Fallo de Tutela de Segunda Instancia
Fallo de Tutela de Segunda Instancia
Fallo de Tutela de Segunda Instancia
RAMA JUDICIAL
CavOir SIMAr
dolz~n.
ASUNTO
1. ANTECEDENTES:
Pretende por esta vía constitucional se ordene inaplicar por ineficaz los efectos de la
sanción disciplinaria impuesta por la Sala Jurisdiccional Disciplinaria del Consejo
Superior de la Judicatura mediante proveído del 6 de abril de 2017 dentro del radicado
2012-00833; en consecuencia, ordenar a la Dirección Ejecutiva de Administración
Judicial el pago de todos los salarios y demás emolumentos dejados de percibir
durante el tiempo que dure la sanción.
2.- Para sustentar su solicitud de tutela la accionante aduce que en el desarrollo del
proceso y al proferirse la sentencia sancionatoria se configuraron tres de las causales
de procedencia de la acción de tutela en contra de providencias judiciales: (i) defecto
procedimental absoluto, (ii) defecto fáctico y (iii) decisión sin motivación.
Ajuicio de la accionante, la Sala disciplinaria dentro del fallo sancionatorio (i) no insistió
en el testimonio de JUAN DAVID BALSERO BALSERO, lo que incidió en la decisión
adoptada en el proceso disciplinario; (ii) omitió trasladar las pruebas recaudadas en el
juicio que la Sala de Casación Penal de la Corte Suprema de Justicia también adelantó
en su contra por el delito de calumnia, en el que actuaron como denunciantes los
quejosos del proceso disciplinario; y (iii) que las pruebas se analizaron de manera
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CONJUEZ PONENTE: DR. JORGE HERNÁN ARIAS POLANCO
RADICADO No. 110010102000 2017 00575 01
Señaló que el fallo sancionatorio proferido por la Sala Jurisdiccional Disciplinaria del
Consejo Superior de la Judicatura carece de motivación al imponer la gradualidad de
la sanción, la que resulta desproporcionada respecto a la falta por la que resultó
sancionada.
De otro lado, la Honorable Magistrada Julia Emma Garzón de Gómez, expresó que la
notificación es un acto de competencia exclusiva de la Secretaría de la Sala
Jurisdiccional Disciplinaria del Consejo Superior de la Judicatura sin que en ello tenga
injerencia alguna los magistrados. Sobre la jurisdicción que aún ejercían los
magistrados cuyo periodo se encontraba vencido, señaló que a partir de la entrada en
vigencia del Acto Legislativo No. 02 de 2015 que adoptó una reforma a la justicia
denominado "equilibrio de poderes", en lo atinente al Consejo Superior de la
Judicatura, en el Parágrafo transitorio 1° del artículo 19 enunció: "(...). Los actuales
magistrados de la Sala Jurisdiccional Disciplinaria del Consejo Superior de la
Judicatura, ejercerán sus funciones hasta el día en que se posesionen los miembros
de la Comisión Nacional de Disciplina Judicial", lo cual significa que la Colegiatura
conserva actualmente su competencia y está habilitada para ejercer la función
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La Conjuez doctora Luz Helena Cristancho Acosta, citada como tercero en esta acción
de tutela, expuso no haber participado en el proceso disciplinario de marras, más
informó haber conocido como ponente de la acción de tutela No. 2015-04671,
mediante la cual se cuestionó el auto de 30 de mayo de 2012, que apertura la
investigación disciplinaria contra Nelly Yolanda Villamizar de Peñaranda; el auto por
el cual se desistió del testimonio de Néstor Franco González del 23 de julio de 2012;
el auto de pliego de cargos del 16 de enero de 2013, y el que resolvió sobre las pruebas
prolado el 16 de septiembre de 2013; tutela que se decidió el 28 de octubre de 2015
de manera desfavorable a su proponente al estimarse que la misma no había sido
interpuesta en un término razonable, es decir, no cumplió con el principio de
inmediatez.
