Perspectivas Culturales de Las Pandillas PDF
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N o 14/2016
Ese hecho –que si omitimos los nombres propios y 2.Enfoque teórico y marco situacional
las alusiones penitenciarias podría ser con facilidad
la crónica cualquiera de una sección de espectáculos Para ello, hay que definir antes los conceptos.
cualquiera– demuestra y trae a discusión una de Empecemos por “lo popular”. García Canclini
las aristas menos estudiadas sobre las pandillas: (1987) asegura que lo popular ha dejado de ser el
la influencia de las maras en lo que autores como dominio especializado de los antropólogos y lo
Martín-Barbero (1987), García Canclini (1987) y masivo de los comunicólogos. Lo popular ya no está
Marroquín (2015) llamarán cultura popular-masiva. más limitado a lo histórico, tradicionalista y rural;
Es decir: en esa delgada línea que va desde los sino más bien ligado a la modernidad, el mestizaje
medios tradicionales de las industrias creativas y la complejidad de lo urbano (Martín-Barbero,
como la televisión, el cine y los videojuegos 1987). Como diría Marroquín (2015): lo popular
hasta manifestaciones como la moda, el deporte mismo es conflictivo, es también lo urbano, lo gris,
y la música popular; pasando por las narrativas lo sucio, lo mestizo. Tampoco lo masivo puede ser
periodísticas y por aquellas construidas por sus reducido a lo que pasa en o por los medios masivos
audiencias. (Martín-Barbero, 1984). Se trata, más bien, de una
concepción más incluyente, más ecléctica, como
sostiene el Fondo de las Naciones Unidas para
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la cultura popular-masiva
el Desarrollo (PNUD). Es decir: empresas que internos de sus miembros (Martínez & Sanz, 2012).
producen y difunden, de manera masiva, creaciones Inmiscuidas todas en extorsiones, tráfico de drogas
simbólicas en forma de bienes y servicios culturales y asesinatos, los mecanismos que los gobiernos en
para comercializarlas (Bustamante, 2003, en PNUD, turno han usado para atacar el problema están en
2009) polos opuestos. Los gobiernos de derecha optaron
hasta 2009 por estrategias de choque muy represivas
Surge a partir de esa conceptualización, como que solo hacinaron las cárceles donde pudieron
sugiere Marroquín (2015) al interpretar a Martín- organizarse mejor (Tager & Aguilar, 2013). Luego
Barbero, la oportunidad de reflexionar sobre lo la izquierda apadrinó una tregua en 2012 que logró
popular añadiendo una categoría que más bien mermar el número de homicidios, pero a cambio
se había pensado opuesta: lo masivo. ¿Qué es de ablandar las medidas contra los pandilleros y sus
entonces la cultura popular-masiva? Es aquel grupo familias (Martínez & Sanz, 2012). Y finalmente, ya
de procesos culturales en donde entran en juego en el segundo gobierno de esta línea ideológica, se
ámbitos de una cultura popular que es ya urbana, regresó a una estrategia más punitiva que incluso
híbrida, seriada, mercantilizada, pero en la que es fomentó la violación bajo la mesa de derechos
posible encontrar, en medio de la complicidad humanos por parte de las autoridades policiales y
pasiva, gestos de resistencia. (Marroquín, 2015). militares (Valencia, Martínez y Valencia, 2015).
Bajo esa lógica caben en el concepto los medios
tradicionales como la televisión y el cine, pero puede Esta secuencia de hechos mantiene a 2016 en
ser también la música, la prensa, las ilustraciones, el un ambiente tenso que deja pocos aspectos de
arte, las artesanías, los tatuajes, el lenguaje, la estética la vida del salvadoreño sin incidir. Uno de ellos,
citadina, la moda, el deporte o las redes sociales. como ya se ha presupuesto, es el cultural. Veamos
¿Cuánto y cómo han permeado las maras en esa cuánto y cómo. Primero en la prensa, luego en el
cultura popular-masiva? Hacerse esa pregunta entretenimiento.
adquiere más relevancia cuando, antes, se
dimensiona la envergadura del problema pandilleril.
