Evaluación Psicologica Forense
Evaluación Psicologica Forense
Evaluación Psicologica Forense
t4 r-of;6019
Jurlrdlcclón la rvrlu¡qlón dr hr +f
dc lar pcrrona, artá tornrñtkr ulr
'.,, ol(rglcar
r614
,,¡ rlcttonocldü y ablcrta a lo* dlwnor fatnlxlt
,¡ Ed-
t'" 1
. irrrldlcor. Jurlsdicclón y Prlcologlr ¡r .txuln,.
F'r- '
,¡¡l.r común con la nqce¡ld¡d dr (omparlh. ti ;ffi,ry
i,r.'r o Investlgar robrt lo¡ mlrmo¡ $ñttkl
y rnás adecuada impartlclón dr l¡ lur¡lclr, , -,ll\
1
r..lrológlcos de actitudcs, comportümletrtor.
$@
l.r personalldad, <apacldadcr cognltlver y
,,l,rr¡icos se encuentran inmertos on la labo¡ n/
,,rlomte perlclal <uando el jucz rcqulafi tu
, r r¡.r r.laborar de forma más justa su ¡Gntanclr.
,, i,¡¡r'sidad de Salamanca los evaluadonrr pdo.
(l*
'- ,t¡..ri¡rtos procesos judiciales hemos qucrldo apor-
j r !(.rr(¡a a todo este tipo de demandas Jurldlco- 0
v
r,. t¡es volúmenes, que componen inicialmen-
tr
', .'
/\l(¡unos de tos profesores que imparten su o
L :Fupnfes,de
Ll,n.r\ter Universitario en Evatuación Ofnica y to- c
r+- , abuso§ sexuales; téstirnbnio,
,,,rrlo una serie de temas que muestran una in-
, . ; ,r , ¡r¡rcnte práctica y puntual en los diversos ám- rtl peligrosidad y r€in{¡dendá
rrr i¡ r ión. Todos los temas se ajustan a una m¡s-
.k:
Ei Férnando Jim6nea Gérnéz
,, r..l,.rencias legislativas; sistemas, modos y téc- rQ
* (&§rdü
,,.rr ioru páutos ftmdamentales de qn diCamen psi-
c
l¡l,
i, rrcncías bibliográficas; mostiándose di{ri alver- IF'
,lrthutos de cada volumen denüo de la Ut
oka ge-
C¿
,' r.xl¿ "Evaluación Psícoftógica Forense",
gl
,rn va dirigida espedficr¡mente,a todo.5;loc ki- rQr
profesionales del Deredro, educadores, tFJ
"rres. lJ,
,, r.rles y profesionales de las (Ínicas Métlko- lstlN fl4 rllr¡r¡ l,lI f§,
I
:rt
..,u, rrsos tipos de C¡abinetes Jurfdico-psicotógicos. -t
,' rr,ntrar elementos espatlficamente prácticos y G
r,' puedan ayudar a elaborar los diversos tipos tfl
,i, iales solicitados por la jurisdi<<ión. lffillilllllillliltilillilll
ü$r,tidt
\
CtsCA, }i plantea tin estnclio (Lamers_Winkeltlan, 1
Coreidemciones motivacioüales
de la lista de valiciez que exarninó este estudio son sensibles a la edad del
. Espontaneidad de la acuszrción original niño (,,conocirniento sáx.al adecuado para la edad" y "presencia de alega-
que
. Contexto libre de morivcs para deólarar falsamenre cionei previas"). Esto no debe sorprender, segítn Lamers-§Tinkelman' ya
. de presiones para declarar muchoi c1e los íterns de la lista de validez, a cliferencia de los criterios del
^L¡sencia
GBCA, no se derivan del plopio niño sino de evidencia independiente.
Otra evidencia
. Exrrnen lnédico Lamers-§Tinkelman hiio r¡n análisis de regresión para analízar el cum-
(:r) se lra realizrrlo un exenren médico plimiento de los criterios del GBCA y la lista de vaiidez coniuntamente, y el
iesuitado de los casos (corno "confirmados" o "muy probable"). Esto resultó
(b) se ha enconrrado evidencia médica
" Declaración clel niño consistenre con alegaciones sobre
(a) el niñ,: trzo una cleclaración previa '' Drcvias: en r_rn modelo con dos preclictores: el criterio ;.rel cBCA "?tribuciones
(b) las deciaraciones son consi¡^tente el esrado mental del agiesor" y. el ítem de la li::a Ce valicez "contexto libre
Declaración del niño consistente con las cle otmstpersonas (niños,
(a) existen otras
adrrltos, el acusaclo) á. *otirro. para efecruár declaiaciones tálsas". Vemos pues que la validez de
los criterios <le contenido y los íterns de la lista de validez como predictores
decl¿¡aciones
lb, las declrrlcioncs son üonsisrentes
Eyidencia [rsicr de la ctecisión final.real deia mucho que desear'
f¡.) existc cvidencr¡ físice
(b) la eviclencia fisica es consistente con la decla¡ación
Signos conducrua'es
ll hry srlnos condr¡crrrries [V. P¡.ur¡s FLNDiwENTALES DE uN- Dtc-rÁMEN Psfcoloclco
(b) lo.s signos conductuales son consistentes con
el abuso .sexr¡al
!'I
En el apartado anterior hemos examinado los trabajos errrpírico.s sobre
Tabla Lis¡a <ie Validez empleada por Lamers-§?inkellnan (199ái
su esta-
los distintos componentes de ia s\4, con el fin de'exponer cr-lal es
86
ó/
\tus científico acr'uar..Er.r éste varnos a describ,ir
paso íl I)aso er procedirnicn-
:'rÉr:"8ff#.':;i"j:'Í'u-l 'rY i'tva, .." et rin cre o,rienrar n i,,s'p..oresio-
\
monio del testigo presencial, y cliferenciamos, dentro de ias variabll'_* clel tes-
I:i:l":,...r,,,,",,i;;J,:á',:T;Thffi :f
remos comenhdo anteriormerlr.i^-oirái,q"r [,*U:n*,n::;l; tigo (rrn dpo de uatiables.a estimat), entre. aspectos cognitit/os y aspecros
á! I." ir.ÉriJ""r,* nxotiuLtcionaleg AIIí, inseltarnos el GBCA dentr-o de las téánicas qr_re per.mitr-
lilS [.¿T:i'iuti i..*, "r,or".io.il, 1iio, .,it",ios der cnce cteben or* rían evaluar la credibilidad (ver-acidad), es deci¡ las distorsionás intencio-
."p"""L"' ,q*?t"JiifÍ,1.%: iT
ffl.T'-'
, il,.-,l.1lp)Ii cle ilus_
que
nales (plano nxotiuaciorxaD introducidas por el testigo presencial. Ahora
pn,rera introdüccrón t.ó,.iáo
.r;;; pjg::qrd" con una bier-r, hay que rener en cuenta que, si bien la ñlnción ¿et igca es ésra
-con
m p os p rác icos, a.,¡;i
e je
ü;;L:::.,::.:"" r¿?Til: cieftos r-natices, ¡>ues ei concepto de validez es más arnplio qne el .cle yer-
r r
i." ;!' g; ;""ñ,,:1 dad-, el tipo de enrrevista qlle se describe a continuaciórrestá diseñac1o para
":;ñ,ft i"í,jÉi,.l:
xiHil:iJ"::iffffi:*'' "'i' i"!'5*L",.ro' idónea para un aáecuado sortear los obstáculos delivados de limitaciones cogtxitiuas clel niño. La intro-
ducción de dicl-ra entrevisra alude, además, a lo qJe Vells (1975) denorninó
,.rIil:il.l',:t:fit: "*ido,hablando de Evatuación de la vatidez d,e tas uariables clel,sistema, ya que el tipo de interrogatorio a emplear está en prin-
cipio balc el conrrol de los profesionaies dei sistema de adrninistr-ación de
!ii;;;!:i,";;p;;:#* j:;;1x,"Iil'Í,j,':r,:*:ir:2,ii;i:,,,';;:, jlrsticia (ver la int¡oduCción del próximo capítr-ilo).
p.'"1-.á",.1;,:,*;';:'7:i:';Zf Otra distinción de ir-rrerés es la propuesra por Be¡liner y Conte (1993)
::i::::.:,f ::"":;:::"1:X;"::l*:ii;_
:f^: i:ffi? !:::"0#*: .;;; ("f "."K,nvención j.j
;;,'á,, .uyo
éntr-e clos aproxirnaciones ciiferenciaáas a1 tema-de la validación d.e casos cle
al>nso sexual infanril: l^ aproxinxaciótt cle los indicacloresy Ia aproximaciótz
cle los estanclcu"es (.stanclcu"ch approacb). La primera pretende identifica¡ en
f :#*.ñ';:',:?,í,'fr'!,::1,T,*::,'.:1?ff
do para que rearice ,rri:l:si:-;
f,r:i, ;H.de
:fJ,rT:,.lif ,..:"i.,f el niño srrpuestarrrenfe abusaclo aqueilos e1émentos qlle rnllestran sóio los
niños que de hecho hayan experimentado abuso, péro no los qr,re no lo
forma inadvenida; en e:r,os haber.siclo sugesrionado
c1s9s hablarer.nol,. respectivamente, de hayan experimentado. Desde este punto de vista, el bBCe se i,sertaría den-
cton o sugestionabitid,acl (ue, de instruc_
perftlitir drferenciar entre rrbj, ñri';;;"o es Ltna técr :ca pensada para tro de e,sta aproximación de los indicadores. por su parte, ia aproximación
pues, de un .mero ,.(lerector
decra.ia,"¡áíir"íiiá^ y no_uálidas de ios estándare§ "se ha cenrrado en el desarrollo áe protoc;los y reco-
¿. *..r,¡rri. No se iiara,
tnás arnplio que el tí?,rr.."oro de validezes mendaciones para ia entrevista y la evaluación, tos cualei incrementárÍan la
o" ,;;;,irr, ,'i,!r,.,o, mucho probabilidad de obrener una historia exacta por parre de 1os niños.,, (Ber[_
I;l1roque
vrsron simpiisra de :rquelios
n"
aurores han criricado ta
fo ri"í.I,?n cuenta. ner y Conre, 1.993, p. 112). Así pues, la enrrevisra forense de Ia S\A pare <ie
la aprorimación de los estándares.
Lo dicho en los dos párafos anteriores deja constancia cie ia pluralidad
Corrcepto de Validez d9 la svA en su coniunro, que engloba diveisas técnicas (]a enti-evista, el
- Una dr:ciaración es VÁtn;.c- :i e<¡; h---;^
'' 'i está basacj: en
^ Ia
, GBCA y la lista r-le validez) qrie parten de diferentes orientacro.es y tienen
lles sean imprecisos. expcriencia personal, aunquc
al¡¡unos deta-
i, distinta ha.se concepn:al, en un intento de clear un protocoio ce eváluación
- Una deciaración es tr\w,,IüDA
I.
científico y írtil para la validáción de las alegacionés de abuso se-xual por
si, I
parte del niño.