Descendiendo al aspecto fáctico, señaló que (iv) con respecto a las pruebas
denegadas, éstas fueron también materia de estudio en la acción de tutela No. 2015-
4671 proferida por la Sala Jurisdiccional del Consejo Seccional de la Judicatura de
Bogotá, por lo que se está en presencia de cosa juzgada constitucional, agregó que el
auto de 5 de agosto de 2015 que denegó la nulidad incoada y no repuso la negativa
de la ampliación del testimonio de JUSTO IVAN PEÑARANDA era susceptible de
recurso de reposición, conforme al artículo 113 de la Ley 734 de 2002, del cual no hizo
uso.
Respecto a la valoración probatoria precisó que (y) de los elementos de juicio
aportados por la accionante, incluida la providencia que puso fin a la acción
disciplinaria, se establece una relación de causalidad con lo allí decidido.
La accionante, inconforme con la decisión del a quo, solicitó la revocatoria del fallo de
tutela de primera instancia, bajo dos argumentos medulares. En primer lugar, aseguró
que contrario a lo que se afirma no es procedente la reposición de la reposición
respecto del auto de 15 de agosto de 2017 que denegó algunas pruebas, entre ellas
las recolectadas en el proceso penal contra ella tramitado por el delito de calumnia
ante la Sala de Casación Penal de la Corte Suprema de Justicia, en el que obra
pruebas documentales y el testimonio de su esposo Justo Iván Peñaranda Ayala; por
demás, la acción de tutela a que se hace alusión solo fue un acto más de violación a
su derecho de defensa, fallo que fue proferido por los mismos magistrados que
dictaron el auto de 30 de noviembre de 2016 que mantuvieron la negación de las
pruebas pedidas.
6.2. Copia del auto de 18 de mayo de 2016, proferido por la Sala Penal de la Corte
Suprema de Justicia, mediante la cual se pronunció sobre las peticiones probatorias
de las partes intervinientes dentro del proceso que se adelantó a la doctora Nelly
Yolanda Villamizar de Peñaranda, en su condición de Magistrada del Tribunal
Administrativo de Cundinamarca, por el presunto punible de Calumnia, en situación
concursal homogénea sucesiva.
El Ministerio Público intervino en esta instancia y para ello solicitó revocar la decisión
de primera instancia y amparar los derechos invocados por la accionante,
concretamente el debido proceso y el derecho de defensa, tal y como lo preceptúa el
artículo 29 de la Carta Política.
Ello por cuanto, la declaración de JUAN DAVID BALSERO BALSERO fue peticionada
en reiteradas ocasiones sin que se hubiera practicado, por una parte, y por otro lado,
copia de esa declaración rendida en el proceso penal iniciado contra la disciplinada
por calumnia que cursa en la Corte Suprema de Justicia, se solicitó como prueba
traslada y no se incorporó. Con tal proceder, a juicio del Procurador Delgado se atentó
contra el derecho de defensa de la accionante, como quiera que finalmente la conducta
que fue objeto de sanción disciplinaria y de investigación penal se circunscribió a lo
sucedido en el decurso de la sesión extraordinaria del 12 de abril de 2012. Así era
procedente, útil y pertinente la declaración del mencionado testigo, más si fue el gestor
de los hechos que dieron lugar a todo el problema que ha ocupado tanto al Consejo
Superior de la Judicatura como a la Corte Suprema, por lo que este aspecto de la
acción de tutela tiene vocación de prosperidad.
II. CONSIDERACIONES:
1.- Competencia.
titulares de esta Sala Superior y otros conjueces, lo que dio lugar a la integración de
esta Sala de Conjueces para su definición.
2.- Hechos que dieron origen al proceso disciplinario seguido en contra Nelly
Yolanda Villamizar de Peñaranda como Magistrada del Tribunal Administrativo
de Cundinamarca.
Para un mayor entendimiento de lo que más adelante se dirá, conviene concretar los
hechos que dieron lugar a la sanción disciplinaria que le fue impuesta a la accionante
en su calidad de Magistrada.
Para resolver los anteriores problemas jurídicos se abordarán como ejes temáticos, en
primer lugar, las causales de procedibilidad de la acción de tutela contra providencias
judiciales; enseguida se expondrá brevemente lo referente a los defectos endilgados
a la decisión disciplinaria sancionatoria.
