La Sanidad Divina en El Contexto Actual

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INSTITUTO BIBLICO BETEL

ANEXO SANTA ANA


PASTOR “JOSÉ FIDEL AMAYA”

MATERIA:
TEOLOGIA BIBLICA Y SISTEMÁTICA IV

CICLO:
IV SABATINO

PROFESOR:
HNO. ARNULFO LUNA

TEMA
LA SANIDAD DIVINA EN EL CONTEXTO ACTUAL

ALUMNO
CARLOS EDUARDO HERNÁNDEZ

FECHA DE ENTREGA
28 DE FEBRERO DE 2015
Introducción
“Vivimos en un mundo enfermo”, frase de un célebre científico del siglo XX. El
contexto de esta frase denota claramente algo: ¿A que se quería referir, con un
MUNDO ENFERMO? ¿Será enfermedad física, psicológica o social a la que se
habrá querido referir? Lo cierto es que hay algo verídico en esa frase que el
mundo en el que vivimos está enfermo y necesita de una cura, es allí donde
Dios obra; a esto llamaremos SANIDAD DIVINA. A través de este estudio
veremos el contexto en el cual se ha venido desarrollando la sanidad divina y
como se ha transformado hasta nuestros días.
La Sanidad Divina en el contexto actual.

 Desde la época de los Apóstoles hasta nuestros días han existido personas
que han confiado implícitamente en el Señor Jesús para la sanidad de sus
cuerpos, y allí donde ha habido fe, se han operado milagros en el nombre del
Señor Jesús, semejantes a los que se registran en las páginas sagradas del
Nuevo Testamento.

Comprendemos el deseo de recibir sanidad que tienen todos los que están
enfermos. Nosotros podemos reclamar el derecho de pedir la ayuda de Dios en
cualquiera de nuestras necesidades. El apóstol Pablo escribió: “No se inquieten
por nada; mas bien, en toda ocasión, con oración y ruego, presenten sus
peticiones a Dios y denle gracias” (Fil. 4:6).

Ciertamente podemos orar por nuestra sanidad y pedirle a otros que también
oren por nosotros. Sabemos que Dios escucha nuestras peticiones y responde
nuestras oraciones según su misericordiosa voluntad y propósito para nuestras
vidas.
Pero, aunque la enseñanza bíblica es que una persona puede recibir sanidad
divina, no podemos decir que sucede en todos los casos. Depende de la
voluntad y el propósito de Dios.
Nos dice wikipedia:

“El término se usa a veces en alusión a la creencia que tienen


algunos cristianos en que Dios cura a la gente mediante el poder del Espíritu
Santo, a menudo mediante la imposición de manos de un sacerdote o de un
rey (toque real). Las personas que comparten esta creencia no suelen usar el
término «curación a través de la fe» en referencia a esta práctica curativa,
expresión descriptiva usada más a menudo por comentaristas ajenos al
movimiento de fe para aludir tanto a la creencia como a las prácticas de estos
grupos. La palabra usada por los cristianos de habla castellana es sanación
(en la Iglesia Católica) o sanidad divina (en las iglesias protestantes)”

Pero, ¿El porque de las enfermedades?

Hay que saber que no es plan de Dios que nos enfermemos. El creo a Adán y
Eva con el propósito que fueran prósperos en todas las áreas de su vida eso
incluye su salud. Lo que nos pone a pensar, ¿Cuál es el origen de las
enfermedades? El manual de doctrinas y prácticas fundamentales de las
Asambleas de Dios nos da cuatro aspectos:

1. La enfermedad tuvo su origen en el Edén. Después de que Adán y Eva


desobedecieron a Dios (Génesis 3:16; Romanos 5:12)
2. La enfermedad es una obra de Satanás (Juan 10:10)
3. La enfermedad es causada por obedecer a causas naturales.
4. La enfermedad física puede deberse a la falta de salud espiritual.
De estas cuatro dos están fuera de nuestro alcance. La originaria en el Éden y
la causada por Satanás.

La enfermedad originada por el pecado de Adán.

Adán Fue Creado Perfecto Espiritualmente


Adán y Eva fueron creados sin pecado, sin culpa e inocentes. Creados a la
imagen y semejanza de Dios (Gn 1:26), disfrutaban de Su incomparable
comunión.

