El Fosforo Elemento PDF
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Contenido
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1. ASPECTOS BASICOS SOBRE EL FOSFORO DEL SUELO
El fósforo (P) es uno de los 17 nutrientes esenciales para el crecimiento de las plantas. Sus
funciones no pueden ser ejecutadas por ningún otro nutriente y se requiere un adecuado suplemento
de P para que la planta crezca y se reproduzca en forma óptima. El P se clasifica como un nutriente
primario, razón por la cual es comúnmente deficiente en la producción agrícola y los cultivos lo
requieren en cantidades relativamente grandes. La concentración total de P en los cultivos varía de
0.1 a 0.5 %.
Hay que ver primero lo que se entiende por fosforo (elemento cuyo simbol químico es P) y por el
fosfato, compuesto que las plantas absorben primordialmente y que se representa por la formula
P2O5.
El P penetra en la planta a través de las capas externas de las células de los pelos radiculares y de
la punta de la raíz. La absorción también se produce a través de las micorrizas, que son hongos que
crecen en asociación con las raíces de muchos cultivos. El P es absorbido por la planta
principalmente como ion orto fosfato primario (H 2PO4-), pero también se absorbe como ion fosfato
secundario (HPO4=), la absorción de esta última forma se incrementa a medida que se sube el pH.
Una vez dentro de la raíz, el P puede quedarse almacenado en esta área o puede ser transportado a
las partes superiores de la planta. A través de varias reacciones químicas el P se incorpora a
compuestos orgánicos como ácidos nucleicos (ADN y ARN), fosfoproteínas, fosfolípidos, enzimas y
compuestos fosfatados ricos en energía como la adenosina trifosfato (ATF). El P se mueve en la
planta en forma de iones orto fosfato y como P incorporado en los compuestos orgánicos formados.
De esta forma el P se mueve a otras partes de la planta donde estará disponible para más
reacciones.
El P juega un papel vital virtualmente en todos los procesos que requieren transferencia de energía
en la planta. Los fosfatos de alta energía, que son parte de la estructura química de la adenosina
difosfato (ADF) y de la ATF, son la fuente de energía que empuja una multitud de reacciones
químicas dentro de la planta. La transferencia de los fosfatos de alta energía del ADF y ATF a otras
moléculas (proceso denominado fosforilación), desencadena una gran cantidad de procesos
esenciales para la planta.
1.3 FOTOSÍNTESIS
La reacción química más importante en la naturaleza es la fotosíntesis. Esta reacción utiliza energía
luminosa, en presencia de clorofila, para combinar el dióxido de carbono y el agua en azúcares
simples. En este proceso, la energía solar es capturada en la ATF e inmediatamente este compuesto
está disponible como fuente de energía para muchas otras reacciones dentro de la planta. Por otro
lado, los azúcares formados se usan como bloques para construir otras células estructurales y
compuestos para almacenamiento.
El P en un componente vital de las substancias que forman los genes y cromosomas. De esta forma,
este elemento es parte esencial de los procesos que transfieren el código genético de una
generación a la siguiente, proveyendo el mapa genético para todos los aspectos de crecimiento y
reproducción de la planta.
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El adecuado suplemento de P es esencial para el desarrollo de nuevas células y para la transferencia
del código genético de una célula a otra, a medida que se desarrollan nuevas células.
Abundante cantidad de P se acumula en las semillas y en el fruto donde es esencial para la
formación y desarrollo de la semilla.
El P es también parte de la fitina, que es la principal forma de almacenamiento de P en la semilla.
Alrededor del 50% del P total en las semillas de las leguminosas y del 60 al 70% en los cereales se
almacena como fitina o compuestos muy parecidos. Un mal suplemento de P puede reducir el
tamaño, número y viabilidad de las semillas.
Las células de las plantas pueden acumular nutrientes en concentraciones mucho mayores a las que
están presentes en la solución del suelo que les rodea.
Esta condición permite que las raíces extraigan nutrientes de la solución del suelo donde se
encuentran en concentraciones muy bajas.
El movimiento de nutrientes dentro de la planta depende en mucho del transporte a través de las
membranas de las células, proceso que requiere de energía para contrarrestar las fuerzas de
osmosis.
clorofila
Fotosíntesis = Dióxido de Carbono + Agua —-- Luz Solar —-- Oxígeno + Carbohidratos
Energía en Fosfatos
De nuevo aquí, la ATF y otros compuestos fosfatados proveen la energía necesaria para el proceso.
1.6 ASPECTOS QUÍMICOS Y FORMAS MINERALES DEL FÓSFORO DEL SUELO EN REGIONES
TROPICALES
Muchos de los suelos en las regiones tropicales, tienen un nivel muy bajo de fosforo aprovechable.
Los rendimientos de los cultivos generalmente son muy bajos, a menos que se apliquen fertilizantes
fosfatados, con el fin de aumentar el nivel de fósforo aprovechable en el suelo, es necesario añadir
altas cantidades de fertilizantes fosfatados a los suelos rojos y a los derivados de cenizas volcánicas.
Estos suelos tienen la capacidad de inmovilizar grandes cantidades de fertilizante fosfatados.
El desarrollo de prácticas de fertilización seguras y la interpretación de análisis de suelos para
fósforo, deben tener en cuenta la química y la reacción del fósforo en el suelo.
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1.8 FACTORES QUE INFLUYEN EN LAS FORMAS DEL FÓSFORO INORGÁNICO
Las formas del fósforo inorgánico presentes en un suelo, están relacionadas con el grado de
meteorización química que haya tenido lugar. Los factores que determinan la formación de los
compuestos de fósforo en el suelo son:
a) Actividad de los cationes
b) pH
c) Productos de solubilidad de los compuestos del fósforo.
d) Propiedades mineralógicas del suelo
e) Condiciones de topografía y drenaje.
La transformación de los fosfatos de un compuesto a otro está controlada principalmente por el pH. A
medida que los suelos se tornan ácidos, las actividades del hierro y el aluminio aumentan y los
fosfatos de Calcio relativamente solubles, se convierten en compuestos de hierro y aluminio menos
solubles.
El régimen de humedad del suelo también produce un efecto importante en las formas del fósforo
presente. Suelos en áreas con estación marcada de sequía de humedad, tienen una alta proporción
de su fósforo inorgánico en formas de fosfato de hierro, lo mismo se encontró que el mal drenaje
favorece la formación de fosfatos de aluminio.
Los fertilizantes fosfatados cuando se añaden a un suelo ácido mineral, reaccionan con los
compuestos de hierro y aluminio para formar compuestos de fósforo poco solubles.
Los factores que influyen en el suministro del fosforo para las plantas han sido representados por
Gunary y Sultan, en la siguiente forma:
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K1
Psuelo P en la solución del suelo Difusión Raíces de la planta
K2
Capacidad Intensidad
Tasa
La concentración del fósforo en la solución del suelo es importante en la nutrición vegetal debido a
que las raíces de las plantas absorben fósforo de esta solución. El movimiento del fósforo hacia las
raíces por difusión para reemplazar al que ha sido tomado por las plantas, es dependiente del
gradiente de concentración de fósforo en la solución y de las interacciones entre el fósforo de la
solución y de la fase sólida. La cantidad de fósforo en la solución del suelo es una función de la
capacidad de adsorción del fósforo y del porcentaje de la saturación de la capacidad de adsorción.
En suelos ácidos minerales, la capacidad de adsorción está determinada principalmente por las
cantidades y naturaleza de los óxidos hidratados de hierro y aluminio y de las cantidades de aluminio
intercambiable.
El fósforo orgánico que ha sido considerado como la reserva fosforada de los suelos tropicales, se le
atribuye dos orígenes:
a) Proveniente de la síntesis microbial.
b) Residuos orgánicos que en general, llegan al suelo con un contenido de fósforo variable entre
0.05% y 0.5%
La actividad microbial es afectada por diferentes factores entre los que se destacan:
Temperatura: la mineralización del fósforo aumenta marcadamente cuando la temperatura es
de 30°C o mayor.
Humedad: los diferentes niveles de humedad, hasta un 70% de saturación, no parece influir
mucho en los cambios de la tasa de mineralización, pero cuando las condiciones se toman
más anaeróbicas, el fósforo disponible aumenta, aunque parece bastante probable que se
confundan las reacciones de mineralización y de solubilización de fósforo inorgánico.
