La Fábula

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La fábula “La cigarra y la hormiga”

Era un verano muy caluroso, probablemente uno de los más calientes de las
últimas décadas.  Quizá por eso, la cigarra decidió dedicar las horas del día a cantar
alegremente debajo de un árbol. No tenía ganas de trabajar, solo le apetecía
disfrutar de sol y cantar, cantar y cantar. De manera que así pasaba sus días, uno
tras otro.
Uno de esos días pasó por allí una hormiga que llevaba a cuestas un grano de trigo
muy grande, tan grande que apenas podía sostenerlo sobre su espalda. Al verla, la
cigarra se burló de ella y le dijo:
– ¿Adónde vas con tanto peso? ¡Con el buen día que hace y con tanto calor! Se está
mucho mejor aquí, a la sombra, cantando y jugando. ¿Acaso no quieres divertirte?,
se rió la cigarra.
La hormiga se detuvo y miró a la cigarra, pero prefirió hacer caso omiso de sus
comentarios y continuar su camino en silencio y fatigada por el esfuerzo. Así, pasó
todo el verano, trabajando y almacenando provisiones para el invierno. Y cada vez
que veía a la cigarra, ésta se reía y le cantaba alguna canción de aires burlones:
– ¡Qué risa me dan las hormigas cuando van a trabajar! ¡Qué risa me dan las
hormigas porque no pueden jugar!
Las fábulas se originaron en la antigua India, el objetivo de la cultura hindú
era la enseñanza por medio de textos breves. El texto más conocido fue el
Panchatantra, un libro que data aproximadamente del siglo IV de nuestra
era, basado en una colección de cuentos populares.
Está organizado en cinco libros y fu escrito para la educación de los príncipes
hindúes, ya que al crecer debían resolver situaciones concretas de vida y de
estado de su pueblo.
A las fábulas también se les llamaron apólogos, gracias al comercio y las
conquistas se difundieron estos textos didácticos, llegaron a las demás
culturas que los enseñaron hasta que llegaron a los griegos, Esopo fue el
máximo representante.
Después los romanos conquistaron a los griegos y se apropiaron de todo lo
que les pertenecía, hasta la literatura; en consecuencia, también escribieron
fábulas, su máximo escritor fue Fedro.
Los romanos, al seguir conquistando difundieron la cultura y las artes.

Características de la fábula:
 Tiene un lenguaje sencillo, pues es de carácter popular.
 La extensión es breve, pero la más extensa es de una página.
 Su narrador es omnisciente. (es un tipo de narrador externo, no es un
personaje de la historia y utiliza la 3ª persona del singular).
 El tiempo es presentado lineal, es decir, principio, desarrollo y
desenlace.
 es protagonizada por los personajes estereotipados, casi siempre son
animales, o bien seres inanimados con características humanas.
 Los personajes también pueden ser mitológicos.
 Solo participan dos personajes, los personajes son protagonista y
antagonista que casi siempre estarán en conflicto.
 De este conflicto surge una actitud crítica, satírica y didáctica, ya que
se acostumbra castigar los vicios humanos como el orgullo, la pereza,
la ingratitud, etc.

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