La Ciencia Del Texto - Van Dijk PDF

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Teun A. van Dijk Título original: Tekstwetenschap. Een interdisciplinaire inleiding.

Publicado en holandés por Het Spectrum

La ciencia del texto Traducción de Sibila Hunzinger


Supervisión de Roberto Bein
Cubierta de Mario Eskenazi y V. Viano
Un enfoque interdisciplinario
Con un Epílogo a la edición castellana del autor

2. reimpresión, 1992
a

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© 1978 by Het Spectrum B. V.


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ISBN: 84-7509-227-6
Depósito legal: B - 39.138/1992
ediciones
PAIDOS
Barcelona
Impreso en Hurope, S.A.,
Recaredo, 2 - 08005 Barcelona
B u e n o s Aires
México Impreso en España - Printed in Spain
LA CIENCIA DEL TEXTO 8
Indice 3.2 Acción e interacción / 82
3.3 Actos de habla e interacción comunicativa / 90
3.4 Texto y contexto / 93
4. Estructuras estilísticas y retóricas / 109
4.1 Objetivos y problemas del análisis estilístico / 109
4.2 La estructura retórica del texto / 125
,50 Superestructuras / 141
5.1 ¿Qué son las superestructuras? / 141
5.2 ¿Cómo se describen las superestructuras? / 144
5.3 Las bases empíricas de las superestructuras / 146
>5.4 Tipos de superestructuras / 148
"5.5 Estructuras narrativas / 153
N5.6 Estructuras argumentativas / 158
v5.7 El tratado científico / 164
"*5.8 Otros tipos de texto / 165
5.9 Otras características del texto / 168
5.10 Estructuras textuales: resumen / 172
6. Psicología de la elaboración del texto / 175
6.1 El planteamiento / 175
6.2 Principales procesos de la elaboración informativa / 178
6.3 Comprensión textual I: la comprensión de secuencias de oracio-
nes / 186
6.4 Comprensión textual II: la comprensión del contenido global
del texto / 198
6.5 La comprensión de otras estructuras textuales / 202
6.6 Las estructuras textuales en la memoria semántica / 204
6.7 Transformaciones semánticas / 211
6.8 Reproducción, reconstrucción y producción de textos / 214
6.9 La elaboración de los textos como acciones lingüísticas / 223
6.10 La adquisición de habilidades textuales / 228
Introducción / 9 6.11 Psicopatología de la elaboración textual / 231
1. La ciencia del texto / 13 7. Texto e interacción - La conversación / 237
1.1 La ciencia del texto como nueva ciencia interdisciplinaria / 13 7.1 Introducción y planteamiento / 237
1.2 La ciencia del texto, la lingüística y los estudios literarios / 15 7.2 Interacción y contexto social / 239
1.3 La ciencia del texto y la psicología cognitiva / 20 7.3 Lengua, comunicación e interacción / 249
1.4 La ciencia del texto, la psicología social y la sociología / 21 7.4 La conversación / 257
1.5 La ciencia del texto y la jurisprudencia, la economía y la 7.5 Consideraciones finales / 281
politología / 23
1.6 La ciencia del texto y los estudios históricos / 25 Epílogo a la edición castellana / 285
1.7 La ciencia del texto y la antropología / 26
1.8 Tareas de la ciencia del texto / 27 Bibliografía / 295
2. Texto y gramática / 31 Indice analítico / 305
2.1 Algunos conceptos básicos de la gramática / 31
2.2 Secuencias de oraciones / 36
"2.3 Macroestructuras de los textos / 54
3. Pragmática: texto, actos de habla y contexto / 79
3.1 ¿Que' significa pragmática? / 79
LA CIENCIA DEL TEXTO 10

Introducción social y la investigación de los medios de comunicación de masas se


preocupan especialmente por los efectos que los textos provocan en
estos medios sobre las opiniones y los comportamientos de los
receptores, mientras que, por último, la sociología analiza los textos
en la interacción social, en particular en las conversaciones cotidia-
nas y a través de formas textuales y de comunicación en distintas
situaciones o instituciones.
Si bien esta enumeración de disciplinas científicas que se ocupan
directa o indirectamente de textos no es completa —seguramente
habría que añadir la psiquiatría—, ya debe de haber quedado claro
que el análisis de las estructuras y funciones de los textos requiere un
modo de proceder interdisciplinario. Esto tiene una validez aún más
amplia para la investigación de la utilización de la lengua y la
comunicación.
La evolución de los últimos años ha tendido a que los problemas
y objetivos de los análisis de textos en las distintas disciplinas cientí-
ficas mencionadas requirieran un estudio integrado, precisamente en
el marco de una nueva «conexión transversal» interdisciplinaria: la
ciencia del texto. La tarea de la ciencia del texto consiste en describir
y explicar las relaciones internas y externas de los distintos aspectos
de las formas de comunicación y uso de la lengua, tal y como se
analizan en las distintas disciplinas.
Sin lugar a dudas, la lingüística cumple una parte de esta tarea, y
también lo hacen sobre todo la sociolingüística y la psicolingüística.
Si bien la ciencia del texto se superpone parcialmente con la lingüís-
tica, o como mínimo se basa en ella, la lingüística hasta ahora sólo
discute de forma muy indirecta, si es que llega a hacerlo, las estruc-
turas textuales retóricas, estilísticas, literarias, argumentativas o
Las diferentes disciplinas científicas se ocupan, entre otras cosas, narrativas, o bien se limita a la descripción de la estructura o del
de la descripción de textos. Estos estudios se llevan a cabo desde empleo de oraciones. Partiendo del supuesto de que el uso de la
distintos puntos de vista y múltiples perspectivas. En determinados lengua, la comunicación y la interacción se producen ante todo bajo
casos interesan más las diferentes estructuras textuales, en otros la la forma de textos, será oportuno analizar sistemáticamente diferen-
atención se centra sobre todo en las funciones o los efectos de los tes tipos de textos, estructuras textuales y sus diferentes condiciones,
textos, mientras que numerosas investigaciones tienen por objeto funciones y efectos en una ciencia del texto interdisciplinaria: conver-
precisamente las relaciones entre las funciones y los efectos de los saciones cotidianas y terapéuticas, artículos de la prensa, narracio-
textos. Desde la Antigüedad Clásica se conocen la poética y la nes, novelas, poesías, textos publicitarios, discursos, instrucciones de
retórica, que se ocupaban de las estructuras especiales y de las uso, libros de texto, inscripciones, títulos, textos jurídicos, reglamen-
funciones estéticas o persuasivas de los textos literarios o los discur- tos, etc. Si bien todos estos tipos de textos se consideran por separa-
sos, como hoy en día lo hacen la estilística y los estudios literarios. do en las distintas disciplinas y de ello resultan problemas de diversa
También la teología y la jurisprudencia emplean tipos de textos índole, la ciencia del texto se interesa especialmente por descubrir las
especiales, que en ambos casos requieren una «exégesis», pero que propiedades y características comunes de sus estructuras y funciones,
posteriormente sirven de normas para acciones concretas. La lingüís- creando simultáneamente una conexión entre las ciencias sociales y
tica se interesa especialmente por la estructura gramatical de las las del espíritu.
oraciones y los textos, pero también se ocupa de las condiciones y El presente libro pretende ofrecer una introducción elemental a la
características de su empleo en distintos contextos. La psicología y la ciencia del texto. A la vista del carácter interdisciplinario de la
pedagogía didáctica deben de interesarse por las distintas maneras de materia y, por lo tanto, de su interés para estudiantes, profesores e
comprensión, retención o reelaboración de textos. La psicología interesados de todo tipo de especialidades, facultades y profesiones
11 INTRODUCCION
dedicadas a las ciencias sociales y del espíritu, resulta casi obligado
que los distintos aspectos de los textos y su uso sólo puedan tratarse
muy breve y elementalmente, evitando conscientemente métodos
demasidado especializados y explícitos propios de las mencionadas
disciplinas. Por todo ello se ha pretendido que se tratara de una
verdadera introducción a los caminos básicos de la descripción
textual; por ejemplo, de los distintos niveles de análisis (semántico,
pragmático, estilístico) y de las relaciones esenciales con diferentes
tipos de contextos, en especial con el contexto social y el psicológico.
Tenemos la intención de publicar más adelante otra obra introducto-
ria que ahonde en los problemas específicamente sociopsicológicos,
sociológicos, de la ciencia de los medios de comunicación, jurídicos
y antropológicos de la comunicación textual y la interacción. No
obstante, este libro ya ofrece una base para la ulterior ampliación de
la ciencia del texto.
Lo que acabamos de señalar ya indica el grupo de personas al que
va destinado este libro: a los estudiantes de las facultades o especia-
lidades lingüísticas y literarias, así como a los del ámbito de las
ciencias sociales; por otro lado, a todos aquellos que por razones
profesionales se ocupan de los análisis de texto, como los maestros,
los pedagogos, los psicólogos, los psiquiatras, los psicoterapeutas,
los teólogos, los juristas, los sociólogos y los antropólogos. No se
presuponen conocimientos de lingüística (ni de psico- y sociolingüís-
tica), pero se recomienda leer introducciones a los campos mencio-
nados, particularmente a la lingüística, en conexión con este libro.
Para el análisis de determinados tipos de textos, como por ejemplo
el de textos publicitarios o literarios, se indicará en cada caso la
bibliografía correspondiente. Las indicaciones y remisiones aparecen
únicamente en las notas y no a lo largo del propio texto, dado que
esta introducción trata principalmente determinados fenómenos y
problemas, y no discute los trabajos de otros científicos realizados en
el terreno de la ciencia del texto. Naturalmente, esta obra utiliza los
resultados de investigaciones, mencionándose en las notas los estu-
dios -en que se basan. De esta manera hemos querido facilitar la
lectura. Por lo demás, una parte del libro se basa en investigaciones
propias. Sin duda, ello contribuye a la coherencia de esta introduc-
ción, pero por otro lado, en una disciplina tan joven como la ciencia
del texto, una terminología unitaria resulta más bien vulnerable. Por
eso, algunos conocimientos podrán parecer provisionales o incluso
especulativos y muy probablemente hará falta una posterior correc-
ción o una ampliación. Por ello serán bien recibidas las observacio-
nes o las críticas que puedan surgir al respecto.
Universidad de Amsterdam,
Diciembre de 1978/Octubre de 1979
T.A.v.D.
1 LA CIENCIA DEL TEXTO 14

1. La ciencia del texto aspira a algo más general y abarcador: por un lado se refiere a todo
tipo de textos y a los diversos contextos que les corresponden, y por
otro se preocupa de los procederes más bien teóricos, descriptivos y
aplicados.
La difusión de la ciencia del texto también hay que entenderla en
relación con fenómenos y problemas que se estudian en otras cien-
cias y especialidades, como la lingüística general, la filología (sobre
todo en los ámbitos referentes a textos de uso y de capacidades
lingüísticas generales de interés, por ejemplo, en la enseñanza), los
estudios literarios y la ciencia del estilo, y finalmente también la
psicología y las ciencias sociales, así como la ciencia de la comunica-
ción de masas. Entre las ciencias sociales destaca un método de
investigación, el análisis de contenido (contení analysis) que también
se inscribiría en el ámbito de una ciencia del texto interdisciplinaria.
Esto también resulta válido para el denominado análisis conversacio-
nal en psiquiatría, psicoterapia y sociología (dentro del marco de la
llamada «etnometodología») y, desde hace algún tiempo, en la
lingüística.
De ahí se deduce que el origen de una nueva ciencia dedicada al
análisis más general de textos se parangona con evoluciones de otras
disciplinas y que, con ello, representa la prosecución consecuente de
una tendencia a estudiar el uso de la lengua y la comunicación de
manera interdisciplinaria.
1.1.3 Por regla general, las ciencias nuevas se desarrollan como una
especialización de otras ya existentes. Las tendencias de investigación
lingüística surgieron en un momento en que en el seno de la filología
germánica y de las lenguas y literaturas extranjeras, los «métodos»
1.1 La ciencia del texto como nueva ciencia interdisciplinaria históricos, filológicos y descriptivos se consideraron insuficientes;
entonces se prestó especial atención a la 'lengua como sistema' y a la
1.1.1 El objeto de la ciencia del texto ya ha sido brevemente lingüística teórica.
expuesto en el prefacio. En este primer capítulo se pretende indicar En las ciencias sociales se han producido modificaciones similares:
con mayor exactitud el 'lugar' que ocupa la ciencia del texto frente a la ciencia de la comunicación o de la información, por ejemplo, se ha
las demás disciplinas científicas. Se considerarán también los aspec- desarrollado a partir de la politología, de la psicología social,
tos, problemas y tareas de investigación realizados en este campo. respectivamente.
En los capítulos posteriores, la atención se centrará de manera más Durante la fase de formación de una nueva tendencia científica se
sistemática en los distintos sectores que comprende la ciencia del produce en muchos casos no sólo una especialización de las discipli-
texto. nas primitivas, sino que a menudo también se realizan conexiones
transversales interdisciplinarias, con lo que varían la división y la
1.1.2 Si bien el concepto de «ciencia del texto» es relativamente distribución que ocupan los objetos y problemas de las distintas
nuevo, se ha establecido como tal desde hace ya aproximadamente materias tanto entre sí como en relación con las ciencias contiguas.
unos diez años. En el área de habla francesa se le denomina «science Este también es el caso de la ciencia del texto: en varias disciplinas
du texte», y en inglés, «discourse analysis». No obstante, hace ya se analizan textos paralelamente, teniéndose mutuamente más o
mucho tiempo que se conocen los términos de «análisis del texto» e menos en cuenta. Desde este punto de vista, la ciencia del texto
«interpretación del texto», sobre todo en los estudios de lenguas resulta indudablemente integradora, en especial en cuanto se refiere
donde, sin embargo, la mayoría de las veces, se considera sobre todo a los objetos y problemas comparables, es decir, a la estructura y el
la descripción concreta de textos literarios. La ciencia del texto uso del texto en diferentes contextos comunicativos.
15 LA CIENCIA DEL TEXTO 15 LA CIENCIA DEL TEXTO 16

Cuando una ciencia se emancipa de su ciencia-madre, ello no se realizados dentro del marco de los estudios literarios recientes: se 1

debe sólo a los progresos de los métodos de investigación o a nuevos descubrió que muchas características de los textos literarios coinci-
resultados, sino que esta nueva ciencia supone la respuesta a deter- den con características generales del texto, o al menos con determi-
minadas evoluciones sociales que también han originado modifica- nados tipos de textos, p. ej.', con relatos de la vida cotidiana o textos
ciones en la estructura institucional de las universidades. Cuando, a publicitarios. A la vez se entendió que las estructuras y funciones
causa de las evoluciones sociales en general, y en especial dentro del «literarias» con frecuencia sólo pueden describirse apropiadamente
ámbito político-económico, aparecen nuevos intereses o necesidades cuando se toman como base los conocimientos de las características
sociales, esto también se puede comprobar con frecuencia (a largo más generales de los textos y su uso. De manera similar se desarro-
plazo) en los cambios de la oferta de estudios de las universidades. llaron las relaciones entre los estudios literarios y la lingüística a
Dentro del marco de la nueva formación para estudiantes, conoci- través del análisis del empleo de la lengua en los textos literarios. 2

mientos nuevos, nuevos métodos o resultados de investigaciones En los estudios de idiomas resulta notoria la tradicional distinción
resaltan con especial nitidez cuando corresponden a exigencias pro- entre lingüística y gramática, por un lado, y el tratamiento más o
fesionales claras en nuevos sectores sociales. No obstante, a menudo menos exclusivo de textos literarios, por el otro. A las demás moda-
se puede observar un desarrollo exactamente opuesto, en el que la lidades lingüísticas y comunicativas se les presta una atención sólo
estructura de la ciencia se muestra más bien perezosa en sus institu- pasajera, como por ejemplo a los textos periodísticos, a los textos en
ciones: una nueva 'distribución del trabajo' dentro de la ciencia y en otros medios de comunicación o a los textos políticos e históricos,
las universidades, como consecuencia de una nueva ciencia interdis- etc. Sin tener en cuenta el papel relativamente modesto de la litera-
ciplinaria, despierta tanta oposición que la nueva disciplina se ve tura (en el sentido estricto de la palabra) dentro del contexto cultural
amenazada de 'raquitismo', no sólo por las limitaciones personales y y comunicativo, domina precisamente el estudio de esta literatura:
financieras ya existentes, sino sobre todo por la reticencia a la otros textos se leen a lo sumo como «informaciones de fondo» y
'entrega' de determinados sectores a esta nueva ciencia. Este meca- como contexto socio-cultural de la literatura y de su historia.
nismo funciona incluso cuando las disciplinas contiguas sólo se vean Más allá de la estupidez científica de esta tradición, se ve que esta
afectadas en grado mínimo (por ejemplo, en el caso de que hasta ese forma de análisis dominante y exclusivo de los textos literarios
momento no hayan prestado atención alguna a los objetos de la conlleva también una cantidad de inconvenientes didácticos y socia-
nueva ciencia). les. Al fin y al cabo, la tarea de los futuros profesores de castellano
Estas observaciones generales sobre el desarrollo de una ciencia y y de idiomas en general es la de proporcionar a sus alumnos un
la inercia de las instituciones resultan necesarias para tener una idea amplio espectro de habilidades y conocimientos para poder comuni-
del lugar especial que ocupa la ciencia del texto y las dificultades de carse, en los que la producción y la interpretación de diferentes tipos
su desarrollo. Ahondaremos en estos temas en un breve análisis de de textos es de máxima importancia. 3

las relaciones de la ciencia del texto con otras disciplinas, a partir de


las cuales, o bien ha surgido, o bien se compone esta nueva discipli-
na. A este respecto hay que mencionar de nuevo, acaso innecesaria- 1 Se aboga por la fundamentación científica del análisis de la literatura en, entre
otros escritos, VAN D I J K ( 1 9 7 1 a, b, 1 9 7 2 a, b), en el que se dan más referencias sobre
mente, que las conexiones transversales que la ciencia del texto se la evolución de los estudios literarios en general. Sobre todo en la RFA se han
preocupa por crear, en ningún momento entorpecen la autonomía de desarrollado estudios de la literatura orientados hacia la ciencia del texto; compárese,
disciplinas ya existentes. Estas conexiones transversales también pue- entre otros, S C H M I D T ( 1 9 7 3 ) y P L E T T ( 1 9 7 5 ) y las respectivas referencias.
den ser objeto de otras especialidades interdisciplinarias tales como 2 Los análisis lingüísticos de textos literarios, en especial del uso del lenguaje en la
literatura, ya existían desde hacía tiempo, pero eran de índole más bien intuitiva; fue
la lingüística, la ciencia de la comunicación o la semiótica. sobre todo la propagación de la gramática generativo-transformacional de Chomsky
y otros lo que dio el estímulo para la creación de una ciencia literaria lingüística. Para
ello compárese también VAN D I J K ( 1 9 7 1 a, b, 1 9 7 2 a, b), I H W E ( 1 9 7 2 ) y la gran
1.2 La ciencia del texto, la lingüística y los estudios literarios selección antològica (IHWE) (comp.) ( 1 9 7 1 / 1 9 7 2 ) . Para una visión general de los
estudios literarios franceses, ingleses y norteamericanos y el papel esencial que en ellos
desempeña la lingüística compárese C U L L E R ( 1 9 7 5 ) . Una de las primeras compilacio-
1.2.1 La ciencia del texto, en primer lugar, supone una generaliza- nes en las que se aplica la lingüística moderna a la literatura es la de SEBEOK (comp.)
ción frente a los estudios literarios y a los estudios correspondientes (1960).
a cada idioma (anglística, etc.). Frente a los estudios de literatura 3 Con el análisis de los objetivos pedagógicos de la enseñanza de idiomas y de la
literatura en la escuela de VAN D I J K ( 1 9 7 7 b) se demuestra detalladamente que el
general (y comparada) que actualmente sólo se enseñan en unas conocimiento de las estructuras y funciones de textos, como elemento central de las
cuantas escuelas superiores, la ciencia del texto acentúa aspectos más habilidades comunicativas de los alumnos, constituye una tarea importante en la
amplios de los objetos a investigar; esta ampliación de los ámbitos formación de maestros, y por tanto también en los estudios lingüísticos y literarios en
de investigación también se comprueba en los repetidos informes
17 LA CIENCIA DEL TEXTO 17 LA CIENCIA DEL TEXTO 18
En otras palabras: en las ciencias humanas, además de la forma- Pero incluso en este caso, un análisis lingüístico quedaría limitado
ción lingüística y literaria, es necesario brindar un destacado compo- a unos niveles, unidades, categorías y reglas de sistemas lingüísticos
nente de ciencia del texto y de la comunicación. y uso de la lengua determinados. Otras características 'no-lingüísti-
cas' de los textos quedan fuera del ámbito de la lingüística. Las 4

1.2.2 La ampliación del campo de investigación del concepto de 'superestructuras' especiales de, por ejemplo, narraciones o argumen-
texto literario al concepto general de texto significa, a la vez, la taciones son ejemplos típicos de esto. Aun cuando en los textos se
superación del abismo que media entre los estudios literarios y la expresen a través de la lengua, no son de tipo 'idiomàtico' o 'lingüís-
lingüística y entre los estudios de literatura general y la lingüística tico' en el sentido estricto del término: una estructura narrativa
general. Tal y como ya se ha dicho, el estudio de las lenguas a también se puede expresar mediante dibujos.
menudo se limita a la gramática (comparada) de un idioma determi- Ocupa también un lugar periférico de la lingüística el análisis del
nado y se halla lejos de tomar en cuenta un análisis sistemático de «estilo», tarea propia de la relativamente independiente ciencia del
los diferentes tipos y contextos de uso de la lengua. En el marco de la estilo o estilística. También el concepto de «estilo» se refiere al uso
ciencia del texto, precisamente, se podría dedicar sistemáticamente de la lengua, pero en este caso alude a propiedades especiales,
una mayor atención a estas formas de uso de la lengua, de manera individualizadoras, dentro de contextos sociales especiales, y a fun-
que también se trataran los artículos periodísticos, los productos de ciones y acciones/efectos especiales dentro del proceso de comunica-
otros medios de comunicación, las conversaciones, las situaciones e ción. Puesto que el estilo no se puede estudiar convenientemente a
instituciones sociales de un determinado idioma o cultura. partir de palabras, grupos de palabras o frases individuales, ya que
Debido a su carácter más general e interdisciplinario, la lingüística se refiere al enunciado lingüístico como totalidad, también en este
general evita una serie de limitaciones impuestas a las asignaturas de caso sería más adecuado el marco de la ciencia del texto.
lenguas. El mayor esfuerzo de trabajo todavía va dirigido al análisis Finalmente, también las estructuras retóricas del texto están estre-
gramatical y a las teorías gramaticales; sin embargo, sobre todo chamente emparentadas con las estructuras estilísticas, de las que
durante los últimos años, existe una amplia tendencia a estudiar el una parte se conoce como «figuras de estilo». También aquí se trata
uso de la lengua dentro de su contexto psíquico y social. Es ésta una nuevamente de determinadas estructuras u operaciones que se mani-
evolución que ya ha tenido lugar anteriormente en la antropología fiestan lingüísticamente, cuyas categorías sin embargo no son grama-
en lo referente al contexto cultural. ticales o lingüísticas. La categoría de la «repetición» —p. ej.: de un
De hecho, estas ampliaciones del campo de la lingüística siguen fonema, una palabra, un significado, etc.— no es, por principio, una
siendo la excepción frente al análisis lingüístico propiamente dicho. categoría lingüística. Lo mismo se puede aplicar a las categorías que
5

En el capítulo siguiente se evidenciará, por ejemplo, que la gramáti- abarcan la distribución global de un enunciado lingüístico. También
ca, en la mayoría de los casos, todavía se limita a la descripción de estas estructuras pueden ser objeto de la ciencia del texto ampliada,
frases aisladas o de partes de ellas, y que prácticamente omite con lo cual evidentemente hay que explicitar asimismo las relaciones
cualquier análisis gramatical de secuencias de frases o textos. Lo con la estructura gramatical de oraciones y textos.
mismo sirve, mutatis mutandis, para el uso del idioma: se analizan los Debido a su orientación más general y, precisamente por ello, a su
procesos psíquicos de comprensión de la oración, la adquisición de interés especial por la «lengua como sistema», la gramática y las
la lengua (a saber: la adquisición de la gramática) y las diferencias características generales del uso de la lengua, la lingüística apenas se
idiomáticas entre dialectos y sociolectos, aunque la mayoría de las preocupa por la descripción de diferentes tipos de 'formas de uso de
veces sólo en el plano gramatical (de la oración). la lengua', es decir: de textos, en los que, por ejemplo, caracterice las
En muchos aspectos estas limitaciones resultan ad hoc y dependen propiedades específicas de conversaciones, de textos publicitarios,
de la situación de la ciencia: si se supiese más acerca de la estructura informaciones en los periódicos, escritos de propaganda, contratos,
gramatical de los textos —con lo que el término «gramática» también leyes, instrucciones de uso, etc., y las diferentes funciones de cada
experimentaría sin duda una ampliación— el estudio de la lengua y uno.
su uso en la lingüística podría referirse más fácilmente y con mayor
razón a textos.
4 El caso no es que todos los lingüistas acepten tales limitaciones de la gramática
y la lingüística. Fuera del paradigma de la gramática generativa que imperaba en los
la universidad. En él también se tratan las experiencias escolares, las discusiones y los años 60, hay lingüistas y 'escuelas' que tienen una orientación mucho más amplia y
modelos de enseñanza en el ámbito de la formación sobre texto y comunicación, que por ello también se interesan por el uso del lenguaje y los textos, como P I K E
especialmente en la RFA. (1967) y H ALLIDAY (1967).
5 Véase nota 4.
19 LA CIENCIA DEL TEXTO 19 LA CIENCIA DEL TEXTO 20
Después de esta exposición de las relaciones entre la ciencia del Por lo demás existen a escala mundial especialidades como la
texto y la lingüística se llega automáticamente a la conclusión de que «retórica» o «rhetorics», especialmente en los EE.UU. Guardan 7

coincidirían en el caso de que la lingüística se ampliase teórica y estrechas relaciones con los «departments of speech», como por
empíricamente y si describiese las características del texto citadas, así ejemplo se da desde hace algunos años en los Países Bajos y dentro
como sus funciones y efectos. Sin embargo, de la misma manera que del marco del estudio del holandés la especialidad «Taalbeheersing»
la independencia de los estudios literarios está garantizada por su (esto es, habilidades lingüísticas y sistemática del uso de la lengua).
especial atención a estructuras y funciones de textos literarios, la La retórica clásica en sí sigue suscitando interés en las diferentes
mayoría de los lingüistas seguramente todavía aboga por limitar la literaturas históricas y en la lingüística y literatura clásicas. La
lingüística a las propiedades más bien «lingüísticas» en el sistema de ciencia del texto puede ofrecer un marco general para el estudio
la lengua y en su uso, esto es, la gramática, de manera que quede renovado de aspectos retóricos de la comunicación.
suficiente espacio para una ciencia del texto autónoma para el estu-
dio de las demás características de las expresiones y formas de
comunicación. 1.3 La ciencia del texto y la psicología cognitiva
1.2.3 Si recordamos brevemente la historia de las diversas ciencias 1.3.1 Mientras que en la lingüística, la estilística, la retórica y los
humanas, veremos que la retórica clásica, a pesar del interés que se estudios literarios se analizaban principalmente determinadas carac-
le dispensaba tanto en la Antigüedad como en las Edades Media y terísticas (estructuras, propiedades) de los textos mismos, aun cuan-
Moderna hasta el siglo XVIII, ha perdido casi por completo su do se tratara de perspectivas de determinadas funciones dentro del
posición frente a otras ciencias del llamado Trivium, a saber, la contexto cognitivo y social, en las disciplinas de las que ahora se
gramática y la dialéctica. Mientras que la lingüística y la lógica,
6
habrará queremos tratar precisamente estas funciones, es decir: los
como formas actuales de la gramática y de la dialéctica, ocupan una procesos que tienen lugar en la comprensión y producción de deter-
posición independiente, y también los estudios literarios tienen un minadas formas lingüísticas.
papel propio como forma moderna de la poética, injustificadamente Una gramática describe un sistema de normas más o menos abs-
se concede muy poca o ninguna atención a los problemas y manifes- tracto en el que se basa un uso «ideal» y sistemático del idioma. La
taciones que representaban el objeto de la retórica clásica. Si bien la psicolingüística y la psicología (cognitiva) se ocupan actualmente en
retórica se ocupaba, en primer lugar, de la descripción (normativa) explicar el funcionamiento real de este sistema lingüístico abstracto;
del «arte de hablar», pronto surgieron formas alternativas de uso de así pues se describe cómo se ha adquirido este sistema lingüístico en
la lengua y comunicación donde, sin embargo, el carácter normativo términos de determinadas condiciones y determinados procesos cog-
siempre cumplía un papel fundamental, orientado hacia el hablar nitivos y, sobre todo, qué normas y estrategias se aplican cuando un
«bien» o «eficaz» (ars bene dicendi), en oposición al hablar «correc- hablante produce o comprende un texto. Para la ciencia del texto es
to» como objeto de la gramática (ars recte dicendi). Este carácter importante obtener una explicación de cómo los hablantes son capa-
pragmático de la retórica, tal y como se discute en los capítulos 4 y ces de leer o de oír manifestaciones lingüísticas tan complejas como
5, precisamente tan sólo se vuelve a encontrar en las últimas evolu- lo son los textos, de entenderlos, extraer ciertas «informaciones»,
ciones de la lingüística y la estilística. almacenar (al menos parcialmente) estas informaciones en el cerebro
Podemos considerar la retórica como un precedente histórico de la y volver a reproducirlas, según las tareas, las intenciones o los
ciencia del texto si nos fijamos en la orientación general de la problemas concretos que se presenten. Hace tan sólo unos años que
retórica clásica, consistente en la descripción de textos y de sus la psicología empezó a plantearse estas cuestiones, llevar a cabo
funciones específicas. Damos preferencia al término más general de experimentos, diseñar modelos y desarrollar teorías para describir y
ciencia del texto únicamente porque el concepto de retórica a menu- explicar este tipo de comportamiento lingüístico tan complicado. El
do se asocia a determinadas formas y muestras estilísticas y de otra simple hecho de que un hablante habitual no pueda de ninguna
índole, en especial en la comunicación pública y persuasiva. manera retener y recordar en el cerebro todas las informaciones
estructurales o de contenido de un texto supone uno de los proble-
mas más importantes, de modo que una selección u otros procesos
Tal como se expondrá brevemente en el capítulo 4, la retórica, junto con la
6

dialéctica y la gramática, forma parte del curriculum (escolar) de la Edad Media. Para
la evolución de la retórica como disciplina autónoma véanse entre otros los artículos
en Communications 16 (1970), así como las indicaciones dadas en el capítulo 4. Véase 7 Para la situación de «rhetoricfsj» y las relaciones con los estudios de «speech» y
también U E D I N G (1976). «communication» en los EE.UU. véase, entre otros, B I T Z E R & BLACK(comps.) ( 1 9 7 1 ) .
21 LA CIENCIA DEL TEXTO 21 LA CIENCIA DEL TEXTO 22
de reducción de la información resultan indispensables. Con ello se culpamos. En caso de que ostentemos una autoridad, un papel o una
plantea la siguiente cuestión: ¿de qué procesos se trata y bajo qué función especial, también podemos acusar, absolver, bautizar o dete-
condiciones y requisitos previos pueden desarrollar su efecto? ner con una actuación lingüística. La descripción de estas actuacio-
nes lingüísticas, también llamadas actos de habla, y sus estructuras
1.3.2 Estas preguntas son fundamentales para toda una serie de específicas relacionadas con el carácter de la enunciación, son la
problemas que existe tanto dentro como fuera de la psicología. Pues esfera de acción de la pragmática, que pertenece tanto a la lingüística
si sabemos qué informaciones, sobre todo de los textos, «sacan» y como a la psicología social y a la filosofía. En el tercer capítulo
almacenan los hablantes en el cerebro —según el contenido y la discutiremos los problemas pragmáticos.
estructura del texto, los conocimientos previos, los intereses, el entre- Para la psicología social evidentemente son importantes las «con-
namiento, etc., así como según el planteamiento concreto de tareas y secuencias» de este tipo de actuaciones lingüísticas para los conoci-
la situación particular—, poseemos un instrumento importante para mientos, las opiniones y las actitudes, y los comportamientos resul-
comprender los procesos de enseñanza y eventualmente para poder tantes de nuestros congéneres. Las actuaciones lingüísticas pueden
guiarlos. A buen seguro, también deberemos conocer la estructura ser llevadas a cabo por un individuo, pero también por un grupo o
de los conocimientos que el hablante ya posee e intentaremos averi- una institución, y pueden ir dirigidas a un individuo, un grupo, un
guar cómo se modifica este conocimiento debido a nuevas informa- público amplio o una institución. De ahí que también podamos
ciones que brindan los textos. Este es un problema que también hablar de elaboración social de la información. En esta presentación
interviene en la denominada artificial intelligence. del problema entra en júego la ciencia del texto, en tanto que estudia
En segundo lugar, el conocimiento de los procesos cognitivos de la las relaciones entre una determinada estructura del texto y sus efec-
elaboración de los textos nos facilita una base para el análisis de los tos sobre el conocimiento, la opinión, las actitudes y las actuaciones
procesos sociales. Después de todo, un individuo actúa según unos de individuos, grupos o instituciones. Nos muestra cómo se puede
conocimientos casuales pero también generales y convencionales que influir sobre otros con un contenido determinado que se expresa de
posee gracias a sus congéneres y a la sociedad en general. Este una manera estilística concreta, con unas operaciones retóricas deter-
conocimiento se lo ha organizado mediante la interacción y la per- minadas y con un determinado Jipo de texto.
cepción, perol sobre todo mediante un sinfín de textos con los que ha La ciencia del texto pretende explicar cómo a través de estructuras
tomado contacto en múltiples situaciones de comunicación. textuales especiales, los individuos y grupos adoptan y elaboran
de/terminados «contenidos» y cómo esta información lleva a la for-
niación de deseos, decisiones y actuaciones, p. ej.: cómo modificamos
1.4 La ciencia del texto, la psicología social y la sociología nuestro comportamiento de compra bajo la influencia de determina-
do texto publicitario, o nuestro comportamiento electoral a causa de
1.4.1 Entretanto hemos llegado a un campo de actividad central de un discurso político o una información en el periódico o en cualquier
la ciencia del texto, a saber: la psicología social. Los hombres son 8 otro medio; de cómo dejamos que tenga lugar nuestra interacción
individuos sociales: no sólo hablan para expresar sus conocimientos, con determinados (§ub-) grupos en la sociedad debido al conocimien-
deseos y sentimientos, no sólo registran pasivamente lo que otros to que creemos poseer sobre otras personas de estos grupos y de
dicen, sino que, sobre todo, hacen que la comunicación tenga lugar cómo finalmente nuestras costumbres, reglas, normas, convenciones
en una interacción social donde el oyente, mediante la enunciación, y valores se forman o transforman debido a las informaciones del
el texto, pretende ser influido de alguna manera por el hablante. texto.
Queremos que él (el oyente) sepa lo que nosotros sabemos (le facili- La función de la ciencia del texto dentro de la psicología social
tamos informaciones), pero además queremos que haga lo que deci- estriba en la solución de los problemas de esta índole y es en este
mos. Pedimos, ordenamos y recomendamos. Al emitir un texto terreno en el que probablemente halla su aplicación más productiva.
realizamos un acto social. Felicitamos, insultamos, saludamos o
1.4.2 La estructura del texto dentro del contexto de la comunica-
ción no sólo se ve influida por el conocimiento o las intenciones del
8 En este libro no se observan de cerca la psicología social de la elaboración del individuo o por las funciones del texto en su incidencia sobre actitu-
texto y el análisis del texto en su contexto social; serán objeto de una ulterior
investigación mucho más amplia de la ciencia del texto. Para una visión general del
des y comportamientos de otros individuos, sino que también los
ámbito de opiniones y actitudes véase F I S H B E I N & A J Z E N ( 1 9 7 5 ) y la antología de grupos, instituciones y clases se comunican colectivamente o «a
H I M M E L F A R B & E A G L Y (comps.) ( 1 9 7 4 ) . En lo referente a la comunicación de masas, través» de sus miembros mediante la producción de textos. El lugar,
véase la nota 12 de este primer capítulo. el papel o la función que el individuo ocupa dentro de estas estruc-
23 LA CIENCIA DEL TEXTO 23 LA CIENCIA DEL TEXTO 24

turas sociales también se manifiesta a través de su comportamiento de textos: se dictan leyes, se levantan actas, se conciertan contratos,
lingüístico. Antes ya vimos que el individuo necesita disponer de una se extienden órdenes de registro domiciliario y documentos, etc.
determinada autoridad o función para producir actuaciones lingüís- Estos textos permiten denunciar, defender, juzgar o absolver. En
ticas, p. ej. un juez, un sacerdote o un director, y lo mismo se puede todos estos casos, estos textos tienen —por escrito u oralmente—
aplicar al contenido y la forma del texto expresado, con lo que una forma fija, jurídica y convencional extremadamente precisa, con
llegamos al papel que ocupa la ciencia del texto dentro de la expresiones especiales y una sintaxis propia que depende de las
sociología funciones jurídicas precisas de estos textos. Por todo ello, pues,
Las instituciones se pueden identificar y analizar mediante la puede existir una estrecha relación entre la ciencia del texto y la
consideración de, entre otras cosas, las clases de textos que éstas jurisprudencia. 10

producen. Una empresa de productos químicos produce textos dis- Mutatis mutandis esto puede ser válido para las ciencias políticas. 11

tintos de los de la Iglesia Católica o de una Audiencia Provincial. Los discursos de los políticos, los debates parlamentarios, los infor-
Estos textos no sólo tienen un contenido diferente, sino que también mes políticos de las agencias de prensa y los comentarios, tratados
su estilo y otras operaciones retóricas son diferentes y, en todos los internacionales y conferencias, la propaganda y los programas de los
casos, las funciones pragmáticas y sociales son diferentes. Las rela- partidos configuran la manifestación «textual» del sistema político.
ciones entre los individuos dentro de estas instituciones se evidencian Ciertamente no es casual que los análisis de la comunicación de
claramente a través de los tipos de texto, las formas y los contenidos masas y las ciencias de la información siempre hayan tenido lugar
12

que producen; el director de una fábrica produce unos textos diferen- bajo un techo politológico, aunque estas ciencias más bien debieran
tes para sus codirectores que para sus subordinados (a través de una pertenecer a la psicología social y ya hace tiempo se merecen un
serie de intermediarios). Así también, en el caso de que quiera estatuto autónomo. De ahí que en primer lugar se va a tratar el
pedirle algo a mi amigo, no lo haré como una petición al alcalde. análisis de contenido ya mencionado y las relaciones entre textos y
Como sector de la sociología general de la comunicación, la sociolo- actitudes de los receptores con la ayuda de textos propagandísticos y
gía que estudia la elaboración de los textos tiene la tarea específica otras formas de comunicación política.
de mostrar cómo se manifiestan las relaciones de poder, jerarquía y 1.5.2 Sin duda alguna, el objeto central de la economía no es una
fuerza, funciones, papeles, niveles y clases en las posibles estructuras 13

de textos de los individuos, grupos o instituciones afectados. En


parte también se hablará de ello en este libro (capítulo 7); a saber, en 10 El análisis y la interpretación de textos son claramente una tarea central en la
jurisprudencia. Sin embargo existen pocos trabajos que se ocupen de las estructuras
el análisis de conversaciones en la micro-interacción social. textuales especiales y el uso del lenguaje en leyes y otros textos jurídicamente impor-
tantes, así como de la comunicación en los procesos. Véase L E O D O L T E R ( 1 9 7 5 ) para el
análisis concreto; véase también R A V E et al. ( 1 9 7 1 ) .
1.5 La ciencia del texto y la jurisprudencia, la economía y la " Sobre el texto, el uso del lenguaje y la comunicación en contextos políticos,
LASSWELL, L E I T E S et al. (comps.) ( 1 9 4 9 ) han aportado importantes trabajos en el
politología ámbito del análisis de contenido, la comunicación persuasiva y otros terrenos simila-
res. Véanse también otros artículos en DE S O L A P O O L , S C H R A M M et al. (comps.)
1.5.1 Hemos visto que en la estructura social existen determinadas ( 1 9 7 3 ) . KLALIS ( 1 9 7 1 ) ofrece, entre otros, una perspectiva distinta. Z I M M E R M A N N
instituciones y sistemas parciales, todos caracterizados por la manera ( 1 9 6 9 ) , p. ej., realiza un análisis concreto; H U N D H A U S E N ( 1 9 7 5 ) analiza la publicidad.
concreta en que se comunican interna y externamente y por los 12 A buen seguro que dentro de la investigación de la comunicación de masas se
presta gran atención al análisis del 'mensaje', p. ej. en el marco del análisis de
textos típicos que para ello emplean. La proporción de «reglamenta- contenido: véase, entre otros, G E R B N E R et al. (comps.) ( 1 9 6 9 ) y H O L S T I ( 1 9 6 9 ) . A
ción» de estas formas de comunicación es distinta en cada caso. pesar de que en el gran manual de la investigación de la comunicación de DE S O L A
Acaso uno de los sistemas más reglamentados sea el sistema P O O L , S C H R A M M et al. (comps.) ( 1 9 7 3 ) se habla de ello, no se nota prácticamente
jurídico o la justicia que en su gran mayoría funciona sobre la base ninguna influencia desde la lingüística o la ciencia del texto que hubiera vuelto más
sistemático el análisis del 'mensaje'. También en este punto, la investigación en la
RFA parece estar algo más avanzada. De entre las muchas introducciones y reseñas
pueden consultarse entre otros P R O K O P (comp.) ( 1 9 7 2 / 7 7 ) , A U F E R M A N N , B O H R M A N N
' A pesar de que existen muchos trabajos lingüístico-sociológicos y sociolingüisti- & S Ü L Z E R (comp.) ( 1 9 7 3 ) . W E R S I G ( 1 9 6 9 ) ofrece una amplia bibliografía sobre el
cos al respecto, el conocimiento de las estructuras y funciones especiales de los textos análisis de contenido. El desarrollo más actual probablemente lo representan L I S C H &
en el contexto social es aún relativamente escaso. Cf. sin embargo S U D N O W (comp.) K R I Z ( 1 9 7 8 ) . No obstante, en este apartado no es posible dar una bibliografía
( 1 9 7 2 ) y las referencias dadas en los trabajos reunidos en esa compilación. Para otros específica para los diferentes tipos de textos como la publicidad, la propaganda, los
aspectos de la socio-lingüistica véanse las introducciones de D I T T M A R ( 1 9 7 3 ) y A P P E L , informes periodísticos y similares.
H U B E R S & M E I J E R ( 1 9 7 6 ) . Para una visión introductoria más general sobre las 13 No conozco ningún tipo de investigación sistemática que se ocupe de formas de
relaciones entre lenguaje, texto y sociedad véase R O B I N S O N ( 1 9 7 2 ) . uso del lenguaje y textos en los contextos económicos.
25 LA CIENCIA DEL TEXTO 25 LA CIENCIA DEL TEXTO 26

forma de comunicación textual o lingüística, sino el intercambio de 1.6.2 Desde esta perspectiva, el estudio de la historia prácticamente
bienes, moneda, servicios y trabajo. Además de las diferentes mani- no es otra cosa que una ciencia histórica del texto, puesto que puede
festaciones textuales de las estructuras económicas (informes de bol- aclarar cómo diferentes tipos de textos han variado a lo largo del
sa, balances anuales y similares), la producción, el consumo y los tiempo y bajo qué condiciones políticas, sociales y culturales ha
servicios principalmente tienen lugar en contextos sociales de interac- tenido lugar este cambio. Un contrato redactado en la Edad Media
ción, es decir: en la empresa, en el negocio, en la oficina y en la seguramente era diferente de uno de la actualidad y algo similar
fábrica. De ahí que, tanto para la sociología como para la economía también ocurrirá en lo referente a la jurisprudencia, los debates
social, sea muy importante saber cómo se dirigen comunicativamen- políticos y la historiografía. No obstante, también resulta evidente
te estas interacciones. No sólo se comunican entre sí empresas ente- que existen constantes y continuidades históricas, que nuestras leyes
ras, sino también los trabajadores dentro de la empresa, los patrones están aún estrechamente ligadas al Derecho romano, que en nuestra
con los trabajadores, etc., con lo que las relaciones jerárquicas literatura todavía se elaboran temas y tópicos del clasicismo griego,
determinan de manera rígida las actuaciones lingüísticas, las clases y que nuestros textos persuasivos siguen empleando operaciones
de textos y el estilo posibles. En principio, y sólo para nombrar un retóricas que los oradores ya empleaban hace dos mil años en las
ejemplo, los encargos o incluso las órdenes van «hacia abajo», y asambleas públicas o ante los tribunales.
desde abajo hacia arriba van a lo sumo las «peticiones».
Sin embargo, los productos y servicios difícilmente podrían intro- 1.6.3 La forma en que los hombres fijan mediante descripciones,
ducirse en nuestra estructura económica sin las etiquetas y los textos narraciones o declaraciones de testigos sus percepciones, experiencias
publicitarios que a veces informan pero que casi siempre manipulan, y vivencias en tanto se extienden a otros hombres, sucesos o actua-
y mediante los cuales se ven influidos los conocimientos, las opinio- ciones, puede resultar interesante no sólo para los estudios históri-
nes, las necesidades y los deseos para determinar un comportamiento cos, sino también para la psicología, la jurisprudencia y la sociolo-
económico. gía. La reconstrucción de una realidad actual o histórica se basará en
Podemos observar, pues, que las diferentes ciencias filosóficas y complejos procedimientos de interpretación que pueden explicarse
sociales están estrechamente relacionadas entre sí precisamente por coherentemente dentro de una ciencia general del texto.
el papel fundamental de la comunicación textual. Los acuerdos
tácitos, las convenciones o las posibilidades de sanción se consignan
jurídicamente en leyes y disposiciones, el comportamiento político se 1.7 La ciencia del texto y la antropología
compone cada vez más de una comunicación verbal, la interacción
de compraventa se fija mediante contratos, etc. Desde el punto de Mientras que la ciencia de la historia puede explicar las coincidencias
vista histórico se ha producido un cambio que aún se encuentra en y diferencias temporales entre diferentes tipos de textos y diferentes
continua evolución, de las actuaciones e interacciones directas y la períodos empleándolos para la reconstrucción de la historia, la an-
producción de mercancías a la comunicación textual que los dirige y tropología se ocupa más en las diferencias locales, regionales y
representa. culturales entre textos, tipos de textos y uso de textos. 15

Es evidente que muchos de los textos y modelos que hemos


mencionado ni siquiera aparecen en otras culturas o por lo menos no
1.6 La ciencia del texto y los estudios históricos en las formas conocidas por nosotros. Por ejemplo una novela, un
balance anual, el programa de un partido, una biblia o una ley no
1.6.1 Lo anteriormente dicho acerca del papel que tiene la ciencia aparecen en los pueblos que tienen otra estructura social y política
del texto en lo referente a objetos y problemas en las ciencias con formas de comunicación puramente orales. Por el contrario,
filosóficas y sociales, en principio también puede extenderse en el nosotros ya no conocemos las largas narraciones épicas o las leyen-
tiempo y el espacio. Así, los estudios históricos no dispondrán, en la des de la tradición oral primitiva que aún sigue existiendo en algunos
mayoría de los casos, de nada más que de textos de diferente índole
(documentos, historiadores, literatura, memorias, informes, descrip-
ciones, etc.) sobre los acontecimientos sociales, culturales, políticos, Mientras que ya hace tiempo que la antropología se ocupa del lenguaje y del uso
económicos y otros, de tiempos pasados.
15

14 del lenguaje (véase, p. ej., la antología de HYMES(comp.) (1964), durante los últimos
años también se analizan formas textuales de comunicación, a saber, en la «ethno-
graphy of communication» G UMPERZ & H YMES (comps.) (1972) y en la «ethnography of
Entre otros, D A N T O ( 1 9 6 5 ) y G R A Y ( 1 9 7 1 ) tratan la base textual de los estudios
14 speaking» (véase la nota siguiente). Véase también B E N A M O S & G O L D S T E I N (comps.)
históricos, y, sobre todo el papel que desempeña la narración. (1975).
27 LA CIENCIA DEL TEXTO 27 LA CIENCIA DEL TEXTO 28

lugares. En otras palabras: en otros sitios se narra de distinta mane- eos. Algo similar resulta válido para las neurosis o los problemas
ra, se informa, se acusa, se insulta y alaba de manera diferente. psíquicos sobre los que un paciente informa a su psiquiatra o psico-
Una de las tendencias de investigación antropológica, a saber: la terapeuta. En algunos casos, la conversación no sólo aportará al
20

«ethnography of speaking», se interesa principalmente por la descrip- psiquiatra informaciones sobre posibles causas y motivos del trastor-
ción de tales coincidencias o diferencias de textos y comunicaciones no sino que a la vez ejerce un importante efecto terapéutico. Tales
en diferentes contextos culturales. Este análisis no sólo se limita a
16 conversaciones e informes también son objeto de interés de la ciencia
la comparación de culturas de diferentes pueblos, sino que puede del texto, puesto que facilitan informaciones sobre las relaciones
extenderse también a diferentes (sub-) culturas dentro de un país o entre estructuras textuales y estructuras psíquicas (afectivas, emo-
de un pueblo. Por ejemplo, en relación con las variaciones lingüísti- cionales).
cas existen también tipos de textos muy diversos entre sí debido a los Si finalmente consideramos la matemática, la lógica y la filosofía,
sociolectos. 17 observaremos que la matemática y la lógica también tienen que ver
En este marco, la teología, en particular, debe de interesarse por la con textos: sobre todo con las estructuras «formales» de textos como
manera en que las comunidades elaboran, forman y transmiten sus demostraciones y deducciones; por el contrario, la filosofía, sobre
21

mitos y ritos con respecto a sus dioses u otros seres extraterrestres o todo en la teoría de la argumentación, se preocupa directamente de
22

celestiales y cómo, dentro de instituciones como la Iglesia, se estruc- la estructura, el contenido y las estrategias de los textos, independien-
turan y funcionan una biblia, el catecismo, los sermones y los temente del propio «carácter puramente textual» de la filosofía como
cantos. Dicho sea de paso, una de las formas más antiguas de la
18 ciencia. 23

«interpretación de textos» procede de la teología medieval, a saber, 1.8.2 Después de los párrafos anteriores debería haber quedado
la hermenéutica , que, entre otros, también juega un papel conside-
19
claro que la función de la ciencia del texto no puede consistir en
rable en los estudios literarios. formular o incluso en solventar los problemas particulares de casi
todas las ciencias filosóficas y sociales. De lo que sí se trata es de
1.8 Tareas de la ciencia del texto aislar determinados aspectos de estas disciplinas científicas, a saber,
de las estructuras y del uso de formas de comunicación textual, y de
su análisis dentro de un marco integrado e interdisciplinario.
1.8.1 A partir de la enumeración de una serie de ciencias filosóficas Esta integración podría llevarse a cabo en un análisis de las
y sociales se ha explicado la amplitud del campo potencial total de la características generales que en un principio contendrá todo texto de
ciencia del texto. La enumeración no era ni siquiera completa, a un idioma para poder siquiera funcionar como texto. Se trata, pues,
pesar de que se evidenció que la ciencia del texto como objeto, como de estructuras gramaticales (sintácticas, semánticas, pragmáticas),
investigación de la comunicación textual, no es de interés para las estilísticas y esquemáticas y de su conexión mutua. También se trata
ciencias naturales. Y sin embargo, las formas de comunicación pato- del funcionamiento del texto, es decir, de un análisis de las propieda-
lógicas son interesantes precisamente para las ciencias médico-psico- des cognitivas generales que posibilitan la producción y comprensión
lógicas-, por ejemplo, los textos de apáticos o esquizofrénicos, ya que de una información textual compleja.
con ello se obtiene un mayor conocimiento de los trastornos psíqui-
20 Para estudiar el papel de los textos en la psicoterapia, véanse especialmente los
La antología más importante en este campo es sin duda B A U M A N & S C H E R Z E R trabajos realizados sobre la denominada terapia conversacional. Para una descripción
sistemática véase entre otros T A U S C H ( 1 9 7 4 ) . Para el análisis de textos terapéuticos
16

(comps.) (1974). véase L A B O V & F A N S H E L ( 1 9 7 7 ) .


Un ejemplo de otro tipo de texto típico de una clase social es «sounding»,
17
Para las relaciones entre las estructuras formales de demostraciones o derivacio-
analizado entre otros por L A B O V (1972 c). 21

nes, por un lado, y textos, por el otro, véanse entre otros C O R C O R O N ( 1 9 6 9 ) y VAN
También es la teología, que desde siempre se ha ocupado intensamente de textos
18
DIJK (1974).
y su análisis e interpretación (exégesis), se trabaja desde hace algunos años más Para todas las notas e indicaciones sobre la teoría de la argumentación, véase el
sistemáticamente con aplicaciones semióticas, lingüísticas, de la ciencia del texto y 22

capítulo 5.
teorías narrativas. Véanse entre otras las publicaciones Linguistica Biblica (Bonn), El hecho de que la filosofía, a falta de una 'base' empírica, es sobre todo una
Sémiotique et Bible (Lyon) y Semeia (Universidad de Montana). 23

ciencia de los textos (filosóficos) no requiere mayor explicación. Un aspecto de esto se


La hermenéutica, que principalmente procede de la exégesis bíblica de la Edad
19
plantea especialmente en la filosofía analítica, que se basa en gran medida en un
Media, se extendió más tarde a otras ciencias filosóficas y sociales, sobre todo a partir análisis conceptual y lingüístico. Con esta observación evidentemente no queremos
de la obra de Dilthey, por un lado, y la fenomenología filosófica de, p. ej., Husserl, decir que la filosofía no pueda ocuparse, más bien de manera abstracta, de determi-
por otro. Sin duda, el estudio más importante en este paradigma lo aporta G A D A M E R nados problemas o conceptos (p. ej.: actuación, lenguaje, espíritu, causa, etc.), que a
(I960). Sin embargo aún existen muchas otras 'tendencias' aparentemente incompati- su vez pueden ser considerados independientemente del texto y del contexto.
bles, que van desde Heidegger hasta el 'polo opuesto': Habermas y Apel.
29 LA CIENCIA DEL TEXTO 29 LA CIENCIA DEL TEXTO 30
Además se podrían formular criterios en términos de la estructura tipos de fenómenos y problemas que en cada una de ellas tiene un
del texto y del contexto, sobre cuya base se diferencian los textos papel de mayor importancia que la comunicación textual, p. ej. la
entre sí, de manera que puedan ser clasificados según diferentes lengua, el comportamiento, los procesos cognitivos y afectivos, las
tipos, incluso por el hablante. Habría que indicar, pues, cómo estos actitudes, los medios, la estructura social, la clase, el trabajo, los
diferentes tipos de textos también definen y modifican diferentes modos de producción, el poder, el derecho, la enfermedad, etc. La
contextos sociales, culturales, políticos y económicos y de cómo el ciencia del texto, por su parte, sólo aporta una pequeña ayuda a la
contexto, por el contrario, resulta determinante para la estructura investigación de determinadas características de estos aspectos
del texto. Puesto que la propia ciencia del texto no puede dedicarse múltiples.
a la psicología, sociología, ecología, etc., simplemente puede entresa-
car algunos conocimientos generales sobre las estructuras caracterís-
ticas de texto y contexto de los procesos de comunicación e interac-
ción observados en las diferentes ciencias. En este sentido, la ciencia
del texto puede parangonarse con la lingüística interdisciplinaria,
que estudia el uso del lenguaje propiamente dicho, por ejemplo, en
diferentes contextos sociales.
Con la ayuda de estos conocimientos y análisis se puede formular
una teoría general del texto que tendrá que dar la base para una
descripción explícita y más amplia de diferentes tipos de texto y de
sus relaciones recíprocas. Así, la teoría del lenguaje y la teoría del
texto forman juntas la teoría general de la comunicación verbal.
1.8.3 Dado que la ciencia del texto tan sólo está comenzando a
desarrollarse en este sentido, en la actualidad existen sólo algunos
fragmentos para un programa de trabajo tan amplio. La lingüística,
la literatura, la retórica, la teoría de la argumentación, la teoría de la
narración y la estilística han aportado importantes ayudas para
la descripción de las estructuras de textos. En este punto acaso se
pueda hablar de una ciencia del texto en sentido estricto, a pesar de
que no se pueda obtener mucha información sobre las estructuras de
los textos si no se estudian también sistemáticamente las condiciones
previas, las funciones y los efectos, es decir, el contexto en relación
con la estructura del texto. Por lo tanto, esta introducción dará, en
un principio, una visión general de las diferentes estructuras textua-
les, debiendo limitarse luego al tratamiento del contexto cognitivo y
microsocial. Tan sólo en una fase posterior de la evolución de la
ciencia del texto se podrán integrar resultados ya existentes o futuros
de la psicología social, la antropología, la sociología, la jurispruden-
cia, los estudios históricos y la psiquiatría. También es muy posible
que a partir de las perspectivas de estas otras ciencias será importan-
te diferenciar otros niveles de análisis y de categorías también para
la propia estructura del texto.
1.8.4 Una investigación interdisciplinaria de lengua, texto y comu-
nicación se refiere tan sólo a aspectos determinados, aunque a menu-
do fundamentales, de los fenómenos y problemas de los que se
ocupan las ciencias mencionadas. Al repetir esta advertencia quere-
mos subrayar que existe en estas ciencias un gran número de otros
LA CIENCIA DEL TEXTO 32

2. Texto y gramática lingüística social o geográfica empleará 'el mismo' sistema lingüístico
de manera más o menos diferenciada, según las circunstancias más
diversas y según el contexto comunicativo.
Por regla general, una gramática intenta reconstruir el sistema
lingüístico, más bien general y abstracto, haciendo abstracción de las
diferencias individuales, sociales, geográficas y casuales del uso del
lenguaje. De ahí que, por ejemplo, una gramática del español no
tendrá en cuenta la articulación especial de los sonidos, la construc-
ción de la frase y el léxico del dialecto de Sevilla. Y una gramática de
la lengua que se habla en Sevilla no se preocupará por las diferencias
entre sus diferentes barrios. Esto, evidentemente, no significa que
tales diferencias dentro de la misma lengua, ya sea el lenguaje
estándar, un dialecto o un sociolecto, no pudieran e incluso debieran
ser descritas. Esta es una de las tareas de la sociolingüística. 2

2.1.2 Una gramática explica sobre todo el sistema de normas que


forma la base de la producción y la comprensión de los enunciados
de una lengua determinada. La descripción de la estructura de estos
enunciados tiene lugar en diferentes niveles. En primer lugar, una
enunciación lingüística se puede caracterizar en un nivel puramente
físico como una serie de ondas sonoras, o bien fisiológicamente,
como una serie de movimientos de los órganos fonadores y auditi-
vos, que provocan, o bien tienen como consecuencia las manifesta-
ciones físicas del habla. Tales investigaciones son el objeto de la
fonética, una ciencia que tiene una ligazón más bien débil con la
lingüística, es decir, con la gramática. 3

La gramática se ocupa en niveles de enunciados que tienen un


2.1 Algunos conceptos básicos de la gramática cierto carácter abstracto y convencional a la vez. Esto significa que la
mayoría de los hablantes conoce las reglas que caracterizan estos
2.1.1 En el capítulo anterior hemos visto que la lingüística general niveles y, mientras hablan, suponen que el otro hablante conoce
tiene como tarea principal el desarrollo de teorías sobre las gramáti- (casi) las mismas normas y que, por lo tanto, sabrá actuar en
cas de las lenguas naturales. Una gramática es un sistema de reglas, consecuencia mediante, por ejemplo, la contestación a una pregunta.
categorías, definiciones, etc., que abarcan el 'sistema' de una lengua.' Así, la fonología estudia el nivel de las formas del sonido en una
Un sistema lingüístico de este tipo es relativamente abstracto y existe gramática. Su tarea consiste, por ejemplo, en describir qué caracte-
idealmente en el sentido de la descripción. Nuestro conocimiento rísticas distintivas diferencian una / a / de una /e/, cómo estas formas
real de la lengua y su aplicación en las comunicaciones lingüísticas de sonido (fonemas) pueden unirse entre sí para formar combinacio-
tan sólo es una materialización indirecta de este sistema lingüístico. nes y las variaciones que por ello puedan experimentar.
Dicho de otra manera: cada individuo, cada grupo o comunidad
2 Este punto requiere una mayor precisión. Ciertamente, la lengua estándar no
sólo es una construcción gramático-teórica (o acaso incluso una ficción) como conse-
1 Para una orientación general sobre los objetivos, la teoría y las diferentes cuencia de las grandes diferencias entre los diversos dialectos y sociolectos de una
modalidades de gramáticas, véase H E L B I G ( 1 9 7 4 ) , también indicado para una breve 'lengua'; también resulta evidente que en la mayoría de las sociedades la lengua
descripción de niveles como la morfología, la fonología, la sintaxis y la semántica, que estándar se forma a partir de un dialecto y que éste se ha convertido en «lengua
se tratarán posteriormente. Véase también B Ü N T I N O ( 1 9 7 2 ) y W U N D E R L I C H ( 1 9 7 4 ) . estándar» debido a factores socio-económicos, históricos y culturales (p. ej., por
Aquí se hallarán también suficientes referencias al campo de trabajo originario de la hegemonía política o económica), como por ejemplo el holandés en los Países Bajos.
teoría de la gramática y, sobre todo, a la obra de Chomsky. Por lo demás, en este Para detalles de esta índole y los problemas gramaticales y lingüísticos generales que
libro se respetan los resultados más importantes de la gramática generativa, pero el se producen, véase A P P E L , H U B E R S & M E I J E R ( 1 9 7 6 ) .
tratamiento de las estructuras textuales es gramáticamente neutral y más bien se basa 3 Para una descripción más precisa de la fonética, la fonología, la morfología y la
en la lógica filosófica y la semántica (lingüística, lógica y cognitiva). sintaxis, véase B Ü N T I N G ( 1 9 7 2 ) .
33 TEXTO Y GRAMATICA LA CIENCIA DEL TEXTO 34

La morfología es la parte de la gramática que se ocupa en las bras. En esta descripción de significados convencionales se intenta
formas de las palabras (morfemas). Los morfemas son las unidades emplear clasificaciones. Una posible clasificación del significado de,
significativas más pequeñas de un sistema lingüístico; por ello cons- por ejemplo, «andar», «correr», «viajar», «trasladarse», etc., es el
tituyen la base de todos los demás niveles de descripción, a saber, de MOVIMIENTO. La clasificación de «hombre», «piloto», «chica», «hé-
las funciones gramaticales (sintaxis) y los significados (semántica). roe», etc., será H U M A N O . Algunas palabras, como por ejemplo el, no
Aquí nos limitaremos a estos dos últimos niveles. 4
pueden derivar su significado de un concepto general, sino que sólo
Así como las formas de los sonidos pueden enlazarse (linealmente) poseen una función en las relaciones de significado de un grupo de
hasta crear formas de palabras, también las formas de las palabras palabras o una oración, o bien determinada función pragmática
pueden ligarse formando unidades mayores. Una unidad fundamen- (véase el capítulo siguiente).
tal que crean es la oración. Por regla general, en la gramática se Los enunciados lingüísticos 'tienen' un determinado significado en
describen los enunciados exactamente desde esta perspectiva: se des- tanto que, debido a un acuerdo (convención), los hablantes de una
cribe la estructura de las oraciones. La sintaxis (teoría de la construc- comunidad lingüística les asignan un significado. También en este
ción de la oración) indica qué combinaciones de palabras forman punto, las diferencias individuales, sociales y situacionales deben de
oraciones inteligibles de una lengua y cuáles no lo hacen. Esto tiene desempeñar un papel importante, pero de momento prescindimos de
lugar a través de categorías de orden y reglas (sintácticas). Las ello. También las estructuras y los procesos psíquicos concretos al
posibilidades de combinación de las palabras en una oración vienen 'asignar' significados a enunciados lingüísticas, tanto en la 'expresión'
determinadas por las posibilidades de combinación de las categorías como en la 'comprensión', quedan fuera del ámbito de la gramática.
a las que pertenecen las palabras o grupos de palabras. De esta Desde un punto de vista abstracto, la semántica describe, pues,
manera y por regla general le puede seguir un sustantivo a un todos los posibles «conceptos de significado» (estructuras conceptua-
artículo como el, p. ej.: hombre, pero también un adjetivo como en les) que se pueden expresar mediante oraciones. Hasta aquí y para
el caso de el pequeño hombre, y también un adverbio: el muy pequeño simplificar diremos que la gramática resulta ser un sistema de reglas
hombre, siempre que los tres grupos de palabras aplicados al artículo que une las formas de sonido (a través de formas de oraciones) con
pertenezcan a la misma categoría, a saber, a la de una «frase nomi- los significados.
nal» (inglés: noun phrase, abreviado NP). Cuando la categoría de En lo referente a la semántica, vamos a ampliar de inmediato su
este grupo de palabras es conocida, también se puede indicar la caracterización. La semántica se refiere no sólo a significados gene-
categoría siguiente en el mismo nivel (p. ej.: «predicado» o «frase rales y conceptuales de palabras, grupos de palabras y oraciones,
verbal»; inglés: verb phrase, VP), tal y como lo conocemos aproxima- sino también a las relaciones entre estos significados y la 'realidad',
damente de la articulación clásica de la oración. Sin embargo, una las denominadas relaciones «referenciales». El empleo del grupo de
gramática analiza con categorías y reglas explícitas, es decir: se sabe palabras el hombre pequeño no sólo expresa una unidad conceptual
perfectamente bajo qué condiciones unas formas de palabras/pala- («como parte de la clase individuo, humano, masculino,..., con la
bras y grupos de palabras determinados corresponden a una catego- propiedad de poseer una altura más pequeña que la habitual (...)»),
ría y según qué regla unas categorías pueden combinarse con otras. sino que también puede remitir (referirse) a un objeto especial, que
Finalmente, la semántica aporta una descripción en el nivel de los cumpla con estas condiciones conceptuales, p. ej., a mi hermano
significados de palabras/grupos de palabras y del papel de las cate- Pedro. Así, el enunciado corre puede remitir a una propiedad de este
gorías y sus combinaciones en el significado de la frase. En un 5 objeto y al período de tiempo (ahora) en que el objeto posee esta
diccionario o en una enciclopedia de una lengua determinada se propiedad. Dependiendo de la categoría sintáctica se puede hacer
especifican los significados generales y convencionales de las pala- claramente referencia a distintos tipos de cosas de la realidad; p. ej.
los sustantivos remiten a objetos, los adjetivos y los verbos a las
propiedades de estos objetos y los adverbios a las propiedades de
Si bien aquí no se habla de fonología ni de morfología, esto no significa que en
estas propiedades («rápidamente» en «Juan corre rápidamente»). La
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este nivel no existan características estructurales para los textos, como por ejemplo asignación de 'unidades' (cosas, propiedades, relaciones, etc.) de la
determinadas melodías de frase, acentos (p. ej. contraste) o determinados tipos de realidad a realizaciones lingüísticas se llama interpretación. Aquí se
palabra. Para un estudio empírico en varios idiomas, véase L0NGACRE(c0mp.) (1976). trata de la interpretación de frases de la lengua natural, en especial
Centramos nuestra atención en la semántica porque en ella se puede hallar un
5

número considerable de características textuales particulares. Para una introducción,


de su estructura morfológico-sintáctica, tal y como se ha descrito
véase L E E C H ( 1 9 6 9 ) , K A T Z ( 1 9 7 2 ) , L Y O N S ( 1 9 7 7 ) y sus referencias bibliográficas sobre anteriormente. Esto significa que a una determinada categoría sintác-
semántica lingüística. Para la semántica referencial lógica, véase VAN D I J K ( 1 9 7 7 a) y tica se le asigna un determinado tipo de unidad, y a una relación
las indicaciones que se dan en las siguientes notas al pie de página. entre categorías se le asigna una relación entre diferentes tipos de
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unidades. Evidentemente, esta interpretación denominada 'referen- 2.2 Secuencias de oraciones
cial' de frases se basa en la asignación de significados a las oraciones,
es decir, en la 'comprensión'. No sabemos a qué remite un grupo de 2.2.1 Aún podemos dar un paso más en la descripción gramatical
palabras si no sabemos lo que significa. Posteriormente volveremos de los enunciados. Muchos de ellos no tienen la estructura abstracta
sobre este y otros aspectos de la semántica, cuando hablemos de la de una oración, sino la de una serie de oraciones. De ahí que
interpretación de secuencias de oraciones y textos. Lo que a este admitimos que una gramática pretende tanto describir oraciones
respecto es importante es que determinadas propiedades (caracterís- como secuencias de oraciones, si resultase que entre las oraciones de
ticas) de los textos —'contenido', 'tema', 'relación' y otras— se unos enunciados existieran determinadas relaciones, tal y como por
explican en términos de la semántica. Se estudiarán tanto los signifi- ejemplo existen entre palabras y grupos de palabras dentro de una
cados, llamados intensiones como también la remisión a referentes, misma oración. Estas relaciones entre las oraciones deben describirse
llamados extensiones. Más tarde indicaremos que, además de esta en los mismos niveles gramaticales (morfofonología, sintaxis y semán-
semántica lingüística intensional y extensional, también necesitare- tica) que la estructura de las oraciones. Dado que una secuencia
mos una semántica cognitiva para la descripción del proceso de una también puede constar de una única oración, una gramática de la
interpretación del texto, donde, entre otras cosas, el conocimiento del descripción de secuencias debería contener también una gramática
mundo (el saber del mundo) del hablante tiene un papel impor- de la descripción de la oración. Por lo demás resulta básico el
tante. conocimiento de la estructura de las oraciones, si recordamos que las
En la lingüística moderna, las estructuras de los enunciados se relaciones, tal y como se dan en las secuencias, se basan muy a
formalizan en los más diversos niveles, e incluso a menudo sobre la
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menudo en relaciones entre elementos de oraciones sueltas (distintas).
base de sistemas matemáticos y lógicos. Para citar un ejemplo, las En consonancia con los objetivos de una gramática, una descrip-
estructuras semánticas a veces se reproducen en el lenguaje de la ción de la secuencia de oraciones en la que 'se basa' una enunciación
lógica modal o de predicado. Esto tiene la ventaja de que esta lingüística deberá indicar cuáles secuencias oracionales son posibles
transmisión en principio es explícita y no ambigua, y que este tipo de en una lengua, cómo la estructura sintáctica y semántica de una o
lenguaje lógico posee una interpretación exacta (semántica lógica). varias oraciones determina en la secuencia la de otras oraciones, y
Sin embargo, tiene el inconveniente de que varias estructuras lingüís- cómo determinados grupos de oraciones pueden llegar a formar
ticas importantes no pueden transferirse sin más a un lenguaje unidades para las que existen otras categorías especiales.
lógico, y que de esta manera únicamente se puede conseguir una A pesar de que, como ya se ha dicho, también existen relaciones
aproximación al lenguaje natural. No obstante, en esta introducción morfológicas y sintácticas entre frases de una secuencia, se demostra-
utilizaremos poco la formalización del lenguaje natural o de las rá que las relaciones entre frases son en su mayoría de tipo semánti-
estructuras de textos. co, refiriéndose al significado y la referencia de las frases.
A pesar de que los textos posean también un número considerable
de características fonológicas, morfológicas y sintácticas especiales, 2.2.2 Para describir secuencias hay que aclarar antes que nada que
como por ejemplo una determinada secuencia de entonación o un las propias oraciones pueden poseer tales estructuras 'secuenciales',
acento determinado, o bien palabras y formas sintácticas que forman a saber, como oraciones compuestas. Estas frases están formadas por
secuencias que también dependen de frases anteriores o posteriores, componentes que en sí mismas poseen una estructura oracional
prácticamente dirigiremos nuestra atención sólo a la descripción abstracta y que actúan como 'frase principal' o 'frase subordinada'
semántica dentro de una gramática, puesto que la descripción de del todo compuesto, como por ejemplo en:
textos se diferencia más claramente en este nivel de la descripción de (1) Como hacía buen tiempo, fuimos a la playa.
oraciones. Para la descripción de estructuras fonológicas, morfológi- (2) Hacía buen tiempo, y por eso fuimos a la playa.
cas, sintácticas y semánticas de las frases remitimos a las «introduc-
ciones generales a la lingüística». Dado que resulta posible formar frases compuestas (en teoría inter-
minablemente largas y complicadas) como (1) y (2), es necesario
aclarar hasta qué punto existen diferencias o semejanzas entre estas
frases compuestas y secuencias de frases como:
La formalización de la gramática puede servirse de diferentes sistemas matemáti-
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(3) Hacía buen tiempo. Por eso fuimos a la playa.
cos y lógicos. Las estructuras y referencias sintácticas abstractas pueden reproducirse (4) Hacía buen tiempo. Fuimos a la playa.
de forma algebraica o por la teoría de conjuntos; véase también B R A N D T C O R S T I U S
(1974). Las estructuras semánticas más bien se describen mediante lenguas lógicas,
lógicas de predicados, lógicas modales, lógicas intensionales, etc.
Desde un punto de mira intuitivo parece que podemos 'expresar' el
mismo 'contenido', es decir, el mismo significado, con la oración
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compuesta que con la secuencia de oraciones. A pesar de que esto a (8) Como hacía buen tiempo, la Luna gira alrededor de la Tierra.
menudo sea cierto, también existen ejemplos de secuencias que no (9) Cuando yo era rico, Juan nació en Colonia.
(10) Juan ha aprobado su examen. Su madre pasó las vacaciones del año pasado
habrían podido simplemente expresarse como oraciones compuestas: en Italia.
(5) ¡Aquí hace tanto calor! ¿Quieres abrir la ventana, por favor? (11) ¿Qué hora es? ¡Dámelo!
(6) ¿Sabes qué hora es? No tengo reloj. Ciertamente existe una serie de condiciones que determinan cuáles
A la inversa, hay también oraciones compuestas que no pueden frases (es decir: sus significados) pueden unirse en forma de secuen-
expresarse fácilmente como secuencias: cia. Como hablantes de la lengua castellana sabemos que en las
secuencias (8)-(ll) no existe ninguna conexión de significado entre las
(7) Si fuera rico me compraría una barca. oraciones (parciales).
De ahí se deduce que existe una serie de diferencias sistemáticas Hay diversas condiciones para la conexión de secuencias. En parte
entre las oraciones compuestas y las secuencias, de manera que la se basan en las relaciones entre los significados de las frases, y en
descripción de secuencias no puede identificarse sin más con la parte, en las relaciones entre la referencia de frases. Además, las
descripción de oraciones compuestas. Más adelante mostraremos
7 condiciones se refieren a conexiones entre oraciones 'como un todo'
que estas diferencias se refieren sobre todo al uso de frases y secuen- y a conexiones entre componentes oracionales. Dada una secuencia
cias dentro del contexto comunicativo, tal y como lo describe sobre (S„ S , .... S„)> distinguiremos conexiones entre pares de oraciones
2

todo la pragmática. Por el momento haremos abstracción de tales consecutivas, p. ej. (S¡, Sw), y conexiones entre oraciones o series
diferencias y nos vamos a referir más concretamente a las relaciones arbitrarias, p. ej., entre ¡ y S4, entre (63, «Sg, JSJQ» •••) o entre (<S|__) y s

entre oraciones (mejor dicho, entre 'construcciones oracionales abs-


tractas') ocupándonos tanto en las frases compuestas como en las
secuencias. 2.2.4 Puesto que aquí se trata de conexiones semánticas, es decir,
de relaciones de significados y referencias, no nos extenderemos más
2.2.3 Acabamos de mencionar brevemente que las relaciones entre sobre las oraciones que expresan estos significados o que se emplean
oraciones en oraciones compuestas y secuencias son sobre todo de para referirse a alguna cosa, sino que hablaremos de los objetos
tipo semántico} En parte, las conexiones sintácticas dependen de ello. semánticos mismos. El significado de una oración aislada se denomi-
En primer lugar se trata de describir las relaciones entre los na, a grandes rasgos, una proposición; este concepto está tomado de
significados de las oraciones y de caracterizar el significado de la filosofía y la lógica. Por regla general, la proposición se caracteri-
secuencias (parciales) de las oraciones. ¿Qué yuxtaposiciones de ora- za como algo que puede ser 'verdadero' o 'falso' (en una situación
ciones resultan comprensibles e interpretables, y cuáles no? Las determinada). A menudo también se emplea el término «aserción»
secuencias (1) hasta (7) son comprensibles, mientras que las siguien- (en inglés: statement), pero puede llevar a equívocos, puesto que una
tes, vistas en general, resultan menos comprensibles o incom- pregunta o una orden también expresan un significado, es decir: una
prensibles: proposición (véase capítulo próximo).
Antes ya hemos hablado de las relaciones referenciales entre actua-
' Con frecuencia se ha sostenido que la estructura de secuencias oracionales, es
ciones lingüísticas y unidades de la 'realidad'. Ahora suponemos que
decir, de textos, puede integrarse sin más en las actuales gramáticas de la oración; las proposiciones, en consecuencia, están ligadas a los estados de
véase también la reseña de VAN D I J K (1972 a) por medio de D A S C A L & M ARGAL.IT en cosas, en lugar de a la 'verdad' o 'no-verdad' habituales. Una oración
P R O J E K T G R U P P E T E X T L I N G U I S T I K (comps.) (1974). Tanto en este capítulo es verdadera cuando el estado de cosas al que 'remite' existe; de lo
como en los trabajos lingüístico-textuales recientes se parte del supuesto, a la vez que contrario, es falsa. 9

se demuestra, que una reducción de este tipo ni es razonable ni es posible. Para Sin embargo, sería muy pobre una semántica que únicamente nos
trabajos lingüístico- y gramático-textuales véase VAN D I J K (1972 a, 1977 a),
D R E S S L E R (1972), P E T O E I I & RIESER (comps.) (1973), S C H M I D T (1973), K A L L M E Y L R permitiera hablar de las circunstancias de la realidad 'real'. En la
e.a. (1974), G R I M E S (1975), K U M M E R (1975), D R E S S L E R (comp.) (1973) y P E T O E F I
(comp.) (1979). D R E S S L E R & S C H M I D T (1973) aportan una amplia bibliografía sobre el
campo de la lingüística textual. H ALLIDAY & H A S A N (1976) y W E R I . I C H (1976) hacen
una descripción más concreta de las estructuras textuales de la gramática (inglesa). En 9 En la semántica (formal) no es corriente aceptar las 'circunstancias' como refe-
VAN D I J K & P E T O E F I (comps.) (1977), distintos lingüistas textuales analizan el mismo rentes de frases, sino que más bien se adoptan valores de verdad como 'verdadero' y
texto. R O M M E T V E I T (1974) analiza textos/mensajes desde la perspectiva de la psicolo- 'falso'. Dejando de lado el hecho de que tales valores pueden aplicarse casi exclusiva-
gía social. mente a oraciones indicativas (aseveraciones), existen otras razones para hablar de
8 Para la semántica textual véase también (a excepción de los títulos referidos en la referentes de frases, p. ej., de circunstancias. Véase VAN D I J K ( 1 9 7 7 a) para un análisis
nota 7) VAN D I J K ( 1 9 7 7 a). más amplio de estas concepciones.
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frase (7), por ejemplo, se habla de una 'realidad' imaginaria que se Hay que añadir además que los objetos individuales, las característi-
caracteriza por la proposición «yo soy rico», y en esa realidad existe cas/relaciones y circunstancias no sólo están actualizados en uno o
el hecho de que compro una barca. Asi pues, al lado de la denomi- varios mundos, sino que también 'existen' de una manera más bien
nada realidad actual existen las denominadas realidades alternativas. abstracta, como conceptos. Además de esta mesa especial también
El término técnico para los dos tipos de realidad es mundo (posible). 10
existe el concepto M E S A , a partir del cual todas las mesas posibles en
Semejante mundo hay que considerarlo como una abstracción, como todos los mundos posibles (situaciones) son actualizaciones. En cier-
algo construido por la semántica. No sólo la realidad histórica y ta manera, incluso esta mesa especial es también una abstracción,
actual es un mundo de esa índole, sino también la realidad de un puesto que existe en las situaciones más diversas y puede recibir las
sueño, o simplemente cualquier mundo que nos queramos 'imaginar', características más dispares (p.ej., colores). A pesar de que esta
aunque no se asemeje al nuestro. Así pues, un mundo es una colec- mesa, desde un punto de vista puramente físico, puede ser diferente
ción de circunstancias. Estas se componen de objetos con determina- en cualquier situación mundial consecutiva posible, resulta cognitiva,
das características y relaciones mutuas. También los mundos posibles es decir: sigue siendo 'la misma' para nuestra percepción y compren-
están interrelacionados: a saber, mediante la relación de la «alterna- sión. Algo similar ocurre con la diferencia entre las determinadas
tividad» y de la «accesibilidad». características físicas de este color rojo, y entre el color rojo y el
Vemos que una semántica referencial aporta una reconstrucción concepto R O J O , del que vuelve a ser una actualización particular. Al
abstracta de la realidad, de manera que estamos en condiciones de fin y al cabo, el concepto abstracto de una circunstancia es para
enlazar unidades abstractas de la lengua (palabras, categorías, rela- nosotros lo mismo que lo que hemos expresado con el término
ciones) con unidades abstractas de la realidad, precisamente a través proposición ' . De ahí resulta que en esta semántica, significado y
2

de los significados conceptuales de las unidades de la lengua. Ahora referencia están ligados formalmente entre sí. El significado de la
poseemos los siguientes elementos de la estructura de la realidad: 11
enunciaciones lingüísticas es igual a la interpretación conceptual de
(12) (i) un conjunto de mundos posibles (M)\ estas enunciaciones, mientras que su referencia es la relación de las
(ii) una relación (binaria) que está definida para los elementos de M, a saber, actualizaciones de estos conceptos en los diferentes mundos posibles.
alternatividad y accesibilidad, (R); Los conceptos de las enunciaciones se denominan, como ya vimos
(iii) un conjunto de 'cosas' sobre las que se puede hablar, el dominio (inglés:
domain; universe of discourse) (D)\
anteriormente, intensiones, y los referentes (en un mundo), extensio-
Caso que los dominios para los diferentes mundos fueran distintos, nes de estas enunciaciones. La expresión formal sería: las intensiones
podemos diferenciar entre D¡, D , ..., conjuntos que juntos forman el son funciones que asignan extensiones a las manifestaciones de una
lengua para determinados mundos posibles.
2

dominio total D. 13

(iv) un conjunto de características y relaciones (P)\


(v) un conjunto de circunstancias (F).
2.2.5 Después de este intermedio teórico sobre algunos conceptos
básicos de la semántica (lógica) estamos en condiciones de decir algo
El concepto de «mundo posible», ya presente en la filosofía desde hace tiempo,
10

se emplea como término técnico sobre todo en el marco de la lógica modal. Las 12 Con frecuencia se define una proposición como un objeto que puede ser 'verda-
interpretaciones en una semántica de este tipo se dan con vistas a los mundos dero' o 'falso'. Pero, debido al hecho de que una frase que exprese una proposición de
posibles, con respecto a los que las frases pueden ser falsas o verdaderas. Para la este tipo también se llama 'verdadera' o 'falsa', se produce una cierta confusión, en
introducción a este concepto, véase, entre otros, H U G H E S & C R E S S W E L L ( 1 9 6 8 ) . Para especial si se tiene en cuenta que la misma frase, expresada en diferentes contextos,
aplicaciones en la lingüística, véase D A V I D S O N & H A R M A N (comps.) ( 1 9 7 2 ) y K E E N A N puede referirse a distintas circunstancias, a no ser que el hic el mine del contexto se
(1975). exprese en la misma. Por ello partiremos de la base de que una proposición es un
11 En términos técnicos, esta relación se denomina «estructura modelo». Una concepto determinado, a saber, el concepto para una 'circunstancia posible'; en una
estructura modelo de este tipo es en cierto modo una reconstrucción abstracta de la frase que se expresa en un determinado contexto, puede aparecer una conexión con
'realidad', es decir: una relación de todos los elementos importantes para la interpre- circunstancias concretas en determinados mundos posibles. Véase, entre otros, VAN
tación de enunciados en una lengua determinada. La estructura modelo forma, junto DI.IK (1977 a). Para una interpretación similar del concepto de «proposición» véase
con una función interpretativa, un modelo. Estos conceptos, que provienen de la también C R E S S W E L L (1973) y para términos como «concepto» en la filosofía lógica,
teoría matemática de los modelos, son la causa por la que a menudo se presenta la véase, p. ej., M O N T A G U E (1974). De aquí en adelante no haremos referencia a la
semántica lógica como una semántica teórica de modelos. Como ya vimos anterior- amplia bibliografía que existe sobre el concepto proposición.
mente, su base formal es la teoría de conjuntos. Para más detalles, véase H U G U E S & 13 Resulta realmente muy plausible hacer que la referencia de una expresión
C R E S S W E L L ( 1 9 6 8 ) . El tipo de estructura modelo aquí presentado se aparta del dependa de su significado. M O N T A G U E (1974) analiza también este tipo de relaciones
habitual, porque además de un conjunto de individuos también se ha incluido un entre intensiones y extensiones. Según estos conceptos, el referente o la extensión de
conjunto de propiedades/relaciones y uno de circunstancias. Sin embargo, a partir de una expresión es un valor funcional, es decir, el significado o intensión en un
la perspectiva de la teoría de conjuntos se pueden definir propiedades o relaciones en determinado mundo posible (y eventualmente con respecto a un determinado contexto
conceptos de individuos. de enunciación).
41 TEXTO Y GRAMATICA LA CIENCIA DEL TEXTO 42
más preciso acerca de las relaciones semánticas entre oraciones o, A pesar de que se hable del mismo tipo de relaciones (estar casado),
mejor dicho, proposiciones, en una secuencia. Según queda dicho, en la oración (16) no se puede hablar de una relación clara entre las
estas relaciones pueden fundarse en significados (relaciones intensio- circunstancias. Lo mismo puede ocurrir en la (15), pero en ella el
nales) o en relaciones entre referentes o denotados (relaciones hablante compara dos circunstancias, mientras que Pedro y Gerardo
extensionales). ya pertenecían con anterioridad al círculo de amistades del hablante.
En primer lugar observamos las conexiones entre proposiciones Así pues vemos que las condiciones para la conexión aquí ya no sólo
'como un todo' y formulamos la siguiente condición para la 'ligabi- son semánticas, puesto que los términos «hablante» o «conocimien-
lidad' de proposiciones: tos/datos del hablante» no estaban definidos en la semántica. Más
(13) Dos proposiciones están ligadas entre sí, cuando sus denotados, es decir, las adelante quedará claro que tales condiciones para una conexión
circunstancias que les han sido asignadas en una interpretación, están ligados deben tratarse en la pragmática o en la psicología, y lo mismo
entre sí. resulta válido en general para las relaciones entre interlocutores y su
Esto significa, para los ejemplos (8) hasta (11), que las proposiciones, idea de las circunstancias. Para algunos interlocutores dos hechos
expresadas por las oraciones de las secuencias, no pueden ser ligadas pueden estar ligados entre sí y para otros no, dependiendo de su
entre sí porque las circunstancias no lo están. La circunstancia del conocimiento del mundo, sus opiniones y deseos. En la frase (13)
buen tiempo no tiene nada que ver con la circunstancia (general) de habría que añadir dentro de la pragmática o de la psicología: «rela-
que la Luna gire alrededor de la Tierra; la circunstancia de mi ri- tivamente según los conocimientos (experiencias, etc.) de un ha-
queza (en un mundo alternativo posible) no tiene nada que ver con el blante».
hecho de que Juan haya nacido en Colonia (en este mundo), etc. En No obstante, nuestro conocimiento e interpretación de la realidad
última instancia, las condiciones para la conexión de oraciones y también se basa en principios convencionales generales: no todas las
secuencias dependen de las relaciones entre unas circunstancias de- circunstancias están ligadas arbitrariamente entre sí. De ahí que si
terminadas (en situaciones determinadas). El hecho de que esto un interlocutor dijese, como disculpa por su tardanza:
realmente es una condición indispensable se deduce de la secuencia (17) Ruego que disculpen mi retraso, pero es que tengo el pelo rojo.
siguiente: el receptor podría, con todo derecho, rehusar su disculpa como
(14) Juan ha aprobado su examen. Nació en Amsterdam. disparatada, dado que tener el cabello rojo normalmente no es ningu-
A pesar de que en ambas oraciones de la secuencia se encuentran na excusa para llegar tarde.
enunciados que remiten al mismo individuo, pues Juan y él remiten Así pues ya hemos encontrado uno de los criterios generales que
a Juan, la identidad referencial no es suficiente. Como mínimo es determinan la conexión de circunstancias, una relación de motivación.
Dos circunstancias A y B están ligadas causalmente entre sí, cuando
14

necesario que la circunstancia de que Juan haya aprobado su examen A es una causa o una motivación para B, por lo que B es una
esté ligada a la circunstancia de que haya o no nacido en Amsterdam. consecuencia de A.' Tal relación entre circunstancias forma la base
De la oración (1) se deduce que las oraciones pueden ir perfectamen- 5

para el empleo de conectivos (causales), como las conjunciones


te unidas aun cuando no se pueda hablar de la identidad de porque, puesto que, de modo que, etc., y los adverbios por eso, por
individuos. ende, por tanto, por consiguiente, etc. Recíprocamente observamos
A pesar de que la identidad de características puede ser amplia- también que los conectivos, que convierten las proposiciones en la
mente suficiente para la conexión de secuencias, como en el caso de: lengua natural en proposiciones compuestas, pueden interpretarse
(15) Pedro ha comprado un piano, y Gerardo también compró uno la semana como (referirse a) relaciones entre circunstancias.
pasada. En tanto que las relaciones causales entre circunstancias se basan
también pueden darse ejemplos donde este hecho no esté tan claro: en regularidades físicas, biológicas y otras del mundo actual (y de un
conjunto de mundos similares) y que las relaciones que aportan
(16) Juan y Margarita se casaron la semana pasada.
La reina Beatriz está casada con el príncipe Nicolás.
fundamentaciones se basan en principios del conocimiento y de la
argumentación válida, existen además otras relaciones aún más estre-
Con frecuencia se considera injustificadamente que la identidad referencial de
14

los enunciados (sobre todo la de los enunciados nominales) es necesaria y/o suficiente 1 5V A N D I J K ( 1 9 7 7 a) intenta definir el concepto de causalidad en términos de la
para la coherencia, de manera que antes muchos análisis gramaticales de estructuras semántica lógica. Este concepto tiene un papel importante en la descripción de
textuales se orientaban hacia los pronombres, por poner un ejemplo; véase VAN D I J K coherencias de oraciones, igual que el concepto general condicionalidad. Para la
(1972 a, 1973). discusión filosófica general sobre este complicado concepto, véase S OSA (comp.)( 1 9 7 5 ) .
43 TEXTO Y GRAMATICA LA CIENCIA DEL TEXTO 44
chas, relaciones lógicas en general y relaciones conceptuales en espe- palabras: debe existir una base para la comparabilidad de circunstan-
cial, por ejemplo en frases tautológicas como: cias. Por eso que (20) es interpretable, puesto que ambas circunstan-
(18) Pedro no tiene esposa porque es soltero. cias provienen del ámbito de ocupaciones durante los ratos de ocio,
mientras que por estos motivos (21) no lo es.
Dado que el concepto de «soltero» implica que «no tiene esposa», En los casos en los que la primera proposición no describe el
una frase como ésta es verdadera en todos los mundos posibles 'marco' para la circunstancia que se expresa mediante la segunda
(donde Pedro existe y es soltero). Este tipo de oraciones es también proposición, se puede suponer que existe una tercera proposición
parte de los postulados de significado de una lengua, mediante los que implícita (o una serie de proposiciones) mediante la que se pueden
se reproduce la estructura conceptual de los significados de palabras. comprender o interpretar las dos proposiciones originales; p. ej.:
Las relaciones entre circunstancias también pueden resultar más «María y Jorge se fueron al cuarto de estar después de comer» para
'débiles' o más 'laxas' que las implicaciones causales o lógico-concep- la frase (20) y «Esta noche salgo» para (22); esto sin embargo no
tuales. Una primera condición podría ser, por ejemplo, que dos resulta posible para (23). Una tercera proposición de este tipo a
circunstancias tuvieran lugar en la misma situación, es decir: en el menudo se encontrará más adelante en el texto o bien será parte
-

mismo período, simultánea o sucesivamente, dentro del mismo mun- integrante de aquello que el hablante o el oyente saben sobre el
do posible, como en: contexto o el mundo en general.
(19) Estuvimos en la playa y jugamos al fútbol. Dadas dos proposiciones p y q que se interpretan respectivamente
(20) María hacía punto. Jorge tocaba el piano. como circunstancias A y B, por ahora podremos decir que entre estas
proposiciones existe una conexión —expresada mediante conectivos
En (19), donde las proposiciones están ligadas mediante la conjun- o no—, cuando A y B están unidas de la siguiente manera:
ción «y», resulta que la primera de ellas define en cierta manera la
situación en la que debe interpretarse la segunda (la práctica del (24) (i) A es causa de B (= B es consecuencia de A).
fútbol es una circunstancia de un mundo —pasado— en el que (ii) A es una fundamentación de B (siendo B una actuación o la consecuencia
de una actuación).
estábamos en la playa, de tal manera que el período del partido de (iii) A y B ocurren en la misma situación (es decir: en el par mundo/tiempo
fútbol pertenecía al período de la estancia en la playa). [«?,. /,]) y pertenecen al mismo ámbito conceptual: están permitidas las
En (20) los dos sucesos a los que las oraciones hacen referencia siguientes posibilidades:
tienen lugar aproximadamente al mismo tiempo. No obstante, esta — A simultánea a B;
— A tiene lugar en un período parcial de B (o al revés);
condición es en general demasiado débil para la conexión de dos — A y B se suceden (como en la relación causal);
secuencias: — A y B se trasladan.
(21) María hacía punto, y la Tierra gira alrededor del Sol. (iv) A es necesariamente (lógica, conceptualmente) parte de B, o al revés.
(v) A es una 'parte integrante' normal (convencional) de B, o al revés.
A pesar de que el tiempo en el que la tierra gira alrededor del sol es En todos los casos, estas condiciones son válidas relativamente res-
el mismo que en el que María hace punto, por regla general (21) no pecto de un conjunto de proposiciones C que comprende la base de
es aceptable. la comparabilidad, los postulados generales, las regularidades y el
Algo similar ocurre con la disyunción, expresada por «o»: conocimiento general, por lo que un hablante puede y debe imaginar-
(22) Voy al cine, o voy a visitar a la tia Ana. se relaciones entre circunstancias.
(23) Voy al cine, o seré abogado. El hecho de que un conocimiento convencional de situaciones
En primer lugar la disyunción'ya exige que las dos circunstancias no típicas y de acontecimientos es necesario, se demuestra por ejemplo
existan al mismo tiempo en el mismo mundo (siempre que el interlo- en las siguientes frases:
cutor pueda 'observarlas', es decir: pueda tener acceso a ese mundo (25) Pedro no tenía dinero, por lo que ahora no ha ido a la taberna.
desde su mundo actual, desde su contexto comunicativo), sino en (26) La cosecha no fue buena. No ha llovido en todo el verano.
mundos alternativos. A esto se añade que también las dos circuns-
tancias, de una manera u otra, son alternativas, es decir, comparables; El hecho de que estas secuencias sean semánticamente aceptables se
las circunstancias acaso sean dos actuaciones del hablante, a saber: fundamenta en nuestro conocimiento general de que normalmente se
dos actuaciones que suelen llevarse a cabo después de la jornada ha de pagar la consumición en una taberna y de que la ausencia de
laboral y no una simple actuación breve (abrir una puerta) y una lluvias puede ser la causa de una mala cosecha. Las unidades de este
actuación muy complicada y larga (construir un puente). En otras tipo de información convencional sobre determinadas situaciones y
45 TEXTO Y GRAMATICA LA CIENCIA DEL TEXTO 46

acontecimientos típicos se llaman marcos (frames). Estos marcos sobre el marco, a saber: «Cuando se hacen vacaciones de invierno se
busca alojamiento en un hotel» y «La mayoría de las veces se hace la
16

especifican, por ejemplo, la condición (v) arriba mencionada, a reserva con antelación». S solamente es importante en cuanto a la
saber, cuando una cosa es 'parte integrante' de una circunstancia, 6

información del marco de los deportes de invierno (el deporte de


como «pagar» lo es de «ir a la taberna». invierno sólo se practica en las montañas); además, S aún puede
Más tarde veremos que el conjunto C, a la vista del cual sus dos 6

expresar una débil condición para S , mientras que S vuelve a ser


proposiciones se interpretan como 'conexas', también debe abarcar 7 7

una consecuencia (temporal) de la circunstancia, remitiendo a 5 .


