Miguel Serrano y Nimrod de Rosario
Miguel Serrano y Nimrod de Rosario
Miguel Serrano y Nimrod de Rosario
Cartas y Fragmentos
Estimado Kamerad:
Le respondo con esta a su carta del 14/3/84, la cual agradezco. Estuve mal de salud
durante gran parte del mes de marzo �nada grave, un problema de hipertensi�n
nerviosa que me produce largas jaquecas- y, a pesar de mi promesa de enviarle el
cuarto libro, nada pude hacer todav�a para corregirlo y darle su forma final.
Pronto lo tendr�.
Pasando a otra cosa, le dir� que he le�do en estos d�as �Nietzsche y la danza de
Shiva� por el cual no puedo menos que felicitarlo, especialmente por el valor
hiperb�reo con que Ud. se ha jugado al publicarlo.
Hay all� una fotograf�a de un Campo de Entrenamiento SS en donde, como Ud. dice, se
�fabricaba el Superhombre�. Se que pocos comprenden realmente a qu� clase de
f�brica se est� aludiendo all�, pero el solo hecho de mencionarlo es ya un adelanto
enorme contra la desinformaci�n. Yo aspiro, en lo posible a aportar esa explicaci�n
que se les ha negado a las nuevas generaciones �y a gran parte de las
viejasmostrando que tales Caminos se constitu�an seg�n principios m�gicos �si es
que el control de los Arquetipos psicoideos entra dentro de la magia- y demostrando
que tal magia es en realidad parte de una Ciencia antiqu�sima y rigurosa llamada
Sabidur�a Hiperb�rea. Quedar� as� en claro, luego de exponer sus ra�ces
metaf�sicas, que exist�a una aut�ntica �Cultura Nazi�, la cual es hoy absolutamente
desconocida a no ser por algunos objetos culturales del Tercer Reich que suelen
venderse como souvenirs. Pero, a trav�s de mis escritos, sabr� Ud. ya nuestra
opini�n sobre la �cultura�: �un arma estrat�gica enemiga�; la �Cultura Nazi� no
podr�a ser nunca una cultura dirigida por las fuerzas evolutivas de la Historia,
sino el producto social de una �coniunctio� alquimista, efectuada especialmente, y
que, como en el opus, ha producido un hijo incestuoso, prohibido, contranatura. Si;
una raza, masa confusa, trabajada por un F�hrer, Mag�ster Alquimias, se desposa
m�gicamente consigo misma, con su potencia hiperb�rea; no con la Materia, no con la
Iglesia, no con Jehov�, �ni con el Cielo ni con la Tierra�; con s� misma; y de esa
UNIO prohibida, condenada, nace un hijo maldito: la cultura nazi; y con ella,
trasmutado por ella, el �ntropho nietzschiano: el superhombre SS.
Hoy la inquisici�n de Jehov�-Satan�s ha pasado por el taller y sus hogueras han
consumido algunos utensilios empleados en el proceso, volviendo nuevamente
inconscientes los s�mbolos, oscureciendo su contenido. Por eso debemos escribir
otro Mutus Liber, o un nuevo Rosarium Philosophorum, que salve las claves del Opus.
Tal vez es nuestra tarea.
Me impresion� tambi�n, las citas que hace a entrevistas del Dr. Jung anteriores a
la Guerra. Se pregunta Ud. all� si �l sabr�a sobre la existencia de una Escuela de
Iniciaci�n SS o s�, cosa probable, no quiso hablar de ella: a mi me han asegurado
que el Dr. Jung conoc�a mucho sobre el tema y m�s a�n: que supo colaborar
secretamente con el Instituto Ahnenerbe �o con especialistas del mismo- tal como
tambi�n lo hicieron, sobre otros temas, Gurdjieff o Jean Riviere. Alg�n d�a le dir�
en qu� consist�a esta colaboraci�n.
Pero hay algo que quiero comentarle ahora. Se cu�nto admiraba y quer�a Ud. al Dr.
Jung y, posiblemente, nada que yo diga podr�a modificar el conocimiento profundo
que debe tener de su obra. Sin embargo no resisto la tentaci�n de referirle mi
opini�n sobre el aspecto global de �sta y mostrarle luego, que en ella subyace una
de las m�s grandes claves del conocimiento humano; tan grande que pocos la ven,
pero tan efectiva que podr�a transformar una civilizaci�n: Naturalmente si Ud. ha
dado con ella nada agregar� a sus conocimientos, pero, si no la conoce, descuento
desde ya que se ver� gratamente sorprendido.
De la obra del Dr. Jung quiero emitir s�lo un concepto: pocos son los que han
evaluado hasta qu� punto su ciencia se hab�a apartado de la cultura occidental,
pero much�simos menos han sido capaces de medir cu�n cerca estaba de la ciencia
secreta de los Siddhas �entre estos �ltimos le incluyo a Ud. con sus certeras
intuiciones-; ello nos lleva a pensar que Jung es un gigante cuyo ins�lito paso por
el siglo XX s�lo se puede concebir como una alternativa que los Siddhas
consideraban utilizar en caso de que triunfase el eje m�gico del F�hrer.
Ahora bien: Ud., yo, el Dr. Jung, y otros Kameraden que he conocido �poseen�, cada
uno una pieza del puzzle. Pero el F�hrer y los Siddhas juegan con el juego
completo. Por eso la Estrategia Psicosocial de las SS, que estoy tratando de
exponer, comienza adonde la obra del Dr. Jung termina, es decir en los Arquetipos
Psicoideos. Al serme revelada tal ciencia hube de comprender, como espero poder
demostrarlo, que la �psicolog�a profunda� no era una psicologizaci�n de los
s�mbolos esot�ricos y sus tradiciones, sino en verdad una parte original, una pieza
del puzzle de los Siddhas.
Yo mismo ni so�ar�a con hablarle a nadie sobre esto y menos intentar�a probarlo. Si
lo hago con Ud. es porque en cierto modo nuestra relaci�n va m�s all� de nosotros
mismos, se ha producido sincron�sticamente, y eso me inspira m�s confianza o me
hace suponer que es conveniente escribirle sobre estos temas. Voy a ir entonces a
la m�dula del asunto.
Para empezar hay que hacer dos afirmaciones. La primera es que, como se ver�
enseguida, Jung se hallaba adelantado en varias d�cadas �o atrasado en millones de
a�os, seg�n se mire- a la F�sica del siglo XX. La segunda es: en 1962 ha quedado
demostrado que, a parte de a los jud�os y comunistas el Premio Nobel tambi�n se
otorga a los imb�ciles. Pues no merece otro calificativo James Watson quien, en su
libro �La Doble H�lice�, se atreve burlarse del Profesor Pauling por haberse
�adelantado� a �ste en el descubrimiento de la estructura molecular de ADN sin
comprender que dicho sabio, al igual que Jung, no quisieron entregar sus secretos a
la ciencia materialista del Kali Yuga. Pauling, como tambi�n sin dudas hizo Jung,
trat� de desviar a la ciencia de occidente de una interpretaci�n arquet�pica de la
Biolog�a Molecular� y lo consigui� (1). La imbecilidad de Watson es la prueba, y
tambi�n lo es el hecho de que no se haya logrado localizar la residencia del �plan
celular�, es decir, el programa que sigue la mitosis celular al estructurar un
nuevo organismo. Porque el plan celular, como bien lo sab�an el Dr. Mengele y otros
sabios, no est� en los enlaces � purinas y pirimidinas- de las cadenas az�car
fosfato de la doble h�lice, sino en un Arquetipo psicoideo. La ciencia del Kali
Yuga no se imagina cu�n adelantada EST� A�N la SS en tal campo, pero no tardar� en
comprobarlo�. ser� muy pronto: cuando �despierten� miles de hombres inmortales que
hoy yacen unos juntos a otros en las bases secretas de las SS; ese ser� el �ltimo
batall�n del F�hrer.
Pero yo quer�a darle una clave, una �gran clave�, y para eso voy a demostrar la
primera afirmaci�n (la segunda, sobre el Premio Nobel de Watson, no merece mayor
comentario): Ud. debe saber que Einstein no consigui� desarrollar una teor�a
matem�tica aceptable para unificar los fen�menos �campo� �gravitatorio y
electromagn�tico-; fen�menos que, de cualquier manera, ya est�n unificados en la
realidad pues las que resultan incompatibles son las teor�as. Con respecto al campo
gravitatorio, fuera de las ecuaciones de Newton, todo lo que se ha avanzado en los
�ltimos dos siglos ha sido en el sentido apuntado, tratar de �unificarlo� con el
campo elecromagn�tico, para el cual existen las ecuaciones de Maxwell; de este modo
al tratar con el campo gravitatorio en sentido einsteniano -relativista, se hace
necesario que dispongamos de un instrumento matem�tico bastante complejo llamado
TENSOR, pero si, por caso, se decide interpretar los fen�menos f�sicos en base a la
mec�nica cu�ntica, entonces hay que recurrir a a�n m�s complejas f�rmulas
estad�sticas-probabil�sticas que requieren el uso de ordenadores electr�nicos.
Por otra parte, se ha supuesto que la �masa� �responsable del campo gravitatorio-
�deforma� o �distorsiona� el espacio siendo necesario tambi�n, aparte de c�lculo
tensorial, apelar a geometr�as no-euclideanas. Se agrega as� complejidad a la
complejidad y se consigue tomar una distancia cada vez mayor del fen�meno en s�, de
su facticidad.
Pues bien: la Sabidur�a Hiperb�rea aporta una explicaci�n de todo punto diferente,
pero que comprende perfectamente al fen�meno gravitatorio y permite dominarlo en
beneficio de los objetivos estrat�gicos de los Siddhas. Y tal explicaci�n no
requiere del empleo de matem�ticas formales salvo cuando se desea desarrollar una
tecnolog�a, en cuyo caso se recurre a una geometr�a esot�rica que est� del todo
fuera de los ambientes acad�micos de occidente. Lo importante de esto �y aqu� es
donde uno comienza a sorprenderse- es la intervenci�n de conceptos que han sido
claramente expuestos por Jung y Pauli (1) y la afirmaci�n de que la desviaci�n de
la F�sica te�rica es mucho m�s profunda de lo que suele pensarse. En efecto, las
cr�ticas m�s audaces se han centralizado generalmente sobre Einstein, Planck, Bohr,
etc , pero jam�s hab�an cuestionado a Newton. Y desde �l part�a el error.
Claro, la F�sica supone, y supone bien, que una relaci�n liga a la masa con el
campo gravitatorio. A donde se equivoca es �desde Newton- en la afirmaci�n de que
tal relaci�n es de causa y efecto, o sea: que el campo gravitatorio ocurre por
efecto de la masa; con tan err�neo concepto no es extra�o comprobar los enormes
armatostes que deben fabricarse para aprovechar el espacio a�reo. Y, naturalmente,
ellos, los fabricantes de cacharros voladores con motores de metal y a �combusti�n
interna� dudar�an de nuestra cordura si aseguramos que los Siddhas Hiperb�reos EN
BASE AL CONCEPTO ARQUET�PICO DE LA GRAVEDAD, disponen de veh�culos DE PIEDRA para
trasladar al sitio que deseen, y m�s a�n si agregamos que tales veh�culos no poseen
motor. Pero no se trata de un delirio sino de �ciencia�; ciencia antiqu�sima,
extraterrestre; ciencia que la SS desarroll� nuevamente y que le permiti� construir
sus propios �platos voladores� que, como Ud. siempre sospech�, vienen de las bases
ocultas de la Ant�rtica, en la Tierra de la Reina Maud y en otras partes, pero a
las que no se podr� localizar ni con sat�lites pues, los oasis poseen un
camouflage, tambi�n psicoideo. Pero �sa es otra historia.
(1) Se trata de Walfgang Pauli, f�sico austr�aco, colaborador del Dr. Jung en la
obra �La Interpretaci�n de la Naturaleza y la Psique�
Recordemos que tanto para los neoplat�nicos, como para Leibniz, como as� tambi�n,
para la ciencia hind� del Gran Aliento, etc., existen VARIOS GRADOS en la
manifestaci�n arquet�pica. Los Arquetipos o m�nadas m�s sutiles se encuentran en
planos tambi�n m�s sutiles recorriendo todo una escala de densidades hasta
descender a la materia, que es la sustancia m�s grosera. Sin duda Ud. ya conoce
todo esto as� que no vale la pena repetirlo para que me entienda. La cuesti�n es
que hay un Arquetipo que necesariamente es el �ltimo de la escala: tal es el
ARQUETIPO GRAVIS (2). El gravis es el m�s �pesado�, valga la redundancia, de los
Arquetipos, pero no �todos� ellos, sino de un g�nero especial que tiene relaci�n
con el ORDEN ESPACIAL DE LA MATERIA. Por eso los gravis, -que son los �ltimos de la
escala-, son tambi�n los primeros que el Demiurgo precipita cuando se apresta
�organizar� un plano f�sico. Sin gravis ning�n otro Arquetipo podr�a evolucionar en
la materia.
Pero conviene ser claros en esto: el Arquetipo de este vaso que tengo aqu�, en mi
mano, est� en Psicoesfera �o en el Globo de Akasa, seg�n la Ciencia del Aliento-;
un Arquetipo tal es ESTRUCTURADOR DE FORMAS, es decir, sostiene a la forma y la
forma es su actualidad concreta. El gravis, en cambio est� all�, en el vaso, como
sustrato material, y es quien determina su peso en relaci�n con otros gravis que
ocupan el espacio; la Tierra por ejemplo. El gravis NO ES ESTRUCTURADOR DE FORMA, o
es indiferente a la forma misma, pero, en tanto que Arquetipo psicoideo, posee una
potencia que lo lleva a desplegarse en un proceso evolutivo.
As�, pues, quien desee conocer algo sobre los Arquetipos, y sus modos de ser, en
lugar de viajar hacia el inconsciente colectivo o el mundo de las ideas de Plat�n,
deber�a reflexionar en el �nico Arquetipo �el gravis- que se encuentra,
objetivamente, al �alcance de la mano�-.
A esta altura ya debe Ud. de haber captado la idea. Sin embargo agregar� algunas
reflexiones que considero necesarias para completar el concepto. Mencionamos antes
dos errores hist�ricos. El de Newton fue hacer a la masa �causa� de la fuerza
gravitatoria (fuerza que por otra parte existe y es efectivamente proporcional a
las masas e inversamente proporcional al cuadrado de las distancia que las separan
tal como tambi�n Coulomb la demostr� en las cargas el�ctricas y Cavendich midi�):
la realidad es que, si bien la �fuerza gravitatoria est� relacionada
matem�ticamente con la masa, no es ella su causa, sino que, a su vez, la masa es el
efecto concreto, el acto, de un Arquetipo gravis; la fuerza gravitatoria es, as�,
la acci�n de una potencia arquet�pica que procede desde su entelequia y �atrae�
hacia su entelequia que algunos denominan �centro de gravedad�. Ahora bien, el
centro de gravedad algunas veces y solo algunas veces; especialmente en el caso de
un cuerpo esf�rico como la Tierra coincide espacialmente con la entelequia. �Qu�
queremos decir con coincidencia espacial? �Significa eso que all� es el lugar,
sitio, locus, por ejemplo en el centro de la Tierra, EST� la entelequia?
(1) Hay que aclarar que no ha existido �un error de Einstein�, sino que, por
motivos cuya complejidad impiden exponerlos aqu�, una teor�a arquet�pica de la
F�sica es inconcebible para el Inconsciente Colectivo Jud�o.
Bien; �pueden, tal vez, haber dos cosas iguales�; solo eso pedimos suponer de
momento. Volvamos entonces a la entelequia del Arquetipo Gravis.
Vamos a dar un gran paso: supongamos que somos capaces de considerar TODOS LOS
PROCESOS que existen en el mundo, desde aqu� hasta el �ltimo rinc�n del Universo;
si esto es posible, sino se nos escapa NING�N proceso, entonces resulta que NO
PODR�AMOS medir otro tiempo relativo �ni Einstein podr�a- FUERA de aquel en que
ocurren nuestros infinitos procesos c�smicos; m�s a�n: no podr�amos SABER si existe
otro tiempo porque NADA NOS LO INDICAR�A �nada que cambie, se entiende-. Este
absurdo ejemplo demuestra que el Tiempo, el Tiempo C�smico, es la suma de todos los
procesos del Universo, es decir, de todos los procesos ARQUET�PICOS. El Tiempo es
as�, tambi�n un proceso, algo que ya sab�amos desde la antig�edad cuando, a tal
proceso, se le llam� FLUENCIA. Por supuesto, ello no es nuevo, pero vale la pena
repetirlo pues debemos repetirlo pues debemos buscar otro enfoque.
El Tiempo como proceso fluente apunta, entonces, tambi�n a una entelequia, una
superentelequia llamada FUTURO. En efecto, el �Futuro� solo puede ser concebido
como entelequia, como perfecci�n final de una proceso c�smico de conciencia �el
Tiempo- cuyo initium es El Uno, Brahma, o como quiera llamar al Demiurgo, y cuyo
final, la entelequia del Tiempo, el Futuro, es El Uno, Brahma o como quiera que se
quiera llamar al Demiurgo.
Hemos dado un gran paso. Regresemos ahora a aquellas preguntas sobre la entelequia
y su relaci�n espacial con el �centro de gravedad�. Si aplicamos los conceptos
anteriores al problema del campo gravitatorio habremos de extraer conclusiones del
todo diferentes a las que aporta la F�sica. Consideremos un cuerpo de gran masa, la
Tierra por ejemplo; para la F�sica alrededor de la Tierra existe un campo
gravitatorio; para la Psicof�sica de la SS alrededor de la Tierra act�a la potencia
del Arquetipo Gravis. Para la F�sica la masa de la Tierra deforma el espacio
�curv�ndolo� en sus inmediaciones; para la Psicof�sica la masa de la Tierra genera
un espacio curvo que es reflejo de la distorsi�n que el gravis representa con
respecto al Tiempo absoluto. Para la F�sica en el centro de la Tierra est� el
�centro de gravedad�, a donde convergen todas las l�neas de fuerzas �imaginarias-
que describen el campo gravitatorio; para la Psicof�sica de la SS en el centro de
la Tierra HAY UN PUNTO QUE COINCIDE ESPACIALMENTE CON EL CENTRO DE GRAVEDAD: ES LA
ENTELEQUIA GRAVIS.
�Por qu� indiscernible? Para que algo sea indiscernible debe poder ser comparado
con otra cosa exactamente igual con igualdad absoluta, o sea: que ocupe el mismo
sitio y ocurra en el mismo tiempo: debe haber coincidencia simult�nea de momento;
solo as� estar�amos en condiciones de declarar que algo es indiscernible. Pues
bien, y aqu� creo estoy tocando uno de los Mayores Misterios que existen: LAS
ENTELEQUIAS DE TODOS LOS GRAVIS SON INDISCERNIBLES. En otras palabras: EN TODOS LOS
CUERPOS, NO IMPORTA SU TAMA�O, HAY UN PUNTO INDISCERNIBLE.
(�Qu� Misterio! �C�mo no iban de tratar de ocultarlo Jung -y Pauli con su neutrino-
y tantos otros?).
Hay que meditar mucho en esta propiedad de los gravis para abarcar el Misterio que
implica en toda su profundidad. Tratar� de destacar ahora lo m�s importante.
