Monografía Letra de Cambio PDF

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FACULTAD DE DERECHO Y CIENCIAS POLÍTICAS

ESCUELA PROFESIONAL DE DERECHO

TEMA:
“LA LETRA DE CAMBIO COMO TÍTULO VALOR”

CURSO:
DERECHO DE LA EMPRESA II

PRESENTADO POR LOS ALUMNOS:


LUCUMI LA ROSA, RONALD WILFREDO (2016113266)
VILLANUEVA RAMOS, ARACELI FLORANGEL (2016113385)
CARLOS SANTAMARÍA, ALEX (2016113202)

DOCENTE:
SIFUENTES MINAYA DE CASTILLO, HADA CONSUELO

CICLO:
IX

UNIVERSIDAD ALAS PERUANAS

FILIAL HUACHO-PERÚ
2020
AGRADECIMIENTO

Al finalizar un trabajo tan arduo y lleno de dificultades como el desarrollo de un

trabajo de investigación es inevitable que te asalte un orgullo que te lleva a concentrar la

mayor parte del mérito en el aporte que has hecho. Sin embargo, el análisis objetivo te

muestra inmediatamente que la magnitud de ese aporte hubiese sido imposible sin la

participación de personas e instituciones que han facilitado las cosas para que este

trabajo llegue a un feliz término. Por ello, es para mí un verdadero placer utilizar este

espacio para ser justo y consecuente con ellas, expresándoles mis agradecimientos.

El siguiente trabajo de investigación está dedicado a mis padres ya que ellos me

enseñaron a valorar los estudios y a superarme cada día, ellos estuvieron en los días más

difíciles de mi vida como estudiante.

También a todos aquellos estudiantes que logran salir adelante por su propio

esfuerzo, sin necesidad de engañarse usando métodos pocos convencionales y logrando

para sí mismos ser mejores profesionales.

Estoy seguro que mis metas planteadas darán fruto en el futuro y por ende me debo

esforzar cada día para ser un estudiante capacitado y en todo lugar sin olvidar el respeto

que engrandece a la persona.


RESUMEN

En esta oportunidad nuestra investigación ha sido desarrollado en base a los títulos

valores de nuestro país, pero en especial hemos tratado de explicar lo más detallado

posible acerca de la letra de cambio, contenido en ello doctrina internacional, principios,

pero sobre todo como se aplica en nuestro país, en tanto a sus sus requisitos como para

exigir el cumplimiento de su ejecución cuando existe falta de pago.

Tampoco podemos dejar la lado nuestra normativa que regula dicho título valor en el

Perú, plasmando los artículos que se encuentran dentro de la Ley de Títulos valores y a

modo de práctica también hemos tomado en cuenta una jurisprudencia para que

tengamos más claro y mayor entendimiento acerca de la letra de cambio.


ÍNDICE

Contenido
AGRADECIMIENTO .............................................................................................. 2

RESUMEN .............................................................................................................. 3

ÍNDICE .................................................................................................................... 4

INTRODUCCIÓN.................................................................................................... 6

LETRA DE CAMBIO .............................................................................................. 7

Principios de Títulos Valores ................................................................................ 8

Evolución Histórica ............................................................................................ 12

Doctrina ............................................................................................................. 13

Concepto de letra de cambio ............................................................................... 14

Sujetos................................................................................................................ 15

Contenido de la letra de cambio .......................................................................... 16

Requisitos formales de la letra de cambio ........................................................... 17

La aceptación en la letra de cambio .................................................................... 23

Clases de firmas.................................................................................................. 24

Formas de vencimiento ....................................................................................... 25

Alteración de letra de cambio ............................................................................. 26

Letra de cambio en forma incompleta o en blanco .............................................. 27

Responsabilidad solidaria en la letra de cambio .................................................. 28

El Protesto en la Letra de Cambio ....................................................................... 29

CONCLUSIONES ................................................................................................. 31
BIBLIOGRAFÍA.................................................................................................... 32

ANEXOS ............................................................................................................... 33

Figura 01- “Estructura de la letra de cambio” ................................................... 33

Figura 02-“Responsabilidad Solidaria”.............................................................. 33

Figura 03- “Jurisprudencia sobre letra de cambio” ............................................ 34


INTRODUCCIÓN

Los títulos valores están regulados en nuestro país por la Ley N°27287 promulgada

el 17 de junio del 2000 y publicada en el Diario Oficial el 19 del mismo mes y año por

el presidente de la República, Alberto Fujimori. La ley presente se subdivide en dos

libros: el primero de Parte general y el segundo de Parte especial; en ellos se presentan

secciones y títulos que dan mayores explicaciones sobre los títulos valores.

El tema de estudio de esta investigación lo constituye el título de crédito denominado

letra de cambio, Al referirse el presente tema, a un título de crédito de tan amplia

difusión y aceptación en el tráfico mercantil, como lo es la letra de cambio, no se

pretende la creación de nuevas teorías a su estructura, contenido y formas de emisión; la

intención principal es tratar de establecer el mayor o menor grado de eficacia de una

acción cambiaria promovida con ocasión de la falta de aceptación o de pago.

Así, la letra de cambio, se trata, cualquiera que sea la forma de su vencimiento y

giro, deberá ser detenidamente examinada a efectos de apreciar el cumplimiento de sus

rigurosas formalidades con un cabal conocimiento de las mismas, teniendo en cuenta la

Ley de Títulos Valores. El carácter cambiario y las acciones y defensas en la referida

materia, sea cual fuere el caso, dependerán de que en el contenido de la letra se haya

atendido cada una y todas las exigencias de rito que manda la mencionada ley para la

validez de sus actos. Ello, desde su creación hasta el final de su existencia, resulta

aplicable a emisión, circulación, pago voluntario y cobranza judicial, trátese de su

tenedor, titular de sus derechos o del obligado a su cumplimiento en la hipótesis de la

consulta.
LETRA DE CAMBIO

Centrándonos en los antecedentes históricos de los títulos valores en el Perú, vemos

que desde marzo de 1968 y hasta octubre del 2000 se ejerció la Ley n. º 16587 de títulos

valores, aunque algunos títulos no eran considerados como tal ya que presentaban

distintos mecanismos como en el caso del warrant y las acciones; el primero estaba

incluido en el Decreto Legal n. º 2763 y las segundas, en el Decreto Legal n. º 861 de la

Ley de mercado de valores. Asimismo, de acuerdo con el libro Cajeros IFB para bancos

y empresas de la Institución de Formación Bancaria, “en el Perú, a partir del 17 de

octubre del 2000, entró en vigencia la Ley n. º 27287 que reúne de forma ordenada,

clara y sistemática, en un solo cuerpo legal, todos los títulos valores contemplados por

nuestro ordenamiento jurídico” (2010, p. 224). Cabe señalar que los documentos de esta

Nueva Ley de Títulos Valores están en concordancia con las leyes ya establecidas en el

país, como, por ejemplo, la Ley General del Sistema Bancario, la Ley de Mercado de

Valores, el Código Civil, entre otras.

Los títulos-valores son documentos representativos de una declaración unilateral de

voluntad, eminentemente trasmisibles, por cuya virtud el otorgante asume obligaciones

frente a un sujeto activo a veces in- determinado. Estas obligaciones resultan de la

emisión del título y se hacen efectivas en su circulación.

Para que los títulos-valores cum- plan su objetivo, su circulación ha de ser lo más

simple posible, esto es reducidas al mínimo las formalidades necesarias para dicha

circulación; y lo más segura que quepa, es decir, que el adquiriente esté garantizado de

que la obligación representada por el título ha de ser satisfecha por el deudor o emitente,

sin que pueda hacer valer contra él excepciones de tipo personal, aún cuan- do fueran

válidas contra el acreedor originario.


Principios de Títulos Valores

Principio de Literalidad

Por este principio los derechos y obligaciones que representa el título está limitado

por los términos exactos que constan del instrumento mismo, deben estar establecidos

por escrito en el documento que van a determinar los alcances jurídicos. Esto significa

que para determinar el contenido y alcances del título valor solamente podrá recurrirse a

lo que se haya expresado en el título mismo o en una hoja adherida a éste.

