Petro
Petro
Los clastos de una roca sedimentaria detrítica dada pueden tener más de un tamaño
de grano de entre los grupos anteriores, dando lugar a términos intermedios que se
denominan en función de los tamaños de grano mayoritarios.
Aunque existen expresiones numéricas para describir la forma de los granos,
visualmente se pueden clasificar en función de sus grados de redondez y
de esfericidad. El primero varia desde muy redondeados, redondeados,
subredondeados, subangulosos, angulosos y muy angulosos. El segundo oscila
entre granos de alta y baja esfericidad.
Grados de redondez para clastos con a) alta y b) baja esfericidad.
Las ruditas o conglomerados son rocas que presentan fragmentos con tamaños
mayores de 2 mm de diámetro (i.e., tamaño de grava); cuando los cantos son
redondeados (ver más adelante) las ruditas se denominan pudinga, y cuando los
cantos son angulosos, brechas. En función de la composición de los clastos, las
ruditas pueden ser calcáreas, graníticas, cuarcíticas, etc.
Las areniscas presentan fragmentos con tamaños entre 2 y 0.0625 mm (i.e., tamaño
de arena); cuando tienen menos del 15% de matriz y están compuestas
esencialmente por granos de cuarzo se denominan cuarcitas, cuando lo están por
fragmentos de feldespatos se denominan arcosas, y cuando los fragmentos son
esencialmente calizos, se denominan calcarenitas. Cuando tienen más del 15% de
matriz se denominan grauvacas.
Las lutitas presentan componentes con tamaños de grano menor de 62 micras (i.e.,
tamaño de fango) en una proporción de más del 75%. Dentro de ellas se distinguen
las arcillas o arcillitas, que presentan tamaños de grano menores de 0.004 mm (4
micras), estando compuestas por minerales de las arcillas, que son el producto de
alteración de otros minerales como los feldespatos, o el producto de procesos
diagenéticos y las limolitas, que presentan tamaños de grano entre 0.0625 y 0.004
mm (4 micras), y que están compuestas tanto por material detrítico fino (i.e.,
clástico) como minerales de las arcillas (clástico y/o diagenético) que forman parte
del cemento. Cuando las arcillitas se compactan y pierden agua, se transforman en
rocas diagenéticas o metamórficas de grado muy bajo denominadas de forma
amplia pizarras.
Madurez
Existen dos tipos de madurez.
Madurez mineralógica, referida al grado de estabilidad de los componentes
minerales encontrados en el sedimento. Un sedimento mineralógicamente maduro
es aquel que contiene una proporción elevada de minerales o fragmentos de rocas
estables químicamente en las condiciones sedimentarias (e.g. arcillas) y/o
físicamente resistentes a la alteración (e.g. cuarzo, circón, turmalina, apatito...); un
ejemplo sería areniscas cuarcíticas. Un sedimento inmaduro mineralógicamente es
aquel que contiene proporciones elevadas de minerales o fragmentos de rocas
inestables en las condiciones de sedimentación (e.g. feldespatos); un ejemplo sería
areniscas feldespáticas o arcosas.
Madurez textural, referida al contenido en material fino, al grado de redondez de los
clastos y dispersión de los tamaños de grano del sedimento.
Sedimentos inmaduros texturalmente son aquellos que tienen más del 5% de
matriz fina, los cantos están poco redondeados y la dispersión de los tamaños de
grano es elevada (coeficiente alto). Sedimentos supermaduros son aquellos que
no presentan fracción fina, los cantos están bien redondeados y la dispersión de los
tamaños de grano es baja (coeficiente bajo). Entre ambos existen términos
intermedios denominados submaduros y maduros.
