Sacrificio Posicional de La Calidad (I)

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Curso Superior. Primera parte.

Lección #20

20. Sacrificio posicional de la calidad (1).

Se entiende por sacrificio posicional aquel que está basado en características específicas
de la posición más que en el puro cálculo de las variantes. Esto lo diferencia de la
mayoría de sacrificios que conducen de forma más o menos forzada a la recuperación
ventajosa del material o a ventajas de otro tipo aún más favorable. En este último caso,
no puede hablarse de verdadero riesgo ya que todo se reduce a una cuestión de cálculo,
más o menos complicado y difícil.

Pero cuando el sacrificio se realiza basándose únicamente en criterios posicionales, las


variantes forzadas no existen o quedan fuera de la capacidad de cálculo del ser humano,
y el jugador que lo realiza se basa sobre todo en la valoración de la posición resultante,
donde existen factores que compensan la desventaja de material.

Es un detalle característico que los sacrificios posicionales suelen ser de pequeño valor.
Tiene que haber algo muy concreto para que una dama o una torre estén compensadas.
Generalmente el sacrificio es de un peón o la calidad y en algunos casos de una pieza,
pero obteniendo a cambio algunos peones.

Ya vimos en la clase anterior un ejemplo de este tipo de sacrificios posicionales, el de un


peón con el objetivo de debilitar la estructura adversaria. En la clase de hoy vamos a
estudiar el sacrificio de la calidad, aunque descartando todas aquellas entregas que
pueden considerarse como combinaciones más o menos forzadas y que llevan a un
ataque de mate o recuperan inevitablemente el material.

Para valorar correctamente el sacrificio posicional de la calidad hay que conocer en que
situaciones una pieza menor puede ser mejor o igual a una torre. En general se trata de
posiciones donde la torre tiene poca actividad por falta de columnas abiertas o por
necesidad de mantenerse a la defensiva. Este es un factor fundamental, pues si la torre
puede ejercer todo su poder, difícilmente un alfil o un caballo pueden luchar con éxito
contra ella.

El caso más típico, muy frecuente en la defensa siciliana, es la entrega de calidad para
ganar un peón central y debilitar la posición adversaria, como en la siguiente partida:

Padevsky,N - Botvinnik,M
Moscú, 1956

1.e4 c5 2.Cf3 Cc6 3.d4 cxd4 4.Cxd4 Cf6 5.Cc3 d6 6.Ac4 e6 7.0–0 Ae7 8.Ae3 0–
0 9.Ab3 Ca5?! [Aunque logra la pareja de alfiles, esta jugada tiene un inconveniente
importante, pues al apartar el caballo del centro se deja a las blancas obtener
superioridad allí.] 10.f4 b6 11.Df3?! [Aquí la dama no está del todo bien, en la
misma diagonal que ocupará a continuación el alfil negro. Los inconvenientes de la
jugada 9 de las negras podían explotarse de un modo más efectivo con 11.e5! Ce8
(11...dxe5 12.fxe5 Ce8 13.Dh5) 12.f5! dxe5 13.fxe6 Cxb3 14.Cc6 Dd6 15.Dxd6 Axd6
16.axb3 Axe6 17.Cxa7 con clara ventaja.] 11...Ab7 12.g4? [Este ataque se realiza
muy frecuentemente en posiciones similares, pero aquí no es acertado. En realidad, si
las blancas consiguen jugar g5 obligando a la retirada del caballo negro, obtendrán
muy buenas posibilidades de ataque con Dh5 y Tf3-h3. Pero con su siguiente jugada,
las negras impiden tal cosa y demuestran que la jugada g4 fue prematura. Lo
indicado era 12.f5 especialmente teniendo en cuenta que el caballo negro se ha
alejado de la casilla e5.] 12...Tc8! 13.g5 [Ya no hay vuelta atrás. En todo caso el
peón de e4 no puede defenderse.]