La literalidad como principio normado de los títulos valores, no significa otra cosa de

que el contenido, modalidades, cláusulas de ejercicio u otro elemento posible, son

únicamente los que resultan de los términos que están redactados en el título. De modo

de aquello que no esté establecido en el documento, no puede tener influencia sobre el

derecho.

Los derechos del poseedor se rigen, en cuanto a su contenido, extensión, por el texto

literal del documento y que a su vez el deudor no puede oponerse al cumplimiento,

alegando razones o excepciones que no consten del mutuo acuerdo de voluntades

contenido en el documento.

De esta manera, ni acreedor ni deudor podrán alegar cuestiones que no emanen

literalmente de lo manifestado en el título valor. Por consiguiente, si la relación jurídica

subyacente, aquélla que fue causa de la emisión del título, es incompleta, vulnerable o

está deficientemente representada por el título, de modo que el deudor estaría facultado

para oponer excepciones de pago al acreedor originario, ellas no pueden sin embargo ser

opuestas a los adquirientes sucesivos del título.

Principio de Autonomía

Nos indica que el derecho expresado en el título es literal porque su existencia se

regula al contenido del documento; además el derecho cambiario se sustenta en este


principio porque el poseedor de buena fe ejercita un derecho propio, que puede ser

destruido o restringido en virtud de las relaciones existentes entre los anteriores

poseedores y deudores. Es por ello que el título es un documento necesario para

ejercitar el derecho, porque el título existe, el acreedor debe de exhibirlo para ejercitar

cualquier derecho contenido dentro del instrumento.

Este principio es expresión del Derecho Propio es un carácter del título-valor que es

consecuencia de su literalidad. Puesto que el derecho se adquiere tal como resulta o se

lee del título mismo, se lo considera autónomo: como si hubiera nacido por vez primera

por razón de la adquisición y directamente de quien lo emitió. Las relaciones cambiarias

existentes entre los sujetos que intervienen en el título valor son independientes unas de

las otras.

Como señala Peña Nossa “La autonomía significa que la posesión jurídica de las

partes y los derechos que se transfieren en la serie de relaciones cambiarias generadas

por el proceso de circulación de un título valor, son independientes entre sí.”

Mientras que para Salandra, menciona que el título-valor no nace autónomo, sino que

se convierte en autónomo, ya que este carácter de la autonomía del derecho surge una

vez que el título circula, no así cuando tan sólo ha sido emitido y está en poder de su

primer titular. En este momento, es decir cuando el título aún no ha circulado, carece de

autonomía y está íntimamente vinculado a la causa de la obligación que le sirve de

sustratum (esencia), y por esta razón el deudor está jurídicamente facultado para oponer

al acreedor las excepciones que surjan de una emisión defectuosa, de una génesis

viciada o de circunstancias surgidas con posterioridad a esa emisión.

Entonces queda claro que dicho principio establece que los alcances del derecho del

acreedor deben determinarse en base a lo escrito en el título-valor y sin recurrir a

informaciones o de documentos distintos.


Principio de Incorporación

El título valor es un documento probatorio, constitutivo y dispositivo de ejecución

inmediata, de discutible calidad jurídica, se dice que el derecho representado por el

título-valor está incorporado a éste. Lo que se quiere destacar en la unión permanente de

la relación jurídica al documento en que consta.

Al hablar de este principio, denotamos la íntima relación que existe entre el derecho

y el título, de forma que el ejercicio del primero está condicionado por la exhibición del

documento; es decir, quien posee legalmente el título, posee el derecho en él

incorporado, y su razón de poseer el derecho es el hecho de poseer el título.

Su mismo nombre nos dice que el derecho se encuentra incorporado en el título, es

decir, que el documento es indispensable para el ejercicio del derecho y, sin él, se pierde

tal derecho.

Un documento asume el carácter de título de crédito solo cuando el derecho se

encuentre fundido de tal manera que, documento o derecho están en una conexión

permanente, por lo cual no puede invocarse el derecho, en otras palabras, la suerte del

derecho está ligada a la suerte del título.

Contiene una declaración unilateral de voluntad, de la que deriva un derecho a favor

del beneficiario y una carga respecto a los obligados. El derecho patrimonial está

compenetrado con el título; ello determina que el documento sea indispensable para que

el legítimo tenedor pueda reclamar las prestaciones que contiene.

Su mismo nombre nos dice que el derecho se encuentra incorporado en el título, es

decir, que el documento es indispensable para el ejercicio del derecho y, sin él, se pierde

tal derecho.
Principio de Legitimación

Llamado también Principio Legal este principio es importante porque va a validar la

legitimación denominado "investidura formal' de los que van a intervenir en dicho acto

este es un requisito indispensable para ejercer los derechos incorporados en él.

La Legitimación consiste en la posibilidad de que se ejercite el derecho por el

tenedor, aun cuando este no sea el titular jurídico del derecho conforme a las normas del

derecho común.

Este principio supone, en su aspecto activo, que el titular o acreedor del derecho

puede exigir el cumplimiento al obligado por el solo hecho de tenerlo, de poseerlo y, en

su aspecto pasivo, que el deudor se libera de su obligación por cumplir con la prestación

frente al tenedor del documento.

Entonces cuando hablamos de legitimación en relación con los títulos valores,

debemos señalar que la simple posesión del título no basta, sino que requiere que el

poseedor haya adquirido conforme a ley debe de sujetarse a las normas de circulación y

el deudor se libera pagándole al tenedor legítimo.

Principio de Circulación

El título valor ha sido creado para ser para ser transmitido de una persona a otra,

mediante el endoso, en el caso de los títulos valores a la orden, a través de la tradición o

entrega, además también en los casos de los títulos valores al portador o a través de la

cesión de derechos.

Es decir, no se trata propiamente de la transferencia de un derecho sino del

nacimiento de un derecho que antes no existía, en favor del adquirente del título. Si no

se ha transferido el derecho anterior, en consecuencia, no se han transferido tampoco las

limitaciones del acreedor y es por eso que el deudor se ve indefenso ante el nuevo
acreedor, sin poder utilizar contra él las excepciones derivadas del contrato que dio

origen a la emisión del título o de sus vinculaciones personales con el primer acreedor.

Evolución Histórica

La letra surge en épocas medievales (con posterioridad al pagaré), con la finalidad de

permitir la transferencia de fondos de una plaza a otra. A partir del Siglo XVI la letra de

cambio se hace título endosable, y se convierte en instrumento de pago. En el Siglo

XVIII deviene el título valor por excelencia, y el más prolijamente regulado.

También se dice que hay constancia de letras de cambio en el antiguo Egipto, “la

letra de cambio era ya de circulación común en el siglo XII y se llamaba litera cambiale;

era una verdadera carta dirigida por una persona a otra pidiéndole que pagará una suma

de dinero a una tercera persona; el documento se fue simplificando hasta llegar a su

redacción actual que todavía conserva la forma de carta.

El documento precursor de la letra de cambio era un documento notarial, según el

cual una persona (girador) declaraba recibir en cierto lugar y fecha una suma de dinero

con el compromiso de pagar a través de su corresponsal (girado) en otra plaza, la

elegida por el beneficiario (a la orden de), en oportunidad que éste presentase a la vista

de dicho girado, tal documento. Esto posteriormente deviene en una carta (lettera)

privada que un banquero dirigía a su corresponsal, ordenándole el pago al beneficiario

señalado

En sus principios, la letra de cambio se expedía para hacer un pago de una plaza a

otra; después se utilizó en los casos en que la misma persona que entregaba el dinero

quería recogerlo en plaza diversa y entonces se redujo a tres el número de personas que

normalmente intervenían en una letra de cambio. Sin embargo, como en ocasiones la

letra de cambio se utilizaba para pagar a un tercero, se generalizó el empleo de la

cláusula a la orden, o sea que la letra se expedía a favor del tomador o beneficiario el
cual tenía derecho a ordenar que el pago se hiciera a otra orden y debido a su fácil

transmisión por endoso, la letra de cambio, se convirtió en título de crédito.