Aunque toda la violencia en El Salvador no puede 3. Las pandillas en la narrativa
achacarse a estos grupos, sí se debe reconocer periodística
que se han convertido en parte sistemática de esa
realidad (Hernández-Anzora, 2015). Un simple Empecemos con las empresas mediáticas, acaso el
repaso a su militancia puede resultar ilustrador. De único apartado que sí cuenta con antecedentes bajo
acuerdo al Gobierno, hay un estimado de 60 mil este enfoque. Asegura Giró (2011) que la violencia
pandilleros. A ellos hay que sumar una extensa red reúne suficientes requisitos para convertirse siempre
de apoyo a la que pertenecen familiares cercanos en noticia. No extraña, pues, que este fenómeno, y
y amigos, que subiría la cifra a 400 mil personas, particularmente el crimen, han tenido una enorme
aproximadamente (Tager & Aguilar, 2013). influencia en la agenda periodística latinoamericana
(Rey, 2007), cuyas sociedades suelen ser tierra fértil
Se sabe de versiones primitivas de estos grupos en para el cometimiento de hechos contra ley.
los años ochenta del siglo pasado. No obstante,
su verdadero desarrollo hasta convertirse en el Para el caso de los países de Centroamérica –
problema de seguridad actual llegó después de 1992 con énfasis en el triángulo norte: El Salvador,
cuando, firmada la paz que puso fin al conflicto Guatemala y Honduras–, algunos estudios previos
civil salvadoreño, una combinación de factores – han determinado el papel clave que las maras han
deportación de pandilleros que cometieron delitos jugado en las narrativas del crimen. Así, a partir de
en Estados Unidos, exclusión de los jóvenes locales la década de 1990, aparece “un nuevo fantasma”
y pobreza– propiciaron su proliferación (Cruz, (…) que, oculto en los discursos, acechaba en
2005; Hernández-Anzora 2015). cada esquina de la calle a sus incautas víctimas: el
En la actualidad, en El Salvador hay dos bandas joven pandillero” (Marroquín, 2007, p.61). Era, en
principales: Mara Salvatrucha (MS-13) y Barrio especial, la narrativa de un deportado que regresaba
18, esta última fracturada en los últimos años en a sembrar pánico.
Sureños y Revolucionarios, debido a problemas
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la cultura popular-masiva
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en 2012 (medio millón de vistas). Incluso, la cadena un grupo de mareros. El resto, la escenografía del
hispana-estadounidense Univisión ha venido a villano ya antes descrita.
interrogarlo. En este último caso, sobresale la Se puede deducir entonces que las pandillas forman
escenificación que sirvió para la entrevista: el líder parte vital del relato que los medios de prensa,
pandilleril permanecía dentro de su celda –oscura sea escrita, digital y televisiva, construyen para
y flanqueada por guardias penitenciarios–, mientras sus audiencias alrededor del importante tema de
los barrotes separaban a la periodista, sentada del la violencia y el crimen. Las maras –ya sea como
lado iluminado, del de los buenos. una masa homogénea o como sus miembros
individuales más representativos– son parte de una
Esto suele ser muy común en las entrevistas con agenda en la que la narrativa de héroes y villanos,
pandilleros: la escenificación. Salvo la excepción en mayoritariamente espectacularizada, predomina.
vivo de la entrevista en el set de Canal 17, la mayoría Un discurso que exalta el miedo, busca un héroe
de estos encuentros ante cámaras suelen ocurrir al (papel que el político sueña representar) y, salvo
interior de los centros penales y son pregrabados. excepciones de algunos medios, vuelven superficial
De esta forma, la locación cumple un importante la complejidad del fenómeno.
papel. Las cárceles suelen tener suelos sucios y
paredes grises. Y eso sirve, comunica, pues ayuda a
construir esa atmósfera del villano entrevistado que 4. La apropiación del discurso
por fin accedió a hablar –y casi siempre en exclusiva– periodístico en las audiencias2
con un medio. Además, el pandillero protagonista
no aparece solo. Lo acompañan miembros de la ¿Qué dicen las audiencias sobre eso que consumen
organización que nunca hablan, pero que están ahí, en los medios? Este es un terreno menos explorado.