13...Txc3! 14.bxc3?! [Aceptar la calidad de este modo es muy peligroso, ya que las
blancas pierden su peón central y se abre la diagonal h1–a8. Era mejor 14.gxf6 Txe3
15.Dxe3 Axf6 aunque igualmente las posibilidades de las negras son preferibles, por
su peón de ventaja, la pareja de alfiles y la debilidad del flanco de rey de las blancas,
todo lo cual compensa sobradamente la calidad. Por ejemplo, una partida Rubesov,A -
Borisenko,G. corresp. 1960 siguió: 16.Tad1 Cxb3 17.axb3 a6 18.e5 dxe5 19.Cxe6 Dc8
20.Cxf8 Dc6 21.Rf2 Dg2+ 22.Re1 Ah4+ 23.Tf2 Af3 24.Td8 Dg1+ 25.Rd2 Dd1+ 26.
Rc3 Dxd8 27.Txf3 e4 28.Th3 Af6+ 29.Rc4 Dc7+ 30.Rd5 Db7+ 31.Rd6 Rxf8 32.Txh7
Ae7+ 33.Re5 f6+ 34.Re6 Dc6+ 35.Rf5 Dc8+ 36.Rxe4 Dxc2+ 37.Rd5 Dxh7 0–1] 14...
Cxe4 15.Dg4 Dc8! [Evitando cualquier sacrificio en e6] 16.Tf3 [16.f5 e5 17.Cf3
Cxb3 18.axb3 Dxc3 19.Tae1 d5] 16...Cxb3 17.axb3 f5! 18.Dh4 [Si 18.gxf6 Txf6 19.
f5 exf5 20.Cxf5 Af8 21.Ch6+ (21.Taf1 Tg6 22.Ch6+ gxh6) 21...Txh6 22.Dxc8 Tg6+
23.Rf1 Axc8 24.Txa7 d5 y las negras ganan.] 18...e5 19.Th3 h6 20.Dh5 [Las
blancas se embarcan en un ataque desesperado, pues de todos modos no pueden
evitar pérdidas materiales. Pero las negras rechazan la ofensiva sin demasiadas
dificultades.] 20...Dxc3 21.Td1 exd4 22.Ad2 [Otras continuaciones no son
mejores: 22.gxh6 dxe3 23.hxg7 Dxg7+; O 22.Axd4 Dxc2 23.gxh6 Cf6–+] 22...Dc6
23.gxh6 Cg5 [Este simple golpe decide la partida. Menos claro es 23...Cf6 24.Dg6]
24.Tg3 Dh1+ 25.Rf2 Ce4+ 0–1 [y las blancas abandonaron pues si 26.Re2 decide
26...Cxg3+ o también 26...Aa6+]

Muy interesante es el sacrificio de calidad realizado por las blancas en la siguiente


partida:
Breyer,G - Tarrasch,S
Mannheim, 1914

1.e4 e5 2.Cf3 Cc6 3.Ab5 a6 4.Aa4 Cf6 5.0–0 Cxe4 6.d4 b5 7.Ab3 d5 8.dxe5
Ae6 9.c3 Ae7 10.Ae3 0–0 11.Cbd2 f5 [Es más habitual jugar 11...Cxd2. En cuanto
a 11...Ag4 puede ser respondido ventajosamente con 12.Cxe4 dxe4 13.Dd5!] 12.
exf6 Cxf6 13.Cg5 Af7 [Las negras no pueden evitar el cambio de su alfil de casillas
blancas, pues si 13...Af5 14.Cde4! Axe4 15.Cxe4 Rh8 16.Cxf6 Txf6 17.Dxd5 Td6 18.
De4; Lo mejor debe ser 13...Dd7 ] 14.Cxf7 Txf7 15.Cf3 Dd7 16.Dd3 Ad6 [16...Td8
era un poco mejor.] 17.Ag5 Ce7 18.Axf6 gxf6 [Si 18...Txf6 19.Axd5+] 19.Tae1 c6
20.Cd4! [Un profundo sacrificio de calidad basado en consideraciones posicionales. La
amenaza es Ce6 así que las negras no pueden elegir.] 20...c5 21.Txe7! Axe7 22.
Cf5 c4 23.Dh3 Af8 24.Ad1 [Después de una serie de jugadas más o menos
forzadas, se ha llegado a una posición donde el caballo en "f5" no es peor que una
torre. Además las negras tienen debilitado el enroque y su peón en "d5" puede ser
fácilmente atacado mediante Af3 y Td1. Todo ello da ventaja a las blancas.] 24...Dc7
25.Ah5 Td7 26.Te1 Tb8 [Esto resulta algo lento. Era preferible 26...b4] 27.Dh4
Ag7 [Ahora el punto "e7" quedará sin un defensor necesario. Había que jugar 27...
Db6 ] 28.Ae8! Tdd8 29.Ce7+ [No 29.Te7?? Txe8] 29...Rh8 30.Cg6+ Rg8 31.Ce7
+ Rh8 32.Af7! h6 33.Dh5 Tf8 [Tampoco después de 33...Td7 34.Cg6+ Rh7 35.Ae6
seguido de Df5, las negras pueden resistir mucho.] 34.Cg6+ Rh7 35.Ae6 [35.Cxf8+
Txf8 36.Df5+ Rh8 37.Axd5 también ganaba.] 35...f5 36.Axf5 Tf6 37.Ce7+ Rh8 38.
Cxd5 Dd6 39.Cxf6 Dxf6 40.Te6 Dg5 41.Te8+ 1–0

Un alfil ocupando una diagonal larga en posiciones con enroques opuestos, donde
realice a la vez funciones defensivas y ofensivas, puede llegar a ser más fuerte que
una torre. En el siguiente ejemplo, tomado de una partida de Capablanca, el jugador
cubano, tras una apertura defectuosa, se vio obligado a perder la calidad, pero luego,
gracias a imprecisiones de su rival, llegó a una posición donde tenía una
compensación del tipo que estamos estudiando.