. ,1 I:VWNCION det que Hechas estas puntualizaciones, pasemos a describir ios tres elementos
1 la hace
. Obedcce a la INFLUENCL4 DE
=» Mentita. constitutlvos de la SVA
O7R,4S PERSONA§
+ Suf .,.;tionshilidacl
A. La entrevista forense.
ylo
89
como eximir al testigo de prestar declaración nLlevaffrente, son características )
qr-re Ia convierten en idónea allnqlre se emplee de forr¡a independiente, des-
seguir durante la entre'"/'ista7 (por ej., 8u11, 1991;Lamb et a1.,7994; Raskin y
gajada Ce h SVA. fs"ptin, 7991a; Sa),'witz y Camparo, 1998; Ytrille, Hunter, Joffe y Zaparniuk,
A la hola de ofrecel una introducción general sobre la entrevista foren- l9i). Nosorros ieg.iremos aquí 1as directrices de Raskin y Esplin (1991a),
se, aclvertimos qlre, por mncho qlre nos esforcemos, es difícil superar la aunque añaclienclo, cuando io consideremos pertinente, obseÑaciones for-
clara y concisa síntesls de Larnb (7994) sobre las capacidades de 1os niños mulaclas por otros alrtores. Es importante dejar constancia de que Ias dife-
y cómo éstos deben ser entrevistados para aprovechar al máximo tales rencias entre las aproximaciones propLlestas pof los diferentes autores Son
capacidades y evitar eriores en sn testimonio. Es por ello qr-re repi'ocl-rci- rnínimas, y en esencia todos sigllen idénticos principios y directrices..Así, el
rnos literalmente el siguiente fragmento. Éste hre originahnánte pr-rblicacio lector puéde beneficiarse Pof igual actldiendo a cLlalquiela de las ftientes
en un brillánte artículo redactado, como acabamos de decir, pár Michael arriba ieferenciadas, allrlqlie la consulta de varlas o de todas ellas ie ofrece-
Lamb, pero qLre expresa el acuerdo de un gnrpo formado por 20 de los rá sin dr-rda una visión global rnás rica y valiosa.
más importantes expertos de. todo el mundo sobre el abuso sexual infan-
til. D or'ígen de dicho arrículo, que se pr"rblicó al mismo rienrpo en las r.evis- Aspectos gel|erales.
tas Cltild Abuse and Neglect, Expert Euidence, Family laut euarterly y Jour- con el fin de garanrizar Ia obietividad y profesionalidad, 1o primero qtle
nal of cbild Sexua! Abuse y cuya lectura aconsejamos al lector, está en la debe hacer el poiencial entrevistador es valorar si está no ya profesional-
reunion qlle tale.s expertos mantuvieron en un congreso celebrado en sue- menre, sino pérsónaimente capacitado p ra trabaiar en este carnpo: "El
cia en \993. investigador áebe examinar cuidadosarnente sus propias emociones y po§i-
"Pese a frecuentes objeciones a la fiabilidad y admisibilidacl legal del testi- bles ságos Sobfe el abuso sexLlal infantil arúes de embarcarse en la enre-
fronio infantii, está claro que las jóvenes víctimas son capaces de pr-oporcionar vista cle-niños que alegan abuso sexual, para no proyectar de forma inad-
narraciones fiables y precisas de los acontecirnientos que han.presenciacio o vertida estos sesgos §obre la evaluaciÓn de las aiegaciones del niño."
experünentaclo. Además, pese a las frecuentes advertencias de qr.ie los niños son (Sachsenmai". y §{rutso.r, 1998, p. 36, el subrayado es stryo)'
espécialmente sr.rsceptibles a la influencia externa, está claro que c¡anclo se les Hay que proceder con este tipo de entrevista cuando es el propio niño
orienta a describir sus experiencias sin ningtrna manipulación por parte cle los qrlen huce ,rb". po. iniciativa Propia qr-le ha sido abusado, no cuando
aigrrien lo sospecha pero éste no ha dicho nada. Esta entevista no eS lna
entrevistadores,. sus historias pueden ser ex[emadamente info¡mativas y preci-
sas, Sin embargo, esta forma de interrogatorio es difícil, y lo r-ealizan mejor los
entreviStadoresbienentrenadosyexperimentados. en"trevista terapéutica, y hay acuefdo entre los diver-sos autores fespecto a
que no 'debe realizarla el terapeuta, sino un entrevistador adecuadamente
La intb'nacií>n más completa y precisa se puede elicitar dé los niños que entrenado y con experiencía, sin ninguna relación pfeexistente con el niño.
sean entrevistados aclecuadamente tan pronto cor¡o sea posible después de que
ios incidentes hayan tenido.lr,rgar, aunqlre algunos niños pueclen vacilar antes cte
El rango dá edad de los niños susce-ptibles de ser entrevistados es, según
revelar información deiicada. Aunque los elementos cent¡ales cle los aconteci- Raski[y Esplin (1991a), entre 2 años y medio y 17 años, al]ngt]e estos auto-
mientos más sobresalientes se plteden recordar durante largos periodos cie tiem- res advierten de los peligros que suponen las limitadas habilidades cogniti-
po, 1os detallei más bien périfÉricos rienden a olviclars'e cuando hay gran<ies vas, sociales, verbales y alenciánales de 1os ürenores de 4 años, así como los
ret¡asos... Además, las narraciones infantiles, al igual que las de los aduitos, son conocimientos sexuales de los adolescentes. En general, hay acuerdo en que
a veces susceptibles a 1¿r "contaminación post-evento", en que la narración de un 1os niños menores de 5 o 6 años no siempre podrán ser entrevistados con
inciclente se ve tlistorsionada por la inclusión de detalles que no folnaban parre
esre tipo de entrevista. Raskin y Esplin (1997a) notan que el forense debe
del incidente o del aconrecirniento original. Esto puede generar.problemas cuan-
estar áispuesio a admitir que algunos niños simplemente no son entrevista-
do los niños se entrevistan en rnírltiples ocasiones por interrogaclores poco hábi-
ies (incluyendo pzidres, profesores, y amigos) los cnales hacen preguntas alta-.
mérite stige.entes que suúlmente pueclen lleva¡ a los niños ált"ro. ,.,s ,
" En algunos países las apreciaciones cle estos proEesionales han dado ltrga¡ además, a la apa-
narraciones." (Lamb; 1994). guberna-
rición de g,ás de actuació, po. p"rta de ciertas asociaciones ptofesionales u o{gani5mos
*e.t.les.É" el caso de hs Gt'ticteíinesfortbeclinicaleualuationof cbildandadolescaltsexualabttse
y de la Americxn Aca'
El artículo continila recomendando la necesidad de ernplear pregunras [Direcrfices para la evaluación clíníca del abtlso sexual a niños. adolescentes]
¿-"-v Cfrlfa and Adolescent Psychiarry (1985), de las Gdctblines Jor pqcbololical eualuation of
abiertas para obtener narraciones libres por parte de los niños, y de que las "f sextml abuse ü7 yoru"g ibildr", lDirectrices para la evaluación Psicológica de las sospe-
suspLaecl
Dreguntas directas, si se hacen necesarias, se empleen de forma no sllgren- the Abtrse of Chil-
chas de abuso.sexual en niños iequeRosl de la Americin Pfofessional Society on
,,pdncipioi.té h bu"., pfáctica" del británico Independent Second Opinion
te y se¡¡r-rldas de intentos de generar Llna narración libre. dren (1990), de los
panel (1987i y del popular il,fetnorandu.m oJ gooct practice on uicleo recorded interüia us uitb chi6
-riiiuuÁ¡o,
En este prlnto nos parece importante decir que diversos aLltores han á"anhrllproceedings lMernorancltim de ]a buena práctica en las entrevistats grabadas en
publicado diferentes afiículos en qlle se describe en detalle el pr-oceso a yídeo de niños testigos para los"procesos criminalesl, editaclo por la Home.office del R€ino unido
(ver Bull, 1997' 1998)'
irqpzl, .. ..,y, .labá.róió, colaüoraron reputados exPertos de aquel país
9A
.Conlo se desprende de Ia cita de Lanlb (L994) inclLrirla unas páginas rnás \
atrís. este tipo cle enrr¡/viste debe hacerse cuanro antes, por ro'qí. páginas que siguen. En este senriclo hay una frase delaywitz y Cam-
sLrge,-
lnos qLre se forrne a aáenres de policía en este tipo de interrogaiorio. paro (1998) que resulta p4rticr-rlalmente ilttstrativa: "las declaraciones
si el
niño ya ha sido entrevistado con anterioridacl, ya r., po. ,.,, piá.lr, prore- de los niños puederi contener omisiones, inconsistencias y distorsio-
so.rgs,.policías, asistentes s.ociales, abogados, psicoteápeutrr, .r..,
es mlly nes que son más ftinción de la incompetencia del entrevistador que
probable qr-re ésros hayan introducido inadverticlamenté p."g.i.r,or'r.sgacla!
de la incompetencia del niño." (p. 826).
y, por 1o tanro'rque el recue¡do infantil esté ya arterado. ia átrevist,
bará, preferiblemenre en vídeo, si no en audio, y si es posible en ambos
se gra- b. Informes que nos ofrezcan datos sobre el desan'ollo entocional, lin-
for- gti.ístico 1t coglxitiüo del niño. Saywitz y Camparo (1998) recomiendan
matos. Tale.s grabaciones nos penaitirán: (a) examinar a posteriori
si real_ obtener información sobre el manejo qr-le tiene el niño de los siste-
mente la entrevista se ha l-recho de forma cotrecta, (b) disponer de un
regist,o literal de lo dicho por el niño, con ro que se podrá efeituar. ra mas de medida convencionales (horas, ffIetros, días de Ia setnana,
rrans-
cripción sobre 1a cuai apiicar el GBCA, y (c) eiimir al niño de ser sometido etc.), conceptos lingüísticos básicos (por e¡., primero y último, siem-
a entrevistas_e interrogatorios innu*rerables veces por 1os distintos profesio- pre y nunca, etc.), colores, capacidad de contar (por ej., si un niño
nales qr-re deban obtener infonnación de é1. Estos profesionales p,-,"á"r-, no sabe contar no nos podrá decir cuantas veces fue abusado, o
,.rr- cuantos fueron sLls agresores), capacidad de tomar la perspectiva del
dir a las grabaciones. Ésta es una forma de reducir un r.g""¿"1ii, Je
,brso otroi etc. Algunas de estas habiliclades pueden ser evaluadas de
infantil m*y exrendido: el pe.rpetrado por el sisrema iegát y, pnádOjt.r,r..,_
t:, p?l las agencias encar-gadas de proteger ar niño a""torláó"ioi iv.,il" ., forma informal durante la fase inicial de la enrrevista, pero lo ideal
.l 1 oo2l
4\.\ L//.)).
sería una evaluación formai empleando los instlumentos de medida
ningún concepto c-lebemos reforzar diferencialnrenre al específicarnente desarrollados para la medición de la inteligencia, el
. P"j, cuan- desarrollo lingüístico, etc. Sin embargo, someter al niño a todas estas
do diga 1o que espelanlos o deseamos oír, ni verbalmente ni de'iño fonna no-
verbrJ. Esre ripo de ref,uerzo sesgar'ía su restimonio. Nuesra pruebas tras el abuso contribuiría notablemente a su victimizaciÓn
actitr-rJ Jebe ser secundaria, por 1o qué resulta poco aconsejable. No obstante, infor-
neutra-l pero de aceprrción, y debe mantenerse así clurante toda
la entrevis- mes de evaluaciones formales o informales efectuadas en contextos
ta, incluso aunque debamos perseverar en argunos puntos. como
dicen say- '-' escolares, pediátricos o terapéuticos (si por alguna razón el niño reci-
witz y camparo (1998), 1a atmósfera no debé ser ni ncr,,satoria, ni intimida-
clo'a, ni condescendielle, bía psicoterapia antes del abuso) pueden ser c1e gran ai.uda.
¡in9 positiva y en que se eviten juicios cle valor.
E-in este sentido, la exhibición de'signos ¿L rrtoi-iar¿ c. Inforntaciót't proporciond,da porpersonas próximas al niño. Nos con-
,-r., r:niforrne poli-
cial puede poner nervioso al nliJy/o sesgar ,r, ;";p;;,rr."o*o viene saber, por ejemplo: (a) cómo llama e1 niño a las diversas par-
ior-.áor"r,rr_
rios condescendientes también,sesgan las ñspuestas. tes del cuerpo, ello favorecerá nuestra comtlnicación.con é1; (b) inte-
reses y actividades del niño, amigos, mascotas: etc., esta información
- Por úrltiáro, cabe decir_ que.'sieí'tpre bay qLe rcner rnlty e?x cuent,t er estct-
do entociot'tctl del níño, y bacer el pioceso'cle-entreuista lo más lleuad.ero posi- nos será útil para planear la fase inicial de desarrollo del rapport; y
para é1. Jan.tás bay que.ser agresiuo, y jarnas bay que prgs¡onar-al (c) toda inforrnación adicional que consideremos importante (por
?le niño.
Ello no soio crearía un malestarlndebido en ér, siná q""'rJ.*a,
impeoiria
ejemplo, conocirniento que'tiene el niño sobre la sexualidad, expo-
que nos olreciere información de calidad. sición a material sexuahnente explícito o pornográfico, etc.).
Prep arac ió tt pre litninct r. Hipótesis.
