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Caso Enron.

Ensayo final: Caso Enron.

Integrantes:
Maria Fernanda Arango Herrera.
Manuela Orozco Martínez.
Maria Fernanda Osorio Villada.
Jazmín Valeria Rojas Betancur.

Proyecto de aula: Interdisciplinariedad del Ente Económico.

Profesores:
Diana Marcela Olarte Mejía.
Juan David Cardona Hernández.
Luis Guillermo Herrera Marchena.

Semestre 2019- 1
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Caso Enron.

Introducción.
Enron es uno de los casos de corrupción más conocido alrededor del mundo, para
entenderlo, primero se debe contextualizar su historia. Enron surge en 1985 con la
unión de Houston Natural Gas y la Inter North, inicialmente se dedicaba a la
administración de gasoductos en EEUU, luego expandió sus operaciones como
intermediario de los contratos de futuros y derivados del gas natural y al
desarrollo, construcción y operación de gasoductos y plantas de energía, por todo
el mundo, convirtiéndose rápidamente en la mayor empresa comercializadora de
energía de EEUU, con unos ingresos anuales de 101.000 millones de dólares y en
una empresa muy reconocida por su renombre internacional. Su reconocimiento
era tal que la revista estadounidense Fortune le dio el título de *La empresa más
innovadora* durante seis años consecutivos.
La reputación de esta empresa comenzó a decaer debido al pago de sobornos,
evasión de obligaciones legales y tráfico de movimientos para obtener contratos
en diferentes lugares del mundo. La historia de la compañía estuvo marcada por la
sed de poder y la ambición de Jeffrey Skilling, Kenneth Lay y Andrew Fastow,
además del hecho de que su control en el mercado se basó en las generosas
donaciones al mundo político, por una gran suma de millones de dólares y sus
ganancias fraudulentas eran generadas por la manipulación de precios que
conseguían por la vía del Valor Futuro Hipotético.
En la sociedad actual las personas han tomado una posición indiferente respecto a
todos los temas que a corrupción se refieren, tal vez sea el carácter individualista
característico de la posmodernidad o el hecho de que se han presentado tantos
casos similares que ya hacen parte de una realidad contemporánea. En este punto
se hace necesario mirar con un pensamiento crítico estos temas, conocer los
hechos que en realidad nos rodean e indagar más allá de lo que se muestra.
En este ensayo se hablará del caso Enron, pensado en las implicaciones que tuvo
desde diferentes teorías sociológicas y conocimientos de las funciones más
importantes de la administración en la parte contable, además de indagar con un
pensamiento crítico en el tema desde las disciplinas anteriormente mencionadas
con el fin de comunicar al lector nuevas interpretaciones de este caso, que
posteriormente pueden ser utilizadas en la interpretación de otros similares; y se
pretende que las conclusiones sean el primer paso para pensar en un cambio en
esta cultura y pensamiento implantados a partir de estos actos deshonestos e
inmorales.
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¿Cómo entender desde la sociología y la administración de empresas los