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Reacción del suelo: la mineralización más adecuada ocurre en medios próximos a la
neutralidad.
Sin embargo, el encalamiento de suelos naturalmente ácidos puede no producir los efectos
esperados, porque el calcio, y también el magnesio, inhiben la acción de las hidrolasas fosfóricas.
Es conocido que los suelos derivados de cenizas volcánicas (andisoles) tienen un alto poder de
fijación de P. por otro lado, existe evidencia de que el efecto residual de aplicación alta de este
elemento es variable. Los principales resultados sobre el efecto residual de P en andisoles se
pueden resumir de la siguiente manera:
Los suelos derivados de cenizas volcánicas (Andisoles) cubren una gran extensión de América
Central y América del Sur. La fracción arcilla de estos suelos está dominada por alófana e imogolita
(minerales amorfos de rango corto) que provienen de la meteorización de los materiales piroclásticos
producto de recientes deposiciones volcánicas. Investigación conducida en los últimos años ha
demostrado que los complejos humus aluminio (Al) juegan también un significativo papel en el
comportamiento de los Andisoles.
Una de las características más importantes de los Andisoles es su capacidad para inmovilizar (fijar)
fósforo (P) en la superficie de los minerales amorfos. Esta es la principal limitante química de los
Andisoles. Aparentemente, la capacidad de fijación de P de los Andisoles varía con el tipo de arcilla
presente y esto a su vez cambia el efecto residual de las aplicaciones de fosfato. En ciertos cultivos,
los estudios de calibración, no han logrado correlacionar adecuadamente el contenido de P en el
suelo con las recomendaciones de fertilización.
Inicialmente se consideró que la fijación de P en los Andisoles ocurría solamente en las superficies
activas de la alófana y la imogolita. Los mecanismos de fijación de P en la alófana e imogolita
incluyen procesos como quemiadsorción, desplazamiento de silicio (Si) estructural y precipitación.
Sin embargo, se ha reconocido la importancia de los complejos humus-Al en este proceso. La
fracción humus en Andisoles forma fácilmente complejos con metales como el Al. El carbono (C)
atrapado en estos complejos es inactivo y deja de ser parte del Carbono de activo de la fracción
orgánica. Por otro lado, los grupos hidroxilo combinados con el Al acomplejado entran en reacciones
= -
de intercambio de ligandos con HPO y H PO como se observa en la Figura 3, fijando fuertemente
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el P aplicado.
De igual manera, este fuerte acomplejamiento del Al con el humus limita la posibilidad de
coprecipitación de Al con Si, liberados de la descomposición de la ceniza volcánica, lo que a su vez
limita también la formación de alófana. Estos procesos se han documentado en Andisoles de Japón,
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Colombia y Ecuador (Wada y Kakuto, 1985; Inoue y Higashi, 1988; Benavides y Gonzáles, 1988;
Zehetner et al., 2003).
El contenido de fosfolípidos del humus es siempre bajo. Frecuentemente tan pequeño como 0.1% , o
algunas veces más del 5% y en otras ocasiones un poco más de del fosforo orgánico está vinculado
con estos compuestos. Una parte importante de esta fracción puede ser fosfatidiletanolamina y
fosfatidilcolina, que se encuentran también en plantas y microorganismos. Se asegura que los
fosfolípidos en el suelo, indudablemente, tienen origen microbiológico. De otra parte, su
descomposición microbiológica es rápida.
El fósforo del suelo se presenta casi exclusivamente como orto fosfatos derivados del ácido fosfórico,
H3PO4, Ca y Al. Los compuestos formados pueden encontrarse en forma de sales en solución, sales
cristalinas o sales absorbidas por los coloides del suelo. El ion fosfato puede, además, ser
directamente absorbido por los coloides del suelo o puede formar enlaces de gran estabilidad con los
hidróxidos de Fe, Al o Mn que forman parte de los coloides del suelo. Estos últimos constituyen el
"fósforo fijado".
Las principales formas de fosfatos orgánicos son el fosfato de inositol y los ácidos nucleicos. Tanto
el inositol como los ácidos nucleicos parecen tener origen principalmente microbiano. El nivel de
fósforo orgánico en los suelos puede variar entre un 3 y un 85% del fósforo total.
Las principales formas de fosfato inorgánico son las que se muestran en la tabla siguiente. Todas
ellas son de menor solubilidad que los compuestos fosfatados orgánicos.
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Tabla 1 Principales formas de fosfato inorgánico
La abundancia relativa de cada uno de estos compuestos variará de acuerdo al origen del suelo, a
los niveles de materia orgánica y al pH. Estimaciones relativas de formas inorgánicas de fósforo
según variaciones en el pH se muestra en la Figura 5.
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1.14 FLUJOS DEL FOSFORO EN EL SUELO
Un esquema general de las formas de fósforo en el suelo se presenta en la Figura 5. Las plantas
absorben fósforo en forma de H2P04 -, ion que queda disponible al solubilizarse o romperse
cualquiera de los compuestos fosfatados. Los equilibrios de reacción llevan a que la mayor parte del
fósforo del suelo se encuentre en formas de baja o muy baja disponibilidad. Sólo un porcentaje muy
bajo (entre 0,1 ppm y 0,3 ppm) se encuentra realmente en solución, plenamente disponible para
plantas y microorganismos (Figura 5).
Los equilibrios de reacción entre las distintas formas de fósforo dependerán de los coloides y
minerales presentes en el suelo, el pH, la actividad micro biológica, la presencia de enzimas y ácidos
orgánicos y la intensidad de la demanda del nutriente. Mientras la composición y pH del suelo son
características inalterables o muy difíciles de alterar. Los agentes de origen biológico son posibles de
manejar, y prácticamente todos ellos tienden a mantener el fósforo en sus estados de mayor
disponibilidad. Por lo mismo, los agentes biológicos son fundamentales para asegurar un mejor y
mayor uso del fósforo del suelo.
Los principales mecanismos a través de los cuales actúan estos agentes son los siguientes:
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Un gran número de ácidos orgánicos tienen la capacidad de solubilizar fosfatos mediante
complejación del calcio, aluminio y fierro, dejando así al ion fosfato en estado soluble. La reacción
podría graficarse como se muestra en la figura 3. Los ácidos más activos en el suelo parecen ser el
cítrico, oxálico, glucónico, láctico, málico. Los ácidos húmicos y fúlvicos cumplen el mismo papel que
los anteriores. El ácido carbónico que se forma a partir del C0 2 proveniente de la respiración
microbiana y radicular, aunque no es un ácido orgánico, también actúa en forma similar –
especialmente en relación a los fosfatos de Calcio.
Los mecanismos utilizados por los hongos micorrícicos para aumentar la capacidad de absorción
parecieran ser la producción de gran cantidad de micelios, lo que aumenta el volumen del suelo
explorado y la superficie de absorción. También es importante la capacidad para acumular fósforo
intracelularmente en forma activa, contra fuertes gradientes de concentración. Esto permite a las
micorrizas extraer fósforo en forma más eficiente, especialmente de soluciones de muy baja
concentración. Un factor adicional de eficiencia de extracción es que las raíces con micorrizas se
mantienen funcionales durante más tiempo (Silveira, 1992).
Diversos estudios indican que, en un amplio rango de condiciones, el estímulo del crecimiento y
actividad de las micorrizas ya presentes en el suelo mediante manejo ambiental puede ser suficiente
para lograr un efecto importante sobre la nutrición de la planta. Sin embargo, en suelos altamente
erosionados o en la producción de plántulas para trasplante, la introducción de micorrizas mediante
inoculación pareciera ser una medida complementaria necesaria (Cardoso y Lambais, 1992).