Eran completamente inocentes y libres de toda sensación de inmoralidad;


disfrutaban de paz y armonía interna. Desconocían lo que era el temor.
Tampoco eran atormentados por las inhibiciones o complejos. No estaban
cohibidos por algún sentimiento perjudicial o nocivo. Estaban desnudos, pero
no se avergonzaban de estarlo. Todos estos factores contribuyeron a su
condición de disfrutar de una salud perfecta.

Acabados de salir de la mano del Creador, eran seres perfectos espiritual,


física, mental y emocionalmente. Eran un producto espléndido del genio
creativo de Dios, hechos a Su imagen y semejanza (Gn 1:26).

Adán Fue Creado Psicológica Y Emocionalmente Perfecto


Dios encomendó a Adán la tarea de poner nombre a todos los animales de la
creación (Gn 2:19, 20).

También le otorgó la responsabilidad de gobernar y ejercer dominio. La


impresión general que se desprende de esto, es que Adán era
psicológicamente competente y merecía su respeto y estima. No hay ninguna
prueba de indisposición emocional hasta el momento en que conocieron su
pecado. En ese momento, sus corazones se llenaron de temor y se
escondieron (Gn 3:7-10).

Adán Fue Creado Físicamente Perfecto


Dios diseñó y creó personalmente cada detalle del cuerpo de Adán... El
contempló toda Su creación y vio que todo era bueno (Gn 1:31). Años más
tarde, el Rey David habló para todos nosotros cuando dijo que el hombre era
"formidable y maravilloso" (Sal 139:14).

La Perfección Del Hombre En Su Aspecto Total


Dios siempre ha estado interesado en el hombre en todos los aspectos. Nos
creó perfectos. Su poder salvador en Cristo Jesús tiene importancia vital para
el hombre como un todo. A medida que este mensaje se desarrolle, podremos
ver que el poder sanador de Dios está vitalmente arraigado en su interés hacia
el "Hombre Total".

¿Qué Salió Mal?


Hubo un momento en la historia en la que el hombre se situó al borde de la
tragedia. Un simple acto de desobediencia sumergió a toda la raza humana en
un profundo y oscuro precipicio, apartándole de la presencia de Dios.
La pareja original tenía acceso a todo árbol frutal y hierba en el Edén. La única
excepción era el árbol de la ciencia del bien y del mal. Dios dijo: "Y mandó
Jehová Dios al hombre, diciendo: De todo árbol del huerto podrás comer; mas
del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás; porque el día que de él
comieres, ciertamente morirás" (Gn 2:16, 17).

Dios les advirtió que si alguna vez le desobedecían, morirían espiritualmente.


Como resultado directo de aquella muerte espiritual, también morirían
físicamente. Lo que les dijo literalmente fue: "Al morir moriréis". Al morir
espiritualmente, la ley de la muerte se activa en nuestro interior, y moriremos
físicamente.

La muerte física es el resultado directo de la transgresión espiritual que causó


la expulsión de Adán y Eva de la presencia del Señor. Una vez echados de Su
presencia, que era su fuente de vida, la ley del pecado y de la muerte comenzó
a actuar en su interior. Entonces, se inició un proceso de deterioro. Éste jamás
habría venido sobre la humanidad si Adán hubiera mantenido las relaciones
correctas con Dios. Este proceso de deterioro es denominado enfermedad y
vejez. Ha afligido al hombre desde la tragedia del Edén.

Este simple acto de desobediencia introdujo en el mundo todo elemento


negativo que maldice hoy a la humanidad espiritual, sicológica y físicamente.

Esta es la fuente de:

ENFERMEDAD
DESORDEN
INHABILIDAD
DESASTRE
CANSANCIO
DISCORDIA
DESÁNIMO
ANGUSTIA
DESARMONÍA
DISOLUCIÓN

Todas las actitudes y emociones negativas, nocivas a la buena salud, emergen


de la desobediencia. se conocen por el nombre de "emociones catabólicas",
que destruyen la salud.

Pero, ¿Por qué la necesidad de milagros?

1. Los Milagros Atraen Grandes Multitudes


Esto fue una realidad en el ministerio de Jesús.

"…Muchos creyeron en su nombre, viendo las señales que hacía en los


enfermos" (Jn 2:23).
"Y le seguía gran multitud, porque veían las señales que hacía en los
enfermos" (Jn 6:2).

