas a un abogado de
Valparaíso, encargado de los negocios de su esposo, sin recibir
respuesta. Han transcurrido tres años de la muerte de su padre y
la situación económica era bastante crítica para su madre y para
él, cuando el año 1921 viene sólo desde Iquique a la capital a
estudiar Ingeniería en la Universidad Católica. En Valparaíso,
pasó del barco al tren, sin tener la oportunidad ni siquiera de
conocer los alrededores de la estación.
El día 23 de mayo de ese año, tiene el siguiente sueño:

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Archivos de la Sociedad Chilena de Parasicología

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" Viaja en tren y llega tarde a Valparaíso, que él no


conoce. Desde la Estación ve un monumento y una plaza que
atraviesa para dirigirse a un hotel cercano, donde le recibe un
hombre de algunos años que le pregunta que desea.
- ¿Cuál es la pieza del señor Galté?, le consulta.
- En el segundo piso, pieza Nº28. Sube la escalera y abre la
puerta. Ya en el interior de un dormitorio, tiene la impresión
que no está solo. Se da vuelta y ve a su padre, muy contento.
- Pero, ¡Cómo! le dice, ¿Tú no estás muerto? ¿No te enterraron
hace tiempo?
- Si, pero lo que está enterrado son piedras. ¿Cómo están
ustedes?
- Muy afligidos por la situación económica.
- Anda donde el ahogado Sr. Rafael de la Beau. Él tiene un
sobre con $ 1900, mi reloj, mi argolla y varios papeles que
te entregará.
Muy impresionado por lo real que le pareció el sueño,
Jaime quedó sumamente inquieto. ¿Y si fuera cierto? Pero es una
locura hacer caso a un sueño. Y en esa incertidumbre pasa el día,
hasta que se decide a viajar a Valparaíso la mañana del día 24 de
mayo.
Al llegar al puerto y salir de la estación ferroviaria,
comprueba que esa Plaza (Sotomayor) tiene un monumento, tal
como lo había visto en el sueño y al fondo está el Hotel Inglés,
al cual se dirige rápidamente. Para su sorpresa, allí está el
hombre de cierta edad que lo saluda amablemente. Ahora, más
seguro que el resto del sueño sea cierto, se presenta:
- Soy Galté.
- Oh, señor, que gusto. Su padre venía siempre aquí.
- ¿A la pieza N°28?
- Si señor. Pobre caballero, fue muy cerca de aquí donde sufrió
el ataque. ¿Vamos a ver la habitación?

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Subieron la escalera y llegaron a la pieza que Jaime había


visto en su sueño. Entonces ya no tuvo dudas que el resto, sería
cierto.
- ¿Vive aquí, en el Puerto, un abogado llamado Rafael de la
Beau? le preguntó. Si, señor. ¿Sabe dónde vive?
- No, pero usted puede ir a los Tribunales que quedan aquí
cerca y allí le podrán dar noticias.
"Marchó donde le indicaron y encontró al abogado, quién
después de identificarlo le comunicó:
- Tengo un paquete para usted. He escrito varias cartas a su
madre y todas me han sido devueltas.
- Mi madre cambió de domicilio de Tacna a Iquique.
Continuó la conversación por algún tiempo y como era
ya el mediodía, invitó a Jaime a almorzar, tal como
acostumbraba hacerlo con su padre, de quién fue gran amigo.
Después del almuerzo, pasaron al escritorio y antes que
le entregara el paquete, Jaime Galté le dijo:
- Le voy a decir lo que contiene ese paquete.
- Yo no lo sé, le adelantó el abogado, pues tal como lo he
recibido se lo entrego. ¿Cómo sabe Ud.?
- Lo vi en sueños a ese paquete hay $1900, un anillo, un reloj,
y varios papeles.
Abierto el paquete se encontró lo que Jaime en sueños,
había oído decir a su padre, fallecido tres años antes.
Este sueño del joven Galté es una experiencia
extraordinaria de difícil clasificación. Puede pensarse en un caso
de clarividencia y precognición. Lo mismo este otro.
En una entrevista concedida por Sonia, una de las dos
hijas de Jaime Galté, narra a una periodista que su padre, en su
estadía en Valparaíso, fue aconsejado por Don Tomás Ríos
González - muy versado en lo que entonces se llamaba
Metapsíquica - y por su amigo Ricardo Prat, hermano del héroe