informaciones sobre el tema de la secuencia. No sólo las circunstan- En lo referente a las conexiones todavía se pueden decir muchas
3

cias de las que se habla deben estar ligadas entre sí, sino que también más cosas sobre este pasaje. Por lo pronto se ha demostrado que las
lo que de ellas decimos debe relacionarse en cierta manera, poseer relaciones de conexión no tienen por qué ser continuadas, sino que
una cierta continuidad, siempre referida a determinado tema de la también pueden existir proposiciones que no se sigan directamente.
conversación (topic of conversation). En el caso de que ya exista una conexión, ésta será indirecta; se dará
2.2.6 Tenemos ahora una noción superficial de cómo las proposi- a través del tema del pasaje (sobre el que posteriormente entraremos
ciones pueden estar en suma ligadas entre ellas de dos en dos. Estas en mayor detalle) o de un determinado marco convencional de
condiciones establecen también cuándo las proposiciones pueden conocimientos (sobre invierno/deporte).
expresarse en una oración y por lo cual también fundamentan el uso También salta a la vista que la secuencia no sólo expresa una serie
de conectivos naturales. En el capítulo siguiente veremos que estos de proposiciones explícitamente, sino que asimismo deben existir
conectivos no sólo son semánticos sino también pragmáticos, en el informaciones implícitas para poder interpretar una secuencia como
sentido de que no sólo pueden hacer alusión a relaciones entre ésta, es decir: para poder ligar las proposiciones. Si se toma al pie de
circunstancias, sino también a relaciones entre las actuaciones lingüís- la letra, se puede decir que Pedro sólo puede estar en su lugar de
ticas que podemos llevar a cabo al producir una enunciación. vacaciones si el tren realmente ha llegado hasta ahí. No obstante,
La conexión de las secuencias sin embargo no sólo resulta de la puesto que nuestro conocimiento sobre T R E N / V I A JES nos dice que
conexión directa entre proposiciones, como se ha expuesto anterior- esto normalmente es así, puede prescindirse de una información de
mente. Así por ejemplo, en una exposición sobre las vacaciones de este tipo. Más tarde veremos que existen razones pragmáticas para
invierno de Pedro pueden darse las siguientes secuencias: ello («no mostrarse más explícito o redundante de lo necesario» y
«no pormenorizar una cosa que el oyente ya sabe»). El empleo del
(27) (...) Viajó con el tren de la noche (¿',). Esos trenes son cómodos (S ). Al día artículo determinado el en S presupone que existe una información
5

implícita, según la que existe como mínimo un hotel (p. ej., «Fue al
2

siguiente por la mañana Pedro se encontró descansado en su lugar de vacacio-


nes (S,). Nevaba (S ). El hotel estaba al final del pueblo (S¡). La vista sobre
4

las montañas era excelente (S ). Desde que llegó se encontró muy a gusto (S ).
hotel en el que había hecho la reserva»). También hay que suponer
(...)
6 7
que la vista sobre las montañas se tiene desde el hotel y que Pedro
desde un principio se encuentra a gusto en el hotel y no en o sobre
Queda claro que las oraciones de este texto (en cierto modo trivial las montañas, aunque éstas se mencionen en último lugar. Todas
pero no por ello menos típico) no cumplen las condiciones de estas suposiciones son necesarias para poder interpretar correctamen-
conexión linealmente y de dos en dos, tal como se han formulado te la vista.
arriba. Si bien en S se expresa una proposición que remite a una
2 Resumiendo, podemos decir que para la interpretación correcta de
motivación de la circunstancia representada en S¡ —condición (ii)—, cada proposición de una secuencia se necesita gran número de
S no está ligada a S„ sino a lo sumo S¡ con S al aplicar la
2 3 proposiciones más generales, a saber, los postulados significativos de
condición (iii): sucesos que tienen lugar sucesivamente, dentro del la lengua y los conocimientos generales sobre el mundo (el marco)
mismo ámbito conceptual (en este caso se trata de viajar). Sin por parte del oyente, por lo que, junto con las proposiciones explíci-
embargo S no posee conexiones directas y únicamente se puede
4 tas de la secuencia, puede derivarse una serie de proposiciones implí-
interpretar por el tema global del pasaje, el deporte de invierno. citas especiales. Sin estas proposiciones implícitas la secuencia no
También S se relaciona sólo débilmente con otras proposiciones y
5 sería completamente interpretable. Ya que anticipamos el término
puede interpretarse únicamente a través de la información especial texto, podemos denominar base del texto a la serie de proposiciones
que tiene como base una secuencia textual, pudiendo diferenciar así
entre una base del texto implícita y una explícita. Para comprender un
16El concepto de frame (marco) se trata con mayor detalle en el capítulo 6, en el texto debemos reconstruir cognitivamente (así pues, también teórica-
que también se dan referencias bibliográficas en el campo de la psicología y de la
'artificial intelligence', en la que se emplea este concepto.
mente) la base textual explícita completa, basándonos en la base
47 TEXTO Y G R A M A T I C A LA CIENCIA DEL TEXTO 48

textual implícita tal y como aparece en la secuencia de frases. Inver- Ciertamente hay que insistir en que esto sólo es posible dentro de
samente es válida la regla general (pragmática) de que no necesitan las reglas generales de la conexión, es decir: también la circunstancia
expresarse todas las proposiciones de la base textual explícita (pue- nueva en su conjunto tiene que estar ligada a otra circunstancia.
den quedar implícitas) cuando el hablante tiene razones para supo- Aunque la madre de Pedro aparece en la oración siguiente:
ner que el oyente ya dispone de esta información. Para evitar confu- (29) Su madre nació en Amsterdam.
siones digamos que la base explícita del texto es la secuencia de
proposiciones de las que una parte queda implícita al 'pronunciarlas' (29) no es aceptable como oración posible en (27). Un caso interesan-
('expresarlas') como secuencia oracional; por el contrario, la base te de identidad de referentes se presenta cuando la identidad no
implícita del texto se manifiesta en su totalidad, mediante la omisión posee validez en un mundo determinado sino en mundos distintos.
de las proposiciones 'conocidas', directamente como 'texto'; por eso, En este caso se da una identidad 'conceptual' entre un individuo y su
una base explícita del texto es tan sólo una construcción teórica y contrario (counterpart), por ejemplo, en la proposición de la ora-
17

acaso también una reconstrucción de procesos de interpretación ción siguiente:


cognitivos (véase capítulo 6). (30) Pedro soñó que tendría un accidente de esquí.
2.2.7 Mientras que la conexión de las proposiciones en (27) se basa Si bien Pedro y el sujeto elíptico de la subordinada remiten a Pedro,
en las mencionadas relaciones entre circunstancias, también se puede en el primer caso se trata de Pedro en el mundo actual, y en el
constatar que se garantiza una determinada unidad debido a la segundo, de su contrario en el mundo de los sueños. Este tipo de
identidad de la persona (Pedro) a la que remiten varias oraciones de trans-world identity (expresión muy acertada) requiere sin embargo
la secuencia. Llamaremos referente del texto (discourse referent) este que los dos mundos estén ligados entre sí (en este caso, p. ej., a
referente de un pasaje. Desde luego que también pueden serlo otros través del predicado «soñar»); es decir que deben ser accesibles en
objetos, como «tren» (o mejor, el concepto TREN) en S , y S , que 2 una dirección determinada, puesto que el mundo real no es accesible
posibilita la conexión de ambas oraciones. desde el mundo de los sueños, ya que en tal caso las vacaciones de
Vamos a suponer pues que, además de la conexión entre proposi- invierno reales de Pedro ya habrían fracasado por el solo hecho del
ciones enteras, también existen relaciones entre partes de proposicio- sueño.
nes, es decir: entre significados de verbos o entre significados o Hemos visto que las relaciones entre los referentes del texto son
referentes de sustantivos, etc. En nuestro pasaje existe la ya mencio- importantes para la conexión de un pasaje cuando a la vez están
nada co-referencialidad entre él y Pedro en S¡, S y S . En este caso
} 7 ligadas entre sí las circunstancias. En este caso esto significa que
se trata de la identidad de referentes; no obstante, también son también pueden estar ligados los significados de otras partes de la
posibles otras relaciones entre los referentes del texto aunque no oración (verbos, adjetivos, adverbios, etc.) que 'van más allá' de
vengan dadas por el significado del verbo (predicado), p. ej., entre estos referentes. En algunos casos, el predicado puede ser el mismo
Pedro y el tren, o sea, entre una persona que actúa (sujeto de la para varias proposiciones, es decir que puede remitir a la misma
acción de viajar) y un instrumento o medio de transporte que posi- característica o a la misma relación entre referentes, pero en la
bilita esta acción. Por regla general esto es válido para las relaciones mayoría de los casos se trata de predicados diferentes del mismo
entre los diferentes papeles o funciones de los referentes que se hacen (grupo de) referente(s). Mientras que los referentes del texto pueden
posibles a través del predicado (sujeto, objeto directo, instrumento, seguir siendo ios mismos' durante un tiempo determinado, los pre-
tiempo o lugar, meta, etc.). Así pues podemos introducir con facili- dicados, dicho de manera intuitiva, dan siempre informaciones nue-
dad una oración en el pasaje (27), como p. ej.: vas, velando de esta manera por la continuidad de la secuencia. La
(28) Su madre le había preparado algo para comer durante el viaje.
condición previa era que los predicados debían proceder realmente
del mismo ámbito conceptual —VIAJAR: dar algo de comer para el
Aquí se introduce un referente del texto: «madre», con la ayuda del viaje en (28)—, como se especifica mediante nuestro conocimiento
pronombre posesivo su que remite a Pedro. Pedro y su madre están convencional (los marcos de este ámbito). De esta manera volvemos
pues ligados como sujeto y objeto (directo): «Pedro tiene madre» (es
esta una proposición que no necesita ser expresada explícitamente
debido a la regla de los conocimientos generales). Con ello vemos 17 El concepto de «counterpart», introducido por L A K O F F ( 1968) también en la
lingüística, proviene de la semántica modal, en la que se estudian las relaciones entre
que podemos introducir nuevos referentes en una secuencia mediante ('los mismos') individuos en diferentes mundos posibles. Por lo demás, el concepto en
una relación, implícita o directamente expresada, con referentes sí presenta una serie de problemas. Para tratar el tema, véase L E W I S (1973) y R E S C H E R
introducidos anteriormente. (1975).
49 TEXTO Y GRAMATICA 50
LA CIENCIA DEL TEXTO
a las relaciones entre circunstancias, y se constata que si un referente En estas frases siempre se parte del estado de cosas ya introducido,
posee una característica determinada se crea una circunstancia. de que un hotel (el mismo u otro) estaba en las afueras, y se sostiene
Finalmente, además de estas relaciones (p. ej. de identidad) entre que esta circunstancia es motivo o causa de otra circunstancia (bue-
individuos y/o sus características, existen también relaciones de tiem- na vista, que eso era del agrado de Pedro, que Pedro tenía su
po, lugar y mundos posibles en los que están dados individuos/ca- opinión al respecto, que concuerda con otro estado de cosas). La
racterísticas y circunstancias, p. ej.: sucesión, identidad, similitud y, proposición, que se interpreta como semejante estado de cosas ya
en general, accesibilidad o alternatividad, relaciones en definitiva introducido anteriormente, la llamaremos presuposición de las pro-
con las que ya nos hemos encontrado en los requisitos para conexio- posiciones compuestas (31) a (34) dadas. Dado que una presuposi-
18

nes. El hecho de que la similitud de mundos también tiene un papel ción remite a una circunstancia ya introducida, esta parte de la frase
en la conexión de textos se evidencia en la oración (7): naturalmente es, en principio, verdadera, aunque luego la frase completa podría ser
hay que dar por supuesto que en el mundo alternativo, en el que soy tanto verdadera como falsa. Por ello, en el nivel de la pragmática, en
rico, también tengo ganas de comprarme una barca. En eso, el otro el que se demuestran los conocimientos del hablante y del oyente, el
mundo debe parecerse bastante al nuestro. De hecho, este otro término semántico de presuposición se refiere a las suposiciones del
mundo debería ser además totalmente igual al primero, salvo el hablante sobre los conocimientos del oyente: el primero supone que
hecho de que en él soy rico. Por todo ello debemos suponer que el el segundo ya conoce este estado de cosas, bien a causa de las
conjunto de mundos en los que se dan circunstancias a las que proposiciones anteriores de la secuencia o bien debido a las proposi-
remiten las oraciones de un texto es más o menos homogéneo, es ciones que lógicamente resultan de ellas o que resultan del conoci-
decir: posee el mismo conjunto de postulados sobre normas y regula- miento general sobre el mundo. Cuando afirmamos algo (o pregun-
ridades en estos mundos. Por eso la diferencia entre los mundos de tamos, recomendamos, etc.), por ejemplo, expresando las oraciones
un conjunto homogéneo de este tipo tan sólo es accidental: con algo (31)-(34), esa afirmación en rigor se refiere únicamente a la 'nueva'
de suerte yo podría haber sido rico en este mundo, si por ejemplo proposición, es decir: a aquello que el oyente todavía no sabe; en
hubiera ganado el «gordo» en la lotería. Sin embargo, en la literatu- especial se dice de esta afirmación que es verdadera o falsa, según
ra de ciencia ficción pueden introducirse mundos que aportan postu- que el estado de cosas interpretado exista o no. Cuando un hablante
lados físicos y biológicos notoriamente diferentes. Allí las circunstan- sostiene que lo que ocurre es p, a pesar de saber que lo que ocurre es
cias pueden conectarse cuando en nuestro propio mundo —suponien- ~ p (o que como mínimo no se trata de p), esa afirmación es
do que existiesen— eso sería imposible. Por ello, el hecho de cómo incorrecta. Si en cambio dice que ocurre p y además lo cree auténti-
se interrelacionan los textos depende también de nuestro conocimien- camente, y sin embargo no es p lo que sucede, su aseveración es
to sobre el respectivo conjunto de mundos y de sus postulados correcta aunque sea falsa. En el lenguaje natural existe una gran
básicos. 19

cantidad de posibilidades para dar a conocer que un determinado


estado de cosas, un individuo o una característica ya han sido
2.2.8 En los párrafos anteriores hemos hablado sobre las relaciones introducidos o que están implícitos gracias a conocimientos especia-
entre proposiciones enteras (y por ende, entre circunstancias) y sobre les o generales; por ejemplo, mediante frases subordinadas con que
relaciones entre partes de proposiciones. Sin embargo, y como ya en diversos predicados (llamados factivos); con «saber», «gustar»,
hemos visto con anterioridad, las proposiciones también pueden ser «ver», «oír», pero no con «sostener», «pensar», «creer»; mediante
compuestas, existen también relaciones proposicionales entre partes una construcción sintáctica, por ejemplo, la posición inicial en la
de proposiciones, p. ej., entre la proposición «p & q» y la proposi-
ción «q á /'». Por lo tanto, en una frase determinada se puede hacer Las presuposiciones han desempeñado un papel primordial en la semántica
referencia a una circunstancia que ya había sido introducida anterior- 18

filosófica y lingüística durante los últimos diez años, especialmente a causa de los
mente como referente en el texto y que ahora, en esta oración, está problemas acerca de su definición, donde frecuentemente se han mezclado aspectos
ligada a una nueva circunstancia, formando una circunstancia 'com- semánticos y pragmáticos entre si; para ello véase VAN D I J K ( 1 9 8 0 b). Dos monogra-
puesta', por ejemplo: fías recientes que tratan de los problemas a este respecto son K E M P S O N ( 1 9 7 5 ) y
W I L S O N ( 1 9 7 5 ) . P E T O E F I & F R A N K (comps.) ( 1 9 7 3 ) ofrecen una buena recopilación de
distintos enfoques.
(31) Debido a que el hotel estaba en las afueras del pueblo, Pedro tenía una buena 19 Además de los conceptos semánticos ya existentes de «verdadero» y «falso»,
vista sobre las montañas. también se emplean otros (como por ejemplo «cumplir»); el concepto de «corrección»
(32) A Pedro le gustó que el hotel estuviera en las afueras. —además del concepto de «appropriateness», empleado en el siguiente capítulo — es
(33) Pedro sabía que el hotel estaba en las afueras. más bien pragmático porque se basa en el conocimiento del hablante o del oyente
(34) También este hotel estaba en las afueras. dentro del contexto y referido a las circunstancias previamente dadas; véase G ROENEN-
DIJK & S T Ó K H O F ( 1 . 9 7 5 , 1 9 7 8 ) .
51 TEXTO Y GRAMATICA LA CIENCIA DEL TEXTO 52
oración; mediante el empleo de pronombres o artículos determina- que la información nueva consiste en que se trata del tren nocturno.
dos, etc. Así, en nuestro ejemplo, la expresión de el hotel sólo puede Como norma general, y lejos de cualquier perfección, se puede decir
remitir a un hotel ya conocido, que se ha introducido implícitamente que el tópico de una oración se transmite mediante el sujeto (a
con el indicio de que Pedro probablemente se alojará en un hotel. menudo se trata del primer grupo nominal), mientras que el resto de
la oración es el comento. Cuando se acentúan determinadas partes
2.2.9 De esta breve consideración sobre el papel que tienen las de un enunciado (Pedro viajó con el tren, no María), éstas también
presuposiciones en las secuencias se deduce que difícilmente pueden pueden adquirir funciones de comento. En este caso, puesto que
delimitarse con precisión las fronteras entre semántica y pragmática. tanto Pedro como también el hecho de que alguien viajó con el tren
Sin embargo nos mantendremos fieles al principio de que la semán- son conocidos (los llamaremos x), deberíamos designar como comen-
tica se ocupa de significados y referencias, aunque éstos estén deter- to el nuevo hecho (afirmado) de que Pedro = x.
minados por las relaciones de hablantes y oyentes en un contexto De ahí podemos deducir que el tópico de una oración posee
dado. En este último caso se habla también de semántica contextuáis también la función de escoger un elemento determinado (un estado
Tan pronto como se habla del conocimiento de hablante y oyente y de cosas, un individuo, una característica, una relación, algunos
nos preocupamos por el acierto, la corrección o la aceptabilidad de individuos) de entre un conjunto mayor de informaciones conocidas,
los enunciados, nos movemos en el campo de la pragmática. Natu- y que el comento tiene la función de decir algo que aún no se sabía
ralmente también el hablante o el oyente (u otros elementos del sobre esto. Por ello es inherente a la estructura tópico-comento una
contexto) pueden ser objeto de referencias, p. ej., en narraciones función importante en la elaboración pragmática y cognitiva de
(Yo...Yo...); también en este caso seguimos dentro del dominio de la informaciones de enunciados lingüísticos.
semántica (contextual). Hay que tener en cuenta que el tópico en una secuencia puede
variar continuamente. El tópico en S, de (27) se expresa mediante él,
2.2.10 Ya dentro del terreno fronterizo entre la semántica y la en S tiene lugar un cambio de tópico a «trenes nocturnos»; en S¡ el
pragmática queremos finalmente volver a la discusión de las presu- 2

tópico, es el hotel. S sin embargo presenta más problemas: nevaba,


posiciones, teniendo especialmente presentes las conexiones de un A

puesto que el verbo impersonal no alude a un sujeto conocido. Aquí


pasaje como (27). Vimos que una parte de la información en una suponemos que no existe ningún tópico o en todo caso sólo uno
oración puede ser 'conocida' y que otra puede ser 'nueva', en el 'vacío', a pesar de que también se podría decir que remite a la
sentido de que nosotros ya sabemos que Pedro existe y que en el situación actual o al estado del tiempo en general. El mismo proble-
paso ulterior se dice algo nuevo sobre Pedro, como por ejemplo que ma surge en S : p. ej. en alemán esta oración se construye con un
viajó en tren. Esta información nueva a menudo se ha dado en 6

pronombre que posee una referencia vaga a un lugar determinado o


llamar comento (o focus) de la oración, y la información ya conocida; a una situación determinada (acaso como una debilitación de allí).
tópico. Estos términos a veces también se emplean para indicar la
21
Comento entonces sería el resto de la oración. En oraciones como
parte de la oración que representa estas funciones diferentes. En Erase una vez un hombre que cruzó la calle corriendo puede prescin-
nuestro pasaje, él en S, es tópico y viajó con el tren de la noche es dirse de Erase una vez, de manera que realmente se puede hablar de
comento. un tópico 'vacío', a pesar de que también aquí se podría suponer
En el último ejemplo, sin embargo, también podemos leer las implícitamente que tópico es el mundo posible determinado sobre el
palabras tren de la noche enfatizando la palabra n o c h e . En este que se habla (con esta función del tópico nos encontramos sobre
caso podremos deducir que Pedro viajó con el tren (como tópico) y todo en las primeras frases de una narración, en especial en las de los
cuentos).
La semántica contextual, es decir: una semántica en la que se interpretan frases
Por lo demás, hay que proceder con cuidado cuando se emplean
2 0

según el contexto de su enunciación (lugar, tiempo, etc.), se ha extendido sobre todo criterios intuitivos por los que podría dársele un nombre a la función
a partir de la obra de Montague —véase M O N T A G U E (1974)—, quien, sin embargo, la del tópico conforme a preguntas como «sobre qué», «de qué»,
llamó «formal pragmalics», un concepto que tiene poco en común con aquello que, «quién» o «qué». La primera oración de nuestra secuencia trata
por ejemplo en el capítulo siguiente, se entiende por pragmática. Véase también tanto 'de' Pedro como 'del' tren de la noche. En tales casos, 'de'
L E W I S (1970) y las aportaciones en K E E N A N (comp.) (1975).
El concepto de «tópico-comento» es uno de los problemas más complicados de
señala casi siempre una referencia. Como prueba habría que pregun-
21

la lingüística moderna: intervienen aspectos tanto semánticos como pragmáticos y tar como mínimo: «¿Sobre qué se sostiene algo?» Una función del
también cognitivos. Para la bibliografía general y otras reseñas, véase S G A L L , H A J I Í O - tópico también puede ser a menudo 'discontinua', es decir, que
VA & BENESOVA (1973). Dentro del marco de la gramática y la pragmática textuales puede suprimirse en diferentes partes de una oración, tal y como
este concepto se trata en VAN D I J K (1972 a, 1977 a, 1980 b). sucede en S , donde tanto el hotel como el pueblo yo son (implícita-
5
53 TEXTO Y GRAMATICA LA CIENCIA DEL TEXTO 54

mente) conocidos, mientras que lo único nuevo que se introduce es II. OTRAS RELACIONES DE COHERENCIA
la referencia «estaba en las afueras», por lo cual posee función de
comento. El par (hotel, pueblo) es tópico. (i) Los referentes del texto de dos o más proposiciones están ligados entre sí por
Finalmente también cabe preguntar de qué trata el pasaje como un la identidad (en el mismo mundo o mundos alternativos) o por otra relación
determinada (p. ej.: parte-todo, propietario-propiedad, etc.).
todo. En este caso nos ocupamos del tema del texto. Es éste un (ii) Características del mismo referente del texto están conectadas como en la
término que no está definido para las proposiciones aisladas ni para condición I (iv), pero no son idénticas.
las relaciones que existen entre ellas, sino únicamente para secuencias (iii) Los mundos posibles (tiempo, lugar, etc.) se relacionan entre sí: identidad,
enteras; el tema se define entonces en términos de las macroestructu- sucesión, accesibilidad, similitud.
ras de textos. En ello debe regir que, para cada proposición de la secuencia, se
cumpla por lo menos una de estas relaciones con por lo menos una
2.2.11 Ahora estamos más o menos en condiciones de resumir las de las demás proposiciones de la secuencia o con proposiciones
condiciones y los criterios que permiten reconocer si una secuencia (implícitas) que de esta manera se implicitan.
es coherente. En suma se trata de la coherencia semántica, aun Ahora resulta fácil demostrar que por ejemplo la secuencia (27) es
cuando ha quedado claro que a menudo tiene que ver con la cohe- coherente debido a estas condiciones. En otras palabras: todas las
rencia pragmática. Además, la coherencia que hemos tratado aquí es proposiciones de esta secuencia son importantes en cuanto al conteni-
lineal: explica las relaciones entre proposiciones aisladas y otras do en relación con otra proposición o con una serie de proposiciones.
proposiciones (o grupos de proposiciones) dentro de una secuencia. Por lo demás, al punto II (ii) va ligada la típica condición de
Finalmente, la coherencia se determina en el plano de los significados avance semántico-pragmática de las secuencias determinada por las
(cuando se trata de las relaciones entre conceptos: identidad, compa- funciones de tópico y comento de cada proposición y oración, con lo
rabilidad, similud del ámbito conceptual) así como en el plano de la que en cada interpretación de proposiciones consecutivas a¡ y a¡+i,
referencia/referentes. Una secuencia es semánticamente coherente, los conjuntos de proposiciones según las cuales se interpreta no
cuando cada proposición de la secuencia puede ser interpretada de son iguales: D ¥ D'. La información i, expresada poraj+j, que es
manera intensional y extensional en relación a la interpretación de parte integrante de D\ tiene entonces función de tópico, mientras
otras proposiciones de la secuencia o de las proposiciones especiales o que la función de comento se asigna a la información restante,
generales que con ello resultan implícitas. De ahí que el concepto de expresada por a¡+i, con lo que simultáneamente también D'
texto esté caracterizado por la noción de interpretación relativa. cambia a D" (esto puede ser la base para la interpretación de las
La manera en que una secuencia presenta una conexión semántica proposiciones siguientes). De esta manera tan complicada, aunque
se puede expresar más formalmente como sigue: no completa ni mucho menos, comprendemos que en cada oración
de un texto debemos decir algo 'nuevo'.
I. C O N E X I O N ENTRE PROPOSICIONES
2.3 Macroestructuras de los textos
Dos proposiciones a. y están vinculadas (son conexas) cuando
sus interpretaciones, referidas a un hablante h \, un tema t conoci- 2.3.1 Puesto que ahora hemos podido dar los primeros pasos en
mientos generales C y otras proposiciones (anteriores) D implícitas cuanto a las relaciones entre oraciones de un texto, debería a su vez
en el texto o el contexto, y el mundo m¡/j, es decir: I (a, h¡, t¡. C, D, sernos posible dar otro paso importante. Así como de hecho una
m ¡) e / f/9, h¡, t ¡, C, D', m¡), es decir: las circunstancias f y fg, f oración es 'más' que una serie de palabras, también se pueden
analizar los textos en un nivel que supera la estructura de las
a a

y f p pueden estar ligadas entre sí de la siguiente manera:


secuencias. En los párrafos anteriores hemos empleado a propósito
(35) (i) Existe una circunstancia parcial Jy de vjj.de manera que /„= /^(presu- continuamente el término «secuencias», porque aún no se podía
posición); mostrar claramente que las secuencias, compuestas por oraciones
(ii) f es una condición fuerte (causal, fundamentadora) o débil para f p : que a su vez satisfacen las condiciones de conexión y coherencia, en
realidad suelen constituir también un texto. Por esta razón hemos
a

(iii) f y f p son alternativas comparables (en mundos alternativos: m¡ ^ m¡ y


a

OÍ, R ni/):
(iv) f y f p son instancias del mismo ámbito conceptual en mundos posibles
hablado constantemente de la coherencia lineal.
a

emparentados (del mismo mundo/tiempo/lugar o de mundos/tiempos/lu- En el nivel de descripción al que ahora pasaremos ya no se
gares sucesivos). considerarán ante Jodo las conexiones entre oraciones aisladas y sus
55 TEXTO Y GRAMATICA LA CIENCIA DEL TEXTO 56

proposiciones, sino las conexiones que se basan en el texto como un del significado del texto que se asienta en un nivel superior que el de
todo o por lo menos en unidades textuales mayores. Llamaremos las proposiciones por separado. De esta manera, una secuencia
macroestructuras estas estructuras del texto más bien globales. Por 22 parcial o entera de un gran número de proposiciones puede formar
consiguiente, podemos llamar microestructuras las estructuras de una unidad de significado en el nivel más global.
oraciones y secuencias de textos para diferenciarlas de aquéllas; no Puesto que consideramos que las macroestructuras son semánticas,
obstante evitaremos este término de ahora en adelante. podemos y debemos describirlas en términos de la semántica. Por
La hipótesis en la que nos basamos como punto de partida dice ello volvemos a hablar aquí de proposiciones, con lo que una macroes-
así: únicamente las secuencias de oraciones que posean una macroes- tructura no se diferencia formalmente de una microestructura: tam-
tructura, las denominaremos (teóricamente) textos. Con ello, la pala- bién aquélla se compone de una serie de proposiciones. Por tanto, el
bra texto se convierte en un término teórico que ya se corresponde término macroestructura se presenta como relativo: designa una
sólo indirectamente con el empleo de esta palabra en la vida cotidia- estructura de tipo global que es relativa respecto de estructuras más
na, donde se designan así sobre todo las realizaciones lingüísticas específicas en otro nivel 'más bajo'. De ello se deduce que lo que en
escritas e impresas. Como es habitual en lingüística, nos basaremos un texto puede considerarse una microestructura, en otro sería una
en una descripción estructural más amplia de la estructura de enun- macroestructura. Por lo demás, existen distintos niveles posibles de
ciados. Además de la (re-) construcción de estructuras y oraciones la macroestructura en un texto, por lo que cada nivel 'superior' (más
abstractas (así como de sus proposiciones) y secuencias en la gramá- global) de proposiciones puede representar una macroestructura fren-
tica, postularemos ahora la unidad abstracta de 'texto'. te a un nivel inferior. Llamaremos simplemente la macroestructura
Además supondremos que existen estructuras textuales especiales del texto a la macroestructura más general y global de un texto
de tipo global, es decir, macroestructuras, y que estas macroestructu- completo, mientras que determinadas partes del texto pueden tener
ras son de naturaleza semántica. La macroestructura de un texto es sendas macroestructuras. Como resultado obtenemos una estructura
por ello una representación abstracta de la estructura global de jerárquica posible de las macroestructuras en diferentes niveles: véa-
significado de un texto. Mientras que las secuencias deben cumplir se figura (35).
las condiciones de la coherencia lineal, los textos no sólo han de Se puede observar que una serie de proposiciones, </>,,, p ,p ,...>n l}

cumplir estas condiciones (porque se 'presentan' como secuencias de por ejemplo, se representa como M\ en el primer nivel de la macroes-
oraciones), sino también las de la coherencia global. tructura,... etc., hasta el nivel superior M". (El número del nivel está
Resulta importante tener presente que se trata de estructuras arriba a la derecha de M, lo que cada vez indica una proposición en
abstractas y teóricas, aun cuando se fundamentan sobre categorías y el macronivel.)
reglas de tipo general y convencional que los hablantes conocen Resulta perfectamente posible que n = 0; entonces el micronível
implícitamente, es decir: las dominan y emplean. Análogamente a la
experiencia de que los hablantes a veces se desvían de las reglas
semánticas y sintácticas al producir oraciones, especialmente en el
uso oral de la lengua en determinados contextos, también los textos (35)
(manifiestos) pueden desviarse de las reglas de la coherencia lineal y
global. Este hecho se puede dar conscientemente (p. ej. en la lírica
moderna) o menos conscientemente en la conversación cotidiana con
vecinos y amigos. 1

2.3.2 Hemos supuesto que las macroestructuras de los textos son


semánticas; así pues nos aportan una idea de la coherencia global y Mf" 2 Mi 2 M^ 2

A
Para una discusión más amplia de macroestructuras, véase VAN D I J K ( 1 9 7 2 a,
22

1977 a) para las macroestructuras semánticas, y VAN D I J K ( 1 9 8 0 b) para las macroes-


tructuras pragmáticas.
Para la relación con esquemas globales, véanse las referencias del capítulo 5, entre M>
otros, relativas a la teoría de la narración. Para el significado de macroestructuras en
la elaboración cognitiva de textos, véanse las notas al capítulo 6.
Se está preparando un intento de síntesis de este concepto en el análisis textual, la
cognición y la interacción (véase VAN DI.IK 1980 a). (....>... (P .r . P, 3 >...<....>
u l2
57 TEXTO Y GRAMATICA LA CIENCIA DEL TEXTO 58
será igual al macronivel. Esto se produce p. ej. cuando un texto se 2.3.5 Las macrorreglas son una reconstrucción de aquella parte de
compone de pocas o de una sola oración. nuestra capacidad lingüística con la que enlazamos significados con-
virtiéndolos en totalidades significativas más grandes. Es decir: intro-
2.3.3 Cada macroestructura debe cumplir las mismas condiciones ducimos un orden en lo que a primera vista no es más que una larga
para la conexión y la coherencia semánticas que los niveles microes- y complicada serie de relaciones, como por ejemplo entre proposicio-
tructurales; conexiones de condiciones entre proposiciones, identidad nes de un texto.
de referentes, etc. Si esto no se diese, un macronivel no podría ser Si consideramos las proposiciones como una representación abs-
micronivel en otro texto, tal y como ocurre en realidad en las tracta de aquello que normalmente llamamos información (semánti-
oraciones del texto. Además resulta importante para una teoría de ca), las macrorreglas organizan en cierta manera la información
las macroestructuras saber qué condición nos posibilita indicar explí- extremadamente complicada del texto. En cierto modo, esta conside-
citamente cómo 'llegamos' hasta la macroestructura de un texto ración implica una reducción de la información, de manera que —en
determinado. Toda gramática y semántica rigurosas requieren que el plano cognitivo— también podemos considerar las macrorreglas
siempre describamos la estructura de unidades y niveles en términos como operaciones para reducciones de información semántica. En el
de su construcción o su derivación de otras unidades y niveles. capítulo 5 trataremos más extensamente el papel cognitivo que tie-
Así pues necesitamos reglas para la realización de la unión de nen las macroestructuras en la elaboración de textos; de momento
micro- y macroestructuras, que se evidencian como series de propo- nos limitaremos más bien (en lingüística y gramática) al papel abs-
siciones ligadas a series de proposiciones, puesto que en ambos casos tracto de las macrorreglas en la organización de significados e
se trata de estructuras significativas proposicionales. Este tipo de interpretaciones.
normas, formalmente denominadas reproducciones, tienen la forma 2.3.6 En este punto queremos intercalar una observación de tipo
de transformaciones semánticas: transforman una serie de proposicio- general: debemos preguntarnos por qué han de aceptarse estas ma-
nes en una serie de proposiciones (distintas o iguales). croestructuras para la descripción de la estructura semántica del
Para simplificar, estas reglas las denominaremos macrorreglas. Si texto. ¿Qué fenómenos empíricos del uso de la lengua describen y
existe una serie de proposiciones, también aportará una serie de explican? ¿Qué problemas lingüísticos pueden formularse mejor de
proposiciones, tanto entre la propia microestructura y el primer nivel esta manera y, caso dado, solucionarse? La formulación de este tipo
de la macroestructura como entre las macroestructuras de diferentes de preguntas es esencial en toda teoría cuando se desea introducir
niveles entre sí. Cada línea de unión, o mejor dicho, cada haz de términos, unidades, niveles descriptivos, diferencias, etc., nuevos.
líneas de unión, que se junta en una M' de un nivel superior, Ya hemos formulado un primer objetivo empírico: las macroestruc-
representa una macrorregla. En seguida pasaremos a formular algu- turas deben explicar por qué para el hablante de una lengua intuiti-
nas de estas macrorreglas y mostraremos algunos ejemplos para vamente ciertas series de oraciones no son válidas como texto com-
ilustrar la teoría. prensible y aceptable, aun cuando cumplan las condiciones de cohe-
rencia lineal. Sin macroestructura, al oír una serie de frases, el
2.3.4 La función semántica de las macroestructuras y las macrorre- hablante debería preguntar continuamente: «¿de qué hablas?»,
glas consiste en la formación de unidades de series de preposiciones. «¿adonde quieres llegar?», etc.
Si observamos el esquema (35), se puede interpretar a partir de la Uno de los términos que pretende aclarar la macroestructura, es el
proposición más global M\ que la serie </>,,, p , ...> es coherente.
n concepto de tema de un texto o tema del discurso (topic of discourse o
Además nos posibilitan relacionar series de proposiciones como un todo topic of conversation). Hemos de poner en claro aquella capacidad
con otras series de proposiciones, p. ej. <p —p > con <p —p > .
u 20 2l 40 esencial de un hablante que le permite contestar preguntas como
De hecho, sin las macrorreglas sólo podríamos relacionar p con p
20 2l «¿de qué se habló?», «¿cuál fue el objeto de la conversación?»,
de entre ambas series. Sin embargo, puede muy bien ocurrir que incluso en textos largos y complicados. Un hablante también puede
estas dos proposiciones no posean ninguna conexión ni ninguna otra contestar cuando el tema o el objeto en sí no se mencionan total y
relación de coherencia, a pesar de que en la base textual, sean explícitamente en el texto. Por lo tanto, debe deducir 11 tema a partir
sucesivas. Vamos a emplear una comparación: cuando saludo a mi del texto. Las macrorreglas son, pues, la reconstrucción formal de
vecino, difícilmente se podrá decir que mi mano saluda la de mi ve- esta 'deducción' de un tema, con lo cual el tema de un texto es
cino, aunque las manos sean una parte de mí y también de mi exactamente lo mismo que lo que hemos llamado macroestructura, o
vecino. Por ello, algunas relaciones se refieren a 'totalidades' y no a una parte de ella.
elementos de tales totalidades. Además de que entiendan e interpreten relaciones de significado
59 TEXTO Y GRAMATICA LA CIENCIA DEL TEXTO 60

generales en los textos y de que deduzcan uno o varios temas de un de proposiciones. De ahí resulta, entre otras cosas, que nunca pode-
texto, los hablantes son capaces de hacer un resumen del texto, es mos omitir una proposición cuando hace de presuposición para una
decir, de producir otro texto que guarde relaciones muy especiales (otra) proposición del mismo macronivel, dado que en su defecto el
con el texto original, puesto que reproduce brevemente su contenido. nivel ya no sería completamente interpretable.
Aunque, como veremos, los diferentes hablantes aporten diferentes La primer macrorregla,' OMITIR, resulta bastante trivial y significa
resúmenes del mismo texto, siempre lo hacen basándose en las que toda información de poca importancia y no esencial puede ser
mismas reglas generales y convencionales, las macrorreglas. omitida.
Esta capacidad de deducir temas, describir objetos del texto o Esto significa según (37) (i) que, cuando tenemos una serie de
producir resúmenes, así como de cumplir otras tareas que hacen proposiciones (a, /?, y), podemos simplemente eliminar a y y si estas
referencia al 'contenido' de un texto en su totalidad (contestar pre- dos proposiciones no tienen una 'función' ulterior para el texto, por
guntas, parafrasear, traducir, etc.) tiene también determinadas impli- ejemplo, como presuposición para la interpretación de las proposi-
caciones gramaticales. Pues en su interpretación del texto, el hablan- ciones siguientes. La oración Pasó una muchacha con un vestido
te puede hacer una diferencia entre la información que pertenece a la amarillo, que entre otras contiene las proposiciones siguientes:
microestructura auténtica y manifiesta del texto, y la que únicamente (38) (i) Pasó una muchacha.
se da para organizar esta microestructura y su interpretación. En el (ii) Llevaba un vestido.
texto no sólo se manifiestan palabras temáticas (palabras clave), sino (iii) El vestido era amarillo.
también oraciones temáticas, que representan directamente una parte
de las macroestructuras. Tales oraciones temáticas tienen caracterís- puede así reducirse, según la regla I, a:
ticas gramaticales especiales: por regla general no se pueden enlazar
con otras oraciones del texto (p. ej. tampoco mediante conectivos). (39) (i) Pasó una muchacha.
Posteriormente se discutirán otras funciones de las macroestructu- (ii) Llevaba un vestido.
ras, especialmente en lo que se refiere a los procesos cognitivos de la
elaboración de textos. y finalmente a:
(40) Pasó una muchacha.
2.3.7 Las macroestructuras de los textos se obtienen al aplicar las si para la interpretación del texto restante ya no es necesario saber
macrorreglas a series de proposiciones. Vamos a tratar ahora cuatro que la muchacha llevaba un vestido (y no unos téjanos y una blusa)
de estas macrorreglas: o que el vestido era amarillo (y no azul). En este caso considerare-
mos esta información poco importante en relación al texto entero.
( 3 6 ) 1.
II.
OMITIR
SELECCIONAR
Esto no significa que la información en sí no sea 'importante', sino
III. GENERALIZAR que a lo sumo es secundaria para el significado o la interpretación en
I V . C O N S T R U I R o INTEGRAR un nivel superior o más global. Más tarde veremos que estas propo-
Desde un punto de vista formal, las dos primeras son reglas de siciones secundarias realmente se olvidan más pronto al hacer la
anulación (deletio), y las dos últimas son reglas de sustitución, de la elaboración cognitiva.
manera siguiente: Las proposiciones omitidas son, por lo demás, no-esenciales, en el
sentido de que las características señaladas en estas proposiciones
(37) (i) <a,p,y>--0 son 'casuales' y no 'inherentes'. El hecho de que lleve un vestido no
(¡i) <a, 0,y>--i es parte esencial del concepto de 'muchacha', y tampoco es caracte-
Las cuatro macrorreglas deben cumplir además el principio denomi- rística esencial de un vestido el hecho de que sea amarillo. Tras la
nado implicación semántica (entailment). Con ello se expresa que aplicación de la regla I hemos 'perdido' así por completo una parte
cada macroestructura, obtenida mediante las macrorreglas, debe de la microinformación; la regla no puede aplicarse a la inversa para
estar implicada semánticamente en su conjunto por la serie de pro- volver a obtener los mismos detalles.
posiciones a las que se aplica la regla. Así pues, una macroestructura No obstante, en la segunda regla, SELECCIONAR, sí que podemos
debe resultar, en cuanto a su contenido, de la microestructura (o de hacerlo. También en este caso se omite cierta cantidad de informa-
otra macroestructura inferior). ción, según (37) (i), pero aquí la relación entre las series de proposi-
Por lo demás, como hemos visto antes, cada macroestructura debe ciones se da mucho más claramente. Consideremos las siguientes
cumplir las condiciones de conexión/coherencia normales para series series de proposiciones:
61 TEXTO Y GRAMATICA LA CIENCIA DEL TEXTO 62
(41) (i) Pedro se dirigió hacia su coche. sentido de esta operación reside en que los rasgos característicos más
(ii) Subió.
(iii) Se fue a Francfort.
particulares de una serie de objetos se vuelven relativamente poco
importantes en el macronivel.
Según la regla II podemos omitir las proposiciones (41) (i) y (41) (ii), La regla no sólo se limita a predicaciones que en una lengua
puesto que son condiciones, parte integrante, presuposiciones o conse- normalmente se expresan mediante sustantivos («gato», «perro»,
cuencias de otra proposición no omitida, a saber (41) (iii). Debido a etc.), sino que también se refiere a las que se expresan mediante
nuestro conocimiento general sobre transporte y automovilismo sa- verbos y adjetivos. Las predicaciones como «prometer», «recomen-
bemos que, para ir en coche de un lugar a otro, primero deberemos dar», «tranquilizar» pueden abstraerse, por ejemplo, con «decir».
ir hacia el coche y después subirnos a él. De la misma manera La regla IV, CONSTRUIR o INTEGRAR, tiene un papel muy impor-
podemos omitir también la proposición llegó a Francfort, puesto que tante. En su función se asemeja a la regla II, pero opera según el
es evidente que se llega a algún sitio si se viaja. Si este no fuera el esquema (37) (ii), de manera que la información se ve sustituida por
caso, no podríamos omitir esta información, y la proposición (pero una nueva información y no es omitida ni seleccionada. También
nunca llegó) tendría, con toda seguridad, importancia semántica para aquí existe una relación inherente entre los conceptos, expresada por
todo el texto, p. ej. en un parte sobre un accidente de automóvil que la serie de proposiciones que forman el input de la regla: condiciones
le ocurrió a Pedro en su camino hacia Francfort. habituales, circunstancias, componentes, consecuencias, etc., de una
Por lo tanto, la regla II exige que la proposición 3 implique la situación, un suceso, un proceso, una actuación, etc. El texto en sí
serie (a,y), a raíz de conocimientos generales de situaciones, actuacio- puede mencionar una serie de estos aspectos, de manera que juntos
nes o sucesos (marco), o bien debido a postulados semánticos para pueden formar un concepto más general o global, como en
conceptos. Contrariamente a la regla I, la información omitida pue-
de recuperarse reducida (recoverable): si poseemos la información de (44) (i)
(ii)
Fui a la estación,
Compré un billete,
que X viajó en coche a Francfort, podremos deducir que subió al (¡ii) Me acerqué al andén.
coche, partió, etc. Una parte de esta información es constitutiva para (iv) Subí al tren.
el concepto o marco aludido; otras informaciones, sin embargo, no (v) El tren partió.
son esenciales en circunstancias normales, p. ej. que antes de partir
se limpien los cristales o que se encargue una reserva de billetes si se Esta serie, que aún podría estar más subdividida, define en su
viaja en tren. totalidad la proposición siguiente:
La tercera regla, GENERALIZAR, también omite informaciones (45) Cogí el tren.
esenciales, pero lo hace de manera que se pierden (como en la regla
I). Se omiten componentes esenciales de un concepto al sustituir una Las proposiciones en (44) son elementos —constitutivos u opcionales
proposición por otra nueva, según el esquema (37) (ii): (es decir: posibles, pero no 'obligatorios')— de nuestro conocimiento
(42) (i) En el suelo había una muñeca. convencional, es decir, el marco, de VIAJAR EN TREN. La regla
(ii) En el suelo había un tren de madera. resulta interesante por el hecho de que el concepto VIAJAR EN TREN
(iii) En el suelo había ladrillos. no necesariamente tiene que estar presente en el texto: sólo hace falta
mencionar una serie de componentes necesarios del viajar en tren
Estas proposiciones pueden ser sustituidas por una nueva pro- para poder deducir esta conexión a partir del texto.
posición: En este caso se ve claramente que el principio general de la
(43) En el suelo había juguetes. implicación semántica (entailment), en el que deben basarse y en
realidad se han basado las diferentes reglas, no tiene por qué aplicar-
porque todas las proposiciones de (42) implican conceptualmente se de una manera lógica estricta (deductiva), sino que a menudo se
(43). Así se sustituye una serie de conceptos por el sobreconcepto aplica de la manera inductiva habitual. Si recibimos la información
compartido que define el conjunto abarcador. Las palabras «cana- «Fui a la estación y viajé a París», deduciremos normalmente que
rio», «gato», «perro», etc., pueden ser sustituidas según esta regla alguien subió al tren que va a París, aunque esto no sea la consecuen-
por el concepto de «animal(es) doméstico(s)». cia lógica sacada de la información dada. Como ya lo vimos en la
La diferencia con la regla I consiste en que aquí se omiten carac- diferenciación de informaciones implícitas y explícitas en los textos,
terísticas constitutivas (esenciales) de los rasgos de los referentes, y no también en esta regla se supone que usamos la información no
características casuales. En las generalizaciones de este tipo se produ- mencionada, pero razonablemente deducible, para construir los con-
ce también aquello que normalmente denominamos abstracción. El ceptos más globales, es decir, las macroproposiciones.
63 TEXTO Y GRAMATICA LA CIENCIA DEL TEXTO 64
Aunque todavía no poseamos de ningún modo un cuadro teórico macroestructuras. Un tema parece no ser sino una macroproposición
completo de las macrorreglas existentes, de momento queremos de- en un determinado nivel de abstracción. El tema de una serie de
jarlo en estas cuatro operaciones básicas. proposiciones como (44) realmente es algo como VIAJE EN TREN o
Finalmente hay que añadir una limitación general. La cuestión acaso aún mejor la proposición HACER (YO, VIAJE EN TREN). Si
que se plantea es cuán 'fuertes' son realmente estas reglas y cuán a concebimos un tema como una proposición que equivale a una
menudo pueden aplicarse. Por eso resulta importante que se lleve a macroestructura o es una parte de ella, el texto también implica el
cabo una cierta abstracción y generalización, pero no de manera que tema. Según las reglas III y IV hay que observar que este tema no
se pierda el propio contenido 'genuino' de un texto. Esto requiere tiene por qué ser nombrado explícitamente en el texto. Si, no obstan-
que en todos los casos todas las reglas operen lo más limitadamente te, ello es así, hablamos de palabra temática u oración temática;
posible: al generalizar y construir hay que elegir el sobreconcepto ambas poseen la importante función cognitiva de poner al lector u
directamente superior. Por ello no pasamos de «animal doméstico» a oyente en condiciones de construir la macrointerpretación 'correcta'
«animal» y desde luego tampoco a «ser viviente» o incluso a «cosa». del texto: con ello recibe una ayuda para su 'suposición' de lo que
Para aclarar diremos que la macroproposición resultante siempre podría tratar el texto. En estos casos son típicos los títulos de textos,
debe obtenerse a partir de la implicación inmediata de las proposicio- por ejemplo, en los periódicos, que por definición son una parte de
nes dadas. Así también se garantiza que la información, en todos los la macroestructura, de manera que sabremos qué es lo que global-
niveles, incluso la de fragmentos textuales largos, siga siendo bastan- mente se tratará en esos textos.
te específica, puesto que tampoco resumimos un texto con las pala-
bras: alguien hacía algo con alguien.
2.3.10 Por último debemos prestar atención a una limitación impor-
2.3.8 Después de esta consideración de las macrorreglas llegamos a tante de la aplicación de las macrorreglas. Pese a tener un carácter
la conclusión de que una macroestructura determinada puede, en general como principios de organización y reducción global de la
principio, 'basarse' en un número infinitamente grande de textos información, pueden aplicarse de diferente manera para distintos
'concretos'. Una macroestructura define un conjunto de textos, a tipos de texto y en distintos contextos pragmáticos. Las reglas conven-
saber, todos los textos que tienen el mismo significado global. En cionales para una narración, por poner un ejemplo, requieren que en
uno de los textos, la muchacha lleva un vestido amarillo, en otro, un momento determinado de la narración se haga necesaria una
uno azul, en el tercero, uno negro, etc. O fue a ver a su tía, a la acción (global), con lo que, en este caso, la acción se vuelve más
estación, al cine, etc., y en todos los casos lo globalmente importante esencial que por ejemplo el aspecto exterior de las personas que
podría ser sólo el hecho de que la vi, la encontré hermosa y me actúan o de las condiciones atmosféricas. Por ello podemos decir que
enamoré de ella. Por ejemplo. Lo demás es, en efecto, una cuestión lo que debe resultar, una vez aplicadas las macrorreglas, es una
secundaria. Las reglas nos permiten decidir de manera más o menos proposición de acción y no una descripción de las circunstancias.
exacta qué es lo principal y lo secundario, según el contexto de cada Más tarde veremos cómo funcionan estas limitaciones.
texto. Si, al aplicar la regla, pueden producirse dos macroestructuras
en el mismo nivel, hablaremos de un texto macro-ambiguo, con lo 2.3.11 Ha llegado el momento de dar algunos ejemplos concretos
que queremos expresar que desde un punto de mira formal hay de la aplicación de macrorreglas y la construcción de una macroes-
como mínimo dos interpretaciones válidas posibles. tructura que ilustren las hipótesis teóricas formuladas. Para la forma-
Una posibilidad de esta índole también debe existir en la realidad, ción sistemática de la teoría evidentemente habría que usar todo tipo
puesto que diferentes hablantes pueden efectuar diferentes aplicacio- de textos y aplicar las reglas de forma puramente 'automática', es
nes de las reglas. Para uno un texto 'significa' globalmente M\ decir: algorítmicamente, por ejemplo, con la ayuda de una compu-
mientras que para otro quizá signifique A/'¡, dependiendo de muchos tadora, debiendo observarse las limitaciones e hipótesis dadas. Sin
factores como el interés, el conocimiento, los deseos, los objetivos, embargo, todavía resulta algo prematuro, por lo que la aplicación
etc., cuestión que tocaremos brevemente más adelante. Aquí nos quedará sólo, por así decir, semi-explícita.
limitamos al significado o al contenido general, convencional y Como primer ejemplo elaboraremos algo más la breve historia
global de los textos; de hecho, todas las interpretaciones individuales empleada en (27) para el análisis de la coherencia lineal del texto:
deben ser, por naturaleza, una función de este significado.
(46) S| Pedro este año decidió ir a practicar deportes de invierno.
2.3.9 Ya hemos constatado que el concepto intuitivo de tema u 5', Hasta ahora sólo había ido en verano de vacaciones a Italia, pero ahora
quería aprender a esquiar, y además el aire de la montaña le parecía muy
objeto (tópico) de un texto debería poder explicarse en conceptos de saludable.
65 TEXTO Y GRAMATICA LA CIENCIA DEL TEXTO 66
S¡ Fue a una agencia de viajes a buscar algunos folletos, para luego poder habituales para el marco VIAJE y VACACIONES (encargar el viaje,
elegir adonde le gustaría ir.
i' Austria era lo que, de hecho, más le atraía. reservar el hotel), pero también introduce el referente hotel, al que
más tarde se remitirá con un artículo determinado/nombre. Aparte
4

•S Una vez hecha la elección volvió a la agencia de viajes para encargar su


de esta información, el resto de lo mencionado en S¡ puede integrar-
5

viaje y reservar un hotel que había visto en el folleto de la agencia.


S,, Naturalmente debería haberse comprado también un equipo de esquí, pero se en el concepto «viajar».
no tenía dinero suficiente, de modo que decidió alquilarlo allí mismo.
S1 Para evitar la gran afluencia de personas decidió no ir hasta después de De forma aún más específica, S cuadra bien en el marco DEPOR-
6

Año Nuevo. TES DE INVIERNO, al menos la última parte. Puesto que aquí vuelve
SK Una vez llegado el día en cuestión, por la noche su padre lo llevó a la a tratarse de intenciones o proyectos, éstos pueden omitirse según la
estación para que no tuviese que cargar con todo el equipaje.
(...) [véase (27)]
regla II o integrarse según la regla IV.
S confiere la referencia temporal a la acción (principal) proyecta-
7

Este texto es muy sencillo, más o menos al estilo de una redacción, da, introduciendo así el 'espacio de tiempo' del texto; éste es un
o al menos no presenta especiales complicaciones 'literarias'. elemento que evidentemente pertenece al significado global del texto
Suponemos que este texto (no muy natural) comienza con S¡. Con completo, puesto que todas las demás acciones tendrán lugar en este
esta oración se introducen los referentes Pedro y deporte de invierno tiempo. La motivación para realizar esta acción durante este período
(o mejor dicho: el intensional «ir de vacaciones de invierno»). Según es, una vez más, relativamente poco importante (del mismo modo
nuestras reglas no podemos eliminar todas las proposiciones en las podría haber salido de viaje antes de Año Nuevo porque ya no tenía
que se basa S¡ por la sencilla razón de que p. ej. «Pedro (a)» es ya clase, sin que esto hubiese influido en el texto restante).
una presuposición para oraciones posteriores del texto. Al fin y al En suma, las oraciones S¡ — S nos dan a conocer una serie de
7

cabo, Pedro es el referente central del texto, es decir, aquel referente acciones preparatorias (y algunos de sus componentes) para la acción
respecto del cual se introducen todos los demás referentes. Cierta- principal que se anuncia en S¡, de manera que 5, es una oración
mente se puede omitir la proposición «decisión (a, P)» porque es una temática; además nos enteramos de las condiciones mentales (deci-
condición habitual para la ejecución de una acción. Por tanto, si sión, planificación) para la ejecución de la acción principal que
sacamos la proposición «ir a (Pedro, deporte de invierno)», podemos comienza en S .8

eliminar o integrar, según la regla II o IV, gran parte de S¡. sS implica una condición previa habitual y necesaria para cualquier
viaje en tren, a saber, el tener que ir a la estación, ligado a la
S remite a las razones o motivos de Pedro para practicar deportes
2 información, de nuevo bastante irrelevante, de que alguien nos ayu-
de invierno. En tanto que estas razones son típicas, como parte de en esta acción. Según la regla II se pueden omitir tanto el
integrante del marco DEPORTE DE INVIERNO, según la regla II se constituyente normal (ir a la estación) como la acción auxiliar
puede omitir la motivación de una acción posteriormente menciona- anterior.
da. S anuncia acciones preparatorias para una acción principal; esta
} Dado que el viaje representa un componente principal de las
acción preparatoria tiene un objetivo ella misma (buscar unos folle- vacaciones, no omitiremos S, en (27), pero en cambio suprimiremos
tos) y una consecuencia (elegir el lugar). Esta acción preparatoria es la información sobre el tren nocturno (regla I). Según la regla II
típica del marco TURISMO, pero no es en sí una condición necesaria también se omite la razón de la decisión, es decir, (27) S . S de (27)
para la acción principal: también se pueden practicar deportes de
2 }

es una consecuencia normal de la acción principal, por lo que


invierno sin la ayuda de una agencia de viajes; por consiguiente, esta también se puede eliminar según la regla II. S contiene un elemento
información sólo tiene importancia local para el texto en su conjun-
4

habitual del invierno que ya viene implicado por el deporte de


to, mientras no influya en el resto de la interpretación de los sucesos. invierno. Unicamente si no nevase y por ello fracasasen sus vacacio-
1S4 puede omitirse de la misma manera que S„ puesto que las nes de invierno, sería un detalle importante de la información para
preparaciones 'mentales' (preferencias) y los motivos, desde un pun- el texto entero. S introduce la verdadera instancia (y la localización)
to de vista global, son de poca importancia o bien son implicitadas
5

del hotel en cuestión, siendo de importancia como «lugar de perma-


por la acción principal. No obstante, en este caso persiste la informa- nencia» para todo el texto. Las frases S y S hacen mención al
ción sobre el objetivo de la acción viaje, Austria, como parte de una
6 7

estado mental del referente central (del 'héroe') Pedro, pero de


categoría LUGAR de una proposición principal PEDRO VIAJA A momento no se pueden omitir, dado que la 'diversión' representa
AUSTRIA PARA PRACTICAR DEPORTES DE INVIERNO, que el lector uno de los objetivos más importantes de las 'vacaciones (de invier-
puede formular ahora como una hipótesis que hace referencia al no)', no siendo sin embargo su consecuencia necesaria. Estas propo-
'objeto' del texto. siciones, y otras que pudieren seguir, probablemente formarán la
S¡ registra otras acciones preparatorias como condiciones previas proposición global: «A Pedro le gustó mucho».
67 TEXTO Y GRAMATICA LA CIENCIA DEL TEXTO

Reconstruiremos este pasaje en un primer nivel de abstracción


Doscientos kilos de
dinamita acabaron con la
como sigue:
( 4 7 ) (i) P E D R O QUERÍA IR ESTE AÑO A PRACTICAR DEPORTES DE INVIERNO A A U S T R I A

vida de Bechir Gemayel


(I¡) HIZO LOS PREPARATIVOS NECESARIOS.
(iii) TOMO EL TREN.
(iv) LE GUSTO EL HOTEL SITUADO EN LAS MONTAÑAS.
Esta información se puede generalizar aún más:
( 4 8 ) ( i ) P E D R O SE FUE EN TREN A A U S T R I A PARA PRACTICAR DEPORTES DE INVIERNO. Una carga de doscientos kilos de explosivos destrozó ayer al presiden-
(ii) SE LO PASO MUY BIEN. te electo de Líbano, el cristiano Bechir Gemayel, 34 años, y el futuro
Puesto que normalmente sabemos que suele irse en tren a los lugares político inmediato de este país clave de Oriente Próximo. La muerte
de deportes de invierno, también podemos omitir esta información, de Gemayel, considerado tanto por Israel como por Estados Unidos,'
y eventualmente incluso la circunstancia de que se encontraba en
como una de las piezas cruciales para alcanzar una solución negociada
en toda la región, abre un futuro incierto para Líbano.
Austria, dado que la indicación de lugar no es demasiado importante
para la interpretación: 10 — La carga explosiva fue colocada en presó su esperanza de que Líbano
Beirut este, en el inmueble donde encuentre un nuevo líder que per-
( 4 9 ) (I) P E D R O SE FUE DE VIAJE PARA PRACTICAR DEPORTES DE INVIERNO.
(ii) T O D O LE PARECIO EXCELENTE. está situada la sede del partido mita restablecer la autoridad. Un
Kataeb (milicias falangistas cris- próximo colaborador del secreta-
Puesto que empleamos oraciones normales para expresar las macro- tianas), del que era líder el joven rio de Estado norteamericano,
proposiciones, se puede mostrar directamente que sobre la base de 15— político libanés. La explosión de- George Shultz, que no quiso ser
macrorreglas podemos resumir el texto tratado. Según la regla gene- rrumbó tres pisos del edificio y citado, expresó su temor de que la
ral, (49) realmente es implicitada por el texto. causó la muerte además de otras muerte de Gemayel pueda provo-
veinte personas y sesenta heridos, car "un nuevo baño de sangre".
según fuentes policiales. Entre los Gemayel, hijo de Pierre Gema-
20 muertos figuran otros tres altos yel, líder tradicional de la comuni-
responsables del partido. dad cristiana libanesa, se convirtió
Confusión y terror eran los dos en 1976 en el jefe indiscutible de
sentimientos dominantes ayer en las Fuerzas Libanesas, donde que-
Beirut al conocerse la noticia. daron agrupados las diferentes or-
25 Confusión, por la incertidumbre ganizaciones cristianas del país.
que abre la muerte de Gemayel, Su elección el pasado 23 de agosto
que debía asumir la jefatura del por el Parlamento libanés, mien-
Estado el próximo día 23. Terror, tras la aviación y la artillería israelí
ante las previsibles represalias que bombardeaban las posiciones pa-
30— esta muerte puede desencadenar lestinas, despertó en un primer
contra los enemigos tradicionales momento el rechazo de la comuni-
del líder falangista, los palestinos y dad musulmana, que le considera-
los musulmanes de izquierda. Sin ba el "candidato de Israel".
embargo, nadie se atrevía a ade- Sin embargo, este sentimiento
3 5 — lantar una hipótesis fiable sobre cambió en las últimas semanas
los posibles autores del atentado. para conceder al nuevo presidente
En Washington y Tel Aviv, que un cierto margen de confianza, en
habían depositado su confianza en la esperanza de que pudiera armo-
el joven político libanés, la reac- nizar los intereses de las diversas
40 ción fue de consternación. Un alto comunidades que forman este
funcionario israelí condenó en tér- país.
minos enérgicos el atentado y ex-
E L P A I S , 15 de setiembre, 1982, pág. 1.
69 TEXTO Y GRAMATICA LA CIENCIA DEL TEXTO 70
Después de estos pocos ejemplos especialmente construidos para que presentará una macroproposición sobre acciones específicas de
mostrar cómo se puede asignar una macroestructura semántica a un participantes humanos. Lo mismo vale para el discurso periodístico:
texto, analicemos ahora un ejemplo más realista, a saber, un tipo de al menos para algunas de las categorías centrales de un esquema de
texto con que nos vemos confrontados todos los días y para el cual noticia periodística sabemos qué categorías pueden presentarse y qué
la macroestructura tiene un papel fundamental: un relato periodísti- tipo de información se sitúa en cada categoría.
co. Para nuestro análisis hemos escogido un artículo de El País del Las principales categorías de un esquema de noticia son:
15 de septiembre de 1982 sobre el asesinato de Bechir Gemayel,
presidente electo del Líbano. Este texto fue elegido especialmente
para la presente versión castellana de La ciencia del texto, para que DISCURSO PERIODÍSTICO
se contara con un periódico familiar a los lectores. El suceso (la
muerte de Gemayel) también se está estudiando en un proyecto de RESUMEN RELATO PERIODÍSTICO
comparación de los periódicos más importantes del mundo en cuan-
to a sus descripciones del «mismo acontecimiento». De esta manera TÍTULOS ENCABEZA EPISODIOS COMENTARIOS
queremos examinar cómo las estructuras semánticas y estilísticas MIENTO
locales, así como las macroestructuras generales de artículos perio- XPECTATIVAS EVALUACIÓN
dísticos, pueden variar entre periódicos del mismo país o de países
distintos. SUCESOS CONSECUENCIAS
Antes de analizar la macroestructura del artículo en cuestión, sin
embargo, debemos hacer algunas observaciones adicionales sobre la
estructura del discurso periodístico. Los textos no sólo tienen una SUCESOS PREVIOS SUCESOS SUCESOS/ACCIONES REACCIONES
estructura semántica global, sino también una estructura esquemáti- ACTUALES CONSECUENTES (ORALES)
ca global, la llamada superestructura. Analizaremos estas superestruc-
turas más en detalle. Entretanto, de todos modos, deberíamos seña- HISTORIA ANTECE-
lar algunos aspectos de los esquemas de las noticias, que no se DENTES
estudian en el capítulo 5. Conforme a nuestras investigaciones de los DIRECTOS EXPLICACIÓN SUCESOS PRINCIPALES
últimos años, tenemos razones para creer que el discurso periodístico
también exhibe estructuras esquemáticas convencionales. Una estruc- ANTECEDEN- CONTEXTO
tura esquemática consiste en una serie de categorías jerárquicamente TES GENE- ACTUAL
ordenadas, muy similares a las categorías (planteo, complicación, RALES
resolución, evaluación y moraleja) de un esquema narrativo (véase
capítulo 5). Las categorías deben verse como funciones específicas Figura 1. Una superestructura esquemática prototípica del discurso
asignadas a las respectivas macroproposiciones de un texto. Una periodístico
superestructura esquemática —queremos enfatizarlo— es meramente
una estructura formal, muy similar a la sintaxis de una oración. Se La mayor parte de las categorías de este esquema no necesita
«llena» con el contenido de la macroestructura semántica. En otras explicación. Desde luego, no siempre será fácil distinguir entre la
palabras, en principio cualquier discurso periodístico (ideal, prototí- información histórica y los antecedentes, ni entre antecedentes y
pico) tiene el mismo esquema de noticias, pero, desde luego, el contexto, pero en general será posible trazar una distinción entre un
contenido global del texto es diferente en cada caso. Las superestruc- relato más general y largo de algún acontecimiento o conflicto y los
turas esquemáticas son también importantes por razones cognitivas sucesos previos inmediatos (por ejemplo, aquellos sobre los que el
(véase capítulo 6), porque organizan el proceso de lectura, compren- periódico informó en días anteriores), y lo mismo vale para la
sión y (re-)producción del discurso periodístico. También nos permi- diferencia entre los antecedentes generales (como la situación socio-
ten esperar ciertos tipos de contenido macrosemántico. En un relato, política de un país) y el contexto actual, real, inmediato de un suceso.
por ejemplo, después de la Complicación, sabemos que típicamente Para nuestro macro-análisis este tipo de estructura esquemático es
podemos esperar una Resolución, y que una tal Resolución consisti- importante porque la formación de la macroestructura depende tam-
rá a menudo en una acción o reacción llevada a cabo por un agente bién de la superestructura. Esto quiere decir que cada categoría
humano contra el suceso perjudicial de la Complicación. Por lo esquemática necesita alguna forma de contenido global, en especial
tanto, ya antes de leer la parte de la Resolución del relato sabremos las categorías de los niveles superiores, de modo que aquella infor-
71 TEXTO Y GRAMATICA LA CIENCIA D E L T E X T O 72

mación deviene importante por definición, y debe ser, por ende, ser un poco confuso debido a la ordenación por importancia del
representada como una macroproposición del texto. discurso periodístico, pero este orden respetará a menudo el de las
El vínculo más obvio entre macro- y superestructuras en un artí- relaciones condicionales y temporales entre los hechos globales.
culo periodístico es establecido en los títulos y el encabezamiento. Volviendo ahora nuestra atención al artículo de El País, encontra-
Aquí encontramos las más obvias y bien conocidas primeras catego- mos ante todo que el título DOSCIENTOS KILOS DE DINAMITA ACABA-
rías del esquema, ambas señalizadas también en la estructura super- RON CON LA VIDA DE BECHIR G E M A Y E L efectivamente resume el
ficial (van en la parte superior del artículo, las letras son más tema central del discurso, es decir, la muerte violenta de B.G. Con
grandes, están separadas del resto del texto), a saber, el RESUMEN O todo, el título ofrece también un detalle más o menos irrelevante, a
la INTRODUCCION del texto. De acuerdo con nuestra teoría de la saber, el peso de la bomba que mató a B.G. (cosa que, comparándo-
macroestructura, esto significa que en aquella parte del texto encon- la con periódicos de otros países, resulta más bien sorprendente). De
tramos una expresión directa de la macroestructura del discurso todos modos es típico que la mayor parte de los artículos de noticias
periodístico como un todo. Pese a que también otros tipos de discur- dé esta información de detalle; y esto no lo interpretamos como una
so, como los artículos científicos o las novelas por entregas, tienen simple consecuencia de que alguna agencia de noticias provea tales
alguna categoría de RESUMEN, ésta no necesita darse en esos discur- detalles, sino más bien como un recurso empleado como elemento de
sos. En un discurso de noticias es obligatoria: en principio, todos los algo que podríamos llamar la «retórica de la facticidad». Es decir:
discursos periodísticos tienen un RESUMEN expresado al menos a los periódicos tratarán de ofrecer cuantos números precisos les sea
través de los TITULOS o, más extensamente, en el encabezamiento posible, con el fin de sugerir o probar que sus noticias son fásica-
(los periódicos ingleses, por ejemplo, no traen específicamente un mente correctas (incluso a pesar de que los números sean con frecuen-
sumario, pero tienen una primera oración temática que cumple la cia pura especulación y que varíen de un periódico a otro). Por
misma función). La función cognitiva y comunicativa de esta expre- consiguiente, siempre encontraremos: el número de víctimas (como
sión explícita de la macroestructura semántica en el propio texto es en el primer párrafo de nuestro texto: veinte muertos y sesenta
obvia: ante todo permite que el lector lea y comprenda superficial- heridos), el número de arrestos, los daños producidos, etc. Este tipo
mente ('hojee') las noticias leyendo únicamente los puntos principa- de detalle suele especificarse en el texto, pero no siempre emerge en
les, sobre todo cuando vienen impresos en tipos especiales al comien- los títulos (excepto en lo que se refiere al número de víctimas o a la
zo del discurso. Por otra parte, una vez que conozca los temas o cantidad de daños) como sucede en nuestro texto.
asuntos principales del discurso, al lector le resultará más fácil la También el encabezamiento comienza con este detalle, lo cual
lectura y comprensión de los artículos (véase capítulo 6), porque no enfatiza, al menos para este periódico, el papel del tamaño de la
le hará falta construirse él mismo una macroestructura; también será bomba. Luego el encabezamiento expresa las siguientes macropropo-
más simple la comprensión de los detalles secundarios y la coheren- siciones (repitiendo la información expresada en el título):
cia, si el lector ya sabe cuáles son el asunto y la coherencia generales.
Deberíamos añadir que la organización tanto de la macro- cuanto
de la superestructura de un texto periodístico responde generalmente M , UNA BOMBA (PESADA) MATO AYER AL PRESIDENTE ELECTO DEL L I B A N O B l C H I R
GEMAYEL.
menos al ordenamiento condicionado o lógico de los hechos o de la M, BG SERIA UN POLITICO CLAVE DEL LIBANO, SEGUN LOS EE.UU. E ISRAEL.
información que a lo que llamamos la ordenación por importancia. M , HABRA UN EUTURO INSEGURO EN EL L I B A N O Y EL C E R C A N O O R I E N T E .
Esto significa que los hechos/informaciones importantes siempre
aparecen primeros, a veces sólo de manera resumida o breve, y los Examinemos si las (macro-)proposiciones del encabezamiento son
detalles los hallaremos después en el artículo en sí. De ello resultará 'corroboradas' por la información semántica local del texto mismo,
a menudo una estructura fuertemente discontinua de las noticias: si y/o si podemos derivar otras macroproposiciones no expresadas en
queremos aplicar las macrorreglas o las reglas del esquema superes- el encabezamiento.
tructura!, nos encontraremos con que la información importante del Las primeras líneas (10-15) del texto, que forman la primera
artículo aparecerá en varios lugares del texto, a veces aparentemente oración, dan detalles de la ubicación de la bomba, es decir, Beirut
no muy ordenada. Si esto ocurriera en el caso de artículos científicos este, y de la sede del Kataeb (el partido falangista cristiano), y una
o cuentos, quizá perderíamos el 'hilo', es decir, la coherencia global, especificación sobre la función de BG. La ubicación puede agregarse
pero en artículos periodísticos esto es menos importante porque a como categoría locativa a la primera macroproposición (M,), y la
través de la interpretación de los títulos y el encabezamiento ya especificación de la función de BG puede ser una proposición modi-
tenemos construida la macroestructura y, por tanto, los principales ficante adicional agregada a BG en M„ formando así la macropro-
temas del texto. Sólo el orden exacto de los acontecimientos puede posición compleja Mj:
73 TEXTO Y GRAMATICA LA CIENCIA DEL TEXTO 74

M", AYER UNA PESADA BOMBA MATO AL PRESIDENTE ELECTO B G , LIDER DEL P A R T I D O históricos de BG, incluidos por la macroproposición que forma
F A L A N G I S T A , EN SU SEDE CENTRAL DE B E I R U T E S T E parte de la macroproposición compleja M' a saber, que BG era el
1;

La oración siguiente (líneas 15-19) especifica los daños causados al líder de la Falange. Las líneas siguientes, sin embargo, dan cuenta de
edificio y otras consecuencias (negativas): los heridos y muertos. Los un asunto importante, a saber, que la comunidad musulmana se
daños causados al edificio son una consecuencia normal de la explo- oponía a la elección de BG:
sión de bombas, por lo cual pueden subsumirse bajo la macropropo- M , LOS MUSULMANES (IZQUIERDISTAS) SE OPONIAN A LA ELECCION DE B G ,
sición de la explosión de una bomba (M,). Un elevado número de lo cual sería importante como una posible razón (implícita) del
heridos y muertos es importante como hecho noticiable; por tanto atentado (o quizás incluso como explicación del mismo). El párrafo
también debería incluirse en una macroproposición: final, de todos modos, especifica que hubo algún grado de aceptación
M 4 MUCHAS PERSONAS FUERON MUERTAS Y HERIDAS de la candidatura de BG de parte de todos los sectores:
Las líneas 19-21 especifican luego que había otros responsables entre M , FINALMENTE TODOS LOS SECTORES ACEPTARON LA ELECCION.
los muertos, pero esta información está incluida en M . La línea 22
comienza con una oración temática, expresando la macroproposición
4
Una vez establecida esta macroproposición, sin embargo, las especu-
de la que dan detalles las oraciones siguientes: laciones posibles sobre los agentes responsables del atentado se
vuelven confusas: casi todas las partes envueltas en el conflicto
M , LAS REACCIONES A ESTE ACONTECIMIENTO CAUSARON CONFUSION Y TERROR EN tenían motivos para aceptar a BG y, simultáneamente, para lamen-
BEIRUT. tar su elección. Por lo tanto, los diferentes sectores se acusaron en la
La confusión se explica en relación con el futuro político del país, prensa unos a otros, y hasta el día de hoy no se ha aclarado la
dado que BG había sido elegido para presidente. Esta información responsabilidad del asesinato.
está incluida en M , expresada en el encabezamiento. Las líneas Vemos que en un primer análisis el artículo de El País puede ser
incluido en unas nueve macroproposiciones, cuatro de las cuales
3

28-33 también especifican este futuro incierto, sobre todo la posible


venganza y la oposición entre los falangistas y las fuerzas musulma- están expresadas en los títulos y el encabezamiento. Las proposicio-
nas izquierdistas libanesas. Esas líneas expresan lo que podría llamar- nes que no están expresas en el encabezamiento resultan de macro-
se una nueva macroproposición del texto: proposiciones anteriores o representan conocimientos políticos gene-
rales acerca del Líbano (como la información sobre los sectores
M S LOS FALANGISTAS SE OPONIAN/OPONEN A LOS MUSULMANES DE IZQUIERDA, opuestos, y la aceptación —por elección— de BG como presidente).
que incluye la descripción de la situación política y la anterior guerra En otras palabras, el encabezamiento de El País ofrece en efecto la
civil en el Líbano. información política principal que puede extraerse de este discurso
Desde la línea 37 en adelante leemos acerca de las reacciones en noticioso.
Israel y en los Estados Unidos, dos de las partes comprometidas en Las macroproposiciones respectivas pueden atribuirse a varias
la situación política libanesa. La macroproposición categorías esquemáticas de este artículo: M, es, sin duda, el SUCESO
ACTUAL PRINCIPAL; M expresa tanto el CONTEXTO político (el papel
2
M , ISRAEL Y LOS E S T A D O S U N I D O S EXPRESARON SUS TEMORES POR LA SITUACIÓN EN de Gemayel en el Líbano) como la REACCION de los Estados Unidos
EL L Í B A N O .
e Israel ante el acontecimiento político. M expresa típicamente las
3

es, de hecho, una consecuencia de M , dado un escrito P O L I T I C O en EXPECTATIVAS sobre las consecuencias futuras del suceso. M es 4

parte del SUCESO PRINCIPAL. M forma parte de las CONSECUENCIAS


2

general, por el conocimiento universal que especifica que si es asesi- 5

nado un aliado en una situación política confusa, habrá problemas o de la categoría de REACCIONES. M aporta los ANTECEDENTES
6

políticos. La especificación de la declaración de un alto funcionario políticos. M también es una REACCION, mientras que M y M,
7 8

israelí, en la que se condena el asesinato y se expresa la esperanza (de pueden asignarse a la función esquemática de SUCESOS PREVIOS IN-
la elección de un nuevo presidente libanés que también sea proisrae- MEDIATOS. El CONTEXTO no está especificado en este artículo, pero
lí), es también una consecuencia de M en este tipo de escrito, por lo incluiría la actual situación política libanesa, como la presencia del
ejército israelí, las conversaciones entre el Líbano, fuerzas izquierdis-
3

cual se la puede incluir en M,. Lo mismo vale para la especificación


de la reacción americana respecto de un posible futuro sangriento, tas, los Estados Unidos e Israel. Otros periódicos, en efecto, sí
basada en el mismo escrito y en la macroproposición M , que especifican esta información. En El País esta información se detalla
más adelante en otros artículos del mismo periódico. La noticia de
6

predice choques entre las partes contendientes.