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Figura 6 relación del fosforo
Los mecanismos recién descritos resumidamente involucran una compleja red de interrelaciones,
formas de control, elementos tampón y vías de retroalimentación imposibles de presentar en esta
discusión. Desde el punto de vista del manejo agrícola, sin embargo, la inducción de estos
mecanismos se basa en sólo unas pocas medidas convergentes. Estas son:
b) Mantener el suelo cubierto el mayor tiempo posible, mediante cubierta muerta o viva, ya que
ello estimulará la actividad microbiológica y radicular al controlar los extremos de humedad y
especialmente los de temperatura. Si se utiliza cubierta viva, la mayor presencia de raíces también
estimulará la actividad microbiana a través de los exudados y restos radiculares.
c) Evitar compuestos tóxicos en el suelo, ya que todos ellos disminuyen la actividad biológica y
sus efectos asociados. Los compuestos más tóxicos son los fungicidas y herbicidas. Algunos
insecticidas pueden no tener un efecto directo sobre la actividad microbiológica total del suelo, pero
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los procesos de degradación de estos compuestos pueden alterar la composición de las poblaciones
en el suelo, alterando así la eficiencia de los mecanismos de solubilización y/o aprovechamiento de
los nutrientes.
d) Evitar fertilizantes solubles, los fertilizantes solubles constituyen otra fuente de toxicidad para
los microorganismos. Simultáneamente, la presencia de fósforo soluble disminuye la eficiencia en la
acción de las micorrizas, ya que la absorción de fósforo soluble de manera directa y a tasas normales
permite ahorros significativos de energía en comparación con los procesos de solubilización y
acumulación activa. Por lo tanto, si la fertilización orgánica aparece como insuficiente, los fertilizantes
a aplicar deben ser de baja solubilidad (por ejemplo, roca fosfórica).
¿Cómo funciona....?
Porque la planta que fertilizamos está finalmente relacionada con el enriquecimiento del suelo para
futuros cultivos. El proceso funciona de la siguiente forma: sabemos que la planta absorbe el fósforo
de los aniones (H2PO4)-1 y (HPO4)-2 que se encuentran en solución en el suelo. Estos fosfatos
inorgánicos se adicionan fácilmente al suelo añadiendo fertilizantes comerciales.
Sin embargo, durante el proceso de crecimiento, la planta convierte el fósforo inorgánico en fósforo
orgánico. ¿En qué cantidad? Por ejemplo: un cultivo de maíz que produce 12 Ton/ha contiene
aproximadamente 13 Kg de fósforo orgánico en el grano y la misma cantidad en los residuos y las
raíces que quedan sin emplearse. Esto último es importante ya que el fósforo orgánico residual
pasará a formar parte de la reserva de fósforo del suelo y servirá para futuros cultivos. También se
encuentran en el suelo, lo que se conoce como fosfatos inorgánicos "inmovilizados" que son los
fosfatos inutilizables por la planta. Estos fosfatos incluyen los fosfatos de hierro, de calcio y de
aluminio. Los suelos tienen diferentes propiedades en cuanto a inmovilización o fijación se refiere; las
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cuales dependen del pH, de varios iones metálicos, del origen del suelo mismo y los minerales que "
ligan " al fósforo.
Figura 7 TRES ETAPAS CLAVES DEL FOSFORO EN EL SUELO (muestra la relación entre los
fosfatos inorgánicos inmovilizados, el fosfato disponible y el fosfato orgánico de los suelos.)
En primer lugar, debe manejar los residuos de cosecha y granja adecuadamente para formar materia
orgánica. En segundo lugar, el pH del suelo debe ser ajustado para maximizar la actividad
microbiana. En tercer lugar, debe haber humedad, temperatura y aireación del suelo adecuadas para
promover un ambiente microbiano activo. La lluvia o la irrigación proveen al suelo de humedad, pero
la temperatura depende de la Madre Naturaleza.
En lo que respecta al manejo del suelo, recordemos que nuestro objetivo del programa de
"Maximización de la Productividad" es producir un suelo profundo y de baja densidad el cual
maximiza la aireación y la actividad microbiana.
La "mineralización" de los suelos acelera la pérdida de fosfatos que se convierten en uno de los
ingredientes más necesitados en los cultivos de altos rendimientos. El proceso de mineralización se
lleva a cabo por los microorganismos del suelo que se alimentan de los residuos y después mueren.
Estas células muertas se convierten en un material negro que conocemos como materia orgánica.
Cuando la materia orgánica es finalmente producida, contiene una cantidad substancial de fósforo
orgánico (tabla 2). Como se puede observar, en la capa de 0 a 15 cm, un suelo con 3 por ciento de
materia orgánica puede contener aproximadamente 1,000 Kg. de fósforo (expresado como P 2O5) por
hectárea. El fósforo orgánico de la materia orgánica no es inmediatamente asimilable para la planta.
Como mencionamos anteriormente, este fosfato debe ser convertido de nuevo a su forma inorgánica
para ser asimilado. Sin embargo, esto no debe preocuparnos puesto que al formarse la materia
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orgánica, el fosfato orgánico ha sido almacenado por el productor y será liberado en el suelo en su
forma más asimilable cuando el cultivo más lo necesite: durante el periodo de máximo crecimiento.
Durante el proceso de "mineralización" el fósforo inorgánico, así como el nitrógeno y otros nutrientes,
se harán disponibles bajo condiciones apropiadas de temperatura, pH, humedad y buen manejo del
suelo.
Como el rumen.
Otro interesante punto de vista es comparar al fósforo orgánico en los suelos de cultivo con el rumen
de las vacas. Los ganaderos saben que a pesar de que sus animales ingieran grandes cantidades de
ensilado, de maíz o de milo, pueden desarrollar serias deficiencias de fósforo. El fósforo orgánico en
el alimento (fósforo Phytin) es muy poco asimilable para los animales. Para compensar esta
deficiencia y aumentar la digestión, es necesario suplementar el alimento para ganado monocálcico o
dicálcico.
El resultado es:
1) una mayor eficiencia de la alimentación,
2) Un aumento de peso,
3) Un mejoramiento general de la salud.
Un ingrediente supremo...
Sin lugar a dudas, el fósforo orgánico juega un papel muy importante en nuestra búsqueda
para la obtención de suelos de alta productividad capaces de producir altos rendimientos.
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3. UN NUTRIENTE ESENCIAL PARA LAS PLANTAS
EL FOSFORO (P) es esencial para el crecimiento de las plantas. No puede ser sustituido por ningún
otro nutriente. La planta debe tener P para cumplir su ciclo normal de producción.
ES UNO DE LOS TRES NUITRIENTES PRINCIPALES. LOS OTROS DOS SON EL NITROGENO Y
EL POTASIO LA TABLA SIGUIENTE MUESTRA ALGUNOS CULTIVOS Y LAS CANTDIADES DE
P2O5 QUE ABSORBEN DEL SUELO.
Absorción
Rendimiento De P2O5 en
Cultivo toneladas Todo el cultivo, kg
Alfalfa 18.0 134
Bananas 55.0 52
Frijol 2.0 15
Café 2.1 12
Maíz 10.0 102
Algodón (fibra) 1.1 57
Grano de 9.0 94
sorgo
Maní 4.5 45
Arroz 7.8 67
Soya 4.0 65
Caña de 112.0 112
azúcar
Tomates 90.0 97
Trigo 4.0 46
Nota: El contenido de fósforo en los fertilizantes se expresa como equivalente de “P 205”, a pesar de
que no existe el P205 como tal en los materiales fertilizantes. La designación de P 2O5 es una
expresión convencional estándar del contenido relativo de P. En este texto, algunos datos se
expresan en términos de P y otros como P205. Para convertir P en P205, se multiplica por 2.29 y para
convertir P205 en P se multiplica por 0.43.
Las plantas absorben la mayoría del P como el ion orto fosfato primario (H2PO4-). Las plantas
también absorben pequeñas cantidades de P como ion orto fosfato secundario (HPO4=). El pH del
suelo influye en gran parte en la absorción de estas dos formas de P por la planta. Las plantas
pueden utilizar otras formas de P, pero en menores cantidades que el orto fosfato.
La concentración de P es más alta en la semilla que en ninguna otra parte de la planta madura, como
lo indica la siguiente tabla 4
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Cultivos Parte de La Rendimiento Porcentaje De
planta (Kg/ha) P
Maíz Grano 9.4 0.22
Tallos y hojas 8.4 0.17
Algodón Semillas 2.2 0.66
Tallos y hojas 2.8 0.24
Maní Grano 4.5 0.20
Tallos y hojas 7.2 0.26
Arroz Grano 6.7 0.28
Paja 7.8 0.09
Soya Grano 3.4 0.42
Paja 7.8 0.18
Trigo Grano 4.0 0.42
Paja 6.1 0.12
Tabla 4 concentración de P en la semilla y en otras partes de la planta madura
Las interacciones positivas del P con otros nutrientes esenciales para el crecimiento de las plantas
han sido documentadas, en reportes de investigación, con muchos cultivos. Ciertas prácticas
culturales junto con las condiciones del clima pueden ser muy útiles como indicadores de las posibles
interacciones en la utilización del P.
