Necumatologi Espiritu Santo

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Neumatología

I. La Personalidad del Espíritu Santo.


A. Propiedad Personal.
B. Pronombres Personales.
C. Hechos Personales.
D. Reacciones Personales.
E. Relaciones Personales.
F. Designaciones Personales.
II. La Deidad del Espíritu Santo.
A. El es identificado como Dios en el Antiguo Testamento.
B. El es llamado Dios.
C. El posee atributos Divinos.
D. El hace las obras de Dios.
E. El ejercita la Soberanía de Dios.
F. El debe ser reconocido como Dios.
G. Debemos depender de El como Dios.
H. Podemos llegar a pecar contra El, Dios.
III. La obra del Espíritu Santo.
A. En el Antiguo Testamento.
B. En el Nuevo Testamento.
Capitulo III
Neumatología
Neumatología deriva de la palabra griega pneuma, que
significa espíritu, viento, o aliento. Por lo tanto, Neumatología
es la doctrina del Espíritu, o aliento de Dios: la doctrina del
Espíritu Santo.
La doctrina del Espíritu Santo es en realidad una doctrina
bíblica. La Biblia es la única fuente de la que podemos tomar
información segura concerniente a El. Solo la fe cristiana
tiene al Espíritu Santo.
Mientras estudiamos la doctrina del Espíritu Santo,
mantengamos en mente que Cristo es el centro de este libro,
el gran tema de toda la revelación. Si no ponemos a cada uno
en su lugar, tendremos confusión. El Espíritu Santo no puede
desplazar al Hijo de Dios. El Espíritu Santo no viene a hablar
de si mismo, sino de Cristo. Alguien que hable continuamente
del Espíritu y omita al Hijo muestra evidencias de que
realmente no tiene al Espíritu.
I. La Personalidad del Espíritu Santo.
Primero una palabra de precaución: No llames al Espíritu
Santo “algo.” A veces confundimos personalidad con
visibilidad. Personalidad no es atributo de un cuerpo; es
atributo de un espíritu.
En un sentido, usted mismo nunca ha sido visto; porque usted
no es un cuerpo, sino un espíritu en un cuerpo.
A. Propiedad Personal.
1. El posee Inteligencia. “Porque a éste es dada por el
Espíritu palabra de sabiduría; a otro, palabra de ciencia según
el mismo Espíritu; ” (I Cor. 12:8). Ver también Isaías 11:2, 3;
Nehemías 9:20; I Pedro 1:11; II Pedro 1:21; I Corintios 2:10,
11.
2. El posee una Voluntad. “Pero todas estas cosas las hace
uno y el mismo Espíritu, repartiendo a cada uno en particular
como él quiere.” (I Cor. 12:11).
3. El posee Poder. “Y el Dios de esperanza os llene de todo
gozo y paz en el creer, para que abundéis en esperanza por
el poder del Espíritu Santo. . . con potencia de señales y
prodigios, en el poder del Espíritu de Dios; de manera que
desde Jerusalén, y por los alrededores hasta Ilírico, todo lo he
llenado del evangelio de Cristo.” (Rom. 15:13, 19). Ver
también Zacarías 4:6; Isaías 11:2; Efesios 3:16.
4. El posee Conocimiento. “las que Dios ha preparado para
los que le aman. Pero Dios nos las reveló a nosotros por el
Espíritu; porque el Espíritu todo lo escudriña, aun lo profundo
de Dios. Porque ¿quién de los hombres sabe las cosas del
hombre, sino el espíritu del hombre que está en él? Así
tampoco nadie conoció las cosas de Dios, sino el Espíritu de
Dios. Y nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo,
sino el Espíritu que proviene de Dios, para que sepamos lo
que Dios nos ha concedido, ” (I Cor. 2:10-12).
5. El posee Amor. “Pero os ruego, hermanos, por nuestro
Señor Jesucristo y por el amor del Espíritu, que me ayudéis
orando por mí a Dios, ” (Rom. 15:30).
B. Pronombres Personales.
El Nombre Personal del Espíritu Santo es desconocido. El
titulo “Espíritu Santo” es una designación, lo que El es; no es
Su Nombre. El silencio de las Escrituras respecto a Su
Nombre Personal es muy significativo. El oculta su propio
nombre, para que el nombre del Señor Jesucristo sea
exaltado. El título “Espíritu Santo” es un sustantivo neutro en
griego, pero cuando un pronombre se usa en su lugar,
siempre se usa pronombre masculino. “Y yo rogaré al Padre,
y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para
siempre: el Espíritu de verdad, al cual el mundo no puede
recibir, porque no le ve, ni le conoce; pero vosotros le
conocéis, porque mora con vosotros, y estará en vosotros. . .
Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre
enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y os
recordará todo lo que yo os he dicho.” (Juan 14:16, 17, 26).
Ver también Juan 16:7, 8, 13-15; Romanos 8:16, 26.
C. Hechos Personales.
¿Por qué nosotros actuamos como seres humanos? Porque
lo somos. ¿Por qué el Espíritu Santo actúa como un persona?
Porque es una Persona.
1. El habla. “Ministrando éstos al Señor, y ayunando, dijo el
Espíritu Santo: Apartadme a Bernabé y a Saulo para la obra a
que los he llamado.” (Hechos 13:2).
2. El Intercede. “Y de igual manera el Espíritu nos ayuda en
nuestra debilidad; pues qué hemos de pedir como conviene,
no lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros
con gemidos indecibles.” (Rom. 8:26).
3. El testifica. “Pero cuando venga el Consolador, a quien yo
os enviaré del Padre, el Espíritu de verdad, el cual procede
del Padre, él dará testimonio acerca de mí.” (Juan 15:26).
4. El da mandatos. “Y atravesando Frigia y la provincia de
Galacia, les fue prohibido por el Espíritu Santo hablar la
palabra en Asia; y cuando llegaron a Misia, intentaron ir a
Bitinia, pero el Espíritu no se lo permitió.” (Hechos 16:6, 7).
5. El supervisa. “Por tanto, mirad por vosotros, y por todo el
rebaño en que el Espíritu Santo os ha puesto por obispos,
para apacentar la iglesia del Señor, la cual él ganó por su
propia sangre.” (Hechos 20:28).
6. El guía. “Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os
guiará a toda la verdad; porque no hablará por su propia
cuenta, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber
las cosas que habrán de venir.” (Juan 16:13).
7. El enseña. “Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el
Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas,
y os recordará todo lo que yo os he dicho.” (Juan 14:26).
D. Reacciones Personales.
Es notable que ciertos hechos que pueden ser cometidos
contra el Espíritu solo pueden ser cometidos contra una
persona. El Espíritu tiene sentimientos.
1. El puede ser contristado. “Y no contristéis al Espíritu Santo
de Dios, con el cual fuisteis sellados para el día de la
redención.” (Ef. 4:30).
2. Puede ser enojado. “Mas ellos fueron rebeldes, e hicieron
enojar su santo espíritu; por lo cual se les volvió enemigo, y él
mismo peleó contra ellos.” (Is. 63:10).
3. Puede ser tentado. “Y Pedro le dijo: ¿Por qué convinisteis
en tentar al Espíritu del Señor? He aquí a la puerta los pies
de los que han sepultado a tu marido, y te sacarán a ti.”
(Hechos 5:9).
4. Puede ser resistido. “¡Duros de cerviz, e incircuncisos de
corazón y de oídos! Vosotros resistís siempre al Espíritu
Santo; como vuestros padres, así también vosotros.” (Hechos
7:51).
5. Puede ser blasfemado. “pero cualquiera que blasfeme
contra el Espíritu Santo, no tiene jamás perdón, sino que es
reo de juicio eterno. Porque ellos habían dicho: Tiene espíritu
inmundo.” (Marcos 3:29, 30).
E. Relaciones Personales.
1. Con el Padre. “Por tanto, id, y haced discípulos a todas las
naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y
del Espíritu Santo; ” (Mat. 28:19).
2. Con Cristo. “El me glorificará; porque tomará de lo mío, y
os lo hará saber.” (Juan 16:14).
3. Con los cristianos. “Porque ha parecido bien al Espíritu
Santo, y a nosotros, no imponeros ninguna carga más que
estas cosas necesarias: ” (Hechos 15:28).
F. Designaciones Personales.
1. El nombre Paracleto. Esta es una palabra griega que
significa uno llamado al lado para ayudar. “Pero cuando
venga el Consolador, a quien yo os enviaré del Padre, el
Espíritu de verdad, el cual procede del Padre, él dará
testimonio acerca de mí.” (Juan 15:26).
2. Otras especificaciones.
a. Espíritu de la promesa. “En él también vosotros, habiendo
oído la palabra de verdad, el evangelio de vuestra salvación,
y habiendo creído en él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo
de la promesa, ” (Ef. 1:13).
b. Espíritu de Poder. “Y reposará sobre él el Espíritu de
Jehová; espíritu de sabiduría y de inteligencia, espíritu de
consejo y de poder, espíritu de conocimiento y de temor de
Jehová.” (Is. 11:2).
c. Espíritu de verdad. “Y yo rogaré al Padre, y os dará otro
Consolador, para que esté con vosotros para siempre: el
Espíritu de verdad, al cual el mundo no puede recibir, porque
no le ve, ni le conoce; pero vosotros le conocéis, porque mora
con vosotros, y estará en vosotros.” (Juan 14:16, 17).
II. La Deidad del Espiritu Santo.
B. A El se lo llama Dios.
1. En Hechos 5:3, 4. «Y dijo Pedro: Ananías, ¿por qué llenó
Satanás tu corazón para que mintieses al Espíritu Santo, y
sustrajeses del precio de la heredad? Reteniéndola, ¿no se te
quedaba a ti? y vendida, ¿no estaba en tu poder? ¿Por qué
pusiste esto en tu corazón? No has mentido a los hombres,
sino a Dios.» Ananias y Safira murieron instantáneamente por
haber mentido al Espíritu Santo. Ellos mintieron en el tiempo
de la consagración. Ellos no cayeron bajo juicio por no dar de
su dinero, sino porque aseguraron que lo habían dado todo.
Ellos mintieron a la iglesia pero aun más, mintieron al Espíritu
Santo.
2. En I Corintios 3:16. “¿No sabéis que sois templo de Dios, y
que el Espíritu de Dios mora en vosotros?” Nosotros somos el
templo de Dios porque el Espíritu mora en nosotros.
3. En II Corintios 3:17. “Porque el Señor es el Espíritu; y
donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad.”
C. El posee atributos divinos
1. Omnipotencia. “Respondiendo el ángel, le dijo: El Espíritu
Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su
sombra; por lo cual también el Santo Ser que nacerá, será
llamado Hijo de Dios.” (Lucas 1:35).
2. Omnisciencia. “Pero Dios nos las reveló a nosotros por el
Espíritu; porque el Espíritu todo lo escudriña, aun lo profundo
de Dios.” (I Cor. 2:10). Ver también Lucas 2:25-32.
3. Omnipresencia. “¿A dónde me iré de tu Espíritu?
¿Y a dónde huiré de tu presencia? Si subiere a los cielos, allí
estás tú;
Y si en el Seol hiciere mi estrado, he aquí, allí tú estás. Si
tomare las alas del alba Y habitare en el extremo del mar,
Aun allí me guiará tu mano,
Y me asirá tu diestra.” (Sal. 139:7-10).
4. Eternidad. “¿cuánto más la sangre de Cristo, el cual
mediante el Espíritu eterno se ofreció a sí mismo sin mancha
a Dios, limpiará vuestras conciencias de obras muertas para
que sirváis al Dios vivo?” (Heb. 9:14).
5. Amor. “Pero os ruego, hermanos, por nuestro Señor
Jesucristo y por el amor del Espíritu, que me ayudéis orando
por mí a Dios, ” (Rom. 15:30).
6. Santidad. “Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el
cual fuisteis sellados para el día de la redención.” (Ef. 4:30).
D. El lleva a cabo las obras de Dios.
1. Creación. “En el principio creó Dios los cielos y la tierra. Y
la tierra estaba desordenada y vacía, y las tinieblas estaban
sobre la faz del abismo, y el Espíritu de Dios se movía sobre
la faz de las aguas.” (Gen. 1:1,2). “Envías tu Espíritu, son
creados,
Y renuevas la faz de la tierra.” (Sal. 104:30). “El espíritu de
Dios me hizo, y el soplo del Omnipotente me dio vida.” (Job
33:4).
2. Regeneración. “Respondió Jesús y le dijo: De cierto, de
cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver
el reino de Dios. . . Respondió Jesús: De cierto, de cierto te
digo, que el que no naciere de agua y del Espíritu, no puede
entrar en el reino de Dios. Lo que es nacido de la carne,
carne es; y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es. No te
maravilles de que te dije: Os es necesario nacer de nuevo. El
viento sopla de donde quiere, y oyes su sonido; mas ni sabes
de dónde viene, ni a dónde va; así es todo aquel que es
nacido del Espíritu.” (Juan 3:3,5-8).
3. Resurrección. “Y si el Espíritu de aquel que levantó de los
muertos a Jesús mora en vosotros, el que levantó de los
muertos a Cristo Jesús vivificará también vuestros cuerpos
mortales por su Espíritu que mora en vosotros.” (Rom. 8:11).
4. Transformación. “Pero si Cristo está en vosotros, el cuerpo
en verdad está muerto a causa del pecado, mas el espíritu
vive a causa de la justicia.” (Rom. 8:10).
5. Salvación. “Y esto erais algunos; mas ya habéis sido
lavados, ya habéis sido santificados, ya habéis sido
justificados en el nombre del Señor Jesús, y por el Espíritu de
nuestro Dios.” (I Cor. 6:11).
E. El ejerce la Soberanía de Dios.
“Pero todas estas cosas las hace uno y el mismo Espíritu,
repartiendo a cada uno en particular como él quiere.” (I Cor.
12:11). Ver también Zacarías 4:6.
F. El es reconocido como Dios.
1. En la Gran Comisión. “Y Jesús se acercó y les habló
diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra.
Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones,
bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del
Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas
que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos
los días, hasta el fin del mundo. Amén.” (Mat.28:18-20).
2. En Bendición Apostólica. “La gracia del Señor Jesucristo, el
amor de Dios, y la comunión del Espíritu Santo sean con
todos vosotros. Amén.” (II Cor. 13:14).
3. Por designación escritural. “El que tiene oído, oiga lo que el
Espíritu dice a las iglesias.” (Ap. 3:22).
4. En la administración de la iglesia. “Ahora bien, hay
diversidad de dones, pero el Espíritu es el mismo. Y hay
diversidad de ministerios, pero el Señor es el mismo. Y hay
diversidad de operaciones, pero Dios, que hace todas las
cosas en todos, es el mismo.” (I Cor. 12:4-6).
G. De El debemos depender como de Dios.
“Pero cuando os trajeren para entregaros, no os preocupéis
por lo que habéis de decir, ni lo penséis, sino lo que os fuere
dado en aquella hora, eso hablad; porque no sois vosotros los
que habláis, sino el Espíritu Santo.” (Marcos 13:11). Ver
también Romanos 8:26.
H. Podemos pecar contra El como contra Dios.
“Y dijo Pedro: Ananás, ¿por qué llenó Satanás tu corazón
para que mintieses al Espíritu Santo, y sustrajeses del precio
de la heredad? Reteniéndola, ¿no se te quedaba a ti? y
vendida, ¿no estaba en tu poder? ¿Por qué pusiste esto en tu
corazón? No has mentido a los hombres, sino a Dios.”
(Hechos 5:3-4).
III. La obra del Espíritu Santo.
A. En el Antiguo Testamento.
Alguien ha dicho que el Espíritu Santo es mencionado 88
veces en el Antiguo Testamento. Sin embargo, la enseñanza
de Espíritu Santo no es tan clara en el Antiguo Testamento
como lo es en el Nuevo Testamento.
1. Sus manifestaciones.
a. Viniendo sobre los hombres. “y alzando sus ojos, vio a
Israel alojado por sus tribus; y el Espíritu de Dios vino sobre
él.” (Num. 24:2). “Y el Espíritu de Jehová vino sobre Jefté; y
pasó por Galaad y Manasés, y de allí pasó a Mizpa de
Galaad, y de Mizpa de Galaad pasó a los hijos de Amón.”
(Jueces. 11:29). Ver también Jueces 3:10; 14:6.
b. Como vestiduras de hombres. “Entonces el Espíritu de
Jehová vino sobre Gedeón (lo revistió), y cuando éste tocó el
cuerno, los abiezeritas se reunieron con él.” (Jue. 6:34). Ver
también II Crónicas 24:20.
c. Como derramado sobre los hombres. “Sobre la tierra de mi
pueblo subirán espinos y cardos, y aun sobre todas las casas
en que hay alegría en la ciudad de alegría. . . hasta que sobre
nosotros sea derramado el Espíritu de lo alto, y el desierto se
convierta en campo fértil, y el campo fértil sea estimado por
bosque.” (Is. 32: 13, 15).
d. Como llenando hombres. “y lo he llenado del Espíritu de
Dios, en sabiduría y en inteligencia, en ciencia y en todo arte,
” (Ex. 31:3). Ver también Miqueas 3:8.
e. Como reposando sobre hombres. “Entonces Jehová
descendió en la nube, y le habló; y tomó del espíritu que
estaba en él, y lo puso en los setenta varones ancianos; y
cuando posó sobre ellos el espíritu, profetizaron, y no
cesaron.” (Num. 11:25). Ver también Números 11:26; Isaías
11:2.
El Espíritu Santo nunca es representado como morando
entonces en el creyente. El Espíritu Santo los llenaba, pero
nunca hacia su morada en ellos.
Ningún santo del Antiguo Testamento fue jamás bautizado
con el Espíritu Santo. Ese bautismo inicial vino en
Pentecostés de Hechos 2, cincuenta días después que Cristo
se había levantado de entre los muertos.
2. Su ministración.
a. En relación a la creación.
(1) Generación.
(a) De los cielos y de la tierra. “Por la palabra de Jehová
fueron hechos los cielos, Y todo el ejército de ellos por el
aliento de su boca. El junta como montón las aguas del mar;
El pone en depósitos los abismos. Tema a Jehová toda la
tierra; Teman delante de él todos los habitantes del mundo.
Porque él dijo, y fue hecho; El mandó, y existió.” (Sal. 33:6-9).
Ver también Job 26:13.
(b) De los animales. “¡Cuán innumerables son tus obras, oh
Jehová!
Hiciste todas ellas con sabiduría; La tierra está llena de tus
beneficios . . . Envías tu Espíritu, son creados, Y renuevas la
faz de la tierra.” (Sal. 104: 24, 30).
(c) Del hombre. “El espíritu de Dios me hizo, Y el soplo del
Omnipotente me dio vida.” (Job 33:4). Ver también Génesis
1:26, 27; 2:7.
(2) Regeneración.
(a) De la tierra. “y el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de
las aguas.” (Gen. 1:2b).
(b) Del hombre caído. “Y me dijo: Profetiza al espíritu,
profetiza, hijo de hombre, y di al espíritu: Así ha dicho Jehová
el Señor: Espíritu, ven de los cuatro vientos, y sopla sobre
estos muertos, y vivirán. Y profeticé como me había
mandado, y entró espíritu en ellos, y vivieron, y estuvieron
sobre sus pies; un ejército grande en extremo.” (Ezeq. 37:9,
10). Ver también Isaías 55:3.
(3) Preservación. “Envías tu Espíritu, son creados,
Y renuevas la faz de la tierra.” (Sal.104:30).
b. En relación a Satanás. Desde el principio el Espíritu Santo
ha sido el antagonista de Satanás. “Y dijo Jehová: No
contenderá mi espíritu con el hombre para siempre, porque
ciertamente él es carne; mas serán sus días ciento veinte
años.” (Gen. 6:3).
c. En relación a Israel.
(1) Sus padres (Abraham, Isaac, y Jacob etc.). “y dijo Faraón
a sus siervos: ¿Acaso hallaremos a otro hombre como éste,
en quien esté el espíritu de Dios?” (Gen. 41:38).
(2) Sus fundadores (Moisés y sus ayudantes). “Entonces
Jehová dijo a Moisés: Reúneme setenta varones de los
ancianos de Israel, que tú sabes que son ancianos del pueblo
y sus principales; y tráelos a la puerta del tabernáculo de
reunión, y esperen allí contigo. Y yo descenderé y hablaré allí
contigo, y tomaré del espíritu que está en ti, y pondré en ellos;
y llevarán contigo la carga del pueblo, y no la llevarás tú solo.”
(Num.11:16, 17). Ver también Números 27:18, 19;
Deuteronomio 34:9; Nehemías 9:20.
(3) Sus Jueces. “Y el Espíritu de Jehová vino sobre él, y juzgó
a Israel, y salió a batalla” (Jue. 3: l0a).
(4) Sus reyes. Saul: “Al oír Saúl estas palabras, el Espíritu de
Dios vino sobre él con poder; y él se encendió en ira en gran
manera.” (I Sam.11:6). Ver también I Samuel 6:14.
David: “Y Samuel tomó el cuerno del aceite, y lo ungió en
medio de sus hermanos; y desde aquel día en adelante el
Espíritu de Jehová vino sobre David. Se levantó luego
Samuel, y se volvió a Ramá.” (I Sam.16:1:3). Ver también
Salmos 51:11, 12; 143:10.
(5) Sus sacerdotes. “Entonces el Espíritu de Dios vino sobre
Zacarías, hijo del sacerdote Joiada; y puesto en pie, donde
estaba más alto que el pueblo, les dijo: ” (II Cron. 24:20a).
(6) Sus profetas. “pusieron su corazón como diamante, para
no oír la ley ni las palabras que Jehová de los ejércitos
enviaba por su Espíritu, por medio de los profetas primeros;
vino, por tanto, gran enojo de parte de Jehová de los
ejércitos.” (Zac. 7:12). Ver también Nehemías 9:30; Ezequiel
2:2; Daniel 5:1-14; Miqueas 3:8.
(7) Su santuario.
(a) El Tabernáculo. Nada fue dejado a la sabiduría humana;
no fue hecho por la habilidad humana. “y lo ha llenado del
Espíritu de Dios, en sabiduría, en inteligencia, en ciencia y en
todo arte, ” (Ex. 35:31). Ver también Éxodo 28:3; 31:1-5.
(b) El Templo, “Y David dio a Salomón su hijo el plano del
pórtico del templo y sus casas, sus tesorerías, sus aposentos,
sus cámaras y la casa del propiciatorio. Asimismo el plano de
