István Mészáros. TRABAJO

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Caracas, enero de 2021.

Integrantes:

Escobar, Rafael. 20.825.388. Moreno, David. 29.656.693.

Guerrero, Fabiola. 27.138.484. Vallenilla, Yárife. 28.129.644

Hernández, Daniel. 27.659.941.

1-Explique de forma clara, coherente, específica y argumentada. ¿En qué


contexto histórico y social se ubica el autor y cuáles (y por qué) serían algunos
hechos relevantes de su vida y de su época (al menos dos) que nos permiten
comprender mejor su obra objeto de estudio y su pensamiento?

Entre 1947 y 1991 se dio el periodo de la Guerra Fría, donde la entonces


Unión Soviética y los poderes occidentales representados por Estados Unidos
luchaban por influenciar la mayor cantidad de naciones posibles bajo dos posturas
ideológicas antagonistas: el capitalismo y el comunismo (Edugoro, 2013). Estas dos
corrientes marcaron la vida de muchos países europeos, que a diferencia de Estados
Unidos, constantemente se veían enzarzados en revueltas políticas y sociales que
acentuaban las diferencias ideológicas entre los bandos que se disputaban el control
político de las naciones del viejo continente.

István Mészáros comienza a dar sus primeros pasos ideológicos en el


comienzo de esta guerra, lo que marcó bastante de su pensamiento. Nacido en
Budapest, Hungría, en 1930; pasó gran parte de su infancia viendo los estragos
producidos por la Segunda Guerra Mundial y las tensiones políticas surgidas
después de esta.

Revolución Húngara.

Durante la Segunda Guerra Mundial Hungría fue parte de lo que se conocía


como el Axis Power, un grupo de países aliados con la fuerza militar Nazi, entre
ellos Italia y Japón, que le hacían frente a las fuerzas aliadas contra Hitler (Estados
Unidos, Inglaterra, etc.). Durante esta guerra Hungría comienza a negociar con las
fuerzas aliadas temiendo una inminente invasión, a lo que el Tercer Reich responde
con contundencia derrocando el gobierno húngaro e instaurando lo que llamaron
“El Gobierno de la Unidad Nacional”, que a finales de la segunda gran guerra sería
derrocado por la Unión Soviética en 1944, quienes terminaron por instaurar a
finales de 1945 una democracia escogida por el pueblo húngaro. Sin embargo, la
democracia instaurada se vio rápidamente dominada por los ideales soviéticos, lo
que para 1955 resultó en una gran tensión política por las persecuciones, censura,
supresión y tortura a aquellos que se oponían al gobierno de turno.

Cuenta el amigo de Mészáros, Ricardo Antúnez (2018), presentador


brasileño de programas de ideología de izquierda, que este filósofo húngaro estuvo
influenciado ampliamente por la ideología Marxista, siendo uno de los principales
críticos del capitalismo pero también de los propios pensamientos de izquierda.
Como joven profesor de la Universidad de Budapest presentaba ante el
departamento de regulación de publicaciones documentos con fuertes y complejas
críticas tanto para un bando como para el otro, lo que en algún punto ocasionaría su
salida de Hungría por persecuciones políticas.

Es así que en 1956 se ve involucrado en lo que se llamó Petőfi Circles, que


eran encuentros entre intelectuales, periodistas y otros civiles quienes debatían
sobre los problemas que enfrentaban políticos y sociales de Hungría. Esto provocó
mucha tensión en el país ya que el gobierno censuraba y encarcelaba aquellos
involucrados con este tipo de actividades.

Todo explota el 23 de Octubre del mismo año cuando 200 mil personas se
encontraron en la plaza József Bem, lo que comenzó un periodo de protestas y
represiones de 5 días que dejó como saldo 213 civiles muertos (Cronkite,1956).
Este periodo impacta fuertemente la obra de Mészáros quien unos años más tarde
escribiría una de sus obras más conocidas La Revuelta de los Intelectuales (1958).

La Escuela de Budapest

La Budapesti Iskola, en su húngaro natal, fue un grupo intelectual de


tendencias Marxistas que reunió a un gran número de pensadores entre los que
estaba Mészáros, guiados por Georg Lukács, uno de los filósofos de izquierdas más
importantes de la época, comenzaron por establecer tendencias del marxismo
humanistas, pero a través de sus discusiones fueron estableciendo lo que se llamaría
el postmarxismo. Este grupo era ávido en criticar y proponer nuevas formas de
pensamientos ya que reconocían que los problemas de una ideología que estaba en
constante crisis, lo que acarrearía para sus miembros, como pasó con Mészáros, el
exilio.