Mayores rendimientos ocasionan mayor demanda de nutrientes derivados de las reservas del suelo y
de los fertilizantes aplicados. El objetivo es suplir los nutrientes necesarios durante los momentos de
mayor absorción de estos por el cultivo.
Los suelos ácidos y el encalado alteran la disponibilidad de nutrientes para las plantas en
crecimiento. Un buen encalado puede mejorar la disponibilidad de P en muchos cultivos. El mal
encalado o sobre encalado, puede reducir la disponibilidad de P y micronutrientes tales como el
hierro (Fe), zinc (Zn), manganeso (Mn) o boro (B) y aumentar la disponibilidad de molibdeno (Mo).
El cambio hacia métodos de labranza reducida puede alterar la forma de aplicación de los
fertilizantes y muchas veces los resultados pueden ser que el P se acumule en la parte superficial del
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suelo. Las bajas temperaturas, alta humedad y materia orgánica pueden reducir la disponibilidad y la
utilización de P por ciertos cultivos.
Densidades altas de siembra en cultivos como la soya, trigo, cebada, o algodón, dan como
consecuencia, por supuesto, un número mayor de plantas por hectárea. Sin embargo el tamaño
individual de estas es menor y el volumen de suelo explorado por las raíces se reduce. Así, un suelo
más fértil, con mayor cantidad y mejor distribución de P es benéfico para un buen desarrollo del
cultivo.
Cambios en la topografía y la zona de crecimiento de la raíz pueden ser consecuencia del método de
nivelación, labranza más profunda o de conservación. La pérdida de suelo a través de la erosión
debe de ser controlada para aumentar la disponibilidad de P.
Nitrógeno (N). El fósforo y el N están involucrados en funciones vitales para las plantas como lo son:
la fotosíntesis, formación de proteína y la fijación (simbiótica) de N. El beneficio principal de la
aplicación en banda de fertilizantes con P y N amoniacal es el incremento de absorción de P por las
plantas debido a que la solubilidad del P se incrementa.
Además, fertilizantes con N-amoniacal aumentan la absorción de P por las plantas, mejorando así el
crecimiento del cultivo y la eficiencia del fertilizante fosfatado. Ejemplos de las interacciones N/P se
muestran en las siguientes tablas.
N 2O5
Tabla 6 La interacción N/P afecta los rendimientos y las ganancias en la producción del trigo
(Colorado).
N (Kg/ha) P2O5 (Kg/ha) Producción Costo de producción Rendimiento
(Ton /ha) Dlls/ha Dlls/ha neto Dlls/ha
0 0 2.144 241.97 0.11 24.70
34 0 2.814 256.77 0.09 29.64
34 34 3.015 275.27 0.09 29.64
67 0 2.546 271.57 0.10 14.82
67 67 3.886 308.57 0.08 86.46
Estudios en los Estados Unidos de Norteamérica (tabla 6), muestran el efecto benéfico de una
fertilización balanceada con N y P en un sistema de cero labranza en sorgo para grano.
El rendimiento de grano se incrementó en más de 728 kg/ha y el periodo de crecimiento desde la
emergencia hasta mediados de floración se recortó en siete días con un uso adecuado de N y P.
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Potasio (K). El P y el K son esenciales en la fotosíntesis, en las enzimas y las reacciones que
requieren de energía, en la formación y calidad de semilla, tolerancia al estrés, madures del cultivo,
formación de raíz, etc. La investigación de campo a mostrado muchos casos de la interacción P/K.
Estos, muestran los beneficios económicos y agronómicos cuando se elimina la deficiencia de P y K
como factores limitantes de la producción.
Micronutrientes. La interacción del fósforo con los micronutrientes ha sido reportado en muchos
cultivos. Reportes de la interacción del P con el Boro (B), cobre (Cu), Hierro (Fe), Manganeso (Mn),
Molibdato (Mo) y Zinc (Zn) se conocen bien. Los suelos con niveles altos de P (de forma natural o a
través de la fertilización) deben ser "monitorizados" por posibles interacciones del P y los
micronutrientes.
Boro (B) Las interacciones de P/B ocasionan una reducción en la asimilación del B por plántulas de
maíz en suelos ácidos y altos en P. Sin embargo, las fresas no resultan afectadas por la relación P/B.
Cobre (Cu). La interacción P/Cu se encontró cuando altos niveles de P incrementaron una aguda
deficiencia de Cu en plántulas de cítricos. Esta interacción ocurre en el sitio de absorción,
posiblemente con la precipitación del Cu en la superficie de la raíz. Otros estudios han mostrado que
la aplicación de P reduce el efecto tóxico de excesos de Cu. Además, el exceso de Cu puede
disminuir la absorción de P y Fe.
Hierro (Fe) La interacción de P/Fe se presenta en algunas leguminosas (frijol) que se cultivan en
suelos con deficiencia o con excesos de P. En ambos casos la absorción de Fe disminuyó. La
absorción de Fe en maíz y arroz se reduce en suelos con exceso de Cu, las plantas presentan
clorosis férrica severa debida al bloqueo del Cu.
Fertilizaciones altas con P sirven, en algunos casos, para liberar el Fe. Hay que tener cuidado con la
aplicación de fungicidas en base a cobre ya que estos, pueden bloquear la asimilación de Fe.
Molibdeno (Mo) Las interacciones de P/Mo dependen de la naturaleza ácida o alcalina del suelo. En
suelos ácidos, el P incrementa la asimilación del Mo, mientras que en suelos alcalinos el P reduce la
absorción de Mo. El incremento en la asimilación en suelos ácidos puede ser debido al incremento
en la absorción y translocación del ion H2PO4 -.
Zinc (Zn). Estudios de acumulación de nutrientes en maíz han encontrado que los patrones de
absorción, traslocación y acumulación de P y Zn son muy similares. Resultados de investigación
indican que la tendencia del bloqueo del Zn por el P es de naturaleza fisiológica y no debida a
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interferencias en el suelo. En sistemas de alta productividad, las interacciones negativas entre
micronutrientes se pueden desarrollar.
P2O
Significancia Agronómica
La respuesta del cultivo a las aplicaciones de P pueden mejorarse haciendo ajustes en el momento,
dosis y método de aplicación. Todo lo anterior varía con las propiedades físicas y químicas del suelo,
el manejo de sistemas de cultivo para altos rendimientos y las condiciones de estrés como la sequía,
heladas y deficiencia de nutrientes. Muchas interacciones entre los nutrientes se han encontrado en
cultivos como el maíz, trigo, hortalizas y frutales.
La producción global de alimentos tiene lugar en un complejo sistema agrícola que requiere de
insumos que interaccionan dinámicamente entre si. La principal responsabilidad de la persona a
cargo del manejo de cualquier sistema agrícola es la de cosechar un producto, que luego sale de la
finca en forma de grano, frutas, fibra, carne, leche, etc. En estos productos se exportan también
nutrientes esenciales para los cultivos, entre ellos el fósforo (P).
El balance del P disponible para las plantas se puede describir esquemáticamente de la siguiente
forma:
Pérdidas: En la cosecha que sale de la finca, escorrentía superficial y erosión del suelo y fijación en
formas no disponibles.
Ganancias: Fertilizantes fosfatados y meteorización muy lenta de los minerales primarios.
Redistribuciones: Desechos animales y humanos y residuos de cultivos.
Con excepción de la pequeña contribución hecha por la meteorización de los minerales primarios, los
fertilizantes fosfatados representan la única fuente nueva de P disponible que ingresa en el sistema.
El P en los residuos animales y vegetales que se originaron en el suelo y por esta razón no son
ganancias sino simplemente redistribuciones de P dentro del sistema.
El P presente en los fertilizantes fosfatados sirve para reemplazar en el suelo el P exportado en la
cosecha y para mejorar la fertilidad de los suelos deficientes en este elemento. Si no existiese este
reemplazo la producción de alimentos no podría sostenerse.