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que debía desarrollar esa facultad tan extraordinaria que poseía


y con ese fin lo invitaron a una reunión en la que participaba
también el Intendente de Valparaíso de esa época.
En la sesión, Galté cayó en trance y escribió el mensaje
de un "pinche" de cocina del barco Itata, que le pedía "desde el
barco hundido" que fuera a su casa, en el Cerro Barón y
repartiera entre su madre y una mujer que él amaba, unos dineros
que tenía ahorrados.
Alarmados, se comunicaron con la Gobernación
Marítima, pero según el informe recibido, el buque Itata
navegaba sin novedad a la cuadra del puerto de Coquimbo.
Jaime Galté se despidió del Intendente, sin desencanto
porque no se sentía dotado, y junto con su amigo Prat, se fueron
caminando por la calle Esmeralda y al pasar frente a "El
Mercurio" de Valparaíso, leyeron con estupor en la pizarra:
"Hace pocos minutos se hundió el barco Itata".
Posteriormente, comprobaron la existencia del autor del
mensaje, como ayudante de cocina del barco; encontraron la
casa del Cerro Barón y cumplieron con la petición de entrega del
dinero.
Desde entonces, según Sonia, su padre comenzó a leer, a
estudiar y a interesarse en esta materia, para explicarse a sí
mismo, de la naturaleza de esta cualidad de sueños
premonitorios que poseía.
Sin embargo, fue su extraordinaria facultad mediúmnica
la que le dio renombre internacional, siendo objeto de estudio
tanto en Chile como en el extranjero.
En un homenaje que le rindió la Sociedad de
Parasicología, que contribuyó a crear y de la cual era
Vicepresidenta una amiga suya, llamada Ana Hederra, abogado
como él y compañera de experiencias, comentaba lo siguiente:

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"Jaime Galté fue un "Médium" de incorporación integral.


Él sabía que cada vez que ejercía la mediumnidad, perdía
minutos de su vida; no obstante, la derrochó generosamente, en
bien de los demás, este artífice o taumaturgo cuyas manos tan
pronto podían curar, como bendecir o deslizarse magistralmente
en el teclado de un piano.
Era capaz de caer en trance a voluntad, en cualquier
momento y en escasos minutos.
De todos los personajes que lo visitaban, encarnándose
en él, el que le dio renombre internacional, fue un médico suizo
alemán: Eric Halfanne, cuya existencia terrena logró
comprobarse.
El doctor Halfanne, "mi dador", como le decía Galté,
había muerto en Bolivia allá por el año 1906. Pero este "doctor"
no habló jamás a través de sus labios. Sólo escribía sus mensajes
con las manos de Jaime Galté, con una enorme letra muy
diferente a la suya y con una precisión muchas veces
comprobada, diagnosticaba por escrito enfermedades y dictaba
tratamientos con remedios modernos, a veces desconocidos en
Chile.
En cambio, Mister Lowe, el otro personaje que se le
incorporaba, se expresaba de viva voz, por su intermedio. Su
presencia se anunciaba, también, en el rostro de Galté. En su
garganta, cuerdas vocales y labios, se producían extraños
sonidos como si Galté estuviera bebiendo ansiosamente. Luego
emergía una voz profunda, llena de vibraciones y de lenguaje
metafórico".
Según recuerda su hija Sonia, el Dr. Eric Halfanne se dio
a conocer, por primera vez, en una ocasión en que un matrimonio
amigo, los Bachelet, tenían una hija enferma y recurrieron a su
padre para que a través de su condición de médium invocara la
ayuda del médico que trataba a la niña y que había fallecido

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pocos meses antes. Este médico pediatra manifestó a través de