Una particularidad de este grupo es que muchos de sus miembros luego


desertaron de las líneas marxistas por reconocer las incoherencias programáticas e
ideológicas de esta corriente. Sin embargo, la historia personal de Mészáros y su
personalidad hacían que fuese un duro crítico pero jamás un desertor, pues defendió
los ideales de izquierda hasta su muerte en 2017.

Todas sus obras fueron influenciadas por estos momentos de su juventud y


en sus textos se puede reconocer la búsqueda de la utopía marxista donde las
necesidades del pueblo no estaban sólo cubiertas, sino que se trabajaba en función
de solucionarlas y crear una sociedad más justa.

2-Realice una “síntesis original” de la obra del autor.

El libro “Educación más allá del capital” comparte pensamientos sobre el


socialismo, la estructura capitalista que se perpetua mediante la reproducción en el
sistema educativo, los planteamientos de las corrientes de pensamientos capitalistas
y cómo la superación de esta estructura, de la mano de los valores socialistas, puede
llevar al hombre a que a través de la educación consiga una transformación social
cualitativa, necesaria de lograr para superar la rígida estructura establecida en torno
al capital. El autor manifiesta cómo el capitalismo ha corrompido la mentalidad de
la sociedad y la evidente necesidad de crear nuevos órdenes para cambiar dicha
lógica: donde las bases y las leyes fundamentadas en el pensamiento capitalista
oprimen las opiniones de la izquierda (socialismo) bajo la existencia de un legado
imparcial.

En el libro de “Más allá de capital” Mészáros presenta las posturas de


diversos autores como Adam Smith y sus extractos de la economía política clásica
para indicar que en el capitalismo se tiene todo pero se puede generar un caos a
corto plazo; también la teoría Weberiana donde explica cómo la meritocracia
infunde la jerarquización de los individuos; así como por la teoría de Luckad, el
marxismo de Pravda, el marxismo occidental. Casualidad, tiempo y formas de
mediación era el lema del capitalismo de la época de Mészáros había establecido
para poder salvarse, pero a esto le denominaban sus críticos como “mediaciones de
segundo orden” que en ocasiones se interponen unas con otras. Una de las
mediaciones/soluciones que se encontró fue el hecho preponderante de la
reproducción abundante de los distintos sectores tales como plantas,
construcciones, entre otros sistemas de producción que necesitaran capital humano.

Con todos los indicadores anteriores queda claro que el capitalismo es un


sistema que pretende abarcar todo y un claro dominador de la sociedad, basándose
en una sistema específico ya previamente estructurado para guiar a la sociedad a
realizar este trabajo de producción, que se llama mediación pero que termina
favoreciendo a los “Jefes”, obligando a la sociedad a reproducirse para de esta
manera seguir teniendo capital humano por mucho tiempo.

Estableciendo lo anterior, el autor de “Más allá del capital” llega a la


conclusión de la necesidad y la urgencia de implementar un cambio de las
estructuras capitalistas y sus condiciones infrahumanas bajo las cuales funciona la
sociedad en todos sus niveles, y al ver que ese cambio solo puede ser concebido
bajo la conciencia socialista, exporta las ideas en las que desmantela la lógica
entorno al capital en su versión educativa del libro anterior. “Educación más allá
del capital” es entonces una obra que extiende los horizontes de la necesidad de
cambiar las estructuras de poder para poder generar el cambio que se necesita,
describiendo no solo el por qué la transformación anteriormente sugerida exista
debe darse bajo unas condiciones educativas que sean socialistas y de carácter más
humanistas, si no planteando los ideales que se deben buscar y marcando un claro
horizonte que desde el sistema educativo permita que se geste un modo de
pensamiento distinto en cada individuo, guardando que este pensamiento sea
crítico, humanista y de carácter social e individual al mismo tiempo.

3-Explique de forma clara, coherente y ordenada en qué consiste la reflexión


teleológica sobre la educación en el autor. La exposición de este ítem debe
abarcar los siguientes aspectos:
• ¿Cuál es el ideal o fin educativo propuesto por el autor? ¿Qué tipo de ideal
es (político, ético, epistemológico, estético, religioso, etc.)? ¿En qué
consiste?
• ¿Justificación o relevancia de tal ideal?
• ¿Quién es el sujeto encargado de realizar este ideal educativo? ¿El Estado,
un partido político, una clase social, la familia, un determinado tipo de
maestro o de escuela, etcétera?
• ¿A quién se educa y por qué para este ideal? ¿Es a los niños varones, a los
jóvenes, a los adultos, a una clase social, a las mujeres, etcétera? ¿Cómo se
educa (con qué métodos, procedimientos, estrategias) a estas personas y
dónde (en la Escuela, la familia, la fábrica, etc.)?
• ¿Cuál es el plan de estudios propuesto para alcanzar dicho ideal?
• ¿Para qué tipo de sociedad, forma de gobierno de economía?