Mieses,J - Capablanca,J
Berlin, 1913

1.e4 e5 2.d4 exd4 3.Dxd4 Cc6 4.De3 Cf6 5.Cc3 Ab4 6.Ad2 0–0 7.0–0–0 Te8 8.
Dg3?! [Un sacrificio de peón poco claro. Lo normal es 8.Ac4 d6 9.f3=] 8...Cxe4 [8...
Txe4! es la continuación correcta, y las blancas no obtienen nada a cambio de su
peón.] 9.Cxe4 Txe4 10.Af4 Df6 [Si 10...d6 11.Ad3 Te8 12.Cf3 con buena
compensación por su buen desarrollo y la concentración de fuerzas atacantes sobre el
enroque negro.] 11.Ch3 [No es bueno 11.Axc7 d6 y ahora no vale 12.Axd6?? Dh6+
13.Rb1 Dxd6] 11...d6 [Con la amenaza ...Ah3] 12.Ad3 Cd4 [12...Te8 era más
sencilla. Ahora siguen muchas complicaciones.] 13.Ae3 Ag4? [Tras este error las
negras quedarán en desventaja. Era necesario 13...Tg4 14.Axd4 Txd4 15.c3 Axc3 16.
bxc3 Tg4 17.De3 Dxc3+ 18.Ac2 Dxe3+ 19.fxe3 Txg2 20.Cf4 Tg5 21.Cd5 Ag4! 22.Td4
(22.h4 Txd5; 22.Thg1 Axd1 23.Txg5 Axc2 24.Rxc2 Rf8) 22...Af3 (22...Txd5!? 23.Txd5
Af3) 23.Cxc7 Tc8 24.Tf1 Ac6! 25.Txd6 g6 con ventaja de las negras.] 14.Cg5! [Ahora
las negras no pueden evitar la pérdida de material] 14...Txe3 15.Dxg4! Ce2+ 16.
Axe2 Txe2 17.Ce4! Txe4 18.Dxe4 Dg5+ 19.f4 Db5 [Las negras han perdido la
calidad, y aunque tienen un peón más, sus piezas no están bien colocadas para
ofrecer suficiente compensación. La posición es claramente favorable a las blancas]
20.c3 Ac5 21.The1 [La posibilidad de entrar en séptima hace que la columna abierta
sea importante, y las blancas, que tienen una torre más, la dominan completamente.
Si el alfil negro estuviese en f6, controlando el punto e7, la posición de las negras
sería perfectamente aceptable.] 21...Dc6 22.Td5? [Una mala valoración de la
posición. Las blancas, erróneamente, renuncian al cambio de damas, esperando
decidir la partida por ataque. Con 22.Dxc6 bxc6 23.Te7 las blancas deberían ganar.]
22...Dd7 23.f5?! [Otro error, que dejará la casilla f6 para el alfil negro. Era mejor
mantener este peón en f4 para llevar el otro a g5.]

23...c6 24.Td2 d5 [Ahora las negras conseguirán llegar con su alfil a f6 y con ello la
posición puede considerarse equilibrada. Pero las blancas siguen jugando bajo la
impresión de tener ventaja.] 25.Df3 Ae7 26.Tde2 Af6 27.Dh5?! [Muy optimista.
Las blancas quieren jugar g4 y g5, pero tal plan falla por un detalle y finalmente lo
único que consiguen es dejar su dama aislada del juego e incapaz de acudir al otro
flanco. Era mejor 27.g4 aunque el posterior avance g5 sería difícil de realizar.] 27...
h6! 28.g4? [Continuando con el plan de h4 y g5, pero la siguiente jugada de las
negras refuta esta maniobra] 28...Rh7! [La clave. Las blancas ya no pueden jugar 29.
h4 a causa de 29...g6 que ganaría la dama, y por lo tanto empiezan quedar peor. 29.
Rb1 Td8 [29...b5 era otra posibilidad interesante, con idea de ...Tb8 y b4.] 30.Td1
[30.Dh3 sin perder tiempo, era mejor para poner la dama nuevamente en juego.]
30...c5 31.Dh3 Da4 32.Ted2 De4+ 33.Ra1 b5 [La idea es b4 abriendo la diagonal
para el alfil. En esta situación es evidente que el alfil no es inferior a la torre.] 34.Dg2
Da4 35.Rb1 [No vale 35.Txd5?? Dxd1+] 35...b4 36.cxb4 Dxb4 37.a3 [Si 37.Txd5
Txd5 38.Txd5 Axb2 39.Dxb2 De4+ con un final ganador para las negras.] 37...Da4!
38.Txd5 Tb8 39.T1d2 c4 40.Dg3 Tb3 41.Dd6 c3 [41...Axb2 42.Txb2 c3 era
incluso más contundente.] 42.Tc2 cxb2 43.Td3 De4! 44.Td1 [44.Txb3 De1+] 44...
Tc3 [44...Tc3 45.Dd2 Txa3] 0–1