En sus albores en sentencia C-543 de 1992 la Corte declaró inexequibles los artículos
11 y 40 del Decreto 2591 de 1991 que permitían -de manera incondicional y general-
la procedencia de la tutela contra decisiones judiciales; más sin embargo, dispuso que
las actuaciones de hecho de los funcionarios judiciales, es decir, aquellas carentes de
fundamento objetivo y que obedecieran al mero capricho o voluntad del juzgador
podían ser cuestionadas - excepcionalmente - a través de la acción de tutela. A partir
de allí la Corte profirió numerosas decisiones de lo que constituía "vías de hecho", y
por ende susceptible de la acción de tutela contra providencias judiciales, lo que en un
principio se denominó defectos (i) sustantivo; (ii) probatorio o fáctico; (iii) orgánico y
(iv) procedimenta1.4
"En esta tarea se ha reemplazado el uso conceptual de la expresión "vía de hecho" por
la de "causales genéricas de procedibilidad". Lo anterior ha sido inducido por la
urgencia de una comprensión diferente del procedimiento de tutela con tal de que
permita "armonizar la necesidad de proteger los intereses constitucionales que
involucran la autonomía de la actividad jurisdiccional y la seguridad jurídica, sin que
estos valores puedan desbordar su ámbito de irradiación y cerrar las puertas a la
necesidad de proteger los derechos fundamentales que pueden verse afectados
eventualmente con ocasión de la actividad jurisdiccional del Estado."
9 Sobre defecto sustantivo pueden consultarse las sentencias T-784 de 2000, T-I334 de 2001, SU.159 de 2002, T-405 de 2002, T-408 de 2002,
T-546 de 2002, T-868 de 2002, T-901 de 2002, entre otras (cita original de la jurisprudencia trascrita).
"Sobre defectofáctico, pueden consultarse las siguientes sentencias: T-260 de 1999, T-488 de 1999, T-814 de 1999, T-408 de 2002, T-550 de
2002, T-054 de 2003 (cita original de la jurispnidencia trascrita).
"Al respecto, las sentencias SU-014 de 2001, T-407 de 2001, T-759 de 2001, T-1180 de 2001, T-349 de 2002, T-852 de 2002, T-705 de 2002
(cita original de la jurisprudencia trascrita).
/2 Sobre defecto sustantivo, pueden consultarse las sentencias: T-260 de 1999, T-814 de 1999, T-784 de 2000, T-1334 de 2001, SU-I59 de
2002, T-405 de 2002, T-408 de 2002, T-546 de 2002, T-868 de 2002, 7'-901 de 2002 (cita original de la jurisprudencia trascrita).
"Corte Constitucional: Sentencias T-522 de 200/y T-462 de 2003 (cita original de la jurisprudencia trascrita).
"Corte Constitucional: Sentencias T-939 de 2005, T-1240 de 2008 y T-218 de 2010, entre otras.
/9 Corte Constitucional, Sentencias T-769 de 2008, T-592 de 2009, T-619 de 2009 y T-268 de 2010, entre muchas otras.
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CONJUEZ PONENTE: DR. JORGE HERNÁN ARIAS POLANCO
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Que solicitada la ampliación de su versión libre con el objeto de aportar las pruebas
que fueron recaudadas por la Sala Penal de La Corte Suprema de Justicia, en el juicio
que por el delito de calumnia se le adelantó, las que por sobrevinientes le eran
permitidos allegarlas, más, por auto de 13 de julio de 2016, el magistrado sustanciador
dispuso informar que el proceso se encuentra al despacho esperando turno para
decidir conforme al orden de llegada de los expedientes.
La Sala de Conjueces considera que dichos reproches gozan de relevancia
constitucional conforme a lo preceptuado en el artículo 29 de la Constitución Política,
en tanto lo que se reclama es la legalidad de la decisión desde el punto de vista de
jurisdicción y competencia de algunos de los magistrados, respecto a las pruebas no
decretadas, el término de prescripción y la ausencia de ponderación respecto del
término de la sanción, ya que todo en ello, en últimas, garantiza que sea la voluntad
de la Constitución y la ley -y no la del juez- la que defina el conflicto jurídico bajo
estudio.