intimidantes. Como adelantaba Marroquín (2007), Para hacerlo, se tomaron dos casos emblemáticos
persiste en la prensa la construcción de villanos, que en 2015 llamaron la atención de la prensa y,
aunque esta vez muy hollywoodesca. por consiguiente, de la ciudadanía: La filtración de
imágenes de supuestos pandilleros asesinados en lo
La metáfora de la película sigue siendo ideal para que las autoridades llamaron un enfrentamiento con
lo que viene: la postproducción. Por ejemplo, los policías (11 de junio) y el asesinato dos militares en
encargados de “Hechos”, de Canal 12, prepararon una terminal de buses, el cual incluía la publicación
para el “Viejo Lin” y también para otra plática de imágenes de los presuntos pandilleros homicidas
con “El Sirra” cortinas musicalizadas de entrada, que huían del crimen (21 de junio). El material de
algo que no acostumbran con cualquiera. También análisis consistió en los comentarios de lectores a
utilizaron ecos para resaltar frases importantes y estas noticias publicados en los muros de Facebook
dramatizaciones en blanco y negro actuadas por de los cuatro periódicos en versión digital más
niños, a manera de flashback, cada vez que el leídos del país, de acuerdo a datos de 2015 del
entrevistado recordaba lo que él autodenomina su sitio de cibermetría alexa.com: elsalvador.com, La
“complicada infancia”. Prensa Gráfica, El Blog y La Página.
Otras veces, el formato se asemeja más al “reality Lo primero que salta a la vista al analizar el discurso
show” o programas de telerrealidad. Entonces, de las audiencias es el deseo de venganza. Se
el mismo hecho de entrevistar a pandilleros se habla de aplicar la “ley del talión”, es decir, si los
convierte en la noticia; y el periodista, en un actor mareros matan, asesinarlos a ellos también, pues
con un rol principal. Por ejemplo, Megavisión logró se lo merecen. De esta forma, se entra en una
en 2010 conseguir que un grupo de pandilleros contradicción. Por un lado, fustigan la violencia que
hablara en exclusiva sobre su papel en la seguridad ejercen los pandilleros contras sus víctimas; por el
pública nacional. En la nota, el reportero (que otro, apoyan el uso de las balas, siempre y cuando el
también es director de noticias) es el protagonista que las sufra sea el marero. “Yo diría que sin querer
desde el inicio. Se le ve manejar su carro a través les den veneno a los líderes en los centros penales
de varias calles de San Salvador, mientras cuenta o un corto circuito” se leía en los post en el muro
con dramatismo que ha sido citado a una casa de La Prensa Gráfica y elsalvador.com, vinculados
abandonada en un lugar secreto para hablar con 2 Este apartado es un adelanto de los resultados de una
investigación mayor en ejecución por el autor de este texto.
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a la noticia del asesinato de los militares a manos actitud de la ciudadanía a resolver el problema de
de supuestos pandilleros. Mientras que un meme la violencia con más violencia. De esta forma, las
subido por un lector en La Página rezaba: “Salva maras son un enemigo al que hay que eliminar por
una vida, mata un marero”. la fuerza antes de que nos elimina a nosotros. Este
discurso es coincidente con el periodístico estudiado
En la otra noticia (los pandilleros muertos en lo que por autores como Martel (2007), Marroquín (2007)
la policía dijo fue un enfrentamiento) predominaba y Marroquín y Vásquez (2014). Las maras es ese
el regocijo. “Felicidades, señores, y qué pulso, sigan “cáncer” que hay que extirpar, el enemigo a vencer.
así, el pueblo se los agradecerá”, aplaudía alguien Y un gobierno fuerte que se ponga del lado de la
en el Facebook de El Blog. “Un aplauso para el que población y los ayude a eliminarlos será digno del
los mató”, posteó en forma de meme un lector de voto. La cadena se cumple: políticos simplifican
La Página. Incluso abundan llamamientos a crear el discurso para desahogar todos los males en la
grupos clandestinos que, al estilo de La Sombra figura del marero, la mayoría de medios retoma ese
Negra3 , los ubique y asesine. mensaje en sus noticias y gran parte de la audiencia
así lo digiere.