Tomo dos monedas una en mi mano izquierda otra a mi derecha; est�n a quince
cent�metros una de otra; se pueden medir, pesar, etc.; hay una suma de propiedades
arquet�picas que las determinan Y LAS DIFERENCIAN; una es de �diez�, la otra
�cinco�: m�s, el arquetipo �dinero� es cultural; el �valor� de las monedas ha sido
representado exteriormente por signos y �reconocido� intuitivamente; pero hay otro
Arquetipo, no cultural, sino psicoideo que sostiene al metal en su �forma� de
tajada cil�ndrica, etc.. Todas estas propiedades unen y diferencian a las monedas,
me permiten decir ��aqu�, en la izquierda la de diez�- y ��aqu� en la derecha la de
cinco�. Y todo el mundo convendr� en que son DOS monedas y que est�n �all� y �all�.
Pero en cuanto nos referimos al gravis las cosas cambian pues ya no podremos
distinguir la entelequia de una y otra o, diremos, son �indiscernibles�.
Naturalmente, muchos reir�an al o�r esto, y har�an bien en hacerlo; sino est�n
preparados para afrontar el Misterio mejor es que r�an y permanezcan en la
ignorancia pues MUCHO HAN ENLOQUECIDO ANTE LA REALIDAD DE LOS PUNTOS
INDISCERNIBLES: son los �M�sticos� que de pronto vieron OJOS EN TODAS LAS COSAS o
los drogadictos �no ofenderse que hablo de Aldous Huxley y otros por el estilo-
quienes exploraron el mundo con la percepci�n visual expandida por medio de algunas
drogas y se horrorizaron, no frente a un mundo �viviente�, sino por los �millones
de ojos� con que �Dios� los observaba �desde todas las cosas�.
En varias partes de mi libro, escrib� que siempre que se siga una v�a secreta de
liberaci�n, de las siete que propone la Sabidur�a Hiperb�rea, habr� alg�n momento
en que se producir� un enfrentamiento con el Demiurgo y que contemplar su terrible
Faz puede ser peligroso sino se posee un valor sin l�mites. Ahora queda claro a qu�
me refer�a. En la entelequia de los gravis, desde los puntos indiscernibles que
est�n en todos los cuerpos, es decir, desde el Tiempo que es Su Conciencia, est� El
sosteniendo el orden material.
No en vano todos los gn�sticos alejandrinos que sab�an con qu� clase de monstruo se
la ten�an que ver, encerraban al ojo de Abraxas en un tri�ngulo, es decir,
aplicaban la �ley del cerco�, para no enloquecer de esquizofrenia. Los Iniciados
Hiperb�reos, los berserkir de la SS por ejemplo, como aquellos gn�sticos, tambi�n
poseen t�cnicas para resistir la mirada disolvente del Demiurgo y aprovechar los
puntos indiscernibles de los Arquetipos gravis. �Aprovechar? �� �Para qu�? �C�mo?.
Son preguntas comunes. Querido kamerad Serrano pues hoy d�a, si no se dispone de un
Bevatr�n parece que nadie puede ni so�ar con investigar el interior de la materia
y, si no se posee una gr�a hidr�ulica, �Qui�n intentar�a mover las piedras de
Sacsahuam�n?.
Estimado kamerad: jam�s he sido avaro de palabras, pero tampoco deseo exagerar y
cansarle a Ud.. Disc�lpeme si lo he hecho, pero, como le dec�a al comienzo, al leer
Nietzsche y la danza de shiva, con sus citas sobre el Dr. Jung, sent� un
irrefrenable impulso de mostrarle, con un ejemplo sencillo cu�n cerca estaba �l de
la ciencia secreta de los Siddhas . No se si logr� transmitirle esa �gran clave�
que es el arquetipo gravis; si no lo he conseguido la culpa es s�lo m�a por falta
de elocuencia.
Written by master
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Yo s� que debo decirle que toda alegr�a que pude sentir al recibir su obra fue
inhibida y hasta destruida con la sorpresiva carta que me ha enviado con su libro.
No s� de qu� est� hablando usted all�, porque lo �nico v�lido entre nosotros debi�
ser nuestra correspondencia personal. Lo que yo le he escrito fue siempre con el
mejor �nimo y dirigido a colaborar o ayudar en eso que cre� pudiera llegar a ser un
Opus conjunto, en ambos lados de la gran monta�a o columna dorsal de los Andes.
Recuerdo que lo primero que le declar� fue que en estos territorios la mentira no
es permitida, aunque fuera en una novela; porque los arios no mienten, al rev�s del
jud�o, marc�ndose aqu� la diferencia esencial. Y por ello, aunque fuera en una obra
de ficci�n, no estaba permitido poner en boca del F�hrer, Adolf Hitler, largos
parlamentos con tanto sabor gn�stico y que �l nunca pronunci�; porque todo lo que
hoy huele gnosticismo, a dualismo �como tambi�n a monismo- est� dentro del gran
negocio jud�o.
Alfred Rosenberg afirm�: �La verdad del jud�o es la mentira org�nica�. Con esto, �l
estaba significando esa mezcolanza racial, horrible, ese mestizaje y bastardismo
que definen a la anti-raza jud�a. De all� no puede salir nada que sea verdadero. Su
verdad es la mentira. Por eso, quien lucha contra el jud�o, o se defiende de �l,
tiene la obligaci�n de levantarse contra la mentira, su producto exudado. Por eso
yo tambi�n lucho, sincron�sticamente, contra la mentira del holocausto jud�o.
Afirmar que este holocausto es verdad, como usted lo hace, es colaborar con el
jud�o, dejando de lado todas esas sofisticadas interpretaciones de que me habla. El
combate es adentro y afuera, sincron�sticamente. Esto es Magia. Y rehuir ese
combate exterior puede aceptar varias interpretaciones y justificaciones; pero
tiene un solo nombre: cobard�a.
Le dec�a yo en aquella carta que, en esto que usted llama sabidur�a hiperb�rea, �no
cabe la invenci�n ni la mentira�. No estamos autorizados para ponernos a inventar
cosas y luego atribuirlas a una �sabidur�a hiperb�rea revelada por los siddhas�, ni
mucho menos atribu�rselas a las SS., a la Thulegesellschaft, a Adolf Hitler, al
Hitlerismo Esot�rico o al Nacionalsolcialismo. Recuerdo, adem�s, que he sido muy
cuidadoso al no decir algo que pudiera crear un enfrentamiento. Por ello, cuando
alguien me ha preguntado, para conocer mi opini�n, sobre el tantrismo por ejemplo,
postergu� toda respuesta hasta conocer lo que usted me hiciera remitir sobre la
�Mujer Lilith�. Desgraciadamente, no puedo estar de acuerdo con toda esa magia
negra con prostitutas, con esa mugre; pero segu� siendo muy cuidadoso al dar mi
opini�n. Yo deseaba colaborar, adaptando las ondas, y este esfuerzo deber� usted
reconocerlo en mi �ltimo libro, el cual se hallaba casi terminado cuando nuestra
relaci�n se iniciara. Al remitirme por primera vez sus escritos, me dijeron que lo
hac�an para colaborarme en la obra en que me hallaba empe�ado y que �el trabajo iba
a ser dedicado a Rudolf Hess y a m�; porque usted ya hab�a le�do �El Cord�n Dorado,
Hitlerismo Esot�rico�, aunque ahora pretende y diga lo contrario. Comprendiendo la
importancia de lo que acontec�a, guard� el m�s estricto secreto y no creo haber
tratado nunca directamente con usted el asunto de los druidas, a pesar de conocer
bien donde se hallaba el origen de su peregrina elucubraci�n; el libro �La Otra
Atl�ntida� de Robert Scrutton, donde un posible mas�n ingl�s, te�sofo o algo as�,
ha publicado �La Cr�nica de Oera Linda�, por lo dem�s, de dudosa autenticidad. Ah�,
Scrutton habla por su cuenta, refiri�ndose a los �Golen�, que los frisones
encontrar�an en Asia Menor. Dice que les habr�an invitado a pasar a Europa y a
Inglaterra. De ah� usted, por su cuenta y partiendo de esas dudosas fuentes, llega
a la conclusi�n de que �golen�, druida y celta son una misma cosa, conform�ndose
as� una construcci�n imaginaria que, sin embargo, coincide como dos gotas de una
misma agua con un plan internacional que se viene poniendo en marcha desde hace ya
varios a�os, para tratar de quitar de encima, de alg�n modo, la responsabilidad
�nica y total de la gran conspiraci�n al jud�o. Hemos podido ver as�, en un libro
ya citado por m�, �La Race Fabuleuse� de G�rard de S�de, el pretendido intento de
hacer aparecer a los merovingios con mezcla de jud�os; en seguida, unos
investigadores a sueldo de la BBC de Londres, publican un Best Seller, �Holly Grail
and Holly Blood�, en donde tambi�n se pretende lo mismo, atribuyendo ahora hasta
�Los Protocolos de los Sabios de Si�n� a una entidad sin�rquica; el �Priorato de
Si�n� que pretender�a instalar un �Rey del Mundo�, �de sangre merovingia-jud�a. Y
en Canad� se ha escrito un libro, a�n no publicado, pero cuyo borrador he tenido en
mis manos, culpando de la Gran Conspiraci�n Mundial a los �Welsh�, es decir, a los
galeses. Lo mismo que usted. De alg�n modo, el jud�o ser�a �suavizado�, y, al
final, liberado de la absoluta culpa, al ser reemplazado por una �pr�xima raza
ra�z� gallega, u otro absurdo por el estilo, teos�fico-mas�nico. Y este plan jud�o,
inspirado desde afuera, casi telep�ticamente, o por hipnosis a distancia, se
complementa y colabora perfectamente con la mentira de los seis millones del
holocausto, las c�maras de gas, las �pantallas de l�mparas y jabones hechos con
piel de jud�os�, en los campos de concentraci�n nazistas, de tal modo que ya no se
pueda recordar el �nico r�gimen en este mundo que dio soluci�n justa, terminando
con la servidumbre al inter�s del capital, magia negra jud�a que tiene esclavizados
a los pueblos de esta Am�rica. Yo toda esta mentira, que a usted parece no
afectarle, porque �se desmoronar�a sola si fuera verdad� (Como si alguna mentira
jud�a se haya desmoronado alguna vez sola en la Historia controlada por ellos, sin
que los arios deban luchar para conseguirlo) a mi s� me afecta, porque hay
camaradas que se encuentran en prisi�n y son torturados por el solo hecho de
haberse levantado contra esa mentira.
Ahora bien, y para retomar el asunto de la �mentira org�nica�, cada vez que oigo
mencionar el concepto de �raza ra�z�, �raza del esp�ritu�, o del �Esp�ritu�, que
�est� sobre la sangre y la raza biol�gica�, etc�tera, me entran unas irrefrenables
sospechas sobre el origen mismo de quien as� lo plantea. Y entro a parafrasear a
Goebbels, diciendo: �Cuando oigo hablar de �esp�ritu� desenfundo mi pistola�. Y
esto no porque no crea en el Esp�ritu, como usted antojadizamente me atribuye, sino
porque entro a dudar de la procedencia de quien estas cosas as� plantea. Ya he
explicado en mi libro �ltimo mis sospechas sobre el mismo Evola y Claus, por
exponer sus tesis �tradicionalistas� y �psicoetnol�gicas�, de las �razas del alma�,
�del esp�ritu�, etc�tera. En verdad no existe m�s que una raza que pueda expresar
eso que estamos llamando Esp�ritu Hiperb�reo, y esta es la raza blanca n�rdica y la
sangre n�rdica aria; porque s�lo ah� se puede expresar el Esp�ritu, as� como en un
viol�n estradivario se puede ejecutar mejor a Bach. Y el mongol por ejemplo, no es
m�s que una mezcla racial inferior del animal-hombre, del negro con el amarillo; a
los m�s, del amarillo con el blanco. Y ah� jam�s encarnar� el �Esp�ritu
Hiperb�reo�. �Mir�monos de frente� dec�a Nietzsche, �nosotros somos hiperb�reos!�,
Bueno, mir�monos en un espejo y ah� sabremos si pertenecemos a la raza blanca aria,
o si somos mongoles, mestizos de indios, o bien mulatos.
Recuerdo que tambi�n me refer� en una de mis cartas a que usted estaba usando toda
mi terminolog�a, hasta con las faltas de ortograf�a que yo cometiera en �El Cord�n
Dorado�. All�, en sus escritos, aparecen �el Espejo de la Princesa Pap�n�, el
concepto de �A-mor� (estoy seguro de ser el �nico que los ha empleado en el mundo),
�La Minne�, �Virya� (se escribe Vir�) y tambi�n �Cord�n Dorado�, ��urea Catena�,
�Vril�, �Vraja�, �Tantrismo Kaula�, �Lilith�, etc�tera, etc�tera. Casi todos estos
conceptos m�os, me han sido robados por usted y, luego, desviados del sentido que
yo les atribu�. Y, por �ltimo, despu�s de recibir su carta, me parece que yo
tambi�n pude esperar como m�nimo que usted hiciera referencia de d�nde y de qui�n
le han llegado estos t�rminos, que usted ha plagiado y expoliado. C�micamente, en
su carta usted tiene la desfachatez de advertirme sobre la necesidad de citar la
fuente de su obra, �si yo llegara a referirme a ella, porque podr�an existir
derechos comprometidos�. Me veo, entonces, en la necesidad de hacerle yo esta
advertencia, para el caso de una edici�n real, o en forma de un libro suyo, puesto
que el plagio y la falsificaci�n del sentido de los t�rminos usados por el autor
son penados por la ley, siendo muy estricta la Ley de Propiedad Intelectual en
Chile, pudiendo establecerse el reclamo sin que su efectividad sea perjudicada por
las fronteras nacionales.
Nunca pens� haber tenido que escribirle todo esto. Usted me ha obligado a hacerlo,
como una reacci�n al inesperado ataque que me endilga y que, por supuesto, no puedo
pasar por alto. �Y c�mo aceptar a�n ese extra��simo �pacto de no agresi�n� que
usted me propone, cuando ha empezado agredi�ndome? �Por qu� y para qu�? En estos
territorios tan esenciales, no cabe la �componenda� �la que usted propone-. No se
trata de �ortodoxia judaica�, u otra monserga semejante, sino de oposici�n
esencial, de una Weltanschauung opuesta, diferente. La suya no concuerda en
absoluto con la m�a, con la del Hitlerismo Esot�rico, ni con la del Nacional
Socialismo exot�rico. Nada tiene que ver con la lucha del h�roe, del Vir�, en el
Yuga de los H�roes. Todo lo que usted visualiza es un escape vergonzante, una
salida, porque en su dualismo gn�stico (que nada tiene que ver con Hitler, ni con
las SS.) todo este mundo, el Universo entero es una prisi�n, una creaci�n
demi�rgica. Para el Hitlerismo Esot�rico, para m�, es s�lo una corrupci�n en la
superficie, una mala copia revestida con una pel�cula de Maya. Y, al fondo, se
halla una naturaleza pura y bella, tan llena de nostalgia como nosotros mismos, que
nos pide a gritos que la redimamos, que la transfiguremos, que �la hagamos
invisible dentro de nosotros�, como aseguraba Rilke. Hitler y la SS cre�an en la
posibilidad de revertir la entrop�a. Y ese fue el origen del conflicto de Rosenberg
y las SS con Spengler. En cualquier instante del Yuga de los H�roes es posible
reconstruir Thule, retornar a la verdadera Edad Dorada de la Primera Hiperb�rea �no
a la copia del Demiurgo- derrotar al Enemigo, enderezar el Eje de la Tierra,
transfigurarla conjuntamente con nuestra mutaci�n, o con nuestra muerte heroica en
el combate. �Porque la sangre de los h�roes llega m�s cerca de Wotan que la
plegaria de los santos�, que la �huida�, en una autorrealizaci�n onan�stica. Y
porque los H�roes que mueren combatiendo por la causa justa del F�hrer, Adolf
Hitler, ser�n rehechos en el Walhalla por las Valkirias y alcanzar�n as� la
inmortalidad. Es decir, la lucha es sincron�stica, afuera y adentro, por la
redenci�n del mundo y la nuestra. Por ello, entramos voluntariamente aqu�, para
combatir, no para escapar de un Universo sin esperanzas, de una prisi�n, sino para
impedir que el �plagio� (El Demonio y el jud�o siempre plagian, falsifican,
corrompen) y la corrupci�n no sigan extendi�ndose junto con ese Universo
corrompido, a expensas del Universo de los Divyas, o Siddhas, a expensas de
Hiperb�rea. Combatir aqu�, dentro del mismo campo del Enemigo. Este es el Idealismo
M�gico de Novalis, el de los SS, el de Hitler y su Nacional Socialismo. Y es por
eso, tambi�n, que el ario n�rdico, de raza biol�gica pura, de sangre biol�gica
pura, ama la Naturaleza (porque ambos poseen Nostalgia, Minne). La belleza de la
Naturaleza tiene su origen en id�ntica Nostalgia. Y por eso, la anti-raza jud�a
odia la aturaleza.
El plan jud�o y del Demiurgo, del Demonio, del Enemigo, es predicar el escapismo.
Lo ha hecho de muchos modos diferentes en nuestro tiempo: con la droga, con el
�hippismo�, con �el amor universal�, con el homosexualismo, el lesbianismo, el
orientalismo, el gnosticismo, el �tantrismo�, el �ovnismo�, el boom artificial y la
falsificaci�n de las obras de Hermann Hess y de C. G. Jung. Y tambi�n ahora, en
menor scala, pero igualmente peligroso, con usted. As� se desv�a y desvirt�a el
combate de la juventud (y no solo de la juventud), al mismo tiempo se les saca de
la recta lid en este ndo, debilit�ndola, degener�ndole, para poder dejar en las
solas manos jud�as el control de la situaci�n total en el planeta (y no s�lo en el
planeta).
No, aqu� no pueden existir pactos ni componenda. Hay muchas vidas j�venes
comprometidas, tambi�n en Argentina, a ambos lados de la Columna Vertebral del Polo
Sur, morada del demonio, por el momento. El F�hrer tambi�n lo dijo: �S�lo la
pol�tica admite la componenda; la Weltanschauung, la concepci�n del mundo, n�. Y
s�lo lo que Hitler dijo �en todo lo que se refiera al Hitlerismo, especialmente, es
verdad para nosotros. No podemos, por ello, inventarle palabras y aseveraciones al
F�hrer ni a las SS. Tampoco a los Siddhas; aunque se nos antoje comenzar a
afirmarlo en nombre de una supuesta iniciaci�n, o de una Orden �Tirodal�, reci�n
inventada, de �Caballeros de la Rep�blica Argentina�, u otra cosa por el estilo.
Miguel Serrano
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Estos fragmentos tambi�n son una introducci�n a los libros de Nimrod de Rosario.
Una vez le�dos y rele�dos por los aspirantes estos podr�n seguir con la versi�n
abreviada de la novela y con los primeros tomos de los Fundamentos.
Nimrod de Rosario nos ense�� que leyendo y releyendo sus escritos se producir� el
despertamiento y la trasmutaci�n de los aspirantes.
1. Si ya se ha hecho Ud. consciente del Gran Enga�o, entonces lea con detenimiento
lo que sigue pues all� encontrar� algunas claves para orientarse en el Camino de
Regreso al Origen.
3. Hombres procedentes de una guerra espantosa y total� de una Guerra Esencial que
comenz� mucho antes, en el Origen extraterrestre del Esp�ritu humano, y que a�n no
ha concluido.
8. Para comprender al Signo del Origen se requer�an exactamente �trece m�s tres
Vrunas�, es decir, un alfabeto de diecis�is signos denominados Vrunas o Varunas.
