Apuntes II Fuentes TDLC 2019 PDF

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UNIDAD II: FUENTES FORMALES DEL DERECHO CONSTITUCIONAL

1. La Constitución Política de 1980

La Constitución vigente en Chile es la Constitución de 1980, texto generado en un


contexto autoritario, que vino a reemplazar al Constitución de 1925 cuya vigencia se vio
interrumpida por el Golpe Militar de 1973. A pocos días del quiebre institucional, la Junta
Militar de Gobierno, presidida por el General Augusto Pinochet, adoptó medidas
conducentes a dotar al país de un nuevo régimen constitucional.

La génesis de la Constitución de 1980 se divide en varias etapas:

1.1. Primera Etapa: Comisión de Estudio de la Nueva Constitución (1973 -1978)

A partir del 24 de septiembre de 1973 se nombra una Comisión que estudia el


texto constitucional. Originalmente se autodenomina 'Comisión Constituyente', pero es
impreciso ya que el DL. N°1 estableció que la Junta Militar tenía el "mando Supremo de la
Nación", y por esto en ésta residía el Poder Constituyente1. Luego, no es la Comisión quien
puede ejercer facultades constituyentes. Así, en agosto de 1976 se le cambia el nombre a
“Comisión de Estudio de la Nueva Constitución Política del Estado” también conocida por
su sigla CENC o como Comisión Ortúzar, tomado el nombre de su presidente.

La finalidad de esta comisión fue estudiar, elaborar y proponer un anteproyecto


de una Constitución Política. Se estableció como fundamental la necesidad de reconstruir,
renovar y perfeccionar la Institucionalidad fundamental de la República. Se integró por
diez miembros, todos abogados y la mayoría profesores de Derecho Político o Derecho
Constitucional.2 Tras 417 sesiones entre septiembre de 1973 y octubre de 1978, se

1 Esto conforme una concepción no democrática del poder constituyente.


2 Sergio Diez; Jaime Guzmán; Enrique Ortúzar; Jorge Ovalle; Rafael Eyzaguirre; Enrique Evans; Gustavo
Lorca; Alejandro Silva Bascuñán; Alicia Romo y Rafael Larraín. En 1977 renuncian Jorge Ovalle, Enrique Evans
y Alejandro Silva Bascuñán, que son reemplazados respectivamente por Luz Bulnes A., Raúl Bertelsen R. y
Juan de Dios Carmona.
redactó un Anteproyecto Constitucional, que se componía de un preámbulo, 14 Capítulos,
123 Artículos Permanentes y 11 Disposiciones Transitorias.

2.2. Segunda Etapa: Consejo de Estado (1978 -1980)

El órgano encargado de esta segunda etapa de la Génesis de la Constitución


Política de 1980 es el Consejo de Estado, que fue creado por el Acta Constitucional N°1
DL 1319. El artículo 4o del Acta referida señala: "El Presidente de la República podrá
solicitar la opinión del Consejo de Estado en los siguientes asuntos: a) Proyectos de
reforma constitucional... “

Se integró por 18 con criterios de integración corporativa, donde tenemos que


distinguir dos tipos de miembros: (a) Miembros por derecho propio que son los
expresidentes de la república (Gabriel González Videla, Jorge Alessandri Rodríguez y
Eduardo Frei Montalva, quien se excusa de participar); y (b) Miembros ddesignados, Ex -
Presidente de la Corte Suprema; Ex – Ministros; Ex – Diplomáticos; Ex - Contralor General
de la República; Ex - Miembros de las FFAA; Ex - Rector de la Universidad de Chile;
Representantes del sector laboral, empresarial, juvenil, de la mujer, etc.

Durante esta etapa se llamó a la opinión pública a participar. Cualquier persona


podría presentar sugerencias u observaciones. Se recibieron 150 observaciones. El
Consejo de Estado revisó el Anteproyecto entre noviembre de 1978 y Julio 1980, en 57
sesiones plenarias. Y elabora lo que fue en sustancia un nuevo proyecto constitucional
con menor acento en los aspectos doctrinarios y más afín a lo que significaba una reforma
a la Constitución de 1925.

El Consejo de Estado introdujo modificaciones de importancia al anteproyecto de


la Comisión de Estudios. La principal propuesta del Consejo de Estado fue el Periodo de
Transición, que establecía un plazo de cinco años para normalizar la vida nacional, que
permitiera poner en marcha, sin quebrantos, las nuevas instituciones. Continuando en
sus funciones, por tal lapso y hasta 90 días después, el Presidente de la República y la
Junta de Gobierno; designándose un Congreso al cual correspondería la elaboración

1
pública de la ley y la representación de las diversas corrientes de opinión y nombrándose
los alcaldes, durante tres años, por el Presidente de la República (Articulado del proyecto,
disposiciones transitorias 12 a 28, ambas inclusive).

De esta manera se estableció un nuevo Proyecto Constitucional compuesto por:


14 capítulos más uno de disposiciones generales. 120 artículos permanentes 27
disposiciones transitorias.

3.3. Tercera Etapa: Junta de Gobierno (julio-septiembre de 1980)

El órgano encargado de la redacción del texto definitivo es la Junta de Gobierno,


presidida por el General Augusto Pinochet Ugarte, quien designa un grupo de trabajo.3 La
finalidad de este análisis de la Junta de Gobierno y el Grupo de Trabajo fue redactar un
proyecto definitivo de la Constitución, tras estudiar el proyecto de la Comisión de Estudio
y el proyecto del Consejo de Estado, y se sintetiza en uno las ideas contenidas en ambos
proyectos, compuesto por 14 Capítulos, 120 Artículos permanentes y 29 Disposiciones
transitorias.

La gran diferencia de este Proyecto final con el del Consejo de Estado corresponde
a la ampliación del periodo de transición a 8 años en el Proyecto de la Junta de gobierno.
La Junta de Gobierno despachó el proyecto final, y estudió la forma de aprobación del
texto constitucional, siendo la decisión un Plebiscito.

Diseño de la Transición

La Junta de Gobierno introdujo diversas modificaciones a la proposición relativa al


periodo de transición, se estableció en la disposición 13° Transitoria "El periodo
presidencial que comenzará a regir a contar de la vigencia de esta Constitución, durará el

3 Este se integró por Sergio FernándezF (Ministro del Interior), Mónica Madariaga G (Ministra de Justicia),
General Santiago Sinclair O. ( Ministro Jefe del Estado Mayor Presidencial), Almirante Aldo Montagna,
General Fernando Lyon, Coronel Aldo Montero, Mayor de Carabineros Hairy Grimewaldt, Capitán de navío,
Mario Duvauchelle, los cinco últimos Auditores de las FFAA.

2
tiempo que establezca en el Artículo 25”. En el artículo 25 se señala que "el Presidente
durará en ejercicio de sus funciones por el término de ocho años". Se agrega en la
disposición 14° transitoria "durante el periodo indicado en la disposición anterior (8 años),
continuara como Presidente de la república el actual Presidente, General del Ejército
Augusto Pinochet Ugarte, quien durara en el cargo hasta el término de dicho periodo,
perpetuándose en el poder por otros 8 años más.

Respecto del poder constituyente y legislativo, estos son entregados a la Junta de


Gobierno, la que lo ejerce por la unanimidad de sus miembros.

Respecto de los partidos políticos, en tanto no entre en vigor la ley orgánica


constitucional relativa a los partidos políticos a que se refiere el N. º. 15 del artículo 19,
estará prohibido ejecutar o promover toda actividad, acción o gestión de índole político
partidista, ya sea por personas naturales o jurídicas, organizaciones, entidades o
agrupaciones de personas. Quienes infrinjan esta prohibición incurrirán en las sanciones
previstas en la ley.

El plebiscito

Una vez aprobado el texto por el Presidente de la República y la totalidad de los


miembros de la Junta de Gobierno y firmado además por los Ministros de Estado, se
promulgó el DL 3464 (8/Agosto/1980), enseguida en virtud del DL 3465 se convocó a
Plebiscito para la aprobación del texto por la ciudadanía. El cual se realizaría el 11 de
septiembre de 1980.

Se otorgó derecho a sufragio a: los cchilenos mayores de 18 años y a los


eextranjeros con residencia legal en Chile. Las alternativas eran SI

Para su escrutinio se crearon al efecto Colegios Escrutadores Regionales, y uno


Nacional.

El Plebiscito se efectuó en la fecha señalada, en medio de la tranquilidad pública.


El 3 de octubre de 1980, el ex Senador Patricio Aylwin A., con la firma de cuarenta y cinco

3
personas, hizo entrega al colegio Escrutador nacional de una presentación o reclamo en
que señalaban las críticas al plebiscito efectuado, el cual estimaban sin mayor validez, en
definitiva, se solicitaba que dicho organismo declarara 'nulo de derecho' el plebiscito,
reclamo en definitiva desestimado por el Colegio Escrutador Nacional, por considerarse
incompetente en esa materia.

Había 2 opciones, SI (aprobación del texto propuesto por la Junta de Gobierno) y


No (no se conocían las consecuencias del rechazo a la propuesta). Se desconocían los
efectos del rechazo. El resultado oficial fue de 4 204 879 votos para la opción "Sí" (67,04%)
y 1 893 420 votos para la opción "No" (30,19%).

Las faltas de garantías del proceso electoral no permiten legitimar los resultados.
Entre las circunstancias se pueden destacar la inexistencia de registros electorales y de un
organismo a cargo de la calificación de las elecciones, la restricción del ejercicio de
derechos fundamentales, la limitación a la libertad de expresión, entre otras causas.

Finalmente, el texto constitucional fue aprobado y promulgado por el Presidente


de la República General Augusto Pinochet con fecha 21 de octubre de 1980. Publicándose
en el Diario Oficial al día siguiente.

El texto original ha sido objeto de dos gruesas reformas, la del año 1989 y la del
año 2005, que según alguna doctrina han legitimado a la carta. No obstante, y pese a las
numerosas reformas y los esfuerzos interpretativos, no obstante los treinta años pasados,
subsiste en la experiencia constitucional chilena un permanente estado de
inconformidad. Hoy se ha instalado en la discusión académica, política y social la cuestión
del cambio constitucional.

Complementar con lectura del texto de Eric Palma “De la Carta otorgada de 1980
a la Constitución Binominal de 2005”.

Lectura sugerida “El Fraude” de Claudio Fuentes.

4
2. Los tratados internacionales y su vinculación con la Constitución

2.1. Concepto de tratado internacional

Según Benadava un tratado internacional, es “un acuerdo internacional celebrado


generalmente entre Estados, regidos por el derecho internacional y destinado a producir
efectos jurídicos”.4 Por otro lado, la Convención de Viena sobre el Derecho de los
Tratados, en su artículo 2. 1. a) establece que se entiende por tratado “un acuerdo
internacional celebrado por escrito entre Estados y regido por el derecho internacional,
ya conste en un instrumento único o en dos o más instrumentos conexos y cualquiera que
sea su denominación particular.”

Como bien lo señala el profesor Molina5, un tratado Internacional no es una ley


por cuanto ambos se diferencian en su elaboración. El primero se celebra entre sujetos
de derecho internacional (principalmente estados) y el segundo es elaborado por los
órganos legislativos de cada país. Por otro lado, se diferencian además en cuanto a la
forma en que cada uno se extingue y sobre los efectos que cada uno puede producir y el
campo en el cual se aplican.

Si bien un Tratado Internacional es regulado y regido por normas de Derecho


Internacional, sus efectos no solamente quedan en el plano de las relaciones
internacionales. Un tratado puede perfectamente regular situaciones de orden local o
nacional y, por consiguiente, constituye un instrumento que interactúa con el
ordenamiento jurídico interno de un Estado.

4 Santiago BENADAVA, Derecho Institucional Público, pág. 39.


5 Hernán MOLINA, Derecho Constitucional, pág. 5.

5
2.2. Jerarquía de los tratados internacionales en nuestro sistema de fuentes

No existe hoy en la Constitución una disposición constitucional que establezca


expresamente la jerarquía que ocupan los tratados internacionales en general, y de
derechos humanos en particular.

En esta materia se debe distinguir entre los tratados internacionales que versan
sobre materias de derechos humanos de los demás tratados internacionales.

La regla general es que los tratados internacionales se les otorguen rango legal. En
este sentido, su jerarquía es equivalente a la de la ley.

Hay que tener presente que un tratado internacional puede tener rango de ley
pero no es una ley, se diferencia de esta en su modo de elaboración, en cuanto a su
extinción y sus efectos. Las disposiciones de un tratado solo podrán ser derogadas,
modificadas o suspendidas en la forma prevista en los propios tratados o de acuerdo a las
normas generales del derecho internacional. Artículo 54 inc. 5). Si el tratado se refiere a
materias propias de ley orgánica constitucional debe ser sometido a control de
constitucionalidad preventivo obligatorio. Artículo 93 N° 1.

La discusión se produce respecto de los tratados internacionales que versan sobre


derechos humanos ¿cómo se insertan jerárquicamente estos tratados internacionales de
derechos humanos en nuestro sistema de fuentes?

Al respecto, la primera norma que encontramos en nuestra Constitución en


relación con los Tratados Internacionales se encuentra en el artículo 5 inciso segundo:

Art. 5 Inc. 2do. “El ejercicio de la soberanía reconoce como limitación el


respeto a los derechos esenciales que emanan de la naturaleza humana. Es deber
de los órganos del Estado respetar y promover tales derechos, garantizados por
esta Constitución, así como por los tratados internacionales ratificados por Chile y
que se encuentren vigentes.”

6
La disposición se refiere específicamente a aquellos Tratados Internacionales que
versen sobre derechos fundamentales de las personas, que estén ratificados por Chile y
que se encuentren vigentes.

Como se aprecia, se trata de una redacción ambigua que no da una solución clara
al problema. La pregunta por su lugar en el sistema de fuentes no encuentra una
respuesta clara en nuestra Constitución, lo que resulta problemático y con consecuencias
jurídicas relevantes, atendido el desarrollo del Derecho Internacional de los Derechos
Humanos (DIDH), el surgimiento de teorías como el Bloque de Constitucionalidad de
Derechos y la controvertida figura del Control de Convencionalidad.

Las diversas posturas planteadas dan soluciones disímiles que van desde el rango
legal de los tratados, o su jerarquía supralegal, pero infraconstitucional, así como también
su jerarquía constitucional y hasta supraconstitucional.

La cuestión del rango jerárquico de los tratados internacionales de derechos


humanos en el sistema de fuentes del ordenamiento jurídico chileno ha sido objeto de
debate entre constitucionalistas e internacionalistas. Desde la reforma constitucional de
1989, que incorporó el inciso segundo del artículo quinto a la Constitución, la doctrina
nacional ha estado dividida al respecto.

En atención a que este tipo de tratados regula una materia de suma importancia
para la dignidad de la persona humana, la discusión se centra en determinar si los
Tratados Internacionales que se refieran a Derechos Fundamentales tienen, dentro de la
jerarquía de normas del Ordenamiento Jurídico, un rango inferior, igual o superior a la
Constitución.6

Una postura considera a los tratados internacionales relativos a los derechos


humanos como ley común. Esta postura se basa en que, al ingresar el Tratado
Internacional a nuestra legislación como una ley común en cuanto a su tramitación, mal

6 Ángela VIVANCO, Curso de Derecho Constitucional: Tomo I, pág. 433.

7
podría decirse que los tratados internacionales y los derechos en ellos contenidos puedan
tener rango constitucional. Hoy en día esta postura se encuentra obsoleta, habiendo sido
descartada por la doctrina y la jurisprudencia.

Otra doctrina considera a los tratados internacionales como normas de rango


constitucional. Esta postura señala que los Tratados Internacionales sobre Derechos
Fundamentales son, en sí mismos, una “Constitución Material” por un aspecto sustantivo,
es decir, por el contenido o materias que regulan y no por un aspecto formal, que se
refiere a cómo se crea o modifica una norma de rango constitucional. Lo anterior por
cuando cumpliendo los requisitos establecidos en el artículo 5 de nuestra Constitución,
dichas normas pasan a conformar un límite a la soberanía impuesto de forma propia como
un compromiso internacional. Relacionada con esta doctrina, están quienes distinguen
los Derechos contenidos en un tratado, del tratado propiamente tal. Esta postura separa
los derechos esenciales contenidos en los tratados, del documento. Así entonces, se
puede concebir que los Derechos Fundamentales reconocidos en un tratado internacional
tengan rango constitucional pero que el tratado mismo sea considerado ley común.

La doctrina mayoritaria sostiene que los tratados internacionales sobre derechos


humanos que se encuentren vigentes y ratificados por Chile tienen rango superior a la ley,
pero inferior a la Constitución. Ahora, según el profesor Molina7, cuando un tratado
Internacional cumple con los requisitos del artículo 5 de la Carta Política, dicho
instrumento constituye una limitación para el ejercicio de la soberanía, la cual los coloca
en un rango jerárquico superior a la legislación complementaria, pero inferiores a la
Constitución y sus leyes interpretativas, gozando estas de una supremacía formal y
material. Esta es la interpretación que ha sostenido el Tribunal Constitucional. No
obstante, la jurisprudencia de los tribunales superiores de justicia, del año 2007 en

7 Hernán MOLINA, Derecho Constitucional, pág. 5.

8
adelante8, comenzó a reconocer la jerarquía constitucional y hasta supraconstitucional de
los tratados.

La respuesta respecto de cuál es la jerarquía que ocupan los tratados


internacionales de derechos humanos dentro de nuestro ordenamiento jurídico
permanece abierta. Convendría resolverla expresamente en la Constitución.

Paralelamente, encontramos en nuestra Carta Fundamental, otros preceptos


relacionados con los Tratados Internacionales, pero de un punto de vista un tanto más
formal que material. Así encontramos por ejemplo los artículos 33 N° 15 y 54 N°1 que
señalan:

Artículo 32: Son atribuciones especiales del Presidente de la República:

15º.- Conducir las relaciones políticas con las potencias extranjeras y


organismos internacionales, y llevar a cabo las negociaciones; concluir, firmar y
ratificar los tratados que estime convenientes para los intereses del país, los que
deberán ser sometidos a la aprobación del Congreso conforme a lo prescrito en el
artículo 54 Nº 1º. Las discusiones y deliberaciones sobre estos objetos serán secretos
si el Presidente de la República así lo exigiere;

Artículo 54: Son atribuciones del Congreso:

1.-Aprobar o desechar los tratados internacionales que le presentare el Presidente de


la República antes de su ratificación. La aprobación de un tratado requerirá, en cada
Cámara, de los quórum que corresponda, en conformidad al artículo 66, y se
someterá, en lo pertinente, a los trámites de una ley. (…)

Se señala que dichas normas obedecen a un criterio formal por cuanto indican, a
quién corresponde la representación y gestión de un Tratado Internacional (artículo 32) y

8 Desde el fallo de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, Almonacid Arellano y otros vs. Chile de
2007, que creó jurisprudencialmente el control de convencionalidad, correspondiendo a los tribunales de
justicia nacionales inaplicar cualquier norma de derecho interno que sea contraria a la Convención
Americana de Derechos Humanos.

9
cuál es el mecanismo de revisión, aprobación y entrada en vigencia en el orden jurídico
interno del Estado (artículo 54).

3. Los distintos tipos de leyes y su vinculación con la Constitución

En el contexto del ordenamiento jurídico, podemos identificar una gran cantidad


de normas de diferente naturaleza que interactúan entre sí y que confeccionan el
denominado Estado de Derecho. Es por ello que es de vital importancia establecer cuáles
normas constituirán la base del ordenamiento y cuáles quedarán supeditadas a ella
estableciendo un orden de jerarquías y de objetivos para cada tipo de norma.

La Constitución es la norma jurídica fundamental del Estado, que, al regular su


organización, su gobierno, los derechos fundamentales, entre otras materias relevantes,
ha de hacerlo en sus líneas estructurales y básicas9. Es ella la que trazará el marco y líneas
generales del ordenamiento, debiendo el resto de las normas legales, desarrollar y
complementar las materias que se le han encomendado ajustándose formal y
sustantivamente al mandato constitucional.

La Constitución debe comprender sólo los principios y directrices de la


organización del Estado, y corresponde a las normas legales el desarrollo y
complementación de la Carta.

Dentro de las diferentes categorías de normas jurídicas que podemos encontrar


en el ordenamiento, podemos señalar:

a. Leyes:

- Leyes Interpretativas de la Constitución.

- Leyes Orgánicas Constitucionales.

9 Hernán MOLINA, Derecho Constitucional, pág. 6.

10
- Leyes de Quorum Calificado.

- Ley Ordinaria o Común.

- Decretos con Fuerza de Ley y Decretos Leyes.

b. Decretos, Reglamentos, Instrucciones y Circulares dictadas por el Ejecutivo.

c. Reglamento del Senado y de la Cámara de Diputados.

d. Autos Acordados de los Tribunales Superiores, Tribunal Constitucional y Tribunal


Calificador de Elecciones.

3.1. Las leyes o el dominio legal

Desde un punto de vista sustantivo, obedece a un criterio de obligatoriedad


general al estatuir los bienes esenciales del orden jurídico. Desde un punto de vista
formal, se entiende como aquella dictada de acuerdo con la constitución por el Poder
Legislativo.10

Las materias que deben ser reguladas por ley se encuentran enumeradas en el
artículo 63 de la Constitución, el cual, según la doctrina, se denomina “dominio legal”, en
referencia a que solo una norma con la naturaleza jurídica de una ley puede tratar dichas
materias.

Cabe también señalar que según el artículo 1 de nuestro Código Civil se define a la
ley como una “declaración de la voluntad soberana que, manifestada en la forma prescrita
por la Constitución, manda, prohíbe o permite.”

Nuestro ordenamiento considera diversas clases de leyes, ya sea atendiendo a su


contenido o a los quórums requeridos para su aprobación.

10 Angela VIVANCO, Curso de Derecho Constitucional: Tomo I, pág. 402.

11
3.2. Leyes Interpretativas de la Constitución

Son aquellas que se dictan con el objeto de aclarar y explicar el sentido y alcance
de una norma que se estima oscura de la Constitución11. Son aquellas destinadas a fijar el
sentido y alcance de un precepto constitucional.

A una ley interpretativa solo corresponde aclarar o dar precisión a una norma
constitucional, y nunca agregar nuevos elementos a los que indica la Constitución. Esto
es complejo por la naturaleza de los preceptos constitucionales que se caracterizan por la
indeterminación del lenguaje, principalmente en materia de derechos y libertades.

Se considera vigente a partir de la fecha de la norma interpretada, pues se


entiende que forma parte de su texto.

El quorum necesario para su aprobación, modificación o derogación es de tres


quintos de los diputados y senadores en ejercicio (Artículo 66 inciso 1).

Las leyes interpretativas de la Constitución son sometidas a control de


constitucionalidad preventivo obligatorio por parte del Tribunal Constitucional, previo a
su promulgación. (Artículo 93 N° 1)

La jerarquía de estas leyes es discutida y compleja.

Para Zúñiga Urbina la "ley interpretativa" de la Constitución tiene una posición


jerárquica de ley, aunque posee unidad de significado con la norma iusfundamental
interpretada, sin que ello pueda importar modificarla o alterarla.

Para Molina, como su significado se entiende incorporado a la Constitución su


jerarquía viene después de aquella.

3.3. Leyes Orgánicas Constitucionales (LOC)

Son aquellas a las cuales la Constitución confiere tal carácter que para su
aprobación, modificación o derogación se requiere de las cuatro séptimas partes de los

11 Ídem.

12
diputados y senadores en ejercicio. (Artículo 66 inciso 2). Tienen por fin regular un órgano
o desarrollar un precepto constitucional.

Su quórum de aprobación es de 4/7 de los diputados y senadores en ejercicio.

Están sometidas a control obligatorio preventivo de constitucionalidad por el TC


antes de su promulgación (93 N°1)

La Constitución establece las materias que deben ser objeto de esta clase de leyes.

3.4. Leyes de Quorum Calificado (LQC)

Son aquellas a las cuales la Constitución confiere tal carácter que para su
aprobación, modificación o derogación se requiere de la mayoría absoluta de los
diputados y senadores en ejercicio. (Artículo 66 inciso 3).

Por otro lado, el Artículo 63 N°16 inciso segundo señala que “Las leyes que
concedan indultos generales y amnistías requerirán siempre de quórum calificado.”

Las LOC y LQC se someten a quórums supramayoritarios

Existen algunas leyes para la cuales se requiere una mayoría calificado o quórum
supra mayoritario. Esto es, no basta con tener el 50% más uno de los votos, se requiere
más para tomar la decisión.

Se ha sostenido que a mayor quórum en que se tome la decisión mayor legitimidad


tendrá ella. Y por ello, tiene mucha importancia la cuestión debatida, pues, a mayor
importancia se requerirá de mayores quórums, para la mayor legitimidad de la decisión.

No obstante, un quórum supramayoritario injustificado también puede minar la


legitimidad de una decisión en tanto otorga la minoría un poder de veto. Esta es una
cuestión tremendamente relevante en nuestro ordenamiento constitucional por la
cantidad e importancia de Leyes Orgánicas Constitucionales que se contemplan.

13
3.5. Ley Ordinaria o Común

Para su aprobación, modificación o derogación se requiere de la mayoría de los


miembros presentes de cada Cámara.

Las materias del artículo 63 son objeto de estas leyes, salvo que se necesite algún
quorum especial.

No están sometidas a control preventivo obligatorio de constitucionalidad.

4. Decretos con Fuerza de Ley y Decretos Leyes

No comparten la naturaleza jurídica de ley porque difieren en cuanto al órgano


que las crea, pero tienen el mismo valor que una.

Un Decreto con Fuerza de Ley es una norma dictada por el Presidente de la


República, sobre materias propias de ley, previa delegación de facultades legislativas por
parte del Congreso.

Un Decreto Ley es una norma dictada por el Ejecutivo, sobre materias propias de
ley, sin autorización del Congreso. Son una forma irregular de legislación propia de los
periodos de ruptura constitucional.

5. Decretos, Reglamentos, Instrucciones y Circulares dictadas por el


Ejecutivo.

Este conjunto de normas pertenece a la denominada Potestad Reglamentaria del


Ejecutivo, que se entiende como la facultad que tiene el Presidente de la República y otras
autoridades administrativas para dictar normas jurídicas de contenido general, que tienen
por objeto ejecutar leyes y hacer cumplir la función administrativa encomendada al
Estado.12

12 Angela VIVANCO, Curso de Derecho Constitucional: Tomo I, pág. 404.

14
Al respecto, el Artículo 32 número 6, establece que “Son atribuciones especiales
del Presidente de la República: Ejercer la potestad reglamentaria en todas aquellas
materias que no sean propias del dominio legal, sin perjuicio de la facultad de dictar los
demás reglamentos, decretos e instrucciones que crea convenientes para la ejecución de
las leyes.”

Esta potestad reglamentaria se ejerce a través de Decretos, Reglamentos,


Instrucciones y Circulares.

6. Reglamento del Senado y de la Cámara de Diputados.

Son normas que tienen como objetivo determinar el funcionamiento interno del
Congreso Nacional. No son leyes ni decretos, sólo buscan regular el funcionamiento
interno del parlamento. (Artículo 56 inciso 2).

7. Autos Acordados de los Tribunales Superiores de Justicia, Tribunal


Constitucional y Tribunal Calificador de Elecciones.

Los autos acordados constituyen cuerpos de normas generales y abstractas


dictadas generalmente por los tribunales colegiados, con el objeto de imponer medidas o
impartir instrucciones dirigidas a velar por el más expedito y eficaz funcionamiento del
servicio judicial.

Tienen potestad para dictar autos acordados la Corte Suprema, las Cortes de
Apelaciones, el Tribunal Constitucional y el Tribunal Calificador de elecciones.

Ejemplo: Auto Acordado sobre tramitación y fallo del recurso de protección de las
garantías constitucionales el cual tiene directa relación con los Derechos Fundamentales
contenidos en la Carta Fundamental y su forma de protección.

Su constitucionalidad puede ser revisada por el Tribunal Constitucional. Artículo


93 N°2.

15
8. La jurisprudencia

La jurisprudencia es la interpretación uniforme y constante de la ley, que hacen


los tribunales en sus sentencias.13

Según el artículo 3 inciso segundo de nuestro Código Civil, “Las sentencias


judiciales no tienen fuerza obligatoria sino respecto de las causas en que actualmente se
pronunciaren.” Esto quiere decir que las sentencias de los tribunales superiores de justicia
no obligan a fallar en un mismo sentido a los tribunales inferiores, es decir, no generan
precedentes que deban ser seguidos cabalmente, a diferencia de aquellos sistemas
pertenecientes al Common Law.

Cabe entonces preguntarse cuál es la importancia de la Jurisprudencia y su


vinculación con las normas constitucionales. Al respecto, podemos señalar que, como lo
dice el profesor Molina14, la fuerza que pueda tener la jurisprudencia, parte de la solidez
de los principios o razones en que se funden los fallos. Si estos principios o fundamentos
en que se ha basado resultan justificados y racionales en el análisis científico jurídico que
de ellos se haga, indudablemente esa jurisprudencia tenderá a mantenerse.

En ese sentido, los fallos de la Corte Suprema, Tribunal Constitucional y Tribunal


Calificador de Elecciones, tienen una especial importancia en la jurisprudencia
constitucional.

9. La doctrina especializada

La doctrina es el conjunto de los estudios de carácter científico que los juristas


realizan acerca del derecho, ya sea con el propósito puramente teórico de sistematización
de sus preceptos, ya con la finalidad de interpretar sus normas y señalar las reglas de su
aplicación (Eduardo García Máynez).

13 Hernán MOLINA, Derecho Constitucional, pág. 22.


14 Hernán MOLINA, Derecho Constitucional, pág. 23.

16
La doctrina cumple tres finalidades15:

Científica: Sistematiza las normas, abstrayendo principios generales que la


inspiran y explica instituciones.

Prácticas: Al interpretar instituciones, facilitan la aplicación de ellas.

Crítica: Valora el derecho, evalúa las normas para ver si se ajustan al bien común
y si satisface las necesidades reales de la comunidad.

El valor de la doctrina reside en la fuerza de convicción que puedan tener sus


planteamientos.

15 Angela VIVANCO, Curso de Derecho Constitucional: Tomo I, pág. 408.

17
18
UNIDAD III: BASES DE LA INSTITUCIONALIDAD16

1. Concepto y características de las “Bases de la Institucionalidad”

Reguladas en el título del Capítulo I de la Constitución (en adelante CPR), se las ha


definido como un marco de carácter valórico y conceptual en donde se establecen los
principios y valores básicos del ordenamiento jurídico chileno17.

Las Bases de la Institucionalidad están conformadas por nueve artículos que


configuran algunas de las reglas centrales para el ordenamiento jurídico, en general, y
para el sistema constitucional, en particular. Sin perjuicio de ello, se discute sobre la
relevancia y la magnitud de otras reglas. Dentro de las cláusulas fundamentales,
encontramos:

Principios generales de dignidad, libertad e igualdad (art. 1, inc. 1°);

Emblemas nacionales (art.2)

Referencia a la familia y los grupos intermedios (art. 1, inc. 2° y 3°);

Bien común como fin del Estado (art. 1°, inc. 4°);

Deberes generales del Estado (art. 1°, inc. 5°);

Forma de Estado (art. 3°);

Cláusula de gobierno republicano y democrático (art. 4°);

Soberanía del Estado y sus límites (art. 5°);

Bases del Estado de Derecho (arts. 6° y 7°); y

Principios de probidad y publicidad (art. 8°).

16 Como textos base de la elaboración de este apunte se ha utilizado Vivanco y CONTRERAS, Pablo y GARCÍA
PINO, Gonzalo (2014) “Diccionario Constitucional” Cuadernos del Tribunal Constitucional N° 55. Estos han
sido complementados con otros textos que se referencian y comentarios de la profesora.
17 STC R. 167-93, c. 10° y R. 280-98, c. 12°.

19
Terrorismo como contrario a los derechos humanos (art. 9).

Contreras y García señalan que se objeta la relevancia de dos preceptos de este


capítulo: el art. 2, que enuncia los emblemas nacionales, y el art. 9, que declara al
terrorismo como contrario a los derechos humanos. Se sostiene, por una parte, que no
sería necesario consagrar a nivel constitucional los emblemas nacionales y que esto es
propio de materia de ley. Respecto del terrorismo, se cuestiona la forma de articulación
del verdadero principio detrás del enunciado: la defensa de los derechos humanos. El
terrorismo es una de las amenazas a estos derechos, pero no puede constituir el principio
en sí mismo, sino que una consecuencia de éste18.

La importancia de las Bases de la Institucionalidad se reafirma en las mismas reglas


de reforma constitucional, puesto que la Constitución ordena que, para modificar
cualquiera de los nueve artículos en comento, se requiere el voto conforme de dos tercios
de los diputados y senadores en ejercicio, en circunstancias que el quorum regular de
reforma constitucional son tres quintos de los diputados y senadores en ejercicio.

Asimismo, la relevancia de este capítulo se debe a que no existe preámbulo y, en


consecuencia, en el Capítulo Primero se encuentran normativamente los principios
básicos de nuestro ordenamiento constitucional.

Su relevancia se expresa principalmente en dos aspectos:

Un primer aspecto dice relación con la función sistémica de los principios y valores
rectores, en virtud del cual las Bases permiten entender de manera coherente y
sistemática el sentido y alcance del resto de las disposiciones constitucionales.

Un segundo aspecto se relaciona con su carácter interpretativo. La jurisprudencia


constitucional estima que las Bases tienen un carácter normativo, y no constituyen
normas programáticas19. Asimismo, el Tribunal Constitucional ha señalado que la

18 CONTRERAS, Pablo y GARCÍA PINO, Gonzalo (2014) “Diccionario Constitucional” Cuadernos del Tribunal
Constitucional N° 55, p. 107.
19 STC R. 46-87, c. 21°.

20
Constitución debe ser interpretada en conformidad con lo que establecen. Así, por
ejemplo, en relación con la interpretación de los derechos fundamentales, el Tribunal
Constitucional ha sostenido que deben “desecharse las interpretaciones constitucionales
que resulten contradictorias con los principios y valores rectores. Así frente a diversas
interpretaciones posibles del alcance de la protección constitucional de un derecho
fundamental, debe excluirse la que admita al legislador regular su ejercicio hasta
extremos que en la práctica imposibiliten la plenitud de su vigencia efectiva o compriman
su contenido a términos inconciliables con su fisonomía”20.

2. La persona humana

Artículo 1°.- Las personas nacen libres e iguales en dignidad y derechos.

La familia es el núcleo fundamental de la sociedad.

El Estado reconoce y ampara a los grupos intermedios a través de los cuales se organiza
y estructura la sociedad y les garantiza la adecuada autonomía para cumplir sus propios
fines específicos.

El Estado está al servicio de la persona humana y su finalidad es promover el bien común,


para lo cual debe contribuir a crear las condiciones sociales que permitan a todos y a cada
uno de los integrantes de la comunidad nacional su mayor realización espiritual y material
posible, con pleno respeto a los derechos y garantías que esta Constitución establece.

Es deber del Estado resguardar la seguridad nacional, dar protección a la población y a la


familia, propender al fortalecimiento de ésta, promover la integración armónica de todos
los sectores de la Nación y asegurar el derecho de las personas a participar con igualdad
de oportunidades en la vida nacional.

El sujeto de derecho es la persona humana, es decir, los hombres y las mujeres21.

20 STC R. 1185-08, c. 13°.


21 El texto original de la Constitución se iniciaba con esta frase “Los hombres nacen libres e iguales en
dignidad y derechos”, entendiéndose que con el término “hombre” se comprendía también a las mujeres.
La reforma constitucional del año 1999 sustituye el vocablo “hombres” por “persona”.

21
2.1. Todas las personas nacen iguales en libertad

Como contenido mínimo o básico, podemos decir que la libertad de la persona


humana es la facultad propia para obrar o no obrar de una manera determinada o para
decidir independientemente, no sujeto a otros.

Para que la persona sea efectivamente libre, el acto debe ser el resultado de una
decisión espontánea y no consecuencia de una presión, porque la persona deja de ser
libre si es apremiado ilegítimamente y, peor aún, si sufre coacción estatal. La propia
Constitución prohíbe los apremios ilegítimos (ejemplo: tortura).

La libertad sigue a la racionalidad, somos libres porque primero somos seres


pensantes, pues una persona que piensa elige y la elección es el acto culmine de la
libertad. La libertad, además, funda las consecuencias jurídicas de las acciones humanas.
Una vez que se opta, la persona debe hacerse responsable de su elección.

Otra concepción de libertad, de raigambre republicana, entiende que la libertad


es la ausencia de dominación. En este sentido, toda dominación (estatal, económica,
ideológica, etc.) es contraria a la libertad.

La libertad genérica enunciada en el art. 1 se despliega en la Constitución en


libertades concretas, por ejemplo: libertad personal (19 N° 7); la libertad de asociación
(19 N° 16), la libertad de cultos (19 N° 5), etc.

2.2. Todas las personas nacen iguales en dignidad

La dignidad humana es una idea que supone que todos y cada uno de los
individuos de la especie humana tiene valor intrínseco, es único, irrepetible e
insustituible, por el sólo hecho de ser humano, y tiene capacidad y autonomía para
realizar su propio plan de vida. Por esto, cada ser humano es un fin en sí mismo, y no
puede ser instrumentalizado.

Este concepto remite a la idea de que la chispa de la racionalidad divina ha


prendido en el hombre, dando a los seres pertenecientes a la especie humana una

22
posición especial y privilegiada respecto de los demás, y la afirmación de la igualdad
esencial de todos los seres humanos en cuanto racionales y libres22. Cada persona
humana es un fin en sí mismo, tiene valor en sí mismo, no debe ser considerada un medio
o instrumento para otro fin (como sucedía –y sucede- en los estados totalitarios). Cada
ser humano es valioso en sí mismo, tiene capacidad de autodeterminación y de
realización del libre desarrollo de su personalidad.