También sobresale un fuerte reclamo a las
autoridades. Los que más quejas reciben son los
policías y militares, a quienes se les exige mano dura 5. Las maras en la ficción de
contra las maras. En los comentarios analizados, no entretenimiento
importaba que eso signifique violar los derechos
humanos. “Si es posible renunciemos a esas leyes También la ficción ha sido impactada por las
mierdas”, se podía leer en un post de un lector. pandillas. A nivel local, primero hay aclarar que la
escasa producción televisiva original –que no supera
De hecho, persiste una visión nostálgica sobre el 44 por ciento, del cual, la mayoría son noticieros
aquella época de duros militares. Por un lado, y entrevistas (Carballo, 2013)– condiciona en
abundan mensajes para que resurja la figura de un buena medida el rastreo de las influencias en estas
Maximiliano Hernández Martínez, presidente de narrativas.
la República entre 1931 y 1944, que se caracterizó
por aplicar con fiereza la ley para minimizar la Dicho eso, hay que rescatar algo: Los pocos
delincuencia, pero carga a cuestas el hecho de que seriados que narran hechos no veraces en clave
bajo su mandato ocurrió la masacre de 1932, en la entretenimiento en los últimos años incluyeron a
que se quitó la vida a más de 20 mil personas, sobre estos grupos en el guion. Tanto en la infantil “El
todo indígenas (Ching, Lara y Lindo, 2010). Otros Cipitío” (del estatal Canal 10) como en “Capitán
añoran a la Guardia Nacional, vigente hasta la firma Centroamérica”, una parodia lanzada primero en
de los Acuerdos de Paz, en 1992. Sus miembros internet y luego transmitida por Telecorporación
eran famosos por estrictos, pero también por el uso Salvadoreña, las maras aparecieron esporádica y
excesivo de la fuerza. ligeramente como villanas.
¿Hay discursos disidentes de esa sed de venganza? Lo mismo se puede decir del cine salvadoreño. Con
Sí. Pero cuando surgen ciudadanos que aportan apenas cinco largometrajes de ficción salvadoreños
ideas pacíficas, suelen ser vilipendiados por los otros estrenados en los último 50 años (Sermeño, 2015),
usuarios enardecidos. “Marero el que no apoye las oportunidades no son muchas. Aun así, la
eliminar a los mareros”, es el discurso predominante cinta “Malacrianza” (2014), del nacional Arturo
en este punto. Si alguien, por ejemplo, pide apiadarse Menéndez, tiene como catalizador de su historia a
de las madres de los pandilleros muertos, seguro es las pandillas. En ella, el vendedor de piñatas Don
pandillero también. Ergo: también hay que matarlo. Cleo es extorsionado por mareros y amenazado
Salvo esas y otras escasas excepciones de ciudadanos de muerte. Preocupado, parte en busca del dinero
que piden solucionar el problema a través de la exigido, mientras su vida personal se descalabra.
oración y la religión, del discurso se infiere una Se sabe además de un proyecto que se viene
3 La Sombra Negra fue un grupo armado clandestino que en la cocinando desde hace varios años, pero que por
década de los noventa ganó fama por la eliminación sistemática falta de recursos no ha visto la luz: “14 abriles
de delincuentes, principalmente en el oriente del país.
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locos”, de Noé Valladares. Sin embargo, sí está en México, en estos casos, de las identificadas
colgado en YouTube un adelanto del audiovisual. como Mara Salvatrucha. Finalmente, “El capo
En él se puede ver a una joven que quiere entrar a 2”, una novela colombiana-estadounidense, narra
estos grupos y uno que quiere salir, en una historia la alianza entre pandillas (entre ellas la ficticia
atestada de estereotipos del marero salvadoreño Mara 7, identificada como centroamericana) y el
deportado: ropas holgadas, binchas, puros de narcotráfico.
mariguana, alcohol, sexo, golpes y armas. Los
periodistas Arauz y Valencia (2009) la calificaron de Las consolas no han escapado de ser tatuadas por la
“desfasada” y de una “caricatura”, comparada con estética pandilleril. Algunos videojuegos, en especial
la violencia real actual de estas agrupaciones. aquellos de roles, permiten a los usuarios vivir
aventuras en donde la violencia es materia prima en
En el caso de los grandes estudios estadounidenses, manos de pandillas, algunas de ellas, salvadoreñas.