Este tipo de compensaciones son frecuentes en la variante del Dragón de la Siciliana,


donde el sacrificio de calidad es uno de los recursos de que disponen las negras, como
por ejemplo en la siguiente partida:
Panov,V - Simagin,V
Moscú, 1943

1.e4 c5 2.Cf3 d6 3.d4 cxd4 4.Cxd4 Cf6 5.Cc3 g6 6.Ae3 Ag7 7.f3 0–0 8.Cb3 Esta
retirada es innecesaria. Es más fuerte [8.Dd2] 8...Ae6 9.Dd2 Cbd7 10.0–0–0 Cb6
11.g4 Tc8 12.Ah6

12... Ah8!? [Un sacrificio de calidad puramente estratégico. El alfil negro es una
pieza muy valiosa, pues no solamente realiza funciones defensivas, sino que influye
poderosamente en el ataque sobre el enroque blanco. Por contra la torre de f8 no
realiza de momento ningún papel relevante. Es muy difícil demostrar que después del
sacrificio de calidad las negras estén mejor (y seguramente no es así) pero su juego
es mucho más fácil, ya que su iniciativa se desarrolla sin dificultades, mientras que el
ataque blanco queda paralizado. Y la diferencia de material, por el momento, no se
nota. 12...Cc4 13.Axc4 Txc4 sería otra posibilidad aceptable.] 13.Axf8 Dxf8 14.Cd4
Ac4 [A diferencia de lo que ocurre en muchas combinaciones, el juego adquiere un
carácter no forzado. El sacrificio no se basaba en variantes concretas, sino en la
valoración de la actividad de las piezas, donde el alfil resultaba mejor que la torre.]
15.g5 Cfd7 16.Ah3 e6 17.Rb1 Ce5 18.f4 [18.Df2 era más segura, pero las blancas
no han valorado bien la continuación.] 18...Cf3! 19.Cxf3 [Era interesante devolver el
material con 19.De3 Cxd4 20.Txd4 ya que parece que en caso de 20...Axd4 21.Dxd4
las posibilidades blancas son algo mejores.] 19...Axc3 20.bxc3 [20.Dxc3 Axa2+ 21.
Rxa2 Txc3 22.bxc3 Dc8 y el rey blanco se encuentra muy desprotegido de sus piezas.
20.Dxd6!? era también una continuación digna de considerarse.] 20...d5! 21.Dc1
Ca4 22.exd5! Axa2+! 23.Ra1 [Es malo 23.Rxa2? Cxc3+ 24.Rb3 (24.Ra1 Db4 lleva
al mate.) 24...Dc5 con amenazas muy peligrosas.] 23...Dc5 24.dxe6 Cxc3 25.Td4?
[Hasta aquí las blancas han jugado correctamente y no debían perder, pero tras este
error, su posición no tiene salvación. Se lograban tablas con 25.e7! Da5! 26.Td8+ Rg7
27.e8C+ Rg8 28.Cf6+ etc. 25...Ae6 es menos claro debido a 26.Axe6 (26.Td8+ Rg7
27.e8C+ Rh8) 26...fxe6 27.e8D+ Txe8 28.Cd4; Por otro lado es peligroso 25.exf7+
Axf7 26.Axc8 Da5+ 27.Rb2 Ce2! aunque parece que tras 28.Ae6!! Axe6 29.Td8+ Rg7
30.Td7+! las blancas también se salvan.] 25...Axe6 26.Axe6 fxe6 27.Ta4 [Esto
evita el mate, pero ahora las negras recuperan todo el material, manteniendo el
ataque.] 27...Cxa4 28.c4 Td8 29.Ra2 Db4 30.Te1 Td3 31.Txe6 Cc3+ 0–1
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