El Estado Constitucional de derecho se fundamental, por un lado en la soberanía


del pueblo y por el otro, en la dignidad humana.

Nogueira señala que “la dignidad humana es una cualidad intrínseca, irrenunciable
e inalienable de todo y a cualquier ser humano, constituyendo un elemento que cualifica
al individuo en cuanto tal, siendo una cualidad integrante e irrenunciable de la condición
humana. Ella es asegurada, respetada, garantizada y promovida por el orden jurídico
estatal e internacional, sin que pueda ser retirada a alguna persona por el ordenamiento
jurídico, siendo inherente a su naturaleza humana; ella no desaparece por más baja y vil
que sea la persona en su conducta y sus actos”23. Y agrega “La dignidad de la persona se
constituye en el valor supremo y en el principio jurídico que constituye la columna
vertebral básica de todo el ordenamiento constitucional y es fuente de todos los derechos
fundamentales, irradiando todo el sistema jurídico el que debe interpretarse y aplicarse
conforme a las condiciones en que dicha dignidad se realice de mejor forma”24.

Ahora bien, el concepto de la dignidad humana es una cuestión de límites difusos,


y que asume postulados sobre la naturaleza humana que pueden ser controvertibles. Su
definición o concreción, esto es qué es lo que exige la dignidad humana en un caso
concreto, será una cuestión de difícil determinación, y que dependerá del contexto y
perspectiva filosófica, ideológica, religiosa y cultural que se adopte.

22 ALDUNATE, Eduardo (2008) Derechos Fundamentales P.98


23 NOGUEIRA (2008) P. 13.
24 NOGUEIRA (2008) P. 14.

23
Existen dos concepciones a partir de las cuales se puede entender la dignidad
humana: como autonomía o como igualdad. Las concepciones no son mutuamente
excluyentes pero permiten resaltar propiedades fundamentales de los seres humanos, al
igual que incardinar discusiones normativas sobre la justicia, los límites de la acción del
Estado y el bienestar social y material de los individuos.

(i) Dignidad como autonomía: desde este punto de vista, la Constitución resalta la
condición de agencia moral de los seres humanos y su posibilidad de discernimiento en el
obrar y actuar. Se trata, en consecuencia, de una comprensión que remarca la idea de
libertad, abarcando la idea occidental del libre albedrío. Los seres humanos, por lo tanto,
son entes autónomos que merecen reconocimiento y protección jurídica en virtud de su
posibilidad de optar racionalmente por su distinto proyecto de vida. Esta concepción,
además, acerca la idea de la dignidad humana con el libre desarrollo de la personalidad
de los sujetos.

(ii) Dignidad como igualdad: desde este punto de vista, el Derecho resalta la igual
condición de reconocimiento y respeto que merecen todos los seres humanos. Se trata
de una dimensión que se valora adecuadamente a través de la historia: la dignidad,
entendida como un atributo que los seres humanos poseen sin distinción, permite
entender por qué esclavos, mujeres, personas de distintas razas, menores de edad y
discapacitados, todos tienen dignidad humana. La noción de igualdad precave los
problemas de ausencia de agencia –ya sea “natural”, en el caso de dementes, o
convencional, en el caso de menores de edad– pero abre perspectivas a nuevos
problemas, por ejemplo la situación del reconocimiento de derechos a personas
migrantes.

Reconocimiento positivo de la dignidad humana

El orden jurídico internacional y nacional reconoce la dignidad de la persona


humana. En el ámbito internacional podemos citar el artículo 1º de la Declaración
Universal de Derechos Humanos de Naciones Unidas de 1948 que expresa “Todos los

24
seres humanos nacen libre e iguales en dignidad y derechos y, dotados como están de
razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente los unos con los otros”.

Como ya se señaló, en el orden interno, la Constitución vigente, en el artículo 1


inciso primero señala que “las personas nacen libres e iguales en dignidad y derechos”.
Conforme ha resuelto el Tribunal Constitucional, la dignidad humana configura un
principio “de fuerza obligatoria que impregna toda la Constitución de una finalidad
humanista que se irradia en la primacía que asignan sus disposiciones a la persona
humana, a su dignidad y libertad natural” 25

El Tribunal Constitucional ha definido dignidad como “la cualidad del ser


humano que lo hace acreedor siempre a un trato de respeto, porque ella es la fuente de
los derechos esenciales y de las garantías destinadas a obtener que sean resguardados”26

Por último, una precisión. El término “dignidad”, en el texto del art. 1significa
una cosa distinta de la dignidad de cargos públicos o de ciertos estatutos especiales. Por
lo tanto, la dignidad humana no se identifica con, por ejemplo, la dignidad de los ex
Presidentes de la República.

3. La familia

El Art. inciso 2º CPR dispone: “La familia es el núcleo fundamental de la sociedad”

Silva Bascuñán define familia como el grupo de personas emparentadas entre sí


que viven juntas bajo la autoridad de una de ellas, siguiendo la definición que entrega la
RAE.

No existe un concepto constitucional de familia. La Constitución no define la


palabra familia ni fija un determinado modelo de familia, aunque se refiere a ella. El art.
1 inc. 2° dispone que “la familia es el núcleo fundamental de la sociedad” agregando en

25 STC 1185-08.
26 STC R. 389-03.

25
su inciso quinto que es deber del Estado dar protección a la familia y propender al
fortalecimiento de ésta.” También se refiere a la familia el artículo 19 N° 4 cuando se
garantiza a la persona el respeto a su honra y la de su familia.

La CPR no solo reconoce la existencia de la familia como objeto de protección, sino


que los esfuerzos deben encauzarse también hacia su fortalecimiento. Por cierto, la
protección y fortalecimiento de la familia están directamente relacionados con la
integridad de las personas, tanto en su ámbito físico como psíquico, garantía consagrada
en el artículo 19, N° 1, CPR.27

La Constitución protege todas las familias constituidas. Esta protección se


fundamenta en la declaración de núcleo esencial de la sociedad y el deber general del
Estado de darle protección y promover su fortalecimiento. (Art. 1°, inc. Final). A nivel
legal existe una definición de familia a propósito de la regulación del derecho de uso y
habitación28, el que no obstante, por su rango simplemente legal y su especificidad no
puede entenderse como un concepto constitucional ni general de familia.

Esta protección se desarrolla a nivel legal, especialmente, a través de las reglas del
Código Civil. El Derecho de Familia, en tanto disciplina, desarrolla los principios y normas
constitucionales y las regulaciones de las relaciones que la constituyen: el parentesco, la
alianza y los derechos y deberes entre sus integrantes. Al hacerlo establece un equilibrio
entre la privacidad de la institución y el interés público comprometido.

El legislador y el administrador chileno han reconocido diversas modalidades de


familia. Por una parte, está la familia tradicional, que es contemplada por prácticamente
la totalidad de las normas del Código Civil (Arts. 460 461).

27 STC 2867 c. 15
28 El art. 815 del CC establece, en lo pertinente: “La familia comprende al cónyuge y los hijos; tanto los que

existen al momento de la constitución [del derecho], como los que sobrevienen después, y esto aun cuando
el usuario o el habitador no esté casado, ni haya reconocido hijo alguno a la fecha de la constitución.
Comprende asimismo el número de sirvientes necesarios para la familia. Comprende, además, las personas
que a la misma fecha vivían con el habitador o usuario y a costa de éstos, y las personas a quienes éstos
deben alimentos” (art. 815, inc. 3° a 5° del CC).

26
En segundo lugar, están las familias derivadas de los convivientes civiles (Ley
20.83029; Art. 226 Código Civil). También existen las derivadas de las uniones de hecho o
convivientes. Conviviente debe entenderse como relación de concubinato. Respecto de
estas familias de hecho existe un conjunto de normas que se refieren a ellas. Sin embargo,
el legislador se ha encargado de regularlas de muy diversas maneras. El Código Penal
utiliza esta figura en los arts. 11 Nº 4, 259, 367 bis, 369 y 390. Asimismo, el Código Procesal
Penal se refiere a la “convivencia” en los arts. 108, 177 y 302. Pero más allá de la dinámica
penal, también pueden postular a un subsidio de vivienda para comprarla o construirla,
según lo dispone el DS Nº 174/2005 Ministerio de Vivienda y Urbanismo.

En tercer lugar, están las familias monoparentales reconocidas en la Ley 19.620


(ley de adopción), en su artículo 21, o el artículo 195 Código del Trabajo. También se trata
de familias susceptibles del derecho al subsidio de vivienda o son sujetos activos de
programas públicos como el Programa de Mujeres Jefas de Hogar.

También existen las familias reconstituidas que se trata de familias formadas


desde procesos de quiebre anteriores y reconstruidas en el marco de nuevas relaciones
de parejas reconocidas legalmente. Respecto de ellas también el legislador se ha
encargado de regular aspectos como el cuidado personal de los hijos, cuestiones
patrimoniales, etc.

Finalmente, recientemente hay casos en que se ha reconocido


jurisprudencialmente a familias homosexuales o lésbicas, especialmente en casos en que
ese núcleo se considera en el interés superior del niño o niña.

29 Establece que los contrayentes pasan a ser considerados por la ley como parientes. Además, entre un
conviviente civil y los consanguíneos de su pareja pasa a existir también un lazo legal de parentesco por
afinidad.

27
4. La sociedad y los grupos intermedios

En un sentido amplio, el término sociedad designa a un gran número de seres


humanos que obran conjuntamente para satisfacer sus necesidades sociales y que
comparten una cultura común.

La sociedad está constituida por una pluralidad de personas, que entre sí tienen
un fin que de algún modo es objetivamente común y que requieran para alcanzar el fin
de la acción mancomunada de quienes integran la sociedad.

La sociedad proporciona a las personas las condiciones de existencia y desarrollo


que necesitan para alcanzar su plenitud, lo que considera la colaboración para satisfacer
sus necesidades materiales y espirituales.

La natural sociabilidad humana importa la tendencia de los seres humanos a


formar agrupaciones, las que van desde la más simple que es la familia a agrupaciones
complejas, tanto en la sociedad política como la sociedad civil. Esto se encuentra
reconocido en nuestra Constitución en el artículo 1 inciso tercero al disponer:

“El Estado reconoce y ampara a los grupos intermedios través de los cuales se
organiza y estructura la sociedad y les garantiza la adecuada autonomía para cumplir sus
único propios fines específicos.”

Asociaciones o grupos intermedios serán aquellos situados entre la persona


humana y el Estado, cuya existencia no es necesaria y se crean según la evolución de la
vida social y depende de la voluntad de quienes la integran o crean. Se crean para la
obtención de bienes (materiales o espirituales) lo que constituye su finalidad específica.

La idea de grupos intermedios es eminentemente plural y diversa. Concurren con


el Estado en la finalidad de contribuir al bien común, pero lo hacen dentro de sus propios
fines.

28
Ejemplos de agrupaciones intermedias son una universidad, un club deportivo,
una institución de beneficencia como el Hogar de Cristo, o una federación de
estudiantes30.

Esta materia se relaciona también con el derecho fundamental de asociación,


garantizado también por nuestra Constitución en el artículo 19 Nº 15 que asegura a todas
las personas el derecho de asociarse sin permiso previo. También se asegura la libertad
de asociación en términos negativos en cuanto nadie puede ser obligado a pertenecer a
una asociación. Es importante tener presente que la asociación intermedia existe y es
reconocida y amparada por el Estado independiente de la obtención de personalidad
jurídica, a la que podrán optar en conformidad a la ley.

Sobre la autonomía de los grupos intermedios, el TC ha señalado que “en efecto,


la autonomía de los cuerpos asociativos –una de las bases esenciales de la
institucionalidad– se configura, entre otros rasgos esenciales, por el hecho de regirse por
sí mismos; esto es, por la necesaria e indispensable libertad para organizarse del modo
más conveniente según lo dispongan sus estatutos, decidir sus propios actos, la forma de
administrarse y fijar los objetivos o fines que deseen alcanzar, por sí mismos y sin
injerencia de personas o autoridades ajenas a la asociación, entidad o grupo de que se
trata. No significa ello, en modo alguno, que puedan estos entes actuar de manera ilegal,
dañosa o ilícita, amparándose en la referida autonomía, ya que de incurrir en excesos en
su actuación quedan, obviamente, sujetos a las responsabilidades consecuenciales que
toca a los tribunales de justicia conocer, comprobar y declarar en el correspondiente
debido proceso” 31.

30 En este punto cabe advertir que los partidos políticos, en rigor y estrictamente no se conciben como
parte de la sociedad civil y como agrupación intermedia. Están, como señala Bobbio, con un pie en la
sociedad civil y otro en las instituciones (sí forman parte de la sociedad política). La función de los partidos
es seleccionar, agregar y transmitir las demandas de la sociedad civil que se volverán objeto de decisión
política.

31 STC R. 184-94

29
La Constitución, además, establece que las agrupaciones que emergen fruto del
ejercicio de determinados derechos, pueden estar sujetas a limitaciones o prohibiciones.
Ejemplo de ello son las prohibiciones constitucionales a las asociaciones contrarias a la
moral, el orden público y la seguridad del Estado (art. 19 Nº 15 inc. 4°).

5. Principio de subsidiariedad

La protección de los grupos intermedios se relaciona con el denominado principio


de subsidiariedad, que para algunos autores constituye uno de los principios
fundamentales del orden constitucional chileno.

Este puede brevemente caracterizarse en términos que la asociación superior que


se crea para un fin más complejo (el Estado) no debe excluir ni absorber o entorpecer las
asociaciones más pequeñas con fines más simples. El Estado, institución superior, debe
reconocer los múltiples cuerpos intermedios existentes en la sociedad, y por tanto, no
entorpecerlos o absorberlos, sino por el contrario, reconocerlos y respetarlos en su
legítima autonomía.

Estos cuerpos intermedios surgen desde la base hacia arriba. Son expresiones de
la creatividad de las personas, de la sociedad civil. No deben ser creaciones del Estado,
pues en el fondo sólo serían expresiones de éste.

Según Silva Bascuñán el principio en comento importa “que el Estado no tome a


su cargo lo que pueden en buenas condiciones realizar las personas y los entes colectivos
y, a la inversa, la obligación del Estado de proveer a la satisfacción de las necesidades
colectivas, en cuanto los particulares no estén en posibilidades de lograrla”.

El respeto a este principio se inspira en la filosofía cristiana católica, cuya


exposición preponderante se realizó en la Encíclica Cuadragésimo Anno, del Papa Pío XII,
y en la Constitución Apostólica Gaudium et Spes. Fue una respuesta a los totalitarismos
que vio surgir el siglo XX. Sin embargo, la interpretación de la doctrina chilena al respecto
ha modificado el contenido de este principio, dándole un contenido principalmente

30
económico, e identificándolo con la abstención del Estado de la actividad económica, y
garantizando la posibilidad de participación de los particulares en la prestación de
servicios, incluso en materia de derechos fundamentales como la educación, salud y
seguridad social.

Al respecto, autores como Viera o Ruiz Tagle han señalado que aunque la Doctrina
Social de la Iglesia es una propuesta, entre muchas, acerca del rol que cabe al Estado en
la economía, es importante destacar que la interpretación de la subsidiariedad como
abstención del Estado no puede fundarse, como se ha pretendido, en las encíclicas
papales. La subsidiariedad no necesariamente implica un rol abstencionista del Estado en
el sistema económico. En este sentido, el principio de subsidiariedad es acompañado por
el principio de solidaridad, que exige una contribución y acción estatal positiva para
generar las condiciones de bien común.

6. Servicialidad del Estado

El art. 1, inc. 4° establece “El Estado está al servicio de la persona humana y su


finalidad es promover el bien común, para lo cual debe contribuir a crear las condiciones
sociales que permitan a todos y a cada uno de los integrantes de la comunidad nacional
su mayor realización espiritual y material posible, con pleno respeto a los derechos y
garantías que esta Constitución establece”.

La literatura nacional entiende que este precepto encierra el denominado


“principio de servicialidad del Estado” y, a la vez, establece el fin del Estado.

El concepto de bien común de la Constitución posee distintos elementos:

Emplea la expresión “contribuir” con el objeto de disponer que el Estado no es el


único ente que debe crear las condiciones para el bien común, sino que lo hace en
conjunto con la sociedad civil.

El bien común persigue la creación de “condiciones sociales” de diversas


características, que deben permitir la “mayor realización espiritual y material posible”. Se

31
busca un objetivo de desarrollo humano “integral” que, no obstante, es una tarea
continua y que no acaba.

La realización a la cual debe propender el Estado alcanza a “todos y a cada uno de


los integrantes de la comunidad nacional”, lo que excluiría posiciones ideológicas
colectivistas, utilitaristas y/o atomistas.

La labor del Estado tiene como límite los derechos y garantías que la Constitución
establece. Esta última condición refuerza el rechazo a concepciones utilitaristas y
colectivistas que, en pos de un interés general, pueden llegar a sacrificar los derechos de
una minoría.

7. Deberes generales del Estado

Por deberes del Estado entenderemos el conjunto de obligaciones y mandatos


generales, de rango constitucional, impuestos al Estado en su conjunto y que, en general,
forman parte de las bases de la institucionalidad chilena o se consagran en diferentes
capítulos de la Constitución.

Los deberes del Estado chileno se regulan principalmente, en el último inc. del art.
1° que dispone “Es deber del Estado resguardar la seguridad nacional, dar protección a la
población y a la familia, propender al fortalecimiento de ésta, promover la integración
armónica de todos los sectores de la Nación y asegurar el derecho de las personas a
participar con igualdad de oportunidades en la vida nacional”.

Sin embargo, el mismo texto constitucional establece deberes del Estado en otras
disposiciones, como la obligación de respetar y promover los derechos esenciales de la
naturaleza humana (art. 5° inc. 2°) o el deber de velar por el derecho a un medio ambiente
libre de contaminación y tutelar la preservación de la naturaleza (art. 19 Nº 8).

Los deberes del Estado que se regulan en las Bases de la Institucionalidad son los
siguientes:

32
7.1. Deber de resguardar la Seguridad Nacional

Obliga al Estado a salvaguardar la defensa del país y contribuye a su desarrollo con


la finalidad de lograr la superación de las distintas calamidades y la plena satisfacción del
bien común público y el servicio a la persona humana.

7.2. Deber de dar protección a la población y a la familia, y propender a su


fortalecimiento

Obliga al Estado a amparar o defender a todas las personas (nacionales o


extranjeros) que residan o se encuentren en el territorio nacional, contra cualquier
afectación o daño. Dicha obligación también se extiende a todo grupo de individuos
vinculados por relaciones de matrimonio o parentesco.

El deber de propender al fortalecimiento de la familia exige del Estado una actitud


o motivación dirigida a vigorizar y reforzar a todo grupo familiar. Este mandato vigoriza y
complementa la protección de la familia, habida cuenta de reconocerla como el núcleo
fundamental de la sociedad.

7.3. Deber de promover la integración armónica de todos los sectores de la Nación

Exige del Estado la ejecución de acciones tendientes a incentivar o fomentar que


todos los grupos o sectores, mayoritarios o minoritarios de la comunidad nacional tomen
parte, de manera proporcionada, recíproca, solidaria y sin discriminaciones, en la vida
política, económica, social y cultural del país.

7.4. Deber de asegurar el derecho de las personas a participar con igualdad de


oportunidades en la vida nacional

Obliga al Estado a ejecutar actos o implementar políticas que tutelen y garanticen


a todas las personas (sin distinguir por raza, edad, sexo o condición) su derecho a tomar
parte en la vida política, económica, cultural y social de la Nación con igualdad de
oportunidades.

33
En consecuencia, el Estado no sólo deberá amparar a nacionales y extranjeros su
participación en los distintos ámbitos de la vida nacional, sino que también, deberá
configurar las condiciones necesarias (ya sea equiparando o diferenciando) para que todo
ser humano se desarrolle e interactúe con la sociedad, desde un mismo piso, punto de
partida, o en equivalencia de medios o herramientas (sociales, espirituales, culturales,
económicas, etc.), que sin garantizar su éxito o fracaso, permitan a cada cual decidir
autónomamente la conducción de su vida.

En nuestro ordenamiento constitucional, dicho deber estatal, no es más que el


corolario de reconocer que las personas nacen iguales en dignidad y derechos.

7.5. Otros deberes del Estado establecidos fuera de las bases de la institucionalidad

En otras disposiciones se consideran otros deberes del Estado, principalmente en


el artículo 19 que establece el catálogo de derechos fundamentales. Por ejemplo el
artículo 19 N° 8 establece que es deber del Estado tutelar la preservación de la naturaleza
y el artículo 19 N° 9 establece que es deber preferente del Estado garantizar la ejecución
de las acciones de salud.

8. Emblemas nacionales

Artículo 2º.- Son emblemas nacionales la bandera nacional, el escudo de armas de la


República y el himno nacional.

Emblemas nacionales son el conjunto de objetos que representan simbólicamente


ciertos valores de patriotismo y unidad nacional. En Chile los emblemas nacionales son el
Escudo de Armas de la República, la Bandera Nacional y el Himno Nacional.

La regulación constitucional de esta materia inicia con la Constitución de 1980, ya


que previamente existían una serie de disposiciones reglamentarias y normas legales, que
fueron finalmente sistematizadas en el D. Nº 1.534/1967 Ministerio del Interior, bajo el
gobierno de Frei Montalva.

34
Luego de varias modificaciones, actualmente el Decreto Nº 1.534/1967 Ministerio
del Interior indica que “con excepción de los días 21 de mayo y 18 y 19 de septiembre de
cada año, en que deberá izarse obligatoriamente y al tope, la Bandera Nacional podrá
usarse o izarse sin autorización previa, cuidando siempre de resguardar el respeto de la
misma y de observar las disposiciones de este reglamento.” La ley 20.537 de octubre de
2011 estableció que “la Bandera Nacional podrá usarse o izarse sin autorización previa,
cuidando siempre de resguardar el respeto de la misma y de observar las disposiciones
que reglamenten su uso o izamiento.”

Además, el art. 22 CPR, que trata sobre los deberes constitucionales, señala que
todo habitante de la República debe respeto a Chile y sus emblemas nacionales.

Artículo 22.- Todo habitante de la República debe respeto a Chile y a sus emblemas
nacionales.

Los chilenos tienen el deber fundamental de honrar a la patria, de defender su


soberanía y de contribuir a preservar la seguridad nacional y los valores esenciales de la
tradición chilena.

El servicio militar y demás cargas personales que imponga la ley son


obligatorios en los términos y formas que ésta determine.

Los chilenos en estado de cargar armas deberán hallarse inscritos en los


Registros Militares, si no están legalmente exceptuados.

10. Forma jurídica de Estado: Estado Unitario

Artículo 3º.- El Estado de Chile es unitario.

La administración del Estado será funcional y territorialmente descentralizada,


o desconcentrada en su caso, de conformidad a la ley.

Los órganos del Estado promoverán el fortalecimiento de la regionalización del


país y el desarrollo equitativo y solidario entre las regiones, provincias y comunas del
territorio nacional.

35
10.1. Concepto de Estado Unitario

La forma de Estado Unitario es aquella en que existe un solo centro de decisión


política y gubernamental y del cual emana un ordenamiento jurídico aplicable a todas las
personas.

El Estado unitario tiene un alto grado de concentración de la toma de decisión


política a nivel central o nacional. Desde dicho centro, un solo aparato gubernamental
ejecuta el mando, a través de órganos que ejercen las distintas funciones en relación a
todas las materias comprendidas en la competencia estatal y cuyas ordenaciones
generales o especiales rigen sobre la integridad de la extensión territorial y a todas las
personas y grupos existentes en su seno.

Esta forma de Estado que se caracteriza por la centralización política, es decir, la


competencia legislativa está reservada a los órganos centrales. Las decisiones políticas se
toman a nivel nacional, incluso en materias que puedan tener incidencia estrictamente
local.

El Estado unitario centralizado se caracteriza por tener una organización piramidal,


donde las órdenes descienden verticalmente desde la cúspide a la base, existiendo
dependencia jerárquica estricta a las órdenes superiores. La estructura centralizada suele
darse con mayor facilidad en Estados unitarios, donde se facilita la acumulación del poder
en un solo centro de decisión con carácter general.

La centralización del poder fue un fenómeno correlativo a la formación del Estado


moderno. Sin embargo, el Estado en sus modificaciones posteriores permitió desagregar
materias de decisión a unidades territoriales locales o regionales. En tal sentido, no se
puede colegir que el Estado unitario sea centralizado puesto que éste no se opone a la
descentralización.

La Constitución promueve la existencia de una administración estatal funcional y


territorialmente descentralizada, y es el propio texto fundamental el que crea y regula

36
órganos que apuntan a la descentralización, como son los ejemplos del gobierno regional
y del municipio.

Por lo mismo, el Estado unitario puede tener diversas formas de desagregación y


transferencia de poder desde el nivel central al regional o local, dependiendo de la
estructura que se fije jurídicamente. Por ejemplo, el Estado unitario puede ser
descentralizado, donde se admite que las funciones públicas estén distribuidas y sean
ejercidas con mediana independencia por ciertos grupos estructurados en el seno del
Estado, lo que implica una distribución de la actividad del Estado y del poder. En
consecuencia, el Estado unitario ha ido incorporando los sistemas de administración local,
que pueden ir desde una mera desconcentración de funciones hasta una
descentralización administrativa o, más aún, de carácter político. En el caso de Chile, el
nivel de centralización es alto y las formas de desagregación del poder nacional son bien
limitadas.

10.2. Sistemas de organización administrativa

Centralización

La administración del Estado es centralizada si todas las decisiones se toman a


nivel central y en la estructura administrativa los órganos del Estado en el territorio son
meros agentes del poder central, que ejecutan y transmiten sus decisiones.

En general la forma de estado unitario se caracteriza por la centralización, es decir,


por el hecho que la autoridad central del estado monopoliza el poder de mando y el
ejercicio de las funciones públicas. Por lo mismo está dotado de una organización
piramidal donde las órdenes descienden verticalmente de la cúspide a la base, existiendo
una dependencia jerárquica estricta, sin que exista delegación de atribuciones o
competencias.

La centralización se produce cuando el poder público se convierte en un centro


unificador de todas las decisiones. El poder político, entonces, está centralizado cuando

37
la autoridad que rige el estado monopoliza el poder de mando en todos los lugares,
materias y aspectos. En los estados centralizados se configura una solo estructura
administrativa donde los subalternos ejecutan las decisiones del poder central.

Un grado de centralización tal no existe en el mundo contemporáneo, donde las


dimensiones del Estado, con sus millones de habitantes y sus múltiples necesidades a
satisfacer, obligan a distribuir sus funciones y su capacidad de decisión. Frente a las
inoperancia de la centralización han surgido dos procesos: la desconcentración y la
descentralización.

Desconcentración

La administración del Estado puede ser desconcentrada, si a nivel territorial se


establecen órganos que ejecutan las decisiones que se toman en el nivel central pero con
un ámbito de competencia en la decisión de determinados asuntos, aunque
manteniéndose jerárquicamente subordinados al nivel central.

La desconcentración se caracteriza porque los agentes del poder no solo se limitan


a ejecutar las decisiones impuestas por el nivel central, sino que disponen de ciertas
competencias en determinadas materias, quedando respecto de éstas, al margen de la
jerarquía central, en cuanto al poder de decisión.

El centro o el poder central no toma sino una parte de las decisiones. Los agentes
locales del poder central tienen competencia para adoptar ciertas decisiones sobre
determinados asuntos respecto de los cuales no están sometidos al poder central,
entendiéndose sí que en cuanto a órganos como tal permanecen jerárquicamente
subordinados. Es decir, un órgano transfiere facultades y atribuciones a otro órgano, pero
este queda sujeto a la dependencia jerárquica de aquel.

La desconcentración no crea agentes independientes, con competencias propias,


sino sólo desplaza del centro del poder de decisión. Sólo hay un traspaso de competencias
de un poder de decisión de un órgano a otro inferior, pero jerárquicamente subordinado.

38
El órgano desconcentrado carece de personalidad jurídica, no actúa por sí mismo,
sino con la personalidad jurídica del órgano central. Por ejemplo en Chile las oficinas del
Servicio de Impuestos Internos, o las Secretarias Regionales Ministeriales.

La desconcentración administrativa puede ser funcional o territorial.

La desconcentración territorial existe cuando la delegación se realiza de una


autoridad o instancia superior a otra inferior, considerando el ámbito territorial. Ejemplo
de desconcentración territorial son los Secretarios Regionales Ministeriales en sus
respectivos rubros.

La desconcentración funcional se refiere en cambio a la especialización o división


de atribuciones y de trabajo en determinadas actividades o materias competenciales que
se delegan de una instancia jerárquica superior a una inferior, sin considerar el ámbito
territorial.

Descentralización

Se habla de descentralización cuando el poder público o las funciones públicas son


ejercido con un grado de mayor o menos independencia. Se admite que el poder público
y/o funciones públicas estén distribuidos y sean ejercidos con mayor o menor
independencia por ciertos grupos estructurados en el seno del estado (comunas,
provincias, regiones), o por órganos creados específicamente con tales propósitos.-

Se descentraliza cuando se distribuye el poder de ejecución (descentralización


administrativa) o el poder de decisión (descentralización política). Cuando existe
descentralización, el órgano del Estado no está subordinado al poder central, sus
competencias se derivan de la ley que los crea y les otorga personalidad jurídica propia.

La descentralización implica siempre una distribución de actividad del Estado que


se manifiesta sea como distribución de poder, o como distribución de funciones derivadas
a través de órganos subordinados. La primera en que hay distribución de poder se le da

39
el nombre de descentralización política. La segunda cuando hay distribución de
competencias se denomina descentralización administrativa.

La descentralización administrativa tiene que ver con una mayor eficiencia del
cumplimiento de las funciones estatales y puede o no tener base territorial. La
administración de un asunto ya no es realizada por el órgano central sino por una persona
jurídica distinta, eso sí creada por él.

La descentralización administrativa constituye un grado superior a la simple


desconcentración, en la medida en que existe un traslado de competencias de la
administración central del estado a nuevas personas jurídicas de derecho público las que
están dotadas de patrimonio propio.

Los organismos descentralizados se caracterizan porque no están subordinados


jerárquicamente a ningún otro órgano administrativo sino que reciben sus atribuciones
directamente de la Ley que los crea. Además, están dotados de personalidad jurídica y
patrimonio propio en virtud de la Ley, como ya se señaló. Estos organismos ejercen
funciones de estado, propias y específicas. Sin embargo, lo anterior, no significa que no
sean responsables o estén exentos de control

La descentralización administrativa puede ser territorial o funcional, según si en la


creación del órgano con personalidad jurídica y patrimonio propio han influido aspectos
territoriales o de especialización o división de ciertas funciones.

La descentralización territorial, genera un tipo de contrapeso con el nivel central,


permitiendo el desarrollo de entes con algún grado de autonomía. Un ejemplo de
descentralización administrativa territorial pueden ser las Municipalidades.

La descentralización funcional, también denominada descentralización técnica o


por servicios, configura organismos con personalidad jurídica y patrimonio propio
encargados de funciones específicas o servicio determinado. Un ejemplo de
descentralización administrativa funcional puede ser la Universidad del Bio Bio, el

40
Instituto Nacional de Derechos Humanos, el Consejo para la Transparencia, Servicio
Nacional del Consumidor, etc.

El art. 3 señala que el Estado de Chile es unitario. Ello implica lo siguiente:

Unidad del ordenamiento jurídico, es decir, las leyes y demás normas tienen
carácter nacional.

Unidad de autoridades gubernativas, que toman decisiones políticas para todo el


territorio.

Unidad de gobernados, que se ven sometidos de manera igualitaria a los mandatos


del nivel nacional.

Unidad de territorio sobre el cual se ejecutan las decisiones nacionales.

Tales características tienen que ser entendidas a la luz de las dos formas de
desagregación de poder que establece la Constitución: la descentralización y la
desconcentración.

La transferencia de poder del nivel central al subnacional se efectúa únicamente


en el plano administrativo, para efectos de la ejecución de los planes y políticas
gubernamentales. La Constitución no permite la descentralización ni desconcentración de
la función de gobierno. Sin perjuicio de ello, existen dos aspectos en los que se ha ido
avanzando en transferencia de poder político y la democratización de la decisión regional
y local.

10.3. Solidaridad regional

El art. 3 finaliza enunciando un principio básico de la estructuración del Estado: la


solidaridad regional. Así, dispone que los órganos del Estado promoverán el
fortalecimiento de la regionalización del país y el desarrollo equitativo y solidario entre
las regiones, provincias y comunas del territorio nacional.

41
Solidaridad regionales es la directriz constitucional que responde al desequilibrio
y diferencias de desarrollo económico y social entre las diferentes regiones del país, y que
establece un deber estatal de disminuir o, al menos, no agravar tales distinciones
mandatando, a través de políticas públicas, la redistribución de recursos, reconociendo
las prioridades y particularidades de cada región.

El principio de solidaridad regional es manifestación en el plano territorial del


reconocimiento amplio y transversal del principio de igualdad, establecido como un
derecho fundamental en estas materias y que es coherente con las normas
internacionales de protección y promoción de los derechos humanos. A su vez, este
principio tiene su correlato en dos criterios. En primer lugar, la solidaridad entre las
regiones como al interior de ellas en la distribución de los recursos públicos. El segundo
criterio es la equidad y eficiencia de la distribución entre regiones de las inversiones
sectoriales de asignación regional.

10.4. Territorios especiales

Por último, la existencia del Estado unitario no impide modalidades flexibles de


organización del territorio como se manifiesta con el ejemplo de los “territorios
especiales” que reconoce la Constitución.

Artículo 126 bis CPR.- “Son territorios especiales los correspondientes a Isla de Pascua y
al Archipiélago Juan Fernández. El Gobierno y Administración de estos territorios se regirá
por los estatutos especiales que establezcan las leyes orgánicas constitucionales
respectivas.

Los derechos a residir, permanecer y trasladarse hacia y desde cualquier lugar de la


República, garantizados en el numeral 7º del artículo 19, se ejercerán en dichos territorios
en la forma que determinen las leyes especiales que regulen su ejercicio, las que deberán
ser de quórum calificado.”

Los territorios especiales son zonas del país caracterizadas por la insularidad
oceánica extrema, por la insularidad oceánica extrema, lo que impide su adecuado

42
desarrollo social y económico, requiriendo del Estado un tratamiento especialísimo y
preferencial, reconocido constitucionalmente.

Son territorios especiales la Isla de Pascua y el Archipiélago de Juan Fernández.


Fueron incorporados, mediante reforma constitucional el año 2007.

El art. 126 bis de la Constitución dispone que el Gobierno y Administración de


estos territorios se rige por estatutos especiales que establecerán las leyes orgánicas
constitucionales respectivas, de este modo, estos territorios no estarían dentro de la
estructura de los gobiernos regionales, pasando a depender directamente del Gobierno
Central.

11. Cláusula democrática

Artículo 4°.- Chile es una república democrática.

El Estado chileno se configura bajo la forma republicana, toda vez que la tradición
constitucional chilena, desde sus inicios, rompe con el principio monárquico de
legitimación del poder. En consecuencia, el poder ejecutivo y los representantes
populares en el Congreso Nacional, rinden cuentas ante la soberanía mediante elecciones
periódicas y libres.

La República es una forma de organización estatal que respeta el principio de


igualdad ante la ley, puesto que no existen ni personas ni grupos privilegiados, como lo
serían los monarcas y los nobles (art. 1° y 19 Nº 2).

A su vez, son responsables políticamente mediante los mecanismos que establece


la Constitución.

Finalmente, inequívocamente, el Jefe de Estado es el Presidente de la República


(art. 24), quien ejerce su mandato en período determinado establecido en la Constitución
y está sujeto al imperio de la Constitución y las leyes, como toda otra magistratura.

43
El principio de responsabilidad como componente esencial de la república se
contrapone con los regímenes monárquicos, en donde el Jefe de Estado asume el cargo
por vía hereditaria, lo ejerce vitaliciamente y es irresponsable políticamente ante el
pueblo soberano.

11.1. La República

En la moderna tipología de las formas de Estado el término república se opone a


monarquía. En la forma republicana de gobierno, la elección del Jefe de Estado es
realizada por el pueblo, sea de forma directa o indirecta, por un periodo de años limitado.

No obstante, a este significado actual y restringido de “república” se agrega otro


significado, que puede remontarse al tiempo de los romanos y que, con muchísimas
variaciones, alcanza hasta nuestros tiempos. Con res publica los romanos definieron la
forma de organización que sucederá a la expulsión de los reyes. El nuevo concepto quiere
destacar la cosa pública, la cosa del pueblo, el bien común, la comunidad.

Mientras el concepto democracia destacan el elemento del gobierno (quién tiene


el poder), la república destacará los elementos finalistas del poder, al señalar que los
elementos distintivos de la república son el interés común y, sobre todo, el consenso a
una ley común, a aquel derecho sólo a través del cual una comunidad afirma su justicia.
Cicerón opondrá la república no ya a la monarquía sino a los gobiernos injustos32.