Antes de ampezar la entrevista debemos obtener ra siguiente infor- Según Yuille er al. (7993) las alegaciones falsas pueden adoptar mtlchas
mación: formas: puede que el niño las haga deliberadamente, o que denuncie la ocu-
:r' Tocla la qlre se haile en ros arcbiuos crer caso. por ejernpro, inf,or,res rrencia real de abuso sexual pero por aiguna razón sustitttya al verdadero
médicos, declaracioriés de otras personas, contexto d.e-las alegacir_ perpetrador por otro, o que alguien Ie instmya para hacer una alegación
nes, clima familiar, adultos significativos y sus relaciones, etc. El falsa que el niño acaba creyendo que sucediÓ, o que álguna acción (por ej.,
enfrenrarnos al niño con ra rnáxima información posibilita uía explo- aseo infanril) sea interpretada de forma errÓnea cuando el niño 1o cuenta a
mción sistemática del caso en una única enirevista .ro-s"rgádr, otro-adulto, de folma que.ambos acaben creyendo qlre se produjo abtlso
explorancio las conraáicciones y omisiones en la declaración del sexuai. Es por esta razÓn qLle, antes de lniciar la entrevista forense, hay que
niño y maximizando la i¡formación que éste nos cié. No hay razón forn-rular una serie de hipótesis que comprendan las diversas posibilidades.
para qlre la información previa del entrevistacl0r sesgue ,.,. ..rp.,"r- Raskin y Esplin (1991a) proponen la siguiente lista, aunque señalan explíci-
tas, siempre que ésre se atienda a los principios cléüneaclos én ias ramente que no es exl-taustiva. En realidad, son Ias características específicas
clel caso las que gr-riarán 1a forrnulación de las hipótesis alternadvas, pero la
95
I
\
'.. Las diversas hipótesis que formuremos deben ser exproracras cie forma final de Ia entrevista , para asi asegurarse de que no queda ningún tema
exhaustiva a lo largo de^la Lntrevista y, hasta qlle sin'explorar.
no las hayamos
do suficienremente, confirmando una'de e[as y desconfirr¡ando examina_
trs áemas;.
no deberíamos dar fin a dicha entrevisra.
96
El proceso de entreuistct \
-l
La estructul'er/general de la entrevista se esquematiza a.- CreaciÓn del raPPort.
en Ia Tabra v[I.
Normalmente.a los niñosse les-instruye para que no hablen con extra-
El Proceso de la Entrevista
ños, además los más pequeños plleden experimentár ansiedad al sel'sepa-
a. E.srablecirnienro de un clima relacional positivo (rappo¡f) rados de sus padres o cuidadores. Por si esto fuera poco, los temas a tratar
b. Invitaciones. durante la entrevista pueden Ser embarazosos o emgcionalmente negativgs
c. Preguntas focalizadas. pafa el niño. Por-todo ello, antes de obtener información del niño debemos
d. Preguntns directas.
;.o*pe. el hielo" y lograr una buena compenetración y confianza mutua con
e. Preguntas pzrr.a ei conraste cle Hipótesis. é1. Se trata de empezar a conocerse mejor para que el pequeño se relaie, se
f. Preguntassugerentes. sienta cómodo y confíe en el entrevistador.
g. Cierre de lá entlevista" Sin embargo aprovechatnos también esta lase para otros objetivos no
lABh VIII. Ei proceso de la enrevista menos importantes. Hay que decirle alr entrevistado que nuestra función es
hablar con niños con problemas, o con niños a los que les ha sucedido algo,
evitando slempre mencionar información específica sobre el abuso. Esto
Durante la entrevista hay tres coniuntos de aspectos que
deben explo_ aumenra las posibilidades de que eI niño sepa de <iué hablamos cuando
:1L".1.
r:l* exhausriva, y hasta q.r. ,ro concluyá ai.n, É"pf".r.iOn
no se introduzcamos 1a prinera pregunta sustantiva, de tipo abierto.
ulfa lln a la sesron: También es conveniente decirle al niño qué se espera de é1, para así
Las bipótesis principal y aiternativas reducir el miedo a 10 desconocido que éste pueda expefimentar, o sus
^:. expectativas erróneas. Por ejemplo, Saywitz y Camparo'(1998) dicen que hay
b. La infonnació7.a!.ic_ignal del caso: ¿confirma 1o dicho por e1 niño
dicha informacrón? ¿.,ay omisiones importantes en 1o quá niños que temen ser disparados o que se les mande a la cárcel
ta? ¿f{ay inconsistencias entre lo dicho por el
nos cuen- etglnos autores sosiienen que es además.conveniente compróbar en
niño y to-qr,"-rrU.*o,
por otros medios? Si es así, hay que explora*irt._ati.árrente esra lase si el niño es capaz de diferenciar enüe la verdad y la mentira,
inconsistencia u omisión.
toda pidiéndoles a continuación que deben en todo momento decir la verdad.
iambién es durante esta fase en que debemos evaluar informalmente ei
c. .Lr
propia informa.ción que nos dé el niño:
¿es ésta lo bastante deta_ nivel de desarrollo cognitivo'y lingüístico del niño. Podemos veq por eiem-
llada? Si.h*o lo es hay que pedir más d¿talÉs.
¿u"r."-",rJcciones plo, si su habla es inteligible, la compleiidad de sus palabras, frases y cons-
dentio del tesrimonio dél ni¡or si las hay a.u"*ár'a.rp.;].iur,
urrr- tucciones gramaticales, su empleo de los verbos, la riqueza de su vocabu-
que evitando enf¡entarse al niño o cuesrionarlo (por
.lá.1i", p"a._ lario, y otrai capacidades. Ello permitirá que nos aiustemos al nivel del niño
mos mostrar confusión).
al formular las preguntas, y saber a qué atenernos al enfrentarnos a sus res-
puestas. Una buena estrategia para obtener esta información es pedirle al
. - Resulta útil; antes .de proceder
información
a 1á entrevistai esrudiar en.detalle toda ia .rino qrr. nos describa algún evento meinorable y gratificante_para é1 (por
del caso y eicribir una especie d" ói¿;;; i;;;; a vatat ej., su fiesta de curnpleaños, o uflá excursión, etc'), o bien podemos hablar
o incluso, si nos parece que formurar preguntas-abiertas de
nea nos va a resultar difíciL, podemos prepararlas previamente.
forma Lsponta- ,ábr. ,.r, gustos, aficiones, mascotas, serie favorita de f\,r, etc., con lo cual
iambién es además creamos este clima relacional positivo y de complícidad entre el
útil tener a mano, durante la ent*vista, una pequeña lista
con'1as hipótesis niño y el entrevistador, imprescindible para que el pequeño_se desinhiba y
alternativas. En cualquier caso, debeáos ir'romando
nota de tocra nueva hable con libertad. Si no hay ningún tema disponibl. le Pediremos a1 niño
información, contradicciones o aspectos poco detallados que que nos describa.en detalle todo 1o que haya hecho durante el presente día,
hayrrque abor_
dar más adelanre. También.hav que ir anotando
dt,;;rr;;ilr"J"pto."- desde que se ha levantado hasta el moolento acfllal. A 1o largo de esta pri-
do y c.ráies quedan sin examinar-. En este sentido, debemos
ir introducien- mera faie es imperativo lormular las preguntas de forma abierta, para que ei
do consranremente ajustes ai guión previo. Finaimente, ,n,.,
á.-Io.rcruir ia niño elabore las respuestas, y cuando nos dé. pocos detalles solicitaremos
entrevista, debemos revisar n,estl'oi apuntes para cercionarnos
de que no más, Ya hemos disiutido anteriorménte el estudio de Heshkowitz et al.
quecla ningún tema por examinar. (1gg7) sobrelas ventajas de l]acerlo así, y.no vamos a insistir en ello nue-
vamente.
saywitz y camparo (1998) apuntan una serie adicional de recomenda-
cionei sobr.e qué hay qr;e hacer en esta fase iniciai: (a) debenos decirle al
niño que es importante contar sólo 1o sucedido, y que no debe intentar
9B
99
\
l
una vez conciuida.esie t)rimera rase renemos.valicsa Ftcr,tu\ II. Sucesión <ie los tipos de pregunta de la entrevis¿r fotense de la SVA, que se
nos orientará dui?nte er,resto^dei p.o."ro, info,nación que van cerrando progresil,amente.
,J.más,emos
infr¡rmalmenre al nino.le s,., fi.,nci?n",-;;;;"*"s instruido formai e
pues el momento de nasar.al_re*u ganaclo su conÍanz¿. Es
.riilo...,,^oUorAri. ," f-,"rr, ,ür*ia, En este artículo seguiremos Ia estrr-rclura propuesta por Raskin y Espiin
serie cle "pasos suceiiros" (yuille
"i ,i, iü3) ,nEsros
denominación segirn tos diversos-r;;;;,'píro varían ei nú,ne.o "",y (L99La). No obstante, más que memo¡izar el númefo y las etiquetas de los
de ios mismo pdnclpios: todos ios casos se parre diferentes tipos cle preguntasr nos parece más útil que el lector- comprenda
la:iógi.r:2 quá sub'¡ace a su sucesión, el cómo varllos cerrando las cuestiones
- Hay que empezar con preguntas [c.
nrás abiertas posibtes, evilando dar progi'esivámente pefo só1o hasta donde sea necesario. Ello se ilustra gráfi-
al niño inforinación 0.,,:lrÍi;¿i.-l;
.ñuesra que esperamos oitr, para .rn-r"r-tt en la Fi¡,,ura II, inspirada por el artículo de Lamb et al. (1994) pero
modificada de fórma qLle contenga nuestra adaptacl1n al español de 1as cate-
i'fl 3il::*,:?:""J','"?"*."-"'iá'iili',"gd,,,";;;;;;p-,iaÉras, gor.res descritas por Ráskin y Esplin (7997a). Hay una progresión desde las
p."g.,.tt^r orientadas a elicitar una narración libre l-rasta 1as pfeguntas suge-
,,;',t#tÍ: ;1,ilf¿ffi.:'J.X¡"'0"
su narración' re pregr-rnt;iremos
si hav i.r-,i.r, siendo las prineras las más abiertas y estas últimas las rnás cerradas
o "peligrosas". Baji;;:ernos a lo iargo de esta pirámide tan poco como se¿
d,;:'.rx:i:i::iilx¿"", delj:?.:,H.^.*.*'::.:'::::lu,.".",,ohavconrra-
!¡q/ lvtru ,.,.".".r,io. En el nivel superior, hay 1o que al describir el trabajo sobie la
niño o entre ést, v otra i¡formación
,,._j^^.r^ -.__- -de que entlevista de Lamb y colaboradoles hemos ilarnado inuitctciones, es decir,
#rff ffix?J:Tg:'::^Í:':lÍ:-¡d;;6;áJáH;':§:¿f:,::; preglrntas para que el niño dé una narración libre de todos los hechos. Las
ff #:i:,":?T:-':i?::91.r".ñJ;;:ffi ."-#Á:,_X"r.#1ff :5,i1: preguntasjocalizadas aiuden no ya al coniunto giobal de episodios, sino a
Slt¡;::ff f ':::"',:T*:::"{r;#;;;;;.Tff",,,.!T:,'T,?,'i;:; un épisodio concreto (por ei., "la vez de la piscina"). Las pre?Ltntas directas
.o., áÍrn más cerradas, y se refieren a hechos específicos que se sitúan den-
;["ff:J::l",],1"":""0:,::0.,'.'¡r,"u-r',-.,i"ffiit":H#;;T:T,",8:; tro de episodios concretos (por ej., "Dijiste que en 1a piscina [episodio con-
lü,lfl"3ii;"r:.,t¿"p-i"_s:*1':",',0,',-,o,"i";;;;;,áJ;i:::l?'?L:[j
abiertas para evirar el rlesgo ¿. .o.,t"*lrrñl;
ilH.';:l,;LT ;H: cretol puso la mano en tu cuiito lhecho específico, éste sería pues un Comen-
rari<¡ directol. Háblame de esto lcomo hemos dicho antes, hay que terminar
100
101
con inviracionesl,,). Las pr"g)nr^ pora et contrds-
\l
;
:::p,::_9:^j:111¡bier1a,
re ae bxpotesiylas tormuramos si en er nivel ' ) ' la piscina"'
«t^,,a,áel ¡a¡lre" "\a/tez de " "r^'
" ua,
anteriór uún.ro Éa*o, obter-rido
información para -decidirnos por una c1e las hipóte;i;'i;;ilái. diversos episodios (por ei.,-, "lavez del coche",
que el niño panicipe en este proceso de
gLtlxta.s sugerentes son las más. peligrosas ,u" pr"_ á"t .rr*o'de bañori;etci-y, ae;ar
y ceriaclas, y ,ro ,. ,.ánse¡a em_ etiquetado (Yuille et al., 1993).