9. La m�s alta santidad sacerdotal, la que se demostraba por el dominio del Alma,
fuese �sta concebida como cuerpo o como fuerza, significaba tambi�n la m�s abyecta
sumisi�n a las Potencias de la Materia.
10. En el Origen, m�s all� de las estrellas, exist�a una Luz Increada que s�lo
pod�a ser vista por el Esp�ritu; esa luz infinita era imperceptible para el Alma.
Empero, aunque invisible, frente a ella el Alma se sent�a como ante la negrura m�s
impenetrable, un abismo infinito, y quedaba sumida en un terror incontrolable: y
eso se deb�a a que la Luz Increada del Esp�ritu transmit�a al Alma la intuici�n de
la muerte eterna en la que ella, como toda cosa creada, terminar�a su existencia al
final de un super �Gran A�o� de manifestaci�n del Dios Creador, un
�Mahamanvantara�.
12. La Sabidur�a har�a al Esp�ritu libre en el Origen y m�s poderoso que el Dios
Creador; pero en este mundo, donde el Esp�ritu est� encadenado al animal hombre, el
Culto al Dios Creador acabar�a dominando a la Sabidur�a.
13. Cuanto existe en este mundo es s�lo una burda imitaci�n de las cosas del Mundo
Verdadero.
15. El Gran Jefe de los Esp�ritus Hiperb�reos, L�cifer, �el que desaf�a con el
Poder de la Sabidur�a al Poder de la Ilusi�n del Dios Creador�, el Enviado del Dios
Incognoscible, el verdadero Kristos de Luz Increada.
16. Conservaron el alfabeto sagrado de trece m�s tres Vrunas, a las que
representaban con diecis�is signos formados con l�neas rectas y a los que hab�an
asociado un sonido de la lengua corriente; de ese modo se dispon�a de trece
consonantes y tres vocales.
18. La Negrura Infinita que ofrece la Muerte K�libur de la Diosa Pyrena, en la que
toda Luz Creada se apaga sin remedio, es capaz de Reflejar a ese �algo� que es el
Esp�ritu Increado; y el Reflejo del Esp�ritu en la Negrura Infinita de la Muerte
K�libur es la Verdad Desnuda de S� Mismo. Frente a la Negrura Infinita la Vida
Creada muere de Terror y el Esp�ritu se encuentra a S� Mismo. Es por eso que si el
Elegido, tras el reencuentro, recobra la Vida, ser� portador de una Se�al de Muerte
que dejar� su coraz�n helado para siempre. El Alma no podr� evitar ser subyugada
por la Semilla de Piedra de S� Mismo que crece y se desarrolla a sus expensas y
trasmuta al Elegido en Iniciado Hiperb�reo, en Hombre de Piedra, en Guerrero Sabio.
Como Hombre de Piedra, el Elegido resurrecto tendr� un Coraz�n de Hielo y exhibir�
un Valor Absoluto. Podr� amar sin reservas a la Mujer de Carne pero �sta ya no
conseguir� jam�s encender en su coraz�n el Fuego Caliente de la Pasi�n Animal.
Entonces buscar� en la Mujer de Carne, a Aquella que adem�s de Alma posea Esp�ritu
Increado, como la Diosa Pyrena, y sea capaz de Revelar, en Su Negrura Infinita, la
Verdad Desnuda de S� Mismo. A Ella, a la Mujer K�libur, la amar� con el Fuego Fr�o
de la Raza Hiperb�rea. Y la Mujer K�libur le responder� con el A-mort helado de la
Muerte K�libur de Pyrena.
20. Un Hombre de Piedra; un Regresado de la Muerte; uno que en la Muerte fue amado
con el Fuego Fr�o K�libur de Pyrena y ahora conserva el Recuerdo de A-mort; uno que
ha sentido, m�s all� del Amor de la Vida, el A-mort de la Muerte K�libur, es decir,
la No-Muerte de la Muerte K�libur, y ahora se ha inmortalizado como hijo de la
Muerte.
21. El Hombre de Piedra s�lo actuar�, escuchar� en silencio la Voz del Fuego Fr�o y
actuar�; y su acto expresar� el m�ximo Valor espiritual; hiciese lo que hiciese �l,
su acto estar� fundado en el soporte absoluto de S� Mismo, m�s all� del bien y del
mal, y no le afectar� ning�n juicio o castigo procedente del Mundo del Enga�o. Y
ninguna variante del Gran Enga�o, ni siquiera el Fuego Caliente de la Pasi�n
Animal, podr�n arrastrarlo otra vez al Sue�o de la Vida; Sabio y Valiente como un
Dios, el Hombre de Piedra s�lo luchar� si es necesario y aguardar� callado la
Batalla Final; anhelar� el Origen y lo conmover� la nostalgia por el A-mort de la
Diosa; buscar� a su Pareja Original en la Mujer K�libur y, si la encuentra, la
amar� con el Fuego Fr�o de S� Mismo; y Ella lo abrazar� con la Luz Increada de su
Esp�ritu Eterno, que ser� Negrura Infinita para el Alma creada.
22. En la Tierra, el Esp�ritu hab�a sido encadenado al animal hombre para que su
fuerza volitiva acelerase la evoluci�n de la estructura ps�quica de �ste: y tan
f�rreo era el encadenamiento, tan sumido estaba el Esp�ritu en la naturaleza
an�mica del animal hombre, que hab�a olvidado su Origen y cre�a ser un producto de
la Naturaleza y de las Potencias de la Materia, una creaci�n de los Dioses.
23. Navut�n viene para liberar al Esp�ritu del Hombre de su prisi�n en el Mundo del
Dios Creador; el Esp�ritu es Increado, es decir, no Creado por el Dios Creador y,
por lo tanto, nada de lo que aqu� acontece puede mancillarlo esencialmente y mucho
menos afectarlo �ticamente; el Esp�ritu es Inocente y puro en la Eternidad del
Origen; de all� que Navut�n afirme que el Esp�ritu Hiperb�reo, perteneciente a una
Raza Guerrera, s�lo puede manifestar una actitud de hostilidad esencial hacia el
Mundo del Dios Creador, s�lo puede rebelarse ante el Orden Material, s�lo puede
dudar de la Realidad del Mundo que constituye el Gran Enga�o, s�lo puede rechazar
como Falso o Enemigo a todo aquello que no sea producto de S� Mismo, es decir, del
Esp�ritu, y s�lo puede alentar un �nico prop�sito con Sabidur�a: abandonar el Mundo
del Dios Creador, donde es esclavo, y regresar al Mundo del Incognoscible, donde
ser� nuevamente un Dios. Contrariamente, Jes�s Cristo viene para salvar al Alma del
Hombre del Pecado, de la Falta a la Ley del Dios Creador; el Alma es Creada por el
Dios Creador y debe obedecer ciegamente a la Ley de su Padre.
24. De all� que Jes�s Cristo afirme que el Alma del Hombre, la creatura m�s
perfecta del Dios Creador, s�lo debe manifestar una actitud de amor esencial hacia
el Mundo del Dios Creador, s�lo debe aceptar con resignaci�n su puesto en el Orden
Material, s�lo debe creer en la Realidad del Mundo, s�lo debe aceptar como
Verdadero y Amigo a aquello que prueba venir en Nombre del Dios Creador, y s�lo
debe alentar un �nico prop�sito con Sabidur�a: permanecer en el Mundo del Dios
Creador como oveja y ser pastoreada por Jes�s Cristo o los Sacerdotes que lo
representen. Ser Dios o ser oveja, �sa es la cuesti�n.
25. Como en su momento los Gn�sticos y Maniqueos, y como luego har�n los C�taros y
Albigenses, ellos aceptar�n s�lo parte de los Evangelios, especialmente el de Juan,
y rechazar�n de plano el Antiguo Testamento. Esto es lo que alegaban: el Dios de
los jud�os no era otro que Jehov� Satan�s, un aspecto o rostro del Dios Uno Creador
del Universo Material; en el G�nesis se narra la historia de la Creaci�n del
Universo Material, donde ser�a esclavizado el Esp�ritu Increado y Eterno; El
Universo creado es, pues, intr�nsecamente maligno para el Esp�ritu Increado, el
Esp�ritu s�lo concede valor al Mundo Verdadero de donde �l procede.
27. Grabaron los trece m�s tres signos r�nicos del Alfabeto Sagrado en la Columna
Irminsul, y le incrustaron en su centro la Piedra de Venus, en rememoraci�n del Ojo
Unico de Wothan que miraba al Mundo del Gran Enga�o desde el Arbol del Terror.
29. Lo que los C�taros conoc�an en realidad era la Sabidur�a Hiperb�rea, a la que
ense�aban vali�ndose de s�mbolos tomados del mazde�smo, del zervanismo, del
gnosticismo, del judeocristianismo, etc. Por consiguiente, predicaban que el Bien
era de naturaleza absolutamente espiritual y estaba del todo fuera de este Mundo;
el Esp�ritu era Eterno e Increado y proced�a del Origen del Bien; el Mal, por el
contrario, ten�a por naturaleza todo lo material y creado; el Mundo de la Materia,
donde habita el animal hombre, era intr�nsecamente maligno; el Mundo hab�a sido
Creado por Jehov� Satan�s, un Demiurgo demon�aco; rechazaban, por lo tanto, la
Biblia, que era la �Palabra de Satan�s�, y repudiaban especialmente el G�nesis,
donde se narraba el acto de Crear el Mundo por parte del Demonio; la Iglesia de
Roma, que aceptaba la Biblia era, pues, �la Sinagoga de Satan�s�, la morada del
Demonio; el animal hombre, creado por Satan�s, ten�a dos naturalezas: el cuerpo
material y el Alma; a ellas se hab�a unido el Esp�ritu Increado, que permanec�a
desde entonces prisionero de la Materia; el Esp�ritu, incapaz de liberarse, resid�a
en el Alma, y el Alma animaba el cuerpo material, el cual se hallaba inmerso en el
Mal del Mundo Material; el Esp�ritu se hallaba, as�, hundido en el Infierno,
condenado al dolor y al sufrimiento que Jehov� Satan�s impon�a al animal hombre.
38. Mi Se�or s�lo conoce y respeta la Ley del Honor, que es la Ley del Esp�ritu
Santo, de la Voluntad del Dios Verdadero; s�lo tu Dios Jehov�, que es un Demonio
llamado Satan�s, al que obedeces servilmente, puede oponerse a esa Ley.
39. Nosotros, los Guerreros Eternos de Kristos L�cifer, acabaremos alg�n d�a con
los Jefes de tus Jefes, con la Jerarqu�a Oculta de Sacerdotes Supremos que
mantienen al Esp�ritu Increado en la esclavitud de la materia creada.
40. El Yo, expresi�n del Esp�ritu, surge hundido en la entra�a del Alma sin
disponer de ninguna posibilidad de orientarse hacia el Origen, puesto que �l ignora
que se encuentra en tal situaci�n, que hay un regreso posible hacia la Patria del
Esp�ritu; el Yo est� normalmente extraviado sin saber que lo est�; y busca el
Origen sin saber qu� busca. Los Dioses Traidores lo encadenaron al Alma del animal
hombre para que la fuerza volitiva de su b�squeda in�til sea aprovechada por el
Alma para evolucionar hacia la Perfecci�n Final. Sumido en el sujeto an�mico, el Yo
es incapaz de adquirir el control del microcosmos, salvo que pase por la Iniciaci�n
Hiperb�rea, la que produce el efecto de aislar al Yo, del Alma, por medio de las
Vrunas Increadas.
41. Un Yo despojado de toda moral, de todo dogma, indiferente a los enga�os del
mundo pero abierto a la memoria de sangre, podr� marchar gallardamente hacia el
Origen y no habr� fuerza en el universo capaz de detenerlo.
42. Quien conoce los secretos del Misterio de A-mort es un Iniciado Hiperb�reo
trasmutado, es decir, un Hombre de Piedra Inmortal.
46. El principal crimen del hombre ha sido negar la supremac�a de �Dios�, es decir,
del Demiurgo terrestre Jehov� Satan�s, y rebelarse a su esclavitud. Pero el hombre
es un ser miserable, inmerso en un Infierno de Ilusi�n en el que se siente
insensatamente �a gusto�, sin posibilidades de romper el hechizo por s� mismo. Si
ha negado al Demiurgo y se ha �rebelado� ha sido en virtud de un agente exterior,
pero �Qu� �cosa� en el Mundo puede ser capaz de despertar al hombre, de abrir sus
ojos a la divinidad olvidada? �Si tal cosa existe, dir�n los Demonios, es el objeto
m�s abominable de la Creaci�n material�. Pero esa �cosa�, ese �objeto abominable�,
no es de este Mundo y de �l ha �comido� el hombre-Esp�ritu-cautivo. Ese �fruto
verde�, que m�s tarde llamar�n Gral, es un alimento que nutre con la gnosis
primordial, es decir, con el conocimiento sobre la Verdad de los or�genes. Por el
Gral, fruto prohibido por excelencia, el hombre sabr� que es Eterno, que posee un
Esp�ritu Divino encadenado a la materia, que procede de un Mundo imposible de
imaginar desde el Infierno terrestre pero por el que siente nostalgia y al que
desea regresar.
�Por el Gral el hombre ha recordado!
He aqu� su primer crimen. Recordar el Origen Divino ser�, en adelante, un terrible
pecado y quienes lo han cometido deber�n pagar por ello; esa es la Voluntad del
Demiurgo, la �Ley de Jehov� Satan�s�. Ser�n sus Ministros, los Demonios de Chang
Shambal�, quienes se encarguen de ejecutar la condena cobrando el castigo en una
moneda que se llama: dolor y sufrimiento. El instrumento ser�, naturalmente, la
encarnaci�n, repetida mil veces en transmigraciones �controladas� por la �Ley� del
Karma, declarando c�nicamente que el dolor y el sufrimiento son �para bien� de los
Esp�ritus, �para favorecer su evoluci�n�.
49. Ser� dif�cil que alguien pueda imaginar el maravilloso espect�culo del Gral
descendiendo en los siete infiernos. Tal vez si se piensa en un Rayo Verde, de
brillo cegador e influencia gn�stica sobre el vidente, ante quien los Demonios
giran sus fieros rostros helados de espanto; un Rayo que, cual hoja segadora de
invencible Espada, va rasgando los cuatrocientos mil mundos del Enga�o buscando el
Coraz�n del Enemigo; una Verde Serpiente Voladora que porta entre sus dientes el
Fruto de la Verdad, hasta entonces negada y ocultada; si se piensa en el Rayo, en
la Espada, en el Fruto, en la Serpiente, tal vez as� sea posible intuir lo que
ocurri� en aquel momento crucial cuando la Verdad fue puesta al alcance de los
Esp�ritus cautivos. S�, porque desde que el Gral se asent� sobre la Vruna de
Oricalco el Arbol de la Ciencia qued� plantado al alcance de aquellos que,
completamente confusos, viv�an en el Infierno creyendo habitar un Para�so. �De
ahora en adelante podr�an comer su fruto y sus ojos ser�an abiertos!
�Aleluya por Kristos L�cifer, la Serpiente del Para�so! �Aleluya por aquellos que
comieron del Fruto prohibido: los hombres despiertos y trasmutados!
52. El Gran Jefe Blanco, el Se�or de la Voluntad y del Valor Absolutos, vendr� una
vez, dos veces, tres veces, a Vuestro Mundo. La primera vez, quebrar� la Historia,
pero se ir�, y causar� la insensata risa de los Demonios; la segunda plantear� la
Batalla Final, pero se ir�, en medio del Rugido de Terror de los Demonios; la
tercera guiar� a la Raza del Esp�ritu hacia el Origen, pero se ir� para siempre,
dejando tras de s� el Holocausto de Fuego en que se consumir�n los seguidores del
Dios Uno, hombres, Almas, y Demonios. �Pero quienes sigan al Enviado del Se�or de
la Guerra ser�n Eternos!
53. Para los Guerreros Sabios toda guerra perdida en la Tierra es una guerra ganada
en otros Cielos.
57. Sus corazones eran m�s duros que la Piedra diamante y pose�an la certeza del
Esp�ritu Eterno; y experimentaban una hostilidad esencial hacia las �Potencias de
la Materia�, que les permit�a exhibir una fortaleza indescriptible frente a
cualquier enemigo.
58. Si hab�a que destruir �destruir�a!; si hab�a que matar �matar�a!; cualquier
cosa har�a antes de transar con el Enemigo del Esp�ritu.
59. Por primera vez me sent� Yo, solo Yo; Yo, rodeado por las Potencias de la
Materia; Yo, sitiado por el Dios Creador del Universo. Y entonces, indudablemente
como consecuencia de haber sostenido una batalla contra el Alma, y haber resultado
vencedor, se produjo la Visi�n y recib� la ayuda buscada.
61. En C�rdoba hab�a aparecido un gran Iniciado que se hac�a llamar �Nimrod de
Rosario�.
66. La Jerarqu�a Oculta de Chang Shambal�, con sus Demonios: los Gu�as Traidores y
su jefe: el Rey del Mundo, quienes llevan adelante ahora la �evoluci�n� del planeta
y son quienes �gu�an� a las Razas por medio de una siniestra organizaci�n llamada
Sinarqu�a.
67. Nosotros, los Antiguos Seres Hiperb�reos que a�n permanecemos encadenados en el
Infierno, debemos tener bien presente que �el Enemigo es Jehov� Satan�s, el
Demiurgo de este Mundo�.
70. No todos los hombres son iguales, no todos existen, no todos pueden �ser�. Por
el contrario, para quienes disponen de la posibilidad de Ser, la lucha y el
esfuerzo deben ponerse en trascender este mundo de im�genes ilusorias y perpetuarse
en la eternidad, en otro plano de existencia al que s�lo podremos llegar si
despertamos del sue�o demon�aco en el que estamos sumidos. La mayor�a de los
hombres que ves en el mundo, no existen realmente, o si lo prefieres viven una
�existencia relativa�, ilusoria, que es un soplo para la eternidad. Su conciencia
se diluye con la muerte, aunque muchos crean lo contrario, y nada sobrevive a
ellos. La eternidad es para unos pocos, para una Aristocracia del Esp�ritu, fundada
en H�roes semidivinos, en Superhombres que, a costa de librar un duro combate con
el Pr�ncipe de este Mundo YHVH-Satan�s trasmutan su naturaleza inferior y ganan su
lugar en el Valhala.
71. Para el Esp�ritu no hay vida ni muerte Creada sino Ilusi�n y, por lo tanto, no
hay pecado ni culpa, no hay deudas que saldar ni Karma.
72. S�lo es un verdadero Kshatriya quien posee un coraz�n duro como la Piedra y
fr�o como el Hielo; y s�lo un Ksahtriya tal puede realizar cualquier acci�n,
incluso matar, sin que el Karma lo toque.
73. La gnosis constituye, una vez que ha sido alcanzada, un conocimiento total,
inmediato, que el individuo posee enteramente o del que carece en absoluto; es el
�conocimiento� en s�, absoluto, que abarca al Hombre, al Cosmos y a la Divinidad. Y
es s�lo a trav�s de este conocimiento �y no por medio de la fe o de las obras� que
el individuo puede ser salvado.