aunque la mayoría de historias transcurren en ese Rockstar North, por ejemplo, ha recreado en Grand
país, esos pandilleros retratados son migrantes Theft Auto V una pandilla llamada Marabunta
originarios de América Central4. Ejemplos abundan. Grande, de origen salvadoreño. Según la trama
No obstante, uno de los casos más representativos del videojuego, sus miembros son territoriales y
es la premiada “Día de entrenamiento” (2001). muy violentos; visten con ropas holgadas, llevan
Esta introduce a Neto, un salvatrucho que vende tatuajes en el rostro y zapatos deportivos; y ocupan
droga y es, al mismo tiempo, informante policial. armas como AK-47 y rifles de francotirador. En
Lo peculiar es que, aunque solo tiene 17 años, fue otro juego, SA: MP (San Andreas Multiplayer),
un ex miembro del Batallón Atlacatl mientras vivía una variante de Grand Theft Auto San Andreas
en El Salvador, donde era conocido por ser un basada en la modalidad de multijugador, la alusión
asesino sanguinario. Varios episodios de las series es más directa. En este, los jugadores pueden optar
dramáticas “Nip/Tuck”, “The Shield”, “NCIS Los por ser miembro de la pandilla MS; los tatuajes
Angeles”, “The good wife” y la película “End of están incluidos. Mientras que APB Reloaded, de
watch” también recurren a utilizar miembros de la GameFirst. los jugadores tienen la opción de vestir
MS-13 o alguna con nombre falso pero identificada la piel y las ropas de un marero miembro de la MS al
como salvadoreña, como los malos que desatan la que incluso se le puede tatuar la leyenda El Salvador
violencia en sus tramas. 503. Este, pistola o metralleta en mano, avanza por
la ciudad derribando rivales.
La Mara Salvatrucha también resuena en algunas
cintas mexicanas. Tanto en “La vida precoz y breve Queda claro así que la influencia de las maras en
de Sabina Rivas” (2012), de Luis Mandoki; y en “Sin la cultura popular-masiva, como ha ocurrido en
nombre” (2009), producida por Gael García Bernal la realidad, se ha expandido internacionalmente.
y Diego Luna, una mujer deja América Central en Son videojuegos, películas y series –salvadoreñas,
busca de arribar a Estados Unidos. En el camino, mexicanas y hollywoodenses– que basan sus
la violencia pandilleril es un obstáculo violento guiones de ficción en un problema de seguridad.
a superar. La MS también figura en otras cintas Sin embargo, se trata, casi siempre, de una versión
aztecas como “Victorio” (2008), “Destino Mara” light del asunto, simplificada. Ficción y prensa,
(2010) y “Mujeres mara” (2012), casi todas de poca como se ve, coinciden en este punto.
repercusión y con escaso trabajo de caracterización,
y enfocadas, según su publicidad, en “mostrar
la vida dura” al interior de las pandillas radicadas 6. De música popular, moda y deporte
4 Es importante recordar que la comunidad salvadoreña en La música popular salvadoreña –como el cine, como
Estados Unidos, particularmente en Los Angeles, es una de las la televisión–, tampoco se ha caracterizado, salvo en
minorías más importantes. Eso trae varias implicaciones, entre
ellas la constante transculturación tanto de salvadoreños que épocas muy precisas, por su amplia producción de
llevan sus costumbres hacia el país norteamericano; como de contenido original. De ahí que comparar este rubro
estos cuando, tras convivir en una nación extraña pero a la cual con el impacto de lo narco en la música norteña
se adaptan, por fin regresan a su tierra e interactúan con los
familiares que se quedaron acá. Esos fenómenos, esas mezclas, mexicana, por ejemplo, sería injusto. Sin embargo,
son reflejados en varios de los productos de ficción creados en aún en esas condiciones, las pandillas han sido
Estados Unidos. musas en varios casos.
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El rap, género que en el imaginario popular se ha calle que “pide pesos, asalta viejitas y rifa el barrio”.
asociado a las pandillas y a la violencia (González, Mientras que Clandestino 10-4 lanzó “Rifa”. Esta,
2012), ha tocado el tema en diferentes niveles. según uno de sus integrantes, Roberto Torres, “es
Existen, por un lado, piezas cuyas líricas sirven una canción que pelea por la integración de las
para pedir que cese la violencia, como pretende el maras” en pro de acciones positivas (Leiva, s/f).
