Bitácora 2
Bitácora 2
Bitácora 2
Se deriva que el recurso humano es decisivo para el éxito o fracaso de cualquier organización.
En resultado, su manejo es clave para el éxito empresarial y organizacional en general,
comenzando por adecuar la estructura de la organización (organigrama), siguiendo por una
eficiente conducción de los grupos de trabajo (equipos y liderazgo) y desarrollando relaciones
humanas que permitan prevenir los conflictos y resolverlos rápida y oportunamente.
Específicamente el Desarrollo Organizacional abordará, entre otros muchos, problemas de
comunicación, conflictos entre grupos, cuestiones de dirección y jefatura, cuestiones de
identificación y destino de la empresa o institución, el cómo satisfacer los requerimientos del
personal o cuestiones de eficiencia organizacional.
Esta fábula narra la historia de un pavo real que marcaba la diferencia en su empresa,
situación que le generaba problemas frente a los pingüinos porque sus costumbre y
comportamientos eran muy contradictorios.
Un pavo real en el reino de los pingüinos nos hace reflexionar sobre la capacidad de cada una
de las personas que nos rodea, y a la vez nos recuerda que el conocimiento está disperso. No
debemos actuar todos de la misma forma tratando de imitar a los que creemos que son los
que triunfan por sus características, si no que tenemos que exponer nuestras capacidades y ser
nosotros mismos en todo momento.
Siempre debemos estar abiertos a ideas nuevas, estar dispuestos a escuchar, ansiosos de
aprender, con deseos de crecer y sobre todo ser flexibles a los cambios.
El mundo entero se encuentra en constante cambio y evolución, mis capacidades son distintas
de las de otros y mis conocimientos también, todo está disperso y lo importante es saber
tomar de cada persona lo que la hace diferente para poder desenvolvernos en este mundo. Ser
lo que verdaderamente somos Nosotros mismos.
La frase que inspira el libro, se basa en una conversación de Almagro con el ex Presidente de
MAPFRE de México José Luis Llasmosas. Las empresas son como relojes de arena: en un lado
de las personas. Si la arena no fluye libremente de un lado a otro, como ocurre con los relojes
de arena, las empresas no pueden funcionar. Al reloj de arena se lo debe mover para que
funcione y marque las horas como corresponde. Entonces ocurre lo mismo con la empresa.
Debe fluir “la arena” en todas las direcciones, la comunicación y las estrategias deben estar
direccionadas para que fluyan de la Alta Dirección hasta el personal de planta y viceversa
pasando a su vez, por todas las instancias intermedias.