74. Primero debes ser lo que ya eres, debes retornar al Principio desde donde nunca
has partido, recuperar el Para�so que jam�s perdiste. Cuando resuelvas este
Misterio, marchando por el camino del Laberinto y llegando a la salida, reci�n
podr�s decir Yo Soy. Pero no temas, no estar�s abandonado, ser�s guiado
carism�ticamente hasta el fin. Sigue los C�rculos Cerrados de la Orden de Thule
pero no te detengas en ninguno; avanza siempre, hasta llegar al Pen�ltimo C�rculo;
all� nos volveremos a ver.
75. �Qu� decir de una filosof�a que cuestiona la totalidad de la existencia humana
con todos sus Dogmas, Filosof�as, Religiones y Ciencias, que intenta cambiar el
rumbo hist�rico, que afirma la posibilidad de la trasmutaci�n del hombre semidivino
o virya en Siddha inmortal, que, en fin, ha declarado la guerra a las potencias
materiales de Jehov� Satan�s, due�as del Mundo, de la Historia y de la mayor�a de
los hombres? Convengamos en que en la Heresiolog�a tales ideas ocupar�an un lugar
distinguido.
76. Tenemos copia de la carta que el Supremo Sacerdote de Chang Shambal�, Rigden
Jyepo, le envi� a Lenin a trav�s de Nicol�s Roerich, felicit�ndolo por el �xito de
la Revoluci�n bolchevique; detr�s de Lenin y los conspiradores de Octubre, actuaba
la Logia Transhimalaya, fundada por la Fraternidad Blanca. S�, detr�s de la
Sinarqu�a se encuentra Chang Shambal�, los Maestros y Sacerdotes de la Jerarqu�a
Oculta o Fraternidad Blanca de Chang Shambal�.
77. Constituyen una Sociedad Secreta conocida como �C�rculo K�ula�. Su Sabidur�a es
el Kula, el tantrismo �de la mano izquierda�, un sistema de yoga que permite
trasmutar y aprovechar la energ�a sexual, pero que requiere la participaci�n f�sica
de la mujer. Los k�ulikas son temidos en el T�bet pues se los considera �Magos
Negros�, pero a mi modo de ver lo �nico negro que tienen es la t�nica. Es evidente
que tal calificaci�n procede de sus m�s enconados enemigos, los miembros de la
Fraternidad Blanca, una misteriosa organizaci�n que est� atr�s del Budismo y de
otras religiones, y que es muy poderosa en estas regiones: es por oposici�n y
contraste a la �blanca� Fraternidad que los k�ulikas son llamados �negros�, ya que
ellos son ascetas de elevada moral. Todos los hombres y mujeres que Ud. ha visto
aqu� son sadhakas vamacharis.
Los Iniciados e Iniciadas en el Camino del Kula realizan peri�dicamente un Ritual
denominado �de los Cinco Desaf�os�, en el que practican �cinco actos prohibidos a
los Maestros de la K�lachakra�, lo que explica por qu� son odiados por los Gur�es
de Shambal�. Vulgarmente, el Ritual secreto es conocido tambi�n como �Pankamak�ra�
o �de las cinco M�, porque con esa letra comienzan los cinco nombres de las �cosas
prohibidas�: madya, vino; m�msa, carne; matsya, pescado; mudr�, cereales; maithuna,
acto sexual. Seg�n sus enemigos budistas, por practicar este Ritual los k�ulikas se
sit�an en el v�mo m�rga, o �Camino de la Izquierda�, el sendero de los Kshatriyas,
que conduce a la Guerra y no a la Paz, a Agartha y no a Shambal�, a la unificaci�n
absoluta de S�-Mismo y no a la aniquilaci�n nirv�nica del Yo identificado con El
Uno Parabrahman. Lo cierto es que por medio de t�cnicas secretas de su Tantra
sexual, los k�ulikas desarrollan incre�ble poder sobre la naturaleza animal del
cuerpo humano e, incluso, consiguen obtener la liberaci�n espiritual.
78. Los k�ulikas siguen el Sendero Kula, que comienza en la mujer de carne y
termina en la Pareja Original, en lo profundo de S� Mismo; al final de ese
peligroso camino, el k�ulika, enfrentado definitivamente con la Verdad, corridos
los velos de todos los Misterios, es Shiva, el Destructor de la Ilusi�n, el
Guerrero por excelencia. Para nosotros, Shiva es L�cifer, es Ca�n, es Hermes, es
Mercurio, es Wothan.
79. La Historia convocaba a los m�s aptos a luchar contra el Mal. �Y los m�s aptos
�ramos nosotros! En un momento �nico de la Historia hab�amos alzado los Estandartes
Eternos.
80. En cada punto del Espacio real hay un peque�o globo o �tomo arquet�pico, que
simboliza con exactitud la unidad de Brahma, El Creador. Y en el centro de cada uno
de tales �tomos, hay un ojo con el cual El Uno se contempla a S� Mismo desde todas
las cosas creadas. Cada ojo del Padre Uno se llama Yod, pero cada pupila le
pertenece a la Madre Kuan Yin. Cuando la sangre del hombre es estigmatizada por los
Se�ores del Karma, y el dolor penetra en los ojos de El Uno como una sinfon�a
placentera, las pupilas de la Madre Kuan Yin suavizan los acordes sufrientes con la
Misericordia de su Coraz�n. Por eso Ella es Avalokiteshvara, un Bodhisattva de
Compasi�n. Si, Kameraden occidentales: esta imagen que os impresiona es apenas un
opaco reflejo de Kuan Yin tras el Velo de M�y�. �Aqu� mismo, en este momento, la
Diosa danza el Baile de la Vida y sus incontables ojos miran en vuestros Corazones
buscando el calor del Amor! �Kuan Yin quiere sentir a Vuestros Corazones palpitar
de Amor por las cosas creadas! �Quiere sentiros estremecer de compasi�n por el
dolor que azota la vida del hombre, el dolor causado por quienes se apartan de la
armon�a del Universo, de la Ley del Uno! �Y qu� recogen los ojos de Avalokiteshvara
en Vuestros Corazones? Solo Frio y Odio, en lugar del Calor y del Amor a la Vida. Y
entonces se retiran envueltos en llantos los ojos de la Madre, prometi�ndose
ayudaros para que torn�is a la condici�n animal, al Coraz�n c�lido de los que aman
la Vida tibia. Ella es la Madre de los animales hombres, de los pas�es: �Su
Misericordia os alcanzar� y os calentar� el Coraz�n con su Amor, desalojando al
Fr�o y al Odio, al duro hielo! �Y lo har� aunque tenga que girar la K�lachakra y
convertiros en simios primitivos!
81. Pero aqu�, con vosotros, est� Ganesha, el Hijo de Shiva �Qu� ha visto la Diosa
Madre del Oeste en el Coraz�n del Hijo de Shiva? Tambi�n Fr�o y Odio, pero formando
el nido para la m�scara de la Muerte Fr�a, el refugio de K�ly, La Negra. S�, en el
Hijo de Shiva est� la abominaci�n mayor, porque ha hospedado a la Muerte en su
Coraz�n, a la M�scara de la Muerte que oculta la Verdad Desnuda de la Negrura
Infinita de S� Mismo. En el Coraz�n de Ganesha, sobre el cuerpo muerto del pas�,
hijo de la Madre Kuan Yin, danza K�ly La Negra el Baile de la Muerte Fr�a; y en el
cad�ver del pas�, que es carro�a, est� viviendo a�n el falo de Shiva, el lingam
diamantino de vajra; frente al s�mbolo de la virilidad absoluta, K�ly se descubre y
deja manifestar a P�rvat� Frya, la Verdad tras la Muerte Negra; P�rvat� Frya
realiza entonces el yonimudr� sobre el lingam de Shiva, y Bhairava resucita en el
Coraz�n del Hijo de Shiva; �ha nacido anormalmente un Ni�o de Vajra en el Coraz�n
de Ganesha! �un ni�o engendrado por el Esp�ritu de Shiva con la Verdad tras la
M�scara de la Muerte! �un ni�o gestado en la matriz de la Negrura Infinita de S�
Mismo! �un ni�o nacido en la vulva rota del Coraz�n muerto del pas�! �un Ni�o de
Vajra, un Ni�o de Diamante, un Ni�o de Piedra, un Ni�o de Rayo, un Ni�o de Fuego
Fr�o, un Ni�o Dios! �un Ni�o que es la Vruna Increada y que est� m�s all� de Kula y
Akula, m�s all� del Tiempo y del Espacio, m�s all� de la Vida y de la Muerte, m�s
all� del Bien y del Mal, definitivamente m�s all� del pas� asesinado por K�ly en el
Coraz�n del Hijo de Shiva!
Un mal muy grande han visto los millones de ojos de Avalokiteshvara en el Coraz�n
del Hijo de Shiva. Un mal para el que no bastan Sus L�grimas de Misericordia, ni su
Compasi�n, ni su Amor. Un mal para el que no hay redenci�n posible, ni en �sta ni
en otra vida de la Rueda de la Vida Sripai Khorlo.
Es el mal de aqu�l que huye de los cuidados del Padre y de la Madre, que reniega
del Padre y de la Madre, que descubre que no tiene Padre ni Madre, que encuentra la
Verdad Desnuda de S� Mismo y se empe�a en Ser lo que Es y no lo que debe ser de
acuerdo a la Ley. �Oh qu� ingratitud la de quien as� enfr�a el Coraz�n para la
Madre y abriga odio contra el Padre! La Verdad Desnuda se ha instalado en el
Coraz�n del hombre, sobre un lecho de hielo, y �ste se ha convertido en un v�rya,
en un Dios que compite con el Dios Uno. Pero Ella ha enfriado el Coraz�n porque es
la Enemiga del Amor y la Madre Kuan Yin no puede permitirlo. La Enemiga del Amor ha
causado mucho da�o: con la M�scara de K�ly ha asesinado al pas�, su hijo
primog�nito; y con el Poder de la Verdad Desnuda, ha procreado un ser abominable
que naci� sobre el cad�ver del pas�, un Ni�o de Piedra Diamante, un ni�o que no es
ni ser� jam�s humano. Grande es el da�o causado por la Enemiga, Terrible el mal que
anida en el Coraz�n del Hijo de Shiva.
82. �Qu� ha visto la Diosa Madre del Oeste en el Coraz�n del Hijo de Shiva? Un
lobo, un asesino de corderos, un Ni�o de Piedra Hijo de S� Mismo y Esposo de la
Verdad Desnuda, una Existencia abominable T�o-t�ie fuera de la Creaci�n. Mas, por
sobre todos los males, Kuan Yin ha visto a quien puede manifestar la Verdad Desnuda
al Mundo, descubrir la Belleza Prohibida y Embriagante de la Enemiga de los hombres
y propagar el mal de la Sabidur�a como una epidemia. A los ojos de la Madre Kuan
Yin, el Hijo de Shiva es el Demonio de la Destrucci�n del Hombre. La Verdad Desnuda
que Ganesha puede exhibir a los hombres dormidos causar� en ellos una nueva y atroz
ca�da en la nada de lo Increado. Sobre las ruinas de la Humanidad del Amor, Ganesha
transformado en Shiva, danzar� la disoluci�n de lo Creado, la descomposici�n de
M�y�, la Muerte Final de la Ilusi�n. Y en el Pralaya del Amor y la Misericordia de
Kuan Yin, sobre la Muerte de la Humanidad, en el G�tterd�mmerung de la Fraternidad,
los resucitados H�roes, los v�ryas semidivinos, los Hombres-Dioses, exaltar�n a la
Verdad Desnuda de S� Mismo, a la Enemiga del Amor, a la Esposa del Origen. �Oh,
c�mo lloran los millones de ojos de Avalokiteshvara al comprender el mal que habita
en el Coraz�n del Hijo de Shiva!
83. Para nosotros, como para Krishna, el hijo de Indra, matar no significa nada, si
el Esp�ritu del asesino est� m�s all� de M�y�, la Ilusi�n de la Vida; si cuando
nuestra cimitarra siega la vida miserable, el Esp�ritu danza junto a Shiva el Baile
de la Destrucci�n.
85. Los seres que existen, y los dem�s seres creados, aunque est�n relacionados
entre s� en el espacio y el tiempo, si no son estrat�gicamente significativos no
existen para el Esp�ritu, son Maya, Ilusi�n . Ud. como Iniciado deber�a saberlo.
�Acaso se ha olvidado de que �sta es la Guerra entre el Esp�ritu y las Potencias de
la Materia?
88. El Dios Creador se nutre de una fuerza que se llama dolor humano; y el hombre
produce dolor y sufrimiento para alimentar al Creador del Gran Enga�o.
92. EL ESP�RITU ES ETERNO, ES TANTO O M�S POTENTE QUE EL MISMO DEMIURGO, PERMANECE
ENCADENADO �PORQUE NO SABE QUE LO EST�.
95. El mundo material es pura apariencia, pura ilusi�n, puro fen�meno, puro proceso
evolutivo, pura contingencia y accidente; para el Esp�ritu el mundo NO EXISTE, NO
ES. Pero el Demiurgo S� ES y contra �l se librar� el combate por el retorno al
origen, por la recuperaci�n del �estado primordial� que aqu� representamos
aleg�ricamente con la forma esf�rica.
96. Jehov� es el nombre cabal�stico del Demiurgo El Uno que Sanat Kumara representa
en la Tierra y es el �LTIMO NOMBRE HIST�RICO que conocemos de �l. Por eso nosotros,
LOS ANTIGUOS SERES HIPERB�REOS que a�n permanecemos encadenados en este mundo
demon�aco, debemos tener bien presente que el enemigo es Jehov�-Satan�s, el
Demiurgo de este mundo.
97. TODO EL UNIVERSO HA SIDO CONSTRU�DO A PARTIR DE UNA PRIMERA M�NADA IMITADA
INCANSABLEMENTE POR EL DEMIURGO. Por eso la CARACTER�STICA ESENCIAL DEL DEMIURGO ES
LA IMITACI�N.
99. �Qu� salida le queda al virya, que esperanza puede alentar, de escapar a los
Planes demenciales del Demiurgo y los Siddhas Traidores? Respuesta: La liberaci�n
del Esp�ritu Hiperb�reo. Esto es: la �nica posibilidad de escape consiste en que el
virya remonte su recuerdo hiperb�reo hasta el origen y se transmute en Divino
Hiperb�reo, DESENCADENANDO al Esp�ritu cautivo.
100. A pesar de que la mayor�a de los viryas perdidos lo ignora, el Cord�n Dorado
otorga la maravillosa posibilidad de adquirir, por la sangre pura, el m�s alto
nivel que haya alcanzado otro virya en cualquier parte del mundo. Claro que tal
posibilidad s�lo podr� ser aprovechada por aquel que se sit�a en el espacio
estrat�gico de una M�stica.
102. La Sabidur�a Hiperb�rea, por siete v�as secretas, produce una �reorientaci�n
estrat�gica� en el virya perdido posibilit�ndole emprender (o re-emprender) el
regreso al origen y el abandono del mundo infernal de la materia. El virya perdido,
ya lo hemos dicho, se halla en un abyecto estado de encadenamiento material que lo
obliga a sujetarse a las leyes del Karma, a reencarnar peri�dicamente y vivir, o
re-vivir, una eterna y miserable comedia signada por la ilusi�n siniestra del
dolor, del miedo y de la muerte. En el �Gran Enga�o� de la vida el virya perdido
puede ocupar cualquier puesto e inclusive �colaborar� con el �Plan� �evolutivo� y
�progresista� de Jehov�-Satan�s, o con su �sistema de control social� llamado,
tambi�n para simplificar, �Sinarqu�a�.
103. El modo de existencia NORMAL del Esp�ritu cautivo es tan esencialmente opuesto
al Universo material del Demiurgo que su �nica caracter�stica EXTERIOR es la
HOSTILIDAD.
104. PARA QUIEN HA ESCUCHADO LA VOZ DE LA SANGRE PURA Y DECIDE COMBATIR, EL ACTO DE
GUERRA INDIVIDUAL NO PUEDE CARACTERIZARSE DE OTRA MANERA QUE POR EL ODIO GN�STICO
HACIA EL MUNDO DEL DEMIURGO: EL VIRYA DESPIERTO TRATAR� DE EXPERIMENTAR, EN TODO
MOMENTO, �LA HOSTILIDAD ESENCIAL�, PROCURANDO REORIENTAR ESTRAT�GICAMENTE AL
ESP�RITU REVERTIDO. Y esa hostilidad esencial, que anta�o desplegara del Esp�ritu
Hiperb�reo contra el Universo material de El Uno, ser� el car�cter que revestir�,
en m�nima medida, el acto de guerra que el virya despierto ejecutar� contra el Mal,
es decir, contra el macrocosmos del Demiurgo Jehov�-Satan�s.
Hay que entender que la hostilidad hacia la materia constituye el principal
ingrediente de la actitud gn�stica, el car�cter que revela claramente la presencia
del Esp�ritu. Lo contrario tambi�n es cierto: sin hostilidad no hay gnosis.
107. El pretendido Dios, supuestamente creador del Esp�ritu, del ser conocido por
la PREDISPOSICI�N GN�STICA del Elegido, demuestra hacia su creatura una
indiferencia total; el Elegido puede dirigirse de muchos modos al Dios Creador sin
que �ste responda jam�s, en cuanto se refiera a lo conocido por la PREDISPOSICI�N
GN�STICA, a sus interrogantes; ni la devoci�n m�s sumisa, ni los reclamos m�s
exigentes, logran otra cosa que el silencio de El Uno. Por supuesto que tal efecto
sucede porque el Elegido se ha dirigido al Dios equivocado, no al �Creador del
Esp�ritu� sino al Creador del alma en la cual esta encadenado su Esp�ritu eterno; y
El Uno solo puede ser Indiferente ante un Esp�ritu que es extranjero en su
Creaci�n.
109. Hay toda una Raza extraterrestre y una Pareja original aguardando el despertar
y la liberaci�n del Elegido. Y hay un Mundo Exterior, una Hiperb�rea Original,
fuera del Universo material, inimaginable para el no Iniciado, que es la Patria del
Esp�ritu Hiperb�reo y al que toda la Raza ans�a regresar. La guerra contra las
potencias de la materia, no se olvide, se libra por la liberaci�n de los Esp�ritus
cautivos: LA GUERRA SE GANA CADA VEZ QUE UN ESP�RITU SE LIBERA DEL ENCADENAMIENTO.
ES, PUES, UN DEBER ETICONOOL�GICO DEL ELEGIDO DESPERTAR Y LIBERAR SU ESPIRITU.
111. La Conciencia del Demiurgo se nutre del dolor humano y, lo que es m�s
espantoso, que el dolor humano es necesario, ABSOLUTAMENTE NECESARIO, para la
propia evoluci�n del Demiurgo; el objetivo macroc�smico de la finalidad del pas�,
construir culturas externas, poner sentido en los entes, CONTRIBUYE AL DESARROLLO
EVOLUTIVO DE LA �CONCIENCIA� DEL DEMIURGO. Tal Conciencia del Demiurgo crece en
funci�n del Sentido del Mundo, por la emergencia significativa de los hechos
culturales, an�logamente a c�mo la esfera de conciencia del pas� crece por efecto
de la emergencia de las representaciones conscientes. Quien comprenda esta
necesidad de dolor que hay en la esencia del mundo del Demiurgo comprobar� que es
ut�pico esperar que alg�n d�a el dolor desaparezca de la vida humana. Por el
contrario, el dolor y el sufrimiento se ir�n incrementando permanentemente, en
forma paralela al progreso cultural. Y el Demiurgo, por s� mismo, jam�s har� nada
para revertir esta SITUACION ACTUAL DEL VIRYA PERDIDO.