Así, originalmente se trató de un instrumento que hizo posible la traslación de fondos

a plaza extranjera, posibilitando no sólo el pago a distancia o de plaza a plaza, sino en

moneda propia de la plaza de destino, generando un cambio; salvando además y

principalmente los riesgos de portar dinero en efectivo en una época en la que la

seguridad de los caminos era totalmente precaria. Así junto al cambio manual de

monedas (hoy compraventa de moneda extranjera o money exchange), surge con la letra

de cambio el llamado cambio trayecticio, esto es, recibo de dinero con asunción de

compromiso o promesa de pago en plaza distinta.

Doctrina

El tratadista René Arturo Villegas Lara, la define como: “Es un título de crédito por

el que una persona llamada librador, crea una obligación cambiaria que debe pagarse

a su vencimiento en la cantidad dineraria que se indique y a la persona que se designe

en el título o a la que resulte legitimada para cobrarla” (Villegas, 2009, pág. 48)

Entre los autores argentinos destacados se encuentra Héctor Cámara, quien dedica

una obra completa a desarrollar el tema de la letra de cambio, considera importante

incluir la siguiente definición del mencionado título de crédito, al afirmar que: “Es el

título de crédito formal y completo que contiene una promesa incondicional y abstracta

de hacer pagar a su vencimiento al tomador o a su orden una suma de dinero en lugar

determinado, vinculando solidariamente a todos los que en ella intervienen” (Letra de

cambio y pagaré, 2005, pág. 62)

Las definiciones anteriores indican que es el documento que emite una persona a

favor de otra, con el objeto de que a determinado plazo, le pague a ésta o a una tercera

persona, una cantidad de dinero.


La letra de cambio posee un mandato de pagar una suma incondicional en moneda

nacional o moneda admitida a cotización. La suma se debe expresar en números y en

palabras, junto en la moneda en que se efectuará el pago. Si se paga en moneda

extranjera, se debe indicar el día de pago el equivalente entre las monedas. Este

requisito es lo que la distingue de los otros títulos de crédito

Concepto de letra de cambio

La letra de cambio, según la definición de Miranda: “Es una promesa de pago,

asumida por un deudor directo (emitente o aceptante) garantizada en forma solidaria

por cualquier otro interviniente y que representa para quien la posee la expectativa de

un dinero futuro”. (Miranda, 2002, pág. 31)

La letra de cambio es una orden de pago. Una vez que el girador la firma, este

documento se lo entrega al acreedor (tomador), para que esto se lo presente al girado

para su aceptación y pago. Este girador puede aceptar o no. Si acepta, ya no lo

llamamos girado, sino aceptante y se convierte en el obligado principal y directo de la

cambial; frente al tomador, el girador es solidario, peor subsidiario. Si no acepta, hay

que protestar el título valor de todos modos, aunque tenga la cláusula “sin protesto”.

Así debe ser, para que el tomador pueda regresar donde quien le dio la carta de orden

(la letra de cambio,) y decirle al girador: “oye al girador a quien me mandaste, no quiere

aceptar, ha rehusado y aquí está la evidencia, el notario da fe de que se le ha presentado

la letra de cambio a dicho girado, y este no ha querido firmar, no ha aceptado”

En la letra de cambio subyacen dos relaciones causales distintas. La primera, la del

girador que es acreedor del girado; y la segunda, la del mismo girador que es deudor del

tomador. Tan es acreedor del girado que le dice: “oye, el dinero que me debes de pagar

a mí, por ejemplo, Diez mil nuevos soles, págaselos a tal persona (tomador), que esa

misma cantidad se la debo yo a él”. Con un solo pago se van a producir, ciertamente, la
cancelación de las dos obligaciones: la que el girado le tenía al girador y la que este, el

girador, le tenía al tomador.

Por otra parte, el importe está representado por el monto a pagar que figure en el

título valor; es posible que exista diferencia entre lo expresado en letras y lo expresado

en números, por lo general se valida el monto menor en cualquiera de las dos

expresiones. Si la diferencia está representada en una unidad monetaria, es decir, en un

tipo de moneda (soles, dólares, euros u otra modalidad) prevalecerá la moneda nacional,

como también cuando no se especifica unidad monetaria; sin embargo, si las unidades

monetarias están expresadas en una moneda excepto la nacional, entonces no se podrá

efectuar ninguna acción cambiaria.

Por ello, en toda letra debe examinarse detenidamente el endoso, dado el papel que

reviste en la transmisión del título, acto posible y natural en su periodo de vida que ha

de realizarse con indispensable fidelidad a sus exigencias formales para establecer su

titularidad. Tanto en este acto como en la emisión del título las formalidades son

esenciales, dependiendo de las mismas la validez y legitimidad de los derechos y

obligaciones de sus intervinientes.

Por ejemplo, si al girador y primer titular de la letra, ha sucedido otro tenedor, y

luego otro, el último es el llamado a acreditar su derecho con una cadena ininterrumpida

de endosos que el documento cambiario debe registrar en su reverso o en una hoja

adherida a él.

Sujetos

Centrándonos en aquellos que participan en la letra de cambio, se presentan los

sujetos que intervienen en el título valor, para lo cual se citará textualmente a Ricardo

Beaumunt, Magistrado del Tribunal Constitucional, en la Revista Gaceta Jurídica: “En

la letra de cambio intervienen tres sujetos, personas naturales o jurídicas, distintas. El


girador, que es el que ordena a otro, llamado girado, pagar a un tercero una cantidad

de dinero en una fecha predeterminada. Este tercero se llama tomador, que es el

acreedor” (Beaumunt, 2007, pág. 27)

Con respecto a las responsabilidades del girador este es quien tiene a su cargo la

aceptación y el pago; por su parte el endosante es quien responde por la aceptación y el

endoso, aunque vía cláusula se puede expresar lo contrario; además, la obligación del

girado implica que tiene la responsabilidad de admitir o no la aceptación, si se demora

en hacerlo o la rechaza el tenedor puede hacer uso del protesto.

 El Girado: Denominado también librado, aceptante u obligado, es aquella que

está obligada al pago de documento.

 El Girador: Llamado librador, es aquel individuo que se compromete u

ordena que el girado cumpla el pago fijado en el documento.

 El Tenedor: Conocido también como el tomador, es el sujeto al cual se le gira

la letra y se le debe cancelar el importe de la misma en el plazo establecido.

También intervienen otras figuras en el caso que el titular quiere ceder su título

valor:

 Endosante: Es la persona que tiene la letra en su poder pero por necesidades

de liquidez, decide transmitirla a un tercero incluyendo en este traspaso todos

sus derechos y obligaciones.

 Endosatario: persona que tiene la letra en su poder pero por necesidades de

liquidez, decide transmitirla a un tercero incluyendo en este traspaso todos

sus derechos y obligaciones.

Contenido de la letra de cambio

 Nombre de la letra de cambio

 Indicación del lugar y fecha del dinero


 La cantidad de dinero a cancelarse

 Nombre y número del documento oficial de identidad de la personal al quien

se le entrega el dinero.

 Nombre y número del documento oficial de identidad y la firma de la persona

que entrega el dinero.

 Fecha de vencimiento.

 Indicación del lugar de pago y/o en los casos previstos en la LTV

Requisitos formales de la letra de cambio

Denominación

Dentro de la relación de requisitos que debe contener la letra de cambio, tenemos en

primer lugar, la indicación de su denominación, la misma que no puede ser otra que la

de “letra de cambio”, Así, en el caso de este título valor, se exige como requisito

esencial señalar su denominación, requisito que en algunos títulos valores como el

cheque por ejemplo no es necesario. Por otro lado, no se admite otra denominación que

no sea la de “letra de cambio”. La ley anterior admitía usar “otra equivalente”,

habiéndose generalizado en nuestro medio el uso de denominaciones como “Única de

Cambio”, “Letra”, “Cambial”, “Cambiaria”, etc.

Lugar y Fecha

Se precisa como segundo requisito la indicación del lugar y fecha de giro. Se tratan

de dos informaciones que ayudan a ubicarnos en el espacio y en el tiempo respecto a la

letra de cambio, lo que es importante para determinar la ley aplicable en su creación y

emisión, así como definir su vencimiento o determinación de plazos en caso de tratarse

de una letra de cambio a la vista, o a días fecha, o de una cambial pendiente de ser

aceptada a cierto plazo desde su giro; o, de una cambial determinar la validez del acto
de la emisión, sea por la vigencia de poderes de quienes la suscriben. Se trata pues de

dos informaciones importantes.