La reflexión teleológica de este autor gira en torno a los fines para los cuáles se
educa y a la existencia o no del espacio para la constante renovación y mejoramiento
del sistema educativo instaurado, pues este explicita que dentro del sistema
educativo (regido por el foco capitalista) existe una medida de aceptación de
propuestas de mejoramiento que son de carácter superficial y que no terminan de
impactar en la renovación del producto educativo y en mejorar sus finalidades
precisamente porque dicha superficialidad se limita a no cambiar las bases o
fundamentos de la estructura ya creada, de tal modo que Mészáros indica que existe
un sistema dogmático que acepta propuestas dentro de los propios límites que ellos
establecen (esto para evitar la penetración en el sistema), porque a fin de cuentas el
propósito de transformar al ciudadano y a la sociedad no les conviene dentro de la
estructura capitalista, y es en esta parte donde reflexiona sobre los fines de este
sistema, develando que el fin que ellos tienen es que a través de la educación se
perpetue la consciencia de la producción masiva para seguir con las estructuras de
poder.

Después de develar esto, el ideal educativo que propone el autor versa o se


avoca en la transformación social cualitativa, que consiste en que las personas
puedan superar la jerarquización dispuesta por el capitalismo a través de la
capacidad de contrainteriorización de cada persona, la cual se da a través del
entendimiento del sistema, y desde esa apropiación de todos los conocimientos
(incluido el vivencial) poder actuar en función de transformar la realidad. Este ideal
es entonces de carácter político y ético; enfoca como puntos claves para la
transformación de la realidad la constante búsqueda de ir más allá del capital, por
tanto penetrar y superar las bases del sistema capitalista que influyen directamente
en la regulación a nivel macro y micro de la sociedad a través de sus principales
instituciones –como la economía y la educación- (política); y es de carácter ético
porque precisa el impulso, construcción y florecimiento en cada individuo de las
características socio-cualitativas del hombre que vienen alimentadas desde la
experiencia de la escuela nata (la vida real) donde siempre se está aprendiendo y en
la cual lo más básico para desenvolverse son los valores y la capacidad reflexiva de
las acciones en función del progreso común y total, cosa que se puede lograr
mediante la constitución de una ética socialista.

En vista de la importancia de la educación para la transformación de esa


realidad, y la transformación paulatina en la propia educación mediante la
conciencia socialista y a través del cambio reiterativo y constante, el autor estipula
que este tipo de formación necesaria para desenvolverse de manera crítica y
humanista se da mediante una relación de pares que permite ese espacio para la
aceptación de la diversidad y la libertad de pensamiento, quedando exentos de esos
límites establecidos para responder a la segmentación educativa que nos lleva
precisamente a una labor productiva sesgada. De esta manera se tiene entonces que
el encargado de propiciar el ideal educativo no vendrá de manos del Estado o de
figuras de autoridad en el sistema de jerarquía, y que debe ser impulsada y puesta
en práctica por los propios individuos que participan del proceso educativo y
siempre bajo la mirada de la educación socialista ya que “los individuos sociales
pueden intervenir activamente en la realización de las tareas y los desafíos, por lo
tanto, contribuir a la transformación significativa de su sociedad y, por otro lado,
esos individuos se van formando con cada cambio” (Mészáros 2008) de tal manera
que el área educativa funge tanto como campo de acciones impulsadoras así como
de recinto del aprendizaje, interiorización, comprensión y construcción del cambio,
tal como un efecto bola de nieve que se alimenta a sí mismo continuamente.
Se educan a los individuos sociales, entendiendo como sociales aquellos que
necesariamente se reconozcan como participantes activos de una realidad
compartida en la que existe una relación estrecha con sus pares (otros individuos
que hacen vida en la sociedad) y en general con su entorno social inmediato, y
aquellos que de la misma manera son capaces de demostrar en su actuación unos
valores que orientados hacia el mejoramiento individual y social (al mismo tiempo)
que contribuyan al proceso de mejoramiento y transformación continua. En este
sentido, el discente o estudiante se idealiza como una persona con disposición
creativa, que no se vea limitada por parámetros externos a él que lo limiten a
mecanizarse en una actividad, por el contrario se espera que este busque el
entendimiento del sistema para que a partir de este pueda participar activamente en
el cambio educativo que se producirá con la libertad del compartir y crear desde lo
individual para lo compartido. Se educa entonces la persona primeramente en su
vida, esos son los primeros y más importantes espacios educativos, que luego se
expanden hacia otras instituciones como el trabajo o la escuela, en las cuales
mediante la libre asociación y disposición de sus recursos, como el tiempo, pueden
generar mejores productos intelectuales y físicos; dentro de esta concepción la
metodología necesitaría de la participación constante del propio estudiante para
dinamizar las relaciones y las concepciones que se manejen, siendo la figura del
docente un mediador más no alguien que deba intervenir directamente para no
limitar su capacidad. Así, mediante esta forma de educarlos se busca desarrollar la
“realización creativa como sujetos autónomos que pueden comprender y dar
sentido a su propia vida como individuos sociales particulares, conscientes de su
participación y su responsabilidad en el desarrollo positivo y sustentable de la
sociedad” (Mészáros 2008).