plearlas salvo en casos especialés. üeamos'en
detale'esto, arrr.r"o, ripos de
preguntx. c.- Preguntas Focalizadas (Cue Questioning)'
Son pregrrntas abiertas pata: (a) Completar descripciones pobres de
b.- Invitaciones para elicitar una narración libre. acontecimieñtos mencionadoi en 1a narración libre, por ei., "Has dicho
que
Cuéntamelo'"; o (b) Para obtener
EI. entrevistador debe actuar como un e1 día de los inocentes también pasó a1go.
faciritador, no colllo un interro- otras fuen-
gador. Esto es cierto durante toda Ia entrevista, información sobre hechos que ei niño há omitido pero que según
pero especiarmente en esta
lase. i", n^.t sucedido, por ei','He oído que-q1izá.s también pasÓ algo el día de
A la-hora de pasar del establecimiento crer rappo,t a la los inocentes, ¿es óierto? [el niño asientel Háblame de e11o"'
tema crítico hay doq posibiridades: que er exproración del Nótese cómo éstas preguntas se focalizan (de ahí su nombre) sobre un
niRo áLncio". páiri'r.lsmo el Nóte-
telna, en cuyo caso aprovecharemos ra circunstancia episodio concrero, y .ro ro6." el abu§o considerado en su globalidad-
e intentaremos l0grar siempre de forma abietla, para
obtcner una narraciónlibre de io sucedido,-o que sá también en los eiernplos cómo se concluye
debamos introducirro. En esre r"g";á;;;;t ro
,.r_o, ,,.roroü, qui"r., que et niño realicé una tarea de recuerdo libt'e y produzca una narración
hu."rnn, de forma no-direc-
tiva, invitando al niño a dar iriformación p""m"ár. .i;-r.,g.;; arnplia.
.r1
alguno la.respuesta. Lá cuestión ,roao
tomada de Sternberg et al. (1997) "., citada en d.- Preguntas Directas (Direct Questioning)'
e, apartado anterior es,un buen ejemp10. otra alternativa algún
mo's por caso, "He oído que te ha pasado algo
podria ser ponga- Éstas se focalizao no ya sobre un episodio concreto, sino sobre
y .rtar u{"r prrátuu.*. hecho específico dentro de algún episodio. No se introducen a no ser que
de ello. Cuéntamelo todo, de principio a f¡i,lai preguntas focalizadas
bien coáó i"árr,,. Si ., t* y sólo después áe haber.formulado las
la fase inicial le hemos expficádo ¿áUiau*á¡t. "L.átio,Podemos utilizarlas si la declaración del niño contiene pocos
al niño cuál es nuesrra fun- perrinentes.
ción, ésre no debería teneiprobremas en saber
de qué le áiir*or-rrrorrrrao.
Si aún a.sí se muestra desorientado, podemos.introáucir ,,p;;;r,,.
áeules, o es ambigua, o es inconsistente o implausible' Un ejemplo que
Ras_ Raskin y Esplin citá es el de un niño. que describe una
penetración pero
kin v Esplin (t99ra).indican r"r riil¿;;;I:'c..o..qr. "Iil;; decir-"Estoy un
algo de 1o qr-re te pasó, y ohora"esráíaqJparu
le contaste a mamá no habla de que nadie se desnudara. El entrevistador puede
hrbráim. i"eri.;, "ir."i¿. poco co.rftr.ráido. Hffi dicho que puso su pene en ru culo pero llevábais la
que alguien re hizo algo, ¿quién fue¡ tet riRo " (Raskin y Esplin, 1991a' p'
to rndical várá,-rr-r"-.r'.uénra- iop" pr.r.rrr. Cuéntame comó sucedió esto'"
nreio todo tan bien como puedas.". Bajo irngAn el niño o que éste se
concepto d",iiÁos a""¡, zZ6). ÑOtese como, para evitar una confrontación con
explícitamente que ro que quere,nos es que noi en entredicho al
babte aá abuso sex,ar, ni sienta cuestionado, se muestra confusiÓn: no ponemos
debemos nontbrar al presunto perpetradá.r. que no logramos
ni¡o, sino que pedimos su ayuda para esclarecer algo
como ya hemos señalado ,riibu, .ro hay que íntem-rmpir nos desafíe de
siquiera si describe aconrecimienros de foráa ^insufi.i..rt.,-v, al niño (ni comprender. Está estrategia evíta qué el niño se amedrente o
en
aclaraciones más aderante), hay que respetar fáir.-o, forma que se intenrrmpa- el flujo óomunicativo, y logra que se esfuerce
slrs.pausas, y c,anclo Dafezca p.opo..io.r, inlormación detaÍlada se y concentre en su tarea cognitiva de
haber rermrnado hay qrr" pr.gu,iarie si pasó ,i;J;;;.
cuente todo 1o qr-re le p?sg p9r la cabezi, aunque parezca
H^rür."áJir. qr. ---
recrterdo.
Si el abuso ha sucedido duranre
irrelevante. naskin y Esplin (1991a) advierten contra el uso de preguntas Si,/No,
-.riho tiempá p".¡" ilb;;g.rr..rao mientras q.r'. Vrritt. et aI., (1993) hacen lo propio coo las de alternativa
múl-
ún script en la memgria de1 niño, ae f"..", q.r. su narración tipo de preguntas son necesa-
será poco deta_ tiple. En imbos casos se noS dice que si éste
1lada (Bekerian v Dennet,.7992; Nelson, rq'Ber.
E" ;r;;;;, ,iás ¿euen ir seguidas de inmediato de una c.esdón abierra. saywitz
y cam-
p"qiri: al niño que describa en detalle (narradónlibre) el pi.i*..l""ri,tru ¡,,it pleguntas Si/No por pre€untas con
o e1 último, o aquer der que se acuerde mejor o, en caso .iiroOio, faio {f994) dicán que es posible sustituir
de mencionar é1 eiemplo, no decir "¿te lo hizo
ias fórmuias qulén, cuanáo, clÓnde,' etc' Por ,,¿sucedió
esp9n1a19,*enre alguno, el que haya mencionadá.
que siempre
n" ."rtq,_,t...rJo, r^,r,0 ÁÁaT sino ,lquién te lo hizo?,,, o no decir a la hora de comer?"
::,1,,$?:l_,io:T a"9 presunrarre al niño si .¿Esro pasó stlcedió?".
soio una vez o más de una veil,, !áv
(p.920), y en caso de que haya sucedido
sino "¿'cuándo
varias. veces pedir que se describa un episoáio
concreto. para esto, y para la e.- preguntas para el Contraste de Hipótesis (Probing Questionin§.
introducción de las preguntas focarizadas, puede ."rrlir, ,:iiJ ,;Jt'i-q,i"tr.,, NodebenemplearsesilahipÓtesisprincipalparecerecibirunfuerte
to, y cuando hace
apoyo y las hipótesis alterriativas parecen poco probables, sí
102
103
.,.,
\
r|la¡Áas infor.mación para evaruar ras hipótesis alrer-narivas. Raski. y rrpti., ')
citan tres posibles situaciones: (a) si el niño clescribe algo
improbable, (b) si g.- Cierre <ie la entrevista. 5
hav cont.adicciones en la decraración ciei niño o deciaración v I{ay-q-ue agrááécér al niño su colabolación, incluso en caso de que no
".r,é "rtá a
otras fuenres, y (c) si se sospecria que or.o9 han influenciráo
arr,.,'- hayanros obtenido infolrnación relevante de é1 (Sa1'witz y Camparo, 1998).
nos ejemplos de éstos casos serían, respectivamente: (a) el
niño "in".
dice haber Debemos mostrar sür-rpatía hacia el nrño por haber sido capaz de hacel algo
sido abusado por un extraño en ra coclna estáncio su madi.e presente: ,.No tan.difícil, y halagarle por ello. I{ay qtie halagar al niño, pero no el conte-
Io entiendo: me has dicrro que hizo eso en la cócina. p".o Árria nido de deciaración (Saywitz y Camparo, 1998).
ailí. s¡"r
¿Cómo fue entonces que_oasó?,,, (b),.Estoy heciro un-lío: me has "stab¡a
dicho que Podemos también pregllntar al niño sus impresiones soble 1a entrevls-
papá había salido pero ei dice que que ..t,r.ro todo el tiempo ta, y disipar rr.,s posibles percepciones ertóneas o malentendidos. También,
en casa. No
voya ser capazde enrender eso.como no me a1.r-rdes.,,, (c) "jTe dijo algr-rien para evitar lniedos e incertidumbres sobre el futuro, poclemos informarle
q_ue me dijeras esto?" si la'respuesra es ,,sí,r,
enronces decrr ,,rrautame de de cuál será e1 próximo paso en el proceso de investigación, que otlas
ello"
cosas se esperan de é1, etc. Yuille et. al. (1993) advierten que es muy impor-
Nótese en estos. ejemplos córno se simula conrrsión para tante qlie ei entrevistador no haga ninguna prolrlesa" ai niño que luego no
obtener.la
ayuda del niño en lugar de cuestionarlo y, sobre todo pueda cnmpiir, como decirle "Nos aseguraremos de que esto no te pase
en'el úritimo caso,
óómo nos seguimos esForzando para no sésgar la ,.rp.r.rr, nunca más" (p. 110).
lo tanto introducirnos preguntas ábi"rt*r.
u --r-- á"i-nlno y po.
Es inaceptable que dejemos al niño en un estado emocional negativo al
f. - Preguntas Sugerentes (Sugges tiue término de la entrevista. Incluso si durante el curso de 1a sesiÓn ei niño
eues t ions).
Hay que emprearlas única y exciusivarnente cuando sea admite haber hecho.una alegaciórr falsa, no debemos balo ningirn concepto
necesario, y siempre aL final de ra ent.evista. son las
absorlltamente culparle por ello, sino-agradecerle su sinceridad y l-racer que se sienta bien
más peligr.osas, pues es por haber dicho finalmente la verdad. Para liberar al niño de la carga emo-
muy fáiil que conraminen el recuerdo del niño o qrr"
cencia. iaoá.rr.ur-, ,q.,r.r- cionai negativa con que pueda haber llegado a esta fase, suele ser irtil la
s-e emplean en ocasiones e.r que tenemos
introducción de un tema positivo y gratificante para é1, como hacíamo.s en
-ha sido sugesrionado
indicaciones de que el niño la fase de establecimiento del rapportJ como los planes para las prÓximas
duranre rrrr"it., enrevista, o si hay oua i,lfr>rmación vacaciones, un cumpieaños,, etc.
que sugiere rlue ha -sido influenciado. Esto es esoeciaim"Át"
irrrpo.trnte si ia
entrevista no prcsta apoyo a Ia validez de la-s aiegacionec (s!
|echaza la B. La evaluación de la credibilitJad medianre el CBCA.
hipótesis principai) ylo si el niño ha contado .o.r,
io.o
parecen ser válidas. su objetivo es medir infor.malmente
,".uri.tr" o qlre no
Como hemos indicado anteriormente, el CBCA consta de una selie de
en qué medida el
niño es s,gestionatrle, nc en el seatido de una si-rgestionabiii-rad critelios basados en la Hipótesis de tlndeutscir. Su propósito es:
gerrerai <;
sugestionabiiidad rasgo, sino sobre este tema .on.."to y en esta situación "...determinar si las bualidades y contenidos específicos de Ia deciaración graba-
específica. Las preguntas slrgerentes describen"naco'tecimienios da del niño que se ha ol-¡tenido durante la enuevistzl estlxcfurada son indicativos
implausibles
o que sepamos a cierta ciencia que no han suct:di,lo (por de nna nar¡ación que resulta de inientos de recuperar rnernorias reales o si pare-
eienrplo: ,,¿y te lo
hizo también cuando os estábais bañando?,,lsaL-.:irros cen ser el resultarl-o de la invención. Ia fantasÍa o influencias de otra percona. El
do en una conc¡-rrrida piscina en un hotel costero a ras ¿;;,;f
¿;;n bañan_ concenido verbal Ce la declaracién se analiza mediante la aplicación de un con-
1 de ia_ tarde en preno junto de critedos a la transcripción verbal obtenida a paltir de la gr-abación de la
r mes de agostul), y verno§ si e[ niño acepra ra sugestión.