problemas contables que generaron la quiebra de Enron?
Hablar del caso Enron es de cierto modo analizar la quiebra más grande en la
historia corporativa de los Estados Unidos (En adelante EEUU), y verlo desde
diferentes puntos de vista permite entender las causas y consecuencias de este,
además de pensar en el gran fraude financiero que provocó el mal manejo
administrativo por parte de los directivos y en el desastre que ha sacudido todo el
sistema contable, empresarial y, de alguna manera, cultural de América. Con una
trayectoria de profesionales sin empleo y sin dinero, proveedores quebrados,
denuncias, juicios, crisis financiera y muchos aspectos más, el resultado
catastrófico de la compañía conduce a pensar ciertos factores influyentes en este
fraude desde la sociología y la administración.
Para entender en primer lugar la ética moral que manejaban los altos directivos de
la compañía, esta podría ser pensada desde la sociología, y desde el momento
histórico en el cual se dieron los hechos. A finales de la década de los ochenta y a
principios de la década de los noventa EEUU atravesaba un periodo de alto
crecimiento económico haciendo que las empresas tuvieran que adaptarse a este
estándar, realizando estrategias para generar más utilidades y en consecuencia
aumentar su reconocimiento; en este orden de ideas, los directivos buscaban
adaptarse a la creciente economía que atravesaba EEUU y como personas
propias de la posmodernidad, tenían un pensamiento individualista que
desenfrenó la avaricia, el engaño y ocultación de información que era relevante
para la sociedad y precisamente esa búsqueda de la satisfacción inmediata fue
uno de los factores que llevo a estas personas a incurrir en dicho fraude con el fin
de generar dinero de una manera fácil y rápida, creando una organización con
base en una “cultura de engaño” cuyo objetivo no era precisamente satisfacer las
necesidades que presentaba la sociedad, sino un objetivo orientado al lucro, que
llevo a estos directivos de la organización a proyectarse en torno a este fin que se
enfocaba en los intereses personales; siendo a la vez esta organización propia de
la teoría de la administración científica, pues cada operario se convirtió en el
modelo Homus Economicus del que hablaba Taylor, el cual hacía referencia a que
el hombre solo trabajaba por dinero, además, cada operario tenía una tarea
específica dentro de la organización acomodándose a este modelo.
Durante este mismo periodo de tiempo la industria de gasoductos en EEUU tuvo
una muy poca regulación, lo que le permitió a Enron implementar ciertas
estrategias innovadoras para aumentar sus ventas e ingresos, incluso fue
reconocida como una de las empresas más innovadoras de dicho país durante
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varios años consecutivos. Se evidencia el aspecto posmoderno donde las normas

pierden de algún modo su validez, dando paso a que ciertas prácticas inmorales
se llevarán a cabo para beneficio de unos pocos en esta compañía y a largo plazo
se vean consecuencias sociales aún mayores pues dichas estrategias no estaban
bien definidas dentro de las principales funciones administrativas, planear,
organizar, dirigir y controlar más precisamente.
La sociedad para ese entonces estaba en camino a volverse una sociedad de
consumo, donde las marcas que se usan determinan al individuo, los funcionarios
que encaminaron dicho fraude podían tener como razón principal el tener dinero
fácil para entrar en dicho “consumismo”, donde las personas se reconocen más
por los bienes que consumen, por lo tanto una de las causales que pudieron influir
en dichas personas para recurrir a dichos actos, es la necesidad de filiación a la
sociedad que se estaba presentando. En el mismo hilo se evidencia el hecho de
que Kenneth Lay, al provenir de una familia pobre, soñaba en cómo sus
condiciones de vida podían cambiar y en dicho sueño tenía gran influencia el
pensamiento moderno, el cual expone la riqueza como algo no inalcanzable como
en la premodernidad se creía, y Lay tenía muy claro este concepto, pero a la hora
de ejecutar acciones para alcanzar dicho objetivo no pensó en el efecto que puede
tener una organización en la sociedad y menos si la actividad se hace a costa de
engaños, que le valían a la comunidad estadounidense grandes valores
monetarios.
Otra idea clara que se puede analizar a partir de este caso es la de
Responsabilidad social empresarial, la cual estaba tomando gran auge en esa
época, y según Saavedra, una empresa que quiera ser competitiva tendrá que
hacer compatible su labor productiva con una política que actué en beneficio del
entorno en el que se desarrolla su actividad (2011), Enron se mostró como una
empresa socialmente responsable, mediante políticas anticorrupción,
publicaciones sobre ética empresarial y sostenibilidad medioambiental, siendo
estos solo una fachada para lograr que los inversores trasladaran su capital y la
sociedad en general tuviera una visión confiable de la actividad a la que se
dedicaba la organización.
En el mismo orden, en cuanto a lo que se refiere a la responsabilidad social
empresarial, la compañía en mención realizó actos inmorales y una competencia
desleal con acciones como hacer que la energía escaseara con el propósito de
incrementar los precios de la misma, de esta manera generaron daños tanto a las
otras empresas como a la comunidad establecida en dicho territorio, se videncia
nuevamente el aspecto sociológico individualista propio de posmodernidad y un
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objetivo enfocado en el lucro que posiblemente se da por la tendencia de esta