todas las cosas que tenía en mente para los atrios de la casa
de Jehová, para todas las cámaras alrededor, para las
tesorerías de la casa de Dios, y para las tesorerías de las
cosas santificadas.” (I Cron.28:11, 12).
d. En relación al Mesías. “El Espíritu de Jehová el Señor está
sobre mí, porque me ungió Jehová; me ha enviado a predicar
buenas nuevas a los abatidos, a vendar a los quebrantados
de corazón, a publicar libertad a los cautivos, y a los presos
apertura de la cárcel; a proclamar el año de la buena voluntad
de Jehová, y el día de venganza del Dios nuestro; a consolar
a todos los enlutados;” (Is. 61:1, 2). Ver también Isaías 11:2.
e. En relación al milenio. “Y después de esto derramaré mi
Espíritu sobre toda carne, y profetizarán vuestros hijos y
vuestras hijas; vuestros ancianos soñarán sueños, y vuestros
jóvenes verán visiones. Y también sobre los siervos y sobre
las siervas derramaré mi Espíritu en aquellos días.” (Joel
2:28, 29). “y después” significa después de la restauración de
Israel. Ver también Ezequiel 36:25-28 37:14.
f. En relación a la inspiración. “Estas son las palabras
postreras de David. Dijo David hijo de Isaí, Dijo aquel varón
que fue levantado en alto, El ungido del Dios de Jacob, El
dulce cantor de Israel: El Espíritu de Jehová ha hablado por
mí, Y su palabra ha estado en mi lengua.” (II Sam. 23:1, 2).
Ver también Números 24:2; Hechos 1:16; 4:25; I Pedro 1:10-
12; II Pedro 1:21; II Timoteo 3:16, 17.
B. En el Nuevo Testamento.
1. El Espíritu Santo y Cristo.
a. En referencia a su obra en la antigua dispensación.
(1) En la predicación. “Porque también Cristo padeció una
sola vez por los pecados, el justo por los injustos, para
llevarnos a Dios, siendo a la verdad muerto en la carne, pero
vivificado en espíritu; en el cual también fue y predicó a los
espíritus encarcelados, los que en otro tiempo
desobedecieron, cuando una vez esperaba la paciencia de
Dios en los días de Noé, mientras se preparaba el arca, en la
cual pocas personas, es decir, ocho, fueron salvadas por
agua.” (I Pedro 3:18-20), Este pasaje de las Escrituras ha
sido usado por distintas sectas, para enseñar que Dios da al
hombre una segunda oportunidad después de la muerte.
Ellos interpretan esta porción de las Escrituras como
entendiendo que Cristo, entre su crucifixión y su resurrección,
fue al Hades y ofreció salvación a los muertos impíos. Si ellos
entonces creían en El, ellos serian salvos.
Sabemos que ese enfoque no es verdadero, porque, “está
establecido para los hombres que mueran una sola vez, y
después de esto el juicio, ” (Heb. 9:27). No hay una segunda
oportunidad. La correcta interpretación es que Cristo, por el
Espíritu Santo en Noe, predico el evangelio a las personas,
avisándoles acerca del juicio sobre el mundo. Ellos
rechazaron el mensaje; ellos murieron en el diluvio; por eso,
sus espíritus están ahora esperando por la resurrección y el
juicio.
(2) En Profecía. “Los profetas que profetizaron de la gracia
destinada a vosotros, inquirieron y diligentemente indagaron
acerca de esta salvación, escudriñando qué persona y qué
tiempo indicaba el Espíritu de Cristo que estaba en ellos, el
cual anunciaba de antemano los sufrimientos de Cristo, y las
glorias que vendrían tras ellos.” (I Pedro1:10, 11).
(3) En Tipos. El Tabernáculo es un tipo de Cristo. Todo en él
revela al Salvador, y fue el Espíritu Santo quien capacitó a los
hombres para edificar el Tabernáculo. “Mira, yo he llamado
por nombre a Bezaleel hijo de Uri, hijo de Hur, de la tribu de
Judá; y lo he llenado del Espíritu de Dios, en sabiduría y en
inteligencia, en ciencia y en todo arte, para inventar diseños,
para trabajar en oro, en plata y en bronce, y en artificio de
piedras para engastarlas, y en artificio de madera; para
trabajar en toda clase de labor. Y he aquí que yo he puesto
con él a Aholiab hijo de Ahisamac, de la tribu de Dan; y he
puesto sabiduría en el ánimo de todo sabio de corazón, para
que hagan todo lo que te he mandado;” (Ex. 31:2-6).
b. Referencias a Su Obra en Su manifestación terrenal.
(1) El nacimiento de Cristo. “Respondiendo el ángel, le dijo: El
Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te
cubrirá con su sombra; por lo cual también el Santo Ser que
nacerá, será llamado Hijo de Dios.” (Lucas 1:35). Nunca en
las Escrituras encontramos que Jesús es declarado ser Hijo
del Espíritu. El Santo Ser era Hijo de Dios.
(2) El Bautismo de Cristo. “Aconteció que cuando todo el
pueblo se bautizaba, también Jesús fue bautizado; y orando,
el cielo se abrió, y descendió el Espíritu Santo sobre él en
forma corporal, como paloma, y vino una voz del cielo que
decía: Tú eres mi Hijo amado; en ti tengo complacencia.”
(Lucas 3:21, 22). Ver también Marcos 1:10, 11; Juan 1:32, 34.
(3) La tentación de Cristo. “Jesús, lleno del Espíritu Santo,
volvió del Jordán, y fue llevado por el Espíritu al desierto”
(Lucas 4:1, 2a). Ver también Mateo 4:1; Marcos 1:12.
(4) El ungimiento de Cristo. “cómo Dios ungió con el Espíritu
Santo y con poder a Jesús de Nazaret, y cómo éste anduvo
haciendo bienes y sanando a todos los oprimidos por el
diablo, porque Dios estaba con él.” (Hechos 10:38). Ver
también Lucas 4:16-21.
(5) La enseñanza de Cristo. “Porque el que Dios envió, las
palabras de Dios habla; pues Dios no da el Espíritu por
medida.” (Juan 3:34).
(6) Los milagros de Cristo. “Pero si yo por el Espíritu de Dios
echo fuera los demonios, ciertamente ha llegado a vosotros el
reino de Dios.” (Mat. 12:28).
(7) La Vida de Cristo. “Jesús, lleno del Espíritu Santo, volvió
del Jordán, y fue llevado por el Espíritu al desierto” (Lucas
4:1). Ver también Lucas 10:21; Hebreos 9:14.
(8) La muerte de Cristo. “¿cuánto más la sangre de Cristo, el
cual mediante el Espíritu eterno se ofreció a sí mismo sin
mancha a Dios, limpiará vuestras conciencias de obras
muertas para que sirváis al Dios vivo? ” (Heb. 9:14).
(9) La resurrección de Cristo. “Y si el Espíritu de aquel que
levantó de los muertos a Jesús mora en vosotros, el que
levantó de los muertos a Cristo Jesús vivificará también
vuestros cuerpos mortales por su Espíritu que mora en
vosotros.” (Rom. 8:11).
(10) Los mandamientos de Cristo previos a su ascensión.
Lucas nos dice lo que escribió en su primer libro: “En el
primer tratado, oh Teófilo, hablé acerca de todas las cosas
que Jesús comenzó a hacer y a enseñar, hasta el día en que
fue recibido arriba, después de haber dado mandamientos
por el Espíritu Santo a los apóstoles que había escogido; ”
(Hechos 1:1,2). Ver también Hechos 1:8.
c. En referencia a su obra durante este tiempo.
(1) El glorifica a Cristo. “El me glorificará; porque tomará de lo
mío, y os lo hará saber.” (Juan 16:14).
(2) El testifica de Cristo. “El Dios de nuestros padres levantó a
Jesús, a quien vosotros matasteis colgándole en un madero.
A éste, Dios ha exaltado con su diestra por Príncipe y
Salvador, para dar a Israel arrepentimiento y perdón de
pecados. Y nosotros somos testigos suyos de estas cosas, y
también el Espíritu Santo, el cual ha dado Dios a los que le
obedecen.” (Hechos 5:30-32).
(3) El entrona a Cristo. “Por tanto, os hago saber que nadie
que hable por el Espíritu de Dios llama anatema a Jesús; y
nadie puede llamar a Jesús Señor, sino por el Espíritu Santo.”
(I Cor. 12:3).
2. El Espíritu Santo y la Palabra.
a. Convicción. “Y cuando él venga, convencerá al mundo de
pecado, de justicia y de juicio. De pecado, por cuanto no
creen en mí; de justicia, por cuanto voy al Padre, y no me
veréis más; y de juicio, por cuanto el príncipe de este mundo
ha sido ya juzgado.” (Juan 16:8-11).
(1) De pecado. No es el trabajo del Espíritu Santo convencer
al mundo de asesinato, adulterio, etc; la ley del país hace
eso. El Espíritu Santo convence al mundo de incredulidad:
“De pecado, por cuanto no creen en mí; ” (Juan 16:9).
Muchas veces tomamos la palabra “convencer” en el sentido
de sentirse culpable; pero ese no es su significado aquí. El
pecador ya ha sido hallado culpable de pecado— incredulidad
— ya sea que lo sienta o no. Si, el pecador ya ha sido
convicto, condenado, y espera ser sentenciado. “El que en él
cree, no es condenado; pero el que no cree, ya ha sido
condenado, porque no ha creído en el nombre del unigénito
Hijo de Dios…la ira de Dios está sobre él.” (Juan 3:18, 36c).
El Gran Trono Blanco no será el lugar para determinar la
culpabilidad del pecador, sino el lugar para sentenciarlo al
grado de castigo que merece.
(2) De Justicia. ¿De qué manera el Espíritu Convence al
mundo de justicia? El Espíritu Santo no convence al mundo
de justicia por la que este tiene, sino que convence al mundo
apuntando a donde la justicia está: en Cristo: “Por cuanto voy
al Padre” (Juan 16:10).
(3) De juicio. Si el mundo rechaza a Cristo, nada le queda
sino el juicio. “Y en ningún otro hay salvación; porque no hay
otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que
podamos ser salvos.” (Hechos 4:12). La concepción del
mundo respecto al juicio futuro es confusa. El hombre tiene
una falsa idea tras otra. Pero más allá, estas creencias
universales, aunque equivocadas, son prueba suficiente de
cuando el hombre deba dar cuenta de sí mismo ante Dios. La
Biblia es la única fuente segura del Juicio del Gran Trono
Blanco.
b. Regeneración. “De modo que si alguno está en Cristo,
nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas
son hechas nuevas.” (II Cor. 5:17). Ver también Juan 3:5. El
hombre puede bajar la medida, pensando que puede llegar a
ser hijo de Dios de otra manera, pero Dios no lo avala. El
todavía requiere que debes nacer de nuevo.
c. Refrenando la maldad en el mundo “ Porque ya está en
acción el misterio de la iniquidad; sólo que hay quien al
presente lo detiene, hasta que él a su vez sea quitado de en
medio.” (II Tes. 2:7). La iniquidad total uno de estos días será
encabezada por un solo hombre, el anticristo. Pero todavía
hay una persona en el mundo que impide la manifestación
completa del pecado; y esa persona es el Espíritu Santo.
Durante la gran tribulación, cuando el anticristo sea revelado,
el Espíritu Santo dará un paso al costado, quitando su mano
que detenía la manifestación del hombre de pecado,
permitiendo que él lleve al mundo a la más completa
degradación.
3. El Espíritu Santo y la iglesia. Ver Efesios 1:22, 23; 2:12-16;
3:4-16.
a. El Espíritu Santo constituye la iglesia. El bautismo del
Espíritu Santo es la operación por la cual la iglesia es
constituida. “Porque por un solo Espíritu fuimos todos
bautizados en un cuerpo, sean judíos o griegos, sean
esclavos o libres; y a todos se nos dio a beber de un mismo
Espíritu.” (I Cor. 12:13).
Hay 7 referencias al Bautismo del Espíritu Santo. Cinco son
proféticas (Mat. 3:11; Mar.1:8; Lucas 3:16; Juan 1:33; Hechos
1:5); una histórica (Hechos 11:16); y una didáctica (I Cor.
12:13). En las 5 referencias proféticas, encontramos que 2 se
refieren al bautismo con Espíritu Santo y fuego. El bautismo
del Espíritu Santo y el de fuego, no son lo mismo. El bautismo
del Espíritu Santo habla de la formación de la iglesia,
mientras que el bautismo de fuego habla de juicio. Mateo 3:11
y Lucas 3:16 son esos pasajes que hablan de bautismo de
fuego.
Las 5 referencias proféticas apuntan al futuro; el pasaje
histórico mira hacia atrás; por tanto, el bautismo del Espíritu
vino entre ambos. Eso es Pentecostés
El bautismo del Espíritu Santo no fue esa envestidura de
poder que capacitó a los apóstoles para hacer milagros,
porque ellos hicieron milagros antes de ser bautizados por el
Espíritu. La iglesia es un organismo, no una organización, y el
bautismo del Espíritu Santo es ese acto de Dios por el cual
une a los creyentes en ese organismo. Dondequiera que las
palabras “bautismo del Espíritu” son usadas, son siempre
aplicadas colectivamente, a un grupo, nunca a un individuo.
¿Cuándo fuimos nosotros y los corintios (I Cor. 12:13)
bautizados con el Espíritu? En Pentecostés, una vez para
siempre. Cuando uno recibe a Cristo, es sellado en Cristo con
el Espíritu. “En él también vosotros, habiendo oído la palabra
de verdad, el evangelio de vuestra salvación, y habiendo
creído en él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la
promesa, ” (Ef. 1:13). Y recibe el bautismo del Espíritu Santo
en ese mismo momento.
En cuanto a Dios le concierne, hubo un solo Calvario, y hubo
un solo Pentecostés. El pecador, de todos modos, se debe
apropiar del calvario por fe, y debe reconocer Pentecostés
por fe, para hacer de ambos una realidad para su propia
alma. Esto toma lugar inmediatamente al aceptar al Señor
Jesucristo como Salvador.
Nos gustaría dar una explicación del siguiente versículo: “un
Señor, una fe, un bautismo, ” (Ef. 4:5). No habla aquí del
bautismo del Espirita, sino de bautismo por agua. El versícula
anterior explica el bautismo del Espirita: “un cuerpo, y un
Espíritu, como fuisteis también llamados en una misma
esperanza de vuestra vocación; ” (E. 4:4). Ese «un cuerpo»
es constituido por el bautismo del Espíritu Santo.
Pentecostés siempre llega 50 días después de la fiesta de las
primicias. La fiesta de las primicias es un tipo de la
resurrección de Cristo. El segundo capitulo de Hechos
registra lo que aconteció a aquellos 120 discípulos en el
aposento alto. El Espíritu Santo no vino a ellos en respuesta a
sus oraciones, porque todas sus oraciones y ayunos no
habrían apresurado su venida. El vino en tiempo señalado. Es
inconcebible pensar que el Espíritu viniese 49 o 51 días
después de su resurrección. El vino a tiempo, 50 días
después de la resurrección.
El Espíritu Santo hubiera venido aun si ellos no hubieran
orado. Ellos habrían sido bautizados y habitados por el
Espíritu aunque no hubiesen orado, pero no hubieran recibido
poder; no hubieran sido llenos del Espíritu si ellos no
hubiesen orado.
La fiesta de pascuas fue cumplida en el sacrificio de la cruz.
Cristo nunca volverá a morir otra vez. La fiesta de
Pentecostés se cumplió en el bautismo del Espíritu, y no
habrá otro Pentecostés. Nunca más habrá un recumplimiento
de la pascua y el sacrificio del cordero, y nunca más habrá un
recumplimiento de Pentecostés.
La fiesta original de Pentecostés fue también conocida como
la fiesta de las semanas, cuando la cosecha era recogida. En
Levítico 23:22 leemos: «Cuando segareis la mies de vuestra
tierra, no segaréis hasta el último rincón de ella, ni espigarás
tu siega; para el pobre y para el extranjero la dejarás. Yo
Jehová vuestro Dios.” De modo que, vemos que la cosecha
era para 3 clases de personas:
1. Israel en general.
2. Los pobres.
3. Los extranjeros.
Estos 3 recibían bendiciones de la cosecha. El bautismo del
Espíritu, el cual fue el cumplimiento de la fiesta de la cosecha
(semanas), fue para 3 clases de personas:
1. Israel. En Jerusalén (Hechos 2:37, 39).
2. Samaritanos (los pobres). En Samaria (Hechos 8:9-17).
3. Gentiles (extranjeros). En Cesarea (Hechos 10:34-44).
El siguiente es el proceso por el cual las 3 clases de personas
recibieron el Espíritu Santo:
1. Los judíos en Jerusalén.
(a) Por la fe en Cristo.
(b) Se bautizaron en agua.
(c) Y entonces recibieron el Espíritu Santo.
2. Los Samaritanos en Samaria.
(a) Por la fe en Cristo.
(b) Se bautizaron en agua.
(c) Les impusieron las manos.
(d) Y entonces recibieron el Espíritu Santo.
3. Los Gentiles en Cesarea.
(a) Por la fe en Cristo.
(b) Y entonces recibieron el Espíritu Santo.
(c) Entonces se bautizaron en agua.
Hay 2 operaciones del Espíritu en el día de Pentecostés. No
deben confundirse. Las 2 operaciones fueron “bautismo” y
“llenura.” Los creyentes fueron bautizados con el Espíritu en
Pentecostés, pese a que la palabra “bautismo” no aparece en
Hechos 2. Sabemos que el bautismo ocurrió entonces, por las
palabras habladas por el Señor Jesucristo justo antes de su
ascenso. “Porque Juan ciertamente bautizó con agua, mas
vosotros seréis bautizados con el Espíritu Santo dentro de no
muchos días.” (Hechos 1:5).
Hay algunos que creen que hablar en lenguas fue una señal
del bautismo del Espíritu, pero si miramos detenidamente,
observamos que ellos hablaban en lenguas a causa de que
fueron llenos del Espíritu. Pedro declaró, “Mas esto es lo
dicho por el profeta Joel: Y en los postreros días, dice Dios,
Derramaré de mi Espíritu sobre toda carne, Y vuestros hijos y
vuestras hijas profetizarán; Vuestros jóvenes verán visiones,
Y vuestros ancianos soñarán sueños; Y de cierto sobre mis
siervos y sobre mis siervas en aquellos días Derramaré de mi
Espíritu, y profetizarán.” (Hechos 2:16-18). ¿Qué es “Mas
esto es? ¿El evento? ¿El hecho de hablar en lenguas? No.
“Esto” es una cita de Joel, y yo lo estoy citando. Pedro estaba
dando a Joel como un ejemplo, porque El, Dios, que hará
suceder aquellas cosas que ha anunciado Joel, ha hecho que
sucedieran estas cosas de las cuales ustedes son testigos.
b. El Espíritu mora en la iglesia. “¿No sabéis que sois templo
de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en vosotros?” (I Cor.
3:16).
c. El Espíritu edifica la iglesia. “en quien vosotros también
sois juntamente edificados para morada de Dios en el
Espíritu.” (Ef. 2:22).
d. El Espíritu administra la iglesia.
(1) El nombra los ministros. “Por tanto, mirad por vosotros, y
por todo el rebaño en que el Espíritu Santo os ha puesto por
obispos, para apacentar la iglesia del Señor, la cual él ganó
por su propia sangre.” (Hechos 20:28). Ver también Hechos
6:3, 5, 10.
(2) El dirige la obra. “Ministrando éstos al Señor, y ayunando,
dijo el Espíritu Santo: Apartadme a Bernabé y a Saulo para la
obra a que los he llamado.” (Hechos 13:2). Ver también
Hechos 29; 10:19; 16:7.
4. El Espíritu Santo y el cristiano.
a. Comenzando por el Espíritu. “¡Oh gálatas insensatos!
¿Quién os fascinó para no obedecer a la verdad, a vosotros
ante cuyos ojos Jesucristo fue ya presentado claramente
entre vosotros como crucificado? Esto solo quiero saber de
vosotros: ¿Recibisteis el Espíritu por las obras de la ley, o por
el oír con fe? ¿Tan necios sois? ¿Habiendo comenzado por el
Espíritu, ahora vais a acabar por la carne?» (Gal. 3:1-3).
Llegamos a ser cristianos por la operación de Dios. Una
nueva vida es impartida por el Espíritu Santo. Es un nuevo
nacimiento: “Lo que es nacido de la carne, carne es; y lo que
es nacido del Espíritu, espíritu es. No te maravilles de que te
dije: Os es necesario nacer de nuevo.” (Juan 3:6, 7). Dios no
tiene comunión con personas no regeneradas hasta que el
hombre recibe una nueva naturaleza de parte de El.
b. Morada del Espíritu. “¿O ignoráis que vuestro cuerpo es
templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual
tenéis de Dios, y que no sois vuestros?” (I Cor. 6:19). ¿Qué
certeza tiene el cristiano de tener la morada del Espíritu? Por
sentimientos? Por algún gran éxtasis? No, ¡por la Palabra de
Dios! El Espíritu mora en el creyente cuando la persona entra
en concordancia con lo que Cristo ha hecho, cuando acepta a
Cristo Jesús por fe. La prueba de la morada del Espíritu no se
basa en sentimientos, porque los sentimientos de una
persona pueden cambiar de un día para el otro. La obra de
Cristo en el calvario nunca cambia.
“En el último y gran día de la fiesta, Jesús se puso en pie y
alzó la voz, diciendo: Si alguno tiene sed, venga a mí y beba.
El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior
correrán ríos de agua viva. Esto dijo del Espíritu que habían
de recibir los que creyesen en él; pues aún no había venido el
Espíritu Santo, porque Jesús no había sido aún glorificado.”
(Juan 7:37-39). Esta porción de la Palabra de Dios
plenamente establece que los discípulos todavía no habían
recibido el Espíritu Santo, pero que lo recibirían en el futuro, y
eso sucedió en Pentecostés. Otro pasaje revela que los
discípulos todavía no habían recibido la morada del Espíritu
Santo: “mora con vosotros, y estará en vosotros.” (Juan 14:
17c). Antes de Pentecostés, el Espíritu estaba con ellos;
después de Pentecostés, el Espíritu estaría en ellos. Ningún
creyente de este tiempo debe orar como David: “No me eches
de delante de ti, Y no quites de mí tu Santo Espíritu.” (Sal.
51:11), porque David no tenia la morada del Espíritu Santo. Y