Galté que no podía atenderla porque "estaba cumpliendo otra
misión ", pero que vendría otro médico a ayudarla. Así fue como
se incorporó, por primera vez, el Dr. Halfanne en el cuerpo de
su padre".
"Mi padre lo invocaba a voluntad, continúa recordando
Sonia, caía en trance cerrando los ojos y respirando
profundamente y él nos contaba que sentía un adormecimiento
que partía de los pies y de la cabeza y al juntarse en el plexo
solar, comenzaba a incorporarse el Dr. Halfanne. Su cara
cambiaba de expresión deformando sus facciones, su brazo
derecho, sobre todo su mano, se ponían torpes y cada dedo se
movía como si fueran de otra persona. Luego tomaba un lápiz y
una hoja de papel y empezaba a escribir rápidamente con una
letra grande, muy distinta a la suya propia".
El otro personaje que se le incorporaba, Mr. Lowe, nunca
se manifestó por la escritura, sino que por la voz. Cuando Galté
caía en trance, hablaba con una voz con acento "agringado" y en
un tono muy suave y bondadoso. Nunca se supo exactamente
quien era y los que lo escucharon pensaban que podía ser un
filósofo, un místico o un humanista inglés. Algunos pensaban
que usaba ese nombre para entregar un mensaje de amor (love).
Los días domingos, se reunían en casa de Jaime Galté un
grupo de personas de alto nivel intelectual, la mayoría
profesionales, para escucharlas enseñanzas de este personaje y
para hacerle preguntas, pues aceptaba entrar en diálogo con
ellos.
Estas sesiones con Mr. Lowe fueron tomadas
taquigráficamente y fueron publicadas en dos libros cuyos
nombres son: "Ante el Umbral " y " En el Umbral". En el prólogo
de este último, se lee:

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"Cuando encontréis a vuestros respectivos Maestros, y


busquéis la Verdad sin apasionamientos por una idea o creencia,
se abrirá la puerta y traspasaréis el umbral con plena
conciencia".
Pero fue, sin duda, el Dr. Eric Halfanne el que cambió la
vida de Jaime Galté y le dio renombre internacional por sus
curaciones. A través de él examinaba, diagnosticaba y recetaba
a los distintos pacientes que acudían a él, cuando la medicina
tradicional y científica se declaraba impotente. Testigo de ello
fueron distinguidos médicos de ese tiempo: Cruz Coke,
Alessandrini, Francisco Becca, Santiago Barrenechea, Ignacio
Díaz, Roberto y Francisco Donoso, etc. y distinguidos hombres
públicos y profesionales como el abogado Miguel Schweitzer
(padre), el periodista Ricardo Boizard (Picotón), el dibujante
Jorge Délano (Coke), el diplomático Francisco Madrid, el
Venerable Hermano Horacio Hevia, el abogado y profesor
Eduardo Chiorrini Albetti, primer Presidente de la Sociedad
Chilena de Parasicología que Jaime Galté contribuyó a fundar el
año 1962, etc.
Había muchos que aseguraban deberle la vida de ellos o
de algún familiar y por sus notables y sorprendentes curaciones
recibió el agradecimiento de médicos, abogados, políticos,
intelectuales, diplomáticos. El doctor Francisco Donoso
Donoso, certificó ante Notario el año 1965, la curación de su
propia enfermedad.
Al historiador Luis Vicente Avaria le sanó a una hermana
y al Dr. Leonidas Corona le salvó la vida a su esposa. El año
1937, el Notario Jorge Gaete Rojas estaba quedando ciego y
gracias al Q.H. Galté recuperó la vista.
El Venerable Hermano de la Logia de Investigación
Masónica “Pentalpha”, Q∴H∴ Julio Sepúlveda Rondanelli, me

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declaró que fue muy amigo del colega y hermano Jaime Galté y
que en cierta ocasión que lo consultó, le sanó a una de sus hijas.
El abogado Homero Zúñiga Riveros estaba aquejado de
una parálisis progresiva y después de haber consultado diversos
médicos, recurrió a su colega Jaime Galté, quién lo visitó y curó
"a distancia" pudiendo detener la enfermedad que lo aquejaba.
Por lo interesante que resulta conocer estos hechos y para
formarse una idea del procedimiento que empleaba, algunas
veces, Jaime Galté, voy a reproducir "in extenso" las
declaraciones que hizo a una periodista de nota, el abogado
Homero Zúñiga Riveros:
"Conocía Galté en un juicio en que él era el árbitro y yo
abogado de una de las partes. El año 1951 se me comenzaron a
paralizar los pies. Consulté a cuanto neurólogo existe en Chile.
En unos de los comparendos, don Jaime Galté me preguntó por
qué arrastraba los pies ".
"Le respondí que ningún médico podía descubrir mi
enfermedad. Me dijo, "yo lo voy a ir a ver". Me extrañó su frase
y la interpreté como una simple cortesía. Yo era absolutamente
incrédulo y materialista. Pasaron dos o tres meses y mi mal
continuaba en progresión".
“Lo volví a encontrar y le pregunté cuando me iba a ir a
ver. Me prometió que lo haría. Yo vivía en esta misma casa, en
Padre Mariano 187, y estaba haciéndole arreglos. Me trasladé
aun cuarto del fondo, porque el resto estaba en demolición y mi
mujer con los niños fueron a casa de su madre. Llegué tarde esa
noche, fue en 1954... En mi pieza me tomé una pastilla para
dormir y comencé a leer. Llevaba una hora, por lo menos,
leyendo, cuando de pronto tengo la sensación de sufrir una
especie de vahído, entre sueño y pesadez y al mismo tiempo
siento que me destapan la ropa de cama desde los pies y me la
echan sobre la cara. Aletargado como estaba, lucho por abrir los

