Colonia
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Así también surgieron algunas instituciones empresariales durante este periodo entre las
cuales tenemos:
• La encomienda
La encomienda fue una institución que permitió consolidar la dominación del espacio que
se conquistaba, puesto que organizaba a la población indígena como mano de obra
forzada de manera tal que beneficiaran a la corona española.
En las Antillas,
Se dio en forma de repartimientos de indios para trabajos forzados en las explotaciones
de oro y también para que proporcionaran alimentos, e hicieran construcciones. Sin
embargo, pronto fueron reemplazados por esclavos africanos, más funcionales a esta
economía tropical.
En Centroamérica
Se dieron el tributo en trabajo hasta el pago con granos de cacao, cuyas plantaciones
pronto comenzaron a ser vistas desde el punto de vista comercial.
En las zonas de mayor población, fueron fundamentales los sistemas políticos locales, ya
que los hispanos se apoyaron en los cacicazgos para poder acceder a la tributación.
En el Alto Perú
En Chile
EL TÍTULO DE ENCOMIENDA
Nuevas leyes
En 1542 Carlos I, tras 50 años de existencia de la encomienda, considera que los indios
han adquirido el suficiente desarrollo social como para que todos los indios deban ser
considerados súbditos de la Corona como el resto de españoles. Por eso, se crean en 1542
las Leyes Nuevas, donde queda consignado que:
a) Influyó el fuerte descenso poblacional indígena que se produjo a lo largo del siglo XVI.
Sin población indígena no había encomienda.
MITAS
La mita del quechua “turno del trabajo” “estación del año” era un sistema de trabajo en
Sudamérica, específicamente en la Región Andina. Era un sistema de trabajo por turnos
que se utilizó tanto en la época incaica como en el de la colonia.
«La mita consiste en que todos los pueblos deben dar a las haciendas de su pertenencia
un número determinado de indios para que se empleen en su trabajo y otro número se
asigna a las minas, cuando habiéndolas registrado sus dueños han conseguido que se les
conceda mita para hacer sus labores con más conveniencia»
CARACTERÍSTICAS
• Fue el trabajo obligatorio que tenían que cumplir los indígenas en beneficio del
Estado a trabajar por turno en labores de construcción de caminos, puentes,
fortalezas, centros administrativos, templos, acueductos, explotación de minas,
etc.
• Trato inhumano: Decenas de miles de indígenas fueron sometidos a la mita, un
sistema que ya era habitual en el incario, pero cuyo uso intensificaron los
españoles, y creció aún más a instancias del virrey Francisco Álvarez de Toledo,
ante la falta de mano de obra para la minería. A los mitayos (como se llamaba a
los indios sometidos mita) se les hacía trabajar hasta 15 horas diarias, cavando
túneles, extrayendo el metal manualmente o a pico, etc. Eran muy frecuentes los
derrumbes y otros accidentes, que ocasionaban la muerte de cientos de
trabajadores. Las rebeliones eran ahogadas a sangre y fuego. Es probable que
hasta 15.000 indígenas hayan muerto en la explotación de la plata, entre 1545 y
1625.
• Tipos de mitas
Mita minera: trabajo realizado por los mitayos en las minas. fue la tumba de la
nación india.
Mita obrajera: trabajo obligatorio realizado por los mitayos en los obrajes
Mita agraria: trabajo obligatorio realizado por los mitayos en las tierras del estado.
Mita de plaza: faenas laborales realizadas por los mitayos en las ciudades por un
plazo semanal, puede ser construyendo templos, municipios u otros trabajos
realizados en la urbe.
Mita de tambos: era el trabajo obligatorio en puentes, caminos o posadas.
• Salarios: Los salarios dependían de la tarea:
1. Dentro de la mina: 3,5 reales.
2. Ingenios y beneficios: 2,75 reales.
3. Trajines desde la mina a los ingenios: 3 reales
La mita más conocida fue la relacionada con la explotación de las minas de Potosí
(actualmente en Bolivia), donde se debían trasladar anualmente 13.500 indios, según los
cálculos del propio virrey.
Los turnos se establecieron por medio de periodos de trabajo de dos semanas, seguidos
de una de descanso; la semana laboral iba de martes a sábado, dedicándose el domingo al
descanso, y el lunes a la distribución del trabajo. Esta labor de organización la realizaron
los curacas, que actuaban como funcionarios indígenas responsables de su cumplimiento.
Una leyenda sostiene que los incas ya conocían la existencia de plata en el cerro y querían
obtener esos metales, pero cuando el emperador inca intentó comenzar la explotación del
cerro, este lo expulsó mediante una estruendosa explosión (de donde deriva el nombre del
lugar, "¡P'utuqsi!"), prohibiéndole el extraer la plata, que estaba reservada "para los que
vinieran después". Los historiadores ven en esta variante una deliberada influencia de los
españoles en la leyenda, para legitimar sus labores en el cerro.[cita requerida]
La inmensa riqueza del Cerro Rico y la intensa explotación a la que lo sometieron los
españoles hicieron que la ciudad creciera de manera asombrosa. La fama de su riqueza
fue tan grande que Miguel de Cervantes en su obra Don Quijote de la Mancha dice: "Si
yo te hubiera de pagar [...] el tesoro de Venecia, las minas del Potosí fueran poco para
pagarte".