Debido a que el P se mueve muy poco, en casi todos los suelos agrícolas, las pérdidas por lixiviación
al manto freático no tienen importancia. La principal ambiental relativa al uso de fertilizantes
fosfatados es el potencial que estos tienen de contribuir con P a los cuerpos superficiales de agua
resultando, en una acelerada eutrofización. Cabe indicar que el P aportado por los fertilizantes
orgánicos tiene el mismo potencial de contaminación. La concentración de P en las aguas
superficiales es importante y su control es esencial para mantener o mejorar la calidad de estos
cuerpos de agua. En la mayoría de los casos, la contribución del P de las zonas agrícolas a los
cuerpos de agua puede ser controlada al controlarse la erosión del suelo. En Estados Unidos, por
ejemplo, los programas para reducir lo contaminación del agua han puesto a disposición de
21
diferentes agencias fondos federales que promueven principalmente la adopción de prácticas de
manejo para controlar la erosión del suelo (Sharpley y Halvorson, 1992).
Los datos en la Tabla 7 también ilustran el hecho de que en cultivos deficientes en P se reduce la
absorción de N por las plantas lo cual contribuye a la utilización ineficiente del NO 3 del suelo. Como
resultado, se incrementa la concentración de NO 3 residual en el suelo al final del ciclo de cultivo y el
potencial de movimiento del NO3 al manto freático es elevado. Estos datos demuestran que cuando
se aplicó cantidades adecuadas de P el contenido de NO 3 en el suelo, hasta una profundidad de 3 m,
fue muy bajo. Además, los rendimientos de los cultivos en suelos deficientes en P tienden a ser más
variables a través de los años, lo cual hace difícil determinar metas del rendimiento para predecir las
dosis óptimas de N.
Los requerimientos de P de los cultivos se pueden expresar de varias maneras y cada forma de
expresión es importante por razones diferentes. La absorción total indica la cantidad de P que debe
ser suplementada a la planta durante el ciclo de cultivo (Tabla 8). El P removido (exportado) en la
porción cosechada de la planta sirve como primera aproximación para determinar la cantidad de P
que debe regresar al suelo para mantener su fertilidad. Esta última expresión de requerimiento de P
del cultivo es quizá la más importante en relación al manejo de la sostenibilidad de la fertilidad del
suelo a largo plazo.
La absorción por unidad de tiempo, a través del ciclo de cultivo, es una expresión del requerimiento
de nutrientes que usualmente tiene más aplicación para los nutrientes que se encuentran en el suelo
en formas muy solubles. El NO3 es una de esas formas de nutrientes. El suelo debe contener o
22
liberar diariamente suficiente cantidad de esta forma soluble para satisfacer las necesidades de
absorción de la planta durante el ciclo. Si el suelo no puede satisfacer esta demanda, aun por muy
pocos días, el crecimiento de la planta se reduce y el rendimiento final del cultivo puede reducirse
apreciablemente.
Por otro lado, el P es bastante insoluble en el suelo. Por esta razón, el satisfacer el requerimiento
diario de absorción de P no es tan importante como el satisfacer el requerimiento diario por unidad de
longitud de raíz. Este parámetro es conocido como el factor de ingreso de P (Barber, 1984).
Insolubilidad del P en el suelo, este nutriente se difunde muy lentamente y solamente en distancias
muy cortas. Por esta razón, apreciable cantidad del P nativo del suelo y del P aplicado como
fertilizante se localiza muy lejos de la raíz más cercana para ser absorbido. Esta es la principal razón
para que solamente se recupere del 5 al 30% del P aplicado como fertilizante en el primer año
después de la aplicación (Foth y Ellis, 1988).
ABSORCION
RENDIMIENTO TOTAL REMOCION
CULTIVO Kg/ha Kg P2O5 /ha
2700 30 22
Trigo 5400 60 45
7500 76 59
Maíz 10000 102 79
6700 58 43
Arroz 10100 88 65
2700 43 36
Soya 4100 65 54
5100 53 38
Sorgo 8400 89 63
9000 67 67
Alfalfa 18000 135 135
6700 63 63
Festuca 13500 126 126
Los sistemas radiculares más extensos pueden acceder a más P del suelo que los sistemas
radiculares menos desarrollados. En la mayoría de las especies, la parte aérea de la planta crece
más rápidamente que las raíces a inicios del ciclo, haciendo que el requerimiento diario de P por
unidad de longitud de raíz (factor de ingreso de P) sea más alto a principios del ciclo de cultivo. Por
esta razón, al inicio del cultivo, el suelo debe suplir P a la planta en cantidades mayores y
generalmente los síntomas de deficiencia de P aparecen en plantas de corta edad. En algunas
especies se presenta un segundo período de alta necesidad de P al final del ciclo cuando el
decrecimiento en longitud de las raíces viables es más rápido que la disponibilidad de nutrientes.
Debido a que las condiciones ambientales pueden alterar sustancialmente la relación existente entre
el crecimiento de la raíz y el de la parte aérea de la planta, el requerimiento diario de P por unidad de
longitud de raíz, y en consecuencia los contenidos de P requeridos en el suelo, pueden variar
23
marcadamente de un ciclo a otro. Una planta con pocas raíces por unidad de parte aérea requiere
niveles mayores de P en el suelo que una con abundante número de raíces. Para alcanzar el
potencial total del rendimiento se debe satisfacer el requerimiento diario de P por unidad de longitud
de raíz durante todo el ciclo de cultivo, por medio de la suma de las contribuciones del P en el suelo,
del P residual del fertilizante y de nuevas aplicaciones de fertilizante fosfatado.
Los cambios iniciales del fertilizante fosfatado aplicado al suelo están gobernados por las
propiedades particulares de cada fertilizante. Luego la química del suelo controla los cambios y
determina finalmente el destino del P aplicado al suelo (Figura 8).
Debido a que los fertilizantes fosfatados comunes son sales solubles, el agua y el vapor de agua
migran dentro del gránulo hasta que éste se satura formando una solución con una composición que
está determinada por la forma química del fertilizante. Esta solución se mueve fuera del gránulo
hacia el suelo. En el caso del fosfato monocálcico (0-46-0) se forma una solución de ácido fosfórico 4
molar de pH 1.5 que deja un residuo de fosfato de calcio dihidratado (FCDH). El fosfato
monoamónico (MAP, 12-52-0) y el fosfato diamónico (DAP, 18-46-0) producen soluciones de fosfato
de amonio de pH 3.5 y 8.0 respectivamente (Lindsay el al., 1962).
La solución que se mueve hacia afuera del gránulo reacciona con los constituyentes del suelo y
forma compuestos menos solubles cuya formación está influenciada tanto por las propiedades del
fertilizante como por las propiedades del suelo. Todos los fertilizantes comunes parecen formar
fosfato de calcio dihidratado el mismo que con el tiempo se disuelve y forma fosfatos menos solubles.
Por otro lado, los suelos tropicales dominados por minerales arcillosos de carga variable (caolinita,
óxidos de Fe y Al, alófana, imogolita, etc.) son estables hasta pH's bajos y solamente cuando el pH
del suelo llega a valores menores que 5 el Fe y el Al se liberan a la solución del suelo y pueden
reaccionar con el fosfato. En este caso la inmovilización de P está relacionada con la alta reactividad
o afinidad por P de las superficies de las arcillas presentes en el suelo. Este proceso retiene
apreciables cantidades de P en un rango amplio de pH.
En el caso de suelos ligeramente ácidos y alcalinos se forman fosfatos de calcio menos solubles.
Con el tiempo varias de estas formas finales de fosfato pueden también disolverse y pasar a la
solución del suelo de donde pueden ser absorbidas por las plantas o entrar en reacciones iguales a
las descritas anteriormente.
Generalmente, cuando menos soluble es el mineral más lentamente ocurren las reacciones. Las
primeras reacciones pueden ocurrir en solamente unas pocas horas o días, mientras que las últimas
reacciones se pueden completar en varios años. Las aplicaciones de fertilizante en banda reducen la
velocidad de las reacciones iniciales (Inskeep y Silvertooh, 1988; Grossi y Inskeep, 1991). Las
labores de labranza o la remoción del suelo, especialmente en suelos que son inicialmente muy
bajos en P soluble, aceleran estas reacciones.
La más alta disponibilidad del P del fertilizante fosfatado se presenta inmediatamente después de la
disolución de los granos, y la disponibilidad declina a medida que la solubilidad de los compuestos
también declina. En la mayoría de los suelos de clima temperado, la mayoría del P aplicado
permanece en forma que las plantas pueden utilizarlas, pero debido a la inmovilidad de los
compuestos de P formados, la recuperación de este P puede tomar varios años. En suelos tropicales
las reacciones de superficie ligan fuertemente el fosfato y una gran cantidad se pierde casi
irreversiblemente.