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ojos. Un frío como de hielo me pasa por las piernas. Abro los
ojos, la revista está en mis manos. La ropa de cama no se ha
movido".
“Miro la ventana para ver si está cerrada. Todo está en
orden. Vuelvo asentir lo mismo; la ropa, el hielo en mis piernas.
Trato de abrirlos ojos y por primera vez en mi vida, siento
miedo. Siento la impotencia de estar ante algo que no sé lo que
es. Permanecí el resto de la noche con la luz encendida”.
“A las seis de la mañana desperté. Llegué al alba al
Banco del Estado, donde laboraba, cuando los auxiliares hacían
el aseo. A las 10,30 de la mañana me llaman por teléfono. Es
Jaime Galté. "Le tengo noticias de su enfermedad " me dice. Casi
me morí de impresión”
“Al otro día almorcé con él y me dio su diagnóstico: un
virus filtrable, primo hermano del Polio, era causante de mi
parálisis. - Está metido en su organismo - me dijo - Si sigue
hacia arriba, llegará a los riñones y usted morirá. Debe curarla
pronto. Pídale a un médico amigo que le saque sangre y le
prepare un suero con ella. Póngase quince inyecciones de este
suero día por medio".
Le anticipó también, que no podría recuperarse del todo,
pero que la enfermedad se detendría con el tratamiento y con
ejercicios lograría cierta mejoría.
Galté debió responder una andanada de preguntas del
incrédulo paciente. Le dijo que le bastaba conocer el físico de
una persona, y que estuviera ésta en la China o en el Japón, podía
visitarla en espíritu, aún sin saber dónde vivía.
El abogado Zuñiga pidió a su colega que cuando
terminara el tratamiento, volviera a visitarlo, "- pero, por favor,
no en la misma forma - le rogó- porque me sanará la parálisis,
pero me va a matar del corazón".

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El Querido Hermano Galté atendía a quien se acercaba a


solicitar su ayuda y en respuesta a sus agradecimientos,
respondía invariablemente: "- Mi mérito, realmente, es pobre y
escaso, toda lo hace el doctor Eric Halfanne, quién se apodera
de mi cuerpo, controlando mis movimientos y mi mente".
El último paciente que examinó "el Dr. Halfanne" fue el
diplomático Miguel Serrano, apasionado de los fenómenos
extrasensoriales y autor del libro "El Círculo Hermético".
Padecía de una enfermedad que le atacaba las piernas y estaba
usando muletas.
Jaime Galté vivía sus últimos días cuando diagnosticó y
trató su mal. Al regresar, el diplomático, a Yugoslavia, pasó por
Londres y desde allí comunicó que se encontraba bastante
recuperado. Tres días después, el 1° de noviembre de 1965,
Jaime Galté Carré, el hombre que había salvado tantas vidas,
caía en trance eterno.
Un día antes, el 30 de octubre, en el Diario "El Mercurio"
apareció un artículo firmado por Miguel Serrano intitulado
"Jaime Galté, mutante chileno”, en el que se refiere a los
"mutantes" como seres que nacen adelantados a su tiempo, con
una o más facultades psíquicas que el resto de sus semejantes.
"En la evolución, ellos se anticipan en siglos y sirven,
talvez de un modo desconocido, al avance del conjunto. A lo
mejor, pertenecen a una humanidad diferente. También, es
posible, que haya más de una humanidad".
Serrano también escribía, que el Profesor Karl Jung tenía
sobre la mente humana, el siguiente concepto: "Si la mente es
capaz de trabajar al margen del espacio y del tiempo, es decir,
independiente del cerebro, de la corteza cerebral, entonces ella
es incorruptible y puede sobrevivir a la muerte del cuerpo".