grupo Rompiendo el Silencio con el tema “Santos Está atestiguado también que las pandillas han
Inocentes” (de 2015), la cual narra la historia de influido en lo que los salvadoreños pueden o no
uno de sus amigos asesinado al ser confundido escuchar. El caso más emblemático fue la prohibición
con un marero. Luego se puede ubicar crónicas al cantante tropical Aniceto Molina –colombiano ya
urbanas protagonizadas por miembros de estas fallecido, de mucha popularidad en El Salvador–,
organizaciones, sin decantarse a favor o en contra a quien, según ha confirmado su representante, se
de ellas. En “El destino” (2011), de Pescozada, se le prohibió cantar en vivo la canción “Peluquero
retrata la historia de un sicario tatuado y vinculado salvatrucha”. Aunque el tema juega más bien con
con pandillas que sabe que no verá a sus hijos la connotación sexual, integrantes del Barrio 18
crecer. Finalmente, hay un tercer nivel más crudo, le “solicitaron” no interpretar el tema en zonas
más explicitico y, en algunos casos, más apológico. dominadas por ellos, pues parece hacer alusión a
El mismo Pescozada –que aunque destaca por sus grandes rivales.
buscar librar al género de los estigmas pandilleriles
y le ha cantado a temas como la corrupción y la El Estado también ha ejercido censura para evitar
migración– tiene un rap en esa línea. Es “La música difundir contenidos culturales musicales a los
sonando para ti, polis”, que cuenta cómo, en medio que considera apologías del delito en favor de las
de una trifulca entre salvatruchos y el Barrio 18, maras. Existen varios precedentes. El citado rap “El
la policía incrimina a un joven que, aunque con directo”, de Mecate, fue vetado en la radio, aunque
antecedentes penales, es ajeno al problema que se muchas de las emisoras ya se habían autocensurado.
vive afuera de su casa. También sobresale la más Años más tarde, en 2003, el Gobierno de entonces
famosa pieza musical sobre un pandillero: “El prohibió al grupo mexicano de rock latino Molotov
Directo” (1999), de Mecate, en donde los jóvenes dar un concierto en El Salvador porque propiciaba
raperos se ponen en el papel de Gustavo Adolfo la violencia en una época en la que la lucha contra
Parada, quien obtuvo titulares de prensa debido a las pandillas era vendida –como lo es hoy– como
una serie de homicidios que cometió cuando era uno de los logros principales del Ejecutivo. Y ese
menor de edad. La pieza fue censurada en radio. mismo año, en un hecho confuso, integrantes de las
bandas de rock Luna de Sangre y Apartamento 31
Mas esas dos canciones son light si se les compara fueron capturados por la policía en nombre de la
con la que los mismos pandilleros, algunos con su Ley Mano Dura5, por lucir tatuajes que los dotaba
propio nombre artístico y hasta sello discográfico de una supuesta apariencia de mareros. Fueron
“underground”, graban y suben a canales como exonerados por falta de pruebas.
Youtube y sitios para compartir música. Canciones
como “Soya criminales MS-13”, con más de 200 mil Aunque ha pasado más de una década desde
vistas en YouTube, o “Enemigos dolidos”, un reto entonces, ese caso ilustra un tema que aún en el
directo a los rivales; narran sin censura las vivencias presente genera controversia: la estigmatización en
y estilos de vidas de sus miembros. el vestir. Y con eso entramos a la influencia en la
moda. Recién en 2015, periodistas circularon en
El rock post firma de los Acuerdos de Paz fue Twitter fotografías de un grupo de jóvenes con
otro gran contador de historias; algunas de ellas se gorras, camisas manga larga a cuadros por fuera del
inspiraron en pandilleros. La más conocida es “Juan pantalón y zapatos tenis, caminando con dirección
el Sobado” (finales de los noventa), la crónica de un al lugar donde se celebraba el vigésimo tercer
“guanaco deportado” –dice la letra– a quien los de aniversario de los Acuerdos de Paz. “Mareros”,
la mara llegaron a avisar que la policía iba tras él. dictaminó la comunidad de esa volátil red social.
Otro grupo de esta misma generación, aunque más 5 La Ley Mano Dura fue el nombre mediático con el que el en-
asociado al ska, era Súper Pakito Chac. Uno de sus tonces presidente Francisco Flores, de la derechista ARENA,
temas insignia es “Pakito”, el relato de un niño de la pretendió erradicar a las pandillas a través del uso de medidas
coercitivas.