Las principales características que se consideran cuando se evalúa la eficacia de los fertilizantes
fosfatados son: tamaño de la partícula, solubilidad, forma química y forma física. Otras propiedades
no agronómicas como la densidad aparente y la humedad relativa crítica son también importantes
propiedades que no se discuten en este artículo.
Tamaño de la partícula
Los fertilizantes fosfatados generalmente tienen un diámetro que varía de 0.841 a 3.36 mm (+20 a -6
mesh) (Young et al.1985). El tamaño del gránulo puede influenciar significativamente la efectividad
relativa fosfatados en el corto plazo. Este efecto varía de acuerdo a varios factores que influyen la
solubilidad del material en el agua y la localización del fertilizante en el suelo (Engelstad y Terman,
1980).
25
Los fertilizantes ligeramente insolubles en agua, como la roca fosfórica, son más disponibles cuando
se aplican en partículas muy minas de alta área específica superficial y eventualmente de los
fertilizantes solubles o son incorporados completamente en el suelo. Esto produce un incremento del
contacto del fertilizante con el suelo que facilita la disolución, mientras que el elevado número de
partículas incrementa la probabilidad de intersección por las raíces. Otra condición importante para
que a roca fosfórica funciones es el pH del suelo. La roca solamente es efectiva cuando se usa en
suelos con pH ácido (<5.5).
La efectividad de los fertilizantes fosfatados de alta solubilidad en agua es generalmente mayor con
partículas más grandes. La disponibilidad de los fertilizantes solubles en el agua se reduce por las
reacciones de precipitación y fijación en el suelo. Los gránulos más grandes permiten zonas más
amplias de difusión con alta concentración de P lo cual retarda la fijación. Sin embargo una
aplicación normal en el campo afecta solamente el 2% del suelo en la zona radicular (Engelstad y
Terman, 1980). Si lo que se busca es que efectivamente este volumen tan pequeño de suelo, el
fertilizante debe colocarse cerca de la planta donde la raíz tiene más probabilidad de interceptar el P
aplicado. A medida que el nivel de P disponible se reduce la localización del P en el suelo se hace
más crítica.
Desde el punto de vista práctico, las opciones de tamaño de la partícula son frecuentemente
determinadas por las propiedades físicas que permiten un adecuado manejo y por los requerimientos
de tamaño para las mezclas físicas. Cuando se utilizan dosis óptimas de fertilizante y se determinan
los niveles adecuados de P en el suelo, la importancia agronómica del tamaño de la partícula
disminuye.
Solubilidad en agua
La suma del P soluble en agua y el P soluble en citrato es comúnmente aceptada como una medida
de disponibilidad del P para las plantas en el fertilizante. En los inicios de la industria de fertilizantes
se prestó mucha atención a la las raíces exploren
26
Tabla 9 Minerales comunes de P en suelos Acidos, Neutrales y Calcáreo
* Los minerales están listados en orden de solubilidad decreciente Fuente: Tisdale (1993), Soil
Fertility and Fertilizers, pp 190.
Los compuestos de calcio predominan a pH´s altos (condiciones alcalinas) y fosfatos de hierro y
aluminio se forman bajo condiciones ácidas.
El rango de pH donde los fosfatos son más disponibles para las plantas, se encuentra entre 6.0 y 7.0.
Como se muestra en la gráfica al final del texto
27
Figura 9 . La disponibilidad del fósforo varía con la reacción del suelo (pH)
Un ejemplo de esto se ilustra en la figura 10 en maíz que recibió fertilizante fosforado con y sin N;
las plantas que recibieron P y N juntos absorbieron mas P proveniente del fertilizante.
La decisión en cuanto a que forma utilizar debe de basarse en la preferencia según el sistema de
considerar, precio, calidad y disponibilidad de producto.
Figura 10. Absorción de P proveniente del fertilizante por plantas de maíz con y sin adición de
nitrógeno.
28
¿Existen diferencias entre los fertilizantes fosforados?
Algunos de los fertilizantes fosforados más comunes son el súper fosfato de calcio triple (TSP o
súper triple), el fosfato mono amónico (MAP), el fosfato di amónico (DAP), el súper fosfato de calcio
simple (súper simple) y el poli fosfato de amonio (APP). Las cuatro primeras fuentes son sólidas en
su presentación comercial. Las tres primeras TSP, MAP y DAP en solución acuosa tienen pH´s
aproximados de 1.5, 3.5 y 8.0, respectivamente. Estos valores de pH son momentáneos, sin
embargo, pueden tener efectos en la absorción inmediata de P y otros nutrimentos para la planta.
Los poli fosfatos de amonio, normalmente líquidos, tienen un pH cercano a la neutralidad. Existen
pocas diferencias prácticas en relación con la efectividad agronómica en las diferentes fuentes de
fertilizante. Sin embargo, existen algunas consideraciones que hay que tomar en cuenta:
Aún cuando la porción amoniacal de los fertilizantes fosforados que forman parte del MAP o DAP
resultara en reacciones ácidas netas, los fertilizantes de reacción inicial más ácida, como el MAP y el
TSP, pueden tener un poco más efectividad bajo condiciones donde el pH del suelo es alcalino, los
niveles de P disponible son bajos y las dosis de fertilizantes requeridas son altas. Las ventajas
pueden no resultar en incrementos de rendimiento pero la posible liberación temporal de otros
nutrimentos (micronutrientes principalmente) puede aumentar cuando se modifica el pH de la
solución del suelo mas cercana a la raíz de la planta. Los resultados a largo plazo pueden variar de
acuerdo al manejo de la fuente según el tipo de suelo y cultivo.
¿Existen daños en la plántula con la aplicación de los fertilizantes fosforados en contacto con
la semilla?
El Fosfato di amónico (DAP= 18-46-00), aplicado directamente en contacto con la semilla en suelos
de alto pH puede causar daño a la plántula. El amonio en el DAP puede convertirse en amoniaco en
ese tipo de suelo y causar daño o volatilizarse.
Los poli fosfatos de amonio deben descomponerse (disociarse) antes de ser absorbidos por la planta.
Esta descomposición, llamada hidrólisis, ocurre relativamente rápido y no afecta la efectividad
agronómica del polifosfato. Además, una porción del fosfato en el polifosfato de amonio (APP) está
inicialmente en la forma más sencilla o forma "ortho" la cual es inmediatamente disponible para la
absorción por la raíz de la planta.
Recuerde, no es la fuente o forma lo que hace la diferencia. Es el fósforo que contiene el fertilizante
lo que incrementa los rendimientos de los cultivos y las utilidades del agricultor.
Los rendimientos máximos de los cultivos dependen en su mayor parte de mantener en el suelo un
nivel optimo de fertilidad, es decir, cada uno de los dieciséis elementos esenciales deben de estar
disponibles para las plantas en cantidades suficientes durante el ciclo del cultivo. El fosforo (P)
siempre a sido problemático para las agricultores, debido a las variaciones de su disponibilidad en los
suelos. Los análisis de suelos y tejidos vegetales se usan como una guía general de las
necesidades de la fertilización, en especial de la fertilización fosforada. Sin embargo, al interpretar
esos datos es posible equivocarse, y a menudo las aplicaciones de fosforo basadas en ellos han
dado resultados decepcionantes, cuando no el fracaso completo del cultivo.
Desde hace más de un siglo se sabe que el fosforo es esencial para el crecimiento, desarrollo y
reproducción de plantas y animales, aunque fue más fácil precisar las funciones metabólicas en las
que forma parte.
29
Hoy sabemos que el P es componente integral de miles de compuestos metabólicos, incluidos el
acido oxidorribonucleico (ADN) y otros materiales genéticos y de los fosfolípidos de las membranas
celulares. El fosforo es indispensable para la trasferencia de energía en células vivas, y en la
fotosíntesis de las plantas.
Al igual que otros elementos químicos las plantas obtienen P del suelo mediante la absorción por
las raíces y subsecuentemente trasladado a las partes aéreas de la planta. Por esta razón la planta
depende del suministro adecuado de P en la zona de las raíces. He aquí una de las dificultades
principales que el agricultor debe enfrentar, pues las reacciones del P en el suelo y su disponibilidad
para el cultivo son sumamente complejas.
¿ESTAS DISPONIBLE?