cada cristiano sí lo tiene. “Mas vosotros no vivís según la
carne, sino según el Espíritu, si es que el Espíritu de Dios
mora en vosotros. Y si alguno no tiene el Espíritu de Cristo,
no es de él.” (Rom. 8:9).
Otra Escritura que también ha confundido a los hijos de Dios
es Lucas 11 13: “Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar
buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre
celestial dará el Espíritu Santo a los que se lo pidan?”
Algunos proponen que nosotros debemos pedir el Espíritu
Santo a fin de tenerlo; pero recuerda, esto fue dicho antes de
Pentecostés. No hallamos ningún texto en la Escritura,
después de Pentecostés, que diga que nosotros debemos
pedir el Espíritu. ¿Hubiera dado el Padre el Espíritu a los
discípulos antes de Pentecostés si ellos se lo hubiesen
pedido? El Señor Jesús dijo que lo hubiera hecho, pero la
realidad histórica es que ellos no se lo pidieron.
La ultima Escritura que vamos a considerar tocante al tema
de la morada del Espíritu es Juan 20:22: “Y habiendo dicho
esto, sopló, y les dijo: Recibid el Espíritu Santo.” Muchos
dicen que en ese momento los discípulos recibieron la
morada del Espíritu Santo, en vez de en Pentecostés.
Sabemos, de todas maneras, que ellos no recibieron el
Espíritu Santo en aquel momento, porque a ellos se les dio el
mandamiento de: “que no se fueran de Jerusalén, sino que
esperasen la promesa del Padre, la cual, les dijo, oísteis de
mí. Porque Juan ciertamente bautizó con agua, mas vosotros
seréis bautizados con el Espíritu Santo dentro de no muchos
días.” (Hechos 1:4, 5). Ahora, si ellos ya hubiesen recibido el
Espíritu Santo, ¿por qué ellos habrían de esperar para
recibirlo?
c. El sello del Espíritu Santo. ‘En él también vosotros,
habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio de vuestra
salvación, y habiendo creído en él, fuisteis sellados con el
Espíritu Santo de la promesa, ” (Ef. 1:13). “El sello” es usado
muchas veces en la Escritura.
(1) El que sella. El que sella es Dios el Padre. “Y el que nos
confirma con vosotros en Cristo, y el que nos ungió, es Dios,
el cual también nos ha sellado, y nos ha dado las arras del
Espíritu en nuestros corazones.” (II Cor. 1:21, 22).
(2) Los sellados. Hay 2 que son sellados por el Padre: el Hijo
y los creyentes. “Trabajad, no por la comida que perece, sino
por la comida que a vida eterna permanece, la cual el Hijo del
Hombre os dará; porque a éste señaló Dios el Padre.” (Juan
6:27). “Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el cual
fuisteis sellados para el día de la redención.” (Ef. 4:30). El
Hijo fue sellado por causa de lo que El es. Nosotros somos
sellados por causa de Cristo y nuestra posición en El. El
momento en que el creyente es sellado es cuando acepta a
Cristo como su Salvador: “En él también vosotros, habiendo
oído la palabra de verdad, el evangelio de vuestra salvación,
y habiendo creído en él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo
de la promesa, ” (Ef. 1:13).
(3) El sello. El Espíritu Santo mismo es el sello. El sello no se
asegura a través de alguna experiencia emocional, sino a
través de creer en Cristo: “En él también vosotros, habiendo
oído la palabra de verdad, el evangelio de vuestra salvación,
y habiendo creído en él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo
de la promesa, ” (Ef. 1:13).
(4) Significado.
(a) El sello significa propiedad. Si fuimos sellados tenemos el
sello de propiedad de Dios sobre nosotros. “Pero el
fundamento de Dios está firme, teniendo este sello: Conoce el
Señor a los que son suyos; y: Apártese de iniquidad todo
aquel que invoca el nombre de Cristo.» (II Tim. 2:19).
(b) El sello significa identificación. Es nuestra identificación
para el futuro. “En él también vosotros, habiendo oído la
palabra de verdad, el evangelio de vuestra salvación, y
habiendo creído en él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo
de la promesa, que es las arras de nuestra herencia hasta la
redención de la posesión adquirida, para alabanza de su
gloria.” (Ef. 1:13, 14).
(c) El sello significa seguridad. En Apocalipsis 7:4-8 habrá
144,000 sellados. Además Satanás será sellado y
encarcelado en el abismo durante el milenio (Ap.20:3). El libro
de Apocalipsis capitulo 5 tiene 7 sellos que ningún ser
humano común podrá abrir (Ap. 6-8). Nosotros, los creyentes,
somos sellados hasta el tiempo de nuestra redención (Ef.
1:13, 14).
(d) El sello significa transacción finalizada. “Y escribí la carta
y la sellé, y la hice certificar con testigos, y pesé el dinero en
balanza.” (Jer. 32: 10). El sello del Espíritu Santo es aquella
evidencia legal que testifica el hecho de que hemos entrado
dentro de la obra terminada de Cristo.
(e) El sello significa que es algo genuino. “Y recibió la
circuncisión como señal, como sello de la justicia de la fe que
tuvo estando aún incircunciso; para que fuese padre de todos
los creyentes no circuncidados, a fin de que también a ellos la
fe les sea contada por justicia; ” (Rom. 4:11). Ver también
Ester 3:12.
(f) El sello significa que algo es inintercambiable. “Escribid,
pues, vosotros a los judíos como bien os pareciere, en
nombre del rey, y selladlo con el anillo del rey; porque un
edicto que se escribe en nombre del rey, y se sella con el
anillo del rey, no puede ser revocado.” (Est. 8:8).
(g) El sello significa valor. “¿No tengo yo esto guardado
conmigo, Sellado en mis tesoros?” (Deut. 32:34).
(h) El sello significa impresión. El sello siempre deja su
impresión en la cera. Si estamos sellados con el Espíritu, Su
impresión estará sobre nosotros. “Ella muda luego de aspecto
como barro bajo el sello, Y viene a estar como con vestidura;”
(Job 38:14). “siendo manifiesto que sois carta de Cristo
expedida por nosotros, escrita no con tinta, sino con el
Espíritu del Dios vivo; no en tablas de piedra, sino en tablas
de carne del corazón.” (II Cor. 3:3).
d. Las arras del Espíritu. “[el cual también nos ha sellado, y
nos ha dado las arras del Espíritu en nuestros corazones.” (II
Cor. 1:22). Ver también II Corintios 5:5; Efesios 1:13, 14.
“Arras” es un emblema que habla del futuro. Es una parte del
pago por algo que se terminará de pagar en una fecha futura.
Cuando el dinero de arras es pagado por una propiedad,
ambas partes se comprometen. Cuando Dios puso su arras
en nosotros, El se comprometió por todo tiempo y eternidad.
El Espíritu Santo es las Arras de Dios, el anticipo del pago de
Dios por nuestra salvación. El creyente al presente no tiene
todas las cosas que sabe habrá de recibir. Hay algo
pendiente. De hecho, esto agita nuestra imaginación. Si el
Espíritu Santo es solo parte de lo que hemos de recibir, y El
es Dios, y Dios es todo, ¿qué ha de ser el resto?
Si el dinero de anticipo ha sido colocado por una propiedad, y
el comprador fallase en completar la transacción, El perdería
su dinero de anticipo. Dios nos ha dado el anticipo, el Espíritu
Santo. Si fallara El en completar nuestra salvación, El
perdería su anticipo; pero sabemos que eso es imposible. Por
tanto, es una garantía de nuestra eterna salvación.
(1) Ilustraciones de Arras.
(a) Los presentes para Rebeca (Gen. 24). Estos presentes
fueron el anticipo de lo que después vendría.
(b) Los frutos de Cannan (Num. 13). Los frutos fueron el
anticipo de lo que había sido prometido, una prueba de la
herencia que habría de llegar.
(c) Los dones de Booz (Rut 2). Los granos de cereal dejados
para Rut, y solo para Rut, fueron un anticipo de lo que Booz
tenía para ofrecer en matrimonio.
(d) Los primeros frutos (Lev. 23). Esta ofrenda para Dios era
el anticipo del hombre que iba a dar su diezmo para Dios.
(2) El dador de las arras. ¡Dios es el dador! “Y el que nos
confirma con vosotros en Cristo, y el que nos ungió, es Dios,
el cual también nos ha sellado, y nos ha dado las arras del
Espíritu en nuestros corazones.” (Il Cor.1:21,22).
(3) Descripción de las arras. El Espíritu Santo es las arras: “y
nos ha dado las arras del Espíritu en nuestros corazones.” (II
Cor. 1:22b).
(4) El lugar de las arras. Ese lugar es nuestro corazón: “ las
arras del Espíritu en nuestros corazones” (II Cor.1:22b).
(5) La garantía de las arras.
(a) Garantiza nuestra resurrección “y no sólo ella, sino que
también nosotros mismos, que tenemos las primicias del
Espíritu, nosotros también gemimos dentro de nosotros
mismos, esperando la adopción, la redención de nuestro
cuerpo.” (Rom. 8:2.3).
(b) Garantiza nuestra herencia. “Y si hijos, también
herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, si es
que padecemos juntamente con él, para que juntamente con
él seamos glorificados.” (Rom. 8:17).
(c) Garantiza nuestra gloria. “Pero nosotros debemos dar
siempre gracias a Dios respecto a vosotros, hermanos
amados por el Señor, de que Dios os haya escogido desde el
principio para salvación, mediante la santificación por el
Espíritu y la fe en la verdad, a lo cual os llamó mediante
nuestro evangelio, para alcanzar la gloria de nuestro Señor
Jesucristo.” (lI Tes. 2:13. 14).
e. Llenura del Espíritu. “fueron todos llenos del Espíritu Santo,
y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les
daba que hablasen.” (Hechos 2:4). Cuando hubieron orado, el
lugar en que estaban congregados tembló; y todos fueron
llenos del Espíritu Santo, y hablaban con denuedo la palabra
de Dios.” (Hechos 4:31). “No os embriaguéis con vino, en lo
cual hay disolución; antes bien sed llenos del Espíritu, ” (Ef.
5:18).
La llenura del Espíritu tiene que ver con la vida y obra del
cristiano, que es llenado de poder para hacer lo que le manda
el Señor.
(1) ¿Qué? Hay muchas opiniones en cuanto al significado de
la “llenura” del Espíritu. Algunos creen que esto sucede
cuando la persona nace de nuevo. El creyente recibe el
Espíritu Santo en su conversión pero no la llenura del
Espíritu; es la regeneración del Espíritu (Tito 3:5). Otros
proponen que la “llenura» del Espíritu es la experiencia por la
cual [el creyente] recibe al Espíritu Santo algún tiempo
después de haber sido salvo. ”Mas vosotros no vivís según la
carne, sino según el Espíritu, si es que el Espíritu de Dios
mora en vosotros. Y si alguno no tiene el Espíritu de Cristo,
no es de él.” (Rom. 8:9).
La “llenura” del Espíritu puede confundir a muchos a causa de
la palabra “llenura.” Ellos piensan en una llenura material,
como un vaso lleno con agua. El Espíritu, de todas maneras,
no es algo material, sino una persona. Es verdad que un vaso
a medio llenar puede ser completado con más agua, pero es
imposible para el creyente, quien ya tiene el Espíritu, tener
mas de El. Uno no puede tener más de Dios, sino que Dios
puede tener más de uno.
Ahora, el creyente ya tiene el Espíritu, no obstante es llamado
a ser “lleno” de El. El Espíritu Santo ya mora en el creyente;
ha sido sellado con el Espíritu; ha sido bautizado con el
Espíritu, y ha sido regenerado por el Espíritu; y aun así es
llamado a ser “llenado” con el Espíritu. ¿Qué es entonces la
“llenura» del Espíritu? Una mejor palabra para pensar en la
“llenura” es ser “controlado por” el Espíritu. Así que, el
cristiano es amonestado a ser controlado por, ser poseído
por, ser dominado por el Espíritu. Ahora sabemos el
significado pleno de la expresión, “No es cuanto tiene uno del
Espíritu Santo, sino cuanto tiene el Espíritu Santo de uno.”
(2) ¿Cómo? ¿Es segura esta experiencia a través de la
búsqueda y a través de la oración? No hay ningún pasaje en
la Palabra donde una persona haya orado por la llenura del
Espíritu y la haya recibido. Todo es por sometimiento al
Señor. Cuando nos sometemos El, nuestra voluntad muere, y
su voluntad es la voluntad de nuestras vidas; nuestras
ambiciones caen como cenizas a sus pies. Alguien puede
preguntar, ¿“qué es sometimiento”? Es el acto por el cual el
creyente se coloca a si mismo sobre el altar de Dios: “Y
andad en amor, como también Cristo nos amó, y se entregó a
sí mismo por nosotros, ofrenda y sacrificio a Dios en olor
fragante.” (Ef. 5:2). Esa ofrenda de olor fragante era un
sacrificio continuo la cual nunca llegaba a faltar, porque
cuando uno se consumía, otro cordero era puesto en su
lugar, uno en la mañana y otro en la tarde. Esa era la única
manera en que podía ser una ofrenda continua un sacrificio
continuo. Esta ofrenda encendida nunca fue instituida como
ofrenda por el pecado, sino más bien como una ofrenda de
alabanza. El cristiano es exhortado a entregarse a si mismo
como sacrifico vivo, una ofrenda encendida continua,
mostrando nuestras alabanzas a El que nos llamó de las
tinieblas a su luz admirable (I Pedro 2:9).
(3) ¿Cuándo? ¿Cuándo el Espíritu lo lleva a cabo? ¿Cuándo
El controla al creyente? Al instante en que el creyente se
somete, ¡cuando se rinde completamente!
¿Hay cierto número de pasos que uno debería tomar en
función de rendirse al Señor? No. ¿Cuáles son los
requerimientos entonces para ese sometimiento? Una
completa sujeción a la voluntad de Dios! Para alguno puede
ser morir a su propio ego; para otro, obediencia al llamado de
Dios; aun para otros, el renunciar a pecados conocidos, etc.
Sea lo que sea necesario para someterse a la voluntad de
Dios, ¡ése es el requerimiento!
(4) ¿Por qué? ¿Debería el creyente alguna vez hacer esta
pregunta? ¿Hay una necesidad de llenura del Espíritu?
Respondemos: “sí” a ambas preguntas. Algunos creyentes no
entienden que existe realmente algo como la “llenura” del
Espíritu, y por lo tanto ellos viven sin poder. Además del
mandato de Dios a ser “llenos” del Espíritu, entendemos que
esta “llenura” es un mandato para tener poder en el servicio y
en la vida, no por ganancia egoísta, sino para la gloria de
nuestro Señor Jesucristo y para ganar los perdidos para El.
(5) ¿Qué entonces? Un resumen de aquellos que han sido
verdaderamente “llenos” del Espíritu revela estos resultados:
(a) Ellos reproducirán a Cristo en sus vidas.
(b) Ellos convencerán al mundo.
(c) Ellos amarán la Palabra.
(d) Ellos serán llenos de poder.
(e) Ellos serán llenos de vida.
Contraste entre Bautismo y llenura.
Bautismo del Espiritu
Llenura del Espiritu
1. Tiene que ver con el cuerpo, la iglesia.
1. Tiene que ver con el individuo.
2. Bautismo es externo.
2. Llenura es interno
3. Cada creyente es bautizado con el Espíritu
3. Un creyente puede o no ser llenado con el Espíritu
4. Ningún creyente es exhortado jamás a ser bautizado con el
Espíritu
4. Todo creyente es exhortado a ser lleno del Espíritu
5. Es una obra inicial al momento de la salvación
5. Un creyente puede ser llenado aun años después del
momento de su salvación.
6. El creyente es bautizado una sola vez.
6. El creyente puede ser lleno muchas veces
7. Ningún creyente fue jamás bautizado antes de
Pentecostés. El bautismo coloca al creyente en el cuerpo
7. Algunos creyentes fueron llenos antes de Pentecostés. La
llenura es esencial para el servicio.
f. El fruto del Espíritu Santo. “Mas el fruto del Espíritu es
amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe,
mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley.”
(Gal. 5:22, 23). El fruto del Espíritu Santo es el verdadero
carácter cristiano. Observe que la palabra “fruto” es singular.
La vida de nuestro Señor es el más grande ejemplo del fruto
del Espíritu. El fruto siempre procede de la vida misma.
Cuando llega el tiempo de Navidad vemos adornos colgando
de los arbolitos, sabemos que son artificiales. Pero en los
árboles naturales, los frutos son naturales. De la misma
manera hay muchas religiones sociales que solo dan frutos
figurativos y artificiales. Ellos pretenden dar frutos, pero no
tienen vida en si mismos, no tienen Espíritu; por lo tanto, ellos
tienen forma externa de piedad pero no tienen poder interior.
Un manzano no hace obras para producir manzanas;
simplemente las produce naturalmente. Lo mismo pasa con el
cristiano. No procura el fruto del Espíritu como de su propia
labor, sino que simplemente lo genera.
(1) Fruto en relación a si mismo como individuo: amor; gozo;
paz.
(2) Fruto en relación a los demás hombres: paciencia,
benignidad, bondad.
(3) Fruto en relación a Dios. fe; mansedumbre; templanza.
g. Caminando en el Espíritu. “Digo, pues: Andad en el
Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la carne.” (Gal. 5:16).
El Espíritu hará que andemos. Un viejo ejemplo son las
ropas: la persona que va dentro hace que las vestiduras
caminen. La responsabilidad de las vestiduras es colgar
sobre la persona y vestirla. No deberíamos tener una
voluntad propia, sino como esa ropa, solo la deberíamos
cubrir, vestir. Donde el Espíritu vaya, vamos. La voluntad del
Espíritu debe ser nuestra voluntad.
h. La renovación en el Espíritu. “nos salvó, no por obras de
justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su
misericordia, por el lavamiento de la regeneración y por la
renovación en el Espíritu Santo,” (Tito 3:5).
i. Fortalecimiento en el Espíritu. Pablo oraba que Dios
pudiese fortalecer a los efesios, «conforme a las riquezas de
su gloria, el ser fortalecidos con poder en el hombre interior
por su Espíritu; ” (Ef. 3:16).
j. Sembrando para el Espíritu. “No os engañéis; Dios no
puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso
también segará. Porque el que siembra para su carne, de la
carne segará corrupción; mas el que siembra para el Espíritu,
del Espíritu segará vida eterna.” (Gal. 6:7, 8). Este pasaje no
fue escrito para los no salvos, sino para cristianos. El cristiano
puede sembrar para la carne, eso es, vivir en pecado; de
todos modos, el tiempo de la cosecha vendrá.
k. Guiados por el Espíritu. “Porque todos los que son guiados
por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios.” (Rom. 8:14).
Algunos interpretan esto como “aquellos que consultan al
Espíritu en las decisiones de la vida están seguros de que
son hijos de Dios.” Ahora, pese a que es una bendición
buscar y encontrar del Espíritu Santo Su voluntad en nuestras
decisiones, parece que este pasaje no se refiere a eso. La
guía del Espíritu parece que hace referencia a la conducción
de los cristianos en su camino hacia la gloria.
1. Santificación en el Espíritu. “elegidos según la presciencia
de Dios Padre en santificación del Espíritu, para obedecer y
ser rociados con la sangre de Jesucristo: Gracia y paz os
sean multiplicadas.” (I Pedro 1:2).
m. La suministración del Espíritu. “Porque sé que por vuestra
oración y la suministración del Espíritu de Jesucristo, esto
resultará en mi liberación, ” (Fil. 1:19).
n. Los dones del Espíritu Santo.
(1) La enumeración de los dones. “No quiero, hermanos, que
ignoréis acerca de los dones espirituales,…Porque a éste es
dada por el Espíritu palabra de sabiduría; a otro, palabra de
ciencia según el mismo Espíritu; a otro, fe por el mismo
Espíritu; y a otro, dones de sanidades por el mismo Espíritu.
A otro, el hacer milagros; a otro, profecía; a otro,
discernimiento de espíritus; a otro, diversos géneros de
lenguas; y a otro, interpretación de lenguas. Pero todas estas
cosas las hace uno y el mismo Espíritu, repartiendo a cada
uno en particular como él quiere.” (I Cor. 12:1, 8-11).
(2) El otorgamiento de los dones. La primera cosa que
debemos establecer es que los dones no son dados al
hombre por sus deseos ni por sus oraciones, sino de acuerdo
a la voluntad del Espíritu, dotando a cada persona como El
quiere. La segunda cosa a la que debemos prestar atención
es que los dones fueron dados en función de sustentar las
demandas de Cristo y sus discípulos, que Jesucristo fue
verdaderamente el Hijo de Dios, que la dispensación de la
Ley había llegado a su fin, y que la dispensación de la gracia
había comenzado. “¿cómo escaparemos nosotros, si
descuidamos una salvación tan grande? La cual, habiendo
sido anunciada primeramente por el Señor, nos fue
confirmada por los que oyeron, testificando Dios juntamente
con ellos, con señales y prodigios y diversos milagros y
repartimientos del Espíritu Santo según su voluntad. (Heb.2:3,
4).
Ciertamente había una necesidad de parte de Dios de
verificar esta nueva enseñanza que había comenzado con el
Señor mismo para aquellas personas que habían estado bajo
las tradiciones de la Ley por alrededor de 14 siglos, e iba a