Hoy ha resurgido una corriente de pensamiento, el republicanismo, que toma


elementos de diversos autores y experiencias históricas y que aunque difícil de definir, se
puede caracterizar por elementos o denominadores comunes. Como primer elemento, se
trata de una concepción anti tiránica, contraria a toda forma de dominación. Se reivindica
la libertad como ausencia de dominio. En este sentido, un Estado libre será aquel que
permita la grandeza y el crecimiento de la comunidad, posibilitando que los ciudadanos

32 MATTEUCI (1993) p.1391.

44
puedan perseguir libremente sus propios fines. Esto se logrará a través del autogobierno
del pueblo. Otro elemento característico es la defensa de los valores cívicos, la virtud
cívica, que se consideran indispensables para el logro de la libertad buscada, de modo que
el carácter moral de los individuos resulta una cuestión de interés público y no privado33.

Ruiz-Tagle sostiene que la idea republicana debe entenderse de una manera más
compleja que la mera oposición a la monarquía, incluyendo en este concepto la idea
clásica de que el gobierno debe ser un gobierno de leyes y no de voluntades arbitrarias
de personas, que debe existir un esfuerzo por dar libertad a los ciudadanos, que no debe
existir dominación, que las funciones del poder político deben separarse, y que debe
haber participación y protección respecto de los grupos minoritarios. En la concepción
republicana el Estado es importante pues, para evitar la dominación y promover la
libertad y la igualdad, deberá actuar e interferir para evitar el dominio de unos individuos
sobre otros. Este autor sostiene que el constitucionalismo es la forma en que los ideales
del republicanismo se asumen en el derecho34.

Zúñiga al respecto señala que “la responsabilidad constitucional del Gobierno pasa
por las definiciones fundamentales acerca del Estado que contiene la Constitución
específicamente la forma política de República democrática (artículo 4º.) y la forma
jurídico- política de Estado de Derecho (artículos 6º y 7º). La República adopta un
concepto formal: República como opuesta o monarquía, y un concepto material que
hunde sus raíces en Cicerón y Kant, correspondiente a la idea de que el Estado es una
comunidad pública o res publica. Así Kant en su opúsculo "Sobre la Paz Perpetua" nos
dice: "La Constitución republicana es aquella establecida de conformidad con los
principios; 1º de la libertad de los miembros de una sociedad (en cuanto hombres), 2º de
la dependencia de todos respecto a una única legislación común (en cuanto súbditos) y
3º de conformidad con la ley de la igualdad de todos los súbditos (en cuanto ciudadanos):
es la única que deriva de la idea del contrato originario y sobre la que deben fundarse

33 GARGARELLA (2010) p.105 y ss.


34 CORREA SUTIL Y RUIZ –TAGLE (2010) P.32.

45
todas las normas jurídicas de un pueblo". Luego especialmente acertado está
Böckenförde al abordar la República en su concepto material señalando: "en ella el
dominio no debe ejercerse según los intereses de los individuos o de un determinado
grupo, sino en razón de lo que es mejor para la comunidad; además la Constitución del
Estado se comprende como una ordenación de los cargos públicos a través de la ley -sobre
la base de la libertad e igualdad de los ciudadanos-, con tareas y competencias
específicamente circunscritas, y en la que no se ejerce un dominio personal si no que se
persiguen objetivos en interés del orden y la libertad en la vida en común; finalmente,
implica una correspondiente de entender el Estado como res publica por parte de los
ciudadanos. En el fondo el principio republicano conlleva un concepto vicarial del poder,
en que el gobernante o servidor público posee un encomendamiento, basado en la
confianza de la comunidad política y dominada por una virtud: el interés superior de la
comunidad misma. El principio-dogma de la separación de poderes del barón de
Montesquieu es retomado por los "padres fundadores" en 1787 en América del Norte
para completar esta concepción de la República, más allá de espacios reducidos en que
fue concebida y funcionó, para un gran país paradójicamente con vocación imperial y
lejano de los ideales de la "paz perpetua". El principio democrático completa al principio
republicano al situar en la base del encomendamiento de poder y confianza a la soberanía
popular, también fuente de legitimidad del poder.”35

11.2. La democracia

En cuanto a la democracia, hay que consignar que ésta no se agota en la sola


agregación de preferencias a través del sufragio. En la democracia el fundamento de la
autoridad es que ésta se puede reconducir al titular de la soberanía, puesto que el poder
lo ejerce quien ha sido elegido para ello, por el pueblo.

35ZÚÑIGA URBINA, Francisco (2006): “Responsabilidad Constitucional del Gobierno”, Revista Chilena de
Derecho, Ius et Praxis, Año 12 N°2: pp. 43-74.

46
En una acepción puramente procedimental o formal, será considerado régimen
democrático aquel en que existe un conjunto de reglas de procedimiento para tomar
decisiones colectivas en las cuales está prevista y facilitada la participación más amplia y
posible de los interesados36. Así entendida, la democracia se satisface con la aplicación de
la regla de la mayoría para efectos de la formación de la voluntad pública.

En la concepción actual, sin embargo, la democracia adquiere una dimensión


sustancial. A la vigencia de la regla de la mayoría se suma el respeto a los derechos
fundamentales y de ciertas condiciones que se estiman necesarias para estar frente a una
“democracia constitucional”. En esta concepción se exige el reconocimiento de la
dignidad humana, la libertad e igualdad de las personas y condiciones del juego
democrático como el aseguramiento del pluralismo político, las elecciones competitivas
y periódicas, a través de sufragio universal, igual, informado y secreto, la separación de
poderes (o funciones), y el respeto de las minorías, por nombrar algunas.

En este sentido, y atendiendo a cómo se organiza la distribución del poder,


entenderemos por democracia un sistema o forma política en la cual el poder está
distribuido, y por tanto controlado, entre diversos órganos que toman decisiones
vinculantes, cuya autoridad se basa en la voluntad del pueblo, el cual a través de
elecciones, competitivas y periódicas, opta libremente entre múltiples alternativas
políticas, dentro de un marco constitucional preestablecido, cuyo objetivo central es
asegurar la libertad y dignidad de las personas, reconociendo los valores fundamentales
que deben inspirar a toda asociación humana37.

En relación con esto ha indicado el Tribunal Constitucional “La democracia


únicamente puede existir de la mano del pluralismo, cuyo antecedente histórico es la
tolerancia. El pluralismo se enmarca dentro de la libertad, tanto en el campo de las
creencias e ideas como en el de las organizaciones voluntarias, entre las que cabe señalar

36 VIVANCO (2002) P.305.


37 VIVANCO (2002) P.306

47
a los partidos o movimientos políticos. Se define por el reconocimiento de la diversidad.
Su nombre deriva de la pluralidad de los ciudadanos y sus derechos. Es la antítesis de la
uniformidad. El pluralismo comprende la libertad para elaborar ideas, el derecho a
difundirlas y a organizarse para llevarlas a la práctica. De tal forma, en la democracia
pluralista siempre habrá una tensión entre consenso y disenso. Ambos elementos deben
encontrar un equilibrio adecuado en la “concordia discors”, de tal manera que se permita
la inclusión del otro respetando su diversidad”38.

12. La soberanía

Artículo 5º.- La soberanía reside esencialmente en la Nación. Su ejercicio se realiza por el


pueblo a través del plebiscito y de elecciones periódicas y, también, por las autoridades
que esta Constitución establece. Ningún sector del pueblo ni individuo alguno puede
atribuirse su ejercicio.

El ejercicio de la soberanía reconoce como limitación el respeto a los derechos


esenciales que emanan de la naturaleza humana. Es deber de los órganos del Estado
respetar y promover tales derechos, garantizados por esta Constitución, así como por los
tratados internacionales ratificados por Chile y que se encuentren vigentes.

12.1. Titularidad de la soberanía en la Constitución de 1980

El concepto de soberanía es la expresión jurídica del poder estatal. Suele


identificarse con la teoría del Estado en su elemento de “poder”. Indica el poder de mando
en última instancia en una sociedad política y, por consiguiente, para diferenciar a ésta
de las otras asociaciones humanas, en cuya organización no existe tal poder supremo,
exclusivo y no derivado. La soberanía se vincula estrechamente con el poder político, ya
que pretende ser una racionalización jurídica del poder, en el sentido de transformar la
fuerza en poder legítimo, el poder de hecho en poder de derecho.

38 STC 567

48
La Constitución de 1980 señala que el titular de la soberanía es la nación, y que su
ejercicio se realiza por el pueblo “a través del plebiscito y elecciones periódicas” y,
además, a través de las autoridades que la Constitución establece.

La teoría de la soberanía nacional se encuentra hoy ampliamente superada. La


atribución de la soberanía a un ente abstracto no es admisible actualmente. Los
soberanos son los pueblos. La soberanía popular es ampliamente reconocida en el
constitucionalismo actual. En este sentido, la Constitución de 1980 ha quedado rezagada.

El artículo quinto señala que el ejercicio de la soberanía se realiza por el pueblo a


través del plebiscito y elecciones periódicas y las autoridades que la Constitución
establece. No admite otras formas de expresión de la soberanía más que las señaladas.
Esto demuestra la reticencia de la Constitución a formas de democracia participativa y su
inspiración autoritaria.

El inciso 1° termina con una frase literalmente recogida del artículo 3° de la


Constitución francesa: “Ningún sector del pueblo ni individuo alguno puede atribuirse su
ejercicio”. Sin embargo, se eliminó una frase central consagrada en la Constitución de
1925 y que complementaba la prohibición constitucional: “Ninguna persona o reunión de
personas pueden tomar el título o representación del pueblo, arrogarse sus derechos o
hacer peticiones en su nombre. La infracción de este artículo es sedición” (art. 3,
Constitución de 1925). Al no encontrarse la referencia explícita a la sedición, deberá
estarse a lo que regule la legislación en materia de usurpación del poder soberano del
Estado, como en los “crímenes y simples delitos contra la seguridad exterior y soberanía
del Estado”, del título primero del libro II del Código Penal.

12.2. Límites de la soberanía

Señala esta disposición que el límite del ejercicio de la soberanía es el respeto a


los “derechos esenciales que emanan de la naturaleza humana”, evidenciando con esta
redacción al inspiración iusnaturalista católica de los redactores de la Carta del 80.

49
Además, el mencionado artículo 5° de la CPR establece deberes estatales de
respeto y promoción de los derechos humanos. Esto significa no sólo conductas de
abstención de lesión (“respeto”), sino también obligaciones positivas de tutela
(“promoción”), sin distinción entre derechos “negativos” (libertades) o “positivos”
(derechos sociales).

La Constitución entonces, no sólo permite, sino que incentiva y promueve el


ejercicio de la soberanía estatal para la protección y promoción de los derechos esenciales
de la persona.

12.3. Los Tratados Internacionales y su rango en nuestra Constitución

La segunda parte del inciso segundo al artículo quinto es producto de la reforma


constitucional de 1989 que agregó la frase “"Es deber de los órganos del Estado respetar
y promover tales derechos, garantizados por esta Constitución, así como por los tratados
internacionales ratificados por Chile y que se encuentren vigentes."

Sobre el particular, el Prof. Francisco Cumplido, quien participó de la reforma


señala: “¿Por qué resolvimos, entonces, aceptar incorporar expresamente, a lo menos, los
derechos contenidos en los tratados internacionales ratificados por Chile y vigentes,
además de los garantizados por la Constitución? En primer término, porque sólo
esporádicamente los tribunales aplicaban directamente las normas de la Constitución y,
también, frecuentemente exigían que la legislación recepcionara lo convenido en los
tratados internacionales. En segundo término, se había producido, durante el gobierno
militar la suscripción, ratificación y promulgación de tratados sobre derechos humanos y,
al no ser publicados en el Diario Oficial, los tribunales no los aplicaban por estimar que no
estaban vigentes. Así ocurrió con el Pacto de Derechos Civiles y Políticos promulgado en
1976, y publicado sólo en abril de 1989; con el Pacto Internacional de Derechos
Económicos y Sociales, ratificado en 1976 y promulgado y publicado el 27 de mayo de
1989; con la Convención Americana sobre Derechos Humanos, Pacto de San José de Costa
Rica, sólo publicada en 1991.

50
Los que negociamos la reforma entendimos que con la frase agregada por ella
se lograba que los derechos esenciales, garantizados por la Constitución y por los tratados
ratificados por Chile y vigentes, tuvieran la misma jerarquía en el ordenamiento jurídico.
En este sentido incorporábamos los derechos asegurados por los tratados a la
Constitución. En segundo término les dábamos a los referidos derechos el carácter de
vinculantes para todos los órganos del Estado, ya que debían no sólo respetarlos, sino que
también promoverlos. Lo incorporado a la Constitución son los derechos sustantivos, no la
parte adjetiva del tratado.”39

Sobre la discusión sobre la jerarquía de los tratados internacionales de derechos


humanos en el ordenamiento jurídico nos remitimos a lo estudiado anteriormente.

13. Principios del Estado de Derecho

13.1. Concepto del Estado de Derecho

La expresión “Estado de Derecho” alude a aquella organización estatal en que se


cumplen las exigencias jurídicas que permiten excluir el ejercicio arbitrario del poder y en
que, además, se reconocen y garantizan los derechos fundamentales de las personas.

Su origen se encuentra a mediados del siglo XIX, como un intento de evitar los
abusos del poder, provenientes del absolutismo. La idea del Estado de Derecho supone el
abandono del Estado absoluto o absolutista, en el cual el ejercicio del poder no tiene
límites fijados por el Derecho o, si éstos existieren, la infracción de dichas reglas no
conlleva una consecuencia jurídica que restablezca el imperio del Derecho.

Existe Estado de Derecho cuando un Estado configura jurídicamente la


organización y el ejercicio del poder político, de manera que los individuos y sus grupos
están protegidos por la existencia previa de normas e instituciones jurídicas,

39 CUMPLIDO, Francisco (2003) “La reforma constitucional de 1989 al inciso segundo del artículo quinto de la

Constitución”, Ius et Praxis v.9 n.1

51
garantizadores de sus derechos, y libertades, cuando la actividad estatal se somete a
normas e instituciones jurídicas, sin más excepciones que la exigidas por el interés
general.

También se ha definido como la situación jurídica de un Estado que permite el


cumplimiento de los fines del mismo basado en el irrestricto respeto a la persona humana,
a la libre generación del poder, en el orden jurídico, de imperio de la ley aplicable tanto
a gobernantes como a gobernados.

El Estado de Derecho permite el cumplimiento de la finalidad del Estado (bien


común) basado en el imperio de la ley como expresión de la voluntad general (del
pueblo), el respeto a los derechos fundamentales, y en general, a un orden jurídico
aplicable tanto a gobernantes como a gobernados.

13.2. El Estado de Derecho en la Constitución de 1980

La expresión “Estado de Derecho” no aparece explícitamente en la Constitución, a


diferencia de otros textos constitucionales, como el alemán y el español. No obstante, las
reglas que determinan las potestades de los poderes públicos y la limitación y sujeción
del poder estatal al Derecho permiten articular las bases del Estado de Derecho en
nuestro ordenamiento jurídico.

Artículo 6º.- “Los órganos del Estado deben someter su acción a la Constitución y a las
normas dictadas conforme a ella, y garantizar el orden institucional de la República.

Los preceptos de esta Constitución obligan tanto a los titulares o integrantes de dichos
órganos como a toda persona, institución o grupo.

La infracción de esta norma generará las responsabilidades y sanciones que determine la


ley.”

Artículo 7º.- “Los órganos del Estado actúan válidamente previa investidura regular de sus
integrantes, dentro de su competencia y en la forma que prescriba la ley.

52
Ninguna magistratura, ninguna persona ni grupo de personas pueden atribuirse, ni aun a
pretexto de circunstancias extraordinarias, otra autoridad o derechos que los que
expresamente se les hayan conferido en virtud de la Constitución o las leyes.

Todo acto en contravención a este artículo es nulo y originará las responsabilidades y


sanciones que la ley señale.”

Aunque el concepto de Estado de Derecho tiene límites difusos, algunos autores


como Vivanco, señalan como elementos de la configuración del Estado de Derecho en la
Constitución de 1980 los siguientes:

i. Supremacía constitucional

En el orden jurídico establecido por la Constitución, las normas tienen distinto


valor y jerarquía. Existe una graduación jerárquica de las normas en la que la Constitución
se ubica en la cúspide del sistema. Este principio significa reconocer la existencia de una
ley suprema dentro del estado que es la Constitución, a la cual deben someterse en el
fondo y en la forma todas las normas jurídicas de rango inferior.

La Constitución establece un orden jurídico-político del cual brota la autoridad del


Estado. Todo derecho que no nazca de la Constitución, queda excluido. Ninguna
manifestación de voluntad colectiva o personal, de autoridad o de libertad, es apta para
crear un derecho que, de una u otra manera, no tenga origen en la voluntad
constituyente, expresada en la Constitución.

La Constitución determina y fundamenta el orden jurídico a través de dos vías:

Supremacía formal: Establece una serie jerárquica de competencias, instituyendo


a los órganos a quienes corresponde sancionar el derecho, legislar, reglamentar,
administrar y juzgar, pero sin determinar el contenido concreto de estas diversas formas
de actuación del poder. De esta manera, la constitución funda la unidad del
ordenamiento jurídico desde el punto de vista formal, mediante la coordinación y
unificación del poder del Estado.

53
Supremacía sustantiva, material o de fondo: la Constitución determina el
contenido del orden jurídico, estableciendo además una jerarquía material, que
determinan la interpretación y aplicación de este. Ejemplo: Capítulos sobre Bases de la
Institucionalidad y Derechos y Deberes Constitucionales.

El principio de la supremacía de la Constitución se ha entendido como uno de los


pilares del constitucionalismo; significa reconocer la existencia de una norma jurídica
suprema dentro del Estado, la cual es la Constitución, a la que deben someterse, en el
fondo y en la forma, todas las normas jurídicas de rango inferior. Los siguientes
mecanismos están destinados a asegurar su vigencia: la existencia de una constitución
escrita; la rigidez constitucional; y la justicia constitucional o jurisdicción constitucional.

ii. Principio de juridicidad (o legalidad)

Los gobernantes y gobernados deben actuar dentro de las atribuciones fijadas de


antemano por el derecho y con sujeción a él y, en primer lugar, según lo dispone el inciso
1º del artículo 7º de la Constitución, “Los órganos del Estado actúan válidamente previa
investidura regular de sus integrantes, dentro de su competencia y en la forma que
prescribe la ley”.

Entonces, para que una actuación de un órgano del Estado sea válida, debe
cumplir ciertos requisitos:

- Que el titular o integrante del órgano esté investido previa y regularmente, lo que
significa asumir el cargo mediante el procedimiento formal, tal como la consagra
la Constitución o las leyes, cumpliendo todas las formalidades que ésta o aquéllas
prescriban.
- Que el órgano actúe dentro de sus competencias.
- Que la actuación sea en la forma en que lo prescribe la ley.

54
En consecuencia, es posible que una magistratura cuya investidura sea legítima dé
lugar a actos ilegales o antijurídicos.

Además del mandato ya visto, en el inciso 2º del artículo 7º, la Constitución


establece una prohibición cuando dice que “Ninguna magistratura, ninguna persona ni
grupo de personas pueden atribuirse, ni aun a pretexto de circunstancias extraordinarias,
otra autoridad o derechos que los que expresamente se les hayan conferido en virtud de
la Constitución o las leyes”.

El Derecho es constitutivo del Estado. De allí aquello de que “en Derecho público
sólo se puede hacer lo que está permitido”, en contraposición al Derecho privado, en
donde “se puede hacer todo aquello que no está prohibido”. Y es, por cuanto, en este
último el Derecho tiene una finalidad de “límite” del actuar de las personas naturales. En
tanto, en el Derecho Público, el Derecho asume una función de “condición de existencia”
de los sujetos jurídicos que en él actúan, creando y determinando tanto su ser como
precisando su modo de existencia y su forma de actuación40.

iii. Principio de responsabilidad

Este principio refiere a la obligación del Estado de reparar


patrimonialmente los daños ocasionados por la conducta irregular de los órganos públicos
o por el anormal funcionamiento de los servicios públicos, cuando generen lesión en
particulares imputable a tales actos.

El principio de responsabilidad operará cuando se ha vulnerado el de supremacía


constitucional y el de juridicidad. Lo encontramos en el artículo 6º inciso final y artículo
7º inciso final. El inciso final del artículo 6º señala que “La infracción a esta norma
generará las responsabilidades y sanciones que determine la ley”. Por su parte, el inciso
final del artículo 7º dice que “Todo acto en contravención a este artículo es nulo y
originará las responsabilidades y sanciones que la ley señale”.

40 Vivanco, Ángela. P. 111

55
Como se ve, ambos incisos hablan de “responsabilidad”, pero hay que tener claro
que no necesariamente se refiere a responsabilidad penal, sino que puede ser civil o
administrativa también.

La consecuencia de infringir lo dispuesto en el artículo 7º, es la nulidad del acto


efectuado, según lo dispone la primera parte del inciso final del mismo artículo. Sin
perjuicio de las responsabilidades y sanciones que la ley señale.

Este principio es una de las claves del Estado de Derecho y que nos diferencia de
las monarquías absolutas. Significa que las autoridades deben asumir las consecuencias
de las decisiones y actuaciones que adoptan en caso de infringir principios
constitucionales y legales, porque existen sanciones penales, civiles, políticas,
administrativas que el ordenamiento jurídico contempla para esos casos.

iv. Principio de control

Se refiere a la posibilidad de revisión de la juridicidad de la actividad de la


Administración por los tribunales, conforme a sus propias competencias establecidas en
la Constitución y las leyes.

v. Principio de separación de órganos y funciones

En sentido estricto, es la garantía estructural construida en cada Constitución con


el objeto de organizar y distribuir las tradicionales funciones ejecutiva, legislativa y judicial
del Estado, con el fin de evitar el abuso de poder, garantizar la libertad política de los
ciudadanos y configurar un equilibrio que sostenga las bases materiales del Estado
democrático de derecho.

En un sentido amplio, es una garantía extendida a la distribución de otros órganos


públicos así como a la estructura horizontal de poderes privados sociales, con el mismo
objetivo de impedir el abuso institucional o asimétrico de prerrogativas. En virtud de este
principio de la organización de las funciones del Estado, éstas se fiscalizan y controlan

56
mutuamente procurando evitar y sancionar abusos de poder y extralimitaciones de
ejercicio de potestades públicas, con el objeto de tutelar y proteger derechos
fundamentales.

Esta idea quedó reflejada en el famoso art. 16 de la Declaración de Derechos del


Hombre y del Ciudadano que establece que “toda sociedad en la cual la garantía de los
derechos no está asegurada ni la separación de poderes establecida, no tiene
Constitución”. Tal caracterización ha llevado a considerar la división o separación de
poderes como un elemento formal y objetivo de todo Estado de Derecho.

14. Nulidad de Derecho Público

14.1. Concepto de nulidad de derecho público

Sanción de ineficacia jurídica que afecta aquellos actos de los órganos del Estado,
cuando faltare alguno de los requisitos que el ordenamiento establece para su existencia
y validez, conforme a lo dispuesto en los arts. 6 y 7 de la Constitución. Será por lo tanto
nulo todo acto que sea dictado por un órgano incompetente, carezca de previa
investidura regular o dictado con infracción a lo prescrito por la Constitución o la ley.

14.2. Regulación constitucional

La nulidad de derecho público se deriva del artículo 7 incisos 2° y 3°, que disponen
que “[n]inguna magistratura, ninguna persona ni grupo de personas pueden atribuirse, ni
aun a pretexto de circunstancias extraordinarias, otra autoridad o derechos que los que
expresamente se les haya conferido en virtud de la Constitución o las leyes. Todo acto en
contravención de este artículo es nulo y originará las responsabilidades y sanciones que
la ley señale.”

Se entiende que en razón de lo dispuesto en el artículo 7, todo acto dictado en


contravención a sus incisos 1° y 2° carece de validez y debe ser declarado nulo,

57
especialmente en relación a los requisitos de investidura regular y previa, obrar dentro
de su competencia y bajo la forma que establece la ley.

Es importante destacar que la nulidad de derecho público no procede respecto de


leyes y preceptos legales, toda vez que la competencia para examinar su
constitucionalidad corresponde al Tribunal Constitucional. Tampoco procede la nulidad
de derecho público en contra de sentencias judiciales.

La acción constitucional de nulidad tiene sus fundamentos en el artículo 7° ya


mencionado y art. 19 N°3 de la CPR y es aplicable a todos los actos de cualquier órgano
del Estado.

Algunos autores llegan a sostener que la nulidad de derecho público es la “piedra


fundamental” para hacer efectiva la supremacía constitucional y hacer posible la sujeción
a Derecho de los órganos públicos.

14.3. Características de la Nulidad de Derecho Público

La doctrina más tradicional ha caracterizado a la nulidad de derecho público de3


la forma siguiente:

i. Esta nulidad es una sola, en consecuencia, no hay nulidad absoluta y relativa,


porque la nulidad es siempre absoluta.

ii. La nulidad opera de pleno derecho, por el solo hecho de ocurrir la infracción a la
Constitución y las leyes, y no tiene validez provisoria alguna. En otras palabras, la
nulidad de derecho público actúa ipso iure, sin necesidad que nadie la declare, pero
se declara judicialmente para que se haga conocida por todos y para usar las
acciones civiles y penales que de ella deriven.

iii. Esta nulidad no es subsanable, es decir, no puede ser saneada por ratificación de la
autoridad y los gobernados o por cualquiera otra forma de convención posterior.

58
iv. Lo que es nulo de nulidad de derecho público no produce efecto y ello por la expresa
previsión de la propia Constitución. Un acto que no produce efectos no existe para
el derecho (a lo sumo existirá como hecho, pero no como acto jurídico) y de allí, es
obvio que no puede sanearse, ratificarse, convalidarse o convertirse.

v. La acción para declararla no caduca ni prescribe, cualquiera sea el tiempo


transcurrido.

vi. Esto es muy discutido actualmente en doctrina. Esta no es una tesis sostenida por
todos los autores, ya que hay parte de la doctrina administrativa que considera que
esta imprescriptibilidad, en la práctica, puede llevar a situaciones de abuso, al
prolongar ciertas reivindicaciones o acusaciones de ilegitimidad de actos de
autoridad en el tiempo, al punto de mantener estatutos jurídicos enteros en
entredicho durante un excesivo plazo, llevando a la anarquía dentro de la
Administración del Estado. Así, estos autores señalan que el ordenamiento jurídico
administrativo no está exento de la aplicación de la institución de la prescripción.

vii. Esta nulidad es de orden público, o sea, irrenunciable, y son inválidas las cláusulas
de cualquiera convención en que se pacte anticipadamente la renuncia a
reclamarla.

viii. Declarada la nulidad, tiene efecto retroactivo al momento mismo en que se realizó́
el acto inválido.

15. Principios de probidad y publicidad

Estos principios se incorporaron a las bases de la institucionalidad con la reforma


constitucional del año 2005.

Artículo 8º.- El ejercicio de las funciones públicas obliga a sus titulares a dar
estricto cumplimiento al principio de probidad en todas sus actuaciones.

59
Son públicos los actos y resoluciones de los órganos del Estado, así como sus
fundamentos y los procedimientos que utilicen. Sin embargo, sólo una ley de quórum
calificado podrá establecer la reserva o secreto de aquéllos o de éstos, cuando la
publicidad afectare el debido cumplimiento de las funciones de dichos órganos, los
derechos de las personas, la seguridad de la Nación o el interés nacional.

El Presidente de la República, los Ministros de Estado, los diputados y senadores,


y las demás autoridades y funcionarios que una ley orgánica constitucional señale,
deberán declarar sus intereses y patrimonio en forma pública.

Dicha ley determinará los casos y las condiciones en que esas autoridades
delegarán a terceros la administración de aquellos bienes y obligaciones que supongan
conflicto de interés en el ejercicio de su función pública. Asimismo, podrá considerar otras
medidas apropiadas para resolverlos y, en situaciones calificadas, disponer la enajenación
de todo o parte de esos bienes.

15.1. Principio de Probidad

El artículo 8º inciso 1º de la Constitución dice que “El ejercicio de las funciones


públicas obliga a sus titulares a dar estricto cumplimiento al principio de probidad en
todas sus actuaciones”.

Consiste en el deber de observar, en términos amplios, una conducta funcionaria


intachable y un desempeño honesto y leal de la función o cargo, con preeminencia del
interés general sobre el particular.

Dos normas legales definen en términos casi idénticos este principio de probidad
en los arts. 52 inc. 2° de la LOC Bases Generales de la Administración del Estado que lo
regula para la administración del Estado y el art. 5-A de la LOC Congreso Nacional. Ambos
fueron incorporados por la Ley 19.653 en 1999.

Este deber se refiere al comportamiento de los servidores públicos y de los


políticos en dos aspectos esenciales: en la realización eficiente del servicio y en el uso de

60
los recursos del Estado para cumplir exclusivamente sus finalidades, sin desviaciones que
signifiquen traspaso de recursos públicos a fines particulares ajenos al servicio.

En su acepción común, significa honradez, lealtad, rectitud, integridad en el obrar


y es significado antónimo al de corrupción. En las organizaciones, especialmente en las
públicas, esta última práctica consiste en la utilización de las funciones y medios de
aquellas en provecho, económico o de otra índole, de sus gestores (RAE). Obliga a los
titulares de las funciones públicas a dar estricto cumplimiento a este principio en todas
sus actuaciones.

Una manera magistral de asegurar la probidad es que exista el máximo de


publicidad. Entonces, un principio contribuye a asegurar el otro.

15.2. Principio de publicidad

Asegurar el acceso a la información pública permite poner en práctica los


mecanismos básicos de la democracia moderna, como son la participación ciudadana,
transparencia, publicidad, rendición de cuentas y el control social de las autoridades.
Colabora, asimismo, con la eliminación de la corrupción y la arbitrariedad.

El mandato constitucional que ordena la comunicación pública y el acceso a los


actos y resoluciones de los órganos del Estado, así como sus fundamentos y los
procedimientos que utilicen, sin perjuicio de las excepciones que establezca una ley de
quórum calificado.

En sentido amplio, el derecho de acceso a la información pública se entiende como


el derecho que tienen todos los ciudadanos de acceder a la información sobre hechos que
tenga relevancia o interés público, permitiendo la formación de una opinión razonable y
fundamentada.

Para garantizar el ejercicio de este derecho no existe la obligación de identificarse


ni explicar las razones en que se fundamenta la solicitud de información.

61
Regulación constitucional

En cuanto al acceso a la información pública, en el capítulo de Bases de la


Institucionalidad, la reforma constitucional de 2005 estableció un nuevo artículo octavo,
que en su inciso segundo establece el principio constitucional de transparencia,
consagrándolo en la forma que sigue:

“Son públicos los actos y resoluciones de los órganos del Estado, así como sus
fundamentos y los procedimientos que utilicen. Sin embargo, sólo una ley de quórum
calificado podrá establecer la reserva o secreto de aquéllos o de éstos, cuando la
publicidad afectare el debido cumplimiento de las funciones de dichos órganos, los
derechos de las personas, la seguridad de la Nación o el interés nacional.”

Luego, la regla general respecto de los actos o resoluciones de los órganos del
Estado, ya sean órganos que correspondan del poder ejecutivo, legislativo o judicial, es
que sean públicos.

Excepcionalmente, la Constitución permite que estos actos o resoluciones sean


secretos o reservados. Para esto se requiere que la reserva o secreto se declare por una
ley de quorum calificado y que se funde en alguna de las siguientes causales:

Cuando la publicidad afectare el debido cumplimiento de las funciones de los


órganos del Estado.

Cuando la publicidad afectare los derechos de las personas.

Cuando la publicidad afectare la seguridad de la Nación o el interés nacional.

Se ha estimado por algunos que el artículo 8 establece implícitamente el derecho


de acceso a la información pública. Así lo ha señalado también el Tribunal Constitucional
“el derecho de acceso a la información pública se encuentra reconocido en la Carta
Fundamental –aunque no en forma explícita– como un mecanismo esencial para la
vigencia plena del régimen democrático y de la indispensable asunción de
responsabilidades unida a la consiguiente rendición de cuentas que éste supone por parte

62
de los órganos del Estado hacia la ciudadanía”. Lo anterior, después de haber declarado
que “el derecho de acceder a las informaciones que obran en poder de los órganos del
Estado forma parte de la libertad de expresión (…) consagrada en el artículo 19 N° 12 de
la Carta Fundamental”41.

En el ámbito interamericano, el derecho de acceso a la información pública se


considera parte integrante de la libertad de información. Específicamente, desde el caso
Claude Reyes y Otros Vs. Chile la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CorteIDH),
intérprete auténtico de la Convención Americana de Derechos Humanos, determinó el
contenido del artículo 13, referido a la libertad de pensamiento y expresión.

La CorteIDH estableció que cuando esta disposición estipula expresamente los


derechos a “buscar” y a “recibir” informaciones, protege el derecho que tiene toda
persona a solicitar el acceso a la información bajo el control del Estado. Señala que la
información pública debe ser entregada sin necesidad de acreditar un interés directo para
su obtención o una afectación personal, salvo en los casos en que se aplique una legítima
restricción. El principio que debe regir en esta materia es el de máxima divulgación, salvas
las restricciones necesarias y establecidas por ley.

Sostuvo la Corte que el actuar del Estado debe regirse por los principios de
publicidad y transparencia de la gestión pública. Para la sociedad democrática es
fundamental que la información pueda ser conocida y valorada por la sociedad, para que
las personas ejerzan control democrático de la autoridad, cuestionando, indagando y
evaluando si se está dando un adecuado cumplimiento de las funciones públicas.

El principio constitucional de transparencia tiene desarrollo legal en relación a los


órganos del Estado, y particularmente de la Administración Pública en la ley N° 20.285
sobre Acceso a la Información Pública (Ley de Transparencia) que consagra a nivel legal

41 STC Rol 634-2006.

63
un amplio derecho de acceso a la información pública, que incluye un amparo
administrativo ante el Consejo Para la Transparencia a efectos de garantizar el derecho.

16. Terrorismo

Artículo 9º.- El terrorismo, en cualquiera de sus formas, es por esencia contrario a los
derechos humanos.

Una ley de quórum calificado determinará las conductas terroristas y su penalidad.


Los responsables de estos delitos quedarán inhabilitados por el plazo de quince años para
ejercer funciones o cargos públicos, sean o no de elección popular, o de rector o director
de establecimiento de educación, o para ejercer en ellos funciones de enseñanza; para
explotar un medio de comunicación social o ser director o administrador del mismo, o
para desempeñar en él funciones relacionadas con la emisión o difusión de opiniones o
informaciones; ni podrá ser dirigentes de organizaciones políticas o relacionadas con la
educación o de carácter vecinal, profesional, empresarial, sindical, estudiantil o gremial
en general, durante dicho plazo. Lo anterior se entiende sin perjuicio de otras
inhabilidades o de las que por mayor tiempo establezca la ley.

Los delitos a que se refiere el inciso anterior serán considerados siempre comunes y
no políticos para todos los efectos legales y no procederá respecto de ellos el indulto
particular, salvo para conmutar la pena de muerte por la de presidio perpetuo.

La definición de terrorismo es altamente controvertida. En su acepción común, se


entiende como el “[c]onjunto o sucesión de actos de violencia ejecutados para infundir
de manera sistemática terror a gobiernos o sociedades, con el objeto de lograr su
dominación” (RAE).

Para cierto sector de la doctrina, “[c]onsiste en la comisión de determinados


delitos comunes pero graves que al perseguir ciertos objetivos se transforman en delitos
más graves y repudiables. Los principales objetivos del terrorismo son obtener decisiones
de las autoridades, o imponerles exigencias, o infundir miedo a la población de ser víctima
de un delito […] pudiendo tener origen en actos estatales o en actos de particulares […]”.

64
Existen numerosos tratados internacionales referidos a este tema. No obstante,
no definen el fenómeno. A propósito de la ratificación por parte de Chile de la Convención
Interamericana contra el Terrorismo, Zalaquet advierte que existe una “tendencia de la
normativa internacional a eludir una definición o conceptualización del terrorismo,
prefiriendo una enumeración de conductas que se consideran tienen tal carácter”.
Continúa el profesor, señalando que “[e]s acertado lo dicho en el Informe de la Comisión
Interamericana de Derechos Humanos, en el sentido de que, aparte de las dificultades de
orden teórico que implica tal conceptualización, una definición más integral es resistida
por diversos Estados que temen que por esa vía se estigmatice a determinados
movimientos o causas políticas.”

Regulación Constitucional

La Constitución se refiere en cinco oportunidades al concepto de terrorismo. Es un


tratamiento detallado, lato y excepcional. En general, las constituciones no contienen
disposiciones referidas al terrorismo.

La disposición de más relevancia que contiene la Constitución sobre la materia es


el art. 9, que dispone que el “terrorismo, en cualquiera de sus formas, es por esencia
contrario a los derechos humanos”. La disposición señalada establece que una ley de
quórum calificado deberá determinar las conductas terroristas y su penalidad, indicando
consecuencias normativas de carácter constitucional para los responsables por los delitos
de esta naturaleza que “quedarán inhabilitados por el plazo de quince años para ejercer
funciones o cargos públicos, sean o no de elección popular, o de rector o director de
establecimiento de educación, o para ejercer en ellos funciones de enseñanza; para
explotar un medio de comunicación social o ser director o administrador del mismo, o
para desempeñar en él funciones relacionadas con la emisión o difusión de opiniones o
informaciones; ni podrá ser dirigentes de organizaciones políticas o relacionadas con la
educación o de carácter vecinal, profesional, empresarial, sindical, estudiantil o gremial

65
en general, durante dicho plazo”, sin perjuicio de los mayores plazos que establezca la ley
de quórum calificado que la regule.

Adicionalmente, los delitos terroristas deben ser considerados siempre de


naturaleza común y nunca políticos y sobre ellos no procede indulto particular, salvo la
conmutación de la pena de muerte por la de presidio perpetuo. Con esta distinción, la
Constitución asume la importancia que la diferenciación tiene para el derecho
internacional, porque de tal calificación depende o no que, según los tratados y la
costumbre internacional, se otorgue o no, a su vez, el derecho de asilo.