Las líneas 52-58 dan alguna información sobre los antecedentes que el ejército israelí ocupó Beirut oeste después del asesinato de
75 TEXTO Y GRAMATICA LA CIENCIA DEL TEXTO 76
BG, con el fin de «mantener el orden», todavía no era conocida,- formación de macroestructuras. Hemos visto, en primer lugar, que
pero se publicó al día siguiente. Aun cuando muchos periódicos las macroproposiciones sólo pueden ser derivadas sobre la base de
informaron sobre la muerte de BG sólo el 16 de setiembre (y dieron proposiciones expresadas en el texto (o sea, de la llamada 'base
el 15 la información errónea de que BG sólo había sido herido en la textual') conjuntamente con el conocimiento previo del mundo, es
explosión de la bomba), especificaron entonces ambos sucesos prin- decir, de marcos o escritos almacenados en la memoria del lector.
cipales en el mismo artículo (o en artículos distintos el mismo día). Por consiguiente, un distinto conocimiento del mundo llevará auto-
En ese caso la macroproposición ISRAEL OCUPO BEIRUT OESTE pue- máticamente a interpretaciones globales distintas del mismo discur-
de asignarse a la categoría de ACCION CONSECUENTE. En este análi- so, porque puede haber un conocimiento distinto de los detalles
sis superestructural vemos que la mayor parte de las categorías del políticos, causas y efectos y situaciones políticas. Si por ejemplo
esquema noticioso está efectivamente representada y «rellenada» con sabemos que Israel y los Estados Unidos tienen fuertes intereses en
las macroproposiciones respectivas. El trabajo empírico ulterior de- el drama libanés, podremos inferir sus evaluaciones de acontecimien-
berá establecer si hay un orden preferencia/ para las categorías esque- tos como el asesinato de Bechir Gemayel. Esto significa que varios
máticas. Obviamente el SUCESO PRINCIPAL irá en primer lugar, como periódicos y, por ende, varios grupos de lectores asignarán mayor
parte del título y el encabezamiento, pero luego podrán aparecer el importancia a la proposición, brevemente mencionada (¡entrecomi-
contexto, los antecedentes o las consecuencias. llada!) en El País (línea 66), de que BG era el candidato de Israel.
Además de este conocimiento general de escritos políticos, los lecto-
En esta última parte del capítulo hemos supuesto implícitamente, res también tienen, de todos modos, creencias, opiniones, actitudes e
al tratar las macroestructuras semánticas, que no hay más que una ideologías diversas. Esto significa que las creencias evaluadoras pue-
macroestructura más o menos objetiva o abstracta de un texto (no den ser activadas en la memoria y usadas para asignar una interpre-
ambiguo). Esto es, por supuesto, una idealización bastante parecida tación evaluadora a los sucesos, tal y como son relatados (o dados a
a la afirmación de que las palabras u oraciones tienen «un solo» entender) por las noticias. En efecto: bajo esa luz el periódico iraní
significado. Esta idealización podría tener alguna base empírica si Kayhan presenta el asesinato de BG más bien como un 'suceso
suponemos que el significado global representado por la macroestruc- positivo', de acuerdo con las evaluaciones sobre el papel de BG en la
tura del texto es algo así como un «significado consensual», o una guerra civil (protagonizó la matanza de numerosos adversarios), o de
intersección de interpretaciones individualmente diferentes de los acuerdo a su presunta amistad con Israel: según ese sistema de
temas o asuntos más importantes del texto. Sin embargo, parece ser valores, el asesinato de un amigo del enemigo (Israel) o de un
más apropiado, especialmente en un modelo cognitivo de compren- enemigo de nuestros amigos (musulmanes, fuerzas izquierdistas) será
sión del discurso (véase capítulo 6), suponer que las macroestructu- valorado positivamente. De manera similar, según este sistema de
ras pueden ser, igual que los significados de las oraciones, subjetiva- valores, las reacciones positivas ante el asesinato se volverían más
mente variables. Esto da cuenta de la observación intuitiva y empíri- importantes que las negativas (como las de Israel y de los Estados
camente fundada de que las diferentes personas pueden considerar Unidos). Del mismo modo, otros periódicos pueden asignar una
diferentes informaciones como más importantes o relevantes en un mayor importancia a las reacciones de otros Estados árabes (que a
texto. Por lo tanto, cada lector o grupo de lectores asigna al texto las de Israel y los EE.UU., adversarios aliados contra los Estados
una macroestructura subjetiva. Desde luego que estas macroestructu- árabes en el conflicto mesoriental). En otras palabras: según nuestros
ras subjetivas solerán ser lo suficientemente similares para garantizar conocimientos, creencias, opiniones o ideología, podemos asignar
la mutua comprensión. De hecho el hablante/redactor empleará a distintas macroestructuras al mismo discurso periodístico.
menudo recursos convencionales, como palabras temáticas (palabras En esta última sección hemos visto que las macroestructuras pue-
clave), oraciones temáticas, resúmenes previos y —como en el caso den derivarse, con variantes subjetivas, de la información semántica
de noticias— títulos y encabezamientos para establecer al menos expresada por el texto —junto con la información cognitiva asequi-
alguna macroestructura intencionada. Muchos lectores de un periódi- ble del lector— y que una macroestructura de ese tipo representa lo
co, por supuesto, no tendrán otra alternativa que la de aceptar esta que llamamos los temas o asuntos principales del texto, así como lo
'interpretación global' de los sucesos y, por tanto, de la definición de que consideramos la información más importante o relevante impli-
la situación tal como es proporcionada por las noticias/el periódico, cada por el texto. Las macroestructuras representan así al mismo
o por. las agencias noticiosas internacionales que suministran la tiempo la coherencia global del texto: especifican los 'antecedentes'
información. respecto de los cuales podemos o debemos establecer la coherencia
Las diferencias entre las interpretaciones globales subjetivas del local. Finalmente, también hemos visto que las macroestructuras
discurso pueden explicarse fácilmente en una teoría cognitiva de la tienen una importante función cognitiva: permiten al lector compren-
77 TEXTO Y GRAMATICA LA CIENCIA DEL TEXTO 78
der gíobalmente un texto, y esta información dirigirá también la suministra la información más importante que será relevante para
interpretación de las palabras y oraciones de un texto. En el capítulo las reacciones y la interacción ulterior. Es esta macroestructura
6 aportaremos más detalles sobre este papel cognitivo de las macroes- (subjetiva) lo que los individuos recordarán habitualmente de una
tructuras. Allí mostraremos que las macroestructuras tienen un pa- conversación o de un artículo periodístico, y será también la infor-
pel importante en la representación del texto en la memoria, y que al mación realmente usada en la comunicación e interacción posterior.
mismo tiempo dirigen la recuperación de la información textual de la En otros términos: las macroestructuras tienen no sólo un papel
memoria en los procesos de evocación y reproducción. De todos semántico o cognitivo, sino también uno comunicativo, de interac-
modos es importante destacar aquí que esta asignación cognitiva de ción y, por tanto, social. Definen cuáles son los asuntos más impor-
macroestructuras a un texto no es un proceso estructural, es decir, tantes de las conversaciones, definen lo que las personas típicamente
una aplicación de las macrorreglas que hemos discutido, sino más evocarán de las interacciones y del discurso público (como las noti-
bien un proceso estratégico. Queremos decir que los lectores habitual- cias), y definen también aquello a lo que la gente prestará atención,
mente no asignarán una primera macroproposición sólo después de lo que evaluará y sobre lo que actuará. Dicho de otro modo, gran
haber leído toda una secuencia de oraciones. Más bien utilizarán parte de la información social importante, como conocimientos,
todo tipo de información, tanto la que surge del texto, de los escritos creencias y opiniones compartidos, serán a menudo de un tipo de
almacenados en la memoria y de experiencias previas, como del nivel más general y elevado que el representado por macroproposi-
contexto de la comunicación e interacción, con el fin de derivar una ciones. Nuestro conocimiento político acerca del Oriente Próximo no
macroproposición hipotética. Con este «asunto provisional» en mente, suele presentar la información sobre el peso de una bomba o el
un lector puede tratar de interpretar la nueva información adicional número de pisos que destruyó, sino más bien sobre hechos generales,
de manera lineal ('en línea', como decimos empleando una metáfora como las partes más importantes envueltas en el conflicto, sus obje-
de la informática). Si la hipótesis era errónea, esta información tivos políticos principales, los incidentes mayores (como el asesinato
adicional la falsificará, y se establecerá un nuevo asunto. En un de un presidente), etc. Lo mismo vale para casi todos nuestros
artículo de periódico, el título y el encabezamiento son, como hemos conocimientos sociales mutuamente compartidos. Unicamente sole-
visto, una información textual importante que señaliza cuál será la mos conocer y compartir los detalles de aquellos episodios cotidia-
probable macroestructura del texto, y el lector utilizará efectivamen- nos, triviales, en los que estamos regularmente envueltos y que están
te tales señales como parte de la batería de macroestrategias. En representados en la memoria a través de scripts o de estructuras de
otras palabras, una señal de la estructura superficial de la presenta- conocimiento similares. De hecho conocemos los detalles de cómo
ción de las noticias (título, posición inicial, negritas) será empleada comer en un restaurante, de las fiestas de cumpleaños, de cómo
para trazar la conclusión semántica de que la información expresada tomar un tren, un autobús o un avión o de cómo viajar hasta el
por el título (o por el encabezamiento) será macro-relevante. El trabajo. Sin embargo, sobre todo nuestros conocimientos socio-polí-
capítulo 6 no hace mucho hincapié en esta naturaleza estratégica de ticos generales acerca de acontecimientos actuales serán de naturale-
la comprensión del discurso, pero nuestra obra reciente (con Kintsch) za más bien macroestructural.
ha prestado mucha atención a esta vital propiedad del procesamien- Esto quiere decir que también en nuestra interacción cotidiana
to cognitivo. Es en este punto donde vemos la diferencia crucial actuaremos sobre la base de tales conocimientos. Estos actos también
entre una relación abstracta, gramatical o lingüística, y macroestruc- serán actos «orales», es decir, los actos de habla de los que hablare-
turas, basadas en propiedades estructurales (semánticas) del discurso mos en el capítulo siguiente. Allí veremos que podemos distinguir
y en reglas sistemáticas, abstractas, que operan en esta información nuevamente entre un análisis local o microanálisis de los actos (y las
semántica. La consecuencia de esta observación es que la «compren- secuencias de actos) de habla, y un análisis global de los actos de
sión real» del discurso puede ser muy diferente del tipo de modelo habla, es decir, en términos de macro-actos de habla. El contenido
abstracto tal cual ha sido esbozado en este capítulo. global de estos macroactos de habla tendrá que ser rellenado enton-
Dado que los hablantes procesan óptimamente y evocan mejor las ces con las macroproposiciones semánticas que hemos estudiado en
macroestructuras que las estructuras textuales superficiales y las este capítulo, de modo que tendremos establecido un vínculo entre la
estructuras semánticas locales (significados de palabras y oraciones), semántica y la pragmática, es decir, entre el significado y la acción
las primeras también tienen, desde luego, una importante función en el discurso y la comunicación.
comunicativa y de interacción. Vale decir que en la comunicación las
personas no siempre estarán interesadas en los detalles de lo que se
dice o escribe, sino más bien en el resultado. Es este resultado lo
esencial, y por ende el asunto macroestructural de un discurso lo que
LA CIENCIA DEL TEXTO 80

3. Pragmática: texto, actos de habla y contexto Esta ciencia, que tan sólo comienza a desarrollarse plenamente
durante los últimos veinte años, tiene carácter interdisciplinario y la
estimulan la filosofía, la lingüística y la antropología, pero también
la psicología y la sociología. En el presente capítulo nos ocuparemos
1

sobre todo de la pragmática lingüística, con lo que nos acercaremos


también a la descripción gramatical de los textos. En un principio, la
pragmática fue uno de los tres componentes de la semiótica, una
ciencia que se ocupa principalmente de los signos y de sus sistemas 2

(en símbolos, significados y comunicaciones) y que representa un


componente al lado de la «sintaxis» (el análisis de las relaciones
entre signos) y de la «semántica» (el análisis de las relaciones entre
signos, significados y realidad). Por eso, la pragmática se consideró
por de pronto como una descripción de las relaciones entre signos y
quienes los emplean. No obstante, dado que el término «signo» no es
precisamente específico, nos ocuparemos en su lugar de las estructu-
ras normales, tal y como las describen la gramática (estructuras
textuales), como base para un análisis de las relaciones con los
usuarios de los signos, es decir: usuario de la lengua/usuario del texto.
3.1.2 Además queremos delimitar un poco más el ámbito del análi-
sis de la pragmática al que acabamos de aludir. Pues si quisiéramos
estudiar rigurosamente todas las relaciones que existen entre realiza-
ciones lingüísticas y procesos de comunicación e interacción, tendría-
mos que incluir en la pragmática disciplinas como la psicolingüística,
la sociolingüística y gran parte de la psicología y la sociología. No es
nuestra intención extendernos tanto, a pesar de que, evidentemente,
existen estrechas relaciones entre la pragmática y estas disciplinas.
3.1 ¿Qué significa pragmática? Mientras que la sintaxis especifica en qué condiciones y según
cuáles reglas los enunciados están «bien formados» y la semántica
3.1.1 A lo largo del último capítulo nos hemos ocupado ampliamen- indica las condiciones para que los enunciados sean «interpretables»
te de la estructura 'interna' de los textos, sobre la que ahora volvere- (tanto en lo relativo al significado como a la referencia), a la prag-
mos desde otra perspectiva. Ciertamente hemos omitido un punto de mática se le adjudica la tarea de ocuparse de las condiciones bajo las
vista al que ahora queremos referirnos: las realizaciones lingüísticas
(con una estructura textual de este tipo) tienen, por regla general, la Para la introducción al campo de la pragmática, véase en primer lugar la
misión de contribuir a la comunicación y a la interacción social. Por 1

importante obra de S E A R L E ( 1 9 6 9 ) y la de A U S T I N ( 1 9 6 2 ) , en la que se basa la primera.


lo tanto, no sólo poseen una naturaleza en cierta forma 'estática', Para una serie de artículos y aportaciones sobre actos de habla y pragmática, véase
sino que también tienen una función 'dinámica' en determinados C O L É & M O R G A N (comps.) ( 1 9 7 5 ) , B A R - H ILLEL ( 1 9 7 2 ) , W U N D E R L I C H (comp.) ( 1 9 7 2 ) ,
procesos. Desde este punto de vista, el término «realización» (utteran- M A A S & W U N D E R L I C H ( 1 9 7 2 ) , VAN D I J K (comp.) ( 1 9 7 2 ) y S C H M I D T (comp.) ( 1 9 7 6 ) .
ce) admite varias interpretaciones: puede referirse a un 'objeto' con- Véase también W U N D E R L I C H ( 1 9 7 6 ) , S A D O C K ( 1 9 7 5 ) , S A S S E & T U R K (comps.) ( 1 9 7 8 ) y
VAN D I J K ( 1 9 8 0 b). S C H L I E B E N - L A N G E ( 1 9 7 5 ) y VAN D I J K ( 1 9 7 8 ) aportan una primera
creto —oral o escrito—, pero también puede hacer referencia a una introducción.
acción, que es el hecho de manifestar, de «realizar» este objeto. Para 2 La semiótica, o ciencia general del signo, goza de una popularidad relativamente
evitar esta ambigüedad seguiremos llamando «enunciado» al objeto grande entre los estudios literarios y artísticos, sobre todo bajo la influencia del
expresado, mientras que denominaremos las acciones realizadas ac- estructuralismo francés (como, por ejemplo, por la obra de Barthes). No obstante, la
semiótica es de origen anglosajón: Peirce (véase P E I R C E ( 1 9 6 0 ) , es considerado gene-
ciones lingüísticas o actos de habla. ralmente el 'fundador' de la semiótica moderna, y M O R R I S ( 1 9 3 8 , 1 9 6 4 ) , el divulgador
La pragmática como ciencia se dedica al análisis de los actos de y elaborador más importante de estos principios en las ciencias filosóficas y sociales.
habla y, más en general, al de las funciones de los enunciados E c o ( 1 9 7 6 ) aporta una visión general sobre la semiótica actual. Véanse también las
lingüísticos y de sus características en los procesos de comunicación. aportaciones en la revista Semiótica.
81 PRAGMATICA LA CIENCIA DEL TEXTO 82
que las manifestaciones lingüísticas son aceptables (acceptable), apro- formación o una retentiva determinadas debe conocer y aplicar las
piadas u oportunas (appropriate•); estos tres supuestos son válidos mismas condiciones y reglas cuando produce o comprende unos
para la situación comunicativa en la que se expresa el hablante. enunciados. Si este no fuera el caso, se rechazará el enunciado como
Dado que para la semántica hemos trabajado con una reconstrucción no adecuado o no apropiado, de modo que la interacción fracasa.
abstracta muy útil de la 'realidad', a saber, con el concepto de A este respecto, las reglas pragmáticas tienen las mismas caracte-
«mundos posibles», también aquí queremos introducir una abstrac- rísticas que las sintácticas y semánticas. En seguida veremos que no
ción para el término 'situación comunicativa': el concepto de con- sólo los actos de habla están sujetos a convenciones, sino que tam-
texto. Así pues, la pragmática se ocupa de las condiciones y reglas bién lo están otras actividades sociales en distintos niveles y en
para la idoneidad de enunciados (o actos de habla) para un contexto diferentes ámbitos (tránsito, conversaciones, visitas, etc.).
determinado; resumiendo: la pragmática estudia las relaciones entre Lo que sí pertenece al contexto, además del enunciado en sí, son
texto y contexto. categorías como hablante y oyente, la acción que éstos llevan a cabo
al producir un enunciado o bien al escucharlo, el sistema lingüístico
3.1.3 Si queremos discutir de manera sistemática las relaciones que emplean o conocen, y especialmente aquello que conQcerLe&spec-
entre texto y contexto, evidentemente habremos de conocer la estruc- io del acto de habla, lo que_CQRUÍLpersiguen y proyectan; también
tura contextúa! además de poseer un conocimiento de la estructura pertenecen al contexto las 'actitudes) mutuas de los hablantes (como
textual. Tal y como ya expusimos anteriormente, el contexto es una el tipo de relaciones sociales entre los 'roles') y frente a los sistemas
abstracción de aquello que intuitivamente llamaríamos «situación de normas, obligaciones y costumbres sociales, por cuanto
comunicativa». Ahora bien, ¿qué elementos de la situación debere- estos elementos determinan de manera sistemática y convencional la
mos incluir en nuestro concepto de contexto? La respuesta es senci- estructura y la interpretación del enunciado (en el sentido de reglas).
lla: únicamente aquellos elementos que determinan sistemáticamente Nuestra intención en este capítulo no es dar una introducción
la aceptación (o no), el logro (o fracaso) o la idoneidad (o no) de los completa a la pragmática, sino que queremos ofrecer una evaluación
enunciados. Desde nuestro punto de vista lingüístico podemos preci- general de esta disciplina para dirigir la atención sobre las particula-
sar aun más: se trata sólo de los elementos que determinan sistemá- res características pragmáticas de los textos,y no únicamente de las
ticamente la estructura y la interpretación de los enunciados (textos frases. ¿Qué otras condiciones han de cumplirse para que un enun-
expresados), o bien de elementos determinados por éstos. La prag- ciado, que ya posee, según se dijo, una estructura textual, cumpla
mática se ocupa, pues, de la relación entre la estructura textual y los además una función comunicativa adecuada y sea por ende aceptado
elementos de la situación comunicativa sistemáticamente ligados a por el interlocutor como correcto, apropiado o acertado?
ella: todos estos elementos juntos forman el contexto. En primer lugar daremos una descripción de los distintos compo-
El hecho de que el hablante esté constipado, cecee o sea pelirrojo nentes de un contexto, para luego relacionarlos con las característi-
no pertenece al contexto, aunque caracterice su utilización ad hoc de cas de los textos.
la lengua. Pero no existen relaciones sistemáticas que se apoyen en
reglas convencionales que sostengan que 'la propiedad de ser pelirro-
jo' implique tal o cual tipo de construcción sintáctica o interpreta- 3.2 Acción e interacción
ción semántica. 3

Las características sistemáticas de los procesos comunicativos, 3.2.1 Uno de los descubrimientos más importantes de la moderna
conforme las analizan la sociología o la psicología, tampoco pertene- filosofía de la lengua, que aporta la base para el desarrollo de la
cen al contexto: p. ej., clase social, formación escolar, inteligencia, pragmática, consiste en el reconocimiento de que la utilización de la
retentiva, rapidez de lectura, motivación, etc. Si bien todas estas lengua no se reduce a producir un enunciado, sino que es a la vez la
circunstancias ciertamente influyen en el proceso comunicativo, tam- ejecución de determinada acción social. Si por ejemplo, pronuncio la
poco aquí se trata de reglas convencionales aplicables a toda la oración Mañana te devolveré tai dos mil pesetas, no sólo he expresado
comunidad comunicativa. Al fin y al cabo, toda persona con una una oración correctamente formada e interpretable, es decir, grama-
tical, de la lengua castellana, sino que al mismo tiempo he hecho algo
que comporta ciertas implicaciones sociales: p. ej., he prometido
' En el presente libro se emplea a menudo el término «convención» y «convencio-
nal» en un sentido científico (y no con el significado de «tradicional pasado de moda»).
algo. Existen así numerosas" acciones que se llevan a cabo mediante
I I concepto de convención se define como concepto fundamental para otros términos la manifestación de una frase o un texto, es decir: 'con' la lengua,
como «regla», «ley», «acuerdo», «norma», etc. para un colectivo social determinado. amenazar, rogar, sostener, preguntar, aconsejar, denunciar, absolver,
Para más detalles, véase LEWIS (1968). congratular, lamentar, etc. El carácter social de este tipo de actos de
83 PRAGMATICA LA CIENCIA DEL TEXTO 84
habla se manifiesta, entre otros, en el hecho de que queremos modi- nes de estados, sin tener especialmente en cuenta un estado inicial o
ficar el conocimiento, los deseos y eventualmente el comportamiento final, hablaremos de procesar. De esta manera, 'llover' es un deter-
de nuestro interlocutor, así como porque un acto de habla de esa minado tipo de proceso, mientras que 'comenzar a llover' o 'dejar de
índole conlleva ciertas obligaciones. Cuando doy mi palabra debo, en llover' es un suceso. Cuando una taza cae al suelo desde la mesa
principio, atenerme a ella. Esto requiere que, al manifestar mi pro- hablamos de un suceso, porque no ponemos una atención especial en
mesa, sepa o bien tenga razones de peso para suponer que estaré en las distintas fases intermedias, sino que únicamente nos preocupamos
condiciones de cumplirla. También he de saber que mi interlocutor por la modificación del estado 'taza sobre la mesa' en 'taza en el
tiene un cierto interés en la acción que estoy a punto de prometer: él suelo' y todo se caracteriza por la expresión 'caer (al suelo)'. En un
también ha de desear esta acción. Si este no fuera el caso, como por nivel de abstracción superior, la modificación dentro de un suceso o
ejemplo en una acción que anuncio mediante la enunciación de la un proceso vuelve a ser un suceso.
oración: ¡Mañana te daré una buena tunda!, no prometo nada, sino Si una acción es un tipo especial de suceso, también deberá tener
que expreso una amenaza o una advertencia. un papel importante la 'modificación del estado' en las acciones. De
Así como en semántica las oraciones (o los textos) pueden ser hecho esto es así. Cuando hacemos algo sabemos que, por regla
'verdaderas' o 'falsas', también en pragmática los actos de habla general, se produce una modificación del estado de nuestro cuerpo:
pueden 'tener éxito' o 'fracasar' en un contexto concreto. La pragmá- movemos brazos y piernas cuando abrimos una puerta o cogemos
tica se ocupa, entre otras cosas, de la formulación de tales condicio- una pelota. Con la palabra 'hacer' queremos indicar, en la mayoría
nes para el éxito de los actos de habla. Como ya hemos visto antes, de los casos, unas modificaciones del cuerpo que son 'externas'
estas condiciones están relacionadas con los conocimientos, los (visibles o perceptibles de alguna manera) y que en principio pode-
deseos y las obligaciones de los hablantes. mos controlar, es decir que dominamos su comienzo, su transcurso y
3.2.2 Para conocer mejor las condiciones que hacen que unos actos su final. Naturalmente, un ataque al corazón también supone una
de habla tengan, o no, éxito, debemos saber más sobre la acción en modificación del estado de nuestro cuerpo, pero en circunstancias
general. La teoría de la acción proviene de la filosofía por lo que, en normales no podemos controlar este tipo de sucesos o procesos. Por
primer lugar, introduciremos algunos conceptos fundamentales de la eso tampoco podemos llamar acciones aquellas modificaciones del
misma. cuerpo que otros provocan en nosotros (cuando nos levantan del
4

Para ello partimos de la hipótesis de que las acciones representan suelo, por ejemplo) o que realizamos durante el sueño, cuando no
un determinado tipo de sucesos. El concepto de suceso se refiere, somos conscientes de ellas. El control de las modificaciones corpora-
pues, a modificación; por ejemplo, a la modificación de un estado en les requiere que seamos conscientes de estas acciones. Aunque poda-
otro, denominados respectivamente estado inicial y estado final. El mos controlar, en principio, otras modificaciones corporales (p. ej.,
concepto de estado nos lo hemos de imaginar tan abstracto como el si guiñamos un ojo, si movemos los dedos de los pies, etc.), no
de «mundo posible», es decir: compuesto de una serie de objetos con siempre ejercemos este control conscientemente. En general tampoco
determinadas características y relaciones. Un sufceso se produce cuan- llamamos acciones estas modificaciones del cuerpo. Sin embargo, ya
do, en un determinado estado, se añaden o se suprimen objetos o que no se puede poner en duda que hacemos algo al guiñar el ojo,
cuando los objetos adquieren otras propiedades o pasan a relacionar- mover los dedos de los pies o girar o bajar la cabeza, aun cuando no
se entre sí de otra manera. Esta modificación del estado es natural- seamos conscientes de ello, denominaremos tales modificaciones del
mente una función del tiempo: el estado final de un suceso es estado del cuerpo, en principio controlables, un hacer.
posterior al estado inicial. Las modificaciones de los estados pueden Dado que un hacer únicamente puede tener lugar en una situación
ocurrir en varias fases sucesivas, es decir, a través de una serie de en la que el (auto-)control o la controlabilidad son importantes, no
estados intermedios que duran un período de tiempo determinado. se trata sólo de un 'cuerpo', sino de una persona y un sujeto. Para
Si queremos referirnos a este tipo de series continuas de modificacio- simplificar supondremos que sólo los seres humanos vivos pueden
ser personas, aun cuando pueda aceptarse que también muchos
animales son 'conscientes' de su hacer y capaces de controlarlo.
Para una (breve) introducción a la teoría de la acción, véase VAN D I J K ( 1 9 7 7 a);
4
3.2.3 Para la caracterización del hacer humano acabamos de em-
para la aplicación en la pragmática, véase VAN D I J K ( 1 9 8 0 b). Esta teoría de la acción
tiene su origen, entre otros, en los ámbitos de la filosofía y de la lógica filosófica, plear algunos conceptos que provienen del ámbito mental o cognitivo,
como por ejemplo de VON W R I Ü H T ( 1 9 6 7 ) . Para introducciones apropiadas, véase como conciencia, controlar, etc. Estos conceptos són indispensables
< AHÍ & L A N D E S M A N (comps.) ( 1 9 6 8 ) , W H I T E (comp.) ( 1 9 6 8 ) y BRINKLEY, B R O N A U G H
A M ARRAS (comps.) ( 1 9 7 1 ) . para una definición satisfactoria del concepto de acción. La diferen-
cia típica entre el hacer 'guiñar los ojos' y la acción 'guiñarle el ojo a
85 PRAGMATICA LA CIENCIA DEL TEXTO 86
alguien' se manifiesta entonces también por la circunstancia de que, habremos logrado la acción de levantar. Por eso llamaremos también
en la acción, llevamos a cabo un hacer determinado de una manera resultadas 1 estado final de la acción.
consciente y controlada. En otras palabras: cuando llevamos a cabo Sin embargo, ya que por regla general queremos conseguir con
una acción tenemos el propósito o la intención de ejecutar un hacer. nuestras acciones algo más que llevarlas a cabo, podemos hablar
Para eludir en parte los problemas cognitivos y filosóficos más también del logro de una acción si con ella hemos hecho realidad
importantes que aquí se nos presentan y que no tienen una solución nuestros propósitos. Así puedo ser capaz de ejecutar la acción de
simple, caracterizaremos una_acgjón simplemente como la combina- silbar, no consiguiendo no obstante el suceso que me había propues-
ción de una intención y un hacer. Algunos tipos de haceres son tan to, como el de despertar a un amigo. Con frecuencia decimos que se
complicados que ni siquiera pueden tener lugar sin el control mental ha logrado una acción en este sentido cuando realiza un fin determi-
de una intención, como la compra de un libro o el pedir una cerveza nado, es decir: cuando el resultado provoca determinada consecuen-
en la taberna: por regla general estas acciones no pueden producirse cia, por ejemplo, cuando se tala un árbol o se convence de algo a
'por casualidad'. Por otro lado, tropezar es típicamente un hacer o una persona.
incluso un mero suceso con nuestro cuerpo, ya que por lo común no Por otro lado existe toda una serie de acciones que ejecutamos sin
tenemos la intención de tropezar. Tanto en la ética como en la un fin especial (es decir, no sólo para satisfacer deseos o necesida-
filosofía del derecho siempre es importante que en principio seamos des), tales como pasear, bailar, cantar. En estas acciones, propósito
responsables de nuestras acciones, precisamente porque son conscien- e intención coinciden, el objetivo y el resultado son lo mismo. Sin
tes, controlables e intencionadas. embargo, las acciones también pueden tener éxito por casualidad,
Aquí no necesitamos seguir analizando el significado de las «inten- cuando conseguimos el resultado que teníamos «en mente», pero no
ciones». Suponemos que se trata de determinados estados mentales o como consecuencia de nuestra acción: el amigo puede despertarse,
sucesos que se refieren al hacer posterior de una persona. En este pero no porque yo silbe sino porque las gallinas cacarean al haberse
sentido se las puede comparar con un plan o un programa ('softwa- despertado por mi silbido. Tampoco se puede hablar de haber ejecu-
re') que se necesita para activar y coordinar músculos, órganos, etc. tado la acción de 'reparar', si por casualidad he tocado el cable
('hardware'), según unos modelos más o menos estables. correcto del motor de mi coche. Por fin también hay que observar
Otro elemento fundamental de las acciones es que no las llevamos que muchas acciones implican una modificación simultánea del esta-
a cabo sin más, 'sólo porque sí', sino para conseguir con ello alguna do de otros objetos, p. ej., cuando abro una puerta. Si esta modifi-
otra cosa. Mientras llevamos a cabo una acción perseguimos determi- cación del estado de otro objeto cae bajo el control de quien actúa
nada finalidad, tenemos fijado un objetivo o determinado propósito. (el agente), la modificación del estado pertenecerá también al hacer
El concepto de «propósito» implica que debemos distinguir entre y, por tanto, a la acción. De todas formas, los fines son sólo una
propósitos e intenciones. Una intención se refiere únicamente a la consecuencia indirecta de nuestro hacer y por ello se sustraen, en
ejecución de un hacer, mientras que un propósito se refiere a la principio, a nuestro control (cuando no se trate nuevamente a su vez
función que este hacer o esta acción puedan tener. Puedo llevar a de acciones como cuando abro una puerta para poder entrar en una
cabo conscientemente la acción de 'guiñar los ojos' aun cuando no habitación).
pretenda hacerle ninguna señal a otra persona. La acción de 'abrir
una puerta' la realizo para entrar o salir. Por eso, la mayoría de 3.2.5 Al comer, construir una casa o ir en coche se puede observar
nuestras acciones está 'embutida' en un propósito. Un propósito de fácilmente que en la mayoría de los casos las acciones se componen
este tipo se refiere, pues, al estado o suceso que queremos o desea- de varias acciones (básicas). Esto suele significar que el estado final
mos causar con o a través de nuestra acción. Un estado o un suceso de una acción parcial es el requisito previo para el logro de la
que nos proponíamos debe haber sido causado por nuestra acción, siguiente acción. En ese caso hablamos de acciones parciales necesa-
concepto éste con el que ya nos habíamos encontrado en la semántica. rias. En otros casos se tendrán que ejecutar varias acciones a un
mismo tiempo para conseguir un resultado determinado. Incluso en
este caso se puede distinguir entre acciones necesarias y no necesa-
3.2.4 Ahora podemos describir mejor el concepto central del logro rias (posibles, opcionales). Una acción compuesta se da por lograda
o éxito de las acciones. Considerada por separado, una acción ha cuando el resultado, es decir, el fin, coincida con la intención global,
salido bien cuando el estado final del hacer coincide con el estado es decir, con el objetivo del agente.
final intencionado, y ha fracasado o no se ha conseguido cuando este Con esto hemos llegado a un punto de la descripción de la acción
no es el caso. Si tenemos el propósito de levantar una piedra y que recuerda la descripción de oraciones y textos compuestos, que
nuestro hacer consiste en mantener la piedra levantada en el aire, tienen un significado tanto 'local' como 'global'. Además de las
87 PRAGMATICA LA CIENCIA DEL TEXTO 88
intenciones locales para las acciones particulares, damos también tuyen una interpretación, a saber, de sonidos del habla con una
por supuesto la presencia de una intención y un propósito globales estructura convencional determinada. Cuando se percibe, interpreta
previos. Llamaremos plan esta intención global. Un plan coordina el y describe una acción, se atribuye esta acción a alguien, haciendo
decurso de todas las acciones particulares con vistas a determinado una suposición sobre las intenciones y los objetivos del agente.
resultado final que ha de lograrse. Hay que hacer hincapié en que Cuando veo a alguien realizando un hacer, por ejemplo: escribir su
también una acción compuesta vale como una sola acción, a saber, firma, puedo interpretar este hacer como la acción de 'terminar una
en relación con nuestra percepción, descripción o interpretación de carta', pero también como la de 'cerrar un contrato' o 'comprar una
esta acción. A este respecto consideramos el fumar en pipa como casa. Por eso, un hacer puede provocar varias interpretaciones, por
una acción, aun cuando se compone de distintas acciones parciales: lo que, sin más, podemos entender erróneamente a otras personas si
'llenar', 'encender', 'dar una fumada', etc. Contrariamente a las no conocemos sus intenciones. También aquí vuelve a hacerse paten-
acciones compuestas, las acciones parciales adoptan, en una serie de te la influencia de las convenciones: al observar a alguien que baja
acciones o secuencia de acciones, un papel o una función independien- un picaporte suponemos que quiere abrir la puerta, es decir, que
tes para la percepción, descripción o interpretación, como en la quiere entrar o salir.
secuencia 'llegar a casa', 'colgar el abrigo', 'sacar una cerveza de la
nevera', 'encender una pipa'. En estos casos, no hace falta que una 3.2.7 En lo referente a la descripción de condiciones mentales para
acción precedente sea el requisito previo (necesario o habitual) para las acciones aún no hemos llegado 'más allá' de los propósitos y las
la acción siguiente, por lo que tampoco tiene por qué existir una intenciones; sin embargo, normalmente sólo realizamos acciones
intención global. Cuando una serie de acciones posee una intención basadas en una decisión mental que constituye la 'conclusión' de una
global y un fin global de este tipo, decimos que la serie tiene una argumentación o motivación mental, con nuestro conocimiento sobre
macroestructura. De ahí que las acciones complicadas (construir una el mundo y nuestros deseos y preferencias aplicados como 'premisas'.
casa o viajar a Nueva York) puedan denominarse acciones globales Al abrir una puerta respondemos a una decisión (en este caso casi
o macroacciones. inconsciente o automática) debida a nuestro conocimiento de que las
Al otro lado del espectro distinguimos como acciones básicas o puertas pueden abrirse y que mediante este acto se puede entrar o
acciones simples aquellas que pueden ejecutarse de manera indepen- salir de una habitación o casa, o a nuestro deseo de entrar o salir.
diente y que como tales pueden interpretarse convencionalmente. Sin embargo, muchos de nuestros deseos no llevan a la formación de
Así, por ejemplo agitar la mano es una acción básica con una intenciones, porque sabemos que mediante nuestro hacer tampoco
función (p. ej. social) especial, mientras que el movimiento del brazo las podremos realizar o que estas acciones serían incompatibles con
solamente es un hacer: tengo la intención de saludar, pero no la de las de otras personas y sus deseos o con los deseos de la comunidad
mover mi brazo. (normas, leyes).
Vamos a establecer un nuevo paralelo con la estructura de enun- Para formar una intención racional resulta necesario poseer un
ciados lingüísticos: una acción básica se puede comparar con un cierto conocimiento previo sobre las posibles consecuencias, sobre el
morfema (o 'palabra'), ya que es la unidad de acción mínima con un ámbito de las acciones, es decir, sobre la cantidad de acciones que en
significado o una función convencionales, pero en general sólo tiene principio podemos llevar a cabo, y sobre las propiedades del mundo
lugar en el marco (sólo tiene una función en el marco) de una acción al que referimos nuestra acción (por eso seguramente no intentare-
(compuesta o no) que tenga determinada finalidad o intención; bajar mos levantar una casa con la mano).
el picaporte es una acción básica que es parte integrante de la simple
acción de abrir una puerta, que a su vez puede ser parte de una 3.2.8 Finalmente aún hemos de distinguir entre acciones que no
acción compuesta de 'entrar' o 'salir', y esta última a su vez puede realizan modificaciones en el mundo, sino que, al contrario, evitan o
querer representar un microcomponente de la macroacción de 'em- hacen cesar la modificación, p. ej., contener a una persona o aparar
prender un viaje de vacaciones'. un vaso que se está cayendo, de manera que sin nuestra intervención
el suceso o la acción podrían haber tenido lugar, así como en las
3.2.6 De esta caracterización de ningún modo exhaustiva del con- acciones anteriormente descritas un suceso de este tipo no habría
cepto de acción se puede deducir que las acciones son de tipo tenido lugar si no hubiéramos intervenido. Toda acción posee este
intencional. Como tales, no son perceptibles o identificables como elemento 'contrafáctico'.
por ejemplo un hacer. Se trata de unidades que, para la percepción También el no-hacer puede ser interpretado como una acción
y la comprensión, se basan en la interpretación de un hacer, perfec- (como un 'dejar que ocurra'), si nuestro no-hacer es intencional y si
tamente comparables con los significados, los cuales también consti- normalmente realizaríamos o deberíamos realizar la acción. En este
89 PRAGMATICA LA CIENCIA DEL TEXTO 90
caso modificamos nuestras costumbres u obligaciones, pero seguimos puedo hacer una petición a una institución, ésta me puede despedir,
siendo responsables de estas acciones 'negativas'. y las instituciones pueden apoyarse mutuamente o competir unas
con otras. También aqui los deseos, las preferencias, las decisiones,
3.2.9 No sólo la actuación es característica del comportamiento las intenciones y los propósitos tienen su papel, y la diferencia
humano, sino, sobre todo, la actuación social, la interacción, que se consiste a menudo en que todos estos factores son explicitados, de
define como una serie de acciones en las que varias personas se ven modo que los miembros y los afectados los conocen.
implicadas alternativa o simultáneamente como agentes. Al lado de
los requisitos previos ya mencionados para el buen logro de las 3.2.10 Esta breve disertación sobre conceptos como acción e inter-
acciones se impone también una serie de requisitos sociales, a saber, acción no sólo nos ha sido necesaria para la comprensión de los
convenciones de distinta especie. actos de habla, sino también para el conocimiento provisional de la
En consonancia con la definición para el logro de una acción importancia de los actos de habla para la interacción social en
podemos decir ahora que una interacción es exitosa cuando el resul- general; a la vez hemos sentado la base para el análisis del papel de
tado coincide con las intenciones de las personas en cuestión. En la los textos en la sociedad, que será ampliado en el capítulo 7.
realidad, esta idea se complica todavía mucho más: las personas en
cuestión pueden tener la misma intención (p. ej., cambiar una mesa
de sitio), intenciones distintas (p. ej., A, o bien B, gana al ajedrez), 3.3 Actos de habla e interacción comunicativa
las mismas o distintas intenciones, pero distintos o bien los mismos
propósitos (p. ej.: A va al cine con B: A quiere distraerse, B quiere 3.3.1 Según la descripción del concepto de acción, los actos de
ver una película determinada). Así pues, la condición previa para el habla son realmente acciones: hacemos algo, a saber, producimos una
logro de una interacción es que tengamos, como mínimo, un acceso serie de sonidos o signos ortográficos que, como enunciado de una
parcial al conocimiento, los deseos, las intenciones y los propósitos lengua determinada, tienen una forma convencional reconocible, y
de nuestros interlocutores. Los interactuantes no sólo pueden llevar además ejecutamos este hacer con una intención correspondiente
a cabo juntos la misma acción, sino también simultánea o sucesiva- determinada, dado que normalmente no nos pronunciamos en con-
mente. Cada uno también puede realizar una acción parcial de una tra de nuestra voluntad y sabemos controlar nuestra lengua. No
acción compuesta o bien una macroacción (p. ej., la construcción de obstante, los enunciados lingüísticos poseen una serie de característi-
una casa). Si las intenciones y los objetivos son diferentes, o bien cas especiales. Para empezar, se trata casi siempre de enunciaciones
contrarios, A podrá llevar a cabo acciones con el fin de evitar las compuestas: producimos varios sonidos que se organizan en grupos
acciones de B. Al revés, A puede realizar meras acciones auxiliares de sonidos sobre la base de reglas (gramaticales) convencionales para
para la acción de B (A ayuda a B), a saber, acciones que lleven al formas y combinaciones de sonidos y grupos de sonidos. Esta orga-
logro de las acciones (parciales) de B, sin que el propio A tenga la nización tiene lugar simultáneamente en distintos niveles. Mediante
intención de B de conseguir un resultado determinado o un objetivo la producción de sonidos realizamos simultáneamente acciones fono-
final. Otras acciones se definen exclusivamente como interacciones y lógicas, morfológicas y sintácticas compuestas. Aunque no seamos
sólo pueden realizarse con varias personas (casarse, despedir a al- conscientes de todas estas acciones al hablar, en principio son con-
guien), aun cuando las demás personas no siempre estén de acuerdo, trolables {podemos actualizar fonemas y morfemas individuales, de
es decir: no tengan la misma intención. entre varias construcciones sintácticas podemos elegir una posibili-
La sucesión de acciones en la interacción puede sujetarse a reglas dad). Puesto que aquí se trata de acciones compuestas, poseemos un
convencionales. Una acción a de A puede volver necesaria una acción plan más o menos consciente para la ejecución de esta acción deno-
b de B, como el saludo y su devolución, hacer regalos y agradecer el minada acto del habla (locutionary act). Por lo demás, obtenemos
presente, violar las normas de la circulación y extender una multa, una acción de orden superior, que ejecutamos mediante la realización
preguntar y contestar. En estos ejemplos hay que observar que de un acto del habla, un acto de significación o acción semántica: con
determinados interactuantes asumen determinados papeles o funcio- nuestra enunciación lingüística expresamos un determinado significa-
nes: un científico no puede penalizar una infracción, sino únicamente do, con lo cual podemos realizar además una acción referencial:
un policía. Por lo tanto, una función se puede definir como un hacemos referencia a un objeto concreto, le atribuimos determinada
conjunto de acciones posibles dentro del ámbito de acción social de propiedad y de esta manera creamos una conexión entre el enuncia-
la persona que dispone de esta función. do y una serie de hechos. Por regla general, tales acciones semánticas
Por último deberíamos aludir a la diferencia entre las interaccio- son conscientes: sabemos 'lo' que decimos, y lo controlamos precisa-
nes de personas, instituciones o personas e instituciones. Por ejemplo, mente a través de la forma del enunciado.
91 PRAGMATICA LA CIENCIA DEL TEXTO 92
3.3.2 Si seguimos constatando hasta qué punto este tipo de actos ocurre~/>, con la intención de conseguir que el oyente piense que sí
de habla y de acciones semánticas también tiene un objetivo determi- ocurre p.
nado, llegamos automáticamente a la pragmática. Por tanto, habre- Para la acción de una promesa (p. ej., formulando la oración:
mos de preguntarnos en qué medida los actos de habla son capaces Mañana te visitaré) importan otras condiciones: el hablante tiene que
de provocar modificaciones, sobre todo en otras personas. Cuando saber que podrá hacer una visita al día siguiente, debe planear
manifestamos algo, evidentemente tenemos, en la mayoría de los verdaderamente (tener la intención de) hacer la visita, tiene que
casos, la intención de que aquellos que nos oyen o leen, interpreten saber que el oyente está interesado en que se lo visite, etc.
este 'hacer' como un acto de habla según las mismas reglas conven- Podemos darle hábilmente un consejo a alguien si queremos que
cionales. Bien mirado, en el fondo pretendemos que el oyente dé al haga o deje de hacer una acción concreta, si damos por supuesto que
enunciado el mismo significado y la misma referencia que intentába- no realiza la acción por sus propios motivos, si suponemos que la
mos expresar. Queremos ser «comprendidos» (captados). El acto de acción recomendada es de interés para el oyente y si además tenemos
habla se ha conseguido si, de acuerdo con nuestros propósitos, el derecho o la autoridad de juzgar sobre lo que el oyente debe o no
modificamos los conocimientos del oyente, es decir: que él sepa que hacer en un campo determinado (p. ej.: en lingüística, jardinería,
hablamos, que manifestamos este texto y que con ello expresamos un cocina). De ello se desprende que tales presuposiciones o condiciones
significado determinado aludiendo a algo determinado. nos permiten clasificar diversos actos de habla: al dar un consejo,
En suma, los actos de habla tienen propósitos más extensos de pedir un favor, dar una orden, el enunciado se refiere a una acción
tipo más específicamente pragmático. Al remitir a una circunstancia futura deseada del oyente, y al hacer una promesa, amenazar o
en particular nuestra intención puede ser, por ejemplo, que el oyente aceptar se refiere a una acción futura del hablante. Con una asevera-
sepa que esta circunstancia existe en un mundo determinado. Quere- ción, una comunicación, una explicación y unas instrucciones de
mos informar al oyente de algo. Llamaremos aseveración un acto de manejo el hablante quiere informar.
habla que tiene la intención de informar al oyente de algo. Este acto A partir de los pocos ejemplos que aquí se exponen resulta que
de habla dará resultado si realmente el oyente amplía sus conocimien- todas las condiciones pueden ser definidas mediante una serie de
tos según nuestras intenciones, o mejor dicho: si el oyente compren- conceptos, denominados primitivos (su significado se supone conoci-
de en sentido estricto que nuestra intención es la de informarlo de do): p. ej.: conocimiento, voluntad o preferencia, creencia o fe, inten-
algo. Aun cuando no nos crea, habremos aseverado un hecho. Fuera ción, obligación y posición (p. ej., autoridad) del hablante y el oyente.
de la interpretación correcta de nuestros propósitos no incluiremos Es muy posible que se necesiten más conceptos primitivos.
otras acciones del oyente en el verdadero acto de habla, aunque
existan varios actos de habla que implican que el oyente también 3.3.4 En general, los interlocutores de una conversación no son
realice una acción (p. ej., ser persuadido). Contrariamente a los ya pasivos —a excepción de las manifestaciones publicadas, los discur-
mencionados actos de habla, que en inglés se llaman «speech acts» o sos, las conferencias, etc.— sino que también adoptarán el papel del
«illocutionary acts», estas acciones se denominan «perlocutionary hablante para que pueda tener lugar una interacción lingüística. La
acts». 5
interacción resulta de una serie de actos de habla de diferentes
interlocutores, ordenados, entre otras cosas, según unas reglas con-
3.3.3 Cada modalidad de acto de habla dispone de sus propias vencionales. Al igual que las interacciones en general, también en el
condiciones convencionales gracias a las cuales una acción da resul- caso de los actos de habla debe coincidir el estado final de un acto
tado. Para realizar un acto de aseveración se requieren ciertos cono- con las condiciones iniciales del siguiente. Para las comunicaciones
cimientos: si no sabemos que lo que ocurre es p, no podremos rige la condición bastante trivial de que en general no aseveramos la
comunicar nada al respecto, a no ser que mintamos. La condición misma cosa dos veces seguidas: el resultado de la primera asevera-
para mentir será, pues, que digamos que ocurre p, pero sepamos que ción tiene por consecuencia que el oyente ya sabe p, y como nosotros
lo hemos de suponer o de saber, la aseveración repetida de p no es
La diferencia entre perlocutionary e illocutionary acts (p. ej.: convencer versus correcta. Si congratulamos a alguien, estamos creando un ligero
5

recomendar), considerada por A U S T I N ( 1 9 6 2 ) y S E A R L E ( 1 9 6 9 ) ha causado gran compromiso al oyente para que nos lo agradezca. Las condiciones
sensación. El quid de la cuestión se plantea a partir de la pregunta de si las consecuen- que determinan la interacción no son lingüísticas en estos casos
cias posibles de un acto de habla deben o no incluirse en la definición, es decir: en las (pragmáticos), sino que más bien se fundamentan en normas de
condiciones o requisitos del acto de habla. Por ejemplo, en un perlocutionary act
también se provoca en el oyente una modificación (mental), de acuerdo con las
comportamiento mucho más generales, p. ej.: las de la cortesía.
intenciones del hablante y como consecuencia de un illocutionary act (acción
lingüística). 3.3.5 Por consiguiente, se puede decir que los actos de habla deben
93 PRAGMATICA LA CIENCIA DEL TEXTO 94
cumplir en general ciertos principios de cooperación que cuidan del con aquí y allí como hasta aquí, desde allí, etc.), y también ahora,
decurso óptimo de la interacción lingüistica. Es decir: partimos de
6
hoy, ayer, mañana y los artículos y pronombres demostrativos el, la,
la base de que alguien dice la verdad, damos todas las informaciones lo, este, esta, esto, aquel, aquella, aquello, etc. También mediante los
deseadas, no muchas menos, pero tampoco muchas más, nuestro tiempos verbales (presente, etc.) se crean relaciones con el contexto
enunciado se refiere al tema de conversación (como ya se había actual; si digo: Pedro está enfermo, la oración es cierta en el momen-
definido anteriormente para los textos), y no somos ni demasiado to en que la digo, y probablemente sería falsa si la hubiera pronun-
parcos ni demasiado prolijos. En cuanto estos vagos principios se ciado una semana antes. De esta manera también se define el pasado
quiebren, se produce un efecto especial para el que también existen y el futuro en relación al A H O R A del contexto comunicativo. En
determinadas reglas convencionales. Así por ejemplo puedo expresar todos estos casos se trata de relaciones referenciales, por muy espe-
mediante una respuesta que no viene al caso, que no tengo ganas de ciales que sean, por lo que su análisis le corresponde a la semántica.
hablar de un determinado asunto.
3.4.3 Tanto las relaciones semánticas como las pragmáticas entre
texto y contexto forman los denominados verbos performativos, 8

3.4 Texto y contexto como por ejemplo prometer, ordenar, aconsejar, etc. Se trata, pues, de
verbos que en la primera persona del singular y del plural del presen-
3.4.1 El concepto de «contexto» se caracteriza como la reconstruc- te pueden formar oraciones performativas, es decir: oraciones que se
ción teórica de una serie de rasgos de una situación comunicativa, a interpretan como las acciones que se llevan a cabo —en un contexto
saber, de aquellos rasgos que son parte integrante de las condiciones adecuado— debido a la enunciación de las oraciones. Si digo: Te
que hacen que los enunciados, den resultados como actos de habla. recomiendo que escribas una carta al ministro, el pronunciar la ora-
El objetivo de la pragmática es formular estas condiciones, es decir: ción es a la vez una recomendación (si el contexto es apropiado: si
indicar qué vinculación existe entre los enunciados y este contexto. Y esa es realmente mi intención, si el contenido de la recomendación es
puesto que describimos los enunciados teóricamente como textos, se de interés del oyente, etc.). Naturalmente, esto sólo tiene sentido si el
trata aquí de la especificación de las relaciones entre texto y contexto. verbo está en primera persona (es decir que remite al hablante) y en
Estas relaciones se extienden en ambas direcciones: por un lado, presente (o sea que remite al A H O R A del contexto). La oración: Pero
ciertos rasgos textuales pueden 'expresar' o incluso constituir aspec- si yo te había recomendado..., no es una recomendación, sino más
tos del contexto, y por otro, la estructura del contexto determina, bien una constatación o incluso un reproche. Lo mismo sirve para El
hasta un cierto grado, de qué rasgos deben disponer los textos para te recomienda/él te ha recomendado..., que es una comunicación de
ser aceptables —como enunciado— en el contexto. Estas considera- tipo especial. En los últimos ejemplos, así como en todos los verbos
ciones todavía muy generales se concretarán ahora mediante una que remiten a un acto de habla, se trata de la descripción de un acto
serie de ejemplos. de habla y no del hacer de un acto de habla como en las frases
performativas.
3.4.2 En primer lugar hay una serie de relaciones entre la oración
(texto) y el contexto que aún se adscriben al campo de la semántica, 3.4.4 La observación de los actos de habla no puede coincidir sin
la semántica contextuad a saber, las expresiones indicíales. Se trata 1
más con una observación (semántica) de los significados de verbos
de expresiones que remiten a componentes del contexto comunicati- como 'prometer', 'rogar', 'amenazar' y 'congratular', que remiten a
vo (a él le deben su interpretación), p. ej.: hablante, oyente, momen- actos de habla. En primer lugar existe una serie de actos de habla
9

to de la manifestación, lugar, etc. Esto significa que estas expresiones


tienen cada vez un referente distinto según el contexto (cambiante).
Son expresiones indiciales: yo, tú, aquí, allí (todos los compuestos g Para el análisis de los verbos performativos, véase G R O E N E N D I J K & S T O K H O F
(1976) y sus referencias bibliográficas.
9 Con frecuencia se ha intentado reducir determinados aspectos pragmáticos a un
análisis sintáctico o semántico ( S A D O C K ( 1 9 7 5 ) y L E W I S ( 1 9 7 0 ) , suponiéndose que el
Estos principios elementales de cooperación social se encuentran, entre otros, en
6
acto de habla correspondiente estaría ya suficientemente representado por un verbo
G RICE (1967). performativo ('te prometo que mañana vendré' en lugar d^ 'vendré mañana'). Si bien
Para la «semántica contextual», véase la nota 20 del capítulo anterior. Las
7
de esta manera puede justificarse una serie de aspectos pragmáticos, esta reducción
expresiones deícticas o indexicales remiten a determinados aspectos del contexto propuesta no resulta adecuada por muchas otras razones. Lo más razonable es
comunicativo, p. ej., al hablante (yo), al oyente (tú, Vd.), al tiempo (ahora, hoy), al elaborar un nivel independiente del análisis pragmático y ligarlo sistemáticamente con
lugar (aquí, allí, etc.). Estos elementos contextúales también determinan el valor de la sintaxis y la semántica, para poder dar una explicación de diferentes fenómenos
verdad de una oración. lingüísticos. Para una discusión amplia de este problema, véase VAN D I J K ( 1 9 8 0 b).
95 PRAGMATICA LA CIENCIA DEL TEXTO 96

que no se llevan a cabo mediante la pronunciación del verbo explíci- semánticos: desde mi punto de vista, y por lo que yo sé, existe un
to. Si bien decimos ¡Cuidado con el coche! no diremos ¡Te aviso, ten mundo posible en el que Pedro está enfermo. Si uso las palabras
cuidado con el coche! En muchos casos también se puede prescindir necesario o seguro, Pedro deberá estar enfermo en todos los mundos
del verbo y sin embargo llevar a cabo el acto de habla: Mañana te posibles que coinciden con lo que yo sé. Tales condiciones sirven en
devolveré el dinero, o bien Yo escribiría una carta al ministro, que son general para todas las expresiones modales, como por ejemplo seguro
una promesa y un consejo, respectivamente. y probablemente y para todos los verbos modales (Podría estar
Los verbos en cuestión tampoco se usan en actos de habla indirec- enfermo).
tos, es decir, en expresiones que a la primera interpretación apare-
10

cen como una acción A¡, pero a la segunda, como una acción Aj. Si, 3.4.7 Como última de la serie de expresiones que señalizan relacio-
por ejemplo, un padre le dice a su hijo que vuelve a casa con los nes típicas entre enunciado y contexto pragmático, citaremos las
zapatos sucios: ¡Acabo de fregar el suelo!, no sólo se trata de una denominadas partículas pragmáticas, que se emplean muy a menudo
información, sino a la vez de una amenaza o de un ruego. En general en idiomas como el alemán, el ruso, el neerlandés y el griego [T.:
solemos expresar las peticiones corteses de una manera indirecta: pero mucho menos es castellano]. Difícilmente se puede hablar de
12

¿Puede alcanzarme la revista? ¿Podría ayudarme un momento? ¿Le un 'significado' fijo, sino que más bien se acostumbra a hablar de
importaría correrse un poco? En ninguno de estos casos el hablante una determinada función pragmática. Estas partículas aparecen sobre
(sólo) quiere saber si el oyente puede, quiere o tiene algún inconve- todo en la lengua hablada y especialmente en las conversaciones:
niente en hacer algo. El hablante únicamente pretende que el oyente simplemente, vaya, pero, por qué, pues, de todas maneras, ¿no es
haga algo, y la acción indirecta se efectúa en tanto que el hablante cierto?, etc.: Simplemente lo haré; Vaya, quisiera saber dónde se ha
expresa una condición previa (necesaria) a la acción deseada. metido; ¿Por qué no me ayudas? ¡Pues dale el libro de una buena vez!;
¡Pero si yo tampoco Io sé!, etc.
3.4.5 El hecho de que la oración (texto) y el contexto estén ligados En muchos casos tales partículas señalizan relaciones especiales (p.
sistemáticamente entre sí, resulta de las relaciones entre el significado ej. 'actitudes' del hablante) frente a acciones (lingüísticas) contiguas
de una oración y las condiciones para el logro de los actos de habla. del hablante y el oyente. Una manifestación como esta: Pero si ya te
Una de las condiciones de la promesa es que el hablante tenga la he dicho donde vive, implica que de hecho el comunicado es super-
intención de realizar una acción en el futuro a favor del oyente. En fluo, dado que el hablante debe suponer que el oyente ya posee la
la mayoría de las promesas, esta 'acción futura' se expresa explícita- información. Al recordar al oyente una información ya conocida, el
mente: Mañana te haré una visita. A la inversa, un oyente que hablante le puede hacer un (ligero) reproche. Empleando la partícula
escucha una frase con un significado de este tipo, puede deducir, seguro, el hablante puede tranquilizar al oyente (seguro que está
lunto con más información del mismo contexto, que el hablante le bien), mientras que la utilización de pero indica impaciencia o preo-
promete alguna cosa. Por eso una oración como Ayer estuve en el cupación del hablante (Pero, ¿dónde se ha metido?). No resulta fácil
cine, por regla general no puede funcionar como promesa. También describir las condiciones exactas del empleo de estas partículas,
una oración que remite a una acción futura del oyente (Por qué no porque aún sabemos demasiado poco sobre los factores concretos
me das un beso, por qué no me traes el libro mañana, etc.), se que tienen un papel en la interacción comunicativa.
interpretará según el contexto como una petición, una orden o una
recomendación. 3.4.8 No solamente las palabras y las expresiones pueden adquirir
una función pragmática especial, sino también determinadas estruc-
3.4.6 Uno de los factores centrales que determinan las característi- turas sintácticas. Los modelos típicos son las construcciones que
cas pragmáticas de los enunciados, es el conocimiento (o la creencia) nosotros conocemos por «oración afirmativa», «oración interrogati-
del hablante, tanto del 'mundo' en general como también del con- va» e «imperativo», como en Le he dado el dinero, ¿Le has dado el
texto y, en especial, del oyente en particular. Si digo: Pedro quizás dinero?, ¡Dale el dinero! En la oración interrogativa se produce en
esté enfermo, comunico algo. Sin embargo, esta comunicación tan algunas lenguas una inversión de sujeto y verbo (auxiliar) y en el
sólo es correcta si no sé si Pedro está enfermo (o no). Lo que sí he 11
imperativo la elisión del pronombre de la segunda persona (tú,
de saber es la posibilidad de que podría estar enfermo. En términos vosotros). Si bien estas formas de oración no corresponden a los
10 Para el concepto «acto de habla indirecto», véase SEARLE (1975) y FRANCK
(1975). 12 Para el análisis de las partículas y sus implicaciones pragmáticas, véase FRANCK
11 Para el término «corrección», véase nota 19 del capítulo anterior. (1979).
97 PRAGMATICA LA CIENCIA DEL TEXTO 98
actos de habla «comunicado», «pregunta» y «orden», caracterizan (4) Juan estaba cansado. Por lo tanto se quedó en casa.
clases de actos de habla que poseen algunas características básicas (5) Juan estaba cansado. Por eso se quedó en casa.
comunes, y que pueden parafrasearse, por ejemplo, con: Quiero que Estas secuencias son hasta cierto punto semánticamente equivalentes.
lo sepas, Quiero saberlo, Quiero que me lo des a conocer o Quiero que Y sin embargo, en el uso lingüístico hacemos una distinción sistemá-
lo hagas. tica entre estas enunciaciones, por lo que debemos suponer que
Estas condiciones básicas, sin embargo, también pueden expresar- como mínimo, tienen funciones pragmáticas diferentes. En la oración
se mediante la entonación o las partículas: ¿Verdad que le has dado el compuesta (1) se une causalmente (o mejor dicho: fundamentadamen-
dinero? te) el hecho de que Juan estaba cansado con el de que se quedara en
3.4.9 Mientras que los anteriores ejemplos de rasgos funcionales casa. Esto también es aplicable a todos los demás ejemplos, pero con
pragmáticos de enunciados pueden describirse en el nivel oracional, (1) se puede expresar que la primera mitad de la oración representa
en la teoría del texto nos preocupan especialmente las características una proposición que el oyente ya conocía (presuposición) y que el
pragmáticas más específicas de las estructuras textuales. hablante retoma para indicar de qué circunstancia era una consecuen-
Volvamos a comenzar por las conexiones y los conectivos que cia la circunstancia de que Juan se quedara en casa. En los otros
caracterizan las secuencias de oraciones o proposiciones. En la se- textos, ambas circunstancias son desconocidas, de manera que am-
mántica hemos elucidado que dos proposiciones están ligadas entre bas oraciones siempre se expresan como aseveraciones separadas. La
sí (son conexas) cuando las circunstancias que representan están primera observación que se puede hacer en los textos (2) y (3),
ligadas entre sí. Esta conectividad es relativa, referida a un determi- consiste en que el orden de los textos en una secuencia puede expre-
nado tema (macroestructura) del texto o a uno de sus pasajes, pero sar las relaciones entre las circunstancias. En la oración (3) se
también a los que participan en la interacción verbal. Si bien existen menciona en primer lugar la consecuencia y luego la causa, mientras
unas reglas convencionales generales para establecer relaciones entre que (2) hace valer la típica relación causa-consecuencia. Una de las
proposiciones y circunstancias, una relación es conexa, en última razones para (3) puede ser que no se quiera expresar, o al menos no
instancia, cuando estas relaciones existen tanto para el hablante como primariamente, una relación entre circunstancias, sino más bien una
para el oyente. Dado que, por lo demás, las personas pueden tener relación entre proposiciones (aseveradas), es decir: entre actos de
las razones más extrañas para hacer o dejar de hacer una cosa, habla. Mientras que las dos oraciones de (3) son aseveraciones, a la
secuencias como Sólo he pagado 10 marcos por este libro; eres pelirro- segunda oración se le puede adjudicar además la función de una
ja, pueden ser aceptables, p. ej., como enunciado de un hombre a su explicación. Una 'explicación' de este tipo puede tener un doble
esposa, cuando el librero la ha mirado con detenimiento, porque papel: en primer lugar señala la causa o el motivo de una determina-
tiene una debilidad por las mujeres pelirrojas. En general, en estos da circunstancia, pero a la vez puede servir de apoyo a una asevera-
casos se necesita una descripción de la situación particular para ción determinada, que ya se ha hecho antes, como se puede ver más
interpretar razonablemente la secuencia, de manera que la conectivi- claramente en:
dad vuelve a existir a través del conjunto de proposiciones de la (6) Juan debe de haber estado en casa. Su luz estaba encendida.
descripción de la situación. Si generalizamos, diremos que la conec-
tividad es relativa al conocimiento de hablante y oyente, y no sólo al En este caso, la última frase funciona en cierta manera como premisa
conocimiento ad hoc específico en una situación determinada, sino para una consecuencia ya mencionada, cuya 'necesidad' se expresa
también al conocimiento estándar más bien general y convencional mediante debe.
del mundo, tal y como viene organizado por los marcos anteriormen- A partir de estos ejemplos podemos inferir que las relaciones entre
te descritos. oraciones no son sólo de naturaleza semántica, sino también pragmá-
Otra característica interesante de los textos se manifiesta en los tica. No se trata únicamente de expresar conexiones entre circunstan-
conectivos mismos, a saber, en la diferencia entre oraciones compues- cias, sino también entre actos de habla. Esta doble función se eviden-
tas y secuencias de oraciones. En la semántica sólo hemos tratado las cia en los propios conectivos. Mientras que en (4) podemos decir que
relaciones entre proposiciones, omitiendo el hecho de que algunas por lo tanto expresa una relación entre circunstancias, cosa que
series de proposiciones deben o pueden expresarse mediante una también se puede hacer en una sola oración Juan estaba cansado, por
oración compuesta y otras mediante una secuencia de oraciones: lo tanto se quedó en casa, o como en (1), el por eso de la oración (5),
(1) Dado que Juan estaba cansado, se quedó en casa. entonado generalmente con cierto énfasis, tiene más bien una función
(2) Juan estaba cansado. Se quedó en casa. pragmática. Este por eso pragmático expresa en cierta medida la
(3) Juan se quedó en casa. Estaba cansado. conclusión de la aseveración anterior. Por ese motivo distinguimos
99 PRAGMATICA LA CIENCIA DEL TEXTO 100
un uso semántico y un uso pragmático de los conectivos: el primero De esta manera podemos ver claramente que el sistema lingüístico
remite a relaciones entre circunstancias y el segundo a relaciones no sólo tiene la función de expresar el estado de cosas (funciones
entre actos de habla. Un rasgo muy característico de los conectivos
13
referenciales, emocionales o expresivas), sino también la de causar o
pragmáticos es el papel que tienen en el contexto comunicativo: se indicar relaciones entre actos de habla en la interacción comunicativa.
emplean típicamente cuando un acto de habla posee una importan- 3.4.10 Anteriormente ya nos habíamos ocupado de los aspectos
cia especial para la situación actual, por ejemplo, como condición pragmáticos de las demás relaciones de coherencia. El principio gene-
para las siguientes acciones e interacciones de los interlocutores. ral que establece que siempre debemos decir algo 'nuevo' en una
Esto se manifiesta claramente en el siguiente diálogo, al comienzo de secuencia, se plasma en la condición de que los predicados de
un encuentro: oraciones sucesivas, si bien pueden estar conceptualmente vinculados,
(7) A: Juan está enfermo. No viene. por regla general no pueden ser idénticos.
B: ¿Conque podemos empezar? Esto también se puede aplicar a la inversa: en principio toda
donde B saca una conclusión de la aseveración de A. oración ofrece nuevas informaciones; sin embargo, para estructurar
Esto también se puede observar en otros conectivos. En lugar de esta información y relacionarla cognitivamente con la información
una disyunción de circunstancias, o expresa en el texto siguiente más conocida que el oyente ya posee, una parte de la oración deberá
bien un matiz, una duda o una corrección de una acción de habla ofrecer esta información ya conocida. Esto ocurre habitualmente a
anterior: través de la estructura tópico-comento ya comentada, o a través de
expresiones y estructuras sintácticas especiales, por ejemplo, a través
(8) ¿Vendrás tú también esta noche? ¿O no tienes ganas?
(9) Pedro está borracho. O a lo mejor ha fumado.
de subordinadas de primer grado, es decir, a través de la manifesta-
ción de presuposiciones. Su carácter pragmático se encuentra en las
De la misma manera, el conectivo y puede expresar no sólo una descripciones de las presuposiciones del hablante sobre el conocimien-
conjunción semántica, sino también el complemento o la continuación to del oyente. Unicamente si estas presuposiciones son correctas, los
de una aseveración: actos de habla siguientes del hablante pueden ser aceptables para el
(10) Fuimos al zoo. Y (y entonces...) allí compramos un helado.
oyente. También aquí resulta que los procesos de información y el
control de la interacción pragmáticos determinan siempre claramen-
Pero acaso sea uno de los conectivos pragmáticos más típicos y por te las características de la estructura oracional y textual y viceversa.
ello funciona a menudo como partícula especial:
3.4.11 En una serie de ejemplos expuestos anteriormente se pone de
(11) A: ¿Vienes con nosotros al cine?
B: ¡Pero si sabes que mañana tengo un examen! manifiesto que las relaciones entre texto y contexto tienen lugar,
entre otras cosas, en la dependencia mutua de las secuencias de
En este caso, pero no sólo remite a una excepción de una relación oraciones y las secuencias de actos de habla. La oración (1) en 3.4.9
normal entre circunstancias, sino a una objeción contra una acción puede expresarse antes de la ejecución de una acción lingüística,
(lingüística) anterior, o incluso a un reproche. El conectivo de todos posiblemente compuesta, a saber, una aseveración sobre una relación
modos tiene un papel similar, y se emplea para contradecir argumen- causal entre dos circunstancias. Sin embargo, en los ejemplos siguien-
tos anteriores: tes se pone de manifiesto que el empleo de varias oraciones a la vez
(12) A: ¡Acompáñanos! El tiempo está hermoso.
ofrece la posibilidad de llevar a cabo diferentes acciones lingüísticas,
B: Me quedaré en casa de todos modos. no sólo aseveraciones sucesivas, sino también una aseveración a la
que sigue una explicación, una corrección o una conclusión, o bien
Mientras que, desde un punto de vista semántico, los conectivos pero una aseveración a la que sigue un reproche, aunque no provenga del
y de todos modos representan excepciones de 'courses of events' mismo hablante. Así llegamos a la importante conclusión de que la
14

normales, su función pragmática comparable resulta del desencanto


de una expectativa despertada en el oyente: 14 Aquí, de hecho se trata de aseveraciones; no obstante, pueden tener funciones
(13) Se sentía muy débil. De todos modos aún pudo alcanzar la orilla. especiales con relación a actos de habla anteriores. Este tipo de relaciones funcionales
también existe en la semántica de las secuencias de oraciones, cuando decimos que
una oración es la especificación de otra oración. En lo referente a las relaciones entre
actos de habla, podemos hablar, por ejemplo, de 'preparación', 'motivación' o 'expli-
cación' con respecto a otra acción lingüística.
En VAN D I J K (1977 a) y en varios artículos de VAN D I J K ( 1 9 8 0 b) se sigue
11
Véase G RIMES (1975) para una serie de relaciones funcionales entre oraciones y
i-laborando la diferencia entre los conectivos semánticos y pragmáticos. VAN DUK (1977 a, 1980 b) para las relaciones funcionales entre actos de habla.
101 PRAGMATICA LA CIENCIA DEL TEXTO 102
oración no sólo es una unidad esencial, sintáctica y semántica, sino averiguación de presuposiciones y la atenuación de la acción princi-
que también tiene un papel fundamental en la ejecución de acciones pal. En una serie de casos, tales acciones lingüísticas compuestas
lingüísticas, es decir que puede servir como base para las estructuras pueden llevarse a cabo mediante una sola oración:
pragmáticas.
Con esto llegamos a un punto al que ya se había hecho referencia (17) Vengo a hacerte una visita porque me sobra tiempo.
(18) Si no te callas enseguida te sacaré de clase.
en el primer capítulo, a saber, la posibilidad de reducir secuencias de
oraciones a oraciones compuestas. Una de las razones por las que La primera oración puede emplearse para cumplir con una promesa,
esto no siempre es posible, siempre y cuando se quieran mantener pero una parte de esta acción consiste en comunicar (o en presupo-
aceptables los enunciados, es el hecho de que algunas secuencias de ner), que uno de los requisitos para la realización de la promesa se
oraciones adoptan un papel especial en la enunciación de una secuen- ha cumplido, lo que da mayor credibilidad a la acción lingüística
cia de actos de habla: principal en sí. Tanto en esta como en casi todas las oraciones
(14) ¿Me ayudas un momento? Solo no me aclaro.
compuestas, la relación semántica sigue teniendo una función central:
(15) ¡Pasa un día de estos! ¿Verdad que no me tienes miedo? se trata de una vinculación condicionante entre 'sobrarle el tiempo a
(16) ¡Espera! ¡En seguida estoy listo! alguien' y 'visitar a alguien'.
En (18) tenemos un ejemplo típico de amenaza condicionada; tam-
Además de los requisitos habituales para la coherencia semántica, bién existen promesas condicionadas. Aunque la amenaza tiene lu-
estas oraciones también están pragmáticamente vinculadas en estos gar, su ejecución depende de unas condiciones concretas. En otras
textos a causa de las acciones lingüísticas que manifiestan: a la palabras: la circunstancia 'saldrás de clase' o 'te sacaré de clase'
petición de la primera oración de (14) le sigue una aseveración que solamente existe en las situaciones posibles en las que también se
funciona como motivación de la petición. Una petición resulta tanto lleve a cabo la circunstancia de que 'no te callas'. Asi podemos
más aceptable cuanto más claro esté para el oyente que el hablan- limitar discrecionalmente el 'contenido' de determinadas acciones
te/suplicante no puede ejecutar la acción por sí solo. La invitación lingüísticas en tiempo, lugar, circunstancias, modo, etc. La promesa
en la primera oración de (15) se completa igualmente con una de la oración (17), sin embargo, es ilimitada y se llevará a cabo en
pregunta (más o menos retórica) que expresa la condición que deben todos los posibles 'decursos de las cosas' futuros, dado que el hablan-
cumplir las invitaciones, a saber, que el hablante da por supuesto te asevera saber de antemano que se cumple o bien se cumplirá una
que al oyente le gustaría visitarlo. En (16) se complementa la petición condición esencial (tener tiempo).
que se expresa en la primera oración con la aseveración de que no Si bien hasta ahora hemos considerado una serie de ejemplos en
hace falta esperar tanto tiempo, con lo que se manifiesta que la los que las acciones lingüísticas se manifiestan como oraciones com-
petición es relativamente fácil de cumplir. Este tipo de atenuación, puestas o como secuencias de oraciones, esto no significa en absolu-
sobre todo de actos de habla que piden algo —referida a las acciones to que ya seamos capaces de captar las normas exactas, y la mayoría
que el hablante espera y desea del oyente— también se manifiesta de las veces sutiles, que determinan la diferencia entre oraciones y
con el empleo de partículas y expresiones modales (de todos modos, secuencias. Además de factores estilísticos o retóricos, sociales y
casualmente, podrías, habrías, etc.). Esta atenuación es necesaria psicológicos que también determinan esta diferencia en la utilización
para disponer al oyente favorablemente, a la manera retórica clásica, de la lengua, una serie de requisitos semánticos y pragmáticos tiene
para dejarle la libertad, en general sólo aparente, de satisfacer, o no, un papel importante en el nivel del sistema lingüístico y de las reglas
la petición. La caracterización aquí expuesta limita con la descripción convencionales. Semánticos son, por ejemplo, el cambio a un mundo
de las normas sociales para la interacción en general. posible, un cambio de discourse referents, esto es, su introducción, el
Otra observación de los ejemplos (14) a (16) finalmente nos con- cambio de topic of discourse o de perspectiva, como por ejemplo de
ducirá al macronivel de los actos de habla. Resulta sorprendente que, lo particular a lo general (Juan vuelve a llevar sus pantalones viejos.
a pesar de que cada ejemplo esté compuesto de dos oraciones que en Nunca se pone algo que esté de moda). Las razones pragmáticas para
sí son una acción lingüística, de hecho esté en juego un solo acto de comenzar una oración nueva están dadas fundamentalmente por la
habla principal en cada ejemplo, a saber, un pedido en (14), una posibilidad así creada de llevar a cabo una nueva acción lingüística,
invitación en (15) y una petición/exhortación en (16). Esto significa dependiente o no de la anterior. Las condiciones y limitaciones de la
que la segunda acción lingüística en estos ejemplos está pragmática- ejecución de las acciones a las que hacemos referencia a través de los
mente subordinada a la acción principal. Y realmente es este el caso actos lingüísticos son más bien de tipo semántico, por lo que pueden
porque estas acciones cumplen sendas condiciones, o intentan cum- volver a expresarse mediante una oración compuesta. Por lo general
plirlas, para el logro de la acción principal; a saber: la motivación, la se emplean oraciones compuestas para la ejecución de acciones
103 PRAGMATICA LA CIENCIA DEL TEXTO 104

lingüísticas compuestas del mismo tipo, por ejemplo, de dos comuni- mo también sucede en general, para la descripción é interpretación
caciones (Visito a mi tía y le pregunto si no quiere cuidar de nuestro de macroacciones (p. ej.: construir una casa, ir a París). El siguiente
gato). En otros casos, así como en las frases subordinadas, por diálogo telefónico de Pedro y Juan puede considerarse un pedido (o
ejemplo, en (17), se debería hablar entonces de una sola acción una pregunta) de Juan a Pedro para que asista en su lugar a una
lingüística que hace referencia a una proposición compuesta. Así conferencia, es decir: para que le facilite notas o apuntes:
pues, si digo: Pedro: 1 ¿Hola?
(19) Visito a mi tía, o voy al cine. Juan: 2 Eh, Pedro, ¿eres tú?
Pedro: 3 ¡Eh! ¡Hola, Juan! ¿Cómo estás?
proporciono una (única) comunicación de mis futuras acciones alter- Juan: 4 Muy bien. Escucha. La semana próxima hay una conferen-
nativas, y no la primera o la segunda comunicación. La disyunción 5 cia de John Searle; ya sabes, aquel
de los «Speech
de acciones lingüísticas queda excluida por definición, porque de 6 Acts» (...).
cada acción he de saber que la realizo, y la disyunción sólo es posible Pedro: 7 Sí, ya lo he oído. ¿Dónde la hacen?
en circunstancias que todavía no son conocidas. Juan: 8
9
En el edificio central; no sé en qué aula, pero está
anunciado en el tablón del vestíbulo.
En este punto no discutiremos otros problemas que hacen referen- Pedro: 10 Ah, sí.
cia a las implicaciones pragmáticas de oraciones o secuencias de Juan: 11 Lo que pasa es que para la semana próxima tengo que hacer un
oraciones compuestas. 15 12 informe sobre la última obra de Searle, para el semi-
13 nario de «pragmática»; por eso de hecho debería ir a su
3.4.12 Después de haber desarrollado el análisis de las propiedades 14 conferencia, pero también tengo que
15 mudarme la semana que viene...
textuales pragmáticas paralelamente a la semántica textual, podemos Pedro: 16 Oh, sí. ¡Tienes razón!
plantearnos la cuestión de hasta qué punto también las macroestruc- Juan: 17 Bueno, entonces yo había pensado que si tú vas de todos modos,
turas poseen una función pragmática. Y, a la inversa, se plantea la Pedro:
18
19
y tomas apuntes...
Claro que sí. Naturalmente. No hay ningún problema.
cuestión de si, basándonos en las mismas reglas que se aplican a las 20 Si tienes que hacer algo más práctico
informaciones semánticas complejas, podemos hablar de macroaccio- 21 que la pragmática...
nes lingüísticas. Juan: 22 (se ríe). Ya lo creo que sí. Estupendo, qué bien que
En los ejemplos anteriores ya vimos que una serie de acciones 23 puedas hacerlo. ¿Me pasarás tus apuntes?
lingüísticas puede tener una estructura jerárquica, de manera que Pedro: 24 Te los enviaré a tu nueva dirección.
una acción lingüística funcione como acción principal, y las demás, Juan: 25 Fantástico, te lo agradezco.
Pedro: 26 No te preocupes que habría ido igual. Bueno, pues hasta pronto.
como acciones auxiliares. En ese caso se puede sostener a la vez que 27 Un día de estos iré a ver tu nueva casa.
la acción realizada, desde un punto de vista global, es del mismo tipo Juan: 28 Sí, hazlo. Pero llámame antes porque si no a lo mejor no
que la acción lingüística principal. Esto resulta de la macrorregla n.° Pedro:
29
30
nos encuentras en casa.
Bien, hasta entonces, y no te olvides de darles mis recuerdos.
III (véase el capítulo anterior): la circunstancia más importante se Juan: 31 Oh, sí. Tú también. Y muchas gracias de antemano. Adiós.
selecciona de una secuencia, suprimiendo requisitos, componentes o
consecuencias habituales. Este breve diálogo sigue siendo un tanto artificial: las conversaciones
Según las mismas reglas, por ejemplo la n.° IV (CONSTRUIR), reales discurren de otra manera, incluso por teléfono, donde no
también deberá ser posible llevar a cabo una macroacción lingüísti- existe una interacción visual. Pero aquí lo que nos preocupa es la
16

ca, sin que este tipo de acción lingüística se ejecute directamente en serie de acciones lingüísticas.
un momento determinado de la conversación, a saber, no sólo en los Lo que llama la atención en esta conversación es que una acción
casos en ios que se habla de acciones lingüísticas indirectas (p. ej., lingüística global se define, entre otras cosas, por su 'incrustación' en
una serie de comunicados: El pasillo está sucio. Las maderas están otras acciones sociales: llamar por teléfono, ir a la conferencia,
podridas..., que funciona como una orden para arreglar estos 'esta- ayudarse mutuamente, visitarse, etc.
dos de cosas'). Esto significa que la acción lingüística global debe Este carácter social también lo posee la estructura de la secuencia
componerse de acciones lingüísticas que tienen que realizar las con- de actos de habla. En primer lugar requiere una identificación de los
diciones, los componentes y las consecuencias correspondientes, co- interactuantes (pregunta y comunicación en la línea 2), después de
haber establecido la comunicación en sí y haber solicitado la identi-
" Para las relaciones entre oraciones compuestas y secuencias de oraciones, véase 16 Para el estudio de conversaciones y de interacciones conversacionales véase
VAN I H I K ( 1 9 7 7 a , 1 9 8 0 b ) . capítulo 7 y las correspondientes notas.
105 PRAGMATICA LA CIENCIA DEL TEXTO 106
ficación. Las salutaciones siguientes de distintos tipos son los requi- produce mediante saludos dedicados también a otras personas (implí-
sitos normales de interacción entre interactuantes que se conocen y citas) y la anticipación del agradecimiento de Juan por la acción
que no se han visto/oído desde hace algún tiempo. Este comienzo de prometida por Pedro.
la conversación no habría sido posible si Pedro ya hubiese llamado Esta descripción no formal de la serie de actos de habla muestra
inedia hora antes. La construcción de la verdadera acción lingüística que las acciones lingüísticas globales pueden llevarse a cabo median-
global, es decir, del pedido, comienza en la línea 4, cuando Juan te la ejecución de acciones lingüísticas necesarias y opcionales prepa-
habla por segunda vez, donde la manera de expresarse Muy bien, ratorias, constitutivas y consecutivas en el micronivel: ruego de
escucha no es tautológica, sino una manera convencional de dirigir la identificación, identificación, saludo, comunicación como presuposi-
atención hacia un (nuevo) topic of conversation, o hacia una acción ción para una motivación, confirmación/pregunta referente a esta
lingüística especial. La comunicación que tiene lugar a continuación comunicación, especificación de una comunicación, comunicación
'establece' una presuposición para formular un pedido. En el plano que constituye la motivación de una petición, pregunta indirecta (si
ahora alcanzado se puede seguir preguntando (precisión) y contestan- de todos modos...) como parte de una propuesta incompleta, confir-
do (información), sin que el oyente, Pedro, sepa cuál es el verdadero mación y promesa, tranquilización, agradecimiento, pregunta explí-
motivo de la acción lingüística global. Seguidamente vemos, cuando cita por las consecuencias de la acción previamente prometida, pro-
Juan habla por cuarta vez (línea 11) una serie de comunicaciones que mesa, agradecimiento, atenuación de la obligación de agradecer, avi-
preparan la motivación del pedido: la obligación de Juan de hacer so, aceptación e invitación, recomendación, saludos, agradecimiento,
algo que lamentablemente le impide otra acción necesaria, con el final.
resultado de que la obligación siga en pie. En su texto siguiente, Una parte de los actos de habla sólo tiene una función limitada,
Juan presenta el 'centro' de la petición expresado indirecta y condi- por ejemplo, asegurar presuposiciones y hacer una recomendación
cionalmente, a saber, la propuesta indirecta de que Pedro le puede acerca del aviso de una visita como parte final de la conversación/pe-
ayudar a cumplir la obligación contraída. El pedido se reviste de la tición. Otros actos poseen una función directa como parte de la
'atenuación' habitual, situando en primer lugar la suposición de que petición en sí, a saber, mediante la sugerencia de un requisito para la
Pedro no tendrá que realizar un esfuerzo adicional, sino que bastará realización de una acción (tú vas de todos modos), que el otro
con que permita que Juan participe de su acción: lo único que tiene cumple, lo que sigue a una importante motivación de la petición y es
que hacer es enviarle los apuntes de la conferencia. Pedro interrumpe seguido de la confirmación y el agradecimiento. Las demás acciones
a Juan, mostrándole que ya ha entendido la petición, y así se lingüísticas se ocupan de los factores de interacción más bien genera-
adelanta a la situación un tanto 'penosa' para Juan de tener que les: el contacto, la confirmación de unas relaciones amistosas, el
formular un pedido completo y explícito. Además tranquiliza a Juan aviso de unas acciones posteriores (la visita) y de la estructuración
al hacerle llegar una intensificación de la motivación de su ruego global (iniciar/concluir). Además de la conexión pragmática, la acción
mediante un pequeño juego de palabras ('no te queda otro remedio'), lingüística global «Juan le pide a Pedro que asista a una conferencia
en las líneas 20-21, confirmado luego por Juan en la línea 22. A esto en su lugar» garantiza a la vez la coherencia semántica de esta
le sigue una manera típica de dar las gracias, a saber, una valoración conversación en su conjunto. Con esto queremos decir que también
positiva de la futura acción de Pedro o bien de la suposición corres- a los diálogos hay que reconocerles una macroestructura debido tanto
pondiente (líneas 22-23). Ahora, Juan está en condiciones de asegu- a las secuencias de actos de habla como a las relaciones temáticas: de
rar la consecuencia concreta de la acción prometida (línea 23), lo una manera coherente se remite a estados de cosas vinculados entre
cual no requiere una confirmación directa de Pedro, sino simplemen- sí, a condiciones, partes y consecuencias de la asistencia a conferen-
te una comunicación (línea 24) que presuponga esta confirmación. cias y a la interacción amigable/cortés entre conocidos/amigos en
Sigue el agradecimiento de Juan y el principio de la finalización de la general. Un acto de habla global, igual que cualquier otro acto de
conversación (línea 25), donde Pedro vuelve a atenuar esta obligación habla, posee un 'contenido' semántico. En este caso, este contenido
de agradecimiento (línea 26), al recordarle a Juan que de todas debe ser la macroestructura del texto, lo que nos aporta un nuevo
maneras tendría que realizar la acción solicitada y que el envío de los argumento para apoyar la hipótesis de que hay que postular macroes-
apuntes no constituye una molestia especial. También Pedro inicia tructuras en la descripción de textos. Aquí la macroestructura puede
entonces unos giros de despedida, cuando, entre otras cosas, se describirse como las proposiciones 'Pedro va a una conferencia en
refiere a una próxima visita a la nueva vivienda, a la que ya se había lugar de Juan y le deja sus apuntes', eventualmente precisada por
aludido anteriormente en la conversación. Juan confirma esta pro- 'Juan no tiene esta posibilidad, pero necesita los apuntes'. Estas
puesta con una leve recomendación (líneas 28-29) que pretende pre- proposiciones se pueden deducir del texto en cuestión mediante las
servar a Pedro de ciertas molestias. El final de la conversación se macrorreglas.
107 PRAGMATICA

Por tanto se deduce que, hasta el nivel global de la descripción


textual inclusive, existe una estrecha unión entre el significado y la
función de la interacción lingüística. Se demuestra, pues, que texto y
contexto guardan una dependencia recíproca.
LA CIENCIA DEL TEXTO 110

4.1.2 Dado que el ámbito de investigación de la estilística, o ciencia


4. Estructuras estilísticas y retóricas del estilo, se concentra mayormente en las estructuras textuales que
hemos descrito a lo largo de los capítulos anteriores, por ejemplo en
conceptos gramáticos y pragmáticos, comenzamos aquí con una
breve descripción de los verdaderos objetivos del análisis estilístico.
Nos limitaremos sobre todo a lo que llamaremos directamente esti-
lística textual, es decir, a las investigaciones que se dedican a la
2

descripción del estilo de textos en lengua natural. De esta manera


queda fuera de consideración el estilo de otros 'artefactos' (dibujos,
cuadros, objetos de uso, vestimenta, arquitectura, etc.), aunque pu-
dieran ser de interés para una estilística general y comparada, que
habría que incluir entonces en los estudios de arte o en la semiótica. 3

Existen pocos términos tan vagos y ambiguos como el de 'estilo',


por lo que un estudio serio, aunque breve, impone aquí una rigurosa
restricción en su empleo. La utilización del concepto de estilo (como
término técnico) lleva implícitos, por regla general, otros conceptos
como 'especificidad', 'caracterización', 'desviación', etc., que se apli-
can tanto a artefactos particulares como a conjuntos de artefactos
que se caracterizan por tener el mismo productor, el mismo grupo de
productores, por el tiempo, el lugar o la cultura. Tales explicaciones
del término convierten el concepto de estilo en un concepto esencial-
mente relativo; un artefacto o conjunto de artefactos poseen un
'estilo' determinado en relación a otros artefactos o conjuntos de
artefactos o en relación a otras características, reglas, normas o
convenciones generales según las que han sido producidas estas
clases de artefactos. El estilo mismo puede basarse en reglas genera-
les o particulares, pero siempre en reglas de naturaleza específica, es
4.1 Objetivos y problemas del análisis estilístico decir: en relación a otro sistema de reglas. En lugar de emplearlo
para artefactos o conjuntos de artefactos, el término 'estilo' también
4.1.1 En el primer capítulo hemos discutido brevemente que la se emplea metonímicamente para aquellos que los han producido.
ciencia del texto ofrece un marco más amplio tanto para la retórica Para concretar diremos que un determinado enunciado de un
clásica como para la disciplina científica que de alguna manera tiene hablante determinado puede poseer un estilo respecto de sus demás
su origen en ella: la estilística. En el presente capítulo estudiaremos enunciados, o la totalidad de sus enunciados puede caracterizarse
con mayor detalle hasta qué punto es necesario un análisis estilístico como un estilo respecto de los de otros hablantes; un grupo de
y retórico más amplio de los textos. De entrada supondremos que hablantes puede tener un estilo en sus enunciados que sea específico
los objetivos y problemas de la estilística pueden distinguirse de los respecto de los de otros grupos y/o respecto del uso lingüístico de
de la retórica, postulando una variante actual de la retórica clásica toda la comunidad. Injustificadamente, a veces sólo se presta aten-
que, no obstante, también denominaremos 'retórica'. A continuación
investigaremos qué rasgos textuales especiales tienen un carácter Para el estudio de fenómenos literario- y lingüístico-estilísticos, véase SEBEOK
estilístico o más bien uno retórico. En este capítulo la discusión se 2

(comp.) ( 1 9 6 0 ) , K E R K H O F F ( 1 9 6 2 ) , F O W L E R (comp.) ( 1 9 6 6 ) , F R E E M A N (comp.) ( 1 9 7 0 ) ,


moverá en un plano bastante general. 1
Rll i ATERRI ( 1 9 7 1 ) , C H A T M A N (comp.) ( 1 9 7 1 ) , E N K V I S T ( 1 9 7 3 ) , S A N D E R S ( 1 9 7 3 ) ,
SOWINSKI ( 1 9 7 3 ) . S A N D I O ( 1 9 7 8 ) ofrece una estilística pragmática. Las relaciones entre
la variación estilística y retórica y sus funciones estratégicas en el diálogo se discuten
1 En este capítulo se consideran las estructuras estilísticas y retóricas de una en F R A N C K ( 1 9 7 9 ) mediante el ejemplo de las partículas modales alemanas. Para la
manera menos sistemática que las demás estructuras en los otros capítulos. El presen- perspectiva de tipo más bien sociolingüístico, véase B E N E 5 & V A C I I E K (comps.) ( 1 9 7 1 ) .
te capítulo se limita a dar algunas relaciones breves sobre el tipo de estructuras y La lingüistica cuantitativa se estudia, entre otros, en D O L E Í E L & B A I L I Y (comps.)
problemas, sobre todo porque la bibliografía es ya muy abundante en el ámbito de la (1969).
ciencia del estilo y en especial en el de la retórica. Lo mismo ocurre con el estudio de 3 El concepto de «estilo» en otras artes es estudiado por BEARDSLEY(1958, passim.)
lit literatura y las llamadas estructuras 'literarias' de los textos.
111 ESTRUCTURAS ESTILISTICAS Y RETORICAS LA CIENCIA DEL TEXTO 112
ción al estilo de los textos escritos y en especial a los textos escritos mismo contenido de maneras muy distintas, que dependen de la
con una función particular (ensayos, novelas). Además, en estos posición de hablante y oyente y de la respectiva sociedad y cultura.
casos el concepto de estilo es tan general que sólo se emplea para Además, las diferencias funcionales se refieren al determinado tipo
designar unos rasgos característicos de estos tipos de textos (p. ej.: de texto; entonces las denominamos diferencias tipológicas (textuales).
'estilo literario'). Por norma general, (1) aparece en conversaciones cotidianas, mien-
4.1.3 La siguiente tarea consiste en explicar estas descripciones un tras que (2) posiblemente sólo exista en textos escritos con cierta
tanto generales y en delimitar un poco más el concepto de estilo, 'formalidad'. En este caso tienen una importancia directa las diferen-
para evitar confusiones entre estilística, gramática, poética y retórica. cias funcionales sociales y situacionales, que se derivan de las carac-
terísticas sociales de hablante, oyente (público) y grupo o clase al
La primera aproximación al concepto de estilo puede efectuarse en que pertenecen, como en (5) y (6). Las distintas funciones situaciona-
relación a la estructura gramatical de oraciones y textos. Tiene aquí les también pueden diferir psicológicamente e indicar diferentes dis-
un papel importante el concepto de elección u opción; por ejemplo: la posiciones de ánimo del hablante u oyente:
elección de unidades, categorías o reglas que, desde un punto de
vista determinado, son equivalentes. Esta equivalencia viene frecuen- (7) ¡Cierra el pico de una vez!
temente determinada por términos semánticos; se habla de variantes (8) ¿Quieres callarte la boca de una vez?
estilísticas, cuando dos o más enunciados poseen la misma interpre-
tación —es decir, significado y referencia iguales— pero estructuras Al lado de las diferencias pragmáticas (orden versus ruego), tienen
diferentes. Esto significa que han sido producidos con otras reglas aquí un papel importante p. ej. la impaciencia, el enfado y el com-
fonológicas, morfológicas o sintácticas y/o con otros lexemas ('pala- portamiento previo del oyente.
bras'), como en: A partir de esta breve enumeración de diferencias funcionales
(1) Fue a un especialista en enfermedades de la mujer. posibles de expresiones que varían estilísticamente en relación al
(2) Se dirigió a un ginecólogo. texto, al tipo de texto, al contexto y a la situación, se deduce que en
(3)
(4)
Dijo que al día siguiente iría al médico.
Al día siguiente iría al médico, dijo.
todos estos casos se trata de diferencias en el uso lingüístico, es decir:
de diferencias de opciones posibles entre categorías y reglas gramati-
En (1) y (2) se trata de variantes léxicas; en (3) y (4) de variantes cales y pragmáticas: existen 'maneras' diferentes de expresar el 'mis-
sintácticas, admitiendo que los significados de (1) y (2) y los de (3) y mo' contenido o de efectuar la 'misma' acción lingüística. Sin embar-
(4) sean idénticos. go, se trata todavía de diferencias sistemáticas y convencionales del
Además se admite la hipótesis de que la elección de una variante uso de la lengua: esto quiere decir que se asignan diferentes variantes
determinada tiene una función determinada, de manera que podemos a las diferentes funciones en virtud de interpretaciones umversalmen-
hablar de variantes funcionales. Sin embargo, ¿qué se entiende por te aceptadas.
'función'? En primer lugar se puede circunscribir ese término dicien- Además de este tipo de estilo convencional y funcional que, en
do que dos enunciados semánticos equivalentes poseen una función principio, el hablante puede controlar, existen aspectos estilísticos en
diferente en el texto o diálogo: así, la oración (3) es posible como la utilización de la lengua que, por regla general, no se emplean de
contestación a la pregunta ¿Qué dijo?, pero no la (4). De esta manera manera consciente en la comunicación. Se trata, por ejemplo, de
también se podrían etiquetar de 'variantes' las oraciones semántica- características cuantitativas de la realización: el número de palabras
mente equivalentes con distintas estructruras de tópico-comento de por oración, la frecuencia de determinadas categorías, la frecuencia
presuposición/aserción. de determinadas construcciones sintácticas, etc. En tal caso se indica
Otras diferencias funcionales resultan de la pragmática: están de- lo característico de un estilo concreto (de un enunciado, de un
terminadas por las diferencias de contexto en el que se emplean las hablante) mediante valores medios, que tienen en cuenta el tipo de
oraciones: texto, de lenguaje, etc. Podemos decir, pues, que los hablantes pue-
(5) ¡Escucha!
den variar dentro de las 'posibilidades' de un lenguaje y un tipo de
(6) ¿Tendría Vuestra Alteza la inmensa bondad de prestar un momento de aten- texto basado en reglas y convenciones: uno empleará frases más
ción a su muy humilde servidor? largas, dispondrá de un vocabulario más extenso o empleará otras
construcciones sintácticas que otro. Si bien, por lo general, esta
Sin duda alguna se trata de diferencias semánticas; no obstante, la variación no es consciente, seguramente no siempre es arbitraria:
intención de esta variante es mostrar que la misma acción lingüística, puede, por ejemplo, depender del 'estilo de uso lingüístico' de un
en este caso una petición, puede manifestarse prácticamente con el grupo o clase determinados, o estar determinada por el origen social,
113 ESTRUCTURAS ESTILISTICAS Y RETORICAS LA CIENCIA DEL TEXTO 114

la formación cultural, etc. También la situación comunicativa espe-


4 tienen más o menos el mismo significado, pero una es, por ejemplo,
cífica puede contribuir a tales características estilísticas: si estamos más 'decorosa', la otra, 'menos decorosa'; una es 'prudente' y la otra
de mal humor o impacientes posiblemente formulamos frases más no lo es. Tienen, pues, diferentes funciones comunicativas: las dife-
cortas que 'de costumbre' o que en otras situaciones, como en una rentes interpretaciones de un oyente no se basan en significados
conferencia, en la que se admiten oraciones más largas. En este distintos (en un sentido más estricto: no se basan en significa-
punto se produce, por así decirlo, una transición al estilo 'funcional' dos 'denotativos'), sino en diferentes funciones de los enunciados (p.
antes descrito: precisamente mediante la formulación de frases cortas ej. en conexión con significados asociativos especiales de las pala-
podemos eventualmente llegar a hacer sentir que estamos impacien- bras). Si una variante estilística posee una función particular, podre-
tes. No es fácil delimitar estas dos 'formas' de estilo. Para simplificar mos suponer que el hablante también tiene la intención de que su
sólo hablaremos de variantes estilísticas funcionales cuando una expresión cumpla adecuadamente esta función y que sus característi-
forma determinada del uso de la lengua se puede interpretar más o cas estilísticas especiales sean una expresión clara de sus intenciones
menos convencionalmente (funcionalmente) en un contexto determi- (p. ej.: ser descortés, parco, impaciente). De ahí resulta que el
nado. En general no es este el caso para tipos de diferencias como el hablante no es libre a la hora de elegir las variantes estilísticas. En
uso de quince en lugar de dieciséis palabras por oración o el de otras palabras: con respecto a un determinado significado de base se
cuatro sustantivos en lugar de tres. No obstante, estos rasgos más habla de variantes equivalentes, pero con respecto a diferencias de
bien inconscientes del uso lingüístico pueden caracterizar a un ha- intenciones, funciones y efectos se distinguirán variantes estilísticas
blante determinado, igual que pueden hacerlo su letra o sus funcionales. Ahora bien, si entre dos enunciados no pueden señalar-
movimientos. se diferencias funcionales, los denominaremos variantes (estilística-
En la llamada estilística cuantitativa se analizan estadísticamente mente) libres, lo que únicamente significa que son intercambiables en
estas características de estilo, y sobre todo se intenta averiguar hasta cualquier contexto posible.
qué punto se diferencian significativamente de determinados valores Algo similar se puede observar también en otros niveles: se puede
medios (suponiendo que se conozcan). Al elaborar el 'perfil estilísti-
5 mantener constante la misma 'acción lingüística de base', pero variar
co' de un texto o de una serie de textos, en principio también se el grado de autoridad, empeño, cortesía, etc., como en ruego versus
puede averiguar si estos textos fueron producidos por un hablan- orden, ruego urgente/cortés, etc. (véanse los ejemplos dados). En
te/autor determinado cuyas características cuantitativas de estilo ya estas variantes, según veremos, puede variar también, en mayor o
nos eran conocidas. También se pueden medir las diferencias de menor grado, el contenido semántico de las realizaciones. Podemos
estilo que no se perciben conscientemente, que se perciben sólo un mantener constantes todas las estructuras sintácticas, semánticas y
poco o bien de manera sólo muy intuitiva: así, por ejemplo, un poeta pragmáticas de un enunciado y llevar a cabo una mera variación
puede emplear relativamente muchos adjetivos, mientras que otro fonética, p. ej., cuando imitamos un deje dialectal o una pronuncia-
apenas les concede importancia, pero emplea frases subordinadas. El ción intencionadamente distinguida.
hecho de que un estilo sea 'breve y conciso', 'fluido', 'enérgico', etc.,
depende, entre otras cosas, de estas diferencias, que evidentemente 4.1.5 Lo anteriormente dicho sobre oraciones se puede aplicar
en no pocos casos pueden ser también de tipo cualitativo, como por análogamente a las secuencias de oraciones y a los textos: cuando dos
ejemplo si se emplean o no los adjetivos. secuencias tienen estructuras diferentes (elección de las palabras,
sintaxis), pero el mismo significado, hablamos de variantes estilísti-
4.1.4 Volvemos ahora sobre el problema que aún no quedó del cas. Son de tipo funcional cuando la diferencia tiene una relación
lodo claro antes: hasta qué punto podemos averiguar que tales 'dife- sistemática con una diferencia convencional dentro del contexto
rencias' entre enunciados son estilísticas. De entrada ya hemos dado comunicativo. Pero si exigimos que además el 'significado' pragmá-
por supuesto que por lo menos algo debe seguir siendo 'lo mismo'; tico sea el mismo, estas diferencias en el contexto comunicativo no
también hemos aceptado que la variación estilística se basa, entre deben ser de tipo pragmático, puesto que en tal caso más bien
otras cosas, en una (cuasi-)equivalencia semántica: dos expresiones deberíamos hablar de dos enunciados (diferentes) y no de variantes
(estilísticas) del 'mismo' enunciado. Por ello, de hecho, no podemos
hablar de variantes estilísticas en el ejemplo siguiente:
4 Las diferencias de estilo de los sociolectos, que se manifiestan en, entre otros, el
llamado código restringido o elaborado, se discuten e investigan por BERNSTEIN
( 1 9 7 1 ) , se someten a una discusión crítica por A M M O N ( I 9 7 3 ) , H A C E R , H A B E R L A N D & (9) (i) María estaba enferma aquella noche. Pero aun así fue a la reunión,
I'ARIS(1973) y (casi) se r e c h a z a n p o r LABOV(1972 a, 1972 b). (ii) A pesar de que María estaba enferma aquella noche, fue (no obstante) a la
5 Véase DOLEÍEL & B AILEY (comps.) (1969) para la estilística estadística. reunión.
115 ESTRUCTURAS ESTILISTICAS Y RETORICAS LA CIENCIA DEL TEXTO 116
(iii) A pesar de su enfermedad, María fue aquella noche a la reunión.
(iv) María fue a la reunión aquella noche a pesar de que estaba enferma.
de Pedro. En tal caso, sus pensamientos ya no necesitan ser 'descri-
6

tos' como tales, como por ejemplo en (10) (ii) —él se preguntó— sino
La diferencia pragmática entre estos enunciados consiste, entre otras que pueden 'expresarse' directamente. Comúnmente se emplean en
cosas, en que en el primer ejemplo (9) (i) se expresan dos aseveracio- esos casos aquellas expresiones que son una reconstrucción de los
nes sobre María, mientras que en los otros dos ejemplos probable- propios pensamientos de Pedro (soplar), en lugar de las expresiones
mente no se trate más que de una aseveración, en la que, o bien ya 'más formales' y descriptivas del narrador (robar). Este tipo de
se da por supuesto una cierta información, a saber, que María estaba diferencia de perspectiva se emplea generalmente en la transmisión
enferma aquella noche (9) (iii), o en la que se asevera la otra del estilo directo:
información tan sólo indirectamente o, mejor dicho, 'de manera (11) (i) Juan aseguraba estar loco perdido por esa tía.
subordinada' como parte de la aseveración principal. Si en el texto o (ii) Juan dijo que esa mujer le interesaba mucho.
en la conversación ya se mencionó la enfermedad de María, (9) (i) no
es aceptable; lo son, en cambio, (9) (ii-iv). Además, (9) (i) parece Tanto (i) como (ii) pueden ser un informe de la afirmación de Juan:
poder seguir a una pregunta como: ¿Qué hizo María aquella noche?, Tengo un gran aprecio por esta mujer. De todas formas, en el primer
pero no a ¿Vino también María a la reunión aquella noche?, que sin caso el hablante puede dar a entender, mediante la utilización del
embargo aceptaría las contestaciones (9) (ii-iv). Las otras diferencias verbo asegurar, que duda de la veracidad de lo dicho por Juan, en
entre (9) (ii-iv) aún son más sutiles. Así como en (9) (ii y iii) lo 'más tanto que designa con sus 'propias' palabras los sentimientos por
importante' parece la aseveración de que María fue a la reunión, (9) una mujer y por la mujer en sí, lo cual posiblemente implique a la
(iv) se interpreta más bien en el sentido de que lo más importante es vez una cierta valoración. Si este fuera el caso y si, como en la
el hecho de que asistiera a pesar de su enfermedad. Esta última oración (10), existen diferencias en la perspectiva narrativa, entonces
diferencia también se obtiene si la expresión a pesar de su enfermedad ya sólo se habla de variantes estilísticas (en este caso con unas
en (9) (iii) no estuviera en la primera parte de la oración, o si esta funciones claramente diferentes) de un significado (básico) semántico
parte se pronunciase con un énfasis especial. Tan pronto como dejen más o menos equivalente.
de poder demostrarse diferencias semánticas o pragmáticas de este
tipo, los diferentes enunciados se convierten en variantes estilísticas 4.1.7 Ahora, pues, hemos reducido el concepto de «estilo» a lo que
entre sí, según nuestro concepto «estricto» de estilo. Suponiendo que podemos llamar «forma característica de la utilización de la lengua»,
en (9) dejáramos de considerar las diferencias pragmáticas, se trata- tanto en el nivel oracional como en el textual, y hemos dirigido
ría más bien de variantes estilísticas (con el mismo significado), nuestra atención sobre todo a las «formas de expresión» de la
pudiendo equipararse eventualmente las diferencias pragmáticas con lengua, es decir: a las características fonéticas, morfológicas, sintác-
las diferentes 'funciones' de estas variantes. Sin embargo, nos aten- ticas y léxicas de los enunciados. Como delimitación ulterior también
dremos a diferenciar entre funciones estilísticas y pragmáticas de los se han discutido como «estilo» las diferencias características en el uso
enunciados. de la lengua que no expresen a la vez diferencias semánticas o
pragmáticas. Sin esta delimitación, todas las diferencias entre enun-
4.1.6 Las diferencias entre características textuales de 'estilo' tam- ciados deberían ser de por sí «estilísticas». Por ello tenemos muy
bién pueden emplearse significativamente para las diferentes formas presente que no se puede emplear rigurosamente un concepto de
de narración. Así, por ejemplo, se puede explicar la misma serie de estilo sin mantener algo implícita o explícitamente constante o equi-
sucesos desde perspectivas diferentes, como en: valente, p. ej. el significado, la función pragmática (acto de habla) o
(10) (i) Pedro tenía hambre. ¿Debía o no debía soplar un plátano? En aquel
determinadas categorías, reglas o convenciones, en relación a las que
momento el verdulero estaba despachando a un cliente. Pedro no pudo pueda definirse un estilo característico.
contenerse más. Rápidamente sacó un plátano de la caja. (...) Después de resumir todas nuestras consideraciones con respecto al
(ii) Mientras el verdulero estaba ocupado en servir a un cliente, Pedro se concepto de estilo, podemos comenzar a definirlo también en otros
preguntó si debía robar un plátano, ya que tenía mucha hambre. Rápida-
mente cogió un plátano de la caja porque ya no podía contenerse más. (...)
niveles de la descripción lingüística y textual. ¿Se podría, por ejem-
plo, hablar también de un estilo semántico, después de habernos
Si por un momento prescindimos de que la información del primer ocupado anteriormente sobre todo del estilo sintáctico? Precisamente
f ragmento se expresa mediante oraciones simples y en el segundo
mediante un número más reducido de oraciones compuestas, obser- El concepto de «perspectiva» en la narración supone una parte importante de la
vamos que también existe una diferencia de perspectivas, ya que en 6

teoría clásica de la novela. Véase H A M B U R G E R ( 1 9 6 8 ) y S T A N Z E L ( 1 9 6 4 ) , entre otros.