Matriz y cemento
Todas las rocas sedimentarias detríticas presentan, además de clastos (fragmentos de
minerales y/o rocas erosionadas), una matriz de grano más fino y un cemento que
dan cohesión al sedimento. Así, es normal que las ruditas presenten una matriz de
tamaño grava y/o fango, y las areniscas una matriz de tamaño fango. La composición
de los granos de la matriz suele ser similar a la de los clastos que sustenta, ya que
su formación es contemporánea con la sedimentación de los clastos, excepto
cuando el tamaño es de tipo fango, en cuyo caso está compuesta por minerales de
la arcilla y oxhidróxidos de Fe. La abundancia de matriz, no obstante, es muy
variable, pudiendo en algunos casos ser prácticamente inexistente. Esto implica que
las propiedades físicas y mecánicas de las rocas puedan variar bastante para un
mismo tipo de roca.
El cemento es un material formado con posterioridad al depósito de los clastos y la
matriz, resultante de procesos de precipitación a partir de soluciones acuosas
iónicas o coloidales que circulan e interaccionan con las rocas. Los cementos pueden
tener un tamaño de grano variable, mayor o menor que el de los clastos y/o matriz,
según sea su naturaleza y el proceso genético que los formó. Su existencia en las
rocas detríticas es uno de los factores que producen una reducción en su porosidad
y, en general, un mayor grado de resistencia mecánica y de cohesión entre sus
componentes clásticos y matriz siempre que la naturaleza del cemento se
adecuada. Por lo tanto, los cementos ejercen una función de consolidante natural.
Los cementos más abundantes son carbonáticos, silíceos o ferruginosos:
Los cementos silíceos están constituidos por cuarzo microcristalino,
sílice microcristalina o criptocristalina (chert), o material amorfo
opalino. Las rocas cementadas por las variedades de sílice suelen
presentar características mecánicas que le imprimen alta resistencia a
la deformación (son rocas muy duras y resistentes a los procesos de
alteración), siempre que todos los poros estén rellenos y no exista una
matriz fina de carácter arcilloso.
Los cementos carbonáticos suelen estar compuestos por calcita (ver
cementos en el apartados de rocas carbonatadas).
Los cementos ferruginosos están compuestos por óxidos y
oxhidróxidos de Fe (y algo de Mn). Las variedades mineralógicas
mayoritarias presentes son una combinación de hematites (Fe 2O3),
goetita (HFeO2), lepidocrocita (FeO(OH)) y limonita (Fe(OH) 3). La
cementación con materiales ferruginosos suele ser incompleta.
Aunque la fracción arcillosa de las rocas det ríticas es considerada generalmente
como matriz, en algunos casos puede considerarse cemento cuando su origen no es
detrítico (en general, diagenético).
Morfológicamente, los cementos se pueden clasificar en:
Cementos de contacto: Una pequeña película de material mineral
que envuelve y une los granos entre ellos en los puntos de contacto. La
porosidad de las rocas sedimentarias con este tipo de cementos es alta,
a menos que el empaquetamiento sea completo o suturado.
Cementos de poros: El cemento rellena los poros entre los granos y
matriz, independientemente de que exista un cemento de contacto
previo entre los granos.
Cementos basales: El cemento de poros se puede denominar basal si
ocupa grandes volúmenes de la roca con empaquetamientos flotantes
de los granos. En estos casos, lo normal es que la roca haya sufrido un
proceso de cementación postdeposicional que ha afectado a toda o
parte de la matriz (como es común en algunas rocas carbonatadas).
Porosidad y empaquetamiento
Características importantes de las rocas detríticas son la porosidad y el
empaquetamiento de los clastos.
La porosidad es el volumen total de la roca ocupado por espacios vacíos (rellenos de
aire), y se expresa en porcentajes en volumen:
Porosidad: (Volumen de poros)/(Volumen total) * 100
Desde un punto de vista práctico, la porosidad que se mide es la porosidad abierta,
esto es, aquella fracción de la porosidad total definida por poros intercomunicados
entre sí. Esta porosidad da una idea de la permeabilidad del material a soluciones
fluidas (líquidas y gaseosas).
El empaquetamiento de los clastos se define como la proporción de espacios vacíos o
rellenos por cemento o fracción arcillosa fina existentes entre los granos o clastos.