Como se habla de una educación marcadamente de carácter social, es preciso


apelar a un lado más flexible y humanista, menos mecanicista, y dentro de esta línea
argumental se puede sugerir la perspectiva cognitivo-constructivista para salir ese
condicionamiento establecido por la lógica del capital.
Dentro del plan de estudios concebido bajo el foco de este autor, se debe
plantear una sistema educativo con una visión holística e integral del proceso de
enseñanza-aprendizaje, y que bajo un enfoque y presentación de estímulos de
carácter imparcial pueda el estudiante generar sus criterios que alimentes las bases
autodidactas para desenvolverse en las distintas áreas que debe conocer y el cómo
debe conocerlas. Se apela dentro de este plan a la importancia del proceso de
socialización e interdependencia de la actividad de todos para asegurar el
aprendizaje integral y complejo del estudiante, dichos parámetros de la praxis
educativa deben siempre enfocarse en los valores socialistas para poder compartir
esa información, procesos y logros, enriqueciendo la calidad humana y capacidad
productiva como todos integrantes de un solo organismo que se mueve hacia el
cambio. Parte de lo que se podría inferir que puede existir en el plan de manera
explícita es el estudio de los valores socialistas, especialmente el compromiso
social, la igualdad de oportunidades, la historia y sus consecuencias desde un punto
de vista crítico para afrontar de mejor manera los retos propuestos, y una
perspectiva más centrada en el bienestar humano.

4-Realice una valoración crítica del pensamiento educativo del autor en su


obra. Explique en forma clara, coherente, específica y argumentada:

• ¿Cuáles serían los dos aspectos más relevantes señalados por el autor acerca
de la educación en su obra que tienen más pertinencia y actualidad para
aplicarlos en algún nivel o subsistema de la Educación venezolana? ¿Cómo
y de qué manera han sido o pueden ser puestos en práctica?
• ¿Cuáles serían dos aspectos señalados por el autor acerca de la educación
que usted rechazaría y por qué razones?

El pensamiento del autor sobre la educación y sobre la constitución y manejo


de la sociedad en general se puede considerar como noble, como un ejercicio
bastante pertinente para hacer esa labor educativa que desde la filosofía busque
refrescar y aportar elementos dinamizadores a la educación, sobre todo al sistema.
Mészáros cree con furor en la posibilidad de un cambio a nivel estructural y social
en pro de unas labores productivas más cercanas hacia lo humano, estableciendo
que es necesario una apertura en la concepción educativa para que sea más holística
e integral, para que el educado y la sociedad en general pueda aportar desde una
actitud y base más nutrida y consistente porque lo que lo impulsa a realizar dicho
aporte emana directamente de la estructura de valores que lo constituyen –tomando
en cuenta con los valores son la brújula de cada persona- lo que significa que el
compromiso y la acción para el desarrollo propio y el bien común es fidedigno, y
esto multiplicado por cada ciudadano realmente puede funcionar para la sociedad.

Como aportes que pueden pasar de lo abstracto a lo concreto y que sean


realmente aplicables a la realidad venezolana, tenemos la concepción de la
transformación radical que debe darse en el sistema educativo para que se den
praxis educativas más críticas, con apertura a la creatividad del estudiante, y
estudiando de manera dura y fundamental las consecuencias y retos que han dejado
las acciones históricas. Esto es sumamente aplicable y conveniente en la realidad
venezolana porque puede ayudar a que la generación que se está educando tenga
consciencia del punto en el que nos encontramos hoy desde lo político, social,
económico, y la situación del país en general, confrontando críticamente qué cosas
trajeron a los venezolanos hasta punto y qué acciones podemos implementar de
mejor manera. Además que esta mirada humanista y solidaria que plantea Mészáros
es necesaria para recuperar la sociedad que hoy en día se consume así misma por la
pérdida de los valores fundamentales que permiten la agradable convivencia de un
país. Lo anterior, mayormente reflejado desde lo económico, solo se puede
erradicar mediante la recuperación de los valores y esa visión compleja del mundo
de que todos influimos en la actividad de todos, y que como país la superación de
un sector y el aporte de otro se traducen en prosperidad para todos.