la oración (10) (i) el suceso se describe más desde el punto de vista K U R O D A ( 1 9 7 5 ) lo amplía desde puntos de vista más lingüísticos.
117 ESTRUCTURAS ESTILISTICAS Y RETORICAS LA CIENCIA DEL TEXTO 118
las formas tan esenciales del estilo léxico, es decir: del estilo que (viii) ¿Querrías hacer la transferencia (...)?
resulta de una determinada elección de palabras, acaso nos propor- (ix) Te ruego hagas la transferencia/tengas a bien hacerla.
cionarían la posibilidad de definir también las formas 'de contenido' (x)
(xi)
Quiero pedirte que hagas la transferencia (...).
Si no te importa, podrías hacer que el dinero...
del estilo. El estilo léxico también se basa en el principio de que dos (xii) Quiere Vd./Querría Vd. ... (vii-xi).
morfemas m¡y m,pueden ser estilísticamente variantes en relación a (xiii) ¿Puedo llamarle la atención sobre el hecho de que aún me debe algún
un componente de significado común c, como por ejemplo en las dinero?
variantes ya mencionadas de «robar» y «soplar». Además del com- (xív) Le recuerdo que todavía no ha cumplido con sus obligaciones.
ponente común de «apropiarse de algo ilícitamente» se puede decir (xv) Como yo mismo estoy pasando por un mal momento económico,
quiero preguntarte si...
también que mediante los dos enunciados se señala el mismo 'refe- (xvi) Aún me debes cinco mil pesetas.
rente', a saber, una acción determinada. Por eso la diferencia se (xvii) ¿Te acuerdas de que me debes dinero?
reduce a la situación concreta en la que realmente se emplea o podría (...)
emplearse este modo de expresión. Lo que aquí reviste un interés De esta manera, estos ejemplos pueden variar extensamente con la
especial es una serie de propiedades características del hablante (así variación de tu/Vd. y la diversidad de modos de expresión formales.
como de sus suposiciones sobre el oyente), al igual que el tipo de Hay que tener en cuenta que se puede pasar paulatinamente desde la
situación o interacción, p. ej.: una conversación cotidiana, una con- directiva 'más dura' (i) a la forma 'más suave', según las categorías
versación con amigos de la misma generación, etc. En nuestro ejem- situacionales ya mencionadas como cortesía y posición social/poder.
plo (10), Pedro podría decir a sus amigos que ha soplado un plátano, Además de las órdenes/peticiones directas también son posibles las
mientras que en otra situación, por ejemplo, delante de un funciona- indirectas (xiii y siguientes), por las que el oyente puede deducir el
rio policial, aseguraría que no ha robado ningún plátano. En ello contenido exacto de la petición. Una de las razones por las que las
reconocemos una vez más una serie de determinantes situacionales peticiones indirectas, por regla general, son más corteses o de mayor
para la variación estilística. tacto en las interacciones, es que el oyente dispone, al menos aparen-
A la pregunta que acabamos de formular sobre si puede hablarse temente, de una cierta libertad para interpretar la petición. Tal y
de un estilo semántico, podemos contestar, pues, que deben de como ya se ha visto antes, puede realizarse un acto de habla indirec-
existir también variantes de significado en los niveles oracional y to cuando se pregunta o comunica uno de sus supuestos. Mientras
textual, originadas por las características situacionales ya menciona- que en todos los casos se puede hablar de variaciones léxicas y
das u otras. Esto significa que las implicaciones proposicionales y semánticas, se produce adicionalmente una variación pragmática
pragmáticas de una oración o de una serie de oraciones deben ser las entre las órdenes (i-vi) y las peticiones de los demás ejemplos; en tal
mismas y por ello también sus referencias, las circunstancias aludi- caso la base común consiste en la directiva «yo quiero que tú hagas
das y los actos de habla intencionados. Un ejemplo muy típico lo algo/que Vd. haga algo», con lo que la diferencia contextual se
aportan las variaciones estilístico-semánticas de las peticiones. Si un traduce en una diferencia de autoridad.
hablante quiere pedirle a un oyente que devuelva lo antes posible Además de las ya mencionadas variaciones estilísticas en el nivel
una determinada cantidad de dinero, existen incontables posibilida- semántico de la oración, pueden producirse también diferencias se-
des semánticas, con un componente proposicional común, cuyas mánticas en los textos, igual que en las relaciones de conexión y de
diferencias son un indicio o expresión de diferencias situacionales, coherencia ya discutidas. Una forma de variación posible es la que se
como por ejemplo la cortesía, la sumisión, la paciencia, la impacien- basa en el grado de 'explicitud'. Intuitivamente sabemos que pode-
cia, la osadía, el poder, la autoridad, la comprensión por el oyente, mos expresar una información de modo claro o menos claro, puesto
etc. Estos tipos de actitudes estilísticas expresadas de manera diferen- que, como ya vimos, una gran parte de la información queda implí-
te por el hablante frente al oyente, a menudo también se denomi- cita, a saber, aquello que el hablante supone que el oyente ya sabe o
nan tono de la realización. A continuación mostramos algunos puede deducir de lo anteriormente dicho:
ejemplos:
(13) (i) Pedro está enfermo. No viene.
(12) (i) Haz la transferencia enseguida (pronto/rápido/inmediatamente/sin de- (ii) Pedro está enfermo. Así pues/por ello no viene.
mora/de prisa...).
(ii) Haz la transferencia lo más pronto posible.
(iii) Haz la transferencia en cuanto puedas.
En principio, estas secuencias pueden considerarse variantes estilísti-
(iv) Haz la transferencia en cuanto tengas un poco de tiempo. cas; la diferencia consiste en que en (ii) se expresa la conexión causal
(v) Haz la transferencia en cuanto tengas el dinero. (mejor dicho: constitutiva), lo que no ocurre en (i), donde el oyente
(vi) Haga la transferencia ... (véase i-v). debe deducir por el texto (i) que la circunstancia mencionada es el
(vii) ¿Harás la transferencia enseguida (de inmediato/lo antes posible/etc.)? motivo de la segunda. De esta manera pueden llegar a adquirir una
119 ESTRUCTURAS ESTILISTICAS Y RETORICAS LA CIENCIA DEL TEXTO 120

importancia estilística los diferentes grados de «explicitud» (evidente- Mientras que los ejemplos arriba expuestos se referían sobre todo
mente dentro de las fronteras de las reglas lingüísticas: tampoco hay a la estructura de la información semántica (cómo se dice «algo»),
que ser demasiado explícito o implícito, ya que de lo contrario el con el distintivo de la integridad ya se traspasa la barrera hacia la
enunciado resulta demasiado redundante o incoherente, lo cual lleva próxima dimensión de variación semántica (precisamente, a qué se
en ambos casos a una falta de aceptabilidad). dice). Esto quiere decir que el hablante tiene determinada posibilidad
Estrechamente emparentadas con este tipo de diferencias estilísti- de elección para decir o no ciertas cosas; estas opciones deben
cas posibles se encuentran aquellas que se basan en la integridad moverse dentro de unos límites de naturaleza pragmática y social,
relativa del enunciado, con respecto a las circunstancias descritas. 7 designados por la actitud, la posición social, los tabúes, etc. Existen
Ya hemos visto que podemos describir un suceso mencionando sólo culturas en las que, vistas globalmente, se habla poco y otras en las
los aspectos más importantes, pero también haciendo una relación que se habla mucho y en detalle, o culturas en las que las mujeres y
de toda una serie de detalles, inclusive las reacciones resultantes del los niños hasta cierta edad no 'pueden' hablar en determinadas
hablante. Según la situación comunicativa, se reconoce un límite situaciones o en las que los temas de los que pueden hablar están
inferior y uno superior de esta integridad (se supone, por ejemplo, sometidos a cierta limitación. Algo similar ocurre en la interacción
8

que le explicaré más detalles a mi esposa que a la de otro), pero entre hombres y mujeres, maridos y esposas, señores y criados, niños
dentro de esos límites la variación estilística es posible. En concreto: y adultos, etc. En el presente capítulo se estudia el hecho de que las
uno 'da la lata' y otro es 'parco de palabras'. Las diferencias estilís- posibles diferencias estilísticas entre textos vienen dadas por una
ticas que surgen de esta manera pueden describirse en términos de selección de temas u objetos de conversación, es decir: de macroes-
semántica textual, como se ha esbozado en los últimos capítulos. tructuras semánticas. Por eso, lo característico de un hablante puede
No obstante, en este nivel deben explicarse conceptos intuitivos indicarse a través del ámbito y de la frecuencia de un campo temático
que hacen referencia al estilo de un texto, como por ejemplo 'clari- y de sus objetos, determinados a su vez por los intereses, deseos
dad', 'concisión', etc. Así se puede calificar de «conciso» el estilo de conscientes o inconscientes, etc. Precisamente a este respecto, la
un texto si de las circunstancias que son importantes para la inter- estilística se ha ocupado tradicionalmente del análisis del estilo para
pretación e interacción (contexto) se menciona todo lo necesario y lo extraer de él características personales, como por ejemplo en las
menos posible. La claridad debe cumplir sobre todo el primer crite- ciencias sociales.
rio, y además, las condiciones de un determinado orden de la infor- Con esto ya casi desbordamos el concepto de estilo. Si bien, aún
mación, como las premisas en una argumentación, o las presuposi- podemos decir simplemente que el hecho de que alguien hable prin-
ciones y oraciones que son requisito indispensable de una presuposi- cipalmente de mujeres, coches deportivos y copas es característico de
ción de este tipo. su estilo, este concepto requiere en nuestro empleo científico que
Hay casos especiales en los que se quebrantan intencionadamente 'algo' se mantenga constante o sea equivalente, es decir que requiere
determinados criterios mínimos de coherencia y conexión semánticas, un criterio por el cual se lo defina. En este caso lo serían los textos
por ejemplo, para conseguir un efecto pragmático concreto o, en el y temas de conversaciones 'habituales' que siempre surgen en deter-
caso de la literatura, para funciones literarias determinadas. Por minadas situaciones. Inmediatamente se observa que conceptos co-
ejemplo, la descripción de una persona en una novela puede ser mo norma, habitual, preponderantemente y otros similares, como
'sobrecompleta' en relación con descripciones comparables en narra- características problemático-convencionales del uso de la lengua,
ciones cotidianas, mientras que en determinadas formas de la poesía constituyen la descripción de estilo, aun cuando no existe ningún
con frecuencia no se cumplen condiciones mínimas de «explicitud», motivo para reducir el concepto de estilo, en el análisis del uso
con lo que se puede impedir una interpretación unívoca o demasiado lingüístico, a fenómenos 'superficiales' como el sonido, la construc-
rápida. En tal caso no se debería hablar de estilo, sino de unas ción de la frase o la elección de palabras: los textos, las personas o
características semánticas típicas de la comunicación literaria, aun- los grupos individuales pueden variar igualmente en lo que respecta
que por regla general lo característico, es decir, en relación con el al significado, la conexión o la temática.
uso no literario de la lengua, lo llamaríamos 'estilístico'. Ya no se Y, por fin, la sistemática del modelo de descripción lingüística
trata de la variación entre textos, textos de determinadas personas o requiere que nos preguntemos hasta qué punto podemos hablar
grupos, sino de la variación entre tipos de texto. razonablemente del estilo pragmático de textos o conversaciones; así

' Conceptos como «explicitud», e «integridad» en las descripciones, etc., son 11 Para los diferentes estilos de lenguaje en culturas distintas, véase G UMPERZ &
tratados brevemente por VAN D I J K ( 1 9 7 7 a). HYMES(comps-) ( 1 9 7 2 ) y B A U M A N & S C H E R Z E R (comps.) ( 1 9 7 4 ) .
121 ESTRUCTURAS ESTILISTICAS Y RETORICAS LA CIENCIA DEL TEXTO 122
como hemos hablado de posibilidades variables de elección de temas, de acto de habla (del mismo modo que se puede llevar a cabo la
tal vez se puede decir que el hablante puede elegir entre los diferentes misma acción de maneras diferentes). Desde luego, esta variación
tipos de actos de habla, siempre que se atenga a las condiciones generalmente no es casual en una observación funcional de los
pragmáticas normales de aceptabilidad en un contexto dado. En fenómenos lingüísticos. Como decíamos, el hablante desea configu-
primer lugar existe la posibilidad, ya mencionada, de actos de habla rar su acción lingüística lo más eficazmente posible, para poder
directos e indirectos, como por ejemplo: modificar la actitud del oyente según su intención original: el hablan-
(14) (i) ¡He olvidado mi reloj! te quiere que el oyente crea en su aseveración, que considere su
(ii) ¿Qué hora es? petición, y lo que más quiere es que, como consecuencia de la
interacción, su petición, recomendación o propuesta se lleve a cabo.
o bien: Estas modificaciones en el oyente —cambios de conocimientos, opi-
(15) (i) ¡Acabo de encerar el suelo!
niones, deseos e intenciones— no sólo son realizadas por las caracte-
(ii) ¡Límpiate los zapatos! rísticas del acto de habla, sino también por determinadas caracterís-
ticas del hablante, como se comunican durante el acto de habla en
Además se podrían diferenciar las realizaciones, en las situaciones en cuestión. Así, por ejemplo, se llevará a cabo con mayor éxito una
que ambas posibilidades son aceptables, según representen una peti- petición formulada 'cortésmente' que una formulada con 'descorte-
ción o una orden, un consejo o una propuesta, etc. sía'; (véanse los ejemplos de (12)). Desde el punto de vista de la
De esta manera vuelve a surgir la pregunta de cuál es la base interpretación lo importante no es tanto si el hablante realmente tiene
común para la variación estilística; en el presente caso se mantienen una actitud cortés o si sólo la da a entender, de manera que el oyente
constantes las intenciones y las consecuencias correspondientes, pueda suponer que el hablante es amable. Si partimos de esta suposi-
aproximadamente de la siguiente manera: se pretende que el oyente ción del oyente sobre la actitud interactiva del hablante, el oyente
haga p. Si existe una determinada intención interactiva, el hablante puede dejar penetrar este factor en sus pensamientos que finalmente
puede elegir entre varios actos de habla posibles de un contexto lo llevarán a tomar una decisión favorable para el hablante. Por
dado, de manera que la consecuencia de todas formas siempre sea cierto que en las situaciones en las que el oyente ya sabe o supone
idéntica. Si bien existen diferencias de probabilidad debido a la que el hablante se le presenta amablemente o como mínimo con una
variación estilística en los textos por lo que se realizan las consecuen- postura benevolente, y viceversa, son menos necesarias las formas de
cias deseadas, a la vez esto supone uno de los aspectos más funda- expresión estilísticas especiales. Entre amigos o entre cónyuges puede
mentales de variantes estilísticas, a saber, el efecto o la eficacia de ser 'apropiada' una petición como Dame el periódico, siendo
diferentes características estilísticas. Mientras que la pragmática, en además neutral en cuanto a la condición de amabilidad. Se sabe que
principio, especifica las condiciones previas para que una manifesta- tales condiciones, de importancia en la conversación cotidiana, se
ción sea la adecuada en un contexto dado, la estilística da un paso modifican en las situaciones en que los amigos o cónyuges se enfa-
más al describir las condiciones para que una manifestación sea dan; entonces una petición de este tipo puede ser contestada por un
eficaz, es decir, que contribuya óptimamente para que se realicen las ¡Cógelo tú mismo!
actitudes e intenciones del hablante en una situación determinada.
A pesar de la diferencia sistemática entre el objeto de la pragmáti- 4.1.8 En nuestra discusión hemos aludido varias veces a diferentes
ca y el de la estilística se hace patente que ambas disciplinas están funciones (efectos) del estilo, por ejemplo, a las modificaciones espe-
muy interrelacionadas. En la mayoría de contextos, las variantes (5) cíficas del oyente como consecuencia del acto de habla. Sin embargo,
y (6) no son intercambiables sin más, por lo que no sólo existe una a la vez resultó que estas modificaciones que se dan en el oyente
diferencia en cuanto a la efectividad, sino también en lo que se dependen de suposiciones sobre características del hablante. Por lo
refiere a la conveniencia. Esto se debe a que determinados requisitos tanto, a este respecto hay que buscar las funciones del estilo no sólo
contextúales, como por ejemplo la «cortesía» o «la posición social en los efectos o las consecuencias, sino también en las razones o los
del oyente, más elevada que la del hablante», parecen desempeñar un motivos de una determinada variación estilística como expresión de
papel tanto pragmático como estilístico, lo cual se expresa también determinadas características del hablante. Por ello, la descripción
en la propia enunciación. Ahora bien: la pragmática indica cuándo tradicional del estilo más difundida une el estilo con una caracteriza-
un hablante expresa o puede expresar una aseveración, una petición, ción general del hablante. En ella puede constatarse una diferencia
una promesa, etc., es decir, que une el enunciado lingüístico con un entre las características (semi-)permanentes de un hablante y las que
acto de habla. Pero es en las diferentes variantes estilísticas donde se únicamente caracterizan la situación comunicativa en cuestión. Por
concreta cómo se puede realizar de diferentes maneras el mismo tipo ejemplo, una persona puede ser antipática 'por naturaleza', o serlo
123 ESTRUCTURAS ESTILISTICAS Y RETORICAS LA CIENCIA DEL TEXTO 124

sólo en aquel preciso momento; algo parecido ocurre con la impa- rabies con otras reglas del sistema lingüístico. De todas maneras, a
ciencia, la precaución, la cortesía, etc. Por un lado se trata de un menudo se distingue entre reglas y estrategias; así existen reglas para
rasgo característico general de una persona, y por otro, de los rasgos jugar (correctamente) al ajedrez, pero existen estrategias concretas,
particulares de una situación comunicativa y de un enunciado deter- es decir, aplicaciones de las reglas, para hacer rápidamente jaque
minado. En una descripción lingüística no podemos, por así decirlo, mate; también existen reglas para una configuración correcta de una
establecer una diferencia entre ambos. petición y estrategias para conseguir que alguien reaccione ante una
Más adelante veremos que en las demás ciencias del texto precisa- petición, orden o recomendación. El estilo de un texto, que se
mente interesa la manera en que los enunciados y en particular su plasma tanto en la 'forma' y el 'contenido' de cada oración como en
estilo pueden llegar a poner de manifiesto las propiedades permanen- la 'forma' y el 'contenido' de todo el texto, parece estar íntimamente
tes 'escondidas' del hablante. ligado a estas estrategias comunicativas.
Así llegamos a una segunda diferencia en las características del
hablante, que supone condiciones previas para las variaciones estilís- 4.1.9 Anteriormente hemos discutido sobre todo las características
ticas: la cuestión de si estas propiedades son, o no, conscientes o concretas de los hablantes precisamente en su calidad de determinan-
controlables y, lo que es aun más importante, si la elección de las tes en el contexto estilístico, como por ejemplo actitudes u opiniones
variantes estilísticas es intencional o no. A menudo se parte del hecho en relación al oyente. No obstante, se puede introducir toda una
de que precisamente las características de estilo involuntarias, no serie de categorías que pueden determinar la variación estilística.
controladas e incontrolables, permiten conocer el carácter y la perso- Aquí presentamos como relación provisional:
nalidad del hablante, p. ej.: los deseos y las intenciones callados, las
posturas y opiniones. En el otro caso, el hablante precisamente (i) condiciones ad-hoc (condiciones situacionales) del hablante (por ejemplo:
quiere que el oyente se dé cuenta de cuál es su postura (p. ej., la excitación, enfado);
amabilidad), con la que la intención del hablante (p. ej., la satisfac- (ii) actitudes ad-hoc del hablante en relación al oyente (cortesía, respeto);
ción de una petición) pueda realizarse. Mientras que decimos que (iii) características (semi-)permanentes del hablante (rasgos de su carácter, como
una acción lingüística es apropiada (appropriate) o no en relación a (iv)
impaciencia, comportamiento dominante, etc.);
características sociales y situacionales del hablante en su relación con el
ciertos conocimientos, deseos y actitudes de los interlocutores, pode- oyente (rol, postura, etc.);
mos decir que una realización lingüística o un acto de habla son (v) características sociales (semi-)permanentes del hablante (status, poder, etc.);
adecuados (adequate) o no en relación a otros factores situacionales (vi) tipo de interacción/situación/institución social (autobús, clase, iglesia, ofici-
como la actitud del hablante frente al oyente. Por ello denominamos na, etc.);
el primer caso el contexto pragmático, y el segundo, el contexto (vii) tipo de enunciado y función pragmática (conversación cotidiana, anuncio,
narración, etc.);
estilístico del enunciado. De esta manera resulta como contexto (viii) situación socio-económica (clase, capa social, formación);
estilístico una estructura de precondiciones situacionales sistemáticas (ix) tipo del modo/medio comunicativo (oral, escrito, carta, periódico, televisión,
que determinan la adecuación (o eficacia) del enunciado. Ya hemos etc.);
dado algunos ejemplos de actitudes estilísticamente relevantes: la (x) situación socio-cultural (costumbres, tradiciones, convenciones).
umabilidad, la condescendencia, la paciencia, la cortesía, la seguri-
dad, el enfado, etc., así como sus contrarios. Y no solamente la Esta lista se podría estructurar y especificar aun más, pero aquí sólo
actitud en sí es importante, sino sobre todo la actitud frente al se trata de indicar que en las variaciones estilísticas se pueden
oyente, ya que al fin y al cabo es la decisiva para el tipo de manifestar factores situacionales muy diversos y que, a la inversa, al
interacción comunicativa. De momento no nos interesan las caracte- interpretar enunciados, el oyente puede sacar conclusiones con res-
rísticas psicológicas precisas de estas actitudes, ni los procesos cogni- pecto a estos factores sobre la base de rasgos de estilo, además de la
tivos (estrategias, etc.), que tienen un papel en la producción y la interpretación semántico-pragmática del enunciado. En algunas situa-
interpretación estilísticas. La verdadera tarea de la estilística consiste ciones, esta interpretación estilística puede ser incluso más importan-
en describir las relaciones sistemáticas entre el mencionado contexto te que la semántico-pragmática; lo que interesa no es lo que se dice
(estilístico) y las variantes estructurales pragmáticas, semánticas, sino cómo se dice; no es lo que el hablante quiere expresar o lo que
sintácticas y morfológico-fonológico/léxicas del enunciado. Por aho- pretende con su enunciado, sino que son otras propiedades/caracte-
ra podemos dejar sin aclarar hasta qué punto se manifiestan aquí rísticas primarias del hablante las que despiertan el interés del oyente.
reglas de estilo (por ejemplo en la forma de que si S manifiesta la En los próximos capítulos se caracterizarán con mayor detalle
estructura gramatical G, en un contexto c esto expresará la actitud estas relaciones, entre estilo y situación comunicativa, entre otras
a), puesto que no sabemos a ciencia cierta si estas reglas son compa- cosas. En este capítulo intentamos mostrar fundamentalmente que
125 ESTRUCTURAS ESTILISTICAS Y RETORICAS LA CIENCIA DEL TEXTO 126

un texto —además de su estructura gramatical— también puede 4.2.2 Aunque no resulte fácil (y acaso tampoco demasiado razona-
poseer otras características estructurales que son de importancia ble), separar la retórica de la estilística y la pragmática, puede
para la interacción comunicativa. decirse que la primera se ocupa especialmente de una serie de fenó-
menos y características textuales de carácter ciertamente diferente al
4.2 La estructura retórica del texto de las variantes de uso lingüístico que denominamos estilísticas.
En primer lugar, las variantes estilísticas tratadas siempre resultan
4.2.1 La retórica está estrechamente emparentada con la estilística, variantes descriptibles por categorías y reglas gramaticales y pragmá-
e incluso en algunos casos coinciden. En muchos aspectos se puede ticas; desde el punto de vista del texto se trataba de la elección
considerar la estilística actual como la continuación de la 'retórica' característica de unidades léxicas, estructuras sintácticas, relaciones
clásica, que desde finales del siglo XIX prácticamente ya no existe semánticas, etc. A este respecto, el estilo también es una forma
como disciplina científica autónoma. En la Antigüedad, la Edad (típica) del uso de la lengua en un sentido estricto, es decir: un
9

Media y la Edad Moderna clásica, la retórica tenía en cambio una procedimiento del sistema lingüístico tal y como lo explica la gramá-
función muy importante al lado de la «gramática», la «poética» y la tica. Pero además existen estructuras textuales que deberán caracte-
«dialéctica». Mientras que la gramática actuaba como «ars recte rizarse mediante categorías y reglas de otra índole, aunque éstas
dicendi (loquendi)», es decir, como el arte del correcto hablar, la vuelvan a referirse a unidades gramaticales. Las estructuras especia-
retórica representaba el «ars bene dicendi (loquendi, scribendi)», es les las denominaremos estructuras retóricas. Especialmente las figu-
decir, el arte de la «buena» utilización de la lengua. Originalmente, ras estilísticas (figurae) han sido un tema central en cierto nivel de
la retórica, como su nombre lo indica, tenía especial importancia la descripción retórica en los libros de texto hasta nuestros días, y
para el hablar del orador, por ejemplo ante un tribunal o en una con frecuencia se ha limitado injustificadamente la retórica a la
asamblea popular. Por eso, los rasgos cualitativamente 'buenos' del consideración de estas figuras y sus modos de procedimiento.
hablar también se consideraban en relación con su eficacia para Una segunda distinción entre retórica y estilística se evidencia en
convencer al juez o a la parte contraria. Con estas intervenciones el hecho de que la retórica no sólo se ocupa de estructuras específi-
'estratégicas' ya nos habíamos encontrado al caracterizar las varian- cas en el ámbito de las oraciones o series de oraciones, sino también
tes estilísticas, a través de las cuales también se expresa el componen- de la estructura textual global. Así pues, la retórica aporta reglas y
te común de la retórica y de la estilística moderna. La retórica se categorías para la división de determinados tipos de texto, como por
preocupa precisamente de la manipulación consciente, perseverante ejemplo de un discurso o de una argumentación, en partes funciona-
para conseguir sus fines y dependiente de ellos, de los conocimientos, les, y para un posible orden de estas partes. Esta estructura global no
las opiniones y los deseos de un auditorio, mediante rasgos textuales es siempre la misma que la macroestructura semántica que introdu-
específicos, así como de la manera en que ese texto se realiza en la jimos en un capítulo anterior, pero puede estar basada en ella. En el
situación comunicativa. Por consiguiente, la retórica no analiza el capítulo siguiente presentaremos diferentes estructuras globales de
uso de la lengua como realización (involuntaria), que depende de los textos con la ayuda de ejemplos de tipos particulares (p. ej.: una
factores situacionales mencionados en el apartado 4.1.9, y en especial narración), por lo que aquí nos limitaremos a las características
del orador; una parte de la estilística se ocupa de esta tarea. textuales retóricas en el marco de las oraciones y secuencias.
Puesto que también se pueden estipular otras diferencias sistemá- Tracemos, grosso modo, un resumen de las relaciones entre estilís-
ticas entre la estilística y la retórica en cuanto al objeto y los fines tica y retórica: con la retórica hemos abandonado la caracterización
perseguidos, introduciremos una forma moderna de la retórica, a gramatical propiamente dicha de los textos, por lo que debemos
menudo también denominada 'nueva retórica', siguiendo una evolu- introducir nuevos conceptos teóricos para las unidades y reglas
ción que viene delineándose desde hace ya unos diez años. Aquí, sin específicas. Así como en general se puede decir que las estructuras
embargo, seguiremos utilizando el nombre antiguo. retóricas se basan en estructuras gramaticales, determinadas varian-
10
tes estilísticas pueden poseer también una función retórica, a saber,
como parte de las estructuras con las que se intenta provocar una
' El, sin duda, más amplio manual de la retórica clásica es el de LAUSBERG ( 1 9 6 0 ) . modificación eficaz sobre el oyente. Mientras que la estilística pone
Una forma más reciente de la retórica se debe, entre otros, a D U B O I S E . a . ( 1 9 7 0 ) .
10 de relieve formas lingüísticas gramaticalmente diferentes y las rela-
Para tener una idea general sobre la evolución de la retórica clásica y sus formas ciona con propiedades del contexto estilístico como postura, actitud,
actuales, véase Communications, 16 ( 1 9 7 0 ) , K O P P E R S C H M I D T ( 1 9 7 3 ) y U E D I N G ( 1 9 7 6 ) .
l'ara los «new rhetorics» en los EE.UU. véase STEINMANN (comp.) ( 1 9 6 7 ) . La «nouvelle
carácter y factores sociales, la retórica permitirá reconocer también
rhétorique» de PERELMAN es más bien una doctrina de la argumentación; véase el otras estructuras como características y estará más bien dirigida al
próximo capítulo. elemento cualitativo por el cual un texto posee una eficacia óptima;
127 ESTRUCTURAS ESTILISTICAS Y RETORICAS LA CIENCIA DEL TEXTO 128
con ello, el significado se basa mucho menos en la postura que en las 4.2.4 El carácter normativo de la retórica acarrea el hecho de que
intenciones comunicativas del hablante, es decir, en la modificación las reglas que se refieren a la estructura del texto deben obedecer a
que él desea provocar en el oyente. Por tanto, uno de los conceptos una serie de criterios generales que fijan la 'idoneidad' del texto.
básicos de la estilística es el de la 'adecuidad', mientras que la Cuando discutimos ciertos conceptos intuitivos de estilo, como la
retórica se preocupa más bien de la 'eficacia (óptima)', de las reali- claridad o la transparencia, ya nos encontramos con una serie de
zaciones: una realización no sólo debe ser correcta o apropiada en criterios; también en los trabajos más recientes sobre las interaccio-
determinadas situaciones para resultar aceptable, sino que también nes comunicativas surgen estos principios básicos. Por lo demás, la
debe encajar bien para que realmente se acepte como condición para utilización de la lengua debe ser 'pura', es decir que debe concordar
una actuación posterior. Con este primer ensayo ciertamente no se con la gramática habitual y otras convenciones del uso de la lengua;
han aclarado todas las relaciones entre dos disciplinas científicas además hay que adaptarse a las normas y los valores del público.
estrechamente emparentadas (concordancias y diferencias); no obs- Además de estos criterios aún formulados un tanto vagamente en
tante, vamos a limitarnos aquí a esta discusión general; ahora sólo esta parte: la elocutio, importa sobre todo lo que habitualmente se
discutiremos las estructuras retóricas más específicas. denomina la 'elegancia' del discurso, tanto en lo que se refiere a los
objetos tratados como al uso lingüístico en sí. Son ante todo las
4.2.3 Sería absurdo concebir una retórica moderna sin tener en estructuras retóricas las que deben aportar esta 'ornamentación'
cuenta los objetivos, las clasificaciones y los principios de la retórica (ornatus) y cuyo fin práctico es el de conmover o entusiasmar al
clásica, que ciertamente ya poseía un sorprendente nivel de 'sofisti- público. De ahí que resultara casi obvio que especialmente esta parte
cación'. Si bien no es posible dar una visión de la retórica clásica en de la retórica fuera rápidamente admitida en la poética como rasgo
un espacio limitado, nos ocupamos aquí de una serie de principios distintivo de la obra de arte literaria. Este estado de cosas ha llevado
básicos de la descripción específicamente retórica de los textos. con frecuencia e injustificadamente a suponer que sólo el texto
literario posee estas estructuras especiales, «olvidándose» que tienen
La retórica clásica no es tanto una teoría, es decir, una ciencia una función comunicativa mucho más general y que pueden presen-
(epistémé, scientia), sino que más bien tiene un carácter descriptivo- tarse en los más diversos tipos de textos.
normativo, como un arte o una técnica (tejné, ars). Por eso, sus Las estructuras retóricas se basan, como decíamos, en estructuras
reglas son más bien prescripciones con respecto a un discurso o un gramaticales, por lo que resulta apropiado basar su sistemática en
hablar óptimos. El arte de hablar se analizaba especialmente con los diferentes niveles habituales como la fonología, la morfología, el
respecto a su función en el contexto jurídico de un proceso, aun léxico, la sintaxis y la semántica. Además se puede señalar el 'domi-
cuando las prescripciones también resultaban válidas para otras nio' de las estructuras retóricas, a saber, el de la palabra, el grupo de
ocasiones, como por ejemplo las asambleas populares o una laudato- palabras, la oración, la secuencia y el texto. La retórica clásica se
ria. Como ya se indicó anteriormente, la retórica se ocupa sobre ocupaba sobre todo de la palabra y del grupo de palabras y dedicaba
lodo de la modificación de las condiciones por las que una situación una atención mucho menor a la sintaxis y a la semántica de oracio-
concreta puede luego modificarse, en general se ocupa de las opinio- nes y secuencias enteras (compositio).
nes y apreciaciones del juez o del público; de allí proviene el carácter
esencialmente persuasivo de la retórica. 4.2.5 Generalmente se pueden caracterizar las estructuras retóricas
Si bien para esta interacción comunicativa/persuasiva se emplea mediante una serie de operaciones básicas que tienen lugar en los
un cuidado especial en la estructura del texto (del discurso), también niveles mencionados y dentro de las unidades que en ellos se
se tienen en cuenta los demás aspectos del proceso general, por encuentran:
ejemplo, unas fases determinadas para 'encontrar' la temática corrée-
la (inventio), la selección y el orden de determinados objetos dentro A. ADJUNCIÓN
de la temática (dispositio), la estructura (estilo, etc.) de la actuación B. OMISIÓN
en sí (elocutio) y la manera en que se expone (pronuntiatio), así como C. INVERSIÓN
las estrategias y estructuras cognitivas de la memoria (al hablar de D. SUSTITUCIÓN
memoria). Mediante estas operaciones básicas en principio también se pueden
En este capítulo nos interesa en primer lugar la estructura retórica definir otras modificaciones estructurales (transformaciones), como
del texto en sí (elocutio), en tanto que posponemos hasta el próximo por ejemplo la R E P E T I C I O N , mientras que a la inversa también puede
capítulo el tratamiento de las estructuras globales (retóricas y demás) definirse la operación de la S U S T I T U C I O N como O M I S I O N y A D J U N -
del texto como cierre de la descripción textual. C I O N de un elemento. Este tipo de operación, aunque sólo se haya
129 ESTRUCTURAS ESTILISTICAS Y RETORICAS LA CIENCIA DEL TEXTO 130
definido con relación a las estructuras sintácticas, también surge en ro infinito de estructuras retóricas. No obstante, existen ciertas limi-
la lingüística generativa transformacional. No obstante, las operacio- taciones empíricas, por ejemplo, cognitivas: para seguir siendo per-
nes retóricas recién introducidas no son en sí de tipo 'gramatical' ceptibles como tales, las unidades y relaciones, como por ejemplo las
aunque operen en niveles y unidades gramaticales. rimas, deben cumplir con unas condiciones que a su vez se basan en
Estas operaciones pueden interpretarse de dos maneras: en primer las capacidades cognitivas de elaboración.
lugar, como operaciones teóricas, abstractas, para la descripción de También cabe preguntarse cómo se adquieren estas reglas retóricas
determinadas estructuras y sus interrelaciones; pero también como bajo aspectos sociopsicológicos: ¿cómo se aprenden o controlan
ciertos procedimientos cognitivos para la producción e interpretación implícita o explícitamente? O de manera más general: ¿qué estructu-
de enunciados que posean estas estructuras retóricas. En este capítu- ras retóricas se emplean de hecho regularmente en la utilización
lo nos ocupamos del aspecto abstracto de la descripción estructural. 'normal' de la lengua, qué hablantes las utilizan y en qué tipo de
Por lo demás, también se puede especificar en qué medida se situaciones?
realizan estas operaciones y en qué lugar y orden, p. ej.: al principio, Un problema que tiene implicaciones tanto empíricas como teóri-
en el medio o al final de una unidad estructural determinada. cas, es la identificación de las estructuras retóricas especiales. Sólo
El output de las operaciones, es decir, las estructuras retóricas, podemos hablar de estructuras especiales, que se añaden a las estruc-
puede o no ser gramatical; en el primer caso éstas asignan una turas gramaticales, cuando se da una cierta regularidad convencional-
'extra'-estructura a una manifestación por lo demás gramatical; en el mente determinada y, por lo tanto, no casual. Esto requiere, entre
segundo, se puede modificar una estructura gramatical 'normal' de otras cosas, que poseamos implícitamente (en la utilización de la
una manera específica más o menos pronunciada. La diferencia entre lengua) y explícitamente (en una teoría del texto) ciertas suposiciones
las estructuras retóricas gramaticales y el estilo radica en la cuestión sobre normas y reglas no retóricas, a partir de las cuales pueden
de hasta qué punto se aplican o no las operaciones retóricas identificarse las estructuras retóricas. Si, por ejemplo, en un periódi-
mencionadas. co, dos palabras seguidas casualmente tienen la misma consonante
En este punto nos abstendremos de comentar cómo, en una teoría inicial, no necesariamente hablaremos en la descripción textual de
general de la lengua, se puede deducir la relación exacta entre las una estructura retórica (aliteración). Por consiguiente, las hipótesis
estructuras gramaticales y las retóricas, por ejemplo, en un modelo sobre las intenciones del hablante, el tipo de texto y las funciones
generativo." Si queremos generar una estructura de aliteración, el convencionales del texto tienen un papel en la asignación de las
esquema de la identidad de sonidos aportará una limitación de la estructuras retóricas. Por eso, tanto la descripción estilística como la
selección léxica (es decir: de la elección de las palabras), por lo que retórica requieren la discusión de conceptos como 'norma', 'utiliza-
en este caso la adjunción retórica de una limitación fonológica ción neutral de la lengua', etc., con los que se pretende describir
precede a una operación gramatical de selección léxica. Omitiremos variantes estilísticas y estructuras retóricas especiales. Por todo ello
otros ejemplos de este tipo de coordinación mutua entre operaciones hay que mencionar de nuevo que las estructuras estilísticas y retóri-
retóricas y gramaticales. cas siempre tienen un significado relativo en cuanto a su descripción
y percepción, referido a lo que, en una situación determinada, para
4.2.6 Otro problema que merece nuestra atención pero que, sin un hablante u oyente determinados o para un tipo de texto concreto,
embargo, aquí no puede tratarse a fondo, es el de la base empírica de posee validez como norma convencional (ligada a reglas) o como
las operaciones retóricas. Como condición general para ello se podría norma probabilística (lo que ocurre «la mayoría de las veces»). Con
recordar que las estructuras retóricas, igual que las estructuras gra- estas reflexiones rozamos los problemas de naturaleza metodológica
maticales, se basan en reglas convencionales. Esto significa lo siguien- sobre las relaciones entre el conocimiento 'ideal' de sistemas lingüís-
te: los hablantes conocen estas reglas implícitamente, las dominan y ticos o de otra índole semiótica por un lado, y el empleo real de estos
las emplean en la producción e interpretación de enunciados. Un sistemas y de las hipótesis que se obtienen a partir de este empleo,
gran número de 'figuras' retóricas (véase más adelante) de la retórica por otro.
clásica seguramente poseía este carácter convencional, por lo que Así como aquí no pueden discutirse las relaciones exactas entre
casi siempre tenían nombres especiales. Sin embargo, el sistema las reglas o estructuras gramaticales y retóricas, tampoco podemos
operacional tiene un carácter productivo, lo cual posibilita un núme- indicar el status exacto de las reglas o estructuras retóricas en com-
paración con otros sistemas semióticos (literarios, estéticos, vi-
" Para las operaciones arriba descritas y que pueden especificarse aún más en el suales, formales, etc.). Por eso nos limitaremos a los sistemas y
caso de la literatura, véase también VAN D I J K ( 1 9 7 2 a) y P L E T T ( 1 9 7 5 ) . Para la estructuras importantes para la descripción de textos de una lengua
metáfora véase VAN D I J K & P E T O E F I (comps.) ( 1 9 7 5 ) , y, entre otros, VAN D I J K ( 1 9 7 5 C). natural.
131 ESTRUCTURAS ESTILISTICAS Y RETORICAS LA CIENCIA DEL TEXTO 132
4.2.7 Con las reflexiones generales que acabamos de hacer sobre la I. ESTRUCTURAS MORFO-FONOLOGICAS
historia y el sistema de la retórica, pero sobre todo, sobre el tipo de
operaciones que son la base de las estructuras retóricas (en el nivel A . ADJUNCIÓN
1. (repetición) idéntica
de las oraciones y secuencias), podemos ahora dar una serie de a. Fonemas
ejemplos de estas operaciones. i. vocales: asonancia [contexto: acentuación, límite de morfema]
Por tradición se distingue entre las operaciones que se refieren a ii. consonantes: aliteración [principio de palabra, etc.]
b. Grupos de fonemas
una sola palabra y aquellas que se refieren a combinaciones de i. vocales/consonantes: diferentes tipos de rima
palabras. Sin embargo estas diferencias resultan problemáticas como [acentuación; lugar; métrico/no métrico, etc.]
mínimo en una serie de casos. Podemos decir de manera superficial c. Morfemas: reduplicación, etc.
que el empleo de un sinónimo supone la S U S T I T U C I O N —o variación— [lugar en la oración y en la secuencia oracional o en la
estructura métrica]
de una palabra, y que una rima siempre requiere un mínimo de 2. casi idénticas
palabras; pero cuando optamos por emplear tropos, de los que p. ej.: repetición de palabras de igual raíz
probablemente los más conocidos son las metáforas, se complica 3. no idénticas
mucho más esta distinción. Incluso cuando se trata de la S U S T I T U - a. Morfemas: enumeración, etc. [misma categoría sintáctica]
C I O N de una palabra por otra usada metafóricamente, esto será B . OMISIÓN
a. Fonemas
válido solamente en un 'contexto' metafórico especial. En otras i. vocales: elisión [átona, estructura métrica o lenguaje hablado]
palabras: una metáfora en sí sólo es perceptible, descriptible e inter-
pretable con relación a otras expresiones de la oración o del fragmen-
to de texto. Así como probablemente casa y hogar sean sinónimos en II. ESTRUCTURAS SINTACTICAS
determinados textos y situaciones, ello no será válido para otros A . ADJUNCIÓN
textos y contextos estilísticos. Por eso, las transformaciones retóricas 1. idéntica (repetición): paralelismo
están (con-)textualmente limitadas; puede decirse, pues, que uno o B. elipsis, zeugma, asíndeton [contexto sintáctico parcialmente idéntico;
OMISIÓN:
varios elementos de una estructura concreta experimentan una ope- gramatical/agramatical]
C. INVERSIÓN: inversión, hipérbaton [lugar en la oración; gramatical/agramatical]
ración con relación a otros elementos de esta estructura, como ya
ocurre en un sentido estrictamente gramatical con muchos sinónimos
(p. ej.: te amo ^me gustas). III. ESTRUCTURAS SEMANTICAS
De ahí se deduce que una 'sintaxis' retórica seria debe apoyarse en A . ADJUNCIÓN
'combinaciones de palabras' fin verbis conjunctis) y que de hecho 1. componentes semánticos: climax [en serie], hipérbole
lodas las operaciones se incluyen en el concepto clásico de las 2. lexemas: acumulación, ampliación [idéntica: repetición]
figurae, como se conocen tradicionalmente bajo el término «figuras 3. grupos de lexemas: especificación, corrección, definición; comparación,
descripción
estilísticas» y en la teoría literaria estructuralista bajo el término de B. OMISIÓN
«artificios». 12
1. componentes semánticos: anticlimax; litote
La sistemática de las 'figurae' o estructuras retóricas se basa, por 2. lexema/grupos de lexemas: elipsis (semántica)
lo tanto, en los siguientes parámetros: C . INVERSION
oración/proposición: especificación posterior de presuposiciones; quebranta-
(i) nivel (fonología, morfología/léxico, sintaxis, semántica) miento del orden natural de narración (fábula versus sujeto [véase capítulo 5])
(ii) tipo de operación (adjunción, omisión, inversión, sustitución) D . SUSTITUCIÓN
(iii) ámbito de la operación (unidades que se ven afectadas) 1. componentes semánticos/lexemas: metáfora, metonimia, ironía [identidad
(iv) otras limitaciones de la operación (lugar, frecuencia, etc.). semántica, relación, etc.]
/adjunción: hipérbole (véase III A 1, B 1)
Sin pretender ofrecer la clasificación completa de la retórica clásica /omisión: litote
ni mucho menos, podemos indicar los siguientes fragmentos del 2. proposiciones: quebrantamiento de conexiones/coherencia; digresión
sistema: En esta relación fragmentaria de una serie de figuras estilísticas
tradicionales se trata no tanto de dar una descripción satisfactoria
" El concepto de «artificios», con una función menos literaria que 'estética',
sino más bien de mostrar qué niveles, operaciones y otras limitacio-
proviene, entre otros, del Formalismo ruso (especialmente del teórico de la novela nes posibles existen para caracterizar posibles estructuras retóricas
•klovskij). Véase también ERLICH(1955) para una visión general, y STRIEDTER(comp.) (entre otras, las tradicionales). En especial las operaciones dentro de
(1969), para los textos. sistemas métricos estrictamente regulados (p. ej.: la rima) y operacio-
133 ESTRUCTURAS ESTILISTICAS Y RETORICAS
LA CIENCIA DEL TEXTO 134
nes semánticas como las metáforas, deben de requerir otras especifi- la repetición del verbo «tiene», que remite al mismo referente textual,
caciones más amplias de condiciones, contextos, etc., lo que sin a saber, al Fiat 127 de Lujo. Lo notable es que estas estructuras
embargo no entra en el objetivo de este libro ni de este capítulo. En realmente llaman la atención (como la repetición en esta oración).
el capítulo siguiente se estudiará una serie de operaciones más 'am- En realidad, y acaso en otro contexto (una narración cotidiana), la
plias' que han sido mencionadas anteriormente, mientras que el gran continua repetición del esquema V/OD como en (16) no tiene por
grupo de las operaciones sintácticas (elipsis, zeugma; pero también el qué ser algo 'especial' y difícilmente podría funcionar de modo
empleo del estilo directo o indirecto, así como el 'discurso vivido', retórico: si se hace la relación de una serie de propiedades de un
etc.) requeriría una mayor discusión, sobre todo dentro de una objeto, de entrada se puede esperar también una estructura de este
sintaxis oracional, lo que sin embargo también sobrepasa el marco tipo. Lo sutil, sin embargo, consiste en que, sobre todo en el lenguaje
del presente libro. escrito, conocemos una serie de limitaciones que prescriben una
4.2.8 Si bien las estructuras retóricas no están ligadas por principio cierta variación (estilística u otra) o que una variación comparable
a las oraciones, hemos podido ver que en muchos casos, y también surja por casualidad. Tan sólo en presencia de tales reglas y regula-
en la retórica clásica, la descripción se produce en palabras o grupos ridades de la utilización cotidiana de la lengua pueden funcionar las
de palabras, es decir, en términos de una sintaxis oracional. En esta estructuras retóricas como tales.
obra nos ocupamos ante todo de la descripción de textos, aun Además de las mencionadas operaciones sintácticas en las secuen-
cuando la descripción en el nivel oracional sea también un compo- cias de oraciones, las relaciones entre oraciones, ya vistas en capítu-
nente integral de aquélla. Por consiguiente, todavía prestaremos los anteriores, son del dominio de la semántica y de la pragmática.
cierta atención a aquellas operaciones retóricas que sobrepasan (o También aquí, pues, se pueden asignar a las estructuras ya existentes
puedan sobrepasar) los límites de la oración, es decir: a las que son unas estructuras 'especiales' o bien desviaciones sistemáticas de las
características de las secuencias de oraciones. En el próximo capítulo reglas semánticas habituales. En este caso esto debería de referirse en
se discutirán las estructuras globales del texto completo. especial a las reglas de la conexión, coherencia, de tópico/comento y
En principio casi todas las operaciones retóricas pueden ser efica- perspectiva en lo que respecta a la semántica, y a relaciones entre
ces más allá de los límites de la oración, naturalmente a excepción de actos de habla en cuanto a la pragmática. En el nivel de proposicio-
las que se refieren a la sintaxis de la oración (p. ej. el zeugma). Pero nes podemos, pues, construir las siguientes operaciones semánticas:
la asonancia, la rima, la enumeración, la elipsis, el climax, etc., muy
bien pueden extenderse a dos o más oraciones, aunque no sin las ADJUNCIÓN: 1. Repetición de proposiciones
2. Información superflua, redundancia
barreras (cognitivas) antes mencionadas para las estructuras retóri- 3. Ampliación (digresión)
i as en general. Incluso existen operaciones que de hecho requieren el OMÍSION: 1. De presuposiciones
limite de la oración o, como mínimo, el de una oración incluida, 2. De consecuencias (esperadas)
como por ejemplo la figura en la que la última palabra de una 3. De elementos - proposiciones, p. ej.:
— predicados
oración debe ser idéntica a la primera palabra de la oración siguiente — argumentos
0 en la que las palabras iniciales o finales deben ser idénticas — cuantificadores/artículos
(anáfora, epífora). — expresiones modales
Más interesantes todavía son las operaciones en las que las relacio- 4. Ruptura de conexiones/cuasi-conexión
nas entre oraciones forman la base para las operaciones retóricas. (sin relaciones entre circunstancias)
5. Ruptura de coherencia
1 In ejemplo de esto es el paralelismo sintáctico, en el que las estruc- — ningún 'tema' (macroestructura)
iuras sintácticas de oraciones sucesivas son al menos parcialmente — cambio de tema improcedente
idénticas (con otras limitaciones, como la longitud y complejidad de — ninguna identidad referencial
las categorías correspondientes). Su «técnica» la emplea el siguiente — ninguna relación entre mundos (posibles)
6. Desviación del tópico-comento/distribución de información
irxto de un anuncio en el periódico para un Fiat 127 de Lujo: 7. Cambio de perspectiva
(16) «Tiene un motor de 47 DIN HP. PERMUTACIÓN: 1. Las presuposiciones vienen después de la oración
Alcanza fácilmente los 140 km/h, y 2. Las consecuencias vienen antes de la oración
tiene espacio para 5 personas y equipaje. 3. Desviaciones del orden habitual de las proposiciones (tiempo,
Tiene una caja de seguridad (...)» dimensiones, general-particular, etc.)
SUSTITUCIÓN: Véase omisión: empleo de otras proposiciones que las necesa-
Por regla general, este paralelismo sintáctico también supone una rias/esperadas
ulciitidad léxico/semántica o un paralelismo léxico/semántico, como 1. Oraciones metafóricas; alegorías
2. Tipos de expresión irónica
135 ESTRUCTURAS ESTILISTICAS Y RETORICAS LA CIENCIA DEL TEXTO 136

Unas divisiones esquemáticas parecidas también pueden hacerse pa- quedan sin analizar. Tampoco entraremos en detalle en las caracte-
ra las estructuras retóricas posibles de base pragmática. También en rísticas globales, típicas de los anuncios, tales como el nivel de la
este caso la razón explícita se fundamenta en unos conocimientos argumentación, los aspectos visuales (dibujos, fotografías) y sus
que poseemos a través de la estructura pragmática de la lengua y el relaciones con el texto. La tarea específica de una ciencia del texto
13

texto, por lo que, como mucho, podemos dar un nombre a los socio-psicológica consiste en averiguar hasta qué punto las estructu-
fenómenos más simples, puesto que una pragmática del texto de ras estilísticas y retóricas dependen de los requisitos para la modifi-
hecho apenas ha comenzado a dar los primeros pasos. cación de opiniones, posturas e intenciones.
Vamos, pues, a enumerar las siguientes operaciones pragmáticas Un caso claro de OMISION lo hallamos en el título de otro anuncio
(se omiten eventuales denominaciones tradicionales para las opera- de una marca de coche, el Marina Mark II:
ciones, de la misma manera que antes tampoco hemos empleado las
designaciones latinas de la retórica: se trata de conocer el sistema, ( 1 7 ) «PORQUE NO LE GUSTA CORRER RIESGOS»
sus reglas y principios, y no de una enumeración de nombres o una Este tílulo de un anuncio, impreso en letras grandes y gordas,
clasificación): simplemente reproduce la parte constitutiva de una frase, o mejor
1. Repetición del (mismo) acto de habla
dicho, la explicación de una circunstancia que se da por supuesta. En
ADJUNCIÓN:
2. Acto de habla 'superfluo', cuasi-acto de habla estos anuncios, por regla general, se trata de la proposición/asevera-
3. (Auto-)corrección, p. ej.: ción: «Vd. compra un X/Vd. debe comprar un X», donde la variable
— aseveración de presuposiciones/ representa el producto correspondiente. Esta suposición vuelve a
presuposición de aseveraciones.
1. (Véase semántica) omisión de presuposiciones que se habrían
confirmarse con el texto del anuncio, que al final de la exposición
OMISIÓN:
tenido que especificar reza:
2. Omisión de actos de habla necesarios/esperados, especifíca- (18) «Evidentemente, quien no quiera correr riesgos piensa ahora en un Marina
dores/motivadores Mark II antes de comprar un coche.»
3. Ruptura de condiciones pragmáticas (omisión de condiciones)
para determinados actos de habla
4. Ruptura de conexiones de parejas de actos de habla También resulta típico que aquí el mensaje central implícito de 'Vd.
5. Ruptura de la coherencia pragmática compra X', se exprese sólo indirectamente, como una condición pre-
— ningún macroacto de habla via normal de la acción (antes de comprar algo se reflexiona). En el
— cuasi-cambio de hablante mismo anuncio también aparece una serie de operaciones pragmáti-
I'I RMUTACION: 1. Los actos de habla presupuestos vienen después del acto de
habla cas. Por de pronto, el lema de la casa (en los anuncios holandeses):
2. Las consecuencias del acto de habla vienen antes del acto de ( 1 9 ) ¡ P E R O SI ES OTRO BUEN PRODUCTO L E Y L A N D !
habla
SUSTITUCIÓN:
3. Otras desviaciones del orden habitual de actos de habla
1. Empleo incorrecto de un acto de habla en lugar de otro, que de en el que se imita el lenguaje hablado, cosa habitual en los anuncios
hecho se habría ajustado al contexto (p. ej.: como hipérbole o actuales (un tipo de cambio de sistema [de registro o código], que
litote pragmáticas) funciona retóricamente al sugerir el contexto de una conversación
2. Empleo de cuasi-actos de habla honesta y digna de confianza), y en el que además, y mediante el
I sia relación de una serie de operaciones es provisional debido a las empleo de pero (si es otro), se da una cuasi-contestación a la refuta-
tn/ones ya mencionadas: tiene cierto carácter in-formal, por un lado ción o a la débil protesta de una expresión (implícitamente) negativa
por la manera general de presentarlas, y por otro, por la falta de u opiniones de otros, por ejemplo, del lector. Desde el punto de vista
Minocimientos de la misma pragmática. Por tanto, no podemos pragmático se deberá, pues, hablar de OMISION. Tanto en estas
todavía dar el paso siguiente, a saber, el de integrar las desviaciones operaciones como en las semánticas de este tipo, la función cognitiva
isiemáticas de las reglas pragmáticas por razones retóricas en el de la OMISION consiste en que el mismo lector aporta mentalmente la
inventario descriptivo. información ausente (proposición, acto de habla) con lo que se
l anto de las 'figuras' pragmáticas como de las semánticas daremos procura una información mediante unas conclusiones que el anuncio
il linal una serie de ejemplos extraídos de textos típicamente persua- en sí no explica, dado que la información en sí podría ser no del
sivos: de textos publicitarios de los periódicos. Muchos otros aspec-
tos (figuras fónicas, repeticiones léxicas, propiedades sintácticas CO-
MIÓ LA omisión de artículos, verbos o sustantivos, desviaciones de las " Para la estructura y la función de los anuncios véase, entre otros, L E E C H ( 1 9 6 6 ) ,
habituales divisiones de secuencias oracionales en oraciones, etc.) N U S S E R (comp.) ( 1 9 7 5 ) , R O E M E R ( 1 9 6 8 ) , F L A D E R ( 1 9 7 4 ) y H AUSWALDT-WINDMCILLER
( 1 9 7 7 ) . S A N D E L L ( 1 9 7 7 ) escribe sobre la influencia más generalizada del estilo.
LA CIENCIA DEL TEXTO 138
137 ESTRUCTURAS ESTILISTICAS Y RETORICAS
los requisitos habituales de las preguntas. También en este caso se
todo correcta o demasiado directa. La actuación indirecta es un asevera indirectamente algo evidente, con lo que se pretende subva-
medio muy apreciado en la utilización persuasiva de la lengua. lorar una cierta manifestación cualitativa, que ha de dar pie al lector
Después del título, el texto del anuncio para el Marina Mark II a corregirla implícitamente y predisponerlo a recibir bien precisamen-
comienza (17) como sigue: te la característica decisiva:
(20) «A Vd. le gusta observar bien todo lo que hace» (22) «¿Por qué un coche sólido no habría de tener también un aspecto excelente?»
Además de la extraña estructura semántica (lo normal sería: «le Finalmente, y en el mismo ejemplo, encontramos un ejemplo de
gusta observar bien todo lo que compra») se produce aquí una REPETICION semántica (que no es a la vez sintáctica ni léxica) en el
excepción pragmática específica, dado que el hablante le da una nivel de las proposiciones:
información al oyente sobre el propio oyente, información que éste (23) «Una auténtica garantía para conducir tranquilo (...)
ya debe de poseer. Estos enunciados también se producen en conver- Podrá estar seguro de conducir libre de toda preocupación.»
saciones/argumentaciones, sobre todo si se quieren fyar condiciones
o premisas: «Si Vd..., tendrá que...». Esta es también la estructura de Si bien este ejemplo de anuncio que acabamos de tratar aún nos
la argumentación de nuestro ejemplo del anuncio; por eso se trata permitiría muchos más análisis, ya después de esta breve observación
aquí de la ADJUNCION de 'información superflua'. nos muestra toda una serie de operaciones generalmente esenciales
Mientras que por un lado se pueden dejar implícitas ciertas infor- de los textos publicitarios.
maciones importantes, por otro también puede expresarse la in- En el anuncio de una agencia de viajes seguramente también
formación en una posición subordinada, p. ej.: en una oración hallaremos notas con respecto a lo que puede o debe encontrar, es
subordinada/tópico, y realizar de esta manera una forma de 'litote' decir: se cambia de perspectiva (lo que normalmente es incorrecto),
o 'subvaloración', actuando como si una característica buena deter- con lo que se produce una aseveración incorrecta:
minada fuese en realidad bastante casual: (24) «[En el catálogo de verano] también Vd. encontrará algunas propuestas
(21) «Por eso el agradable aspecto exterior del Marina no le distraerá de lo que en seductoras»
realidad busca. Y es que Vd. quiere un coche y no preocupaciones y lo tendrá.» La omisión de presuposiciones (necesarias) se encuentra en el clásico
El agradable aspecto exterior del coche aún no había sido menciona- ejemplo del compararativo sin función comparativa, uno de los
do; por eso el efecto pragmático que acabamos de discutir se basa en 'trucos' más notorios de los textos publicitarios:
la ruptura de la habitual estructura de tópico/comento o de presupo- ( 2 5 ) « C O N VIAJES S Ü D - E U R O P A LLEGARA MAS LEJOS»
sición/aserción. En la segunda parte de la segunda oración sigue una
omisión gramaticalmente más o menos incorrecta del verbo auxiliar con lo que queda implícito que otras organizaciones de viajes o bien
querer, con lo que se produce un zeugma. el lector en general suelen quedarse en un lugar más cercano a su
Así como en el mismo ejemplo, hasta el momento, la perspectiva hogar. Un paradigma típico, en este sentido, es el siguiente:
siempre ha sido la del oyente, o sea, una especificación de sus
acciones y deseos (que el hablante daba por supuesto), en la última (26) X, (para) \ V ¡ n f ADJ./COMP.
oración de (21) se produce un cambio de perspectiva: sólo el hablante
puede saber, desde su punto de vista, que el oyente tendrá un coche, «X, para un café mejor», «K, para un cabello más sedoso», «Z, para
como mínimo, si se sigue la interpretación normal de la última una conducción más segura», etc.
oración. Así, ya llegamos a la próxima estructura retórica de base Estas comparaciones implícitas, en las que el producto ofrecido se
semántica: la exageración. Es evidente que el lector no tendrá (no se presenta como mejor o único, también se pueden presentar mediante
le regalará) un coche, sino que se lo tendrá que comprar. Esto determinados enunciados sin comparativo, como en el siguiente
significa que lo recibirá (en propiedad) si lo compra. Este tipo de anuncio de un seguro de vida:
limitación de un componente semántico es, por ende, una forma de
OMISION. No obstante, como a la vez se habla del precio, también se (27) «Para Concordia todos los asegurados son iguales»
puede hablar de una PERMUTACIÓN, y lo normal sería: «Tendrá un Aquí se asevera implícitamente —si se lee acentuando en Concordia—
coche por... ptas.» que tal vez este trato igualitario lo brinda sólo esta compañía; en el
Ya habíamos discutido una cuasi-refutación contra una asevera- mismo anuncio, algo más tarde, esto se explícita, y además, con un
ción implícita en este anuncio, y ahora nos encontramos con una comparativo:
típica pregunta retórica, es decir, una pregunta que no cumple con
139 ESTRUCTURAS ESTILISTICAS Y RETORICAS LA CIENCIA DEL TEXTO 140
(28) «porque Concordia hace las cosas de otra manera, más cerca del asegurado». a lo acostumbrados que estamos a las típicas formas de lengua y
Con frecuencia en los anuncios se omiten no sólo las presuposicio- comunicación de los anuncios y mensajes persuasivos en general.
nes, sino también las consecuencias y conclusiones, y el lector debe Hemos visto que un texto publicitario trabaja sobre todo con OMI-
introducirlas mentalmente. Un buen ejemplo lo aporta el deseo SIONES semánticas y pragmáticas, quedando implícitas las presuposi-
aparentemente 'universal', en el anuncio de Año Nuevo de la empre- ciones y las consecuencias/conclusiones; sólo se ejecutan actos de
sa Opel: habla indirectos o cuasi-actos de habla, a menudo conforme al uso
lingüístico de una conversación familiar, personal (o del anuncio
( 2 9 ) « D E S E A M O S A TODAS LAS PERSONAS QUE COMPREN UN C O C H E NUEVO EN 1977, QUE
TENGAN BUEN OJO Y SEPAN DECIDIR CORRECTAMENTE»
público como en el circo, p. ej., en un anuncio de Fiat: «¡Entre y
mire! ¡Entre y mire!») o sobre la base de la omisión sintáctica
en el que se sustituye pragmáticamente una invitación/exhortación (artículo, etc.).
(«Compre Vd....») por un deseo, y sólo aparentemente se desea De este resumen no debe deducirse que sólo los textos publicita-
sabiduría, es decir, algo en interés del comprador/lector; más bien se rios emplean intensivamente las operaciones retóricas. Bien al con-
desea indirectamente que compre un Opel. También se da indirecta- trario, dado que la mayor parte de nuestro uso lingüístico cotidiano
mente una motivación a través de la enumeración de los éxitos de es de tendencia más o menos persuasiva, por lo que emplea las
venta y rendimiento de los coches Opel: mencionadas estructuras retóricas. Como medio para la interacción,
(30) «1969: El coche más vendido en los Países Bajos: Opel Rally; campeón de y como acción que debe dirigir otras acciones —es decir: influir en el
Holanda: Opel Kadett interlocutor—, un acto de habla finalmente no sólo debe ser correcto
1970: El coche más vendido en los Países Bajos: Opel Rally; campeón de o estilísticamente adecuado en un contexto específico, sino que tam-
Holanda: Opel Kadett
[etc] (...)»
bién exige un efecto óptimo en sentido estratégico. Esta estrategia es
determinada y posibilitada por la aplicación de estructuras retóricas.
Como implícitamente se süpone que la enumeración de estos hechos
ya es razón suficiente para comprar un Opel, no hace falta dar una
argumentación más detallada, y el deseo en sí puede expresarse de
manera vaga.
Volkswagen-Audi empleó en su anuncio de Año Nuevo una figura
similar: se dirige a todos los conductores según sus marcas:
(31) «Querido conductor de Maserati, querido conductor de Alfa-Romeo,...»
De esta manera se enumeran unas treinta marcas/conductores, des-
pués de lo cual se le desea metafóricamente al mundo automovilísti-
co: «Les deseamos un buen comienzo para el año 1977». En este
caso, el quid de la cuestión aparece en una postdata:
(32) «P.D.
Los conductores de Volkswagen y Audi ya han recibido una felicitación
personal.
El año próximo, también Vd. puede tenerla...»
con lo que el mensaje esencial se presenta casi como de pasada y la
conclusión, que se indica por medio de puntos (..., si compra un VW
o un Audi), debe ser deducida por el lector. El empleo de una
expresión como «personal» es característico de una serie de expresio-
nes léxicas distintivas de los anuncios en lo que respecta a su valor,
digamos, asociativo/emotivo.
De momento nos contentaremos con estos pocos ejemplos de la
aplicación específicamente retórica de relaciones pragmáticas y se-
mánticas entre proposiciones/oraciones/actos de habla dentro de
secuencias. A primera vista estas figuras apenas se reconocen, debido
LA CIENCIA DEL TEXTO 142
5. Superestructuras palabras: después de haber escuchado o leído una narración, sabe-
mos que se trata de una narración y no de un anuncio o una
conferencia. Ahora bien: para demostrar que el tema o el objeto y la
típica estructura narrativa son independientes entre sí, podemos muy
bien imaginarnos un texto que si bien también trata de un robo, no
es en absoluto una narración, sino un informe policial o una decla-
ración hecha después del robo, un informe de los daños habidos a
una casa de seguros junto con la denuncia del robo, etc. Estos
diferentes tipos de textos se diferencian todos entre sí, no sólo por
sus diferentes funciones comunicativas y, por ello también, por sus
funciones sociales, sino que además poseen diferentes tipos de cons-
trucción. Denominaremos superestructuras a las estructuras globales
que caracterizan el tipo de un texto. Por lo tanto, una estructura
narrativa es una superestructura, independientemente del contenido
(es decir: de la macroestructura) de la narración, aun cuando vere-
mos que las superestructuras imponen ciertas limitaciones al conte-
nido de un texto. Para decirlo metafóricamente: una superestructura
es un tipo de forma del texto, cuyo objeto, el tema, es decir: la
macroestructura, es el contenido del texto. Se debe comunicar, pues,
el mismo suceso en diferentes 'formas textuales' según el contexto
comunicativo.
5.1.3 Aunque no existe una teoría general de las superestructuras,
sí se conoce una teoría sobre determinadas superestructuras, particu-
larmente sobre la narración y la argumentación. Por esta razón no
podemos ofrecer una teoría general, sino que hemos de limitarnos a
una serie de observaciones sobre las hipotéticas características de
5.1 ¿Qué son las superestructuras? estas estructuras. Discutiremos en detalle algunos tipos de estructu-
ras textuales para demostrar de qué manera se relacionan las super-
5.1.1 Para finalizar provisionalmente la discusión sobre los diferen- estructuras con otras estructuras, textuales; por ejemplo, con las
tes tipos y niveles de estructuras textuales, vamos a dedicarnos a una semánticas.
serie de estructuras globales especiales, a las que denominaremos De la misma manera que en las estructuras retóricas en el nivel de
superestructuras. Dado que para estas estructuras todavía no se ha oraciones y secuencias, con la introducción de las superestructuras
acuñado un concepto generalizado y obligatorio, también podría dejaremos de lado la gramática y la lingüística propiamente dichas.
emplearse el término «hiperestructura». Incluso el ya mencionado Por esta razón, las superestructuras tradicionalmente sólo tenían
concepto de macroestructura podría servirnos en este caso; no obs- cabida en los campos de la retórica, la poética y la filosofía, o —en
tante, y para evitar evidentes posibilidades de confusión, mantendre- las asignaturas más modernas— sólo en aquellas disciplinas en que
mos el término macroestructuras semánticas para la explicación del la importancia de determinadas estructuras textuales específicas era
significado global —del objeto del texto—, e introduciremos las evidente, como el texto propagandístico en la politología o el texto
superestructuras como concepto nuevo. periodístico en las ciencias de la información. Esta fragmentación de
la investigación del uso de la lengua y del texto precisamente se evita
5.1.2 La manera más sencilla de ilustrar las superestructuras es mediante la delimitación de una ciencia del texto interdisciplinaria,
hacerlo a través de una narración. Una narración puede tratar de un que coloca el estudio de diferentes textos, sus estructuras y funciones
tema determinado, p. ej., de un robo. Sin embargo, además del en un denominador común.
hecho de que el texto posea este tema global, tiene a la vez la Las superestructuras y las macroestructuras semánticas tienen una
característica global de que se trata de una 'narración'. En otras propiedad común: no se definen con relación a oraciones o secuen-
cias aisladas de un texto, sino para el texto en su conjunto o para
143 SUPERESTRUCTURAS LA CIENCIA DEL TEXTO 144

determinados fragmentos de éste. Esta es la razón por la que habla- también en ese caso se trata de estructuras de argumentación abstrac-
mos de estructuras globales, a diferencia de estructuras locales o tas, cuyas variantes formales se pueden explicitar en sistemas lógicos
micrOestructuras en el nivel de las oraciones. Si decimos de un texto de fórmulas y reglas de deducción, igualmente independientes del
que se trata de una narración, nos estamos refiriendo a todo el texto 'contenido' de las fórmulas. El reconocimiento de que este modo
y no a la primera oración ni a las siguientes, de las que a primera 'abstracto' de proceder no sólo es conveniente sino incluso necesario
vista probablemente tampoco podría decirse que forman parte de debería de resultar del hecho de que las mismas superestructuras, los
una narración. mismos esquemas, pueden manifestarse en diferentes sistemas semió-
Las superestructuras no sólo permiten reconocer otra estructura ticos. Una estructura de relato se puede expresar tanto a través de un
más, especial y global, sino que a la vez determinan el orden (la texto como a través de dibujos o películas. Es decir que aquí se
coordinación) global de las partes del texto. Así resulta que la propia mantiene la típica estructura de relato —que a partir de ahora
superestructura debe componerse de determinadas unidades de una denominaremos estructura narrativa para evitar confusiones con el
categoría determinada que están vinculadas con esas partes del texto relato narrado (el texto)— en los diferentes 'mensajes' de los sistemas
previamente ordenadas. La expresión formal sería la siguiente: una semióticos. Dado que un sistema de categorías y reglas narrativas
superestructura se plasma en la estructura del texto (como la hemos típicas que define la estructura narrativa no puede manifestarse
construido hasta ahora). Es decir que la superestructura es una directamente, sino que siempre necesita de otro sistema, de una
especie de esquema al que el texto se adapta. Como esquema de 'lengua', podemos llamar secundarios a estos sistemas. Otro ejemplo
1

producción esto significa que el hablante sabe: «Ahora contaré un conocido de un sistema secundario de este tipo nos lo ofrece la
cuento», mientras que como esquema de interpretación esto significa métrica: también un determinado sistema métrico sólo puede mani-
que el lector no sólo sabe de lo que trata el texto, sino, sobre todo, festarse mediante formas fónico/gráficas de la lengua natural (o de
que el texto es una narración. En el próximo capítulo discutiremos la música). Aquí nos limitaremos en un futuro a los sistemas que
estos aspectos cognitivos de las superestructuras en la elaboración de puedan representarse en textos de la lengua natural.
los textos.
Acabamos de mencionar que las superestructuras existen indepen-
dientemente del contenido y que, por regla general, estas estructuras 5.2 ¿Cómo se describen las superestructuras?
no se describen con la ayuda de una gramática lingüística. Podría-
mos decir, dentro de ciertos límites, que una persona puede hablar y 5.2.1 Después de haber adquirido esta primera noción de superes-
entender su lengua, sin que por ello tenga que estar capacitada para tructura, surge la cuestión de cómo describir formalmente una estruc-
narrar. Por otro lado tampoco sería muy útil para un hablante tura de este tipo. Esta descripción puede tener un carácter más o
conocer las reglas de la gramática sin saber reproducir los sucesos menos intuitivo, como por ejemplo en la ciencia tradicional de la
cotidianos con una narración correcta o sin poder comprender lo narración o de la argumentación, o ser más o menos explícita, como
que otros cuentan. Es decir que también hay que dominar las reglas puede verse en los ejemplos de la gramática y la lógica.
en que se basan las superestructuras, y estas reglas pertenecen a - Las propuestas para una descripción sistemática de este tipo ya
nuestra capacidad lingüística y comunicativa general. Por consiguien- resaltan del último párrafo: una superestructura es un tipo de esque-
te supondremos que como mínimo una serie de tipos de superestruc- ma abstracto que establece el orden global de un texto y que se
turas posee un carácter convencional, es decir que la mayoría de compone de una serie de categorías, cuyas posibilidades de combina-
hablantes de una comunidad lingüística las conoce o reconoce. En ción se basan en reglas convencionales. Esta característica produce
seguida veremos que esa comunidad lingüística puede ser bastante un paralelismo con la sintaxis, con la que describimos una oración
limitada, como por ejemplo las comunidades de técnicos, ya que no (no en balde hablábamos de una 'forma textual'). La formulación
lodo el mundo puede escribir un soneto, predicar o redactar y sugiere, para este tipo de sistemas semióticos abstractos, un procedi-
comprender un artículo psicológico. miento que funciona análogamente a la gramática y la lógica. Esto
Si bien las superestructuras pueden tener también un carácter requiere, en primer lugar, que formulemos (i) una serie de categorías
convencional y manifestarse en textos de la lengua natural, resultará para las diferentes superestructuras y (ii) una serie de reglas median-
conveniente considerarlas y describirlas en primera instancia como te las que pueden combinarse las categorías entre sí. Estas reglas de
independientes de las estructuras textuales 'lingüísticas'. En otras
palabras: en primer lugar podemos analizar el esquema abstracto y Sobre todo en los estudios literarios estructuralistas rusos se ha discutido con
posteriormente investigar hasta qué punto se manifiesta en los textos
1

frecuencia el concepto de «sistemas secundarios», como por ejemplo, la literatura


de una lengua natural. La lógica nos ofrece unos procesos parecidos; frente a la lengua natural. Véase p. ej. L O T M A N (1972 a, b).
145 SUPERESTRUCTURAS LA CIENCIA DEL TEXTO 146
formación deben establecer, por ejemplo, que, dadas las categorías a, 'función' a las estructuras. Sin embargo, todavía no se ha aclarado
b, c, sólo son aceptables las combinaciones ab, be, ac y no ba, cb, ca hasta qué punto se puede hablar en realidad del 'significado' de una
o abe, bac, cab, etc. Estos fenómenos ya los conocemos de la escuela, estructura narrativa, excepto en la manera formal-abstracta en que
como esquemas de la rima. Además de estas categorías y reglas que se podría decir que el 'significado' de una estructura narrativa sería
generan las estructuras básicas elementales de los distintos sistemas la 'narración', de modo análogo al que un esquema a b b a puede
(es decir: que los describen explícitamente) también conocemos reglas interpretarse como una combinación de unidades de rima. Aquí nos
que relacionan estas estructuras entre sí o que las combinan. Se trata limitaremos a esta discusión para dedicarnos en primer lugar a las
de las reglas de transformación. Esta regla de transformación podría, bases empíricas y los diferentes tipos de superestructuras.
por ejemplo, significar que si combinamos las estructuras ab y be
entre sí, también podremos poner en su lugar la estructura ac, es
decir que desde un punto de vista dado, <ab, bc> y ac son equivalen- 5.3 Las bases empíricas de las superestructuras
tes. Las reglas de transformación también pueden determinar que en
ciertas circunstancias podemos desviarnos de una estructura básica. 5.3.1 Dado el carácter abstracto de las superestructuras se nos
También este fenómeno nos resultará conocido de la métrica y la plantea la cuestión de cómo se manifiestan concretamente. Esta
teoría de la versificación, como cuando, por ejemplo, una estructura manifestación sólo puede producirse indirectamente, dado que las
métrica de repente se vuelve 'irregular' porque la palabra de la rima superestructuras forman parte de sistemas secundarios. Para la des-
no es la última palabra de una parte sintácticamente independiente cripción textual, por ejemplo, esto supone que nos encontramos con
de la oración (como en el encabalgamiento). De la misma manera ciertas limitaciones o regularidades que como tales no se producen
también veremos que en la estructura narrativa 'canónica', por ejem- sobre una base gramatical (si tomamos la lengua natural como el
plo en la literatura, a menudo tienen lugar ciertas modificaciones. sistema respecto del cual las superestructuras son sistemas secunda-
Estas modificaciones tienen, el mismo status que las operaciones rios). Tracemos una comparación: podemos observar que en deter-
retóricas: A D J U N C I O N , COMISION, INVERSION y : SUSTITUCION. Para minados textos aparece una identidad fónica regular, por ejemplo,
evidenciar la naturaleza abstracta del esquema, las unidades ('pala- una rima, que no se basa en las reglas fonológicas de la lengua. Por
bras') del sistema se compondrán sólo de letras, por ejemplo x, y, z... ello suponemos que hay además de la gramática, otro sistema que
o a, b, c..., como ya se ha mencionado anteriormente. Según la determina la estructura de tales tipos de textos, como por ejemplo un
superestructura en cuestión, estas letras podrán interpretarse como sistema métrico o un sistema que se basa en la teoría de la versifica-
unidades fónicas, gráficas o semánticas. De hecho ya hicimos algo ción, de modo que esta regularidad no es en absoluto casual.
similar en el nivel oracional con las estructuras retóricas, que tam-
bién son 'secundarias' y que se describen junto con las superestruc-
turas en la retórica clásica. 5.3.2 Admitimos además que este sistema no sólo establece la
estructura textual en abstracto, sino que los hablantes lo conocen y
'>.2.2 Esta aproximación 'formal' a las superestructuras es provisio- pueden aplicarlo adecuadamente. Por lo tanto, un hablante debe ser
nal en muchos sentidos, dado que la problemática en sí todavía no capaz de producir y de interpretar textos de acuerdo a este sistema.
puede ser valorada en su justo punto. En primer lugar hay que Si un sistema de este tipo es convencional, se podrá deducir, entre
subrayar que la formación explícita de la teoría sólo puede realizarse otras cosas, que un hablante puede establecer grosso modo una
adecuadamente sobre la base de observaciones sistemáticas. Incluso diferencia entre los textos que manifiestan una superestructura
una gramática moderna se fundamenta en la tradición de un estudio 'correcta' y aquellos en los que esto no se produce. Si volvemos a
de la lengua de casi dos mil años. Durante este período se han ido restringirnos a las estructuras narrativas, resultará que un hablante
desarrollando las categorías y reglas 'intuitivas' más importantes, y sabe, en principio, si un enunciado dado es una narración o no, o si
hay que añadir varias décadas de análisis estructural de la lengua. simplemente es 'más o menos' una narración. Por ello, una teoría de
Aún sabemos muy poco acerca de las superestructuras, por lo que las superestructuras debe tematizar determinadas particularidades
estas observaciones y análisis también suponen un primer requisito del comportamiento lingüístico de los hablantes; y la teoría realmen-
l>;ira una descripción más bien formal. te lo hace al postular un sistema convencional de categorías y reglas
Por lo demás, en el nivel formal de la descripción surge una serie que parcialmente también co-definen este comportamiento. La 'exis-
«le problemas. Incluso si tuviéramos una 'sintaxis' elemental para un tencia' de un sistema de superestructuras puede también explicarse,
determinado sistema de superestructuras, nos haría falta una semán- además de por medio de esta observación sistemática de expresiones,
tica que aportase el 'contenido', el 'significado', la 'referencia' o la textos y demás usos de la lengua, sobre la base de la aplicación o
calificación más o menos consciente del propio hablante: éste puede
147 SUPERESTRUCTURAS LA CIENCIA DEL TEXTO 148

aportar ciertos juicios sobre los textos en conceptos del sistema, ambos casos el esquema debe plasmarse en secuencias, con lo que las
clasificar los textos sobre la base de estos conceptos así como dar un diferentes unidades de estas secuencias caen 'bajo' diferentes catego-
nombre convencional a los tipos de texto específicos; p. ej.: esto es rías del esquema.
una narración, aquello se encuentra en un texto publicitario, alguien Sin embargo, persiste la pregunta de hasta qué punto todos los
daba una conferencia, etc. textos tienen una superestructura. Si así fuera, esto supondría que
cada texto pertenece a un tipo convencional, y no sólo por su conte-
5.3.3 Si hablamos de que los hablantes 'conocen' un sistema de nido o simplemente por cierta función pragmática o social (como
reglas implícitamente y que lo aplican, ello significará que este una orden, una petición o una excusa), sino debido a una estructura
sistema debe poseer una base psicológica en forma de reglas/proce- esquemática global dada que se manifiesta en el texto. Esta hipótesis
sos, categorías, etc., cognitivos. Sin embargo, no significa que una parece, al menos a primera vista, bastante problemática para un
teoría formal, que genera superestructuras de textos, deba coincidir texto del tipo del ya mencionado «¡Ven!», a no ser que se quiera
con una teoría de los procesos cognitivos de la elaboración de textos, admitir este enunciado como parte de una conversación y distinguir
es decir, de la producción y la interpretación de superestructuras. a su vez determinadas superestructuras en esta conversación; las
Queda en suspenso en qué consiste exactamente la relación entre categorías pueden, en ciertas circunstancias, también estar 'vacías',
estas dos teorías. Una teoría cognitiva no sólo debe explicar cuáles lo cual puede darse de manera similar en la construcción de oraciones.
representaciones de superestructuras tenemos en nuestra memoria, Sin embargo, no queda excluido de entrada que haya textos que,
sino también cómo se producen en un determinado proceso de aunque se reconozcan como tales por otras razones (semánticas,
interpretación. No obstante, en una teoría más abstracta se asigna pragmáticas y retóricas), apenas posean o acaso no posean ninguna
una determinada superestructura como un todo a un texto en virtud superestructura convencional. Aparentemente, un anuncio o un poe-
de determinadas reglas de reproducción, por lo que quedan fuera de ma pueden poseer una forma global casi arbitraria, y tampoco
toda consideración aquellas estrategias concretas que un hablante podemos imaginarnos directamente y sin más de qué manera tienen
emplea para una construcción lo más eficaz posible de una represen- una superestructura convencional una noticia de la prensa o un spot
tación de superestructuras. Con todo, una teoría del texto rigurosa publicitario de la televisión. A la inversa, también hay textos cuyas
también debe ser cognitivamente relevante en el sentido de que como formas están institucionalmente establecidas o fijadas, como por
mínimo una parte de sus categorías y reglas debe ser parte integrante ejemplo los rituales religiosos, las leyes, los contratos o determinados
de una teoría cognitiva más amplia, si realmente quiere tomarse en documentos. Nuestro problema de si todos los textos tienen superes-
serio la utilización real de la lengua. Más tarde volveremos sobre la tructuras, es pues sobre todo empírico, y debe solucionarse mediante
importancia de las macroestructuras y superestructuras introducidas la observación y la descripción sistemáticas.
para la formación de la teoría psicológica.
5.3.4 Finalmente cabrá preguntarse hasta qué punto las superestruc- 5.4 Tipos de superestructuras
luras realmente son una propiedad general de los textos. Si bien ya 5.4.1 Con los ejemplos expuestos habrá quedado claro que segura-
liemos mencionado una serie de ejemplos, como la narración, la mente hay que distinguir entre diferentes tipos de superestructuras.
argumentación y el poema, no puede deducirse de ello que todos los Una primera división puede llevarse a cabo si tomamos como base
textos posean una superestructura. También los textos de una sola aquellas estructuras que componen un sistema primario (por ejem-
liase o incluso de una sola palabra caen bajo esta categoría (por plo, la lengua natural), en el que se manifiestan las superestructuras.
ejemplo, la orden «¡Ven!»). Unos problemas parecidos también sur- Los sistemas métricos o bien los que se basan en la teoría de la
gieron durante la observación de las macroestructuras semánticas. versificación se manifiestan ante todo como ciertas limitaciones de la
Sin embargo, en este caso resulta que las micro- y macroestructuras estructura fonológica/morfológica/léxica y parcialmente también sin-
I Hieden muy bien coincidir, mientras que podemos suponer que todo
texto coherente tiene un 'tema' global, es decir, una macroestructura, táctica de un texto; dichas limitaciones son, en principio, indepen-
.uinque sólo se exprese con una frase. dientes del contenido del texto. A la inversa, habitualmente una
No obstante, es posible que las superestructuras específicas, como estructura narrativa se plasma en la estructura (macro-Jsemántica de
por ejemplo un esquema narrativo, impongan ciertas limitaciones a un texto. Finalmente también podemos suponer que la superestruc-
lu forma de un texto. Por ejemplo, enseguida se verá que por princi- tura se basa en la estructura pragmática de un texto o una conversa-
pio no se puede hacer ninguna narración sobre la base de una única ción, por ejemplo en la secuencia de actos de habla, como puede
oración/proposición. Con la argumentación ocurre lo mismo. En ocurrir en una discusión argumentativa.
149 SUPERESTRUCTURAS LA CIENCIA DEL TEXTO 150