112. La Sabidur�a Hiperb�rea afirma que la principal fuente del dolor humano, esto
es: LA POBREZA, jam�s ser� desterrada de las comunidades culturales por ning�n
sistema de gobierno sin�rquico y que, por el contrario, los comunistas, dem�cratas,
liberales, socialdem�cratas, socialistas, republicanos, democratacristianos, etc.,
har�n lo posible por aumentarla, aunque disimulando, desde luego, sus verdaderos
planes.
119. A la iniciaci�n por el yoga, como a las del ritual mas�nico, teos�fico,
rosacruz, etc., la englobamos en la denominaci�n gen�rica de INICIACI�N SIN�RQUICA
en oposici�n a la INICIACI�N HIPERB�REA; la iniciaci�n sin�rquica encadena al
iniciado en la Jerarqu�a Blanca mientras que la Iniciaci�n Hiperb�rea a�sla al Yo
del iniciado de todo tipo de logos jer�rquicos, abri�ndole el camino hacia la
libertad absoluta del Esp�ritu eterno.
125. Para el Tantra yoga, como para cualquier otra v�a hiperb�rea de liberaci�n, el
objetivo declarado es el regreso al Origen, el desencadenamiento del Esp�ritu, su
reorientaci�n estrat�gica, su reversi�n, y la libertad absoluta de la eternidad.
126. El Tantra es otra de las v�as secretas de liberaci�n y, por lo tanto, persigue
el mismo fin declarado: despertar al virya y conducirlo al origen, a la conquista
del Vril.
�C�mo se propone el Tantra cumplir ese objetivo? Transmutando el cuerpo f�sico del
sadhaka e inmortaliz�ndolo durante la pr�ctica del maithuna, el acto sexual;
liber�ndolo as� de las cadenas K�rmicas y permitiendo que se manifieste en �l la
conciencia del esp�ritu hiperb�reo; llegado a tal estado, con su cuerpo de VAJRA y
su conciencia gn�stica despierta, se es ya un Siddha, un ser capaz de aplicar la
posibilidad pura que brinda el Vril y abandonar, si lo prefiere, el Universo
material.
128. Kundalini NO DEBE SER DESPERTADA si no se poseen las claves para aprovechar su
poder RE-CREADOR, pues SU VERBO tanto puede representar la Voluntad de El Uno, EN
EL MICROCOSMOS, para asegurar la evoluci�n, como la voluntad propia, para producir
la mutaci�n.
129. La carne de animal alude al mayor Misterio que existe, DESPU�S del Misterio de
Amor. Sin embargo la Sabidur�a Hiperb�rea aconseja al virya no indagar en este
Misterio hasta no haber conseguido la liberaci�n de transmutarse en Siddha; para no
a�adir m�s horror al horror de estar encadenado a la materia.
130. En ninguna otra parte, fuera del �mbito humano, podr� comprobarse el car�cter
dram�tico de la vida como en el reino animal; en su estupidez insuperable, en la
determinaci�n de sus instintos, en el horror de la lucha por sobrevivir que los
lleva a devorarse unos a otros, en la fatalidad de su muerte, etc. Sin dudas es en
el animal donde mejor est� descripta LA INFAMIA DEL DEMIURGO. El hombre, para
soportar esa visi�n de espanto que es la vida en el mundo, cre� un velo cultural
llamado �poes�a� que, por ejemplo, all� adonde alienta una vida miserable que come
y defeca constantemente, hace ver una �bella ave cantora�. La poes�a enmascara el
horror de la vida y por eso ella es la mayor enemiga de la gnosis.
131. El camino del gn�stico consiste en evitar la devoci�n y saltar hacia los
principios, estableciendo un contacto trascendente con la unidad en que se
resuelven las m�ltiples dualidades. Pero tal contacto no se da por v�a de la
�fusi�n con El Uno� ni por ning�n tipo de identificaci�n con el Demiurgo sino por
la comprensi�n de la unidad interior del microcosmos en la que se refleja el
macrocosmos. Esta comprensi�n es un conocimiento puro, una gnosis, que permite al
virya, tras un infinito horror, superar la Manifestaci�n y reconstruir la unidad
del Demiurgo para as�, en una visi�n de locura, comprobar su insensatez y
malignidad intr�nseca; sin embargo, tras el espanto, sobreviene el descubrimiento
del Verdadero Dios, AQUEL A QUIEN NO ES POSIBLE CONOCER DESDE EL ABISMO. Toda
gnosis acaba all�, en la certeza del Incognoscible.
133. Y aqu� viene la terrible exigencia, la clave fundamental del Misterio de Amor,
sin la cual ninguna pr�ctica t�ntrica tiene sentido hiperb�reo: LA MUJER DE AFUERA,
LA YOGINI , NO PUEDE SER CUALQUIER MUJER. �ELLA DEBE SER UNA MUJER KALY!
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1. Una batalla que termina mal es una aventura espiritual que ha tenido �xito.
2. Se trata de la �ltima Gran Guerra, que fue tan grande como la del Mahabharata, y
m�s a�n, porque se�ala el final de los tiempos, de todo un Manvantara, c�smico y
terrestre. Quien pretenda considerar esa tragedia como una Guerra Mundial m�s, no
ha entendido nada de lo acontecido.
6. Los miembros del Gobierno Invisible que controla a las m�s poderosas naciones de
la tierra exterior son impotentes ante los poderes del mundo interior. Los s�ntomas
revelan que estar�an tratando de ajustarse a sus se�ales, porque el terror les
obliga. Si as� no fuera, ya habr�an hecho estallar la guerra at�mica, que forma
parte de sus planes de destrucci�n y dominio planetario.
7. Por debajo de las aguas, quiz�s por donde termina la corteza del planeta, se
desliza el Cord�n Dorado, la �urea Catena, que conecta a los seres de una misma
Raza del Esp�ritu, de un mismo Astro, a trav�s de todos los continentes de la
tierra externa e interna y los hace camaradas en una Guerra comenzada conla
Creaci�n. Aqu�no puede haber defecciones ni capitulaciones. No se cambia de lado en
el Conflicto. S�lo existe un breve descanso en la muerte, Porque los guerreros son
eternos, inmortales.
9. Las tres categor�as en que el tantrismo kaula divide a la humanidad: pasu, virya
y divya; o sea, animal-hombre, h�roe y siddha divino. La �ltima categor�a
corresponde a la familia iniciada kula, de los kaulas tantricos (hiperb�reos) y le
est� reservado el rito inici�tico secreto de Panchatattva. El siddha, u hombre-
dios, es el liberado.
12. �Despu�s que Jehov� aprision� a Ad�n y Eva en un mundo de miserias, lucifer les
aport� la ciencia del bien y del mal, la gnosis salvadora y divinizante�, dicen los
gn�sticos ophitas (ophis quiere decir serpiente). Lucifer es el portador de la luz
de la gnosis. El premio del esfuerzo luciferino de la �emanaci�n�, del hombre
semidivino, es su inmortalidad que, de alg�n modo misterioso, beneficia ala M�nada,
haci�ndola m�s sabia. La inmortalizaci�n de la �emanaci�n� es, adem�s, con el
cuerpo, como lo afirmaban los Siddhas t�ntricos. El inmortal es sacado de esta
tierra con el cuerpo, en un Carro de Fuego, como Enoc.
14. En toda esta regi�n sudeuropea se extendi� una vez una civilizaci�n n�rdico-
germ�nica, de tradici�n hiperb�rea, con el �recuerdo del amor perdido�, con su
nostalgia y su Minne, la que Roma cristiana odia desde lo m�s profundo de su alma
sem�tica.
16. Una iniciaci�n solar, viril, por oposici�n ala Iniciaci�n Lunar, femenina, dela
Madre, dada a conocer por Di�tima. Esta �ltima iniciaci�n es la del santo; no es la
del mago; sostiene la inmortalidad del Arquetipo enla Anacefaleosisy Apocat�stasis
paulistas, es decir, la salvaci�n de todos �o casi todos� en Cristo, al final de
los tiempos, en un �Punto Omega�, para usar el t�rmino del evolucionismo
(�darwinista?) de Teilhard de Chardin. Propicia la prolongaci�n de la especie, la
reproducci�n maternal, necesarias para la vida del Arquetipo-Incubo y vamp�rico,
eternizando esa Entidad por la pasividad y la fe de los esclavos que le sirven de
alimento. De un modo dudoso, por otra parte, pues no hay seguridad de quela
Entidad, o Daimon, se eternice as�. Enla Iniciaci�nsolar, viril, hiperb�rea,
luciferina, que es la del Mago, la del Siddha, el hombre se hace semidivino y
divino, en lucha a�n conla Entidad,la M�nada. Enla Iniciaci�n Lunar, un fantasma se
eterniza ilusoriamente a nuestras expensas; enla Iniciaci�n Solar, puede que hasta
se logre eternizar el fantasma, eterniz�ndonos.
17. La involuci�n es como una pesadilla. Seres aqu� dejados en edades muy remotas,
introducidos voluntariamente, o por casualidad, desde otros mundos y tiempos
paralelos, han descendido hasta el animal, quiz�s hasta el vegetal, el mineral y
a�n m�s abajo en la vibraci�n de la energ�a. Los colores diferentes de las razas
tienen que ver con una alquimia c�smica y se comprender�n mejor haciendo referencia
al color del aura, que los Siddhas y los Divyas perciben. En el actual proceso de
las mezclas, de hibridismo total de las razas, favorecido por las oscuras potencias
que se mueven en el nadir del Kaliyuga, se hace cada vez m�s dif�cil poder alcanzar
el n�mero necesario de mutaciones que har�an posible superar el drama de la
involuci�n, acerc�ndonos cada vez m�s, por el contrario, al eterno retorno dela
Atl�ntida, cuya cat�strofe espantosa fuera producida, seg�n Plat�n, precisamente
por la mezcla de las razas, de los semidivinos con el animal nombre, quiz�s con los
animales y hasta con los robots. Es decir, por el Pecado Racial, que afecta y
destruye todos los colores alqu�micos por igual, produciendo los intocables, los
monstruos, como en India, donde la mezcia de las castas no favorece a ninguna, al
destruir sus particulares iniciaciones, por confusi�n de la memoria akh�sika, de la
�iniciaci�n cromosom�tica�, perdi�ndosela Minne.la nostalgia del Amor Eterno.
19. Creemos necesario decirlo: Julius Evola, el m�s importante pensador italiano de
estos tiempos, el m�s profundo, tampoco alcanz� a liberarse de los l�mites que le
impusiera su nacimiento romano y su admiraci�n por Rene Guen�n �al que era muy
superior�.
21. En el Hombre-Total, el animal estaba dentro. Todo eso ahora se pierde fuera, se
dispersa. Al comer la carne del animal, el hombre trata de apropiarse de la energ�a
de los ca�dos, de los derrotados, para seguir el combate y, todos juntos, alcanzar
un d�a la conquista de la fortaleza inmensamente lejana, en ese C�rculo cuya
circunferencia est� en todas partes y su centro en ninguna. Come tambi�n la planta
y hasta el mineral, el oro y la plata, s�mbolos del sol y la luna, que igualmente
estaban dentro del Hombre-Total. El guerrero primitivo devora la carne de su
enemigo vencido, para apropiarse la energ�a primordial del Urmensch: Hvareno, o
Victoria.
22. El pecado (para usar esta expresi�n) consiste en ir abajo, mezclarse con los
inferiores, con los elementanvesen, con los semi-hombres, con los semi-animales.
Plat�n nos cuenta que el hundimiento dela Atl�ntidase debi� a la mezcla con las
razas inferiores, al �pecado racial�. Los �ngeles tambi�n se enamoraron de �las
hijas de los hombres�, seg�n el Libro de Enoc.La Biblianos habla de los Sheidim,
mitad hombre, mitad animal. Esa� ser�a uno de ellos, seg�n Robert Charroux. La
mitolog�a griega se refiere a las sirenas, a los centauros y a los faunos, que
seguramente existieron, como intentos y fracasos en el Combate C�smico por la
expresi�n del Urmensch. Alguien se ha cansado, o bien, ha sentido la atracci�n del
abismo, o se encontr� con la fuerza contraria del Gran Opositor que intenta impedir
la expresi�n suprema del Urmensch.La Fuerzadel Mal, del Caos y de las Sombras.
23. Para descubrir que el catarismo coincide con la l�nea gn�stica, se debe
recordar la declaraci�n del gn�stico Marci�n: �Cristo no tiene que ver nada con
Jehov�. El Antiguo Testamento es inmoral. Cristo es hijo de un Dios de Amor
desconocido. Todos los profetas, hasta el mismo Juan el Bautista, son ac�litos del
dios falso, de Jehov�.
27. El regreso al Hogar Perdido, ala Patria Nupcial, ala Estrelladela Ma�ana, son
s�mbolos de un proceso interior, alqu�mico, de transformaci�n del ser
involucionado, del animal-hombre en semidivino y, luego, en divino. Un proceso de
iniciaci�n por grados en las transfiguraciones del hombre terrestre en hombre
celeste, inmortal.
28. Porque la tierra no podr� salir del abismo del Kaliyuga sin la ayuda del hombre
divinizado. El retorno se cumple en una Tierra paralela, an�loga, compuesta por
antimateria.
33. Mas, para poder continuar con el Opus, hay que poseer el �acero de los
sabios�,la Espadade la iniciaci�n,la Lanzadel Longino, el Azufre Incombustible. Es
decir, un principio inalterable, que no se enciende, que se conserva a trav�s del
cambio de estado y que, llegado el momento, es la semilla de un nuevo desarrollo.
El semen preservado, no eyaculado. Esto corresponde a la tercera parte del opus
alchimicum, a la �pera roja, o Rubedo, donde se sobrepasa la condici�n de apertura
ext�tica.
34. En la muy herm�tica y antigua iniciaci�n t�ntrica existen dos caminos. Ambos
caen bajo el signo de S�va-Lucifer, de Abraxas. Uno corresponde al ser que aspira a
sobrepasar la condicionalidad humana, rigi�ndose por el principio luminoso sativa.
Es el indicado al tipo espiritual-divino, Divya; ser� el Siddha-Divya. Aqu� se
aconseja la yoga t�ntrica puramente simb�lica, excluyendo la posesi�n f�sica, real,
de la mujer, en el coito m�gico llamado Maithuna. La posesi�n es mental, dela Amada
Muerta.Uni�n en el cuerpo sutil, astral, en el esp�ritu �nicamente.
El otro camino t�ntrico, llamado dela Mano Izquierda, es el del ser que aspira a la
expansi�n pasional por medio del ardor del fuego, para poder sobrepasar tambi�n su
condicionalidad. Se lo indica para el tipo heroico, Virya; el h�roe ser� un Siddha-
Virya. En este �camino h�medo� se aconseja un contacto f�sico, real, con la mujer,
en el acto sexual Maithuna, haciendo un empleo m�gico del sexo y de Bundy, el
semen, que no debe eyacularse en el acto.
35. Ambos caminos van siguiendo la l�nea sivaista, la de los Siddhas, que se
inmortalizan con sus cuerpos.
36. Puede que sea el Cuerpo Astral que se materializa, se hace visible, aunque no
tocable (noli me tangere), con materia inmortal, de Luz Roja, de Vajra, pudiendo
residir y pasar a varios �mundos paralelos�, a varias tierras a la vez.
37. El H�medo, es el t�ntrico-alqu�mico dela Mano Izquierda, diremos, y puede tomar
toda una vida. La transmutaci�n de los metales internos y externos es lenta.La
S�ror M�sticapasa los ingredientes, se los entrega al adepto en su cuerpo y desde
su cuerpo, en transferencia, vibraci�n, individualizaci�n conjunta y progresiva,
real y simb�lica, m�gica en todo caso, en un Amor sin amor, con un fuego helado, en
el Laboratorio Secreto, enla Alcoba M�gica, hasta que ambos son mutados,
interpenetrados, desposados, eternos.
39. Aquel que ha llegado al estado humano y no trata de sobrepasarlo, es como quien
se suicida. Es necesario ir primero al fondo de la propia naturaleza y jam�s volver
atr�s, porque ser�a cavar su propia tumba.
40. Su �nica �tica: sobrepasar los l�mites y cortar los lazos, destruir todo par de
opuestos que caracterice el pasu, al hombre-animal corriente, inferior, burgu�s,
por as� decirlo. Vencer la piedad, la idea judeo-cristiana del pecado. Vencer el
miedo, aplicando el �Doble Mudra�, Vara-Mudra �que destruye el miedo y concede
favor�. Destruir los lazos de la familia: �Un Virya no es esposo, padre, etc.�
41. �Un asesino y un anarquista, dirigidos por la senda justa, iluminados por la
recta doctrina, tienen m�s probabilidades de superar la condici�n humana del pasu
que un tibio�, dice la tantra Kaula. M�s que un burgu�s acomodadizo. Sin embargo,
se ven claramente los peligros de este camino tremendo de superaci�n y mutaci�n
nietzscheanas del hombre. Es un avanzar por el filo de la navaja.
42. Esla Resurrecci�nde los Cuerpos, dela Carne, la que no es para todos sino para
los Viryas, los h�roes. Los Siddha-Divya, los Magos divinos del Cord�n Dorado, los
hiperb�reos, han eternizado ya su cuerpo aqu�; ellos no mueren.
43. El animal hombre, el pasu, muere para siempre. Sus veh�culos sutiles no van al
Walhalla de las Walkirias, sino al Niflheim, el Hades n�rdico, lugar oscuro, como
el Sch�ol de los hebreos, tal vez los �hoyos negros� del firmamento, que todo se lo
tragan.
45. Sigfrido se ba�a en la sangre del drag�n muerto y as� se transforma su carne en
inmortal, haci�ndose invulnerable, cambiando de color y consistencia. Pasa a ser de
Vajra, materia imperecedera, incorruptible y roja, en el proceso t�ntrico-alqu�mico
dela Rubedoque adviene trasla Albedoyla Nigredo.
46. Enla Tantraes la uni�n sexual de Siva y Shakti que da origen al universo, en el
Maithuna, coito m�gico, en el �Amor sin amor�, Siva debe mantenerse impasible y
s�lo Shakti tendr� que agitarse, actuar. Toda la creaci�n nace de aqu�, en sus
aspectos est�ticos, din�micos, estables, inmateriales, materiales, conscientes e
inconscientes. Las formas dela Creaci�nson las diferentes posturas del juego sexual
de Siva y su Shakti, como pueden verse en los muros de los templos de Kajuraho.La
Esposa, Ella, es activa; Siva, El, manti�nese lejano, concentrado en s� mismo,
adentro y afuera, gozando y aparte del goce, para siempre ya, abrazado por su
Shakti y abraz�ndola, intocado dentro del frenes� dela Amada, del fuego y la
pasi�n. As� debe ser en principio tambi�n para el hombre semi-divino, donde existe
la semilla-Siva, que ha sido oscurecido, �identificado� parcialmente por la pasi�n
dela Shaktiexternalizada, de carne y hueso, perdido e incorporado en el amor
f�sico, seducido, arrastrado, envuelto en el no-yo dela Creaci�n. LaYoga-Tantra
viene tambi�n en su ayuda. Ha sido preparada parcialmente unos seiscientos a�os
despu�s del comienzo de nuestra Era para su uso en el Kaliyuga, o Edad Oscura,
cuando el cuerpo se hizo duro, espeso, y cuenta como el �nico instrumento de
salvaci�n, de liberaci�n, que posibilita el retorno al estado siva�sta, hiperb�reo.