Sin embargo, la primera referencia (lugar de giro) es un requisito subsanable. En

efecto, en el caso que no se hubiere indicado el lugar de giro, se entenderá como tal,

como lugar, el lugar del domicilio del girador, como se señala en el siguiente artículo.

En cuanto al requisito de la fecha de giro, éste es imprescindible y debe constar en el

documento, sea en forma completa o abreviada, o en recuadros. Así, serían formas

válidas de señalar esta fecha: 1 de enero de 2003; 1. Enero.2003; 1.1.03; 2003.01.01 u

otras formas que indiquen de modo inequívoco la fecha de que se trate.

Orden de Pago

El requisito tercero se refiere a la indicación del derecho crediticio que debe

contener, consistente, exclusivamente en verificar un pago en dinero, mediante orden de

pago dada por el girador al girado, quien debe atender dicha orden en forma

incondicional, esto es, sin que la persona que exige tal pago esté sujeto al cumplimiento

de algún requisito o condición. Como tal orden de pago sólo puede consistir en pago

de dinero, no cabe utilizar la letra de cambio para representar obligaciones de pago

distinto. Lo que si se admite es que la suma a pagar no consista necesariamente en una

suma determinada de dinero, sino en un monto que pueda ser susceptible de

determinación con arreglo a sistemas de actualización o reajuste de capital previstos por

la ley.

Creemos que la NLTV establece con mayor claridad y precisión las reglas que deben

aplicarse en caso de diferencias entre los importes expresados en el título valor. El

importe podrá expresarse en letras, en números o mediante codificación; y en caso de

diferencias al respecto, entre todas ellas se tomará en cuenta y prevalecerá siempre, la

suma menor; a diferencia de la Ley anterior - como se aprecia líneas arriba- que hacía
prevalecer la suma escrita en palabras o letras y si ésta era indicada varias veces sólo en

palabras o solamente en cifras, recién se tomaba en cuenta o se hacía prevalecer el

monto menor.

Nombre del girado

Se debe señalar, de otra parte, el nombre y documento oficial de identidad de la

persona a cuyo cargo se gira la letra de cambio, según reza el cuarto requisito formal

esencial. Esta información es importante, porque permite determinar e identificar con

plena certeza a la persona designada para encargarse del pago de la letra de cambio.

Como se señala en el glosario de esta ley, por “nombre” debe entenderse, en el caso de

las personas naturales, los nombres y apellidos y, en el caso de las personas jurídicas, la

razón social o la denominación que corresponda, según sea la forma societaria o

modalidad de la persona jurídica, de derecho privado o público, caso por ejemplo de una

Asociación, Fundación o nombre de una institución pública.

También podría ir un nombre comercial, caso de Peluquería Aurora o Ferretería “El

Ñato”, pero debería ir acompañada del nombre de la persona natural o jurídica titular de

dicho nombre comercial, porque éste, en sí mismo, no indica al sujeto de derecho

responsable del pago. La novedad en este requisito es que existe la obligación de señalar

el documento de identidad “oficial”, es decir, aquél que legal u oficialmente sirva para

identificarse, por lo que en el caso de personas naturales domiciliadas en el Perú será el

DNI (carné de identidad de policías y militares); si son extranjeros no domiciliados será

su pasaporte u otro documento oficial; y, en el caso de las personas jurídicas nacionales,

será el RUC, conforme lo señala la Ley N° 26935; y, desde el año 2001 debió ser el NIT

según lo disponía la Res. SUNAT N° 141-99/SUNAT que fuera modificada por la Res.

SUNAT N° 091-2000/SUNAT manteniéndose el RUC de once dígitos como documento

de identificación de las personas jurídicas. Esto ha quedado pendiente.


De otro lado, el legislador no se puso en el caso de alguna sucursal de sociedad

extranjera no domiciliada en Perú, que deseara realizar alguna actividad económica

suscribiendo títulos valores, en el caso específico, letras de cambio, porque no tendría

Documento Oficial de Identidad, y su carencia le impediría negociar con títulos valores.

Considero que el legislador debió prever casos excepcionales como el señalado,

autorizando la validez del documento aun y a pesar de carecer de este dato.

Debemos precisar, finalmente, que si bien este requisito no es prescindible, por lo

que es necesario señalar la referencia a este documento de identidad, el error en su

consignación no conllevará la nulidad del título; esto, debido a que la facilidad con la

que puede incurrirse en error al consignar una numeración, podría originar nulidades del

documento en caso que se exigiera la numeración exacta como requisito formal

esencial, lo que debe evitarse, como lo señala el art. 6 y lo reitera el art. 120.2 de esta

ley.

Nombre del tomador

El quinto requisito formal se refiere a la designación del primer beneficiario de la

letra de cambio, tomador, orden o tenedor, en cuyo favor se gira la letra de cambio. Este

es un requisito esencial por lo que siempre debe consignarse el nombre de dicho

beneficiario. No es posible girar este título al portador. Debe designarse siempre a una

persona determinada como titular del derecho que contiene el cambial.

Lo que puede dejar de designarse es el nombre del endosatario o persona en cuyo

favor se transmite el título, esto es, del último tenedor; pero no el nombre del primer

beneficiario o tomador. Este primer beneficiario puede ser la misma persona que gira el

cambial, en cuyo caso puede optar por señalar tal hecho, sea consignando su nombre, o

la cláusula “mi mismo” o “nosotros mismos”, sin que en ese caso sea necesario

consignar el nombre del beneficiario en modo expreso. Igual que el comentario hecho
anteriormente, no sería dable anotar un nombre comercial porque éste no es referencia a

un sujeto de derecho; lo que quiero decir es que un nombre comercial no podría

presentarse ante un juez, porque el nombre comercial es sólo la denominación de un

establecimiento, negocio o tienda, para que se haga conocido en un medio determinado,

para fines publicitarios, de mercadeo o marketing, tales como las discotecas Teatriz en

Larcomar o Trafic en la Av. Larco, de Miraflores, pero falta indicar quién es la persona

natural o jurídica titular de dicho nombre comercial, que para seguridad y protección

jurídica se inscribe en la Oficina de Signos Distintivos del INDECOPI; sí se podría

poner, en cambio, Sonia Palacios Valle, “Peluquería La Aurora”. Del texto de este

requisito, podemos apreciar que la letra de cambio es un título valor que puede emitirse

sólo como valor a la orden; entendiéndose como tal, tenga o no la cláusula “a la orden”.

Así lo dispone la Ley.

El endoso es una institución jurídica cuya evolución ha facilitado enormemente la

transmisión de los títulos valores a la orden. Su desarrollo se dio sobre la base de la

protección del tercero adquirente de buena fe, que el ordenamiento jurídico entiende que

debe ser amparado, no como un mero cesionario de unos derechos, sino como el

adquirente de un bien mueble con el fin de proteger la circulación del título valor con

una rapidez y una seguridad que la simple cesión del derecho no puede otorgar. La

adquisición de buena fe del título, cumplidas las formalidades que se han de recoger en

él, va a significar para el tercero poseedor de buena fe, la tutela propia del adquirente de

las cosas muebles de modo tal que obtiene un derecho sobre el documento, aun en el

caso de adquisición de una persona que no sea el verdadero titular.

Nombre del girador

En sexto lugar tenemos la indicación del nombre, documento de identidad y firma de

quien gira la letra de cambio. Así, en realidad, tenemos tres requisitos, todos esenciales,
que sirven para identificar a la persona que pone en circulación la letra de cambio y

asume responsabilidad insoslayable por su aceptación y pago. Estas informaciones no

son posibles de ser sustituidas por otras referencias ni cláusulas sustitutorias; salvo en

cuanto concierne a la indicación del documento de identidad, cuyo error de

consignación no invalidará el documento. La falta de indicación de estos requisitos

afectará la validez del cambial como tal. El girador, librador o emitente es la persona

que crea o pone en circulación este título valor, pudiendo hacerlo a su propio beneficio

u orden, conforme ya hemos señalado antes; o, haciéndolo a su propio cargo, esto es,

asumiendo la calidad de obligado a pagar la letra de cambio; o bien podrá hacerlo

también a la orden y a cargo de terceras personas distintas a él, conforme lo veremos

más adelante.