5.4.2 Eventualmente también podríamos intentar dividir las supe- tes contextos, por lo que podemos suponer que determinadas propie-
restructuras sobre unas bases puramente formales, y no, como se ha dades cognitivas y sociales de los contextos están relacionadas con
hecho anteriormente, según su manifestación o sus funciones (como categorías específicas en las superestructuras. Vamos a dar un ejem-
enseguida veremos). Esta división formal puede llevarse a cabo plo muy gráfico: si un fiscal, debido a una serie de reflexiones, llega
según el tipo de categorías, reglas y otras limitaciones —internas— a hacer una petición, ésta tendrá una función institucional muy
de los diferentes sistemas. Los sistemas pueden distinguirse, pues, específica; para el juez, por ejemplo, tendrá un status muy diferente
según varios tipos de recursividad, es decir, a través de la posibilidad que las 'reflexiones' del fiscal que, consideradas por separado, acaso
de repetir la misma categoría o regla. Sin embargo, en este caso se se hayan realizado ad hoc, por lo que no tienen una función institu-
trata únicamente de propiedades teóricas, ya que los textos, desde un cional específica. Lo mismo puede aplicarse al fallo específico del
punto de vista empírico, sólo tienen una longitud limitada. Dados juez frente a la fundamentación del fallo. De esto parece poder
los símbolos de categorías A y B, podemos imaginarnos sistemas que deducirse que el 'hallar' determinadas categorías para la descripción
por ejemplo permitan una serie AAAAAAB, pero no una serie de las superestructuras puede ser determinado, aunque, en sentido
A BBBBBB, o viceversa. Así pues, una argumentación o una demos- estricto, indirectamente, por un análisis de las posibles funciones que
tración formal será del primer tipo y no del segundo (si B representa tienen estas categorías en el contexto comunicativo.
la categoría de la conclusión), en tanto que el segundo tipo de
estructura más bien representa un informe periodístico (en el que A 5.4.4 Otra cuestión interesante para la tipología y la teoría de las
es la categoría del título). Otras diferencias formales similares se superestructuras es la de la posible base común: ¿resulta posible
hallan en la posibilidad de poder «empotrar» una superestructura reducir las diferentes superestructuras con que nos hemos encontra-
dentro de sí o no, de la manera en que se puede «empotrar» un do hasta ahora, como la narración y la argumentación, a una super-
cuento dentro de un cuento, o una demostración como 'lema' dentro estructura más elemental o a un pequeño número de superestructu-
de una demostración. Aquí no intentaremos presentar una teoría ras más elementales? El problema se reconoce fácilmente si esta
formal que, por ejemplo, pudiera basarse en la lingüística matemáti- pregunta ha de referirse tanto a superestructuras de base fonológica
ca o la teoría de las lenguas formales; nuestra tarea consiste más bien como de base semántica: una estructura que se basa en la teoría de
en juntar algunos fragmentos (informales) para una teoría de esta la versificación y una estructura narrativa son, quiérase o no, de
índole. índole totalmente distinta, por más que alguna vez se empleen metá-
foras de la teoría de la música o de la métrica para describir
5.4.3 Finalmente podemos plantear la cuestión de si resulta posible estructuras narrativas, o a la inversa, como ya lo insinúa el vago
diferenciar las superestructuras sobre la base de las funciones o los concepto de «composición».
efectos sociales y pragmáticos. Hay que tener en cuenta que las Estas preguntas no se pueden contestar sin una amplia investiga-
superestructuras nunca pueden poseer directamente (es decir, «en sí») ción de todas las superestructuras posibles. No obstante, la forma-
estas funciones, dado que únicamente se manifiestan a través de la ción de hipótesis es necesaria de entrada para que semejante análisis
estructura de una lengua. Por eso, el efecto o la función de una tenga la necesaria coherencia. Ya nos sería de gran ayuda si las
narración nunca pueden considerarse desvinculados de otras estruc- categorías de distintos tipos de superestructuras fueran comparables
turas semánticas, retóricas o estilísticas. Así parece, pues, que un entre sí, lo cual podría llevarnos, a través de la generalización y la
esquema narrativo 'vacío' nunca puede tener una función determina- abstracción, a una teoría general de las estructuras globales de textos.
da por sí mismo, o por lo menos no como esquema narrativo, si bien Al buscar una base común para las estructuras globales no nos
existe la posibilidad de que la estructura específica del esquema queda más remedio que tener presente que los esquemas muy proba-
posea una función de este tipo en un texto determinado. Concretan- blemente no son arbitrarios y que están en estrecha relación con los
do diremos que la manera en que se cuenta una historia puede tener aspectos semánticos y pragmáticos de los textos y de la comunicación
cierto efecto estético, pero incluso en tal caso persiste la pregunta de o que, como mínimo, en un principio, existía esta relación. Acto
si tales efectos no se basan también en otros factores, sobre todo seguido, y en el nivel global de la descripción textual, en el que se
semánticos. Además, persiste el hecho de que la función específica de distingue entre superestructuras y macroestructuras, se puede recono-
los textos está vinculada con su superestructura. Ya hemos visto que cer una diferencia que ya surge en el nivel de las oraciones, entre,
en principio podemos describir el 'mismo contenido', por ejemplo, por un lado, la estructura semántica de la oración, y por otro, la
un robo, tanto en una narración como en una declaración policial o estructura de tópico/comento o presuposición/aserción de la oración,
en una reclamación por daños y perjuicios dirigida a la compañía de que está dirigida a la pragmática de la comunicación. De esta
seguros. Por regla general, estos tipos de texto funcionan en diferen- manera existe la estructura oracional 'canónica' de que el primer
151 SUPERESTRUCTURAS LA CIENCIA DEL TEXTO 152
constituyente nominal (o sujeto) adopta la función del tópico, es una forma textual canónica tal que las primeras macroestructuras o
decir: la función que indica sobre qué 'objeto' ya introducido o la primera parte de ellas funcionen como 'tópico' en el nivel textual.
conocido dentro del resto de la frase 'se dice algo', como en la (Para evitar confusiones recordemos que en este caso no hay que
sencilla frase: Juan está en el cine. La estructura de tópico/comento pensar en un concepto de 'tópico' que sea equivalente a un concepto
tiene algo que ver con la distribución de la información dentro del de objeto o tema, es decir: a la totalidad de la macroestructura del
texto, donde, en principio, un concepto (una cosa, una persona o un texto.) En un tópico de este tipo se introduce, por ejemplo, una
hecho) siempre sirve de 'punto de partida' al que a lo largo del texto persona, de manera que en el texto en sí pueda describirse amplia-
se asignan determinadas características o propiedades. mente esta persona. Además, dentro del mismo 'tópico' pueden
Por lo que la lingüística moderna ha podido descubrir hasta introducirse otras personas a la vez que el lugar y tiempo del suceso
ahora, una estructura de tópico/comento no puede generalizarse sin sobre el que se informa. Esta información reunida puede adoptar la
más en el nivel del texto. De entrada sería absurdo decir que al función de introducción de una narración o un informe. A lo largo
principio del texto aparece un único tópico global y en el resto un del resto del texto se dirá lo que es pragmáticamente necesario
comento global, por lo menos no en el sentido arriba indicado. En la informar sobre las personas mencionadas, de manera que esto fun-
medida en que pueda hablarse de una relación, no hay que verla con ciona como 'comento' en el nivel textual. Con unas expresiones aún
el texto como secuencia de oraciones, sino con la macroestructura muy vagas y en analogía con la semántica oracional/pragmática
del texto. En segundo lugar, como decíamos, la división binaria oracional hemos dado el primer paso para distinguir determinadas
tópico/comento en el nivel de la frase afecta a la distribución de la funciones en la macroestructura de un texto. Dado que ya hemos
información en el texto. En el nivel del texto como un todo a buen aclarado que las superestructuras a buen seguro no son arbitrarias,
seguro no siempre se puede argumentar en estos conceptos, puesto sino que 'reflejan' determinadas funciones cognitivas, pragmáticas o
que los objetos 'ya introducidos en textos/oraciones previos' apare- sociales en la comunicación textual, vamos a suponer ahora que las
cen a lo sumo en secuencias textuales, por ejemplo en conversaciones 'funciones informativas' globales introducidas paso a paso son for-
(diálogos, discusiones, cartas, etc.). Algo similar vale para la división mas básicas en el nivel de la macroestructura, para, como mínimo,
presuposición/aserción, que se basa en proposiciones previas y actua- una parte de las superestructuras. En seguida veremos que la estruc-
les expresada en oraciones. tura de una narración en el fondo no es más que otra diferenciación
A pesar de estos avisos en contra de una adopción demasiado de tales estructuras elementales.
directa del par conceptual tópico/comento, también se pueden fijar, Algo similar se constata en la misma distribución funcional en el
con un poco de fantasía y en el nivel del significado global de un nivel de las proposiciones, a saber, en la estructura de presuposi-
texto —es decir, en el nivel de la macroestructura— posibles distin- ción/aserción de oraciones (complejas). En este caso se hace una
ciones en las funciones de la información. Este paso incluso es manifestación con relación a una circunstancia ya conocida que se
necesario para los casos en que el texto realmente sólo se compone fundamenta, por ejemplo, en algo ya manifestado en el texto o el
de una única frase. Si alguien llama por teléfono y pregunta por contexto. También aquí nos movemos en el campo límite entre
Juan y si yo (parco de palabras) le contesto simplemente con la ya semántica y pragmática: las circunstancias y los mundos son el
mencionada frase: Juan está en el cine, también mi contestación dominio de la semántica, mientras que el 'conocimiento' de circuns-
pertenecerá como texto a la división de funciones tópico/comento, tancias en el oyente y el 'hacer' del 'enunciar' son sin duda de orden
aun cuando sólo sea porque aquí las estructuras micro- y macrose- pragmático. Además de hablar de estas relaciones entre proposicio-
mánticas de oración y texto coincidan. nes, podemos discutir sobre las relaciones de condiciones y consecuen-
En los textos más complejos, en los que ya no se da este caso, cias más generales entre las circunstancias o proposiciones 'sobre' las
podemos seguir, sin embargo, razonando de la siguiente manera: si circunstancias. Una forma fácilmente reconocible de estas relaciones,
se quiere saber 'de qué trata el texto' hay que mencionar en primer que se basan en diferentes tipos de 'necesidad', es la relación de
lugar una serie de objetos, personas o circunstancias sobre los que se implicancia, que en la oración se expresa mediante conectivos: por-
quiere decir algo. En algunos contextos estos objetos, personas o que, de manera que, por ello, por eso, etc. En el nivel del texto existe
circunstancias pueden ser ya conocidos por el oyente/lector (como una distribución 'funcional' similar entre 'supuestos' y 'consecuen-
por ejemplo, las personalidades políticas en los artículos de periódi- cias', y en la estructura de la argumentación, de premisa y conclusión,
cos), mientras que en otros contextos primero deben introducirse en sobre lo que volveremos más adelante.
el texto. Una introducción habitual se realiza, por ejemplo, mediante Las 'consecuencias prácticas' representan una forma específica de
«érase» o «había»: 'érase una vez un rey' o 'había una niña sentada en esta clásica estructura silogística de un texto: las premisas tienen una
la acera'. En ambos casos y desde un punto de vista global, existirá consecuencia que se refiere a una acción práctica a ser llevada a
153 SUPERESTRUCTURAS LA CIENCIA DEL TEXTO 154

cabo: si ocurre A, HAZ B, es una estructura básica que conocemos Esta narración sencilla y 'natural' es, si tenemos en cuenta el contexto
en una serie de tipos de textos (preguntas, peticiones o recomenda- de la situación conversacional, primariamente oral y única en su tipo,
ciones, por ejemplo en los anuncios). aun cuando podamos anotar los sucesos en cartas o diarios o las
Finalmente conocemos otra variante más de este tipo de estructu- podamos grabar y por ende reproducir con cintas magnetofónicas
ra de 'requisito/conclusión': la estructura de problema y solución, (esto lo hace sobre todo el científico o el investigador). En el contexto
que a menudo se encuentra incrustada en una narración (y que con conversacional, en el que transmitimos 'la misma' narración a otros
ello permite reconocer evidentemente una estructura más compleja) interlocutores, produciremos por lo general una variante de la prime-
y que caracteriza todas las formas de reseñas, publicaciones científi- ra narración, es decir, un texto con la misma macroestructura.
cas, etc. Después de estas narraciones 'naturales' aparecen en segundo
Después de estos intentos más o menos especulativos para llegar a lugar los textos narrativos que apuntan a otros tipos de contexto,
generalizaciones interesantes mediante la búsqueda de formas elemen- como los chistes, mitos, cuentos populares, las sagas, leyendas, etc.,
tales de la construcción de los textos, realmente parece como si sólo y en tercer lugar, las narraciones a menudo mucho más complejas
nos las tuviéramos que ver con un pequeño número de formas que generalmente circunscribimos con el concepto de 'literatura':
funcionales básicas; por ejemplo, se pueden manejar conceptos como cuentos, novelas, etc. Dado que en primer lugar no nos preocupan
«tópico-comento» o «condición-consecuencia»; incluso este primer los textos ni los contextos literarios, ni sus propiedades específicas,
par de conceptos posiblemente pueda reducirse al segundo, si consi- discutiremos aquí ante todo las características básicas de la narración
deramos la estructura tópico/comento y la estructura presuposi- natural. La estructura de las narraciones literarias deriva de los
ción/aserción como variantes en el nivel oracional. De ahí se deduce textos naturales a través de transformaciones bastante complicadas. 3

que la estructura funcional más general de los textos, y por ello la 5.5.2 La primera característica fundamental del texto narrativo
menos informativa, posiblemente pueda considerarse como una dife- consiste en que este texto se refiere ante todo a acciones de personas,
rencia binaria entre condición y consecuencia (posible/necesaria). Así de manera que las descripciones de circunstancias, objetos u otros
hallamos en el nivel textual una diferencia que también existe en sucesos quedan claramente subordinadas. A este respecto, un texto
formas diferentes en el nivel de la oración: como sujeto/predicado, narrativo se diferencia sistemáticamente de, por ejemplo, una
tópico/comento, etc. Esto nos lleva a suponer, no sin ciertas reser- catálogo.
vas, que podrían existir razones cognitivas análogas de la elaboración
informativa tanto para oraciones como para estructuras textuales Esta característica semántica de un texto narrativo se junta con
globales. otra de orden pragmático: por regla general, un hablante sólo expli-
Ahora, sin embargo, hemos de fijarnos más detalladamente en cará unos sucesos o acciones que en cierta manera sean interesantes.
cómo se han ido diferenciando estas estructuras básicas elementales Evidentemente, este criterio hay que considerarlo relativamente y de
para los diferentes tipos de textos, como consecuencia, entre otras acuerdo a cada contexto; sin embargo presupone que únicamente se
cosas, de diferencias en funciones pragmáticas y sociales. explican el suceso o las acciones que hasta cierto punto se desvían de
una norma, de expectativas o costumbres. No se narra una historia
adecuada sobre el desayuno, el mecanografiado de una carta o el
5.5 Estructuras narrativas abrir una puerta si con ello no va ligado algo especial. En otras
palabras: un texto narrativo debe poseer como referentes como
5.5.1 Sin duda alguna, los textos narrativos son 'formas básicas' mínimo un suceso o una acción que cumplan con el criterio del
globales muy importantes de la comunicación textual. Con «textos 2
interés. Si se convencionaliza este criterio, se obtiene una primera
narrativos» se hace referencia, en primer lugar, a las narraciones que categoría de superestructura para los textos narrativos, la C O M P L I C A -
se producen en la comunicación cotidiana: narramos lo que nos pasó C I O N . Aquí se trata de una superestructura dado que el suceso
(a nosotros o a otros que conocemos) recientemente o hace tiempo.
4

' Para la teoría de la novela de orientación más bien literaria véase H A M B U R U E R


( 1 9 6 8 ) . STANZEL. ( 1 9 6 4 ) y también B O O T H ( 1 9 6 1 )
y la antología de STEVICK (comp.)
2 Para referencias sobre el campo de la teoría narrativa, véase también VAN D I J K ( 1 9 6 4 ) para la teoría norteamerica de la novela, así
como finalmente también L Á M M E R T
(1972 a, b, 1976 a, b). En particular pensamos en la llamada teoría narrativa estructu- ( 1 9 5 5 ) . No examinaremos en detalle los límites de
esta teoría 'clásica' de la novela (ni
ralista, inspirada por la obra de P R O P P ( 1 9 6 8 [ 1 9 2 8 ] ) , que se ha introducido en el los de la teoría narrativa estructuralista).
estudio estructuralista de la literatura a través de la antropología; véase Communica- Las categorías que aquí se emplean proceden parcialmente de L A B O V & W A -
tions 8 ( 1 9 6 6 ) para artículos de B A R T H E S , B R E M O N D , G R E I M A S , T O D O R O V y otros, y
4

LETZKY ( 1 9 6 7 ) , quienes son casi los únicos autores que no analizan narraciones
también B R E M O N D ( 1 9 7 3 ) . Para análisis de estas orientaciones, véase entre otros a 'primitivas' ni literarias, sino narraciones cotidianas 'naturales'.
CULLER (1975) y GÜLICH & RAÍBLE (1977).
155 SUPERESTRUCTURAS LA CIENCIA DEL TEXTO 156
discutido posiblemente pueda ser descrito en un fragmento más te/narrador y/o del oyente. Un típico ejemplo de esta categoría de
largo (raras veces en una oración) del texto; si hacemos referencia a epílogo lo aporta la fábula, en la que al final se extrae una 'lección'
ello podemos formar una o más macroproposiciones. Es decir que o una 'conclusión', la MORALEJA, en cierto sentido una conclusión
existe una parte del texto/de la macroestructura cuya función especí- práctica: ¿qué se tendría/tendrá que hacer o no en el futuro si se
fica consiste en expresar una complicación en una secuencia de tienen presentes los sucesos de la historia? La superestructura de un
acciones. texto narrativo, es decir, la estructura narrativa NARR) que acaba-
Mientras que esta complicación, por principio, puede ser un suceso mos de esbozar de manera no formal, puede esquematizarse median-
en el que no intervienen personas, como un terremoto o una tormen- te un diagrama arbolado como sigue:
ta, el principio anterior requerirá que a lo largo del texto se vean
implicadas algunas personas en su reacción ante el suceso. En térmi-
nos generales, esta reacción a menudo podría ostentar el carácter de NARR
una 'dilución' de la complicación. Por eso, la categoría narrativa
tradicional correspondiente es la RESOLUCION (en inglés: resolutiori).
Por lo demás, una resolución puede ser tanto positiva como negati-
va: nuestra reacción ante otra acción u otro suceso puede tener éxito
o fracasar, por lo que la narración puede acabar 'bien' o 'mal'. Para
la fundamentación teórica de estos conceptos de acción véase el
capítulo 3. 5

Con estas dos categorías de COMPLICACIÓN y RESOLUCIÓN ya


disponemos del núcleo de un texto narrativo cotidiano. Llamaremos
SUCESO a este núcleo conjunto.
Cada SUCESO tiene lugar en una situación determinada, en un MARCO SUCESO
lugar determinado, a una hora determinada y en determinadas cir-
cunstancias. Denominaremos MARCO a la parte del texto narrativo COMPLICACION RESOLUCION
que especifica estas circunstancias (en inglés: SETTING). El MARCO y
el SUCESO juntos forman algo que podemos llamar EPISODIO. Surge
de suyo que dentro del mismo MARCO pueden darse varios sucesos. En lugar de esta reproducción esquemática de la estructura narrativa
En otras palabras: la categoría SUCESO es recursiva. Lo mismo vale también podemos apuntar las respectivas reglas de formación para
para el EPISODIO: los sucesos pueden tener lugar en sitios diferentes. esta estructura, por ejemplo en analogía con las reglas generativas
Esta serie de EPISODIOS se llama TRAMA del texto narrativo. sintácticas:
Si bien hemos introducido ahora las categorías narrativas superes-
tructurales que constituyen la parte más importante de un texto (2) N A R R — H I S T O R I A MORALEJA
narrativo, existen otras categorías que aparecen regularmente en las HISTORIA — T R A M A EVALUACIÓN
narraciones cotidianas. La mayoría de los narradores no sólo repro- TRAMA — E P I S O D I O S (S)
duce los sucesos, sino que también aporta su reacción mental, su EPISODIO — M A R C O SUCESO (S)
opinión o valoración (p. ej.: que tenían miedo, estaban asustados o SUCESO — — COMPLICACIÓN RESOLUCIÓN
impresionados por los sucesos). Esta categoría se denomina general-
mente EVALUACION. Junto con la TRAMA, la EVALUACION forma la Estas reglas deben leerse de las siguiente manera: una categoría a la
verdadera HISTORIA, empleada aquí como término técnico. Obsérve- izquierda de la flecha se 'sustituye' o se 'reescribe' con las categorías
se que la EVALUACION en sí no pertenece a la TRAMA, sino que se a la derecha de la flecha. Las categorías que aparecen en singular o
trata de una reacción del narrador frente a la misma. en plural son recursivas, por lo que pueden aparecer varias veces
Finalmente, muchos textos poseen también un ANUNCIO y un [aquí se indica mediante () ]. No vamos a entrar en detalles sobre
EPILOGO, que son de naturaleza más bien pragmática que semántica, otras observaciones con respecto a un formalismo de este tipo, así
por lo que se refieren a las acciones actuales y futuras del hablan- como tampoco vamos a hablar sobre otras posibles diferenciaciones
en textos narrativos más complejos.
Véase por ejemplo VAN D I J K (1976 a, b) sobre todo para la fundamentación
5 Mucho más importante —especialmente para la descripción empí-
teórica de las estructuras narrativas. rica de tales textos narrativos— es el hecho de que algunas catego-
157 SUPERESTRUCTURAS LA CIENCIA DEL TEXTO 158

rías, por ejemplo el MARCO, la EVALUACIÓN y la MORALEJA puedan tes, como por ejemplo 'ruptura de un equilibrio', 'solicitud al héroe',
quedar implícitas: el oyente ya sabe cuándo o dónde se produce el 'llegada del héroe', 'partida del héroe', 'puesta a prueba del héroe'
episodio, por lo que puede sospechar la evaluación del hablan- (« veces), 'ayuda al héroe', 'el héroe se hace dueño de la situación',
te/narrador, así como también las consecuencias, la MORALEJA, 'restablecimiento del equilibrio' y 'recompensa del héroe'. Aquí se 6

para ese contexto comunicativo. A la inversa, en las narraciones trata en verdad de una realización semántica especial para cada caso
(orales o escritas) 'fijadas', y en especial en los casos de personas del esquema narrativo antes discutido, y en parte también de una
ficticias, deberá efectuarse primero una descripción detallada del diferenciación más amplia de la categoría de la COMPLICACION, así
lugar, el momento, las personas y sus características, etc. Además es como de partes 'normales' de una secuencia de acciones en general
posible que la estructura narrativa básica (o canónica) arriba defini- (véase capítulo 3). Para cada tipo de texto narrativo se pueden
da pueda ser modificada mediante ciertas transformaciones. Así po- deducir más exactamente estas limitaciones de contenido especiales,
demos imaginarnos narraciones, por ejemplo, literarias, que comien- como se insinuó para mitos/cuentos populares (y para los modernos
cen con la COMPLICACION y que sólo después aporten las especifica- relatos policíacos).
ciones necesarias de las personas y de sus 'trasfondos'.
El tipo de categorías introducidas lleva implícito que la estructura
semántica del texto tenga limitaciones específicas. Por ello, los suce- 5.6 Estructuras argumentativas
sos pertenecerán a la categoría de la COMPLICACION, y en la catego-
ría de la RESOLUCION deberán generarse por lo menos también 5.6.1 Las superestructuras que sin duda han sido las más amplia-
acciones en el macronivel; por el contrario, el MARCO consistirá mente consideradas tanto en la filosofía como en la teoría de la
principalmente en descripciones de circunstancias y procesos, y la lógica son la argumentación y la demostración. El esquema básico de 1

EVALUACION, en un estado de ánimo. estas estructuras es muy conocido: se trata de la secuencia HIPOTESIS
Sobre la base de la primera regla de formación podemos ver que (premisa)-CONCLUSlON. Esta estructura la encontramos tanto en las
la estructura narrativa asume de hecho la estructura de la 'consecuen- conclusiones: formales. como en las enunciaciones argumentativas
cia práctica', puesto que una serie de circunstancias termina en una del lenguaje familiar de cada día:
conclusión final práctica: la relevancia de la narración para el con- (3) Estoy enfermo. Luego no puedo venir.
texto narrativo. La descripción de las circunstancias en sí posee (4) Pedro ha sacado un cuatro. Luego no ha aprobado el examen.
entonces la estructura binaria de tópico-comento, aun cuando el La palabra luego no es de tipo semántico en estos ejemplos, es decir
'comento' debe cumplir evidentemente el criterio pragmático de lo que no reproduce una relación causal entre dos circunstancias, sino
'nuevo' de la información: tiene que resultar interesante (intrigante, que es un luego pragmático, que se refiere a la acción de quien saca
sensacional, extraño, extravagante, etc.). En el suceso en sí resulta de la conclusión. Por eso la estructura argumentativa de un texto debe-
nuevo la estructura básica de condición/consecuencia manifestada mos verla, sobre todo si procedemos de manera histórica, sobre el
por la COMPLICACION y la RESOLUCION. De ahí resulta para los fondo del diálogo persuasivo. Contrariamente a la aseveración direc-
textos narrativos en general, y cuando surgen limitaciones específicas ta, aquí la tarea consiste en convencer al oyente de la corrección o la
(a saber, acciones 'interesantes'), que se trata de una combinación de verdad de la aseveración, aduciendo suposiciones que la confirmen y
posibles estructuras elementales, a las que ya hemos aludido antes de la hagan plausible, o bien suposiciones a partir de las que pueda
manera especulativa. deducirse la aseveración. A diferencia de la demostración en el
Vamos a pasar por alto otras limitaciones, por ejemplo, las que se sentido lógico estricto, la argumentación cotidiana (y también la
producen con relación a las posibles características de las personas científica) se ocupa en muy pocas ocasiones de una relación 'necesa-
(valentía, hombre/mujer, etc.) o bien constelaciones válidas para ria' entre hipótesis y conclusión (es decir, de una implicación), sino
narraciones especiales (cuentos populares, relatos policíacos), al igual que más bien se dedica a una relación de probabilidad, credibilidad,
que las operaciones estilísticas, retóricas o de otra índole, que tam- etc. No obstante podemos diferenciar las estructuras argumentativas
bién determinan la eficacia (p. ej.: estética) del texto narrado. Por lo
demás, las antes citadas limitaciones de naturaleza semántica también
pueden ser convencionales, es decir que pueden ser a^tas tan sólo Véase nota 2 (capítulo 5).
para determinado tipo de narración. La primera teoría de la narra- 6

Los libros que sin duda alguna más han influido sobre la teoría de la argumen-
ción estructuralista también discutía una 'morfología' de estos temas
7

tación, aun cuando en su construcción y método elegido se diferencian bastante entre


fijos (a veces también denominados 'funciones'): las regularidades sí, son los estudios de T O U L M I N ( 1 9 5 8 ) y P E R E L M A N & O L B R E C H T S - T Y T E C A ( 1 9 6 8
estructurales derivadas quedaban plasmadas entonces como invarian- [ 1 9 5 8 ] ) . Para una discusión renovada, véase la introducción de G O E T T E R T ( 1 9 7 8 ) .
159 SUPERESTRUCTURAS LA CIENCIA DEL TEXTO 160

sobre la base del tipo de relación entre HIPOTESIS y CONCLUSION: la REFUERZO (backing) a nuestra demostración, al indicar claramente
derivabilidad (sintáctica) en un cálculo formal, la implicación (semán- qué y cómo tiene que ver un cuatro con un suspenso. Para seguir
tica) o entailment y finalmente las conclusiones (pragmáticas). En desarrollando este ejemplo un poco más, podemos decir también que
estos tres niveles de relaciones argumentativas también se puede la relación entre una nota insuficiente y un suspenso sólo es impor-
hacer una distinción en cuanto al carácter estricto de estas relacio- tante en una situación determinada, a saber, en la situación de
nes, partiendo de la necesidad lógica, y pasando por otras formas de examen. Al menos implícitamente hay que partir entonces de la
la necesidad (física, biológica, psicológica, etc.) y de la probabilidad a suposición de que Pedro se ha presentado a un examen final, donde
la posibilidad. el examen en particular tiene un papel más o menos importante.
Igual que en los textos narrativos denominaremos MARCO del argu-
5.6.2 La estructura del texto argumentativo puede seguir analizán- mento a esta especificación.
dose más allá de las categorías convencionales de HIPOTESIS y CON- Sin embargo, en la superestructura de la demostración hasta ahora
CLUSION. En particular, la categoría de las HIPOTESIS puede seguir sólo esquematizada, podemos establecer diferencias más precisas. Si,
dividiéndose en categorías de distinta índole y tipos de suposiciones, por ejemplo, se necesitase una explicación más precisa de las circuns-
igual que en la doctrina clásica de la argumentación se distinguía tancias, a saber, que Pedro tuvo un cuatro/un insuficiente, ciertamen-
entre una premisa 'mayor' y una 'menor'. Si consideramos las formas te habría que incluir un ARGUMENTO en la demostración: que Pedro
cotidianas de la argumentación, tal y como aparecen superficialmen- no ha trabajado (hecho/suposición), que no se consigue una nota
te en los ejemplos (3) y (4), veremos que estas categorías también suficiente si no se trabaja lo necesario para un examen (justificación).
pueden no existir, o mejor dicho, pueden estar implícitas. En estos De esta manera se puede, pues, complejizar una estructura argumen-
casos se partirá de la base de que una circunstancia determinada es tativa mediante la recursividad de la categoría ARGUMENTO.
una condición suficiente para otra circunstancia. Pero no hay que Finalmente, todas las argumentaciones cotidianas encierran la
olvidar que en cada caso semejante relación condicionante entre posibilidad de una 'cláusula de pretexto'. Dado que la relación entre
circunstancias presupone una hipótesis implícica de tipo más general el precedente y las consecuencias, en un contexto habitual, usualmen-
(por ejemplo, una regla o regularidad). El hecho de que Pedro no te no es 'necesaria', sino a lo sumo 'probable', resulta muy posible
haya aprobado como consecuencia de su cuatro (la nota), resulta que existan 'excepciones'. En nuestro ejemplo, Pedro puede, a pesar
también del hecho de que existe una regla que estipula que un cuatro de no haber obtenido una nota suficiente, tener tantas otras notas
no es suficiente para una prueba, y que todo aquel que no aporte un buenas antes del examen o bien en la evaluación general, como para
rendimiento suficiente, suspende (esto es aplicable a los exámenes, que los 'jueces' lo aprueben. A esta conclusión se le puede añadir
los deberes, los tests, etc.). En otras palabras: si se desea explicar la además la siguiente LIMITACION: «Sólo en el caso de que las demás
estructura argumentativa, debe existir una base para la relación de notas sean buenas». Esta limitación de sólo en el caso de que también
las conclusiones y para la relación semántica condicional entre cir- puede formularse como SUPOSICION, como: «Pedro no tiene otras
cunstancias en las que se basa la conclusión. Una categoría de este notas buenas», por que en el caso de que no, es equivalente a la
tipo podría denominarse 'garantía' o 'legitimidad' que 'autoriza' a conjunción de la frase condicional si.
alguien a llegar a una conclusión determinada (para esta categoría de Después de nuestra discusión de la estructura global de una argu-
la argumentación se aplica también frecuentemente la expresión mentación podemos intentar situar las categorías en un esquema
inglesa «warrant»). Puesto que aquí nos ocupamos de una base
8
jerárquico (un diagrama arbolado):
general para la argumentación, denominaremos esta categoría la
L E G I T I M I D A D de la argumentación. Así deducimos o justificamos (5) ARGUMENTACIÓN
que Pedro ha suspendido con su cuatro, precisamente debido a la
relación general (la regla) que existe entre la nota cuatro y el suspen-
so de una evaluación. Eventualmente podamos explicar mejor esta JUSTIFICACIÓN CONCLUSION
legitimidad mediante la explicación de que en nuestro sistema de
evaluación de exámenes un cuatro no es suficiente, con lo que la MARCO CIRCUNSTANCIA
relación que se crea entre 'insuficiente' y 'suspender' representa la
legitimidad de nuestra demostración. De esta manera damos un
PUNTOS D E PARTIDA HECHOS

8 Para una serie de estas categorías, véase TOULMIN (1958). LEGITIMIDAD REFUERZO
161 SUPERESTRUCTURAS LA CIENCIA DEL TEXTO 162
Las denominaciones de las diferentes categorías son provisionales y Como ejemplo típico de una conclusión implícita e indirectamente
probablemente puedan ser sustituidas por otras, en especial según el práctica volveremos a usar un ANUNCIO, cuya estructura básica,
tipo de argumentación. El tipo de argumentación también depende como vimos, es la conclusión implícita: COMPRA X O, aún más
del contexto institucional de la demostración. Puesto que en la vida general: HAZ p.
cotidiana y el lenguaje familiar, como en los ejemplos (3) y (4), Ilustrémoslo con un ejemplo concreto; para el fin de año de
simplemente bastaría una relación superficial o general de las circuns- 1976/77 apareció en los periódicos holandeses un gran anuncio de la
tancias condicionantes para la justificación de una aseveración, en la compañía Shell, en el que se metía mucho ruido acerca de una
sala de audiencia y especialmente en la lógica formal se ha de 'nueva' sustancia en la gasolina, el ASD (Amsterdam Super Deter-
precisar la legitimidad, el marco y todas las demás categorías, y entre gent), un producto que, si se quiere dar crédito a los experimentos,
éstas también las que han pasado al lenguaje familiar y que ahora mantiene más limpio el motor. El anuncio pretende ofrecer una
forman parte del marco de conocimiento general de todos los hablan- demostración relativamente detallada de por qué el ASD en la
tes (la denominada lógica natural), y por razones pragmáticas ya no gasolina, o sea, en la gasolina de Shell, mantiene el motor más
necesitan mencionarse expresamente en la comunidad lingüística. En limpio, repercutiendo en un ahorro de gasolina. Vamos a reproducir
análisis de interacción empírica incluso se demostró que las pregun- los pasos de la argumentación en orden inverso, o sea realmente
tas sobre la justificación en forma de reglas o 'evidencias' se conside- como justificación, empezando por la conclusión pragmático/prácti-
raban no aceptables o incluso socio-patológicas (y llevaban a un ca de «COMPRA gasolina Shell».
conflicto comunicativo). 9

(6) (i) » C O M P R A GASOLINA S H E L L (conclusión)


5.6.3 La estructura canónica de las argumentaciones puede modifi- (ii) L A GASOLINA S H E L L CONTIENE ASD (hecho)
carse sobre la base de transformaciones: determinados puntos de (iii) ASD LIMPIA EL MOTOR (justificación)
partida pueden quedar implícitos (dependiendo del contexto), y una (iv) U N MOTOR LIMPIO CONSUME MENOS GASOLINA (refuerzo)
(v) (iii-iv) D E M O S T R A D O MEDIANTE EXPERIMENTOS ( A R G hecho)
JUSTIFICACIÓN también puede seguir a una aseveración expresada (vi) *M ENOS GASOLINA ES MAS BARATA (refuerzo )
2 j

anteriormente, cuando es evidente que esta aseveración es una CON- 2

(vii) * V D . QUIERE CONDUCIR POR POCO DINERO (motivación = justificación )


CLUSION del hablante. Cuando se argumenta indirectamente, puede
2

(viii) * V D . NO QUIERE GASTAR MAS PORQUE SI (justificación,)


ser suficiente nombrar una circunstancia dada y no ya la conclusión (ix) * V D . CONDUCE UN COCHE (marco).
en sí: si me preguntan si podré venir esta noche, basta con que Entre paréntesis ( ) se indican las categorías (en los distintos niveles)
conteste: «estoy enfermo». Sobre la base de texto y contexto, y aun que constituyen los 'pasos' del contenido de la argumentación que
más sobre la del conocimiento general, el oyente podrá sacar sus está en versalitas porque la argumentación es reproducida por la
propias conclusiones. macroestructura del anuncio (y no por las respectivas oraciones
5.6.4 A partir de un texto demostrativo no sólo se puede justificar originales). A partir de esta argumentación 'desmontada' resulta
una aseveración con respecto a circunstancias generales, sino también claramente que casi todos los puntos de partida generales quedan
con respecto a acciones que, por regla general, requieren de una normalmente implícitos en el anuncio (caracterizados aquí por un
justificación más exacta; en este caso, las circunstancias representan asterisco), inclusive el hecho (del marco) de que el anuncio se dirige
las consideraciones, los motivos, las decisiones, los deseos, etc., del únicamente a los conductores de automóviles. La justificación sobre
actuante (agens). El argumento práctico, cuya CONCLUSION es una la que se basa el hacer o dejar de hacer una acción la hemos llamado
orden, una prohibición, un consejo, una recomendación o una pro- motivación; sin embargo podemos ver en el anuncio que esta diferen-
puesta (HAZ p) es una variante específica de estas argumentaciones cia entre 'justificación' y 'refuerzo', no siempre es muy marcada,
de acciones. De manera análoga a la de la discusión general de las sobre todo en los casos en los que el argumento se vuelve más
argumentaciones, aquí no entraremos en detalle en los problemas complejo y cuando una argumentación (implícita) realmente está
filosóficos y lógicos de tales consideraciones, dado que nos interesan incluida en la argumentación real. Así, la justificación (iii) es en
sobre todo las características básicas de algunos tipos convencionales realidad un hecho tomado del experimento mencionado, un compo-
de superestructuras y no de cada teoría que se preocupa por analizar nente de una argumentación 'científica', en la que (iv) representa una
los detalles correspondientes. justificación explicativa de la conclusión final: (iia) L A GASOLINA
A S D ES MAS ECONOMICA.
Está claro que estos anuncios 'cuasi-científicos' producen cierta
9 GARFINKEL (1972) ha demostrado con la ayuda de unos experimentos, que ser
demasiado explícitos en la comunicación cotidiana puede provocar conflictos.
confusión por el hecho de que ya hace tiempo que Shell tiene ASD
en su gasolina (por lo que aquí no se ofrece nada 'nuevo') y, sobre
163 SUPERESTRUCTURAS LA CIENCIA DEL TEXTO 164

todo, porque no sólo la gasolina de Shell contiene ASD, con lo que 5.7 El tratado científico
simplemente no existe ninguna motivación válida para precisamente 5.7.1 En los discursos científicos se presenta una variante especial
por eso comprar gasolina Shell. Por eso, la macroproposición (ii) es de las superestructuras argumentativas, de las que aquí daremos un
incompleta y sólo podría expresar una circunstancia condicionante si breve ejemplo. La estructura básica del discurso científico no (sólo)
SOLO GASOLINA SHELL CONTIENE ASD fuera una afirmación ver- consiste en una CONCLUSION y su JUSTIFICACION, sino también en
dadera, a la vez que la aseveración de que otras sustancias no u n PLANTEO DEL PROBLEMA y u n a SOLUCION.
mantienen el motor limpio en las mismas condiciones, fuera igual- Esto se puede ilustrar mediante un tipo de artículo científico cuya
mente verdadera. estructura (convencional) es bastante común: se trata del informe
5.6.5 Este último ejemplo de un anuncio desconcertante nos aclara experimental que suele publicar los resultados de experimentos (p.
a la vez que existen condiciones expresas para una demostración ej., en psicología).
correcta. El hecho de omitir circunstancias que puedan influir nega- 5.7.2 Desde un punto de vista global, un informe experimental
tivamente sobre la conclusión final, el no garantizar la validez gene- parte de una o varias OBSERVACIONES, como por ejemplo del hecho
ral de una justificación, o el hecho de ser irrelevante debido a la de que un hablante no es capaz de reproducir literalmente un texto
ausencia de un refuerzo especial, como en el presente 'caso', puede de cinco páginas después de haberlo leído una sola vez. Se intentará
llevar a una estructura argumentativa incorrecta. Debido a la com- encontrar una EXPLICACION para esta circunstancia, recordando el
plejidad de muchos argumentos, en el contexto de la comunicación funcionamiento general de la elaboración informativa en el cerebro
diaria no siempre resulta posible detectar esta incorrección, de mane- humano. Esta 'propiedad' general se formulará luego como HIPOTE-
ra que las demostraciones encaminadas a justificar una aseveración SIS. De esta hipótesis se puede derivar una serie de expectativas
y que por lo tanto se emplean persuasivamente en un contexto (PREDICCIONES) que se refieren a las regularidades esperadas en el
activo, representan un instrumental frecuentemente empleado para comportamiento lingüístico de los hablantes; estas regularidades pue-
la manipulación de conocimientos y opiniones de los hablantes. Por den comprobarse experimentalmente (TEST). Dado que un EXPERI-
eso consideramos que una de las tareas más importantes de la ciencia MENTO de este tipo debe cumplir generalmente unas exigencias co-
crítica del texto es analizar esta forma de influir en los conocimien- munes, también el informe deberá prestar atención a estos criterios:
tos, las opiniones y las actitudes como consecuencia de determinadas a las PERSONAS DE ENSAYO que se necesitan, a la ESTRUCTURACION
estructuras textuales y concienciar a los hablantes (por ejemplo en la del experimento, a las diferentes CONDICIONES DE INVESTIGACION, a
educación escolar) sobre estas relaciones. Como preparación a estos la EJECUCION del experimento, al comportamiento de las personas
aspectos socio-psicológicos de la ciencia del texto hemos analizado en de ensayo, a los RESULTADOS del experimento, a la DISCUSION de los
este libro una serie de ejemplos en los que el estilo, la estructura resultados y la CONCLUSION o las CONCLUSIONES, sobre cuya base
retórica y ciertas superestructuras pueden dar pie a una manipulación la hipótesis se confirma o no y mediante las que se demostrará si se
de los sentimientos, las opiniones y las posturas de lectores y oyen- ha hallado o no una explicación adecuada de las observaciones
tes. Evidentemente, una manipulación de este tipo no aparece direc- originales (SOLUCION). La estructura jerárquica de un informe de
tamente: el lector/oyente primero percibirá las estructuras textuales este tipo sería más o menos la siguiente:
correspondientes, las entenderá y las almacenará en la memoria
(véase próximo capítulo), y luego sacará sus conclusiones, que po- (7) INFORME EXPERIMENTAL
drán modificar los conocimientos, las posturas y las intenciones de
acción. En este proceso desempeñan un papel importante los conoci- PLANTEO DEL PROBLEMA SOLUCION
mientos previos, las suposiciones sobre las intenciones del hablante
(y su credibilidad, etc.), los criterios, las posturas existentes, los OBSERVACIONES EXPLICACIÓN
deseos y los proyectos. La elaboración extremadamente complicada
y sin embargo hasta cierto punto sistemática del texto decide si un HIPÓTESIS PREDICCIONES
texto potencialmente persuasivo o manipulativo en realidad cumple TEST CONCLUSIONES
con el efecto deseado. Por todo ello sería demasiado fácil pensar que
existe una relación directa entre las estructuras textuales y el compor- EXPERIMENTO RESULTADO GENERAL
tamiento social real. 10

ESTRUCTURACIÓN EJECUCIÓN RESULTADOS DISCUSIÓN


10 Véase nota' 8 del capítulo 1.
PERSONAS DE ENSAYO CONDICIONES DE INVESTIGACIÓN
165 SUPERESTRUCTURAS LA CIENCIA DEL TEXTO 166

Tampoco aquí se puede esperar una denominación definitiva o pre- reglas convencionales y no necesariamente todo tipo de texto posible
cisa de las categorías; lo que sí se puede exigir es que los esquemas tiene que estar convencionalizado por fuerza en el nivel de las
globales den a estos textos una estructura de forma convencionaliza- superestructuras. Ya hemos visto el anuncio del periódico como
da. Mientras que en el texto narrativo o la demostración este esque- ejemplo de un tipo de texto para el que no existe una superestructura
ma convencional se basa en primera instancia en factores pragmáti- clara y fija. En este caso, sin embargo, el tipo de texto viene determi-
cos (fascinar a alguien, convencer a alguien), en el informe experi- nado por el tipo de contenido, es decir, por la proposición implícita
mental no sólo interesan las funciones argumentativas, sino también de 'Compra X'. De aquí parece deducirse que la macroestructura, en
las convenciones científicas del 'ritual' experimental, que tiene clara- algunos casos, es obviamente suficiente como estructura global de un
mente prescritas una serie de acciones a seguir para que la acción texto. A esto se añade que en esos casos se puede hablar también de
experimental global sea 'exitosa'. un orden de tipo semántico. Pero esto significa que la estructura del
texto es un reflejo de determinadas estructuras de la realidad, como
5.7.3 Otros discursos científicos pueden muy bien ser distintos, por ejemplo el decurso de los sucesos, el orden causa/efecto, etc.
sobre todo en las disciplinas científicas no experimentales. Pero
aunque la construcción global esté claramente modificada, la acepta- 5.8.2 A partir de las reflexiones arriba expuestas se puede deducir
bilidad de la publicación depende de una serie de criterios que exigen que las superestructuras no son una característica necesaria de los
métodos e informes adecuados. Contrariamente a las argumentacio- textos y que para una división global del texto también puede servir
nes cotidianas, la institucionalización de la ciencia requiere que las el orden de las macroestructuras. No obstante, con los ejemplos de
presuposiciones en principio se hagan explícitas, que se definan las superestructuras tratadas hemos podido ver que este orden semán-
todos los conceptos, etc. Vamos a suponer, sin dar aquí otros tico y pragmático puede llegar a ser más o menos convencional y que
ejemplos, que estos 'criterios' institucionalizados también se basan puede fijarse como un esquema cuasi-sintáctico. En este caso, no
en categorías y reglas como las que refleja el texto científico en su obstante, se producen exactamente las superestructuras cuyas reglas
estructura global. subyacentes son determinantes para la producción e interpretación
de tipos específicos de textos. Con todo hay que subrayar que una
diferenciación empírica de los tipos de texto por parte del hablante,
5.8 Otros tipos de texto y por ello también una tipología teórica de los textos, no sólo se
basan en las superestructuras, sino también en el contenido, es decir,
5.8.1 Sin profundizar demasiado en la teoría de la narración, la en la macroestructura, en estructuras estilísticas y retóricas, en fun-
argumentación o la ciencia, hemos discutido brevemente una serie de ciones pragmáticas y funciones sociales. Una tipología textual seria
características básicas de superestructuras construidas bastante con- sólo puede pasar al orden del día después de otras investigaciones
vencionalmente. Así surge de nuevo la pregunta que ya se nos sociológico-textuales. Por ahora no podemos hacer otra cosa que
planteó una vez, de si realmente todos los textos o tipos de texto establecer diferencias en el nivel meramente 'textual', es decir: según
disponen de una estructura global y característica. En primer lugar criterios que han sido sacados de la propia estructura del texto en los
se trata de una pregunta de carácter empírico, cuya contestación tan diferentes niveles aquí descritos.
sólo podrá darse después de observaciones sistemáticas y de un
análisis de un gran número de tipos de textos (de una determinada 5.8.3 Entre toda la serie de ejemplos ofrecidos de superestructuras
sociedad o cultura). Sin embargo podemos imaginarnos, a partir de típicas, hemos descuidado unas estructuras globales que acaso sean
unas reflexiones sencillas, que una superestructura debe existir nece- las más frecuentes y también las más importantes —las estructuras
sariamente en cada texto, como ocurre también con las macroestruc- de la conversación—. En este caso ya no se trata de un texto (mono-
turas en un texto coherente. Pero existen algunas diferencias entre lógico), sino de una organización de una serie textual de varios
macro- y superestructuras: las macroestructuras semánticas son indis- hablantes en el marco de una conversación. Pero esta organización
pensables para que se produzcan conexiones lineales entre oraciones también puede derivarse primariamente de las características de la
y para la comprensión del tema de un texto: por eso tienen cierto interacción comunicativa; este tema se trata ampliamente en el capí-
carácter de necesidad cognitiva. Las macroestructuras semánticas tulo 7. A este respecto también habrá que discutir la 'superestructu-
como tales no son convencionales, aun cuando existan algunas limi- ra' de la conversación, aun cuando se podría aseverar que aquí se
taciones sobre lo que se puede, o no, decir en unos contextos trata de la estructura inherente de un 'texto dialogístico'. A la
determinados. Las superestructuras, por el contrario, se comportan inversa también resulta posible que se fije una serie de características
a este respecto más bien como estructuras 'sintácticas': se basan en de las superestructuras (y otras estructuras textuales) aquí tratadas a
167 SUPERESTRUCTURAS LA CIENCIA DEL TEXTO 168
través de propiedades pragmáticas, cognitivas y sociales de la interac- 5.9 Otras características del texto
ción. No obstante, este tema aún se discutirá.
5.9.1 Además de las características sistemáticas que hemos discuti-
5.8.4 Existe un gran número de estructuras textuales globales que do hasta ahora, los diferentes tipos de texto tienen una serie de
no son únicamente convencionales, sino sobre todo institucionales: se características menos universales, que a menudo pertenecen menos al
basan en reglas/normas de una determinada institución social, como texto propiamente dicho que a la presentación del texto; entre éstas
por ejemplo la escuela, una organización, la Iglesia, la comunidad, el se cuentan sobre todo las características que forman parte del aspec-
Estado, etc. En estos casos, las estructuras pueden estar casi comple- to exterior del texto, la imagen con que aparece en lo que se podría
tamente fijadas e incluso expresamente descritas en un esquema, llamar portador del texto (es decir, formas de mediación como los
como en el caso típico de los documentos y de los formularios para medios de comunicación: la radio, la televisión, los periódicos, las
rellenar. Lo mismo vale para la estructura de leyes, disposiciones y revistas, los libros, los carteles, etc.). Aquí no vamos a intentar
pactos, aun cuando en estos casos la estructura global pueda quedar desarrollar una metodología, sino que daremos una breve caracteri-
implícita. No obstante, la institucionalización se refiere a la estructu- zación de las repercusiones de estas características.
ra global no sólo de los textos, sino también de las secuencias
textuales, los diálogos, las interacciones, etc. Esto se evidencia clara- 5.9.2 La identificación pragmática: escribiente/hablante, lugar, fecha.
mente en el ritual del servicio religioso pero también en el desarrollo Si el contexto pragmático no especifica quién es el hablante, ni
de una asamblea o reunión o durante un debate parlamentario. cuándo ni dónde se ha producido el texto, tales parámetros pragmá-
ticos a menudo se introducen en el mismo texto o, mejor dicho, al
5.8.5 Finalmente queremos enunciar en un orden arbitrario una lado del texto. Esto suele ocurrir en los textos escritos; sin embargo
serie de tipos de textos que posiblemente tengan una típica superes- también puede revestir cierta importancia en los textos orales: en un
tructura propia. En muchos casos se podrán reunir en tipos más texto emitido por la radio o la televisión o en la alocución de un
amplios. Una gran cantidad de ellos se podrá incluir, por ejemplo, en hablante desconocido por el oyente. En estos casos se adelanta o
la argumentación (en un sentido ahora más general): tanto en una añade al texto el nombre del hablante o la entidad correspondiente.
conferencia de oposición a una cátedra como en un discurso acusa- También el oyente puede quedar especificado, como persona o como
torio del fiscal o en un informe de la defensa se justifica una grupo, según a quién esté destinado o dirigido el texto: una ley se
conclusión sobre la base de unas circunstancias, motivaciones, obser- refiere con frecuencia a un grupo determinado (p. ej.: a alumnos,
vaciones, etc. Damos aquí una relación provisional (entre paréntesis conductores, asalariados), o una orden de pago a personas in-
consta una x en los tipos de textos que aparecen típicamente en un dividuales.
contexto institucionalizado): Dado que la verdad o la validez de los enunciados de un texto
vienen determinadas también por el lugar y el tiempo de la produc-
(8) 1. conferencia académica (p. ej.: una oposición) (x) ción textual, con frecuencia se indican el lugar y la fecha correspon-
2.
3.
sermón (x)
informe del defensor (x)
dientes al texto: al empezar una carta o al comienzo de un informe
4. acusación (x) de la prensa. La validez de un documento puede establecerse even-
5. atestado (x) tualmente para un cierto período (un pasaporte, pólizas de seguro) o
6. demostración [(x)] también para un lugar determinado y un tiempo limitado (las entra-
7. orden de pago (x)
orden penal(x)
das para el cine, las letras de cambio).
8.
9. acta de declaración (x)
10. ley (x) 5.9.3 Características semánticas. Para garantizar una recepción óp-
11.
12.
disposición (x)
conferencia [(x)]
tima del significado (global) de un texto, los textos escritos también
13. informe pueden expresar directamente una parte de la macroestructura, p.
14. petición ej.: en el o los títulos, subtítulos o títulos intermedios. De esta manera
15. noticias el lector sabrá aproximadamente cuál es el objeto del texto y podrá
16.
17.
comentario
discurso público
decidir si lo encuentra interesante o no, o se preocupará por conse-
18. artículo guir una información general sobre la macroestructura, que entonces
19. conferencia universitaria guiará su comprensión del texto. Algunos experimentos han demos-
20. instrucciones para el uso (de un artefacto) trado que los títulos poseen una importante función cognitiva para
169 SUPERESTRUCTURAS LA CIENCIA DEL TEXTO 170
la comprensión del texto cuando éste es un tanto vago, ambiguo o Los textos o títulos acompañantes también pueden cumplir una
difícil." función de etiqueta (rótulo), como las solapas, los títulos de cubierta
Esta función se hace aún más evidente en los resúmenes parciales o las reseñas.
o completos de los textos al principio o al final de un fragmento o En este último caso se trata de textos acompañantes más sistemá-
del texto entero. Los artículos de periódico suelen dar un breve ticos, casi siempre escritos por otras personas y que tienen la función
resumen —generalmente en negritas— del texto en sí. Este resumen de anunciar el texto como tal (como libro, etc.), por ejemplo en
suele funcionar al mismo tiempo como una especie de 'introducción' emisiones de radio y televisión, para una lectura de la obra realizada
mediante la cual se introducen las cosas, personas o sucesos más por el autor. Una reseña de este tipo puede comprender el título, un
importantes (véase también capítulo 6). resumen, el tipo de texto, el nombre del autor y el público al que se
supone que va destinado. En las reseñas de cierta extensión también
5.9.4 Indicaciones referentes al tipo de texto y a la superestructura. se podría hablar de secuencias textuales en las que se establecen
Los textos pueden presentar indicaciones sobre el tipo de texto —por relaciones particulares entre textos. En el capítulo 7 se discutirá una
ejemplo, en forma de subtítulos— para una identificación más efec- serie de estas relaciones, con especial atención al análisis con-
tiva del tipo de texto y, con ello, de las funciones específicas y la versacional.
importancia del texto para el lector. El subtítulo 'novela' o 'poesía'
caracteriza claramente diferentes textos literarios, mientras que los 5.9.6 Fórmulas. De manera similar a la fijación 'esquemática' de la
textos institucionales se sirven de determinadas denominaciones: estructura textual global y a su consiguiente manifestación en la
disposición, ley, certificación, etc. estructura superficial del texto, tales estructuras fijas existen también
Lo que es válido para el texto en su conjunto, puede aplicarse en el nivel más 'local' de la oración individual o de la secuencia
también a determinadas categorías de la superestructura. Con frecuen- oracional; se las puede denominar fórmulas. En primer lugar conoce-
cia nos encontraremos en los textos argumentativos con indicaciones mos estas fórmulas a través de las cartas que tienen un PRINCIPIO y
especiales como 'introducción' o 'conclusión', mientras que la ya un FINAL establecidos (categorías de la superestructura), y que con
mencionada estructura de un informe científico suele reflejarse en frecuencia muestran giros léxico-sintácticos como: «por la presente le
'títulos' (tantos como categorías haya) de párrafos o capítulos. comunico que...» o «con nuestro escrito queremos llamarle la atención
sobre...», que a la vez explicitan la función pragmática del texto (una
5.9.5 Algunas características especiales de los niveles pragmático, comunicación, una petición, etc.). También las cartas de institucio-
semántico y superestructural a veces pueden reunirse en lo que se nes suelen tener un carácter de fórmula en este nivel: disposiciones,
denomina textos acompañantes. Por de pronto, un texto impreso de leyes y contratos se introducen y finalizan con fórmulas estándar, o
una cierta extensión, por ejemplo en formato de libro, no sólo posee a veces tan sólo consisten en éstas, pudiendo especificarse las varia-
una INTRODUCCION, sino también un PROLOGO O un EPILOGO. Por bles según el contexto (usuarios, lugar, tiempo, tema, objeto, etc.).
lo general, el PROLOGO debe cumplir con la tarea pragmática de También los formularios que se han de rellenar cada vez con mayor
brindar al lector/comprador una información sobre el contexto: frecuencia ilustran estas disposiciones en el terreno de lo cotidiano.
causas, razones y motivos para escribir este texto, intenciones relati- Estos ejemplos han sido tomados del —socialmente determinado—
vas al contenido y a la función del texto, indicación de problemas manejo de informaciones, es decir, de un tipo de elaboración social
específicos en su producción y, finalmente, los lectores/el público a de la información.' 2

los que se destina. Dado que aquí se trata en cierta manera de un Las fórmulas fijas no sólo actúan en el sentido institucional que
texto 'sobre' el texto y el contexto, se puede hablar también de acabamos de describir, sino también de manera socio-pragmática y
metatextos. Un EPILOGO, que no necesariamente ha de ser del mismo cognitivo-pragmática. Tradicionalmente, los textos acompañantes o
autor, puede a su vez asumir una parte de estas funciones, con introductorios atraen la atención benevolente (captativo benevolen-
frecuencia en forma de un comentario sobre el contenido, la realiza-
ción lograda o no de las intenciones o el contexto interpretativo Desgraciadamente no puede tratarse en este libro el problema de la elaboración
posiblemente modificado del texto (p. ej.: después de una serie de 12

social de la información, al que ya aludimos brevemente en el primer capítulo.


años en el caso de reimpresiones o reediciones). Estamos pensando tobre todo en la manera en que una sociedad 'categoriza' a sus
miembros mediante textos y documentos, p. ej.: en ficheros, en la higiene pública (el
hospital), en los organismos sociales (residencias de ancianos), en los interrogatorios
policiales y en las fichas personales computarizadas. Para algunos aspectos de este
Para el significado del título en la comprensión textual, véase también el
11
problema, véanse, entre otros, los trabajos de SuDNOw(comp.) (1972). Véase también
capítulo 6. C I C O U R E L (1968).
171 SUPERESTRUCTURAS LA CIENCIA DEL TEXTO 172
tiae') del público, que luego habrá de centrarse en el 'verdadero' 5.10 Estructuras textuales: resumen
texto; de manera similar podemos intentar atraer favorablemente al
oyente o lector mediante fórmulas de cortesía o deferencia para que 5.10.1 En este punto intentaremos trazar un breve resumen de las
éste acepte nuestra acción lingüística; también podemos expresar la estructuras textuales más importantes que aquí hemos tratado, antes
posición social del hablante frente al oyente con estas fórmulas. de pasar a 'situar' el texto más exactamente en el contexto, la
comunicación y la interacción. Desde esta perspectiva más amplia
5.9.7 Así llegamos de nuevo a la estructura superficial del texto y resulta necesaria una diferenciación de distintos tipos de estructuras
dirigimos nuestra atención brevemente a las estructuras fonológicas y textuales, dado que tienen que ver con parámetros cognitivos, comu-
gráfico-tipográficas globales y locales. Sin duda, un título ocupará un nicativos, sociales y culturales diferentes.
lugar determinado y resaltará con letra gruesa en comparación con Análogamente a las divisiones habituales en gramática, teoría de
el resto del texto. Para poner de manifiesto la particularidad de la la lengua, filosofía de la lengua y semiótica, hemos distinguido las
macroestructura no sólo disponemos de títulos intermedios sino diferentes estructuras textuales en primer lugar según sus niveles:
también de demarcaciones de párrafos, como las sangrías u otras fonología, sintaxis, semántica y pragmática. Después hemos distin-
marcas gráficas (p. ej., un orden numérico). Además existen divisio- guido en cada nivel entre microestructuras (locales) y macroestructu-
nes por partes, capítulos, libros, tomos, etc. Con frecuencia, estas ras (globales), es decir, según la amplitud y el ámbito/alcance. En
divisiones gráficas son reproducciones de la articulación de la ma- otras disciplinas científicas también suele hacerse unas distinciones
croestructura, por ejemplo, el paso a un nuevo tema. parecidas, como por ejemplo en la economía, donde se distingue
La división fonológica/gráfica del texto también se puede conven- entre la microeconomía de la familia y la macroeconomía de la
cionalizar e institucionalizar. Los ejemplos más extendidos de estos comunidad, la provincia, el Estado o la comunidad de Estados.
esquemas son la métrica y los versos en la poesía; en estos últimos, Finalmente se analizó en cada nivel cómo pueden emplearse las
también la impresión (elección de la letra, etc.) y la disposición diferentes reglas y categorías de manera significativa (el estilo) y qué
(tipo-)gráfica puede adoptar funciones especiales: pensemos en una estructuras adicionales globales o locales u operaciones pueden mani-
poesía concreta. festarse en la estructura lingüística del texto (estructuras retóricas),
como esquemas, fórmulas o formas de presentación convencionaliza-
5.9.8 La distinción entre los textos por un lado y los diferentes dos o institucionalizados o no convencionalizados ni institucionales.
soportes de textos, canales y medios por otro resulta absolutamente Si bien la descripción de la estructura gramatical de la oración es
adecuada y necesaria. En este sentido, los libros, los periódicos, las parte integrante de una descripción del texto, hemos omitido aquí
revistas, los carteles, los documentos, etc., no son tipos de textos este ámbito más restringido, dado que normalmente es el objeto de
sino soportes. Sin embargo, en muchos casos, la diferencia entre la lingüística (gramática); la ciencia del texto se basa en la lingüísti-
texto, soporte y contexto no es tan clara como por ejemplo entre ca, pero intenta proceder sobre todo de manera más 'amplia'.
'carta' o 'discusión': una carta no sólo es una forma de texto, sino Suponemos que se habrá hecho patente que a medida que nos
también una forma de comunicación. Por el contrario, las fichas hemos alejado de la descripción 'lingüística', las observaciones y los
(sistemas de fichas DIN), las etiquetas o los sobrescritos son claros métodos descriptivos se han hecho más vagos, fragmentarios y me-
soportes textuales. Los canales textuales hay que distinguirlos, por nos sistemáticos: sabemos más de la semántica de las secuencias que
regla general, sobre la base de sus características técnicas y audiovi- de la pragmática, y también sabemos más de las estructuras estilísti-
suales de comunicación (televisión, radio, teléfono, prensa, carteles, cas y retóricas que de las (super-)estructuras globales y demás carac-
etc.), cosa que con el concepto de medio suele no quedar clara; terísticas textuales, como las formas de presentación, de las que no
habitualmente se usa este concepto para los canales y para los hemos podido dar más que una enumeración no sistemática.
soportes textuales cuando se trata de una 'macrocomunicación', es Ahora bien: la cuestión de hasta qué punto hemos discutido
decir: cuando el oyente es un público amplio y numeroso. La solu- realmente todos los tipos importantes de estructuras textuales tendrá
ción de estos problemas de hecho corresponde a una teoría de la que demostrarla un análisis más amplio de las condiciones, las
comunicación más amplia, que excede con mucho el marco de nues- funciones, los efectos y otros parámetros de la comunicación (oral).
tro tema. 13 Pero esto significa que desde el punto de vista metodológico conside-
ramos que empírica y teóricamente sólo son 'importantes' aquellas
estructuras textuales y lingüísticas que guarden relación con las
Para las indicaciones referentes a la teoría de la comunicación, véase nota 12 en características del contexto cognitivo social y cultural. No obstante,
el hecho de si actualmente estamos capacitados para desarrollar
13

el capítulo 1.
173 SUPERESTRUCTURAS

sistemática y explícitamente todas estas relaciones en una teoría es


una cuestión bien diferente.
5.10.2 Finalmente, y con las naturales reservas con respecto a la
posibilidad de representar gráficamente unas estructuras complejas,
intentaremos integrar las diferentes estructuras textuales en un esque-
ma; para ello nos serviremos de las tres dimensiones nivel, ámbito/al-
cance y forma/manera. En principio, todas las características que se
han tratado en este libro deberían aparecer en uno de los 96 parale-
lepípedos de este 'cubo de la estructura textual' (o bien en las
relaciones entre los paralelepípedos).

Fonología
Representación gráfica
Morfología
Léxico
Sintaxis
Semántica:
- significado
- referencia
Pragmática
LA CIENCIA DEL TEXTO 176
6. Psicología de la elaboración del texto 6.1.2 El problema capital que se discute en este capítulo se refiere
a la verdadera interpretación de los textos. El concepto de «interpre-
tación» también se emplea de manera mucho más formal en semán-
tica y pragmática, cuando se trata de adjudicar estructuras de signi-
ficado y referencia, así como acciones lingüísticas, a un texto. Sin
embargo, ahora se trata de elucidar los aspectos psicológicos que
desempeñan un papel en la comprensión de los textos. Para diferen-
ciar la interpretación formal de la interpretación psicológica emplea-
remos en el caso de esta última los conceptos de «comprender»,
«comprensión» así como «interpretación (cognitiva)». A partir de
esta concepción de texto se puede decir que la información del texto
o sobre el texto se almacena en la memoria. El problema consiste en
saber qué información o qué tipo de información se guarda en la
memoria y cómo se relaciona este proceso con la comprensión del
texto. ¿Qué ocurre con la información almacenada en la memoria?
Sin duda, después de algún tiempo 'olvidamos' buena parte de las
informaciones, mientras que otras quedan precisamente a nuestra
disposición. Por eso debemos preguntarnos cuáles son las informa-
ciones que ante todo se olvidan y cuáles ante todo se retienen. Y
también: si es cierto que ciertas informaciones quedan almacenadas
en la memoria, ¿cómo podemos volver a hallarlas de manera eficaz
para aplicarlas en otras tareas, como por ejemplo la comprensión de
otros textos? Después de todo, una de las funciones más esenciales
de nuestro 'mecanismo' psicológico consiste en que en determinadas
circunstancias podemos 'evocar' informaciones: nos acordamos de
algo. De aquí surge la próxima pregunta: ¿qué es realmente aquello
que recordamos de un texto después de haberlo leído u oído?
En estos problemas se ocupa la psicología cognitiva. A grandes 1

6.1 El planteamiento rasgos, el ámbito de la psicología cognitiva puede describirse como


el campo de las funciones psíquicas más 'complejas' o 'elevadas',
6.1.1 En los anteriores apartados de este libro hemos discutido los tales como entender, hablar, pensar, solucionar problemas, planear,
diferentes tipos de estructuras textuales. Nos hemos acercado un etc. En este capítulo veremos sobre todo los aspectos cognitivos de
paso hacia el contexto precisamente cuando nos ocupábamos de los la psicología de la elaboración de los textos. Esto no significa en
actos de habla que se llevan a cabo cuando un texto se manifiesta en manera alguna que al producir o elaborar textos no entren también
un contexto concreto. En este y en el próximo capítulo proseguire- en juego otros factores psíquicos, por ejemplo, los emotivos/afectivos:
mos las reflexiones sobre las relaciones entre el texto y el contexto. podemos estar enfadados, tristes, alegres o tensos cuando leemos u
Procederemos de manera sistemática, comenzando por el contexto oímos un texto, mientras que a la inversa, estos factores emotivos
'más inmediato', el contexto psíquico, en el que se realizan la produc- también pueden ayudar a establecer las características del texto
ción, la comprensión y la posterior 'elaboración'. A continuación (propiedades textuales), como ya observamos en el tratamiento de
observaremos la interacción social en el micronivel, es decir: en el las estructuras estilísticas. A este respecto ya habíamos señalado la
nivel de la conversación y de la comunicación textual en grupos especial importancia que tienen los estados emotivos y los traumas o
reducidos. En un libro posterior esperamos poder estudiar el papel neurosis conscientes (o sub- o inconscientes) para el análisis de
que desempeñan los textos y documentos en el macronivel de las textos, dado que ayudan a averiguar ciertos aspectos de la persona-
estructuras sociales, por ejemplo, los textos en los medios de comu-
nicación y de las instituciones, para concluir con el contexto cultural ' Entre los numerosos manuales sobre psicología cognitiva queremos mencionar
más amplio (antropológico) del texto y uso lingüístico. sobre todo el de LINDSAY & N O R M A N (1972), además de las monografías de NEISSER
(1967) y KINTSCH (1977 a).
177 PSICOLOGIA DE LA ELABORACION DEL TEXTO LA CIENCIA DEL TEXTO 178

lidad, convirtiéndose en algo importante en la tradición del psicoaná- 6.2 Principales procesos de la elaboración informativa
lisis. Ultimamente también se emplea el análisis y la aplicación de la
estrategia de conversaciones en el marco de diversas técnicas psicote- 6.2.1 Antes de dedicarnos a la comprensión de los textos, queremos
rapéuticas. Aquí no vamos a considerar todas estas implicaciones mencionar algunos puntos referentes a la comprensión de la lengua y
emotivas, psicoanalíticas o psicoterapéuticas del análisis textual: por la elaboración de informaciones en general. ¿Qué niveles de análisis,
un lado, nuestros conocimientos de estos procesos aún son escasos, qué conceptos y qué preguntas y problemas tienen aquí un papel? En
pero sobre todo tienen aún poca base sistemática o empírica (experi- este marco, evidentemente sólo podemos discutir los conceptos más
mental) y, por otro, tales investigaciones se ocupan en el uso de la importantes de la psicolingüística y de la psicología (lingüística)
lengua como un todo (por ejemplo: en el problema de la elección de cognitiva. 4

palabras, que luego se interpreta 'simbólicamente') y en un grado


mucho menor, en las estructuras textuales. Además existen numero- 6.2.2 Si queremos analizar la elaboración de las informaciones,
sas introducciones al psicoanálisis y a la psicoterapia en las que se partiremos por de pronto del hecho de que un 'organismo que
estudia el análisis de los sueños, pero también el análisis de las comprende', por ejemplo, un hombre, se ve confrontado con señales
conversaciones, el sostener una conversación, etc. Aquí, pues, nos portadoras de información de manera que percibe estas señales. Esta
concentraremos en la elaboración cognitiva del texto. 2 percepción se realiza mediante los órganos sensoriales. En la com-
prensión lingüística, esta percepción suele ser visual o auditiva.
Ahora bien: para poder atribuir informaciones a una serie de señales
6.1.3 La elaboración del texto se refiere no sólo a la comprensión, visuales o auditivas, se requiere una serie de procesos fundamentales.
a la conservación y al recuerdo de los textos, sino también a otros Si bien estos principios también tienen su validez en la comprensión
procesos cognitivos, como por ejemplo al establecimiento de lazos de imágenes, aquí nos limitamos a la comprensión de enunciados
entre las informaciones de un texto y los conocimientos/informacio- lingüísticos, tanto orales como escritos.
nes que ya poseemos, para aumentar o corregir nuestro saber. Ade- El primer principio consiste en que un hablante es capaz de aislar
más somos capaces de responder a preguntas sobre los textos, de unidades discretas del 'flujo' (fonético) continuo de la lengua; esto
describirlos/parafrasearlos, resumirlos o incluso comentarlos. Con la significa que puede segmentar señales de ese flujo. De hecho, en la
ayuda de informaciones textuales podemos solucionar problemas o escritura ya ha tenido lugar esta segmentación: las letras y las
guiar nuestras acciones de manera distinta; por ejemplo, con la palabras se separan unas de otras en forma de unidades.
ayuda de instrucciones para el uso de una máquina. Una serie de El segundo principio es la categorización. Para comprender las
estas tareas cognitivas son los procesos de aprendizaje en general: ¿de señales hay que hacer una abstracción: si bien un sonido se pronun-
qué manera obtenemos conocimientos a través de las informaciones cia o se oye fonéticamente de distintas maneras, el sonido siempre
textuales? ¿Cómo se almacenan estos conocimientos, y cómo se los puede interpretarse como la misma forma de sonido. Después de
halla de nuevo y se los aplica? todo, es esta la diferencia decisiva entre la fonología y la fonética
(esto ya lo discutimos al comienzo). Este principio implica psicológi-
camente que los sonidos que aparezcan serán siempre comparados
6.1.4 Las estructuras y los procesos psicológicos que desempeñan con una forma de sonido 'abstracta' pero ya conocida, a lo que
un papel en la comprensión de textos suelen ser de tipo más general. entonces sigue la decisión de si se trataba p. ej. de una a o una o.
También en la comprensión de escenas (visuales) y episodios reales Desde luego, este proceso se realiza a gran velocidad y sólo muy
reproducidos (fílmicamente) o representados, se emplean con frecuen- pocas veces de manera consciente: en este nivel elemental, la com-
cia las mismas reglas, estrategias y categorías. Estas caracterizan la prensión lingüística está automatizada casi por completo. La catego-
elaboración de la información compleja en general.
3 rización, sin embargo, no se limita a la comprensión de fonemas,
sino que también tiene lugar en otros niveles: reconocemos aquellas
'palabras' que ya conocemos, es decir: a una determinada configura-
ción de sonidos le asignamos una forma de palabra (morfema). A la

2 Para la problemática de la conversación en general, véase el capítulo 7 y la nota 4 Para el campo de la psicolingüística/psicologia del lenguaje aconsejamos la
20 del capítulo 1. colección en un volumen de F L O R E S D ' A R C Á I S & L E V E L T (comps.) ( 1 9 7 0 ) ; para las
3 Para la utilización de estos y otros conceptos de la elaboración cognitiva de la implicaciones psicológicas de la gramática generativa, véase F O D O R , B E V E R & G A R R E T
información, véase L I N D S A Y & N O R M A N (1972). ( 1 9 7 4 ) . SLOBIN ( 1 9 7 1 ) y C L A R K & C L A R K ( 1 9 7 7 ) ofrecen introducciones simples.
179 PSICOLOGIA DE LA ELABORACION DEL TEXTO LA CIENCIA DEL TEXTO 180
vez tiene lugar una primera categorización sintáctica: determinadas la elaboración informativa no son sucesivos, sino que en muchos
formas de palabras se asignan a determinadas categorías sintácticas, casos están interrelacionados. Con frecuencia se puede proceder a
como artículos o sustantivos. Así puede demostrarse enseguida un una categorización sintáctica cuando ya se han comprendido las
tercer principio: las unidades se 'reúnen', se combinan con otras formas de palabras de las partes de la oración correspondientes, es
unidades y esta combinación vuelve a considerarse como una unidad. decir, cuando se les ha asignado una forma de significado. Lo mismo
El principio de combinación tiene, pues, validez para la comprensión resulta válido para la segmentación de morfemas y el reconocimiento
de morfemas, porque los fonemas se yuxtaponen, y para la compren- de determinadas combinaciones. Contrariamente a la gramática,
sión de (partes de) oraciones, porque los morfemas se yuxtaponen. tanto la producción como la comprensión de la lengua tiene lugar en
El hablante conoce los principios de combinación posibles de su varios niveles a la vez: las unidades u operaciones en un nivel posibi-
lengua (reglas), y por eso generalmente reconoce cuáles combinacio- litan frecuentemente operaciones a otro nivel o, como mínimo, las
nes posibles son aceptables. También vuelve a aplicar la categoriza- apoyan.
ción necesaria en el nivel de las combinaciones, de manera que un
grupo de morfemas puede funcionar, por ejemplo, como 'sujeto' de 6.2.3 Hasta ahora se ha hablado de manera muy general sobre lo
la oración. que un hablante 'hace' mentalmente para poder comprender un
En el nivel de la comprensión de la palabra y de la oración enunciado. Para ello hemos partido del hecho de que él conoce una
interviene simultáneamente el principio siguiente, el de la interpreta- serie de formas de palabras más los significados, igual que también
ción: a las formas de palabras, partes de oraciones u oraciones se les conoce una serie de reglas de combinación e interpretación, y del
asigna determinado significado convencionalmente establecido. Esto hecho de que el uso real del lenguaje (hablar o comprender) se basa
significa que un hablante, cuando entiende una palabra, no sólo de tal manera en estos conocimientos, que los fragmentos de percep-
extrae de su memoria la forma de palabra correspondiente (ámbito ción que surgen se comparan constantemente con estos conocimien-
de conocimiento lingüístico), sino a la vez el (los) significado(s) tos. Lo característico de la elaboración cognitiva de la información
posible(s) o actual(es) que va(n) acoplado(s) a la forma de la palabra. es, sin embargo, que fuera de estos conocimientos de las reglas de
También en este nivel el principio de categorización ejerce su influen- validez general hay también estrategias para una aplicación eficaz de
cia: si bien un hablante puede tener una gran cantidad de asociacio- las reglas. Para entender adecuadamente la diferencia que existe
nes al interpretar formas de palabras o (fragmentos de) oraciones, entre estrategias y reglas puede observarse como ejemplo análogo el
debemos suponer que en principio es capaz de asignarles un signifi- juego de ajedrez. En primer lugar existen reglas generales y fijas para
cado específico y convencional; es precisamente esta convención la jugar al ajedrez, reglas que en principio todo jugador debe observar
que ha hecho que el hablante haya querido expresar con seguridad si realmente quiere jugar. Pero además, todo el sentido del juego
exactamente este significado. Pero como numerosas formas de pala- consiste en que un jugador intenta hacer jaque mate al otro. Para
bras poseen varios matices de significado o incluso varios significa- conseguir este fin no sólo debe saber jugar 'correctamente' al ajedrez,
dos, puede producirse muy fácilmente un malentendido si no se sino también conocer una serie de estrategias 'óptimas' para realmen-
dispone de más información proveniente del texto o del contexto, y te hacerle jaque mate al otro. Algo similar ocurre con el uso de la
el oyente puede asignar a una palabra u oración un significado lengua y la comunicación: se trata de intentar realizar lo más eficaz-
distinto del pretendido por el hablante. mente posible los objetivos comunicativos de la interacción, como
Vemos que la elaboración de la información se basa en realidad por ejemplo conseguir que el oyente entienda qué se quiere decir o
sobre todo en la adjudicación de significados a señales (perceptibles) qué funciones pragmáticas posee el enunciado. En el caso concreto,
y que esto tan sólo es posible como consecuencia de operaciones el oyente debe establecer para la comprensión de las oraciones una
mentales: la segmentación, la categorización y la combinación de lo serie de hipótesis que se refieran a la segmentación, categorización,
percibido. Además, hemos de tener presente que no sólo se interpre- combinación e interpretación más inmediatas, incluso en el caso de
tan las 'unidades', sino también las relaciones entre éstas, que esta- que, sobre la base de estas reglas, esta hipótesis plausible tenga que
blecen sus combinaciones posibles si también en la psicología de la modificarse en el curso de la posterior elaboración de la oración.
comprensión de la lengua distinguimos entre 'estructura superficial' Una de las estrategias ampliamente extendidas se basa, por ejemplo,
y 'estructura profunda' de un enunciado, es decir, entre las estructu- en la suposición de que en el uso de la lengua el primer sustantivo,
ras morfo-fonológico-sintácticas y las estructuras semánticas, esto el primer constituyente nominal, actúa en la mayoría de las oracio-
supone que, por ejemplo, las relaciones sintácticas también pueden nes como sujeto y a la vez, en el nivel semántico-textual, como
poseer una relación semántica como correlato significativo. Sin em- 'tópico' de la oración. Esta estrategia también significará que ya se
bargo hay que hacer hincapié en que los citados cuatro principios de puede comenzar con la categorización provisional, es decir, con la
181 PSICOLOGIA DE LA ELABORACION DEL TEXTO LA CIENCIA DEL TEXTO 182

estructuración, aun cuando el resto de la oración todavía no se haya una proposición (o a una red de conceptos). Cuando estudiemos los
seguido elaborando; de esta manera se acelera la elaboración de la mecanismos de la comprensión textual, nos ocuparemos exclusiva-
oración, con lo cual se favorece una comprensión más rápida. mente en esta elaboración semántica de la información, es decir: con
conceptos y proposiciones, admitiendo que las oraciones y sus partes
6.2.4 La memoria constituye un importante componente de un ya han sido traducidas a informaciones semánticas en la memoria a
modelo de elaboración cognitiva de la lengua. Si, dicho a grandes corto plazo. Por lo demás, todo lo que hemos expuesto acerca de la
rasgos, se quiere elaborar la segunda mitad de una frase, hay que memoria y su función para la comprensión de las realizaciones
saber lo que había en la primera mitad. Durante la elaboración hay lingüísticas, vale igualmente para cualquier otra percepción y elabo-
que guardar la información sobre la estructura y comprensión de ración de informaciones, por ejemplo, para la comprensión de imá-
palabras o partes de oraciones hasta que se la vuelva a necesitar, por genes: la percepción gráfica de una silla se analiza en la memoria a
ejemplo, para establecer relaciones gramaticales necesarias. El lugar corto plazo (se segmenta, categoriza, etc.) y luego se interpreta
cognitivo para el almacenamiento de tales informaciones es la semánticamente como él concepto de 'silla' o la combinación de
memoria. conceptos 'la silla se cae'. A veces incluso se admite que los princi-
En general se distinguen dos tipos de memoria, una 'a corto plazo' pales procesos que conducen y fijan la interpretación de los enuncia-
(short term memory) y la otra 'a largo plazo' (long term memory). dos, y aquellos que conducen la interpretación de otras 'impresiones',
Esta diferencia se hace evidente cuando nos planteamos que muchas son en gran parte idénticos; así, por ejemplo, la manera en que
formas de la información almacenada deben quedar disponibles sólo 'componemos' la estructura semántica de una oración a partir de la
un breve momento, mientras que otras informaciones acaso sean comprensión de sus partes, debe de estar estrechamente emparentada
necesarias para más tiempo o incluso para siempre, si pretendemos con la percepción y elaboración de imágenes y escenas. Un punto
que el organismo funcione adecuadamente. La información fonoló- litigioso es por ejemplo la cuestión de si en nuestra memoria sólo
gica, morfológica y sintáctica precisa, relativa a la estructura de tenemos estructuras conceptuales abstractas que sirven como base de
partes de la oración, se necesita sólo para la oración en sí y acaso interpretación y almacenamiento tanto para la lengua como para las
para la oración anterior o la posterior. Ningún lector que lea esta imágenes o si poseemos conceptos 'lingüísticos' antes que 'imágenes'. 6

página será capaz de reproducir literalmente la primera oración, aun Sea como fuere, resulta indudable que la elaboración lingüística y
cuando la haya entendido y aun cuando estas estructuras oracionales visual de la información están estrechamente interrelacionadas: con
hayan estado temporalmente en su memoria. Por eso admitimos que un enunciado podemos describir sin grandes esfuerzos una imagen o
estas informaciones de 'poca vida' se almacenan en la memoria a una escena percibida en aquel momento o antes, y a la inversa,
corto plazo durante cierto tiempo, y precisamente mientras quede después de un enunciado podemos hacernos una 'imagen' de una
suficiente espacio en esta memoria. Sin embargo, el contenido de cosa. A veces ocurre que algún tiempo más tarde ya no sabemos si
una oración, es decir, su estructura semántica, por lo general deberá hemos visto nosotros mismos un suceso determinado o si tan sólo
quedar disponible durante un tiempo mucho más largo, para, por hemos oído hablar o leído sobre él, o incluso si nos lo hemos
ejemplo, establecer relaciones de conexión y coherencia con signifi- 'inventado' o 'imaginado' todo.
cados anteriores o posteriores, pero también para (trans-)formar La diferencia entre la short term memory (STM) y la long term
nuestro conocimiento a largo plazo. Por lo tanto, al menos una parte memory (LTM) todavía es muy vaga. Una identificación completa de
de estas informaciones se transporta a la memoria a largo plazo. Por la LTM con la memoria 'semántica' a veces parece llevar a confusión,
esta razón también se la denomina memoria semántica o conceptual. 5 puesto que en la LTM también podemos almacenar informaciones
Si observamos todo el proceso, veremos que la memoria a corto 'de estructura superficial' (como por ejemplo un texto oral dicho por
plazo funciona de hecho como una especie de 'taller' en el que las alguien, una consigna o la letra de una canción, el estilo hablado o
informaciones que entran reciben un primer tratamiento, de manera escrito de alguien en particular, o bien la melodía o el ritmo de una
que a continuación se las pueda almacenar en la memoria semántica canción o de otra pieza de música). A la inversa también se puede
(a largo plazo). Hemos visto que, en el fondo, este tratamiento suponer que debe de haber informaciones semánticas disponibles en
apunta a una interpretación cognitiva de las señales que se reciben, la STM o por lo menos por un 'breve espacio de tiempo' y que
es decir: a una traducción a conceptos o relaciones entre conceptos a posiblemente dispongamos de ellas por muy poco tiempo para la

5 Para la teoría de la memoria, véase KINTSCH (1977 a), así como TULVING & 6 P A I V I O ( 1 9 7 1 ) ofrece una amplia visión sobre las relaciones entre lengua e imagen
DONALDSON (comps.) ( 1 9 7 2 ) . y sus elaboraciones respectivas.
183 PSICOLOGIA DE LA ELABORACION DEL TEXTO LA CIENCIA DEL TEXTO 184
comprensión de oraciones y secuencias de oraciones. Incluso si he- con ciertos 'indicios' (cues), por ejemplo, indicando una serie de
mos entendido una oración determinada al principio de este capítu- propiedades características de la información.
lo, en general no seremos capaces de reproducir esta oración 'en Sin embargo, ambos procesos requieren que la información no
cuanto a su contenido', es decir, mediante una paráfrasis, y ni esté arbitrariamente almacenada en la memoria. En otras palabras:
siquiera la reconoceríamos. Esta reflexión nos servirá de punto de sólo somos capaces de retener en la memoria la enorme cantidad de
partida para un tratamiento de los problemas cognitivos específicos información sobre circunstancias generales y particulares que necesi-
que se producen en la comprensión de textos e informaciones semán- tamos para nuestro 'funcionamiento' cognitivo y social, si las infor-
ticas complejas en general. maciones están más o menos eficazmente estructuradas. Podemos
Para poder diferenciar aún más los diferentes 'tipos' de memoria suponer, por ejemplo, que todo lo que sabemos sobre mesas, sillas y
se ha introducido además de la STM y LTM el concepto de memoria lámparas está almacenado en conexión con nuestro conocimiento
episódica. La característica particular de la memoria episódica, que general sobre el mobiliario y los enseres de la casa. Nuestro conoci-
mayormente se considera como una parte de la memoria a largo miento sobre otras personas y sobre las relaciones sociales funciona
plazo, estriba en el registro especial de una serie de rasgos del input de manera parecida. Por eso, los diferentes conceptos que se encuen-
informativo: dónde, cuándo y cómo se percibió y comprendió una tran en la memoria semántica forman ciertos conglomerados (clusters)
cosa. Así no sólo podremos recordar en general que Allende, el que pueden actualizarse, por ejemplo, en los tradicionales tests aso-
presidente de Chile, fue asesinado por fascistas, sino que además ciativos. Estas estructuras de conglomerados pueden estar articula-
todavía 'sabremos' cómo y cuándo obtuvimos esa información. Esto das, por lo menos parcialmente, de manera jerárquica: distintas
significa, sin embargo, que la restante LTM más bien sirve como cosas que sabemos acerca de Pedro, también son aplicables en
almacén de nuestro conocimiento de circunstancias más generales y general a personas, hombres u objetos concretos: Pedro puede estar
que a través de nuestra memoria episódica recordamos más bien enfermo, puede ser padre y es visible. Las estructuras jerárquicas de
sucesos concretos vividos por nosotros (se incluye la lectura o el este tipo son condición indispensable para una elaboración efectiva
haber oído ciertas cosas). Resulta, pues, muy posible que la 'breve' de la información (almacenamiento, output): no es necesario que
información semántica que necesitamos para la comprensión de una almacenemos todas las propiedades (posibles) de cada concepto que
oración o un texto, se almacene de manera característica en esta tengamos en la memoria, puesto que las podremos deducir de las
memoria episódica. propiedades de conceptos más 'elevados' cada vez que necesitemos
esas informaciones. En general, respecto del concepto de 'Pedro' no
habremos almacenado conscientemente informaciones sobre el hecho
6.2.5 Con estos problemas de la teoría de la memoria se vinculan de que tiene un corazón; sin embargo, esta información puede ser
dos operaciones mentales emparentadas aunque muy distintas entre inmediatamente asequible por deducción (del concepto de 'ser vivo')
sí, a saber, el (re-)conocer y el recordar. Ante todo debemos suponer en cuanto debamos interpretar un suceso o un enunciado para los
que la información almacenada en la memoria puede volver a encon- que el hecho de que Pedro tenga un corazón resulte relevante. Por lo
trarse. Pero también es posible que alguna vez hayamos almacenado demás, esto no permite concluir que en la memoria no existan
una información determinada en la memoria semántica, y que no también la 'multiplicación' o la 'redundancia': si se desea elaborar
volvamos a encontrarla. En este caso se habla de olvido. Se puede informaciones rápidamente y sin rodeos, muchas veces hará falta
olvidar temporalmente o para siempre, lo que en el primer caso disponer de algunos detalles directa e inmediatamente, en lugar de
quiere decir que en determinadas circunstancias aún puede hallarse tener que deducirlos primero. Así sabemos que el gato es un animal
un 'camino' para acceder a la información que antes no obteníamos. sin que tengamos que deducir este hecho del hecho general de que el
La diferencia fundamental entre (re-)conocer y recordar consiste gato es un mamífero. En resumen, podemos decir de la estructura de
en que en el curso del reconocimiento disponemos de información la memoria que en ella se almacenan informaciones de manera
actual y lo único que tenemos que hacer es averiguar si ya existe en estructurada y frecuentemente jerárquica y que existen determinadas
algún lugar de nuestra memoria. Sobre la base de este 'modelo' reglas para ligar unas informaciones con otras; sobre la base de estas
podemos registrar rápida y eficazmente nuestra memoria; sólo debe- reglas puede procederse a determinadas deducciones. A esto se le
mos decidir con más o menos seguridad si ya existe esta pieza de debe añadir un principio de elaboración básico: la manera en que se
información. Para recordar hay que poner en marcha el mecanismo almacenan informaciones en la memoria y, por ende, la manera en
memorístico de manera mucho más potente, dado que en el marco que más tarde estas informaciones son asequibles o pueden reprodu-
de una tarea dada se exige reproducir una pieza de información sin cirse, dependen de la manera en que las informaciones hayan sido
un modelo anterior. Naturalmente, este proceso se puede facilitar elaboradas al principio. En otras palabras: la estructura que se adju-
185 PSICOLOGIA DE LA ELABORACION DEL TEXTO LA CIENCIA DEL TEXTO 186

dica a una información durante la percepción y la comprensión, tal manera que las propiedades necesarias y comunes de estos suce-
establece en qué 'cajón', a qué 'nivel' y dentro de qué estructura más sos prevalezcan sobre las informaciones acerca de los detalles subor-
amplia se mantiene esta información en la memoria. A continuación dinados. Un marco no sólo se compone de unas partes 'fijas' o
descubriremos que este principio es básico para comprender la ma- 'necesarias', sino también de una serie de 'conclusiones' variables,
nera en que se entienden y retienen las oraciones de un texto. que permiten aplicar el mismo marco a un gran número de situacio-
nes parecidas; por ejemplo, la circunstancia de que en el tren se
6.2.6 En los capítulos sobre la coherencia local y global de los llegue a conocer a una persona agradable, puede ser incluida como
textos ya se ha introducido un concepto más bien cognitivo, que variable en el marco. Se trata aquí de la transformación de una
tiene que ver muy directamente con el tipo de articulación de las información que ya figura en el marco, o bien de la aparición de
funciones de la memoria: el concepto de marco (frame). Como ya se 1 sucesos compatibles (encontrar una persona en el tren, y no un
ha dicho, los marcos son determinadas formas de organización del elefante o una nave espacial). Enseguida veremos la importancia que
conocimiento convencionalmente establecido que poseemos del 'mun- revisten los conocimientos del marco para la comprensión de la
do'. Por esta causa, los marcos forman una parte de nuestra memo- lengua o de textos.
ria semántica general, en la que más bien se almacenan informacio-
nes como «las mujeres pueden ser madres» pero no «María ha tenido
un niño». En un análisis más preciso veremos que los marcos no 6.3 Comprensión textual I: la comprensión de secuencias de oraciones
(sólo) se refieren a regularidades o normas físicas, biológicas y
psicológicas generales, sino sobre todo a las numerosas regularida- 6.3.1 Después de haber estudiado una serie de conceptos y princi-
des, convenciones, normas, personas, roles, funciones, actitudes, etc., pios básicos que caracterizan la elaboración de la información y la
que desempeñan un papel en las situaciones sociales. El conocimiento comprensión de la lengua en general, en el resto de este capítulo nos
del marco es necesario para la interpretación correcta de los más dedicaremos sobre todo a la comprensión de textos y a otros aspec-
diversos sucesos sociales, para la propia participación adecuada en tos de la elaboración textual, como la (re-)producción, el resumen,
estos sucesos y, en general, para la razón de ser de nuestro propio etc.
comportamiento y el de los demás. Por ejemplo, «comer en un Mientras que nuestra comprensión de precisamente aquellos pro-
restaurante», «viajar en tren» e «ir de compras» son marcos que cesos y estructuras que desempeñan un papel importante en la
establecen las acciones que debemos llevar a cabo, en qué orden y elaboración de la información y la comprensión de la lengua es aún
con qué grado de necesidad, si queremos lograr determinado objeti- muy fragmentaria, hay que observar en primer lugar que en la
vo social. Con lo cual se evidencia que estos marcos suponen una actualidad no sabemos prácticamente nada sobre la elaboración de
forma de organización mental para acciones y sucesos complejos y estructuras semánticas complejas como los textos, en particular por-
estereotipados: simplemente sabemos que antes de viajar en tren que las investigaciones experimentales en este campo no han hecho
tendremos que comprar el billete (en la taquilla o en el tren), y que más que empezar. Durante los últimos años, la psicolingüística y la
8

no nos traerán comida en un restaurante si no la pedimos o si no psicología cognitiva experimental, frecuentemente demasiado escla-
vamos a buscarla nosotros mismos. También sabemos que en los vas de los desarrollos teóricos de la lingüística, se han ocupado sobre
trenes habitualmente hay revisores que tienen ciertos deberes y dere- todo de la percepción de sonidos, la comprensión de palabras y la
chos, y que en una tienda solemos encontrar a una persona que nos formación de conceptos, el recordar palabras 'sin sentido' y la elabo-
atiende o que cobra. ración de estructuras sintácticas. Si bien se ha llegado a descifrar en
Un marco puede describirse, pues, como una estructura de concep- estos campos una cantidad considerable de procesos de la compren-
tos en la memoria semántica; esta estructura se compone de una sión y de las estructuras de la memoria, ya mencionados en este
serie de proposiciones que se refieren a sucesos estereotípicos. Estas capítulo, se ha demostrado como imposible una verdadera compren-
proposiciones están, entre otras cosas, ordenadas jerárquicamente de sión de los mecanismos del proceso de elaboración lingüística sin un
modelo de elaboración informativa semántica. En tanto que actual-
' La teoría de los marcos o frames desarrollada por M I N S K Y ( 1 9 7 5 ) se estudia
•¡obre todo en los papers de B O B R O W & C O L L I N S (comps.) ( 1 9 7 5 ) . Véase también 8 Actualmente, la bibliografía sobre la psicología de la adquisión textual es bastan-
< IIARNIAK ( 1 9 7 2 ) , que ya empleó esta idea para el análisis de los cuentos infantiles, y te amplia. De la bibliografía aparecida en forma de libro, véase K I N T S C H ( 1 9 7 4 , 1 9 7 7
S C H A N K & A B E L S O N ( 1 9 7 7 ) , que provienen de la denominada artificial intelligence, o a), M E Y E R ( 1 9 7 5 ) , F R I E D U : (comp.) ( 1 9 7 7 ) y VAN D I I K & KINTSCH ( 1 9 7 7 ) , K I N T S C H
sea, de la simulación de computadoras. Para la discusión de las relaciones entre los & VAN D I J K ( 1 9 7 8 ) y J U S T & CARPENTER (comps.) ( 1 9 7 7 ) , también para otras referen-
marcos y las macroestructuras para la comprensión textual, véase VAN D I J K ( 1 9 7 7 e). cias bibliográficas.
187 LA CIENCIA DEL TEXTO 188
I'll PSICOLOGIA DE LA ELABORACION DEL T E X T O

mente se están conociendo algunos resultados sobre la comprensión 6.3.3 La comprensión de secuencias y la de oraciones (compuestas)
(semántica) de fragmentos de oraciones y oraciones enteras, creemos 9 comparten una serie de rasgos. En primer lugar, el proceso de
que el siguiente paso a dar está bastante claro: las oraciones se elaboración está orientado sobre todo semánticamente, es decir: un
elaboran y comprenden en relación a otras oraciones de un texto y/o hablante quiere registrar en su memoria sobre todo informaciones
en relación a un contexto no verbal. Una teoría cognitiva de la relativas al contenido «extraídas de» oraciones o secuencias, y no
elaboración lingüística deberá disponer, pues, de un modelo en el informaciones morfológicas, fonológicas, léxicas o sintácticas. Estas
que se tenga en cuenta cómo se comprenden, almacenan, reproducen últimas normalmente son, como hemos visto, 'instrumentales': se
y producen las unidades más complejas, como los textos, y cómo se elaboran en la medida que en ellas se plasme o exprese la informa-
guían mentalmente los diálogos. ción semántica. Resulta bastante fácil comprobarlo pidiéndoles a
A pesar de la ya mencionada escasez de resultados 'contundentes' personas de ensayo que repitan inmediatamente, y después de unos
de las investigaciones, conocemos algunas circunstancias seguras de cuantos segundos o minutos, oraciones que acaban de oír o leer. De
propiedades específicas de la elaboración cognitiva del texto. Puesto esta manera se comprueba que después de cierto tiempo ya no es
que estos factores, por regla general, parecen apoyar la descripción posible la repetición literal de frases o secuencias largas o complica-
(córica de las estructuras textuales bosquejada en los capítulos ante- das, pero sí lo es una reproducción por lo menos parcial del conteni-
riores, lo cual subraya sobre todo su posible relevancia psicológica, do mediante perífrasis. No obstante, veremos que en la memoria
10

podremos añadir en lo sucesivo también un componente teórico a un también existen limitaciones para las informaciones semánticas.
modelo de elaboración cognitiva del texto. Por lo tanto, lo que aquí Por lo demás, se ha comprobado que la unidad sintáctica de la
estudiamos, de hecho constituye una combinación de ideas generales, oración en la elaboración del texto sólo tiene un papel marginal en
más o menos confirmadas, sobre la elaboración semántica de la este nivel semántico. Si, por ejemplo, damos a personas de ensayo
información, resultados más específicos de investigaciones experimen- textos como los siguientes:
tales a base de materiales textuales y, finalmente, una serie de (1) Cuando Pedro llegó a casa, tomó un baño y se puso el traje nuevo.
hipótesis plausibles sobre operaciones y estructuras posibles que (2) Pedro llegó a casa. Tomó un baño. Después se puso el traje nuevo.
desempeñan un papel en la elaboración del texto.
no sabrán, si les preguntamos (por ejemplo en un test de reconoci-
6.3.2 Partíamos de la suposición de que la elaboración del texto se miento), si han leído determinada información (por ejemplo, una
basa en estructuras que se asignan a los enunciados lingüísticos proposición) en forma del texto (1) o del texto (2). La información
durante su incorporación y elaboración en la memoria a corto plazo. de varios fragmentos u oraciones se integra en una única estructura
Este principio también rige para la elaboración de textos. Ya hemos semántica, p. ej., en una proposición (compleja). Tal y como lo han
podido constatar que aquello que caracteriza los textos es sobre todo demostrado los tests memorísticos con oraciones activas y pasivas,
de índole semántica (y pragmática). Hacíamos, además, una distin- tanto en la estructura de la oración como en la segmentación en una
ción entre la estructura local —o microestructura, es decir: la estruc- secuencia se trata principalmente de cómo está repartida la informa-
tura de proposiciones y secuencias de proposiciones— y la macroes- ción en el texto, cómo se ha introducido, cómo está ordenada (tanto
tructura, más global, de un texto. Debemos suponer que esta diferen- con respecto a lo que se supone conocido como con respecto a la
cia teórica también tiene su importancia para un modelo psicológico perspectiva de la descripción) y jerarquizada. Si bien estas caracterís-
de la elaboración textual: por un lado, un hablante comprende ticas de estructura superficial también determinan la estructura se-
oraciones y combinaciones (cortas) de oraciones, y por otro compren- mántica, cuando ésta se ha formado, la estructura superficial origi-
de (en conexión con éstas) un texto o fragmentos de un texto de nal ya no es relevante, por lo que puede olvidarse. De ahí se deduce 11

manera más global. Estas suposiciones se ven apoyadas por hechos que para nuestro modelo de la elaboración lineal (local) de textos
psicológicos, p. ej., por el hecho de que un hablante puede recordar emplearemos exclusivamente términos de las estructuras conceptua-
sin esfuerzo el contenido global de un texto (macroestructura), pero les, como proposiciones, elementos de proposiciones y relaciones
que en lo que respecta a la microestructura este recuerdo suele ser entre proposiciones o elementos proposicionales.
breve y muy fragmentario. Por eso nos ocuparemos en primer lugar
de la comprensión de estas microestructuras.
B R A N S F O R D & F R A N K S ( 1 9 7 1 , 1 9 7 2 ) , entre otros, estudian las limitaciones de la
1 0

reproducción de estructuras oracionales y por ello la determinación semántica de la


comprensión.
' Para la comprensión de oraciones, véase la bibliografía mencionada en la nota 4, " S A C H S ( 1 9 6 7 ) y C L A R K ( 1 9 7 6 ) describen las limitaciones de la capacidad para
aunque también a C L A R K (1976). recordar oraciones activas y pasivas.
I'll PSICOLOGIA D E LA ELABORACION DEL T E X T O LA CIENCIA DEL TEXTO 190
<>.3.4 Una teoría parcial de la capacidad inmediata de la memoria producir, sin más recursos ni la intervención de la LTM, la coheren-
semántica a corto plazo es un componente esencial para un modelo cia local de un texto.
de la elaboración textual. Ya se ha señalado que los hablantes no son Esto no parece poco, y por ello tampoco tenemos que creer que un
capaces de almacenar más que una determinada cantidad de 'unida- hablante es capaz de (re-)producir sin más estas cincuenta proposi-
des' de las informaciones estructurales morfológicas, fonológicas, ciones. En primer lugar no sólo se trata del recordar 'activo', sino
léxicas y sintácticas en la memoria a corto plazo. A la vista de las sobre todo del reconocer 'pasivo': para comprender en una oración
funciones semántico-pragmáticas de la comunicación tampoco resul- S¡ la expresión él, el hablante por de pronto no tendrá más que
la necesario; además, esta capacidad es suficiente para transformar rastrear en una oración anterior una persona o un objeto que lo
las estructuras superficiales en estructuras semánticas. En el uso remitan muy probablemente al mismo objeto o persona. Enseguida
habitual de la lengua ocurre sin embargo algo similar en el plano volveremos sobre este tema.
semántico: no hace falta recordar todos los aspectos de las informa- El factor más importante que establece la capacidad (relativamen-
nones semánticas para poder comprender un texto. Para simplificar te voluminosa) de la memoria semántica a corto plazo es, como
diremos que un hablante sólo extraerá del texto y almacenará en la siempre, la estructuración de las informaciones. Por regla general hay
memoria la información que le resulte importante. Pero en la com- que tener presente que retener —y, con ello, reproducir— trozos de
prensión de las secuencias de oraciones, lo fundamental es que el información arbitrarios, es decir, palabras u oraciones que nada
hablante esté en condiciones de retener las relaciones necesarias entre tienen que ver entre sí, es mucho más difícil que retener y reproducir
las proposiciones. Por eso, las proposiciones han de ser asequibles informaciones con una cierta relación estructural sintáctica, semánti-
por lo menos durante un breve espacio de tiempo, en la que pode- ca o de otro tipo de esquema (p. ej., narrativo). Lo mismo vale para
mos llamar «memoria semántica a corto plazo» (SSTM). Tan pronto la SSTM. Las proposiciones no tienen que retenerse por separado,
como se ha llenado este espacio de almacenaje, tendrán que eliminar- sino que forman una estructura que consiste en las relaciones de
se algunas informaciones, es decir que deberán enviarse a la memo- conexión mencionadas en los anteriores capítulos:
ria a largo plazo. Unicamente podemos hacer conjeturas acerca de
12

la capacidad de la memoria semántica a corto plazo necesaria para (3) (i) R E L A C I O N E S DE CONEXION entre proposiciones (como un todo): condicio-
la comprensión de oraciones (compuestas) y combinaciones de ora- nes/consecuencias posibles, probables y necesarias;
(ii) R E L A C I O N E S DE COHERENCIA entre elementos proposicionales:
ciones; por lo menos debe ser lo suficientemente grande para que el (a) identidad referencial (p. ej.: Juan... él... el chico)
hablante pueda vincular oraciones consecutivas sin ninguna dificul- (b) relaciones referenciales (p. ej.: Juan... sus manos)
lad. En otras palabras: los componentes del significado de S, deben (c) relaciones de predicado, entre otras sobre la base de marcos de cono-
ser directamente asequibles para poder comprender una oración cimientos ([Juan] compró un billete... se dirigió al tren...)
(d) relaciones temporales (... compró... se dirigió...)
.S',,i. En este modelo cognitivo volvemos a encontrarnos con el (e) relaciones modales (quizás aún venga y traiga flores): el mismo mundo
concepto de interpretación relativa de la semántica textual. Si supo- o mundos posibles relacionados entre sí;
nemos que un hablante puede comprender normalmente una oración (iii) T E M A (macroestructura).
compuesta por entre diez y veinte proposiciones atómicas, esto signi- Además de estas relaciones que un hablante debe elaborar para
licará que si la oración siguiente a aquella con la que debe ligarse poder entender una secuencia —y que a la vez la estructura que
tiene la misma extensión, en la SSTM deberá haber espacio para un posibilita 'asimilar' tantas informaciones a la vez— probablemente
mínimo de entre veinte y cuarenta proposiciones. Pero esto todavía también exista una serie de relaciones funcionales entre las proposi-
no basta. Enseguida veremos que para poder unir coherentemente ciones que se ocupan de las estructuras jerárquicas inmediatamente
estas proposiciones, también se añaden proposiciones extraídas de superiores. Ya nos habíamos encontrado con tales relaciones funcio-
las existencias de conocimientos de la LTM, además de una serie de nales en la descripción de secuencias de actos de habla: una acción
proposiciones más globales —a saber, macroproposiciones— que lingüística puede servir de preparación, componente, apoyo, explica-
determinan el tema continuo del fragmento textual. Sumándolo todo ción, corrección, etc., de otra acción lingüística. Algo parecido tam-
acaso lleguemos a una cantidad de unas cincuenta proposiciones bién puede ocurrir en el nivel semántico: una proposición es un
como capacidad máxima de la memoria semántica a corto plazo: con componente, una especificación, una limitación, etc., de la informa-
e s t e espacio de almacenamiento, un hablante debe ser capaz de
ción aportada por otra proposición, por ejemplo:
(4) María quiere casarse con un sueco. Mide dos metros.
12 Para los aspectos teóricos del proceso de la elaboración textual, véase KINTSCH La segunda oración nos da una proposición que se puede interpretar
KÍ VAN DIJK (1978). como especificación de la información de la primera. Aunque sobre
I'll PSICOLOGIA DE LA ELABORACION DEL TEXTO
LA CIENCIA DEL TEXTO 192
este tipo de relaciones todavía no haya una investigación teórica
abundante, podemos suponer que estas relaciones contribuyen a la
13 • ACCIÓN: afirmar (x„ (3))
estructuración de la información, por lo que pueden ejercer una Pedro = x,
influencia sobre el almacenamiento de la información en la memoria AGENTE
y también sobre su reproducción. HECHO,— OBJETO HECHOJ = (HECHOJ COND
Finalmente también debemos suponer que no sólo existe una H ECHO ) = (3)
estructura que se basa en las mencionadas relaciones de coherencia
4

• CIRCUNSTANCIAS
entre proposiciones, sino que hay también una 'configuración' semán- pasado; hoy
tica más específica de proposiciones atómicas en un «case-frame», es I TIEMPO:
decir: una estructura semántica de relaciones funcionales entre argu- • ACCIÓN: amenazar (* , *i)
mentos/participantes. De esta manera podemos articular la siguien-
14
2

te oración en una serie de proposiciones atómicas, aunque éstas AGENTE ladrón (x )


puedan seguir ordenándose en algunas lenguas sobre la base de
2

relaciones entre casos gramaticales: PACIENTE Pedro (x,)


(5) Pedro afirmó que ayer fue amenazado por un ladrón con un cuchillo, de modo H ECHO, — INSTRUMENTO cuchillo (x ) 3

que tuvo que entregar su billetero con dinero.