49. Es necesario recordar lo que Gurdjieff dec�a del hipnotismo occidental: �Es
s�lo un balbuceo primario de una ciencia enormemente desarrollada en Mongolia, en
el Tibet� y en la regi�n rusa donde �l, Stalin y Rasput�n se hab�an criado. Y a�n
ese Hipnotismo era �nicamente un retazo de algo m�s antiguo y desconocido.
50. Es el �Ultimo Batall�n�, que entrar� en combate, en una vibraci�n m�s alta de
la energ�a, cuando se vea como inevitable la imposici�n universal de la sombra, de
la esclavitud, de la desintegraci�n del planeta. Para los c�taros, el demiurgo de
la tierra involucionada se llam� Jehov�. El ser�a, entonces, el �Pr�ncipe dela
Esclavitud�, que aspira a eternizarse a trav�s de sus ac�litos, en un mundo de
esclavos.
51. Cuandola Ciudadera visible y los divinos y semidivinos conviv�an con los
mortales, el Vril, �rgano que permit�a comunicarse con el mundo suprasensible, ese
poder fulgurante, estaba tambi�n activo en el cuerpo de los habitantes de esa
tierra. Con �l se pod�a verla Ciudady entrar en ella. El Vril desaparece junto con
Agarthi. Tambi�n se sumerge en la ra�z del Eje Polar del �rbol dela Vida, dela
Columna Vertebral.Pero volver� a la superficie, junto conla Ciudady con el retomo
dela Edad Dorada, tras la desaparici�n dela Tierra Oscura.
54. Al igual que las ruinas de Monts�gur, Castel del Monte es monumento maldito
hoy; ambos son luciferinos. En verdad, son unas �puertas� de salida, de escape, de
paso a los otros mundos, a la tierra interior, creadas completamente por la magia
de una ciencia superior y antigua, la del Cord�n Dorado, venida desdela Atl�ntidae
Hiperb�rea; tal vez, desde otros astros.
55.La Masoner�a, nacida en Escocia en 1717; utiliza algunos s�mbolos templarios y
rosacruces, adulter�ndolos v mezcl�ndolos de preferencia con el ritual y simbolog�a
jud�os, que han pasado a predominar.La Masoner�aha sido controlada por las fuerzas
secretas que empujan en direcci�n del oscuro fin del mundo, de la crisis final del
Kaliyuga.
59. El contacto con los dirigentes secretos, que lo deciden todo y que no se dejan
ver en la superficie del poder pol�tico de ese tenebroso mundo, es con el Superior
Invisible, llamado �Pr�ncipe dela Esclavitud�.
60. Para que esa energ�a espiritual pueda irrumpir en el mundo donde reina la
entrop�a, venciendo la decadencia y la muerte, requi�rese de mentes y
personalidades semidivinas que la reciban y la proyecten aqu� con desprendimiento.
Es un trabajo de dioses, o semidioses, que no podremos saber si se ha llevado a
cabo alguna vez. Los Gu�as no act�an directamente, teniendo que depender para su
acci�n de los de �aqu�, quienes, a menudo, son arrastrados por sus pasiones, o por
meras �creaciones mentales�, fantasmas de la mente y del yo. Y fallan. Por otra
parte, las fuerzas contrarias poseen el dominio casi total de las palancas dela
Historia.
61. El Cuarto Estado, tras los fracasos de restauraci�n dela Edad Dorada, ser� el
del dominio de lo colectivo, de los esclavos de la m�quina, del hierro, de los
hombres de hierro, de los aut�matas, de la burocracia planetaria, de los �robots�,
de la destrucci�n del alma viva de la tierra. Todo Rey o Mes�as mundial que se
produzca en esta �poca, por medio de la contra-iniciaci�n, no ser� m�s que un
Golem, una falsificaci�n, desconectado de los verdaderos Gu�as de Hiperb�rea y de
la realeza divina.
62. S�lo por el Esp�ritu y el Poder dela Magia, vencedores de la entrop�a, podr�
superarse el Kaliyuga, remontando la involuci�n. S�lo por el hombre inmortalizado.
64. En toda la historia dela Creaci�nno hay m�s que una Guerra, una Gran Guerra,
que a�n no termina.
65. El lector intuitivo podr� captar lo que se oculta. Sabido es, tambi�n, que todo
libro o documento verdadero ha sido hecho desaparecer a su debido tiempo en la
historia conocida de los hombres. Es la gran conspiraci�n.
El �ltimo Avatara
66. Es el Misterio del Tulku, del budismo t�ntrico tibetano y del Boddhisatva, que
no encarna en uno, sino en varios. De un Dios, o Ser Liberado, que vuelve a la
tierra voluntariamente para ayudar al hombre a transmutarse en ser divino. Pero no
a todos los hombres, solamente a los h�roes, a los viras, a los semi-divinos
involucionados. Nunca al animal-hombre. Contra este divino esfuerzo de alquimia
espiritual, luchan los Elementarwesen, los elementales demoniacos, las fuerzas del
mal y del caos.
68. La encarnaci�n del Se�or de las Tinieblas no se cumple a trav�s de una raza,
sino de una antirraza y de una contrainiciaci�n.
69. En el misterio de ese pacto con una entidad no humana, que lo necesita, porque
�nicamente a trav�s de �l podr� cumplir sus fines de disoluci�n y caos, empujando
hacia la nada y llevando a la consumaci�n su Guerra contra los representantes de la
otra luz. El les dar� el mundo material, como lo prometiera, siempre que cumplan
con sus leyes, en especial con las disposiciones que ata�en a la antisangre. Y le
rindan culto y sacrificios. Pues aquel Ser Sombr�o vive de estos sacrificios y se
alimenta con las vidas de los siervos. El pacto deber� incluir la cl�usula de no-
eternidad, de no-inmortalidad, permitiendo �nicamente el triunfo en el reino de la
materia m�s densa, del poder de esa materia.
70. Hay otras armas, que no solamente destruyen el cuerpo f�sico. Y es all� donde
se ganar� realmente la guerra, o se perder�.
71. Enla Iglesiade Roma, llamada Cat�lica, s�lo perdura un ritual sin alma en la
misa, como c�scara lit�rgica que ya no alcanza al S�mbolo, que no lo toca, no lo
pone en acci�n.
73. El �Cuerpo Astral� no llega a ser consciente del mismo modo a como nosotros lo
somos aqu�, en este mundo donde nos movemos con el veh�culo f�sico. Por ello,
deber�amos decir que el Cuerpo Astral, como lo seguiremos llamando, que el Eydelon,
que el Huaiyuhuen, existe solamente en potencia, virtualmente, debiendo nosotros
crearlo, �inventarlo�, es decir, pasarle la conciencia de nuestro yo terrestre,
hacerlo consciente, que es lo mismo, aunque con una conciencia integrada,
diferente. Con una conciencia doble, la �de all� y la �de ac�. Es �ste el trabajo
de una vida, aqu� en la tierra: Inventar el cuerpo astral, crearlo, pas�ndole
nuestra conciencia, o, mejor dicho, pudiendo llegar a vivir conscientemente en �l
�con esa doble conciencia�. As� se sobrevivir� a la muerte. Tambi�n se podr� morir
cuando uno quiera� Y al morir, no perder la conciencia �de ac ᅔ
74. Este trabajo de construir puentes entre tres y m�s cuerpos, que est�n en usted,
que son usted mismo de alg�n modo, s�lo puede hacerse aqu� en la tierra. Cuando lo
haya logrado, ser� un Pont�fice, es decir, un puente entre los mundos, sus mundos.
75. No hay otra manera de alcanzar la inmortalidad, la que no es para todos, sino
para unos pocos capaces de librar este combate, el verdadero Combate, esta guerra,
la verdadera Gran Guerra. Por eso, los que aqu� vamos somos guerreros de una Orden
sin tiempo, sin edad� Usted est� siendo tra�do a este combate por su propio
destino, por su cuerpo astral, que le pide, le exige que lo lleve a la vida
consciente, que lo conecte con Otro Cuerpo de una gnosis divina, superior.
76. El cuerpo astral tiene id�ntica forma al f�sico, aunque en blanco y negro,
digamos, encontr�ndose como al otro lado de un espejo. No todos lo poseen; fue
patrimonio de los arios y se ha atrofiado, como el Vril. S�lo los viras pueden
resucitarlo.
77. El cuerpo f�sico es el hijo de la madre; mas, el cuerpo astral es el �hijo del
hombre�. Usted tendr� que darlo a luz. �Ve usted? Se ha llamado a Kristos el �Hijo
del Hombre�; porque Kristos es el cuerpo astral, que debe nacer, resucitar, dentro
de nosotros mismos. Es el Hijo dela Inmortalidad, dela Eternidad� Porahora, no es
m�s que una nebulosa, un fantasma informe, una sombra atrofiada, que le est�
pidiendo a gritos que lo vuelva a la vida, que lo resucite, que le d� una forma, su
forma, que le d� un Rostro. Pero no se olvide, el cuerpo astral, el Hijo del
Hombre, del guerrero, no es igual a usted, s�lo en parte se le parece, porque
tendr� dos rostros, mejor dicho, s�lo una mitad de su rostro ser� igual al suyo; la
otra mitad ser� igual al de un ser que a�n no aparece en su vida� Como ya podr�
entender, todo esto es un combate definitivo, esencial, y los que conmigo van son
mis guerreros; porque nuestra Orden es una Orden Guerrera, la m�s antigua, la m�s
sagrada.
78. Es �sta la muerte m�stica de los antiguos Misterios y de las iniciaciones. Por
esto los arios son los nacidos dos veces; es decir, los Iniciados, los que han
muerto aqu� a voluntad y ya no mueren en la muerte f�sica natural, porque entonces
viven en su cuerpo astral, en el Hijo que dieran a luz: El Hijo del Hombre.
79. Mientras viv� en Suiza, se public� en ese pa�s la lista de los masones
helv�ticos m�s importantes. Y en ella aparec�a el profesor Jung.
80. Jung define el inconsciente como �la matriz de todos los fen�menos
diferenciados, religi�n. m�sica, arte, etc�tera�. Lo que tampoco nos dice nada. Lo
hemos venido discutiendo desde el comienzo de esta obra y no vamos a insistir. Toda
la terminolog�a jungueana, prestada o derivada del psicoan�lisis, deber� ser
reemplazada por la legendaria y herm�tica, si es que queremos llegar a alguna
parte.
82. Un iniciado, que desea entregar su vida a la aventura que aqu� hemos descrito,
al Trabajo dela Inmortalidad, deber� sacrificarlo todo, en especial su vida
personal, la de los sentidos y del sexo; siendo el sexo lo m�s importante. Se trata
de transmutar las fuerzas, las energ�as. Jung lo ha explicado en sus estudios
sobrela Alquimia. Detodas las energ�as de que el hombre dispone, no hay otra que se
compare en poder y misterio a la del sexo. Tan poderosa es que s�lo ella puede
crear nueva vida, reproducir nuevos seres en la carne. Y cuando no reproduce la
materia f�sica, tambi�n puede dar vida al Hijo dela Muerte, al Hijo del Hombre, al
Cuerpo Astral. Transmutando, sublimando. Porque lo que hoy se llama libido, en el
lenguaje legendario es Kundalini,la Serpientede Fuego, Quetzalcoatl,la Serpiente
Emplumada, que vuela y puede hacer volar.
La castidad del iniciado nada tiene que ver con el sentido judeo-cristiano del
pecado, el odio y el resentimiento de los esclavos. La tierra actual deber� ser
transmutada, la naturaleza transfigurada, el Crep�sculo de los Dioses dar paso ala
Resurrecci�nde los Dioses. Y esto es otra cosa. Es una transmutaci�n alqu�mica, una
sublimaci�n, una espiritualizaci�n de la materia. Mas, no es para todos, �nicamente
para el iniciado, para el ario, en el centro de una jerarqu�a de castas.
83.La Mujer-Magaes en verdadla Walkiria, que en alg�n lugar fuera de este universo
nos entregar�la Copadel Grial, llena hasta los bordes del licor dela Vida Eterna.
86. Hemos tratado de revelar la posibilidad existente para el iniciado de dar a luz
su propia inmortalidad, su Cuerpo Astral, su Hijo del Hombre, cuando, porla
Iniciaci�nde A-Mor, ha quedado incincta dela Amada, en una suerte de partenog�nesis
inici�tica. Otro tanto pasar�a ala Mujersuperior (no a Eva), a Lilith, a Allouine,
pudiendo quedar incincta de un ��ngel�, tambi�n por Amor M�gico, por Iniciaci�n de
A-Mor, en el contacto telep�tico, astral, con el Amado. Y as� Ella dar� a luz el
verdadero Hijo dela Mujer, algo que exist�a adentro, en potencia, virtualmente.
87. Este maravilloso camino de A-Mor es esencialmente viril. S�lo los h�roes podr�n
enfrentar las pruebas quela Amadapone a sus elegidos para entregarlesla Copadel
Grial, plena hasta los bordes con el Licor dela Inmortalidad: Soma, Ambros�a,
Amrita, Ahorna. Llena, en verdad, con la sangre azul de los hiperb�reos, de los
arios, de los Nacidos Dos Veces y que los Minnes�nger beben en el rito dela
Minnetrinken, dentro del C�rculo dela M�nnerbunde.
89. Es el Amor dela Eternidad, dela Inmortalidad. Porques�lo existe una Ella
hiperb�rea para un El hiperb�reo en todos los universos y m�s all� de ellos. Y es
crimen y suicidio espiritual traicionar ala Amada Eterna.
92. Alo que los viras despiertos aspiran, los arios, los hiperb�reos, es a salirse
de la creaci�n demi�rgica, de todos sus yugas, incluyendo el Satya-Yuga,la Edad
Dorada, a pasar m�s all� de sus Arquetipos, a redimirla Creaci�n, arrebat�ndosela
al Se�or de las Tinieblas, transmut�ndola.
93. La primera partici�n acontecida en ese Universo �m�s all� de las estrellas�,
donde �son otras las leyes, o no hay leyes�, habr� tenido por esencia y
compulsi�nla Gnosis, la aspiraci�n a un Rostro. Despu�s de la intervenci�n del
Demiurgo y de su plagio en el Reino de las Sombras, adem�s de esa compulsi�n, se ha
recibido una orden de guerra y los h�roes (Eros), los Siddhas hiperb�reos han
entrado escindidos al Universo de pares de opuestos del Demiurgo Jehov�, para
combatir y rescatar a los camaradas prisioneros, al mismo tiempo que destruir la
creaci�n diab�lica del Se�or de las Tinieblas, transmut�ndola, conjuntamente con la
resurrecci�n del vira.
94. Cuando los divyas abandonan la primera Hiperb�rea, cuando El y Ella penetran en
la creaci�n demi�rgica, por alg�n resquicio, por la puertaventana de Venus,
adquieren un cuerpo de materia terrestre, mientras se atrofian sus cuerpos de
materia espiritual. Han forzado, sin embargo, una mutaci�n en el cuerpo animal, en
el instrumento rob�tico de tierra al tener que utilizarlo. Son los viras, los
h�roes legendarios.
Muchas veces le habr� sido dado encontrarla en el peregrinar de las rondas del
Eterno Retorno, con un mismo rostro, sin saber inmediatamente que era Ella, hasta
quela Notavibre en su m�s pr�stina pureza y el Rostro sea fijado para siempre porla
Nostalgia, por la perseverancia con la que El lo ha so�ado, lo ha inventado: su
Flor Inexistente, la cosa contemplada, al borde ya del naufragio y de la total
desesperanza. Entonces, ya no habr� m�s que una Ella para El, y un El para Ella, en
el combate de todos los mundos, de los soles y las tierras.
�Oh Dioses!, quiz�s aqu� se encuentre la raz�n m�s �ntima de todo el Misterio de
ese Drama Hiperb�reo de la separaci�n. Esas almas im Nebel; masculino absoluto una,
femenina absoluta la otra. Ellas no ten�an rostros. S�lo entrando a combatir en el
mundo mezclado y corrompido del Se�or de las Tinieblas, s�lo reencontr�ndose y A-
M�ndose transfigurar�n este mundo, obteniendo como premio un Rostro.La
Individualidad Absoluta,la Resurrecci�n: NOS.
Como h�roes han penetrado a un universo donde los �muertos entierran a sus
muertos�, arriesgando perder hasta su inmortalidad en el sue�o y el olvido del
samsara, de avidya, existiendo apenas entre esas chispas dispersas, inventadas por
el Demiurgo, ensayos de ideo-plasma, animales-hombres, robots, m�quinas estelares.
Y han ca�do a�n m�s abajo al cometer el pecado racial de mezclar su sangre
hiperb�rea con la de las hijas sudras de la tierra, del animal-hombre. Y su combate
se ha hecho a�n m�s dram�tico, m�s dif�cil, m�s desesperado, cuando se producela
Traici�n Blancay algunos siddhas hiperb�reos se pasan al Enemigo. Han llegado a
creer en su enga�o evolutivo. Son ellos los que revitalizan su plan gal�ctico,
entrando a colaborar con Jehov� y sus jerarqu�as de Manus y de Aiones sat�nicos,
con sus arquetipos, sus iglesias y organizaciones, sus democracias, sus komintern.
Empujan la ilusi�n, la pesadilla, con renovado br�o, hacia un abismo de plomo.
S�lo a las dos primeras castas (que enla Hiperb�reapolar fueran una: ativarn�) les
es posible el segundo nacimiento dela Iniciaci�nde A-Mor, �nicamente a los divinos
y semidivinos exiliados en esta tierra. Nunca al sudra, al chandala, al animal-
hombre, al n�mero, a la cantidad.
�Por d�nde entran a este mundo adulterado los divyas hiperb�reos? Lo hemos dicho:
porla Ventanade Venus. Porla Estrelladela Ma�ana, Oiye-hue, Phosphoro, Lucifer. Por
ah� entran Arbaris (Avris) y Allouine, en busca de conquistar sus Rostros. �Por
d�nde salen los h�roes triunfantes, por d�nde se escapan del C�rculo de los
C�rculos, abri�ndose paso con las armas en las manos? Porla Estrelladela Tarde,
Yepun, Esper o Esperas, el hermano de Atlas,la Estrella Vesperal.Por Wotan, con
Wotan.
97. Como todas las cosas que suceden del �quinto plano de la manifestaci�n hacia
abajo�, cuando ya la expiraci�n se ha hecho d�bil, encontrando, adem�s, esa extra�a
fuerza enemiga que lo adultera todo, conjuntamente con el Yuga de Kali, con la
sombr�a Edad del Hierro, tambi�n la creencia en la reencarnaci�n ha pasado a ser
una fantas�a m�s, diab�licamente falseada por las mentes inferiores, la
superstici�n y la ignorancia. Lo qu� debi� comprenderse simb�licamente, ha venido a
ser tomado al pie de la letra, de modo que, conjuntamente con el exoterismo
cristiano y su inmortalidad para todos, compone la religi�n y la fe de las masas.
Est� hecha para ellas. Un exoterismo gregario, un �opio para el pueblo�.
101. El hombre tendido est� como muerto. Podr�a pensarse que Kali lo ha sacrificado
de verdad. No es as�, pues la muerte es s�lo aparente, correspondiendo a la muerte
m�stica dela Iniciaci�n, ya explicada. Y esa Mujer-Diosa representa al cuerpo
astral del vira, a su Ella recuperada, el Linga-s�rira. Esla Hija-Hijodel hombre,
recuperada y con un Rostro, que ha muerto al hombre natural para dar vida al homo
de coelo, eterno, resucitado, con materia inmortal, de vajra roja. Es tambi�n la
rubedo dela Alquimia, la opera rosa. Y todo re-unido por ese Cord�n Dorado, que no
se cortara, al tercero �que es el sexto, lo hemos visto� a la persona, que ha
adquirido una personalidad, un rostro: NOS, el Hombre-Total,la Mujer-Total, el
Hombre yla Mujer Absolutos.