Es crítico, entonces, que usted este enterado del método que utiliza el laboratorio para procesar las
muestras, especialmente para la extracción de fosforo disponible del suelo, y que sepa cuál es la
mejor manera de interpretar los datos, más aun usted puede comprender las limitaciones del método
usado y que información se puede y no se puede obtener de cada procedimiento.
FOSFORO Y FOSFATO
Investiguemos rápidamente algunas de los numerosos factores que juegan un papel de alta
importancia y afectan las decisiones sobre la fertilización fosforada.
Hay que ver primero lo que se entiende por fosforo (elemento cuyo simbol químico es P) y por el
fosfato, compuesto que las plantas absorben primordialmente y que se representa por la formula
P2O5. A veces leemos informes en los términos de fosforo y fosfato, se usan indistintamente.
Esto no es estrictamente correcto, pero debemos reconocer que la agroindustria lo hace con gran
frecuencia.
Las posibilidades de errores graves no surgen cuando nos referimos a un elemento, ci no cuando
deseamos calcular dosificaciones de fertilizantes. Fijémonos bien cuando una recomendación o
informe de fertilización “Kg de fosforo por hectárea” o en “Kg de fosfato por hectárea”. Obviamente
hay una gran diferencia.
30
3.8 FACTORES DEL SUELO
Consideremos a continuación los factores edáficos que influyen sobre la absorción de P en las
plantas.
Los especialistas en suelos o edafólogos a veces citan factores que parecen esotéricos pero que
determinan cuanto fosforo estará finalmente disponible para las raíces de las plantas, como ser
intensidad, cantidad, tasa de disolución-absorción. No nos dejemos intimidar por esta terminología.
En su lenguaje especial, los químicos del suelo refieren a la cantidad de P que esta presenta en el
agua del suelo, la cantidad total de P del suelo que es capaz de disolverse eventualmente en el agua
del suelo, y la rapidez con que este P se disolverá y se tornara disponible, respectivamente.
Otros factores del suelo que afectan negativamente, directa o indirectamente, la disponibilidad de P
incluyen, pero no se limitan, a altas concentraciones de cationes en el suelo, tales como hierro,
magnesio y aluminio (el P2O5) tiene carga eléctrica negativa; concentraciones muy elevadas de
materia orgánica; altos porcentajes de arcilla en el suelo, y concentraciones excesivas del anión
carbonato (CO3).
Los factores que dependen de las plantas mismas y que influyen en la utilización del P, varían desde
aquellos que son muy obvios, como el desarrollo relativo del sistema radicular, hasta otros
parámetros hereditarios menos aparentes, como son la energía que la especie emplea en la
absorción y la densidad de sus raíces capilares. En la rizosfera o zona radicular, las raíces ocupan a
lo sumo 1% del volumen. Así, la mayor parte del suelo no se encuentra en contacto directo con una
raíz. Por eso, cualquier factor manipulable que incremente el desarrollo del sistema radicular nos
puede servir para elevar la eficiencia de la utilización de los fosfatos por el cultivo.
El desarrollo de las raíces se ve favorecidos por las labores tradicionales de la branza y las practicas
culturales, por la selección de cultivares, la fertilización oportuna y apropiada en cantidad y ubicación.
Cercanas al primer lugar entre los factores ambientales están las temperaturas del suelo y del aire.
Hemos mencionado que estos factores son interactivos y en realidad, resulta imposible contemplar
una de ellos sin referirse a el otro. La temperatura de la atmosfera influye sobre la temperatura del
suelo, y esta a su vez gobierna el crecimiento y desarrollo de las raíces.
La humedad del suelo, que ya se menciono entre los factores del suelo, es también un factor
ambiental; de hecho, es uno de los más predominantes. Los investigadores informan, por ejemplo,
que mas de la mitad de las variaciones de rendimiento del trigo de primavera en sus experimentos de
fertilización pueden adjudicarse directamente a fluctuaciones en la humedad del suelo.
31
3.11 ABONOS COMERCIALES
MAP Y DAP
El fosfato mono amónico y el fosfato diamonico (abreviados en ingles como MAP y DAP) son
excelentes fuentes de P y también de N. Cualquiera de los dos se puede usar eficazmente en suelos
con pH de 6.5. Sin embargo, por regla general la fertilización con fosforo es innecesaria en este
rango de pH pues el fosforo del suelo se encuentra disponible naturalmente.
Hay muchas variables que conducen a inconsistencias en los análisis y resultados en las
investigaciones de suelos. Esta información conflictiva ha ocasionado acalorados debates entre los
científicos y ha conducido a no poca confusión entre los agricultores en relación a cuanto fosforo o
potasio deben usar y los mejores métodos de aplicación. Se ha demostrado en estudios que una alta
dosis de fosforo suministrada en una sola aplicación puede incrementar los rendimientos en los años
subsiguientes. Por lo que ha llevado a los científicos a proponer que una sola dosis optima de fosforo
puede producir más grano en un periodo de varios años que la misma cantidad aplicada a la tierra
cada año en pequeñas proporciones. Por lo que se sugiere que el costo de una aplicación fuerte de
fosforo debería ser considerada como una inversión a largo plazo, que se amortiza durante varios
años. Suspensión rápida: sin embargo estudios en otras áreas indican que el fosforo no aprovechado
de inmediato puede ser completamente asimilado 14 meses después de su aplicación, El Doctor Don
Sanders, un especialista en fertilidad de suelos de la Universidad de Nebraska señala que extensas
investigaciones han demostrado que los cereales menores responden menos ante aplicaciones a la
siembra que en aplicaciones posteriores de fosforo, particularmente en aquellos suelos que tienen un
32
contenido e bajo a medio de fosforo. Por lo que la universidad está cambiando sus recomendaciones
de aplicación “solíamos decirle a los agricultores que solo necesitaban la mitad de fosforo en
aplicaciones a la siembra para conseguir los mismos beneficios que con una aplicación basal”,
explica el Doctor Sanders. “pero ahora estamos convencidos que aplicando casi la misma cantidad
de fosforo a la siembra y la otra mitad después, obtendremos más retorno en la inversión de fosforo”.
Los niveles de fosforo y potasio presentes en el suelo, los costos del fertilizante, las expectativas de
rendimiento, el precio esperado a la cosecha y la disponibilidad de equipo así como la mano de obra
y la administración del capital son muchos de los factores a considerar antes de decidir cuándo y
cuánto aplicar de fosforo y potasio dicen algunos expertos de rio piedras en Puerto Rico. Donde
además agregan que siempre es muy importante realizar análisis de suelos para tener datos más
claros sobre los requerimientos de fosforo y de potasio.
Por supuesto, abra algunas áreas y fincas donde los suelos pueden o no necesitar de fosforo y
potasio por lo que un programa de fertilización solo puede ser eficiente y rentable si se basa sobre un
buen programa de análisis. Pero desafortunadamente aun los análisis de suelos no constituyen una
prueba definitiva tomando como ejemplo la compactación del suelo la cual aparenta ser un obstáculo
para el crecimiento de las raíces y además provoca una lente solubilidad de potasio a través del
suelo, como resultado las plantas son incapaces de absorber suficiente potasio aunque en los
análisis muestre su presencia.
Análisis equivocados: el otro lado de la moneda muestra que en algunos casos los análisis de suelo
han desorientado a los agricultores muchos de ellos no han obtenido respuesta a las aplicaciones de
fosforo en el campo que según los análisis muestran deficiencia en fosforo por lo que los
especialistas especulan que el problema radica en la interpretación de los análisis de suelo que
fueron desarrollados para medir fosforo residual. Por lo que su teoría es que las recientes pruebas no
están detectando cantidades no utilizadas de fosforo aplicado, que se ha ido acumulando en estos
suelos.
Estos ejemplos ilustran una falla en cuanto a los procedimientos de análisis. Actualmente todos los
resultados disponibles solo miden cantidades de fosforo y de potasio que pueden ser extraídas por
varias sustancias químicas. Ninguno de ellos refleja realmente la forma en que los nutrientes son
aprovechados por las raíces de las plantas.
El fósforo (P) es vital para el crecimiento de las plantas ya que se encuentra en las células de todo
ser vivo. El P está envuelto en varias funciones claves dentro de la planta que incluyen transferencia
de energía, fotosíntesis, transformación de azúcares y almidones, transporte de nutrientes a través
de la planta y transferencia de las características genéticas de una generación a la siguiente. El
fósforo se clasifica como un nutriente primario, eso significa que los cultivos requieren de él en
cantidades relativamente altas. El fósforo es un elemento móvil, que se tras loca de hojas viejas a
tejido con crecimiento nuevo; así, los síntomas visuales de deficiencia se presentan en las hojas
maduras. Ningún otro elemento puede sustituir sus funciones en la planta.