Indicación del vencimiento

La indicación del vencimiento ocupa el sétimo lugar, que viene a ser un requisito

prescindible o no esencial, desde que la ley admite que ante la falta de dicha indicación

se debe considerar que es una letra de cambio pagadera a la vista. Lo que sí es

importante precisar es que, si se señala en modo expreso esta información del

vencimiento, debe hacerse solamente del modo o formas que la ley prevé para ese

efecto. No existe pues libertad en la forma de señalar el vencimiento de la letra de

cambio. Lo que se admite es que no se haga indicación alguna, subsanándose sólo en

ese caso al considerarla como pagadera a la vista.

Indicación del lugar de pago

El lugar de pago constituye el octavo y último dato, requisito que no es esencial a

pesar de su importancia; pues en caso de no haberse señalado en forma expresa dicho

lugar en el documento, opera la presunción legal de que es pagadero en el lugar

señalado junto al nombre del girado.


De este modo, tal presunción sólo operará en la medida que exista un domicilio

señalado junto al nombre del girado; pues en caso contrario, el pago será exigible en el

domicilio real del obligado principal. La determinación de este lugar tiene singular

importancia, dado que es en dicho lugar donde debe ser cumplida la obligación que

contiene el título y debe ser en dicho lugar donde se realicen las diligencias y trámites

para el protesto, en su caso; ejecución y declaratoria de ineficacia; de ahí que, si no se

señala en modo especial y expreso ese lugar de pago en el mismo documento, por lo

menos debe indicarse un domicilio junto al nombre del girado.

Sólo ante la falta de ello, opera a modo de solución del problema, la posibilidad de

exigir el pago en el domicilio real del obligado principal, que no necesariamente es el

girado. También para la cobranza judicial, el juez competente es el del domicilio del

girado- aceptante, del deudor.

La aceptación en la letra de cambio

El girado suele ser persona distinta al girador de la letra de cambio, por lo que es

necesario que dicha persona designada para pagarla manifieste expresamente su

voluntad de hacerlo. No basta que figure su nombre en el cambial. Para comprometerlo

como obligada a pagar la letra de cambio, se requiere una manifestación expresa de su

voluntad y compromiso de pagarla. Tal acto se denomina “aceptación”. Aceptación de

pagar el cambial que debe firmarla como señal de ello, en las condiciones, monto, fecha

y lugar que indique literalmente el documento. Se trata pues del modo cómo el girado

queda obligado al pago del cambial y, de admitirlo (aceptarlo), se convierte en el

obligado principal.

El girado no está obligado a aceptar la letra de cambio por el mero hecho que en ella

figura su nombre. Si no la acepta, no tendrá la calidad de obligado. En ese caso, el

tenedor del cambial que lo presenta para su aceptación rechazada por el girado, deberá
dejar constancia de ello a través de su protesto por esa causa: falta de aceptación. En tal

supuesto, es el girador y los demás obligados solidarios quienes asumirán la

responsabilidad de su pago, no correspondiendo al girado obligación cambiaria alguna,

salvo las que puedan corresponder a sus relaciones personales y extra cambiarios con el

girador, cuyo mandato no ha sido atendido.

Clases de firmas

Firma por medios mecánicos

Cuando la firma del suscriptor es sustituida por un signo o contraseña impuesta por

medios mecánicos, es decir, se puede reemplazar por un sello de caucho o un sello

metálico, o cualquier otra forma de identificación, pero claro está en este caso bajo la

responsabilidad del suscriptor del mismo documento.

La firma impuesta por medios mecánicos no será suficiente sino en aquellos casos en

que la costumbre o la ley lo autoricen, lo que significa que, si por los medios

mercantiles o comerciales se ha venido introduciendo la costumbre de utilizar medios

mecánicos, entonces se puede perfectamente aceptar.

Firma por representante

Cuando los títulos valores son firmados por representantes y mandatarios o personas

con calidades similares. El representante es la persona facultada para celebrar en

nombre de un tercero, uno o varios actos o negocios jurídicos y el mandatario es aquella

parte facultada para celebrar en nombre de otra uno o varios actos mercantiles o

comerciales.

Asimismo, cualquier otra persona que tenga una calidad similar, fuera del

representante o mandatario puede celebrar actos o negocios jurídicos en nombre de un

tercero. En este caso está el agente oficioso, o sea aquel individuo que administra bienes

a nombre de un tercero sin tener un mandato previo, y también el representante legal de


las personas naturales, ya sea el padre o la madre de los menores de 18 años o el

curador, que perfectamente pueden suscribir un título valor a nombre de los incapaces.

En el momento de suscribir un título valor en nombre de un tercero se debe acreditar

dicha calidad. Si se trata de representante le corresponde exhibir el poder especial o

general con que actúa, y tratándose de mandatario, el contrato del cual surgen sus

obligaciones y facultades.

Formas de vencimiento

Previamente a ello debemos tener en cuenta que la aceptación se entiende como la

declaración por parte del girado o librado (obligado principal) que asume las

obligaciones de pagar a quien tenga la letra de cambio (al tenedor de la letra de cambio);

con esta declaración el girado es ahora el aceptante (obligado principal y directo); cabe

señalar que se obliga a pagar sin importar los acontecimientos que puedan suceder. De

manera formal, se expresa la cláusula “aceptada” y la firma del girado; si solo se

muestra la última, de igual manera se sobreentenderá como aceptada.

Dentro de los parámetros establecidos en la Ley de Títulos Valores, en cuanto a su

vencimiento, se detalla lo siguiente:

 Vencimiento a la vista

Se vence el día de su presentación al girado para su pago, por lo que se presenta

antes puede ser rechazada. Si no ha efectuado la aceptación, habrá la posibilidad de

ejecutar el pago y la aceptación simultáneamente.

Además se puede señalar de manera prohibitiva que se cobre antes de una fecha

establecida; por lo tanto, su pago será a partir de una fecha determinada.


 Vencimiento a cierto plazo desde la aceptación:

Su vencimiento se determina desde su aceptación o desde el protesto por la falta del

mismo. En el caso que no se encuentre la fecha de la aceptación, se tomará el último día

como plazo.

Este tipo de vencimiento, constará con la cláusula “a cierto plazo desde la

aceptación”.

 Vencimiento a fecha fija y a cierto plazo desde su giro:

El vencimiento de fecha fija vence el día que se haya señalado, mientras que el

vencimiento de cierto plazo desde su giro, vence al cumplirse dicho plazo.

La aceptación, como ya se ha mencionado, es de libre decisión por parte del

obligado; sin embargo, si este se rehúsa a aceptar, el tenedor puede ejecutar el protesto

por falta de aceptación, incluso si el título valor contiene la cláusula “sin protesto”, ya

que el obligado principal al pago sería el girador.

Alteración de letra de cambio

Otro asunto que puede presentarse con ocasión de la emisión y circulación de una

letra de cambio es el concerniente a la alteración del documento. La ley regula el tema

en el Libro Primero, específicamente en su art. 9 y estos son nuestros comentarios y los

de la doctrina más autorizada.

Artículo 9.- Alteración del título valor

9.1. En caso de alteración de un título valor, los firmantes posteriores a este hecho, se

obligan según los términos del texto alterado y los anteriores conforme al texto original.

9.2. A falta de prueba en contrario, se presume que una firma ha sido puesta antes de

la alteración.

En suma, la alteración implica la modificación total o parcial del contexto originario

del documento cambiario. Dicha modificación puede ser de naturaleza involuntaria o


culposa. Por ejemplo, si el importe consignado en una letra de cambio es un mil nuevos

soles, se considerará alterado el título valor, si sobre el importe expresado en números

se adiciona un cero, simulando un importe por diez mil nuevos soles.

La cuestión central que se regula en el artículo 9° es la determinación del valor de la

firma del título y de la consiguiente obligación alterada; resolviéndose en el sentido de

que las firmas posteriores a la alteración, importan responsabilidad en los términos del

texto alterado; mientras que las firmas anteriores a la alteración, importan

responsabilidad en los términos del texto originario, o sea, el auténtico. Existe pues una

presunción iuris tantum de que la firma sea anterior a la alteración. Sin embargo,

podemos afirmar que dicha presunción no opera si el obligado ha obrado con mala fe.