102. La misma guerra es librada aqu� y all�, en m�s de un mundo, y lo perdido aqu�
es ganado all�.
103. Afirma el Rig Veda que ni los Dioses, en el m�s alto cielo, saben c�mo ha
sucedido esa tragedia, esa pesadilla de locura dela Creaci�ndel Demiurgo.
105. Al Samadhi vedantino, que es una trampa introducida enla Indiaya mezclada
porla Traici�n Blancay por la sugesti�n del Demiurgo, deber� opon�rsele el Kaivalya
t�ntrico ario, es decir, la separaci�n absoluta del Mago,la Personalidad Absoluta,
la inmortalidad con un Rostro, por oposici�n a la fusi�n y disoluci�n.
107. Lo que en verdad fuera esa Columna s�lo se puede entrever por el verdadero
nombre del Dios-Siddha Hiperb�reo, que aparece en las sagas n�rdicas: ER, IR.
Quiere decir Poder.La Columnafue as� un poder que pose�an los Hiperb�reos, los
divyas, los siddhas, que pierden al mezclarse con �las hijas de los hombres�. Con
este poder les era dado mantener abiertala Ventanade Entrada,la Puertade Salida,
enla Estrella, la conexi�n conla Primera Hiperb�rea.Era el Vril, una suerte de Rayo
que se proyectaba desde el entrecejo y que ha quedado reducido a una pura
virtualidad en las gl�ndulas pituitaria y pineal, calcificadas en el Kali-Yuga.
108. Las Runas son tambi�n mortalmente odiadas por los representantes del Kali-
Yuga, por el animal-hombre, por los esclavos dela Atl�ntiday por los ac�litos del
Pr�ncipe de las Sombras, de la esclavitud, de la mentira y de la fealdad.
109. Los signos de las Runas son �nicos entre los alfabetos m�gicos, con perfiles
agudos, sim�tricos, se parecen s�lo al cuerpo de los divyas hiperb�reos. Los
ejercicios r�nicos, la yoga-r�nica del cuerpo, impregnan su materia de vibraciones
m�gicas. Quien conozca su Runa, adquiere el poder de la disoluci�n y reintegraci�n
de la materia, de la muerte voluntaria y de la resurrecci�n. Podr� hacer vibrar su
Nota en la tonalidad m�s alta. Salirse, as�, del C�rculo de los Retornos.
110. El t�rmino vira; empleado a menudo en este libro y en �El Cord�n Dorado�,
pertenece al tantrismo y se refiere a una fuerza viril, heroica, que act�a a
contracorriente y que posee el saddhak�, o iniciado t�ntrico. Por esto pasa a ser
sin�nimo del h�roe que combate por reinvertir el proceso de la entrop�a de la
involuci�n en el plano donde act�a el Demiurgo Jehov�, sali�ndose del C�rculo de
los C�rculos, del Eterno Retorno, hacia �algo no so�ado ni por los m�s grandes
utopistas�. El mayor peligro para la fuerza del vira se encuentra en el miedo y el
deseo. El v�ra-mudra destruye el miedo y el deseo, y concede el favor hiperb�reo.
111. Asgard es entonces el Himmelsburg, el Castillo del Cielo, donde Wotan y sus
Walkirias a�n preservan las Runas sacras, para entregarlas, junto con su secreto, a
los h�roes que luchan por inmortalizarse, a los vira que se transmutar�n en divyas.
112. La �sangre de los h�roes llega m�s cerca de Wotan que la plegaria de los
santos�. El h�roe guerrero necesita en especial del honor y de la lealtad, del
poder de la fe � Glaubenskraft�, perseverando en la fe, hasta que el Vril �cree la
cosa contemplada�.
113. As�, el �rbol est� simbolizando el descenso del UR-Mensch (el Siddha
hiperb�reo) en la materia terrestre, en los reinos m�s duros y espesos. De cabeza
hacia abajo, comola Runa YR.Muerte del Esp�ritu en la materia. Desaparici�n
moment�nea del Siddha-divya. Pero del divya que desciende, que involuciona, junto
con expirar tiene en s� el poder de retornar, resucitar. Este poder est� oculto en
su propia fisiolog�a herm�tica, embrionaria. �nicamente ha perdido la memoria, la
sabidur�a. Deber� despertarla.
Hemos visto que el vira exiliado posee m�s de un cuerpo. Los mundos (cielos en la
terminolog�a gn�stico-c�tara), por los que transita combatiendo se hallan dentro
del cuerpo del Arquetipo-Manu, servidor del Demiurgo, tambi�n un G�ttlicher
Makrokosmos.
Dentro del C�rculo de los C�rculos todo se repite, como los ecos de una nota
arquet�pica. As�, el cuerpo del divya estar� compuesto de tantos otros cuerpos como
los planos de materia-espiritual y materia-material por los que atraviesa al entrar
en el mundo del Demiurgo. Por ello, el cuerpo de materia terrestre deber� poseer en
s� el ��rgano� apropiado para conectarse con el �cuerpo astral�, embrionario por
atrofia y olvido, pudiendo ser capaz de recrearlo, resucitarlo, �inventarlo�,
adem�s de inmortalizarlo, uni�ndolo con un cuerpo mental a�n m�s sutil. En el
cuerpo astral tambi�n se encuentra otro ��rgano� (clave) que hace posible unirse
con su M�nada, con �Aquel que se quedara esperando al borde de una Fuente�. Ese
��rgano� esla Runa Thor, a la que corresponde la letra Th del nombre Thule,la
Runadel Regreso (con un Rostro) ala Hiperb�rea Celeste, preservando el �yo�, para
no ser absorbido por la �inspiraci�n� y devorado por el Demiurgo, Se�or de las
Tinieblas. As�, el hombre renace en varios mundos a la vez. Cada mundo estar�a
representado por uno de sus cuerpos (Castillos), hall�ndose presente en todos, aun
sin saberlo, pues tiene conciencia de uno s�lo, del de la tierra, del Gerdasburg.
S�lo al encontrar la clave para desarrollar su Linga-Sarira, o cuerpo astral, el
guerrero de Wotan podr� abrir la puerta que comunica con el plano mental, pudiendo
vivir en m�s de dos mundos. Se ha hecho ubicuo.
114. La fuerza de las Runas produce vibraciones en el cuerpo astral, pasando a ser
mediadora entre los planos del esp�ritu, del alma y del cuerpo. Centros proyectores
de estas fuerzas son tambi�n los chakras, v�rtices de energ�a luminosos. La magia
de las Runas activa las vibraciones de estos centros. Sus ruedas se ponen a girar
como swastikas, vertiginosamente. A cada rueda, o chakra, corresponden ciertas
Runas. De igual modo, a cada chakra astral, corresponde un �rgano nervioso en el
cuerpo f�sico, un plexus, una gl�ndula, con sus secreciones internas dirigidas por
los v�rtices astrales. Cuando las Runas activan las vibraciones astrales de los
chakras, conect�ndolos entre s�, posibilitan la conciencia de esos centros de luz;
porque esas �ruedas� tambi�n son centros virtuales de una conciencia diferente.
116. Tambi�n los divinos, los Dioses Hiperb�reos, que han entrado a combatir dentro
del Universo recurrente del Uno, Jehov�, del Se�or de las Tinieblas, han quedado
prisioneros de su Eterno Retorno, debiendo aceptar su ley k�rmica, c�clica.
118. De all� han venido los hiperb�reos, entrando a este C�rculo de los C�rculos
por un �repliegue topol�gico�, por la �Ventana de Venus�, o por un �clic� dela
Mente. Sinese recuerdo, sin esa memoria, todo se habr�a perdido para siempre. All�,
frente al Gral, escuchando la propia sangre, su m�sica, junto al Fuego, los
hiperb�reos cumpl�an con el rito dela Minne-trinken, beb�an su sangre, preservando
la memoria del origen, para as� darse �nimo en la incre�ble aventura aqu�
emprendida, en este exilio en la materia, en esta guerra sin cuartel contra el
Enemigo que �se sabe� les va cercando. Y porque el tiempo se acelera en estas
regiones, que se har�n sombr�as y heladas. Las Hagedissen, las V�rgenes del Sol
Negro, exhortan a los h�roes a apresurarla Boda, el Matrimonio M�gico, junto al
Fuego. Ellas son las Esposas del Fuego.
119. La vida y la muerte dentro de la tierra del Demiurgo. La forma del divya, del
Urmensch, del Hombre Original, le es aportada porla Runa. Esella la que se imprime
aqu�. Se halla ahora en el mineral, como aspiraci�n tal vez inalcanzable. Y afuera
se reproduce, en tanteos, en ensayos, o copia del Demiurgo, completamente
fracasados, como el mono y el hombre de Neanderthal. Y el cuerpo de dos brazos, de
dos piernas, de una cabeza, de cinco dedos, s�lo es una m�quina, la reproducci�n de
un Arquetipo copiado por el Demiurgo-Jehov� y proyectado por su �respiraci�n� en su
Universo recurrente. Para trabajar con esa m�quina, en este espeso mundo, su mal
plagiador no necesitar� �bajar�. Bastar� con ese golem, con el hombre de
Neanderthal y su lenta e imposible evoluci�n e involuci�n, a trav�s de eones de
tiempo y de tremendos desastres. El que lo est� utilizando, no tiene prisa. En
verdad est� jugando, danzando dentro de su Maya-Ilusi�n.
Pero he aqu� que algo enorme acontece, fuera del sue�o de ese Jugador diab�lico.
Alguien se ha introducido en este C�rculo de los C�rculos, por alguna �puerta� o
�repliegue�, quiz�s por una estrecha �ventana�.La Puerta, ola Ventanade Venus, o
bien por un �clic� dela Mente. UnDerrotado, o un H�roe, venido de un Universo
completamente distinto, portando consigo el original divino, hiperb�reo, de la
forma, que el Demiurgo corrompiera y el poder de las Runas, desciende a este mundo,
d�ndole otro cariz y direcci�n a todo el proceso de repetici�n mec�nica, pudiendo
hasta redimir la materia, transfigurarla, produciendo una mutaci�n que alcanzar�a
al n�cleo central del Fuego Tect�nico. Entra, as�, en guerra total con Jehov�, su
Eterno Retorno y sus Arquetipos.
121. Ellos residen enla Asgardceleste, en Agartha, enla Tierra Internao en ese
mundo que pertenece a la �otra mitad de nuestros sentidos�. Son los divyas. Luego
vienen los viras, los semidivinos, los h�roes, mitad Dios, mitad hombre, los que
a�n pueden transmutarse en divyas, en el Ser-Total, en el Hombre Absoluto, en el
Sonnenmensch. Y la tercera humanidad de los animales-hombres, los descendientes del
Neanderthal, la m�s numerosa, que aumenta y aumenta, poblando la tierra hasta sus
�ltimos confines. Sirve de ej�rcito al Demonio, al Demiurgo, siendo, adem�s, su
alimento al final del Manvantara.
Y como �nico medio de alcanzar la salida del Retorno, las Sacerdotisas del Sol
Negro, dela Media NochePolar, ense�an el Culto del A-Mor M�gico y desposan al A-
Mado para que pueda dar a luz su propio Hijo del Hombre, su veh�culo indestructible
de la eternidad, el que no podr� ser devorado por el Arquetipo, por el Demiurgo,
porque se ha construido en el Fuego de Vajra roja, con la alquimia r�nica de Wotan
y del �rbol Iggdrasil. Con El volver� a salir de todo esto, del C�rculo de los
C�rculos, porla Puertade Venus. Y habr� redimido a la tierra, transfigurado la
naturaleza, sobrepasado el Kali-Yuga� y todos los Yugas.
122. Los signos caracter�sticos de los Hiperb�reos son los siguientes: Inmovilidad,
impasibilidad, calma interior, serenidad, gloria, victoria, terribilidad. Cuando el
Rey act�a, lo hace como el rayo, extendiendo el cetro y proyectandola Runa SIEG.La
Blitzkrieg. Estosson los signos de los inmortales.
Entonces, Avris fue AR-BA-RIS. AR, quiere decir: �Custodia el Fuego Eterno�, el de
los AR-yos; BAR, �Conf�a en el Dios que est� dentro de ti�; IS, �Dom�nate a ti
mismo y as� controlar�s los poderes del Enemigo�.
124. Los Siddhas hiperb�reos pretendieron organizar el mundo en los primeros Yugas,
arrebat�ndoselo al Demiurgo. Ayudaban a los h�roes a recuperar su divinidad total,
por medio de la iniciaci�n. A los pueblos de color, a los humanos, les entregaban
la felicidad terrestre, organiz�ndolos en castas, en varna. (Los hiperb�reos eran
ativarna, m�s all� de la casta, del color). Utilizando sus facultades mec�nicas en
labores �tiles, pensaban, quiz�s, producir por medio de la alquimia del color una
mutaci�n m�gica en los pueblos semianimales, que pudiera llevarlos, de alg�n modo,
a una transfiguraci�n. Les traspasaron una part�cula de inmortalidad, al mismo
tiempo que espiritualizaban la tierra, arranc�ndola de las garras del Se�or de las
Tinieblas.
125. El Campo de Batalla, adem�s de la tierra, iba a ser ahora el interior del
h�roe, del vira, divino s�lo a medias.
126. Cuando es el matriarcado el que se impone, los cultos se centran enla Luzdel
A�o, en un simbolismo de la naturaleza posthiperb�rica, en el fuego puramente
material, en las ceremonias de la luz en el solsticio de invierno, que inspiran la
creencia matriarcal de la reencarnaci�n. La religiosidad devocional, la yoga
Bhakti, el Samadhi vedantino de la fusi�n en el Ser primordial, en el Uno, el
acento en el chakra Anahata del coraz�n. Lo m�ximo que se podr�a alcanzar es al
chakra Sahasrara, con el mantra SAHAM: �Yo soy t�. (El Andr�gino). La iniciaci�n
patriarcal hace uso dela Raja-Yoga,la Yoga T�ntrica, con el Kayvalia en lugar del
Samadhi, la absoluta separaci�n, la personalidad absoluta, la individuaci�n,
pasando m�s all� del chakra Sahasrara, hacia Sunya, el Vac�o, el Nirvana,
sali�ndose hacia algo jam�s so�ado, ni por los m�s grandes Peregrinos del Ansia.
Con el mantra opuesto a SAHAM: HAMSA. HAM es Shiva, SA es Parvati. El y Ella
separados y unidos para siempre, unidos en la separaci�n. Este es el Camino de los
Guerreros y las Walkirias de Wotan. No existe reencarnaci�n, sino inmortalidad,
salida. Salto dentro de una Flor Inexistente.
El sol que hoy alumbra la tierra, es un nuevo sol, surgido con la desaparici�n de
Asgard y la precipitaci�n en el mundo de la materia espesa, con el declinar de la
energ�a dela Expiraci�n. Lanaturaleza tambi�n es otra. Ten�an raz�n los rom�nticos
alemanes al creer, con Novalis, que la naturaleza podr�a ser modificada,
espiritualizada, por medio de su Idealismo M�gico. Regenerada, transmutada,
transfigurada, arrancada del dominio dela Respiraci�nc�clica del Demiurgo por el
combate sincron�stico y el sacrificio del h�roe hiperb�reo.
129. Porque una vez existi� otra Luz, una Luz que no cambia, la del Sol Negro
Antiguo, polar, a trav�s de la cual es posible salirse, dar el salto, haciala Flor
Inexistentedel Rayo Verde. Y ese Sol Negro no es otro quela Puertade Venus. Es
Lucifer, el verdadero Gu�a del Retorno a Hiperb�rea, en el otro extremo, opuesto al
Cristo dela Luzcambiante del Nuevo Sol, de la muerte y disoluci�n.
130. As�, el vira t�ntrico tiene posibilidades que quiz�s no se den para ning�n
otro en el sucederse de los Yugas. Puede llegar a ser totalmente consciente del
Misterio y, de ese modo, abrir paso a su �yo� por un camino que no ha sido
transitado ni por los Dioses, en todas las Edades de este Universo cerrado. Y ello
porque el Camino no existe; el h�roe lo �hace al andar�, lo inventa, lo abre a los
golpes de su Espada. Es un Camino Inexistente, una Flor Inexistente. No existe,
porque conduce a algo que tampoco existe: un Sue�o nunca so�ado ni por los m�s
grandes Peregrinos dela Nostalgia. M�sall� del C�rculo de los C�rculos, de los
Dioses, de los Arquetipos y de las estrellas. En la pura inexistencia del Rayo
Verde.
S�lo los h�roes tienen esta posibilidad, los semidivinos, los que de este modo
nacieron; pero no todos la realizan. Es muy dif�cil. El h�roe tendr� que
arriesgarlo todo, su muerte f�sica y espiritual, su despedazamiento, la tortura, la
traici�n, la soledad �ltima. Y sin soltar jam�sla Espadadeber� mantenerse firme,
inquebrantable, resistiendo las angustias y los dolores hasta el final, hasta la
�ltima prueba, hasta la �ltima duda, cuando haya cre�do que todo fue en vano, que
nada ha sido cierto, que s�lo su mente, sus creaciones mentales le han llevado a
ese fatal trance y al desplomarse del Universo sobre su entero ser despedazado.
131. Y la forma, la �nica forma, en que este espantoso designio pueda llevarse a
cabo, es respetando el Pacto de Anti-Sangre, el ritual de la sangre mezclada, de la
sangre impura. Porque es �ste tambi�n el fluido a trav�s del cual el Pr�ncipe de
las Tinieblas se opone a los Divinos del Rayo Verde, preservando su �memoria�, sus
�archivos de la sombra�, comprometiendo en la iniquidad a sus �elegidos�.
132. Y as� acontecer� otra vez, cuando la tierra vuelva a ser destruida muy pronto,
al final del Kali-Yuga. Cuando un nuevo experimento del Demiurgo se repita en el
Eterno Retorno, con la proyecci�n de otro Manu. Y los divinos hiperb�reos deban
entrar nuevamente a combatir, haciendo uso de las Runas.
134. La raza blanca fue poseedora del Vril y de una condici�n especial para
percibir el espacio en tres y cuatro dimensiones, cosa que el animal-hombre, el
sudra de los pueblos de color, no posee. La posibilidad de recuperar aquellas
cualidades de la raza blanca original se har�a efectiva �nicamente por una
�alquimia del regreso�, yendo hacia atr�s, con la mezcla consciente del semiblanco
con el m�s blanco, por una eugenesia estricta en los matrimonios y en la progenie,
hasta lograr el punto exacto de la transmutaci�n, donde todo depender� de la magia
o del milagro de la nueva encarnaci�n de un esp�ritu que har� realidad la
recuperaci�n del Poder perdido, del Vril y de las cualidades de la visi�n que a�n
exist�an enla Segunda Hiperb�reaPolar.