Además, el texto mandata que no procederá respecto de ellos el indulto


particular, salvo para conmutar la pena de muerte por la de presidio perpetuo. En
consecuencia, toda persona que sea condenada por delito terrorista a pena de muerte,
por sentencia ejecutoriada, sólo podrá ver conmutada su pena por la de presidio
perpetuo, a través de un Decreto Supremo dictado por el Presidente de la República, para
tal efecto. Sin embargo, dicha gracia no quitará al favorecido el carácter de condenado
para los efectos de reincidencia o nuevo delinquimiento y demás que determinan las
leyes.

Además, la Constitución emplea el concepto de terrorismo en referencia a la


causal de suspensión y cancelación del derecho a sufragio (arts. 16 Nº 2 y 17 Nº 3,
respectivamente), como facultad del Juez de Garantía para ampliar el plazo en caso de
detención o arresto de una persona por parte de la autoridad (art. 19 Nº 7, letra c) inc.
2°), en la disposición transitoria decimonovena referida también a la suspensión del
derecho a sufragio y su aplicabilidad en el tiempo.

Regulación legal

La ley que regula esta materia, conocida como “Ley que determina las conductas
terroristas y fija su penalidad”, es la Ley 18.314 de 1984, que ha sido modificada en
diversas oportunidades, especialmente con el objeto de desvincular la normativa que

66
castiga las conductas terroristas de las conductas políticas, de forma que sea más
compatible con los tratados internacionales de derechos humanos.

La ley define ciertos delitos especificados en el art. 2 como terroristas, cuando los
comportamientos delictuales satisfacen los requisitos enumerados en art. 1 de la misma
ley.

El art. 2 de la L. 18.314 dispone que serán delitos terroristas: “1.- Los de homicidio
sancionados en el artículo 391; los de lesiones establecidos en los artículos 395, 396, 397
y 398; los de secuestro y de sustracción de menores castigados en los artículos 141 y 142;
los de envío de cartas o encomiendas explosivas del artículo 403 bis; los de incendio y
estragos, descritos en los artículos 474, 475, 476 y 480, y las infracciones contra la salud
pública de los artículos 313 d), 315 y 316, todos del CP. Asimismo, el de descarrilamiento
contemplado en los artículos 105, 106, 107 y 108 de la Ley General de Ferrocarriles.

2.- Apoderarse o atentar en contra de una nave, aeronave, ferrocarril, bus u otro
medio de transporte público en servicio, o realizar actos que pongan en peligro la vida, la
integridad corporal o la salud de sus pasajeros o tripulantes.

3.- El atentado en contra de la vida o la integridad corporal del Jefe del Estado o
de otra autoridad política, judicial, militar, policial o religiosa, o de personas
internacionalmente protegidas, en razón de sus cargos.

4.- Colocar, enviar, activar, arrojar, detonar o disparar bombas o artefactos


explosivos o incendiarios de cualquier tipo, armas o artificios de gran poder destructivo o
de efectos tóxicos, corrosivos o infecciosos.866 867

5.- La asociación ilícita cuando ella tenga por objeto la comisión de delitos que
deban calificarse de terroristas conforme a los números anteriores y al artículo 1°.”

La ley establece que las conductas deben ejecutarse “con la finalidad de producir
en la población o en una parte de ella el temor justificado de ser víctima de delitos de la
misma especie, sea por la naturaleza y efectos de los medios empleados, sea por la
evidencia de que obedece a un plan premeditado de atentar contra una categoría o grupo

67
determinado de personas, sea porque se cometa para arrancar o inhibir resoluciones de
la autoridad o imponerle exigencias.” (Art. 1, inc. 1°, L. 18.314).

A lo anterior es preciso señalar que la ley en comento contiene ciertas


características que han sido calificadas como problemáticas en relación con el debido
proceso: permite al juez de garantía ampliar el plazo que tiene el Ministerio Público para
poner a disposición de aquél al detenido por hasta 10 días (art. 11 L. 18.314), la permisión
de los denominados “testigos de identidad reservada” (arts. 15 y 16 L. 18.314), entre
otros.

La CorteIDH ha fijado el estándar aplicable en materia de testigos de identidad


reservada. En el denominado caso “Lonkos”, la Corte estableció los siguientes
presupuestos generales para la procedencia de la reserva de identidad. Primero, la
medida debe ser adoptada sujeta a un control judicial (Norín Catrimán y otro v. Chile¸
2014, c. 245-7). Segundo, debe fundarse en los principios de necesidad y
proporcionalidad, verificando la situación de riesgo para el testigo, puesto que se trata de
una medida excepcional. Tercero, debe revisarse si la reserva del testigo generó una
afectación del derecho de defensa del imputado. Para ello, “la autoridad judicial debe
conocer la identidad del testigo y tener la posibilidad de observar su comportamiento
durante el interrogatorio con el objeto de que pueda formar su propia impresión sobre la
confiabilidad del testigo y su declaración” y “debe concederse a la defensa una amplia
oportunidad de interrogar directamente al testigo en alguna de las etapas del proceso,
sobre cuestiones que no estén relacionadas con su identidad o paradero actual” (Norín
Catrimán y otros v. Chile¸ 2014, c. 246). En cualquier caso, la CorteIDH establece que la
condena “no puede estar fundada únicamente o en grado decisivo en declaraciones
realizadas por testigos de identidad reservada” (Norín Catrimán y otros v. Chile¸ 2014, c.
247).

68
69
UNIDAD IV: PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA

El Presidente de la República se regula en el capítulo IV de la Constitución, que


trata del Gobierno, artículos 24 y siguientes.

1. Régimen político que establece la Constitución de 1980

Conforme lo estudiado, una democracia puede organizar el poder en diversos


sistemas o regímenes políticos, según el modo en que las ramas del Estado se relacionan
entre sí. Puede ser un régimen parlamentario; un sistema presidencial clásico; un sistema
semipresidencial; o un sistema presidencial reforzado, hiperpresidencialista o
presidencialismo latinoamericano.

De acuerdo a la organización del poder que hace la Constitución de 1980, el


Presidente de la República se ubica en el centro del orden constitucional. A él
corresponde la potestad de gobierno y administración; es él quien imprime la dirección
al gobierno, es su voluntad, la que en definitiva decide. Se trata del órgano con mayor
capacidad de iniciativa y discrecionalidad en el desempeño de sus funciones. Y no sólo
eso, también interviene directa o indirectamente en las atribuciones de los demás
órganos o poderes estatales, o en el nombramiento de sus integrantes (menos las
Municipalidades). De suerte que Chile es un presidencialismo reforzado. Ejemplos del
aumento de atribuciones que se confieren al Presidente son los siguientes: El presidente
se convierte en el principal colegislador; Se permite la participación de los ministros de
Estado en los debates de las Cámaras del Congreso, sin derecho a voto, pero pudiendo
hacer uso preferente de la palabra.(Art 37); Se le confiere la facultad para convocar a
referéndum constituyente (arts. 128 y 129); Se refuerzan sus atribuciones durante los
estados de excepción constitucional (art. 43); y Se limitan las atribuciones del Congreso
en la aprobación del Presupuesto.

70
2. Facultades de Gobierno y Administración del Presidente de la República

Artículo 24.- El gobierno y la administración del Estado corresponden al Presidente de la


República, quien es el Jefe del Estado.
Su autoridad se extiende a todo cuanto tiene por objeto la conservación del
orden público en el interior y la seguridad externa de la República, de acuerdo con la
Constitución y las leyes.
El 1 de junio de cada año, el Presidente de la República dará cuenta al país del
estado administrativo y político de la Nación ante el Congreso Pleno.

El presidente de la República es la cabeza del Estado y del Gobierno.

Es el jefe de Estado ya que en él radica la representación máxima de nuestra


unidad política.

Es el jefe de Gobierno encabeza el poder ejecutivo y tiene amplias potestades de


iniciativa política y administrativa. Recordemos que la función de gobierno dice relación
con llevar adelante y ejecutar el plan político en virtud del cual el gobierno fue electo, lo
que se materializa en programas y políticas públicas.42

Es también el jefe de la Administración. Es el superior jerárquico último de los


órganos centralizados y la autoridad a cargo de la supervigilancia de los servicios públicos
descentralizados creados para el cumplimiento de la función administrativa. Recordemos
que la función de administración dice relación con la organización y puesta en marcha del
aparato estatal, a través de la Administración Pública. Consiste básicamente en ejecutar
la política de gobierno.43

El art. 24.inc.2° indica que “Su autoridad se extiende a todo cuanto tiene por objeto
la conservación del orden público en el interior y la seguridad externa de la República, de
acuerdo con la Constitución y las leyes.” Refuerza la condición de Primer Mandatario y
órgano principal del sistema constitucional.

42 CORREA SUTIL Y RUIZ –TAGLE (2010) P.41.


43 CORREA SUTIL Y RUIZ –TAGLE (2010) P.41.

71
El art. 24.inc.3° establece la obligación de dar cuenta al país del Presidente de la
República. “El 1° de junio de cada año, el Presidente de la República dará cuenta al país
del Estado administrativo y político de la Nación ante el Congreso Pleno u autoridad se
extiende a todo cuanto tiene por objeto la conservación del orden público en el interior y
la seguridad externa de la República, de acuerdo con la Constitución y las leyes.” Esta
obligación de dar cuenta debe concordarse con la posibilidad de ser sujeto de acusación
constitucional, con las facultades fiscalizadoras de los actos de gobierno de la Cámara de
Diputados y el control que realiza el electorado.

3. Sistema de elección

El sistema de elección se establece en los artículos 25 y 26 de la Constitución, que


disponen que el Presidente de la República es elegido por la ciudadanía en votación
directa, dura en el ejercicio de sus funciones por el término de cuatro años, y no podrá
ser reelegido para el período siguiente.

Artículo 25. Para ser elegido Presidente de la República se requiere tener la nacionalidad
chilena de acuerdo a lo dispuesto en los números 1º o 2º del artículo 10; tener cumplidos
treinta y cinco años de edad y poseer las demás calidades necesarias para ser ciudadano
con derecho a sufragio.
El Presidente de la República durará en el ejercicio de sus funciones por el
término de cuatro años y no podrá ser reelegido para el período siguiente.
El Presidente de la República no podrá salir del territorio nacional por más de
treinta días ni a contar del día señalado en el inciso primero del artículo siguiente, sin
acuerdo del Senado.
En todo caso, el Presidente de la República comunicará con la debida anticipación
al Senado decisión de ausentarse del territorio y los motivos que la justifican.

Artículo 26. El Presidente de la República será elegido en votación directa y por mayoría
absoluta de los sufragios válidamente emitidos. La elección se efectuará conjuntamente
con la de parlamentarios, en la forma que determine la ley orgánica constitucional

72
respectiva, el tercer domingo de noviembre del año anterior a aquel en que deba cesar
en el cargo el que esté en funciones.
Si a la elección de Presidente de la República se presentaren más de dos
candidatos y ninguno de ellos obtuviere más de la mitad de los sufragios válidamente
emitidos, se procederá a una segunda votación que se circunscribirá a los candidatos que
hayan obtenido las dos más altas mayorías relativas y en ella resultará aquél de los
candidatos que obtenga el mayor número de sufragios. Esta nueva votación se verificará,
en la forma que determine la ley, el cuarto domingo después de efectuada la primera.
Para los efectos de lo dispuesto en los dos incisos precedentes, los votos en
blanco y los nulos se considerarán como no emitidos.
En caso de muerte de uno o de ambos candidatos a que se refiere el inciso
segundo, el Presidente de la República convocará a una nueva elección dentro del plazo
de diez días, contado desde la fecha del deceso. La elección se celebrará noventa días
después de la convocatoria si ese día correspondiere a un domingo. Si así no fuere, ella se
realizará el domingo inmediatamente siguiente.
Si expirase el mandato del Presidente de la República en ejercicio antes de la
fecha de asunción del Presidente que se elija en conformidad al inciso anterior, se aplicará,
en lo pertinente, la norma contenida en el inciso ii) primero del artículo 28.

3. 1. Requisitos para ser Presidente de la República

a. Tener la nacionalidad chilena de acuerdo a lo dispuesto en los números 1º o 2º del


artículo 10. Esto es, ser chileno por fuente originaria de ius solis (haber nacido en
Chile) o de ius sanguinis (ser hijo de chileno o chilena nacido en el extranjero).

b. Tener cumplidos treinta y cinco años de edad.

c. Poseer las demás calidades necesarias para ser ciudadano con derecho a sufragio.
Conforme al artículo 13 Son ciudadanos los chilenos que hayan cumplido dieciocho
años de edad y que no hayan sido condenados a pena aflictiva (pena de tres años y
un día o más).

73
3. 2. Duración del mandato presidencial

Conforme al art. 25 inciso segundo, la duración del mandato presidencial es de


cuatro años con prohibición de reelección inmediata.

Es posible que haya reelección si no es para el período inmediatamente siguiente,


No se exige por la Carta, que medie exactamente otro período de cuatro años entre una
y otra elección, sino que basta que se haya iniciado un nuevo período presidencial aunque
éste se interrumpa antes de los cuatro años.

Señala el artículo 30 que el Presidente cesará en su cargo el mismo día en que se


complete su período y le sucederá el recientemente elegido.

3. 3. Elección del Presidente de la República

Votación directa

El artículo 26 inciso primero dispone que el Presidente de la República será elegido


en votación directa y por mayoría absoluta de los sufragios válidamente emitidos. Eso es
el 50%+1 de los votos válidamente emitidos, sin incluir votos blancos o nulos.

La elección se efectuará conjuntamente con la de parlamentarios, en la forma que


determine la ley orgánica constitucional respectiva. Esta es la Ley N° 18.700, Ley Orgánica
Constitucional sobre Votaciones Populares y Escrutinios. La elección se realizará el tercer
domingo de noviembre del año anterior a aquel en que deba cesar en el cargo el que esté
en funciones.

En caso de que en la elección no se produzca mayoría absoluta, es decir, ninguno


de los candidatos obtiene el 50%+1 de los sufragios válidamente emitidos debe
procederse a una segunda vuelta, sistema también conocido como balotaje.

Dispone el art. 26 que si a la elección de Presidente de la República se presentaren


más de dos candidatos y ninguno de ellos obtuviese más de la mitad de los sufragios
válidamente emitidos, se procederá a una segunda votación que se circunscribirá a los

74
candidatos que hayan obtenido las dos más altas mayorías relativas y en ella resultará
electo aquel de los candidatos que obtenga el mayor número de sufragios. (Mayoría
simple)

Dispone el artículo 27 inciso primero que "el proceso de calificación de la elección


presidencial deberá quedar concluido dentro de los quince días siguientes a la primera o
segunda votación, según corresponda".

El Tribunal Calificador de Elecciones es el encargado de efectuar el escrutinio


general, calificar la elección, resolver las reclamaciones que hubieren y proclamar en su
resolución al Presidente de la República electo (arts. 95 inc. 1°, 27 inc. 3°). Comunicando
de inmediato dicha proclamación al Presidente del Senado (art. 27 inc. 2°).

El proceso con una votación o con una vuelta termina en el plazo máximo de
dieciséis días, con la proclamación de Presidente electo; es decir, 1+15=16 días.

Proceso con segunda votación o segunda vuelta

Habrá una segunda votación cuando en la primera ningún candidato obtuvo la


mayoría absoluta de los sufragios válidamente emitidos.

Esta segunda votación se verificará en la forma que determine la ley: el trigésimo


(30) día después de efectuada la primera. Si ese día correspondiere a un domingo. Si así
no fuere, ella se realizará el domingo inmediatamente siguiente al referido trigésimo día.
(Art 109, LOC 18.700).

El proceso de calificación de la segunda votación deberá quedar concluido dentro


de los quince días siguientes a esta votación.

Como razones que fundamentan el sistema electoral a dos vueltas, se han indicado
que la exigencia de la mayoría absoluta de sufragios válidamente emitidos para la primera
votación afianza la autoridad presidencial por un lado, y por otro, impide que una minoría
alcance el poder.

75
Es posible suponer que en la segunda votación ninguno de los candidatos obtenga
mayoría absoluta, situación cubierta por el artículo 26 inciso 2°, que dispone que en la
segunda votación "resultará electo aquel de los candidatos que obtenga el mayor número
de sufragios."

Frente a la opinión pública, frente a la oposición y frente al Congreso, un


Presidente elegido en estas condiciones exhibe reforzado su título de gobernante, desde
un punto de vista político.

Situación de muerte de uno o más candidatos durante el proceso de segunda vuelta

La reforma constitucional de 2005 introdujo dos nuevos incisos al artículo 26,


relativos al deceso de uno o ambos candidatos durante la segunda vuelta.

Artículo 26 inciso 4°: "En caso de muerte de uno o de ambos candidatos a que se
refiere el inciso segundo, el Presidente de la República convocará a una nueva elección
dentro del plazo de treinta días, contado desde la fecha del deceso. La elección se
celebrará el domingo más cercano al nonagésimo (90) día posterior a la convocatoria".

Ocurrido el evento de la muerte de uno o de ambos candidatos, se interrumpe y


cancela definitivamente el proceso electoral que se desarrollaba, y la disposición ordena
convocar a una nueva elección. La convocatoria debe hacerse dentro del plazo de treinta
días, contado desde la fecha del deceso y la elección se realizará el domingo más próximo
al nonagésimo día posterior a la convocatoria.

Artículo 26 inciso 5, señala que expirado el período del Presidente en ejercicio


antes de la fecha de la asunción del Presidente electo, se procede a la subrogación
conforme a lo dispuesto en el artículo 28 inciso primero, "asumirá, mientras tanto, con el
título de Vicepresidente de la República, el Presidente del Senado; a falta de éste, el
Presidente de la Cámara de Diputados, y a falta de éste, el Presidente de la Corte
Suprema.”

76
Proclamación, toma de posesión del cargo y juramento o promesa

La proclamación de Presidente de la República corresponde al Tribunal Calificador


de Elecciones, que, una vez que lo hubiere efectuado, lo comunicará de inmediato al
Presidente del Senado (art. 27 inc. 2°).

Noventa días después se reúne el Congreso Pleno en sesión pública, con los
miembros que asistan; esto es, diputados y senadores, con dos objetivos:

1) Para tomar conocimiento de la resolución en virtud de la cual el Tribunal


Calificador de Elecciones proclamó al Presidente electo. Sólo toma conocimiento, se
impone de la proclamación. No hay debate sobre el punto. (Art. 27 inc. 3°).

2) En la misma sesión, el Presidente del Senado procede a tomar juramento o


promesa de desempeñar fielmente el cargo (art. 27 inc. 4)

Prestado el juramento o promesa, asumirá de inmediato sus funciones.

3. 4. Subrogación y reemplazo del Presidente de la República

Se produce la subrogación del Presidente de la República cuando éste se halla


impedido por cualquier causa para el desempeño de su cargo, y es substituido por la
autoridad que señala la Constitución.

Distinguiremos entre la subrogación del Presidente electo y la subrogación del


Presidente en ejercicio.

Subrogación del Presidente Electo

Distinguiremos si los impedimentos que dan lugar a la subrogación son de carácter


temporal o absolutos.

Si el impedimento es temporal, "asumirá, mientras tanto, con el título de


Vicepresidente de la República, el Presidente del Senado; a falta de éste, el Presidente de
la Cámara de Diputados, y a falta de éste, el Presidente de la Corte Suprema" (art. 28 inc.

77
1°). Se explica que no sean llamados a subrogar los Ministros de Estado, puesto que el
Presidente Electo aún no ha asumido el cargo, y por tanto, no ha podido designar
Ministros de Estado.

Si el impedimento es absoluto o debiera durar indefinidamente (art 28 inc. 2), las


autoridades llamadas a subrogarlo son las mismas y en el mismo orden. Pero en este caso,
debe procederse al reemplazo del Presidente Electo mediante una nueva elección. De ahí
que el Vicepresidente de la República, en los diez días siguientes al acuerdo del Senado
adoptado en conformidad al art 53 n°7 expedirá las órdenes convenientes para que se
proceda, dentro del plazo de sesenta días, a nueva elección en la forma prevista por la
Constitución y la Ley de Elecciones. El Presidente de la República así elegido asumirá en
sus funciones en la oportunidad que señale esa ley, y durará en el ejercicio de ellas hasta
el día en que le habría correspondido cesar en el cargo al electo que no pudo asumir y
cuyo impedimento hubiere motivado la nueva elección.

Subrogación del Presidente en ejercicio

Para estudiar la subrogación del Presidente en ejercicio distinguiremos si los


impedimentos que lo afectan son impedimentos temporales o impedimentos absolutos.

Impedimentos temporales

Son impedimentos temporales los que tienen un carácter transitorio, y en todo


caso, que durarán menos tiempo que el que falta para completar el período del
Presidente. Se enumeran en el artículo 29 de la Carta, y son:

1) En el caso de enfermedad, que le impida ejercer el cargo;

2) Por ausencia del territorio de la República. De conformidad al artículo 53 N° 6


es atribución exclusiva del Senado otorgar su acuerdo para que el Presidente de la
República pueda ausentarse del país por más de treinta días o en los últimos noventa días
de su período (art. 25 inc. 3°). Fuera de esos casos, puede el Presidente ausentarse del
país, comunicando al Senado su decisión y los motivos que la justifican (art. 25 inc. 4°);

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3) Cuando por "otro grave motivo" no pudiere ejercer el cargo.

Autoridades llamadas a subrogar:

Producida alguna de las causales o impedimentos temporales subrogará al


Presidente, con el título de "Vicepresidente de la República":

a) El ministro titular a quien favorezca el orden de precedencia que señale la ley.


El orden de precedencia está señalado en el D.F.L. N° 5.802 del 24 de octubre de 1942.
Sin embargo, de conformidad al D.F.L. N° 3.612 de 6 de agosto de 1930, "el Presidente de
la República puede por decreto de nombramiento señalar a cualquiera de sus Ministros
para que ocupe el primer lugar del orden de precedencia", sin que por ello se altere el
orden de los demás Ministros.

b) A falta de todos los Ministros, subrogan, sucesivamente, el Presidente del


Senado, el Presidente de la Cámara de Diputados y el Presidente de la Corte Suprema

Impedimentos Absolutos

Los impedimentos absolutos tienen el carácter de definitivos, o debieren durar


indefinidamente, o en todo caso, durarán más tiempo del que falta para que el Presidente
cumpla su período; es decir, producen la vacancia del cargo de Presidente de la República.

El artículo 53, que trata las atribuciones exclusivas del Senado, señala en su N° 7
que le corresponde a ese órgano declarar la inhabilidad del Presidente de la República
cuando un impedimento físico o mental lo inhabilite para el ejercicio de sus funciones; y
declarar, asimismo, cuando el Presidente de la República haga dimisión de su cargo, si los
motivos que la originan son o no fundados y, en consecuencia, admitirla o desecharla. En
ambos casos, debe oír previamente al Tribunal Constitucional.

Autoridades llamadas a subrogar:

Son las mismas autoridades y en el mismo orden, que eran llamadas tratándose
de impedimentos temporales. Pero en este caso, como se ha producido la vacancia del
cargo, se produce también el reemplazo; es decir, la elección del sucesor.

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La reforma de 2005, distingue si la vacancia del cargo de Presidente de la República
se produce faltando menos de dos años, o dos años o más para la próxima elección
presidencial.

Si la vacancia del cargo se produjere faltando menos de dos años para la próxima
elección presidencial, el Presidente será elegido por el Congreso Pleno por la mayoría
absoluta de los senadores y diputados en ejercicio. La elección por el Congreso será hecha
dentro de los diez días siguientes a la fecha de la vacancia y el elegido asumirá su cargo
dentro de los treinta días siguientes (art 29 inc. 3)

Si la vacancia se produjere faltando dos años o más para la próxima elección


presidencial, el Vicepresidente, dentro de los diez primeros días de su mandato,
convocará a los ciudadanos a elección presidencial para ciento veinte días después de la
convocatoria, si ese día correspondiere a un domingo. Si así no fuere, ella se realizará el
domingo inmediatamente siguiente. El Presidente que resulte elegido asumirá su cargo
el décimo día después de su proclamación. (Art 29 inc. 4)

El inciso final del artículo 29 dispone: "El Presidente elegido conforme a algunos
de los incisos precedentes durará en el cargo hasta completar el período que restaba a
quien reemplace y no podrá postular como candidato a la elección presidencial siguiente

3.5. Estatuto de los ex presidentes de la República

Conforme al artículo 30 inciso 2°: "El que haya desempeñado este cargo por el
período completo, asumirá, inmediatamente y de pleno derecho, la dignidad oficial de ex
Presidente de la República". Se asume esa dignidad inmediatamente y de pleno derecho;
esto es, por el solo ministerio de la Constitución.

Dispone el artículo 30 inciso 4° que no alcanzará esa dignidad "quien haya sido
declarado culpable en juicio político seguido en su contra". Tampoco la alcanzará "el
ciudadano que llegue a ocupar el cargo de Presidente de la República por vacancia del
mismo".

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Conforme lo dispuesto por el artículo 30 inciso 3°, a quienes corresponda la
dignidad oficial de ex Presidente de la República, les serán aplicables el fuero
parlamentario y la dieta parlamentaria.

El ex Presidente de la República que asuma alguna función remunerada con fondos


públicos, dejará, en tanto la desempeñe, de percibir la dieta, manteniendo, en todo caso,
el fuero. Se exceptúan los empleos docentes y las funciones o comisiones de igual carácter
de la enseñanza superior, media y especial (art. 30 inc. 5°).

4. Atribuciones del Presidente de la República

Se entiende por atribuciones del Presidente de la República aquellas potestades


que le son entregadas por la Constitución y que le permiten llevar a cabo sus funciones
de jefe de Estado, de Gobierno y de la Administración Pública.

La Constitución las contempla en el art. 32 y se clasifican en atribuciones


gubernativas; atribuciones administrativas; atribuciones normativas; atribuciones de
control; y atribuciones en materia de relaciones internacionales.

4. 1. Atribuciones gubernativas

A través de las atribuciones gubernativas el Presidente de la República desempeña


su rol de Jefe de Gobierno, particularmente en relación con la determinación de un
conjunto coherente de políticas públicas. Se caracterizan por su amplio margen de
discrecionalidad.

Son atribuciones gubernativas nombrar autoridades; conducir la política fiscal;


otorgar gracias; requerir el concurso de la función consultiva; y proteger al orden
constitucional de amenazas (declarar estados de excepción constitucional).

81
a. Proteger al orden constitucional de amenazas (declarar estados de excepción
constitucional)

Se estudiará separadamente al tratar los estados de excepción constitucional.

b. Nombrar autoridades

Al Presidente de la República corresponde participar en el nombramiento de


numerosas autoridades, en la mayoría de los órganos del Estado, no sólo del poder
ejecutivo sino también en órganos que gozan de autonomía constitucional.

La forma en que participa en el nombramiento es diferente según las autoridades


de que se trate. Así, deben distinguirse los nnombramientos que corresponden al
Ejecutivo y la Administración; los nombramientos militares; y los nombramientos
correspondientes a órganos constitucionales autónomos.

i. Nombramientos que corresponden al Ejecutivo y la Administración

Conforme al artículo Art. 32 N° 10 es atribución especial del Presidente de la


República “Nombrar y remover a los funcionarios que la ley denomina como de su
exclusiva confianza y proveer los demás empleos civiles en conformidad a la ley. La
remoción de los demás funcionarios se hará de acuerdo a las disposiciones que ésta
determine”

El artículo se refiere a cargos de exclusiva confianza, esto es que pueden ser


nombrados y removidos conforme a la discreción y sola voluntad del Presidente de
la República, sin expresión de causa o motivos. Es así como nombra a las siguientes
autoridades:

- Autoridades de gobierno (Ministros de Estado, subsecretarios, intendentes y


gobernadores.

- Diplomáticos y representantes ante organizaciones internacionales.

- Demás funcionarios que la ley denomine como de exclusiva confianza (Ej. SEREMI)

82
ii. Nombramientos militares y de fuerzas de orden y seguridad

Conforme al artículo 32 N° 16 es atribución especial del Presidente de la


República Art. “Designar y remover a los Comandantes en Jefe del Ejército, de la
Armada, de la Fuerza Aérea y al General Director de Carabineros en conformidad al
artículo 104, y disponer los nombramientos, ascensos y retiros de los Oficiales de las
Fuerzas Armadas y de Carabineros en la forma que señala el artículo 105.”

Por su parte, el artículo 105 dispone que “los nombramientos, ascensos y


retiros de los oficiales de las Fuerzas Armadas y Carabineros, se efectuarán por
decreto supremo, en conformidad a la ley orgánica constitucional correspondiente, la
que determinará las normas básicas respectivas, así como las normas básicas
referidas a la carrera profesional, incorporación a sus plantas, previsión, antigüedad,
mando, sucesión de mando y presupuesto de las Fuerzas Armadas y Carabineros“
Agrega la disposición que “el ingreso, los nombramientos, ascensos y retiros en
Investigaciones se efectuarán en conformidad a su ley orgánica”.

iii. Nombramientos correspondientes a órganos constitucionales autónomos

Son órganos constitucionales autónomos aquellos que la Constitución regula


en sus aspectos esenciales y que no se encuentran en una relación de jerarquía con
el Presidente de la República. No obstante lo anterior, el Ejecutivo participa en el
nombramiento de sus integrantes, lo que viene a demostrar la centralidad de la figura
del Presidente de la República en nuestro sistema constitucional.

El Presidente de la República participa en el nombramiento de las siguientes


autoridades de autonomías constitucionales:

- Contralor General de la República (art. 32 N° 9). Se nombra a propuesta del


Presidente de la República, con acuerdo del Senado adoptado con el voto
conforme de al menos tres quintos de los senadores en ejercicio.

- Magistrados y fiscales judiciales de la Corte Suprema (Art.32 N°9): Se nombran


por el Presidente de la República, previa propuesta de la misma Corte y con

83
acuerdo del Senado adoptado con el voto conforme de al menos dos tercios de
los senadores en ejercicio.

- Magistrados y fiscales judiciales de la Cortes de Apelaciones: Se nombran por


el Presidente de la República, a propuesta en terna de la Corte Suprema y a los
jueces de primera instancia o jueces letrados a propuesta en terna de la Corte
de Apelaciones respectiva.

- Consejeros del Banco Central: Se nombran por el Presidente de la República,


con acuerdo del Senado por mayoría simple de los presentes en sala (art. 7 LOC
Banco Central)

- Consejeros del SERVEL (art. 94 bis) Se nombran por el Presidente de la


República, con acuerdo del Senado adoptado por los dos tercios de los
senadores en ejercicio.

- Tres miembros del Tribunal Constitucional (art. 32 N° 12) Se nombran por el


Presidente de la República, por iniciativa propia y sin necesidad de acuerdo de
ningún órgano.

c. Conducir la política fiscal

Al Presidente de la República corresponde la conducción de la política fiscal y


presupuestaria del Estado, con la colaboración del Ministro de Hacienda.

En materia de conducción y ejecutar la política fiscal y presupuestaria convergen


tres funciones: (1) recaudar los ingresos; (2) determinar el presupuesto; y (3) realizar el
gasto público presupuestado. De éstas, determinar el presupuesto es función de
gobierno, y las otras dos, funciones administrativas. Determinar cómo y en qué se
gastarán los recursos del Estado implica fijar prioridades, lo que dependerá de las
concepciones políticas de quien sea presidente.

84
La determinación del presupuesto es materia de ley. Es decir, existe reserva legal
presupuestaria. La ley de presupuesto es de iniciativa exclusiva del Presidente de la
República.

La Ley de Presupuesto tiene un carácter especial. Se regula en los artículos 65 y 67


de la Constitución.

El artículo 65 en la materia establece que las leyes sobre los presupuestos de la


Administración Pública sólo pueden tener origen en la Cámara de Diputados. Agrega que
corresponderá al Presidente de la República la iniciativa exclusiva de los proyectos de ley
que tengan relación con la administración financiera o presupuestaria del Estado,
incluyendo las modificaciones de la Ley de Presupuestos. Establece también esta
disposición que el Congreso Nacional sólo podrá aceptar, disminuir o rechazar los
servicios, empleos, emolumentos, préstamos, beneficios, gastos y demás iniciativas sobre
la materia que proponga el Presidente de la República. No pudiendo, por tanto,
aumentarlos.

Por su parte, el artículo 67 establece:

Artículo 67. El proyecto de Ley de Presupuestos deberá ser presentado por el Presidente
de la República al Congreso Nacional, a lo menos con tres meses de anterioridad a la fecha
en que debe empezar a regir; y si el Congreso no lo despachare dentro de los sesenta días
contados desde su presentación, regirá el proyecto presentado por el Presidente de la
República.

El Congreso Nacional no podrá aumentar ni disminuir la estimación de los


ingresos; sólo podrá reducir los gastos contenidos en el proyecto de Ley de Presupuestos,
salvo los que estén establecidos por ley permanente.

La estimación del rendimiento de los recursos que consulta la Ley de


Presupuestos y de los nuevos que establezca cualquiera otra iniciativa de ley,
corresponderá exclusivamente al Presidente, previo informe de los organismos técnicos
respectivos.

85
No podrá el Congreso aprobar ningún nuevo gasto con cargo a los fondos de la
Nación sin que se indiquen, al mismo tiempo, las fuentes de recursos necesarios para
atender dicho gasto.

Si la fuente de recursos otorgada por el Congreso fuere insuficiente para


financiar cualquier nuevo gasto que se apruebe, el Presidente de la República, al
promulgar la ley, previo informe favorable del servicio o institución a través del cual se
recaude el nuevo ingreso, refrendado por la Contraloría General de la República, deberá
reducir proporcionalmente todos los gastos, cualquiera que sea su naturaleza.

De las disposiciones indicadas, se destaca que la Ley de Presupuesto:

- Es una ley de Iniciativa exclusiva del Presidente de la República.

- Su Cámara de origen es siempre la Cámara de Diputados

- Tiene plazos definidos: Debe presentarse con tres meses de anticipación a la fecha
en que debe empezar a regir.

- Tiene tiempos de discusión y aprobación limitados: Si el Congreso no despacha el


proyecto dentro de los 60 días desde su presentación el año presupuestario se
regirá por el proyecto original presentado por el Presidente de la República

- Se establecen reglas para la modificación de los ingresos: El Congreso no puede


aumentar ni disminuir la estimación de ingresos.

- Se establecen reglas para la modificación de los gastos: El Congreso puede reducir


los gastos. No puede aumentar el gasto público.

d. Otorgar gracias

El otorgar gracias es una facultad de ejercicio discrecional, sin perjuicio de la


regulación de su procedimiento. Conforme a la Real Academia Española, una gracia es un
don o favor que se hace sin merecimiento particular; una concesión gratuita.

Esta atribución se concreta en otorgar pensiones de gracia e indultos.

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En cuanto a conceder pensiones de gracia, el artículo 32 N° 11 establece que es
atribución especial del Presidente de la República “Conceder jubilaciones, retiros,
montepíos y pensiones de gracia, con arreglo a las leyes.”

En cuanto a otorgar indultos, el artículo 32 N° 11 establece que es atribución


especial del Presidente de la República “Otorgar indultos particulares en los casos y
formas que determine la ley. El indulto será improcedente en tanto no se haya dictado
sentencia ejecutoriada en el respectivo proceso. Los funcionarios acusados por la Cámara
de Diputados y condenados por el Senado, sólo pueden ser indultados por el Congreso”.

La gracia del Estado de perdonar delitos admite la forma de la amnistía y del


indulto.

La amnistía se concede por ley, y elimina la pena y el carácter de condenado. La


amnistía no procede respecto de crímenes de lesa humanidad (Caso Almonacid v. Chile
en relación con el DL Amnistía, Caso Gelman v. Uruguay ambos de la CorteIDH).

El indulto elimina, sustituye o reduce la pena. No borra el carácter de condenado.


Puede revestir dos formas, general o particular, según si se otorga a una generalidad de
condenados o a uno o más condenados individualizados. El indulto general se concede
por ley. EI indulto particular se concede por decreto supremo y otorgarlo es una
atribución del Presidente de la República.

Debe concordarse esta atribución con el art. 9 inc. Final que establece que
respecto de los delitos de carácter terrorista no procederá el indulto particular, salvo para
conmutar la pena de muerte por la de presidio perpetuo

e. Requerir el concurso de la función consultiva

Esta atribución se refiere a la potestad, facultativa del Presidente de la República,


para recabar el parecer de otros órganos constitucionales a fin de conocer su opinión en
materias de alta importancia.

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El artículo 32 N° 2 establece que es atribución especial del Presidente de la
República “Pedir, indicando los motivos, que se cite a sesión a cualquiera de las ramas del
Congreso Nacional. En tal caso, la sesión deberá celebrarse a la brevedad posible.”

También puede convocar al Consejo de Seguridad Nacional (COSENA) Art. 106 y


107.

4. 2. Atribuciones administrativas

A través de éstas el Presidente lleva a cabo su rol de Jefe de la Administración y


ejecuta decisiones ya tomadas, por regla general, legislativamente. Estas atribuciones son
nombrar funcionarios; dictar textos legales refundidos; recaudar las rentas públicas y
ejecutar el presupuesto; y entregar prestaciones sociales para el sector público.

a. Nombrar funcionarios

El artículo 32 N° 10 establece que es atribución especial del Presidente de la


República “… proveer los demás empleos civiles en conformidad a la ley. La remoción de
los demás funcionarios se hará de acuerdo a las disposiciones que ésta determine.”