La producción de plata llegó a su punto máximo alrededor del año 1650 (100 años de
producción), momento en el cual las vetas empezaron a agotarse, y Potosí entró en un
camino cuesta abajo del que no pudo recuperarse jamás.
OBRAJES
Los obrajes fueron pequeños talleres textiles que existieron en América desde la mitad
del siglo XVI hasta principios del siglo XIX. Tuvieron gran importancia en México y
Perú. Nació en estos dos lugares ya que permitía a los conquistadores y colonos españoles
disponer de los recursos naturales y de la fuerza de trabajo de los vencidos en forma de
esclavitud ilegal o de servicios personales prohibidos por la ley
Fueron centros dedicados a la manufactura de textiles de lana ovina (introducida por los
españoles en América), de algodón (muy utilizada en América antes de la llegada de los
españoles) o de lana de alpaca. Se centraron principalmente en centros mineros,
controlados por encomenderos españoles y trabajados por indígenas.
Los obrajes eran siempre trabajados por mano de obra indígena, tanto hombres como
mujeres y niños, en condiciones de trabajo muy duras, prácticamente en condiciones de
esclavitud o semi esclavitud, con jornadas de trabajo de 12 horas de duración, estos
abusos contra los trabajadores llevaban a la enfermedad y muerte de estos, o en otro caso
fuga de trabajadores.
La mano de obra era adquirida principalmente con indígenas que habían cometido algún
delito o con indígenas que eran contratados y luego se les conseguía retener con la técnica
del endeudamiento, que consistía en prestarles dinero o especies a un alto precio para
completar su exigua alimentación, que los trabajadores no podían devolver después.
El primer obraje fue instaurado por Antonio de Ribera y su esposa Inés de Muñoz en el
valle del Jauja, actual Perú, en el año 1545. A partir de ese año, los obrajes se
multiplicaron con gran rapidez en los años siguientes en ambos Virreinatos debido a la
gran demanda de vestimenta de distintas calidades (bayetas, jergas, frazadas, alforjas,
medias, sombreros, costales) que tenían los cada vez más numerosos indígenas mineros,
cuyo número había crecido mucho durante las décadas centrales del siglo XVI, cuando
fueron descubiertas las minas de plata en el actual México y la mina de mercurio de
Huancavelica, en Perú.
La institución de los obrajes se extendió sobre todo a partir de la década de los setenta,
debido a la unión de diversos factores: aumento de la población indígena tras décadas en
claro descenso tras la llegada de los españoles; apogeo de la producción agro pastoril y
una política de concentración de la población indígena por parte de la Corona española.
Los obrajes vinieron a cubrir un vacío en el sector textil existente en todo el territorio y
funcionaron perfectamente durante los siglos coloniales porque siempre tuvieron
importantes pedidos por toda América para cubrir las necesidades de vestimenta y paños
demandadas por la población que vivía en los centros mineros y en las ciudades.
Tipos de obrajes:
1. Los obrajes enteros: eran aquellas fábricas de mayor tamaño en las que podían
operar 12 telares (máquina para tejer, de madera o metal).
2. Los obrajes medios: eran aquellos que tenían entre 6 y 12 telares y tenían además
un batán (máquina de piedra destinada a transformar tejidos abiertos en otros más
tupidos y que funcionaba con la corriente de agua. Fueron muy habituales en
España y en América hasta el siglo XIX), y un molino.
3. Chorrillos: que eran pequeñas fábricas con 6 telares o menos y que además
carecían de batán. Los chorrillos eran generalmente mantenidos por un núcleo
familiar y solo producían tejidos de la más baja calidad.
El negocio de los obrajes quedó en manos de unos cuantos encomenderos y hombres ricos
castellanos que tenían el dinero suficiente para correr con los gastos iniciales para montar
el obraje; tenían a su vez una cabaña ganadera suficiente para obtener la lana o el algodón
necesarios; y, además, contaban con una buena cantidad de indios que iban a trabajar para
él en el obraje.
Durante el siglo XVIII los obrajes decayeron debido a una entrada masiva de productos
textiles de baja calidad desde diversos puntos de Europa, principalmente desde Inglaterra,
que inundaron los mercados locales con precios más bajos que la ropa que vendían los
comerciantes locales. Finalmente, la Revolución Industrial terminó por darle la puntilla a
esta forma de trabajo indiano.
REFORMAS BORBONICAS
Las reformas borbónicas fueron los cambios estructurales (Económicos, políticos
sociales, territoriales) dados por la dinastía de los Borbones en España y sus colonias,
durante el siglo XVIII.
Carlos III de España (1759-1788) fue el principal impulsor de las reformas borbónicas en
el siglo XVIII
Objetivos de las reformas
Los Borbones querían terminar con el sistema comercial monopólico, que favorecía el
contrabando y la evasión de impuestos: por ello aplicaron el reglamento de libre
comercio.
El Real Convictorio de San Carlos (actual casona de la UNMSM) fue un antiguo colegio
jesuita confiscado por el estado español como parte de la política eclesiástica de los
Borbones.
La rebelión de Túpac Amaru II fue una de las más violentas reacciones contra los cambios
introducidos por las reformas borbónicas, que agudizaron la explotación del indio,
mediante la nueva recaudación de Impuestos y la reactivación de la mita minera.