Tarea 4
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La Flora y la Fauna
La flora y la fauna representan los componentes vivos o bióticos de la naturaleza, los
cuales, unidos a los componentes no vivos o abióticos, como el suelo, el agua, el aire,
etc., conforman el medio natural.
Entre la flora y la fauna existe una dependencia muy estrecha, basada en leyes naturales
que rigen la estructura y funciones de las asociaciones de seres vivos.
Por esta razón, el hombre debe estudiar las relaciones y las leyes que determinan este
equilibrio, y convertirse en su máximo protector, ya que, en sentido general, todas las
afectaciones que sufre el medio natural repercuten de uno u otro modo sobre él.
A través del tiempo, el hombre, en su lucha por dominar la naturaleza, aprendió a usar
las plantas y los animales para subsistir; de ellos obtenía alimentos, vestidos y fuego
para calentarse. Pero, a medida que las comunidades fueron creciendo, fueron
aumentando de igual modo las necesidades de alimentos, y, por consiguiente, la
utilización de la flora y la fauna se incrementó hasta niveles muy por encima de las
capacidades de regeneración de la naturaleza.
Por este motivo, desaparecieron grandes mamíferos, que fueron exterminados por el
hombre. Tal es el caso de los mamuts y de otras especies de animales.
Qué es la biodiversidad
El planeta Tierra está compuesto por una gran variedad de
sistemas biológicos que nos proporcionan un amplio
abanico de recursos naturales esenciales para la
supervivencia de cualquier organismo. Estos sistemas
biológicos, también llamados ecosistemas, son los
responsables de que exista una gran diversidad de
especies, ya sean de origen animal o vegetal. De esta
manera, las relaciones que se establecen entre el medio
ambiente y las especies que lo componen, son esenciales
para el desarrollo y evolución de todo nuestro mundo,
tanto a nivel poblacional como global.
El término biodiversidad se define como la variabilidad
de organismos vivos que habitan nuestro planeta, ya
sean plantas, hongos, animales o microorganismos. Por lo
tanto, puede reflejar la diversidad biológica de los seres
vivos que provengan de cualquier complejo ecológico, ya
sea a nivel de especie, de comunidad, de población o de
ecosistema.
Pero la biodiversidad no es sólo un concepto que nos
ayuda a definir un grupo de especies diferentes, si no que
también ayuda a los expertos a valorar la estabilidad del
ecosistema y a calcular los daños que puede recibir. Esto
se debe al hecho de que cualquier sistema ecológico con
una gran biodiversidad de especies será más resiliente
frente a cualquier adversidad, como a las plagas o a las
disminuciones drásticas de población. Es decir, que
podemos decir que un ecosistema con una mayor
variabilidad de especies, sufrirá menos daños y
desequilibrio frente a cualquier desventura, ya que si
alguna especie fluctúa o desaparece, habrá otras que
puedan suplir su nicho ecológico.
Aún así, para que exista cierto equilibrio o estabilidad en
los ecosistemas del medio natural, debe haber una
biodiversidad de organismos proporcional a los recursos
naturales que ofrece la naturaleza. Eso significa que cada
ecosistema estará regulado por las especies animales y
vegetales que lo compongan. En el siguiente artículo de
Ecología Verde te hablamos de las causas y
consecuencias de la pérdida de la biodiversidad.