ser difícil para ellos comprender que Dios había terminado
con el Antiguo Testamento y había dado lugar al Nuevo.
Además, ningún libro del Nuevo Testamento había sido
escrito todavía. Finalmente, enfatizamos el hecho de que
ningún creyente recibe todos los dones. “Y a unos puso Dios
en la iglesia, primeramente apóstoles, luego profetas, lo
tercero maestros, luego los que hacen milagros, después los
que sanan, los que ayudan, los que administran, los que
tienen don de lenguas. ¿Son todos apóstoles? ¿son todos
profetas? ¿todos maestros? ¿hacen todos milagros? ¿Tienen
todos dones de sanidad? ¿hablan todos lenguas?
¿interpretan todos? (I Cor. 12:28-30) La respuesta es no.
(3) La utilización de los dones. ¿Cómo deben ser usados
estos dones? El capitulo 13 de Primera Corintios declara
plenamente que todos debemos ser motivados por amor.
Pablo, por inspiración del Espíritu Santo, declara que si
tuviese todos los dones, y no tuviera amor, no seria nada; su
vida seria infructífera, y sus recompensas nulas.
Alguien puede preguntar, “¿Es el don de lenguas para hoy en
día?” “¿Acaso no dice la Biblia, no impidáis hablar en
lenguas?” Trataremos este tema mas a pleno en la próxima
sección; de todos modos, algo debemos decir acerca de eso
aquí.
1 Corintios 14:39 dice claramente: “Así que, hermanos,
procurad profetizar, y no impidáis el hablar lenguas.” Pero si
usamos capitulo 14 como permiso para hablar en lenguas,
entonces los que hablan en lenguas deben ser gobernados
por el mismo capitulo sobre el uso de ese don. Entonces,
¿debería una persona hablar en lenguas en una reunión de
iglesia? Ciertamente, pero si lo hace conforme a 1 Corintios
14. “Si habla alguno en lengua extraña, sea esto por dos, o a
lo más tres, y por turno; y uno interprete. Y si no hay
intérprete, calle en la iglesia, y hable para sí mismo y para
Dios.” (I Cor. 14:27, 28). Toda vez que el don de lenguas sea
ejercido, solo 2 o a lo sumo 3, pueden hablar en la reunión.
Esta regla eliminará mucho del movimiento de hablar en
lenguas. Hablarán por turnos y uno sólo a la vez. Esto
eliminará aun más del movimiento de hablar en lenguas. Y
luego las Escrituras dicen que si no hay intérprete, debe
callar. Mas aun se eliminaría del hablar en lenguas.
Finalmente dice: “vuestras mujeres callen en las
congregaciones; porque no les es permitido hablar, sino que
estén sujetas, como también la ley lo dice.” (I Cor. 14:34). Y
esto prácticamente le pone un fin al movimiento de hablar en
lenguas, porque la mayoría de aquellos que lo practican son
mujeres.
Muchos pueden rebelarse contra estos pasajes, diciendo que
esto no significa “lenguas.” Si esto no significa “lenguas,”
entendemos que dice silencio, y eso incluye lenguas, cuando
dice que las mujeres guarden silencio en las iglesias. Esto, no
obstante, hace referencias solo a lenguas, porque otras
porciones del mismo libro de primera corintios aceptan a la
mujer hablando y orando en la iglesia. “Pero toda mujer que
ora o profetiza con la cabeza descubierta, afrenta su cabeza;
porque lo mismo es que si se hubiese rapado.” (I Cor. 11:5).
“Profetizar” significa “proclamar”; eso es, una mujer puede
proclamar la Palabra de Dios en la Escuela Dominical, y en
otros ámbitos.
(4) La restricción de los dones. ¿ Puede ser posible que Dios
restrinja muchos de sus dones a los creyentes de hoy en día,
los cuales dio al principio? No solo es posible, sino también
una certeza. En capitulo 13 de I Corintios, el Espíritu Santo
dice, “El amor nunca deja de ser; pero las profecías se
acabarán, y cesarán las lenguas, y la ciencia acabará. Porque
en parte conocemos, y en parte profetizamos; mas cuando
venga lo perfecto, entonces lo que es en parte se acabará.”
(versiculos 8-10). Recuerda, I Corintios 13 está hablando
sobre “dones” del Espíritu, y cuando dice las profecías se
acabarán, no significa que algunas de las profecías antes
anunciadas por hombres de Dios, registradas en la Biblia,
dejarían de cumplirse. Significa que el don de profecía un día
dejarla de operar. Cuando dice que las “lenguas cesarán,” no
significa que en algún momento futuro toda lengua iba a
silenciarse, sino que el don de lengua dejaría de operar. Y
cuando dice que “la ciencia acabará,” no significa que llegaría
un momento cuando el conocimiento o la ciencia no existirían
más, sino que el don de ciencia dejaría de operar. ¿Pero
cuándo los dones de profecía, lenguas y ciencia cesarían?
Cuando “viniese lo perfecto.” Creo que no está hablando de la
segunda venida de Cristo, sino mas bien de cuando la
completa revelación de la Palabra de Dios sea dada.
¿Tenemos hoy esa completa revelación de Dios? Si, cuando
el apóstol Juan escribió, “La gracia de nuestro Señor
Jesucristo sea con todos vosotros. Amén.” (Ap. 22:21), la
plena revelación de Dios fue completada, había llegado lo
perfecto. Por lo tanto, puesto que tenemos la revelación
completa, los dones de profecía, lenguas, y ciencia han
cesado. Ya no son para hoy.
Volviendo a Efesios 4:11 leemos, “Y él mismo constituyó a
unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a
otros, pastores y maestros.” Observe en esta posterior
revelación que no aparecen en la lista los dones milagrosos,
como sí aparecen en I Corintios 12, 13 y 14. Ya no hay más
necesidad de los dones milagrosos, porque ahora tenemos la
plena y completa revelación de Dios. El hijo de Dios es más
bendecido por tener la completa revelación de Dios que si
tuviera todos los dones milagrosos.
La demanda es hecha por algunos que dicen que nosotros
necesitamos esos dones como señales de la llenura del
Espíritu. Es cierto que Dios dio estos dones de milagros por
señales; pero no de la llenura del Espíritu, sino para la
confirmación del apostolado de Pablo (II Cor. 12:12); para la
confirmación del envió de Pablo a los gentiles (Rom. 15:18,
19); para la confirmación de la salvación a través de la
persona de Jesucristo (Heb. 2:3, 4); y para la confirmación de
la palabra (Marcos16:20). ¿Necesitamos esos dones hoy
para confirmar la palabra, el evangelio, y el apostolado de
Pablo? No. 2000 años de historia de la iglesia los confirman.
(5) La permanencia de los dones. “Y ahora permanecen la fe,
la esperanza y el amor, estos tres; pero el mayor de ellos es
el amor.” (I Cor. 13:13). Cada cristiano posee estos 3 dones.
El, controlado por el Espíritu Santo, puede utilizarlos.
o. Testimonio del Espíritu “El Espíritu mismo da testimonio a
nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios.” (Rom. 8:16).
La Ley establece que por la boca de dos o tres testigos será
declarada la verdad. Eso es, tenemos 2 testigos que declaran
que somos hijos de Dios. Ellos son el Espíritu Santo, y
nuestro Espíritu. ¿Cómo el Espíritu Santo da testimonio de
nuestra salvación? A través de la Palabra escrita. ¿Como da
nuestro espíritu testimonio? Por sentimientos, o por nuestra
conciencia? No. Los sentimientos son engañosos. Nuestro
espíritu da testimonio por fe en la Palabra de Dios. La Palabra
de Dios declara nuestra salvación cuando confiamos en
Cristo; la creemos. Por lo tanto, el Espíritu da testimonio
“juntamente con” nuestro espíritu.
p. La unción del Espíritu. “Pero vosotros tenéis la unción del
Santo, y conocéis todas las cosas…Pero la unción que
vosotros recibisteis de él permanece en vosotros, y no tenéis
necesidad de que nadie os enseñe; así como la unción
misma os enseña todas las cosas, y es verdadera, y no es
mentira, según ella os ha enseñado, permaneced en él.” (I
Juan 2:20, 27).
La unción en las Escrituras, ya sea en el Antiguo Testamento
o en el Nuevo, era para algún servicio. Reyes y sacerdotes
fueron ungidos para sus servicios u oficios especiales. Cristo
fue ungido (Hechos 10:38). El mismo nombre “Cristo” significa
“el ungido.” El fue ungido como Profeta (en el pasado);
Sacerdote (para el presente); y Rey (para el futuro). El
creyente en Cristo recibe su unción para el servicio cuando
nace de nuevo. La unción del Espíritu no es para unos pocos
favorecidos. Todos los creyentes son ungidos: “ya la habéis
recibido.” La unción del Espíritu es una vez para siempre:
“permanece en vosotros.” No hay lugar en las Escrituras
donde uno recibe una fresca unción. Falsas religiones tratan
de alejarnos de Cristo, inducirnos a salir de la fe; pero tú, al
escuchar sus apelaciones, no debes deslizarte, porque si
eres creyente ya tienes la unción. “Y no necesitas que nadie
os enseñe.”
q. Adorar por el Espíritu. “Porque nosotros somos la
circuncisión, los que en espíritu servimos a Dios y nos
gloriamos en Cristo Jesús, no teniendo confianza en la
carne.” (Fil. 3:3). La única adoración y servicio aceptados por
Dios deben ser generados por el Espíritu. Uno no sirve al
Señor con manos, pies y labios, sino por el Espíritu Santo a
través de las manos, pies y labios.
r. Comunión en el Espíritu. “La gracia del Señor Jesucristo, el
amor de Dios, y la comunión del Espíritu Santo sean con
todos vosotros. Amén.” (II Cor. 13:14). La Palabra “comunión”
es también traducida “compañerismo; compartir.” De modo
que, “comunión” significa “participación y compartir.” El
Espíritu Santo y el cristiano tienen una cosa en común,
Jesucristo!
s. Orar en el Espíritu. “Y de igual manera el Espíritu nos
ayuda en nuestra debilidad; pues qué hemos de pedir como
conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede
por nosotros con gemidos indecibles. Mas el que escudriña
los corazones sabe cuál es la intención del Espíritu, porque
conforme a la voluntad de Dios intercede por los santos.”
(Rom. 8:26, 27). ¿Es un error orar al Espíritu Santo? En
ningún lugar de las Escrituras se nos ordena orar al Espíritu
Santo, pese a que es un miembro de la Deidad; cuando
oramos a Dios, oramos a El.
t. Luchar en el Espíritu. Porque el deseo de la carne es contra
el Espíritu, y el del Espíritu es contra la carne; y éstos se
oponen entre sí, para que no hagáis lo que quisiereis.” (Gal.
5:17).
u. La enseñanza del Espíritu. “Pero Dios nos las reveló a
nosotros por el Espíritu; porque el Espíritu todo lo escudriña,
aun lo profundo de Dios.” (I Cor. 2:10). El Espíritu Santo
revela su Palabra solamente a cristianos nacidos de nuevo, y
no a aquellos que aun están fuera del cuerpo de Cristo. Los
hombres sin el Espíritu de Dios no pueden entender las
verdades de Dios.
5. El Espíritu Santo y las Escrituras.
a. Inspiración. “Toda la Escritura es inspirada por Dios” (II
Tim. 3:16a). El significado literal de “inspiración” es “soplado
por Dios.” Ninguna profecía vino por el propio ingenio
humano. Nosotros creemos en la inspiración verbal de la
Palabra de Dios. Las palabras son inspiradas, dadas por Dios
en el idioma original. Alguien podría preguntar, “¿Acaso no
usó Dios instrumentos humanos?” Si, pero el uso de
instrumentos humanos no afectó a la Palabra de Dios.
Cuando usted lee el Pentateuco, no lee las palabras de
Moisés, sino que lee las palabras de Dios. Ver I Corintios
2:12, 13; 10:11; Romanos 4:20-25; 15:4.
b. Iluminación. La mejor manera de estudiar el libro es
conocer al autor. El mejor intérprete del libro es su escritor, el
Espíritu Santo. Así como el Señor Jesús hizo saber las
Escrituras a sus discípulos, así el Espíritu Santo lo hará para
nosotros hoy (I Cor. 2:9-14).
6. El Espíritu Santo y los pecados.
a. Contristando al Espíritu. “Y no contristéis al Espíritu Santo
de Dios, con el cual fuisteis sellados para el día de la
redención. (Ef. 4:30).
b. Mintiendo al Espíritu. “Y dijo Pedro: Ananías, ¿por qué
llenó Satanás tu corazón para que mintieses al Espíritu
Santo, y sustrajeses del precio de la heredad?” (Hechos 5:3).
Ananias le mintió a la iglesia, el templo del Espíritu Santo.
Nosotros también podemos mentirle al Espíritu Santo.
Podemos cantar una mentira. A veces en una reunión muy
emotiva personas dedican sus vidas a un servicio cristiano,
pero luego son negligentes en cuanto a lo prometido. Eso es
mentirle al Espíritu Santo.
c. Apagar el Espíritu. “No apaguéis al Espíritu.” (I Tes. 5:19).
Apagar puede también significar extinguir. Uno puede apagar
los dones del Espíritu, y puede apagar el Espíritu en otros
impidiéndoles usar los dones del Espíritu (Num. 11:28, 29).
d. Resistir al Espíritu. “¡Duros de cerviz, e incircuncisos de
corazón y de oídos! Vosotros resistís siempre al Espíritu
Santo; como vuestros padres, así también vosotros.” (Hechos
7:51).
e. Afrentar al Espíritu. “¿Cuánto mayor castigo pensáis que
merecerá el que pisoteare al Hijo de Dios, y tuviere por
inmunda la sangre del pacto en la cual fue santificado, e
hiciere afrenta al Espíritu de gracia?” (Heb. 10:29).
f. Blasfemar contra el Espíritu. Este es el pecado
imperdonable que se encuentra en Mateo 12:31, 32 y Marcos
3:29, 30. Si la gracia de Dios, la cual perdona todos los
pecados de la humanidad, no perdona este, entonces este
debe ser un pecado inusual. No es asesinato, no es
incredulidad. Rechazar la persona de Cristo no es pecado
imperdonable; de todos modos, el hombre que rechaza a
Cristo y muere, ciertamente está perdido. El Espíritu no
contenderá con hombres después de la muerte. Su rechazo
final de Cristo no es algo imperdonable, sino algo no
perdonado.
Deberíamos distinguir entre:
No perdonado e imperdonable.
No olvidado e inolvidable.
No salvo e insalvable.
Creo que la blasfemia contra el Espíritu Santo, que algunos
denominan imperdonable, fue un pecado limitado al tiempo
cuando Cristo estuvo sobre la tierra. No hay pecadores en la
lista negra hoy. Aquellos ofendieron al Espíritu, blasfemaron
del Espíritu que hacia las obras en Cristo
¿Puede alguien que ha cometido blasfemia ser salvo hoy? Si,
el ejemplo es el apóstol Pablo, “habiendo yo sido antes
blasfemo, perseguidor e injuriador; mas fui recibido a
misericordia porque lo hice por ignorancia, en incredulidad. . .
Pero por esto fui recibido a misericordia, para que Jesucristo
mostrase en mí el primero toda su clemencia, para ejemplo
de los que habrían de creer en él para vida eterna.” (I Tim. 1:
13, 16).
7. Emblemas del Espíritu Santo.
a. La paloma. “También dio Juan testimonio, diciendo: Vi al
Espíritu que descendía del cielo como paloma, y permaneció
sobre él.” (Juan 1:32). El Espíritu no descendió sobre ningún
otro de esta manera. En Génesis 1:2 el Espíritu Santo se
movía sobre la faz de las aguas, como una paloma entibiando
sus huevitos. La paloma es una mansa y limpia ave. Por tanto
así son los que son del Espíritu: “mansos como palomas”
(Mat. 10:16). Ciertamente un hermoso emblema del Espíritu
Santo. La Palabra nos presenta la ira del Hijo pero nunca la
ira del Espíritu Santo.
b. Agua. “Porque yo derramaré aguas sobre el sequedal, y
ríos sobre la tierra árida; mi Espíritu derramaré sobre tu
generación, y mi bendición sobre tus renuevos; ” (Is. 44:3).
Ver también Juan 7:38, 39. Lo que el agua significa para los
labios sedientos, y la lluvia significa para la tierra seca, es lo
que el Espíritu significa para cada ser humano. No hay nada
que calme esa sed mejor que el agua; no hay nada que
satisfaga esa sequía del corazón mejor que el Espíritu Santo.
c. Aceite. “Y Samuel tomó el cuerno del aceite, y lo ungió en
medio de sus hermanos; y desde aquel día en adelante el
Espíritu de Jehová vino sobre David. Se levantó luego
Samuel, y se volvió a Ramá.” (I Sam. 16:13). Ver también
Isaías 61:1; Hechos 10:38. Cuando el sacerdote era ungido
con aceite, se seguía el siguiente procedimiento: primero, su
oreja, para oír la Palabra de Dios; luego su pulgar, para que
sus acciones fuesen para la gloria de Dios; y después el dedo
de su pie, para que anduviese con Dios.
d. Viento. “Y me dijo: Profetiza al espíritu, profetiza, hijo de
hombre, y di al espíritu: Así ha dicho Jehová el Señor:
Espíritu, ven de los cuatro vientos, y sopla sobre estos
muertos, y vivirán. . . Y pondré mi Espíritu en vosotros, y
viviréis, y os haré reposar sobre vuestra tierra; y sabréis que
yo Jehová hablé, y lo hice, dice Jehová.” (Ez. 37:9, 14). Ver
también Juan 3:3-8. El viento sugiere actividad. No se lo
puede ver, pero es poderoso. La visibilidad no es el límite de
su acción. El viento también habla de limpieza (Job 37:21).
e. Fuego. “y se les aparecieron lenguas repartidas, como de
fuego, asentándose sobre cada uno de ellos.” (Hechos 2:3).
El fuego tipifica al Espíritu de Dios. Es fuego que purifica,
consume, calienta, prueba, ilumina y energiza. Es lo mismo
con el Espíritu Santo.
f. Vestiduras. “Entonces el Espíritu de Jehová vino sobre
Gedeón, y cuando éste tocó el cuerno, los abiezeritas se
reunieron con él.” (Jue. 6:34). «Vino sobre» implica como
vestiduras. Y eso habla de protección. El Espíritu es nuestra
protección.
Todo estos interrogantes serán despejados en este módulo preparado para quienes forman
parte de la Escuela de Liderazgo del Ministerio de Evangelismo y Misiones "Heraldos de la
Palabra".
Nuestra aspiración es despejar sus dudas respecto a cómo se preparan los elementos básicos
que deben contener, qué tipo de sermones hay y, por supuesto, los pasos sencillos y prácticos
para preparar los mensajes.
Si en diferentes rincones del mundo, incluso en los más apartados, quienes desean proclamar a
Jesucristo aprenden cómo trazar sus sermones, tendremos la satisfacción de lograr
nuestro objetivo. Quizá muchos no tendrán la oportunidad de acudir a un Seminario Teológico
o Instituto Bíblico. Pues humildemente, lo que buscamos es brindarles una orientación
oportuna y eficaz... Y... ¡Comenzamos ya!
1. ¿Cuántas clases de sermones hay?
Hoy día existen muchas formas de exponer la Palabra de Dios. Todas válidas y, en su mayoría,
eficaces. Pero durante nuestra serie nos enfocaremos a estudiar las bases para elaborar:
sermones textuales, expositivos, temáticos y biográficos. Son cuatro géneros que le permitirán
al orador, presentar el mensaje de Dios para su pueblo.
2. Hay que definir un propósito
Desde el momento en que usted se pare al frente del púlpito, deberá tener claro qué espera
lograr al término de la enseñanza. En tal sentido es importante que usted sepa que, al
disponerse a realizar la exposición, debe tener claro si lo que pretende ofrecer a sus
interlocutores son bases para el crecimiento y solidez espiritual, o llevarlas a tomar una
decisión por Jesucristo.
Es necesario entonces que, en primera instancia, tenga definidos los dos grandes géneros de
mensajes:
a. El sermón de edificación
b. El Sermón evangelístico
Los dos tienen orientaciones totalmente diferentes. Por tal motivo es necesario que hagamos,
no solo la diferencia, sino que tengamos definido en qué consiste cada uno.
3. El sermón de edificación
Es el mensaje dirigido a toda la congregación, sobre la base de que todos ya aceptaron a
Jesucristo como su único y suficiente Salvador. Por lo generar asisten a la congregación y lo que
requieren son orientaciones sobre cómo vivir y crecer en la vida cristiana. Se trata de mensajes
que tocan una temática variada, pero enfocada en su totalidad a lograr bases sólidas para el
creyente, afirmándolo en la sana doctrina.
4. El sermón evangelístico
Es mucho más sencillo que el de edificación. N la mayoría de los casos se fundamentan en un
solo texto y no saltan de un pasaje a otro. De entrada está orientado a crear entre los
asistentes, conciencia sobre la necesidad de aceptar a Jesucristo como su único y suficiente
Salvador. El sermón, en estos casos, termina con una invitación a hacer decisión de fe por
Jesús.
Cuestionario para la Lección 1
1.- Si miramos la orientación de los sermones encontramos que los hay:
a.- Doctrinal
b.- Edificación y evangelístico
c.- Bíblico
d.- Ninguno de los anteriores
2.- El mensaje de edificación:
a.- Está dirigido a quienes no conocen a Cristo.
b.- Está dirigido a afianzar a quienes ya conocen a Cristo.
d.- Está dirigido a quienes no saben siquiera qué es la Biblia.
e.- Ninguna de las anteriores.
3.- ¿Cuál es el propósito al predicar un mensaje?
a.- Dejar una sólida enseñanza bíblica entre los oyentes.
b.- Ofrecer una conferencia que hable de todo un poquito.
c.- Contribuir a la extensión del reino de Dios.
d.- Proveer a los oyentes pautas y principios de vida cristiana práctica.
e.- Los puntos a, c y d son correctos.
Lección 2