La actora sostiene que la entidad accionada dentro del trámite del proceso disciplinario
y en la sentencia sancionatoria incurrió en irregularidades que bien pueden
concretarse en las siguientes: (i) la falta de jurisdicción y competencia de los algunos
magistrados que suscribieron la sentencia sancionatoria por vencimiento del periodo
para el cual fueron designados; (ii) el no decreto de algunas pruebas solicitadas y la
valoración indebida de otros testimonios; (iii) no motivación para dosificación y
graduación de la sanción impuesta y (v) el cumplimiento del término de prescripción
de la acción disciplinaria.
Edifica esta causal específica de procedibilidad en que el periodo para el cual fueron
elegidos los magistrados Pedro Sanabria Buitrago y Julia Emma Garzón de Gómez
había vencido y por consiguiente carencia de jurisdicción y competencia para suscribir
la sentencia disciplinaria que la sancionó, por lo que también ésta adolece de nulidad.
De entrada ha de decirse que por este aspecto el amparo no podrá salir avante. En
efecto, como bien lo definió el a quo dicha competencia se prorrogó en virtud a la
entrada en vigencia del Acto Legislativo No. 02 de 2015, por el cual, en lo que
concierne al Consejo Superior de la Judicatura, en el parágrafo transitorio del artículo
19 señaló: "... Los actuales Magistrados de la Sala Jurisdiccional Disciplinaria del
Consejo Superior de la Judicatura, ejercerán sus funciones hasta el día en que se
posesionen los miembros de la Comisión Nacional de Disciplina Judicial", lo que
significa que pese a que para algunos magistrados su periodo individual para el cual
fueron designados se encontraba vencido para el momento en que se dictó la aludida
sentencia, aún conservan competencia para adelantar los asuntos a su cargo, incluido
los concernientes a la función disciplinaria.
Para ello alegó que, para cuando se le notificó la sentencia de 6 de abril de 2017,
dictada en el proceso disciplinario, el término de prescripción se había cumplido.
Conforme a lo anterior, una vez se profirió la sentencia que puso fin al proceso
disciplinario, en el trámite de única instancia, la prescripción dejó de contabilizarse, sin
que para ese momento se hubiese cumplido el término consagrado en la ley para tales
efectos. Por lo tanto, por este aspecto, no se evidencia vulneración alguna al debido
proceso.
5.4.1. Estriba esta causal en que dentro del proceso disciplinario se denegó el
testimonio de JUAN DAVID BALSERO BALSERO al estimarse que no reunía los
requisitos de conducencia, pertinencia y utilidad, para lo cual se argumentó que el
testigo "no era necesario para el esclarecimiento de los hechos objeto de investigación"
(auto de 30 de noviembre de 2016), al tiempo que tampoco traslado las pruebas que
se recolectaron en el proceso que por calumnia se adelantó contra la accionante ante
la Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia. Prueba que solicitó de manera
incansable.
5.4.1.2. En el caso bajo estudio se tiene que la accionante se duele, en primer término,
de que no se hubiese recepcionado el testimonio de JUAN DAVID BALSERO
BALSERO dentro de la investigación disciplinaria.
En las diversas oportunidades que la disciplinada tuvo para solicitar pruebas en las
diferentes etapas del proceso disciplinario, se tiene que solo en su escrito de
descargos solicitó la prueba testimonial antes referida (fi. 22 c-3), prueba ésta que junto
con otras, en definitiva, por auto de 19 de marzo de 2014, fue rechazada por
"impertinente", además de que "no se argumentó de forma suficiente la necesidad de
dicho testimonio". Posteriormente, por auto de 25 de febrero de 2015, que resolvió el
recurso de reposición contra el auto que rechazó las pruebas (fl. 280 a 304 c-3) se
revocó parcialmente el auto cuestionado, para decretar la prueba testimonial en
mención, al tiempo que se solicitó copia del proceso disciplinario adelantado contra
Justo Iván Peñaranda y del proceso penal seguido contra Nelly Yolanda Villamizar de
Peñaranda. Así mismo, dispuso escuchar en ampliación de versión libre a la
funcionaria investigada.
