Somos Sembradores

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“Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para

instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda
buena obra.” 2 Timoteo 3:16-17

“Así será mi palabra que sale de mi boca; no volverá a mí vacía, sino que hará lo que yo quiero, y
será prosperada en aquello para que la envié.” Isaías 55:11

 Por la gracia de nuestro Señor Jesucristo hemos sido bendecidos con toda bendición
celestial y, esa gracia recibida, tenemos el compromiso ante el Señor de ir y darla de gracia
a todos aquellos que como nosotros en nuestro tiempo, antes de recibir al Señor, viven en
la angustia, la necesidad, la desesperación, el conflicto, la guerra, el odio, el vicio y todo lo
que se vive alejados de Dios.

 Hoy, más que nunca, el cumplimiento de la Gran Comisión, que nos ha sido encomendada
es un imperativo, mucho más, en momentos como este en que la dura prueba del
coronavirus ha llevado a la angustia, a la desesperación y a la incertidumbre al mundo
entero, verdaderamente hoy “la mies es mucha y los obreros pocos”; así como el personal
médico y de enfermería en el mundo no está escatimando esfuerzos ni riesgos para
enfrentar esta pandemia del coronavirus, así mismo los hijos y siervos de Dios debemos ir
a llevar esa palabra de paz, de consuelo, de fortaleza y de esperanza que es la Palabra de
Dios, a un mundo necesitado espiritualmente de su amor y de su misericordia.

 Ante Dios somos sembradores de esa semilla de amor que es su Palabra y, esa Palabra que
por su Santo Espíritu hemos recibido y ha sido grabada en nuestra mente y en nuestro
corazón, es útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, para
exhortar y para instar a creyentes y no creyentes. Porque todos estamos necesitados
desesperadamente de su amor, de su perdón y de su misericordia. Sembrar es lo nuestro,
porque una vez sembrada la Palabra en el corazón de las personas, esa Palabra ya no
vuelve a Dios vacía sino que cumple en quien la reciba el propósito para el cual la envía. Y
recordemos que el Señor nos promete en su Palabra:

“No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo;
siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia.” (Isaías 41:10)

Querido hermano en Cristo Jesús “Despiértate, tú que duermes, y levántate de los muertos, y te
alumbrará Cristo.” (Efesios 5:14)

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