Clases de sermones. Descripción


Para que tengamos una mejor comprensión de cuáles y cuántas son las clases de sermones,
hacemos a continuación una breve descripción:
1.- Sermón Textual
Aludimos a Sermón Textual al referirnos al mensaje que toma como base un texto específico,
generalmente un solo versículo. Por ejemplo, Juan 3:16. Sobre este escrito entramos a
desarrollar la enseñanza. El propósito es desglosar su estructura, haciendo particular énfasis en
palabras en el sentido particular de las frases.
2.- Sermón Expositivo
Este género de Sermón se desarrolla fundamentado en un pasaje bíblico. Las ideas que se
exponen guardan un orden lógico. El predicador no fuerza un versículo para que concatene con
otro o quizá para que diga lo que él quiere. Por el contrario, toma con naturalidad cada una de
las ideas y puntos que van surgiendo en cada versículo. Es uno de los estilos más complejos
pero a su vez, de los más enriquecedores. Charles Spurgeon es uno de los mejores ejemplos de
esta forma de predicación. N el siglo XIX ejerció una poderosa influencia
en Inglaterra y Estados Unidos con sus poderosos mensajes.
3.- El Sermón Temático
Como su nombre lo indica, el Sermón Temática toma un tema y lo desarrolla. Por ejemplo,
el pecado. Se analizan todos los versículos en los cuales la palabra pecado ejerce un papel
preponderante. Se requiere una exploración bíblica con el propósito de definir sus orígenes,
causas, evolución y consecuencias. Tenemos allí un tema expuesto. Este género es muy
frecuente en las congregaciones.
4.- Sermón Biográfico
A diferencia de los anteriores, que se predican desarrollando un tema central, el Sermón
Biográfico toma su base en un personaje de la Biblia y es el más apropiado para adelantar
predicaciones en serie, es decir, para varios servicios religiosos. Del personaje objeto de
estudio, se buscan aspectos positivos, los negativos, qué principios espirituales aplicó a su
existencia y cuáles son válidos hoy día, etc.
División del Mensaje
Para facilitar la exposición de un tema, generalmente se divide en puntos específicos. Vendrían
a ser lo que llamamos Divisiones Mayores. Son los grandes aspectos que abordaremos. Por
ejemplo, vamos a hablar del pecado. Si lo fuéramos a hacer tomando tres grandes facetas,
podría quedar así.
1. EL PECADO NOS LLEVA A LA CEGUERA ESPIRITUAL
2. EL PECADO NOS ALEJA DE DIOS
3. EL PECADO NOS LLEVA AL ESTANCAMIENTO ESPIRITUAL
Observe que se trata de ideas generales, que encierran muchos elementos.
Las Divisiones Menores son aquellos puntos que dan soporte a las Divisiones Mayores. Son
los puntos que están relacionados con los primeros y que sirven para hacer una adecuada
exposición. Si ya tenemos las Divisiones Mayores y vamos a incorporar las Divisiones Menores,
quedaría de la siguiente manera:
1. EL PECADO NOS LLEVA A LA CEGUERA ESPIRITUAL
a. Olvidamos los principios espirituales contenidos en la Biblia
b. Dejamos de lado las pautas trazadas por Dios para su pueblo.
2. EL PECADO NOS ALEJA DE DIOS
a. Progresivamente regresamos al mundo pecaminoso
b. Nuestra conciencia nos redarguye y nos apartamos del Dios que da vida
3. EL PECADO NOS LLEVA AL ESTANCAMIENTO ESPIRITUAL
a. Un cristiano inmerso en pecado no progresa
b. Un cristiano inmerso en pecado está ajeno a las verdades bíblicas
Es importante que tengamos claro el papel que juegan las Divisiones Mayores y las Divisiones
Menores en la estructura del mensaje que compartiremos con las comunidades.
Cuestionario para la Lección 2
1.- ¿Cuántas clases de sermones hay?
a.- Solamente uno
b.- Hay dos géneros
c.- Hay cuatro géneros
d.- Ninguno de los anteriores
2.- Los tipos de sermones que maneja la homilética son:
a.- Sermón textual y expositivo.
b.- Sermón expositivo únicamente.
c.- Sermón textual y temático.
d.- Sermón textual, temático, expositivo, biográfico
3.- El sermón evangelístico:
a.- Es bastante elaborado y contiene muchas citas bíblicas.
b.- Se compone sólo de ilustraciones para hacerlo más sencillo.
c.- Está dirigido a quienes no conocen a Cristo.
d.- Utiliza un solo pasaje bíblico"en lo posible"e ilustraciones para facilitar la comprensión.
e.- Los puntos c y de son correctos.
4.- En el sermón textual:
a.- Se trabaja a partir de varios versículos.
b.- Se trabaja con un solo pasaje Escritural.
c.- Se trabaja a partir de un solo texto.
d.- Ninguno de los anteriores.
5.- El sermón expositivo:
a.- Al igual que el textual utiliza varios versículos de diferentes libros.
b.- No utiliza versículos sino un pasaje completo.
c.- Utiliza un pasaje complejo y trata de desglosarlo para que el oyente tenga una comprensión
total.
d.- Con la sola lectura del texto basta para el oyente.
6.- El sermón biográfico:
1.- Es el que se desarrolla a partir de un solo pasaje bíblico.
2.- Es el que analiza cuidadosamente un versículo.
3.- Es el que se desarrolla con basa en los datos y desenvolvimiento de un personaje.
4.- Ninguna de las anteriores.
6.- Las divisiones mayores son:
a.- Las que separan un tópico de otro para facilitar la comprensión del mensaje.
b.- Las que se escriben con mayúsculas.
c.- Las que permiten desarrollar los grandes puntos del mensaje que a su vez son explicados en
las divisiones menores.
e.- Ninguna de las anteriores.
Lección 3

El sermón textual
La elaboración del Sermón Textual reúne muchas ventajas. Entre ellas, que permite captar
el interés de los asistentes, evita salirse del tema y además, mantiene los márgenes bíblicos, es
decir, que se sujeta específicamente a lo Escritural y no a las anécdotas del predicador que
tienden a glorificarlo a él antes que a Jesucristo. En esencia, este género de exposición se centra
en la Escritura.
¿Cómo se escoge un texto?
Esta constituye la pregunta que se formula todo predicador en sus comienzos. No es fácil. Pero
sugerimos dos principios que son infalibles.
a. Busque la dirección de Dios
Esta es la estrategia principal. Todo predicador debe pasar buena parte de su tiempo en
oración. No podemos hablar de un Dios de poder si no lo conocemos o si lo conocemos y no
permanecemos en su presencia. ¿Cómo ser mensajeros de Aquél a quien no consultamos?
Al comenzar la semana o durante el transcurso de la misma, el expositor bíblico debe pedir la
orientación del Supremo Hacedor en procura de guía sobre la porción escritural que debe
escoger. Este principio no falla. Generalmente en el curso de las horas siguiente,
Dios muestra pasajes que llaman poderosamente la atención y se constituyen en la base de
mensajes para la membresía.
b. Estudie la Biblia y tome apuntes
Adoptar la costumbre de estudiar la Biblia e ir tomando apuntes en una libreta sobre los
aspectos que nos llamaron la atención, los que podrían tener una aplicación práctica o aquellos
en los que sentimos específicamente que Dios habló a nuestra vida, constituyen una valiosa
herramienta.
En el futuro, cuando estemos frente al compromiso de exponer la Palabra de Dios, será de
mucha utilidad revisar las notas. De seguro siempre encontraremos un tema para compartir
con nuestras congregaciones.
Predicando sobre un texto específico
Una vez tengamos el texto o versículo a partir del cual vamos a elaborar el mensaje, es
necesario que nos familiaricemos con él. Debemos leerlo cuantas veces sea necesario. En lo
posible es aconsejable escoger un versículo con una idea completa.
Lea lo que aparece antes y después del pasaje escogido. Eso nos ayudará a definir el contexto.
Escriba aquellas palabras con las que no esté familiarizado con el fin de investigarlas con ayuda
del Diccionario.
Si tiene la posibilidad, le sugerimos que consulte ese mismo versículo en otras versiones de la
Biblia. Haga comparaciones. Defina aspectos en los que pueden darse diferencias.
Este análisis comparativo será enriquecedor cuando defina el enfoque que tendrá el mensaje.
Descubra las divisiones naturales del texto
Cuando esté familiarizado con el texto, busque las divisiones naturales que podría tener.
Generalmente un versículo podría tener dos o tres ideas inmersas. Para que apreciemos este
hecho, tomemos como base Juan 3:16. Dice así "Porque de tal manera amó Dios al
mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquél que en él cree, no
se pierda, más tenga vida eterna" (Juan 3.16).
Tras un análisis sencillo, podríamos señalar que las divisiones naturales son:
a. "Porque de tal manera amó Dios al mundo"
b. "...que ha dado a su Hijo unigénito"
c. "...para que todo aquél que en él cree, no se pierda, más tenga vida eterna"
Aquí tenemos un esbozo de cuál podría ser la división natural para aplicarla a este versículo. En
las próximas lecciones explicaremos cómo se definen las Divisiones Principales y las Divisiones
Menores de este texto.
Cuestionario la Lección 3
1:- Entre las ventajas del Sermón Textual se cuentan:
a.- Mantiene los márgenes bíblicos, capta el interés de los oyentes y evita salirse del tema.
b.- Mantiene los márgenes bíblicos únicamente.
c.- Capta el interés de los oyentes y evita salirse del tema.
d.- Todas las anteriores.
2.- Para escoger el texto:
a.- Se utilizan las guías homiléticas que venden en librerías cristianas.
b.- Se busca la dirección de Dios en oración y recurrimos a los apuntes que realizamos en la
lectura sistemática de las Escrituras.
c.- Partimos a partir de un pasaje que nos llame la atención.
3.- ¿Por qué es importante descubrir las divisiones naturales del texto?
a.- Porque esa es la razón de que la Biblia tenga capítulos y versículos.
b.- Porque captan la atención fácilmente de los lectores
c.- Porque nos facilitan la exposición del tema y no forzamos lo que quiso decir el autor
sagrado.
4.- Un versículo puede tener incluidas:
a.- Una sola idea.
b.- Dos ideas. Más, sería imposible.
c.- Un solo versículo puede desarrollar varias ideas.
d.- Todas las anteriores.
Lección 4

¿Cómo se elaboran las divisiones de un sermón textual?


Como recordarán, tras escoger nuestro texto que será la base del Sermón, que fue Juan
3:16 "Porque de tal manera amo Dios al mundo, que ha dado a su hijo unigénito,
para que todo aquél que en él cree, no se pierda, más tenga vida
eterna", acordamos que lo primero que debemos hacer, es dividirlo ojalá en tres partes que
tengan sentido.
La primera parte sería "Porque de tal manera amo Dios al mundo"
La segunda: "...que ha dado a su hijo unigénito.."
Y la tercera: "...para que todo aquél que en él cree, no se pierda, más tenga vida eterna"
Cada uno de estos segmentos constituirá un punto a tocar en el mensaje. De esta manera,
tomando como referencia "Porque de tal manera amo Dios al mundo", podemos crear una
primera gran división:
DIOS AMA AL MUNDO
La referencia será: "Porque de tal manera amo Dios al mundo"
Ahora hay que anexarle puntos que sustenten este primer gran aspecto. Y podrían ser:
Dios ama al mundo porque El lo creó.
Dios ama al mundo porque el hombre él lo hizo.
Dios ama al mundo desde los comienzos de la creación.
Ahora unamos el primer gran postulado, que llamamos división mayor, con estos tres
argumentos que dan soporte. Quedaría así:
I. DIOS AMA AL MUNDO
"Porque de tal manera amo Dios al mundo"
a. Dios ama al mundo porque El lo creó.
b. Dios ama al mundo porque el hombre él lo hizo.
c. Dios ama al mundo desde los comienzos de la creación.
¿Se da cuenta qué hicimos? Propusimos el primer gran punto del mensaje y lo estamos
acompañando de la sustentación para ese primer punto. Vamos ahora con el siguiente. Podría
ser:
DIOS MANIFESTÓ SU AMOR MEDIANTE SU HIJO
La referencia bíblica sería: "...que ha dado a su hijo unigénito.."
Ahora nos corresponde dar soporte a este planteamiento. Lo podríamos hacer así:
Jesús es la muestra suprema del amor de Dios al mundo
Jesús era el Hijo único, por tanto un gran sacrificio
Jesús, el Hijo de Dios, se dio por la humanidad
Si cuadramos este segundo gran punto con los tres argumentos de soporte, nos quedaría así:
II. DIOS MANIFESTÓ SU AMOR MEDIANTE SU HIJO
"...que ha dado a su hijo unigénito.."
a. Jesús es la muestra suprema del amor de Dios al mundo
b. Jesús era el Hijo único, por tanto un gran sacrificio
c. Jesús, el Hijo de Dios, se dio por la humanidad
Llegamos al último aspecto. Lo podríamos describir así:
JESUCRISTO, PUERTA A LA VIDA ETERNA
La referencia escritural será: "...para que todo aquél que en él cree, no se pierda, más tenga
vida eterna"
Ahora le anexamos los argumentos, o puntos de soporte a esta división mayor:
Es necesario creer en Jesús, el Hijo de Dios.
Quien cree, no morirá para siempre
Quien cree tendrá la vida eterna
Ahora acomodemos este tercer elemento de nuestro sermón. Quedaría así:
III. JESUCRISTO, PUERTA A LA VIDA ETERNA
"...para que todo aquél que en él cree, no se pierda, más tenga vida eterna"
a. Es necesario creer en Jesús, el Hijo de Dios.
b. Quien cree, no morirá para siempre
c. Quien cree tendrá la vida eterna
Ahora sólo nos resta armar el Sermón en su totalidad:
Base Escritural: Juan 3:16
I. DIOS AMA AL MUNDO
"Porque de tal manera amo Dios al mundo"
a. Dios ama al mundo porque El lo creó.
b. Dios ama al mundo porque el hombre él lo hizo.
c. Dios ama al mundo desde los comienzos de la creación.
II. DIOS MANIFESTÓ SU AMOR MEDIANTE SU HIJO
"...que ha dado a su hijo unigénito.."
a. Jesús es la muestra suprema del amor de Dios al mundo
b. Jesús era el Hijo único, por tanto un gran sacrificio
c. Jesús, el Hijo de Dios, se dio por la humanidad
III. JESUCRISTO, PUERTA A LA VIDA ETERNA
"...para que todo aquél que en él cree, no se pierda, más tenga vida eterna"
a. Es necesario creer en Jesús, el Hijo de Dios.
b. Quien cree, no morirá para siempre
c. Quien cree tendrá la vida eterna
¿Se da cuenta? Es muy sencillo. Pero no puede partir de la base de la improvisación. Recuerde
que el pasaje se debe estudiar con detenimiento, y en todo momento la oración debe constituir
una base fundamental.
Por supuesto, se preguntará: ¿Y el título? Pues no sólo es el título lo que falta. También es
necesario introducir el mensaje y plantear la conclusión. Pero son aspectos que iremos tratando
poco a poco.
Por ahora tiene una tarea: buscar en su Biblia un texto al que le puedan aplicar estos pasos, e ir
armando un sermón para la próxima clase. Recuerde que la práctica hace al maestro.
Lección 5

El Sermón Expositivo
Del género de mensajes que se comparten a la congregación, el modelo más apasionante es el
expositivo. Históricamente ha jugado un papel preponderante en la evangelización.
Entre las ventajas que ofrece, está el que se trabaja con base en un solo texto. Esto favorece
concentrar la atención de los asistentes. No es necesario saltar de un versículo a otro como sí
ocurre con los sermones temáticos.
Asimismo es el modelo más aconsejable cuando se trata de un mensaje en el que buscamos
como objetivo central, que al terminar de predicar, las personas nuevas acepten a Jesucristo
como su único y suficiente Salvador.
Concatenación de ideas
Cuando se hace una presentación expositiva, se sigue el orden de los acontecimientos descritos
en el pasaje, no se fuerzan los aspectos que aborda cada versículo, y se logra coherencia y
concatenación de las ideas. Por lo tanto, facilita que quien los asistentes sigan el curso de los
hechos.
La asimilación es más fácil cuando se predica con un solo pasaje. Está probado que, al salir
del servicio religioso, es más probable que los asistentes recuerden no sólo qué base escritural
se utilizó, sino también de qué trató el mensaje.
Otro de los aspectos a favor es que facilita la inserción de ejemplos prácticos que tornan más
próximo y entendible el acontecimiento bíblico, le da un aire de contemporaneidad y se
transmite una enseñanza más aterrizada frente a la realidad actual.
El Sermón Expositivo se presta para que comparta lo que el autor quería decir originalmente, y
cierra las posibilidades a un fenómeno frecuente entre algunos predicadores: forzar el texto
para que la audiencia escuche lo que él quiere que escuchen y nada más.
Leer y releer el texto
El primer paso para la elaboración del Sermón Expositivo es familiarizarse con el pasaje. Esto
nos lleva a una primera lectura. Así tendremos una visión panorámica de qué acontece, quiénes
intervienen e incluso lugares relevantes que se describen. Es fundamental lograr una adecuada
comprensión.
Una segunda lectura deberá estar orientada a intentar conocer en detalle, cuál era el propósito
original del autor.
Para tornar práctico el ejemplo, tomaremos como base de lectura del capítulo veinte del
segundo libro de Reyes. Nos centraremos en los versículos del uno al once.
El objetivo es que, para la próxima lección, tenga definidos los pasos anteriores, como también
que investigue en un diccionario bíblico quién fue el rey Ezequías, en qué época vivió y algunos
aspectos relacionados con su período de gobierno.
Cuestionario de la Lección 5
1.- El mensaje expositivo:
a.- Es uno de los más raros de escuchar porque pocos predicadores han desarrollado la técnica
expositiva.
b.- Es uno de los preferidos por los predicadores porque desarrolla un tema con varios tópicos
y es de fácil asimilación.
c.- Frente al sermón textual, el expositivo es mejor porque trabaja con un solo versículo.
d.- Facilita la asimilación porque no salta de un versículo a otro.
e.- Los versículos a y de son verdaderos.
2.- Entre las ventajas del sermón expositivo se cuentan:
a.- Fácil asimilación.
b.- Fácil asimilación, centrarse en un solo pasaje y se predica lo que realmente quiso decir el
autor.
c.- Se predica lo que realmente quiso decir el autor.
d.- Ninguna de la anteriores.
3.- Para facilitar la elaboración del sermón expositivo se recomienda:
a.- Leer y releer el texto varias veces, tomando apuntes sobre las ideas relevantes.
b.- Tratar de conocer la idea central de autor, lo que se facilita al leer y releer el texto.
c.- Basta con leer el texto una sola ver y no tomar apuntes porque tendremos fácil comprensión
del texto.
4.- Ahora que hemos avanzado en el estudio, repasemos lecciones vistas: En el
sermón textual:
a.- Se trabaja a partir de varios versículos.
b.- Se trabaja con un solo pasaje Escritural.
c.- Se trabaja a partir de un solo texto.
d.- Ninguno de los anteriores.
5.- Para escoger el texto:
a.- Se utilizan las guías homiléticas que venden en librerías cristianas.
b.- Se busca la dirección de Dios en oración y recurrimos a los apuntes que realizamos en la
lectura sistemática de las Escrituras.
c.- Partimos a partir de un pasaje que nos llame la atención.
Lección 6

Estructura del Sermón Expositivo


Como se recordará, el Sermón Expositivo se sujeta o extrae los principios contenidos en el
texto. El propósito es compartir un mensaje ajustado a lo que se proponía el autor bíblico, sin
desconocer que el contenido tiene su aplicación en la época que se escribió, y arroja pautas y
principios que cobran particular vigencia en nuestro tiempo.
El primer paso es leer cuidadosamente los versículos objeto de estudio, identificar cuál es la
esencia de cada uno. Como se recordará, nuestra Base Escritural o lectura bíblica es el segundo
libro de Reyes, capítulo 20, versículos del uno al once.
Un resumen de la lectura
Una primera lectura nos indica que, en el momento de mayor prosperidad administrativa,
militar, económica y religiosa del reino de Ezequias, el decimotercero en la dinastía sobre el
pueblo de Judá (716-687 a.C.), las malas noticias golpearon a su puerta. El profeta Isaías le
anuncia la inminencia de su muerte. Además, le exhorta a arreglar todo, de cara a su partida
hacia el viaje sin retorno.
¿La reacción del rey? Angustia, preocupación y quizá la íntima sensación de que muchos planes
y proyectos quedarían truncados si moría. Además, amaba la vida. Y clama al Señor desde su
desesperación. En respuesta a su clamor, Dios no solo le otorga la sanidad de la enfermedad
que padecía, sino que le prorroga la vida por espacio de quince años más.
A partir de ese hecho, usted como predicador bien puede compartir un extraordinario mensaje
de parte de Dios para su pueblo. Además, la historia reviste no solo la fuerza descriptiva, de
incalculable valor literario y narrativo, sino que arroja principios de vida que pueden aplicarse
al cristiano de hoy.
Trazando el bosquejo
Ahora que tenemos claro el tema y que nuestro objetivo es compartir principios bíblicos de
vida, retornemos nuevamente a los apuntes que hayamos escrito para sinterizar, en una idea, el
versículo que hayamos leído.
Personalmente elaboré el siguiente prospecto, pero recuerde que quizá usted encuentre otras
pautas prácticas.
Sé que la esencia del mensaje no cambia, pero si pueden variar las ideas que se deriven del
estudio que hagamos del pasaje. Mi propuesta de bosquejo quedó así:
1. Debemos estar preparados para la hora de partir (v.1)
2. El modelo de una oración eficaz (vv. 2,3)
3. Dios escucha nuestras oraciones (vv. 4,5)
4. Dios nos ofrece una nueva oportunidad (vv.5,6)
5. Dios nos ofrece una salida al laberinto (v.7)
6. Las dudas impiden las bendiciones en nuestras vidas (v.8).
Observe que tomé seis principios de vida. A propósito, el título que le di a este sermón
fue: "Seis principios para una vida cristiana victoriosa".
Las anteriores vendrían a ser las divisiones mayores. ¿Y las divisiones menores? Estas se
desprenden de una nueva lectura de cada versículo y de la idea central que hayamos logrado en
cada uno. Esto nos arroja luces para darle soporte a cada argumento. En este orden de ideas,
las divisiones menores propuestas son:
Título: "Seis principios para una vida cristiana victoriosa
Base Escritural: 2 Reyes 20: 1-11
1. Debemos estar preparados para la hora de partir (v.1)
a. La hora de partir no avisa
b. A la hora de partir no hay tiempo para arreglar asuntos pendientes

2. El modelo de una oración eficaz (vv. 2,3)


a. La oración debe estar exenta de palabrería
b. La oración debe reconocer la grandeza y el poder de Dios
3. Dios escucha nuestras oraciones (vv. 4,5)
a. Nuestras oraciones toca el corazón de Dios
b. Nuestras oraciones no se pierden. Dios las escucha
4. Dios nos ofrece una nueva oportunidad (vv.5,6)
a. Dios nos abre las puertas a una nueva vida
b. Dios nos da una nueva oportunidad cada día
5. Dios nos ofrece una salida al laberinto (v.7)
a. Si dependemos de Dios, encontramos soluciones
b. Si dependemos de Dios, las crisis no nos desestabilizan
6. Las dudas impiden las bendiciones en nuestras vidas (v.8).
a. Las dudas se convierten en un muro
b. Las dudas nos impiden avanzar
Acompañamiento del mensaje
El Sermón Expositivo abre las puertas para el acompañamiento con ilustraciones de la vida
práctica. Estas acotaciones con historias, anécdotas o hechos de la cotidianidad y acercan el
mensaje al oyente. Es una de las razones por las cuales este género de exposición resulta
atractivo para muchos predicadores.
Si tiene alguna duda o inquietud, no deje de compartirla.
Queremos ayudarle en lo que esté a nuestro alcance. No olvide que nuestro gran sueño es que
en Latinoamérica hayan congregaciones hasta en los lugares más distantes. Que a todos llegue
el mensaje transformador del Evangelio de Jesucristo.
Lección 7

El Sermón Temático ¿Cómo se elabora?