Por auto de 22 de octubre de 2015 (fi. 164 c-4) se fijó fecha para la recepción de los
testimonios de NESTOR GUILLERMO FRANCO GONZÁLEZ, JUAN DAVID
BALSERO BALSERO y de la versión libre solicitada, librándose las comunicaciones
respectivas (fi. 166 a 170 c-4), modificándose la fecha de ésta última por auto de 9 de
noviembre de 2015 (fi. 189 c-4), para cuya efectividad se libraron sendas
comunicaciones telegráficas.
Por auto del 30 de noviembre de 2015 (fi. 277 c-4) se fijó fecha para la recepción de
los testimonios de JUAN DAVID BALSERO BALSERO y ELKIN MENDOZA,
expidiéndose las comunicaciones respectivas (fl. 303 a 306), sin que dichos testigos
hubieran comparecido (fi. 8 c-5), oportunidad en la que la disciplinada solicitó la
conducción del testigo BALSERO BALSERO por la Policía e imposición de sanciones
(fl. 6 c-5). El 27 de enero de 2017 (fi. 10 c-5) el hijo del testigo por escrito expuso que
su padre se encontraba en vacaciones y por ello no había comparecido a declarar.
Puestas en este punto las cosas, ha de concluirse lo siguiente: (i) que el testimonio de
JUAN DAVID BALSERO BALSERO, solicitado por la disciplinada en su escrito de
descargos fue decretado por el ente investigador al momento de proveer sobre las
pruebas; (fi) la Sala Jurisdiccional Disciplinaria del Consejo Superior de la Judicatura
admitió en dos ocasiones la justificación de inasistencia del testigo BALSERO
BALSERO; (iii) al disponer por auto de 30 de noviembre de 2016 el cierre de la
investigación, nada puede reprochársele a dicha Corporación con tal actuar, pues
estimó que las pruebas obrantes eran suficientes para definir el disciplinario; (iv) en
auto de 30 de noviembre de 2016, antes aludido, en sus consideraciones el magistrado
sustanciador respecto a la insistencia en la práctica de dicho testimonio señaló: "es
claro entonces que definir si el testimonio del señor Balsero Balsero, con todo el
material probatorio con el que se cuenta dentro del proceso, continua cumpliendo con
las exigencias de i) conducencia: que se encuentran de acuerdo con la ley, o sea
conforme a los parámetros y requisitos previamente establecidos para poder
integrarse al proceso; ii) pertinencia: consiste en la relación de facto que existe entre
los hechos que se pretenden demostrar y los debatidos al interior del proceso, es decir,
aquellas pruebas que son del caso; iii) utilidad: se refiere al servicio que puede prestar
el medio probatorio al operador disciplinario al momento de realizar su razonamiento
de convicción, es por ello que se deben descartar las que resulten innecesaria o
superfluas" (fl. 276 c-5), es decir dicho testimonio no era útil para ese momento; (v) en
el proceso disciplinario, entre otras declaraciones, se recepcionó el testimonio de
NESTOR GUILLERMO FRANCO GONZÁLEZ, quien conforme a lo expuesto por la
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accionante fue el que le comentó a su esposo las incidencias que dieron lugar a los
hechos materia de investigación; (vi) obra también la declaración de JUSTO IVAN
PEÑARANDA esposo de la accionante; (vii) en los alegatos de conclusión el
apoderado judicial de la sancionada al pronunciarse sobre la exceptio veritatis
encontró que las pruebas practicadas eran suficientes para encontrar acreditada la
ocurrencia del hecho delictual, si se quiere la veracidad de la imputación, por lo que lo
pretendido con el testimonio de BALSERO BALSERO está probado (fl. 225 c-5); y (viii)
la accionante fue absuelta de la falta gravísima que contempla en el artículo 48 numeral
1 de la Ley 734 de 2002 en concordancia con el artículo 221 del Código Penal, que es
sobre lo que este testigo iba a declarar; de manera que la prueba testimonial echada
de menos por la accionante fue decretada en la oportunidad debida, y si bien fue
desistida posteriormente, ello obedeció a la imposibilidad de su práctica ante la no
comparecencia del testigo.