Letra de cambio en forma incompleta o en blanco

Otro tema fundamental acá es el de que al momento de la emisión, la letra de cambio

haya sido girada como título valor incompleto, lo cual, por lo demás, en nuestra

realidad, no es absolutamente improbable. Debemos entonces remitirnos, para su

análisis, al art. 10 de esta ley 27287. Veamos. El texto del art. 10 es el siguiente:

El título valor incompleto, también denominado empezado o incoado38, es aquel en

el que el suscriptor solo ha plasmado su firma, dejando en forma deliberada, total o

parcialmente, espacios en blanco para ser llenados por el tenedor legítimo, de acuerdo

con instrucciones dadas a este último.

Artículo 10º.- Título Valor emitido incompleto

10.1. Para ejercitar cualquier derecho o acción derivada de un título valor emitido o

aceptado en forma incompleta, éste deberá haberse completado conforme a los acuerdos

adoptados. En caso contrario, el obligado podrá contradecir conforme al Artículo 19°

inciso e).
10.2. Quien emite o acepta un título valor incompleto, tiene derecho a obtener una

copia del mismo y no puede ser impedido de agregar en el documento, cláusula que

limite su transferencia. En tal caso, salvo que se trate del Cheque, su trasferencia surtirá

los efectos de la cesión de derechos

10.3. Si un título valor, incompleto al emitirse, hubiere sido completado

contraviniendo los acuerdos adoptados por los intervinientes, la inobservancia de esos

acuerdos no puede ser opuesta a terceros de buena fe que no hayan participado o

conocido de dichos acuerdos.

10.4. Las menciones y requisitos del título valor o de los derechos que en él deben

consignarse para su eficacia deben ser completados hasta antes de su presentación para

su pago o cumplimiento.

Responsabilidad solidaria en la letra de cambio

Artículo 11º.- Responsabilidad solidaria

11.1. Los que emitan, giren, acepten, endosen o garanticen títulos valores, quedan

obligados solidariamente frente al tenedor, salvo cláusula o disposición legal expresa en

contrario. Éste puede accionar contra dichos obligados, individual o conjuntamente, sin

tener que observar el orden en el que hubieren intervenido.

11.2. El mismo derecho corresponde a todo obligado de un título valor que lo haya

pagado, contra los obligados anteriores a él.

11.3. La acción promovida contra uno de los obligados, no impide accionar contra

los otros, aún cuando sean posteriores al demandado en primer lugar.

11.4. El tenedor puede ejercitar acumulativamente las acciones directa y de regreso;

y, de darse el caso, la de ulterior regreso.


11.5. La firma puesta en un título valor al portador, como constancia de su cobro o

del ejercicio de derechos representados por dicho título, no origina para el firmante

ninguna obligación cambiaria derivada de dicho título valor.

Tanto la doctrina nacional y extranjera, coinciden en calificar a la solidaridad

cambiaria, como la vinculación jurídica entre el tenedor y dos o más personas que

suscriban un título valor; unión que se da en un mismo grado y es equivalente a la

existente en el marco de la solidaridad pasiva civil entre el acreedor y sus codeudores.

El Protesto en la Letra de Cambio

El protesto es un proceso en el que se acredita la negativa de la aceptación o del pago

de una letra de cambio que solamente será necesario cuando el creador de la letra o

algún tenedor inserte la cláusula “con protesto”, en el anverso y con caracteres visibles.

“Esta figura deberá practicarse con intervención de notario público y su omisión

producirá la caducidad de las acciones de regreso, es decir, que si existen personas que

han servido como endosantes o avalistas de la letra, no podrán ser vinculadas a ningún

proceso. Si la persona contra quien haya de hacerse el protesto no se encuentra

presente, así lo asentará el notario que lo practique y la diligencia no será suspendida.

Si se desconoce el lugar donde se encuentra la persona el protesto se practicará en la

oficina del notario que haya de autorizarlo”. (Villavicencio, 2015, pág. 45)

El protesto por falta de pago de los títulos valores en general debe efectuarse dentro

de los 15 días posteriores a su vencimiento (en los primeros ocho días se lleva el título

valor al notario y éste efectúa el protesto en los siete días siguientes). Si los días ocho o

15 caen inhábiles (sábado, domingo o feriado) tales plazos se amplían hasta el día hábil

siguiente.

El protesto debe efectuarse ante el notario del lugar de pago (los notarios tienen

jurisdicción provincial). Cuando en el título valor no se ha consignado domicilio para el


pago o éste fuese inexistente, el protesto se efectuará mediante notificación a la cámara

de comercio del lugar.

El notario notificará el protesto al deudor del título valor y también al garante o

fiador (esto último es facultativo). En la notificación del protesto, el notario indicará el

número del protesto, lugar y fecha de la notificación, nombre o razón social del deudor,

domicilio donde se dirige la notificación, clase de título valor, fecha de emisión,

vencimiento, importe del TV impago, persona que solicita el protesto, etc.

Si el deudor no concurre a la oficina del notario o concurriendo no paga lo que debe,

el notario elabora el acta de protesto y estampa el sello “documento protestado”, el que

es devuelto a quien solicitó el protesto, para efectos de su cobro judicial.

Debemos de dejar en claro que la ley estableció que el protesto es obligatorio, salvo

que el acreedor y el deudor hayan pactado la cláusula de no estar sujeto a protesto.

Ejemplo: “este título valor no requiere ser protestado”, en este caso se trata de un título

valor caído en mora que ya no requiere de protesto.

La regularización o “levantamiento” del título valor es la constancia que otorga el

acreedor (dirigido al Registro de Protestos y Moras) declarando que el título valor

protestado o “caído en mora” ha sido cancelado totalmente, hecho que se anota en el

registro correspondiente y se mantiene como tal por un máximo de tres años, a cuyo

término se excluye dicha anotación de los registros que llevan las cámaras de comercio.
CONCLUSIONES

La letra de cambio es un documento mercantil por el que una persona, librador,

ordena a otra, librado, el pago de una determinada cantidad de dinero, en una fecha

determinada o de vencimiento. Se puede concluir que el tenedor nunca perderá la

facultad de reclamar la obligación primitiva, sino que dependerá a qué vía le

corresponde ir, ya que nuestra legislación favorece al acreedor legítimo de cualquier

abuso de derecho.

La obligación contenida en la Letra de cambio debe ser cumplida el día de

vencimiento. El tenedor no puede ser forzado a recibir su importe en fecha anterior.

Quien cumple con su obligación antes de la fecha establecida lo hace por su cuenta y

riesgo, respondiendo por la validez del pago. El tenedor no puede rehusar un pago

parcial.

En caso de diferencia en el importe de la Letra de cambio, prevalece la suma menor,

sin perjuicio que el interesado pueda hacer valer sus mayores derechos por la vía causal.

Si la diferencia radica en la indicación de la unidad monetaria, prevalece la cantidad

indicada en moneda nacional y si ninguna de las citadas corresponde a la moneda de

curso legal de nuestro país, la letra de cambio no surte efectos cambiarios, es decir, no

surte efectos legales.

El protesto es una figura notarial que permite dejar constancia de que el título valor,

en este caso una letra de cambio, no fue pagada por el girado o aceptante, a pesar de

haberse presentado en el tiempo señalado en el título. Mediante esta figura el tenedor

del título valor «protesta» ante el notario porque su título valor no fue pagado, y el

notario da fe pública de ese hecho.


BIBLIOGRAFÍA

Beaumunt, r. (2007). Regulación de la letra de cambio. Lima: Gaceta Jurídica.

Casación N°1913-2010 (Sala Civil Permanente de la Corte Suprema de Justicia de la

República 2011 de 17 de 2010).

Letra de cambio y pagaré. (2005). Buenos Aires: Lexis.

Miranda, E. (2002). Letra de cambio. Lima: Gaceta Jurídica.

Villavicencio, H. (2015). Manual de la letra de cambio . Lima: Sesator.