Llegamos al tercer sistema de exposición de la Palabra de Dios: el Sermón Temático. Como su
nombre lo indica, este género de predicación gira en torno a un tema específico.
Requiere de ayudas generales como una buena concordancia. La mayoría de las ediciones de
las Sociedades Bíblicas Unidas, tienen una, al final de cada Biblia. Pero también se pueden
conseguir concordancias extensas en el mercado de la literatura cristiana. Cualquiera que sea
su extensión, amplia o corta, son fundamentales en la elaboración de estos sermones.
Ventajas
El Sermón Temático es uno de los más comunes entre los predicadores evangélicos. Es
favorable porque ofrece a los oyentes una amplia gama de posibilidades para absolver
interrogantes en torno a un aspecto escritural en particular. Es como abrir un abanico: ofrece
múltiples y variadas facetas. Además presenta una lista panorámica en cuanto al asunto objeto
de estudio.
El propio expositor recibe mucha edificación durante la elaboración del mensaje. Aprende,
agudiza su visión, trata de ponerse en el lugar de los creyentes y se adelanta a las preguntas que
se podrían formular. De igual manera, obliga a investigar aspectos que no quedan claros.
Recuerde que si hay algo que le genera dudas a usted, lo más probable es que a los asistentes a
la reunión también.
Desventajas
Toda moneda tiene dos caras. Ya vimos una primera faceta del Sermón Temático: las ventajas.
Son muchas. Pero también tiene sus desventajas. La otra cara de la moneda que les invito a
analizar ahora.
Buen número de los expositores se limita a tener un tema y buscar cuanto versículo halla en la
Biblia. Luego organizan su bosquejo sin mayor coherencia. Esta práctica puede llevar al
desconcierto, a la desorientación e incluso a la incertidumbre a la audiencia.
He escuchado a sinnúmero de personas decir: "El sermón estuvo muy bueno, pero realmente
no lo entendí". Aseveraciones así son traumáticas, tanto para el expositor como para los
oyentes. Para que eso no ocurra, lo fundamental es trabajar con sumo cuidado trazando el
mensaje.
Definiendo el tema
A lo largo de este tiempo en el que ustedes y nosotros, mano a mano y a través de
la Web hemos laborado en esta serie, se habrán percatado que es más fácil escuchar un
mensaje que volcarnos a elaborarlo.
Este hecho debe conducirles a ser más cuidadosos en la preparación de cada exposición. Un
bosquejo conlleva oración. No olvide que usted representa un embajador de Dios en el púlpito.
Cada Sermón debería ser como una escultura. Una estructura en la que se cuidan mucho los
detalles. No una pieza de oratoria preparada al azar.
Asimismo habrán podido descubrir que si deseamos tener la preparación necesaria, se requiere
orar y ser buenos estudiantes de las Santas Escrituras.
Ahora, el primer paso es definir el tema, aterrizarlo. Que no de lugar a generalidades.
Supongamos que, en nuestro Sermón Temático, nos inclinamos por "El amor de
Dios". Nuestra Base Escritural o Lectura Bíblica inicial sería Juan 3:16.
Hasta ahí vamos bien, pero si lo analiza detenidamente, encontrará que predicar sobre "El
amor de Dios" puede sonar muy general e incluso, ambivalente.
Es necesario ser más específicos porque "El amor de Dios" puede expresarse con relación a
la naturaleza, los niños, la humanidad, la mujer cabeza de familia, los farmacodependientes, las
prostitutas y más y más etcéteras. En síntesis, podemos señalar que el amor de Dios tiene una
proyección demasiado amplia.
Si no particularizamos más el tema, de entrada podemos generar confusión entre la audiencia.
Como predicador, usted debe tener claro qué aspecto desea focalizar, es decir, desarrollar
en concreto. Es un ejercicio que debe poner en práctica los próximos días. Es un paso elemental
pero a la vez, ineludible para todo buen expositor.
Al grano: usted debe escoger entre la gama de posibilidades. Supongamos que nos inclinamos
por "El amor de Dios hacia la humanidad". Es claro y conciso. De seguro, será un
extraordinario mensaje.
Formulando interrogantes
Ahora que hay un tema definido, usted como predicador debe hacer algunos interrogantes, que
probablemente son los que se haría como oyente en la congregación.
1. ¿Por qué ama Dios a la humanidad?
2. ¿Cómo es el amor de Dios hacia la humanidad?
3. ¿Qué genera el amor de Dios hacia la humanidad?
Por supuesto, usted puede hacerle otras preguntas. ¿Qué paso vamos a seguir? Vaya a la
concordancia y escoja versículos que refieren el tema del amor de Dios, y específicamente el
amor de Dios hacia la humanidad. Encontrará una veintena, como mínimo.
Obviamente debe sumar los textos que usted conoce, y que considera apropiados. Con estos
versos, trate de responder a las preguntas que escribió.
Para nuestra próxima cita, esperamos que tengan listo el volumen de versículos que no
solamente halló, sino que espero, haya estudiado.
Cuestionario para la Lección 7
1.- El sermón expositivo incluye:
a.- Lectura cuidadosa del texto.
b.- Buscar las divisiones naturales del texto.
c.- Tomar apuntes.
d.- Todas las anteriores.
2.- Ahora que nos referimos al sermón temático resaltamos las siguientes
ventajas:
a.- El mensaje gira en torno a varios temas bíblicos.
b.- El mensaje gira en torno a un solo tema sustentado por varios versículos bíblicos.
c.- El mensaje difiere de los demás por que maneja un solo versículo bíblico.
d.- Ninguna de las anteriores.
3.- El sermón temático:
a.- Tiene solo ventajas y no desventajas.
b.- Entre las desventajas del sermón temático se cuenta que es necesario investigar a fondo qué
versículos permiten desarrollar un tema, son explicativos e incluso, se concatenan unos con
otros.
c.- Es necesario organizar el bosquejo con coherencia.
d.- Las respuestas b y c son correctas.
4.- Cuando trabajamos un sermón temático:
a.- Es necesario definir un versículo base y a partir de allí trabajar los temas.
b.- Se requiere que el tema sea específico y no de lugar a divagaciones.
c.- Los puntos que se desarrollen deben sustentar el tema central.
d.- Todas las anteriores.
5.- Para dar solidez al sermón temático es necesario:
a.- Formular interrogantes al tema.
b.- Tratar de interpretar qué interrogantes se formularía el oyente.
c.- No es necesario formular interrogantes al tema.
d.- Los puntos a y b son correctos.
Lección 8

La estructura del Sermón Temático


Como tuvimos la oportunidad de apreciarlo, el Sermón Temático se desarrolla a partir de un
tema. Ofrece una enorme variedad de posibilidades para, no solo presentar y desarrollar un
asunto, sino para absolver todos los interrogantes que puedan surgir. Edifica a los oyentes,
pero primero, edifica al predicador.
El Sermón a elaborar tiene como título propuesto: "El amor de Dios hacia la humanidad".
Las Divisiones Mayores ¿De dónde salen?
Cuando no tenga claro qué puntos o Divisiones Mayores deben incluirse, lo más aconsejable es
que le formule interrogantes al título.
Imagine por un instante que usted oye, de manera desprevenida, el título de la exposición que
otra persona va a compartir. "El amor de Dios hacia la humanidad". Usted ¿Qué puntos
quisiera escuchar en torno a ese aspecto? También: ¿Qué preguntas le despierta el amor de
Dios? Si usted se ubica en los zapatos de la congregación, seguramente podría plantearse los
siguientes interrogantes:
1. ¿Por qué nos amó Dios?
2. ¿Cómo se manifiesta el amor de Dios?
3. ¿Qué produce el amor de Dios en nuestras vidas?
Definiendo las respuestas
El paso siguiente es más sencillo. Hay dos formas. La primera, buscar en una Concordancia
Bíblica los versículos y pasajes referentes al amor de Dios. Hay un buen número.
Un ejemplo práctico. Supongamos que ya hallamos los siguientes versículos:
Juan 3:16; Filipenses 2:8; 1 Juan 3:1; 2 Corintios 5:17-19; Efesios 3:14-18
También encontramos otros versos que, aunque no hablan directamente del amor de Dios,
expresan de qué manera y por qué, nos amó el Creador:
Génesis 1:1; Salmos 57:10; Romanos 5:5-7; Romanos 13:10
Es natural que encontremos muchos más. Pero específicamente en este ejemplo, utilizaremos
los que anoté.
¿Qué paso seguir? Con base en todo este cúmulo de material bíblico, comenzar a responder los
interrogantes. Las Divisiones Menores, es decir, los puntos que desarrollaremos, deben
expresarse en ideas cortas, concisas.
Siguiendo este proceso, el Bosquejo del Sermón Temático podría quedar así:
Título: "El amor de Dios hacia la humanidad"
Base Escritural: Juan 3:16
I. ¿Por qué nos amó Dios?
1. Porque somos su creación (Génesis 1:1)
2. Porque la misericordia de Dios es eterna (Salmos 57:10)
3. Para abrirnos la puerta a hacernos sus hijos (1 Juan 3:1)
4. Porque no quiere que pasemos a la eternidad sin El (Juan 3:16)
II. ¿Cómo se manifiesta el amor de Dios?
1. A través de la obra de su Hijo Jesús (Juan 3:16)
2. Por el sacrificio de Jesús en la cruz (Filipenses 2:8)
3. A través del Espíritu Santo (Romanos 5:5-7)
¿Qué produce el amor de Dios en nuestras vidas?
1. Produce amor en nuestras vidas (Romanos 13:10)
2. Nos reconoce como Padre. Somos sus hijos (2 Corintios 5:17-19)
3. Hizo que Su Espíritu habitara en nuestras vidas (Efesios 3:14-18)
Este representa sólo el fundamento. Pero en esencia, la recomendación es que se tenga mucho
cuidado, de un lado en la escogencia de los versículos y pasajes bíblicos, y de otra parte, no
insertar versículos que digan lo que yo como predicador quiero decir, sino que expresen lo que
Dios quiso decir a través de los autores de cada texto.
Lección 9
El Sermón Biográfico
Nos acercamos al final de la serie sobre cómo elaborar mensajes. En esta ocasión estudiaremos
la estructura y dinámica del Sermón Biográfico. Conjuga elementos de los anteriores, es decir
de los sermones textual, expositivo y el temático.
Entre las ventajas de este género, figura el que se puede analizar en detalle la existencia de un
personaje de la Biblia, sus aportaciones a los demás, y en particular, los principios de vida
práctica que arrojan pautas y luces para los cristianos de hoy.
Entre los elementos favorables que tiene este sistema de predicación, se cuenta el estrecho
acercamiento de los creyentes con las experiencias, tanto positivas como negativas, de los
hombres y mujeres de la Biblia. Ellos, al igual que nosotros, enfrentaron períodos de
incertidumbre, persecuciones, intolerancia, duda y también de victoria.
¿Cómo se elabora un Sermón Biográfico?
El primer paso es la escogencia de un personaje. Tras orar y estudiar las Escrituras,
seleccionaremos quién será objeto de análisis. Una vez tengamos claro de quién se trata, nos
dirigimos a la Biblia y leemos todo cuanto digan las Escrituras sobre él o ella.
El estudio debe ser pormenorizado, en lo posible. La meta es no dejar escapar detalles.
Examinar cuál es su origen, período histórico aproximado en el que existió, país o región donde
residía, en qué momento se produjo el llamamiento de Dios y cuál fue su desempeño en
la misión que el Señor le llamó a cumplir. Repito, es necesario no omitir detalles.
Durante el estudio, iremos tomando nota de lo que aprendemos. Es aconsejable tomar
referencia del capítulo y los versículos donde se encuentra algún dato relevante. No olvide que
estos pormenores serán de grana ayuda cuando estructuremos la predicación.
Llevando la teoría a la práctica
Tomemos como ejemplo la vida de Noé. Es una existencia relativamente corta en
el registro Escritural y nos ayudará a tornar práctica esta enseñanza.
Una vez hayamos identificado en qué capítulos de la Biblia encontramos aspectos sobre el
desenvolvimiento del personaje en estudio, sería útil que nos formuláramos los siguientes
interrogantes:
1.- ¿Cuál es su origen y a qué familia pertenecía?
2.- ¿Cómo se produjo el llamamiento de parte de Dios?
3.- ¿Qué misión específica le encomendó?
4.- ¿Desde un comienzo Dios le reveló qué propósito debía cumplir o le fue mostrando el
camino de manera progresiva?
5.- ¿Cuál fue su respuesta frente al llamamiento de Dios?
6.- ¿Qué podemos aprender de la relación de nuestro personaje seleccionado con Dios?
7.- ¿Hay peligros que haya enfrentado y que pueden alertarnos hoy para observar
transparencia y consagración en nuestro caminar con Jesucristo?
8.- ¿Cómo describiría usted el secreto del éxito tanto secular como espiritual del personaje
sobre el cual realizamos el análisis?
9.- ¿Cuál fue la conclusión de su vida?
La meta es que se tome el trabajo de despejar estos interrogantes para el momento en que
publiquemos nuestra próxima lección. No olvide que es aconsejable disponer de una Biblia, de
un diccionario bíblico, una buena concordancia y un diccionario que permita ampliar el
significado de ciertos términos... ¡Adelante!
El Sermón Biográfico y su estructura
Estructura
El Sermón Biográfico responde a la necesidad de analizar el llamamiento, crecimiento y
evolución personal y espiritual de los hombres de Dios conforme lo registra la Biblia.
Es un método sencillo, aunque rico en posibilidades para descubrir a partir de las Escrituras,
principios y valores que tienen aplicación para el hombre de hoy. Recaba en la trascendencia de
las pautas de vida para los seres humanos conforme lo dispone Dios, sin que esos lineamientos
de la forma indicada de pensar y actuar, cambien así se modifiquen los tiempos.
Otra característica de suma importancia es que permite estimular un acercamiento entre
los problemas y victorias del hombre en los pasajes bíblicos y el hoy. Lleva a pensar que ellos no
fueron diferente de nosotros, salvo por su fe y dependencia del Creador, que es justamente lo
que estamos llamados a aprender en nuestra cotidianidad.
Como acordamos, el primer paso es realizar un estudio pormenorizado sobre la vida del
personaje. Escogimos a Noé con el propósito de ofrecer un ejemplo. De acuerdo con el texto,
algunas de las características de este hombre son:
Aspectos que sobresalen en la vida de Noé:
a.- El nombre de Noé está estrechamente ligado con el alivio del dolor de la humanidad y el
descanso de los trabajos (v. 29).
b.- Era descendiente de Adán e hijo de Lamec (Génesis 5:30).
c.- Tuvo otros hermanos porque el texto refiere que Lamec "engendró hijos e hijas..."(Génesis
5:30).
d.- Noé vivió en medio de una sociedad inmoral, centrada en el placer (Génesis 6:1, 2).
e.- En los tiempos de Noé había gigantes (6:4).
f.- Dios reconoció en tiempos de Noé la naturaleza pecaminosa del hombre (vv.3, 5).
g.- La maldad se había multiplicado (v.5). Noé halló gracia delante del Señor (v. 8).
h.- Noé era un varón justo (v. 9 a).
i.- Noé era perfecto en medio de una generación corrupta (v. 9 b).
j.- Noé tenía una familia normal (v. 10).
k.- La maldad y el desmoronamiento moral abarcaron todo el género humano (vv.11-13).
l.- Dios impartió instrucciones específicas a Noé (vv. 14-16 y 19-21).
m.- Los planes a mediano y largo plazo fueron revelados a Noé.
n.- Noé era obediente a Dios (v. 22).
Como podrá apreciar realizamos un estudio preliminar a los capítulos 5 y 6 del Génesis que nos
refieren aspectos importantes de la vida de Noé. Por supuesto, la historia se extiende mucho
más allá y encontrará en los capítulos subsiguientes muchas cosas que son relevantes. Pero
para el caso, tomamos sólo estos dos capítulos que nos servirán para elaborar un mensaje como
el que se encuentra a continuación:
Título: Noé, un ejemplo de integridad en una sociedad sin Dios
Bases Escriturales: Génesis 5 y 6
I.- NOE FUE LLAMADO A CUMPLIR UNA MISIÓN EN UN MOMENTO
COYUNTURAL DE LA HISTORIA
1.- Históricamente hombres de Dios han impactado el mundo que les rodea (Noé, José, Moisés,
Abraham, Josué, Gedeón ...).
2.- Había conciencia de la importancia de caminar con Dios (Génesis 5:23, 24)
3.- Noé entra en escena para cumplir los designios de Dios (Génesis 6: 6, 7).
4.- Como en el caso de Jeremías y otros hombres de Dios, el Señor le tenía escogido desde
antes de nacer.
II.- NOE FUE UN EJEMPLO DE INTEGRIDAD EN UNA SOCIEDAD CORRUPTA
(Génesis 6:8, 9). (vv.8, 9).
1.- La integridad de Noé le llevó a alcanzar gracia delante del Señor (v. 8).
2.- Noé se caracterizó por ser justo delante de Dios (v. 9 a)
... cumplidor de principios conforme a la voluntad del Señor...
3.- Noé era perfecto en medio de una generación corrupta (v. 9 b).
III.- DIOS REVELA SUS PLANES A QUIENES SON LLAMADOS (vv.10-16).
1.- Noé era un hombre normal, con una familia normal y obligaciones (vv.10).
... Dios escoge hombres comunes y corrientes...
2.- Dios escogió a Noé para desarrollar una misión específica en un momento específico (vv.11-
13).
3.- Las revelaciones de Dios se producen en hombres dispuestos a escucharle y hacer Su
voluntad (vv. 14-16).
IV.- LOS PLANES DE DIOS SE CUMPLEN A MEDIANO Y LARGO PLAZO (vv.17-
22).
1.- Dios reveló a Noé los planes a mediano plazo (v. 17).
2.- Dios reveló a Noé los planes a largo plazo (v. 18).
3.- El hombre debe aprender a descansar en las promesas de Dios (v. 18).
4.- Mantenernos en los planes de Dios nos obliga a ser obedientes (v. 22).
Una estructura sencilla
Como podrá apreciar, la estructura que se siguió es muy sencilla. No se sujeta a casillas
específicas. Fluye libremente. La esencia es presentar a Noé, como hombre del común, pero
también, como hombre de Dios. Ver el mundo a través de sus ojos y conocer de qué manera el
Creador trató con su vida. Es un ejercicio sumamente enriquecedor para los oyentes.
Le sugiero que revise nuevamente el ejemplo. Y trate de elaborar su propia versión del mensaje.
Le ayudará a ampliar su panorama.
No olvide, con base en los próximos capítulos (Génesis 7 y 8, entre otros), podrá usted preparar
otros mensajes. Eso sustenta lo que dijimos al comienzo de esta serie respecto del Sermón
Biográfico, y es que sirve para desarrollar varios mensajes.
En la próxima lección aprenderemos qué son las introducciones al mensaje, lo mismo que las
conclusiones y qué importancia revisten en la exposición de la Palabra de Dios.
Cuestionario a la Lección 9
1.- Entre las ventajas del sermón biográfico se cuentan:
a.- Analizar en detalle el desenvolvimiento histórico de un personaje.
b.- Analizar en detalle la relación de un personaje determinado con Dios.
c.- Analizar en detalle qué misión cumplió.
d.- Analizar en detalle cuáles fueron sus puntos fuertes como también los débiles.
e.- Ninguna de las anteriores.
f.- Todas la anteriores.
2.- Cuando señalamos la preparación de un sermón biográfico:
a.- Nos referimos a la necesidad de definir inicialmente qué personaje estudiaremos.
b.- Definido el personaje, buscamos los versículos y pasajes que aluden a su desenvolvimiento.
c.- Al estudiar el personaje tomaremos nota de sus reacciones.
d.- No es necesario abundar en detalles del personaje.
e.- Las respuestas a, b y c son correctas.
f.- Ninguna de las anteriores.
3.- El sermón biográfico responde a:
a.- La necesidad del llamamiento y crecimiento personal.
b.- Analizar el crecimiento, evolución personal y espiritual de un personaje.
d.- Analizar el llamamiento, crecimiento, evolución personal y espiritual de un personaje.
e.- Ninguna de las anteriores.
4.- Vamos a recordar algunos temas vistos en otros capítulos: Para facilitar la
elaboración del sermón expositivo se recomienda:
a.- Leer y releer el texto varias veces, tomando apuntes sobre las ideas relevantes.
b.- Tratar de conocer la idea central de autor, lo que se facilita al leer y releer el texto.
c.- Basta con leer el texto una sola ver y no tomar apuntes porque tendremos fácil comprensión
del texto.
5.- Para escoger el texto con el cual predicar:
a.- Se utilizan las guías homiléticas que venden en librerías cristianas.
b.- Se busca la dirección de Dios en oración y recurrimos a los apuntes que realizamos en la
lectura sistemática de las Escrituras.
c.- Partimos a partir de un pasaje que nos llame la atención.
Lección 10