La forma de aplicar lo anterior en la población venezolana es a través de la


adaptación y transformación de la teoría de Mészáros en una práctica que se instaure
radicalmente, tal cual como él lo dice, pero que se plantee desde lo realista en cuanto
a recursos para que sea ejecutable, teniendo en mente que la educación es el
primordial instrumento de cambio. Más específicamente, esto se puede lograr
mediante con reformas en la educación que se apliquen principalmente en
bachillerato, que son los más próximos a construir la sociedad como adultos en
busca de crear país y servicio como miembro útil de la sociedad, siendo este el
grupo transformador o la nuevas sociedades.

Complementario a lo anterior, sin salir de ese enfoque, se deben a su vez


transformar y crear estrategias en las áreas políticas, económicas y culturales
necesarias, ya que no es solo en la escuela se educa, y la educación toma parte de
todas las áreas de la sociedad para establecerse ya que desde todas las áreas en las
que el ser humano hace vida este se está educando constantemente.

Así como la perspectiva del autor tiene sus puntos positivos y extrapolables a la
realidad venezolana y a la educación en general, también carece de algunos
cimientos sólidos para que su aplicación sea total, o dicho de otro modo, tiene
basamentos realmente utópicos que no permiten que se pueda lograr la
implementación de su propuesta tal cual como él la estipula.

Eliminar totalmente la lógica capitalista y todas sus implementaciones es un


acto sumamente utópico y que podría traer un caos general que desembocaría en la
entropía que el propio autor, citando a Weber, cree que desencadenará el
capitalismo. Las instituciones educativas requieren de la jerarquía para que
funcionen sus actividades y espacios de manera correcta, y si bien es necesario dar
apertura al estudiante para que piense libre y críticamente, el docente está en la
jerarquía en un nivel de conductor del proceso precisamente porque ha construido
a través de la experiencia, la técnica y la cognición un criterio y mecanismo de
pensamiento y acción que le permiten compartir con sus estudiantes algunas
orientaciones en la forma de conocer y comprender el mundo, de tal manera que no
se puede desestimar ni comparar la preparación que tiene una persona poniendo al
mismo nivel de influencia su argumento con el argumento de alguien que ni
remotamente conoce un área del saber pero opina con igual autoridad.

La proyección y practicidad del planteamiento puede significar un cambio


importante en la educación venezolana, sin embargo, la estructuración de la misma
tiene como finalidad erradicar la lógica capitalista y con ella la meritocracia, en ese
sentido se difiere con el autor ya que la estrategia planteada es efectiva pero el
objetivo que posee no, pues al erradicar completamente esa lógica se destruyen las
jerarquías evitando tener un control del proceso educativo, al ser un tema tan
delicado como los la implantación del aprendizaje no puede ser transmitido de
forma horizontal, y así mismo en la sociedad ¿Quién se esforzará por mejorar y
capacitarse si todos somos tomados con la misma autoridad sin importar nuestros
niveles de desempeño? Se requiere de estructura y planificación en base a un fin
educativo y unos objetivos de aprendizaje o competencias.
Referencias.

Mészáros, István. 2008. La educación más allá del capital. Argentina: siglo XXI.

Antúnez, Ricardo. 2018. O LEGADO DE ISTVÁN MÉSZÁROS. TV Boitempo.


Recuperado de: https://www.youtube.com/watch?v=mz5Exg4S2Fg

Edugoro. 2013. La Guerra Fría entre 1947 y 1989. Historia Universal. Recuperado
de: https://www.edugoro.org/historia/wp-content/uploads/2013/08/11.-La-guerra-
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István Mészáros. 1958. La Revolución de los Intelectuales.

J.F. Dorahy. 2009. The Budapest School. Recuperado de


https://sites.google.com/site/branethtiezerci4/9789004393967-19planodGEnali74

Walter Cronkite, producer (1956). Revolt in Hungary. Fonds 306, Audiovisual


Materials Relating to the 1956 Hungarian Revolution, OSA Archivum, Budapest,
Hungary. CBS. HU OSA 306–0–1:40. Archived from the original on 17 November
2007

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