La ley a la que se hace referencia es principalmente la Ley. 18.834 conocida como


el Estatuto Administrativo.

b. Dictar textos legales refundidos

Conforme al artículo 64 inciso quinto, “…el Presidente de la República queda


autorizado para fijar el texto refundido, coordinado y sistematizado de las leyes cuando
sea conveniente para su mejor ejecución. En ejercicio de esta facultad, podrá introducirle
los cambios de forma que sean indispensables, sin alterar, en caso alguno, su verdadero
sentido y alcance.”

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c. Recaudar las rentas públicas y ejecutar el presupuesto

El artículo 32 N° 20 establece que es atribución especial del Presidente de la


República “Cuidar de la recaudación de las rentas públicas y decretar su inversión con
arreglo a la ley.”

Cuidar de la recaudación de las rentas públicas es recabar ingresos de las maneras


previstas en la ley, y a través de los servicios públicos respectivos, para el financiamiento
de la actividad estatal. Decretar su inversión se refiere a gastar los fondos públicos de la
manera prevista por la ley, financiando la actividad estatal.

La planificación del gasto público se encuentra definida en la Ley de Presupuesto.

Principio de legalidad del gasto público

En la ejecución presupuestaria rige el principio de legalidad del gasto, concreción


del principio de legalidad de la Administración. Esto significa que todo gasto debe
realizarse ajustándose estrictamente a la Ley de Presupuesto. Así se establece en el art.
100 de la Constitución que dispone “Las Tesorerías del Estado no podrán efectuar ningún
pago sino en virtud de un decreto o resolución expedido por autoridad competente, en que
se exprese la ley o la parte del presupuesto que autorice aquel gasto. Los pagos se
efectuarán considerando, además, el orden cronológico establecido en ella y previa
refrendación presupuestaria del documento que ordene el pago.”

Decreto de emergencia económica

La Constitución contempla, no obstante, una excepción al principio de legalidad


del gasto: el Decreto de Emergencia Económica o 2% constitucional que establece el art.
32 N° 20.

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Este indica que se podrán autorizar pagos no autorizados por ley por un monto
que no podrá exceder del 2% del presupuesto, por razón de necesidades impostergables
derivadas de las causales que taxativamente señala:

- Agresión exterior.

- Conmoción interna.

- Grave daño o peligro para la seguridad nacional.

- Agotamiento de los recursos destinados a mantener servicios que no puedan


paralizarse sin serio perjuicio para el país.

Debe autorizarse por decreto firmado por el Presidente de la República y todos


sus ministros.

La infracción a la legalidad del gasto no autorizada por la Constitución o cualquier


infracción e las autorizaciones constitucionales acarrea la responsabilidad de los
funcionarios que hayan autorizado dicho gasto ilegal. Art. 32 N° 20 “… Los Ministros de
Estado o funcionarios que autoricen o den curso a gastos que contravengan lo dispuesto
en este número serán responsables solidaria y personalmente de su reintegro, y culpables
del delito de malversación de caudales públicos.”

d. Entregar prestaciones sociales para el sector público

Se refiere a jubilaciones retiros y montepíos para el sector público Art.32 N° 11. Es


atribución administrativa pues debe estarse a las reglamentaciones ya existentes en la
materia.

4. 3. Atribuciones normativas

A través de estas atribuciones el Presidente de la República participa en la creación


de normas jurídicas. Es el único órgano que participa en la creación de normas generales
constitucionales, legales y reglamentarias.

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Son atribuciones normativas participar del proceso de formación de la ley; solicitar
y dictar legislación delegada (DFL); participar en el proceso de reforma constitucional; y
ejercer la potestad reglamentaria.

a. Participar del proceso de formación de la ley

El artículo 32 N° 1 establece que es atribución especial del Presidente de la


República “Concurrir a la formación de las leyes con arreglo a la Constitución, sancionarlas
y promulgarlas”. El Presidente de la República es el principal órgano colegislador.

i. Tiene iniciativa legislativa, esto es la posibilidad de presentar proyectos de ley en


diversas materias. Hay algunas materias en las que existe iniciativa exclusiva, es decir,
que sólo el Presidente de la República puede presentar proyectos de ley. Art. 65 inciso
cuarto.

ii. Puede presentar indicaciones, es decir, la posibilidad de introducir modificaciones a


los proyectos de ley que se encuentran en tramitación. Art. 69.

iii. Hay participación de sus ministros en el debate parlamentario con uso preferente de
la palabra, pero sin derecho a voto. Art 37.

iv. Tiene la posibilidad de presentar urgencias Art. 74 y artículos 26 y 27 de la Ley


Orgánica Constitucional del Congreso Nacional. El presidente de la República puede
calificar a un proyecto de ley como:

Simple urgencia: Discusión y votación en 30 días

Suma Urgencia: Discusión y votación en 15 días

Discusión inmediata: Discusión y votación en 6 días.

Son atribuciones específicas del Presidente de la República en el proceso de


formación de la ley:

v. Sanción de la ley: Etapa en que Presidente recibe el proyecto de ley despachado por
el Congreso Nacional. Art. 72 y 73.

91
vi. Puede hacer uso del veto. En ejercicio de esta atribución puede vetar proyecto en su
totalidad, eliminar una o más disposiciones o introducir modificaciones

vii. Promulgación de la ley: Se efectúa por medio de decreto promulgatorio.

El proceso de formación de la ley se estudiará con mayor detalle en la unidad de


Congreso Nacional.

b. Solicitar y dictar legislación delegada

El artículo 32 N° 3 establece que es atribución especial del Presidente de la


República “Dictar, previa delegación de facultades del Congreso, decretos con fuerza de
ley sobre las materias que señala la Constitución.”

El Presidente de la República puede solicitar al Congreso Nacional autorización


para dictar decretos sobre materias que correspondan al dominio legal, a los cuales la
Constitución les atribuye rango de ley: son los Decretos con Fuerza de Ley (DFL).

Artículo 64. El Presidente de la República podrá solicitar autorización al Congreso Nacional


para dictar disposiciones con fuerza de ley durante un plazo no superior a un año sobre
materias que correspondan al dominio de la ley.

Esta autorización no podrá extenderse a la nacionalidad, la ciudadanía, las


elecciones ni al plebiscito, como tampoco a materias comprendidas en las garantías
constitucionales o que deban ser objeto de leyes orgánicas constitucionales o de quórum
calificado.

La autorización no podrá comprender facultades que afecten a la organización,


atribuciones y régimen de los funcionarios del Poder Judicial, del Congreso Nacional, del
Tribunal Constitucional ni de la Contraloría General de la República.

La ley que otorgue la referida autorización señalará las materias precisas sobre las
que recaerá la delegación y podrá establecer o determinar las limitaciones, restricciones
y formalidades que se estimen convenientes.

Sin perjuicio de lo dispuesto en los incisos anteriores, el Presidente de la República


queda autorizado para fijar el texto refundido, coordinado y sistematizado de las leyes
cuando sea conveniente para su mejor ejecución. En ejercicio de esta facultad, podrá

92
introducirle los cambios de forma que sean indispensables, sin alterar, en caso alguno, su
verdadero sentido y alcance.

A la Contraloría General de la República corresponderá tomar razón de estos


decretos con fuerza de ley, debiendo rechazarlos cuando ellos excedan o contravengan la
autorización referida.

Los decretos con fuerza de ley estarán sometidos en cuanto a su publicación,


vigencia y efectos, a las mismas normas que rigen para la ley.

Para solicitar la delegación legislativa debe presentar un proyecto de ley al efecto.

La delegación legislativa tiene límites. Por un lado, la ley que autorice la legislación
delegada debe señalar precisamente las materias sobre las cuales recae la delegación,
pudiendo establecer limitaciones, restricciones y formalidades que se estime
conveniente.

Por otro lado, hay materias en las cuales no procede la legislación delegada. No
puede dictarse decretos con fuerza de ley en las siguientes materias:

- Nacionalidad;

- Ciudadanía;

- Elecciones y plebiscitos;

- Derechos fundamentales;

- Materias respecto de las cuales hay reserva de ley orgánica constitucional o de


quórum calificado.

- La autorización no podrá comprender facultades que afecten a la organización,


atribuciones y régimen de los funcionarios del Poder Judicial, del Congreso Nacional,
del Tribunal Constitucional ni de la Contraloría General de la República.

c. Participar en el proceso de reforma constitucional

El Presidente de la República tiene participación, de acuerdo a la Constitución de


1980, en el ejercicio del poder constituyente derivado. Conforme el artículo 127 y

93
siguientes, los proyectos de reforma de la Constitución pueden ser iniciados por mensaje
del Presidente de la República (aunque también por los parlamentarios).

Para el caso de desacuerdo respecto de una reforma constitucional entre el


Congreso Nacional y el Presidente de la República, éste último puede convocar a
plebiscito para dirimir el conflicto, conforme las reglas de los artículos 128 y 129.

d. Ejercer la potestad reglamentaria

El artículo 32 N° 6 establece que es atribución especial del Presidente de la


República “Ejercer la potestad reglamentaria en todas aquellas materias que no sean
propias del dominio legal, sin perjuicio de la facultad de dictar los demás reglamentos,
decretos e instrucciones que crea convenientes para la ejecución de las leyes”.

Cuando hablamos de potestad reglamentaria nos referimos a la atribución


especial del Presidente de la República para dictar normas jurídicas generales o
especiales, destinadas al gobierno y administración del Estado o para la ejecución de las
leyes

La potestad reglamentaria es autónoma y de ejecución.

En ejercicio de la potestad reglamentaria autónoma, se dicta el reglamento


autónomo: aquellas normas que fuesen dictadas por la Administración en materias no
reguladas por las leyes y sin autorización, remisión o apoderamiento alguno por parte de
éstas.

En ejercicio de la potestad reglamentaria ejecutiva, se dicta el reglamento


ejecutivo, que se funda en la incapacidad e ineficiencia de la ley como instrumento para
regular todos y cada uno de los aspectos y detalles que comprende una materia. Es una
norma de colaboración con la ley.

La forma de los reglamentos es un decreto supremo.

94
4. 4 Atribuciones de control

El Presidente de la República tiene una importante función de controlar el


desempeño de otros órganos en el ejercicio de sus competencias. Dicho control es propio
en la Administración del Estado, ya que es su superior jerárquico, conforme lo dispuesto
en el artículo 24 inciso primero que establece que “el gobierno y la administración del
Estado corresponden al Presidente de la República, quien es el Jefe del Estado.”

No obstante, también puede ejercer dicho control sobre otros órganos ajenos a la
Administración en los casos que establece la Constitución. Es atribución del Presidente de
la República ejercer control sobre la conducta de los jueces, del Fiscal Nacional y activar
el control de constitucionalidad ante el Tribunal Constitucional.

a. Controlar la conducta de los jueces

Conforme el artículo 32 N° 13 es atribución especial del Presidente de la República


el “[v]elar por la conducta ministerial de los jueces y demás empleados del Poder Judicial
y requerir, con tal objeto, a la Corte Suprema para que, si procede, declare su mal
comportamiento, o al ministerio público, para que reclame medidas disciplinarias del
tribunal competente, o para que, si hubiere mérito bastante, entable la correspondiente
acusación”

En conformidad con esta disposición, el artículo 80 inciso tercero dispone que


“[e]n todo caso, la Corte Suprema por requerimiento del Presidente de la República, a
solicitud de parte interesada, o de oficio, podrá declarar que los jueces no han tenido buen
comportamiento y, previo informe del inculpado y de la Corte de Apelaciones respectiva,
en su caso, acordar su remoción por la mayoría del total de sus componentes. Estos
acuerdos se comunicarán al Presidente de la República para su cumplimiento.”

b. Controlar la conducta del Fiscal Nacional

Artículo 89.- El Fiscal Nacional y los fiscales regionales sólo podrán ser removidos por la
Corte Suprema, a requerimiento del Presidente de la República, de la Cámara de

95
Diputados, o de diez de sus miembros, por incapacidad, mal comportamiento o
negligencia manifiesta en el ejercicio de sus funciones. La Corte conocerá del asunto en
pleno especialmente convocado al efecto y para acordar la remoción deberá reunir el voto
conforme de la mayoría de sus miembros en ejercicio.

La remoción de los fiscales regionales también podrá ser solicitada por el Fiscal
Nacional.

c. Activar el control de constitucionalidad, conforme al art. 93

En los casos en que el artículo 93 de la Constitución le otorga legitimación activa


para activar el control de constitucionalidad ante el Tribunal Constitucional.

4. 5 Atribuciones en materia internacional

El Presidente de la República es el jefe de Estado, y como tal representa la unidad


de la República en el ámbito interno, pero sobre todo ante la comunidad internacional.

Conforme el artículo 32 N° 8 es atribución especial del Presidente de la República


el “Designar a los embajadores y ministros diplomáticos, y a los representantes ante
organismos internacionales. Tanto estos funcionarios como los señalados en el N° 7°
precedente, serán de la confianza exclusiva del Presidente de la República y se
mantendrán en sus puestos mientras cuenten con ella;”

Por su parte, conforme al artículo 32 N° 15 es atribución especial del Presidente


de la República “Conducir las relaciones políticas con las potencias extranjeras y
organismos internacionales, y llevar a cabo las negociaciones; concluir, firmar y ratificar
los tratados que estime convenientes para los intereses del país, los que deberán ser
sometidos a la aprobación del Congreso conforme a lo prescrito en el artículo 54 Nº 1º.
Las discusiones y deliberaciones sobre estos objetos serán secretos si el Presidente de la
República así lo exigiere;”

Conducir las relaciones internacionales es una manifestación el carácter de Jefe de


Estado del Presidente de la República. Una de las manifestaciones más importantes de
esta facultad es la adopción de tratados internacionales.

96
Respecto de los tratados internacionales, al Presidente le corresponde su
tramitación externa (negociación y firma), mientras que la tramitación interna
corresponde al Congreso Nacional conforme al artículo 54 N°1. El Congreso sólo puede
aprobar o desechar el tratado, son que pueda modificarlo o introducirle indicaciones. El
tratado sólo será ratificado por el Presidente cuando haya sido aprobado por el Congreso
Nacional.

4. 6. Estados de excepción constitucional

Por diversas causas ocurren situaciones de graves emergencias en la vida del


Estado, que pueden amenazar la paz externa, el orden interno u otros valores colectivos.
Para enfrentar estas amenazas en forma exitosa, la Constitución prevé estas
circunstancias dotándose al Estado de poderes jurídicos extraordinarios.

La vida de una comunidad política deberá enmarcarse siempre dentro de la


Constitución, la que deberá establecer instituciones y procedimientos que otorguen
gobernabilidad y permitan la convivencia pacífica de los miembros de la comunidad
política, con pleno respeto a sus derechos fundamentales.

No obstante, hay situaciones que pueden poner en peligro a la comunidad política,


ya sea por amenazas externas, de conmoción interna o eventos de la naturaleza. En este
caso, la autoridad requerirá de un modo de funcionamiento distinto al de los tiempos de
normalidad, para poder hacer frente a estas amenazas, requiriendo por regla general de
una autoridad mayor, un reforzamiento del orden público, y la posibilidad de limitar o
suspender algunos derechos fundamentales. Esto es previsto por la propia Constitución a
través de instituciones que reglamentan explícitamente ciertas potestades
extraordinarias a ser utilizadas de concurrir las hipótesis que el propio ordenamiento
jurídico contemple. Estas instituciones son en alguna medida un resguardo de la vigencia
de la Constitución, protegen el orden constitucional, en cuanto la reglamentación de su

97
ejercicio busca entregar márgenes de flexibilidad en la gestión de respuestas frente al
peligro que sean compatibles con el Estado de Derecho.44

Será justamente en la situación de anormalidad cuando la Constitución reafirma


su vigencia. “La democracia constitucional no acepta una forma de gobierno que sustituya
ni siguiera por un segundo la Constitución. En tal sentido, los denominados estados de
excepción constitucional, como el estado de sitio por ejemplo, sólo son normas que
ordenan la manera de suspender, limitar o afectar los derechos fundamentales en
situaciones especiales. En ningún caso los estados de excepción suponen que el derecho
desaparezca, por eso es que la posibilidad de recurrir a los tribunales de justicia siempre
debe quedar garantizada. En caso de que los estados de excepción sean más que
limitaciones, suspensiones o restricciones particulares de los derechos fundamentales,
hay que admitir que se ha entrado en el tortuoso camino de los gobiernos de facto, de las
dictaduras, de los personalismos políticos.” 45

La Constitución otorga al Presidente de la República las siguientes atribuciones


destinadas a proteger el orden constitucional de amenazas: declarar estados de
excepción constitucional46, declarar la guerra47 y emitir decretos de emergencia
económica48.

Podemos definir a los Estados de Excepción Constitucional como “ciertas


situaciones de crisis reguladas por la Constitución, respecto de las cuales ella misma

44 MARSHALL Y MUÑOZ (2016) p.44.


45 CORREA SUTIL Y RUIZ –TAGLE (2010) P.53.
46 Art. 32 N° 5. Es atribución especial del Presidente de la República declarar los estados de excepción constitucional
en los casos y formas que se señalan en esta Constitución. (artículos 39 a 45 de la CPR).
47 Art. 32 N° 19. Es atribución especial del Presidente de la República declarar la guerra, previa autorización por ley,
debiendo dejar constancia de haber oído al Consejo de Seguridad Nacional.
48 Art. 32 N° 20. Es atribución especial del Presidente de la República dictar decretos de emergencia económica. “El
Presidente de la República, con la firma de todos los Ministros de Estado, podrá decretar pagos no autorizados por ley,
para atender necesidades impostergables derivadas de calamidades públicas, de agresión exterior, de conmoción
interna, de grave daño o peligro para la seguridad nacional o del agotamiento de los recursos destinados a mantener
servicios que no puedan paralizarse sin serio perjuicio para el país. El total de los giros que se hagan con estos objetos
no podrá exceder anualmente del dos por ciento (2%) del monto de los gastos que autorice la Ley de Presupuestos.” El
decreto de emergencia económica es un Decreto Supremo.

98
autoriza la utilización de facultades extraordinarias por parte de la autoridad, con el
efecto de producir suspensión o restricción en el ejercicio de ciertas garantías que ella
misma enumera”.49

El artículo 39 de la Constitución establece que “El ejercicio de los derechos y


garantías que la Constitución asegura a todas las personas sólo puede ser afectado bajo
las siguientes situaciones de excepción: guerra externa o interna, conmoción interior,
emergencia y calamidad pública, cuando afecten gravemente el normal desenvolvimiento
de las instituciones del Estado.”

Según Vivanco, las condiciones de legitimidad de los estados de excepción


constitucional pueden sintetizarse en las siguientes50:

- La autoridad determinará su procedente de acuerdo a las causales constitucionales,


no debe resolver la materia sin participación de otro órgano cuando la misma sea la
encargada de ejercer las facultades extraordinarias.

- Su dictación deberá responder a causales expresamente acotadas.

- Su vigencia debe tener un tiempo determinado, no susceptible de prorrogarse


indefinidamente.

- Los derechos de que se trate y la posible mantera en que estos pueden verse
afectados debe señalarse taxativamente.

- Las medidas tomadas durante estos estados no deben prolongarse más allá de la
duración de los mismos.

- Durante la vigencia del estado de excepción los tribunales deben mantener siempre
sus facultades.

49 VIVANCO (2002) P.392.


50 VIVANCO (2002) P.393.

99
En la Constitución de 1980 se contemplan los siguientes Estados de Excepción
Constitucional:

a. Estado de Asamblea, en caso de guerra externa.

b. Estado de Sitio, para el caso de guerra interna o grave conmoción interior.

c. Estado de Emergencia, en caso de grave alteración del orden público o grave


daño para la seguridad de la nación.

d. Estado de Catástrofe, para el caso de calamidad pública.

a. Estado de Asamblea

Causal: Guerra exterior. Art. 40.

Declaración: Por el Presidente de la República, con acuerdo del Congreso Nacional. La


declaración deberá determinar las zonas afectadas por el estado de excepción
correspondiente.

Plazo: El Estado de Asamblea mantendrá su vigencia por el tiempo que se extienda la


situación de guerra exterior, salvo que el Presidente de la República disponga su
suspensión con anterioridad.

Efectos jurídicos: Por la declaración de Estado de Asamblea, el Presidente de la República


queda facultado para suspender o restringir la libertad personal, el derecho de reunión y
la libertad de trabajo. Podrá, también, restringir el ejercicio del derecho de asociación;
interceptar, abrir o registrar documentos y toda clase de comunicaciones, disponer
requisiciones de bienes y establecer limitaciones al ejercicio del derecho de propiedad.

b. Estado de Sitio

Causal: Guerra interna o grave conmoción interior.

100
Declaración: Por el Presidente de la República, con acuerdo del Congreso Nacional. La
declaración deberá determinar las zonas afectadas por el estado de excepción
correspondiente.

Plazo: La declaración de estado de sitio sólo podrá hacerse por un plazo de quince días,
sin perjuicio de que el Presidente de la República solicite su prórroga.

Efectos jurídicos: Por la declaración de estado de sitio, el Presidente de la República podrá


restringir la libertad de locomoción y arrestar a las personas en sus propias moradas o en
lugares que la ley determine y que no sean cárceles ni estén destinados a la detención o
prisión de reos comunes. Podrá, además, suspender o restringir el ejercicio del derecho
de reunión.

c. Estado de Emergencia

Causal: Grave alteración del orden público, o de grave daño para la seguridad de la
Nación.

Declaración: Por el Presidente de la República, determinando las zonas afectadas por


dichas circunstancias.

El Presidente de la República estará obligado a informar al Congreso Nacional de


las medidas adoptadas en virtud del estado de emergencia.

Plazo: El estado de emergencia no podrá extenderse por más de quince días, sin perjuicio
de que el Presidente de la República pueda prorrogarlo por igual período. Sin embargo,
para sucesivas prórrogas, el Presidente requerirá siempre del acuerdo del Congreso
Nacional.

Efectos jurídicos: Declarado el estado de emergencia, las zonas respectivas quedarán bajo
la dependencia inmediata del Jefe de la Defensa Nacional que designe el Presidente de la
República. Este asumirá la dirección y supervigilancia de su jurisdicción con las
atribuciones y deberes que la ley señale.

101
Por la declaración del estado de emergencia, el Presidente de la República podrá
restringir las libertades de locomoción y de reunión.

d. Estado de Catástrofe

Causal: Calamidad pública.

Declaración: Por el Presidente de la República, determinando la zona afectada por la


calamidad pública.

El Presidente de la República estará obligado a informar al Congreso Nacional de


las medidas adoptadas en virtud del estado de catástrofe. El Congreso Nacional podrá
dejar sin efecto la declaración transcurridos ciento ochenta días desde ésta si las razones
que la motivaron hubieran cesado en forma absoluta.

Plazo: Sin acuerdo del Congreso, por un máximo de 180 días. Si cuenta con acuerdo del
Congreso Nacional puede declarar el Estado de Catástrofe por un período superior a un
año.

Efectos jurídicos: Declarado el estado de catástrofe, las zonas respectivas quedarán bajo
la dependencia inmediata del Jefe de la Defensa Nacional que designe el Presidente de la
República. Este asumirá la dirección y supervigilancia de su jurisdicción con las
atribuciones y deberes que la ley señale.

Por la declaración del estado de catástrofe, el Presidente de la República podrá


restringir las libertades de locomoción y de reunión. Podrá, asimismo, disponer
requisiciones de bienes, establecer limitaciones al ejercicio del derecho de propiedad y
adoptar todas las medidas extraordinarias de carácter administrativo que sean necesarias
para el pronto restablecimiento de la normalidad en la zona afectada.

5. Ministros de Estado

Los Ministros de Estado son colaboradores directos del Presidente de la República.


Son de su exclusiva confianza y se mantiene en el cargo mientras cuenten con ésta. En un

102
régimen presidencialista como el chileno, no son responsables políticamente ante el
Congreso.

Artículo 33.- Los Ministros de Estado son los colaboradores directos e inmediatos del
Presidente de la República en el gobierno y administración del Estado.

La ley determinará el número y organización de los Ministerios, como también el


orden de precedencia de los Ministros titulares.

El Presidente de la República podrá encomendar a uno o más Ministros la


coordinación de la labor que corresponde a los Secretarios de Estado y las relaciones del

Gobierno con el Congreso Nacional.

Artículo 34.- Para ser nombrado Ministro se requiere ser chileno, tener cumplidos veintiún
años de edad y reunir los requisitos generales para el ingreso a la Administración Pública.

En los casos de ausencia, impedimento o renuncia de un Ministro, o cuando por


otra causa se produzca la vacancia del cargo, será reemplazado en la forma que establezca
la ley.

Los ministerios, su número y organización es materia de ley.

Los ministros pueden asistir a las sesiones de las cámaras cuando lo estimen
conveniente con derecho preferente a voz, pero sin derecho a voto. Art. 37.

5. 1. Requisitos para ser Ministro

Establecidos en el art. 34. Para ser ministro del estado es requisito:

a. Ser chileno.

b. Tener cumplidos 21 años de edad.

c. Cumplir con los demás requisitos generales para ingresar a la administración pública

5. 2. Responsabilidad de los Ministros

Como sujeto individual, responde como todas las personas, civil y penalmente.

103
Según la función pública que realiza: el art 36 establece respecto a los actos que
ellos firmasen, serán responsables individualmente. En caso de firmar con otros
Ministros, la responsabilidad será solidaria (todos son responsables del total).

También pueden ser sujetos de responsabilidad por acusación constitucional. El


artículo 52 N°1 letra B y en el art 53, que señalan que los ministros son acusables
constitucionalmente.

5. 3. Firma de los ministros de Estado de los Reglamentos y decretos del Presidente de


la República

Conforme al art. 35 Los reglamentos y decretos del Presidente de la República


deberán firmarse por el Ministro respectivo y no serán obedecidos sin este esencial
requisito.

Los decretos e instrucciones podrán expedirse con la sola firma del Ministro
respectivo, por orden del Presidente de la República, en conformidad a las normas que al
efecto establezca la ley.

6. Bases Generales de la Administración del Estado

Art. 38. Una ley orgánica constitucional determinará la organización básica de la


Administración Pública, garantizará la carrera funcionaria y los principios de carácter
técnico y profesional en que deba fundarse, y asegurará tanto la igualdad de
oportunidades de ingreso a ella como la capacitación y el perfeccionamiento de sus
integrantes.

Cualquier persona que sea lesionada en sus derechos por la Administración del
Estado, de sus organismos o de las municipalidades, podrá reclamar ante los tribunales
que determine la ley, sin perjuicio de la responsabilidad que pudiere afectar al funcionario
que hubiere causado el daño.

La ley de Bases Generales de Administración del Estado es la Ley 18.575. Todos los
procedimientos administrativos se rigen por esta ley.

104
La responsabilidad del Estado se engloba dentro de la responsabilidad
extracontractual, ya que no hay un contrato entre la administración del Estado y las
personas. El Estado debe responder cuando haya una falta de servicio.

La Corte Suprema ha resuelto que “la falta de servicio se presenta como una
deficiencia o mal funcionamiento en el Servicio en relación a la conducta normal que se
espera de él, estimándose que ello concurre cuando aquel no funciona debiendo hacerlo
y cunado funcional irregular o tardíamente, operando así como un factor de imputación
que general la consecuente responsabilidad indemnizatoria”51. Luego, hay falta de
servicio cuando:

1) Si bien el servicio se prestó por parte de la administración del Estado, se hizo mal.

2) Cuando se debía prestar el servicio, no se hizo.

3) Cuando se prestó el servicio, pero tardíamente.

El Tribunal que conocerá la acción en contra del Estado será el Juez de Letras en lo
Civil.

¿A quién se demanda? Al fisco de Chile, representado por el Concejo de Defensa


del Estado, que es el órgano que defiende al Estado.

Sin perjuicio de la responsabilidad que pudiere afectar al funcionario que hubiere


causado el daño: esto contempla el derecho del fisco para exigir la devolución de lo
pagado.

51 SCS Rol 97.668-2016.

105
UNIDAD V: CONGRESO NACIONAL

1. Funcionamiento del Congreso

El lugar de funcionamiento del Congreso se establece en el artículo 63 Nº 17 que


dispone que las sesiones del Congreso se realizarán en la ciudad de Valparaíso.

Físicamente, la Sede del Congreso Nacional se localiza en la ciudad de Valparaíso,


para dar una señal de descentralización, pues hasta antes de la Constitución actual,
históricamente tuvo su sede en Santiago. Con todo, además de la Sede del Congreso en
Valparaíso, existe una sede en Santiago, y además, los senadores y diputados cumplen
sus funciones en otros lugares, dentro y fuera de nuestro país.

(a) en la ciudad de Santiago, donde existe una sede del Congreso Nacional que se utiliza
para la realización de algunas sesiones de comisión y reuniones;

(b) en su distrito los diputados, o circunscripción los senadores (teniendo reuniones con
municipios, con el gobierno regional, los servicios públicos, organizaciones de la sociedad
civil y ciudadanos);

(c) en otras regiones del país, debido a sus funciones representativas;

(d) e incluso en el extranjero, pues participan en numerosas organizaciones


parlamentarias internacionales, junto a misiones oficiales ante otros Parlamentos y
gobiernos.

El quorum para sesionar para y adoptar acuerdos se establece por el Art. 56 la


Cámara de Diputados y el Senado y corresponde a la tercera parte de sus miembros en
ejercicio.

Ver video Congreso Nacional https://www.youtube.com/watch?v=Oxc8KvvGvaw

106
2. Estructura y composición del Congreso Nacional

Art. 46. “El Congreso Nacional se compone de dos ramas: la Cámara de Diputados y el
Senado. Ambas concurren a la formación de las leyes en conformidad a esta Constitución
y tienen las demás atribuciones que ella establece.”

El Poder Legislativo en Chile tiene una estructura bicameral, es decir, está


compuesto por el Senado, también llamado cámara alta, y la Cámara de Diputados,
también llamada cámara alta.

Al Senado le corresponde un rol moderador, mientras a la Cámara le corresponde


un rol de política contingente y control del Gobiernos. Ambas concurren en igualdad de
condiciones a la formación de las leyes. Ninguna de las cámaras tiene primacía sobre la
otra.

El Congreso Nacional tiene entre sus principales objetivos: (1) Ejercer la


representación de la ciudadanía; y (2) Concurrir a la formación de las leyes conjuntamente
con el Presidente de la República

2. 1. Composición de la Cámara de Diputados

Artículo 47. La Cámara de Diputados está integrada por miembros elegidos en votación
directa por distritos electorales. La ley orgánica constitucional respectiva determinará el
número de diputados, los distritos electorales y la forma de su elección.

La Cámara de Diputados se renovará en su totalidad cada cuatro años.

Artículo 48. Para ser elegido diputado se requiere ser ciudadano con derecho a sufragio,
tener cumplidos veintiún años de edad, haber cursado la enseñanza media o equivalente,
y tener residencia en la región a que pertenezca el distrito electoral correspondiente
durante un plazo no inferior a dos años, contado hacia atrás desde el día de la elección.

Artículo 51 inciso 1º.- Se entenderá que los diputados tienen, por el solo ministerio de la
ley, su residencia en la región correspondiente, mientras se encuentren en ejercicio de
su cargo.

107
Actualmente, la Cámara de Diputados está integrada por 155 diputados, elegidos
en votación directa por los distritos electorales que establece la Ley Orgánica
Constitucional de Votaciones Populares y Escrutinios. Duran cuatro años en sus cargos y
pueden ser reelectos. La integración de esta Cámara fue objeto de reforma por la Ley Nº
20.840.

Criterio de composición de la Cámara de Diputados y formación de distritos

La composición de la Cámara de Diputados obedece a un criterio demográfico, es


decir la cantidad de escaños que tiene cada distrito depende del número de habitantes.
Existirán 28 distritos electorales en los que serán elegidos los diputados. Ningún distrito
elegirá menos de tres ni más de ocho diputados. La distribución territorial que habrá es
la siguiente:

Región de Arica y Parinacota: un distrito que elige tres diputados.

Región de Tarapacá: un distrito que elige tres diputados.

Región de Antofagasta: un distrito que elige cinco diputados.

Región de Atacama: un distrito que elige cinco diputados.

Región de Coquimbo: un distrito que elige siete diputados.

Región de Valparaíso: dos distritos; cada uno elige ocho diputados.

Región Metropolitana de Santiago: siete distritos. Dos de ellos eligen ocho diputados cada
uno. Otros dos eligen siete diputados cada uno. Habrá dos que eligen seis diputados cada
uno. Finalmente habrá un distrito que elige cinco diputados.

Región de O’Higgins: dos distritos. En uno se eligen cinco diputados y en el otro, cuatro.

Región del Maule: dos distritos. Uno elige siete diputados y el otro, cuatro.

Región del Bío: tres distritos. Uno va a elegir ocho diputados y en los otros dos se eligen
cinco en cada uno. (Hasta estas elecciones)

108
Región de la Araucanía: dos distritos. Uno va a elegir siete diputados; otro, cuatro.

Región de los Ríos: un distrito que elige cinco diputados.

Región de Los Lagos: dos distritos. Uno elige cinco diputados y el otro, cuatro.

Región de Aysén: un distrito, que elige tres diputados.

Región de Magallanes y Antártica Chilena: un distrito, que elige tres diputados.

La Región de Ñuble existe desde el 6 de septiembre de 2018. En las elecciones


parlamentarias de 2021 tendrá un distrito que elige cinco diputados. En consecuencia, la
Región del Bío Bío quedará en 2021 con dos distritos. Uno va a elegir ocho diputados y en
el otro, cinco.

La distribución territorial de los diputados será revisada cada 10 años por el


Consejo Directivo del Servicio Electoral, que debe actualizar la asignación de diputados
por distrito, según la variación que tenga la población en el país, de acuerdo con los datos
del último censo que se haya realizado. Esto significa que algunos distritos podrían quedar
con menos representantes y otros con más. Sin embargo, debe mantenerse como criterio
un mínimo de tres y un máximo de ocho diputados por distrito.52

Requisitos para ser elegido Diputado

i. Ser ciudadano con derecho a sufragio.

ii. Tener 21 años de edad.

iii. Haber cursado la educación media o equivalente.

iv. Residir en la región a que pertenece el distrito al menos por dos años, contados hacia
atrás desde el día de la elección.

52 Biblioteca del Congreso Nacional https://www.bcn.cl/leyfacil/recurso/nuevo-sistema-electoral-para-


elecciones-parlamentarias-(fin-del-sistema-binominal)

109
Los artículos 57 a 60 establecen las incompatibilidades e inhabilidades que afectan a
los parlamentarios, diputados o senadores.

Duración en el cargo

Los Diputados electos ejercen sus funciones por un período de cuatro años. En
cada elección la Cámara se renueva en su totalidad, a diferencia del Senado, que se
renueva por parcialidades.

2. 2. Composición del Senado

Artículo 49. El Senado se compone de miembros elegidos en votación directa por


circunscripciones senatoriales, en consideración a las regiones del país, cada una de las
cuales constituirá, a lo menos, una circunscripción. La ley orgánica constitucional
respectiva determinará el número de Senadores, las circunscripciones senatoriales y la
forma de su elección.

Los senadores durarán ocho años en su cargo y se renovarán alternadamente cada


cuatro años, en la forma que determine la ley orgánica constitucional respectiva.

Artículo 50. Para ser elegido senador se requiere ser ciudadano con derecho a sufragio,
haber cursado la enseñanza media o equivalente y tener cumplidos treinta y cinco años
de edad el día de la elección.

Criterio de composición del Senado y circunscripciones

La composición del Senado combina el criterio territorial con el criterio


demográfico. Con la modificación de la ley Nº 20.840 de 2015, de acuerdo al nuevo
sistema electoral, se escogerán 50 senadores, que se eligen combinando un criterio
territorial con un criterio demográfico. El mensaje del ejecutivo señalaba “en el caso del
Senado, el criterio básico es el equilibrio entre los distintos territorios.” Agrega el mensaje
que al criterio territorial se suma un criterio demográfico “el criterio del equilibrio
territorial no obsta a que, en el Senado, se consulte –de manera complementaria- una
mayor representación relativa para las zonas más pobladas.”

110
El Senado se renueva alternativamente según el número de regiones, sean pares
o impares. En 2017, se eligieron los senadores de las regiones impares. Como las regiones
pares se renovaron en 2013, esos escaños se renovarán recién en 2021 y quienes los
ocupan podrán mantenerse en el cargo hasta marzo de 2022.

El Senado mantuvo 38 integrantes hasta 2018. En las elecciones parlamentarias


de 2017 se renovó la mitad de la cámara alta.

Cada región se constituirá en una circunscripción con la siguiente integración:

Región de Arica y Parinacota: elige dos senadores.

Región de Tarapacá: elige dos senadores.

Región de Antofagasta: elige tres senadores.

Región de Atacama: elige dos senadores.

Región de Coquimbo: elige tres senadores.

Región de Valparaíso: elige cinco senadores.

Región Metropolitana de Santiago: elige cinco senadores.

Región de O´Higgins: elige tres senadores.

Región del Maule: elige cinco senadores.

Región del Bío Bío: elige cinco senadores (hasta la próxima elección senatorial).

Región de La Araucanía: elige cinco senadores.

Región de Los Ríos: elige tres senadores.

Región de Los Lagos: elige tres senadores.

Región de Aisén: elige dos senadores.

Región de Magallanes y de la Antártica Chilena: elige dos senadores.

Con la creación de la Región de Ñuble, que se concretó l 6 de septiembre de 2018,


se constituye la respectiva circunscripción senatorial. En las elecciones de 2021, elige dos

111
senadores. La Región del Bío Bío, para los comicios de 2021 no elige cinco senadores, sino
que tres.53

Requisitos para ser elegido Senador

i. Ser ciudadano con derecho a sufragio.

ii. Tener 35 años de edad o más.

iii. Haber cursado la educación media o equivalente.