El fósforo intervienen muchas de las reacciones que utilizan energía dentro de la célula ya que forma
parte integral de las moléculas que acumulan energía como el adenosin trifosfato (ATP). Estas
moléculas se forman como resultado de la fotosíntesis y son utilizadas en la respiración de la planta.
Por lo anterior, el P es muy importante para la generación de células nuevas; así, por ejemplo, la
33
producción de raíces al inicio de los ciclos vegetativos es una función vital. Es esta la razón por la
que el P se aplica o al inicio de la siembra. La deficiencia de P es común en suelos ácidos y alcalinos
o calcáreos. En suelos Andisoles la fijación de P puede ser muy alta, lo que se traduce en deficiencia
del elemento en el cultivo.
Síntomas visuales de la deficiencia de fósforo: Es importante saber que una planta puede tener
deficiencia de saber que una planta puede tener deficiencia de P o de cualquier otro nutriente y no
mostrar síntomas visuales (hambre oculta), por lo que es necesario hacer siempre un análisis foliar
para mejor diagnosticar los niveles de P en el tejido o planta de interés. Algunas veces condiciones
de manejo del cultivo o de clima pueden complicar la apariencia de la planta y causar dificultad en el
diagnóstico. Por ejemplo, efecto de herbicidas, daño por insectos, bajas temperaturas, condiciones
del suelo como excesos de humedad y compactación pueden causar deficiencias temporales de este
nutriente.
Coloración morada en los márgenes de las hojas. El fósforo interviene en la formación de azúcares
de cinco carbonos (ciclo de las pentosas), así cuando hay falta de este elemento los carbonos
utilizados en este ciclo no pueden formar azucares. Estos carbonos son desviados a la formación de
antocianinas (que son pigmentos de color morado), y es por eso que uno de los síntomas visuales de
la falta de P en las plantas sea la aparición de bandas amoratadas en los bordes de las hojas
maduras , donde se aprecia la deficiencia de P en maíz.
Enrollamiento de las hojas. El retardo del crecimiento y un color verde oscuro pueden ser síntomas
de deficiencia de P. Si la deficiencia es severa en algunos cultivos como la papa las hojas tienden a
enrollarse para arriba. Los síntomas son más comunes a bajas temperaturas.
En trigo y otros cultivos de grano pequeño, la deficiencia de P tiende a hacer más susceptible las
raíces a las enfermedades; las plantas deficientes pueden mantener un color verde saludable pero
crecerán lentamente y retardarán su madurez. Cuando la deficiencia es severa, algunas variedades
muestran coloraciones púrpuras o rojas.
En algodón las plantas deficientes en P se quedan pequeñas, con hojas de un verde más oscuro que
el normal. Se retarda la floración y existe una pobre retención de motas. También hay una
senescencia prematura de las hojas en las últimas etapas de desarrollo. Las deficiencias no ocurren
usualmente en las primeras etapas de desarrollo. Sin embargo, la deficiencia a mitad de temporada
puede ser ocasionada por el gran número de flores producidas en variedades precoces de alto
rendimiento.
34
4.1 DEFICIENCIA DE FOSFORO
El adecuado suplemento de P permite que los procesos descritos arriba operen en condiciones
óptimas y que el crecimiento y reproducción de la planta procedan a paso normal.
El efecto más acentuado de la falta de P es la reducción en el crecimiento de la hoja así como en el
número de hojas.
El crecimiento de la parte superior es más afectado que el crecimiento de la raíz. Sin embargo, el
crecimiento de la raíz también se reduce marcadamente en condiciones de deficiencia de P,
produciendo menor masa radicular para explorar el suelo por agua y nutrientes.
Sin embargo, estos síntomas de deficiencia rara vez se observan en el campo y la deficiencia de P
generalmente se evidencia por una pérdida apreciable de rendimiento.
Otros efectos de la deficiencia de P en la planta incluyen el retraso de la madurez, mala calidad de
forrajes, frutas, hortalizas y granos así como una reducción de la resistencia de las plantas a las
enfermedades.
35
4.2 ¿COMO SE VERIA LA DEFICIENCIA DE FOSFORO EN DIFERENTES CULTIVOS?
EN MAIZ
Coloración morada en los márgenes de las hojas: el fosforo interviene en la formación de azucares
de cinco carbonos (ciclo de las pentosas) , así cuando hay falta de este elemento los carbonos
utilizados en este ciclo no pueden formar azucares. Estos carbonos son desviados a la formación de
antocianinas ( que son pigmentos de color morado), y es por eso uno de los síntomas visuales de la
falta de fosforo en las plantas sea la aparición de bandas amoratadas en los bordes de las hojas
maduras como se puede observar en la siguiente figura, donde se aprecia la deficiencia de fosforo en
el maíz.
Foto 1 Foto 2
Foto 3 Foto 4
36
EN PAPA
Foto 5.
Foto 6
37
PALMA ACEITERA
Foto 7.
Foto 8.
38
GRAMÍNEAS O LEGUMINOSAS DE COBERTURA
AGUACATE
Foto 10
39
CAÑA DE AZUCAR
Deficiencia de P en caña de azúcar. El síntoma aparece en las hojas viejas (móvil).
Foto 11 Foto 12
Foto 13
40
CAFÉ
Los síntomas visibles de una deficiencia de P se presentan con una clorosis lobular entre las
venas de las hojas más viejas en las ramas inferiores del arbusto. Estas hojas presentan
unas manchas de forma irregular de color amarillo-bronceado y pueden contener unas áreas
con un tinte rojizo. La defoliación es evidente y aunque no es un síntoma visible hay un
pobre desarrollo del sistema radical. Este elemento es bien requerido en la etapa juvenil de
los arbolitos para el buen crecimiento de las raíces.
Foto 14
Foto 15 Foto 16
41
TOMATE
Foto 17 Foto 18
Foto 20
Foto 19
42
FRUTALES
Foto 21
ALOE VERA
Foto 22
43
EUCALIPTO
Foto 23 Foto 24
OLIVO
Foto 25
44
REMOLACHA
Foto 26
CEBOLLA
Foto 27
45
NARANJA
Foto 28
Foto 29
46
EN GRAMA DE CESPED
Foto 30 Foto 31
47
Existen igualmente interacciones, entre las cuales se pueden mencionar:
1. Zinc – Fósforo
2. Zinc – Nitrógeno
3. Hierro – Fósforo
4. Cobre - Fósforo
5. Molibdeno – Fósforo
Exceso de Deficiencia de
Nitrógeno Amoniacal Calcio, Potasio
Calcio (encalado con Ca(OH)2 Potasio, Magnesio, Fósforo, Hierro, Boro
Potasio Magnesio, Calcio
Nitrógeno nítrico Potasio, Molibdeno
Azúfre Calcio
Fósforo Calcio, Hierro, Zinc
Manganeso Hierro
Cobre, Cinc Hierro, Manganeso
Aluminio intercambiable Fósforo
Boro Molibdeno
DEFINICIONES
pH.: es una escala numérica que mide el grado de acidez o alcalinidad de una sustancia. Una
sustancia que presente un valor menor a 7, se dice que es acida. Por encima de 7 se considera es
alcalina o básica.
Desde el punto de vista de las plantas, se define el pH como la presencia o ausencia de iones
Hidrogeno (H+) en el suelo.
CATIONES EN EL SUELO: el suelo contiene iones, los cuales son fundamentales, para la fertilidad
que necesitan las plantas.
Estos iones se denominan cationes o ion de carga positiva (+).
Los fundamentales son : Ca ++ , Mg++ , K+, Na+, H+, Al +3 , Fe +3 , NH4 +, Mn ++, Cu ++, Zn ++.
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Figura 11
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Figura 12
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Figura 13
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BIBLIOGRAFIA
SCOTT MURRELL , Respuestas a las preguntas más comunes acerca de los fertilizantes
fosforados. Revista Informaciones Agronomicas IMPOFOS,
http://www.ipni.net/ppiweb/iamex.nsf/$webindex/748C18AD6F07B3E506256AE8005FF129/$file/ia+c
om+3-3.pdf, 12/03/2014
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