Artículo 5º
Artículo 5º
Artículo 5º
- CONCURRENCIA DE ACREEDORES
Cuando varias entidades públicas sean acreedores tributarios de un mismo deudor y la
suma no alcance a cubrir la totalidad de la deuda tributaria, el Gobierno Central, los
Gobiernos Regionales, los Gobiernos Locales y las entidades de derecho público con
personería jurídica propia concurrirán en forma proporcional a sus respectivas
acreencias.
Gobiernos Gobiernos
Entidades de
Gobierno Locales Regionales
derecho
Central público
Deudor Tributario
Doctrinas
. De acuerdo al principio de la Par Condictio Creditorium se establece que
en un comienzo todos los acreedores de un mismo deudor se encuentran en
igualdad de condiciones para ver satisfechos sus créditos con el patrimonio
del deudor, sin importar ni el monto ni la fecha de sus derechos. Sin
embargo la ley establece una importante excepción al principio de la
igualdad de los acreedores, el principio subjetivo y que rige la concurrencia
de los acreedores en el patrimonio del deudor.
Que asimismo, manifiesta que de cumplir con la resolución apelada, se vería obligada a
incumplir con los pagos de las obligaciones laborales (remuneraciones, beneficios
sociales y aportaciones al Sistema Privado de Administración de Pensiones y otros), que
resultan preferentes, invocando para ello el artículo 24° de la Constitución Política del
Perú y el artículo 6 del Código Tributario.
POSICIÓN DE LA ADMINISTRACION
Que la Administración señala que las órdenes de pago impugnadas han sido emitidas de
conformidad con artículo 78° del Código Tributario y que al amparo de lo previsto por el
último párrafo del artículo 136° del Código Tributario, en concordancia con el numeral 3
del literal a) del artículo 119° y el artículo 140° del mismo código, requirió a la recurrente
que subsanara la omisión de falta de pago previo de la deuda reclamada, lo que no fue
cumplido, procediendo a declarar inadmisible la reclamación interpuesta.
Que de conformidad con el numeral 1 del artículo 78° del Texto Único Ordenado del
Código Tributario, aprobado por Decreto Supremo N° 133-2013-EF, la orden de pago es
el acto en virtud del cual la Administración exige al deudor tributario la cancelación de
una deuda sin necesidad de emitir previamente una resolución de determinación, lo que
procede, tratándose de tributos autoliquidados por el deudor tributario.
Que según el segundo párrafo del artículo 136° del citado código, para interponer
reclamación contra la orden de pago es requisito acreditar el pago previo de la totalidad
de la deuda tributaria actualizada hasta la fecha en que realice el pago, excepto en el
caso establecido en el numeral 3 del inciso a) del artículo 119° del mismo código, esto
es, cuando medien otras circunstancias que evidencien que la cobranza podría ser
improcedente.
Que de los cargos de notificación de los referidos valores (fojas 85 a 88) se verifica que
han sido notificados el 15 de agosto de 2014 en el domicilio fiscal de la recurrente1,
mediante la modalidad de acuse de recibo habiéndose consignado el nombre y la firma
con quien se entendió la diligencia, esto es de conformidad con lo dispuesto en el inciso
a) del artículo 104° del Código Tributario.
Que en tal sentido, no se configuran los supuestos de excepción a que alude el artículo
119° del Código Tributario, por lo que la recurrente debió cancelar la totalidad de la
deuda impugnada a fin de que se admitiera a trámite la reclamación formulada contra los
aludidos valores, lo que no hizo, en consecuencia la Administración emitió el
Requerimiento N° 0260550063010 (foja 41), a fin de que cumpliera con acreditar el pago
de la deuda impugnada dentro del plazo de 15 días hábiles de notificada con dicho
requerimiento.
Que según se aprecia de la constancia de notificación del citado requerimiento (foja 42),
éste fue notificado el 9 de setiembre de 2014 en el domicilio fiscal de la recurrente,
mediante acuse de recibo, consignándose el nombre y firma de la persona con quien se
entendió la diligencia, de conformidad con lo dispuesto en el inciso a) del artículo 104°
del Código Tributario.
