Aditivos Alimentarios
Aditivos Alimentarios
Aditivos Alimentarios
Añadir nutrientes.
Ayudar a procesar o preparar los alimentos.
Mantener el producto fresco.
Hacer que el alimento sea más atractivo.
Los aditivos alimentarios "indirectos" son sustancias que pueden encontrarse en el alimento
durante o después de que éste se procesa. Ellos no se han utilizado ni se colocan en el
alimento a propósito y están presentes en pequeñas cantidades en el producto final.
Funciones
Los aditivos alimentarios cumplen cinco funciones principales:
Efectos secundarios
La mayoría de las preocupaciones respecto a los aditivos de los alimentos tienen que ver
con los ingredientes artificiales que se les agregan a éstos. Algunos de ellos son:
Antibióticos aplicados a los animales que producen alimentos, como pollos y vacas.
Antioxidantes en los alimentos aceitosos o grasos.
Edulcorantes artificiales, como aspartamo, sacarina y ciclamato sódico.
Ácido benzoico en jugos de fruta.
Lecitina, gelatinas, almidón de maíz, ceras, gomas, propilenglicol en los
estabilizadores de alimentos y emulsionantes.
Muchos tintes y sustancias colorantes diferentes.
Glutamato monosódico (GMS).
Nitratos y nitritos en los perros calientes y otros productos cárnicos procesados.
Sulfitos en la cerveza, el vino y las verduras enlatadas.
Aditivos Alimentarios
Aditivos alimentarios son todas aquellas sustancias naturales o artificiales que son
agregadas a los alimentos a fin de preservar o intensificar sus cualidades, ya sea
conservándolas de la acción de microorganismos, realzando su gusto, su color o
mejorando su textura.
Se los puede clasificar de acuerdo a su función en:
Conservantes (ver Conservantes)
Aromatizantes:
Naturales: vainilla, especias, aromas de frutas, cáscaras (limón), aceites esenciales, etc.
Sintéticos: vainillina, cumarina, acetales, glutamato monosódico, etc.
Colorantes:
Naturales: cúrcuma, azafrán, clorofila, pimentón, remolacha, etc.
Lacas o pigmentos minerales: óxido de hierro, sales de cobre (laca cúprica), nitritos, etc.
Sintéticos: verde sólido, azul brillante, rojo escarlata, eritrosina, etc.
Texturizantes:
Emulsificantes y estabilizantes:
Naturales: goma y alginatos.
Artificiales: tartrato de estearilo, triglicéridos, sorbitano, etc.
Espesantes: agar, almidones, gomas vegetales, dextrinas, pectinas, etc.
Edulcorantes (sintéticos): sacarina, ciclamatos, aspartame.
Otros: Blanqueadores (industria panadera), Antiaglomerantes (en sales y polvos),
Secuestrantes (elimina residuos de metales en grasas), Abrillantadores, Antiespumantes,
Disolventes, Clarificantes, Acidulantes, etc.
A su vez los mismos alimentos pueden contener productos que no fueron agregados sino
que sean contaminantes, tales como herbicidas, plaguicidas, fungicidas, etc.
Inconvenientes:
- En cuanto a la inocuidad o toxicidad de los aditivos depende de la sustancia en sí y de la
cantidad utilizada.
- Tanto los productos naturales como sintéticos pueden ser potencialmente cancerígenos
(colorantes: amarillo manteca, rojo escarlata, azul brillante, nitritos; edulcorantes: sacarina,
ciclamatos; aromatizantes: glutamato monosódico, etc.) o provocar reacciones alérgicas
(mejoradores de harina, etc.).
- Otro peligro es que sean utilizados para encubrir adulteraciones o alteraciones de los
alimentos, provocando intoxicaciones.
Alternativas:
- Uso racional de aditivos.
- Preferir aquellos productos elaborados artesanalmente.
- Elegir productos de procedencia confiable.
- Elegir productos en cuyo envase figuren los aditivos utilizados y las cantidades.
- Demostrar la inocuidad bajo rigurosa investigación biológica en salvaguardia de
la salud pública, estableciendo el IDA (ingesta diaria admisible) y fijando el LMR
(límite máximo de residuos) para cada aditivo.
- Las autoridades deberían cumplir la función educativa de informar sobre riesgos
hipotéticos de cáncer, no alarmar a la población informando que a veces los
riesgos son bajos en comparación a los del propio alimento en particular (toxicidad
natural) y que puede ser mayor el beneficio de algún alimento que el perjuicio de
ciertos residuos de contaminantes.
Conservantes de alimentos
Los conservantes son sustancias naturales y artificiales usadas en la preservación de los
alimentos ante la acción de los microorganismos, con el fin de impedir su deterioro por un
tiempo determinado bajo ciertas condiciones de almacenamiento.
Básicamente poseen poder bactericida y bacteriostático
Clasificación de acuerdo a su toxicidad:
· Compuestos químicos inocuos (en dosis permitidas): etanol, ácido láctico, acético,
tartárico, cítrico, glicerina, especias (canela, orégano, tomillo, mostaza y otros), etc.
· Compuestos cuya inocuidad no es admitida universalmente: Nitrocompuestos : nitritos,
nitratos, nitrosamina (en salames, jamones, embutidos en general, harina de pescado
como alimento balanceado), anhídrido sulfuroso (en bebidas sin alcohol, jarabes), ácido
benzóico y sus sales (en margarina, jugo de frutas, mermeladas), ácido sórbico (en
jarabes, bebidas sin alcohol, confituras con frutas y otras.), etc.
· Compuestos de toxicidad reconocida (uso prohibido): amonios cuaternarios, ácido
bórico, ácido monocloroacético, derivados mercúricos y argénticos, etc.
· Compuestos de toxicidad dudosa:
* antibióticos (tetraciclinas, nistatina, etc.) en pescados, aves de corral, carnes,
quesos, etc.
* antioxidantes naturales: inocuos (tocoferoles, ácido cítrico, etc.)
* sintéticos: BHA (butil-3-hidroxi-4 anisol), BHT (hidroxi-butil-tolueno), etc.
En: cerveza, vino, jarabes, carne picada, pescado congelado, aceites, grasas, etc.
Inconvenientes
- Dependiendo del tipo de sustancia, el tiempo de exposición y la cantidad utilizada podrían
ser carcinogénicos (nitrocompuestos), teratogénicos: malformaciones en fetos
(nitrocompuestos), mutagé-nicos (nitrosamidas), producir disturbios metabólicos (anhídrido
sulfuroso, ácido benzoico y otros.), etc.
- Sin embargo hay estudios cuyos resultados son contradictorios en algunas sustancias:
BHA, BHT, etc.
Alternativas
* Uso de compuestos inocuos.
* Empleo de métodos conservativos sin necesidad de la incorporación de aditivos.
Ejemplo: ultrapasteurización, congelado, etc.
* Cambio de hábitos alimentarios: consumir más productos frescos y menos elaborados.
* Incrementar estudios sobre inocuidad y que agentes reguladores informen
conscientemente a la población sobre posibles riesgos.