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La reacción de los cibernautas fue de linchamiento serio riesgo a la integridad física de quien los luce.
al Gobierno por darles acceso a este tipo de actos. Ya ni siquiera es seguro llevar dichos símbolos en
También pedían que los atraparan y eliminaran la ropa; y con esto entramos en el deporte. Como
ahí mismo, lo que certifica las ansias de venganza lo había señalado la prensa años antes (Valencia,
que arrojó el análisis del discurso de las audiencias 2011), y como se pudo comprobar en 2016 para
descrito previamente. Sin embargo, pronto vino la este artículo, los futbolistas aficionados e incluso
aclaración oficial: se trataba solo de un grupo de jugadores y directivas de equipos profesionales
bailarines que el Instituto Nacional de Juventud rehúyen a utilizar en los uniformes los números
había coordinado para que llegaran al acto a bailar identificativos de las maras. Así, de la docena de
break dance. Su pecado fue que los trajes de este clubes de la Liga Mayor para el torneo Clausura
tipo de coreografías se asemejan a la estética del 2016, no había ni una sola camiseta con el 18
vestir instaurada en el imaginario colectivo sobre en la espalda. Y con el 13 solo figuraba uno, del
maras. Águila. Para el siguiente torneo, hasta una estrella
internacional como el uruguayo Sebastián Abreu,
Ahora mismo, además del linchamiento público en fichado por Santa Tecla, debió renunciar a su
redes sociales, calzar y vestir de una u otra forma acostumbrado número 13. La paranoia es tal que
puede acarrear riesgos. Como lo advirtió en varios incluso algunos aficionados de los equipos evitan
medios de prensa Israel Ticas, forense criminalista mencionarlos al contabilizar títulos: cuando FAS
experto en casos de violencia por pandillas, existen llegó a la final del torneo Apertura 2015, aspiraba
códigos de vestir entre estos grupos que advierten a conseguir su campeonato 18, pero ciertos
su pertenencia a una u otra mara y que podrían aficionados preferían nombrarlo en Twitter y
poner en peligro a adolescentes ajenos al problema. Facebook como “la 17 + 1”.
Así, marcas de zapato Nike Cortez o Adidas Domba
suelen ser señas inequívocas de la pertenencia a Por un tema parecido se metió en problemas el
dichos grupos y su uso en el territorio incorrecto ya extinto equipo de futbol Real Destroyer, de La
representa problemas. En cambio, para el que sí es Libertad. La Secretaría de la Cultura recomendó
pandillero, llevar este look es señal de alto estatus. cambiar el nombre debido a su connotación violenta
Como le contó un miembro de maras al periodista (“destroyer”, en el caló policial, es una vivienda
Roberto Valencia: “Muchos jóvenes no tienen nada abandonada que es utilizada por los pandilleros
en casa. No hay qué comer, no hay qué vestir, no para reunirse o almacenar drogas o armas). Y por
hay que ponerse de zapatos. Entonces, ellos ven otro lado, aunque se queda en el terreno de las
a un pandillero bien vestido, que maneja bolas mofas entre barras, “ser pandillero” es también una
(dinero), y dicen: hey, sí… (se puede sobresalir)” metáfora muy común con el que los aficionados
(Valencia, 2012). rivales fustigan en redes sociales a los seguidores
del Alianza –equipo con mucho arrastre en colonias
También han surgido rumores de que algunas populares del Gran San Salvador, donde también
ropas y colores de cabello entintado están vetados los índices de violencia son altos–. La narrativa
en algunas áreas de la ciudad por representar a una construida en la mente del hincha contrario a este
u otra mara. La censura corrió sin confirmación equipo es: ser violento y proceder de colonias
oficial, pero lo que sí está comprobado es que urbanas periféricas de la capital es ser marero y, en
algunas mujeres, al saber de la supuesta alerta, consecuencia, es ser aliancista. Lo que ocurre es una
optaron por ir al súper o al salón de belleza y mutación de los significados condicionada por el
solicitar tintes más oscuros para su cabello (Ávalos, fenómeno social y de seguridad. Es como la palabra
2015). “brincar”, que ya no solo es saltar sino el ritual para
ingresar a estos grupos; o “rifar”, que ya no solo es
Ya despojados de las ropas que estereotipan, un sorteo sino identificarse como miembro de estas
tampoco la piel es un lienzo de libre expresión. organizaciones; y claro, “mara” que ya no es solo un
Existen números (como el 13 y 18) y otros símbolos grupo de amigos, sino las pandillas.