si la acepta h";;i;; entrevista en toda su integlidad. Al aplicar los critelios de con¡enido... es ncc(:-
introducir dr: irr,^-diato u,a pregunta ábi.rtr. si la rechaza,
p.r"d. que: (a) sai'io considerar )a eciad, experiencia, y nivel cle habilidacie: cognitivas del tesd-
las aiegaciones cler niño rro óbeáez.rn a una gugestión, (b) go." (Raskin y Esplin, 1991a, pp.179-280).
o er niño haya
advertido que le esramos pregunrando aigo der-rodo impla,rsiÁie
tanto 10 niega. vemos pues que no es ésta una prueba
y po. ro
conciuyente. En este Aunque normalmente los autores.que trabajan en este campo no Io men-
sentido, es imporranre recordar que es posible q.,. r, cionen explícitamente (Kóhnken, dada sr.r fi-lerte orientaciÓn cognitiva, sí que
nes sean váridas acepte, una sugestiór, y q.r. otro niño "iñ"
;;;-rlegacio_
que haya formulado lo ha comentado en rrlgirn mornento, aunque de forma superticial) Lln con-
alegaciones no-válidas la rechale. L, pieslncia o ,,rr..r.i, cepto clave qr-re subyace alla utilidad de 1os criterios de coátenido es e1 de
ae sugestionabi
lidad es sólo un dato orientarivo, en modo arguno definitivo -^Ti sctlpt, ya qlle, con la excepciÓn del primero, Ios critenos rniden en qué
nor^ d.
evaluar la validez de las alegaciones. rnedida se aparta 14 narración del niño del script qtte se tenga para este tipo
determinado de hechos (a saber, un abuso sexual).
104
105
Definir en derarre, .o)."pro de scripresrá rnás ará dp ros obietivos del
"r qlre no esté
presenrc cepítulo. EI Iector 'riarrrra".onT!t.
I
fanu-
acudir prá*icamenre-a c.alquier,. manual d. prl.;ü;á"."g;,,", ür'ñino pr.o. acuerde bien. Si el niño ha experimentado realmente el abuso, dicho episo-
memoria, o al trabafo originai de Schank y abekon a" r, dio se alejar'á clel script al incluir muchos detalles y aspectos idiosiñeiáSic-ós, --
necesario, sin embargo, exponer, aunque sLa.
Cíg7D. §i.,t, pr,=." con lo que contendrá algunos de ios criterios de realidad dei CBCA. Por e1
sólo ,,rp"rfi.irtÁ.nte, q,,ré es contrario, un niño que formule una falsa alegación basari la misma en su
y\ s?npt, para q..re así se entienda la lógica subyacentá l; ;;i;;;;, de rea_ script pan este tipo de episodio, o en ei que tienen los adultos que le hayan
lidad. Así, podríamo,s.decir que ,r, ,"riit es L1n " ntental que co.sti_
tuye el "conocüliento" qLle ténemos de un cierto
esqltema instruido para que formuie dicha alegaciÓn o, en. caso de que el peqtteño
rígida secr-rencia de acciones, predeterminada
evento, y.;e articura en una no tenga la menor idea de en qué consiste un abttso sexual (ausencia de
una siruación concrera. un ejernpro crásico es v
."á.#iprü,'"q.1,. ¿.rio" sctipt), su declaración no tendrá ni pies ni cabeza, careciendo de un argu-
er script,,i. nir.rtrrrü.rte,,, que mento cabal y de toda eStrucrura intema (no se currplirá el prirner-criterio y
consistiría en la -siguiente.secuencia de acciones
o.o..r, árri..r, r".r_ además la hisroria no tendrá ningún sentido).
tarse, espera¡ al camarero, pedir el menú, corne! "rr.r,"
------) pedir
rvs¡' 1a cuenta, pagar y Ya hemos mostrado en la Tabla I un listado de los diversos criterios.
salir
Ahora los vamos a describir más en detalie, incluyendo ejemplos. Rectrérde-
Alrora bien, \n script no es un episodio real, sino prototípico,el
cr_lali Se se qlle, dado que son criterios de realidad su presencia es un indicador de
abstrae de 1a experiencia o conocimiento
cre varios episodios reares, simira- la validez del testirnonio -según el concepto de valide2 descrito al principío
res enrre sí y de iclénrica oaturaleza. por ejemplo,
eiscripr i. ,i .Jr,r.,rr.,r. de este apartado-. Aunque en un apaÍado anterior hemos indicado que,
no describc una irrsLancia.concreta en que fililnos a
un i.esraLlrante, sino que dada su poca fiabilidad y validez algunos criteriós deberían suprimirse, aquí
i:esulta de 1a abstracción de todas aqueiras
ocasiones en que hemos acuclido los exponemos todos. Sugerimos al lector tenga en consideración 1o dicho
a algún re_stalrrante, y/o de lo que h.rros oído,
taurante. Dicha abstra^-,.
leído, ,oUr"l. n un res- anteriórmente para así poder hacerse una idea de la utilidad de cada crite-
"a. rio individual. En cualquier caso y para facilitarle esta tarea, incluimos un
esteripocreepisodio,::l??"t:;¿"":.'::1}ó[.:L:ii'ffi asterisco junto a 1os criterios que discriminan en al menos la mitad de los
ii",.:
idiosincrasia de los casos individ.,,rr.s, y'.ro es
sino un"::ll':iff
esquema lineal, esnrdios en que han sido sometidos a contrastación empírica, segírn se
esquelético, y estrlrcturado. mLlestra en ia Tabla V.'No obstante, ya hemos dicho que la variabilidad de
alguien q,iera i.ventar Llna narración plausible
,cuando sobre determ! las situaciones experimentales de tales estudios no permite inferir de forma
nado acontecimiento (por ej., ir al restaurante), acuáirá
tiene de dicho acontecimiento, es decir, al script.
,i .orro.i,,,i*to que directa que si nn criterio determinado discrimina adecuadamente en la
Sin ;1 ;;ru.r" mayoría,de estudios lovaya a hacer en casos reales de abuso sexr¡al infan-
dicho scril:t (que liter.almenre significa. .gr-rtón,,),
," "_Un.!o, "r,
,-,n" tii, puede darse ei .rto, po. ejemplo, de que en Ia mayoría de experimen-
estructura lineal y ordenada. y estará deiprovista
de "r.*.iá"-r."jri.a
los .lemento"s idiosin_ tos en que tal criterio discrimina se emplearan adultos en lugar de niños, o
crásicos que caracterizan los casos individ,ares pero
q'e, daclo qLre su ocu_ situaciones muy distintas del abuso sexual.
rencia no es común a la mayoria de éstos, se fruUian incJiporaao La lista empieza con las características generzles de la deciaraciÓn como
at
"ó un todo, y va introduciendo criterios cada vez nrás específicos. '
script.
Conro vamos a ir viendo , la mayoría de los criterios
de contenido se
apartan de lo esperable si se descrite u.n_ episodio ,ro .rp..i*.rruOo,
deci¡.nn episodio C".:: blLse eg el posible'scriptpara"rté ., a.- Caracteristicas generales.
(un abuso sexuar infanrir). por el contrario, tipo á".u..,ro Este conjunto de criterios de contenido se refiere a la declaración toma-
si ro-qué ,. ..r.*á .J aoroao
de los a."aectos idiosincrásicoS de .r.r" o.rr.."r.iu da en sti totalidad (pol e¡., Steller y Kóhnken, 1989/94), por lo que se evalúa
tanto, .:rú se incorporan ar script, se ván a cumplir
J"".r"rrl, ,.1!*, po, fo sin el análisis de los detalles o su contenido (Raskjrr y Steile¡ 1989; Raskin y
t, ,r.yor.ir-á., rás-criterios Yuil]e, 1989). Los criterios aquí incluiclos constituyen un primer paso para e1
cle contenido o de rearidad, c,yz ocurrencia
es, consecuentemente, u, indi-
cador de que el na¡rador probablemente haya'vivido ánálisis de ia declaración, y valoran lá coherencia y potencialidad inforrnati-
los acontecimientos va de la narración en su conjunto (Lamb, Sternberg y Esplin, 1994). Según
que describe. Es por esro po_r 1o que ,rt., ,á
vistar. a niños qr-re hayan sido abúsados en
,"¡"trUr-"i ;;li;;;-;i ."""_ Honts (1994), aquellas declaraciones que carezcan de criterios de este grupo
múrltiples o.rrio.,Er. er abt,so
repeticlo genera en'erlos memorias en forma ae siript se considemrán de baja calidad, y serán tomadas con gran escepticismo.
1n.t..ir" y o..-.r,
quc su nanación esté desprov;sia de .i"tuír., y
,., 7.- Esh'Lr.ctltra lógica.'
llljl^:::r:,1:!:
irneal pese a qne rearmente hayan sufrido el abuso.
La solución, herlos indi_ Hay una estftrctura lógica en el relato cuando los detalies independien-
cado, consiste en preguntar ar niño sobre un episodio
concreto der cr-rar se tes y diversos del mismo describen idéntico curso de sllcesos, de modo. que
pueclen combinarse como Lln toclo. En definitiva, se traia de determinar'si 1a
106
r07
,fffi=:j¡ g.r=,,1 g
t; ir i;i il,,r lr C:E
kl,\ rJ¡r<;:--#-.
,§§1-:;¡,'¡.',lrzr.i"'r,:¡¡.:,::o,¿¡:Ia!i':*Itt¡c!t
B I BI,!ON:C..\ TU N!DADORES
\;
declaración ,L .o.,¡u.,ro es coherente y
",.,
(Anson et aL., 19e3). ri";p lógica,. si. s.s par.tes ,.encajan,, ,l
óm;';;;',L yÉoyctruk (19b2) olrecen una basaúa exclusivamente en ei sctipt. De hecl-ro, es razonabie que eL pl'tnrer
ú1il a niver p'a*i'oi
i;!;:;;':;X
Los
'i'ü')"lúáli";;";;i;;,i;,,
se cutn- cl'itelio se dé en declaraciones válidas y tarnbién en las no-válidas, pelo
cuando ambos criterios, el primero y e1 segundo, están pi'eseutes, se com-
diversos alltores que detinen
este criterio entatiza¡que ni ,a pre-
sencia de detarles inusuales (crirerro pensan y se logra un equiiibrio que caracteriza a las narlaciones válidas.
si;. la aparición cie complicaciones
5;; i..J;"t:,::1"#_1),,,?[f§1ff .r.:,#anenreconraestructurarógica 3.- Cantidacl cle cletalles.'
4. - Engranaje contextual.
- Por supuesto, ,a farta de estructura
rnlsmos aulores señaran_acerkdamenie no esr:á.exenta de iímites. Así, estos Se trata de que los sucesos r-eales están s¡.rmidos en una realidad espa-
sistencias que no se pueden.resolver qu. ii nry en ra decraración incon- ciotemporal concreta. Hay que atender, por lo tanto, a ias interreiaciones
bal, se viola e[ crirerro anierior. (.rt.u.ruá J,r,*"*ro de ra dec.rarafiórr gto= tiempo-espacio. Todo acontecimiento reai se encuefltra inexricabiemente
".,-!i ü
d emo¡ .". o.' q.:,. es re cri re¡ io *r t::X?,,j:rf, entrefejido con las circunstanclas externas cambiantesr sucesos diarios, háltr
"o- es cornptetamente
una declaración r
" "i".tgl?"
it" ffi ";:: tos, usos y cosrumbres, la familia, conocidos, etc. En definitiva, se r¡ara de
rio' con lo que no rendrá ningún
í".rr*.,rrr¿" .;, ;;;;';iI"pIliT,
.rir"_ que el conrenido de la declaración encaje en un conrexto espacioremporai
ca no habrá digresiones ni fJka
r.;;;,';r;;ene ra máxir¡a esr'rucrura rógi- concreto como la pieza de un puzzle. Todo acontecimiento ocurre en un
d;;;**,iloá.,, .o., lo que ra nar.ración se momento dado y en-un lugar dado, sólo ias narraciones inventadas estarán
108
ubicadas en un vacío espaciotemporai. No se cumple este'crirerio, pol 1o
109
\
ranro' si er niño dice, "Me \o hizo en casa cuando mis p*dres
(Raskin y Esptin, I 1.991a), p"." no estaban,,
cstc día papá tenía una re,nión
ii ,i ái..1" ,rr, padres n^ElÁr,iá", porque Un eiemplo sería si una niña pequeña .onru.u'' "Él me dijo 'ven aquí,
.on rrt .o.npln.,.á, ál"á;fiffi y pequeña zorra' , yo dije 'no' y é1 me diio 'ven, sólo quiero iugar,un-ratito-cofi:
tLrvo que lievade en,coc^e pórq*1;*ü.,a , mamá
vive ,t:era cle Ia ciudact. y ,_,L..ri,ruu;?;;'h.. tlnía q,-,. rririá.-riir.cln.", qu. tigo, pequeña zora"' . Vemos aquí que la conversación se reproduce palabra
ra' pero no abrÍ' pero. v. .i
entró, pues mamá siempre orvida
qr..iü*;;;pr_rer_ por palabla, y que el reiterado empleo de la expresión "pequeña zorra" no
!1 cerrar ^la
con ,rave corresponde a una niña de esa edad, por io que sería improbable que inclu-
:il:,'JJ ::':?:.?:T:"::: :j,1¡, n"'-l"t I ",il ii. i,,.r ", r.,,,
:':; Í :. yera dicha expresión en un relato inventado. t
7.- Complicaciones inespetadas duante el incidente.