CIRCUNSTANCIAS:
(6) 1. Pedro = x ,
2. afirmó (x,, (3) ) I TIEMPO: ayer
3. (4) de modo que (9)
4. fue amenazado por (x,, x ) 2 ACCIÓN: entregar (x,, x , x ) 4 5

5. ladrón (x ) 2

6. ayer ((3)) AGENTE Pedro (x,)


7. tener (x , x )
2 3

8. cuchillo (x¡) OBJET« billetero (x )


9. tuvo que (x„ (10))
4

10. entregar (x,, x )


11. billetero (x ) 4
4
H ECHO4 - L -ESPECIFICACIÓN: C O N T E N I D O dinero
12. en (x , x )
4 5
USUFRUCTUARIO: ladrón ( v )
13. dinero (x ) 5
5

Como ya lo insinúa la estructura de la oración (5), estas trece


L
CIRCUNSTANCIAS
proposiciones atómicas —que por lo demás no reproducen en abso- TIEMPO: ayer
luto explícitamente las informaciones de la oración— forman un
H E C H O complejo, el H E C H O de que Pedro asevera algo sobre dos
H E C H O S relacionados entre sí (el atraco y la entrega del billetero). El
Si bien esta estructura —es decir, las diferentes categorías y sus
concepto de H E C H O (escrito en versalitas) que aquí se emplea desig- relaciones— es aún provisional, dado el limitado conocimiento que
na la representación cognitiva de circunstancias en el mundo. poseemos de una semántica funcional, podemos admitir la hipótesis
La estructura semántica funcional de la oración es la representa- de que los hablantes, al comprender las oraciones y secuencias,
ción de la estructura de los papeles de los participantes en el suceso organizan las mínimas porciones de información expresadas por las
—en términos como «agente», «paciente», «objeto», «instrumento», proposiciones atómicas en 'unidades' fácilmente dominables, es de-
«objetivo», etc., tal como se relacionan a través del predicado (ver- cir, en unidades como los H E C H O S recién introducidos. Sin embar-
1 5

bo)— para nuestro ejemplo aproximadamente como en (7): go, hay que tener en cuenta que en este capítulo se trata de H E C H O S
cognitivos, y no de circunstancias o hechos de la realidad, que en los
capítulos anteriores considerábamos como denotados de proposicio-
M E Y E R ( 1 9 7 5 ) , basándose en G R I M E S ( 1 9 7 5 ) , emplea las relaciones funcionales
1 5

en la elaboración textual, como por ejemplo en la formación de las estructuras 15 En conexión con la semántica lingüística y lógica hemos utilizado proposiciones
jerárquicas. para la representación de estructuras textuales y de conocimiento. Sin embargo,
La estructura oracional de casos, tal como la describe F I L L M O R E ( 1 9 6 8 ) , también
14 existen también otros sistemas de representación para reproducir los conceptos y sus
repercute en la elaboración de oraciones; véase entre otros a K I N T S C H ( 1 9 7 4 ) . estructuras. Véase, por ejemplo, el sistema de Schank en S C H A N K & A B E L S O N (1977),
y también N O R M A N & RuMELHART(comps.) (1975).
.'03
PSICOLOGIA DE LA ELABORACION DEL TEXTO LA CIENCIA DEL TEXTO 194

nes. Con esta ambigüedad terminológica se persigue un propósito: inmediata podemos almacenar un número relativamente grande de
tenemos razones para suponer que no sólo al entender una lengua, unidades de información semántica.
sino también al percibir e interpretar circunstancias y sucesos, se 6.3.5 Las observaciones del párrafo anterior implican que la com-
aplica un ESQUEMA DE HECHOS para relacionar de alguna manera prensión de secuencias de oraciones de un texto debe poseer una
los numerosos datos. especie de carácter cíclico: registramos una serie de proposiciones,
Volvamos a nuestra problemática fundamental: para poder com- las interrelacionamos, luego aceptamos una nueva serie de proposi-
prender una oración compuesta o una serie de oraciones, el hablante ciones (p. ej., de la oración siguiente) y, a ser posible, la ligamos con
deberá interrelacionar una serie de proposiciones; estas proposicio- la serie anterior; en este punto la SSTM ya está muy cargada, por lo
nes (± 50) son admitidas en la SSTM de manera que se construyan que deberemos decidir qué información de la SSTM borraremos
simultáneamente en diferentes niveles distintos tipos de estructuras antes de poder captar nuevas informaciones. La pregunta es, pues, la
(de contenido, referenciales, funcionales, de acuerdo con el marco, siguiente: ¿qué ocurre en ese ciclo?
etc.) entre las proposiciones o sus elementos; la unidad informativa A grandes rasgos podemos decir que el principio cíclico de la
global en este nivel es un HECHO, que consiste en una estructura de elaboración textual de las informaciones tiene como objetivo unir
relaciones funcionales entre participantes en una circunstancia, un informaciones nuevas con las viejas (es decir, con informaciones ya
suceso o una acción determinados. En nuestro ejemplo se puede ver conocidas). Se ha demostrado que esto sólo es posible si los diferen-
que trece proposiciones atómicas constituyen cuatro HECHOS. Si se tes ciclos se solapan. Para poder establecer relaciones, sin embargo,
quiere evaluar la capacidad de almacenamiento en la memoria semán- se requiere algo más; en primer lugar, un tema, es decir, una o varias
tica hay que partir del hecho de que para vincular esta oración con macroproposiciones, con relación a las cuales se logre establecer las
una anterior y una posterior, cada una de las cuales se compone relaciones de conexión y coherencia. Por lo demás, también se
igualmente de cuatro HECHOS, el número de unidades de este tipo es requiere la necesaria información de marco, que proviene de la
aproximadamente de doce. A pesar de que calculamos que la memo- LTM, para aportar 'missing links', es decir, proposiciones que no
ria a corto plazo tiene capacidad para unas cincuenta proposiciones, aparecen en la base textual enunciada (explícita), y que sin embargo
y, por tanto, para unos quince HECHOS, no podemos concluir de se necesitan para establecer una conexión en la base textual. Por
esto que un hablante siempre usará esta capacidad de almacenamien- consiguiente, un ciclo interpretativo presenta el siguiente contenido:
to en su totalidad. En la mayoría de los casos ya es posible una
comprensión local del texto cuando se ligan fragmentos de oraciones (8) a. condiciones de interpretación necesarias (presuposiciones) de información
u oraciones enteras relativamente consecutivos. Incluso una oración 'vieja';
bastante larga como la (5) finalmente no comprendía más que cuatro b. información vieja; p. ej., las proposiciones de la oración anterior;
HECHOS. Aquí todavía se puede añadir que otras investigaciones de c. información nueva; p. ej., las proposiciones de una oración a interpretar;
la capacidad de la memoria a corto plazo y de las unidades de la d. macroproposiciones, para ligar b con c;
e. proposiciones del marco, para ligar b con c;
elaboración de la información han dado como resultado que hay una f . implicaciones plausibles de b y c (y asociaciones);
frontera natural en la zona del 'mágico' número siete; en caso de 16
g. información esquemática (de superestructura) en relación a la función glo-
existir más unidades, se requiere una estructuración ulterior en otros bal de b y c;
niveles. Sin ningún tipo de esfuerzo podemos, pues, captar números h. estructura de conexión y coherencia de <b, c, d, e> .
de hasta siete cifras y retenerlos, y algo semejante valga quizá
también para una lista de palabras, una serie de oraciones o fragmen- Así pues, no se trata de un conjunto desordenado de proposiciones,
tos en una estructura sintáctica, una serie de proposiciones (no sino de una serie de proposiciones estructuralmente ordenadas, lo
estructuradas) y una serie de HECHOS. Ya vimos anteriormente que que se especifica en h. Por lo demás, algunas proposiciones pueden
las categorías de un HECHO no suelen ser más de siete. De ahora en ser idénticas: hay presuposiciones que pueden coincidir con macro-
adelante no seguiremos ocupándonos en estas especulaciones numé- proposiciones; algunas macroproposiciones pueden coincidir con mi-
i icas sobre la capacidad de elaboración y retentiva de la memoria a croproposiciones, mientras que las implicaciones plausibles a menu-
corto plazo. Lo esencial es que esta capacidad es limitada, pero que do son idénticas a los 'missing links' dados por el marco de conoci-
debido a las numerosas relaciones estructurales para la elaboración mientos. El punto a incluye las proposiciones que se necesitan para
la interpretación relativa correcta de información vieja; se trata de
proposiciones restantes de un ciclo anterior y que sirven para una
" El «magical number seven» es una expresión del psicólogo George Miller, que
l>ielcndia indicar que el número 'siete' es un importante valor límite en la elaboración
conexión lineal permanente, p. ej., a través de la identidad referen-
Informativa a niveles distintos. Véase MILLER(1956). cial. A la oración (5) le podemos añadir, por ejemplo, la siguiente:
.'03 PSICOLOGIA D E LA ELABORACION D E L T E X T O LA CIENCIA DEL TEXTO 196
(9) Sin embargo, no creo que pueda haber sido asaltado, sino que él mismo ha (volver a) recuperarse de la LTM. También podemos suponer que las
hecho desaparecer el dinero. informaciones que se encuentran en la SSTM en un lugar jerárquica-
lin este caso disponemos de las proposiciones de la oración (9) más mente superior —por ejemplo, las presuposiciones y macroproposi-
las de la oración (5), de las relaciones entre ellas, además de las ciones—, serán más rápidamente asequibles que, p. ej., detalles de la
presuposiciones de (5) —Pedro existe, el oyente conoce su existencia, oración anterior. Se puede comprobar experimentalmente qué volu-
respective; existe un billetero con dinero, se habla de él, respective—, men semántico máximo y qué complejidad llegan a ser elaborados
de una macroproposición como 'Pedro tuvo que entregar dinero en por la SSTM, y cómo se reduce el grado de comprensión a medida
alguna parte', y, finalmente, de información de marco que hace que la longitud o complejidad vayan superando un valor de-
referencia a que lo que por regla general le interesa a un ladrón es el terminado. 17

dinero y que una amenaza supone una condición probable para su En resumen, lo que queremos obtener es un conocimiento de la
entrega; además, el empleo de la palabra «afirmó» parece implicar manera en que un hablante lleva a cabo las diferentes operaciones,
que el hablante duda de la veracidad de lo que Pedro dice, cosa que es decir, cómo produce una conexión lineal u otras relaciones asocia-
se evidenciará claramente en la nueva oración (9). tivas. Tomemos, por ejemplo, las siguientes secuencias:
Ahora bien: si a (9) le siguiera otra oración, la información de la (10) Pedro fue asaltado por un ladrón. Por suerte sólo llevaba poco dinero consigo.
oración (5) podría eliminarse por lo menos parcialmente. No obstan- (11) Pedro fue atacado por un ladrón. Por suerte fue detenido el mismo día.
te, se conserva la información que se convierte en presuposición para A un hablante no le cuesta ningún esfuerzo interpretar que el sujeto
(9), a saber: «Pedro existe», «Pedro fue asaltado», «El dinero fue elíptico de la segunda oración de (10) se refiere a Pedro y que en (11)
robado» y «Se habló de dinero». En este momento ya no importa se refiere al ladrón, aun cuando desde el punto de vista sintáctico
que Pedro fuera amenazado y que el ladrón tuviera un cuchillo, por pueda hablarse de ambigüedad. Las reglas aplicadas entonces por un
lo que, por lo menos provisionalmente, estas informaciones pueden hablante también se basan en conclusiones extraídas de la informa-
eliminarse. Supondremos entonces que la información de un ciclo ción semántica de ambas oraciones, por ejemplo:
anterior que ya no se queda en la SSTM para el ciclo siguiente, se
almacena en la memoria semántica (episódica). Tan pronto como esa (12) Si y ataca a x, es porque y cree que x lleva algo valioso.
información vuelva a necesitarse, podrá volvérsela a la SSTM. Esto (13) (i) Si y lleva a cabo un atraco, y está cometiendo con ello una acción criminal,
significa, en nuestro ejemplo que en un texto posterior podremos (ii) Si y ha cometido una acción criminal, la policía intentará capturar a y.
aludir nuevamente al ladrón o al cuchillo. Según el tipo de informa- Con la ayuda del conocimiento del marco de la proposición (12), el
ción y la distancia (es decir, el tiempo que haya entre los ciclos), hablante sabe que en (1) el sujeto elíptico deberá remitir al mismo
existen barreras naturales que impiden volver a encontrar detalles ya referente que Pedro, mientras que las proposiciones de (13) cuidarán
mencionados: si las oraciones citadas están al principio de una de que el hablante sepa que la segunda oración describe una conse-
novela policíaca, puede muy bien ocurrir que el lector, al final del cuencia posible de la circunstancia descrita por la primera oración, y
libro, ya no sepa que la amenaza se hacía con un cuchillo, aun que el ladrón participa de estas circunstancias conexas en ambos
cuando el lector pueda deducir verosímilmente, del concepto de casos. Estas deducciones se comprenden como conocimiento conven-
'amenaza', el hecho de que había un arma en juego y que esta arma cional del mundo, por lo que tampoco son deductivas o al menos no
posiblemente fuera un cuchillo. En breve volveremos sobre tales siempre. Se trata de suposiciones más o menos plausibles del hablan-
operaciones de reconstrucción en el proceso de recordar informacio- te, por lo que también son posibles los errores y las correcciones
nes de los textos. posteriores.
6.3.6 Ahora poseemos una noción general acerca de cómo se com- Si bien la decisión sobre la interpretación correcta de enunciacio-
prenden las oraciones en un texto y de cómo las interrelaciona el nes correferenciales se basa en la información semántica de las
hablante. Para ello hemos tenido que formular una serie de supues- oraciones conexas y en los conocimientos que la memoria tiene del
tos sobre el contenido y la estructura de la memoria semántica a marco, debemos recalcar que de todas formas existen propiedades de
corto plazo, supuestos que constituyen condiciones hipotéticas para las estructuras superficiales que posibilitan o aceleran estratégicamen-
este proceso de comprensión de informaciones complejas. Aquí po- te estas interpretaciones. De esta manera, Pedro y el sujeto elíptico
demos llevar a cabo una serie de experimentos para probar las
diferentes hipótesis. En primer lugar podemos esperar que la dispo- La elaboración de secuencias de oraciones y de su complejidad se discute en
nibilidad de informaciones es mayor en la SSTM, medida en unida- 17

conexión con algunos experimentos de KINTSCH (1974). Véase también la discusión de


des de tiempo, que la de aquellas informaciones que primero deben este libro en VAN D I J K (1975 a).
.'03 PSICOLOGIA DE LA ELABORACION DEL TEXTO LA CIENCIA DEL TEXTO 198

son sujeto y tópico en ambas oraciones de (10), cosa que no ocurre prensión de otras relaciones de conexión. Los predicados (verbos) se
con ladrón y el sujeto elíptico en (11). En (11) tiene lugar, en cierta unen a través de la compatibilidad de circunstancias, es decir, a
manera, un cambio de perspectiva: primero trata de Pedro, después, través de conexiones de condiciones/consecuencias 'posibles', 'proba-
del ladrón. En un caso como éste, en la segunda oración de (11) se bles' o 'necesarias', así como a través de estados o procesos 'norma-
empleará más bien una expresión como éste, puesto que el empleo les', como se especifican en el marco de los conocimientos. «Ser
del sujeto elíptico en posición de sujeto/tópico sugiere una correfe- detenido» es una consecuencia posible de «asaltar a alguien», o
icncia con el sujeto/tópico anterior. Con todo, los ejemplos mues- mejor dicho: el hecho de que «x cometa un atraco» conlleva la
tran que se trata de una estrategia y no de una regla. También posible consecuencia de que «x sea detenido».
observamos que ni desde el punto de vista lingüístico ni desde el Finalmente, un hablante también debe preocuparse por la com-
cognitivo existen una regla o una estrategia que interpreten un sujeto prensión lineal de lugar, tiempo y circunstancias. En el ejemplo (5),
elíptico correferencialmente con respecto al último sustantivo men- las circunstancias de que Pedro fue amenazado y que le quitaron el
eionado, como suele creerse. dinero tienen lugar en un mundo posible, a través del cual se accede
Pese a que en el caso de una información semántica compleja, la al mundo posible en el que Pedro asevera 'algo', mundo al que el
medición del tiempo que se necesita para la comprensión de oracio- oyente a su vez accede a través del contexto pragmático actual en el
nes y secuencias de oraciones es un problema metodológicamente que el hablante comunica algo. El oyente también supone que los
complejo, podemos afirmar que, en general, la comprensión de aque- sucesos tuvieron lugar rápidamente uno tras otro en el mismo lugar,
llas secuencias en las que intervienen más macroproposiciones, pro- aunque esto no se mencione expresamente: la conexión causal de las
posiciones del marco, implicaciones y, por lo tanto, más consecuen- circunstancias exige este tipo de 'unidad de tiempo y lugar'.
eias para una construcción adecuada de las conexiones insumen más
(iempo. Desde este punto de vista se requiere más tiempo para
18 6.3.7 Lo que muy bien puede ocurrir es que oraciones consecutivas
comprender (11) que (10), sobre todo si una estrategia hiciese nece- en un texto no presenten relaciones de conexión, es decir que no
sario que el sujeto elíptico de la segunda oración de (11) se interpre- aporten indicaciones correferenciales ni describan relaciones condi-
tase primero erróneamente como referido a Pedro, antes de quedar cionales de conexión entre circunstancias. En este caso podemos
claro que tiene que señalar al ladrón. Lo mismo vale para la com- suponer que el hablante retiene ambas oraciones (o como mínimo
prensión de secuencias como las siguientes: los hechos más importantes, es decir, las macroproposiciones) en la
SSTM siempre que le sea posible, y que primero pasa a la oración
(14) A Pedro le robaron todo su dinero. El dinero todavía no ha sido encontrado.
(15) A Pedro le robaron todo su dinero. El ladrón aún no ha sido detenido.
siguiente, que probablemente proporcionará una unión indirecta de
(16) Pedro fue asaltado ayer mientras iba al banco. El dinero aún no ha sido las oraciones no directamente interrelacionadas. Esto también suce-
encontrado. derá cuando comience un párrafo nuevo con un tema nuevo.
Probablemente, en principio la secuencia (14) puede comprenderse
más fácilmente y, por tanto, más rápidamente que la (15), y la (15) 6.4 Comprensión textual II: la comprensión del contenido global del
más rápidamente que la (16), dado que en ambas oraciones de (14) texto
se habla explícitamente de dinero, mientras que en (15) las implica-
ciones sólo se pueden actualizar gracias al conocimiento del marco 6.4.1 Tanto los capítulos teóricos sobre la estructura textual como
(Pedro ha tenido que ser asaltado por un ladrón), mientras que en los apartados sobre la comprensión de las secuencias de oraciones
(16) hay que emplear tanto el concepto de 'asaltar' como el de han dado como resultado que también debamos postular estructuras
'banco' para deducir la implicación de que se trataba de dinero. semánticas en otro nivel más global; se trata precisamente de las
Todo lo anteriormente dicho sobre una posible comprobación macro estructuras. La circunstancia de que Pedro fuera amenazado
psicológica de las diferentes hipótesis de nuestro modelo de la elabo- por un ladrón, y la circunstancia de que Pedro entregara su dinero al
ración textual en lo que se refiere a las relaciones de referencia o de ladrón, se unen en la circunstancia de orden superior de que Pedro
tópico/comento entre oraciones, también puede aplicarse a la com- fuera asaltado. Por lo tanto, en la interpretación de la secuencia <5,9>
el hablante construye una macroproposición hipotética «Pedro es
18 En el Laboratorio Psicológico de la Universidad de Amsterdam se comenzó en atacado» sobre la base de lo mencionado en las oraciones del texto
1977, en colaboración con psicólogos ( B R E U K E R , VAN D I J K , VAN O O S T E N D O R P , DEN
I I I J L y otros) con una serie de experimentos de elaboración textual, en los que se
(proposiciones) y de los conocimientos convencionales (marco) sobre
investigan las relaciones entre marcos de referencia, las expectativas derivables de ellas los atracos. En cada oración siguiente (ciclo interpretativo) se revisa-
v la comprensión de narraciones. rá hasta qué punto las nuevas proposiciones especifican más exacta-
.'03 PSICOLOGIA DE LA ELABORACION DEL TEXTO LA CIENCIA DEL TEXTO 200

mente la macroproposición supuesta, p. ej., introduciendo condicio- croestructural se almacenan lo más rápidamente posible en la LTM,
nes habituales, componentes, consecuencias, características de los mientras que hay que seguir trabajando con las macroproposiciones.
participantes, circunstancias, etc. En cuanto una oración ya no pue- La formulación informal de las macrorreglas en (17) ya indica que
da ser interpretada dentro del marco de una macroproposición, en un modelo del proceso cognitivo se ponen en juego las suposicio-
cventualmente se introducirá una nueva macroproposición, y así nes del hablante: una vez almacenada una serie de proposiciones, el
sucesivamente. Si resultase necesario, la macroproposición 'vieja' o hablante construirá una macroproposición provisional (o la seleccio-
algunas de sus presuposiciones más importantes pueden permanecer nará de la base textual) respecto de la cual puedan comprenderse las
en la SSTM; de lo contrario, se almacenan en la LTM. Más tarde proposiciones y sus relaciones. Desde luego, un hablante también
esta macroproposición puede volver a actualizarse, cuando una serie puede incurrir en errores, por lo que nuevas informaciones pueden
tic macroproposiciones se plasma, mediante el empleo de macrorre- hacerle desechar la macrohipótesis y construir una nueva.
glas, en macroproposiciones aún más globales. Este procedimiento
prosigue hasta que se haya interpretado el texto íntegro. 6.4.3 Para poder aplicar las macrorreglas y macroestrategias no
sólo se requiere un conocimiento semántico general, como por ejem-
6.4.2 Así pues, vemos que los principios de la semántica abstracta plo en la regla II (GENERALIZAR), sino que también hay que recurrir
del texto también se toman como base de la comprensión real del a los marcos de conocimientos. Un hablante sólo será capaz de
texto. Suponemos que al lado de la comprensión de oraciones y decidir qué tipo de información seguirá siendo probablemente impor-
secuencias tiene lugar un proceso paralelo mediante el cual un texto tante en el texto o qué tipo de circunstancia global se describe en el
también se comprende 'globalmente'. Esta comprensión global resul- texto, cuando las proposiciones añadidas se comparen con proposi-
ta importante no sólo para la organización de la información de ciones en las situaciones de marco habitualmente esperadas. Así,
todo el texto en la memoria (a largo plazo), sino también para la conceptos como 'estación', 'billete' y 'subir' muy probablemente
posibilidad de interpretaciones de las conexiones lineales y otras pertenecerán al marco del viaje en tren, de modo que podrá deducir-
relaciones de coherencia entre las proposiciones de la base textual. se la macroproposición «a coge el tren» o, generalizando, «a viaja».
Supondremos, además, que las macrorreglas de la semántica textual La comparación de proposiciones provenientes del texto con com-
también están presentes en un modelo del proceso psicológico; la ponentes del marco de conocimientos no sólo da como resultado los
organización y reducción informativa se basan, durante la compren- conceptos característicos de este marco (p. ej.: «viaje en tren»), sino
sión de oraciones, en las siguientes operaciones: 19 que a la vez produce una serie de expectativas sobre el decurso
ulterior de los sucesos y sobre el posible desarrollo ulterior del texto.
(17) 1 OMITIR. Se omiten todas aquellas proposiciones que el hablante no consi- Cuando Pedro ha ido a la estación y ha comprado un billete,
dera importantes, p. ej. como presuposiciones, para la interpretación de esperamos que también vaya al andén y suba al tren, que el tren
las proposiciones siguientes.
II (M Ni RAÍ IZAR. Toda la secuencia de proposiciones en la que aparecen
parta, etc. Estas expectativas se denominan expectativas de marco y
conceptos abarcados por un superconcepto común se sustituye por una se basan en nuestro conocimiento convencional sobre procesos y
proposición con este superconcepto. desarrollos normales. En el ejemplo citado incluso se trata de expec-
III CONSTRUIR. Toda secuencia de proposiciones que indica requisitos norma- tativas de marco más o menos necesarias o esenciales: si Pedro no
les, componentes, consecuencias, propiedades, etc., de una circunstancia
más global, se sustituye por una proposición que designe esta circunstan-
sube al tren (o si nadie lo sube al tren), tampoco podrá hacer un
cia global. viaje en tren. Además de estas expectativas también existen expecta-
tivas de marco posibles u opcionales: hacen referencia a situaciones,
Téngase en cuenta que aquí ya no se trata de reglas abstractas, sino sucesos o acciones que con frecuencia pertenecen a circunstancias de
de operaciones mentales: el hablante lleva a cabo una estructuración marco globales (o a un episodio), pero que no constituyen una parte
(jerárquica) mediante estas operaciones y a la vez se ocupa de que la necesaria. Un claro ejemplo sería la compra de un periódico en el
información no incorporada por la macroestructura pueda reducirse. quiosco de la estación antes de emprender el viaje.
Estas operaciones permiten deducir la instrucción del proceso que Por lo demás, también existen sucesos y circunstancias que no se
tiene lugar al eliminarse informaciones de la SSTM: precisamente esperan, o por lo menos no a partir del marco, pero que coinciden
aquellas proposiciones que no siguen desempeñando un papel ma- con los sucesos del marco: en la estación podemos ir al lavabo,
encontrar a un amigo en el andén o incluso caer debajo del tren.
Precisamente son estos los sucesos que definen la información especí-
" Las reglas II y IV del capítulo 2 son variantes de la macrorregla III que se ha fica de un texto, porque no se esperan ni se pueden prever, por lo
estudiado aquí. cual se vuelven importantes para la comunicación por razones prag-
.'03
PSICOLOGIA DE LA ELABORACION DEL T E X T O LA CIENCIA DEL TEXTO 202
ináticas. Sin embargo, hay que observar que aunque tales sucesos más tiempo para la elaboración de un mismo número de proposicio-
específicos no se esperen a partir del marco concreto, sí pueden nes; además deberá de aumentar la frecuencia de errores. 20

esperarse, debido a otros sucesos específicos que se manifiestan en el


micro- y macronivel del texto, como, digamos, consecuencia posible
o probable. Una vez que estos sucesos surgen regularmente en el 6.5 La comprensión de otras estructuras textuales
episodio del marco, pueden incorporarse al propio conocimiento del
marco, como por ejemplo la compra de algo para leer antes del viaje 6.5.1 En la actualidad todavía se sabe muy poco acerca de los
en tren o en avión; el quiosco será entonces una parte 'convencional' procesos psicológicos en que se basan la percepción, interpretación y
de nuestra idea de estación o aeropuerto. reelaboración de otras estructuras textuales, como los esquemas, y en
Las macroestructuras, los marcos y las expectativas, esenciales o particular, de estructuras textuales estilísticas, retóricas y literarias.
110, que de ellos se deducen tienen un papel esencial en el complejo A la vista de la experiencia de que la comprensión textual se dirige
proceso de la comprensión textual; esto se demuestra al observar que, esencialmente hacia las informaciones semánticas y pragmáticas, por
en cuanto aparecen proposiciones que no se ajustan a la macroestruc- lo menos en los procesos interpretativos normales, es de suponer que
lura, no aparecen en un marco ni son componentes posibles, hipóte- las estructuras que no aportan nada a la organización de la informa-
sis o consecuencias de circunstancias ya conocidas, y que además son ción semántica, simplemente son perceptibles ad hoc y que como
incompatibles con las expectativas ya construidas, se produce un mucho pueden subrayar o reducir la importancia de determinadas
'cortocircuito' en el proceso de comprensión. El texto se vuelve informaciones semánticas. Por cierto que en procesos de comunica-
incomprensible, o bien se supone que se trata de una tontería o de ción especiales —por ejemplo, en los literario-estéticos— la atención
algo muy poco habitual: del hablante puede dirigirse, incluso fundamentalmente, a estas es-
tructuras especiales, tanto más cuanto que en estos casos no puede
(18) En la estación compré un billete y fui al baño. hablarse, o sólo indirectamente, de funciones pragmáticas prácticas
(19) Delante de mí, en el compartimiento, había un elefante rosa. (¡del uso de la lengua!). 21

Observamos que la 'rareza' de un texto va estrechamente ligada a la 6.5.2 Las superestructuras esquemáticas, como la estructura de la
'rareza' de circunstancias posibles en mundos posibles. En otras narración o la de un tratado psicológico, son de gran importancia
palabras: la interpretación del texto presupone una interpretación para la estructuración global de las informaciones semánticas. Esto 22

del mundo. significa que durante el proceso de interpretación se intenta plasmar


También estos aspectos de la comprensión textual son comproba- las proposiciones y, sobre todo, las macroproposiciones que de ellas
bles experimentalmente en el sentido de que podemos suponer que se derivan, en categorías de un tipo de texto importante. Este tipo de
para las distintas proposiciones se requiere tanto más tiempo, cuanto texto con frecuencia ya se conoce por una información anterior: por
menos relación tengan con las macroproposiciones, las micropropo- el título, el subtítulo, anuncios, el tipo de medio o de soporte del
siciones, los marcos y las expectativas deducidas ya actualizados. texto, las intenciones ya conocidas del hablante, el tipo de situación
Debido al principio pragmático-comunicativo general de que se pue- comunicativa, etc. De esta manera se mantienen preparadas catego-
de esperar que un texto sea una enunciación lingüística de una base rías de este determinado tipo de texto en forma de 'slots abiertas'
textual correcta e interpretable y con la intención de serlo, el hablan- (ranuras abiertas), en las que pueden insertarse fragmentos del texto,
te procurará 'buscar un significado' incluso en secuencias evidente- o mejor dicho, macroproposiciones que 'representan' a estos fragmen-
mente inconexas o sin sentido, es decir: intentará construir relaciones
de coherencia indirecta —por ejemplo, un tema concreto— que
hagan finalmente comprensible la secuencia. 2 0K I N T S C H ( 1 9 7 4 ) trata la cuestión de la presencia explícita de informaciones en
Estas operaciones mentales de búsqueda pueden demostrarse expe- los textos.
Sobre todo en los estudios literarios se concede particular atención a las estruc-
rimentalmente, p. ej., variando el material textual ofrecido. Se puede 21

turas del propio texto. Véase, por ejemplo, J AKOBSON ( 1 9 6 0 ) .


partir de textos muy explícitos, en los que no hay que actualizar Para la comprensión de las estructuras narrativas, véase VAN D I J K ( 1 9 7 5 b, 1 9 7 6
prácticamente ninguna información del marco y en los que las
22

b ) , K I N T S C H , & VAN D I J K ( 1 9 7 5 ) , VAN D I J K & K I N T S C H ( 1 9 7 7 ) , K I N T S C H ( 1 9 7 6 , 1 9 7 7


macroproposiciones mismas aparecen explícitas, pasando a textos b), RUMELHART (1975), THORNDYKE (1975), MANDLER & JOHNSON (1977) y SCHANK
& A B E L S O N ( 1 9 7 7 ) . Respecto de la compensión de otros tipos de textos véase M E Y E R
progresivamente más implícitos, en los que se omiten cada vez más ( 1 9 7 5 ) y F R E D E R I K S E N ( 1 9 7 2 , 1 9 7 5 a, b) (para descripciones). En VAN D I J K ( 1 9 7 6 c) y
proposiciones así como indicaciones con respecto al tema del texto K I N T S C H & VAN D I J K ( 1 9 7 8 ) se trabaja con un texto sociopsicológico. Véase también
(por ejemplo, el título). En este último caso seguramente se requerirá el número extra de Poetics, 9 ( 1 9 8 0 ) sobre la comprensión de las narraciones.
.'03 PSICOLOGIA DE LA ELABORACION DEL TEXTO
LA CIENCIA DEL TEXTO 204
tos. Un fragmento al comienzo de una narración, en el que se
describe el lugar, el tiempo, las personas, las circunstancias, etc., lo nivel específico de integridad, que depende de las funciones pragmá-
podemos interpretar esquemáticamente como M A R C O de una narra- ticas y comunicativas del enunciado. En un artículo sobre la visita de
ción. Estos procesos tienen, además, un carácter probabilístico: a la un jefe de Estado extranjero —en un periódico serio— seguramente
vista de la ulterior intrepretación del texto puede resultar que no se no encontraremos la información de que en el aeropuerto fue al
trataba del M A R C O sino de la situación final de la narración, con lo lavabo. En otras palabras: también tenemos expectativas sobre la
que tendremos que modificar nuestra hipótesis estructural. integridad y el nivel de las descripciones de sucesos o circunstancias.
6.5.3 Dado que las superestructuras con frecuencia imponen ciertas 6.5.5 En la discusión sobre las estructuras retóricas pudimos ver
limitaciones al contenido (global) de fragmentos textuales, el hablan- que éstas se emplean menos por razones estéticas que por razones de
te posee determinados 'indicios' para poder construir hipótesis parti- eficacia. Este es, indudablemente, un concepto psicológico, que, por
culares sobre la categoría esquemática de importancia en aquel lo tanto, también debe ser explicado en un modelo psicológico de la
momento. Así, en una narración la COMPLICACION suele introducir- elaboración del texto. Lo único que podemos decir, a la luz de la
se con la ayuda de pero entonces... o de repente..., etc. Por consiguien- teoría arriba mencionada, es lo siguiente: (i) a través de las estructu-
te, la CONCLUSION de un esquema argumentativo se prepara en ras retóricas, las microestructuras quedan marcadas para la relevan-
liases como de esto se deduce o bien podemos inferir que, etc. cia, es decir, adquieren un papel de macroestructura; (ii) las proposi-
No sabemos con qué exactitud los hablantes pueden derivar tales ciones adquieren una estructura más amplia, por lo que permanecen
interpretaciones esquemáticas a partir de las estructuras superficial y asequibles en la LTM más prolongada y fácilmente.
semántica de un texto. Tan sólo podemos suponer que disponen de
esquemas convencionales, de reglas y categorías de superestructuras
y de importantes limitaciones (plasmaciones) sobre otras estructuras 6.6 Las estructuras textuales en la memoria semántica
textuales, y que pueden actualizar estos conocimientos (específicos
del marco) tan pronto como el texto ofrezca indicaciones suficientes 6.6.1 Hemos supuesto que las informaciones semánticas que no se
para la categorización esquemática de la información. Actualmente puedan o deban almacenar por más tiempo en la SSTM son traspa-
todavía no se ha podido contestar hasta qué punto el hablante, sadas a la memoria semántica a largo plazo (LTM). Ahora debere-
durante la interpretación, mantiene preparados estos conocimientos mos intentar averiguar cómo y bajo qué requisitos se da este proceso.
categoriales en la SSTM para el ciclo siguiente, o si estas informacio- También en este caso nos basamos en una serie de hipótesis de
nes son más bien importantes en la LTM, para poder almacenarlas. trabajo.
La primera hipótesis consiste en que, en principio, todas las propo-
6.5.4 Sobre la elaboración de las estructuras estilísticas y retóricas siciones de un texto, tal y como han sido comprendidas —es decir,
sabemos aún menos. Sin duda alguna puede hablarse de una especie elaboradas— por la SSTM, pasan a la LTM. Esta es una suposición
de 'coherencia estilística', a partir de la cual un hablante puede muy amplia, que no debería llevarnos a pensar que, por lo tanto, un
reconocer una cierta 'ruptura estilística' en un texto, es decir: una hablante es capaz de recordar y reconocer todas las proposiciones de
modificación del 'registro' (el problema de la selección de palabras) un texto. Al contrario: enseguida veremos que recordar y reconocer
o de la estructura sintáctica típica (extensión y complejidad de las se basan en operaciones que presuponen la recuperabilidad (retrieva-
oraciones, etc.). Quizá podamos admitir especulativamente que du- bility) de informaciones en la memoria. Con ello, nuestra hipótesis
rante la recepción de un texto en este plano se construye cierta implica el ingreso de casi todas las proposiciones en la memoria,
actitud. Esta actitud del hablante se basa en sus expectativas sobre pero no su recuperabilidad ilimitada. En la propia formulación de la
una selección léxica y una estructura, sintáctica posibles, de manera hipótesis encontramos otra limitación más: únicamente las informa-
que durante la comprensión de las oraciones se mantienen en princi- ciones que han sido estructuradas en la SSTM (mediante la interpre-
pio preparadas determinadas 'regiones' léxicas y marcos para la tación del texto) pueden ser admitidas por la LTM. Aunque esto nos
interpretación; podemos imaginarnos, por ejemplo, que para cada pueda parecer absolutamente evidente, hay que tener presente que
marco/cada región funciona una selección que actualiza palabras del suele ocurrir que un hablante 'pase por alto' ciertas informaciones.
mismo registro personal, social, etc. Esto no sólo ocurre en el nivel En tal caso no se forma ninguna proposición o hecho en la SSTM,
de las estructuras superficiales, sino también en el de las estructuras por lo que la LTM tampoco puede registrar nada. Estos factores de
semánticas. Ya hemos visto que las descripciones pueden ser más o 'interferencia' se conocen parcialmente: falta de atención, distracción
menos completas y que unos tipos de texto específicos requieren un debida a otras informaciones (p. ej., otros pensamientos), etc. Los
factores en los que determinados detalles se pierden casualmente en
.'03 LA CIENCIA DEL TEXTO 206
PSICOLOGIA DE LA ELABORACION DEL TEXTO
tación de enunciados lingüísticos tienen lugar en la SSTM, tanto
la SSTM son de tipo más bien estructural. No obstante, para saber sobre la base de la información que llega y la que ya está presente,
que una parte determinada de las informaciones es sólo un 'detalle', como sobre la de la información extraída de la LTM. Por eso, en la
el hablante deberá haber comprendido estos detalles, es decir, tendrá LTM no puede producirse información 'nueva' mediante inferencia
que haber formado proposiciones. Según nuestra hipótesis, esta in- u otros procesos de razonamiento o pensamiento.
formación debería entonces ser admitida en la LTM. Si bien nos hemos pronunciado bastante vagamente sobre una
Sin embargo, la hipótesis de trabajo no presenta una forma tan serie de características específicas de la SSTM, debemos suponer que
absoluta: suponemos que, en principio, todas las proposiciones entran no todos los procesos en la SSTM se desarrollan de manera conscien-
en la LTM, pero también admitimos que una proposición se pierda te. Intuitivamente y muy de repente podemos comprender cosas al
casualmente ya en la SSTM. Esto parece remitir a que una persona 'hallar' una deducción concreta o la combinación de una serie de
de ensayo, en un experimento, a veces ni siquiera es capaz de unidades informativas. Según nuestras hipótesis, este proceso tiene
reconocer una proposición determinada inmediatamente después de lugar en la SSTM, es decir: después de haber actualizado en la SSTM
la interpretación de una frase. Pero en este caso no tendríamos la información proveniente de la LTM, lo que no tiene por qué
ninguna posibilidad de decidir si el hablante realmente ha interpreta- ocurrir de modo 'consciente' y mucho menos 'voluntario', de la
do la porcioncita de información situada en la SSTM, o si simple- misma manera que muchos otros procesos de interpretación, deduc-
mente hay que hablar del mencionado 'pasar por alto'. Con respecto ción y similares no, o no siempre, pueden manejarse conscientemen-
a este punto mantenemos flexible nuestro modelo: sólo supondremos te. Aquí no trataremos esta cuestión.
que la SSTM no siempre es 'perfecta', dado que ciertas estructuras
superficiales no son en absoluto percibidas ni elaboradas por la
SSTM, por lo que a veces ya se pierden informaciones en la SSTM, 6.6.3 La segunda hipótesis de trabajo está destinada a hacernos
antes de que una operación de almacenamiento pueda transportarlas comprender la manera en que las informaciones textuales se almace-
a la LTM. En todos los demás casos damos por supuesto que la nan en la memoria. Una estructura textual en la memoria se compo-
información ingresa en la LTM. ne de diferentes niveles interrelacionados: una serie de proposiciones
ligada por conexiones y relaciones lineales de coherencia, una ma-
6.6.2 La segunda hipótesis general de trabajo probablemente sea la croestructura jerárquica, con la que se asigna una macroestructura
más importante en un modelo cognitivo de la elaboración textual. como 'etiqueta' a las secuencias parciales de las proposiciones en
Dice así: el almacenamiento de información en la LTM es una función distintos niveles, y finalmente, una estructura esquemática específica
de la estructura asignada a esta información en la SSTM. Esto implica que asigna a las macroproposiciones una función determinada para
que la estructura de la información textual es construida en la la totalidad del texto.
memoria semántica durante la comprensión del texto. Una estructura textual de este tipo en la memoria a buen seguro
También esta hipótesis es muy amplia, puesto que parece dar por no es idéntica a la estructura textual abstracta como la que una
probado que en la propia LTM ya no se realizan más operaciones de gramática o una teoría textual abstracta asignan a un texto. Si bien
interpretación. De ahí se deduce que si la información tiene que ser el hablante construye la estructura textual en la memoria sobre la
almacenada en otro lugar que el original o si a un texto o a un base de reglas lingüísticas (convencionales), de realidades textuales,
fragmento de texto se les debe asignar otra estructura, ello no debe también lo hace sobre la base de sus propios intereses, prejuicios,
ocurrir en la LTM, sino de nuevo en la SSTM: el resultado es una conocimientos, comprensión, deseos, objetivos, etc. Tales disposiciones
reinterpretación de la información. Y no sólo tiene lugar durante la psicológicas (en el sentido más amplio) pueden llevarlo a compren-
lectura de un texto —por ejemplo, si nuevas informaciones nos der equívocamente determinadas partes del texto, conferir un carác-
obligan a corregir una hipótesis estructural anterior—, sino también ter macroestructural a ciertas proposiciones sin que existan razones
durante el recuerdo, cuando reproducimos informaciones de un texto objetivas para ello, etc. Aunque, dependiendo del texto y del con-
en contextos posteriores naturales o experimentales. texto, después de la elaboración del mismo texto se encuentre en las
Esta hipótesis de trabajo evidentemente dejaría de tener sentido si memorias de diferentes hablantes una serie de características estruc-
nuestra suposición anterior —de que la SSTM y la LTM son dos turales coincidentes, sin lugar a dudas también hallaremos no-coin-
tipos distintos de memoria semántica: una 'memoria de trabajo' y un cidencias. Enseguida nos ocuparemos con mayor detalle de estas
'lugar de almacenamiento', respectivamente— resultase ser incorrec- diferencias con la ayuda de la hipótesis de que el hablante puede
ta. De momento nos basamos en el hecho de que esta diferenciación aplicar una serie de transformaciones a informaciones nuevas, es
tiene, con todo, una serie de ventajas. Significa, por ejemplo, que decir, a informaciones extraídas de la memoria.
todas las inferencias que se necesitan para la producción e interpre-
.'03
PSICOLOGIA DE LA ELABORACION DEL TEXTO LA CIENCIA DEL TEXTO 208
6.6.4 Antes de profundizar más en el tema de la representación de 6.6.5 Una hipótesis de trabajo mucho más problemática es la que
textos en la memoria será conveniente formular la tercera hipótesis se refiere a la manera en que se almacena la información en la
de trabajo: la recuperación, o bien la accesibilidad o la posibilidad de memoria. No se trata tanto de la estructura 'objetiva' del texto o de
reconstruir una información textual en la memoria, es una función de la forma más general, convencionalmente establecida, de cómo un
la estructura informativa en la memoria. Esta hipótesis puede formu- hablante interpreta un texto, sino de una serie de factores que, tanto
larse más exacta y concretamente diciendo que una proposición se en general como de caso en caso, codeterminan el proceso de inter-
reencuentra tanto más fácilmente en la memoria cuanto mayor sea pretación y la retención. Estos factores, como el interés, los objetivos
su valor estructural. Mediremos el valor estructural de una proposi- o las tareas, las opiniones, los deseos, etc., que ya han sido menciona-
ción simplemente como el número de relaciones que esta proposición dos anteriormente, abarcan la postura cognitiva frente al contenido
(o bien, una parte de ella) guarda con otras proposiciones (o con del texto. 23

partes de ellas). Queremos mencionar de nuevo la importancia que tienen los


De aquí se deduce que a una proposición se le asignará necesaria- conocimientos del hablante sobre el 'objeto' del texto. Hemos visto
mente un elevado valor estructural en la LTM, cuando dicha propo- que los marcos convencionales tienen un papel fundamental por el
sición haga falta repetidas veces en la SSTM para establecer conexio- hecho de aportar informaciones gracias a las cuales las proposiciones
nes necesarias. También veremos enseguida que este valor estructu- pueden ser ligadas mutuamente y porque sólo ellas posibilitan el
ral es precisamente uno de los criterios para retener o reencontrar empleo de macrorreglas. Por tanto se puede suponer que los marcos
una proposición de este tipo. Se puede ver de inmediato que una empleados con mayor frecuencia son más rápida y fácilmente asequi-
macroproposición relacionada con una gran cantidad de proposicio- bles que los que se usan rara vez. Esto no sólo es aplicable a la
nes de la base textual comprendida acaso posea un gran valor comprensión textual, sino también a la elaboración más general de la
estructural. Algo similar, aunque en menor grado, también se puede información (percepción, actuación, solución de problemas, etc.).
aplicar a las presuposiciones, cuando no entran en juego funciones Sin embargo, la manera en que se extraen y reelaboran informa-
macroestructurales: si una secuencia parcial trata particularmente de ciones de un texto también depende de otras situaciones cognitivas
Juan y de la enfermedad de Juan, y si esta información es un (y afectivas) del hablante. Estas situaciones pueden ser más bien
supuesto para la interpretación de todas las oraciones siguientes, esta generales o (semi-)permanentes, o específicas para cada contexto y
proposición (que en cierta manera siempre se vuelve a 'repetir' en la objetivo. Un hablante puede tener, por ejemplo, un interés permanen-
SSTM) tiene un valor estructural relativamente elevado en la LTM. te por los aviones, la energía nuclear, la contaminación o el sexo; y
Las que poseen un valor mínimo son aquellas proposiciones que se estos intereses deben de influir en cómo comprende y elabora los
reducen inmediatamente en la SSTM mediante macrorreglas, que textos en los que se habla de estos temas. Tal como lo describimos
por lo tanto sólo están ligadas a una macroproposición y que, por lo anteriormente, un componente de este interés puede ser el conoci-
demás, no (o apenas) guardan relaciones de conexión directas con miento más amplio de las características de los objetos, las circuns-
las proposiciones de su entorno inmediato, es decir: no poseen tancias y los sucesos pertenecientes al tema en cuestión. El mayor
referentes comunes o relacionados, ni una relación de causa/efecto, conocimiento lleva a una comprensión más rápida, a más relaciones
ni tampoco una relación funcional (como por ejemplo la 'especifica- y con ello a un mayor valor estructural del texto en la memoria.
ción' de lo que les precede). Además, existe otro factor del que podemos hablar mucho menos
Además hay que añadir que el valor estructural no sólo viene explícitamente: se trata de la intensidad con la que transcurre el
determinado por relaciones semánticas, sino también por relaciones proceso de la elaboración textual. A esto se vincula también el hecho
esquemáticas. Cuando una proposición tiene a la vez una clara de que cuando leemos un texto que nos interesa mucho por su
función en una categoría superestructural, o bien cuando fija la contenido, es mucho más difícil que nos dejemos distraer, hacemos
relación entre las categorías o el tránsito de una categoría a otra, se menos faltas al leer, etc. Actualmente todavía no sabemos cuáles son
le asigna un valor estructural especial (frecuentemente se trata de las consecuencias de esta manera 'concentrada' de la interpretación
una macroproposición). Puesto que los esquemas constituyen a la para la calidad del almacenamiento. Unicamente sabemos que en
vez indicios de recuperabilidad y desempeñan un papel importante este caso la información del texto seguirá siendo más fácilmente
en la producción de textos, no resulta fácil demostrar que la mejor asequible: nos resultará más fácil recordar un artículo del periódico
'accesibilidad' de la información esté determinada por un mayor
valor estructural gracias a la importancia esquemática de una KINTSCH & VAN D I J K (1978) también abordan el significado del objetivo o de la
proposición. 2 3

tarea para la comprensión textual, lo cual tiene un papel muy importante en la


psicología del aprendizaje.
.'03 LA CIENCIA DEL TEXTO 210
PSICOLOGIA DE LA ELABORACION DEL TEXTO

cuando el tema nos interese. Acaso podamos suponer que un texto memoria. Estos factores de la comprensión textual hay que estudiar-
en la memoria, además de asignársele un valor estructural, también los más profundamente dentro del marco de la psicologia social de
recibe un valor de relevancia (personal). la elaboración textual. En cambio los factores específicos de las
El concepto de 'interés' es todavía bastante indeterminado. Aquí situaciones repercuten de manera más bien asistemática.
adquieren importancia en primer lugar otras propiedades cognitivas Uno de estos factores es la tarea actual del lector y su objetivo
y afectivas del hablante, sus deseos y necesidades (también para un correspondiente. Cuando un hablante, en un contexto natural o
27

período de tiempo prolongado), las normas y los valores que determi- experimental, necesita determinadas informaciones por voluntad pro-
nan sus acciones y sus interpretaciones de los sucesos. Un hablante pia o debido a una imposición, o bien cuando se le exige un interés
que quiera poseer un coche determinado, tendrá, pues, interés por especial por unas informaciones concretas, la manera en que elabora
este coche así como por otras informaciones sobre este coche, por lo un texto con tales informaciones seguramente será diferente que en
que en principio no sólo 'seleccionará' textos referentes a este 'obje- el caso de la elaboración 'neutra' del texto (si es que realmente existe
to' (por ejemplo, anuncios), sino que además los interpretará más tal neutralidad en situaciones naturales). En estos casos no sólo se
'intensamente'. En estos casos no tiene por qué tratarse solamente
24 trata de entender y retener las informaciones de un texto lo más
de deseos personales; estos deseos también pueden basarse en normas correcta y eficazmente posible, sino también de dar a las informacio-
y valores socialmente establecidos que se refieran tanto al comporta- nes almacenadas una función para una tarea concreta, es decir, para
miento propio como al de los otros. Este es un problema que en la realización de un objetivo concreto, como por ejemplo la solución
realidad proviene de la psicología social. Por ello nos limitamos aquí de un problema, la contestación de una pregunta o la redacción de
a indicar aquellos factores que, tanto para el texto íntegro como un artículo. Después de haber descrito el valor relevante afectivo o
para determinadas proposiciones del mismo, pueden incidir en la social, nos ocupamos ahora del valor de relevancia funcional que se
manera de comprender y retener el texto. Bajo ciertas circunstancias asigna a las informaciones. Por lo demás, este valor también posee
seguramente se almacenan en la memoria precisamente aquellas ciertas implicaciones estructurales: al fin y al cabo, las informaciones
proposiciones de un texto que coincidan con el sistema de normas y importantes estarán relacionadas con las informaciones que hay que
valores. construir para la realización de la tarea, a través de relaciones de
Hace tiempo que ha podido averiguarse experimentalmente que condición, presuposición y circunstancias. La validez general de
durante la comprensión de un texto tienen lugar unos procesos de estos supuestos se ve avalada por la conocida experiencia de que las
racionalización, precisamente cuando no se comprende un fragmento personas de ensayo disponen de una sorprendente capacidad de
textual porque los conocimientos más importantes acerca del marco reproducción en aquellos experimentos psicológicos en los que saben
faltan o son incompletos. En tales casos, el hablante intentará
25 o sospechan que tendrán que repetir o aplicar informaciones de un
adaptar la información a los marcos de los que dispone, así como a texto. Estos resultados suponen justamente lo contrario de la inter-
las expectativas que de ellos se derivan. Algo similar ocurre al pretación y el almacenamiento informativos que ocurren cuando se
registrar e interpretar informaciones que exigen determinado juicio lee algo por casualidad, p. ej.: artículos del periódico (sin un interés
de valor o determinada actitud: el hablante intentará hacer coincidir específico).
el máximo de tales informaciones con el sistema de posturas, normas Vamos a suponer que el interés y el objetivo definen una cierta
y valores existente o, si ello no es posible, tenderá a 'desatender' las actitud esquemática. En este caso no se trata de un esquema puramen-
informaciones. Expresémoslo con nuestros conceptos: el hablante
26 te estructural, como en la estructura narrativa, sino de un esquema
asignará a estas informaciones un valor de relevancia bajo en la semántico, de contenido. Un esquema de este tipo actúa selectivamen-
te en la interpretación de textos. Además de las macrooperaciones
habituales, esta función selectiva asignará un determinado valor de
24 Desde hace ya tiempo que la psicología social es consciente de la importancia relevancia, ya globalmente, ya a proposiciones textuales específicas,
del 'interés' para la selección y la difusión de informaciones. Para ello, véase F E S T I N - y así las almacenará en la memoria. También puede describirse este
GER (1957). P A U L (1959), quien trata con mayor detalle una serie de experimentos de
B A R T L E T T (1932), estudiaba principalmente cómo interviene la familiaridad (y el
interés) en la comprensión y la retención de textos. 27 La importancia que el contexto pragmático reviste para el experimento psicoló-
B A R T L E T T (1932) ya describió el proceso de la racionalización en el registro de gico («¿Qué quiere el investigador de las personas de ensayo?», «¿Qué es lo que se dice
y espera?») y, por ello, el planteamiento específico, son realmente esenciales para unos
2 5

una información 'extraña' o inesperada; se lo considera el fundador del tratamiento


psicológico de los textos (narraciones) y de su elaboración (memoria, recuerdo, procesos de comprensión tan complejos como la elaboración de textos. En los
reproducción). modelos cognitivos casi siempre se han descuidado injustificadamente los componen-
26 A través de la psicología social ya se conoce la omisión de informaciones tes sociales y pragmáticos de la elaboración informativa, la comunicación, la represen-
inconsistentes; véase F E S T I N G E R (1957). tación del conocimiento y la memoria.
.'03
PSICOLOGIA DE LA ELABORACION DEL TEXTO LA CIENCIA DEL TEXTO 212

proceso diciendo que el contenido textual recibe adicionalmente una siguiente hipótesis, para admitir que el hablante aplica una serie de
categorización especial al ser ajustado a la malla del esquema transformaciones semánticas durante el proceso de elaboración del
semántico. texto. No se trata aquí de operaciones formales (gramaticales, ni
Mientras que los intereses, conocimientos, normas y valores gene- mucho menos sintácticas), sino de operaciones cognitivas en la es-
rales, así como las tareas y los objetivos contextualmente estableci- tructura conceptual de la memoria (SSTM o LTM), aun cuando
dos, aún parecen ser relativamente sistemáticos, debemos discutir ambos tipos de operación se parezcan en la forma.
finalmente otro fenómeno, que denominaremos detalle sorprendente.
A través de experimentos se ha comprobado claramente el hecho ya 6.7.2 Estas operaciones no se discutieron en la comprensión de
intuido de que no sólo retenemos lo importante o relevante, sino textos, puesto que no se sabe si tienen lugar durante la comprensión
también detalles completamente 'triviales'. Esto es válido tanto para o la reproducción de un texto. Por eso dejaremos en suspenso la
la interpretación del texto como para la percepción y la acción, y cuestión de si estas operaciones se realizan durante el primer trata-
puede variar según la situación, la personalidad o incluso por casua- miento de un texto en la SSTM, o bien durante la recuperación de
lidad. Aunque sea prácticamente imposible describir características informaciones de la LTM y el proceso de reproducción que se
comunes de estos detalles, y menos aún las condiciones para su desarrolla en el caso de un protocolo recordativo o de un resumen.
elaboración y su status particular, puede comprobarse ex negativo Es muy posible que determinadas operaciones sólo se den durante la
que, por definición, estos detalles no pueden ser macroproposiciones fase del input y otras sólo durante la fase del output, en tanto que
ni proposiciones a las que se haya asignado un elevado valor estruc- otras tengan lugar tanto en el input como en el output.
tural o de relevancia en la memoria. Además es de suponer que un
detalle de este tipo no puede deducirse sin más de los marcos, y por
ende tampoco de las expectativas resultantes o de otros sistemas más 6.7.3 Vamos a suponer que las siguientes transformaciones semán-
generales de opiniones, normas y valores. En otras palabras: el ticas o conceptuales desempeñan un papel en la elaboración del texto:
detalle sorprendente tiene que ver con las expectativas que se crean (20) I. De una serie de proposiciones pueden omitirse una o varias
durante el proceso de interpretación, de manera que una cosa, un OMITIR.
proposiciones, y también pueden faltar partes de proposiciones (o HE-
suceso o una propiedad determinados no eran de esperar ni por el CHOS). (En determinadas circunstancias, si se aplica durante la compren-
texto ni el contexto (y que sin embargo a la vez son de importancia sión, esta operación es a la vez una macro-operación.)
secundaria, es decir que no forman una macroproposición). Después II. ADJUNTAR. Se añaden una o varias proposiciones a una serie de proposi-
ciones en virtud de las condiciones siguientes:
de esta explicación que —confesamos— es bastante vaga, supondre- (i) las proposiciones se deducen de otras proposiciones del texto o de
mos por último que las proposiciones pueden adquirir un valor de macroproposiciones;
«imprevistidad» en la memoria. No sostenemos que hayamos explica- (ii) las proposiciones se deducen de un marco de conocimiento relevante,
do exhaustivamente el fenómeno del detalle sorprendente: a veces p. ej., para la explicación del texto;
(iii) las proposiciones se forman según asociaciones, valoraciones, etc.,
uno se acuerda de cosas que no sólo son triviales sino que ni siquiera conceptualmente relevantes.
destacan. En un caso así, y a falta de una teoría correspondiente, Estas adjunciones no tienen por qué ser necesariamente correctas; el
sólo podemos suponer que se trata de 'casualidades' (en cuanto a hablante también puede añadir informaciones incorrectas o incluso
percepción e interpretación) que pueden variar de persona en perso- incompatibles.
na y que a veces se basan en hechos biográficos no conscientes. III. PERMUTACIÓN. La permutación aparece frecuentemente como transforma-
ción: frente a la estructura lineal originaria del texto, se invierte o altera
el orden de las proposiciones.
IV. SUSTITUIR. Una o varias proposiciones pueden ser sustituidas por otra u
6.7 Transformaciones semánticas V.
otras, p. ej., por un concepto léxicamente equivalente.
(RE-)COMBINACION. Una forma especial de III y IV es la formación de
nuevas proposiciones sobre la base de partes de proposiciones dadas.
6.7.1 Antes habíamos partido del supuesto de que los hablantes
almacenan las estructuras textuales en la memoria tal como han sido Estas transformaciones pueden ser de distinta especie. De una mane-
estructuradas durante el proceso de interpretación en la SSTM. No ra estricta pueden preservar tanto el significado como la referencia
obstante, el modelo deja más o menos intacta la estructura semánti- (valor de verdad). En ese caso, la nueva estructura es, desde el punto
ca del texto durante el proceso de interpretación. Sin embargo, esta de vista semántico, estrictamente equivalente a la original. Sin em-
suposición no es realista, dado que se demostrará que los protocolos bargo, también puede mantenerse idéntica la estructura referencial
de recuerdo de los hablantes no son en absoluto idénticos al texto empleando conceptos o proposiciones diferentes. Además de estas
original o a fragmentos del mismo. Por ello hemos de construir la transformaciones 'correctas', el hablante puede realizar transforma-
.'03 PSICOLOGIA DE LA ELABORACION DEL TEXTO LA CIENCIA DEL TEXTO 214
ciones 'incorrectas', caso que omita informaciones, añada informa- bién tienen, como veremos más adelante, una serie de limitaciones
ciones incorrectas o las permute o recombine incorrectamente. específicas que varían según el contexto. Por este motivo, en algunos
contextos es necesario aplicar ciertas transformaciones y no otras.
6.7.4 En cuanto a las condiciones exactas para estas transformacio-
nes hemos de admitir que aún andamos a tientas. Si bien existe sin 6.7.5 Por último hay que volver a mencionar que estas operaciones,
duda alguna toda una serie de regularidades generales, a partir de por regla general, no se aplican conscientemente, salvo en caso de
varios experimentos resulta que distintas personas de ensayo pueden encargos específicos, como resúmenes o paráfrasis. Olvidar informa-
aplicar operaciones siempre diferentes a un mismo texto. 28
ciones, es decir, omitir proposiciones o partes de ellas, es un proceso
Una de las operaciones más generales es evidentemente la omisión. que tiene lugar por sí solo, aun cuando el hablante pueda influir
Transcurrido cierto tiempo después de la recepción informativa, el positivamente sobre él (mediante el ejercicio, la repetición, la aplica-
hablante omite cada vez más proposiciones o partes de éstas. Las ción, etc.). Hemos supuesto que olvidar —es decir, el no poder
proposiciones que deben de omitirse más rápidamente son aquellas encontrar informaciones— viene establecido, entre otras cosas, por
que poseen poca importancia para la reproducción del texto, debido los valores estructurales y relevantes asignados a las proposiciones
a los valores estructurales y de relevancia de las informaciones textuales en la memoria. No obstante, hemos dejado abierta la
correspondientes en la memoria, y según las interferencias con nue- posibilidad de que ciertos tipos de información casualmente ni siquie-
vas informaciones. ra lleguen a la LTM, por lo que ya se pierden durante el proceso de
Algunos experimentos han dado como resultado que los hablantes interpretación en la STM o en la SSTM.
tienden con cierta facilidad a añadir informaciones en forma de
proposiciones, y no sólo para las relaciones de conexión o coheren-
cia ya conocidas, sino también una variedad de proposiciones deri- 6.8 Reproducción, reconstrucción y producción de textos
vadas o asociadas. En algunos casos esto debe de ocurrir porque se
pretende explicar un texto, o bien porque el hablante desea manifes- 6.8.1 Ahora debemos plantearnos la cuestión de qué es lo que en
tar su opinión sobre las informaciones recibidas. realidad ocurre con la información textual formada o transformada
Dado que la estructura real del texto no es necesariamente una después que se la haya almacenado en la memoria. En primer lugar
reproducción directa de la estructura conceptual subyacente, es posi- debemos tener presente que la elaboración y comprensión del texto,
ble que para reproducir o almacenar informaciones el hablante/oyen- por regla general, tienen lugar en un proceso de comunicación en el
te modifique el orden estructural real durante la interpretación o la que el hablante desea que el oyente se entere de algo o modifique su
reproducción. De este modo puede pasar a reducir la estructura estado interior de otra manera (se forme o modifique determinadas
esquemática a la canónica ('la más normal'), al comprender o volver opiniones o posturas) y en virtud de ello eventualmente lleve o no a
a contar p. ej. una narración o un tratado científico. Algo similar 29
cabo ciertas acciones deseadas. Puede ocurrir que el oyente elabore
debe de ocurrir en el plano semántico, donde el hablante acaso un texto con la mera intención de modificar sus conocimientos o su
elegirá un orden más lógico o al menos un orden que tenga mayor comprensión. Estos conocimientos pueden referirse a circunstancias
relevancia para la ejecución de su tarea o el logro de su objetivo. particulares, pero también pueden ser muy generales. Aun cuando el
Puesto que las expresiones léxicas en la lengua son enunciados texto no aporte estos conocimientos generales, el hablante puede
convencionales de las estructuras conceptuales subyacentes, eventual- sacar por inducción una serie de conclusiones más generales y aña-
mente puede resultar una combinación de conceptos distinta, con lo dirlas a su conocimiento semántico general. En tal caso puede resul-
que se necesitan nuevas expresiones léxicas. Tales sustituciones no tar necesario eliminar o modificar otros conocimientos, si el hablan-
sólo deben de tener lugar durante la comprensión, sino sobre todo te desea preservar cierta coherencia y consistencia en su stock de
también durante la reproducción de textos. conocimientos. Si las informaciones captadas se combinan de esta
Estos tipos de transformaciones no sólo son señal de una compren- manera con el conocimiento ya existente, se habla de un proceso de
sión óptima o una manera óptima de almacenamiento de informacio- aprendizaje. En caso contrario, la información mantiene su carácter
nes textuales para el hablante, sino que estas transformaciones tam- episódico: el texto se acepta 'a mero título informativo', sin producir
consecuencias en los conocimientos sobre el 'mundo'.
Para las distintas transformaciones que surgen durante la reproducción de
Esta diferencia parece manifestarse característicamente en ciertos
28

protocolos en experimentos de retención de textos, véase K I N T S C H & VAN D I J K ( 1 9 7 8 ) . tipos de textos: por un lado, en la narración o el artículo periodísti-
M A N D L E R ( 1 9 7 8 ) describe la reducción de estructuras narrativas a su estructura co, y por otro, en el libro de texto. Sin embargo, aún es muy escasa
nuestra comprensión de tales procesos y de las condiciones que
2 9

canónica. Véase también K I N T S C H ( 1 9 7 7 b).


.'03 PSICOLOGIA DE LA ELABORACION DEL TEXTO LA CIENCIA DEL TEXTO 216
establecen de qué manera las informaciones registradas modifican un existentes) en la memoria. Por lo tanto, podemos admitir la hipótesis
stock de conocimientos generales; por esta razón no vamos a ocupar- general de trabajo de que la probabilidad de extraer información de
nos más de esta problemática. la memoria es una función de los valores estructurales y de relevan-
6.8.2 Otro aspecto importante del proceso de comunicación consis- cia asignados a determinadas unidades de información. En otras
ic en el empleo de textos para la propia producción de informaciones: palabras: cuantas más relaciones estructurales posea una proposición
queremos repetir lo que se nos ha comunicado, queremos resumir lo en la representación de la memoria, tanto más rápido podrá encon-
que hemos leído, se espera que contestemos a preguntas sobre un trarse y reproducirse. De aquí se deduce que son sobre todo las
lema del que hemos oído o sobre el que hemos leído, y puede ocurrir macroproposiciones, las presuposiciones y, de otra manera (p. ej., por
que tengamos que resolver un problema o que queramos realizar una razones personales o peculiaridades del contexto), las proposiciones
serie de acciones sobre la base de informaciones adquiridas a través relevantes las que ofrecen las mejores perspectivas de ser recordadas.
de un texto específico (p. ej.: un libro de texto, unas instrucciones de También supondremos que estas informaciones son las que estarán
uso, etc.). En todos estos casos deberemos volver a sacar a la luz, más tiempo disponibles para su uso. Pero todo esto no sólo sirve
explícitamente o no, como mínimo una parte de las informaciones para recordar informaciones, sino también para reconocerlas, aun
adquiridas anteriormente para poder satisfacer lo que se nos pide. cuando probablemente se las pueda reconocer más fácil, prolongada
Por ello en este párrafo nos ocuparemos de la manera y de las y detalladamente que reproducirlas activamente en el recuerdo. Aho-
condiciones según las cuales el hablante puede volver a sacar de la ra bien, el recordar puede facilitarse mediante una serie de condicio-
memoria informaciones textuales y utilizarlas para la producción de nes. Un ejemplo característico lo constituyen los conceptos semánti-
nuevas informaciones o la ejecución de acciones. Por último hay que cos clave: en esos casos se agrega a la exigencia un fragmento de las
añadir —ya lo habíamos mencionado— que las informaciones pue- informaciones a recordar, de manera que una parte del proceso
den servir para modificar los conocimientos, de manera que puedan consiste en reconocer, mientras que el resto sólo requerirá una
aplicarse a la comprensión de otros textos. complementación o deducción de las informaciones así halladas.
6.8.5 Durante la recuperación de informaciones textuales se aplica
6.8.3 En experimentos psicológicos bajo condiciones controladas se una serie de operaciones, pues no se trata simplemente de que las
ha investigado de cerca una serie de tareas de este tipo. Las más informaciones reencontradas puedan ser o sean reproducidas como
corrientes son las de acordarse de informaciones (con o sin conceptos tales. En primer lugar ya hemos dado por supuesto anteriormente
clave), reconocer y resumir informaciones y aplicarlas a la solución de que también puede aplicarse una serie de transformaciones al repro-
problemas. En todos estos casos hay que extraer la información de
30
ducir informaciones (OMITIR, A D J U N T A R , INVERTIR, SUSTITUIR y
la memoria. Por eso intentaremos describir, en primer lugar, cómo RECOMBINAR). Precisamente en el proceso de producción, el hablan-
ocurre esto en general; un segundo paso consistirá en describir lo te puede decidir consciente o inconscientemente si una proposición
que sucede en el caso de tareas concretas. determinada puede omitirse, es decir, si conviene no expresarla, si
hace falta una ulterior explicación de las informaciones, si determi-
6.8.4 Como dijimos anteriormente, las informaciones textuales se nado orden resulta más claro que otro o si otra estructura léxico-se-
almacenan en la memoria según lo establece la estructura que les ha mántica (otra selección de palabras, etc.) es más adecuada al (re-)
sido asignada durante el proceso de interpretación. Cuando interac- producir las informaciones. La razón principal por la que esto no
túen la representación textual y los conocimientos existentes en la sólo es posible sino incluso necesario, reside en las reglas básicas de
memoria, la estructura de los conocimientos ya existentes seguramen- la producción textual: también la producción de un protocolo de
te influirá sobre la manera en que se sigan elaborando las informa- recuerdo o de un resumen, o el dar una respuesta, están subordina-
i iones textuales. dos a las reglas gramaticales y pragmáticas normales del uso de la
El primer principio que establece la búsqueda y recuperación lengua. Si queremos analizar la manera en que un hablante reprodu-
(retrieval) de las informaciones textuales es de nuevo esa estructura ce o resume un texto, tendremos que tener en cuenta que deberá
ile la representación textual (y la estructura de los conocimientos someterse en todos los casos a reglas más generales de la producción
textual: su texto debe ser gramatical, claro, coherente, eficaz, etc., y
La reproducción de aquello que se sabe de un texto puede discurrir en el marco para ello posiblemente deberá aplicar las transformaciones mencio-
nadas a la estructura conceptual de la representación textual retenida
10

«le diferentes tareas y por lo tanto a través de protocolos mnémicos distintos: recono-
icr, recordar, recordar por conceptos clave, resumir, contestar preguntas sobre los en la memoria. En otras palabras: se puede explicar por lo menos
lextos correspondientes y aplicar informaciones para solucionar problemas. una parte de las transformaciones si se tiene en cuenta lo que
.'03 PSICOLOGIA DE LA ELABORACION DEL TEXTO LA CIENCIA DEL TEXTO 218

podríamos llamar las restricciones de salida (output constraints), que b. la especificación de condiciones normales para una acción o un suceso;
son a su vez condiciones para la interacción comunicativa ulterior. c. la especificación de componentes normales o de sucesos parciales de
una acción o un suceso;
Al intentar recordar el contenido de un texto, los hablantes no d. la especificación de consecuencias, resultados o implicaciones norma-
sólo reproducirán algunas proposiciones de manera idéntica o las les de una acción o un suceso.
transformarán, sino que en muchos casos también intentarán recons-
truir informaciones. Recordarán proposiciones que de primera ins-
tancia no habrán podido hallar directamente en la memoria, pero 6.8.6 En virtud de los diferentes principios, hipótesis de trabajo y
que reconstruirán sobre la base de otras proposiciones. Si aún nos operaciones supuestas, podemos ahora trazar a grandes rasgos el
acordamos de que Pedro perdió su dinero, acaso podamos descubrir esquema de la posible estructura de contenido de un protocolo de
que esto ocurrió en un atraco. Esta hipótesis podrá servir entonces recuerdo. Más o menos sabemos cómo se montan en la memoria las
como indicio (cue) para la recuperación de la proposición de este informaciones de un texto en forma de una secuencia ordenada de
contenido eventualmente aún presente; es un proceso mucho más proposiciones con una macroestructura y una estructura esquemáti-
sencillo, puesto que se basa en el reconocimiento. Sin embargo ca, a través de un tratamiento cíclico en la memoria semántica a
puede ocurrir que el hablante ya no esté seguro de si la proposición corto plazo. Hemos supuesto que la probabilidad de recuperar una
es realmente una parte integrante de la representación textual en la proposición es tanto mayor cuantas más relaciones estructurales
memoria. En tal caso, no manifestará la proposición, o la manifesta- posea y cuanto mayor sea su valor de relevancia. También sabemos
rá en virtud de una conjetura más o menos plausible. Por eso, en que durante el comprender o el recordar el hablante suele aplicar
estos procesos de reconstrucción pueden producirse errores. Existen una serie de transformaciones que modifican la estructura del conte-
dos tipos de errores: unos están relacionados con informaciones nido. Estas transformaciones pueden abarcar todas las estructuras
añadidas que no aparecían en el texto ni se implicaban directamente, posibles que se construyen en la SSTM: (micro-)proposiciones, ma-
pero que podrían haber aparecido en el texto; en este caso se trata de croproposiciones y estructuras esquemáticas. Por último también
errores plausibles. Otros errores originan reconstrucciones no plausi- hemos supuesto que durante el proceso del recuerdo no sólo se
bles o incluso incompatibles. En tal caso ya no se puede reconocer reproducen proposiciones (transformadas o no) como tales, sino que
su «plausibilidad». un hablante también recurrirá frecuentemente a diferentes formas de
Suponiendo que durante el proceso del recuerdo las macropropo- reconstrucciones. En virtud de estas características básicas del mode-
siciones sean asequibles de manera directa y relativamente simple, el lo de proceso pueden esperarse, pues, los siguientes tipos de informa-
proceso de reconstrucción estará relacionado sobre todo, al menos ción en un protocolo:
iransitoriamente, con microproposiciones, es decir, con detalles del
texto. Esto se consigue aplicando operaciones de reconstrucción a la (22) I. microproposiciones de la representación textual;
macroestructura del texto. Mientras que en la comprensión textual 2. macroproposiciones (eventualmente idénticas a 1.);
había que resumir, organizar y reducir informaciones mediante ma- 3. proposiciones referentes a la estructura esquemática;
erorreglas, las reglas de la reproducción precisamente tienen que 4.
5.
transformaciones de 1. y 2.;
microproposiciones reconstruidas;
especificar, ampliar y detallar plausiblemente las informaciones exis- 6. macroproposiciones reconstruidas;
tentes. Por ello también suponemos que, de hecho, las reglas de 7. meta-enunciaciones (por ejemplo, proposiciones sobre el contenido del
reconstrucción requieren la aplicación de macrorreglas inversas: texto, que incluyen comentarios, enjuiciamientos y otras reacciones);
8. restricciones de salida (repetición de proposiciones en calidad de presupo-
( 2 1 ) I. ADJUNTAR. ES la inversión de la macrorregla OMITIR. En este caso se siciones, macroproposiciones preparatorias o sintetizadoras que sirven
añaden proposiciones de detalles que no representan proposiciones rele- para la explicación, etc.);
vantes en el texto. Estos detalles pueden reconstruirse según característi- 9. informaciones estructurales para 1. hasta 8., es decir, la estructura semán-
cas plausibles y posibles de cosas, personas y sucesos. tica de secuencias y de la macroestructura y la estructura esquemática;
II. PARTICULARIZACION. E S la inversión de la GENERALIZACIÓN. Si se dispone 10. la estructura pragmática del texto del protocolo (según la tarea planteada);
de un concepto general, se podrán reconstruir los conceptos parciales más 11. la estructura superficial del protocolo.
plausibles (p. ej.: 'ñor'—»'tulipán').
III. ESPECIFICACIÓN. Es la inversión de la (RE-)CONSTRUCCION. Este es el caso
más simple de reconstrucción de informaciones, dado que las informacio- La probabilidad de que estas proposiciones y estructuras aparezcan
nes se pueden deducir de los marcos correspondientes sobre cuya base
había tenido lugar la construcción. Por consiguiente, existen cuatro for-
en un protocolo varía. Evidentemente, las estructuras que posibilitan
mas de esta regla: la producción correcta son necesarias. Sin embargo, en lo que se
a. la especificación de características normales de cosas y personas (sobre refiere a las informaciones del texto original, hemos visto que serán
la base del marco): las macroproposiciones las que seguirán apareciendo más frecuente-
.'03 PSICOLOGIA DE LA ELABORACION DEL TEXTO LA CIENCIA DEL TEXTO 220

mente, sobre todo después de cierto tiempo, aunque en relación al de cuánto tiempo se olvidan ciertos tipos de macroestructuras. En
número de micro- y macroproposiciones del texto. 31 este caso también podemos volver a echar mano del concepto de
Un protocolo del recuerdo de un texto que fue confeccionado sólo relevancia como criterio global. Una proposición adquirida sobre la
después de un cierto tiempo, por ejemplo, después de una serie de base de la elaboración de un texto concreto resulta asequible tanto
semanas, meses o incluso años, en primer lugar seguramente será más prolongadamente cuanto más importante sea para los conoci-
más breve: simplemente dispondremos entonces de mucho menos mientos, las opiniones, las actitudes y las acciones e interacciones
información activa del texto. Resulta sorprendente que la tendencia sociales del hablante. Sin embargo, esta relevancia estructural o
i recordar siempre mejor las macroproposiciones se presenta aquí cognitiva es sólo uno de los aspectos; además hay que tener en
con mayor énfasis: es demostrable que después de unas semanas cuenta la relevancia afectiva, es decir: en nuestra memoria retenemos
iecordamos casi exclusivamente las macroproposiciones; la mayoría durante más tiempo las circunstancias que más nos han 'impresiona-
«le las microproposiciones ya no puede recuperarse. Diversos experi- do'. La definición del vago concepto de 'impresión' debería basarse
mentos también indican que aquellas microproposiciones que se en sistemas de deseos, anhelos, normas, valores y los juicios, expec-
retuvieron únicamente debido a un valor de relevancia (personal) tativas y objetivos que de ellos se derivan.
las proposiciones que tratan de algo que el lector encontró diver-
tido, sorprendente, estúpido, etc.— pero que no tienen una función 6.8.7 El libre recuerdo de informaciones textuales es en cierta ma-
macroestructural ulterior en el texto, aparecen con frecuencia en nera la 'forma básica' en que se restituye la información anteriormen-
protocolos inmediatamente posteriores a la enunciación, pero después te recibida. Sin embargo, hay que tener presente que raras veces
de algunas semanas en general ya no son asequibles. La falta de un aparece esta repetición informativa en la comunicación natural, por
valor estructural parece vengarse de esta manera. Como ya se ha lo que además estamos muy mal preparados para repetir un texto
dicho, se trata aquí de una tendencia. De ahí que no pueda decirse proposición por proposición. Incluso en las situaciones experimenta-
que es imposible que un hablante se acuerde exactamente de un les que se concentran especialmente en la lectura y elaboración de un
detalle de un texto aun después de mucho tiempo: este fenómeno 32 texto específico y en las que la persona de ensayo ya sabe o en todo
existe, igual que en la elaboración de información visual. caso puede suponer que ese texto tendrá que ser reproducido, una
La memoria retardada naturalmente también se caracteriza por el persona de ensayo media no retiene, directamente después de la
hecho de que las personas de ensayo ya no disponen de la estructura presentación del texto, más que entre la mitad y un tercio de la
semántica original del texto, sino que comienzan a aplicar toda una cantidad original de proposiciones en un texto de unas doscientas
serie de transformaciones o como mínimo a reproducir/reconstruir proposiciones (cinco páginas escritas a máquina, 1 600 palabras). 33

el texto original con toda clase de transformaciones. Sin embargo, En un texto más breve esta proporción puede mejorar, mientras que
podemos comprobar que después de cierto tiempo ya no siguen en un texto mucho más largo —por ejemplo, en una novela o un
aplicando estas transformaciones: se han construido una estructura libro de texto— las informaciones retenidas pueden ser aún muchas
más o menos 'fija' que sirve de base para recuerdos ulteriores u otros menos (del orden del uno al dos por ciento). Lo que naturalmente
objetivos. Este fenómeno también lo conocemos de la comunicación nos cuesta mucho menos es, en todos los casos, reconocer in-
textual natural: si narramos varias veces una aventura de nuestras formaciones.
vacaciones a diferentes amigos, poco a poco se irá fijando nuestro Una forma mucho más natural de la elaboración informativa es la
informe. Es decir que no intentaremos mantener vivos en nuestra realización de resúmenes, Una y otra vez tendremos que hacer un
34

memoria otros sucesos y detalles para incluirlos en la narración. breve resumen de informaciones adquiridas anteriormente, tanto en
Desde luego, a la larga incluso la macroestructura de muchos la interacción cotidiana como en las interacciones específicas de una
textos que leemos diariamente deja de ser importante para nuestros empresa o universidad. El proceso en el que se basa el resumen
conocimientos, actitudes y acciones, de manera que también ella puede describirse de manera relativamente simple. Por ejemplo, se
comienza a 'desmoronarse'. Existen tantos factores que desempeñan puede decir que al hacer un resumen un hablante selecciona aquellas
un papel en el proceso del olvido, que no resulta fácil decir después proposiciones de su memoria que poseen el mayor valor estructural,
que en la práctica deben de ser sobre todo las macroproposiciones.
1 1 VAN D I J K (1975 b) y K I N T S C H & VAN D I J K (1978) indican macroestructuras que
dominan a costa de microestructuras. " Véase VAN D I J K (1975 b), K I N T S C H & VAN D I J K (1975, 1977), VAN D U K &
12 B A R T L E T T (1932) informa sobre un caso en el que la persona de ensayo aún KINTSCH (1977).
recordaba, después de muchos años, el extraño título (casi siempre olvidado) de la 34 El resumen es uno de los medios más directos para comprobar la comprensión
un i ración. textual global. Véanse también los trabajos ya mencionados de K I N T S C H & VAN D I J K .
.'03 PSICOLOGIA DE LA ELABORACION DEL TEXTO LA CIENCIA DEL TEXTO 222
l'or eso a veces se dice que un resumen representa en cierta manera ción que proviene de sus conocimientos, deseos, intenciones, etc., o
la manifestación textual de la macroestructura de un texto. Cuando que, mejor dicho, está construida sobre estas bases, y que esta
resulta casi imposible resumir un texto podemos suponer tranquila- macroproposición constituye el significado provisional intencionado
mente que no es posible construir un significado semántico global de del primer fragmento textual o de todo el texto. A continuación, la
este texto. macroproposición o una serie de macroproposiciones se transforma
Los resúmenes inmediatos de los textos son muy parecidos a los en la SSTM en una serie de proposiciones de una base textual, por
protocolos de recuerdos aplazados: presentan sobre todo macropro- ejemplo, mediante la aplicación de las macrorreglas invertidas antes
posiciones y a lo sumo muy casualmente algún detalle relativamente comentadas. Naturalmente, esta última serie debe cumplir las condi-
poco importante. Es, pues, patente que cuando un hablante hace un ciones de conexión y coherencia habituales. Sólo entonces pueden
icsumen ejecuta más o menos conscientemente lo que su memoria transmitirse las proposiciones al formulador de oraciones. En este
hace de manera automática: seleccionar/reducir informaciones, o caso, las macroproposiciones sirven a la vez para el control del
hien, olvidar informaciones. contenido global: determinan cuál es el 'tema' y qué oraciones
Con lo antes expuesto se demuestra que sin una teoría de la pertenecen o no a este tema, cuándo se divaga, se dicen cosas sin
macroestructura no podemos dar una explicación siquiera mediana- importancia, etc. También pueden modificarse macroproposiciones
mente adecuada de cómo se comprenden, almacenan, retienen/apren- formadas anteriormente, en forma de intenciones, como por ejemplo
den, reproducen y vuelven a aplicarse informaciones complejas. La cuando el hablante se da cuenta de que el oyente no comprende el
enorme complejidad de la estructura proposicional de un texto nos tema, que no le interesa, etc.
obliga a ordenarla y a aplicar determinados principios para las La segunda hipótesis general de producción se refiere a la forma
reducciones: debemos saber qué es lo más importante o relevante de 'global' del texto y a las restricciones específicas de la estructura
un texto, para que podamos siquiera entenderlo y para que más semántica, tal como lo definen las superestructuras esquemáticas.
larde, si fuera necesario, podamos recuperar precisamente esta infor- Resulta prácticamente evidente que la estructura esquemática de la
mación. Una vez más queremos repetir que estos principios de la narración se emplea como un plan global de producción para la
elaboración textual son válidos para la elaboración de información disposición de las macroestructuras y, por ello, de los segmentos
compleja en general. También las series complejas de imágenes, textuales, cuando se desea p. ej. narrar alguna cosa.
sucesos y episodios, así como la coordinación e interpretación de En ambos casos, las macroestructuras y las superestructuras for-
acciones complejas son dirigidas, tanto en la producción como en la man planes cognitivos imprescindibles para la estructura de las inten-
interpretación, por la construcción y la ejecución de unidades 'globa- ciones de significado y finalidad en la ejecución de tareas complejas. 36

les', es decir, por macroproposiciones. Ahora podemos especificar estos planes, que ya se discutieron en
psicología, con cierta precisión. Desde luego, no podemos partir de
(i.8.8 Estos supuestos más generales de una teoría de la elaboración la hipótesis de que cuando un hablante desee producir un texto se
informativa naturalmente también pueden aplicarse a la producción encontrará con macroestructuras o superestructuras abstractas o
de textos. Acabamos de ver los aspectos del proceso productivo
35
ideales listas para ser usadas, como sería de esperar de un modelo de
(|iie tienen algo que ver con la reconstrucción o la reproducción de producción psicológicamente plausible. También en este caso tienen
informaciones textuales ya adquiridas. En general, sin embargo, un papel importante las estrategias. En algunos casos excepcionales,
debemos suponer que el significado global, es decir, la macroestruc- como por ejemplo en una alocución, una acusatoria o un libro,
tura, tiene un papel fundamental en la planificación y ejecución del seguramente es cierto que el hablante o el autor ya tiene un 'plan'
enunciado lingüístico. La producción de una secuencia de oraciones preparado o incluso anotado (lo cual, conforme a la teoría, supon-
coherente es una tarea de una complejidad tan extraordinaria, que dría nuevamente una especie de resumen, en este caso en forma de
únicamente toda una serie de estrategias, reglas y estructuras y 'notas'). Sin embargo, en otros casos se debe de pensar más bien en
eategorías jerárquicas puede controlar adecuadamente esta infor- unos temas concretos durante la conversación en curso y desarrollar-
mación. los p. ej. a partir del comportamiento y las reacciones del oyente, la
Nuestra primera hipótesis de producción propiamente dicha es la situación específica de la conversación, etc. En otros casos tal vez
de que un hablante forma en primera instancia una macroproposi- sólo se disponga de un tema muy global (por ejemplo, las preguntas
15 Aquí solamente se aborda la producción de la lengua. Precisamente todavía se 36 Los 'planes' se han llegado a conocer en psicología sobre todo a través del
sabe muy poco acerca de los procesos de producción. Véanse los trabajos de Kempen, influyente libro de M I L L E R , G A L A N T E R & P R I B R A M ( 1 9 6 0 ) . S C H A N K & A B E L S O N ( 1 9 7 7 )
< nlre otros, y en especial K E M P E N (1977) (sobre oraciones). profundizan en el análisis.
.'03 PSICOLOGIA DE LA ELABORACION DEL TEXTO LA CIENCIA DEL TEXTO 224
di- «cómo me encuentro» o «cómo he pasado las vacaciones»), que En este punto se nos plantea la siguiente cuestión: ¿cómo saben los
luego podrá desarrollarse a través de sub-temas hasta llegar a su hablantes, cuando oyen y comprenden una enunciación determinada
enunciación en el nivel textual. Es probable que muchas veces se en un contexto concreto, cuáles son las acciones lingüísticas que
tormén y ejecuten meras fracciones de macroproposiciones antes que corresponde realizar ahora? En otras palabras: ¿cómo se interpreta
•c siga reflexionando sobre otros temas relacionados. Durante la pragmáticamente un enunciado lingüístico? ¿Mediante qué procesos,
' iccución de un macroplan, el hablante puede incluso llegar a perder conocimientos, etc., el hablante es capaz de asignar una acción
• l hilo debido p. ej. a un fallo del macrocontrol: en ese caso dejará lingüística a un texto interpretado (en cuanto a su contenido)? 37

de saber por un momento cuál era el tema: «¿Dónde me había


quedado?» 6.9.2 La contestación sistemática a estas preguntas requiere una
No estará de más hacer hincapié en que el control de la forma discusión teórica amplia que no podemos realizar en este momento.
esquemática global, la macroestructura y, en especial, la estructura y Sin embargo, existe una serie de hipótesis que probablemente podrían
11 contenido de las secuencias de oraciones no es sólo de tipo constituir componentes importantes de una teoría de esa índole. En
cognitivo. Antes al contrario. Si bien el hablante expresa principal- primer lugar debemos partir del hecho de que un hablante posee un
mente lo que en realidad quiere decir —conforme a sus conocimien- conocimiento sistemático y convencionalmente establecido de las ac-
tos, deseos, opiniones, intenciones, etc.— su enunciado es, ante todo, ciones lingüísticas. Quizás incluso podríamos aceptar la existencia de
una acción lingüística, es decir, una forma de interacción comunica- marcos de acciones lingüísticas, suponiendo que en estos marcos se
tiva. De aquí casi surge de suyo que las reglas, convenciones y fijaran detalladamente las condiciones sociales que deben cumplirse
estrategias más generales de la interacción (comunicativa), igual que para poder llevar a cabo adecuadamente tales acciones lingüísticas.
las propiedades sociales específicas de cada caso y del contexto Por consiguiente, no excluiremos el hecho de que existan determina-
actual (relación hablante-oyente, status, funciones, etc.) ejercen una das estrategias para la ejecución de determinadas acciones lingüísti-
profunda influencia en todos los niveles de la producción textual, cas complejas (p. ej., para proponer leyes derogatorias), ni el de que
desde el contenido global, pasando por el esquema, hasta la realiza- tales acciones lingüísticas estén organizadas en forma de marco; pero
< ión fonológico/fonética («¿Debo usar el dialecto para hablar con el supondremos que los 'conceptos de acción' simples no tienen carác-
barrendero, o no?»). No se puede negar que estos factores sólo fijan ter de marco, para no ampliar demasiado el concepto de marco. De
la producción del texto en la medida en que el hablante realmente todas formas, determinadas acciones lingüísticas pueden ser un com-
conozca (consciente o inconscientemente) estas propiedades y reglas, ponente constante de un marco.
de manera que, una vez más, las restricciones son, en efecto, cogni- En virtud de su conocimiento conceptual de las acciones lingüísti-
tivas; pero por otro lado, otro nivel de descripción —a saber, el de cas, el hablante dispone de un conocimiento sobre las propiedades y
las estructuras sociales de la interacción— requiere que tales factores condiciones más importantes de estas acciones lingüísticas. En otras
tengan también un carácter 'sobreindividual' más general en la pro- palabras: el hablante sabe que alguien que dice x y por lo tanto hace
ducción textual. Más adelante volveremos a tratar detalladamente y, si el contexto posee además las características z, ejecutará la (más
estos aspectos que hacen referencia a la influencia de las estructuras o menos probable) acción lingüística h mediante la enunciación de x.
sociales en las estructuras textuales —y viceversa—, 'a través de' la Contrariamente a una teoría pragmática abstracta, aquí nos encon-
elaboración cognitiva y afectiva. tramos de nuevo con suposiciones del oyente más o menos fundadas
en percepciones e inferencias, pero no con conclusiones deductivas.
Esto es tanto más importante cuanto que los datos que recibe el
6.9 La elaboración de los textos como acciones lingüísticas hablante pueden ser bastante escasos. Aún así, el proceso comunica-
tivo discurre sin demasiados problemas a este respecto, a excepción
de las situaciones conflictivas (ejemplo típico: «¿Acaso pretendes
(>.9.1 Hasta aquí nos hemos limitado a estudiar la estructura 'real' amenazarme?»)
del texto —en especial, su estructura de contenido— y la manera en
que se la comprende, asigna, almacena y, eventualmente, reproduce. 6.9.3 Desde luego, la interpretación de un enunciado lingüístico
No obstante, ya hemos visto en capítulos anteriores que, por regla como acto de habla o como una serie de actos de habla se basa, en
general, un texto es enunciado con la intención de ejecutar una
acción lingüística, por ejemplo, para producir determinado estado
por ejemplo, cierto estado de conocimientos— o determinada Para la elaboración cognitiva de las estructuras pragmáticas (de acciones lingüís-
acción.
37

ticas), véase VAN D I J K (1977 c).


