Calendario Epidemiológico y Vigilancia Epidemiológica

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Asignatura – Salud Pública 1

Docente – Martha Rocío García Castañeda. M Sc.

Normas y Estándares en Epidemiología:


Calendario epidemiológico

Para realizar las acciones de vigilancia epidemiológica, se requiere


agrupar los padecimientos o eventos epidemiológicos alrededor de un
período de tiempo determinado. Este período es generalmente de una
semana y se le conoce como semana epidemiológica; a su vez, a la
división de los 365 días del año en semanas epidemiológicas, se le
conoce como calendario epidemiológico, el cual es un instrumento de
estandarización de la variable tiempo para los fines de la vigilancia
epidemiológica.

La importancia de la división y sobre todo de la utilización de las


semanas epidemiológicas, radica en que permite la comparación de
eventos epidemiológicos sucedidos en determinado año o período dentro
de un año, con los de años previos. Facilita asimismo, la comparación
entre países, dado que se trata de una metodología epidemiológica
adoptada oficialmente en el ámbito internacional.

Las semanas epidemiológicas inician en domingo y terminan en sábado;


para designar la primera semana epidemiológica del año, se ubica el
primer sábado de enero que incluya en los días inmediatamente
precedentes, cuatro o más días del mes de enero, aún cuando esa
primera semana se inicie en diciembre.

A continuación, pueden observar el calendario epidemiológico


correspondiente al año 2008, el cual en su primera semana
epidemiológica (semana sombreada), contiene los 2 últimos días del
mes de diciembre de 2007.

Calendario Epidemiológico: 2008


Semana
Mes D L M M J V S Mes
Epidemiológica

1 Dic 30 31 1 2 3 4 5 Ene
Asignatura – Salud Pública 2
Docente – Martha Rocío García Castañeda. M Sc.

2 Ene 6 7 8 9 10 11 12 Ene
3 Ene 13 14 15 16 17 18 19 Ene

Vigilancia Epidemiológica

La vigilancia epidemiológica, entendida como información para la acción, constituye un


instrumento de vital importancia para identificar, medir y analizar los problemas y
condicionantes de la salud que afectan a la población y, sobre esa base, tomar
decisiones orientadas a promocionar la salud, prevenir la enfermedad o, en su defecto,
controlar los problemas que ya se hayan presentado.

Para que las intervenciones en salud sean efectivas, es indispensable contar con un
sistema de información mediante el cual, los diferentes actores sociales que participan en
el proceso de vigilancia de la salud, y por ende en el de vigilancia epidemiológica, puedan
identificar con claridad los elementos o aspectos sujetos de vigilancia y conocer los
indicadores que advierten sobre la necesidad de intervenir.

Pero, de la oportunidad y la calidad de los datos que alimenten al sistema de información


que da soporte al sistema de vigilancia epidemiológica depende, sin lugar a dudas, la
intervención efectiva, no solo de los servicios de salud, sino de los demás actores sociales
que participan en el proceso de producción social de la salud.

En este último aspecto, el rol de los miembros de los equipos básicos de atención integral
en salud, de los equipos de apoyo y de los (as) funcionarios(as) de los servicios de salud
del segundo y tercer nivel de complejidad, tanto del sector público como del privado,
juegan un rol protagónico pues, son ellos los responsables de detectar la gran mayoría de
los casos y eventos sujetos de vigilancia epidemiológica y de identificar aquellos casos y
eventos que, aunque no estén incluidos dentro de los listados nacionales de vigilancia, se
considere importante vigilar en el ámbito local por las particularidades que allí se
presenten.