La introducción, las ilustraciones y la conclusión


Durante toda la serie hemos aprendido sobre las estructuras de los sermones textual,
expositivo, temático y biográfico. Paso a paso hemos visto cómo se concluye la armazón sobre
la cual descansan los argumentos bíblicos de las enseñanzas que compartimos con la audiencia.
Ahora es necesario complementar este cuadro con tres elementos fundamentales: la
introducción, las ilustraciones y la conclusión.
La introducción
Todo tema debe tener una introducción apropiada, una vez se comparte la Base Escritural o
Base Bíblica, y por supuesto, cuando hemos leído la porción sobre la cual realizaremos el
análisis. Se trata de una síntesis de todos los aspectos que abordaremos en la predicación. Es la
antesala o aperitivo, y por tanto, debe circunscribirse a marcar pinceladas de lo que todos
escucharán a continuación. Su propósito fundamental es despertar interés.
Lo aconsejable es que, en cuanto a tiempo, oscila entre los tres y cinco minutos. A partir de
entonces se puede tornar monótona, y si se quiere, contraproducente ya que los oyentes caerán
en múltiples distracciones.
La introducción puede realizarse acudiendo a una pregunta o quizá, con una breve historia.
Cualquiera que sea el recurso que se utilice, debe despertar inquietud y deseos de conocer qué
sigue a continuación.
En caso que se incline por un relato, debe en lo posible, ser comprensible. Recuerde que si no
es preciso al compartir la información, puede provocar confusión. Otra recomendación es que
las frases sean cortas. Esto da mayor impacto a las palabras e incluso, despiertan curiosidad.
Las ilustraciones
Juegan un papel importante en la exposición del mensaje. Son las historias, anécdotas o
narraciones que le permiten al oyente, entender que la Palabra de Dios tiene aplicación práctica
en nuestro tiempo.
Un sermón debe contener un buen número de ilustraciones, aunque cuidando de no incurrir en
excesos.
¿De dónde se obtienen? De muchas partes. Usted puede tomarlas de los libros que lea, de los
hechos cotidianos que transmiten los noticieros de televisión, de la radio, de los diarios e
incluso, de los argumentos que se manejan en las películas. El trato con las personas que le
rodean, ofrece asimismo un excelente repertorio de ilustraciones.
Para no olvidarlas con facilidad, es aconsejable llevar con nosotros una agenda o libreta en la
que anotemos cada hecho que, a futuro, nos puedan servir. Es recomendable también tener en
cuenta los detalles, así parezcan irrelevantes. Pueden a la postre ser muy útiles.
Las ilustraciones tornan amena la enseñanza y se constituyen en una excelente herramienta
para que la audiencia memorice o al menos, asimile los principios que recibieron a partir de la
Palabra.
La conclusión
Imagine siempre un sermón como la experiencia de subir una montaña. Cuando ascendemos,
lo hacemos despacio, cuidando en qué lugar pisamos. Asimilado a la predicación, es lo mismo
que ocurre cuando compartimos los principios bíblicos acompañados de ilustraciones.
Una vez nos encontramos en la cima de la montaña, podemos caminar e incluso correr con
confianza. Pero llega el momento en que debemos iniciar el descenso. En el caso del mensaje, la
conclusión es un segmento de suma importancia porque es allí cuando guiamos a nuestra
asistencia al punto que, desde un comienzo, queríamos que alcanzaran.
Puede ser que hagan decisión de fe por el Señor Jesucristo o quizá, que apliquen en su vida
cotidiana principios prácticos que hayamos compartido durante la exposición.
Es recomendable entonces, recordar en síntesis, cada uno de los puntos objeto de estudio en el
sermón. Repetirlos de manera tal que se facilite aún más su asimilación por parte de los
asistentes a la reunión. Debe hacerlo despacio, sin correr. Si bien ya está terminando su
mensaje, es un tiempo que debe aprovechar para enfatizar aquellos aspectos que desea, queden
grabados --con ayuda del Espíritu Santo"en el corazón y en la mente de los creyentes.
Así quedaría entonces la estructura del mensaje:
1.- Base escritural
2.- Introducción
3.- Desarrollo del tema (En el que se incluyen las ilustraciones).
4.- Conclusión
Le invitamos para que, en adelante, ponga en práctica estos senillos pero efectivos elementos
cuando vaya a compartir la Palabra de Dios en su congregación.
Cuestionario a la Lección 10
1.- Cualquiera que sea el tipo de sermón que vamos a compartir, es necesario
complementarlo con:
a.- Introducción e ilustraciones.
b.- Introducción y conclusión.
c.- Introducción, ilustraciones y conclusión.
d.- Ninguna de las anteriores.
2.- La introducción a un sermón:
a.- Nos presenta un bosquejo panorámico del mensaje que recibiremos.
b.- Se trata de una síntesis de los aspectos que abordaremos en el mensaje.
c.- Podríamos definirlo como la antesala o aperitivo del mensaje.
d.- Ninguna de las anteriores.
e.- Todas las anteriores.
3.- ¿Cuánto debe durar la introducción al mensaje?
a.- Puede demorar de diez a quince minutos.
b.- Lo ideal es que sean diez minutos.
c.- Generalmente toma entre tres y cinco minutos.
d.- Todas las anteriores.
4.- Al referirnos a las ilustraciones:
a.- Facilitan la asimilación del mensaje.
b.- Es importante que hayan varias ilustraciones.
c.- Oxigenan el mensaje que presentamos.
d.- Todas las anteriores.
e.- Ninguna de las anteriores.
5.- La conclusión juegan un papel importante porque:
a.- Sintetiza el mensaje que hemos visto y nos marca pautas de vida cristiana a seguir.
b.- Permiten aterrizar la enseñanza con tareas para la semana.
c.- Nos enfatizan puntos de importancia en el mensaje.
d.- Los puntos a y c son verdaderos.
e.- Ninguna de las anteriores.
Lección 11

Recomendaciones prácticas para los predicadores


Una de las preguntas que formulan con mayor frecuencia quienes toman los cursos de
homilética práctica es ¿Cómo se logra influir en el oyente y además, que el mensaje quede
sembrado en sus corazones? Este interrogante es comprensible y nos proponemos despejarlo
con una serie de principios que si bien, son elementales, arrojan excelentes resultados.
1.- La oración
Es fundamental que el líder o predicador pase tiempo delante de la presencia de Dios en
oración. No podemos hablar en nombre del Señor y Creador del universo, si ni siquiera le
conocemos.
Cuando oramos, lo más seguro es que se producirán resultados positivos e impactantes entre
quienes nos escuchen, como se evidenció en el pasaje bíblico en el cual el escriba Esdras
compartió la Palabra a los repatriados de Israel.
"Abrió, pues, Esdras el libro a los ojos del pueblo, porque estaba más alto que
todo el pueblo; y cuando lo abrió, todo el pueblo le estuvo atento... y leían el
libro de la ley de Dios claramente, y ponían el sentido, de modo que entendiesen
la lectura" y relata la historia que hasta tal punto impactó su intervención, que
fue necesario le dijese a los presentes:"... Día santo es a Jehová nuestro Dios: no
os entristezcáis, ni lloréis: porque todo el pueblo lloraba oyendo las palabras de
la ley"(Nehemías 8:5, 8 y 9).
2.- Claridad en la exposición
Es evidente que además de tratarse de un instrumento en manos de Dios, el escriba Esdras
tenía a favor que sus exposiciones eran claras, y en segundo lugar, tenía definida la necesidad
de presentar un mensaje que por igual entendieran desde un adolescente hasta un adulto
mayor.
3.- Tener definidas las ideas o puntos a exponer
"¿Para qué se requiere de un bosquejo?" Se preguntan muchos y es probable que también,
argumenten que sólo basta la inspiración del Espíritu Santo. No lo discutimos. Pero salta a la
vista que quien no tiene claro de qué disertará, confiado en la improvisación, corre el peligro de
divagar. Por el contrario, cuando tenemos un resumen o bosquejo de los asuntos a tratar,
aprovechamos mejor el tiempo, vamos directamente al grano y no discurrimos de un segmento
a otro, generando confusión entre quienes escuchan.
4.- Utilización de argumentos sólidos e ilustraciones
Un buen expositor de la Palabra de Dios tiene la certeza de qué va a exponer, fundamentado en
la Biblia y no en vivencias personales. Nada más chocante que escuchar a quienes leen un
pasaje bíblico y durante su intervención plantean cosas que nada tienen relación con el texto.
Igual quienes posan de súper-espirituales y circunscriben toda la predicación a las
experiencias, revelaciones, diálogos y hasta encuentros individuales que han tenido con el
Señor.
Para contemporizar el mensaje, es aconsejable utilizar ilustraciones. Tornan agradable el
tiempo de exposición, y como lo anotamos anteriormente, permiten que los asistentes
comprendan que los hechos objeto de estudio, impactaron a hombres y mujeres como nosotros,
con debilidades y fortalezas.
5.- Definir el tiempo de exposición
Juega un papel importante el definir, desde un comienzo, cuánto tiempo tardará la exposición.
Esto permite al líder o predicador, tener control sobre el desarrollo de cada uno de los puntos, y
no extenderse hasta el límite en que las personas resultan fatigadas.
He escuchado a quienes dicen "no hay que poner limitaciones ni sujetarnos a horarios
específicos porque así no obra el Espíritu Santo". Y a tales personas he tenido que el Espíritu
Santo es un Espíritu de orden.
6.- Anunciar el título y resumir, hacia el final
Es aconsejable que, al comenzar la exposición, anunciemos de qué se trata. De esa manera los
oyentes tendrán ilustración sobre el asunto en torno al cual girará la predicación. También,
hacia el final y como ya lo anotamos en otra lección, es de suma importancia resumir y
recordarle a los oyentes qué puntos se abordaron. Esto contribuye a la asimilación de la
enseñanza.
7.- Buena vocalización
Además de mirar al público, es fundamental que el pastor, líder o predicador, vocalicen bien.
Pronuncien claramente las palabras y, en caso que se equivoquen en algún término, lo corrijan.
No deben sentir vergüenza sino por el contrario, la tranquilidad de que se es honesto al admitir
las fallas.
8.- No permanecer estáticos
Con mucha frecuencia se observa desde los púlpitos a expositores que permanecen en el mismo
sitio y no se desplazan. Pareciera que se trata de estatuas o de una fotografía colocada junto a
un atril. Por esa razón, es aconsejable que se utilicen las manos y el movimiento corporal para
tornar más amena la enseñanza. Ir de un lado a otro, con mesura, descansa a los oyentes.
9.- Modular el tono de voz
Lo más aconsejable, cuando se realiza una exposición, es primero utilizar un estilo ameno, de
charla, que suene informal, así se trate de un mensaje profundo. Lo segundo, aprender a elevar
o disminuir el tono de voz, de acuerdo con el asunto que se esté exponiendo.
Un volumen plano ayuda a que muchos sientan ganas de dormitar o al menos, experimenten
arrullo permanente o "echase un sueñito".
Si alguien se está durmiendo en el auditorio: primero, guarde silencio y con seguridad,
despertará. O segundo, baje o eleve el tono de voz. Son dos recursos infalibles.
10.- Utilizar términos comunes
Cuando exponemos la Palabra de Dios, siguiendo el ejemplo de Esdras, debemos aspirar que
todos los asistentes entiendan el tema. Para lograrlo, además de claridad en la exposición, es
importante no utilizar términos rebuscados o que obliguen a cada creyente, además de su
Biblia, el que necesite llevar un diccionario bajo el brazo cuando asista a un servicio religioso en
el que usted será el exponente.
Además de lo anterior, sobra recordar la necesidad de que el predicador vaya vestido conforme
a la ocasión. La presentación revela mucho del expositor, no lo olvide.
Lección 12 - Complemento
Serie: ¿Cómo elaborar estudios bíblicos?
Introducción
"¿Cuál es el método más sencillo, práctico y, sobretodo, eficaz para realizar un estudio
bíblico?" Esta es una de las preguntas que recibo con mayor frecuencia en el volumen que
recibo diariamente de correspondencia. Y es natural. Los nuevos creyentes, pero también
aquellos que llevan un buen tiempo caminando de la mano del Señor Jesucristo, desean
aprender más de Su Palabra y quieren aprovechar al máximo la lectura diaria y devocional de la
Biblia.
A esta inquietud se suma el interés creciente en nuestras congregaciones por formar líderes que
contribuyan a llevar la carga y estén debidamente capacitados para ejercer la labor de
evangelización y predicación.
Unos y otros confluyen en la necesidad de realizar un estudio sistemático de las Escrituras de
manera que, además de recibir edificación espiritual, puedan extraer mensajes para compartir
con otros creyentes.
Con el propósito de responder a ese interés, desde el Ministerio de Evangelismo y
Misiones "Heraldos de la Palabra" hemos diseñado la presente serie, que esperamos,
constituye una valiosa herramienta para cada uno de nuestros lectores.
¿Qué se requiere para iniciar un estudio bíblico?
Ante todo se requiere disposición de sacarle provecho al texto objeto de estudio, encontrando
lecciones para su aplicación práctica en la vida. Un buen número de cristianos no son muy
asiduos a la lectura y, cuesta reconocerlo, no son estudiantes regulares de las Escrituras. Pero
una vez aprendan a realizar un estudio, estamos seguros que su actitud será diferente.
La libreta de notas
Al iniciar la elaboración de un estudio bíblico, es fundamental tener a mano una libreta de
notas. Allí el estudiante de la Biblia irá consignando apuntes sobre aspectos que le llamen la
atención en la lectura, pero también podrá registrar anécdotas e información que en el futuro le
sirvan para ilustrar los mensajes.
Un diccionario
De acuerdo con la versión de la Biblia que se utilice, hay términos que pueden ser desconocidos
para el lector. Por esa razón le recomiendo que tenga a mano un diccionario. De esa manera
podrán absolver interrogantes sobre palabras que desconoce.
En la medida que vaya leyendo y desconozca alguna expresión, el estudiante la anotará en su
libreta y buscará el significado. Esto ayudará a enriquecer su léxico y por supuesto, facilitará su
comprensión de la lectura.
Mucha oración
El encontrar revelación en la Palabra de Dios siempre debe estar antecedida por un buen
tiempo de oración delante del Señor.
Históricamente ha sido así. Los hombres y mujeres que mantuvieron un estrecho contacto con
el Creador, recibieron siempre mensajes nuevos. Y con la lectura de la Biblia ocurre lo mismo.
Lectura panorámica del texto
El primer paso al comenzar un estudio bíblico es definir qué pasaje queremos estudiar.
En caso que se trate de un libro de la Biblia (todo el texto de Jonás, por ejemplo), lo aconsejable
es realizar una lectura rápida, sin mayores prevenciones.
Imagine que se encuentra en lo alto de una montaña. Desde allí puede divisar toda su ciudad.
Las calles, las transversales, los pasajes. Es cierto, no puede particularizar una dirección o
determinar el color específico de una edificación, pero tiene una visión muy amplia de la zona
urbana. Ve todo. Eso es lo que ocurre cuando realizamos una lectura rápida: nos permite tener
a una idea general del texto.
Los términos que desconozca, aquellas cosas que le llamen la atención o quizá, aspectos que en
otras ocasiones no le despertaron interés pero ahora pareciera que cobran una importancia
especial, debe anotarlos en su libreta.
Resumir las ideas
Cuando vaya a apuntar algo que le llamó poderosamente la atención, le sugiero que sea lo más
breve posible. Simplemente anote la idea general. Por ejemplo, los versículos 1 y 2 del Salmo
23. Dice el texto: "El Señor es mi pastor, nada me falta; en verdes pastos me hace
descansar. Junto a tranquilas aguas me conduce..." (Nueva Versión
Internacional).
Al resumir, usted podría colocar: "Dios es mi pastor", "Dios es mi proveedor" o simplemente
"Dios nos cuida en todo". Esas ideas concretas nos permiten, de un lado recordar fácilmente la
información, y de otra parte, nos preparan para la elaboración de mensajes.
Hay que destacar que los resúmenes facilitan formarnos una idea general de todo lo que trata el
texto objeto del estudio. Facilitan la elaboración de esquemas fáciles de estudiar.
Es importante tener en cuenta que la división de un libro de la Biblia en capítulos, en ocasiones
no corresponde al paso de un tema a otro. Debemos ser muy cuidadosos con eso, para no
perder el hilo del asunto que viene tratando el autor. Este aspecto lo abordaremos en el
siguiente capítulo, en el que podremos mirar qué es texto, qué es contexto y la importancia de
mirar qué hay antes, durante y después del pasaje que estemos analizando.

La importancia del texto y el contexto


Con demasiada frecuencia encontramos personas que toman un solo versículo de la Biblia y a
partir de allí generan toda una serie de principios doctrinales. Lo grave es que, sin tener
suficiente basamento Escritural, comparten mensajes totalmente desfasados, fuera de su
contexto. Yerran y conducen a otras personas al error.
Igual ocurre cuando se elabora un estudio bíblico. No podemos, bajo ninguna circunstancia,
tomar un solo versículo para tratar de explicar todo lo que dice el pasaje, el capítulo o el libro.
Para no incurrir en errores, definiremos qué es el texto y cuál su contexto.
El texto
Por texto podemos definir un versículo o un pasaje específico que vayamos a estudiar.
Imagine una pared con muchos ladrillos. El texto vendría a ser uno de aquellos ladrillos.
Hagámoslo mucho más gráfico: imagine un rompecabezas. ¿Qué es el texto? Vendría a ser una
de las muchas piezas que conforman la totalidad del juego.
Cuando tenemos esa imagen clara, podemos entender que un solo eslabón de la cadena, no
constituye el todo sino una parte. No puedo tomar un ladrillo y decir: "Tengo en mis manos
toda una pared o muro".
¿Qué es el contexto?
El contexto es todo el conjunto de piezas del rompecabezas o el muro completo. Es el todo en el
cual se encuentra incrustado el texto.
Vamos a otro ejemplo. Ubíquese mentalmente en el templo al que asiste. ¿Ve todas las sillas?
Pues ese conjunto de bancas vendría a ser el contexto. Pero ahora enfoque su atención en una
sola de las sillas. Si lo explicamos gráficamente, diríamos que ese taburete vendría a ser el
texto.
Tener estos dos conceptos claros reviste particular importancia porque al elaborar un estudio
bíblico es necesario que no vamos saquemos un texto, de su contexto.
Mirando un pasaje dentro de su contexto
Al elaborar una lectura panorámica, tenemos una visión general de qué acontece en la totalidad
del libro o texto que vamos a estudiar. Nos permite estar en la cima de la montaña y apreciar el
paisaje: las montañas, las nubes, los ríos, las carreteras y la ciudad.
Este ejercicio nos permite hilar ideas generales y conocer cuáles son los aspectos más
relevantes. Este paso es fundamental porque en el momento de realizar un análisis detallado,
tenemos una cosmovisión aproximada de qué ocurre a lo largo del texto.
Incluso, es probable que nos surjan interrogantes o que por el contrario, absolvamos preguntas.
En todos los casos, es recomendable leer el libro de forma panorámica.
Pero supongamos que, una vez lo haya hecho, usted se interesa por un solo capítulo. Es de allí
que extraerá una enseñanza. Pues lo aconsejable es que se tome el tiempo para leer los
capítulos anteriores y los posteriores. Así tendrá una idea mucho más aterrizada de qué está
ocurriendo.
Entramos ahora en una experiencia apasionante para todo estudiante de la Biblia. Es lo que
conocemos como Lectura Detallada, es decir, un paso de avanzada en la elaboración del estudio
bíblico.
¿Qué es la Lectura Detallada?
Este tipo de lectura exige mucho más. Nos lleva a investigar, analizar, corroborar y tomar
apuntes. Es un ejercicio enriquecedor porque nos abre las puertas para conocer en particular,
de qué trata el capítulo.
Supongamos que ya leímos la totalidad del libro que vamos a estudiar. Tenemos una
cosmovisión de qué se trata. Ahora comenzamos a particularizar y elaborar el estudio.
Es recomendable que usted como pastor, predicador, líder o cristiano que comienza a
involucrarse en las tareas y ministerio de la iglesia, desarrolle el buen hábito de realizar
estudios bíblicos siguiendo dos pasos esenciales: tanto la Lectura Panorámica como la Lectura
Detallada o pormenorizada.
Cuestionario a las lecciones 12 y 13
1.- Al disponernos a la elaboración de estudios bíblicos es necesario tener:
a.- Una buena bíblica con ayudas de estudio y tiempo para estudiar cada tópico objeto de
análisis.
b.- Libreta de notas, una concordancia, un diccionario bíblico, oración y un estudio
panorámico del texto.
c.- Una buena concordancia únicamente.
d.- Ninguna de las anteriores.
2.- Un análisis panorámico del texto es de suma importancia porque:
a.- Nos permite conocer qué pasó antes, durante y después del texto estudiado.
b.- Profundizar en términos que normalmente suenan extraños.
c.- Las dos anteriores.
d.- Ninguna de las anteriores.
3.- Es importante que al leer el texto objeto de estudio:
a.- Tomemos notas para el momento de elaborar el estudio.
b.- Subrayar nuestra Biblia con aspectos interesantes.
c.- Tomar notas de los aspectos interesantes observados al leer el texto.
4.- ¿Qué importancia juegan el texto y el contexto en el estudio bíblico?
a.- Permiten determinar de dónde viene un hecho determinado, observando lo que ocurrió
antes, durante y después.
b.- Sólo basta leer el texto. El contexto no es necesario.
c.- El contexto es determinante porque nos ayuda a tener una mejor comprensión del texto que
estudiamos.
d.- Las respuestas a y c son correctas.
Lección 14