Duración en el cargo

Los Senadores ejercen sus cargos por un período de ocho años. Sin embargo, el
Senado se renueva en parcialidades cada cuatro años, correspondiéndoles en una ocasión
a los Senadores de las regiones impares y en otra, a los Senadores de las regiones pares.

3. Prerrogativas parlamentarias y otras instituciones comunes a diputados


y senadores

Los parlamentarios gozan de ciertos mecanismos de protección que la


Constitución les concede, con el objeto de asegurar su completa libertad de acción y la
independencia del Congreso. Estos son el fuero, la dieta y la inviolabilidad parlamentaria.

Artículo 61. Los diputados y senadores sólo son inviolables por las opiniones que
manifiesten y los votos que emitan en el desempeño de sus cargos, en sesiones de sala
o de comisión.

Ningún diputado o senador, desde el día de su elección o desde su juramento,


según el caso, puede ser acusado o privado de su libertad, salvo el caso de delito
flagrante, si el Tribunal de Alzada de la jurisdicción respectiva, en pleno, no autoriza
previamente la acusación declarando haber lugar a formación de causa. De esta
resolución podrá apelarse para ante la Corte Suprema.

53 Biblioteca del Congreso Nacional https://www.bcn.cl/leyfacil/recurso/nuevo-sistema-electoral-para-


elecciones-parlamentarias-(fin-del-sistema-binominal)

112
En caso de ser arrestado algún diputado o senador por delito flagrante, será
puesto inmediatamente a disposición del Tribunal de Alzada respectivo, con la
información sumaria correspondiente. El Tribunal procederá, entonces, conforme a lo
dispuesto en el inciso anterior.

Desde el momento en que se declare, por resolución firme, haber lugar a


formación de causa, queda el diputado o senador imputado suspendido de su cargo y
sujeto al juez competente.

Artículo 62.- Los diputados y senadores percibirán como única renta una dieta
equivalente a la remuneración de un Ministro de Estado incluidas todas las asignaciones
que a éstos correspondan.

3.1. Fuero parlamentario

El fuero parlamentario es un beneficio de índole procesal que permite que un


Diputado o Senador, desde el día de su elección, designación o incorporación, no pueda
ser procesado o privado instantáneamente de su libertad, sin que antes exista un
pronunciamiento de la Corte de Apelaciones respectiva, a menos que se trate de un delito
flagrante.

Si un parlamentario es desaforado queda suspendido de su cargo y sujeto al juez


competente como cualquier otro ciudadano. Esta institución tiene como propósito evitar
la alteración de la composición de las cámaras mediante una simple acción judicial.

Complementar con video sobre Fuero Parlamentario

https://www.youtube.com/watch?v=rJPI45-
hA6k&index=37&list=PLiM1Z2DRIWDPTLCXaE4GaGgMaW7ftdCg0

113
3.2. Inviolabilidad parlamentaria

La inviolabilidad parlamentaria es una excepción al principio de igualdad ante la


ley que hace que los Senadores y Diputados sean inviolables por las opiniones y votos que
emiten tanto en las sesiones de sala como en las comisiones, resguardando de esa manera
la libertad de expresión en los cuerpos legislativos.

El parlamentario sólo es inviolable por los dichos en sesiones de sala o comisión,


de modo que otras actuaciones en otros momentos quedan fuera de la prerrogativa.

3.4. Dieta parlamentaria

Constituye la remuneración que los Senadores y Diputado perciben


mensualmente, que es equivalente al sueldo de un Ministro de Estado, incluidas todas las
asignaciones que a éstos corresponden.

Se introdujo con el avance de la democracia para permitir la participación en las


cámaras de personas que no disfrutan de una posición patrimonial cómoda, y para
compensar la consagración de tiempo y esfuerzo a la actividad parlamentaria.

3. 5. Normas comunes a la elección de diputados y senadores

Conforme al artículo 51 de la Constitución las elecciones de diputados y senadores


se efectúan conjuntamente.

La misma disposición establece la posibilidad de reelección de los parlamentarios,


sin límite de periodos.

3. 6. Vacancia

En caso de vacancia del cargo de diputado o senador, para proveer al cargo debe
distinguirse según la situación del parlamentario que produjo la vacante:

114
Si al momento de ser elegido el parlamentario que produjo la vacante militaba en
un partido político, la vacante se provee con el ciudadano que señale el respectivo partido
político.
Si el parlamentario hubiere sido elegido como independiente, hay que distinguir
si integraba o no una lista en conjunto con un partido político.
Si no la integraba, no será reemplazado.
Si postuló en lista en conjunto con uno o más partido político, será reemplazado
por el ciudadano que indique el partido político que el parlamentario, al presentar su
declaración de candidatura, hubiese indicado.

El reemplazante deberá reunir los requisitos para ser elegido diputado o senador,
y ejercerá sus funciones por el término que faltaba a quien originó la vacante.

En ningún caso procederán elecciones complementarias.

3.7. Incompatibilidades

Están establecidas en los artículos 57 y siguientes. Los cargos de Senador y


Diputado son incompatibles entre sí y con todo empleo o comisión remunerada con
fondos del Fisco, de las municipalidades, de las entidades fiscales autónomas, semifiscales
o de las empresas del Estado o en las que este tenga intervención.

Los parlamentarios pueden asumir tales empleos solo transcurridos seis meses
desde el término de su mandato. Se exceptúan los empleos relativos a la docencia.

3.8. Cesación en el cargo

La cesación del cargo de parlamentario se encuentra regulada en artículo 60 de la


Constitución Política. Las causas por las que un congresista puede cesar en su cargo son
numerosas. Entre ellas figuran las siguientes:
- Celebrar contratos con el Estado, actuar en juicios contra el Fisco o como director de
banco o de alguna sociedad anónima.

115
- Ausentarse del país por más de 30 días sin permiso de la cámara a que pertenezca.
- Ejercitar cualquier influencia ante las autoridades administrativas o judiciales a favor
o en representación del empleador o de los trabajadores en negociaciones o
conflictos laborales.
- Intervenir en actividades estudiantiles, con el objeto de atentar contra el normal
desenvolvimiento de este tipo de actividades.
- Actuar como abogado en cualquier juicio.
- Incitar de palabra o por escrito a la alteración del orden público.
- Comprometer gravemente el honor o la seguridad de la nación.
- Infringir gravemente las normas sobre transparencia, límite y control del gasto
electoral.

Corresponde al Tribunal Constitucional pronunciarse sobre las inhabilidades,


incompatibilidades y causales de cesación en el cargo de los parlamentarios, conforme al
artículo 93 N° 14.

4. Atribuciones del Congreso Nacional

Debe distinguirse entre las funciones que corresponden al Congreso Pleno de


aquellas que se encuentran radicadas en ambas cámaras.

4. 1. Funciones del Congreso Pleno

i. Presenciar la cuenta anual del Presidente de la República. Art. 24.

ii. Tomar conocimiento de la proclamación del Presidente electo y ser testigo del
juramento o promesa que el Presidente electo realiza para convertirse en
Presidente de la República. Art. 27.

iii. Elección del Presidente de la República en caso de vacancia y que falten más de dos
años para la próxima elección. Art. 29.

No son demasiado relevantes.

116
4. 2. Funciones del Congreso Nacional radicadas en ambas cámaras

Las atribuciones exclusivas del Congreso Nacional, de acuerdo a lo dispuesto en el


artículo 54 de la Constitución, son:

i. Participar en el proceso de formación de las leyes.

ii. Aprobar o desechar los tratados internacionales que le presente el Presidente de la


República antes de su ratificación, sirviéndose para ello de las normas
constitucionales que regulan el proceso de formación de las leyes. Art. 54 Nº1.

iii. Pronunciarse, cuando corresponda, respecto de los estados de excepción


constitucional, en la forma prescrita por el inciso segundo del artículo 40 de la
Constitución. Art. 54 Nº 2.

5. Atribuciones exclusivas de la Cámara de Diputados

La Cámara de Diputados tiene como objetivo legislar en conjunto con el Senado y


el Presidente de la República. Además tiene una importante función fiscalizadora del
gobierno.

El art. 52 señala sus atribuciones exclusivas:

i. Fiscalizar los actos de gobierno


Artículo 52.- Son atribuciones exclusivas de la Cámara de Diputados:

1) Fiscalizar los actos del Gobierno. Para ejercer esta atribución la Cámara puede:

a) Adoptar acuerdos o sugerir observaciones, con el voto de la mayoría de los diputados


presentes, los que se transmitirán por escrito al Presidente de la República, quien deberá
dar respuesta fundada por medio del Ministro de Estado que corresponda, dentro de
treinta días.

Sin perjuicio de lo anterior, cualquier diputado, con el voto favorable de un tercio de


los miembros presentes de la Cámara, podrá solicitar determinados antecedentes al
Gobierno. El Presidente de la República contestará fundadamente por intermedio del
Ministro de Estado que corresponda, dentro del mismo plazo señalado en el párrafo
anterior.

117
En ningún caso los acuerdos, observaciones o solicitudes de antecedentes afectarán
la responsabilidad política de los Ministros de Estado;

b) Citar a un Ministro de Estado, a petición de a lo menos un tercio de los diputados en


ejercicio, a fin de formularle preguntas en relación con materias vinculadas al ejercicio de
su cargo. Con todo, un mismo Ministro no podrá ser citado para este efecto más de tres
veces dentro de un año calendario, sin previo acuerdo de la mayoría absoluta de los
diputados en ejercicio.

La asistencia del Ministro será obligatoria y deberá responder a las preguntas y


consultas que motiven su citación, y

c) Crear comisiones especiales investigadoras a petición de a lo menos dos quintos de los


diputados en ejercicio, con el objeto de reunir informaciones relativas a determinados
actos del Gobierno.

Las comisiones investigadoras, a petición de un tercio de sus miembros, podrán


despachar citaciones y solicitar antecedentes. Los Ministros de Estado, los demás
funcionarios de la Administración y el personal de las empresas del Estado o de aquéllas
en que éste tenga participación mayoritaria, que sean citados por estas comisiones,
estarán obligados a comparecer y a suministrar los antecedentes y las informaciones que
se les soliciten.

No obstante, los Ministros de Estado no podrán ser citados más de tres veces a una
misma comisión investigadora, sin previo acuerdo de la mayoría absoluta de sus
miembros.

La ley orgánica constitucional del Congreso Nacional regulará el funcionamiento y las


atribuciones de las comisiones investigadoras y la forma de proteger los derechos de las
personas citadas o mencionadas en ellas.

Concepto de función fiscalizadora de la Cámara de Diputados

Esta fiscalización es un control de carácter político, que utiliza criterios de mérito y


prudencia y que no acarrea consecuencias jurídicas sino políticas. De la fiscalización no se
siguen sanciones ni se establece responsabilidad política.

En un régimen presidencial, la fiscalización parlamentaria no afecta la


responsabilidad de los ministros, quienes continúan en sus funciones mientras cuenten

118
con la confianza del Presidente de la República. Tampoco implica participación
parlamentaria en la Administración o en el Gobierno del Estado.

Titular de la función fiscalizadora

El titular de la función fiscalizadora es la Cámara de Diputados, no el Congreso


Nacional.

El art. 53 dispone expresamente que el Senado, sus comisiones y sus demás


órganos, incluidos los comités parlamentarios si los hubiere, no podrán fiscalizar los actos
del Gobierno ni de las entidades que de él dependan, ni adoptar acuerdos que único
impliquen fiscalización.

Objeto de la fiscalización: los actos de gobierno

En cuanto al alcance de la expresión actos de gobierno, la función fiscalizadora de


la Cámara de diputados se ejerce respecto de los actos de gobierno. Se ha entendido la
expresión actos de gobierno en un sentido amplio, como las actuaciones del Ejecutivo
tanto en ejercicio de su función de gobierno propiamente tal como en su función de
Administración del Estado.

La Cámara de Diputados no puede pretender fiscalizar a otro poder, como el Poder


Judicial o a otro órgano con autonomía constitucional.

Mecanismos para ejercer la fiscalización

Estos son (i) adoptar acuerdos o sugerir observaciones al Presidente de la


República por medio del Ministro que corresponda; (ii) citar a un ministro para formularle
preguntas en relación con materias vinculadas al ejercicio de su cargo; y (iii) crear
comisiones investigadoras con el fin de reunir informaciones relativas a determinados
actos del Gobierno.

119
i. Declarar si han o no lugar las acusaciones constitucionales que se presenten en
relación con determinadas autoridades
Artículo 52.- Son atribuciones exclusivas de la Cámara de Diputados:

2) Declarar si han o no lugar las acusaciones que no menos de diez ni más de veinte de
sus miembros formulen en contra de las siguientes personas:

a) Del Presidente de la República, por actos de su administración que hayan


comprometido gravemente el honor o la seguridad de la Nación, o infringido
abiertamente la Constitución o las leyes. Esta acusación podrá interponerse mientras el
Presidente esté en funciones y en los seis meses siguientes a su expiración en el cargo.
Durante este último tiempo no podrá ausentarse de la República sin acuerdo de la
Cámara;

b) De los Ministros de Estado, por haber comprometido gravemente el honor o la


seguridad de la Nación, por infringir la Constitución o las leyes o haber dejado éstas sin
ejecución, y por los delitos de traición, concusión, malversación de fondos públicos y
soborno;

c) De los magistrados de los tribunales superiores de justicia y del Contralor General de


la República, por notable abandono de sus deberes;

d) De los generales o almirantes de las instituciones pertenecientes a las Fuerzas de la


Defensa Nacional, por haber comprometido gravemente el honor o la seguridad de la
Nación, y

e) De los delegados presidenciales regionales, delegados presidenciales provinciales y de


la autoridad ejerza el Gobierno en los territorios especiales a que se refiere el artículo
126 bis, por infracción de la Constitución y por los delitos de traición, sedición,
malversación de fondos públicos y concusión.

La acusación se tramitará en conformidad a la ley orgánica constitucional relativa al


Congreso.

Las acusaciones referidas en las letras b), c), d) y e) podrán interponerse mientras el
afectado esté en funciones o en los tres meses siguientes a la expiración en su cargo.
Interpuesta la acusación, el afectado no podrá ausentarse del país sin permiso de la
Cámara y no podrá hacerlo en caso alguno si la acusación ya estuviere aprobada por ella.

Para declarar que ha lugar la acusación en contra del Presidente de la República o de un


gobernador regional se necesitará el voto de la mayoría de los diputados en ejercicio.

120
En los demás casos se requerirá el de la mayoría de los diputados presentes y el acusado
quedará suspendido en sus funciones desde el momento en que la Cámara declare que
ha lugar la acusación. La suspensión cesará si el Senado desestimare la acusación o si no
se pronunciare dentro de los treinta días siguientes.

De acuerdo a Nogueira la acusación constitucional es “aquel juicio jurídico y


político que se concreta contra autoridades o altos funcionarios del Estado por actos
propios del cargo que desempeñan. La acusación constitucional hace efectiva una
responsabilidad propia de la concepción del Estado de Derecho, donde quien ejerce una
potestad pública es responsable de encausarla dentro del marco constitucional y legal,
respondiendo por las infracciones concretadas, las que cada Carta Fundamental
determina expresamente”54

Esta institución es la recepción chilena de la institución del impeachment o juicio


político. Zúñiga55 enseña que la acusación se configura como un instituto de garantía de
la Constitución, que permite hacer efectivo el principio de responsabilidad constitucional
de funcionarios designados en el artículo 52 Nº 2 de la Carta. El procedimiento de la
acusación se regula por la Ley Orgánica Constitucional de Congreso Nacional.

La acusación en juicio político adopta la forma de un procedimiento con dos fases.

La primera es la fase propiamente de acusación en la Cámara de Diputados que de


admitir el libelo acusatorio y sus antecedentes "encausa" al funcionario o magistrado
acusable, el que queda suspendido en el desempeño de la función pública de que se trate;
con excepción del Presidente de la República.

La segunda fase es propiamente de juicio político en el Senado, que resolviendo


como jurado, declara la culpabilidad del acusado por un ilícito constitucional (delito,

54 Nogueira, Humberto (2013) Consideraciones sobre la acusación constitucional en la Carta Fundamental


vigente (Santiago, Editorial Jurídica)
55 Zúñiga Urbina, Francisco (2006) Responsabilidad Constitucional del Gobierno, Revista Ius et Praxis, 12

(2): 43 - 74

121
infracción o abuso de poder) determinado (art. 53 Nº 1 C.P.R.), quedando el funcionario
o magistrado destituido del cargo e inhabilitado para desempeñar la función pública, de
origen jerárquico o electiva por el término de cinco años; y sólo podrá ser indultado por
el Congreso (artículo 32 Nº 14 C.P.R.). El quórum, para admitir la acusación en contra del
Presidente de la República es de mayoría de diputados en ejercicio y para la declaración
de culpabilidad en juicio político es de dos tercios de senadores en ejercicio.

Las acusaciones podrán interponerse mientras el funcionario esté en funciones o


en los tres meses siguientes a la expiración en su cargo, término que se prolonga hasta
seis meses cuando se trate del Presidente de la República (art. 52 Nº2 C.P.R.).

Interpuesta la acusación, el afectado queda arraigado, es decir, no podrá


ausentarse del territorio nacional sin permiso de la Cámara de Diputados, y aprobada la
acusación no podrá hacerlo en caso alguno.

AUTORIDAD CAUSALES QUÓRUM OPORTUNIDAD


Podrá interponerse
Por actos de su administración que
mientras esté en
hayan comprometido gravemente
funciones y en los
Presidente de la el honor o la seguridad de la
seis meses
República Nación
siguientes a su
Por haber infringido abiertamente
expiración en el
la Constitución o las leyes
Mayoría cargo.
- Delegados de
presidenciales diputados
Mientras el
regionales en
afectado esté en
- Delegados Infracción de la Constitución ejercicio
funciones o en los
presidenciales Delitos de traición, sedición,
tres meses
provinciales malversación de fondos públicos y
siguientes a la
- Autoridad que concusión
expiración en su
ejerza Gobierno
cargo.
territorios
especiales art.126

122
Haber comprometido gravemente
el honor o la seguridad de la
Nación
Ministros de Infringir la Constitución o las leyes
Estado o haber dejado éstas sin ejecución
Delitos de traición, concusión,
malversación de fondos públicos y Mayoría
soborno de los
Magistrados diputados
tribunales en
Notable abandono de sus deberes
superiores de ejercicio
justicia (CS y CAp)
Contralor General
Notable abandono de sus deberes
de la República
Haber comprometido gravemente
Generales o
el honor o la seguridad de la
Almirantes FFAA
Nación

De aprobarse con la mayoría requerida la acusación, se nombra una comisión de


tres diputados para que prosiga la acusación ante el Senado.

6. Atribuciones exclusivas del Senado

Al Igual que la Cámara de Diputados, esta corporación cumple con la función


legislativa. Asimismo, tiene atribuciones exclusivas, las que se contemplan en el artículo
53 de la Constitución.

a. Conocer las acusaciones constitucionales entabladas por la Cámara de Diputados

Artículo 53.- Son atribuciones exclusivas del Senado:


1) Conocer de las acusaciones que la Cámara de Diputados entable con arreglo al artículo
anterior.
El Senado resolverá como jurado y se limitará a declarar si el acusado es o no
culpable del delito, infracción o abuso de poder que se le imputa.

123
La declaración de culpabilidad deberá ser pronunciada por los dos tercios de los
senadores en ejercicio cuando se trate de una acusación en contra del Presidente de la
República o de un gobernador regional, y por la mayoría de los senadores en ejercicio en
los demás casos.
Por la declaración de culpabilidad queda el acusado destituido de su cargo, y no
podrá desempeñar ninguna función pública, sea o no de elección popular, por el término
de cinco años.
El funcionario declarado culpable será juzgado de acuerdo a las leyes por el tribunal
competente, tanto para la aplicación de la pena señalada al delito, si lo hubiere, cuanto
para hacer efectiva la responsabilidad civil por los daños y perjuicios causados al Estado
o a particulares;

Conoce como jurado, esto quiere decir que conoce con criterios de hecho, no con
criterios jurídicos. En el fallo el Senado se limita a señalar si es culpable o no de la
imputación que se hace.

Los efectos de la declaración de culpabilidad son:

- Se destituye de su cargo a la autoridad acusada.

- La persona queda inhabilitada para desempeñar funciones públicas, sean o no de


elección popular, por el termino de cinco años.

- La destitución no agota todas las responsabilidades de la autoridad cuestionada.

b. Resolver sobre el fuero civil de los Ministros de Estado

Artículo 53.- Son atribuciones exclusivas del Senado:


2) Decidir si ha o no lugar la admisión de las acciones judiciales que cualquier persona
pretenda iniciar en contra de algún Ministro de Estado, con motivo de los perjuicios que
pueda haber sufrido injustamente por acto de éste en el desempeño de su cargo;

124
c. Otorgar la rehabilitación de la ciudadanía en el caso haberla perdido por condena por
delitos que la ley califique como conducta terrorista y los relativos al tráfico de
estupefacientes y que hubieren merecido, además, pena aflictiva.

d. Prestar o negar su consentimiento a los actos del Presidente de la República en los casos
en que la Constitución o la ley lo requieran.

e. Otorgar su acuerdo para que el Presidente de la República pueda ausentarse del país
por más de 30 días, o a contar del día de la elección presidencial (el tercer domingo de
noviembre del año anterior a aquel en que deba cesar en su cargo el que esté en
funciones).

f. Conocer de las contiendas de competencia entre autoridades políticas o administrativas


y los tribunales superiores de justicia

g. Declarar la inhabilidad del Presidente y admitir o desechar su dimisión

Artículo 53.- Son atribuciones exclusivas del Senado:


7) Declarar la inhabilidad del Presidente de la República o del Presidente electo cuando un
impedimento físico o mental lo inhabilite para el ejercicio de sus funciones; y declarar
asimismo, cuando el Presidente de la República haga dimisión de su cargo, si los motivos
que la originan son o no fundados y, en consecuencia, admitirla o desecharla. En ambos
casos deberá oír previamente al Tribunal Constitucional

125
h. Aprobar, por la mayoría de sus miembros en ejercicio, la declaración
inconstitucionalidad del Tribunal Constitucional de organizaciones o partidos políticos,
cuando ella afecta al Presidente de la República o al Presidente electo.

i. Aprobar, en sesión especialmente convocada al efecto y con el voto conforme de los dos
tercios de los senadores en ejercicio, la designación de los ministros y fiscales judiciales de
la Corte Suprema y del Fiscal Nacional del Ministerio Público.

Artículo 53.- Son atribuciones exclusivas del Senado:


9) Aprobar, en sesión especialmente convocada al efecto y con el voto conforme de los dos
tercios de los senadores en ejercicio, la designación de los ministros y único fiscales
judiciales de la Corte Suprema y del Fiscal Nacional, y

j. Dar su dictamen al Presidente de la República en los casos que éste lo solicite.

Además, el Senado tiene las siguientes atribuciones adicionales:

k. Participa en la elección de cuatro ministros del Tribunal Constitucional

Dos son nombrados directamente por el Senado y dos son previamente propuestos
por la Cámara de Diputados para su aprobación o rechazo por el Senado. Los
nombramientos, o la propuesta, en su caso, requieren para su aprobación del voto
favorable de los dos tercios de los senadores o diputados en ejercicio, según corresponda
(artículo 92, letra b).

m. Presta su acuerdo al nombramiento del Contralor General de la República, el cual es


designado por el Presidente de la República con acuerdo del Senado adoptado por tres
quintos de sus miembros en ejercicio Art. 98.

n. Su Presidente participa en el Consejo de Seguridad Nacional. Art. 106.

126
7. Proceso de formación de la ley

Complementar esta materia con el video ¿Cómo se hace una ley?


https://www.youtube.com/watch?v=1MGzEa_fN88

7.1. Iniciativa

Conforme al Art. 65, las leyes pueden tener dos orígenes: “en la Cámara de
Diputados o en el Senado, por mensaje que dirija el Presidente de la República o por
moción de cualquiera de sus miembros”.

La iniciativa de una ley es la facultad de presentar un proyecto a tramitación


legislativa. Los proyectos de ley pueden comenzar por iniciativa del Presidente de la
República o por un grupo de parlamentarios.

Así, el Presidente de la República puede enviar un proyecto al Congreso Nacional


para su discusión. Este es el llamado “mensaje” o “mensaje presidencial”. También, puede
ser generado por los propios parlamentarios, caso en el cual recibe el nombre de
“moción”. Esta última no puede ser firmada por más de diez Diputados ni más de cinco
Senadores.

El Presidente de la República está facultado para iniciar proyectos de ley que


versen sobre cualquier tipo de materia. Algunas materias están reservadas a la iniciativa
exclusiva del Presidente de la República. En estas materias los parlamentarios tienen
vedado presentar cualquier moción o formular indicaciones a los proyectos en trámite.

127
7.2. Cámara de origen

Conforme al Art. 65, las leyes pueden tener dos orígenes: “en la Cámara de
Diputados o en el Senado, por mensaje que dirija el Presidente de la República o por
moción de cualquiera de sus miembros”.

Se denomina cámara de origen a la rama del Congreso Nacional en que se inicia el


trámite legislativo de un proyecto de ley. Los proyectos de ley pueden tener su origen en
la Cámara de Diputados o en el Senado.

128
Sin embargo, existen proyectos que deben necesariamente ingresar por la Cámara
o por el Senado, según corresponda. Deben ingresar por la Cámara, los proyectos sobre
tributos, cualquiera sea la naturaleza de éstos; los que versen sobre reclutamiento; y los
que se refieran a los presupuestos de la Administración Pública. En cambio, deben
ingresar por el Senado los proyectos sobre amnistía y sobre indultos generales.

7.3. Dominio legal y materias de iniciativa exclusiva

El artículo 63 establece un dominio legal restringido, al señalar que “sólo son


materias de ley” las que se enumeran. No obstante, el numeral 20 de dicha disposición
abre dicha enumeración a “toda otra norma de carácter general y obligatoria que
estatuya las bases esenciales de un ordenamiento jurídico.”

La determinación de la extensión del dominio legal, es decir, que materias son


reservadas a la regulación por ley, tiene importancia porque determina a su vez la
extensión de la potestad reglamentaria autónoma del Presidente de la República.

Las materias que se reservan a la ley son, de acuerdo al artículo 63, las siguientes:

i. Las que en virtud de la Constitución deben ser objeto de leyes orgánicas


constitucionales. Por ejemplo, la organización de los tribunales de justicia, del
Congreso Nacional, o los partidos políticos.

ii. Las que la Constitución exija que sean reguladas por una ley. Por ejemplo, la
nacionalidad.

iii. Las que son objeto de codificación, sea civil, comercial, procesal, penal u otra;

iv. Las materias básicas relativas al régimen jurídico laboral, sindical, previsional y de
seguridad social.

v. Las que regulen honores públicos a los grandes servidores.

vi. Las que modifiquen la forma o características de los emblemas nacionales.

129
vii. Las que autoricen al Estado, a sus organismos y a las municipalidades, para contratar
empréstitos, los que deberán estar destinados a financiar proyectos específicos.

viii. Las que autoricen la celebración de cualquier clase de operaciones que puedan
comprometer en forma directa o indirecta el crédito o la responsabilidad financiera
del Estado, sus organismos y de las municipalidades.

ix. Las que fijen las normas con arreglo a las cuales las empresas del Estado y aquellas
en que éste tenga participación puedan contratar empréstitos, los que en ningún
caso, podrán efectuarse con el Estado, sus organismos o empresas.

x. Las que fijen las normas sobre enajenación de bienes del Estado o de las
municipalidades y sobre su arrendamiento o concesión.

xi. Las que establezcan o modifiquen la división política y administrativa del país.

xii. Las que señalen el valor, tipo y denominación de las monedas y el sistema de pesos y
medidas.

xiii. Las que fijen las fuerzas de aire, mar y tierra que han de mantenerse en pie en tiempo
de paz o de guerra, y las normas para permitir la entrada de tropas extranjeras en el
territorio de la República, como, asimismo, la salida de tropas nacionales fuera de él.

xiv. Las demás que la Constitución señale como leyes de iniciativa exclusiva del
Presidente de la República.

xv. Las que autoricen la declaración de guerra, a propuesta del Presidente de la


República.

xvi. Las que concedan indultos generales y amnistías.

xvii. Las que fijen las normas generales con arreglo a las cuales debe ejercerse la facultad
del Presidente de la República para conceder indultos particulares y pensiones de
gracia.

130
xviii. Las que señalen la ciudad en que debe residir el Presidente de la República, celebrar
sus sesiones el Congreso Nacional y funcionar la Corte Suprema y el Tribunal
Constitucional.

xix. Las que fijen las bases de los procedimientos que rigen los actos de la administración
pública.

xx. Las que regulen el funcionamiento de loterías, hipódromos y apuestas en general.

xxi. Toda otra norma de carácter general y obligatorio que estatuya las bases esenciales
de un ordenamiento jurídico.

Materias de iniciativa exclusiva del Presidente de la República

Son materias de iniciativa exclusiva del Presidente de la República, conforme al


artículo 65, las siguientes:

i. La alteración de la división política o administrativa del país.

ii. La administración financiera o presupuestaria del Estado

iii. Imponer, suprimir, reducir o condonar tributos de cualquier clase o naturaleza,


establecer exenciones o modificar las existentes, y determinar su forma,
proporcionalidad o progresión.

iv. Crear nuevos servicios públicos o empleos rentados, sean fiscales, semifiscales,
autónomos o de las empresas del Estado; suprimirlos y determinar sus funciones o
atribuciones.

v. Contratar empréstitos o celebrar cualquiera otra clase de operaciones que puedan


comprometer el crédito o la responsabilidad financiera del Estado.

vi. Fijar, modificar, conceder o aumentar remuneraciones, jubilaciones, pensiones,


montepíos, rentas y cualquiera otra clase de emolumentos, préstamos o beneficios
al personal en servicio o en retiro y a los beneficiarios de montepío, en su caso, de la
Administración Pública.

131
vii. Fijar el sueldo mínimo del sector privado, aumentar obligatoriamente sus
remuneraciones y demás beneficios económicos o alterar las bases que sirvan para
determinarlos.

viii. Establecer las modalidades y procedimientos de la negociación colectiva y


determinar los casos en que no se podrá negociar.

ix. Establecer o modificar las normas sobre seguridad social o que incidan en ella, tanto
del sector público como del sector privado.

7.4. Discusión de la ley

La tramitación de un proyecto de ley puede iniciarse tanto en la Cámara de


Diputados como en el Senado. La primera que estudia el proyecto recibe el nombre de
Cámara de Origen, en tanto la otra pasa a constituirse como la Cámara Revisora.

La Constitución dispone que, en algunas materias, las leyes solo pueden tener su
origen en la Cámara de Diputados y otras solo en el Senado. En tales casos, el Presidente
de la República deberá enviar su mensaje a la Cámara correspondiente, si se trata de una
materia de su iniciativa exclusiva. En el caso de las mociones parlamentarias ellas se
deben presentar en la cámara a la que pertenezca su autor.

132
Esquema de los pasos que sigue la formación de la ley56

56 Fuente: https://media.mineduc.cl/wp-content/uploads/sites/28/2016/10/05-Materias-y-

formacion-de-la-Ley-Web.pdf

133
Primer trámite constitucional: Discusión en la cámara de origen

Se llama así al proceso legislativo que transcurre en la cámara de origen

Presentado un proyecto en la cámara respectiva, ésta puede adoptar dos


actitudes: aprobar en general o en particular el proyecto, o desechar en general el
proyecto.

La aprobación en general de un proyecto implica la discusión de las ideas matrices


del mismo. La discusión en particular de un proyecto es el análisis pormenorizado de sus
disposiciones.

Al inicio de cada sesión de sala, se da cuenta del ingreso de los proyectos que ha
sido presentado por el Presidente de la República o por los parlamentarios. Luego, a
proposición del Presidente de la Corporación respectiva, la sala envía a una o más
comisiones el proyecto para que sea analizado en sus aspectos generales por
parlamentarios especializados en la materia, o que exista acuerdo unánime de la sala para
omitir este trámite, salvo que se trate de un proyecto de ley que deba ser analizado por
la comisión de hacienda del Senado o de la Cámara de Diputados.

Una vez estudiado el proyecto en forma general, la comisión informa de sus


conclusiones a la Cámara, la cual discute y decide si aprueba o rechaza la idea de legislar
sobre él. Este trámite reglamentario se conoce como discusión general, cuyo objetivo es
aceptar o desechar en su totalidad el proyecto de ley, considerando sus ideas
fundamentales y admitir a discusión las enmiendas o indicaciones que se presenten sobre
el proyecto, por el Presidente de la República y los parlamentarios. En caso de que no se
hayan presentado indicaciones, el proyecto se entiende aprobado sin necesidad de hacer
la siguiente discusión.

Si junto con la aprobación en general del proyecto se han presentado indicaciones


el proyecto de ley es enviado nuevamente a la comisión correspondiente para que lo
estudie en sus aspectos particulares e incluya en el análisis los cambios propuestos.
Estudiado el proyecto en detalle, se elabora un segundo informe que es entregado a la

134
Cámara. Con este informe, se procede a la discusión particular, cuyo objetivo es examinar,
artículo por artículo, los acuerdos contenidos en el segundo informe de la comisión,
resolviendo sobre las enmiendas introducidas.

Cuando un proyecto es desechado en su totalidad durante su discusión general en


la Cámara de Origen su tramitación no continúa, y no puede volver a presentarse hasta
dentro de un año. Si el proyecto rechazado fuese de iniciativa del Presidente de la
República, éste puede solicitar que el Mensaje pase a la otra Cámara. En esta, requerirá
de la aprobación de dos tercios de sus miembros presentes. De aprobarse por ese
quórum, retornará a la Cámara de Origen, donde sólo podrá volver a ser desechado con
el voto de los dos tercios de sus miembros presentes.

Si el proyecto se aprueba en la discusión particular, según el quórum requerido


por la Constitución Política, va al segundo trámite legislativo ante la otra cámara del
Congreso para su estudio y aprobación.

Segundo trámite constitucional: Discusión en la Cámara revisora

Corresponde a la fase de tramitación legislativa que tiene lugar en la cámara


revisora.

Aprobado el proyecto en la Cámara de Origen, pasa a la Cámara Revisora (que será


el Senado en caso de ser un proyecto de la Cámara de Diputados, y viceversa), la que
procede de la misma manera que en el primer Trámite Constitucional. La Cámara Revisora
estudia el proyecto en comisiones, y se vota en sala, tanto en forma general, como
particular, revisando todo el articulado del proyecto. Ella puede aprobar, modificar o
rechazar el proyecto de ley proveniente de la Cámara de Origen. Si el proyecto se aprueba
en su totalidad en iguales términos por la Cámara Revisora, se envía al Presidente de la
República quien, si también lo aprueba, firmará el proyecto para que se convierta en ley,
disponiendo su promulgación. La nueva ley entrará en vigencia al publicarse en el Diario
Oficial, salvo que el mismo texto indique otra fecha de entrada en vigor.

135
Si la Cámara Revisora modifica el proyecto, ya sea que se trate de adiciones,
modificaciones o enmiendas, este es devuelto a la Cámara de Origen para la consideración
de estas modificaciones, con miras a que se aprueben los cambios. Si se aprueban, el
proyecto se envía al Presidente de la República para su promulgación. Si ellos no son
aprobados, ambas cámaras conjuntamente deben generar un texto nuevo, lo que se
revisará al tratar las comisiones mixtas.

Si el proyecto es desechado en su totalidad por la Cámara Revisora debe ser


considerado por una comisión mixta de ambas Cámaras, la cual tendrá como objetivo
proponer una fórmula para resolver el desacuerdo existente.

Tercer trámite constitucional

Corresponde al pronunciamiento de la Cámara de origen, acerca de las


modificaciones introducidas al proyecto de ley por la Cámara revisora, en el Segundo
Trámite Constitucional. El tercer trámite sólo tiene lugar en los casos en que la Cámara
revisora introduce cambios al proyecto despachado en Primer Trámite. Si la Cámara de
origen acepta las modificaciones introducidas en el Segundo Trámite, el proyecto de ley
queda aprobado por el Congreso Nacional y se comunica la aprobación al Presidente de
la República.

Comisiones mixtas: Desacuerdo entre las cámaras

Las comisiones mixtas se crean al no producirse acuerdos entre las Cámaras. La


discordancia entre ellas –que da origen a la comisión mixta- puede darse en dos
situaciones:

1. Cuando el proyecto aprobado en la cámara de origen es rechazado en su totalidad


por la cámara revisora. Art. 70.

En este caso de no haber acuerdo en la Comisión Mixta, o si su propuesta es


rechazada en la Cámara de Origen, esta puede insistir en su proyecto anterior, a

136
petición del Presidente de la República. Esta insistencia requiere de una mayoría de
dos tercios de sus miembros presentes. Si la Cámara de Origen acuerda la insistencia,
el proyecto pasa por segunda vez a la Cámara Revisora, la cual solo podrá reprobarlo
con el voto de los dos tercios de sus miembros presentes. De no lograr este quórum,
el proyecto se da por aprobado y continúa su tramitación

2. Cuando las correcciones o adiciones de la cámara revisora son rechazadas por la


cámara de origen. Art. 71.