135. Desde ni�o, por instinto al comienzo, jam�s he rendido culto a esos �padres de
la patria�, ni a sus instituciones mas�nicas. Ya lo dije en �Ni por Mar ni por
Tierra�, hace m�s de treinta a�os. Ellos dividieron este continente del sur en m�s
de veinti�n pa�ses de opereta, aisl�ndolo para que as� pudiera �cocerse en su
propio mestizaje�, en su propia oscura salsa bastarda de marranos y negros tra�dos
del �frica como esclavos por los sucios encomenderos. Ya sabemos c�mo el mas�n
Bol�var invent� Bolivia, una suerte de Tibet sin lamas y sin Tibet. Sin atumarunas
ya. Bolivia, hasta en el nombre procede de Bol�var. Y as� naci� este nacionalismo
sudamericano, sin destino, sin base alguna, sin ra�z aut�ntica.
137. El Vira dispone, as�, de una fuerza viril, heroica, que act�a a
contracorriente. Es la fuerza que posee el Saddhaka, o iniciado t�ntrico. Sin�nimo
del h�roe, combate por reinvertir el proceso de la entrop�a, de la involuci�n, que
es un resultado de su entrada en el Universo del Demiurgo-Jehov�. Y se sale del
C�rculo del Eterno Retorno, para siempre. �nicamente retorna a voluntad, como
Avatar, como Tulku.
138. Dentro de un Linaje Hiperb�reo, de una Casa de Familia, con uno que llegue,
que ejecutela Melod�ahasta su consumaci�n, que d� a luz el Hijo del Hombre, que
construya su Eidel�n, su Cuerpo Astral y con �l se salga, bastar� para que todo el
Linaje participe dela Resurrecci�ny del retorno a Hiperb�rea.
139. Para el Vira, para el guerrero de Wotan, el entrar aqu� a combatir es una
obligaci�n de honor y lealtad. �nicamente as� podr� luchar contra la creaci�n
demon�aca del Se�or de las Tinieblas, llegando a transmutarla, a transfigurarla. Y
hasta el sexo le habr� servido, como medio de arrebatarle algunos Pasu al Demiurgo,
transmut�ndolos en Viras, por medio de este sacrificio t�ntrico, por as� decir.
Esta esla Gran Guerra.
141. Un juego de espejos infinitos, en el plagio del Demiurgo, hacia abajo y hacia
arriba. La muerte para el ario, para el Vira es renacer a una nueva vida, con el
Cuerpo de Vajra inmortal. Se trata de pasar m�s all� del Arquetipo, de escaparse
porla Puertade Venus de las garras del Demiurgo, que ha aprisionado a los guerreros
arios, a los exiliados, con el Eterno Retorno de lo Mismo, con la pesadilla de su
Maya-Ilusi�n.
142. Esos rollos de pergaminos dec�an que �l era Se�or de una Orden de las Capas
Negras, Blanca y Roja. Todo el proceso alqu�mico del Arte Real dela Transmutaci�n,
as� resumido.La Capaes el Manto de Repanse de Schoye, esla Tarnkappede Siegfried
yla T�nicade Neso. Es el Cuerpo Astral, la inmortalizaci�n y materializaci�n del
Cuerpo Astral.
143. Es el mal del �desliz� a trav�s dela Ventana, de una �bilocaci�n espacio-
temporal�, hacia este plano de la manifestaci�n, donde rigen los Arquetipos y el
Demiurgo Jehov�, constructor de golems. El mal consiste en un �clic� mental que ha
hecho posible el aprisionamiento y la mezcla de los divinos hiperb�reos. La derrota
en un combate c�smico, la p�rdida de una gran batalla, en una Guerra que a�n no
termina.
146.La Alquimiaes una ciencia dela Segunda Hiperb�rea; ciencia dela Atl�ntida, que
tiende a restaurar lo perdido. Es ya una ciencia y un camino de regreso.
148. Parece el amor profano y el culto del cuerpo f�sico del hombre y la mujer, esa
aberrante historia de nuestros d�as. Se ha inventado el amor del occidente
cristiano, hecho para el animal-hombre, para el pasu, anejo de todo simbolismo
superior. Se ha perdido el duro y fr�o camino, el fuego polar de un culto m�gico,
de una iniciaci�n secreta que, practicada por un vira y su yogini, por un guerrero
y su Walkiria, les transmutar�a en Dioses inmortales. Y en m�s que Dioses.
150. Hay una ciencia antigua, una t�cnica hiperb�rea que hace posible retornar al
Vira a su origen divino, que perdiera en un combate, o situaci�n desconocida, que
aqu� hemos venido descubriendo. Esa otra ciencia se preserva gracias al Cord�n
Dorado de una Memoria dela Sangre Aria, que a�n no se rompe. El camino de esta
ciencia es retr�grado, hacia atr�s, hacia el origen polar. Es el dela Swastika
Lev�gira.
La mutaci�n que se pretende es la del Vira en Divya, en el ser divino que fuera. Y
esto se logra con la resurrecci�n del Cuerpo Astral, del Hijo del Hombre. Algo que
s�lo los Viras pueden lograr, pues s�lo ellos tienen Cuerpo Astral en potencia,
virtual, porque �nicamente ellos fueron Cuerpo Astral en el origen, en Hiperb�rea.
El resto no. Son s�lo Pasu, animal-hombre, esclavos dela Atl�ntida, productos
�sueltos� de una evoluci�n, siembra planetaria, golems, robots de un Demiurgo.
151. Nos desagrada tener que referirnos a Cristo, aunque sea al Kristos dela
Atl�ntida. Jesucristoes un jud�o que ha estado estropeando el mundo por los �ltimos
dos mil a�os, sea con el cristianismo militante, catolicismo o protestantismo, sea
con el rosacrucismo, con la teosof�a o cualquier secta ocultista de Occidente.
152. Coniuctio, Maithuna, al parecer con los cuerpos f�sicos, pero en control de
sus esencias: semen, bundi y rajas. Est� destinado a reactivar los chakras y a dar
vida al cuerpo astral, que ser� el hijo de este coito m�gico, alqu�mico, en que se
transmutan los metales del Vira.
153. El �Rosarium Philosophorum�, con estos dos �ltimos grabados pareciera estar
se�alando la posibilidad de un inicio del opus por medio del Tantrismo dela Mano
Izquierda, con un Maithuna real, en cuerpo f�sico, para luego alcanzar las zonas
simb�licas y espirituales del Tantrismo dela Mano Derecha, donde el Maithuna se
contin�a en el cuerpo astral de los a-mantes, �con alas� en un mundo paralelo y
mental, donde los �rganos materiales del cuerpo f�sico ya han sido transmutados en
otros distintos. No habr�a as� contradicci�n entre las dos corrientes. El h�roe
t�ntrico, el iniciado de A-Mor, puede seguir cualquiera de los dos caminos, el
�h�medo� o el �seco�, recorri�ndolos por separado, o ambos a la vez, seg�n mejor
convenga a la �memoria de su sangre�.
Con la inmortalizaci�n del elegido, del h�roe alqu�mico, del Vira, simult�neamente
se lograr� la de su s�ror, la de su Amada. El tiene ahora que resucitarla, por
medio de la concentraci�n en su imagen, impregn�ndola de prona y bundi. Es algo as�
como proyectarla afuera de �l mismo, como sacarla de adentro nuevamente para poder
revestirla tambi�n de Vajra inmortal. Un doble parto, un nuevo dar a luz. Labor
impostergable de lealtad de ultratumba, de postmortem. Porque la vida eterna de
ella depende de la de El. Porque Ella le entreg� su eternidad.
157. Dando vida al cuerpo astral, revisti�ndolo luego con Vajra; desmaterializando
el cuerpo f�sico, a su vez revestido de Vajra, y reabsorbi�ndolo en el cuerpo
astral, se obtiene un solo cuerpo; pero tambi�n se tiene dos (los gemelos)
inmortales, capaces de autorregenerarse, de vivir en el tiempo y fuera del tiempo.
Un veh�culo apropiado para el Tulku y su combate de dos y m�s mundos.
Man�
158. Una suerte de Robot, de M�quina C�smica, un Golem, que ha perdido el control y
ha intentado crear por su cuenta, �a su imagen y semejanza�. Aconteciendo algo as�
como si sobre una bella pintura de Leonardo se hubiera sobrepuesto una
monstruosidad de Picasso. De modo que la existencia de todo el Universo mec�nico,
de la materia visible, ser�a una mala copia hecha sobre una hermosa tela original
por un plagiador sat�nico.
159. Contra estas huestes demi�rgicas deber� combatir el H�roe. Adem�s deber�
luchar contra los seres que el Demiurgo creara, los robots gen�ticos, los
�repliegues ps�quicos� de Jehov�.
160. El d�a en que todos los Dioses sean liberados y redimidos por el combate de
los H�roes, el Demiurgo desaparecer� para siempre, tocado por su propia
destrucci�n, en el Big Crunch de su propia inspiraci�n mec�nica, inevitable,
devorado por su hambre; o bien, succionado porla Implosi�n Divina.
162. Las religiones, las pr�cticas esot�ricas, las yogas dela Indiapost-v�dica han
pretendido encontrar una soluci�n en el aniquilamiento del �yo�, por medio de
ascetismos y tormentos de todo orden, para volver a fundirse en el Alma impersonal,
universal, en el Uno, en Brahma, en lo indiferenciado, en eso que tambi�n han
llamado Dios. Generaciones de ascetas y de santos cristianos han trabajado en la
destrucci�n del �yo�. Enla Indiason los vedantinos de Shankaracharya y los yogas
Bahktis, vali�ndose del Samadhi, que en s�nscrito significa, precisamente, �unido
con el Ser Primordial�, como ya hemos dicho.
Este camino y concepci�n deber�n partir del supuesto de que el �yo� es una ca�da,
que la personalidad es un �pecado�, que hay que corregir, redimir. Y hasta cierto
punto tendr�an raz�n, en el sentido de que el �yo� y la individualidad nacen como
algo �nico en todo el Universo, y, quiz�s, en todos los Universos; algo impensado,
jam�s so�ado y que ha sido hecho posible por la encarnaci�n de una Divinidad, de un
Ser de esp�ritu puro, en el mundo de la carne, corrupto por el Demiurgo.
164. La mayor parte del mundo se halla hoy perdida en una animalidad sin retorno. Y
la verdad es que al Avatara esto no le preocupa ya. El n�mero de los h�roes que se
fueran con El han dado casi cumplimiento al Destino, Ellos ya no est�n aqu�, se
salieron. S�lo los pocos prisioneros que a�n puedan liberarse importan.
Deber�n, por ello, ser despertadas a la vida del sexo f�sico y del placer
org�smico, �nicamente por su A-Mado. O en su defecto, o ausencia, por el Inca en
Machu Picchu, por el Hierofante, o por el Maestro. Mas, nunca sin A-Mor. Para luego
cicatrizar la herida, pudiendo retornar en un esfuerzo supremo a la castidad, a la
virginidad m�gica, que no ha sido perdida, alcanzando un estado org�smico continuo,
de tipo sobrenatural.
Es �ste el Camino H�medo del cognocer femenino, el Camino de las L�grimas y dela
Mano Izquierdadela Iniciaci�n T�ntrica.S�lo para algunas Sacerdotisas-Magas dela
Orden Negra.
Pero tambi�n existe el Camino Seco, dela Mano Derecha, de las Walkirias que no
requieren del paso doloroso del despertar y cognocer del sexo f�sico ni de sus
alteraciones profundas, de sus fuegos y tormentos. Esas mujeres divinas llegan aqu�
por un muy corto tiempo, como liberadas de antemano, de regreso, debiendo alcanzar
por otros medios, aun cuando siempre por A-Mor, ese estado de orgasmo continuo y
permanente del alma, m�s all� del orgasmo f�sico, que nada deja.
167. La yoga t�ntrica es un camino surcado por peligros mortales, por el filo de
una espada. El Sadahka y su Yogini deber�an practicar el Maithuna una sola vez y
tras larga preparaci�n �idealizante�. Luego se alejar�n, separados y unidos para
siempre, como Hombre y Mujer Absolutos. Mago y Maga. Existen dos caminos t�ntricos,
el dela Mano Derechay el dela Mano Izquierda: Dakshinadhara y Vamagara. Ambos
llevan al mismo fin, aun cuando el segundo podr�a personalizar mayormente, m�s
luciferinamente, por los mayores dolores y combates, por los peligros mortales a
que expone al oficiante, o iniciado Kaula. Equivalen estas disciplinas a los
caminos �Seco� y �H�medo� dela Alquimia.
172. Es enla Albedo, u Opera Blanca dela Alquimia, que contin�a ala Nigredo, donde
el Yo retorna, resucita. Mas lo hace como Rebis, comola Estrella Venus, de doble
rostro. Ha pasado ya porla Muerte M�sticadela Nigredo, voluntariamente aceptada y
propiciada. Y es el Cuerpo Resurrecto del H�roe, al tercero o noveno d�a, el mismo
cuerpo, s�lo que sutilizado, debiendo revestirse de una materia roja, inmortal,
enla Rubedo, que sigue ala Albedo; materia �dura como el diamante�, aunque
invisible a los ojos de la tierra y que en s�nscrito han llamado Vajra. Es este el
Cuerpo dela Resurrecci�ndel Tao�smo y del Kristianismo Esot�rico. Se ve como rojo,
sutil, pero es duro como el rub�, como esas estrellas Novas, o esos soles que se
han desplomado sobre s� mismo, en el S�-Mismo, se han hecho enanos, pero pesan m�s
que todo el Universo. Esa �materia� la obtiene el Mago Kula, como premio en su
transmutaci�n kaiv�lica. Y ser� con ese Cuerpo con el que el H�roe inmortalizado,
el Asen, pueda salir de este Universo demi�rgico, liber�ndose por siempre de su
prisi�n, derrot�ndolo. Se ha salido, adem�s, del Eterno Retorno, hacia �algo jam�s
so�ado ni por los m�s grandes utopistas�� Y en la tumba del Mago tao�sta no se
encontrar� un cad�ver, sino una Espada, s�mbolo de su triunfo y resurrecci�n en
Vajra.
176. He aqu� algo diab�lico, espantoso, una involuci�n que ya parece imposible de
poder detener. Estudiando las abejas, las hormigas, en especial la vida�si as� se
pudiera llamar� de las termitas, nos espantamos pensando d�nde podr�a llegar el
hombre, los animales-hombres, y junto con ellos los Viras prisioneros, los Dioses
involucionados. All� se acab� toda individualidad y hasta la inteligencia y
libertad personales. S�lo hay trabajo continuo, reproducci�n y muerte. Sacrificio
obligado y miseria de muchos para la infelicidad de todos. Al final, alimento del
Demiurgo. Mas, �habr� sido siempre as� en las termitas? Se presiente tambi�n all�
como una inteligencia inicial, que alguna vez fue, como un primer impulso que
planific� esa organizaci�n perfecta, tal vez de un solo individuo, o de una �lite,
que luego desapareciera, perdurando nada m�s que el automatismo. Es posible que las
termitas, las hormigas, las abejas, en muchos millones de a�os, en otros
Manvantaras, hayan sido tambi�n Dioses, seres divinos, hechos prisioneros por el
Demiurgo, involucionando en lo que actualmente son.
180. Nuestra Lucha es en m�s de un plano, como lo fuera la de los Dioses, nuestros
ancestros, que llegaron aqu� a combatir. Es simult�nea, solidaria, �sincron�stica�.
Porque nosotros somos esos Dioses que descendieron al pesado y tenebroso mundo del
Demiurgo, para tratar de arrebat�rselo. Seguiremos sus ejemplos, aun cuando veamos
oscurecerse cada vez m�s el horizonte.
Written by master
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1) Errores y confusiones:
��el autor pareciera al fin querer abrir la puerta del misterio de su iniciaci�n,
pero �trovando siempre clus�� es decir, escribiendo en clave, oscureciendo, para no
levantar m�s que una peque�a punta del Velo�. Esto est� en el Pr�logo. Cuando
alguien escribe algo, pero oscureciendo la verdad de lo que escribe, eso puede
deberse a varias razones: o no est� seguro de lo que escribe, o tiene miedo a las
consecuencias, o no posee el conocimiento exacto o completo sobre el tema, o es un
hist�rico que gusta jugar femeninamente a mostrar una parte pero no todo.
Cualquiera de estas razones, son horribles y muy tristes viniendo de Miguel
Serrano. En sus �ltimos libros dir� que fue porque era joven y ten�a miedo que lo
maten. En sus �ltimos libros ya hab�a perdido esos miedos.
P�ginas 42 y 43: una confusi�n sobre Agharti y Shamballah, �habitadas por los
siddhas inmortales�. En realidad, Agarthi y Shamballah no son lo mismo. Agarthi es
la morada de los siddhas, que no son inmortales sino eternos, mientras que
Shamballah es la morada de los demonios traidores de la Fraternidad Blanca.
Cuando Serrano habla sobre su maestro, lo agranda de tal manera que nos hace pensar
que era un maestro hiperb�reo, y no un miembro m�s de la Fraternidad Blanca, como
lo fue realmente. M�s que a su maestro real, Serrano nos describe un maestro como
el que �l hubiera gustado tener.
2) Aciertos extraordinarios:
En este libro son muchos m�s los aciertos que los errores. Y mucho de estos temas,
expuestos por Miguel Serrano por primera vez en la historia del hombre con tanta
claridad, ser�n desarrollados a�os despu�s por Nimrod de Rosario.
P�gina 19: �Hay dos tipos de mujeres: la seductora�y la que entrega su eternidad en
las manos del amado�.
P�gina 33: �El Gral es una joya ca�da de la Corona de nuestro Gu�a, Lucifer, rota
en su combate de los cielos�al destruirse Hiperb�rea y la Atl�ntida�.
P�gina 50: �No es posible escapar del yo�la salida se encuentra en fortalecerlo
hasta alcanzar el yo absoluto, la personalidad absoluta�.
P�gina 51: �El camino es irreversible, aun cuando lo est�s haciendo de regreso, no
tocar�s jam�s el mismo punto�No se trata de renunciar al yo, sino al contrario,
hacerlo eterno�.
P�gina 58: �La inmortalidad no es para todos; pero �Cu�l es la condici�n para
lograrla? No es la bondad, ni el sacrificio, ni la inteligencia, ni siquiera el
sentido de la belleza. Tal vez el honor y la lealtad. Se nace diferente�.
P�gina 77: �No todos los que habitan la tierra son iguales. Por esto hay lucha,
para preservar un Mito, una Leyenda, que circula en la memoria de la sangre�.
P�gina 86: �Al final del camino no le espera el Samadhi, la fusi�n con Adhi, con el
Ser Primordial. Porque ese ser�a el sendero de la santidad. Le espera el Kaivalia,
la separaci�n total, la suprema Individuaci�n, la Personalidad Absoluta, la �ltima
soledad del Superhombre. Este es el sendero del Mago, del Siddha, del H�roe
t�ntrico del Gral�.
P�ginas 157 y 158: �Solo aquel que ha devenido vivo, logrando despertar, prende al
morir esa Forma Eterna, su Verdadero Nombre y le da un Rostro: el Rostro de su
Alma, que es el Rostro de la Amada�.
P�gina 161: �En la Gran Guerra no hay cabida para los pusil�nimes, los cobardes. Un
criminal, un anarquista estar�n mejor condicionados que un tibio, que un burgu�s,
que un hombre sin decisi�n ni valor. �nicamente necesitan ser empujados en la buena
direcci�n��
P�gina 163: �De este modo se resucita con un Cuerpo de Vajra, de Materia Roja
incorruptible, duro como un diamante: el Cuerpo Diamantino�.
P�gina 165: �El camino del Mantra, de la C�bala �rfica Hiperb�rea, es tambi�n un
Camino Lev�giro, hacia atr�s, hacia el Origen�.
Written by master
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