Martha Nussbaum. TRABAJO.

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Universidad Católica Andrés Bello

Facultad de Humanidades y Educación


Escuela de Educación
Cátedra: Filosofía de la Educación
Profesor: Heber García

Sin fines de lucro, Martha Nussbaum.


Trabajo II

Integrantes: Furia, Alba (23.555.218)


Machado, Kevin (24.430.695)
Pinto, Oriana (23.696.490)
Rojas, Verónica (26.219.189)
Vallejo, Ayerli (27.606.157)

Caracas, enero 2020


1.- Explique en forma clara, coherente, específica y argumentada. ¿En qué
contexto histórico y social se ubica el autor y cuáles (y por qué) serían algunos
hechos relevantes de su vida y de su época (al menos dos) que nos permiten
comprender mejor su obra objeto de estudio y su pensamiento?

La autora se localiza en dos contextos históricos y sociales, el primero se ubica


en Estados Unidos, en donde se ofrece una educación democrática, como ella la
denomina, y su constitución de años y años de vigencia; esto lo contrasta con La
India, un país en el que en una época de antaño se luchó por consolidar esa
educación democrática pero que, en la actualidad, la realidad es que se enfoca en la
productividad económica. Nussbaum hace mención a su constitución, que es mucho
más reciente que la de Estados Unidos. Para argumentar sus opiniones, se basa en
los aportes de antiguos letrados como John Dewey en EEUU y el gran Rabindranath
Tagore en la India, que fue quien dio los primeros pasos para una India democrática
y ciudadanos educados hacia ese fin.

Algo significativo que se evidencia en este libro es la dedicatoria que la autora


hace, puesto que lo dedica a sus maestras de la escuela, lo cual sugiere dos cosas:
una es que ellas la inspiraron por ejemplo y, la otra es que la inspiraron por
contraejemplo, en todo lo relativo a la educación para la democracia y el auge de las
humanidades y las artes. Sin embargo, investigando un poco más a fondo los
nombres mencionados, Lois Goutman destaca de entre los otros y los datos son muy
interesantes. Goutman fue docente en la Baldwin School (escuela a la que asistió
Nussbaum) durante 42 años, además de ser la directora del departamento de teatro
de dicha institución. Durante su trayectoria fue partícipe activa de numerosas obras
de teatro y espectáculos escénicos. Un dato resaltante es uno de los tantos premios
que obtuvo esta profesora en dicha escuela, puesto que se trata del Premio Olmstead,
que es otorgado por los estudiantes de último año a un profesor que haya tenido gran
influencia en su vida y sus acciones.

Esto último nos hace pensar que Martha Nussbaum fue positivamente
influenciada por Goutman para seguir la línea de pensamiento educativo que plasma
en “Sin fines de lucro”. De hecho, a la profesora Goutman, en el año 1991 se le fue
otorgado el financiamiento Rosamond Cross por la escuela Baldwin. Este premio es
destinado a la investigación y el enriquecimiento profesional de docentes con larga
trayectoria en la escuela y cuya contribución a la comunidad de Baldwin haya sido
sustancial y distinguida.

En efecto, Baldwin School, la casa de estudios de Nussbaum, tiene una misión


estrechamente relacionada con los ideales que plantea la autora en el libro en
cuestión. Dice así (Baldwin School, s.f.):

“Baldwin School, una escuela preparatoria universitaria independiente, convierte


a niñas talentosas en mujeres jóvenes seguras de sí mismas con visión,
comprensión global y la competencia para hacer contribuciones significativas y
duraderas al mundo. La escuela alimenta la pasión de nuestros estudiantes por
el rigor intelectual en lo académico, la creatividad en las artes y la competencia
en el atletismo, formando mujeres capaces de liderar su generación mientras
viven vidas equilibradas”.
En vista de la forma en que Nussbaum habla de la educación a la que ella
llama “democrática” y, habiendo culminado sus estudios en Baldwin School,
podríamos afirmar que este es el fructífero resultado obtenido como consecuencia de
la misión de la escuela. Sin embargo, en palabras de la propia autora, describió su
educación como "élite WASP1 de la costa este, muy estéril, muy preocupada por el
dinero y el estatus...". También hizo referencia a su dedicación a esta “crisis silenciosa
de la educación”, diciendo "repudio mi propia educación aristocrática. No me gusta
nada que se establezca como un grupo o una élite, ya sea el grupo de Bloomsbury2
o Derrida3".

Lo anterior es de gran ayuda para entender su pensamiento y los


planteamientos que hace en “Sin fines de lucro”. Debido a sus experiencias en la India
y en Estados Unidos, se formulan las ideas claras que plantea en su obra, para atacar
el problema mundial que enfrenta la educación, que significa estancamiento a largo
plazo para el desarrollo global.