Una vez realizada la detección y la consecuente notificación de los casos y eventos, de la


intervención oportuna, integral y eficaz depende el logro del propósito de la vigilancia
epidemiológica que consiste en contribuir a la reducción de los riesgos de enfermar y
morir, para mejorar la situación de salud de las comunidades.
Debido a que la vigilancia epidemiológica se realiza con la finalidad de actuar o intervenir
para evitar la aparición de nuevos casos o disminuir los riesgos de las complicaciones de
las personas ya afectadas por la enfermedad o evento sujeto de la vigilancia, es
necesario estudiar, además de su comportamiento, los factores que influyen, de manera
negativa y positiva, en la determinación de la aparición o prevención de las mismas.
Es por eso que, debido a que la salud y la enfermedad forman parte de un mismo
proceso, la vigilancia solamente de las enfermedades y eventos es insuficiente, por lo que
se hace necesario incluir, dentro del sistema de vigilancia, los aspectos relacionados con
las condiciones de vida y los factores condicionantes, tanto de las enfermedades como de
la salud.
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Docente – Martha Rocío García Castañeda. M Sc.

El propósito de la vigilancia epidemiológica consiste en: Contribuir a la reducción de los


riesgos de enfermar y morir, para mejorar la situación de salud de la población, mediante
la evaluación y el control permanente, sobre:
a. La ocurrencia y distribución de los problemas de salud
b. La realización y oportunidad de las acciones de prevención y control
c. El impacto logrado con las acciones realizadas
Tradicionalmente, los criterios que se utilizan para realizar la priorización de las
enfermedades, eventos o factores que se quieren vigilar, tanto para el nivel nacional
como para el nivel local si se considerara necesario, son:

a. Magnitud del daño


Se refiere al número de personas afectadas por la enfermedad, evento o factor
condicionante. Por ejemplo: las infecciones de vías respiratorias agudas (I.R.A.S.) y la
diarrea.
A mayor magnitud, mayor prioridad

b. Gravedad del daño


Está determinado por la alta mortalidad o riesgo de producir secuelas en las personas
que se ven afectadas por la enfermedad o evento. Por ejemplo: la rabia, el SIDA y la
poliomielitis.
A mayor gravedad, mayor prioridad

c. Vulnerabilidad del daño

La vulnerabilidad del daño depende de la posibilidad de prevenir y controlar la


enfermedad o evento con los recursos disponibles en el momento y lugar. Por ejemplo: la
posibilidad de prevenir la aparición de casos de tuberculosis es muy alta si se aplica la
vacuna B.C.G. a todos los recién nacidos. En países como el nuestro en que la gran
mayoría de los niños nacen en los hospitales, es relativamente fácil y seguro implementar
esta medida.
A mayor vulnerabilidad, mayor prioridad

d. Costo de la intervención

Mediante la aplicación de este criterio se analiza si el costo de la intervención para


prevenir o controlar la enfermedad o evento puede ser cubierto con los recursos
disponibles o, en su defecto, si entre varias opciones de intervención, alguna de ellas es
menos costosa pero efectiva. Por ejemplo: Dotar de un acueducto a una comunidad
pequeña y muy alejada de una toma de agua o educar a la población para que clore el
agua que se va a utilizar para tomar.
A menor costo, mayor prioridad

e. Trascendencia comunal

Se refiere a la importancia que la población le da a la enfermedad o evento y a los grupos


de la población que están expuestos a éstos. Por ejemplo: la violencia doméstica en las
mujeres y las adicciones a las drogas en los adolescentes han tenido una alta
trascendencia en los últimos años.
A mayor trascendencia comunal, mayor prioridad
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f. Importancia política a nivel nacional o internacional

Debido a diferentes razones, hay ciertas enfermedades y eventos que revisten una alta
importancia política, ya sea a escala nacional o internacional, que las hacen prioritarias.
Por ejemplo, a nivel nacional tiene una alta prioridad la aparición de una enfermedad
erradicada del país, como por ejemplo el tétanos neonatal y la fiebre amarilla, mientras
que la aparición de casos de polio reviste de gran importancia internacional debido al
compromiso asumido por los diferentes países de las Américas de erradicarlo de la
región.

A mayor importancia política, mayor prioridad

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