Ii?,?,.#:#*;#,*,#.Jü:::¿:H,S#iX'".,ilti,*¿'áiilL':?1ij Tales como interrupciones imprevistas, problemas inesperados, dificulta-
5.- Descripciór,t cle interaccíottes.. des en la naturral terrninación espontánea del suceso, etc. Aquellas personas
Alude a acciones y reacciones que mienten, incluso adultos cognitivamente capaces, no suelen desviarse
mutuas de lo esperable, del guión (script) estereot-lpico del incidente.
alguno ¿. r
daca" "uá,
o un conrÍnuo .prrr.r"más q". ;;;;#,1,ff1§::ir:*l i:.:ffilr;
;"^je"ien Un ejemplo Que citan Raskin y Esplin (7991a) incluye una intemrpción
f, pá"r, I ñrsii,r.y aspm, e99La)señulan inesperada: "Estabamos en la cama y é1 me lo estaba frotando. Paró cuando
debe haber un rnínimb de tres qt,e
á;;;;e.:lóa4 +> Acción B lrespuesta liamaron a 1a puerta para traemos pizza." (p. 283). También podrían ser
ln*.:1.:,t.Al::,u" ;;;.;" funda_
c t .,p".,i,1ü.1..,0, Br). Este complicaciones, por ejemplo, el irecho de que accidentalmente alguien res-
balara t¡ se cayera, dificultades a1 intentar bajar la,cremallera, etc., es decir,
,r*rxi:*;rikij:x; jxilJ]r:!.1:';ri":1ffi
niño_
ff r#üirr¡
-**"'*'v-r€splresta es muy difícil
(Kóhnken y Steller, 19gg). para el
todo detalle peculiar e idiosincrásico que, de no haber sucedido realmente,
no tendría sentido en la narración, pues se aparta de lo i'normativo" en este
tipo de suceso y además supone una dificultad imprevista que interfiere el
si ,a desc'ipción de interacciones
versa sobre una conversación
y ésta se desarrollo de los acontecimientos.
patabra,;";;;;",, oo, .;,,;;,.;, .;; EI limitado poder discrirrinativo de este criterio pudiera deberse a que,
;::T'¿t'.""?:f,türü: y er 6 (ste-
para que se dé, debe haberse producido alguna complicación inesperada, lo
un ejempio de descripción de inreracciones
sería: ,,Ér me miró f,ijamente cual es infi-ecuente incluso en casos reales. La discriminación de este crite-
lAc-ción A, del agresol,^a
*: ,""rré ;;;;
niño,' él me dijo glle no corriera, haci.a tapueftá f¿.¿iá., n, aa rio no es entre casos reales vs. irreales, sino entre casos reales con compli-
qu" -" haría cación/es inesperada,/s vs. otros casos (irreales y reales sin complicación/es
fAcción C, deJ agresorl, y como y;
i,r q;;
daño,
"" á" ,91 a aLcanzary vino detras mÍo inesperada/s).
por si alguien me. oía y venia empecé a gritar
a ayuOa¡ne-te'..rÓn D, del niño1,,.
6.- Reproducción cle conuersc¿ciones., c.- Peculiaridades del contenido.
Este crrrerio es un indicador
más fuerte de Ia credibiridad Mientras que Steller y Kóhnken (1989; Kótrnken y Steller, 1988) especifi-
pese a que también puede que er anrerioq can esta categoría, otros autores (como Raskin y Esplin, 199La) la omiten,
esrar ausente en m.,cha, declaraciones
"No se 'satisface merarnente váridas. incluyendo 1os criterios en ella comprendidos en Ia anterior (contenidos
con Lln
srro qu'e exrge una ,uo]:1.vir¡yal burdo rerato crel contenido-á"laiatogo, específicos).
El rclaro <.lebc crear Ia impresión
d. tas;ri;;ras de al menos una persona.
a. En cualquier caso, se agrllpan aquí aqueilas características del testimonio
qr"Li-i".tigo volvió a e.xpelinienrar
coi,rexro verbar clé ia situáción qtre increrirentan su cor:creción y v:eza rSteller y Kóhnken, 1989), panien-
1,,89/94. n 195), en lorma A" :"",
d h;.;1.";.u;o¡.; iolu.yll?xn"u"^,
el
do de la base de qr-re tales características serán más acentuadas en aquellos-
h:rbla. vocabulario. erc. A"
.rpeit.'0. ,ot._ptaying, emplea.do el acontecimientos que de hecho se hayan experimentado. Mientras la catego-
o,ror"J[onrt."',,,"fier, -,..'tggg).
rn!r"; Segúá esros dos
..
u tore s. o s [x § 2 n r" s
d e be n,"r ...o., o.-ibrlr"
ría contenidos específicos era básicamente cuantitativa (cuantiflicar los deta-
_":"s T ^* l
l l
111
,\
I
trgación dei NICHD. corno rremór ¿i.rro-"i.r-iormente "G.üá l" ir,,,.r_ motiuaiion.al (¿estatia ei niñó disptlesto a inventar esta alegación?)' Para-
gación empiica relevanre, Horowirz, ar revisar la investi_ fl.aseando a Kóhnken y steiler (rgas), "normalmente no se ffRera
de una
irlü,'Erpfi., Boychuk. Itisprn y Rei_ la de forma deliberada ofrezca un resrimonio falso que lleve
r('r'-L:rverv (1997) ht'aron que rnr
.rit.riás t.ráil..'*;L;fl;;;.';or"..io.,", ;;;; cual
(p. 42). Obviamente,
esponrárleas y admisión
de farta o" ,n"*o.i, tenían u,a insuficiente a cabo conducras que podrían periudicar esm meta"
poco
dad interjueces. Además, los criterios fiabili_ alguien formulando lrna falsa acusación para culpar a otra persona es
detalles inusuales ienían tarrrbié., u,r"
ár"-.áio.r., y que inrroduzca contradicciones en la misma que podrían restarle
rirnrti-ard más "rr..rr"il.lo".ünadas f-r:obubfe que
a 1os autores a sugerir qr-re estos criterios bien ri,ritada. Ero rleva lredibilldacl, que admita no recordar ciertos hechos de importancia,
deberian ser reformurados o elir¡i dr-rde de su teitimonio, que se culpe a sí mismo de 1o sucedido y no al sos-
nados sin embargo, sorprende
erilos p,_ruricaciones postefiores de pecl-roso a1 cual se práténde perjudicar, y qud perdone a.dicho sospecho-
este grupo (por ej.,,.Lamb, "n.o.*
lo97: o,'bach.y Lamb, 1999) .sternberg, Esplin, Hershkowitz, Orbach y I{ovav, so. En definitiva, nos fiiarnos en'si el niiio rnenciona detalles qtte,_caso
de
que loí..iiIri", qL,e ettos;;;,;;il"1sisrema clesfavorables para sí mismo"(Steller y
son cuatro de los que Steller y q.r"1. narración fuera faisa, serían
Kóhnken (19g9/94) llamaron ,icdterios Éoychuk, 1992). Bekerian y Dennet (1'992), no obstante, responden a esto
qu. ué a.rc,iüirá" en breve, má.s el crite,io ,,No esrá claro por qr,ré exactafnente los mismos afgllmentos no pue-
fl":."::"^::,1i,::,1y1::1",
¡. J r¿.,4LLL,,rrrLu,> ce t, olensa,
qLle.ya Raskin y.Esplin (l991al
crera_ q.,á
que un
l:Lci:irlo .r la lisra de valir-lez. Có,"t h:-rbían tras_ áá., y deUe.t set apiicacibs a Lrn niño que diga la verdad"' Dado
yá f.r"rr"r'.o*.n,^d;-á;;i;;;"nre: pencliente de que el oyeflte crea
acertafiros a cornprender esta tiiscrep".r.i, no niño ha decidido decir 1a verdad, estará
.ár." los criterios fo.o ñrur., y que la declaración es verdadera. si el niño piensa qué los comentarios indi-
se han sr-:prrrnido Oef ,lrt",lr,'"lp..irf,r".rte del
^",:.i,:: en Larnb, Srcrnberg, Espiin, Hershkowitz.
e,empto c.,ur.,dá I..,r.,rr, po, cativos de falta de certeza pueden af'ectar negativamente las reacciones
y Orbach (1997). que la se eviteri. Entonces, los criterios rela-
'supresión de tares criterios tbeáe.e' a tos ,esultaaos erapír-icos áf."r", puede que tales cómentarios
de Horowirz et al (7997). del estu<Jio cionadoi con li motivación pueden set tan escasos en las declaraciones
En cualquier- ca.so, cie los criterios referentes verdaderas como en las inventadas." (p' 342) Describamos' no obstante'
Lar¡b manrie*e sóro el 14 a.la motivación el grupo de este conjtrnto de criterios:
-corre..iñ;-;;-r"nráneas-, que curiosamente
114
11.5
'\ I
I 4.- Corecc
ion$ espontáneas.
Acabárnos de describir este criterio al t
\
co,rerrrar las mocliflcaciones der
grupo <1e1 I{ICHD sobre el sisrema á.-s[11".
y Kóhnken, quienes originar ' 1.- Elementos especíticos cle la of'ensa.
mente 10 sirr'raron en-éI piésénré;inil."R;gamo.s
líneas si desea leer ia ctescripció"
al lector rerocecla unas Esta caregoría, descrita por Steiler y I(ólrrrl<en (1989), frré hpiimida por
á" ári" c¡iterio. Raskin y Esplin (1991a), y su íinico criterio (detalles característicos cle la
15.- Aclntkión de falta de mentotia.. ofensa) se ha traslaclado a la lista de vahdez, donde io incluimos nosotros.
se espera que se dé cuando se describe
inrenrar perjudicar a .n inocenre.
un hecho vivido, pero no ar coorirrcactóN: ApLICACIóN DE Los cRITERIos'DEL CBCA A LA TRAi\scRIP-
enrr-evisrador soricira información ;rilf¿;, ¿i;;i;)il"r,I,."
Raskin ,:i,.rü, .á'r#;,u;'lJ
el cuando clóN ng LAS ENTRE\4srAS:
memoria debe ir más ará de decir ,..,..ur,rlnt" rur,, .t"
"no ,.no
Citan a una niña de 9 años diciendo: ;ür_u, me acuerdo,, o Io sé,,. Quizá sea aquí perrinente lecoldar Llna vez rnás que los critel'ios se
menos la parte de cuando esrábamos
Io olviclé todo sobre esto denominan criterios de contenido (dado que exploran el contenido de ia
.r., áí .o.fr..,, (p.255). En una de las
entrevista§ rcartzadas por nuestros alt¡mnos declaración) o de realidad. Esto illümo implica que la presencia de cualquier
a niños quc se hubieran visto critelio apunta a la realiciad cle ia declaraciÓn (es decir, a su validez). Por lo
directamente env.erros en argún u.o.r,".i*i.rrio negaüvo en que
experimenrado faka de conrro[ (Stelle¡ h,bieran tanto, a mayor presencia de ios criterios, mayor próbabilidad de que este-
19g9), una niñ, r.*rpán,[] una invi_.
tación con .no sé exacramenre como e,npiezó mos ante una declaiación váli<1a. Ahora bien, tlxietxtras que la presencia cle
1a.or;;,;;";;ii.,".,1.i0, p^.,
a describir lo que sí recuerda ¿"t ,.""i"-.iÁi..rto. los criterios es ttn inclicctd.ot de la ualiclez de la declaraciótt, sr-r. atsencia en
ningúrt modo implica que dicba declaración sect Lr.na inuención. Esto es
16.- plantear dudas sobre et propio testintottio. especialmente cieffo en aqueilos criterios más específicos.