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Conclusiones

Según los profesores J.B. Rhine y J.G. Pratt que fueron


los fundadores y primeros investigadores del Laboratorio de
Parasicología de la Universidad de Duke, en Durham, Estado de
Carolina del Norte de los Estados Unidos de Norte América, "la
Ciencia de la Parasicología, comenzó con la recopilación de
numerosas informaciones recogidas relacionadas con casos
psíquicos que hasta época muy reciente eran ignorados por los
hombres de ciencia, en circunstancia que los fenómenos que
estudia la Parasicología son no físicos, o sea, inmateriales, pero
ellos son acontecimientos naturales y que esta ciencia forma
parte de la Psicología que trata sobre las personas, la
personalidad, la conducta personal en el mundo social
circundante”29.
Estos estudiosos, clasifican a la Parasicología en dos
ramas principales:
A.- La Percepción Extra Sensorial, que es independiente
de los sentidos y a cuya rama pertenecen la Telepatía, la
Clarividencia y la Precognición.
B.- La Psicoquinesia, rama que incluye todos aquellos
acontecimientos que, sin intermediación física, cierta acción
personal produce un efecto físico, lo que se ha dado en llamar el
poder de la Mente sobre la Materia.
En esta clasificación de Rhine y Pratt, no se incluye el
espiritismo y mediumnidad. Sin embargo, sostienen que "es
correcto afirmar que la investigación de la hipótesis de la
supervivencia del espíritu y su posible comunicación,
corresponden a la esfera de la Parasicología. El estudio científico

29
J.B. Rhine y J.C. Pratt. Parasicología. Troquel. Buenos Aires

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del espiritismo y de la mediumnidad, que han sido practicados


desde remotos tiempos, adquiere actualidad y relevancia a partir
de 1848 en Hydesville, un pueblito de un grupo de casas de
madera, situado a pocos kilómetros de la ciudad de Rochester,
en el Estado de Nueva York, EE.UU”.
En una de esas modestas casas, habitada por una familia
de granjeros de apellido Fox, se empezaron a escuchar golpes y
a ver volar por los aires objetos inanimados que no tenían origen
conocido y a medida que pasaba el tiempo, se hicieron tan
fuertes, que en el mes de Marzo de 1848, al no encontrarse una
causa física, se pensó que podrían ser causados por algún poder
psíquico, lo que quedó demostrado cuando una de las tres hijas
del matrimonio Fox, ideó un alfabeto para comunicarse y los
golpes inexplicables dijeron que provenían de una persona
fallecida en esa casa y contestaron en forma inteligente todas las
preguntas que se le hacían, convirtiendo en realidad las viejas
historias de fantasmas y "almas en pena" delante de vecinos y
personas que vinieron de los alrededores y que fueron testigos
de estos hechos, después de tomar todas las precauciones para
no ser sorprendidos por un posible engaño o fraude. Las
hermanas Fox se hicieron famosas y dieron pruebas de
mediumnidad durante varios años.
El Q.·.H.·. Horacio Hevia, en un trabajo publicado en la
Revista Masónica30 expone:
"Otros Médiums famosos fueron Home y Florence Cook,
con quienes trabajó el famoso profesor Williams Crookes; los
hermanos Davenport, estudiados por Nichols y Cooper; la
famosa Señora Eddy, con quién trabajó el coronel Olcott;
Enrique Slade, estudiado por varios profesores de Leipzig;
Eusapia Palladino, que fue examinada durante varios años por
30
Horacio Hevia. Revista Masónica N°5 - 6 Año 1967.

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eminentes científicos; Marta Beraud, alias Eva C., estudiada por


el profesor Charles Richet; Miss Goligher, bajo el estudio del
Dr. Crawford y luego de Fournier; Margary y Stella C, que
operaban bajo el control de Harry Price; Klusky, por el cual se
interesó el Dr. Geley; Jean Gusik, que fue a París a pedido del
mismo Dr. Geley y cuya observación fue continuada por el Dr.
Eugene Osty; los hermanos Willy y Rudy Schneider, también
estudiados por el Dr. Osty ".
Jaime Galté Carré, fallecido el 1° de noviembre de 1965
ha sido, sin ninguna duda, otro de los médiums célebre en todo
el mundo y el mejor dotado que ha existido en Chile.

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