.'03 PSICOLOGIA DE LA ELABORACION DEL TEXTO LA CIENCIA DEL TEXTO 226

primer lugar, en las propiedades del propio enunciado. Sin embargo, c. Postura de la cabeza;
no hay que olvidar que un enunciado como tal puede ser sin duda d. Distancia con respecto al oyente;
pragmáticamente ambiguo: e. Otras acciones (dar la mano,-cerrar los puños, abrazar, hacer señas con la
mano, etc.).
(23) Voy a traerte algo para beber
No se sabe exactamente de qué manera van acopladas las informa-
puede ser tanto una afirmación como una confirmación, una prome- ciones de este nivel con las de los otros niveles mencionados. Sea
sa o una amenaza, según que el oyente desee o no la acción corres- como fuere, suponemos que lo que hemos tratado hasta ahora sobre
pondiente. Además se añaden a las estructuras semánticas y morfo- los procesos que tienen lugar en la SSTM corresponde a una perspec-
sintácticas importantes indicios dados por la pronunciación en sí tiva demasiado simplificada; pues un enunciado se interpreta simul-
(velocidad, altura del tono, acentuación, volumen del sonido, etc.) táneamente en otros niveles, y a partir de él se va construyendo al
que también establecen hasta qué punto una oración como (23) es mismo tiempo algo que podríamos denominar representación prag-
una promesa o una amenaza para el oyente. mática, es decir, una idea de qué acción se ejecuta en realidad y qué
Resumiendo diremos que las diferentes propiedades de la enuncia- intenciones posee por ende el hablante.
rión misma ofrecerán los indicios más importantes para la correcta
interpretación del enunciado como acción lingüística. Con esto he- 6.9.4 Pero incluso las propiedades del enunciado lingüístico y de
mos discutido qué propiedades del enunciado eventualmente tienen las características y acciones complementarias del hablante mencio-
;ilgo que ver con las de la acción lingüística: nadas en (24) y (25), por regla general no bastan para una interpre-
(24) 1. Estructura semántica
tación pragmática unívoca. Ahora sabemos que las interacciones
a. ¿Se refiere el enunciado a un estado o a una acción del hablante o del lingüísticas están relacionadas con la estructura social del contexto.
oyente, ahora, en el pasado o en el futuro? Tales diferencias contribu- Por eso, el oyente deberá llevar a cabo a la vez un análisis del
yen a definir la promesa, acusación, disculpa, etc. contexto, basándose en la situación interactiva y social actual.
b. ¿Se refiere el enunciado a acciones agradables o desagradables para el
hablante o el oyente? ¿Se refiere a ciertos deseos del hablante? Etc.
Para ello, el oyente no sólo empleará sus conocimientos o suposi-
Tales diferencias separan, por ejemplo, la promesa de la amenaza. ciones sobre el conocimiento, las opiniones, los deseos y las intencio-
c. ¿Se refiere el enunciado a personas u objetos contextualmente relevantes nes del hablante, sino que también tendrá que analizar la 'posición'
(p. ej., al hablante, al oyente, etc.)? social del hablante, así como la suya propia y la relación entre el
2. Estructura sintáctica hablante y el oyente.
¿De qué tipo pragmáticamente relevante es la estructura sintáctica? (P. ej.: Por ello, la interpretación de una situación social contextualmente
oración afirmativa, interrogativa, imperativa.) Esto puede facilitar indicios relevante debe servirse de algunos conceptos que pueden extraerse de
para distinguir entre preguntas o peticiones e informaciones de diversa
índole. un llamado marco de referencia social. Un marco de referencia social
3. Estructura léxica; estilo es una estructura de acción convencional o incluso institucionalmen-
Como hemos visto, la selección de palabras puede ser una expresión
indirecta o directa del estado cognitivo y afectivo particular del hablante,
te establecida con los participantes característicos situados en sus
por lo que puede facilitar informaciones sobre su actitud ante el oyente respectivos roles, funciones, diferencias de status, etc., característicos.
(enfadada, impaciente, servicial, etc.), lo que vuelve a subrayar la relevan- Esta estructura de acción está fijada por reglas 'de procedimiento'
cia de la acción lingüística. que particularizan lo que los diferentes participantes pueden o deben
4. Timbre de voz, velocidad de habla, altura deI tono, etc.
Acabamos de ver cuán reveladora es la manera de expresar un texto con
hacer en determinadas situaciones. El empleo de transportes públi-
respecto a la postura del hablante: esto también resulta aplicable al timbre cos, una demanda ante el tribunal, la participación en el tránsito
de voz, la rapidez, la altura, etc.; un ruego o una felicitación no se callejero o la asistencia a un cóctel son tales episodios regulados por
pronuncian en un tono 'antipático' o 'rudo'. marcos sociales. Estos marcos pueden ser, pues, privados o públicos,
institucionalizados o no, y pueden o no prescribir algo forzosamente.
Además de estas características más específicas del propio enuncia- Por ese motivo, las palabras de un policía o un revisor de billetes se
do, existe otra serie de posibilidades que el hablante tiene para seguir interpretan de manera diferente en el marco del tráfico o el servicio
matizando las funciones pragmáticas de su manifestación, especial- ferroviario de cercanías que en un marco en el que las mismas
mente por su actuación complementaria y las propiedades paratextua- personas, sin los derechos ni las obligaciones originales que resultan
les o no-verbales del comportamiento comunicativo: de su posición, pronuncien esas mismas palabras. Aquello que en un
(25) Propiedades paratextuales de la comunicación marco se vive como un ruego, en otro resulta ser una orden. A esto
a. Mímica (sonreír, poner mala cara, etc.); hay que añadir que las acciones lingüísticas que se llevan a cabo en
b. Gestos (indicar, lamentar, estar inseguro, etc.); los marcos de referencia sociales son parte integrante de una serie de
.'03
PSICOLOGIA DE LA ELABORACION DEL TEXTO LA CIENCIA DEL TEXTO 228
otras acciones sociales que a su vez pueden ser componentes, condi- mente: el hablante analiza el contexto y a la vez la estructura grama-
ciones o consecuencias de o para acciones de habla. En el próximo tical del texto, y al mismo tiempo va construyendo provisionalmente
<apítulo se comentarán estas relaciones entre enunciados (textos) y una parte de la representación semántica y pragmática del enuncia-
otros aspectos de la interacción. Aquí únicamente señalaremos que do. Ésto ocurre sobre la base de reglas y categorías convencionales y
una correcta interpretación pragmática de los textos requiere a la vez con la ayuda de un gran número de estrategias, a lo cual las diferen-
un análisis sistemático del contexto social. tes características mencionadas del enunciado y del comportamiento
del hablante se consideran como indicios para establecer hipótesis
<).9.5 Lo que hemos dicho acerca de la elaboración cognitiva de las sobre las intenciones pragmáticas y de contenido.
acciones lingüísticas no sólo es válido para las acciones lingüísticas En la actualidad todavía no se sabe gran cosa acerca de la elabo-
simples y aisladas, sino también para las secuencias de acciones ración informativa en este nivel de complejidad. Apenas se acaba de
lingüísticas, conversaciones, etc. Ya hemos visto que los textos están comenzar con el diseño de modelos para la comprensión (semántica)
relacionados sistemáticamente con unidades globales de acciones de los textos; durante muchos años la atención estuvo centrada en
lingüísticas del mismo hablante o de diferentes hablantes. En este los aspectos psicológicos de la elaboración de palabras, conceptos y
punto se ha introducido también el concepto de macroacción lingüís- estructuras oracionales. El modo en que la comprensión textual está
tica para definir la estructura pragmática global de un enunciado, es vinculada con la comprensión de acciones lingüísticas y el manejo de
decir, para establecer cuál es la acción lingüística global que se lleva interacciones comunicativas es un problema que por ahora apenas se
a cabo mediante una serie de acciones lingüísticas 'locales', con lo formula en psicología cognitiva. Por consiguiente, los párrafos ante-
que constituye la verdadera función del enunciado. riores no son más que un comienzo muy provisional y a grandes
Igual que lo que ocurre con las macroestructuras en el nivel rasgos de esta tarea, a partir de la que pretenden desarrollarse
semántico, las macroestructuras pragmáticas desempeñan un impor- modelos explícitos así como los correspondientes experimentos.
tante papel en la elaboración cognitiva de las interacciones lingüísti- Sin embargo, se ha demostrado que de hecho puede encontrarse
cas. Tanto para la planificación como para la comprensión de un en todos los niveles una serie de principios básicos de la elaboración
enunciado, el hablante debe poseer una visión global de las intencio- de información compleja: segmentar, categorizar, aplicar reglas, em-
nes de la interacción. En el proceso de comprensión, el hablante plear estrategias, construir o ejecutar macroestructuras y utilizar
tendrá que plasmar por tanto en la SSTM, las respectivas acciones marcos de referencia (frames) sociales y conceptuales, imprescindibles
lingüísticas en macroacciones lingüísticas. Sólo entonces será capaz para la organización del conocimiento, el pensamiento, la deducción,
Je entender globalmente una serie de enunciados por ejemplo como la interpretación y la actuación social.
promesa o amenaza y sabrá qué consecuencias (conocimientos, obli-
gaciones, acciones) acarrearán los enunciados. En tal caso, las ma-
erorreglas pragmáticas son las mismas que las macrorreglas semánti- 6.10 La adquisición de habilidades textuales
cas: OMITIR, GENERALIZAR y, sobre todo, CONSTRUIR: las acciones
lingüísticas locales se interpretan como condiciones previas, compo- 6.10.1 Hasta ahora nos hemos ocupado sobre todo de aspectos
nentes o consecuencias de una acción lingüística más global. El bastante generales y teóricos de un modelo de elaboración textual.
hablante debe controlar permanentemente, tanto en la producción No obstante, las conclusiones y discusiones de los párrafos y capítu-
eomo en la interpretación, cómo está vinculado cada enunciado con los anteriores tienen sin duda toda una serie de consecuencias prác-
esta intención más global del enunciado: comprenderá que un enun- ticas, por ejemplo, en el terreno educativo. La producción y la
ciado acerca de la temperatura de la habitación no es sólo una comprensión de textos son aspectos bastante centrales de la enseñan-
aseveración, sino que simultáneamente está preparando la formula- za de la lengua (materna). El conocimiento de causa de las caracte-
38

ción de un ruego, por ejemplo, el de cerrar la ventana. rísticas fundamentales de esta comprensión textual puede llevar a
elaborar modelos didácticos para enseñar determinadas categorías,
6.9.6 Suponemos que a lo largo de los párrafos anteriores ha reglas y estrategias. Un alumno no sólo tendrá que comprender
quedado claro que la comprensión de textos o realizaciones lingüísti-
cas tiene lugar en varios niveles. Por ello, para todos estos niveles
debe especificarse un modelo de elaboración cognitiva de la informa- 38 Los posibles resultados del campo de la elaboración textual y de su aplicación,
ción sobre la base de textos, mientras que a su vez hay que interrela- por ejemplo en las clases de lengua (materna), son muy importantes cuando se desean
acoplar tareas como las redacciones, los resúmenes, las contestaciones a preguntas, las
cionar los distintos niveles. También debemos suponer que el proce- paráfrasis y otras similares con la comprensión de la función de los textos. Véase VAN
so de interpretación no discurre sólo lineal, sino también paralela- DIJK (1977 b).
.'03 PSICOLOGIA DE LA ELABORACION DEL TEXTO LA CIENCIA DEL TEXTO 230

oraciones, sino que también deberá aprender de qué manera están curso del desarrollo posterior, se aprenden las reglas y normas
organizadas las informaciones en un texto más extenso —por ejem- convencionales más comunes, sobre cuya base podrá tomarse una
plo, en un artículo periodístico—, cómo puede 'aprender' esta habi- decisión sobre la importancia relativa de las expresiones en los
lidad lo más eficazmente posible, cómo se resume adecuada y correc- textos. Especulativamente podemos suponer que en primer lugar se
tamente un texto y cómo se relacionan finalmente las estructuras captan las reglas de coherencia lineal más importantes —por ejem-
textuales con las funciones pragmáticas y sociales de los textos. plo, las presuposiciones y otras similares—, y sólo después las reglas
I >espués de haber conseguido un cierto conocimiento de causa sobre más globales. Es de suponer que las reglas de coherencia lineal se
la manera en que de hecho pueden elaborarse los textos, podemos adquieren tanto más rápidamente cuanto más coincidan con el cono-
predecir en cierta medida la complejidad didáctica de determinado cimiento sobre las relaciones causales, espaciales y temporales de la
texto, su posibilidad de aprendizaje, las cuestiones más relevantes realidad, como se trataron por ejemplo en la cuestión de la 'disposi-
que podrán y deberán plantearse y la proporción de informaciones ción normal' de las proposiciones en un texto. Más tarde les tocará
textuales que se retendrá y que sigue siendo asequible durante algún el turno a transformaciones pragmáticas y de la lógica del conoci-
tiempo. Una vez acumulada cierta experiencia con las estructuras miento más complejas de estos principios ordenadores.
textuales que encauzan estos procesos de elaboración, podremos Las reglas más complejas en el nivel macroestructural y esquemá-
adecuar mejor el material didáctico y las tareas que planteamos tico sólo se adquieren en un estadio más avanzado del pensamiento
como enseñantes a las posibilidades cognitivas de los alumnos: po- abstracto; son las reglas que le permiten al niño resumir un texto,
dremos expresar más claramente las macro- y superestructuras del escribir una redacción y —sobre todo en un estadio aún más avan-
texto o enfatizar otras características de la estructura superficial que zado—, construir una discusión abstracta con una buena estructura
hacen aumentar tanto la comprensión como la retención. 39 argumentativa. Si además se pretende conjugar esta estructura con
41

las operaciones estilísticas y retóricas más eficaces, habremos llegado


6.10.2 A tal fin naturalmente debemos obtener cierto conocimiento a un nivel de adquisición de habilidades textuales que sólo unos
de causa sobre la forma en que se adquieren las reglas, categorías y pocos hablantes deben de dominar en toda su gama y en todos los
estrategias textuales y en qué estadio de desarrollo cognitivo y afecti- espectros posibles, y para las que no existe apenas una didáctica en
vo se da este proceso. Tampoco la psicolingüística, ni la psicología la enseñanza superior ni en la universidad. En el marco de la
del aprendizaje o la pedagogía didáctica saben por ahora demasiado formación científica quizá alguien aprenda (implícitamente) cuál es
a este respecto. Intuitivamente sabemos que un niño de entre dos y la estructura esquemática de p. ej. un tratado psicológico o una
tres años apenas está en condiciones de producir correctamente argumentación lingüística; sin embargo, la comprensión (y aplica-
textos largos, es decir, de hacerlo respetando las reglas de coherencia ción) de las formas más eficaces de organización textual, uso de la
lineal y global. La capacidad de comprender historias se adquiere lengua y operaciones se adquieren demasiadas veces de manera más
relativamente pronto; sin embargo, el (volver a) narrar tiene primero o menos fortuita.
un 'micro'-carácter, es decir: se enuncia una serie de proposiciones 6.10.3 Esto no significa que en un estadio de desarrollo muy ante-
más o menos arbitraria, independientemente de la macroestructura o rior no existan también superestructuras y macroestructuras. En
superestructura de la narración. El niño no menciona principalmente verdad ocurre lo contrario: muy pronto se aprende a narrar una
las circunstancias más importantes, sino que se acuerda sobre todo historia y a ejecutar muy sistemática y eficazmente las acciones
de detalles, p. ej. según el principio de relevancia, es decir, de detalles lingüísticas relevantes para determinado contexto social y personal.
que a la vista- de sus marcos de referencias y de intereses todavía Esta apreciación habitualmente se refiere a diferentes tipos de textos
limitados le han parecido importantes o sorprendentes. Sólo en el 40
en distintas culturas, clases sociales, situaciones e instituciones. Así
pudo comprobarse que los niños de clase media escriben sistemática-
' Repetidamente se ha comprobado el aumento de la capacidad de memoria en mente redacciones distintas de las de los niños de familias obreras; se
expresan con una 'profusión de palabras' mucho mayor, es decir,
3

diferentes experimentos (mediante conceptos clave, esquemas, macroestructuras), in-


cluso sin obtener una explicación teórica útil y, por lo demás, con desigual éxito, con más redundancias, explicaciones (superfluas), floreos introducto-
como por ejemplo en R O T H K O P F (1972). En la actualidad (1979) se están llevando a
cabo muchos experimentos en este sentido. Véase sobre todo la revista norteamerica-
rios, etc. Por otro lado, los niños de capas o grupos sociales
42

na Discourse Processes (1978, Ablex, Norwood, N.Y.) y la serie de libros del mismo
nombre y editorial. 41 Véanse, por ejemplo, los estadios de la evolución que describió Piaget, PIAGET
40 Se ha investigado mucho sobre la problemática de qué información retienen los (1959).
niños a qué edades: véase K I N T S C H (1977), M A N D L E R (1978) y M A N D L E R & J O H N S O N 4 2 ya remitió al diferente estilo de redacción de los niños de clase
BERNSTEIN ( 1 9 7 1 )
(1977). media frente a los de la clase obrera, dentro del marco de su distinción entre un
.'03 PSICOLOGIA DE LA ELABORACION DEL TEXTO LA CIENCIA DEL TEXTO 232
inferiores poseen ciertas habilidades lingüísticas —por ejemplo, los 6.11.2 En este punto podemos decir poco acerca de los trastornos
megos de palabras— de las que carecen los niños de clase media. 43 evolutivos, por la simple razón de que no sabemos con exactitud
Sin embargo, todavía habrá que investigar en profundidad hasta qué cuándo y en qué orden se adquieren las habilidades textuales. Sin
punto existen diferencias sistemáticas en la adquisición y aplicación embargo, está claro que aquí no se trata sólo de factores mentales
de reglas textuales en distintas circunstancias sociales y culturales. (inteligencia, etc), sino también de factores sociales. Ya hemos men-
cionado que determinados tipos de textos no o apenas se usan en
ciertos contextos culturales y sociales porque carecen de relevancia
6.11 Psicopatología de la elaboración textual en esos contextos. En tales casos, el niño no o difícilmente podrá
aprender las reglas textuales de estos tipos de textos específicos, es
6.11.1 Resulta imposible exponer en un solo capítulo todas las decir, las reglas superestructurales y sus restricciones estilísticas y de
ramas de la psicología relacionadas con determinados aspectos espe- contenido anejas.
cíficos del manejo de textos. Aún así se indica al final una serie de Por ello sólo podemos hablar de trastornos relativos cuando un
breves observaciones sobre los aspectos patológicos de la producción niño, comparado con sus compañeros de edad de aproximadamente
y comprensión textual. el mismo grupo sociocultural, se retrasa en la producción y compren-
Pero antes de enumerar estos aspectos queremos hacer una obser- sión de estructuras textuales que éstos ya dominan desde hace mu-
vación metodológica de gran importancia. La utilización del texto es cho tiempo, por ejemplo, cuando un niño de diez años todavía no
una habilidad tan complicada en muchos aspectos que, tanto en la puede relatar cuál ha sido su participación en determinado suceso.
producción como en la recepción, habitualmente se producen 'des- Si, a la inversa, se averigua que un niño no puede elaborar una serie
viaciones' de las estructuras ideales o correctas. Todos sabemos que de instrucciones complejas en forma de una 'tarea', es decir, no
al formar oraciones en la vida cotidiana o en algún otro momento puede traducirla en estructuras intencionales, o bien, si no es capaz
cometemos tal o cual falta gramatical. La producción de secuencias de resumir o volver a contar un informe textual, podrán sacarse
de oraciones coherentes y linealmente conexas según las reglas, que conclusiones sobre el desarrollo del niño. Sin embargo, también en
posean una macroestructura clara y una superestructura, y que este caso es muy posible que un estancamiento o un atraso en el
además tengan la estructura estilística y retórica adecuada, es una nivel de la evolución afectiva y cognitiva se equilibre con progresos
tarea que un hablante 'normal' difícilmente puede cumplir. Por eso, en otros niveles. Así hemos visto que por ejemplo la interpretación
un análisis de las formas patológicas del uso de la lengua y de la de un enunciado requiere a la vez la interpretación de la situación
comunicación en ese nivel es una labor muy delicada, que a lo sumo social y del comportamiento del otro. Lo que muy bien puede
permite sacar ciertas conclusiones en los casos más claros. No pode- ocurrir es que algunos niños adquieran primero estos conocimientos
mos declarar que alguien que narre una historia incoherente o diga sociales, y sólo después las realizaciones o correlaciones pragmáticas,
tonterías esté listo para ser internado. Las fronteras son borrosas, las semánticas y gramaticales relevantes de la interacción lingüística.
normas son relativas y las convenciones poco seguras, lo cual no
simplifica la descripción de eventuales psicopatologías. No obstante, 6.11.3 Los trastornos patológicos de las habilidades de elaboración
los trastornos psíquicos suelen deducirse precisamente de estas parti- textual de los hablantes pueden producirse por diferentes causas y
cularidades en la utilización compleja de la lengua, suponiéndose adoptar formas distintas. Como mínimo se distinguen el grupo de
equivocadamente que los modelos de comunicación anómalos son los trastornos psíquicos, como en el caso de la esquizofrenia, y el de
indicadores seguros de estructuras y procesos mentales 'anómalos'. los trastornos somáticos o psicosomáticos que se deben a lesiones o
Los siguientes párrafos deben leerse, pues, bajo el signo de esta enfermedades del cerebro, como en el caso de los tumores o acciden-
advertencia. tes. Estos trastornos pueden manifestarse en distintos niveles según
la gravedad de la lesión y su localización en el cuerpo y el cerebro:
pueden producirse diferentes tipos de limitaciones cerebrales; por
ejemplo, la de que un paciente no sea capaz de retener una oración
o una secuencia, aun cuando de entrada la haya captado y entendido
correctamente; también puede ocurrir que un paciente no sea capaz
elaborated y un restricted code. L A B O V (1972 a) menciona con razón que en realidad (o sólo parcialmente) de formar estructuras semánticas coherentes o
'sólo' se trata de una diferencia de estilo y no de un problema de inteligencia o
desarrollo.
que no pueda darles una forma gramaticalmente adecuada. Algunos
También L A B O V (1972 a, b) indica que los individuos de otras capas sociales a trastornos son de tipo muy general, es decir: afectan a la elaboración
tanto de textos como de imágenes y de acciones, mientras que otros
43

menudo no disponen de habilidades expresivas, inferiores, sino distintas.


.'03 PSICOLOGIA DE LA ELABORACION DEL TEXTO LA CIENCIA DEL TEXTO 234
tienen efectos muy específicos: afecta por ejemplo, única o preponde- pacidad de regulación de casi todas las actividades racionales y
rantemente al empleo efectivo de la lengua. 44 conscientes, aunque todavía se pueda producir o comprender pala-
De esta manera puede ocurrir que, contrariamente a las personas bras sueltas u oraciones cortas.
de ensayo 'normales', los pacientes con determinada lesión cerebral Una forma especial de la afasia, la afasia dinámica, provoca
no sean capaces de repetir una oración o una narración breve trastornos que dejan intactas las macroestructuras y los planes cog-
cuando les sigue otra oración o un texto corto. En este caso, la nitivos, pero que influyen en la ejecución de estos planes, es decir, en
información nueva resulta deletérea para la estructura de la informa- la formación de oraciones complejas. Esta afasia, que es provocada
ción anterior en la memoria, es decir, imposibilita la recuperación de por una lesión de las zonas posfrontales inferiores del hemisferio
su representación en la memoria. Por esto puede ocurrir que los cerebral izquierdo, perturba la disposición sintáctica y semántica de
pacientes ya no sepan lo que están o estaban haciendo, lo cual, desde conceptos (y palabras), aunque el paciente pueda expresar desorde-
luego, también trae consigo consecuencias para la comprensión nadamente diversos conceptos relevantes, dado que los planes globa-
textual. En la SSTM deben ligarse proposiciones con algunas propo- les existen. No obstante, medios auxiliares externos —como esque-
siciones de informaciones que llegan más tarde; dichos pacientes ya mas visuales de oraciones— pueden ayudar al paciente a que vuelva
no son capaces de llevar a cabo este proceso. Sin embargo, algunos a pronunciar oraciones y secuencias correctamente ordenadas.
pacientes no pueden retener una serie de palabras, a consecuencia de Cuando queremos examinar los trastornos afásicos de compren-
su tipo de lesión retroactiva, pero sí son capaces de recordar una sión de los textos, el problema es cómo distinguir entre el hecho de
oración semánticamente coherente. En otras palabras: se ven afecta- que el paciente pueda comprender intelectualmente un texto y el de
dos primariamente la memoria a corto plazo o los primeros procesos que no pueda, sin más, realizar tareas productivas que demuestren
de la SSTM, pero no la información semántica ya almacenada en la su comprensión, como por ejemplo cuando se le pide que cuente una
SSTM o acaso en la LTM. Mientras que tales lesiones, siempre según historia, piense un título o resuma un texto. Lo que puede esperarse
su gravedad, afectan sobre todo a las zonas más profundas del de un afásico son fragmentos más o menos incoherentes, lo cual
cerebro, una lesión en la zona frontal es responsable sobre todo de tampoco lo distingue de los pacientes con trastornos que producen
los posibles trastornos en la organización y recuperación de informa- fragmentos parecidos por falta de capacidad mnemónica o que,
ciones en la LTM. En tal caso, los fragmentos de informaciones como no se les ocurren las palabras adecuadas en el momento
almacenadas alternan en la (re-)producción con expresiones estereo- preciso, se valen de giros estereotipados. Por tanto, haría falta
tipadas, impresiones o asociaciones irrelevantes. Estos trastornos desarrollar unos modelos que correspondieran al máximo a estos
semánticos o lógicos —tanto para la SSTM como para la LTM— en procesos. Además, probablemente todos los grupos de afásicos po-
general no se producen por lesiones en la corteza cerebral del hemis- drán reproducir menos cantidad de texto que los hablantes norma-
ferio izquierdo; éstas, en cambio, originan trastornos fonéticos (acús- les. Esto se puede explicar, además de por la limitada capacidad de
ticos, articulatorios) y verbales al hablar y entender. Tales trastornos almacenamiento, por las dificultades de producción que impiden la
pueden caracterizarse como afasias, puesto que se limitan estricta- búsqueda y recuperación de muchas (demasiadas) proposiciones. Lo
mente a las 'estructuras superficiales'. Dado que las investigaciones
45
que sí se evidencia de manera muy clara es la superposición de
neuropsicológicas y neurofisiológicas han revelado que los distintos distintas tareas que no consiguen dominarse todas a la vez. Pero esta
trastornos pueden localizarse por las diferentes ubicaciones de las última característica es común a todos los hablantes: cuando el
lesiones en el cerebro, se puede distinguir exactamente entre afasias 'sistema' se ve sobrecargado por demasiadas (o demasiado difíciles)
y desviaciones lógico-semánticas. Es sabido que las estructuras glo- tareas simultáneas, la producción textual no puede discurrir sin
bales (planes, esquemas, macroestructuras) guían los procesos más trastornos. La lectura de un texto en un idioma relativamente extra-
'locales'; si aquéllas también están lesionadas —por ejemplo, debido ño supone una fuerte limitación para la comprensión global; algo
a daños de las partes anteriores del cerebro— se produce una inca- similar ocurre cuando 'se piensa en demasiadas cosas a la vez'.
Acerca de estos procesos interfuncionales y los que enlazan tareas y
funciones en los distintos niveles de la elaboración textual tampoco
44 Los aspectos lingüístico-patológicos de la comprensión textual se han extraído hay por ahora investigaciones más precisas.
de L U R I A (1973), en especial las diferencias neurofisiológicas entre los distintos niveles La diferencia característica entre los distintos afásicos y los esqui-
y funciones en la comprensión de la lengua y la producción y comprensión textual.
Puede ocurrir, sin embargo, que las investigaciones neurolingüísticas más recientes
zofrénicos en cuanto a la producción textual consiste en que los
demuestren la necesidad de revisión de las suposiciones acerca de la localización de pacientes esquizofrénicos no siempre elaboran la misma macroestruc-
los distintos procesos. tura del mismo texto. En cuanto haya reproducido algunas proposi-
45 Para los experimentos sobre afasia y sus resultados, véase E N G E L (1977). ciones dentro del marco de un tema dado, el paciente puede, acto
.'03 PSICOLOGIA DE LA ELABORACION DEL TEXTO

seguido, reaccionar con proposiciones asociativas —generalizaciones


irrelevantes, otras características y evoluciones, etc.— aun cuando
(ya) no tengan nada que ver con el tema. También puede ocurrir que
realice varios temas entremezclados, entre los que seguramente habrá
reacciones específicas: el paciente reacciona directamente a determi-
nados conceptos, o por lo menos a los sucesos subyacentes. 46

6.11.4 Por ahora nos contentaremos con estas observaciones acerca


de los trastornos de tipo patológico en cuanto a su repercusión en la
elaboración textual. Los pocos resultados experimentales indican
una serie de principios básicos que parecen confirmar nuestras supo-
siciones acerca de los diferentes estadios y niveles en la elaboración
textual. A la inversa, las hipótesis sobre estos aspectos de la elabora-
ción textual pueden servir de sugerencias para ulteriores experi-
mentos con planteamientos sobre problemas didácticos, patológicos
y otros, aunque también para desarrollar modelos de enseñanza y
aprendizaje prácticos. Desde nuestro punto de vista, el desarrollo y
los objetivos de la ciencia del texto y de la ciencia en general sólo son
justificables en la medida en que contribuyan a revelar críticamente,
formular y solucionar problemas sociales.

46 Véase ENGEL (1977).


LA CIENCIA DEL TEXTO 238

7. Texto e interacción - La conversación No obstante, ofrecemos este complemento sólo en este último
capítulo, porque así podemos enfatizar el hecho de que una conver-
sación —considerada como 'texto' o 'enunciado' de una acción con-
versacional— tiene que ser descrita en conceptos que se tomarán de
una teoría general sobre la interacción. Esta aproximación sociológi-
ca, sin embargo, no excluye las propiedades 'lingüísticas' específicas
de la conversación: siguen describiéndose en conceptos de la teoría
de la estructura textual; pero esta teoría ahora deberá ampliarse con
las categorías interaccionales.
7.1.2 Sabemos que el análisis de la conversación es el objetivo
legítimo de diferentes disciplinas científicas. La lingüística se interesa
por los aspectos gramático-textuales, como por ejemplo la coheren-
cia semántica y pragmática; la psicología se interesa por las condicio-
nes cognitivas y afectivas y las consecuencias de las conversaciones;
la psiquiatría y las diferentes ramas de la psicoterapia se interesan por
el análisis del papel de la conversación en la manifestación y conduc-
ción de trastornos más o menos patológicos de los individuos; la
sociología, por último, se interesa por la conversación como una
forma de interacción social conectada con conceptos como 'rol',
'función', y 'status' y con numerosas relaciones sociales. Posterior-
mente investigaremos otras variantes de interacciones sociales en
forma de elaboraciones de informaciones textuales y de comunicacio-
nes. Por último, algunos aspectos esenciales de la conversación coin-
ciden con campos de investigación de la psicología social, por ejem-
plo, los intentos de influir en otras personas mediante conversacio-
nes, la manera de conversar en un grupo pequeño, la aparición y
solución de conflictos en y a través de conversaciones y otros casos
7.1 Introducción y planteamiento similares.
Vuelve a presentarse el cuadro, ahora bien conocido, del procedi-
7.1.1 En cierta manera, en este capítulo damos un paso hacia miento interdisciplinario en los problemas del campo de la lengua y
delante y uno hacia atrás. Avanzamos al prestar una atención aún la comunicación. Precisamente el análisis de las formas convenciona-
mayor al contexto y a las relaciones entre texto y contexto. En este les de la utilización de la lengua —es decir, de los textos— requiere
capítulo, nuestro contexto será el denominado microcontexto social, una forma de trabajo con la que este libro se ha comprometido bajo
que se caracteriza sobre todo por la interacción social entre los el denominador común de 'teoría textual' o 'ciencia del texto'.
individuos. Una parte de esta interacción es la comunicación oral,
que analizaremos en primer lugar en su forma más elemental, a 7.1.3 La conversación no es la única forma de interacción oral.
saber, el diálogo (cotidiano) que se manifiesta en la conversación. También lo son el 'diálogo' pregunta/respuesta entre alumno y
Desde este punto de vista también retrocedemos un paso. Mientras profesor, el escribir/leer cartas, la entrevista, la discusión, la asam-
que en los primeros capítulos hemos tratado sistemáticamente la blea y las diferentes formas de interacción en las fábricas y empresas,
estructura de textos, nos hemos ocupado únicamente y adrede de en la oficina, en el ayuntamiento o ante el juez. En posteriores
textos monológicos, sin considerar los textos dialogísticos como con- investigaciones prestaremos mayor atención a estas formas; aquí nos
versaciones, discusiones, entrevistas, etc., es decir, los textos produ- dedicaremos a las características abstractas generales de las interac-
cidos por hablantes diferentes que se van alternando. Por consiguien- ciones, pero ante todo a la conversación, en la medida en que se
te, un análisis de un texto dialogístico como el de la conversación distingue sistemáticamente de otras formas de interacción comunica-
supone un complemento del análisis de la estructura textual con el tiva, tal como se manifiesta en las conversaciones cotidianas. La
que comienza el presente libro. razón principal por la que hemos elegido este procedimiento es la
.'45 LA CIENCIA DEL TEXTO 240
TEXTO E INTERACCION - LA CONVERSACION
suposición de que la conversación es, por así decirlo, la 'forma 7.2.2 Las acciones se basan en el hecho de que las personas realizan
fundamental' de la interacción oral y a la vez un componente esen- una modificación de la situación de manera consciente y con un
cial del trato cotidiano —es decir: no específico ni especializado— de objetivo, 'haciendo' algo, es decir, ejecutando un movimiento inten-
las personas en situaciones sociales. La segunda razón más bien es de cional del cuerpo (o evitando una modificación de la circunstancia,
tipo metodológico: un minucioso análisis de la conversación permite es decir, no haciendo nada). El rasgo característico de la interacción
una descripción modelo, en la que aparecen sistemáticamente los es que varias personas, juntas o por separado, simultánea o consecu-
conceptos básicos más importantes del análisis del empleo social e tivamente, ejecutan una o varias acciones. De esta manera se produ-
interaccional de los textos y la lengua. Estos conceptos podrán ce una secuencia de acciones en la que participan varios agentes. El
emplearse y eventualmente adecuarse a la descripción de otros tipos requisito más importante para ello es que todas las acciones tienen
de texto y de otras interacciones sociales. La tercera razón por la que que estar relacionadas entre sí. Por eso también se puede decir que la
hemos elegido la conversación en este capítulo se basa en la historia secuencia debe ser coherente. Ya habíamos analizado tales relaciones
de la ciencia y la práctica científica: durante los últimos años, de coherencia para las secuencias, y precisamente para las que hay
muchas disciplinas se han ocupado en el análisis conversacional, entre oraciones y entre proposiciones y en especial para las que hay
mucho más que en el de otras formas convencionales de comunica- entre acciones lingüísticas.
ción. Especialmente en la 'etnometodología' se ha trabajado a menu- Las acciones están interrelacionadas cuando existen, por ejemplo,
do con el análisis conversacional. 1 relaciones condicionales entre ellas: una acción es una condición
(posible, probable o necesaria) para otra acción, o es la consecuencia
7.1.4 Acabamos de recalcar que las conversaciones no sólo serán de otra acción. Las acciones también están interrelacionadas cuando
analizadas en el nivel de la estructura textual, sino también en el de una de ellas es un componente de otra acción, lo cual ocurre sobre
la interacción social, que es el concepto general de la 'especialización' todo en el caso de acciones parciales o auxiliares. Las relaciones
conversación cotidiana. Dado que ya se han tratado las estructuras condicionales entre acciones implican relaciones temporales: cuando,
específicamente textuales así como los aspectos cognitivos del uso de en una secuencia, una acción posibilita u origina otra acción, la
la lengua, expondremos en primer lugar las características más im- primera tiene que preceder a la segunda o tener lugar al mismo
portantes de la interacción social en el micronivel, es decir: en el tiempo (por lo menos parcialmente).
nivel del contacto directo 'cara a cara' entre los individuos.
7.2.3 Las interacciones conforman un subconjunto del conjunto de
todas las secuencias de acciones posibles. Una primera restricción
7.2 Interacción y contexto social característica de este subconjunto es la participación de varias perso-
nas, que pueden tomar parte de maneras muy diversas en las accio-
7.2.1 La filosofía analítica ha discutido bastante ampliamente el nes e interacciones. Hay que tener en cuenta que siempre se trata de
concepto de acción, pero apenas se ha ocupado de manera sistemáti- personas, es decir, de individuos conscientes que controlan su 'hacer'.
ca del concepto de interacción. Unicamente las ciencias sociales, y De esta manera, si llevamos a su cama a alguien que está durmiendo,
sobre todo la antropología y la sociología, han investigado bastante no se tratará, según nuestra definición (provisional), de una interac-
a fondo las características generales de la interacción social. No 2 ción, puesto que sólo una persona lleva a cabo la acción, es decir,
obstante, en el presente capítulo intentaremos realizar por de pronto toma parte activa en la acción.
un análisis filosófico abstracto del concepto de interacción, con lo Otra posibilidad consiste en que varias personas pueden verse
que conectamos con la teoría de la acción a la que ya aludimos afectadas por una acción, pero sólo hay un agente, mientras que las
brevemente en el capítulo 3. demás personas son objeto de la acción, como por ejemplo cuando le
damos una bofetada a alguien. Para simplificar, en estos casos
hablaremos de interacción unilateral. Para mencionar un ejemplo del
1 Para el análisis etnometodológico de la conversación véanse sobre todo los
trabajos de SACKS, S C H E G L O F F y otros en S U D N O W (comp.) ( 1 9 7 2 ) y T U R N E R ( 1 9 7 4 ) .
uso de la lengua y la comunicación, diremos que pronunciar una
Para una visión general, véanse también las antologías de W E I N G A R T E N , SACKS, conferencia es una forma de interacción (oral) unilateral. La posibi-
S C H E N K E I N (comp.) ( 1 9 7 6 ) . También A P P E L , H U B E R S & M E I J E R ( 1 9 7 6 ) ofrecen una lidad eventual de que una persona, 'objeto de una acción', es decir,
introducción. cuyas propiedades se modifican como consecuencia de esta acción,
2 Acerca de la teoría de la interacción en las ciencias sociales, véase en primer
lugar la obra de M E A D ( 1 9 3 4 ) , a continuación los trabajos de G O F F M A N (p. ej. 1 9 6 7 ,
'intervenga' con frecuencia en una acción unilateral, es discutible,
1 9 7 1 ) así como las aportaciones en D O U G L A S (comp.) ( 1 9 7 0 ) y S U D N O W (comp.)
aun cuando únicamente se tratara de una aceptación, una omisión
( 1 9 7 2 ) . Véase también B R I T T A N ( 1 9 7 3 ) . de un impedimento o una omisión de otro tipo para que esta acción
.'45
TEXTO E INTERACCION - LA CONVERSACION LA CIENCIA DEL TEXTO 242

fracase. Una interacción bilateral consiste, por tanto, en una serie 7.2.5 Para poder hablar de una interacción (eficaz) debe cumplirse
ordenada de acciones, en la que se ve implicado más de un agente. una serie de requisitos cognitivos y sociales. Al fin y al cabo no se
También en este caso existen varias posibilidades. Las personas puede llamar interacción en sentido estricto a cualquier serie de
activas pueden ejecutar una o varias de estas acciones conjuntamente actos interrelacionados y ejecutados por varios agentes. Difícilmente
o por separado, como por ejemplo transportar una mesa juntos o se podrá hablar de interacción entre mi hijo y el vecino si el primero
saludarse en la calle. En la teoría, esta diferencia resulta menos rompe la ventana del segundo con el balón de fútbol y si, en
simple de lo que el ejemplo puede sugerir: al fin y al cabo, al consecuencia, el vecino entabla una conversación conmigo o avisa al
transportar una mesa ambos agentes realizan su 'hacer' propio por vidriero. La interacción únicamente se produciría si el vecino pidiese
separado. Aquí vuelve a asomar la gran diferencia entre el hacer explicaciones a mi hijo por su 'mal' comportamiento. Por tanto,
(perceptible, extensional) y el concepto abstracto de actuar (interpre- debemos suponer que entre las interacciones existen generalmente
tativo, intensional). De esta manera podremos hablar de una acción relaciones cognitivas. En acciones conjuntas, por ejemplo, puede
(o secuencia de acciones) conjunta cuando ambos agentes realizan darse el caso de que todos los interactuantes no sólo tengan la
un hacer simultáneo, que pretende conseguir intencionalmente el misma intención, es decir, hacer algo con vistas al mismo objetivo,
mismo resultado. En otras palabras: en estos casos se trata de una sino que además sepan o supongan que cada uno de ellos posee esta
sola acción, aunque se lleve a cabo mediante el 'hacer' coordinado de intención común. En el caso de acciones interactivas separadas y
dos agentes. Cada acción no sólo tiene, pues, su propio 'hacer', sino sucesivas esto puede significar: yo sé, supongo o deseo ejecutar mi
también su propia intención y su propio resultado correspondiente. acción con la intención de modificar el conocimiento, la voluntad,
Por lo demás, resulta ciertamente posible llevar a cabo conjuntamen- etc., de otro, como consecuencia de esta acción, o con la intención
te una secuencia de acciones, aun cuando cada acción individual indirecta de que el otro realice una acción que sea consecuencia de la
tenga existencia autónoma, como por ejemplo en el juego de ajedrez que yo he llevado a cabo. Así pues, si le doy una bofetada u ofendo
o al gobernar un país. También aquí resalta la necesidad de distin- a alguien, sólo se podrá hablar de interacción (unilateral) cuando el
guir entre el micronivel y el macronivel, es decir, entre acciones otro sea consciente de mi acción, cuando mi acción sea intencional y
individuales y la interacción o la secuencia de interacciones como un vaya dirigida contra él. Por consiguiente, si le sacamos la lengua a
todo. alguien que duerme, según este criterio no habrá interacción, como
Mientras que algunas acciones pueden ser realizadas por una o tampoco la habrá en la serie de acciones que se produce cuando
varias personas (p. ej.: la limpieza de coches), otras son intrínseca- pierdo un billete de mil pesetas y otra persona lo encuentra.
mente interactivas (p. ej.: casarse, discutir). Hay otras acciones que no son Como ocurre con las acciones en general, podemos observar los
intrínsecamente interactivas, pero lo son normal o regularmente requisitos cognitivos de la acción interactiva desde la perspectiva del
(p. ej.: jugar al ajedrez o gobernar un país). Algunas acciones no son agente y desde la del 'otro' afectado por la acción. Por ejemplo,
en realidad intrínsecamente interactivas ellas mismas, pero se las puedo ofender a alguien o causarle molestias sin querer, mientras
define como componente de una secuencia interactiva; por ejemplo, que el afectado piensa que lo he hecho adrede. En este caso no habrá
contestar o defenderse. interacción para mí, pero sí para el otro. Por el contrario, puedo
ayudar a alguien o hacerle un cumplido sin que el otro sea conscien-
te de ello o sin que interprete mis intenciones del mismo modo que yo.
7.2.4 Las relaciones entre las acciones de una secuencia interactiva Por lo demás, en este tipo de interacciones no necesita haber una
pueden ser de muchos tipos, como acabamos de ver. Si las considera- persona que desempeñe el papel de 'objeto' o 'paciente': el otro
mos desde el punto de vista del tiempo, estas acciones pueden o no también puede verse afectado interactivamente de otra manera en
coincidir parcialmente o ser consecutivas. Desde el punto de vista una acción; puede, por ejemplo, salir favorecido. Puedo repararle el
condicional, las acciones pueden ser en mayor o menor medida coche a otro o sacar dinero del banco para él, con lo que le estoy
condiciones para, o consecuencias de, otras acciones. Las interaccio- ayudando interactivamente.
nes alternantes son un caso particular de este último tipo de interac- Ya hemos mencionado brevemente que las secuencias interactivas
ción: aquí, varias personas son agentes de acciones consecutivas y deben cumplir determinadas condiciones de coherencia. No cualquier
condicionalmente vinculadas. En otras palabras: cada acción de la serie de acciones de personas diferentes constituye 'una' interacción,
secuencia es condición previa para otra o consecuencia de otra ni siquiera cuando se cumplen las condiciones antes descritas. Por
acción, ejecutada en cada caso por personas distintas. Los ejemplos ello debemos encontrar una manera de aislar unidades con sentido
más característicos vuelven a ser el ajedrez —sobre el que volveremos de una serie, en principio, infinita de actividades de las personas; es
con mayor detalle— y la conversación. decir: de poder segmentar esta serie a fin de identificar determina-
.'45 244
TEXTO E INTERACCION - LA CONVERSACION LA CIENCIA DEL TEXTO

das interacciones y saber dónde comienza una interacción y dónde tes formas de interacción, reconocer la misma forma de interacción
acaba otra. La unidad mínima de una interacción unilateral es, por y sacar la conclusión de que una serie de acciones realizadas por
definición, la acción de una persona que se refiere a otra persona. personas puede considerarse una única interacción. Una importante
Por lo tanto, la unidad mínima de interacción bilateral es un par condición general de este procedimiento consiste en que cada acción
ordenado de acciones de dos personas, de manera que cada acción se de una secuencia esté concebida como requisito previo, componente
refiere respectivamente a la otra persona. Llamaremos conexos a o consecuencia de otra acción. Por eso, prestar un libro no suele
estos pares cuando entre las acciones sucesivas exista además la ser una condición indispensable para que juntos podamos pelar
relación condicional ya mencionada. Así pues, una forma de interac- patatas.
ción en la que una persona propina un golpe a otra será conexa si la Por último, también deberemos poder encontrar esta coherencia
otra persona devuelve el golpe o comienza a insultar a la primera, y en un hipotético macronivel de la descripción interactiva. En otras
no lo será si al golpe le sigue la toma de una fotografía. Sin palabras: la secuencia interactiva también será coherente cuando,
embargo, hay que señalar que puede darse el caso de que un obser- desde una perspectiva determinada y/o en determinado nivel de la
vador o uno de los interactuantes interprete el par como conexo, aun descripción se pueda hablar de una macroacción o macrointeracción.
cuando dos acciones consecutivas de dos personas evidente o inten- Por ejemplo, al construir una casa se pueden hacer muchas cosas en
cionalmente nada tengan que ver entre sí. En otras palabras: los común, y esta secuencia interactiva es coherente y tiene sentido
interactuantes harán todo lo posible por interpretar como conexa debido a que, visto globalmente, a través de esas cosas se construye
cada acción del otro. Esto además resulta fácil debido al carácter una casa junto con alguien, es decir: se realiza una acción global en
intencional de las acciones: una acción no desencadena la siguiente a común. Lo mismo es válido para interacciones globales como salir
la manera de los sucesos. Una acción, o mejor dicho: la interpreta- juntos o hacer un viaje en compañía, pero también para un grupo de
ción de una acción, es meramente un motivo para otra acción, es ministros que gobierna un país. Las macrointeracciones naturalmen-
decir: una parte en el proceso de saber-desear-decidir que lleva a otra te pueden formar a su vez secuencias coherentes y conexas que en un
acción. Puesto que este proceso puede ser muy complejo y que las nivel superior pueden volver a integrarse en una macrointeracción
personas pueden tener ostensiblemente motivos muy antojadizos aún más global.
para realizar acciones, en principio se partirá siempre de la suposi- Finalmente hay que señalar que la interpretación de una serie de
ción táctica de que las acciones del otro son conexas dentro de una acciones como una unidad de interacción viene determinada por
secuencia interactiva, es decir: constituyen una reacción intencional ciertas limitaciones espacio-temporales, en parte inherentes a las ac-
a las propias acciones. ciones condicionalmente vinculadas. Normalmente no se podrá ha-
Una condición cognitiva todavía más complicada de la interacción blar de una sola interacción si hoy saludo a una persona que me
eficaz es que la secuencia tenga sentido como tal. Aunque pueda devuelve el saludo en otra ocasión sólo al cabo de un año; sin
ejecutarse sin más una serie de acciones interrelacionadas por pares, embargo, se podría tratar de una interacción en el caso de acciones
esto no implica que toda la serie tenga que ser interpretada como de extensa relevancia e importancia, p. ej., en la escritura de un libro.
'una' unidad de interacción. En otras palabras: igual que entre las
proposiciones de un texto, entre las acciones de toda la serie debe 7.2.6 Las propiedades y condiciones cognitivas generales de la inte-
existir una coherencia. Uno de los criterios de coherencia más noto- racción (con sentido) también tienen una importancia social en la
rios para, por ejemplo, las secuencias interactivas, es la permanencia medida en que existe un conocimiento general y convencional sobre
de uno o varios interactuantes. Si le doy una bofetada a Pedro, y estas propiedades. Además, precisamente la conexidad y la coheren-
después éste le compra un helado a su hijo, quien a su vez da de cia pueden ser normativas o dependientes de reglas. Así pues, también
comer a los patos, habrá relaciones entre los interactuantes de la es un requisito social el hecho de que nuestra interacción con otros
secuencia, pero no como participantes en una interacción coherente, cumpla con las exigencias elementales de la coherencia lineal y
ni siquiera si las acciones se condicionasen entre sí de dos en dos. global. Los participantes de las interacciones poseen así una serie de
Otra condición consiste en que las acciones deben provenir en cierta derechos y deberes mutuos que resultan de las correspondientes
manera del mismo marco de acción. El hecho de que le preste un acciones de la interacción o que las determinan. Por ejemplo, con
libro a una persona y que luego pelemos patatas juntos, no formará, frecuencia se dará el caso de que tenga que devolver el saludo si otra
por regla general, una unidad de interacción coherente. Aunque debe persona me saluda; o bien, si le pregunto a una persona qué camino
de existir un buen número de ejemplos que no cumplen este criterio debo tomar, por lo general tendré que aguardar su respuesta (a la
de manera suficientemente explícita para poder proceder a la identi- que de alguna manera he obligado al otro mediante mi pedido).
ficación, necesitamos de un medio para poder distinguir las diferen- Estas propiedades específicas de las relaciones entre los interactuan-
.'45 TEXTO E INTERACCION - LA CONVERSACION LA CIENCIA DEL TEXTO 246
les son ejemplos de las condiciones sociales de una interacción es sólo un producto del trabajo sociológico, sino también un medio
(social) eficaz/con sentido. de los propios participantes para poder interpretar y controlar suce-
Para poder comprender las relaciones que existen entre el texto o sos sociales. 3

la conversación y las estructuras sociales, introduciremos el concepto También las relaciones mismas pueden ser generales o categoria-
de contexto social, de la misma manera que lo hicimos con el de les: pagar algo en una caja, detenerse ante un policía o alquilar una
'contexto pragmático' en el capítulo 3. El contexto pragmático es habitación a alguien son formas de interacción de tipo más general,
una construcción abstracta en la que se ubican aquellos factores en el sentido de que pueden adoptar un curso característico o típico
sociales y cognitivos que son decisivos para que un enunciado sea o incluso estereotípico: podrán repetirse de la misma manera para
adecuado como acto de habla. El contexto social también lo consi- diferentes participantes, y en tales interacciones habrá condiciones y
deraremos una abstracción relativa a la situación social. Dicho a consecuencias similares. Tirarle a alguien un libro a la cabeza es, sin
grandes rasgos, el contexto es un conjunto (ordenado) de factores duda alguna, una forma de interacción que no posee las característi-
determinantes para, o determinados por, las propiedades del texto o, cas 'estandarizadas' mencionadas: no se repite regularmente en deter-
en general, por la conversación o el suceso comunicativo. Si la estruc- minadas situaciones, ni existen condiciones o consecuencias fijas
tura superficial, el estilo, la estructura semántica, la superestructura asociadas a este hecho. Por eso, lo relevante para la descripción del
y la estructura pragmática de una conversación pueden variar en microcontexto social es la categoría cuya realización son en cada
función de determinadas estructuras sociales, categorías y relaciones, caso tales interacciones, por ejemplo, la categoría de 'agresión', o la
estas últimas pertenecen al contexto social del texto o de la interac- categoría aún más global de 'conflicto'.
ción comunicativa. En pocas palabras: aquí se trata de nombrar una Las relaciones generales o categoriales entre participantes interpre-
serie de propiedades más generales del contexto social, propiedades tadas como categorías se establecen sobre la base de diferentes tipos
de demostrada relevancia para la caracterización de la interacción de convenciones tales como reglas, costumbres, normas, leyes, pres-
comunicativa. En el presente capítulo nos limitamos a los aspectos cripciones, códigos, etc. Una convención determina cuáles relaciones
4

del contexto social que resultan determinantes para el micronivel posibles o necesarias existen entre los participantes en una situación
social, en especial para la interacción, y dejamos de lado otras concreta y cuál es la naturaleza de estas relaciones en el curso de la
propiedades del contexto social, como la estratificación socioeconó- interacción. Si bien las convenciones tienen una base cognitiva —en
mica, la estructura social global, la estructura y función de las virtud del hecho de que los participantes sociales deben conocerlas—,
instituciones, etc. tienen también un carácter social, puesto que distinguen a un grupo
El microcontexto social se define por una serie de características o una comunidad y sus conocimientos, respectivamente, y porque
de los individuos y por las relaciones entre ellos, es decir, entre los establecen las interacciones sociales en este grupo o comunidad. Esto
participantes en el contexto social. Hay que tener en cuenta que se significa que la mayoría de participantes de la comunidad efectiva-
trata de características sociales, no de características cualesquiera: mente tiene que conocer esas convenciones y saber aplicarlas, además
tener el pelo rojo no es, en general, ninguna característica social. El de saber cada uno de ellos que el otro también sabe hacerlo, de
criterio para la característica consiste en que ésta influya sistemática- manera que en la mayor parte de las situaciones se puedan esperar
mente en las acciones e interacciones del individuo en relación a las acciones posibles o necesarias que hará el otro, lo cual, según
otros individuos. El mismo criterio lo podemos aplicar a la caracte- vimos anteriormente, es una condición importante para una interac-
rización de las relaciones sociales entre individuos: si me enamoro de ción con sentido y eficaz. Las convenciones pueden ser de índole
alguien sólo se podrá hablar de relación social cuando el enamora- muy diversa: pueden ser válidas para un tiempo breve y un reducido
miento influya sistemáticamente en mi comportamiento con respecto número de participantes (por ejemplo, un acuerdo de encontrarse una
a otro individuo. El ser padre o madre, médico o funcionario supone vez por semana durante algunos meses), o generales y más o menos
auténticas características sociales de los participantes, puesto que permanentes para toda la comunidad (como las reglas lingüísticas y
establecen sistemáticamente lo que los individuos con estas propieda- de comunicación). Las convenciones pueden, o no, ser explícitas
des hacen en situaciones sociales. De esto se desprende que también para la comunidad: ciertas costumbres jamás se formulan como
aquí tiene lugar la categorización repetidamente citada: dentro del
contexto social, las relaciones entre los participantes se definen en
términos de la categoría que éstas 'desempeñan' en un momento J Uno de los aspectos característicos del análisis etnometodológico de las estructu-
determinado, igual que las posibilidades de combinación de las ras sociales consiste en partir del hecho de que los propios participantes interpretan la
realidad y construyen categorías a partir de las que puede entenderse su comporta-
palabras en una oración son determinadas por las categorías grama- miento. Véase, además de las antologías ya mencionadas, la obra de C I C O U R E L ( 1 9 7 3 ) .
ticales sintácticas asignadas a estas palabras. Esta categorización no 4 Acerca del concepto de 'convención', véase L E W I S (1968).
.'45
TEXTO E INTERACCION - LA CONVERSACION LA CIENCIA DEL TEXTO 248
tales, y mucho menos se fijan (por escrito), mientras que otras un participante en contextos específicos. Las categorías pueden ser
convenciones requieren precisamente esta formulación y fijación, más o menos estrictas, lo cual depende de las convenciones corres-
como las leyes y ordenanzas. Al fin y al cabo, las convenciones pondientes: está relativamente establecido lo que un juez puede
obligan en mayor o menor grado: puede no hacer falta que devolva- hacer según las convenciones, mientras que en categorías como
mos un saludo convencional o asistamos a una asamblea, pero 'madre' o 'amigo' la cuestión es mucho menos rígida.
estamos verdaderamente sujetos a leyes y otras convenciones que Los participantes no sólo categorizan a otros participantes o a sí
suponen obligaciones (jurídicas). mismos, ni sólo sus acciones e interacciones, sino también los con-
La ejecución de acciones e interacciones que no coincidan con las textos sociales como un todo. Para aprender y comprender con
prescripciones derivables de convenciones o explícitamente prohibi- sentido, aceptable y eficazmente la complejidad de los acontecimien-
das por estas convenciones, llevará a la aplicación de sanciones. tos sociales e intervenir en ellos es necesario un ordenamiento, una
Según el tipo de convención, estas sanciones serán muy severas o organización del contexto o de series de contextos. Este ordenamien-
sólo se aplicarán de manera casual y débil. Así pues, una sanción to tiene lugar en lo que hemos dado en llamar marcos sociales. Un 5

constituye una categoría de interacción que es la consecuencia posi- marco social se define por una serie de interacciones, sus categorías
ble o necesaria de una acción 'no convencional' (es decir: ilegal, correspondientes y las convenciones que establecen las interacciones
anómala, irregular, etc.) de los individuos, y posee la función especí- y su decurso. Para cada marco están definidas las acciones e interac-
fica de hacer que el individuo vuelva a actuar en concordancia con ciones obligatorias, las opcionales, las propiedades típicas o invaria-
las convenciones en ocasiones posteriores. En otras palabras: las bles que los participantes (categorizados) poseen o que se les pueden
sanciones son instrumentos de la comunidad destinados a preservar atribuir, etc. Concretando diremos que si un participante sabe a qué
estructuras sociales. marco pertenece el contexto, también sabrá lo que puede o debe
Dado que en un capítulo anterior ya discutimos que las relaciones hacer en ese contexto y lo que puede esperar de los demás participan-
específicas entre un acto de habla y el contexto pragmático definen tes. Por eso, los marcos no son situaciones ad hoc, sino que tienen
el concepto de adecuación, podemos introducir ahora el concepto de un carácter más general: son contextos o secuencias de contextos
adecuación o aceptabilidad (social) para las relaciones entre una sistemáticos e invariables de determinada comunidad o cultura que
acción o interacción social y el microcontexto social. Una acción o siempre se repiten. El ya mencionado 'control de billetes' es un
interacción es socialmente aceptable cuando es consistente con las marco en el que está establecido qué categorías de participantes
convenciones (reglas, normas, leyes, etc.) válidas para este tipo de (revisor, viajero) son de interés y cuáles acciones pueden o deben
acciones/interacciones, o cuando cumple con las condiciones de acep- esperarse según las convenciones de este marco: como viajero estoy
tabilidad relevantes para aquéllas. Estas condiciones resultan de la obligado a presentar mi billete si el revisor me lo pide.
estructura categorial del contexto social. Así, por ejemplo, es acepta- Hay marcos que pueden ser parte de otros marcos mayores, como
ble que un participante de la categoría 'cobrador de tranvía' ejecute el control de billetes es parte integrante del 'supermarco' del 'servicio
la acción de pedirme mi billete, mientras que no lo sería de parte de de trenes de cercanías', o la 'denuncia' y la 'defensa' son parte
un participante que no tuviera esa categoría, o que tuviera otra (p. integrante de un proceso. Los (super-)marcos pueden clasificarse
ej., la de 'compañero de viaje'). jerárquicamente según las convenciones y la estrictez de las catego-
Ahora disponemos de los tres componentes principales de una rías de participantes. Existen marcos públicos y privados (p. ej.,
teoría del microcontexto social: categorías de participantes, catego- castigar a un delincuente versus castigar a un niño en familia) así
rías de relaciones entre estos participantes (interacciones) y conven- como marcos informales y formales o institucionales. Una breve
ciones que regulan estas categorías de participantes y sus interaccio- charla con el conductor del autobús es un marco informal como
nes. Entre estas diferentes categorías podemos seguir estableciendo parte de un marco institucional público, a saber, la participación en
diferencias. Tradicionalmente se habla de roles, funciones y posicio- el transporte público; pedir la mano de alguien tiene un carácter más
nes, si se trata de categorías de participantes. Además existen catego- o menos formal como parte de un marco privado; el hecho de que
rías que hay que volver a fijar o definir para cada situación y que les explique algunos problemas de este libro a mis alumnos es un
requieren cierta 'negociación', p. ej.: el 'portavoz' de un grupo o el marco institucional público (formación, universidad); platicar con
'presidente' de una asamblea. Otras categorías tienen un carácter ellos sobre las últimas elecciones provinciales durante un seminario
más bien permanente, y son válidas durante bastante tiempo y en es un marco informal público; el cotilleo con uno de los estudiantes
múltiples contextos, como 'policía', 'médico' o 'madre'. A partir de
estos ejemplos podemos ver que una categoría es realmente determi- Acerca del análisis de los 'social frames' véase G O F F M A N (1975), si bien les da un
nante para acciones típicas posibles, para los derechos y deberes de 5

tratamiento un tanto diferente del que se ha usado aquí.


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T E X T O E INTERACCION - LA CONVERSACION LA CIENCIA DEL TEXTO 250
lomando una cerveza después del seminario es un marco informal interacciones lingüísticas. Sin embargo, en verdad es imposible com-
privado. En seguida veremos de qué manera están establecidas la prender bien los actos de habla aislados y las series de actos de habla
comunicación en general y la conversación en particular precisamen- de un orador o de varios oradores que se alternan, si no se analizan
te por estos marcos. las condiciones, propiedades y consecuencias interactivas (cognitivas
y sociales) específicas. La gran mayoría de los enunciados se mani-
7.2.7 En los párrafos anteriores se ha discutido una serie de impor- fiesta en secuencias de actos de habla, o como mínimo en pares de
tantes características de la interacción social. Sin embargo, los dife- interacción oral bilateral, tales como pregunta y respuesta, asevera-
rentes conceptos sólo se han descrito de manera breve y sin una ción y comentario, pedido y reacción, saludo y devolución del salu-
deducción formal, y gran número de detalles y de otras particulari- do, etc. Incluso en aquellas situaciones en las que se manifiesta un
dades de la estructura social han quedado desatendidos. En cada acto de habla de un hablante, hay que analizarlo en relación a las
caso hemos tratado la estructura conceptual más general del concep- otras acciones de la situación social. A partir de estas observaciones
to de interacción en conexión con el concepto de acción; luego preliminares puede verse que una teoría lingüística rigurosa debe
hemos especificado cómo las personas proyectan, manejan e interpre- contener como componente básico esencial una teoría de la interac-
ten cognitivamente sus interacciones. Finalmente hemos explicado ción lingüística. Lo mismo es válido, mutatis mutandis, para una
que la interacción hay que considerarla referida al contexto social, el teoría del texto.
cual se compone de categorías de participantes, relaciones y distintos
tipos de categorías convencionales que permiten establecer en qué 7.3.2 Si, tal y como se admite aquí, el concepto de interacción
medida se puede considerar aceptable una acción o una interacción. lingüística puede ser derivado de una teoría general de la interacción
Del mismo modo que son cognitivamente importantes para la orga- cognitivo-social, las afirmaciones sobre la interacción también serán
nización de los conocimientos, también en el nivel sociológico del válidas para la comunicación lingüística/textual. También aquí vuel-
análisis podemos hablar de estructuras globales de interacción de ven a presentarse comunicaciones orales unilaterales y bilaterales, p.
naturaleza más o menos estereotipada (marcos), que determinan ej.: al notificar, dar una orden, etc., por un lado —sobre todo en la
tanto la participación correcta, eficaz y con sentido en la realidad comunicación escrita y formal—, y al sostener una conversación,
social como su interpretación. participar en una discusión o mantener una polémica, por el otro.
Sin embargo, incluso en la comunicación unilateral de un hablan-
te/escribiente debe poder suponerse que ahora (o más tarde) existe
7.3 Lengua, comunicación e interacción un oyente/lector actual o posible que elaborará conscientemente lo
que se dice/escribe, de manera que quedará informado de algo,
7.3.1 Tal como el concepto habitual de interacción oral permite invitado a hacer algo, culpado de algo, etc., a consecuencia de la
suponer, es necesario definir la comunicación lingüística en términos comunicación; en resumen: experimentará una modificación cogniti-
del concepto de interacción. Esta exigencia parece ser bastante trivial; va y eventualmente una social. Según esta acepción de la definición
sin embargo, la mayoría de los lingüistas, tanto los clásicos como los de interacción (unilateral), el hablar solo o la experiencia de dirigir
modernos, descuida este punto de partida en la formación de la las palabras a alguien que no puede o no quiere escuchar, no son
teoría. Desde siempre se ha concedido mayor interés a la estructura
6
una forma de interacción lingüística (sino una mera enunciación
de los enunciados lingüísticos (palabras, oraciones o incluso textos), lingüística en el sentido estricto del término, eventualmente con
eventualmente se ha prestado cierta atención a la base cognitiva de cierta función psicológica, por ejemplo, una función expresiva).
la competence y la performance y por último, y sólo desde hace En la interacción lingüística bilateral sucesiva existen, por defini-
algunos años, a los aspectos pragmáticos del uso de la lengua. No ción, varios hablantes, cuyos enunciados/actos de habla van alter-
obstante, incluso en la pragmática se trata de explicar los enunciados nando. Esta compleja secuencia de acciones sólo es aceptable como
en términos de los actos de habla por ellos realizados, y no ante todo interacción si se cumplen las demás condiciones cognitivas habitua-
a través de una descripción sistemática de las relaciones interactivas les: cada hablante debe tener conciencia de la presencia de los demás
que las secuencias de actos de habla pueden formar. Sobre todo se (y naturalmente también de sus enunciados), y los hablantes deben
dejan de lado los parámetros sociales, que en este caso desempeñan 'orientar' mutua e intencionadamente sus actos de habla de manera
un papel en la ejecución aceptable de los actos de habla y las que cada una de las partes tenga la intención de 'modificar' mental-
mente y acaso también socialmente a la otra mediante los respectivos
Hay, desde luego, excepciones' importantes: lingüistas que precisamente acentúan actos de habla. En otras palabras: un oyente debe partir del supuesto
de que un hablante tiene tales intenciones y propósitos con respecto
6

el carácter funcional de la lengua, como por ejemplo H A L U D A Y (1967).


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a él (y que no habla 'casual' o 'involuntariamente'), mientras que el no viene dado de por sí, sino que, en primer lugar, los participantes
hablante, por su parte, puede suponer que el siguiente acto de habla lo interpretan como tal y, en segundo lugar, van construyéndolo por
del oyente (dirigido al hablante) también deberá interpretarse en las acciones e interacciones. Para citar una forma elemental de
función de la modificación mental provocada por el acto de habla interacción oral, diremos que una aseveración, por ejemplo, es una
anterior, es decir: como reacción a lo expresado por el hablante. respuesta funcionalmente aceptada en un contexto construido por el
hablante a través de que éste manifiesta no saber una cosa y espera
7.3.3 De igual importancia para la ejecución aceptable de las inte- que el oyente le conteste. Con ello al oyente se le impone la obliga-
racciones orales son las condiciones sociales. Los participantes/ha- ción (débil) de dar esa información, si es que dispone de ella. Si no
blantes no sólo llevan a cabo o experimentan una modificación se cumple esta condición, una respuesta-aseveración no aceptada
mental mutua, sino que simultáneamente se produce una modifica- puede sancionarse con reacciones como «¡A ti nadie te ha preguntado!».
ción en el contexto social, como se definió anteriormente. Esto La interacción comunicativa se produce en parte en tipos esta-
significa que hay un estado inicial determinado del contexto social y blecidos de marcos sociales, y en algunos casos estos marcos se defi-
que éste se convierte en otro estado como consecuencia de la interac- nen exclusivamente sobre la base de los correspondientes contactos
ción comunicativa. Esta modificación de las circunstancias puede orales entre los participantes. A continuación citaremos primero
referirse (i) a propiedades sociales de los participantes, es decir, a las una serie de marcos como ejemplos de una localización contextual
categorías; (ii) a las relaciones sociales entre los participantes. De con los correspondientes participantes habituales en estos contextos.
esta manera, una persona puede adquirir, mediante un acto de habla (Téngase en cuenta que partimos aquí de situaciones todavía muy
concreto, la propiedad social de determinada función (puede llegar a extendidas, y no de situaciones deseables, en las que, por ejemplo, la
ser juez a raíz de un nombramiento, etc.), o bien pueden entablarse distribución de los roles y el status de poder fueran más justos):
o modificarse relaciones entre el hablante y el oyente referidas, por
ejemplo, a obligaciones mutuas (promesas, contratos, etc.). (1) 1, dentro de ta casa, en casa - padres, hijos, amigo(a), marido, mujer
Las modificaciones del contexto social efectuadas por la interac- 2. fuera de la casa, de la vivienda - vecino(a), amigo(a)
ción oral dependen del estado inicial de la interacción —es decir, de 3. escuela - alumnos, maestro(a), amigo(a), colega, director, inspector, por-
tero, secretaria(o), etc.
las propiedades y relaciones de los participantes al principio del 4. universidad - estudiante, docente, asistente, colega, colaborador(a), secre-
proceso comunicativo y durante el mismo, respectivamente—, así taria(o), etc.
como de las convenciones de interacción, como las reglas y normas: 5. oficina - director, jefe, mecanógrafa, estenotipista, secretaria(o), colega,
determinadas interacciones, como por ejemplo el dictar una senten- personal de cantina, etc.
6. fábrica - obrero, capataz, jefe de sección, gerente, director, jefe de perso-
cia, sólo son aceptables si el hablante realmente posee la función de nal, personal administrativo, etc.
juez. Pero estas condiciones también rigen en contextos de interac- 7. calle - peatones, ciclistas, automovilistas, transeúntes, barrenderos, vende-
ciones privadas. La mayoría de las veces, una promesa —que produ- dores ambulantes, policías, carteristas, etc.
ce una situación en la que el hablante tiene ciertas obligaciones para 8. medios de transporte público - chófer, conductor, revisor, cobrador, viaje-
con el oyente— únicamente tiene sentido si el hablante se encuentra ro, inspector, etc.
en un estado en que es consciente de los deseos del oyente en 9. edificios públicos (véase 5):
a. autoridades municipales - empleado, funcionario, jefe, etc.
relación a las acciones futuras del hablante. Lo mismo vale para las b. ministerios - ministro, secretario de Estado, funcionario, etc.
condiciones que se refieren a las relaciones sociales entre el hablante 10. higiene pública y sus instituciones:
y el oyente. Dar órdenes, por ejemplo, ya sea en un contexto concre- a. hospital, clínica - paciente, enfermera(o), médico, etc.
b. residencia de ancianos - personas de edad, asistentes, etc.
to, ya más en general, es el caso típico de una situación en la que el c. hogar para niños - niño, enfermera, asistente social, médico, etc.
hablante tiene cierta autoridad sobre el oyente, lo cual puede impli- d. sanatorio - paciente, enfermo, enfermera(o), médico, etc.
car sanciones en caso de desobediencia. De la misma manera, el e. centro de orientación (p. ej., higiene del bebé) - padres, hijos, pacientes,
aceptar un consejo va ligado a la circunstancia de que el oyente enfermera(o), especialista, médico, etc.
reconoce en principio que el hablante tiene cierta experiencia en la f. consulta médica - paciente, médico, ayudante, etc.
materia en cuestión. 11. juzgado - inculpado, juez, fiscal, abogado defensor, etc.
12. cárcel - preso, funcionario, etc.
Lo que es válido para la aceptabilidad social de los actos de habla 13. tienda, supermercado - cliente, vendedor(a), cajero(a), etc.
individuales (véase también capítulo 3), rige también para las secuen- 14. banco - cliente, empleado del banco, etc.
cias de actos de habla que constituyen la interacción oral. En este 15. bar, restaurante, club - cliente, huésped, (primer) camararero(a), encarga-
caso hay siempre un nuevo contexto inicial: la situación generada da de guardarropía, etc.
16. museo, exposición - empleado del museo, visitante, guía, etc.
por los actos de habla precedentes. Repetimos que el contexto social 17. hotel - huésped, portero, camarera, etc.
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TEXTO E INTERACCION - LA CONVERSACION LA CIENCIA DEL TEXTO 254

18. radio, televisión - presentador(a), actor, actriz, moderador, redactor(a), 4. 'dadores' - profesores, camareros, vendedoras, etc.
periodista, etc. 5. 'receptores' - clientes, pacientes, solicitantes, etc.
Esta relación no está completa ni es sistemática. Su única finalidad En primer lugar, estas categorías permiten deducir una clara estruc-
consiste en presentar diferentes 'lugares' de la interacción oral y las tura jerárquica, no sólo en el macronivel social, sino también en las
categorías de los participantes entre los que se produce la interacción actitudes y los contextos sociales y, por ello, én los marcos de
en los correpondientes contextos. A continuación ofreceremos algu- interacción: hay participantes de rango 'igual', 'superior' e 'inferior'
nos ejemplos de marcos de interacción estereotípicos dentro de estas en la jerarquía, lo cual define las relaciones de autoridad, poder,
localizaciones/contextos (asignados a los distintos contextos según asesoramiento, etc. Al mismo tiempo cristaliza la categoría de inte-
(D): racción fundamental del 'dar/tomar' en una serie de categorías de
participantes: algunos participantes necesitan algo (comida, servicios,
(2) 1. levantarse, despertarse (1, 10, 12, 17) informaciones, papeles, etc.), mientras que otros se lo proporcionan,
2. saludo, charla (2-17) habiendo sido en general institucionalmente empleados (nombrados,
3. hora de clase (3)
4. seminario (4) destinados) a tal efecto. También existen otras clasificaciones y
5. trabajo de clase, examen final (3) abstracciones posibles. Las categorías mencionadas son, sin embar-
6.
7.
examen, licenciatura, doctorado (4)
solicitar; ser despedido (3, 4, 5, 6, etc.)
go, fundamentales a la vez que ilustrativas. Naturalmente se trata de
8. pausa para almorzar, hora de comer (5, 6, 9, 10, etc.) una descripción (no formalizada) de la estructura social, tal como es
9. preguntar el camino, indicar el camino (7) en realidad, y no de una estructura social posible o deseada, en la
10. comprar el billete; coger el tranvía, el autobús, el tren (8) que podría desearse p. ej. la ausencia de ciertas estructuras
11.
12.
multa, recibir una citación, repartir (7)
investigar, consultar (10)
jerárquicas.
13.
14.
presentar una moción, emitir un comunicado (9)
dejarse aconsejar (10)
7.3.4 A la luz de los ejemplos de 'lugares' sociales característicos y
15. acusar, defender, juzgar (11) los marcos posibles que pueden tener lugar dentro de estos 'lugares',
16. comprar/vender (13) estamos ahora en condiciones de volver a dirigir nuestra atención a
17. retirar fondos, transferir, tomar un crédito (14) la interacción oral.
18.
19.
pedir comida, bebida, servir (15)
comprar entradas, adquirir un catálogo (16)
Ya hemos visto que algunos de los marcos típicos son de hecho
20. presentar, anunciar (18) total o parcialmente orales: una charla, una hora de clase, un semi-
nario, preguntar el camino, hacer una solicitud, acusar, defender,
Estos marcos, que aquí sólo se han enumerado de manera incomple- juzgar, presentar, etc. Ahora podemos describir estas interacciones
ta y arbitraria, pueden definirse a través de la(s) serie(s) de acciones comunicativas de manera más adecuada, ya que podemos considerar-
e interacciones, así como a través de las intenciones, los propósitos y las componentes estructurales de los contextos e interacciones socia-
las limitaciones específicas de cada contexto social (posturas, partici- les antes bosquejados: ¿qué categorías de participantes pueden/deben
pantes, etc.). Aquí, los participantes no sólo cuentan como indivi- decir algo, en qué instituciones, y qué relaciones (p. ej.: las jerárqui-
duos, sino también como categoría: los profesores, alumnos, pacien- cas) son determinantes para los actos de habla y enunciados posibles
tes, médicos, clientes o funcionarios, según las convenciones (normas, (p. ej.: su estilo)? Así sabemos que en la interacción oral entre
leyes, reglas, usos) únicamente pueden permitirse cierta serie de médico y paciente, convencional y tradicionalmente es el médico
acciones que determinan la interacción. Además, los ejemplos de la quien hace las preguntas, da consejos y prescribe medicamentos,
relación (1) demuestran con bastante claridad que las (categorías de) mientras que el paciente debe contestar a las preguntas y decir qué le
participantes pueden clasificarse bastante fácilmente por metacatego- ocurre. Por regla general, las opiniones del paciente/profano son
rías más globales según los distintos contextos. Estas metacategorías tabú: él no debe sacar conclusiones (triviales o cotidianas) de sus
caracterizan, a su vez, propiedades o (macro-)intenciones posibles síntomas; el diagnóstico está reservado al médico. Las desviaciones
típicas. En la mayoría de las situaciones sociales aparecen: de esta norma (autoritaria) normalmente se sancionan con un suave
'vaya, vaya', 'es posible', hasta llegar a la reprimenda '¡Mejor será que
(3) 1. personas de la misma categoría - hermanos, hermanas, amigos, colegas, lo deje en mis manos!', etc.
presos, compañeros de viaje, de enfermedad, etc. A continuación volvemos a dar primero una serie de ejemplos de
2. superiores - padres, jefes, docentes, profesores, jueces, autoridades ejecuti- distintas formas de interacción o marcos lingüísticos, para que poda-
vas, empleados, etc.
3. inferiores - niños, subalternos, asistentes, inculpados, detenidos, pacientes, mos realizar una descripción sistemática de tales interacciones lingüís-
internados en residencias, alumnos, etc. ticas sobre la base de un ejemplo (la conversación):
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(4) 1. la conversación (cotidiana) podríamos hablar del contenido pragmático de la interacción, puesto
2. la conversación (formal, semi-formal)
3. la consulta, el interrogatorio
que tiene algo que ver con las intenciones del hablante/oyente en
4. el examen relación a la función de la interacción. El contenido global de un
5. la entrevista proceso judicial, por ejemplo, se refiere al hecho de que el acusado/in-
6. la hora de clase, el seminario, la sesión de trabajo culpado haya o no hecho o haya podido hacer una acción en
7. la asamblea, el congreso perjuicio de otra persona/de la sociedad y que, por lo tanto, está
8. el altercado, la disputa
9. la discusión, el debate, el foro
prohibida por la ley; el objetivo pragmático consiste en que un juez
10. el proceso dé su veredicto, en el que se establece algo cuya consecuencia supone
11. la charla el castigo de una persona, y ciertas acciones pueden o no tener lugar,
12. el diálogo 'dador- tomador' respectivamente. Esta formulación todavía es bastante general, y
13. el intercambio de cartas (pedido/contestación)
14. rellenar un formulario
para cada proceso en particular habrá que especificarla más. Aquí se
etc. trata únicamente de utilizar también para las unidades de interacción,
en distintos niveles, conceptos como estructura semántica (global)
Las distintas formas de interacción (dialogística) pueden definirse —contenido— y función pragmática, que ya habíamos discutido.
mediante los rasgos siguientes: Otro criterio para la diferenciación de tipos de interacción lingüística
(5) 1. la secuencia de actos de habla
es la programación o planificación de la interacción. Si bien podemos
2. las categorías de los interactuantes y sus posibles contribuciones planear parcialmente ciertas conversaciones (p. ej., en lo que respec-
3. la situación social (privada, pública, institucional) ta al objeto global de la conversación), no podemos programarlas, lo
4. el grado de convencionalización (normalización) que sí resulta posible en una asamblea, una entrevista o un interro-
5.
6.
el objetivo social de la interacción
las convenciones (reglas, normas, usos, etc.)
gatorio. Una disputa, sin embargo, prácticamente nunca se planifica
o programa, y lo mismo ocurre con una charla cotidiana. La plani-
Una asamblea, por ejemplo, se define como una serie de actos de ficación de una interacción se refiere a la decisión tomada con
habla de diferentes participantes (normalmente se trata de comunica- (mucha) antelación de hablar con determinada persona en determi-
dos, aportación de opiniones, preguntas, etc.), en la que uno de ellos nado momento sobre determinado tema con determinado propósito.
guía la interacción en su calidad de presidente, con lo cual establece En tal caso también suele poder concertarse una cita para la interac-
quién podrá decir qué, cuándo y por cuánto tiempo; puede estar ción (p. ej., para una consulta médica). La programación se refiere a
institucionalizada o no; puede ser desde muy formal hasta informal; la ejecución real de la conversación, la disposición de los actos de
por regla general, su objetivo es tomar decisiones colectivas. En habla, el manejo del interactuante, las estrategias de la interacción,
ulteriores explicitaciones y sistematizaciones de los distintos concep- etc.
tos de las ciencias sociales podrán seguir elaborándose estas 'defini- A partir de esta caracterización informal del concepto de progra-
ciones' de las formas convencionales de interacción comunicativa. mación de la interacción, se infiere que una interacción puede mane-
Para una mayor diferenciación se puede especificar el tema de la jarse de distintas maneras. El manejo puede ser unilateral (p. ej., en
conversación desarrollado en la interacción. En la conversación coti- un interrogatorio, en algunas asambleas), en el sentido de que un
diana hay menos limitaciones en cuanto a los temas que, por ejem- único participante o grupo de participantes decide quién puede decir
plo, en asambleas o seminarios. Estos temas pueden, a su vez, qué y cuándo. Por último, podemos puntualizar la serie de formas
sistematizarse, puesto que generalmente se refieren a propiedades de posibles de interacción oral con el concepto de modalidad, que aquí
los hablantes, o a relaciones de los hablantes entre ellos o con se emplea como concepto general para el estilo, el tono, la manera
respecto a situaciones y sucesos del 'mundo'. En estos temas también de hablar, etc. Normalmente, una disputa tiene una modalidad dife-
se incluyen los conocimientos, las opiniones, las posturas y los rente de una declaración de amor o una sesión en el juzgado. Ya
deseos de los hablantes con respecto a estas circunstancias del mun- hemos visto que estas particularidades textuales y (para-)lingüísticas
do. Por esta razón, la interacción puede referirse, en cuanto a su de una enunciación también pueden influir decisivamente en la inter-
contenido, a algo que el hablante sabe, quiere, puede, hace (sabía, pretación del acto de habla en cuestión, lo cual significa en este
quería, etc., hará, etc.), o a algo que el oyente sabe, quiere, puede, contexto que pueden llegar a ser decisivas para la interacción oral.
hace (también en presente, pasado o futuro). Así, el contenido global, Hemos adquirido ahora los suficientes conocimientos sobre la
tanto de la consulta como del interrogatorio y la entrevista, se refiere situación comunicativa y el contexto social para poder emprender un
a algo que el hablante/interrogante desea saber de aquello que el análisis más detallado de la interacción conversacional.
oyente sabe, quiere, encuentra, ha hecho, etc. En este caso también
.'45
TEXTO E INTERACCION - LA CONVERSACION LA CIENCIA DEL TEXTO 258
7.4 La conversación También hay conversaciones de naturaleza más específica y que, por
7.4.1 Introducción - conversación y coloquio lo tanto, exigen restricciones en las categorías de participantes, los
actos de habla posibles, los contenidos, el estilo y los contextos/mar-
7.4.1.1 A partir de ahora consideraremos la conversación como una cos sociales. Las conversaciones cotidianas típicas son aquellas que
forma especial de interacción lingüística. La razón por la que preci- tienen lugar en contextos informales, con frecuencia entre participan-
samente elegimos este tipo de texto ya ha sido expuesta al principio tes 'iguales': durante el desayuno, en el tranvía, por la calle, etc. Las
de este capítulo: se basa en la hipótesis de que las conversaciones conversaciones un poco más específicas serían, por ejemplo:
son, por así decirlo, la 'forma básica' de la interacción lingüística. (6) 1. la conversación de solicitud (de empleo)
Las reflexiones que fundamentan esta afirmación no sólo atañen a la 2. la conversación de venta
historia de la lengua (sin duda, el diálogo cotidiano precedió a otras 3. la conversación de enseñanza
formas del 'hablar' y con toda seguridad a las formas de la comuni- 4. la conversación de examen
cación escrita), sino que también nos basamos en criterios sistemáti- 5.
6.
la
la
conversación
conversación
radiofónica o televisiva
institucional (p. ej., con un funcionario)
cos, es decir, estructurales y funcionales. En primer lugar, en la 7. la conversación médica (p. ej., con un médico, un auxiliar)
conversación no suele haber restricciones categoriales para los parti- 8. la conversación terapéutica
cipantes: en determinadas situaciones todo hablante puede participar
y participará regularmente en las conversaciones. Por lo demás, no En primer lugar hay que tener en cuenta que el concepto de «conver-
existen restricciones fijas de contenido: en principio, una conversa- sación» con frecuencia tiene también el significado más general de
ción puede tratar de cualquier cosa, si bien existen restricciones diálogo (hablado), lo cual se ve en el empleo de conceptos como
semánticas específicas para conversaciones específicas. Tampoco hay «conversación telefónica». Los ejemplos de (6) muestran que las
limitaciones pragmáticas: en principio, en una conversación pueden formas no cotidianas de conversación se definen a través de los
darse todos los tipos de actos de habla. Por último, no existen criterios enumerados en (5). En la conversación de solicitud de
restricciones en cuanto al contexto social: la mayoría de los contextos empleo, los participantes se hallan frente a frente en las categorías
permiten sostener una conversación. Por tanto, se puede generalizar (roles) de solicitante y jefe de personal (o de representantes de quien
diciendo que la conversación es la forma elemental de conservación contrata los servicios). La conversación de venta se limita a los roles
y control de estructuras sociales en la interacción en el micronivel, es de vendedor y comprador; la de enseñanza, a alumnos y profesores;
decir, en el nivel de la relación directa entre participantes. la de examen, a docentes/profesores y estudiantes; la institucional, a
un representante de la institución (Estado, comunidad, Iglesia, etc.)
7.4.1.2 Diferenciaremos ahora dos conceptos que con frecuencia se y a un ciudadano, miembro, solicitante, etc., mientras que las con-
emplean como sinónimos: conversación y coloquio. Un coloquio es versaciones médicas y terapéuticas tienen lugar entre un médico,
una unidad de interacción social compuesta por una serie ordenada un(a) enfermero(a), un(a) asistente, psiquiatra, etc., y los pacientes,
de acciones (lingüísticas) definida en relación a un contexto social. clientes, internados, etc.
Por el contrario, una conversación es más bien una abstracción En primer lugar, en todos estos casos la conversación estará
lingüística o de la teoría textual; es la unidad textual que se forma planeada: por regla general, las citas se habrán convenido para un
con una serie ordenada de enunciados manifestada en el coloquio. momento y un lugar determinados; a veces incluso se explicitarán el
Por eso hablamos de participantes de un coloquio, de la conducción tema y la función de la conversación. En segundo lugar, la mayoría
del coloquio, etc., mientras que conceptos como coherencia, orden, de estas conversaciones se conducen y programan unilateralmente:
etc., son propiedades típicas de la conversación. El concepto de hay participantes que por su función/rol/'cualidades' profesionales
'diálogo' es de tipo más general y se refiere tanto a conversación/co- u otras tienen, por así decirlo, el derecho o también el deber de
loquio como a otras formas de interacción lingüística, por ejemplo, establecer el objeto de la conversación, ponerle término, estimular
al diálogo entre el juez y el acusado. El concepto de diálogo se determinados actos de habla, etc.
caracteriza sobre todo por el hecho de que no se trata de una Además, el objeto global de la mayor parte de estas conversaciones
interacción unilateral. estará limitado: la conversación de solicitud deberá girar en torno a
calificaciones, experiencia y planes del solicitante, así como a las
7.4.2 Tipos de conversación condiciones de empleo, el sueldo y demás informaciones de la insti-
Aquí nos vamos a limitar a lo que denominaremos conversación tución contratante. La conversación de examen trata, en principio,
cotidiana, que presenta las propiedades generales antes mencionadas. de materias aprendidas/estudiadas, o bien de opiniones y posturas
del estudiante frente a la materia concreta. Las conversaciones médi-
.'45
TEXTO E INTERACCION - LA CONVERSACION LA CIENCIA DEL TEXTO 260
cas deberán ocuparse del estado de salud física y psíquica del pacien- tipo tradicional), una conferencia o ante un tribunal. En esos casos,
te y de las eventuales posibilidades de mejoría. una conversación puede tener lugar en un contexto entre participan-
Por último, estas conversaciones se desarrollan en un lugar típico tes no primarios (p. ej., oyentes pasivos) y adoptar así un carácter de
y en un contexto o marco social determinado: la conversación de conversación accesoria secundaria, habitualmente susurrada o amor-
solicitud, en una empresa, una oficina o un instituto; la de enseñanza tiguada de otra manera y mantenida en secreto, y que puede ser
o examen, en un centro de formación; las conversaciones médicas/te- castigada por interactuantes categoriales primarios como el maestro
rapéuticas, en la consulta del médico o en una institución sanitaria o el juez, quienes exigirán «¡silencio!».
(hospital, etc.).
Así pues, resulta que todas estas conversaciones pueden caracteri- 7.4.3.4 La conversación cotidiana debe cumplir además con las
zarse unívocamente sobre la base de los criterios ya mencionados: la condiciones generales de una interacción aceptable: las acciones de-
categoría de los participantes, sus relaciones mutuas, el objeto de la ben sucederse en cierto orden, ser ejecutadas conscientemente por
conversación, el desarrollo de la interacción conversacional (diálogo) distintos hablantes, referirse unas a otras y ser relevantes tanto en el
y el contexto/marco. ámbito local como en el global, etc.
Otra propiedad de la conversación es que debe ser una interacción
7.4.3 La conversación cotidiana bilateral pero no conjunta; hay varios hablantes y varias enunciacio-
nes, y éstas no se superponen (o a lo sumo parcialmente o por
7.4.3.1 De todo lo dicho podemos deducir que no hay limitaciones casualidad).
generales para las conversaciones cotidianas: en principio, cualquier La siguiente propiedad específica de la conversación consiste en su
persona puede participar, no están planeadas con anterioridad, ni oralidad: los enunciados se dicen/oyen, en un mismo contexto, una
son programas unilateralmente, su objeto no está fijado a priori inmediatamente después de la otra. A esto se añade, por regla
—por lo menos no en detalle—, y se pueden sostener en distintos general, la posibilidad de un contacto por lo menos visual entre los
contextos y tener varias funciones posibles. hablantes: éstos tienen que poder verse mutuamente, puesto que
tanto la producción como la interpretación se pueden conducir con
7.4.3.2 A primera vista parecería que la conversación cotidiana no movimientos de los labios, mímica, gestos y otras acciones de los
se rige por ningún tipo de regla ni limitación, como si se tratara de interlocutores destinadas, por ejemplo, a la correcta interpretación
una forma de interacción oral «espontánea». Esta impresión, sin del acto de habla correspondiente en el caso de expresiones deícticas
embargo, es incorrecta. En primer lugar, la conversación debe cum- (aquí, allí, esto, eso, etc.), para evitar ambigüedades, comprender
plir con las condiciones más generales de la interacción social ya ironías, etc.
enumeradas. En segundo lugar, una de las reglas de la conversación 7.4.3.5 Las conversaciones cotidianas pueden clasificarse contextual
cotidiana consiste precisamente en que no aparecen ciertas limitacio- y globalmente de dos maneras. En primer lugar existe una diferencia
nes, p. ej., la de que un solo hablante pueda establecer quién puede entre conversaciones privadas y públicas. Una conversación privada
hablar y cuándo. En tercer lugar, enseguida veremos que también la suele tener lugar entre personas que se conocen bien o bastante bien:
conversación cotidiana posee una estructura 'interna' normalizada. parientes, conocidos, amigos y colegas. El carácter privado de la
En cuarto y último lugar, cada conversación específica posee limita- conversación también influye en la elección de su objeto, estilo y
ciones debido a la situación y al contexto específicos: hay diferencias funcionalidad. En las conversaciones privadas también pueden tra-
sistemáticas entre una conversación entre cónyuges y otra entre tarse temas íntimos, lo cual no suele darse en una conversación
vecinos o viajeros de autobús. pública que, en general, tiene lugar entre personas que se conocen
7.4.3.3 Las conversaciones cotidianas tienen, además de éstas, limi- poco o nada.
taciones de tipo contextual. De entrada parece un tanto trivial decir En segundo lugar hay que establecer la distinción entre conversa-
que una conversación no puede ni debe tener lugar si ya se está ciones abiertas y cerradas, aun cuando esta distinción con frecuencia
produciendo (o se espera que se produzca) otra forma de interacción sólo sea gradual. Una conversación cerrada suele tener lugar entre
lingüística. Así, durante un examen formal no se puede entablar sin dos personas, sin testigos, o, dicho de manera general: en un contexto
más una conversación (personal), y mucho menos durante un interro- en el que están presentes exclusivamente las personas que intervienen
gatorio formal o una sesión del tribunal. Lo mismo rige cuando el en la conversación, es decir, las que aportan a la conversación o de
propio hablar está sometido a restricciones, como en una clase (de alguna manera tienen acceso al tema de la misma. Si mi esposa habla
conmigo y los niños nos pueden oír, se trata de una conversación
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TEXTO E INTERACCION - LA CONVERSACION
abierta. Semi-abiertas serán aquellas conversaciones en las que los En este apartado nos ocuparemos, por de pronto, de la microes-
interlocutores tienen la intención de que nadie las oiga, pero en que tructura del texto y el coloquio, es decir, de los respectivos enuncia-
otras personas pueden seguir partes o la totalidad de lo hablado. De dos y actos de habla y de sus organizaciones.
esta manera también se producen conversaciones privadas abiertas,
privadas cerradas, públicas abiertas y públicas cerradas. En una 7.4.4.2 Además de los conceptos ya introducidos para la descrip-
conversación pública cerrada puedo pedirle a alguien que me indique ción de la estructura textual y las acciones, para la descripción del
el camino, pero también puedo charlar con el conductor del autobús texto y el coloquio nos hace falta incorporar el concepto de turno
en una conversación pública abierta. Las conversaciones públicas (turn, en inglés). Ya hemos visto que en las formas de interacción
1