sociedad a querer obtener la mayor cantidad de dinero inmediatamente, sin
pensar en los efectos que esto puede producir en la comunidad específica. Por
otro lado, la enorme inversión de Enron en campañas políticas estadounidenses y
los sobornos que realizaban plasman el errado pensamiento administrativo y la
falta de responsabilidad social empresarial.
En 1993, Enron estableció un Joint Venture con CalPERS (California Public
Employees Retirement System), llamado Joint Energy Development Investment L.
P. o JEDI. (Bravo, 2002), esta unión de empresas tuvo una mala administración
por parte de los funcionarios de Enron lo cual condujo a incurrir nuevamente en
fallas que a largo plazo conducirían a la quiebra. Siendo el Joint Venture uno de
los enfoques administrativos que busca aumentar las ganancias, la compañía no
hizo una correcta planeación para la ejecución de este contrato evidenciando así
un mal proceder en las principales funciones administrativas. Sociológicamente
pensando esta situación se relaciona con una de las teorías organizacionales, que
ilustra la organización como escenario para la expresión de relaciones de poder,
en la cual los intereses de los individuos se enfrentan y se da una lucha por el
poder (Ramírez, 2013), pues Enron buscaba un comprador para la mitad del
tratado, para de algún modo lucrarse más con base en el Joint Venture
incumpliendo con los requisitos de consolidación de este tipo de contrato.
Desde la teoría del capital humano planteado por Schultz se puede entender el
fraude cometido y decir que esta es la principal protagonista del mismo. El
personal que ocupaba la compañía tenía la capacitación para realizar ciertas
actividades y, por lo tanto, los conocimientos para realizar acciones contables que
con el transcurrir del tiempo llevarían a la ruina en la que concluyo este caso.
Según Bravo, desde la contratación de ciertas personas que en un principio
hicieron movimientos financieros en cuentas bancarias que no podían sostenerse,
hasta la introducción de una contabilidad basada en la estimación de rendimientos
hipotéticos (2002) se puede hablar de fallos contables y administrativos, ya que se
maquillaban las cifras, especialmente la de su deuda, y posteriormente se exponía
una falsa realidad financiera. Con la evasión de impuestos por medio de paraísos
fiscales que se dio entre 1996 y el 2000, y la acumulación de derechos a
devoluciones de impuestos federales por un gran monto de dinero en esta misma
época, Enron hizo evidente sus prácticas irregulares en la contabilidad, mostrando
siempre resultados favorables que exageraban sus utilidades y disminuían sus
pasivos.
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Desde el punto de vista de la contabilidad, se destacaba la práctica habitual de