Esta característica controla (en parte) la porosidad de la roca y la distribución del
tamaño de poro, aspectos que son esenciales al evaluar el transporte de agua por el
interior del sistema poroso de las rocas de construcción y ornamentación. El
empaquetamiento se mide por la densidad de empaquetamiento, definida en
relación con una línea hipotética trazada en la roca (generalmente en lámina
delgada) como la longitud de la línea que está ocupa por clastos partido por la
longitud total de la línea. Los tipos de empaquetamientos son flotantes (clastos
suspendidos), puntual (clastos parcialmente suspendidos y parcialmente con
contactos puntuales), tangente (clastos en contactos puntuales y lineales pero con
espacios entre ellos), completo (clastos totalmente en contacto)
y suturado (clastos totalmente en contacto e interpenetrados, desarrollado por
procesos diagenéticos).
La Región Atacama es parte del margen continental activo de América de Sur,
entonces parte del sistema tecto-genético de los Andes. En grandes rasgos, en el
sector las rocas magmáticas y sedimentarias clásticas muestran una fuerte
predominancia
La secuencias mas importantes donde afloran rocas sedimentarias clasticas son:
Rocas clásticas del triásico o pre- triásico del tipo para-conglomerado rojo
El triásico se representa en la Región con una facies clástica - terrestre, hay que
nombrar las formaciones "La Ternera", "Agua Chica" y "Cifuncho" entre otras. En
la gran mayoría son conglomerados o brechas rojas. La escasa evidencia de una
actividad volcánica es cierta, pero existen lavas andesiticas. Se conoce algunas rocas
plutónicas en el sector costero.
Sedimentos del back arc con intercalaciones volcánicas
Principalmente en la precordillera afloran varias unidades con una facies
predominante marina. Carbonatos ricos en fósiles. El Lías tiene la mayor presencia.
Especialmente las Formaciones Montandon, Asientos y Lautaro en el jurásico pero
también las formaciones Pedernales y el grupo Chañarcillo en el cretácico destacan
por su fuerte presencia en calizas marinas. Las calizas muestran una cierta cercanía
hacia un continente y tienen algunas intercalaciones de rocas volcánicas y rocas
clásticas. Algunas secuencias apuntan a un ambiente de "back arc". Los estratos
más jóvenes de este sistema se extienden hasta el aptiense (alrededor 113 m.a.) En
gran rasgos se puede definir dos sistemas del tipo "back arc". Sistema 1, durante del
jurásico: Las formaciones Montandon (Lias - Dogger) (Lías - Dogger), Asientos
(Dogger) y por parte Formación Sierra Fraga (Dogger) apuntan a una ingresión
marina con un vulcanismo básico. La Formación La Negra (Lías - Malm) y más
tarde Formación Quebrada del Desierto (Malm-Neocomiano) y Punta de Cobre
(Malm-Neocomiano) muestran una facies terrígena volcánica que corresponde al
arco magmático correspondiente. Indudablemente la gran presencia de Lías marino
en grandes partes de la precordillera apunta a un cierto máximo en el desarrollo
marino que sigue hasta el Dogger. La facies marina de este sector sigue hasta el
Neocomian (Especialmente las formaciones Pedernales (Titon - Valangium) y base
de la Formación Monardes). Las formaciones Agua Helada y Quebrada Monardes
muestran paulatinamente un cambio hasta un ambiente terrígeno con rocas
sedimentarias clásticas.
El otro sistema tiene sus raíces cretácico inferior (Valangium) con una secuencia
marina hasta el aptian. Principalmente las Formaciones Abundancia, Nantoco,
Totoralillo y Pabellón del "Grupo Chañarcillo" muestran un ambiente netamente
marino. La Formación Bandurrias representa el arco magmático correspondiente.
Rocas extrusivas cretácicas tardías a paleógeno, frecuentemente
vulcanoclásticos del arco magmático