Villegas, a. (2009). Derecho mercantil guatemalteco. Guatemala: Universidad San

Carlos.
ANEXOS

Figura 01- “Estructura de la letra de cambio”

Figura 02-“Responsabilidad Solidaria”

SOLIDARIDAD CIVIL SOLIDARIDAD CAMBIARIA

Tiene como fuentes a la ley y al Surge por mandato de legal, vale decir,
convenio o pacto. es de naturaleza legal.

No se presume, ésta debe pactarse o La solidaridad cambiaria se presume,


imponerla la ley; opera la presunción salvo cláusula o disposición legal
a favor de expresa en contrario.
La mancomunidad de las
obligaciones.

El acreedor puede dirigirse contra el El tenedor puede accionar contra el que


deudor principal o todos los deudores emita, gire, acepte, endose o garantice
solidarios, bastando para ello, que la los títulos, en forma individual o
obligación sea exigible. conjunta, previo cumplimiento de los
requisitos para el ejercicio de cada
acción cambiaria.
Figura 03- “Jurisprudencia sobre letra de cambio”

(Casación N°1913-2010, 2010)

SALA CIVIL PERMANENTE DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA

DE LA REPUBLICA

CAS. Nº 1913-2010
LIMA

Lima, diecisiete de mayo del dos mil once.-


La Sala Civil Permanente de la Corte Suprema de Justicia de la
República, vista la causa número mil novecientos trece – dos mil diez en
audiencia pública de la fecha se emite la siguiente sentencia:

1. MATERIA DEL RECURSO

Se trata del recurso de casación interpuesto por el Banco Scotiabank


Perú S.A.A., contra la sentencia de vista de fojas ciento ochenta y tres,
su fecha dieciocho de marzo de dos mil diez, expedida por la Primera
Sala Comercial de la Corte Superior de Justicia de Lima, que confirma la
sentencia apelada contenida en la resolución número once de fojas
ciento treinta y dos, su fecha veintitrés de junio de dos mil nueve, que
declaró improcedente la demanda.

Mediante resolución de fecha diecisiete de diciembre del año pasado, se


ha declarado la procedencia del recurso de casación por las siguientes
denuncias:

2. FUNDAMENTOS POR LOS CUALES HA SIDO DECLARADO


PROCEDENTE EL RECURSOS:

I) Infracción normativa del derecho al debido proceso y la tutela


jurisdiccional efectiva. Señala que la Sala Superior erróneamente
determina que en el presente proceso no se está haciendo valer la
acción causal, sino la acción cambiaria derivada del título valor de fojas
seis, concluyendo que los argumentos de su apelación, referidos al
ejercicio de la acción causal, no son amparables; alega que se ha
mermado el principio de iniciativa de parte que rige el proceso civil y se
ha sustituido la facultad del justiciable de elegir cualquiera de las vías
procedimentales establecidas en la ley, por la supuesta potestad del
juzgador de efectuar una calificación jurídica correcta de las pretensiones
exigidas, ignorando que únicamente procede tal conducta en la etapa
postulatoria y cuando la calificación jurídica que las partes efectuaron es
errónea, hecho que no se ha configurado en esta causa, dando como
resultado que el juzgador se sustituya a la parte; alega que la Sala
Superior se sustenta en la calidad de cosa juzgada formal de la
Resolución número cuatro, del tres de abril de dos mil nueve, no
obstante, señala que dicha Resolución no tiene tal calidad pues la
misma se adjudica a las resoluciones que han resuelto el fondo del
asunto, esto es, las sentencias que ponen fin a la controversia y como
consecuencia de la falta de impugnación o el desgaste de los medios
impugnatorios e instancias.

II) Infracción normativa por interpretación errónea del artículo 461


del Código Procesal Civil. Sostiene que el Juez debió valorar el
escrito de contestación del demandado, así como el efecto parcial de la
relativa verdad que causa la rebeldía de la co-demandada y concluir
conforme a equidad y no como se ha procedido deslindando toda
posibilidad de análisis de los medios probatorios ofrecidos e ignorando
la aplicación del artículo 461 del Código Procesal Civil, so pretexto que
así ha sido dispuesto por la Sala Superior; agrega que el Primer
Juzgado Comercial debió señalar en la sentencia los argumentos por
los cuales consideraba que la presunción y el reconocimiento del
codemandado le han sido suficientes para llegar a una conclusión
definitiva y no analizando criterios que no corresponden al proceso ni a
la acción.

III) Infracción normativa por interpretación errónea del artículo 197


del Código Procesal Civil. Señala que el Juez no valoró las
afirmaciones del co-demandado Armando Belfiore Rodríguez,
expresadas en su escrito de contestación de la demanda, sin exponer
los argumentos que lo llevaron a tal decisión, pero lo más sorprendente
e inaudito es que la Sala Comercial corrobore tal actuación, señalando
equivocadamente que el precitado artículo 197 le permite no referirse a
todas las pruebas actuadas en el proceso.

IV) Infracción normativa por interpretación errónea del artículo 34.5


de la Ley de Títulos Valores-Ley N°27287. Alega que el endoso
constituye por excelencia el modo de transmitir los títulos valores a la
orden y que lo transmitido es la propiedad sobre el título. El artículo 34.5
de la menciona Ley requiere para el endoso la consignación, en el mismo
título, de datos de identificación del endosante como de su firma,
estableciendo que su inobservancia conllevará la ineficacia del endoso;
sin embargo, tal disposición no alcanza plenitud cuando los partícipes en
la circulación del título únicamente han sido el girador original (primer
tomador) y el endosatario. Del título valor adjunto a la demanda se puede
constatar que María Belfiore de Velazco giró la letra de cambio
consignando tanto en la parte correspondiente al beneficiario como a la
de identificación del girador, su nombre, firma y número de documento
de identidad; siendo que ella resulta ser la única tomadora del título –
previo a la tenencia del recurrente- por lo que no resultaba necesaria la
consignación reiterada de todos los datos de identificación de la referida
para la realización del endoso puesto que figuran ya en la emisión del
título. La identificación de los partícipes en la transmisión del título es
plena, más aún cuando en la parte posterior del mismo la endosante
consignó su firma y número de documento de identidad, pretender
sostener -como lo ha hecho el Juzgado y la Sala- que se ha omitido
consignar el nombre de la deudora revela una lamentable miopía de
criterio.

3. CONSIDERANDO
Primero.- Que, al respecto es pertinente señalar que el derecho al
debido proceso establecido en el artículo 139º inciso 3) de la
Constitución, comprende, entre otros derechos, el de obtener una
resolución fundada en derecho, de los jueces y tribunales, y exige que
las sentencias expliciten en forma suficiente las razones de sus fallos,
esto es, en concordancia con el artículo 139º inciso 5) de la Constitución,
que se encuentren suficientemente motivadas con la mención expresa
de los elementos fácticos y jurídicos que sustentan su decisión, lo que
viene preceptuado además en el artículo 122º inciso 3) del Código
Procesal Civil y el artículo 12º del Texto Único Ordenado de la Ley
Orgánica del Poder Judicial. Además, la exigencia de la motivación
suficiente constituye también una garantía para el justiciable, mediante
la cual se puede comprobar que la solución del caso en concreto viene
dada por una valoración racional de los elementos fácticos y jurídicos
relacionados al caso y no de una arbitrariedad por parte del juez, por lo
que una resolución que carezca de motivación suficiente no sólo vulnera
las normas legales citadas, sino también los principios constitucionales
consagrados en los incisos 3) y 5) del artículo 139º de la Constitución.