Enron de ocultar enormes deudas, y por lo tanto, de engañar a los accionista
sobre la posición de liquidez (Mattessich, 2003), en este sentido, se está
desvirtuando el hecho de que los profesionales que ejercen la profesión contable
tienen como razón de ser, dar fe pública de los hechos financieros de una
empresa, por lo tanto, al mostrar resultados completamente falsos no solo se está
incumpliendo en la función principal de la contaduría pública, pues las sociedades
esperan que los informes que se dan a conocer sean verídicos, sino que también
al ser descubiertos dichos actos la población pierde la confianza tanto en el trabajo
que realizan estos profesionales, como también en la profesión y en la ética de las
personas que la ejercen. En consecuencia, las prácticas contables que llevaba
esta empresa tuvieron una fuerte influencia en todo el mundo, y no solo por el
hecho de que Enron estaba presente en muchos lugares y era de renombre
internacional, sino porque tuvo un fuerte impacto en el pensamiento que la
sociedad tiene en cuanto a todo lo que engloba la contaduría pública.
Pensando en las estructuras de poder de las que hablaba el reconocido sociólogo
Max Weber, Enron aplicaba el concepto de burocracia en su máxima expresión,
esto se evidencia en la manera como los empleados no tenían juicio alguno sobre
sus superiores y, en cómo estos ejecutivos de alto poder no utilizaban la
organización y selección racional de los trabajadores, sino que preferían por
encima de cualquier otra cosa a aquel que generara mayor crecimiento económico
aunque sus métodos fueran reprochables.
Con la quiebra de Enron sus acreedores y otras empresas vinculadas sufrieron
enormes pérdidas, se hizo evidente la falta de mecanismos de control y
planeación para prevenir posibles consecuencias negativas por parte de las
empresas que se asociaron con Enron, y la necesidad de que dichos mecanismos
se utilizaran también para la prevención de tantas pérdidas y fallos a nivel
administrativo y contable que afectaron directa o indirectamente a la sociedad,
todos tuvieron impactos negativos, incluyendo a los empleados que perdieron sus
trabajos y dinero que se destinaba para sus pensiones y jubilaciones, la cifra
estimada de esta pérdida fue de dos mil millones USD. El afán de poder y el
orgullo fueron los comportamientos que influyeron en esta comunidad
organizacional e impulsaron no solo una filosofía de avaricia, sino también la mala
administración de los activos y pasivos que esta tenía.
En última estancia, la posmodernidad ha afectado de una manera significativa los
intereses individuales, guiándolos con el objetivo del lucro y el camino fácil para
conseguir los fines propuestos, y por supuesto las organizaciones no son ajenas al
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cambio en el pensamiento, las mismas buscan tanto formas administrativas como

contables para generar mayor rentabilidad sin tener en cuenta términos de gran
importancia como la responsabilidad social empresarial. En el caso de los fraudes
se evidencia un juego inteligente de la contabilidad para mostrar resultados
alterados a favor del ente que los realiza, en cuanto a esto se puede destacar la
evolución de la ciencia y el pensamiento humano a través de distintas culturas, sin
embargo como dice Hobbes el hombre es un lobo para el hombre (lupus est homo
homini), y el individualismo que prima en la posmodernidad hace que el
comportamiento de las personas sea egoísta ante los impactos que pueden
generar en la comunidad, se explota a los individuos y se exprimen cantidad de
personas creando un mundo meramente capitalista, donde la evolución del
pensamiento racional se ha utilizado tanto para fines negativos como para
positivos, siendo este administrado por el mismo hombre, en muchas ocasiones,
de una manera errada.