En este supuesto, si en la comisión mixta no se produce acuerdo o si alguna de


las cámaras rechaza la propuesta de la Comisión Mixta, el Presidente de la República
puede solicitar a la Cámara de Origen que considere nuevamente el proyecto tal
como venía aprobado por la Cámara Revisora. En caso de que la Cámara de Origen
cambie su decisión y apruebe el proyecto, éste continúa su tramitación. Si la Cámara
de Origen vuelve a rechazar, esta vez necesitando los dos tercios de sus miembros
presentes, las adiciones o modificaciones hechas por la Cámara Revisora, no habrá
ley en las partes rechazadas. Si este rechazo no logra los dos tercios, el proyecto
pasará nuevamente a la Cámara Revisora, la cual para aprobarlo requiere de una
mayoría de dos tercios de sus miembros presentes.

7.5. Trámites posteriores: Intervención del Presidente de la República

Aprobado un proyecto de ley por ambas Cámaras, éste es enviado al Presidente


de la República, para que también lo rechace o lo apruebe. Si lo rechaza, opera el veto. Si
lo aprueba, ordenará su promulgación.

Lo normal será que lo apruebe. Si el Presidente aprueba el contenido del proyecto


de ley despachado por el Congreso Nacional, ordena su promulgación como ley dentro de
los diez días siguientes a que le fuera comunicado.

Si nada dice en un plazo de 30 días desde que recibió el proyecto, se entiende que
lo aprueba, de tal modo se procede a su promulgación como Ley de la República.

137
Veto presidencial

Si el Presidente rechaza en todo o en parte el proyecto que le remitió la Cámara


de origen, dentro de los treinta días siguientes a la remisión puede vetar el proyecto. El
Presidente de la República puede formular vetos (aditivos, sustitutivos o supresivos) u
observaciones. Observado total o parcialmente el proyecto, es devuelto a la Cámara de
origen.

Si las dos Cámaras aprueban las observaciones o veto, el proyecto tiene fuerza de
ley y se devuelve al Presidente de la República para su promulgación.

Insistencia:

Si las dos Cámaras desechan todas o algunas de las observaciones e insisten por
dos tercios de sus miembros presentes en todo o parte del proyecto aprobado por ellas,
se devuelve al Presidente de la República para su promulgación. Si rechazan todas o
algunas de las observaciones y no hay quórum para insistir en el proyecto del Congreso
Nacional, no habrá ley sobre esos puntos.

Si las dos Cámaras rechazan todas o alguna de las observaciones del Presidente, e
insistieren, por los dos tercios de sus miembros presentes, en la totalidad o parte del
proyecto aprobado por ellas, se devolverá el proyecto al Ejecutivo, el que debe
promulgarse como ley.

En caso de que todas o algunas de las observaciones hechas por el Presidente sean
rechazadas por las dos Cámaras, pero no se reuniera el quórum de dos tercios para insistir
en el proyecto previamente aprobado por ella, no habrá ley respecto de los puntos en
que existen discrepancias.

Promulgación

Aprobado el proyecto de ley por el Presidente de la República, dentro de un plazo


de 10 días debe dictar un decreto, que se denomina “decreto promulgatorio”. En este se

138
declara la existencia de la ley, dejando de ser ésta un mero proyecto y se ordena sea
cumplida.

Publicación

Dentro de un plazo de cinco días hábiles desde que queda totalmente tramitado
el decreto promulgatorio, el texto de la ley debe publicarse en el Diario Oficial y desde
ese momento es obligatoria y se presume conocida por todos. Esto, sin perjuicio de que
la propia ley pueda establecer su entrada en vigor en una fecha posterior.

7.6. Urgencias

La tramitación de una ley no está sujeta a un tiempo determinado, por lo tanto su


demora dependerá del grado de dificultad que encuentre en las etapas del proceso de su
formación.

Sin embargo, el Presidente de la República puede hacer presente la urgencia para


el despacho de un proyecto de ley, en uno o en todos sus trámites, en el correspondiente
Mensaje o mediante un oficio dirigido al Presidente de la Cámara respectiva o al Senado
cuando el proyecto estuviese en comisión mixta. Los parlamentarios no tienen atribución
de asignar urgencias a los proyectos de ley.

Estos plazos se denominan urgencias y ellas determinan el orden de la tabla de


discusión. Existen tres tipos:

Simple urgencia: el proyecto debe ser conocido y despachado por la respectiva Cámara
en el plazo de 30 días.

Suma urgencia: el proyecto debe ser conocido y despachado por la respectiva Cámara en
el plazo de 15 días.

Discusión inmediata: el proyecto debe ser conocido y despachado por la respectiva


Cámara en el plazo de seis días.

139
Estos plazos corren desde la sesión de la Cámara correspondiente en que se dé
cuenta del mensaje u oficio que requiere la urgencia a una de las Cámaras.

Se entenderá hecha presente la urgencia y su calificación a las dos Cámaras,


cuando el proyecto se encuentre en trámite de comisión mixta, salvo que el Presidente
de la República circunscriba la urgencia a una de las Cámaras. Si un proyecto está siendo
conocido por una comisión mixta, los plazos de las urgencias se reducen. Así, dichas
comisiones deben informar, en caso de simple urgencia en el plazo de 10 días; en el caso
de suma urgencia cinco días; y, en el caso de discusión inmediata, dos días. Con los
mismos plazos contará cada Cámara para pronunciarse sobre el informe de dicha
comisión.

Como los plazos de las urgencias son breves, el Presidente puede retirar la
urgencia poco antes de vencer y reponerla, renovando el plazo respectivo.

7.7. Intervención del Tribunal Constitucional

El Tribunal Constitucional tiene entre sus atribuciones controlar de manera


obligatoria o a requerimiento de las autoridades que la Constitución señala la
constitucionalidad de los proyectos de ley, previo a que estos se conviertan en leyes de la
República. Este tipo de control de constitucionalidad se denomina control preventivo, que
puede ser obligatorio o facultativo.

El control preventivo obligatorio procede en respecto de las leyes interpretativas


de la Constitución, de las leyes orgánicas constitucionales y de las normas de un tratado
que versen sobre materias propias de leyes orgánicas constitucionales. Con tal fin, una
vez finalizada la tramitación legislativa en el Congreso Nacional, la cámara de origen envía
el proyecto al Tribunal Constitucional. Una vez revisada la constitucionalidad del proyecto
por el Tribunal, si hay normas contrarias a la Constitución, deben eliminarse del texto, y
luego el proyecto se envía a promulgación. Igualmente se envía en el caso de que el
Tribunal determine que todas las normas se ajustan a la Constitución.

140
El control de constitucionalidad que el Tribunal Constitucional realiza por
requerimiento (control preventivo facultativo) procede en los casos que establece el art.
93 N° 3 “Resolver las cuestiones de constitucionalidad que se susciten durante la
tramitación de los proyectos de ley o de reforma constitucional y de los tratados sometidos
a aprobación del Congreso”.

Frente a tal situación, el Tribunal Constitucional sólo puede conocer de la materia


si la solicitud es presentada a requerimiento del Presidente de la República o a
requerimiento de cualquiera de las Cámaras o de una cuarta parte de sus miembros en
ejercicio.

Este requerimiento no suspende la tramitación del proyecto de ley, pero la parte


impugnada no podrá ser promulgada hasta la expiración del plazo referido, salvo en dos
casos: (1) que se trate del proyecto de Ley de Presupuestos; o (2) del proyecto relativo a
la declaración de guerra propuesta por el Presidente de la República.

141
UNIDAD VI: PODER JUDICIAL

1. Generalidades

La Constitución de 1980 trata el Poder Judicial en su Capítulo VI (arts. 76-82), bajo


el título “Poder Judicial”.

2. Principios o bases orgánicas constitucionales

Los principios o bases constitucionales del poder judicial se encuentran regulados


en el Capítulo VI de la Constitución.

El art. 76 explica en qué consiste la principal función que desempeñan los jueces.

Art. 76: “La facultad de conocer de las causas civiles y criminales, de resolverlas y de hacer
ejecutar lo juzgado, pertenece exclusivamente a los tribunales establecidos por la ley. Ni
el Presidente de la República ni el Congreso puede, en caso alguno, ejercer funciones
judiciales, avocarse causas pendientes, revisar los fundamentos o contenido de sus
resoluciones o hacer revivir procesos fenecidos.
Reclamada su intervención en forma legal y en negocios de su competencia, no
podrán excusarse de ejercer su autoridad, ni aun por falta de ley que resuelva la contienda
o asunto sometidos a su decisión.
Para hacer ejecutar sus resoluciones, y practicar o hacer practicar los actos de
instrucción que determine la ley, los tribunales ordinarios de justicia y los especiales que
integran el Poder Judicial, podrán impartir órdenes directas a la fuerza pública o ejercer
los medios de acción conducentes de que dispusieren. Los demás tribunales lo harán en
la forma que la ley determine.
La autoridad requerida deberá cumplir sin más trámite el mandato judicial y no
podrá calificar su fundamento u oportunidad, ni la justicia o legalidad de la resolución que
se trata de ejecutar.”

La jurisdicción es la facultad de conocer las causas civiles y criminales, de


resolverlas y de hacer ejecutar lo juzgado.

142
También se le define como “el poder-deber del Estado realizado por sus órganos
competentes, en virtud del cual, por acto de juicio, se determina el Derecho de las partes,
con el objeto de dirimir sus conflictos y controversias de relevancia jurídica, mediante la
decisión definitiva e inalterable con autoridad de cosa juzgada y posibilidad de
ejecución”.57

Es una facultad exclusiva y excluyente de los tribunales determinados por la ley.


Es exclusiva por el art. 76 inc. 1, y es excluyente, ya que señala que ni el Presidente de la
República ni el Congreso pueden, en caso alguno, ejercer funciones judiciales, abocarse
causas pendientes, revisarlos fundamentos o contenidos de sus resoluciones o hacer
revivir procesos fenecidos.

Tanto el Código Orgánico de Tribunales, como la Constitución misma definen las


funciones propias de los tribunales de justicia y enuncian los principios bajo los cuales
deben desarrollar su labor. De esta forma, el artículo 76 de la Carta Fundamental señala
qué se entiende por jurisdicción (aun cuando existen definiciones doctrinarias más
completas de este concepto), señalando que “La facultad de conocer y resolver las causas
civiles y criminales y de hacer ejecutar lo juzgado, pertenece exclusivamente a los
tribunales de justicia.”

Entre los principios que rigen al Poder judicial, encontramos los siguientes:

Independencia

El artículo 76 en la parte segunda de su primer inciso establece la independencia


del Poder judicial, prohibiendo tanto al Presidente de la República como al Congreso
Nacional intervenir en materias judiciales. Sin perjuicio de las facultades de indulto
particular y general con que cuentan respectivamente.

57GARCÍA PINO, Gonzalo y CONTRERAS VÁSQUEZ, Pablo (2014): “Diccionario Constitucional Chileno”
Cuadernos del Tribunal Constitucional Nº 55, p. 588

143
Inexcusabilidad

El artículo 76 inc. 2º fija la inexcusabilidad de los tribunales, que consiste en que,


una vez “Reclamada su intervención en forma legal y en negocios de su competencia, no
podrán excusarse de ejercer su autoridad, ni aun por falta de ley que resuelva la contienda
o asunto sometidos a su decisión”. Es por ello que, doctrinariamente, algunos autores no
se refieren a la Jurisdicción como una facultad, sino que como un “PODER-DEBER”. Hay
que tener presente que son dos los requisitos para que opere este principio: que se
reclame de forma legal la intervención del tribunal y que sea dentro del ámbito de su
competencia.

Imperio

La facultad de imperio se encuentra consagrada en el artículo 76 inc. 3º de nuestra


Carta Fundamental y tal es la fuerza que se le ha dado, que se señala que, tanto el resto
de los tribunales como también los arbitrales deberán recurrir al tribunal ordinario
correspondiente para que haga cumplir lo resuelto por ellos.

Legalidad

El artículo 77 de la Constitución, por su parte, consagra el principio de legalidad de


los Tribunales de Justicia, toda vez que éstos deben estar previamente constituidos por
ley y su funcionamiento también debe estar reglamentado por ellas (Código Orgánico de
Tribunales), además, de estar conforme a las normas del debido proceso y legalidad
señaladas en el art. 19 Nº 3 de la Constitución.

Recordemos que la ley que determina la organización y atribuciones de los


tribunales es el Código Orgánico de Tribunales y para su modificación debe oírse a la Corte
Suprema, la cual tiene un plazo de 30 días para pronunciarse respecto a las reformas y si
no lo hace, se tendrá por evacuado el trámite en su rebeldía.

144
Inamovilidad

El artículo 80 de la Constitución consagra la inamovilidad de los jueces, lo cual


refuerza la idea de independencia. No obstante, los jueces cesarán en sus funciones al
cumplir los 75 años de edad, o por renuncia o incapacidad legal sobreviniente o en caso
de ser depuestos de sus cargos, por causa legalmente sentenciada. La norma sobre la
edad no regirá respecto del Presidente de la Corte Suprema, quien continuará en su cargo
hasta el término de su periodo. Este mismo artículo establece las causales de cesación en
sus cargos a las que pueden estar afectos los jueces.

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Los procesos y las actuaciones de los tribunales, por regla generalísima, son
públicos.

Cabe destacar que, en virtud de lo establecido en el inciso 2º del nuevo artículo 8º


de nuestra Constitución: “Son públicos los actos y resoluciones de los órganos del Estado,
así como sus fundamentos y los procedimientos que utilicen.”

Responsabilidad

En el artículo 79 de la Constitución se encuentra el principio de responsabilidad


personal de los jueces por delitos de cohecho, falta de observancia en materia sustancial
de las leyes que regulan el procedimiento, denegación y torcida administración de justicia
y, en general, toda prevaricación en la que incurran los jueces en el ejercicio de sus
funciones.

Gratuidad

Los tribunales actúan y cumplen con sus funciones en forma completamente


gratuita. Esto en virtud del derecho de igualdad ante la ley y el derecho a un debido
proceso.

145
Pasividad

Por regla general, la iniciativa o impulso en los procesos judiciales corresponde a


las partes litigantes y no a los jueces.

Territorialidad

Los tribunales ejercen su competencia en determinada parte del territorio.

Inavocabilidad

Los tribunales no pueden intervenir en causas que ya están siendo conocidas por
otros tribunales, a menos que la ley le confiera expresamente esa facultad.

3. Generación mixta de los magistrados

La forma de generación de los jueces (magistrados) se encuentra señalado en el


art. 78 de la Constitución. Respecto a la de los jueces de letras, Corte de Apelaciones y
Corte Suprema se habla de una generación mixta.

El sistema seguido por nuestra Constitución se denomina “autogeneración


incompleta”, “generación mixta” o “cooptación”. De esta forma, es el propio Poder
Judicial quien nomina a sus miembros y, luego, el Poder Político (Gobierno) los designa.

El sistema de cooptación (art. 78) se basa en la intervención del Presidente de la


República y de los propios tribunales superiores de Justicia, más la participación del
Senado para el caso que señalaremos.

Nombramiento de ministros y fiscales judiciales de la Corte Suprema

Son nombrados por el Presidente de la República, de una quina que propone la


propia Corte Suprema. El nombramiento del Presidente de la República debe ser
ratificado por el Senado por los 2/3 de los miembros en ejercicio.

146
La Corte Suprema se integra por 21 ministros. De ellos, 5 deben ser personas
extrañas al Poder Judicial, de destacada trayectoria profesional y con 15 años de posesión
de su título de abogado y cumplir los demás requisitos señalados en la Ley Orgánica
Constitucional. Cuando la quina se forme para reemplazar a uno de estos 5 ministros,
todos los candidatos propuestos deberán ser personas ajenas al Poder Judicial.

Cuando la quina se forme para reemplazar a integrantes del Poder Judicial, uno de
los 5 candidatos deberá ser el Ministro de Corte de Apelaciones más antiguo que figure
en la lista de méritos.

Nombramiento de ministros y fiscales judiciales de las Cortes de Apelaciones

Serán nombrados por el Presidente de la República, dentro de una terna que será
propuesta por la Corte Suprema.

Nombramiento de Los jueces de letras en lo civil o criminal

Serán designados por el Presidente de la República, y la terna la forma la Corte de


Apelaciones respectiva. Debe figurar en dicha terna el juez de letras más antiguo de rango
inferior que figure en la lista de méritos y que exprese su deseo de ocupar el cargo.

Las Cortes (Suprema y de Apelaciones), al formar las quinas o ternas que


propondrán para llenar los cargos antes mencionados, deberán votar, en pleno
especialmente convocado para ello, en única votación, eligiendo cada ministro a 3 o 2
personas respectivamente, y resultarán elegidos los que reúnan las primeras mayorías.
En caso de empate se procederá a un sorteo.

El detalle de estos procedimientos, así como también lo referente a los


nombramientos de ministros suplentes, se encuentra detallado en el artículo 78 de
nuestra Carta Fundamental.

147
4. Superintendencia de la Corte Suprema

Los poderes jerárquicos o superintendencias son un conjunto de atribuciones que


tienen los tribunales superiores, particularmente la Corte Suprema, para regular el
funcionamiento de sus inferiores.

La Corte Suprema cuenta con la Superintendencia Directiva, Correctiva y la


Económica, mientras que las Cortes de Apelaciones cuentan solamente con la
Superintendencia Económica.

Estas facultades se encuentran establecidas en el artículo 82 de la Constitución.

Art. 82: “La Corte Suprema tiene la superintendencia directiva, correccional y económica
de todos los tribunales de la Nación. Se exceptúan de esta norma el Tribunal
Constitucional, el Tribunal Calificador de Elecciones y los tribunales electorales regionales.

Los tribunales superiores de justicia, en uso de sus facultades disciplinarias, sólo


podrán invalidar resoluciones jurisdiccionales en los casos y formas que establezca la ley
orgánica constitucional respectiva.”

Superintendencia Directiva

Es el conjunto de atribuciones y funciones de la Corte Suprema, en virtud de su


superioridad jerárquica, respecto del resto de los tribunales. Se expresa en la formación
de las quinas, en la posibilidad de calificar a los miembros de los tribunales, en la
posibilidad de decretar el mal comportamiento de un juez. Tiene por objeto que el poder
judicial funcione de acuerdo a la Constitución y las leyes.

Superintendencia Correccional

Dice relación con la facultad de la Corte Suprema para enmendar o corregir lo


errado o lo defectuoso en las resoluciones y sentencias erradas y, como consecuencia de
ello, debe censurar al que ha incurrido en ello (se debe cambiar lo errado, es el caso de
algunos recursos como el de queja, respecto del cual hoy la ley exige a la Corte Suprema

148
para aceptarlo, aplicar sanciones a los jueces inferiores que han adoptado la resolución
invalidada).

Superintendencia Económica

Dice relación con una mejor y expedita administración de justicia y, en virtud de


ella, las Cortes de Apelaciones y la Corte Suprema dictan autos acordados, instrucciones,
circulares obligatorios para todos los tribunales inferiores y para los particulares
sometidos a la jurisdicción de dichos tribunales.

Por excepción la Corte Suprema no tiene estas superintendencias respecto del


Tribunal Constitucional, el Tribunal Calificador de Elecciones y los Tribunales Electorales
Regionales.

149
UNIDAD II: JUSTICIA CONSTITUCIONAL

1. Concepto de justicia constitucional

La Justicia Constitucional es el supuesto institucional de la vigencia de la


supremacía constitucional: se entrega a un órgano jurisdiccional la función de controlar
la constitucionalidad de los actos de los poderes públicos, y veremos que también de
privados, en nuestro sistema y de acuerdo a la doctrina del efecto horizontal de los
derechos fundamentales.

La Justicia Constitucional enjuicia toda la actividad del poder desde el punto de


vista de la Constitución. Su función es asegurar la constitucionalidad de la actividad del
poder, y de esta manera garantizar la supremacía constitucional tanto en su aspecto
formal como material, sustantivo o de fondo.

Una clasificación tradicional de la competencia de la jurisdicción constitucional es


la que distingue entre:

Control de constitucionalidad de las leyes y otros actos normativos. La justicia


constitucional realiza un examen comparativo de un precepto con la Constitución, con el
objeto de establecer su conformidad o disconformidad con esta. En nuestro sistema
corresponde al Tribunal Constitucional.

Control de eficacia de los derechos fundamentales. La Justicia Constitucional


tutela la vigencia efectiva de los derechos fundamentales. En nuestro sistema esta
competencia está distribuida entre los tribunales ordinarios y el Tribunal Constitucional.

Conflictos constitucionales. La Justicia Constitucional da solución a contiendas con


un contenido constitucional concreto. Ej. Contienda de competencia entre autoridades
políticas o administrativas y los tribunales de justicia, que no correspondan al Senado. Art.
93 Nº12. También en los estados federales decide los conflictos de competencia entre el
estado federado y estado federal

150
Protección de la democracia constitucional. La Justicia constitucional protege la
democracia y los valores asociados a ella. Un ejemplo en nuestro sistema es la
competencia que se entrega al Tribunal Constitucional para declarar la
inconstitucionalidad de organizaciones, movimientos o partidos políticos, así como la
responsabilidad de las personas que hayan tenido responsabilidad en los hechos que
motivaron la declaración.

2. Modelos de control de constitucionalidad

Existen dos grandes modelos de control de constitucionalidad de las leyes: un


modelo norteamericano, difuso o de judicial review, y un sistema europeo, concentrado
o austriaco kelseniano.

2.1. Modelo difuso, norteamericano o de judicial review

Se le denomina difuso pues no está concentrado en un solo tribunal, sino que todo
juez es competente para inaplicar en todo o parte una ley que estima contraria a la
Constitución.

Los efectos de la declaración de inconstitucionalidad no son erga omnes sino


relativos, sólo para el litigio en cuestión. La ley permanece vigente. Sin embargo, por
operación del sistema del precedente, la cuestión se unificará al llegar a la Corte Suprema.

Surge en Estados Unidos. Si bien sus elementos fundamentales se pueden


encontrar ya en El Federalista Su “acta oficial de nacimiento” es el fallo del juez Marshall
“Marbury vs. Madison”58de 1803. Si bien la Constitución norteamericana de 1787 no

58El caso se trataba de lo siguiente: En 1803, y antes de abandonar el cargo, el Presidente Adams había
hecho numerosos nombramientos judiciales, algunos de los cuales no quiso dar curso la nueva
administración. Uno de los jueces nombrados perjudicados era el juez Marbury, quien se presentó ante la
Corte Suprema pidiendo que esta dictara una orden en contra del Ministro de Justicia (más tarde Presidente
de la República, James Madison) a fin de obligar a este a hacer efectiva la designación.

151
consagra expresamente el judicial review, sí consagra la vinculación de los jueces a la
Constitución. El fallo argumentaba: “Si la Constitución es superior a cualquier ley ordinaria
del legislativo; la Constitución y no tal ley ordinaria, debe regir el caso en que ambas son
aplicables” y agrega “La Constitución controla todo acto legislativo en razón de ser la ley
superior, y si existe alguna disposición en contrario u otra ley que se le oponga, será deber
de los jueces evitar el conflicto, declarando la inaplicabilidad de la ley de rango inferior”.

2.2. Modelo concentrado, europeo o austriaco kelseniano

El control de constitucionalidad se concentra en un tribunal especializado, distinto


del poder judicial, llamado Tribunal Constitucional o Corte Constitucional que tiene a esta
competencia como su función esencial. Declarada la inconstitucionalidad de una ley, esta
es expulsada del ordenamiento con efectos erga omnes.

Aunque es difícil encontrar hoy modelos teóricamente puros, en términos gruesos


hoy sigue el modelo de control de constitucionalidad difuso Estados Unidos, Argentina,
México y Brasil. Asimismo, se puede encontrar el modelo de control de constitucionalidad
concentrado en Alemania, Austria, Portugal y España, y en el ámbito latinoamericano,
Colombia, Perú, Bolivia, Ecuador y Guatemala.

El modelo es creación de Hans Kelsen, y se instauró por primera vez en Europa en


la Constitución austriaca de 1920. Kelsen propone la creación de Tribunales
Constitucionales integrado por jueces y profesores de Derecho, similares a los tribunales
ordinarios, que ejercieran un control preventivo de constitucionalidad. Les reconoce
función creativa en sentido negativo (la función creativa en sentido positivo sólo
correspondería al legislador), esto es, sólo una función de veto. Kelsen no quería darle
atribuciones para controlar derechos fundamentales ya que eso los haría tener una
“función creativa en sentido positivo”, y así señalaba “debe limitarse lo más posible el
espacio de la libre discrecionalidad que las leyes conceden en su aplicación. Entonces, las
normas constitucionales a disposición de un Tribunal Constitucional para su aplicación, en
especial aquellas con las que se establece el contenido de las futuras leyes, como las

152
determinaciones de los derechos fundamentales y otros semejantes, no deben ser
formuladas en términos demasiados generales, no deben emplear terminología difusa,
como “libertad”, “igualdad”, “justicia”, etc. De lo contrario, existe el peligro de un
desplazamiento del poder del parlamento, no previsto por la constitución, y desde el punto
de vista político, sumamente inoportuno, hacia una instancia ajena a él”.

No obstante, los tribunales constitucionales actuales tiene como una de sus


funciones primordiales la garantía de los derechos fundamentales, y generándose de
hecho el desplazamiento de poder advertido por el creador del modelo.

Complementar con video ¿Qué es la justicia constitucional? de Francisca Pou


http://canaljusticia.org/#!/cursos/29

3. Organización del Tribunal Constitucional chileno

En Chile el control de constitucionalidad de la ley y otros actos normativos


corresponde al Tribunal Constitucional. Mayoritariamente, la doctrina señala que nuestro
sistema de justicia constitucional es concentrado, correspondiendo al modelo europeo o
austriaco kelseniano.

El Tribunal Constitucional chileno se encuentra regulado en el capítulo VIII de la


Constitución y en la Ley Orgánica Constitucional Nº 17.997.

No forma parte del poder judicial y es autónomo. Está integrado por diez
miembros que reciben el tratamiento de ministros, elegidos de la forma siguiente:

Tres designados por el Presidente de la República.

Cuatro elegidos por el Congreso Nacional, con un quorum de los dos tercios de los
senadores o diputados en ejercicio, según corresponda. Dos serán nombrados
directamente por el Senado y dos serán previamente propuestos por la Cámara de
Diputados para su aprobación o rechazo por el Senado.

153
Tres elegidos por la Corte Suprema en una votación secreta que se celebrará en
sesión especialmente convocada al efecto.

Los miembros del Tribunal Constitucional duran nueve años en sus cargos, no
pueden ser reelegidos, son inamovibles, y no son susceptibles de acusación
constitucional. Son requisitos para ser ministro del Tribunal Constitucional

Tener a lo menos quince años de título de abogado.

Haberse destacado en la actividad profesional, universitaria o pública.

No tener impedimento alguno que los inhabilite para desempeñar el cargo de juez.

4. Atribuciones del Tribunal Constitucional chileno

Sus atribuciones están contempladas en el artículo 93 de la Constitución.

Art. 93 N°1. Ejerce el control de constitucionalidad de las leyes que interpreten


algún precepto de la Constitución, de las leyes orgánicas constitucionales y de las normas
de un tratado que versen sobre materias propias de estas últimas, antes de su
promulgación. Control preventivo obligatorio.

La Cámara de origen enviará al Tribunal Constitucional el proyecto respectivo


dentro de los cinco días siguientes a aquél en que quede totalmente tramitado por el
Congreso.

Art. 93 N°2. Resolver sobre las cuestiones de constitucionalidad de los autos


acordados dictados por la Corte Suprema, las Cortes de Apelaciones y el Tribunal
Calificador de Elecciones.

El Tribunal podrá conocer de la materia a requerimiento del Presidente de la


República, de cualquiera de las Cámaras o de diez de sus miembros.

Asimismo, podrá requerir al Tribunal toda persona que sea parte en juicio o
gestión pendiente ante un tribunal ordinario o especial, o desde la primera actuación del

154
procedimiento penal, cuando sea afectada en el ejercicio de sus derechos fundamentales
por lo dispuesto en el respectivo auto acordado.

Art. 93 N°3. Resolver las cuestiones sobre constitucionalidad que se susciten


durante la tramitación de los proyectos de ley o de reforma constitucional y de los
tratados sometidos a la aprobación del Congreso.

El Tribunal sólo podrá conocer de la materia a requerimiento del Presidente de la


República, de cualquiera de las Cámaras o de una cuarta parte de sus miembros en
ejercicio.

Art. 93 N°4. Resolver las cuestiones que se susciten sobre la constitucionalidad de


un decreto con fuerza de ley.

La cuestión podrá ser planteada por el Presidente de la República dentro del


plazo de diez días cuando la Contraloría rechace por inconstitucional un decreto con
fuerza de ley.

También podrá ser promovida por cualquiera de las Cámaras o por una cuarta
parte de sus miembros en ejercicio en caso de que la Contraloría hubiere tomado razón
de un decreto con fuerza de ley que se impugne de inconstitucional. Este requerimiento
deberá efectuarse dentro del plazo de treinta días, contado desde la publicación del
respectivo decreto con fuerza de ley.

Art.93 N°5. Resolver las cuestiones que se susciten sobre constitucionalidad con
relación a la convocatoria a un plebiscito, sin perjuicio de las atribuciones que
correspondan al Tribunal Calificador de Elecciones;

La cuestión podrá promoverse a requerimiento del Senado o de la Cámara de


Diputados, dentro de diez días contados desde la fecha de publicación del decreto que
fije el día de la consulta plebiscitaria.

155
Art. 93 N°6. Resolver, por la mayoría de sus miembros en ejercicio, la
inaplicabilidad de un precepto legal cuya aplicación en cualquier gestión que se siga ante
un tribunal ordinario o especial, resulte contraria a la Constitución;

La cuestión podrá ser planteada por cualquiera de las partes o por el juez que
conoce del asunto.

Se estudiará en detalle.

Art. 93 N°7. Resolver por la mayoría de los cuatro quintos de sus integrantes en
ejercicio, la inconstitucionalidad de un precepto legal que ya se haya declarado inaplicable
por inconstitucional.

Habrá acción pública para requerir al Tribunal la declaración de


inconstitucionalidad, sin perjuicio de la facultad de éste para declararla de oficio.

Se estudiará en detalle.

Art. 93 N°8. Resolver los reclamos en caso de que el Presidente de la República no


promulgue una ley cuando deba hacerlo o promulgue un texto diverso del que
constitucionalmente corresponda;

La cuestión podrá promoverse por cualquiera de las Cámaras o por una cuarta
parte de sus miembros en ejercicio, dentro de los treinta días siguientes a la publicación
del texto impugnado o dentro de los sesenta días siguientes a la fecha en que el
Presidente de la República debió efectuar la promulgación de la ley.

Art. 93 N°9. Resolver sobre la constitucionalidad de un decreto o resolución del


Presidente de la República que la Contraloría General de la República haya representado
por estimarlo inconstitucional, cuando sea requerido por el Presidente.

Art. 93 N° 10. Declarar la inconstitucionalidad de las organizaciones y de los


movimientos o partidos políticos, como asimismo la responsabilidad de las personas que
hubieran tenido participación en los hechos que motivaron la declaración de
inconstitucionalidad, en conformidad a lo dispuesto en los párrafos sexto, séptimo y

156
octavo del Nº 15º del artículo 19 de esta Constitución. Sin embargo, si la persona afectada
fuera el Presidente de la República o el Presidente electo, la referida declaración
requerirá, además, el acuerdo del Senado adoptado por la mayoría de sus miembros en
ejercicio;

Habrá acción pública. Sin embargo, si la persona afectada fuera el Presidente de la


República o el Presidente electo, el requerimiento deberá formularse por la Cámara de
Diputados o por la cuarta parte de sus miembros en ejercicio.

Art. 93 N°11. Informar al Senado en los casos a que se refiere el artículo 53 número
7) de esta Constitución (Art. 53 Son atribuciones exclusivas del Senado N° 7. Declarar la
inhabilidad del Presidente de la República o del Presidente electo cuando un
impedimento físico o mental lo inhabilite para el ejercicio de sus funciones; y declarar
asimismo, cuando el Presidente de la República haga dimisión de su cargo, si los motivos
que la originan son o no fundados y, en consecuencia, admitirla o desecharla. En ambos
casos deberá oír previamente al Tribunal Constitucional).

El Tribunal sólo podrá conocer de la materia a requerimiento del Senado.

Art. 93 N°12. Resolver las contiendas de competencia que se susciten entre las
autoridades políticas o administrativas y los tribunales de justicia, que no correspondan
al Senado.

El requerimiento deberá ser deducido por cualquiera de las autoridades o


tribunales en conflicto.

Art. 93 N°13.- Resolver sobre las inhabilidades constitucionales o legales que


afecten a una persona para ser designada Ministro de Estado, permanecer en dicho cargo
o desempeñar simultáneamente otras funciones;

Habrá acción pública.

Art. 93 N°14. Pronunciarse sobre las inhabilidades, incompatibilidades y causales


de cesación en el cargo de los parlamentarios.

157
El Tribunal sólo podrá conocer de la materia a requerimiento del Presidente de la,
República o de no menos de diez parlamentarios en ejercicio.

Art. 93 N°15.- Calificar la inhabilidad invocada por un parlamentario en los


términos del inciso final del artículo 60 y pronunciarse sobre su renuncia al cargo, y

Art. 93 N°16. Resolver sobre la constitucionalidad de los decretos supremos,


cualquiera sea el vicio invocado, incluyendo aquellos que fueren dictados en el ejercicio
de la potestad reglamentaria autónoma del Presidente de la República cuando se refieran
a materias que pudieran estar reservadas a la ley por mandato del artículo 63.

El Tribunal sólo podrá conocer de la materia a requerimiento de cualquiera de las


Cámaras efectuado dentro de los treinta días siguientes a la publicación o notificación del
texto impugnado. En el caso de vicios que no se refieran a decretos que excedan la
potestad reglamentaria autónoma del Presidente de la República también podrá una
cuarta parte de los miembros en ejercicio deducir dicho requerimiento.

Contra las resoluciones del Tribunal Constitucional no procede recurso alguno.

5. Acción de inaplicabilidad por inconstitucionalidad

A nivel constitucional se encuentra regulada en el art. 93 N° 6 que señala que es


atribución del Tribunal Constitucional el “resolver, por la mayoría de sus miembros en
ejercicio, la inaplicabilidad de un precepto legal cuya aplicación en cualquier gestión que
se siga ante un tribunal ordinario o especial, resulte contraria a la Constitución”.

Agrega la disposición que en este caso “la cuestión podrá ser planteada por
cualquiera de las partes o por el juez que conoce del asunto. Corresponderá a cualquiera
de las salas del Tribunal declarar, sin ulterior recurso, la admisibilidad de la cuestión
siempre que verifique la existencia de una gestión pendiente ante el tribunal ordinario o
especial, que la aplicación del precepto legal impugnado pueda resultar decisivo en la
resolución de un asunto, que la impugnación esté fundada razonablemente y se cumplan
los demás requisitos que establezca la ley. A esta misma sala le corresponderá resolver la

158
suspensión del procedimiento en que se ha originado la acción de inaplicabilidad por
inconstitucionalidad."

A nivel legal, se regula por la Ley Orgánica Constitucional del Tribunal


Constitucional Nº 17.99759.

El objeto de esta acción es la no aplicación de un precepto legal a una gestión


seguida ante un tribunal ordinario o especial, cuando la aplicación de este precepto
resulte contraria a la Constitución. Por eso es importante que al incoarla se solicite que
se declare la inaplicación del precepto legal impugnado (no su inconstitucionalidad, que
es objeto de una acción distinta).

Características

La inaplicabilidad importa un control de constitucionalidad:

Represivo: posterior a la entrada en vigencia de la ley.

Facultativo: las partes o el juez de la causa tienen la opción de plantearlo.

Concreto: “Cobra importancia en esta acción, más allá de la posible


inconstitucionalidad de la norma, la circunstancia que su aplicación al caso concreto
pueda resultar contraria a la Constitución, con lo cual el Tribunal Constitucional deberá
prestar especial atención al mérito del proceso al interior del cual dicha norma legal
impugnada podrá ser eventualmente aplicada.”60 No se trata de una declaración universal
y abstracta, sino que está vinculada al caso en que se pronuncia.

Qué se entiende por “precepto legal”

La expresión “precepto legal” comprende a la ley, la legislación delegada (decretos


con fuerza de ley) y la legislación irregular (decretos leyes).

59 En adelante LOCTC
60 Zúñiga (2011) p.33.

159
A juicio de la mayoría de la doctrina no cabe el control represivo y facultativo de los
tratados internacionales, ya que estos no son leyes, sólo se someten a los trámites de una
ley para efectos de su aprobación parlamentaria. Así lo ha confirmado recientemente el
Tribunal Constitucional “una norma de un tratado internacional ratificado por Chile no
constituye un <<precepto que tenga rango legal>>, en términos tales que pueda
promoverse a su respecto una acción de inaplicabilidad [ ] Además, el ejercicio de un
examen represivo de constitucionalidad de disposiciones de tratados internacionales por
parte de este Tribunal Constitucional implicaría contrariar los compromisos
internacionales suscritos por Chile sobre formación y extinción de los tratados,
infringiendo de este modo el principio “pacta sunt servanda” consagrado en el artículo 27
de la Convención de Viena sobre el Derecho de los Tratados, de 1969, en relación con lo
preceptuado por el artículo 54, N° 1), de la Constitución Política de la República.”61

Trascendencia de la norma impugnada

Los preceptos legales impugnados deben ser aplicables al negocio judicial de que
se trata y esta aplicación debe resultar decisiva en la resolución del asunto materia del
proceso (debe tener influencia en lo dispositivo de la sentencia).

¿Quién puede interponer la inaplicabilidad?

El artículo 93 de la Constitución dispone que la cuestión puede plantearse por


cualquiera de las partes o por el juez que conoce del asunto.