Una persona oue pretenda parecer creíble El análisis de las declaraciones mediante el empleo del CBCA debe bacer-
al hacer trna ale.qación falsa
no ptanteará dudai sotre a .r"áiuiliáloiái, se sobre una transcripción de l;a elxtreuista.. El material debe, por lo tanto, set'
,t"gr.ión
t9,9/9'i, Et testigo que ha invenrado ;.#rr;;rJ;'i"*, (steilei-y üonnk.rl, escrito, lo cual permite al evaluador volver sobre partes específicas de la
:Jir). que declaración, relecturas, etc" Se trata, según comentan Steller y Boycl]uk
entrevistador lo advier-ta, mientras que
er,".r. pu"a. ...on,r..rl, irnplau-ei
sibilidad dé acusar a un l'espetable adulto. (7992) de un análisis de la declalaciÓn frase a flase'
nrrni, y Esplin citan el sigtriente
ejemplo: "ya sabes, esro es ian gxtraño y.fli. Hay algunas noffnas en que los distintos aufores que trabaian en este
L. es tan majc que pensé que
nadie rne créería. por eso no quise ciecirselo campo se muestran de acuerdo:
a mamá.,,(p. 285).
1 7. - Autó clesctpro b ación. a. Deben considerarse sólo aquellos contenidos que estén relacionados
con e[ incidente sexual; 1os otros no nos conciernen"
La "confesión de co.ducta.impropia
o e.onea no se espera en el tes- b La información que se repite debe evaluarse sÓlo tlna vez.
,iT:.lio. engaño.so que pretend, incriminar
falsamenre al ;rcusado,, (sreller
y :i(óirni<en, lgSg/94, p. US,r. e",
.¡"rrrpio: .i.uecle qr:e i.uera culpa mía. 1: Hay información que pi:ede punluar en más de un criterio. Un ejem-
&lamá nunca nos deia ir a pio de esto nos 1o ofiecen Steller y Boychuk (1992): "priinero me
iugar
ra ido esro nunca hrbiera'süedidá,,. ^r
;riaila"l sr. v. puede qrre si no hrrbie- hizo cosquillas y entonces me dijo 'luelvete sobre e1 estómago' y yo
estudio empírico ha logrado.hasta el
¿;;; ,.To: en la Tabla V, ningún dije 'no, no quiero' y ól me empujÓ" (p. 53). Según estos autores, este
para este criterio.
;;;;r" hallar apoyo experimenral fiagmento cumpliría los criterios 5 (descripción de inlelacciones) y 6
(reproducción de.conv-ersa,ciones).'
18.- Perdonar al au.for del ctetitc. -
Las repuesias a preguntas directas qtre no vayan más aiia de lo que
Raski' y
rspiin ex¡;iican que a menucl. ros niños se dice en dicha pregunta no deben codificarse"
positivos o ambiyalenr.:^Li:,1i, agresor, ricnen sentirnientos
I q,_,i...r, -i"i*irr. i"r'p.áfrf._r,
que podría causar la acusación, Érp".iri.ri"nte
cuandoe1 agresor es un El uso práctico del CBCA es hoy un método semiestandarizado, el resul-
miembro de la famitia o algtrien pré;;;';-;rra. tado del cual está basado rrlás en estimaciones clínico-intuilivas que en
tienden a discuroar re cond-ucta al=1 ,#r.. er¡á lir.-r"ri.r"rr.irr,
"str,ra serieaad
o a minimizar regias de decisión formaiizadas, pese al esñrerzo acruai en este sentida (Ste-
"sé qtre.no quería hacerme d;?.-sái, del
1,?u:"' esraba muy borracrro v ar día ller y Kóhnken, 1989/94). La aplicación de ios criterios de contenido no con-
;:;á!l-
parecía muv triste,
Y ¿va a i,,
ia .i.."t?" (R;;kil;:uiii"".',ll,r, siste en Lrna suma del número de c¡iterios presentes en una declaración',
Puntos de corte, suma numérica de criterios o ponderaciÓn de los mismos
son, de momento, estrategias poco recomendables hasta que la.investigación
716 en cLlrso permita dete.minar iómo proceder- (Raskin y Steller,'1989; Steller,
117
1989; steller y Boychuk, tgqz). oesae luego, resulra claro que unos crirerios )
resultan más esclarecedores que oiros, como han demosrádo diver.sos tl-a- ' En realidad, ala hora delconsiderar la presencia o ausencia de los crite-
bajos-einpíricos según hernos podido comprobar en un apartado anterior. riós en un testimonio dado,se puede optar por Llna de las siguientes apro-
sin embargo,. a menudo los criterios con Lrna varidez potentialmente mayor * xinraciones alrernatlvas (Steller y Kóhnken, 7989/94): (a) tomar meramente
son también los menos fi'ecuentes incluso en declaraciones de hecho váiiclas una decisión clicotÓmica sobre la pfesencia/ausencia de cada criterio espe-
(por ej., complicaciones inesperadas o de¡alles que se describen correcta- cífico, o (b) ofrecer una puntuaciÓn que refleie la tuetza y grado con que
mente pero se malinterpretan). Desde luego y según apuntan Kóhnken et al. cada cliterio particular está presente en la declalación. Así, por ejemplo,
(1,99r, unas declaraciones serán más susceptiblei de presentar cie¡tos crite-
henros viSto que algunos aLrtores han evaluado cada critelio COmo 0 (ausen-
ilos que otras. Así, por ejemplo,.si no se ha producido-dr-rrante el evento nin- te), 1 (presente) o 2 (fuerten-rente presente). Nosotros nos preguntamos
guna complicación inespelada no podemos esperar hallar la presencia de un cliterio debe evaltiarse como pfesen-
este criterio (complicaciones inesperadas durante el incidente) en la decla- o dónde está el límite para decidir-siSegún demostfaron Steller, '§ü'ellershaus y
t" o .o*o fr-lenemente presente.
ración. Ello hace exrremadamente difícil el alcanzar la estandarización del \{¡olf (1989, citacio en Steller, 198D,la concordancia entre evaiuadores nove-
CBCA.
les y expertos era menor al pr.tntuar el grado de presencia/ausencia de cri-
Steller y Kóhnken (1989/94) señalan que: terios qr.re al valorar meraÍIente si estaban presentes I no. Probablemente,
"AcRtalmente no existen reglas cle decisión fotmalizadas para combinar los la fiabilidad entre juecer se vea también mermada en el primer caso.
crlterios de contenido o para determinar punnraciones clavé para diferenciar lJna vez se han evalllado los criterios ittdiuiclualmente, se debe tomar
enrre declaraciones sinceras o engañosas en base a la cantidad o fuera de los una <lecisión global en 1o que concierne a la valtdez del testimonio baio
criterios de contenido existentes. En la práctica alernana existe una regla pr.ag-
mática de que al menos deben darse tres criterios de realidad para corrsicterá. ,.1¡
escrutinio. Ello permitirá ttna apreciación de la probab,ilidad de que la ¡arra'
. ción del niño concierna o no a algo que éste -realmente experimentó, pero
testimonio corno creíble, pero esta regla pragmática es engañósa. Debe apuntar-
se que los distintos criterios de realidad tienen diferentes ialoreq para evaluar la para ello es necesario consiclerar ántes los faciores que comprende la uali'
veracidad de una declaración.,'(p. 200). clity cbecklist, en nlrestfa opinión demasiado arnplios, generales, imprecisos
y po.o operacionalizables para pefi4itir una aplicación estricta, objetivzt y
La sinración no ha cambiado mucho desde que sreller y Kóhnken escri- iepticaUie ae la misma, Pero pasemos, para dar fin a este capítttio, a descri-
bieron estas líneas. Craig (19g5, cirado en vrij y ekehurst, 199g) considera bir dicha lista de validez.
que el número mínimo de criterios para considerarválida una declaración es
cinco. Yuille (1988) Iogra identificar correctamenre Lln 900/0 de hisror.ias ver- C. La lista de validez.
daderas y el 74./+0/o de 1as falsas considerando válidas las declaraciones que
tuvieran los cinco primeros c¡iterios y.dos más cualesquier-a. Tye et al. (en
. Jtzgar una declaraciÓn como válida o no-válida exclusivamente en base
a 1os criterios de contenido, desestimando evidencia independiente más
prensa) encllentran que e1 número medio de criterios án declaraciones ver- ,.dura,, que apunte en otra dirección, SefÍa un grave elror de consecuencias
ciaderas es de 5.75 (aunque só1o empleabanl,2 de tos 19 dei sistema están-
potenciálmenre muy graves. En éste sentido, Raskin y Esplin (.L991a) indican
dar), y en las falsas de 2. Raskin y yuille (19g9) indican que.la presencia de
que, "El CBCA no constituye una base suficiente pafa alca zar una conclu-
los criterios estructura \ógica y producción inest¡,rcturada debe i., .,.ru .orr-
sió., definitiva en lo que concierne a la validez delas alegaciones. Un niño
dición indispensabie de cara a considerar una decraración como váIida, y
pr.rede haber producido una declaración en que estén ausentes la mayotia
qr-re el cumplimiento de un mayor nirmero de criterios permitirá una con-
áe criterios debido a diversas fazones, y la invención de la misma es §ólo
clusión más firme sobre [a validez de la declaración, esoicialmente cuando
una, y a veces Llna declaración que contiene varios crlterios ptlede ser inven-
se cumplaa crlterios tnuy específicos (p. 202). Es también Raskin, esta vez
tada." (p. 286). Con la lista de válidez se pretende. i-'or lo tanro, examinar
con Esplin (Raskin y Esplin. l99la), quien indica que los dos criterios que
toda la información accesible, para asi cualificar los resultados obteñidos con
deben necesariamente estar Dresentes pa¡a que un testimonio sea vá1ido son
la aplicación del CBCAy tornarrla decisión fin¿l sobre lavalidez de ias ale-
los de estrr¡ctura lógica y cantidad de detalles, tomando en cuenta la edad,
gaciones:
est¿rcho del desarrollo del niño, y la naturaleza y complejidad de los aconre-
cimientos. De hecho y tal como indicaban ya Steller y Kóhnken (l9gg/94) "La decisión última sobre la validez de las alegaciones y cómo prcceder' de
"segirn e'1,imentan las capacidades inteiectuales de un testigo y la compleji- la mejor t¡anera con la investigación y otras acciones formales debe basarse en
un juicio complresto que incluya la calidad de Ia declaración, la adecuación de
dacl' de un suceso disminuye, la aplicación del análisis áe declaraciones
la entrevista, y el grado en que los criterios de contenido se cumplen. Este jui-
mediante criterios de contenido se hace más difícit, o incluso insignificante.,, cio esrá mediatizado por Ia n-reclida en que los aspectos de la lista de validez se
tp.200). .ven satisfechos, así como por la evaluación diagnóstica y la competencia gene-
ral del niño, y la ptobable adecuación y efectividad del niño corno testigo. Esras
118
119
últirnas consider:rciones irnplican la consicleración c1e información acliciohal
que
hayarl obtenido otr.os ps.icólogos, investig:dores, trai;aja<1ores sociales y profe- )
sionales del sisrerlá legai.', (Raskin y f-úitie, 1989, p. ZOZ). denominan "factd,cs relacionaclos con Il declaración" y la ponen al rnisnlo
nivel que la'categoria preexistente denorninada "cuestiones investigativas".