Conclusión.
La posmodernidad se ha caracterizado por la presencia de la tecnología en la vida
de las personas, y por el hecho de que gracias a esta la manera de producción ha
tenido grandes cambios; desde el punto de vista de Marx y Engels el modo de
producción es el que determina en última estancia la vida real en sí. El mundo está
sencillamente inmerso en la tecnología y en todos los medios de consumo que nos
ofrece y esto en conjunto con el individualismo que prima en la época lleva a los
individuos a la búsqueda de alcanzar sus fines por cualquier medio, es decir,
gracias a la presencia de la tecnología en la vida diaria se está continuamente
expuesto a todos los tipos de publicidad que ofrecen los medios y con ello a tener
el impulso de tener todo lo que vemos, y como seres individualistas no importa el
medio para adquirir bienes materiales, lo primordial es tenerlos, lo que ha llevado
a encaminar modos ilegales para dicha adquisición como los fraudes, en este caso
el de Enron.
Es innegable que la sociedad está regida por organizaciones en todos los
aspectos de la cotidianidad y se hace evidente la necesidad de la administración
para cada una de ellas, con el objetivo de hacer un control de los procesos que
acarrean, además de moldear el comportamiento de las personas y los fines se
estas entorno a los fines que persigue la organización, aunque cabe resaltar que
dependiendo el tipo de organización se moldea el comportamiento humano en
cuanto a los fines de la misma y la manera en la que se encaminan a dichos fines.
En este sentido se hace necesario plantear que las funciones administrativas
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deben ser mejoradas, creando nuevas formas para la prevención de fraudes como
el susodicho, además de ser mecanismos para que haya más objetividad en el
direccionamiento de las organizaciones.
El caso Enron es quizás uno de los acontecimientos más grandes que impulsaron
a los países a la implementación de medidas de control más estrictas, ya que se
enfocaban en tres factores que según Mattessich se habían ilustrado con mayor
fuerza al quebrar dicha compañía, en primer lugar, los beneficios que se
mostraban estaban inflados ampliamente al incluir ingresos ficticios procedentes
de “ventas propias” o de capitalizar gastos. En segundo lugar, las deudas estaban
ampliamente subestimadas (al esconderlas en Entidades de Propósito Especial).
Y, en tercer lugar, el ejercicio de las opciones sobre acciones, junto con la venta
de esas acciones a precios inflados justo antes de que se produjese una repentina
bajada del precio, o incluso del colapso de la empresa (2002).
Pensar en el caso Enron permite dar un recorrido desde una mala administración
monetaria, pasando por ocultación y manipulación de información y finalizando en
la implantación de una cultura corporativa de engaños, haciendo de este el más
grande ejemplo de todos los aspectos que trae consigo la sociedad posmoderna
dominada por organizaciones que están siendo mal administradas. Día a día se
puede ver la necesidad de emplear sistemas de información corporativa más
óptimos, que se acomoden al cambiante mundo de la contabilidad y la
administración, junto con las necesidades de la sociedad para que las cuestiones
normativas se hagan validas, y la moral y la responsabilidad social empresarial se
expongan como eje central de las actividades realizadas. Uno de las primeras
conclusiones a las que lleva la consulta y posterior análisis de este caso es que la
contabilidad debe adquirir un papel de fin y no de medio para la consecución de
objetivos, siendo esta transparente y honesta dando la fe publica que tanto se le
exige; en segundo lugar la administración dentro de las organizaciones debe
estructurar mejor sus principales funciones, evitando caer en el mal manejo de
cada recurso y de cada proceso que componga la misma, y de igual manera si se
buscan estrategias que incrementen el beneficio y mejore la producción deben ser
adecuadas para la situación de modo que no lleguen a causar impacto negativo y
por ultimo a nivel sociológico, los comportamientos de una comunidad se definen
por el momento histórico y la cultura que se vive, por lo tanto, pensar en cada uno
de los aspectos que influyen en esta configuración de las personas y las
organizaciones permite entender mejor los errores cometidos para que
posteriormente puedan mejorarse en diferentes puntos y se eviten en la mayor
estancia posible.
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Referencias bibliográficas.

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Universidad de British Columbia, Vancouver, BC., Canadá. Recuperado de
http://www.mgeu.uma.es/CONFERENCIAS/Enron-Malaga_LV.pdf
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América. [Documental]. Estados Unidos: Magnolia Pictures. Recuperado de
https://www.youtube.com/watch?v=3I42SswrdSw
 Bravo, F. (2002). Caso ENRON. Universidad de Chile. Recuperado el 19 de
septiembre de 2019 de
http://repositorio.uchile.cl/bitstream/handle/2250/127318/%289%29%20
Enron.pdf?sequence=1&isAllowed=y
 Ramírez, J., C. (2013). La organización: Teorías de la organización.
Recuperado el 19 de septiembre de 2019 de
https://drive.google.com/a/udea.edu.co/file/d/1z1Ad3QoeHSOr5FJUlJ0
pqd_rXEExWe0v/view?usp=drive_open
 Saavedra, L. (2011). Responsabilidad social y Finanzas. Cuadernos de
Administración, 27 (46), pp. 39- 54. Disponible en
https://www.redalyc.org/pdf/2250/225022711004.pdf