También fue cierto en el ministerio de los apóstoles. El milagro obrado frente a


la puerta del templo la Hermosa (Hch 3:1-16), provocó que 5,000 personas se
volvieran a Cristo (Hch 4:4).

"Y por la mano de los apóstoles se hacían muchas señales y prodigios en el


pueblo; y estaban todos unánimes en el pórtico de Salomón.

Y los que creían en el Señor aumentaban más, gran número así de hombres
como de mujeres" (Hch 5:12-14).
"Y aun de las ciudades vecinas muchos venían a Jerusalén, trayendo enfermos
y atormentados de espíritus inmundos; y todos eran sanados" (Hch 5:16).

2. Los Milagros Confirman El Mensaje


Jesús predijo que las señales sobrenaturales acompañarían la predicación del
Evangelio verdadero. "Y estas señales seguirán a los que creen" (Mr 16:17,18).
Una de esas cinco señales era: "…sobre los enfermos pondrán sus manos, y
sanarán" (Mr 16:18).

"Y la gente, unánime, escuchaba atentamente las cosas que decía Felipe,
oyendo y viendo las señales que hacía" (Hch 8:6).

La deducción es clara, las multitudes estaban impresionadas ante la autoridad


de Felipe cuando veían los milagros que acompañaban a su ministerio. Por
consiguiente, prestaban atención extrema a lo que decía. Tan grande era la
reacción de la audiencia, que habaí gran gozo en aquella ciudad (Hch 8:8).

3. Los Milagros Satisfacen Las Necesidades De Las Comunidades


Siempre había una gran multitud alrededor de los apóstoles debido a que
muchos enfermos querían ser sanos. Muchos acudían interesados en la
sanidad, pero se marchaban con mucho más, recibían el Reino de Dios en sus
vidas.

Las sanidades y milagros siempre atraen grandes multitudes. Esto es tan cierto
hoy como lo fue en los tiempos bíblicos. A menudo es difícil para las personas
admitir que son pecadoras y que necesitan de un Salvador; no obstante, no es
difícil convencer a un enfermo de que lo está y que necesita ser sano. Está
muy consciente de esa necesidad.

El verdadero evangelismo, al estilo del Nuevo Testamento, se esfuerza en


satisfacer las necesidades físicas y espirituales del hombre.

4. Los Milagros Comprueban Que Cristo Resucitó De Los Muertos


Muchos disputaron el hecho de la resurrección de Cristo. Los milagros
sucesivos que Dios comenzó a ejecutar en el Nombre de Jesús convencieron a
las multitudes de la realidad de la Resurrección. Si Cristo estuviera aún muerto,
Su nombre no tendría ningún poder.
Cuando Pedro informó a los sacerdotes judíos respecto a la sanidad del cojo
que se sentaba frente a la entrada del tempo la Hermosa, les dijo: "Sea notorio
a todos vosotros, y a todo el pueblo de Israel, queen el nombre de Jesucristo
de Nazaret, a quien vosotros crucificasteis y A QUIEN DIOS RESUCITÓ DE
LOS MUERTOS, por él este hombre está en vuestra presencia sano" (Hch
4:10).

Pedro estaba refiriéndose al milagro para probarles que Cristo había resucitado
de los muertos.

5. Los Milagros Dan Gloria A Dios


Lucas 18:35-43 nos relata lo siguiente acerca del ciego que fue sanado: "Y
luego vio, y le seguía, glorificando a Dios; y todo el pueblo, cuando vio aquello,
dio alabanza a Dios".

En otra ocasión, Jesús sanó a un hombre de parálisis. "Entonces él se levantó


en seguida, y tomando su lecho, salió delante de todos, de manera que todos
se asombraron, y glorificaron a Dios, diciendo: Nunca hemos visto tal cosa" (Mr
2:12).

Leemos lo siguiente acerca de la sanidad del cojo de la Hermosa: "…porque


todos glorificaban a Dios por lo que se había hecho" (Hch 4:21).

6. Los Milagros Establecen A Los Conversos En El Poder De Dios


Pablo les dijo a los Corintios que no había ido a ellos: "…con palabras
persuasivas de humana sabiduría, sino con demostración del Espíritu y de
poder, para que vuestra fe no esté fundada en la sabiduría de los hombres,
sino en el poder de Dios" (1 Co 2:4, 5).