Segundo.- Que, lo esgrimido es concordante con lo expuesto por el autor


Devis Echandia quien afirma, en cuanto a la motivación de las
resoluciones judiciales que: “de esta manera se evitan arbitrariedades y
se permite a las partes usar adecuadamente el derecho de impugnación
contra la sentencia para los efectos de segunda instancia, planteándole
al superior las razones legales y jurídicas que desvirtúan los errores que
conducen al Juez a su decisión. Porque la resolución de toda sentencia
es el resultado de las razones o motivaciones que en ella se explican”
(Devis Echandia: Teoría General del Proceso. Tomo primero. Página
cuarenta y ocho. Año mil novecientos ochenta y cuatro).
Tercero.- Que, en ese sentido, el deber de debida motivación, conforme
lo ha señalado el Tribunal Constitucional peruano en el Fundamento
Jurídico Cuatro de la Sentencia número 00966-2007-AA/TC: “no
garantiza una determinada extensión de la motivación, por lo que su
contenido se respeta siempre que exista una fundamentación jurídica,
congruencia entre lo pedido y lo resuelto y, por sí misma, exprese una
suficiente justificación de la decisión adoptada, aun si esta es breve o
concisa, o se presenta el supuesto de motivación por remisión. Tampoco
garantiza que, de manera pormenorizada, todas las alegaciones que las
partes puedan formular dentro del proceso sean objeto de
pronunciamiento expreso y detallado (…) En suma, garantiza que el
razonamiento guarde relación y sea proporcionado con el problema que
al juez (…) corresponde resolver”.
Cuarto.- Que, se observa entonces, que integrando la esfera de la
debida motivación se haya el principio de congruencia, cuya transgresión
la constituye el llamado “vicio de incongruencia”, que ha sido entendido
como “desajuste” entre el fallo judicial y los términos en que las partes
han formulado sus pretensiones, pudiendo clasificarse en incongruencia
omisiva o ex silentio –cuando el órgano judicial no se pronuncia sobre
alegaciones sustanciales formuladas oportunamente–, la incongruencia
por exceso o extra petitum –cuando el órgano jurisdiccional concede
algo no planteado o se pronuncia sobre una alegación no expresada– y
la incongruencia por error, en la que concurren ambos tipos de
incongruencia, dado que en este caso el pronunciamiento judicial recae
sobre un aspecto que es ajeno a lo planteado por la parte, dejando sin
respuesta lo que fue formulado como pretensión o motivo de
impugnación.
Quinto.- Que, además de los vicios de incongruencia referidos también
forma parte de ese principio, el supuesto de incoherencia interna de la
resolución, que comprende los desajustes o errores lógicos en la propia
esfera de la parte considerativa de la resolución, mientras que la
incoherencia externa, comprendería el desajuste lógico entre el fallo y la
parte considerativa de la resolución (ver sobre este respecto a: Ignacio
Colomer Hernández, “La Motivación de las Sentencias: sus exigencias
constitucionales y legales”, Editorial Tirant lo Blanch, Valencia, dos mil
tres, capítulo Segundo, página cuatrocientos cincuenta y cuatro).
Sexto: Que, para efectos de constatar la incoherencia interna en la
resolución impugnada, es del caso efectuar las siguientes precisiones: i)
La entidad accionante interpone la presente demanda a fin de que las
personas demandadas María Concepción Belfiore de Velasco y
Armando Belfiore Rodríguez en forma solidaria cumpla con pagar la
suma de US$ 29,500.00 dólares americanos, más intereses
compensatorios y moratorios pactadas, sosteniendo que la letra de
cambio girada por la demandada y aceptada por la parte accionante no
ha sido pagada a su vencimiento y que a pesar del tiempo transcurrido
los demandados no han cancelado la deuda, sustentando su pretensión
en lo dispuesto por los artículos 18.2 concordado con el artículo 16.1 de
la Ley 27287, así como el artículo 1219 inciso 1 del Código Civil; ii) por
resolución del tres de mayo de dos mil siete se admitió la demanda en la
vía del proceso abreviado; 3) Don Armando Belfiore Rodríguez al
absolver el traslado de la demanda, ha expresado, entre otras razones,
que es cierto que aceptó la letra de cambio, pero la deuda fue asumida
por la Empresa Inversiones y Desarrollo Prados Verdes SAC, la que
mantiene una larga relación comercial con el Banco; habiéndose
declarado rebelde a la codemandada María Belfiore de Veslaco por
resolución de fojas cincuenta; iv) a fojas cincuenta y nueve se fijaron
como puntos controvertidos los siguientes: a) Establecer la existencia de
la obligación de pago por parte de los demandados derivada de la letra
de cambio que se acompaña a la demanda; y, b) Determinar si la
intervención de Inversiones y Desarrollo Prado Verde SAC en la
consolidación de las obligaciones con el Banco actor es una justificación
para la extinción de la obligación cambiaria puesta a cobro; v) Por
sentencia de primera instancia del treinta y uno de enero de dos mil
ocho se declaró fundada la demanda, la misma que al ser impugnada,
por resolución de vista del tres de abril de dos mil nueve se declaró nula
al considerar que el Juez ha resuelto la litis como si tratara del ejercicio
de la acción causal, debiendo evaluarse si el Banco cuenta con
legitimidad para exigir la obligación cambiaria; vi) devueltos los autos a
primera instancia por resolución del veintitrés de junio de dos mil nueve
se declaró improcedente la demanda considerando el A quo que en el
título valor puesto a cobro se ha omitido el cumplimiento de los
requisitos esenciales previstos en el inciso f) del artículo 119 y 34.4 de la
Ley 27287 por lo que el Banco no esta legitimidad para promover este
proceso conforme al contenido del Título Valor; decisión que fue
confirmada por sentencia de vista del dieciocho de marzo de dos mil
diez, con similares argumentos, la cual es materia del presente recurso.
Séptimo: que, lo señalado precedentemente nos permite concluir que
las instancias de mérito han emitido pronunciamiento respecto a una
pretensión que no ha sido objeto de la presente demanda, en tanto ha
dilucidado el conflicto jurídico como si tratara de una acción cambiaria,
cuando en realidad se trata de una acción causal, conforme se ha
señalado en la fijación de puntos controvertidos, e incluso han
modificado la vía procedimental propuesta por la entidad bancaria,
quien inicio el presente proceso en la vía del proceso abreviado y no así
en la vía del proceso ejecutivo.
Octavo : que, debe señalarse que por la acción cambiaria se persigue
el cobro de las obligaciones contenida en el título valor, por lo que este
debe cumplir con las formalidades que establece la ley, dilucidándose la
controversia en la vía del proceso ejecutivo, mientras que en la acción
causal se analiza el negocio jurídico que vínculo a las partes
originariamente, esto es, una compraventa, arrendamiento o cualquier
otro negocio jurídico que haya causado la emisión del título valor, a letra
de cambio puesta a cobro, resolviéndose la litis en la vía del
procedimental de conocimiento, abreviado o sumarísimo, según sea el
caso.
Noveno: que, estando a lo señalado precedentemente, las instancias de
mérito han vulnerado el principio de congruencia procesal, infringiendo
de esta manera el principio constitucional al debido proceso y a la
motivación de las resoluciones, consagrado por el artículo 139 incisos 3
y 5 de la Constitución Política del Estado, por lo que debe declararse la
nulidad de lo actuado hasta que el A quo fije nuevamente los puntos
controvertidos.
Décimo: que, habiéndose expedido la resolución de vista infringiéndose
los Dispositivos Constitucionales y Legales señalados en la presente
sentencia casatoria, el Ad quem ha incurrido en nulidad insubsanable
conforme al artículo 171 del Código Procesal Civil, por lo que
corresponde declarar su nulidad; en consecuencia, el recurso de
casación debe ser declarado fundado por la causal de naturaleza In
Procedendo referida; careciendo de objeto emitir pronunciamiento
respecto a los demás causales declaradas procedentes.

4. DECISIÓN

Por las consideraciones expuestas y de conformidad con lo establecido


en el acápite 2.1 del inciso 2) del artículo 396 del Código Procesal Civil:

a) Declararon FUNDADO el recurso de casación interpuesto por


Scotiabank Perú S.A.A., obrante a fojas doscientos seis; en
consecuencia NULA la resolución de vista de fojas ciento ochenta y tres,
su fecha dieciocho de marzo de dos mil diez y NULO TODO LO
ACTUADO hasta la fijación de los puntos controvertidos.

b) ORDENARON que la el A quo de origen expida nueva resolución


con arreglo a ley; en los seguidos con Armando Belfiore Rodríguez, sobre
obligación da dar suma de dinero.

c) DISPUSIERON La publicación de esta resolución en el Diario Oficial


El Peruano, bajo la responsabilidad; intervino como Ponente el Señor
Juez Supremo Almenara Bryson.

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