de los cuales los pandilleros se han apropiado, que
portarlos con tinta en cualquier parte del cuerpo,
sobre todo visibles en público, podría significar un
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7. Conclusiones e implicaciones ello vendría lo que Rincón llama para el caso del
narco colombiano y mexicano, el enamoramiento
Una primera conclusión es que, en efecto, las de guionistas y productores hacia este estilo. Será,
pandillas sí han influenciado en la cultura popular- pues, un reto futuro evaluar cómo las audiencias
masiva. Desde la prensa y sus relatos hasta la forma procesarían una mayor exposición a ese tipo de
en la que las audiencias digieren los mensajes, contenidos. Y en especial en el caso de jóvenes en
pasando por las narrativas de ficción, productos de riesgo, que podrían ver en estos modelos ficticios
entretenimiento, moda, deportes, música popular, un camino a seguir.
tatuajes, el grafiti y otras manifestaciones en las
que convergen los medios masivos, lo urbano, En cuanto al impacto de las pandillas en la ficción
lo tradicional y lo contra hegemónico…nada ha y el entretenimiento internacional, como se ha
escapado al impacto del fenómeno social de las insistido, se trata casi siempre de caricaturas, de
maras. personajes planos y estereotipados. El pandillero
centroamericano, y en particular el salvadoreño
Sin embargo, hay una serie de implicaciones a partir que reside en Estados Unidos, es ese comodín
de esos hallazgos que ameritan más discusión. que aparece en las tramas cuando el guion empuja
Para el caso de los productos periodísticos, el a que exista un delincuente latino. Son piezas de
relato es tendiente a espectacularizar el problema, un rompecabezas que interesan solo para lucir
a convertir a los pandilleros literalmente en malos terroríficos en pantalla y para que encajen bien
de película. Esto trae consecuencias. Ya que los con la necesidad de sangre hispana derramada que
noticieros suelen ser los segmentos televisivos requiere el guion. Esto, como ocurre con la prensa,
más vistos en El Salvador (Ipsos Herrarte, 2015) parcializa la versión que las audiencias reciben
y los grandes periódicos tradicionales y hoy los sobre el fenómeno: no hay mayores espacios para
digitales suelen ser los que marcan la agenda diaria, profundizar en los orígenes del problema o en las
se está perpetuando un discurso simplificado de un particularidades de individuos, lo que no deja ver
fenómeno más complejo. Así, la información que más allá de los estereotipos. Unos estereotipos
reciben las audiencias es reducida a aquella metáfora que, dicho sea de paso, tampoco favorecen a más 5
del cáncer por extirpar que explicaba Martel. Y ello, millones de centroamericanos residiendo en el país
como quedó claro con el análisis de los comentarios del norte, muchos de ellos ilegales.
de los lectores, buena parte de la población exige
que se haga con mano dura, incluso pisoteando los Finalmente, que las pandillas tengan incidencia
derechos humanos. Estas peticiones, en manos de en terrenos como la forma en que se interactúa
políticos hambrientos de votos, podrían ser una alrededor del futbol, en cómo visten los jóvenes y
ventana abierta para propuestas populistas que, en la música que la gente escucha, debería ser una
lejos de resolver el problema, solo lo maquillen, o alerta para las autoridades. Se trata de aspectos
peor aún, lo robustezcan. de la cultura masivo-popular que van más allá
de las narraciones industrializadas como el cine,
En cuanto a la ficción y el entretenimiento hecho la televisión o los videojuegos, pero que son de
en El Salvador, es innegable que las facilidades que gran importancia para las mayorías. Se trata de la
brindan las nuevas tecnologías posibilitarán, si bien cotidianidad, de lo que mucha gente discute en el
no el surgimiento de una industria, sí un aumento día a día, en los pasillos de oficina o en el pasaje. Se
considerable de este tipo de producciones a nivel trata de la evidencia más clara de que el fenómeno
local en los próximos años. ¿Esto qué significa? Que, social y de seguridad de las maras es más que cifras
si estas producciones aumentan cuantitativamente, de extorsión y conteo de homicidios. De que es
y si el fenómeno de las pandillas se recrudece, es de también cultural.
esperar que sus tramas también se vean cada vez
más nutridas por narraciones centradas en dichos
grupos. Así, la masificación de la estética de las
pandillas (o simplemente “maro-estética”, como
me permito llamarle) sería una posibilidad. Y si
da buenos resultados en términos de rating, con
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la cultura popular-masiva
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