Que en cuanto al supuesto incumplimiento de las deudas laborales que son preferentes,
cabe precisar que si bien de conformidad con el artículo 24° de la Constitución Política
del Perú, el pago de la remuneración y de los beneficios sociales del trabajador tiene
prioridad sobre cualquiera otra obligación del empleador, tal garantía se presenta cuando
un empleador tuviera acreencias correspondientes al pago de remuneraciones y/o
beneficios sociales, y existiera una concurrencia de acreedores, debido a que las deudas
por concepto de remuneraciones y beneficios sociales tienen prelación al materializarse
la cobranza de los adeudos; sin embargo, de acuerdo con el criterio establecido por este
Tribunal, en la Resolución N° 13929-5-2009, ello no implica que el cumplimiento de las
obligaciones laborales sea una condición previa para el pago de las obligaciones
tributarias, por lo que la sola existencia de deudas por aquellos conceptos no resulta
oponible a la Administración Tributaria.
Que asimismo, si bien el artículo 6 del Código Tributario, señala que las deudas
laborales tienen preferencia sobre las tributarias, ello implica, en primer lugar, la
existencia de una deuda exigible no cancelada a los trabajadores de una empresa,
reconocida por el deudor, o declarada luego de haberse seguido los procedimientos
administrativos o judiciales correspondientes, y en segundo término, que los activos de la
empresa deudora no alcancen para cubrir la totalidad de los pasivos existentes, lo que
sólo puede ser determinado en un proceso de liquidación de la empresa, no durante la
realización de operaciones ordinarias, supuestos no acreditados en el caso de autos, por
lo que no procede que la recurrente se excuse de cumplir con sus obligaciones
tributarias con el argumento de tener adeudos de carácter laboral.
FALLO
POSICIÓN DE LA ADMINISTRACION
Que la Administración señala que las órdenes de pago impugnadas han sido emitidas
sobre la base del tributo autoliquidado por la recurrente, por lo que al no existir
circunstancias que evidencien que la cobranza podría resultar improcedente, le requirió
que subsanara la omisión de falta de pago previo de las deudas reclamadas, lo que no
fue cumplido, por lo que declaró inadmisible la reclamación interpuesta.
Que en tal sentido, a fin de que la reclamación fuera admitida a trámite, la recurrente
debió cancelar previamente la totalidad de las deudas tributarias impugnadas, lo que no
hizo, a pesar de que la Administración el 23 de abril de 2015 le notificó el Requerimiento
N° 0260550068170 (folios 26 y 27), en aplicación de lo establecido por el artículo 140°
del citado código, por lo que la inadmisibilidad declarada se encuentra arreglada a ley,
procediendo confirmar la apelada.
Que cabe indicar que la falta de liquidez alegada por la recurrente, no constituye
eximente del cumplimiento de las obligaciones tributarias, por lo que tal argumento no
resulta atendible.
Que con relación al argumento formulado por la recurrente respecto del carácter
preferente de los créditos laborales por lo que la deuda deviene en improcedente, es
pertinente señalar que si bien de conformidad con el artículo 24° de la Constitución
Política del Perú, el pago de la remuneración y de los beneficios sociales del trabajador
tiene prioridad sobre cualquier otra obligación del empleador, tal garantía se presenta
cuando un empleador tuviera acreencias correspondientes al pago de remuneraciones
y/o beneficios sociales, y existiera una concurrencia de acreedores, debido a que las
deudas por concepto de remuneraciones y beneficios sociales tienen prelación al
materializarse la cobranza de los adeudos; sin embargo, de acuerdo con el criterio
establecido por este Tribunal, en la Resolución N° 13929-5-2009, ello no implica que el
cumplimiento de las obligaciones laborales sea una condición previa para el pago de las
obligaciones tributarias, por lo que la sola existencia de deudas por aquellos conceptos
no resulta oponible a la Administración Tributaria.
FALLO
CONFIRMAR la Resolución de Intendencia N° 0260140125523/SUNAT de 29 de mayo
de 2015.