abiertas tienen la particularidad de permitir la presencia de escuchas. alternantes y sucesivas, los posibles interactuantes se turnan en su
Estos escuchas no tienen que permanecer necesariamente pasivos: calidad de agentes de las acciones consecutivas. La unidad estructu-
pueden convertirse en posibles hablantes u oyentes (indirectos). Un ral, que se define como aquello que un hablante hace o dice durante
ejemplo típico: pregunto el camino a un peatón y otros transeúntes una aportación interactiva continuada, se denomina turno.
me oyen; en este caso, también los demás transeúntes, sin haber sido Teóricamente, el concepto de turno admite varias interpretaciones.
abordados directamente, tienen derecho a intervenir en la conversa- Por un lado puede ser una unidad en el nivel textual, es decir, una
ción. Otro ejemplo: el médico da determinadas instrucciones o for- unidad de conversación. En tal caso, un turno es equivalente al
mula determinadas preguntas a la enfermera junto a la cama del enunciado de un hablante (o de su estructura abstracta 'subyacente'),
paciente, de manera que éste también obtiene la información. De como componente de una secuencia de enunciados de varios hablan-
este modo vemos que se puede establecer una distinción entre oyen- tes. Pero si queremos caracterizarlo en conceptos de la teoría de la
tes, escuchas, personas abordadas, oyentes indirectos y personas acción, como acción llevada a cabo por un hablante en la interacción
indirectamente abordadas. verbal, el turno será una unidad del coloquio. También aquí dejare-
mos subsistir, por ahora, esta ambigüedad terminológica, de manera
7.4.4 La estructura de la conversación y del coloquio - microes- que un turno puede considerarse tanto la aportación de un hablante
tructura a una conversación, es decir, un enunciado (= producto lingüístico),
como la aportación a un coloquio, es decir, como acto de habla.
7.4.4.1 Tanto en el plano del texto —es decir, de la serie ordenada Esta ambigüedad es posible porque el concepto de turno es, de
de enunciados—, como en el de la conversación —o sea, de la serie hecho, una categoría meramente estructural-funcional: implica que
ordenada de actos de habla— hay que distinguir características las unidades de conversación y coloquio están marcadas para diferen-
estructurales estrechamente vinculadas entre sí. Se trata, pues, de tes hablantes. En otras palabras: al concepto de turno le es inherente
demostrar que las series no son arbitrarias, sino que su disposición el de cambio de turno; si no existiese un cambio de turno, el concepto
viene establecida por reglas y estrategias convencionales. En esta de 'turno' no tendría ningún sentido.
descripción estructural haremos las mismas distinciones que en la A las posibilidades de analizar un texto como secuencia de oracio-
descripción de textos (monológicos) y secuencias de actos de habla, nes (en el nivel sintáctico), como secuencia de proposiciones (en el
añadiendo además una serie de características de los textos de las nivel semántico) y como secuencia de actos de habla (en el nivel
conversaciones cotidianas. pragmático), y a la de analizar un coloquio como secuencia de
En primer lugar, deberemos distinguir entre el nivel local o micro- acciones lingüísticas y otras, relevantes para la comunicación, se
nivel, y el global o macro-nivel. En el primer nivel, el análisis se añade un nuevo principio estructural, tanto para el texto como para
refiere a los enunciados individuales y sus relaciones, y el del segun- el coloquio: también podemos segmentarlos en conceptos de turno y
do nivel se refiere a la estructura de la conversación como un todo, cambio de turno. Así pues, necesitaremos otras reglas 'sintácticas',
por ejemplo, a unidades de análisis mayores o a niveles de descrip- que establezcan de qué manera están organizados los turnos; reglas
ción más abstractos. Esta distinción es válida tanto para la estructu- 'morfológicas', que digan en qué pueden consistir los turnos, es
ra de la conversación como para la del coloquio: podemos describir decir, qué propiedades formales tienen; y reglas 'semánticas', que
una conversación en términos gramaticales (morfología, sintaxis, determinen qué otras estructuras semánticas (significativas y referen-
semántica) y estructuras teórico-textuales (estilo, estructuras retóri- ciales) se pueden asignar a estos turnos o estructuras de turnos. Si
cas, esquemas), mientras que para el coloquio se emplea una termi- pudiéramos establecer esas reglas, dispondríamos de una 'gramática'
nología pragmática, de la teoría de la acción, cognitiva y social. Lo
realmente interesante e importante es la tarea de vincular estas dos
ramas de interacción lingüística. 7 Acerca del concepto de 'turn' véase H E N N E & REHBOCK (1979).
.'45
TEXTO E INTERACCION - LA CONVERSACION LA CIENCIA DEL TEXTO 264
de la conversación. Sin embargo, todavía no podemos trabajar siste- y estructuras relativamente abstracto. Además hemos esbozado una
máticamente de esta manera: aún sabemos demasiado poco acerca teoría cognitiva sobre la producción y comprensión de textos, en la
de las estructuras y funciones de las conversaciones y los segmentos que se explicaba que en la elaboración de textos, las reglas gramati-
de conversaciones. Por eso, aquí nos limitaremos a algunas observa- cales se emplean de manera específica, que existen estrategias para
ciones sencillas en los distintos niveles de la conversación, orientán- una elaboración textual eficaz y que aparecen normalmente limita-
donos de nuevo por el marco sistemático de análisis de los capítulos ciones de memoria, atención y producción. En abstracto, ciertamen-
precedentes. te podemos describir las estructuras de las conversaciones en térmi-
nos gramaticales y de la teoría textual, pero en muchos casos los
7.4.4.3 Puesto que en la conversación, las estructuras y los esque- factores cognitivos y sociales aquí tratados darán a las conversacio-
mas de turnos se plasman en una secuencia de enunciados de sucesi- nes concretas una estructura muy distinta. Y en este último nivel
vos hablantes, de la manera antes descrita, la serie de turnos posibles descriptivo también hay que darse cuenta de la estructura fragmen-
también se puede describir con los conceptos de la serie de enuncia- taria y semigramatical de las aportaciones a las conversaciones:
dos. En tal caso, lo más sencillo es decribir las posibilidades de comenzar mal, rectificar, repetir palabras, equivocaciones al hablar,
combinación de los enunciados de textos dialogísticos en un nivel etc. En parte, estas 'enunciaciones' pueden atribuirse simplemente a
morfológico-sintáctico, semántico y pragmático. factores casuales en la producción textual. No obstante, por otro
Por lo que respecta a las estructuras superficiales de las conversa- lado, estos factores denominados 'de performance' también son siste-
ciones, no vamos a extendernos demasiado. En principio partimos máticos y resultan ser una manifestación normal de la interacción
del hecho de que los enunciados de cada turno satisfacen normalmen- estratégica, en la que factores como la repetición, la corrección, la
te las reglas gramaticales en el nivel oracional. Hay, pues, reglas vacilación y otros semejantes pueden tener una función importante.
normales para la sustitución pronominal en oraciones consecutivas, Aquí no seguiremos discutiendo los problemas metodológicos espe-
organizaciones oracionales determinadas por la estructura de tópi- ciales relacionados con el establecimiento del objeto de la lingüística
co/comento, estructuras semigramaticales relativas a las estructuras y la ciencia del texto, por un lado, y la psicología y las ciencias
gramaticales precedentes que las hacen interpretables (p. ej.: respues- sociales, por el otro. Sin embargo, suponemos que las estructuras
tas o reacciones como No, yo a él o correr no, etc.). En muchos abstractas de los textos y de las conversaciones, y además y vincula-
idiomas hay expresiones específicas que señalan el comienzo, la da a aquéllas, la estructura real de estos textos y conversaciones,
interrupción o el final de turnos (véase más adelante), como pse, ah, pueden describirse como enunciados determinados por diversos fac-
etc. Si bien hemos dado por supuesto que los enunciados de una tores sistemáticos y casuales, cognitivos y sociales. En este capítulo
conversación deben, en principio, cumplir con las reglas gramaticales fijaremos nuestra atención en ambos niveles descriptivos.
normales, esto no supone que todo enunciado de un turno tenga
que ser necesariamente gramatical. Enseguida veremos que un ha- 7.4.4.4 Igual que en el caso de los textos en general, en el de las
blante frecuentemente es interrumpido a mitad de frase por el hablan- conversaciones se puede sostener que las propiedades semánticas y
te siguiente, lo que convierte su enunciado en semigramatical. Esta pragmáticas son las más características e interesantes, dado que
idea, sin embargo, no es del todo adecuada, puesto que se puede también en este caso importa ante todo la direccionalidad significa-
suponer que el enunciado probablemente habría sido del todo nor- tiva y funcional de la interacción comunicativa: los hablantes quie-
mal si no hubiese habido esta interrupción. Por ello, en lugar de ren sobre todo que los demás hablantes, en su calidad de oyentes, los
hablar de enunciados semigramaticales concepto que en realidad se entiendan bien y que sepan lo que de ellos se espera.
aplica a la estructura de oraciones 'completas', más bien deberíamos También en los niveles semántico y pragmático, las conversaciones
hablar de enunciados fragmentarios. En otras palabras: la plasmación deben seguir las reglas gramaticales y textuales habituales. Para los
de los turnos en la secuencia de enunciados no tiene que ser necesa- enunciados en el marco de turnos esto supone que las oraciones
riamente acotada por límites oracionales, aun cuando en la realidad deben ser interpretables y que varias oraciones deberán ser linealmen-
de la conversación esto ocurra con frecuencia. te coherentes: tendrá que haber conexión de proposiciones debido a
La condición ya mencionada de la gramaticalidad de los enuncia- relaciones entre circunstancias, relaciones referenciales entre indivi-
dos de una conversación se ve limitada adicionalmente por la cono- duos, propiedades y relaciones del mismo marco o de marcos vincu-
cida problemática metodológica de la diferencia entre la capacidad lados entre sí, relevancia con respecto a macroestructuras, etc. Esto
lingüística (competence) y el uso de la lengua (performance). En también se puede aplicar, mutatis mutandis, a las relaciones semánti-
consonancia con los métodos habituales en lingüística, hasta ahora cas y pragmáticas entre enunciados de turnos diferentes. En otras
hemos descrito la estructura textual en un plano de reglas, categorías palabras: la secuencia de turnos viene ordenada por las estructuras y
.'45 LA CIENCIA DEL TEXTO 266
T E X T O E INTERACCION - LA CONVERSACION

restricciones semánticas y pragmáticas subyacentes. Así pues, los Así, por ejemplo en (7), la pregunta de B es una consecuencia de
turnos deben ser linealmente coherentes a través de conexiones posi- la aseveración de A, puesto que se refiere a más informaciones, no
bles (condiciones/consecuencias posibles, probables o necesarias), aportadas por A. También en (8), el enunciado de B es una conse-
relaciones referenciales, etc.: cuencia del enunciado de A; se trata de una objeción que también se
sugiere mediante el conectivo pragmático pero. En (9), el enunciado
(7) A: ¡Esta noche no vendré!
B: ¿Porque viene Juan?
de B es una consecuencia del de A, dado que B asevera algo sobre la
misma acción, aprobando a la vez el enunciado de A. La relación
(8) A: Esta noche no vendré porque viene Juan. que existe en (10) es comparable a la de (7). En estos ejemplos, que
B: ¡Pero si no te ha hecho nada! comprenden dos turnos cada uno, el segundo enunciado es siempre
(9) A: ¡Esta noche no vendré!
consecuencia del primero. La razón por la que esto no es necesaria-
B: ¡YO tampoco! mente trivial se demuestra con el siguiente ejemplo, en el que el
segundo enunciado es consecuencia del primero, pero el primero es
(10) A: Soñé que tenía un accidente. a la vez una condición para el segundo:
B: ¿Y qué pasó luego?
(11) A: ¡Aquí hace mucho frío!
En estos ejemplos de fragmentos (construidos) de conversaciones se B: ¿Quieres que cierre la ventana?
manifiestan los fenómenos de coherencia habituales: en (7), el segun-
do hablante (B) puede pedir informaciones con respecto a una pues el enunciado de A puede interpretarse como propuesta y, con
circunstancia que constituye la motivación de la circunstancia nom- ello, como pedido indirecto, ante el cual se espera una reacción por
brada por el primer hablante (A). En (8), B puede remitir a una parte de B, reacción que efectivamente se concreta a través del
persona nombrada por A mediante un morfema de 3. persona del
a ofrecimiento. La relación de condición/consecuencia es aún más
singular: ha hecho (identidad referencial), mientras que en (9) se estricta en pares de, p. ej., pregunta/respuesta:
puede omitir el predicado, porque se añade un tampoco debido a la (12) A: ¿Cómo te llamas?
identidad de predicado. Y, por último, en (10) resulta que un segun- B: Pedro.
do hablante puede remitir inmediatamente a sucesos en el mismo
mundo posible que en el introducido por el primer hablante. Así, En este caso, la pregunta de A es una condición más o menos
(10) (B) normalmente no se interpretará como una pregunta en probable para la contestación (socialmente) necesaria de B. Este tipo
relación a lo que pasó después del sueño. de pares de actos de habla biconexos se llama adjacency pairs. Los 8

De esta manera constatamos que en una conversación (por lo ejemplos típicos de este tipo de pares 'contiguos' son: pregunta y
menos en ejemplos susceptibles de una sola interpretación) existen respuesta, saludo y devolución del saludo, felicitación y agradecimien-
las relaciones de conexión ya descritas para los enunciados. to, oferta y rechazo/aceptación, petición y rechazo/autorización,
etc. En todos estos casos el hablante espera una acción lingüística
7.4.4.5 Con el nivel pragmático de análisis llegamos casi a la fron- específica del otro hablante, por lo que el enunciado de cada uno de
tera entre la estructura de la conversación y la del coloquio, dado ellos debe ser interpretado como preparación y/o condición para el
que en este caso se trata de secuencias de actos de habla. De una siguiente. En este caso también se puede hablar, por tanto, de una
manera más estricta también podemos hablar de relaciones de cohe- conducción (localmente) programadora de la conversación por parte
rencia entre turnos, considerándolos como actos de habla con- de uno de los hablantes.
secutivos. También se puede distinguir entre turnos libres y obligados. Si
El primer principio que aquí entra en juego es el de la conexividad: bien, según el principio de la 'acción libre', en una interacción
tanto en el coloquio como en la conversación, los turnos deben ser no-determinista no hay acciones lingüísticas obligadas, puede afir-
conexos por pares. Un par de turnos es conexo cuando éstos son marse que tras una pregunta un hablante está obligado a dar una
mutuamente relevantes. Mientras que esto en el nivel semántico determinada contestación (naturalmente también puede tratarse de
significa que la referencia tiene que producirse con respecto a circuns- una nueva pregunta). El turno que precede a un turno obligado puede
tancias conexas, aquí vale la relevancia entre actos de habla o bien construir un contexto, de manera que el hablante siguiente sólo
entre actos de habla y otras acciones comunicativas incluidas en la puede elegir de entre una cantidad limitada de actos de habla y de
conversación. Entre otras cosas, también aquí un acto de habla es
condición, componente o consecuencia de otro acto de habla, como 8 Acerca del concepto de 'adjacency pair' véanse los trabajos de SACKS (1972 a, b)
se dijo en el capítulo 3. y S A C K S y otros ( 1 9 7 4 ) .
.'45
TEXTO E INTERACCION - LA CONVERSACION LA CIENCIA DEL TEXTO 268
informaciones semánticas. Esta necesidad u obligación es, pues, de ligar los diferentes 'haceres' paratextuales con 'contenidos' afectivos
tipo social, pudiendo ser sancionada socialmente si no se cumple con y cognitivos, «traduciéndolos», por ejemplo, en proposiciones, y
ella. Si no surge ningún cambio de tema (véase más adelante), cada establecer así la conexión en los niveles semántico o pragmático. Un 9

turno siguiente debe vincularse con el precedente según los principios rostro interrogante en tanto que acción gestual/mímica se vuelve
de coherencia. Pero la manera en que esta vinculación se produce entonces funcionalmente equivalente a un acto de habla, y una cara
vuelve a ser libre, en principio, como en los ejemplos (7) a (10). enfadada, al contenido semántico de una frase como me voy a
Con todo, podemos seguir matizando la diferencia entre turnos enfadar. De momento hablamos intencionalmente de 'hacer', puesto
libres y obligados en conversaciones/coloquios mediante la hipótesis que no siempre el hablante es consciente de su mímica, sus gestos u
de que en algunos casos un turno obligado es estructuralmente otros 'sucesos' corporales, a diferencia de los actos de habla, aunque
obligado, mientras que en otros casos lo es (sólo) convencionalmente. podamos suponer que en principio son controlares, y por lo tanto
En el primer caso, los turnos sólo tienen una función específica constituyen acciones en sentido más amplio, igual que, por ejemplo,
mutua, como en el caso de pregunta y respuesta u oferta y rechazo. la altura del tono, la rapidez al hablar, la acentuación, el volumen,
Los demás casos también se refieren a pares contiguos, pero éstos no etc., de la propia enunciación.
presentan relaciones funcionales inherentes, sino una relación basada Fuera de algunos ejemplos que hayamos podido dar, no podemos
en la costumbre, como por ejemplo en el par (felicitación, agradeci- desarrollar aquí una verdadera teoría sobre las propiedades para-
miento). Aunque ante una felicitación suele reaccionarse con un textuales del coloquio y la manera en que fijan el curso del mismo.
agradecimiento, también existe la posibilidad de no contestar o de Sin embargo, queda bien claro que no se trata de factores subordi-
1

reaccionar de otra forma, sin, por ello, infringir las reglas de interac- nados, y es también una razón por la que las conversaciones telefó-
ción fundamentales; esta infracción se da, sin embargo, cuando nicas en muchos aspectos transcurren de manera diferente de las
deliberadamente se deja una pregunta sin contestar, puesto que la conversaciones de presencia personal directa.
función de la pregunta consiste precisamente en obtener una contes-
tación, mientras que no se puede sostener que la función de la 7.4.4.7 Por último queda preguntarnos hasta qué punto los factores
felicitación consista en recibir un agradecimiento. A pesar de la cognitivos y sociales de la interacción comunicativa determinan la
relevancia de esta diferenciación, seguramente no pueden excluirse coherencia lineal de la conversación.
formas de transición, en las que la frontera entre la 'costumbre' y la En un coloquio, un hablante sólo puede reaccionar adecuada y
'regla' (o 'norma') no es precisa y en las que el no-cumplimiento se coherentemente ante aquello que ha dicho el hablante anterior, si ha
sanciona en ambos casos con un veredicto de descortesía. comprendido el enunciado, el acto de habla y el 'hacer' paratextual de
éste. Este proceso de la comprensión se ha tratado detalladamente en
7.4.4.6 Un coloquio no sólo se define en términos de turnos o actos el capítulo anterior. Sin embargo, en el coloquio no sólo importa la
de habla, sino que también contiene otros 'haceres' y acciones que comprensión de los enunciados en sí, sino la de sus funciones en la
ejercen su influencia sobre la correcta conducción e interpretación de conversación. El oyente debe, en primer lugar, entender a qué acto
los actos de habla y sobre la interacción comunicativa. Algunas de de habla apunta el hablante con su enunciado. Ya hemos visto antes
esas acciones ya las hemos mencionado entre las propiedades gene- los puntos de partida de los que dispone un oyente para una inter-
rales de las conversaciones e interacciones: el contacto visual (buscar- pretación pragmática de este tipo. En segundo lugar, en la conversa-
lo, fijarlo, evitarlo), los gestos, la mímica (reír, sonreír; poner cara de ción el hablante debe hacer amplias suposiciones sobre las intencio-
enfadado, aliviado, interrogante, etc.), mantener distancia o acercar- nes del hablante precedente o sobre las intenciones que se refieren a
se más, tocar, abrazar, acariciar, etc. Estas propiedades paratextuales aquello que se espera del oyente, a lo que el hablante desea o espera
de la conversación contribuyen a establecer la coherencia lineal de la que el oyente haga y a cómo reaccionará el oyente en su calidad de
conversación. No sólo determinan la interpretación correcta de cada próximo hablante.
enunciado, sino que también pueden ser consecuencias o condiciones A la inversa, en la producción de turnos, un hablante no sólo debe
normales de actos de habla anteriores o posteriores. Si un hablante continuar coherentemente la conversación según su propia compren-
A asevera alguna cosa y, acto seguido, su oyente B lo mira incrédu- sión del turno precedente, sino que a la vez tiene que hacer los
lo, A perseguirá una estrategia para acabar convenciendo a B, aun preparativos necesarios y estratégicos para realizar sus verdaderas
cuando sólo diga, por ejemplo, ¡es absolutamente verdad! Ante una
reacción de enfado se reacciona normalmente con la afirmación de
buenas intenciones. En una descripción abstracta de estas relaciones ' Especialmente BIRDWHISTLE (1970) ha llevado a cabo el análisis de los ademanes
de comunicación en distintos niveles (texto, gesto), tendríamos que bajo el nombre de 'kinesics'.
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TEXTO E INTERACCION - LA CONVERSACION
intenciones interaccionales. Enseguida veremos que esto requiere entrar en más detalles con respecto a este proceso, pues aquí sólo
también en una conversación la planificación macroestructural ya nos interesa comprender los verdaderos principios cognitivos básicos
mencionada, pero el hablante también debe garantizar el efecto que se realizan cuando sostenemos una conversación.
óptimo de su acto de habla en el nivel local de la sucesión de turnos.
'Óptimo' no implica que siempre se comprenda lo más rápidamente 7.4.4.8 En nuestro microanálisis de la conversación sigue pendiente
posible lo que el hablante quiere decir; también puede significar que la cuestión del tipo de influencia que ejercen las estructuras sociales
el hablante precisamente pretende ocultar determinadas intenciones, sobre la coherencia de la conversación. ¿Hasta qué punto la catego-
p. ej., a través de la ejecución de actos de habla vagos o meramente ría de los participantes determina sus posibles enunciados y, sobre
indirectos. Si analizamos el papel estratégico o táctico de un turno (o todo, su organización en cada turno, y de qué manera están relacio-
de actos de habla en un turno) en la interacción, se habla general- nadas las conversaciones con los marcos sociales?
mente de una jugada (move). En los tipos de conversación no cotidiana ya había quedado claro
Para la preparación estratégica del curso de la conversación, el que el rol o la posición del hablante ejercen una influencia determi-
hablante no sólo debe dominar las reglas generales de la conversa- nante sobre la asignación, el contenido, la función o la extensión del
ción, sino que a la vez tiene que poseer conocimientos específicos turno: en una asamblea, por ejemplo, el presidente establece a quién
sobre el oyente, que le permitan anticipar aquello que el oyente dirá le toca hablar en cada momento y sobre qué tema, con lo que
o de qué otra manera podrá reaccionar o reaccionará. Así, por determina el verdadero desarrollo de la asamblea. Lo mismo es
ejemplo, un hablante que sabe que una aseveración p supondrá una válido en un interrogatorio, una entrevista o una solicitud de empleo.
ofensa para el oyente, (no) hará esta aseveración de manera conscien- Pero también en una conversación cotidiana puede ocurrir que debi-
te, según el deseo del hablante con respecto a la postura del oyente. do a su rol, su status o su poder un hablante influya considerable-
En el ejemplo de diálogo del capítulo 2 ya hemos visto que las mente sobre el curso de la conversación: tradicionalmente son los
aseveraciones con frecuencia se planean y ejecutan como condiciones padres los que determinan una conversación a la hora de la comida.
funcionales (necesarias o posibles), para poder producir los enuncia- También existe la convención de que no se puede interrumpir sin
dos siguientes. Una persona que quiera tomar prestada una cantidad más a los hablantes de un status social superior. Y por último, tales
de dinero considerable, seguramente comenzará explicando las razo- restricciones impuestas por el contexto social dependen de la confian-
nes por las que necesita el dinero o las causas que lo llevan a esa za/intimidad que existe entre los hablantes: a un extraño se le
situación. En tal caso, la conversación adoptará en muchos sentidos comunicarán ciertas cosas sólo en muy determinadas circunstancias.
el carácter de solución de un problema: existe una tarea determinada, Incluso cuando le preguntamos a alguien el camino, a menudo
y el propio hablante se ha propuesto emprender pasos óptimos comenzaremos con excusas: Perdone, ¿podría indicarme el camino...?
(«jugadas») para poder llevarla a cabo satisfactoriamente, por ejem- De ello se deduce que los hablantes deben proceder permanentemen-
plo, a través del logro de un objetivo concreto como la influencia en te a una categorización adecuada de sus interlocutores antes de la
los conocimientos, la opinión, una decisión o incluso el obrar del conversación y durante la misma. Pues esta categorización establece
oyente. Todo esto requiere un proceso cognitivo extremadamente sobre todo qué actos de habla puede producir el interlocutor, qué se
complicado para producir los correspondientes enunciados de la puede decir y con qué estilo conviene expresarse, y de qué manera se
conversación: el participante debe hacer una interpretación correcta, plasman entonces los enunciados en la secuencia de turnos. Así, por
tanto en el nivel semántico como en el pragmático, de lo que se ejemplo, en una conversación con un 'superior' cierto enunciado
acaba de decir; debe almacenar esta interpretación adecuadamente puede interpretarse como una orden, en tanto que hablando con una
en la memoria, analizar su propia reacción cognitiva ante lo que se persona del 'mismo nivel' ese mismo enunciado adquiere más bien
ha dicho, ordenar sus propios deseos y decidirse por ulteriores actos un carácter de consejo.
de habla posibles; a continuación tiene que ejecutar estratégicamente La conversación cotidiana, contrariamente a otras formas de con-
todos estos actos de habla de manera óptima en todos los niveles de versación, tiene que ver sólo indirectamente con los marcos sociales.
la enunciación y del comportamiento paratextual —conforme al Como sabemos, los marcos son estructuras más o menos estables de
complicado proceso de producción de oraciones y secuencias esboza- series típicas o estereotípicas de acciones sociales en las que los
do en el capítulo anterior— y a la vez debe controlar las reacciones participantes, por regla general, realizan categorías específicas. Los
externas inmediatas del otro participante, las cuales pueden hacerle actos de habla pueden ser partes inherentes de estos marcos, como
modificar la macroestructura, las diversas proposiciones y el estilo. por ejemplo pedir la comida en un restaurante, comprar un billete en
Vemos, pues, que la sorprendente complejidad del acontecer cogniti- la taquilla y defender a un acusado ante el tribunal. A veces estos
vo se evidencia aún más claramente en la conversación. No vamos a marcos sólo consisten en actos de habla, como en el caso de un
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TEXTO E INTERACCION - LA CONVERSACION LA CIENCIA DEL TEXTO 272

debate público o una asamblea. Una conversación también puede ser cediendo, reteniendo o recibiendo su turno. En otras palabras: quere-
en su conjunto un elemento posible (opcional) de un marco actuali- mos indicar qué reglas y estrategias determinan la estructura de la
zado, por ejemplo, una conversación en el metro con otro viajero. propia secuencia de turnos. 10

Aunque en este caso tanto la conversación como su duración tengan


limitaciones más generales —por ejemplo, a consecuencia del status 7.4.5.2 Puesto que los turnos son unidades funcionales de un colo-
o del grado de amistad de los interlocutores—, no parece existir una quio, deben cumplir con las condiciones normales de las interaccio-
relación directa entre la estructura de marco y la propia conversa- nes. En principio deben estar linealmente organizados en lo que
ción: ésta puede darse en muchas situaciones sociales distintas, pero respecta al tiempo: cuando dos personas hablan a la vez no lo hacen
sólo se ve influida indirectamente por el marco correspondiente: el adrede. La razón cognitiva elemental de esta condición hay que
hecho de mantener una conversación con un amigo en un restauran- buscarla en la imposibilidad de que los interlocutores comprendan
te o en el tranvía apenas influye sobre la estructura de la misma; a lo enunciaciones simultáneas; en ese caso no se podría hablar de comu-
sumo determina el tema de la conversación (la comida, los medios de nicación, con lo que tampoco se concretaría la intención global de la
transporte). Precisamente la relativa libertad, antes postulada, de los conversación. Según la definición del concepto de turno, otro factor
turnos —es decir, la espontaneidad de la conversación cotidiana— constitutivo de la secuencia de turnos es que los hablantes se alter-
sirve de explicación para el hecho de que las conversaciones no son nen: cada turno sucesivo tiene otro hablante.
reproducciones sin más de los marcos sociales que mencionábamos. En la conversación cotidiana, un turno no tiene una extensión
De todas formas, en los marcos sociales puede haber un lugar para establecida, aun cuando los turnos se puedan limitar temporalmente
'claves' para una conversación, es decir: parece existir una especifica- y los que sean demasiado largos puedan ser interrumpidos o
ción de que una conversación cotidiana puede ser una de las accio- sancionados.
nes normales del marco social. Por ejemplo, el marco contextual-pri- Para el desarrollo aceptable de un coloquio debe haber en la
vado de un desayuno es compatible con una conversación entre los conversación ciertos puntos de apoyo a partir de los cuales le toca
participantes; lo mismo es válido para los medios de transporte hablar al otro/a interlocutor. Este cambio de turno puede manifestar-
público, el restaurante o la visita a un museo. Otros marcos, en se de diferentes maneras.
cambio, no suelen permitir tales conversaciones, lo cual se hace Un hablante puede designar él mismo al hablante para el turno
patente en los contextos formales, institucionales: la clase, el semina- siguiente, señalando explícitamente a ese hablante y creando condi-
rio universitario, el proceso judicial, la solicitud de empleo o la ciones suficientes para un turno del mismo, por ejemplo, dirigiéndole
sesión. También hay marcos que parecen contener las conversaciones una pregunta. Otra estrategia consiste en dar por terminada la
como componentes esenciales, como por ejemplo una visita o una propia enunciación indicando expresamente que debe proseguirse o
fiesta, precisamente porque las conversaciones constituyen el objeti- que se desea un comentario al respecto. En todos los casos, el turno
vo social de estos episodios-marco. se cede dirigido a alguien.
Así llegamos por último a las funciones sociales de la conversación; Esto, sin embargo, no tiene por qué significar que el hablante
pero éstas se refieren a la conversación como un todo, y no tanto a apostrofado realmente haga uso de su derecho a hablar: puede dejar
la estructura local lineal del coloquio. Volveremos a tratarlas cuando pasar su turno, con lo que el primer hablante volverá a hacer uso de
nos dediquemos a las estructuras y funciones globales de la conver- la palabra, u otro hablante iniciará un turno sin que nadie se lo haya
sación y el coloquio. pedido.
En otros casos de cambio de turno, otro hablante comienza un
turno. Sin embargo, esta posibilidad no es ilimitada, ya que, de lo
7.4.5 Secuencias de turnos y cambio de turno contrario, se produciría una desigual destribución de las contribucio-
nes al discurso, y esto no está permitido. Si un hablante desea
7.4.5.1 Los turnos han demostrado ser las unidades funcionales interrumpir un turno en curso deberá, en primer lugar, respetar los
características de la conversación o el coloquio. Ya hemos especifica- posibles lugares de interrupción del propio enunciado. En el caso
do informalmente cómo se interrelacionan estos turnos en distintos ideal, este lugar se encuentra al término de una serie más o menos
niveles, plasmados en secuencias de actos de habla y enunciados de 'acabada' de oraciones, es decir, de un conjunto de oraciones que
hablantes consecutivos. El concepto de turno incluye también el de pertenece a la misma categoría esquemática o a la misma macropro-
cambio (de turno), es decir, de la cesión de la palabra; en este
apartado intentamos ocuparnos de cómo los participantes de una 10 Acerca del sistema de turno y cambio de turno véase sobre todo a SACKSy otros
conversación segmentan estos turnos, cosa que hacen comenzando, (1974).
.'45
TEXTO E INTERACCION - LA CONVERSACION LA CIENCIA DEL TEXTO 274

posición, o en todo caso al final de una secuencia que representa una 7.4.5.3 Los turnos deben ser relevantes con respecto a otros turnos
única circunstancia global. En la práctica, estos lugares de interrup- o interpretados como tales por los demás participantes, es decir que
ción vienen indicados en el nivel oracional por unidades sintácticas y deben cumplir con las ya mencionadas exigencias de coherencia
semánticas o marcados por rasgos de entonación —por ejemplo, por estilística, semántica y pragmática. En principio se habla del mismo
un final de oración, un límite entre frases subordinadas o entre la tema o del mismo objeto, por ejemplo, durante toda una serie de
principal y la subordinada—, pero en todo caso se tratará, como turnos. Esto significa, como veremos enseguida, que la conversación
mínimo, de categorías sintácticas completas (por ejemplo, un consti- debe estar estructurada también en el nivel global, por macroestruc-
tuyente nominal) o de pausas y acentuaciones. turas semánticas, entre otras. El cambio de hablante/turno también
Un hablante que desea interrumpir un turno dispone de varias es importante en este nivel global, puesto que en este caso puede
categorías. Naturalmente podría empezar enseguida con su enuncia- tener lugar al mismo tiempo un cambio de tema. Todavía no se
ción en el lugar de interrupción, pero en muchos casos seguramente conocen del todo las condiciones en las que hay (puede haber) un
comenzará por señalizar esta interrupción, bien levantando la mano, cambio de tema. En una conversación cotidiana parece evidente que
bien pronunciando los denominados 'pre-starters' como sí, pero, no, se puede 'saltar de un tema a otro', con lo cual se puede hablar de
ah, ahora, escucha, etc. En este caso, el hablante puede parar y un gran número de temas. Sin embargo, debemos suponer que los
realmente cederle el turno, o ignorar sus señales a sabiendas y cambios de tema también están sujetos a restricciones. En general
simplemente seguir hablando. Cuando un hablante no quiere ser hacen falta límites de oraciones o grupos de oraciones. No obstante,
interrumpido en un lugar de eventual interrupción, intentará neutra- hay también restricciones cognitivas: por regla general, los temas
lizar este lugar, por ejemplo, prosiguiendo inmediatamente después deben ser al menos contiguos, es decir, tener un concepto en común
del final de una oración o secuencia. También puede ocurrir justa- con el tema precedente (p. ej.: 'Pedro', 'vacaciones', 'París' y 'policía'
mente lo contrario: un hablante puede utilizar expresiones específi- ligan con el tema 'Pedro fue a veranear a París, y allí tuvo problemas
cas para dar a entender que en ese lugar desea ser interrumpido para con la policía'). Otra posibilidad la constituyen las 'intercalaciones',
entregar su turno, a un posible próximo hablante. p. ej., objeciones breves dirigidas en el Ínterin a otra persona, ofre-
Mientras que en el coloquio de dos, el 'otro' hablante es siempre ciendo algo de comer, beber o fumar. Por último también se
11

el mismo, por lo que al ceder o hacer aceptar el turno siempre le toca conocen metasecuencias, en las que un hablante comienza su turno,
hablar a la misma persona, la situación en conversaciones con mu- pero no lo hace con la intención de proseguir con el objeto de la
chos participantes es mucho más complicada. El contacto visual conversación o de iniciar un nuevo tema, sino más bien con la
directo y otras 'señales direccionales' sólo son posibles entre dos intención de hacer un comentario sobre el enunciado del hablante
interlocutores; si un hablante desea dirigirse a más de un participan- anterior. Esto puede referirse a todos los niveles del enunciado: la
te, está obligado a mirar a un oyente determinado, variar constante- articulación de los sonidos, la pronunciación, el estilo (vocabulario,
mente la mirada o poner una cara 'neutral', es decir, mirar otra cosa. etc), el tema, las proposiciones, los actos de habla, etc. (¿Acaso
En la entrega de un turno hay que indicar la persona a la que está pretende ser una amenaza?). Con frecuencia se difuminan los límites
destinado el siguiente. Si esto no ocurre, todos los demás tienen entre las diferentes formas de comentarios (protesta, corrección, etc.)
derecho a iniciar un turno, según el lema: el que primero llegó, ése la y el hablar sobre el hablar. Eventualmente también se puede distin-
calza. guir entre metasecuencias y secuencias organizadoras. Estas últimas
En estos coloquios entre varias personas también puede ocurrir poseen la función exclusiva de estructurar el curso de la organización,
que los hablantes formen grupos—por ejemplo, pares de hablantes—, influir sobre él u organizado, por ejemplo, a través de observaciones
lo cual es característico entre matrimonios o amigos que conversan sobre el reparto de las contribuciones a la conversación (Ahora sí que
con terceros. En este caso, el turno puede quedar en el grupo, por tienes que decir algo. Por qué no te callas de una vez; los demás
ejemplo, cuando un matrimonio cuenta una historia alternándose, también tienen derecho a hablar).
complementándose, corrigiéndose, etc. Cuando un hablante de un
grupo no está dispuesto a 'compartir' los turnos por igual con su
pareja, pueden surgir conflictos o sanciones: ¡Déjame hablar a mí 7.4.6 Las estructuras globales de la conversación y del coloquio
alguna vez!, o ¡Por qué siempre has de hablar tú! En este tipo de
disposición en grupos resulta comunicativamente notorio que algu- 7.4.6.1 Igual que los textos y las interacciones en general, ni el
nos participantes ya saben todo o parte de lo que se dirá, por lo que coloquio ni la conversación se componen sólo de estructuras locales,
pueden dirigir su atención a otra cosa o incluso preparar su propia
contribución a la conversación (planeada). " JEFFERSON (1972) ha estudiado estas 'side sequences'.
.'45 LA CIENCIA DEL TEXTO 276
TEXTO E INTERACCION - LA CONVERSACION
microestructuras, sino también de estructuras globales. Y también en el nivel más global, pese a que naturalmente guiaba la ejecución
aquí distinguiremos como mínimo entre estructuras globales semán- de los micro-enunciados y su orden: cortesía, tacto, enunciados
ticas (macroestructuras) y esquemáticas (superestructuras). indirectos, estilo y sobre todo la construcción sistemática del 'pedi-
Ahora ya conocemos las razones de estas diferencias. La coheren- do' (p. ej., mediante acciones preparatorias, presuposiciones, etc.).
cia lineal mutua de los enunciados y actos de habla en una secuencia No todas las conversaciones cotidianas deben de evolucionar de
siempre debe considerarse en relación a unidades más globales. esta manera tan orientada: una simple plática o charla precisamente
También se evidencia que en distintos niveles hay propiedades textua- se caracteriza por el hecho de que no conlleva un tema preparado.
les que requieren una descripción a través de macroestructuras (p. Con frecuencia, sin embargo, versará sobre temas estereotipados —a
ej.: la interpretación de pronombres, artículos determinados, la apa- saber, los habituales tópicos de conversación como el tiempo, la
rición de oraciones temáticas, etc.). Las macroestructuras también salud, la familia (esposa-o, niños), las vacaciones, la profesión y
brindan una explicación del concepto de 'tema' de un texto, tan otros similares— aunque realmente no pueda decirse que estén pla-
importante desde el punto de vista intuitivo y teórico. Además, una neados como tales.
elaboración cognitiva del texto no es posible sin un nivel de estruc- Para fundamentar el ya mencionado cambio de tema necesitamos
turas globales. Y, por último, tampoco es posible ligar estructuras una explicación en términos de macroestructuras semánticas. Hemos
esquemáticas directamente a oraciones o proposiciones de un texto, de saber qué aportaciones a la conversación siguen perteneciendo al
sino que precisamente tienen que plasmarse en las macroestructuras. mismo tema y cuáles ya abordan el próximo. Desde luego, esta
A este respecto también hay que destacar finalmente el argumento descripción tiene lugar en el nivel de la estructura semántica de los
de que sin estructuras globales tampoco hay funciones globales para enunciados de la conversación: cuando una subsecuencia de proposi-
el coloquio y la conversación. Al fin y al cabo se espera que después ciones ya no puede quedar comprendida mediante macrorreglas y
de una serie de actos de habla los interlocutores sepan globalmente marcos de conocimientos en una macroproposición ya construida,
lo que se les ha comunicado, lo que de ellos se espera, etc. hay que 'diseñar' una nueva macroproposición. Pero también aquí
A partir de los argumentos mencionados podemos deducir además existen, por regla general, indicios en la estructura superficial de la
que no se puede sostener un coloquio o una conversación sin elabo- conversación que permiten que esta decisión ocurra más eficazmente
rar estructuras más globales en el nivel de la planificación y conduc- en la elaboración de la conversación: en muchos casos, un hablante
ción estratégica: el" hablante no sólo tiene que saber lo que se acaba debe de insinuar un nuevo tema con expresiones como, por cierto,
de decir, sino también lo que él o los demás hablantes han dicho a hablando de otra cosa, entre paréntesis, ya que estamos en eso, en lo
lo largo de la conversación. Ya habíamos indicado que esto no que respecta a .... así pues..., etc.
puede tener lugar en el micronivel: no se pueden almacenar todas las Vemos que la manera en que se analizan los estructuras de signifi-
proposiciones de una conversación de cierta extensión. Por lo demás, cados globales en una conversación y la índole de su papel estratégi-
también puede ocurrir que el hablante tenga determinado plan prag- co y cognitivo en la (co-)conducción de la misma se atienen en lo
mático o de contenido: quiere comunicar p o pedir q, y esto puede esencial a nuestras descripciones anteriores de las macroestructuras
hacerlo a través de la conversación como un todo y/o a través de sus semánticas. Pero la característica típica de una conversación cotidia-
contribuciones a la conversación. Para ello necesita una estrategia na es que su macroestructura, por lo general, no está completamente
que consiga que los demás interlocutores se interesen por el tema, los planeada o incluso puede no estar planeada. Si somos conscientes de
mantenga ocupados, etc. Ya hemos discutido el ejemplo de una la libertad de los interlocutores, es bien cierto que pueden tocarse
persona que quiere tomar prestado dinero de otra: por regla general varios temas distintos, entre los que puede haber algunos que no
no 'entrará de rondón', sino que comenzará con salutaciones, inter- interesen en lo más mínimo a uno de los participantes. Contrariamen-
cambiando algunas palabras sobre el tiempo, los familiares o amigos te a muchos otros tipos de texto, en la conversación puede ocurrir
de la otra persona, y sólo entonces abordará el tema 'crítico', enume- que únicamente tengan que tener una coherencia global fragmentos
rando en primer lugar toda una serie de circunstancias y sacando la individuales: los distintos temas no tienen por qué tener nada que
conclusión de que no dispone de dinero, aunque lo necesita impres- ver entre sí, ni tienen que ser parte de un tema más global. En otras
cindiblemente, además de lo difícil que resulta tomar prestado dine- palabras: una conversación cotidiana puede muy bien no tener nin-
ro en cualquier parte. Sólo entonces, y con frecuencia indirectamen- guna macroestructura general.
te, apelará a la eventual buena voluntad de la otra persona para que
preste la cantidad deseada. Durante toda la conversación, el hablan- 7.4.6.2 Si la conversación se efectúa bajo una forma textual (dialo-
te ha tenido un plan pragmático (un pedido) con un contenido gística) especial, es de suponer que habrá estructuras esquemáticas
específico ('quiero que x me preste dinero'); pero ese plan sólo existía específicas que cumplan una función. Además de estar articulada
277 TEXTO E INTERACCION - LA CONVERSACION LA CIENCIA DEL TEXTO 278
por macroestructuras (temas de la conversación), una conversación las conversaciones cotidianas es poco cortés 'entrar de rondón', lo
también puede estar estructurada, pues, por su forma, de manera cual nos indica al menos la sujeción a reglas de una de las aperturas
parecida a la narración. Así surge la cuestión de si existen determi- que suelen presentarse. Además, son importantes el grado de intimi-
nadas categorías esquemáticas que definan esta superestructura del dad de los interlocutores, asi como el tiempo transcurrido desde la
coloquio y la conversación y qué reglas determinan el ordenamiento última vez que se hablaron. Una persona con la que se habla a diario
de la conversación a través de estas categorías. Como el término generalmente no necesitará una APERTURA extensa, y las fórmulas de
'superestructura' ya permite suponer, estas estructuras esquemáticas saludo suelen ser inaceptables en ese caso.
forman en cierta manera un 'armazón' global que se 'aplica' a la La ORIENTACION. Con esta categoría, tomada de la estructura de
conversación: establecen a grandes rasgos lo que ha de decirse prime- la narración designamos la serie de turnos que tienen la función de
ro y de qué manera, qué ha de venir a continuación y cómo hay que preparar el tema de la conversación. En la ORIENTACION se puede,
hacerlo, actuando así simultáneamente de esquema cognitivo para por ejemplo, aseverar que existen una cosa, una circunstancia o un
facilitar la producción, la comprensión, el reconocimiento, la elabo- suceso a los que la conversación se referirá de inmediato. Con la
ración, el almacenamiento, etc., y también de esquema social, al ORIENTACION se pretende, sobre todo, despertar el interés del inter-
indicar el tipo convencional de texto de la interacción comunicativa: locutor, o por lo menos, controlar que este interés realmente exista.
así sabemos que alguien quiere conversar sobre algo y no sólo Los giros típicos al comienzo de una ORIENTACION son: ¿Ya sabes lo
preguntar una cosa, impartir una orden o disponer determinadas que me pasó ayer? ¡Imagínate lo que me ha pasado!, y otros similares.
acciones de marco (p. ej., en la ventanilla de una oficina municipal). El OBJETO DE LA CONVERSACION. La categoría central de la con-
También en el micronivel hay esquemas elementales, que consisten versación la llamaremos simplemente OBJETO DE LA CONVERSACION,
entonces en unos pocos turnos. Los ya mencionados pares contiguos puesto que desde el punto de vista global y de contenido es la
(adjacency pairs), como pregunta y respuesta, acusación y defensa, categoría 'de la' que trata la conversación. En el OBJETO DE LA
felicitación y agradecimiento y, sobre todo, saludo y devolución del CONVERSACION se ofrece una narración, se comunica un suceso
saludo, pueden tener con frecuencia este carácter esquemático. Pues importante, se enuncia el contenido de un deseo, un pedido o una
los distintos turnos no sólo tienen un significado y una función orden, etc. En otras palabras: el OBJETO DE LA CONVERSACION es la
pragmática, sino que simultáneamente expresan algo que podríamos categoría que también constituye la base para la función pragmática
llamar función estructural. Así por ejemplo, una contestación de de la conversación: ¿qué es lo que los interlocutores quieren decirse,
hecho no es una acción lingüística, sino que la acción lingüística qué quieren el uno del otro?
específica —por ejemplo, una aseveración— actúa de contestación a Acabamos de señalar el hecho de que muchas conversaciones no
una pregunta. Por lo demás, estos microesquemas también pueden tienen un solo tema. Así resulta que la categoría esquemática de
estar relacionados de manera estereotipada con los tópicos de con- OBJETO DE LA CONVERSACION tiene que ser recursiva u ofrecer
versación de contenido estereotipado, como por ejemplo en el inter- espacio para una secuencia de temas. Debemos suponer que el paso
cambio meramente retórico de saludos. de un OBJETO DE LA CONVERSACIÓN a otro tiene lugar igual que el
En un nivel más global, por cierto, la conversación parece tener a cambio de tema, es decir, por medio de señales.
menudo una estructura esquemática nítida. Por ello damos a conti- La CONCLUSION. A falta de un término mejor, adoptamos de la
nuación una serie de categorías provisionales que tienen aquí un estructura esquemática de la argumentación el concepto de 'conclu-
papel importante: sión'. Se trata de una serie de turnos cuya función es la terminación
La APERTURA. Así como una narración por regla general comien- del tema. Esta terminación puede ir acompañada de oraciones de
za con un MARCO, las conversaciones suelen empezar con una serie síntesis, de las habituales evaluaciones narrativas (Nunca me había
de turnos que, juntos, hacen las veces de APERTURA. Las fórmulas de pasado algo así, Vaya miedo que pasé, etc.) y de expresiones del 'otro'
apertura típicas son evidentemente las del saludo (hola, bienvenido, que exigen la pronta terminación del tema (bien, bueno, vale, etc.).
buenos días, etc.). También existe la categoría de la PREPARACIÓN, La parte 'de contenido' de la conversación no tiene por qué haber
que a menudo incluso precede al saludo y constituye tal vez una terminado después de la CONCLUSION. Un hablante puede querer
categoría por sí misma. Las expresiones de preparación pretenden decir súbitamente algo más, iniciar un nuevo objeto de conversación
llamar la atención, establecer una comunicación, etc. (oye, escucha, o añadir algún detalle. En tal caso incluso puede volverse necesaria
mira, eh, etc.). La estructura de la APERTURA depende de muchos una nueva ORIENTACION. De ahí nuestra hipótesis de que todo el
factores. La formalidad de la conversación puede requerir una aper- grupo ORIENTACION - OBJETO DE LA CONVERSACION - CONCLUSION
tura larga en algunas culturas (en los países árabes y en el Japón esto es recursivo.
es mucho más complejo que en Occidente). En todo caso, incluso en La TERMINACIÓN. Las conversaciones comienzan de una manera
279 TEXTO E INTERACCION - LA CONVERSACION LA CIENCIA D E L T E X T O 280

característica, pero también terminan esquemáticamente. También NACIÓN va acompañada de otras acciones y de ademanes paratextua-
aquí son importantes las fórmulas de saludo {adiós, hasta la vista, les. Mirar el reloj y 'aprestarse' a partir son ademanes característicos
etc.). No obstante, estas fórmulas sólo suelen darse al final, es decir para concluir o acabar, mientras que darse la mano, abrazarse, irse
que son los últimos turnos de la TERMINACION. De esta manera corriendo o saludar con la mano son acompañantes típicos de los
resulta fácil reconocer una clara estructura interna en la TERMINA- saludos de la TERMINACIÓN.
CION. Por de pronto, la TERMINACION misma puede ser preparada. 12

Un hablante puede, por ejemplo, anunciar que la conversación está 7.4.6.3 También se halla en el nivel global del análisis de la conver-
por concluir o debe terminarse pronto. Esto lo puede hacer interrum- sación y del coloquio la explicitación de las posibles funciones de la
piendo al otro o manifestando que no le queda tiempo (acompañán- conversación, a saber, las posibles consecuencias o efectos cognitivos
dolo normalmente con unas miradas al reloj, dando la impresión de y sociales del suceso conversacional total. A este respecto seremos
tener prisa), que tiene otro compromiso, etc. Hay fórmulas típicas breves, puesto que aún no se sabe demasiado sobre este tema.
para la TERMINACION, como por ejemplo: Pues bien, ya pasaré Entretanto nos hemos familiarizado con las funciones pragmáticas
mañana; Bueno, creo que debo irme; Eso es todo, etc. de los textos, o sea, con el macroacto de habla, realizado a través de
Puede ocurrir que incluso la TERMINACION sea interrumpida por una serie de actos de habla. Hemos mostrado que esto también
un turno, si un hablante de pronto recuerda que aún tiene algo puede darse en las conversaciones. Para un hablante determinado,
importante que decir (Ay, se me olvidaba decirte que...; Un momento, una conversación puede significar la intención de formular un pedi-
se me olvidaba que..., etc.). do o protestar contra algo.
El contenido central de la TERMINACIÓN puede tener dos funcio- Las funciones psicológicas y sociales de la conversación no permi-
nes: comentar globalmente el coloquio o la conversación (Me ha ten una formulación tan clara. En primer lugar, ambos interlocuto-
gustado volverte a ver, etc.) o anunciar o hacer planes para una res pueden tener la intención de que la conversación se realice para
interacción o conversación futuras (Bueno, pues entonces hasta maña- resolver un problema, por ejemplo, para aclarar un malentendido o
na a las doce; Correcto, te espero mañana, etc.). A este respecto, la hablar con franqueza respecto de un conflicto. La conversación es
TERMINACION posee una función típica para la planificación global así el lugar en el que se pueden manifestar más o menos libremente
del trato social entre individuos. Expresa las evaluaciones de los los deseos, los anhelos, las posturas, las opiniones, los sentimientos
encuentros, establece convenciones y planea los próximos encuentros. y los planes de cada uno. No ocurre lo mismo en contextos más
Para la fase final de la TERMINACIÓN disponemos de los 'verdade- formales o en conversaciones estandarizadas o institucionalizadas.
ros' giros de cierre, como fórmulas de saludo, partículas, etc.: ¡vale!, Por eso, una conversación no sólo presupone cierta familiaridad
¡que vaya bien!, ¡ciao!, ¡adiós!, ¡hasta mañana!, ¡ánimo!, ¡a pasarlo entre los participantes sino que también implica cierta intimidad.
bien!, ¡hasta la vista!, etc. También esta serie de turnos puede estar Pues por regla general se parte del supuesto de que aquello que un
articulada en el nivel local. Como mínimo parece necesario un interlocutor manifiesta en el curso de una conversación personal y
saludo por hablante, pero a menudo ocurre que el que saluda desinhibida sobre sus propias opiniones o sentimientos, no deberá
primero repita una vez más un saludo final, como por ejemplo: ser 'publicado' por el otro interlocutor. En cualquier caso no se
(13) A: Bueno, ¡que te vaya bien! pueden deducir obligaciones formales, sociales, para un individuo a
B: Sí, ¡igualmente! partir de una conversación de este tipo.
A: ¡Adiós! Precisamente son estas características de la conversación las que la
(B: ¡Adiós!) convierten en una forma de comunicación excelente para situaciones
Así como B, en primer lugar, contesta el primer saludo, A tiene que terapéuticas: se le pide al paciente que exprese todos los deseos,
13

volver a contestar el saludo de B y dar a entender con ello a la vez sentimientos, anhelos, posturas y opiniones posibles, para que pueda
que el saludo realmente significa el final de la conversación. También analizarse hasta qué punto las manifestaciones 'libres' en una conver-
B puede realizar este último cierre. Las terminaciones de las conver- sación (confidencial) revelan algún trastorno psíquico (neurosis/psi-
saciones naturalmente permiten muchas variantes, y pueden aparecer cosis, etc.). Contrariamente a otras formas de comunicación, precisa-
recursiones de saludo/devolución del saludo mucho más largas. mente la conversación (y la narración en una conversación) carece de
Finalmente hay que destacar el hecho de que precisamente la TERML- funciones pragmáticas y sociales específicas, salvo de aquellas que
definen la situación terapéutica específica: sólo importa aquello que
1 2 SCHEGLOFF & SACKS (1973) hacen un análisis del principio y el final de la
conversación. 13 Véase nota 20 de capítulo 1.
.'45
T E X T O E INTERACCION - LA CONVERSACION LA CIENCIA DEL TEXTO 282
el paciente dice, opina, etc., y las posibles propuestas del terapeuta hemos prestado especial atención a la 'forma básica' de la microinte-
para posteriores modificaciones de comportamiento. Con este fin, el racción social y la comunicación: la conversación cotidiana. De esta
terapeuta, a ser posible, se apoya en la comprensión adquirida por el manera se ha introducido una serie de conceptos sociales básicos que
paciente mismo en cuanto a particularidades específicas de su propio cumplen un papel demostradamente importante en el análisis de la
comportamiento anterior o el de otras personas. Aquí no vamos a conversación, con lo cual, en ulteriores investigaciones sobre funcio-
entrar más en detalle sobre los numerosos aspectos terapéuticos y nes sociales de los textos, se podrá profundizar con mayor detalle en
patológicos de las conversaciones. 14
la cuestión de qué estructuras sociales más específicas influyen en las
Por último nos ocuparemos de las funciones sociales y sociopsico- estructuras y funciones de los textos. Para esta investigación textual-
lógicas de las conversaciones: una conversación puede tanto provo- sociológica sería muy importante llevar a cabo un análisis de la
car conflictos entre los participantes como aumentar el conocimiento manera en que las propias estructuras sociales (como instancias o
mutuo, la confianza u otras particularidades del microcontexto so- instituciones) son también definidas o conservadas en su situación
cial. Con frecuencia no se pretende lograr nada específico fuera del gracias a los tipos de textos que estas estructuras elaboran, lo que
coloquio en sí: no es imprescindible que una conversación tenga el reviste gran importancia, por ejemplo, en las instituciones escolares.
fin de que el otro haga algo. Este carácter reflexivo de la conversa-
ción, que mutatis mutandis también puede aplicarse a narraciones, 7.5.2 Además se ha evidenciado en este capítulo que para el análi-
chistes y literatura, también puede adoptar la función social de sis del uso social de lengua y texto hay que postular una base
meramente consolidar las relaciones ya existentes: nos paramos en la cognitiva: los individuos se comportan de acuerdo a sus interpreta-
calle para charlar un rato con un conocido, precisamente porque ciones, conocimientos, suposiciones y criterios, y lo hacen en relación
queremos que se siga manteniendo la relación de 'buen conocido'. a otros individuos, a la estructura social y al 'mundo' en general. En
Una conversación puede, por otro lado, cumplir la función de comen- el capítulo anterior hemos discutido con relativa amplitud una serie
zar o redefinir una relación: a través de la conversación conocemos a de estos principios cognitivos básicos. En la justificación del uso de
una persona, charlando conseguimos conocerla mejor, y con ello la lengua y del texto dentro del contexto social, los procesos cogniti-
podremos categorizarla mejor (amigo, enemigo, etc.). vos constituyen, por así decirlo, el vínculo entre las estructuras
Desde el punto de vista sociopsicológico, la conversación es el textuales y los comportamientos sociales: un texto sólo puede tener
lugar adecuado para la extensión y distribución de conocimientos un efecto sobre los conocimientos, las opiniones y los puntos de vista
sociales intuitivos, rumores, opiniones, posturas, estereotipos, prejui- si ha sido elaborado cognitivamente en varios niveles, con lo que el
cios, etc. Dado que sobre todo en las formas de comunicación significado y la referencia semánticos, la función pragmática, la
formales e institucionalizadas, el control de lo que se dice puede postura (estilística) y las intenciones del hablante habrán sido recons-
estar muy establecido en el sentido de una norma, por lo cual los truidos sobre la base de esta interpretación cognitiva.
hablantes aportarán más que nada contribuciones 'socialmente espe-
radas', la conversación cotidiana espontánea es la forma básica 7.5.3 Los primeros capítulos de este libro proporcionan a una
adecuada para difundir, mediante una interacción comunicativa di- posterior investigación científico-textual en las diferentes ciencias
recta, los conocimientos, las posturas, las opiniones, las habladurías, sociales una base esencial, a saber: el conocimiento de las distintas
etc., con lo que se actualizan, confirman y eventualmente modifican estructuras del texto. Aquello que hasta ahora se había practicado de
convenciones tales como normas, reglas, estereotipos y prejuicios. manera bastante intuitiva y poco sistemática bajo el concepto de
Aquí no podemos seguir ocupándonos de estos aspectos sociopsico- análisis del contenido (contení analysis), ahora puede llevarse a cabo
lógicos de la elaboración textual. Nos conformamos con subrayar el dentro de un marco bastante claro de niveles, categorías y reglas.
significado especial y sobresaliente que las conversaciones cotidianas Esta evaluación de tan vasto alcance naturalmente no quiere decir
obtienen precisamente en la elaboración social de la información. que las diferentes estructuras textuales mencionadas a lo largo de
este libro puedan analizarse actualmente todas de forma explícita y
7.5 Consideraciones finales completa. En verdad ocurre exactamente lo contrario. Fuera de los
estudios valiosos, pero a menudo intuitivos, de una larga tradición
7.5.1 En el presente capítulo se han expuesto varios proyectos de de la retórica, la poética y la doctrina de la argumentación, hace sólo
cómo estudiar el uso de la lengua y los textos en su contexto social; pocos años desde que un análisis sistemático —que incluye, entre
otros, el análisis lingüístico— de las estructuras textuales se ocupa de
Para el análisis de aspectos patológicos de la conversación y la comunicación, comprender los factores más elementales de los textos y de sus
funciones.
14

véase W A T Z L A W I C K y otros (1967).


.'45
TEXTO E INTERACCION - LA CONVERSACION
Por lo demás, es de esperar que, fuera de este análisis de textos, la
investigación de textos específicos y sus funciones en distintos con-
textos sociales y culturales muestre la necesidad de otras categorías
textuales o incluso de otros niveles de análisis.
7.5.4 A pesar de las recién mencionadas limitaciones del análisis
textual, cognitivo y de interacción comenzado en este libro, dispone-
mos ahora de un instrumental que nos permite investigar otros tipos
de textos específicos e incluir en el trabajo científico distintos efectos,
condiciones y funciones de los textos en sus contextos sociales y
culturales. Sobre todo en el campo de la psicología social y sobre la
base de los principios cognitivos y textuales aquí esbozados, hay que
realizar un amplio análisis de la influencia textual sobre opiniones,
posturas, intenciones y comportamientos, poniendo especial atención
en las instituciones educativas y los medios de comunicación de
masas. Si consideramos el gran número y la complejidad de los
factores que, además de la comprensión textual, determinan las
opiniones, los criterios, etc., nuestra actual comprensión de estos
procesos resulta alarmantemente escasa. Por esta razón, la aplicación
crítica de la ciencia del texto a estos campos de investigación parece
ser una de las tareas más urgentes de la investigación cientí-
fico-textual.
Por lo demás, ocurre desde luego algo similar en otros ámbitos
sociales en los que la influencia, la manipulación y otras formas de
ejercicio del poder desempeñan un papel importante a través de
formas particulares del uso de la lengua y del texto. Esto no sólo se
evidencia en la creación de prejuicios, sino también en la categoriza-
ción textual (documentación) de los individuos (a menudo con ayuda
de computadoras), en instituciones como las judiciales y educativas,
la previsión sanitaria, la policía y otros órganos estatales. Por ello,
este libro no sólo pretende brindar conocimientos para la compren-
sión de las estructuras textuales y sus elaboraciones o estimular
ulteriores investigaciones en muchos terrenos y problemas aún into-
cados, sino que quiere ser un alegato en favor de la 'formación',
tanto fuera como dentro de la escuela; quiere, pues, elevar al nivel
consciente las relaciones entre el uso de la lengua/el texto y los
problemas sociales y psicológicos, el poder y la desigualdad.
LA CIENCIA DEL TEXTO 286
Epílogo a la edición castellana ción de la interacción conversacional), la etnografía, el estudio del
derecho y otras ciencias sociales, para las que haría falta otra intro-
ducción. Enfocaré, pues, mi propia labor de estos últimos cinco años.

La gramática del texto


A partir de mi libro Texto y Contexto (1977), traducido al castella-
no en 1980, he realizado poca investigación sistemática en el campo
más específico del análisis gramatical del discurso. Las nociones
básicas sobre coherencia, resumidas brevemente en el segundo capí-
tulo del presente libro, parecen, no obstante, seguir siendo válidas en
lo fundamental. Sin embargo, hacen falta algunas observaciones
adicionales. En primer lugar habría que destacar que en los últimos
años hemos sido testigos de un creciente interés por la descripción
textualmente significativa de la sintaxis, sobre todo en los Estados
Unidos (donde la gramática del texto no había sido particularmente
popular, no más que la mayoría de las contribuciones europeas a la
lingüística). Así, en una colección de ensayos bajo el significativo
título de Discourse and Syntax (Givón, comp., 1979), encontramos
no sólo los habituales ensayos sobre la estructura global del discur-
so, por ejemplo en términos de párrafos, sino también una nueva
aproximación a la sintaxis de la oración. Esta aproximación funcio-
nal enfatiza el hecho de que las categorías y reglas sintácticas no son
simplemente autónomas, sino una función del contexto, es decir,
tanto de la situación social como del discurso en los que suelen estar
integradas las oraciones. Y, en efecto, como ya habíamos sugerido
en nuestra temprana labor sobre la gramática textual, la mayor parte
Cinco años han pasado desde la publicación de la versión holan- de las categorías de oraciones, así como los fenómenos del orden de
desa de este libro. En un campo nuevo y en continuo desarrollo las palabras, son sensibles al contexto o al texto. Esto es obvio para
como el de los estudios del discurso, estos cinco años han presencia- los habituales marcadores de cohesión, como los pronombres, demos-
do, desde luego, la publicación de numerosos estudios nuevos. Por trativos y varios tipos de conectivos. Pero desde luego vale lo mismo
eso comencé a escribir un nuevo capítulo para esta traducción caste- para la estructura tópico-comento de las oraciones y, por tanto, para
llana de Tekstwetenschap, en el que me proponía dar cuenta de los el orden de las palabras o los morfemas que expresan esta estructura.
nuevos desarrollos más importantes en este campo. Sin embargo, Y lo mismo rige para relaciones sintácticas como sujeto y objeto. De
pronto se evidenció que para semejante resumen haría falta otro esta manera, la estructura sintáctica es función no sólo de estructu-
libro, y que incluso una visión superficial de la nueva bibliografía ras semánticas, sino también de coerciones impuestas por el discur-
insumiría meses de lectura y preparación. Renuncié, pues, a la tarea, so, como el tópico semántico (macroestructura) de secuencias de
y escribí en cambio este epílogo, en el que sólo podré resumir oraciones o discursos enteros. Observaciones similares pueden hacer-
brevemente mi propia evolución en el campo de los estudios del se con respecto a las categorías (y los tiempos) verbales en las
discurso, sobre el fondo de los demás avances notorios en este oraciones. En el discurso, la identidad y el cambio en los tiempos
campo. Con todo, pese a que durante los últimos cinco años se ha verbales no son, desde luego, arbitrarios, sino que dependen de
investigado mucho, incluso por mi parte, el contenido de este libro parámetros temporales de los episodios, por ejemplo —en relatos—
sigue vigente. Se han discutido los ámbitos más importantes del en el caso de flashbacks o cambios de perspectiva. En efecto, muy
análisis del discurso, incluida la psicología de la elaboración del pocas son las propiedades sintácticas de las oraciones que parecen no
texto y el estudio de la interacción conversacional. Quedó excluido el depender sistemáticamente de tales imposiciones del discurso. La
estudio del discurso en otras disciplinas como la sociología (a excep- conclusión obvia de los muchos estudios empíricos y teóricos que
287 EPILOGO A LA EDICION CASTELLANA LA CIENCIA DEL TEXTO 288

han verificado esta afirmación en años recientes es efectivamente que mínimo de intersubjetividad en la comprensión y comunicación, se
las gramáticas deberían ser también, por definición, gramáticas del infiere, pues, que la mayor parte de las condiciones de coherencia
texto, en el sentido de que tendrían que dar cuenta de las estructuras deberían ciertamente formularse en términos de esquemas (o scripts)
oracionales dentro de un marco más amplio, que incluyera las estruc- de conocimientos intersubjetivos. Mientras que un lingüista formula-
turas lingüísticas del discurso monológico y, por supuesto, estructu- ría una parte de estos conocimientos en términos de léxico, un
ras conversacionales. Por otra parte, esto no significa que todas las psicólogo más bien los especificaría en términos de recuerdos episó-
estructuras textuales deberían ser explicadas en una gramática, como dicos y el conocimiento general de palabras o scripts de los hablan-
podemos ver fácilmente en el estudio del estilo, los recursos retóri- tes. Estos scripts incluyen los conocimientos típicos de una sociedad
cos, las estructuras esquemáticas o la recepción de turnos en la o cultura acerca de las estructuras posibles de los episodios.
conversación.
Un segundo punto que debemos tratar aquí concierne a la natura- Macroestructuras
leza de la coherencia local en el discurso. Hemos hecho una diferen- De hecho, se pueden hacer observaciones similares acerca de la
cia entre coherencia local condicional y funcional. La primera de ellas noción de macroestructura semántica. En este libro hemos supuesto
es bien conocida y explica las conexiones causales habituales entre que la macroestructura de un discurso es la reconstrucción teórica de
hechos denotados por proposiciones, y a menudo se la señala por lo que suele llamarse el tópico de un discurso, es decir, su informa-
conectivos como porque, por lo tanto o como resultado de. El otro ción más importante. Y para derivar semejante tópico de un texto
tipo de coherencia local es mucho más difícil de definir. Lo hemos hemos postulado una serie de (macro-)reglas que destruyen la infor-
llamado «funcional», porque en tales conexiones a una proposición mación no significativa y generalizan e incluyen información en
se le puede asignar una función específica respecto de otra proposi- (macro-)proposiciones de un nivel superior. Es obvio que como
ción anterior en el texto. Una proposición puede funcionar, por nuevamente estamos tratando el sentido de un discurso, pero ahora
ejemplo, de especificación, generalización, contraste o ejemplo de en un nivel más global, deberemos destacar los mismos hechos que
una proposición previa. Grimes (1975) llamó «retóricas» tales co- en la coherencia local, sobre todo el de que la formación de macroes-
nexiones. Ahora bien: en el coloquio, por ejemplo, los hablantes tructuras en un texto depende también de la información cognitiva
recurren todo el tiempo a este tipo de coherencia funcional, en (subjetivamente variable) de los hablantes. Es decir que para deducir
especial por razones estratégicas. De este modo pueden «retomar», un tópico de un discurso necesitamos scripts. Y como las macroes-
«corregir», «enfatizar» o «mitigar» lo que se acaba de decir. En otras tructuras dan cuenta de lo «más importante» de un discurso, debe-
palabras, tales vínculos de coherencia van pareciéndose mucho más ríamos percibir que en principio todo lector/oyente puede asignar a
a estrategias semántico-pragmáticas o interactuales para establecer un texto una macroestructura diferente, subjetiva, según sus propias
vínculos de coherencia en o entre turnos de habla. Habrá que seguir metas, perspectivas u opiniones. De todos modos, una vez más, este
profundizando en este tema para definir y describir detalladamente hecho no permite derivar interpretaciones globales totalmente arbi-
estas conexiones de coherencia. trarias. En primer lugar, el hablante/escribiente emplea muchos
Por último, en la frontera entre la lingüística y la psicología habría recursos para señalar la macroestructura «correcta» o «que tenía
que volver a destacar —pese a que no prestemos atención a ese intención de expresar», como sumarios, títulos, anuncios u oraciones
asunto en este libro— que la coherencia no es (sólo) una especie de temáticas. En segundo lugar, el lector/oyente tiene también un mo-
fenómeno «objetivo» del discurso. Al ser un aspecto del significado delo cognitivo del hablante/escribiente y por tanto tratará de actua-
o de la interpretación de un discurso, también es, desde luego, lizar el conocimiento que sea relevante para comprender el tópico
subjetiva, y depende de la comprensión de los hablantes. Sobre la del hablante/escribiente, de modo que la comunicación eficaz siga
base de sus experiencias previas, conocimientos, metas y perspectivas siendo posible. Por supuesto, esto no impide asignar al discurso una
personales, así como sus opiniones y actitudes, los hablantes asignan interpretación global más personal, «sesgada». Por último, como
una coherencia al discurso que leen u oyen o del que participan. En veremos más adelante, la asignación de macroestructuras no es sólo
otros términos: la coherencia no es una mera propiedad abstracta del una operación basada en reglas, sino también estratégica.
discurso, de la que haya que dar cuenta en la semántica de una En nuestra monografía sobre macroestructuras (Macrostructures,
teoría del discurso o una gramática del texto, sino un fenómeno 1980) tratamos de explicar el hecho de que las «interpretaciones
interpretativo dinámico de comprensión cognitiva en el que intervie- globales» no sólo son relevantes para la producción y comprensión
nen varios tipos de conocimientos subjetivos. A fin de garantizar un
289 EPILOGO A LA EDICION CASTELLANA LA CIENCIA DEL TEXTO 290
del discurso, sino también para la elaboración de todo tipo de tratarán de arribar lo más eficazmente (rápida y comprensivamente)
información compleja. Esto significa que la noción es también rele- posible a la interpretación de una oración, una secuencia de oracio-
vante, por ejemplo, para la interpretación y «producción» (planifica- nes o un discurso. Esto puede significar que se hagan «conjeturas»,
ción, ejecución) de acciones complejas. En ese marco también pode- es decir, hipótesis eficientes que luego se podrán confirmar, ajustar
mos explicar la noción de macroacto de habla en pragmática. En o rechazar. En nuestro libro mostramos la manera en que los ha-
ambos casos es el modelo cognitivo el que nos proporciona la base blantes asignan proposiciones a las oraciones, «combinan» estraté-
teórica para una explicación adecuada de la elaboración «global» gicamente proposiciones por vínculos de coherencia local, deducen
tanto del discurso como de la (inter-)acción, incluidos los actos de estratégicamente macroestructuras del discurso y utilizan estratégica-
habla y las conversaciones. mente sus conocimientos (scripts o representaciones similares) a fin
de poder asignar tales interpretaciones.
La elaboración del texto - un modelo cognitivo Otro rasgo de nuestro nuevo modelo es la hipótesis de que en la
memoria episódica no sólo tenemos una representación textual (RT)
Como puede colegirse de las anteriores observaciones, en los como resultado del proceso de comprensión, sino que toda la inter-
últimos años mi perspectiva general del discurso se ha visto muy pretación tiene que basarse en lo que llamamos un modelo de situa-
influida por la psicología cognitiva. En efecto, la mayor parte de mi ción (MS) en la memoria episódica. Un MS de este tipo es una
trabajo de la última década la he efectuado en el área del desarrollo estructura integrada de experiencias previas que incluye textos leídos
de modelos cognitivos para la comprensión del discurso. Una gran anteriormente, pero que también incorpora información actualizada
parte de esta tarea la he realizado en colaboración con Walter de los scripts. El modelo de situación es, por decirlo así, una «ima-
Kintsch, de la Universidad de Colorado, en Boulder (Estados Uni- gen» cognitiva del fragmento de mundo del que trata el discurso.
dos). Nuestro primer modelo fue resumido en el informe de Kintsch Completa toda la información sobre la situación y permite, por
y van Dijk (1978), y muchas de las ideas formuladas en este libro tanto, la plena comprensión del discurso. Esa información, sin em-
derivan de aquel trabajo. Bajo la influencia de aquel escrito y de bargo, no es expresada por el discurso mismo; añade, por ende,
otros trabajos independientes en psicología e inteligencia artificial, todas las «presuposiciones» del hablante. El MS es crucial para dar
surgió una verdadera moda en esta área de la elaboración del texto: cuenta de la coherencia local y global, especificando por ejemplo las
en revistas y libros destacan numerosos escritos de orientación tanto relaciones entre los «hechos» de los que hemos hablado y proporcio-
teórica como práctica, y las aplicaciones fueron especialmente popu- nando la base para la referencia y correferencia en el texto. Por
lares en psicología educativa, como por ejemplo en el estudio de la último, y entre muchas otras funciones importantes, este modelo de
lectura. situación permite explicar elegantemente el hecho de que el hombre
«actualice» sistemáticamente sus conocimientos sobre el mundo. Si,
En lo que respecta a mi propia labor con Walter Kintsch, en estos por ejemplo, leemos en el periódico en días consecutivos las noticias
últimos años hemos desarrollado un modelo más comprensivo, que acerca de la guerra civil en El Salvador, desde luego no tendremos
corrige también algunos de los principios del primer modelo. Mien- acceso a cada uno de los artículos. Más bien nos iremos forjando
tras que éste aún era predominantemente «estructural», nuestro nue- gradualmente una «imagen» de aquella guerra civil, sobre la base de
vo modelo debería llamarse «estratégico». Esto significa que en vez la RT en la memoria episódica, construyendo así un modelo de
de operar con reglas y estructuras abstractas prefijadas, ahora prefe- situación de la guerra civil. Al leer un nuevo artículo sobre El
rimos trabajar con operaciones cognitivas más flexibles de compren- Salvador, sólo necesitaremos activar el correspondiente MS, y podre-
sión del discurso, a saber, con estrategias. A diferencia de una regla, mos entonces entender los nuevos detalles, rellenar lo que quede
una estrategia puede operar sobre información estructural incomple- implícito en este nuevo texto y poner al día los nuevos datos de
ta (como por ejemplo las primeras palabras de una oración, y no conocimientos según se infieran del texto. De esta forma, el modelo
únicamente sobre la oración en su conjunto); recibe información de de situación es al mismo tiempo la base empírica del proceso de
varios niveles al mismo tiempo (no exclusivamente, por ejemplo, aprendizaje. Mediante la descontextualización, generalización y abs-
información semántica, sino también fonológica, sintáctica, pragmá- tracción podremos construir así esquemas de conocimientos más
tica, contextual y cognitiva, como los scripts o los recuerdos episódi- generales, como los scripts, por ejemplo, un script de G U E R R A CIVIL.
cos); está dirigida hacia un objetivo, por lo cual depende de los Finalmente, como veremos más adelante, el MS puede bien ser la
objetivos e intereses personales de los hablantes; y globalmente, su mejor ubicación para nuestras opiniones habituales sobre algún acon-
propiedad más importante es ser lo más eficaz posible. Los hablantes tecimiento; por ejemplo, nuestras opiniones (políticas) sobre la guerra
291 EPILOGO A LA EDICION CASTELLANA LA CIENCIA DEL TEXTO 292

civil en El Salvador. Y es obvio que un MS con esas opiniones listo, y deberíamos tratar de hallar una evidencia tanto para su
también influirá en nuestra comprensión (y, por ende, en nuestra carácter estructural como para su uso efectivo en la elaboración del
evaluación) de la nueva información sobre El Salvador en el discurso. De ese modo es plausible que la activación de opiniones
periódico. pueda influir en la busca léxica en la memoria semántica, la construc-
ción de proposiciones, el establecimiento de la coherencia local y la
derivación de macroestructuras. Así, las opiniones no sólo asignan
La psicología social de la elaboración del discurso «valores» a proposiciones locales o globales, sino que también pue-
den determinar lo que es relevante, importante y, por tanto, la
Aquí nos encontramos con un área de investigación que durante estructura de las proposiciones y del tópico total en la memoria. En
años ha sido una de las principales motivaciones de mi trabajo sobre un experimento actualmente estamos intentando mostrar cómo los
el discurso, a saber, el tema de las funciones y los efectos sociales del lectores de un artículo periodístico pueden «cambiar» la macroestruc-
discurso. En este tipo de trabajo deberían hacerse más explícitas tura intencionada del artículo realzando un tema de nivel inferior,
nociones del tipo de la «persuasión» y «manipulación», después de porque conforme a sus opiniones o actitudes personales resulta más
su anterior y menos satisfactorio tratamiento en la retórica, por un importante para ellos. De esta manera, por ejemplo, un artículo
lado, y en la psicología social, por el otro. Con un modelo cognitivo sobre una cuestión político-legal (la persecución de criminales de
de elaboración del discurso, tal como se lo ha bosquejado antes, guerra) puede convertirse para el lector ante todo en un artículo con
ahora estamos al fin en condiciones de formular explícitamente el un tópico mucho más emocional, a saber, las atrocidades de los
proceso de comprensión, representación y «utilización» del discurso. crímenes de guerra.
En otras palabras, el complejo proceso de la persuasión puede
finalmente analizarse en subcomponentes empíricamente verificados Otra manera de estudiar el papel de las opiniones y actitudes es
y teóricamente sólidos. Ahora sabemos aproximadamente cómo es- seleccionar un subámbito específico de actitudes y analizar sistemá-
tán organizados los conocimientos y cómo se adquieren y por tanto ticamente la evidencia empírica para este campo. Por eso estamos
se modifican sobre la base de la información textual, y por tanto emprendiendo actualmente el estudio del prejuicio racial, a saber, el
podemos intentar explicar el importante aspecto del cambio de opi- prejuicio contra minorías étnicas (negros de Surinam y trabajadores
niones y actitudes y el papel de las ideologías en la elaboración del extranjeros turcos y marroquíes) en Holanda. Así hemos estudiado
discurso y la comunicación. la expresión, a veces muy indirecta y sutil, de actitudes étnicas en los
periódicos y libros de texto, y también en conversaciones y relatos
Ahora bien: con el fin de estudiar eficazmente este problema muy cotidianos. Así estamos ahora en condiciones de mostrar qué «con-
general y complejo, lo hemos dividido en varios componentes, cada tenidos» cognitivos pueden estar presentes en las actitudes étnicas
uno de ellos vinculado a modelos teóricos separados y a una evalua- respecto de los «extranjeros» en Holanda, al menos entre ciertas
ción experimental u otras formas de evidencia empírica. Una prime- personas, y en especial, de qué manera pueden analizarse las estrate-
ra tarea sería la de idear un modelo apropiado de «cogniciones gias conversacionales y narrativas como manifestaciones (indirectas)
subjetivas» como las creencias, opiniones y actitudes. Pese a que de estrategias cognitivas para la manipulación de opiniones étnicas.
ahora tenemos el ejemplo de modelos de conocimientos, p. ej. bajo Los futuros trabajos experimentales en este caso deberán complemen-
la forma de scripts, se ha evidenciado que la representación de tarse con ulteriores datos sobre hipótesis más específicas derivadas
opiniones y actitudes no es tan simple, entre otras cosas porque de este tipo de análisis textual de conversaciones.
intervienen conceptos tan notoriamente vagos como «valores», «emo-
ciones» o «afectos». Sea como fuere, consideramos las opiniones
como creencias evaluativas, distinguimos entre opiniones particula- Noticias
res y generales y definimos las actitudes como esquemas de opinio-
nes (generales). Esto quiere decir que las actitudes son, en principio, Por fin, otra área de aplicación en nuestro trabajo de los últimos
estructuras del tipo de los esquemas cognitivos jerárquicos que cono- años ha sido el análisis de noticias de la prensa. También aquí es
cemos de la investigación de la inteligencia artificial acerca del necesaria una aproximación interdisciplinaria. En primer lugar tuvi-
conocimiento. Sin embargo, en ese caso también tendremos que mos que realizar el habitual «trabajo de base», es decir, idear un
incorporar valores, planes o metas individuales de las personas. Por modelo estructural para el discurso de las noticias. Se verifica, por
ahora no sabemos cómo se podrá desarrollar exactamente este mo- ejemplo, que las estructuras convencionales del discurso de noticias
delo. Sin embargo, no podemos esperar a que el modelo teórico esté de la prensa puede explicarse en términos de un esquema de noticias
293 EPILOGO A LA EDICION CASTELLANA
LA CIENCIA DEL TEXTO 294
especifico, destacando categorías como ACONTECIMIENTO PRINCIPAL, den los periodistas para contactar, hablar con alguien, escuchar,
HISTORIA, ANTECEDENTES, CONSECUENCIAS O EXPECTATIVAS. T a m -
bie'n habrá que interesarse por las coerciones de coherencia local y interpretar o resumir fuentes y discursos? Es decir: ¿de qué manera
global específicas en el discurso noticiero. Se ve, por ejemplo, que (re-)construyen los acontecimientos sociales y políticos como aconte-
aquí se establece con mucha frecuencia una coherencia local funcio- cimientos de noticias, y cuáles estrategias se emplean en la produc-
nal. Finalmente se destaca que la organización del discurso noticiero ción real del discurso noticiero? Todas estas cuestiones tendrán que
está determinada por un principio de relevancia: los títulos, el enca- ser tratadas en ulteriores trabajos empíricos en esta área.
bezamiento y el ordenamiento del texto no son cronológicos ni
lógicos, sino que más bien están determinados por un principio de
primacía: los aspectos más importantes vienen los primeros. Relevancia social
Desde luego, toda esta investigación «aplicada» no se realiza
Pero tal como se puede esperar de los discursos de los medios simplemente como un «ejemplo» del papel de las opiniones y actitu-
masivos de comunicación, así como del discurso en el contexto social des en la elaboración del discurso. Más bien deberíamos darnos
en general, estas estructuras de las noticias no son simplemente cuenta de que el análisis del discurso o la construcción de modelos
autónomas, sino que vienen determinadas por varias imposiciones de cognitivos o sociales de uso del discurso no tendrían que ser un fin
su producción y uso. Obviamente, la estructura de relevancia de los en sí mismas. Nuestro conocimiento de causa debería estar orientado
artículos de periódicos también se usa a fin de señalizarle al lector hacia la aplicación práctica, p. ej., a fin de comprender (e incluso
qué es lo importante o relevante (según el periódico en cuestión). quizá de remediar) eficientemente importantes problemas sociales.
Es este el caso de los prejuicios raciales, discriminaciones, manipula-
En otras palabras, la estructura de las noticias es un indicio ciones, etc., y pueden citarse muchas aplicaciones más del análisis
importante en el proceso de comprensión de los lectores, y por tanto del discurso (para algunos ejemplos, véase el último volumen del
influirá sobre la representación textual última y la puesta al día del Handbook of Discourse Analysis, van Dijk, comp., 1983). A través de
modelo de situación en la memoria episódica. Los títulos y encabe- un largo rodeo por la lingüística, la lógica, la filosofía y la psicolo-
zamientos expresan primariamente macroproposiciones y —si se leen gía, esto significa que ahora podemos por fin intentar aplicar nuestra
primero— «guiarán» la comprensión y la estructura de relevancia penetración en las estructuras y funciones del discurso al contexto
de la representación de las noticias en la memoria episódica, y las social y cultural. Sin duda, los problemas en esta área seguirán
maneras en que se pone al día el modelo de situación. De modo ocupándonos durante muchos años, y esperamos que esto no sólo
similar, la estructura de las noticias expresa los «valores (de base contribuya a la solución de estos problemas, sino que también
ideológica) de las noticias» del periodista: a lo que sea relevante e tengan su realimentación en los propios estudios del discurso. En ese
importante también se le asignará una posición destacada en la caso, los puntos importantes serán dictados no sólo por las modas
organización de los párrafos de las noticias. Esta organización es, del momento o el progreso de atractivas teorías, sino también por las
por consiguiente, un reflejo tanto semántico cuanto estructural de la demandas de nuestra responsabilidad social. Dado que los problemas
interpretación subjetiva o incluso de la reconstrucción de los aconte- sociales de esta naturaleza —prejuicios, discriminación, racismo,
cimientos sociales y políticos por parte del periodista. También nos sexismo, comunicación internacional, etc.— son extremadamente
encontramos con que la mayor parte de las rutinas sociales en las complejos, la aproximación requerida será esencialmente interdisci-
que los periodistas se ven envueltos durante la recolección de noti- plinaria. Hemos visto antes que los conocimientos combinados de
cias aparecen como «textuales». Esto significa que los periodistas las orientaciones lingüística, psicológica y social de la investigación
casi nunca tratarán con los «hechos» mismos, sino con versiones ya en estudios del discurso pueden comenzar ahora a brindar la base
«codificadas», es decir, interpretaciones o construcciones de los he- para este tipo de investigación interdisciplinaria. A pesar de que este
chos en forma de discursos de muchas fuentes: informes de testigos libro sólo narre una parte de una historia naciente, esperamos que
oculares, entrevistas, conferencias de prensa, resúmenes de prensa, pueda servir de modesta contribución a ese esfuerzo interdisci-
declaraciones, relatos o discursos de otros medios. En otras palabras: plinario.
producir noticias es de hecho una forma de elaboración compleja del Amsterdam, enero de 1983 T E U N A . VAN D I J K
discurso en el contexto institucional del periódico y los medios
masivos. Desde luego, será muy importante establecer empíricamen-
te la naturaleza de estas formas de elaboración textual: ¿cómo proce-
LA CIENCIA DEL TEXTO 296

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303 BIBLIOGRAFIA

Aquellos que deseen familiarizarse más con el campo de la ciencia del texto pueden
servirse de las siguientes notas. Unicamente se relacionan aquellos títulos que garan-
tizan una visión general sobre determinados sectores de la ciencia del texto. Las notas
son abreviadas; para las indicaciones más detalladas se remite a las notas.
A. Bibliografía para la ciencia de! texto
Dressler & Schmidt (1973), sobre todo para la lingüística textual.
B. Visión general (interdisciplinar)
Dressler (comp.) (1977).
C. Lingüística y gramática textual
Halliday & Hasan (1976) y Werlich (1976) para la descripción de estructuras textuales
en inglés. Para los idiomas no-indoeuropeos, véase p. ej.: Longacre (comp.) (1976). En
Van Dijk & Petófi (comps.) (1977) se encuentran ejemplos de descripciones textuales
con diferentes métodos.
Petófi & Rieser (comps.) (1973), Schmidt (1973), Grimes (1975), Van Dijk (1972 a,
1977 a), Kummer (1975) así como Petófi (comp) (1979), proceden de una forma más
bien teórica.
Para la pragmática del texto, véase Van Dijk (1980 b).
D. La literatura, la estilística y la retórica como ciencias del texto.
Schmidt (1973), Ihwe (1972), Plett (1975), Gülich & Raible (1977), Sanders (1973),
Sowinski (1973) Van Dijk (1971 a, b; 1972 a, b).
Para la retórica véase Ueding (1976).
E. Psicología de la elaboración textual
Kintsch (1974), Meyer (1975), Just & C'arpenter (comps.) (1977), Freedle (comp.)
(1977) y Van Dijk & Kintsch (1977).
Psicoterapia: Labov & Fanshel (1977).
Psicopatología de la elaboración textual (afasia): Engel (1977).
F. Análisis de la conversación: Texto e interacción
Sudnow (comp.) (1972), Turner (comp.) (1973), Sacks e.a. (1974), Henne & Rehbock
(1979).
G. Psicología social y sociología de la elaboración textual: comunicación de masas
Robinson (1972), Gerbner e.a. (comps.) (1969) y Lisch & Kriz (1978) para el análisis
de contenido. Sandell (1977) para la influencia del estilo dentro del contexto persuasivo.
Fishbein & Ajzen (1975) para la manipulación en el sentido de la influencia en general.
Tan sólo existen unos pocos estudios sobre la elaboración textual en este campo, a
excepción de los realizados para los tipos de texto específicos (propaganda, publici-
dad, noticias, etc.); sin embargo, en el ámbito (de la investigación general) de la
comunicación se encuentra un amplio material, por ejemplo De Sola Pool & Schramm
e.a. (comps.) (1973) y Prokop (comp.) (1972-1977).
H. Antropología/Etnografía: Texto, comunicación y cultura.
Gumperz & Hymes (comps.) (1972). Bauman & Scherzer (comps.) (1974).
I. Series, ediciones seriadas
Existen unas pocas series, en cuyo seno se publican libros sobre la ciencia del texto
(lingüística de texto/elaboración textual/etc.):
a. Papiere zur Textlinguistik/Papers in Textlinguistics, Hamburgo, Buske, desde 1972;
b. Research in Text Theory/Untersuchungen zur Texttheorie, Nueva York, Berlín, de
Gruyter, desde 1977;
c. Discourse Processes. Norwood, N.J.. Ablex. desde 1977:
./. Revistas
a. Discourse Processes, Norwood. N.J. Ablex, desde 1978.
b. Text, La Haya, Mouton. a partir de 1980.

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