Dichas copias fueron decretadas por auto de 25 de febrero de 2015, de tal manera que
correspondía a la investigada realizar las gestiones necesarias para obtener su
expedición y aportación en la oportunidad debida.
5.5.2. El defecto fáctico por indebida valoración probatoria "se estructura, entonces,
siempre que existan fallas sustanciales en la decisión, que sean atribuibles a
deficiencias probatorias del proceso. Según esta Corporación, el fundamento de la
intervención del juez de tutela por deficiencias probatorias en el proceso, radica en
que, no obstante las amplias facultades discrecionales con que cuenta el juez del
proceso para el análisis del material probatorio, éste debe actuar de acuerdo con los
•
Estas hipótesis pueden configurarse por conductas omisivas o activas, dando lugar a
las dos dimensiones del defecto fáctico, la negativa (u "omisiva") y la positiva (o "por
acción")22. La primera se presenta cuando el juez se niega a dar por probado un hecho
que aparece en el proceso, sea porque (i) niega, ignora o no valora las pruebas
solicitadas; o (i0 a pesar de poder decretar la prueba, no lo hace por razones
injustificadas. La segunda se presenta cuando, a pesar de que la prueba sí obra en
el proceso, el juez (t) hace una errónea interpretación de ella, al atribuirle la capacidad
de probar un hecho que no aparece en el proceso o al estudiarla de manera
incompleta; (i0 valora pruebas ineptas o ilegales; o (110 valora pruebas indebidamente
practicadas o recaudadas23.
No obstante, como quedo dicho, no se trata de cualquier yerro, por cuanto éste debe
satisfacer los requisitos de (O irrazonabilidad, que quiere decir que el error debe ser
ostensible, flagrante y manifiesto; y (it) trascendencia, que implica que el error alegado
debe tener 'incidencia directa', 'transcendencia fundamental' o 'repercusión sustancial'
en la decisión judicial adoptada, lo que quiere decir que, de no haberse presentado, la
decisión hubiera sido distinta24. De esta manera, se tiene que las divergencias
subjetivas de la apreciación probatoria no configuran un defecto fáctico25.
Ahora, para que pueda constituirse dicho defecto no resulta de suyo suficiente para el
accionante aducir que la sentencia no valoró las probanzas en su integridad, para que
de ahí el Juez constitucional, sin más, se vea abocado a realizar tal labor, pues,
corresponderá de manera inexorable al accionante indicar cuál o cuáles probanzas
dejaron de analizarse en dicho conjunto de pruebas y la trascendencia que tal omisión
tiene en el proceso respectivo. El juez de tutela no puede convertirse en una instancia
revisora de la actividad de evaluación probatoria del juez que ordinariamente conoce
de un asunto26, por lo que su intervención debe ser de carácter extremadamente
reducidon.
Entonces, como la acción de tutela no tiene como propósito volver sobre el análisis
que el juez disciplinario hizo sobre el material probatorio que lo condujo a definir la
situación como lo hizo, ya que no es una tercera instancia, innpónese concluir la
inexistencia de la irregularidad fáctica alegada.
26 Sentencias SU-416 de 2015. M.P. Alberto Rojas Rios, fundamento jurídico n° 4; y T-612 de 2016. MP. Gloria Stella Ortiz Delgado.
fundamentojurídico n°17.
27 Sentencias SU-198 de 2013. M.P. Luis Ernesto Vargas Silva, fundamento jurídico n°4.2.2.,' y S11-489 de 2016. M.P. Gabriel Eduardo
Mendoza Marte/o, fundamentojurídico n°6.2.
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6. Conclusión.
III. DECISIÓN
RESUELVE
NOTIFÍQUESE Y CÚMPLASE