Honts (1994) rJice q,e si el cBCA indica que estamos anre una clecla¡a- Según estos autol'es, ios factores relacionados con la declaración,,que se
ción de calidad, entonces la lista de validez nos si.e para evaluar las l-iipó- basan en inforr-nación obtenida directamente de 1a entrcvista, deberían ser'
tesis aiternativas, rnientLas que si la deciaració., pr.r".rtu pocos criierios
de
evaluados por- ei psicólogo expelto que haya realizado el análisis, mientras
contenido la lisra de validez nos permite e.rco.rr.ur upoyo ádi.ior.rt pu.u i rru que las cupstiones investigativas escapan a su competencia.
de Ias hipótesis alternativas, o nos ayrsda a expricai dL orro modo 1, po.o
calidad de la declaración indicando, por elemplo, que 1a entrevista se ha
hecho de forma inadecuada, o que rai habilidadd expresirras ¿et nino son I.- Factores relacionados con la declaración
demasiado limitaclas.
como sucede con la. entre.'isLa y como sucedió en un principio con los A.- Calacterísticas Psicológicas.
criterios de ¡ealidad, varios aurores han propuesto diversas listas c1e vaiidez,
con algunas diferencias entr-e ellas. Describimos aquí 1a explresta por 1.- [.imitaciones Cognitiuo-En'tocionales
(1989), por haber gozado.ésta,-1e gran acepración steller Hay que explorar si hay indicaciones de que la adecuada obtención de
dLsde su publicaiián tapa-
rece, por ejemplo, en el influyenre artícuio de Raskin y fspUn, 1991a), pése información durante el proceso de la entrevista se vio metmada debido a
limitaciones en las habilidades cognitivas del niño, falta de voluntacl para
1^4^g:"ur meioras posteriores (en Raskin v yuille, rqép; si.llÉr-i-ááyar"t, discutir los acontecimientos, o incomodidad durante la entrevista"
1992) que tambien recogemos aquí. El .rql.-u de dicha lista
de validez tal
cor¡o la presentamos aqurí se recoge en lá Tabla IX. 2.- Lenguaje y Conocimiento.
I)ebemos determinar si el empleo del lenguaje por el niño y el nivei de
I. Factores relacronados con la declaración conocimiento que muestra están más allá de la capacidad normal de alguien
A. CarLrcteñslic¿ts psicológicas de su edad y experiencia, y más allá de 1o que el niño pr-reda l-raber apl'en-
. 1. l.irnitaciones cognlttvo-emocionales dido del incidente. Steller y Boychuk (1992) señalan que si las características
2. L.:nguaie y conocir!ticrtto dei irabla del niño o sus descripciones sugieren una influencia de los adul-
j. Errrcrciones duranie la entrevisra
4. Sugestionabilidad
tos en la preparación de la declaración habría que investigar esta posible
inf-luencia de terceras personas. Raskin y Yuiile (1989) sostienen que Ia eva-
B. Cótracterítticas de la IntreDista
luación de los niveles cognitivo y lingriístico puede requerir una evaluación
5. Procedimientos de entrevista psicométrica del niño, así como entrevistar a los padres sobre exposición a
. 6. Influencia sobre ios contenid.os de las dec.laraciones
información sexual que pudiera explicar el conocimiento sexual que ei níio
C. Mo¡iL,¿icia.::
haya inostrado durante la entrevista. También Vegener (1989) aboga por ui
7. Circunstancias de la Jegación original emple,r de tests estandarizados para evaluar las capacidades cognitivas y lin-
8. Motiva¿ión para declar:ar
9. Influencia por parie d( otros
güístrcas del niño.
\h hemos señalado anteriormente la necesidad de obtener inforrnación
If. Cuestior:er iflvstigativas de los padres sobre exposición de1 niño a material de tipo sexual, y la pro-
10. Fxlta de realismo (ilconsistencia con las leyes de
11. Declaraciones inconsistentes
la naturaleza_) biemática de evaluar 1os nrveles cognitivo y lingüístico al niño fo¡malmenle:
12. Evidencjr contrJdictoria ello contribuiría a. su rrictimizacrón secundatia a nuestras manos. Por supues-
13. Crtracterísticas de la.ofensa to, Lrna evaluación "a ojo", si bien puede ser útil para ajustarnos ai nivei dei
niño durante la entrevista, no resulta en modo alguno fiable cuando se trata
Tabla D(. La Lista de Validez.
de considerar seriamente 1a lista de validez, por 1o que no parece haber una
salida fácil a esta problemática.
125
\
lúen tales capacidades'mediante tests l
estandarizados, ei que alucre.
adecuada expresión de sus emociones. 4rl¿a(r(rs' o el
)
aitlc a
significaría sin duda yL notable paso adelante. Nosorros tr.rno, dejado oir
No deseamos terminar el presente a nuqstra voz. Ahora sólo ¡esta que los profesionales del sistema de admi-
rabaio sin cierta puntuaiización. nistración de justicia la escuchen
La
fl]:,1i:3.jii:.li:111.11á1",J"a,á-"T,ü,publicacionesreievánresen
nuestro pais haya recibido una nula
uorr.iO.r, si exceptuam., ,*JH,::;:
l,,enes del sirema previo de undeutsch
d.l;;;";;":ñ;;;
cur/ (por ei., 1994: p,g.,: Al"r;;_ó;;."urr, fii,rro_Qu._ AcnaorclurnNtos
y
han hecho que nos folarízzramo";q;;r;b." ,Ot+>, ron .i..r.,Jr],rcias qtre
nes a ra eval,ación der ab,so esre rema. orras aproximacio_
r.*.o-iiriái,i] V/e wouid like to thank several scholars for providing us with some of
senre exposición -o han sido h;; ;küe;.i;ilí';. ra pre_ the papers we have reviewed here. Those papers were unpublished or
mencionadas roro in.rá"rr,;ñJil;:,
ejempro la evaruación ¿r .or,¿.,.ir"'-rll""u"a1 io.',o ,o. otherwise dilficult ro obtain. The ar-rthors who kindly senr Lls their papers are
ernpleo de muñecos a.natórnicarne"i. po. prrte dái niño, el
-E_r".ro.,,
.á-.rloo, (Boat y P.A. Granhag, Luise Greuel, Charles R. Honts, §íendy Kneller, Günter Kóhn-
uso de rests psicométricos como 1986), el
Friedrich, lggD o e, Trauma
e l
i"yy"iÁ¿i -
ü'
é¡""*t
i*íJ)io,y ccsa t,
ken, Michael E" Lamb, Francien Lamers-\Winkelman, Susan J. Sachsenmaier,
Kim P. Roberts, Marcus C. Tye, and Blanca yázqtez. .
svmjto" Jrnt*¡g,- "ir¡""r'
ét-rw"í"c7rcr,Briere,
1996). el protoóolo a" cr"",_,ú.,.;"d;;;r,'"rc. La prepa.ación de este trabajo ha sido posible gracias a la financiación
entre orros, Berliner y conte Esros sisremas
los revisan, otorgada por Ia funta de Castilla y León, Progranza de Apoyo a proyectos de
Lanb (7994), v sachseruneier yCró:),'í"í*"*yer
waÁo"1lqqsl, y
(1998), Kuehnle (1998),
Inuestigaciótc, Ref. 30198.
al lector qr" d"r"" a esros
alrrores remiümos
profundizar en estos protocolos.
Segúrn Lamers-Vinl<elman
CrSqSjl, S\íA".r,rr., ha pretendido ser
sino un ma¡co de trabajo sistemíticá. Lrn resr,
el cBCA sí que prerenar.."";¿;;; ñ. .ür""*, y, ñ"*o, .o*"rriroo q.," . REFERENCIAS ereuocRÁFrcas
vínketman comenh tainbién .ñ ií",rr,*menro evaruador. r-amers-
tener acceso a roda f*enre,¿. d;, ;;;; uji,.r. la SVA, et evatuador debe
nrarivas legales puedcn hacerto
i"it.."i.á;,;Huó rl...iur", .1J*r, .,o._
Akehurst, L. (199D. Deceptiolx at'¿d its detection in cbilclren and adttlts uia uerbal and
áii-,.tt' ;;;;;:,' "::"#:r:g:.:l:, nonuerbal cz¿s. Tesis Doctoral. University of portsmouth (UK).
I es u.*d. n in r,ia r a
e ga I p d c*,á"' i. ÁTI:n¿ ;: ["il.T,?TTJ::
r Akehurst, L., Kóhnken, G., Vrij, A. y Bull, R. (1996). Ley persons, and police officers,
i9].
den irnpedir que se pu-ecla entrevistar beliefs regarding deceptive behaviour. Applied Cognitiue psycbologlt, 1q 46I-471,.
ar iiao sin [a presencia de uno
padres o cuidadores N: r: cle ros Alonso-Quecuty, M. 1,. (1990). Recuerdo de la realidad percibida vs. imaginada. Buscan-
rrara aquí O" rar-p,r.t, pri.oiogi,
la crean los hornbr.es (variables ¿lf
,".*"j, h psicología no^ir"f"y, f, f.y do la mentira. Boletín de Psicolggía, 29,73-86.
estirnar) Allí donde no haya ."";;;;;.; (variables a Alonso-Quecuty, M. L. (199». Deception detection and reality monitoring: A ñew answer
runcionamie.,topsicJógic;;.d;;:;lXlj,l#,,llff to an old question? En F. Lósel, D. Bender y T. Bliesener (Eds.), psycbotoglt and laut:
eiempio' si Ia presencl-gr Sl:ffi
y" r¿"rl"'rig;iñárivo duranre ra entrevisra coar-
L:Xll,ffl Internatiolxal pelspectiues. Berlin: Valter de Gruyter.
ra rl niño. enronces coarra al Alonso-Quecuty,M. L. (1994). Psicología del testimonio: El niño como testigo y como víc-
to deba cstar presenLe' porque
*n", po.-ñu;;; qr. la tey cliga que esre adul_ tima. En S. Delgado (Ed.), Psiquiatía legal yforense (Vol. 1pp. 483-49r. Madrid:
es así corno funcionan las personas-. pero Colex.
podemos, con algo o.^o^1"1,
áuJü'#; erzo, adapt' ta
sí
tey atfr-rncio_ Alonso-Quecuty, M. L. (1995a). Detecdng fact from fallacy in child and adulr witness
#:,:i:,*" j:',5r'':?",' Los juristas á"Ú".iu., .r.".ñ,,'r,, .)J.3, .r. ro, accounts. En G. Davies, S. Lloyd-Bostock, IvI. McMurran y.C. §Tilson (Eds.), pg,cho-
logy, lar.o ancl ctúninal justice. Irxtenldtional deuelopments in researcb and practice.
dii".t^,p-,pá¿rii",*J,:,JilXffi :#ff ;,''.l:',:_?,i}rT#,"::;:1,,"á: Berlin: \ü/alte¡ de Gru¡er'.
de justicia rr".i"". iJúiar*"",".
llil:,:,.i:run
rnvesrlgación en psicorogía Un primer paso de la Alonso-Quecury, M. L. (1995b). Psicotogía y tesrimonio. En M. Clernenre (Ed.), Funda-
.irrrídica
p'obJernáticos en esre sentiáo
.r"ri;á;;
identificai aqueros mentos cle Psicologíafi.nidica. (pp. 171-184). Madrid: pirár¡ide.
y p,";;;;;;""i.,.io.,.r. E[ segundo aspecros Aionso-Quectrty, M. L. (1996). Las reorias implícitas exisrentes sobre los niños-resrigos
ürrportanre aún puesro que si paso, rnás
nó se da ¿á;;sfuerzo previo ,es,-,rta estérii, como moduladoras de la aceptación o rechazo de su testimonio. En F. del Casüllo y
corresponde a ios legisracrores y J. D. Valdivieso (Eds.), Cot'¿greso de psicología jurítlica de Castitta. y León. Iibro de
rnodificrr re regisración "r-r-ó.Jr"rionares del sistema iuciiciar: actas. (pp. 157-158). Salamanca; Colegio Oficial de Psicólogos, Delegación cle Casri-
poración de ra svA a Ia _9-.11 1.a.itgf ;;;r:;;rr. tales problemas. La incor_
investigacion de rori"riro. lla y León.
de abuso sexuar infantil Alonso-Quecuty, M. L.,. Hernández-Fernaud, E. y Campos, L. (lggD, Child witnesses:
Lying about sornething heard. En S. Redondo, V. Garrido, J. pérez y R. Barberet
126
127