Cuando el Evangelio viene acompañado del poder sobrenatural de Dios, los


que se convierten son edificados en y por ese poder. La sabiduría de los
hombres (filosofía, lógica, razonamiento, etc.) nunca puede establecerlos en la
fe cristiana.

Como se obtiene la sanidad divina.

Para creer en la sanidad divina es necesario entender que aun siguen


surgiendo milagros de sanidad en los cuerpos de los creyentes, que con
fe, oran al Padre que les da lo que necesitan. ¿Cómo se obtiene la
sanidad divina? El manual de doctrinas y prácticas fundamentales de las
Asambleas de Dios, advierte:

1. Por fe en el sacrifico hecho por nuestro Señor Jesucristo (Isaías 53:4-


5; Mateo 8:17; Santiago 5:15; 1ª Pedro 2:24; Mateo 9:29; Hebreos
11:6)

2. Por fe en la Palabra (Salmo 107:20; Éxodo 15:26; Marcos 16:17-18)

3. Por confesar el pecado delante del Señor (Santiago 5:15-16)


4. Por la oración intercesora (Lucas 10:9; Santiago 5:14-15)

El Señor Jesucristo encomendó el ministerio de sanidad primero a los


doce, luego a los setenta, más tarde a toda la iglesia y finalmente a cada
creyente en particular (Juan 14:12-13)

Jesús mismo obró diferentes milagros:

 Milagros de resurrección de muertos (cuatro)

 Milagros de echar fuera demonios (siete)

 Milagros de Sanidad divina (dieciocho)

El Señor Jesucristo sana a los enfermos en la actualidad (Lucas 7:21-22)

El testimonio de millares de personas que han sido sanadas divinamente


evidencia que “Jesucristo es el mismo ayer, hoy y por los siglos”

Los dones de sanidad impartidos por el Espíritu Santo conllevan la


finalidad de administrar sanidad a los enfermos.

¿Dios y lo médicos trabajando conjuntamente?

Por supuesto, que sí.  Él sana por medio de personas que se dedicaron a
cuidar y administrar la salud humana.  Es obvio que debemos ser sabios
porque hay buenos médicos, y otros que solamente les importan el dinero y no
la persona.  Podría ilustrar numerosos casos, pero prefiero ser positivo y
escribir en los buenos médicos que obran en beneficio del ser humano,
necesitado, de salud.

Dios sana por medios naturales, como las plantas y aguas de hierbas, y
remedios caseros, pero cuidado, no somos médicos y debemos tener cuidado
de auto medicarnos cuando no sabemos o desconocemos lo que nos pasa en
una fuerte diarrea, y enfermedades que requieren de un buen profesional. Es
obvio, no tenemos ni para las medicinas, peor para un Médico, es cierto, pero
allí está primero nuestra fe en Dios, luego la oración en familia, luego la Iglesia
para que ore y finalmente el Médico. Este orden, es ideal, pero si hay que
aplicar los primeros auxilios, más que orar, si alguien se estrangula o asfixia,
por atragantamiento, es mejor ayudarlo, con conocimiento de causa.
Conclusión
La necesidad de milagros está latente hoy en día. Y no esa clase de milagros
que nos hacen creer, si no milagros verdaderos en los cuales verdaderamente
se vea la mano de Dios y sobre todo Dios sea glorificado. A pesar de que los
cristianos nos guiamos bajo la voluntad de Dios, muchas veces el riesgo que
las enfermedades traen a nuestra vida se ha convertido una necesidad para
hacer uso de la oración y buscar la sanidad a nuestros cuerpos en Dios. ¡Cuan
fácil seria si Pedro pasase con su sombra nuevamente!

Pero a pesar de todo ello concluiré con esta frase ¡DIOS ES EL MISMO DE
AYER, HOY Y POR LOS SIGLOS!
Bibliografía

Fuentes Electrónicas

http://cayadopastoral.com/d/d5-5.html

http://es.wikipedia.org/wiki/Curaci%C3%B3n_a_trav
%C3%A9s_de_la_fe

Fuentes Bibliográficas

Doctrinas y practicas fundamentales (Reglamento Local)-


Conferencia Evangélica de las Asambleas de Dios

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