El Estudio Bíblico Detallado


Como todo proceso, la elaboración de un Estudio Bíblico Detallado tiene unos pasos.
¿Cuáles son los pasos?
Para comenzar, le invitamos que los cumpla todos hasta que logre asimilar y dinamizar que se
hace, es decir, cuál es el proceso. Esto le facilitará sus propios análisis en el futuro realizar.
Primer paso: Investigue sobre el libro que estudiará
Hoy día abundan excelentes Biblias de estudio a precios módicos. Hay muchas versiones, todas
muy buenas. En particular considero que las de mayor aceptación en Latinoamérica son las que
publican las Sociedades Bíblicas Unidas.
Pero es probable que usted reside en un lugar distancia. Tiene una Biblia sencilla. Pues lo
aconsejable, en tal caso, es que pudiera acceder -bien sea a través de su pastor o de un líder"a
un diccionario bíblico. Lo primero que hará entonces, es buscar el libro específico. Por ejemplo:
Jonás.
Tome el mayor número de datos posibles. Apúntelos en su libreta. Es de suma importancia. Es
vital que conozca todo lo que rodea el libro. El autor, la época en que se escribió, la situación
social, económica, política, religiosa y cultural.
De esta manera, cuando vamos a una segunda lectura, mucho más cuidadosa, tenemos ya una
idea general de todos los aspectos que rodean el texto general que vamos a analizar.
¿Qué ocurre si no tenemos a mano un diccionario bíblico? Este interrogante quedará despejado
un poco más adelante.
El contexto de la época
Nuestra sociedad goza de los avances tecnológicos. Hay modernidad por todas partes. Pero
imagine que por un extraño mecanismo usted logra traer al presente, a alguien que vivirá
cincuenta o cien años después.
Por supuesto, su forma de vestir, hablar y de expresarse, será totalmente diferente a la nuestra.
Si le invita a escuchar música en CD, lo mirará con extrañeza. Igual que si le sugiere navegar
por el Internet. Todo para él será estrafalario, obsoleto, cosas del pasado, es más, podrá tildarlo
de arcaico. Es natural porque vive en una época diferente, con mucho mayor desarrollo en
todos los órdenes.
Para que le entienda, tendría que entrar a explicarle muchas cosas que para nosotros son
elementales hoy.
Eso mismo ocurre cuando usted viaja en el tiempo para realizar un estudio de la Biblia. Muchas
cosas descritas allí no tendrán sentido para usted.
Allí estriba la importancia de conocer particularidades del tiempo que describe el libro que está
estudiando.
Entre los elementos sobre los que sugerimos investigue antes de realizar una exploración en
detalle, se encuentran:
Conocer sobre el autor
Es fundamental que conozcamos quién es el autor del libro. ¿De dónde era?¿En qué época
vivió?¿Cuál era su profesión?¿Cuál fue el tiempo aproximado de su trabajo ministerial
o desempeño secular?
Si estudiamos algunos datos sobre el escritor, podremos conocer incluso cuáles pudieron ser
algunas de sus motivaciones.
Recuerde, si bien obró bajo inspiración del Espíritu de Dios, cualquiera haya sido la época en
que viviera, enfrentó períodos de crisis, soledad, desánimo pero también de alegría. En cierta
medida esos estados de ánimo, propios del momento que vivió, ejercieron una considerable
influencia en él y en su desempeño.
Esto nos permitirá ponernos en los zapatos del autor, pisar su tierra, disfrutar la misma brisa
del atardecer en la reseca Palestina de la época y tantas cosas que para nosotros son lejanas.
Condiciones sociales y políticas
¿Qué circunstancias políticas prevalecían en el momento de escribir el libro? Esta pregunta
reviste mucha importancia. Su respuesta arroja luces sobre la razón por la que se escribió el
texto.
Nos ayuda a determinar si el pueblo se encontraba bajo opresión, sumido en idolatría, alejado
de Dios y detalles que son sumamente útiles en el estudio.
Las condiciones políticas están estrechamente ligadas al desarrollo social. Esto es otro aspecto
de trascendencia.
Descubrirlo es enriquecedor en nuestro estudio. Ampliará la visión que pudiéramos tener del
momento en que se estaba viviendo.
Circunstancias religiosas
A partir del libro de Josué, pasando por todo el Antiguo Testamento hasta llegar a las Páginas
del Nuevo Testamento, toda la historia ha estado marcada por una amalgama de circunstancias
políticas y religiosas. En un comienzo el gobierno era teocrático, es decir, regido por principios
religiosos, pero con el tiempo, la parte político se vio inmersa en un matrimonio con el ejercicio
de la religión judía.
De ahí que, dependiendo de cómo marchaba el mundo político, se veía un reflejo en la vida
religiosa. O viceversa. También se pueden encontrar detalles valiosos al conocer qué
condiciones primaban en la relación de los hombres con Dios. Si estaban distantes, si estaban
muy cercanos o por el contrario, esgrimían una actitud de indiferencia.
La economía de la época
Las fluctuaciones económicas de nuestro tiempo, nos afectan directa o indirectamente. Y eso es
normal. Cuando la escasez o la recesión tocan nuestro bolsillo, nos golpean o si por el contrario,
hay bonanza financiera, exalta positivamente nuestro ánimo, nos lleva a
plantear proyectos hacia el futuro, planear viajes y un sinnúmero de factores que no tenemos ni
el tiempo ni el espacio para pormenorizar.
Pero en esencia todo se enfoca resaltar la necesidad de investigar, cuando iniciamos la Lectura
Detallada de un libro en particular, cuáles eran las condiciones económicas del momento. Esto
nos dará mucha claridad del por qué se escribieron ciertos pasajes.
La cultura prevaleciente
Es innegable el poder que ejerce la cultura que nos rodea. Trae costumbres y hábitos que de
manera inconsciente, asimilamos y ponemos en práctica en lo que hacemos. Permea todo lo
que nos compete. Incluso, podría llevarnos a pensar y actuar de una manera inexplicable para
muchos.
Al realizar un estudio bíblico es inevitable que investiguemos sobre la cultura, no solo la que en
ese momento formaba parte de la identidad del pueblo judío (en el caso del Antiguo
Testamento) o de las diferentes ciudades y regiones en que transcurre el Nuevo Testamento.
Igualmente es de suma importancia saber qué culturas externas les estaban influenciando en
esos momentos.
Este hecho nos lleva a tener una idea muy amplia del por qué de su comportamiento religioso,
por ejemplo, o de sus actitudes frente a la moral.
¿En qué época se escribió el libro?
Por último le sugerimos tener en cuenta la época en que se escribió el texto objeto de análisis.
Secularmente podemos investigar mucho de la historia y sus cambios. Pero cuando conocemos
el tiempo aproximado de redacción del pasaje, podemos relacionarlo con las circunstancias que
prevalecían en el momento.
No podemos olvidar que la vida y tiempos de los judíos, inicialmente, y de los cristianos, no
estuvieron al margen de lo que ocurría a su alrededor.
Es por tanto de mucha importancia conocer qué estaba ocurriendo en esos momentos.
Segundo paso: Lectura detallada
Partamos de la base que ya tenemos unas notas de todo lo que concierte al libro. Estamos listos
entonces para comenzar a identificar aspectos mucho más detallados. E iniciamos la segunda
lectura, mucho más analítica.
Comenzamos leyendo cada capítulo y le ponemos una frase que resume el contenido. Así, al
leer la totalidad de los capítulos, tendremos el esqueleto o bosquejo general.
Cuestionario a la Lección 14
1.- ¿Por qué es importante investigar sobre el libro que estudiaremos
a.- Porque nos permite conocer al autor y época en que se escribió.
b.- Porque nos permite conocer al autor bíblico, la situación social y política.
c.- Porque nos permite conocer al autor bíblico, la época en que se escribió y aspectos relativos
al mensaje.
d.- Ninguna de las anteriores.
2.- ¿Por qué es importante conocer al autor?
a.- Porque sabemos qué influyó social, política, económica y culturalmente en su ministerio.
b.- Porque conocemos cuál era su relación con Dios y qué frutos rindió.
c.- Porque sabemos qué motivaciones rodearon su ministerio.
d.- Todas las anteriores.
e.- Ninguna de las anteriores.
3.- Por qué es importante conocer sobre la situación social, política y económica.
a.- Nos ayuda a determinar si el pueblo se encontraba bajo opresión, sumido en idolatría,
alejado de Dios y detalles que son sumamente útiles en el estudio.
b.- Porque las condiciones políticas están estrechamente ligadas al desarrollo social. Esto es
otro aspecto de trascendencia.
c.- De alguna manera lo que rodeaba al autor, influyó en su ministerio y en lo que escribió.
d.- Todas las anteriores.
4.- ¿Qué papel ocupa la lectura detallada del texto en la elaboración del estudio
bíblico?
a.- La lecturas detallada nos permite identificar aspectos en apariencia pequeños pero que son
relevantes cuando vamos a exponer el tema.
b.- Nos permite sintetizar la idea general del texto y las ideas secundarias.
c.- Nos ayuda a bosquejar los puntos que aborda cada pasaje.
d.- Nos permite recrearnos en una buena lectura de edificación cultural y espiritual.
e.- Todas las anteriores excepto la d.
Lección 15

Elaboración del cuadro de interrogantes


Cuando iniciamos un estudio detallado de algún pasaje, es de suma utilidad la elaboración de
un recurso que denominaremos cuadro de interrogantes. En él se busca auscultar al
máximo la información que nos pueda suministrar el escritor sagrado.
En este cuadro, que le invitamos para que dibuje en una hoja de papel una vez reciba las
instrucciones, usted de manera horizontal trazará cuatro casillas y dos casillas de forma
vertical.
En las casillas de forma horizontal usted responderá a cuatro interrogantes elementales que
son:
¿Qué?¿Quién?¿Cuándo?¿Dónde?
A continuación vamos a describir cada uno de ellos. Para ilustrarlo, imagine que el texto que
está leyendo, es como si estuviera viendo una muy buena película. Y usted, como buen
televidente o cineasta, no quiere perderse los detalles. Quiere saber hasta lo más mínimo que
ocurre en la trama y desenlace del film.
Primer interrogante: ¿Qué?
Si hemos tomado como base el ejemplo de una película, la idea es que usted responda a esta
pregunta relatando, de manera resumida, qué es lo que ocurre. La idea es que, con sus propias
palabras, pueda describir cuál es el argumento central de la presentación. Esto nos ofrece una
idea aterrizada sobre los elementos que está tocando el autor del texto bíblico.
Es tratar de meternos en todo el transcurso de lo que ocurre en el pasaje, ponernos los zapatos
del autor y determinar qué fue lo que quiso transmitirnos, decenas o centenares de años más
tarde.
Este ejercicio es de suma importancia porque nos ofrece conceptos claros que nos ayudarán en
la posterior elaboración de sermones. No olvide poner especial atención a todos los detalles, en
el momento en que vaya a despejar este interrogante.
Segundo interrogante: ¿Quién?
Seguimos con la ilustración de la película. En todo buen film por supuesto intervienen los
buenos, los malos y aquellos personajes que simplemente son importantes para que el
argumento tenga peso.
Pues bien, en su cuadro es fundamental que usted anote qué personajes intervienen, definiendo
con base en el texto leído, el cargo que ocupan, en lo posible si son o no individuos con
actitudes buenas o malas y todo aquello que nos pueda ofrecer un panorama de cuál es su
aporte o de qué manera toman parte en el texto bíblico: ¿Qué hacen?¿Por qué son importantes?
¿Cuál era su relación con Dios? etc.
Tercer interrogante: ¿Cuándo?
Entramos aquí a un punto que jamás debemos olvidar. De un lado nos enriquece el panorama
del texto que leemos, y de otro, nos ubica en el tiempo. Me refiero al interrogante "¿Cuándo?".
La idea es que, si el pasaje que leemos nos lo permite, podamos determinar en qué momento,
cuándo, en qué año y bajo qué gobiernos o períodos específicos -religiosos o
administrativos"ocurrieron los hechos descritos en el texto.
La datación, es decir, determinar el tiempo en el que ocurrieron los hechos, es necesario para el
estudiante bíblico. Ahora, supongamos que en el pasaje no encontramos mayores referencias
en cuanto al año en que ocurren los acontecimientos, pues entonces y para despejar cualquier
duda, es aconsejable que usted acuda al diccionario bíblico.
Cuarto interrogante: ¿Dónde?
Despejar este interrogante nos ayuda a determinar el lugar en el cual acontecieron los hechos.
Recuerde que en la Biblia se relatan, no solo aspectos relacionados diversos personajes, sino
también la ubicación.
Dependiendo del sitio donde se desenvuelven los acontecimientos, podemos identificar si se
trata de territorios poblados por creyentes (llámese israelitas o cristianos, según si está leyendo
el Antiguo o el Nuevo Testamento).
Lo más aconsejable, por supuesto, es que usted se traslade a la sección de la Biblia que utiliza,
en donde se publican los mapas. Son de una extraordinaria ayuda. También y como veremos
más adelante, es necesario que usted aprenda la utilización de escalas en el momento de
determinar distancias. Estas instrucciones podrá consultar con su maestro bíblico.
Tener en cuenta las referencias textuales:
Cuando estudiamos en detalle un pasaje de la Biblia, es importante tener en cuenta las
referencias que aparecen y que nos llevan a otros textos.
Pongamos un ejemplo. Vamos a realizar un análisis pormenorizado al primer capítulo del libro
de Isaías. Nuestro propósito es averiguar qué ocurrió cuando el profeta inicia y desarrolla su
ministerio.
Al comenzar a leer, encontramos en el texto que: "Visión de Isaías, hijo de Amoz, la cual
vio acerca de Judá y Jerusalén en días de Uzías, Jotam, Acaz y Ezequias, reyes
de Judá" (Is. 1:1).
Para tener una idea aproximada de qué estaba ocurriendo en todos los órdenes: político,
religioso, económico, administrativo y cultural, entre otros, es necesario que nos tomemos el
tiempo que se requiera para investigar en las referencias anotadas.
Si observamos con cuidado, encontraremos que las referencias al rey Uzías se encuentran en 2
Reyes 15:1-7 y 2 Cr. 26:1-23; las de Jotam, en 2 Reyes 15:32-38 y 2 Cr. 27:1-9; las de Acaz, en 2
Re. 16: 1-20; 2 Cr. 28:1-27 y las de Ezequias, en 2 Reyes 18:1-20 y 2 Cr. 29:1-32.
Un cuadro de características
Para determinar qué hizo cada uno de los monarcas israelitas y de qué manera, su desempeño
administrativo y religioso pudo ejercer influencia no solo en el pueblo sino en el ministerio del
profeta Isaías, es de mucha ayuda la elaboración de un cuadro.
En el debemos consignar: "¿Qué hizo positivo?", "¿Qué hizo negativo?" y una tercera casilla en
la que anotemos "¿Qué nos enseña para nuestro tiempo?".
De esta manera podemos resumir las ejecutorias, evaluar su desenvolvimiento. Esto es
fundamental ya que podremos entender un poco las circunstancias que rodearon el
desenvolvimiento de Isaías y nos ayudará también a conocer, con más detalle, el por qué se
escribió la profecía.
Ahora le aconsejamos que lea cada una de las referencias bíblicas que hay sobre los reyes. En el
cuadro, anote qué hicieron, si su período administrativo fue bueno o malo de acuerdo con el
relato del autor sagrado, si estuvieron cerca o alejados de Dios, de qué manera ejercieron
influencia en el pueblo, cuántos años de edad tenían cuando iniciaron su reinado y, por
supuesto, cuánto tiempo gobernaron.
Cuando tenga el análisis de cada uno de los cuatro reyes que vio gobernar Isaías, tendrá un
panorama mucho más claro de cuál fue la influencia que ejercieron en su ministerio y de qué
manera, las profecías que él transmitió tenían cumplimiento en el pueblo de Israel.
Se trata de un punto que no puede pasar por alto. Recuerde que generalmente las referencias a
otros textos bíblicos, se escriben justamente para ubicar al estudiante de la Biblia.
Análisis versículo por versículo
Ahora vamos al análisis versículo por versículo. Es necesario que al hacerlo, anotemos en una
hoja de papel cada versículo que estudiaremos en detalle. ¿Qué se debe tener en cuenta?
En primera instancia es necesario que tomemos nota:
Del centro del versículo
Con estos términos nos referimos a cuál es la enseñanza primordial en el versículo objeto de
análisis. Por ejemplo, el versículo dos del primer capítulo de Isaías. Allí se comienza a describir
en detalle la profecía. Nuestro propósito es encontrar el centro.
Dice así: "Oíd, cielos, y escucha tu, tierra; porque habla Jehová: Crié hijos, y los
engrandecí, y ellos se rebelaron contra mí" (Is. 1:2).
Haga una segunda lectura de este versículo. De nuevo, si no le queda claro cuál es el punto
central de ese pequeño texto. Usted podrá decir: "La profecía es para los cielos y la tierra".
Está bien, no le discuto, pero es necesario ahondar un poco más. ¿Se da cuenta? A medida que
avanzamos, descubrimos que es necesario aguzar mucho más los sentidos cuando leemos la
Biblia. Una segunda opinión podría señalar: "El centro del pasaje es Jehová. Él es quien habla
a través de su profeta". Se aproxima pero definitivamente, todavía no es el punto.
De ser necesario, realice una nueva lectura. Sí, lo descubrió. El punto focal se encuentra no al
principio del texto ni en la mitad, en este caso está al final. Sí, definitivamente lo descubrió.
Esta refiriéndose a la rebeldía del pueblo de Israel.
Como usted está tomando nota en su libreta, anotaría Versículo 2 - centro: Rebeldía del
pueblo.
Le invito para que ahora se dirija al versículo 3. Repitamos el ejercicio. Haga las lecturas
cuantas veces considere necesario. La idea es que tome apuntes cuando ya tenga claro cuál es el
centro de ese versículo.
Dice así: "El buey conoce a su dueño, y el asno el pesebre de su señor; Israel no
entiende, mi pueblo no tiene conocimiento" (Is. 1:3).
Hagamos de nuevo el análisis. Despacio. De seguro ya pudo identificar el punto esencial. No es
ni el buey, ni el dueño y menos el pesebre. En esencia, esta primera parte del versículo lo que
hace es ilustrar la segunda parte que es donde se encuentra la enseñanza principal. Sí, el punto
central sería el desconocimiento del pueblo, la ignorancia de las cosas de Dios.
Ahora le animamos para que prosiga así con los versículos que van desde el 4 hasta el 9.
Tome nota. No deje de hacerlo porque justamente aprenderá en la medida en que ponga en
práctica la teoría. Realizar los ejercicios constituyen la base para que se constituya en un buen
estudiante de la Biblia.
Supongamos que ya hizo los ejercicios. Los tiene en su libreta de notas. Habrá podido descubrir
que todos reiteran un punto: la rebeldía y alejamiento del pueblo. Están al margen de la
voluntad de Dios porque incurrieron en el pecado, la depravación y por supuesto, un
desconocimiento absoluto de los preceptos trazados por el Señor.
Ahora diríjase de nuevo al versículo 9. Leámoslo de nuevo. Allí encontrará una enseñanza
valiosa. Dice el texto:
" Si Jehová de los ejércitos no nos hubiese dejado un resto pequeño, como Sodoma y Gomorra
fuéramos, y semejantes a Gomorra" (Is. 1:9).
Si usted leyó los versículos anteriores, notará que en la profecía el Señor está recabando en el
pecado del pueblo y su distanciamiento de la Palabra, es decir, de las leyes que El había
prescrito. Pero este versículo 9 es diferente de los demás. Y la importancia de la diferencia
radica justamente en que nos refiere que Dios ha dejado un pueblo pequeño. Un remanente
que pareciera indicarnos, ha contribuido para que en ese momento no se desencadenara el
juicio divino, que de hecho, estaba a las puertas.
¿Para quién iba dirigida la profecía?
Ahora una pregunta que es natural que se esté formulando: ¿A quién iba dirigida esta primera
parte de la profecía?.
Si no hubiésemos hecho un estudio previo sobre los cuatro reyes.... pensaríamos que el anuncio
profético tenía aplicación en todos los casos. Pero el análisis que ya realizamos, nos permite
intuir que se refiere, probablemente a los dos últimos reyes y en particular al declive moral en
el que sumieron al pueblo.
Cúmulo de material
Cuando ya realizamos un análisis pormenorizado, versículo por versículo en todo el capítulo,
tenemos una serie de informaciones que nos ayudarán a tener un panorama amplio de qué
estaba ocurriendo.
Es como si se encontrara en una Biblioteca y tras pedir libros de toda clase, los tuviese sobre la
mesa. Sabe de qué trata cada uno de los textos. Tiene al menos las referencias. Pero usted lo
que va es a responder un cuestionario. Le corresponde entonces ir ordenando los libros de
consulta, de acuerdo con los temas.
Eso justamente es lo que hacemos cuando ya tenemos realizado el análisis de todo el pasaje.
Tenemos a mano el cúmulo de información. Nos corresponde ahora ordenarla de manera que
nos facilite la elaboración del sermón, de acuerdo con los modelos que aprenderemos más
adelante.
No olvide que en todo este proceso juega un papel esencial la utilización de la libreta de
apuntes. Guardar esa información es crucial, porque no solo ahora, cuando se apresta a
elaborar un mensaje, sino en la posterioridad, puede servirle para elaborar otros estudios
bíblicos relacionados.
Cuestionario a la Lección 15
1.- ¿Qué buscamos con el cuadro de interrogantes?
a.- Conocer más sobre el texto y el contexto.
b.- Tener una aproximación a las circunstancias sociales, políticas, económicas, religiosas y
culturales de la época.
c.- Conocer al máximo la información que pueda suministrarnos el autor sagrado.
2.- ¿Cuáles son los interrogantes que formulamos?
a.- Son ¿Por qué?¿Cuándo? y ¿Dónde?
b.- Los más aconsejables son ¿Qué?¿Quién?¿Cuándo? y ¿Dónde?
c.- Basta con preguntarnos ¿Cuándo? y ¿Quién?
d.- Todas las anteriores.
3.- ¿Por qué son importantes las referencias textuales?
a.- Porque nos permiten ampliar sobre los aspectos que estamos estudiando y que pueden
tener mayor desarrollo en otros pasajes bíblicos.
b.- Nos permiten conocer qué estaba ocurriendo en aspectos de orden cultural, político,
económico y social.
c.- Nos definen un cuadro de características de cuanto estamos estudiando.
d.- Las respuestas a y b son correctas.
e.- Sólo las preguntas a y c son correctas.
4.- El cuadro de características positivas, ¿qué papel juega en el estudio bíblico?
a.- Hace posible que conozcamos el contexto general.
b.- Responde a los interrogantes ¿Qué hizo positivo?, ¿Qué hizo negativo? Y ¿Qué nos enseña
para nuestro tiempo?.
c.- Las anteriores.
d.- Ninguna de las anteriores.

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