Inaplicabilidad planteada por las partes

La expresión “partes” debe entenderse en forma amplia. En el proceso civil


comprende a demandante y demandado e incluye terceros coadyuvantes. En el proceso
penal comprende a todos los intervinientes. En los asuntos no contenciosos, al solicitante.
Y en las acciones conservadoras, al recurrente y al recurrido que se haya hecho parte.

61 STC INA 2789-2015.

160
El artículo 79 inc. 2 LOCTC señala que cuando la cuestión es promovida por una
parte se deberá acompañar un certificado expedido por el tribunal que conoce de la
gestión judicial, en que conste la existencia de ésta, el estado en que se encuentra, la
calidad de parte del requirente y el nombre y domicilio de las partes y de sus apoderados.

Inaplicabilidad planteada por el juez que conoce del asunto

Este interpondrá la inaplicabilidad cuando una disposición le suscita dudas en


cuanto a su constitucionalidad.

La Constitución habla de “juez” y no de “tribunal” lo que plantea la interrogante,


en los tribunales colegiados, de si solo uno de los jueces que lo integran puede plantear
la inaplicabilidad. Zúñiga sostiene que en este caso, cualquiera de los jueces integrantes
de un tribunal colegiado está facultado para plantear la inaplicabilidad62.

Gestión en la cual incide

Debe existir una gestión pendiente ante un tribunal ordinario o especial.

La gestión puede ser de cualquier naturaleza, puede ser un proceso contencioso,


o una acción constitucional de naturaleza conservadora, o un procedimiento voluntario.

Esta debe encontrarse pendiente, esto es no haberse agotado, ni por sentencia


ejecutoriada ni por otra vía (abandono, desistimiento, avenimiento etc).

Debe ser ante un tribunal. Se le ha entendido en un sentido lato, incluyendo a


tribunales dentro y fuera del poder judicial, y a tribunales de la justicia electoral.

Examen de admisibilidad

Dentro del plazo de cinco días, contado desde que se acoja el requerimiento a
tramitación o desde que concluya la vista del incidente, en su caso, el Tribunal

62 Zúñiga (2011) p. 39.

161
Constitucional, en sala, deberá realizar un examen de admisibilidad. Este examen se
encuentra previsto en la Constitución art. 93.

El examen de admisibilidad comprende los siguientes aspectos:

La existencia de gestión judicial pendiente ante el tribunal ordinario o especial.


Debe acreditarse la calidad de “pendiente” de la gestión.

Que la aplicación del precepto legal impugnado pueda resultar decisivo en la


resolución de un asunto.

Que la acción de inaplicabilidad esté fundada razonablemente. Debe exponerse la


forma en que se produce la contradicción entre Constitución, norma legal y aplicación al
caso concreto, sustentada adecuada y lógicamente, explicándose circunstanciadamente
cómo se produce la contradicción de normas, basamentos de la acción y que permiten su
inteligencia por el juzgador63. No basta una mera referencia genérica a la vulneración de
la norma constitucional. Debe precisarse exactamente en qué sentido se produce la
inconstitucionalidad en el caso concreto que se está discutiendo.

Que se cumplan los demás requisitos que establezca la ley. Son otros requisitos
legales, por ejemplo, la exigencia de ser presentado por escrito o el estar patrocinado por
abogado habilitado y con poder suficiente.

Sentencia

Se declarará la inaplicabilidad de un precepto legal si el Tribunal Constitucional


estima que la aplicación de este, en el caso concreto de gestión judicial de que se trata,
producirá un resultado contrario a la Constitución.

La sentencia estimatoria deberá especificar el modo preciso en que la aplicación


contrariaba la Constitución. Art. 89 LOCTC. La sentencia que declara la inaplicabilidad
produce efectos relativos, acotados a la gestión judicial que la motivó y respecto de

63 Zúñiga (2011) p.137.

162
quienes son partes en ella. Fuera de la gestión, la declaración de inaplicabilidad mantiene
vigente el precepto legal impugnado.

6. Acción de inconstitucionalidad

Conforme el artículo 93 Nº 7 es atribución del Tribunal Constitucional el resolver


por la mayoría de los cuatro quintos de sus integrantes en ejercicio, la
inconstitucionalidad de un precepto legal declarado inaplicable. Agrega el artículo que en
este caso, una vez resuelta en sentencia previa la declaración de inaplicabilidad de un
precepto legal, habrá acción pública para requerir al Tribunal la declaración de
inconstitucionalidad, sin perjuicio de la facultad de éste para declararla de oficio.
Corresponderá a la ley orgánica constitucional respectiva establecer los requisitos de
admisibilidad, en el caso de que se ejerza la acción pública, como asimismo regular el
procedimiento que deberá seguirse para actuar de oficio.

Se encuentra regulada en el artículo 93 de la Constitución y en la LOCTC en los


artículos 93 y siguientes.

Características

Es una acción, sin embargo se le denomina también cuestión de


constitucionalidad.

Es un control de constitucionalidad represivo: concierne a preceptos legales


vigentes.

Es un control de constitucionalidad facultativo.

Es un control de constitucionalidad abstracto: el examen se realiza en forma ideal,


sin referirlo a un caso concreto.

Presupuesto de la acción de inconstitucionalidad

163
La acción de inconstitucionalidad requiere que exista una sentencia del Tribunal
Constitucional que haya declarado la inaplicabilidad por inconstitucionalidad de un
precepto legal.

La cuestión de constitucionalidad debe fundarse en el vicio de constitucionalidad


que motivó la declaración de inaplicabilidad del precepto impugnado. Si se trata de un
vicio distinto será declarada inadmisible ar.t 97 LOCTC.

La declaración de inconstitucionalidad de las normas legales cuestionadas deberá


fundarse únicamente en la infracción de él o los preceptos constitucionales que fueron
considerados transgredidos por la sentencia previa de inaplicabilidad que le sirve de
sustento. Art. 101 LOCTC.

El artículo 93 de la LOCTC señala expresamente que la cuestión de


constitucionalidad no puede promoverse respecto de un tratado ni de una o más de sus
disposiciones. (Podría acarrear responsabilidad internacional para el Estado).

¿Cómo se inicia la acción de inconstitucionalidad?

La legitimación procesal activa para interponer esta acción es de máxima


amplitud: acción pública, lo que es de suyo excepcional tratándose del control de
constitucionalidad de normas y actos estatales. También es excepcional la facultad que
tiene el Tribunal Constitucional de iniciar de oficio el proceso de constitucionalidad 64.

Sentencia que declara la inconstitucionalidad de un precepto legal

Se dictará sentencia estimatoria si se concluye que la contradicción entre el


precepto legal impugnado y la Constitución es absoluta. Así además lo ha señalado el
propio Tribunal Constitucional “para proceder a la declaración de inconstitucionalidad de
un precepto legal, es menester que no exista ninguna interpretación posible que permita
conciliar dicho precepto con la Carta Fundamental. Esta exigencia se relaciona con la

64 Zúñiga (2011) p. 202.

164
denominada <<presunción de constitucionalidad>> como criterio hermenéutico aplicable
a la decisión de conflictos constitucionales”65

La sentencia que se pronuncie sobre la inconstitucionalidad de todo o parte de un


precepto legal, será publicada en la página web y en el Diario Oficial dentro de los tres
días siguientes a su dictación.

El artículo 102 de la LOCTC expresa que el precepto declarado inconstitucional se


entenderá derogado desde la fecha de la publicación en el Diario Oficial, sin efecto
retroactivo. Técnicamente no se trata de una derogación, puesto que el Tribunal
Constitucional no tiene facultad de derogar normas. Lo que se hace es una expulsión de
la norma del ordenamiento. En palabras de Zúñiga tiene efectos depuradores del sistema
normativo, pues la norma declarada inconstitucional y anulada es privada de su validez y
expulsada del ordenamiento66.

Los efectos temporales de la sentencia son ex nunc o para el futuro. Esto significa
que los actos, situaciones jurídicas y derechos en general consolidados al amparo del
precepto declarado inconstitucional con anterioridad a la publicación de la sentencia no
pueden ser atacados como inconstitucionales. En cuanto a los efectos personales, son
generales o erga omnes.

7. Control de constitucionalidad realizado por otros órganos

7.1. Control de constitucionalidad que realiza la Contraloría General de la República

La Contraloría General de la República (CGR) es un órgano de la administración,


constitucionalmente autónomo y que tiene como su principal .el control presupuestario
y financiero y el control de la legalidad de los actos de la Administración del Estado. El
artículo 98 de la Constitución le otorga, entre otras, la atribución de ejercer el control de

65 STC INC 2081-2011.


66 Zúñiga (2011) p.202.

165
la legalidad de los actos de la Administración. Este se ejerce a través del trámite de la
toma de razón el cual permite a la Contraloría realizar un control preventivo de legalidad
de los actos administrativos. También a través de este mismo trámite la Contraloría
examina la constitucionalidad de los actos administrativos.

- Si considera que el acto es legal “tomará razón” del mismo.

- Si lo considera ilegal lo va a “representar”. Representación es el juicio de reproche de


ilegalidad que la Contraloría formula respecto de un acto administrativo.

Ante la representación del acto administrativo, el Presidente de la República podrá


insistir en que el Contralor tome razón del acto representado (es decir, impugnado). En
este caso, el decreto de insistencia debe llevar la firma de todos los Ministros de Estado,
debe enviarse copia de los actos a la Cámara de Diputados, para el eventual ejercicio de
su facultad fiscalizadora.

No son susceptibles de insistencia:

- Los Decretos con Fuerza de ley.

- Los decretos que promulgan una ley o una ley de reforma constitucional cuando el
texto que se promulga es distinto del texto aprobado.

- Cuando el vicio que motiva la representación no es la ilegalidad sino la


inconstitucionalidad del acto.

166
En estos casos, si el Presidente de la República no se conforma con la representación
puede recurrir al Tribunal Constitucional para que resuelva la controversia.

167
7.2. Control de constitucionalidad que realizan los Tribunales Superiores de Justicia

También los tribunales superiores de justicia, Cortes de Apelaciones y Corte


Suprema ejercen justicia constitucional y controlan la constitucionalidad de actos de
órganos públicos y también de actuaciones de particulares en virtud de las acciones
constitucionales protectoras de derechos fundamentales: la acción de protección y la
acción de amparo constitucional o habeas corpus.

Acción de protección

El recurso de protección es una acción constitucional que permite a la persona


que, como consecuencia de actos u omisiones arbitrarios o ilegales, sufra una privación,
perturbación o amenaza en el legítimo ejercicio de ciertos derechos y garantías
constitucionales, ocurrir a una Corte de Apelaciones, con el objeto de impetrar la
adopción de providencias necesarias para restablecer el imperio del derecho y asegurar
su protección, sin perjuicio de los demás derechos que pueda hacer valer ante la
autoridad o los tribunales de justicia.

Esta acción está regulada en el artículo 20 de la Constitución y en el Auto


Acordado de la Corte Suprema sobre Tramitación y Fallo del Recurso de Protección de
Garantías constitucionales publicado en el Diario oficial el 27 de Junio de 1992 y
modificado por autos acordados publicados en junio de 1998, junio de 2007 y agosto de
2015.

Artículo 20. El que por causa de actos u omisiones arbitrarios o ilegales sufra privación,
perturbación o amenaza en el legítimo ejercicio de los derechos y garantías establecidos
en el artículo 19, números 1º, 2º, 3º inciso quinto, 4º, 5º, 6º, 9º inciso final, 11º,12º,13º,
15º, 16º en lo relativo a la libertad de trabajo y al derecho a su libre elección y libre
contratación, y a lo establecido en el inciso cuarto, 19º, 21º, 22º,23º, 24°, y 25º podrá
ocurrir por sí o por cualquiera a su nombre, a la Corte de Apelaciones respectiva, la que
adoptará de inmediato las providencias que juzgue necesarias para restablecer el imperio
del derecho y asegurar la debida protección del afectado, sin perjuicio de los demás
derechos que pueda hacer valer ante la autoridad o los tribunales correspondientes.

168
Procederá, también, el recurso de protección en el caso del Nº8º del artículo 19,
cuando el derecho a vivir en un medio ambiente libre de contaminación sea afectado por
un acto u omisión ilegal imputable a una autoridad o persona determinada.

La acción de protección es garantía jurisdiccional en caso de afectación en grado


de privación, perturbación o amenaza de los siguientes derechos:

Art. 19 N° 1. Derecho a la vida y a la integridad física y psíquica de la persona.

Art. 19 N°2º. Igualdad ante la ley.

Art. 19 N°3º inciso quinto. Garantía procesal en cuanto nadie puede ser juzgado
por comisiones especiales sino por el tribunal que señale la ley y que se halle establecido
con anterioridad por estas. (Muy utilizado en casos de expulsiones de alumnos de colegio.
Tb en recursos contra Inspección del Trabajo).

Art. 19 N°4º. Derecho a la vida privada y a la honra.

Art. 19 N°5º. Derecho a la inviolabilidad del hogar y de toda forma de


comunicación privada.

Art. 19 N°6º. Libertad de conciencia.

Art. 19 N°8º. Derecho a vivir en un medioambiente libre de contaminación (con


particularidades).

Art. 19 N°9º inciso final. Derecho a elegir el sistema de salud.

Art. 19 N°11º. Libertad de enseñanza.

Art. 19 N°12º. Libertad de opinión e información.

Art. 19 N°13º. Derecho de reunión.

Art. 19 N°15º. Derecho de asociación.

Art. 19 N°16º en lo relativo a la libertad de trabajo y al derecho a su libre elección


y libre contratación.

Art. 19 N°19. Derecho de sindicación.

169
Art. 19 N°21. Libertad económica.

Art. 19 N°22. Derecho a la no discriminación del Estado en materia económica.

Art. 19 N°23. Libertad para adquirir el dominio de toda clase de bienes.

Art. 19 N°24. Derecho de propiedad.

Art. 19 N°25. Derecho de propiedad intelectual e industrial.

Acción de amparo o hábeas corpus

El amparo o Hábeas Corpus “es una acción constitucional establecida para


garantizar la libertad personal y la seguridad individual lesionada, perturbada o
amenazada ilegalmente”67.

La libertad personal es el derecho que tiene toda persona de residir y permanecer


en cualquier lugar de la República, a trasladarse de un punto a otro dentro del territorio
nacional y a salir o entrar de ese territorio, respetando la ley y salvo siempre el perjuicio
de terceros, de manera que el disfrute de este derecho no debe depender de ningún
objetivo o motivo en particular de la persona que desea circular o permanecer en un
lugar. Se trata de una condición indispensable para el libre desarrollo de la persona.

A su turno, la seguridad individual consiste en que nadie puede ser privado ni


restringido en aquella libertad personal, sino en los casos y formas determinados por la
Constitución y las leyes68. Significa que la persona no puede ser arrestada o detenida de
un modo arbitrario, sino que habrá de serlo conforme a derecho, de acuerdo a la
Constitución y la ley69.

Siguiendo a Henríquez, podemos indicar que el ámbito de aplicación del hábeas


corpus está delineado en base a las siguientes coordenadas: (a) Protege y ampara la

67 HENRÍQUEZ (2013) p. 421.


68 FERNÁNDEZ (2007) p. 21
69 MOLINA (2006) p. 206.

170
libertad personal y la seguridad individual; (b) Se dirige contra autoridades de todo tipo y
personas particulares; (c) Se interpone contra actos u omisiones que amenacen,
perturben o priven a la persona del legítimo ejercicio de la libertad personal y la seguridad
individual; (d) Tales actos u omisiones deben ser ilegales

Tanto la acción de protección como la acción de amparo constitucional son


conocidas en primera instancia por las Cortes de Apelaciones y en segunda instancia, por
la Corte Suprema.

171
UNIDAD VIII: AUTONOMÍAS CONSTITUCIONALES

1. Autonomías constitucionales

Cuando se habla de autonomía constitucional, se hace referencia a órganos de


rango constitucional, es decir, órganos estatales creados por la propia Constitución, a los
cuales ésta le dio ciertas características.

Las autonomías constitucionales presentan los siguientes rasgos:

- Nacen de la Constitución Política de la República;


- Se rigen por las disposiciones en ella contenidas y por sus especiales leyes orgánicas
constitucionales o de quórum calificado. Se autodeterminan funcional o
administrativamente, sólo estando sometidos a la Constitución y a las Leyes
Orgánicas Constitucionales que las regulan, tanto en su organización como en su
funcionamiento y atribuciones.
- No están sometidos a un vínculo de jerarquía o supervigilancia respecto del
Presidente de la República. Estos órganos con autonomía constitucional no dependen
jerárquicamente de otro órgano. Ningún otro órgano tiene la supervigilancia o tutela
de ellos.
- Sus directivos son autoridades inamovibles.Sus autoridades son inamovibles por el
Ejecutivo. Para que estas autoridades sean removidas de sus cargos, debe haber un
procedimiento especial, el cual no depende sólo del Jefe de Gobierno o del Jefe de la
Administración.

La Constitución Política de 1980 contempla las siguientes autonomías


constitucionales: Municipalidades, Tribunal Constitucional, Ministerio Público, Servicio
Electoral, Contraloría General de la República, Tribunal Calificador de Elecciones.

Existen también órganos que tiene autonomía de rango simplemente legal, como
el Consejo para la Transparencia o el Instituto Nacional de Derechos Humanos.

172
2. Ministerio Público

En el texto original de la Constitución de 1980 no existía este órgano. Con la


reforma constitucional de 1997 (Ley de Reforma Constitucional Nº 19.519) se introdujo
en la Constitución el Capítulo VII “Ministerio Público”, creando así este órgano
constitucional.

Su regulación constitucional se encuentra en el mencionado Capítulo VII de la


Constitución, desde el artículo 83 en adelante. Por su parte, la regulación legal está en la
Ley Orgánica Constitucional del Ministerio Público (Ley Nº 19.640).

Art. 83: “Un organismo autónomo, jerarquizado, con el nombre de Ministerio Público,
dirigirá́ en forma exclusiva la investigación de los hechos constitutivos de delito, los que
determinen la participación punible y los que acrediten la inocencia del imputado y, en su
caso, ejercerá la acción penal pública en la forma prevista por la ley. De igual manera, le
corresponderá la adopción de medidas para proteger a las víctimas y a los testigos. En
caso alguno podrá ejercer funciones jurisdiccionales.”

Art. 1º LOC Nº 19.640: “El Ministerio Público es un organismo autónomo y jerarquizado,


cuya función es dirigir en forma exclusiva la investigación de los hechos constitutivos de
delito, los que determinen la participación punible y los que acrediten la inocencia del
imputado y, en su caso, ejercer la acción penal pública en la forma prevista por la ley. De
igual manera, le corresponderá la adopción de medidas para proteger a las víctimas y a
los testigos. No podrá ejercer funciones jurisdiccionales.”

Se trata de un organismo autónomo y jerarquizado. Es independiente de los otros


órganos y autoridades constitucionales. No obstante, no tiene personalidad jurídica
propia, por lo que actúa por medio de la personalidad común del Estado. Los recursos
para su funcionamiento son determinados anualmente por la Ley de Presupuesto del
sector público.

Su función consiste en dirigir de forma exclusiva la investigación de los hechos que


constituyen delitos, los que determinen la participación punible y los que acrediten la
inocencia del imputado. Además, es el encargado de ejercer la acción penal pública y le

173
corresponde la adopción de medidas para proteger a las víctimas y los testigos. En ningún
caso ejerce funciones jurisdiccionales.

El Ministerio Público tiene facultad de imperio, pudiendo impartir órdenes


directas a las Fuerzas de Orden y Seguridad durante la investigación, quienes deben
cumplir dichas órdenes sin calificarlas. Sin embargo, para las actuaciones que priven,
restrinjan o perturben el ejercicio de derechos garantizados en la Constitución, debe
tener aprobación judicial previa.

La LOC del Ministerio Público determina su organización y atribuciones, señalando


las calidades y requisitos para ser fiscales, así como las causales de remoción.

Su autoridad máxima es el Fiscal Nacional, quien, según lo dispone el artículo 85


de la Constitución, es designado por el Presidente de la República, de una quina propuesta
por la Corte Suprema con acuerdo del Senado, durando en su cargo 8 años sin reelección
inmediata. Los requisitos para ser Fiscal Nacional son: tener título de abogado por a lo
menos 10 años, haber cumplido los 40 años de edad y poseer las demás calidades
necesarias para ser ciudadano con derecho a sufragio. Entre sus funciones se encuentra
la superintendencia directiva, correctiva y económica del Ministerio Público.

Cada región tiene un Fiscal Regional, salvo la Región Metropolitana que, por su
población o extensión geográfica tiene 4, dando un total nacional actual de 18 Fiscalías
Regionales. El Fiscal Regional es nombrado por el Fiscal Nacional, dentro de una terna
propuesta por la Corte de Apelaciones de la respectiva región.

El Ministerio Público se encuentra conformado también por Fiscalías Locales y un


Consejo General. Además de Unidades Especializadas y Unidades Administrativas o
Divisiones.

No obstante ser un órgano constitucional autónomo, sus actuaciones están


sujetas a control. En primer lugar, existe un control jerárquico, ejercido por la División de
Contraloría Interna, además de la ya mencionada superintendencia directiva, correccional
y económica ejercida por el Fiscal Nacional. El Juez de Garantía respectivo tiene un control

174
de índole procesal. Por su parte, el control político, en lo referido a la remoción del Fiscal
Nacional y los Fiscales Regionales, es ejercido por el pleno de la Corte Suprema, a
requerimiento del Presidente de la República, de la Cámara de Diputados, o de 10 de sus
miembros; la remoción de los Fiscales Regionales la puede solicitar también el Fiscal
Nacional.

3. Contraloría General de la República

Es un órgano constitucional autónomo, encargado de la fiscalización de la


Administración del Estado.

La Contraloría General de la República fue creada en 1927, pero se le dio rango


constitucional recién en 1943. La regulación constitucional de este órgano se encuentra
en el Capítulo X “Contraloría General de la República”, desde el artículo 98 en adelante.
La regulación legal está en la Ley 10.336 de 1952, cuyo texto refundido es de 1964.

Art. 98: “Un organismo autónomo con el nombre de Contraloría General de la República
ejercerá el control de la legalidad de los actos de la Administración, fiscalizará el ingreso y
la inversión de los fondos del Fisco, de las municipalidades y de los demás organismos y
servicios que determinen las leyes; examinará y juzgará las cuentas de las personas que
tengan a su cargo bienes de esas entidades; llevará la contabilidad general de la Nación, y
desempeñará́ las demás funciones que le encomiende la ley orgánica constitucional
respectiva.”

Art. 1º Ley 10.336: “La Contraloría General de la República, independiente de todos los
Ministerios, autoridades y oficinas del Estado, tendrá́ por objeto fiscalizar el debido
ingreso e inversión de los fondos del Fisco, de las Municipalidades y de la Beneficencia
Pública; verificar el examen y juzgamiento de las cuentas que deben rendir las personas
que tengan a su cargo fondos o bienes de las entidades indicadas y de los demás servicios
o instituciones somentidos por la ley a su fiscalización y la inspección de las oficinas
correspondientes; llevar la contabilidad general de la Nación; pronunciarse sobre la
constitucionalidad y legalidad de los decretos supremos; vigilar el cumplimiento de las
disposiciones del Estatuto Administrativo y desempeñar, finalmente, todas las otras

175
funciones que le encomiende esta ley y los demás preceptos vigentes o que se dicten en
lo futuro, que leden intervención.”

Se encuentra a cargo del Contralor General de la República, que, según lo dispone


el inciso 2º del artículo 98 de la Constitución, es designado por el Presidente de la
República con acuerdo del Senado, durando 8 años en el cargo y sin posibilidad de
reelección inmediata. Para ser Contralor General es requisito ser abogado con a lo menos
10 años de título, haber cumplido 40 años de edad y poseer las demás calidades
necesarias para ser ciudadano con derecho a sufragio.

La remoción del Contralor General le corresponde al Presidente de la República,


previa resolución judicial firme tramitada en la forma establecida para los juicios de
amovilidad que se siguen contra los Ministros de los Tribunales Superiores de Justicia y
por las causales señaladas para los Ministros de la Corte Suprema.

Funciones de la Contraloría General de la República

a. Función jurídica

Realiza el control de juridicidad de los actos de la Administración del Estado,


mediante resoluciones o dictámenes conocidos como jurisprudencia administrativa. Con
la emisión de dictámenes interpreta los actos administrativos, generando un sistema de
precedente obligatorio para los servicios. Con la toma de razón de los decretos y
resoluciones, controla la legalidad de éstos.

b. Función contable

Lleva la contabilidad general de la nación, valiéndose de prerrogativas financieras,


de crédito, normativas, inspectivas e informativas. El Contralor General puede refrendar
los bonos y otros documentos de deuda pública directa o indirecta que se emitan; puede
proponer al Presidente de la República las disposiciones supremas que crea necesarias
para establecer y uniformar los métodos de contabilidad y procedimientos que deben
seguir los funcionarios que manejan fondos públicos; hace el examen e inspección de los

176
libros, registros y documentos de la contabilidad fiscal, municipal y de beneficencia
pública; da a conocer al Presidente de la República y al Congreso Nacional un informe de
la situación presupuestaria, financiera y patrimonial del Estado.

c. Función jurisdiccional

Juzga las cuentas de las personas o funcionarios que tienen a su cargo fondos o
bienes públicos, velando por la legalidad de los ingresos y gastos, y la integridad del
patrimonio estatal. Determina las responsabilidades civiles extracontractuales de los
funcionarios o exfuncionarios públicos.

d. Función fiscalizadora de ingresos e inversión de dineros públicos

Fiscaliza la correcta inversión de los fondos públicos percibidos por de cualquier


persona o institución privada por leyes permanentes, a título de subvención o aporte
estatal, para que determinar si se cumplió o no la finalidad para la que fueron asignados
dichos fondos. Analiza también que se cumplan las disposiciones legales y reglamentarias
relacionadas con la administración de los recursos del Estado, y efectúa auditorías de la
recaudación, percepción e inversión de ingresos y entradas propias de los servicios
públicos.

e. Función de auditoría

Vela por el cumplimiento de las normas jurídicas, el resguardo del patrimonio


público y la probidad administrativa.

Para cumplir dichas funciones la Contraloría General de la República cuenta con


potestades de toma de razón, jurisprudencial, disciplinaria, inspectora y normativa.

177
4. Servicio Electoral

El Servicio Electoral es un organismo constitucional autónomo, con personalidad


jurídica y patrimonio propio.

En 1986 entra en vigencia la Ley Orgánica Constitucional sobre Sistema de


Inscripciones electorales y Servicio Electoral (Ley Nº 18.556) que nombró a esta
institución como Servicio Electoral de Chile.

Con la reforma constitucional de 2015 (Ley 20.860) se le dio autonomía


constitucional al Servicio Electoral, fijándose su regulación constitucional en el Capítulo IX
“Servicio Electoral y Justicia Electoral” de la Constitución, desde el artículo 94 bis en
adelante.

Art. 94 bis: “Un organismo autónomo, con personalidad jurídica y patrimonio propios,
denominado Servicio Electoral, ejercerá la administración, supervigilancia y fiscalización de
los procesos electorales y plebiscitarios; del cumplimiento de las normas sobre
transparencia, límite y control del gasto electoral; de las normas sobre los partidos políticos,
y las demás funciones que señale una ley orgánica constitucional.”

Art. 57 Ley 18.556: El Servicio Electoral es un organismo autónomo de rango constitucional,


con personalidad jurídica y patrimonio propio, cuyo objeto será cumplir con las funciones
que le señale la ley. Su domicilio será la capital de la República.”

El Consejo Directivo es quien tiene la dirección superior del Servicio. Está integrado
por 5 consejeros designados por el Presidente de la República, previo acuerdo del Senado,
y duran 10 años en sus cargos sin reelección inmediata, renovándose por parcialidades
cada 2 años. Entre los Consejeros eligen a un Presidente, que mantiene el cargo por 4
años, pero puede ser reelegido de forma inmediata para un solo periodo.

Los Consejeros puedan ser removidos de su cargo por el Pleno de la Corte


Suprema, a requerimiento del Presidente de la República o por 1/3 de los miembros en
ejercicio de la Cámara de Diputados.

178
A pesar de la autonomía, el Servicio Electoral está sometido a la fiscalización de la
Contraloría General de la República en lo concerniente al examen y juzgamiento de sus
cuentas de entrada y gastos.

Las funciones del Servicio Electoral están en el artículo 60 de la Ley 18.556 y


consisten en:

- Administrar, supervigilar y fiscalizar el proceso de inscripción electoral, la


elaboración y actualización de los padrones electorales y el acto electoral.

- Supervigilar y fiscalizar el cumplimiento de las normas sobre campañas


electorales y su financiamiento.

- Supervigilar y fiscalizar el cumplimiento de las normas que regulen las actividades


propias y ámbitos de acción de los partidos políticos, con pleno respeto por la autonomía
de estos y su financiamiento.

- Las demás materias que esta u otras leyes establezcan.

Según el Título XII de la Ley 18.700 (LOC sobre Votaciones Populares y Escrutinios),
en cada provincia hay una Junta Electoral, las que son órganos auxiliares del Servicio
Electoral. Las ubicadas en las provincias cuya capital sea asiento de Corte de Apelaciones,
están integradas por el Fiscal de la Corte de Apelaciones, el Defensor Público y el
Conservador de Bienes Raíces, ambos de la capital de la provincia. En las demás
provincias, las Juntas se integran por el Defensor Público, el Notario Público y el
Conservador de Bienes Raíces de ellas. Cuando hay más de uno de dichos cargos, integra
la respectiva Junta el más antiguo de su categoría.

Las funciones de las Juntas son la designación de vocales de mesa, designación de


los miembros del Colegio Escrutadores, velar por el orden público en la elección.

179
5. Tribunal Calificador de Elecciones

Es un órgano jurisdiccional con autonomía constitucional, especializado en


materia electoral. Este órgano constitucional, al igual que el Servicio Electoral, se
encuentra regulado en el Capítulo IX “Servicio Electoral y Justicia Electoral” de la
Constitución, desde el artículo 95 en adelante.

Art. 95: “Un tribunal especial, que se denominará Tribunal Calificador de Elecciones,
conocerá del escrutinio general y de la calificación de las elecciones de Presidente de la
República, de diputados y senadores; resolverá las reclamaciones a que dieren lugar y
proclamará a los que resulten elegidos. Dicho Tribunal conocerá, asimismo, de los
plebiscitos, y tendrá las demás atribuciones que determine la ley.”

Está constituido por 5 miembros: 4 de ellos son ministros de la Corte Suprema


designados por ésta, por sorteo; 1 ciudadano que haya ejercido el cargo del Presidente o
Vicepresidente de la Cámara de Diputados o del Senado por no menos de 365 días,
designado por la Corte Suprema, y que no sea parlamentario, candidato a cargo de
elección popular, Ministro de Estado ni dirigente de algún partido político. Duran 4 años
en el cargo.

Al tener autonomía constitucional, no depende de la superintendencia directiva,


correccional y económica de la Corte Suprema, ni del Consejo del Servicio Electoral. Sin
embargo, sus fondos son determinados anualmente por la Ley de Presupuesto de la
nación.

Sus funciones se encuentran en el artículo 9º de la Ley Orgánica Constitucional del


Tribunal Calificador de elecciones:

Art. 9º LOC Tricel: “Corresponderá al Tribunal Calificador de Elecciones:

a) Conocer del escrutinio general de las elecciones de Presidente de la República, de


diputados y senadores y del de los plebiscitos;

b) Resolver las reclamaciones que se interpongan en materias de su competencia;

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c) Calificar los procesos electorales y plebiscitarios, ya sean nacionales o comunales, y
proclamar a quienes resulten electos o el resultado del plebiscito.

La proclamación del Presidente electo se comunicará al Presidente del Senado, la de


senadores y diputados, a los Presidentes de las respectivas Cámaras, el resultado del
plebiscito nacional al Presidente de la República y el del plebiscito comunal, al alcalde
respectivo.

La circunstancia de que quede alguna repetición de elección, no obstará al envío de las


proclamaciones de aquellos a quienes ésta no afecte;

d) Nombrar, en conformidad al inciso segundo del artículo 85° de la Constitución Política, a


los miembros de los tribunales electorales regionales que sean de su designación;

e) Reglamentar los procedimientos comunes que deban aplicar los Tribunales Electorales
Regionales, en la forma señalada en el artículo 12 y consultando previamente la opinión de
éstos, y

f) Cumplir las demás funciones que le encomienden la Constitución Política y las leyes.”

También hay Tribunales Electorales Regionales quienes conocen el escrutinio


general y la calificación de las elecciones que la ley les encomiende, las reclamaciones a
que dieren lugar y proclamar a los candidatos electos. Conocen también la calificación de
las elecciones de carácter gremial y las que tengan lugar en aquellos grupos intermedios
que la ley señale. Siendo sus resoluciones apelables ante el Tribunal Calificador de
Elecciones.

Los Tribunales Electorales Regionales se componen de: 1 ministro de la Corte de


Apelaciones respectiva elegido por ésta; 2 miembros designados por el Tribunal
Calificador de Elecciones entre personas que hayan ejercido la profesión de abogado o
desempeñado la función de ministro o abogado integrante de Corte de Apelaciones por
un plazo no inferior a tres años. Duran 4 años años en su cargo.

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SYLLABUS

DOCENTES:

Tania Busch Venthur, abogada. Licenciada en Ciencias Jurídicas y Sociales por la


Universidad de Concepción. Magíster en Ciencia Jurídica y Candidata a Doctora en
Derecho por la Pontificia Universidad Católica de Chile. Correo electrónico de contacto
tania.busch@unab.cl.

El profesor ayudante es Fabio Bogdanic, licenciado en derecho y abogado de la


Universidad Andrés Bello. Correo electrónico de contacto Fabio.Bogdanic@gmail.com

OBJETIVO DE APRENDIZAJE DEL CURSO:

El objetivo del curso es comprender la naturaleza jurídica y política de la


Constitución, especialmente su trascendencia en el sistema de fuentes del Derecho;
reconocer la estructura y bases constitucionales de las distintas funciones del Estado y su
relevancia para las diferentes disciplinas del Derecho y a la Constitución como norma
jurídica apta para resolver conflictos jurídicos dentro de su ámbito de vigencia.

Al finalizar el curso el alumno será capaz de:

(1) Comprender los principios jurídicos básicos propios del Derecho Constitucional;

(2) Explicar la lógica jurídica en virtud de la cual se estructura la Constitución vigente,


tanto en sus aspectos organizacionales, como también en lo referente a la parte
dogmática;

(3) Describir las instituciones propias del Estado de Derecho; y

(4) Reconocer la importancia de los Derechos Humanos.

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CARGA HORARIA Y ASISTENCIA:

Este curso tiene programadas 4 horas semanales. El horario de clases está fijado
para los días lunes y martes en los módulos 3 y 4 (10:20 a 12:00).

Es requisito de aprobación del curso cumplir con un 75% de asistencia. La


asistencia será registrada desde el día 6 de agosto hasta el día 6 de noviembre.

EVALUACIONES:

La asistencia a las evaluaciones es obligatoria. Si no se presenta a rendir una


evaluación esta será calificada con nota uno (1.0) La inasistencia a evaluaciones control no
pueden justificarse.

Solemne única, cuya calificación tiene un 30% de ponderación en la nota final de la


asignatura.

Evaluaciones control, que tienen una ponderación de un 30% en la nota final de la


asignatura.

El promedio se sacará con un mínimo de dos notas de test que podrán corresponder
a trabajos prácticos, test de contenidos o controles de lectura. Sólo podrá recuperarse una
evaluación en la oportunidad que se fija al final del semestre.

Examen, cuya calificación final tiene una ponderación de 40% en la nota final de la
asignatura. El examen consta de dos partes: examen de Cátedra (70% de la nota de examen)
y examen de Departamento (30% de la nota de examen).

Se interrogará clase a clase las materias indicadas por la profesora. Esto permitirá
obtener décimas o restar décimas a la nota de la prueba solemne, pudiéndose obtener hast
+3 o -3. También se podrá obtener décimas a través de la realización de trabajos voluntarios
consitentes en investigaciones, exposiciones u otros. El máximo de décimas a obtener en el
semestre asciende a seis.

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REGLAS DE CONVIVENCIA

Se registrará la asistencia al comienzo de la clase. Una vez concluida la lista precluirá


el derecho a registrar asistencia. NO SE PODRÁ REGISTRAR ASISTENCIA UNA VEZ FINALIZADA
LA CLASE.

Se deberá asistir a clases con los materiales impresos en papel, apuntes de clases,
Constitución Política y lecturas complementarias. Estos serán puestos a disposición del curso
en formato electrónico y será responsabilidad de los alumnos y alumnas su reproducción.

No se permite grabar la clase por ningún medio.

El quórum para realizar la clases es dos alumnos presentes en sala. De no reunirse


dicho quorum, la materia que corresponda exponer en dicha clase se considerará pasada y
será responsabilidad de los alumnos estudiarla, conforme al material entregado y hacer las
preguntas pertinentes. Esta regla tiene como fundamento el no retrasar el desarrollo de los
contenidos del curso.

Cualquier situación especial deberá plantearse vía correo electrónico a


tania.busch@unab.cl o personalmente. No se responderán mensajes al teléfono celular,
llamadas telefónicas o correos a una dirección diferente de la señalada.

El plagio o copia será sancionado conforme a los reglamentos de la universidad. Si


algún alumno o alumna es sorprendido en una actitud de deshonestidad intelectual, la
situación será notificada a la dirección de carrera para los efectos que la autoridad
universitaria estime pertinente.

La recuperación de evaluaciones se ajustará estrictamente a lo señalado. No habrá


posibilidad de recuperar evaluaciones fuera de las fechas indicadas.

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