Finalmente, algo que llama la atención son las fechas en las que Nussbaum
vivió su niñez y adolescencia, puesto que justo para ese entonces estaban las
disputas sobre la segregación racial. Para 1954, cuando Nussbaum tenía unos 7
años, se litigó el Caso Brown vs Consejo de Educación, en el que se declaró que las
leyes estatales que dictaban que los estudiantes afroamericanos y blancos debían
estudiar en escuelas separadas, limitando las oportunidades educativas a una etnia
más que a la otra. Esto dio como resultado que se revocaran esas leyes y que la
segregación racial pasara a ser considerada como una violación de la Cláusula sobre
Protección Igualitaria de la Decimocuarta Enmienda a la Constitución de los Estados
Unidos. Pero no es sino hasta 10 años después, que se concreta la Ley de Derechos
Civiles de 1964, donde se estableció la ilegalidad de la segregación por etnias en todo
el país, impidiendo que los propietarios de establecimientos discriminaran a las
personas por su raza, color o nacionalidad siendo, además, un delito criminal el
incurrimiento.

Es innegable que atravesar este hito histórico influyó de alguna manera en el


pensamiento de la autora, puesto que vivió durante 10 años el contraste entre lo que
sucedía en la escuela (inclusión racial) y lo que sucedía fuera de ella, la segregación
que seguía su curso.

1
WASP: "protestantes anglosajones blancos" ("WASP") es un término para los protestantes estadounidenses blancos, generalmente de clase
alta y de ascendencia británica.
2 Grupo de Bloomsbury: era un influyente grupo de escritores, intelectuales, filósofos y artistas ingleses entre cuyos miembros más conocidos
estaban Virginia Woolf, John Maynard Keynes, E. M. Forster y Lytton Strachey. Este colectivo de amigos y familiares vivió, trabajó o estudió
agrupado cerca del barrio de Bloomsbury (Londres), durante la primera mitad del siglo XX. Según Ian Ousby, "aunque sus miembros negaron
ser un grupo en cualquier sentido formal, se hallaban ligados por una permanente fe en la importancia de las artes". Sus obras y perspectivas
influyeron profundamente en la literatura, la estética, la crítica y la economía, creando actitudes modernas en el feminismo, el pacifismo y la
sexualidad.
3 Derrida: Jacques Derrida fue un filósofo francés mejor conocido por desarrollar una forma de análisis semiótico conocida como deconstrucción,
que analizó en numerosos textos y desarrolló en el contexto de la fenomenología. Es una de las principales figuras asociadas con el
posestructuralismo y la filosofía posmoderna. Durante su carrera publicó más de 40 libros, junto con cientos de ensayos y presentaciones
públicas. Tuvo una influencia significativa en las humanidades y las ciencias sociales, incluida la filosofía, la literatura, el derecho, antropología,
historiografía, lingüística aplicada, sociolingüística, psicoanálisis y teoría política.
2.- Realice una “síntesis original” de la obra del autor.

Sin fines de lucro, ¿por qué la democracia necesita de las humanidades? es


un libro controversial de Martha Nussbaum en el cual expone la importancia de la
reincorporación de las artes y las humanidades a la educación en sus distintos niveles.

A pesar de que la crisis que expone la autora, según ella misma, trae consigo
consecuencias para la educación y la democracia a nivel mundial, esta decide centrar
su escrito en dos naciones particulares, los Estados Unidos (lugar de su nacimiento,
en el que realizó sus estudios y ejerce su profesión) y la India (en donde ha realizado
estudios en relación al desarrollo global, especialmente en materia de educación).
Asimismo, afirma que el trabajo de rescatar las artes y las humanidades no les
compete únicamente a las instituciones educativas, sino también a las familias
durante las distintas etapas del hombre, pues la educación no solo se da en las
escuelas.

En este escrito la autora presenta su preocupación por la existencia de una


crisis educativa de alto impacto a nivel mundial, la cual está pasando inadvertida.
Martha llama a esta: “la crisis silenciosa”, que amenaza la democracia y se produjo
debido a que las naciones, sedientas de dinero, insisten en darle prioridad a la
educación técnica y científica, descartando las artes y las humanidades por
considerarlas innecesarias para el desarrollo económico. Ante la absurda percepción
de que el arte y las humanidades son disciplinas inútiles para el progreso de un país,
la autora argumenta el porqué es necesario la educación en humanidades para el
desarrollo de la democracia:

“Cuando nos encontramos en una sociedad, si no hemos aprendido a concebir


nuestra persona y la de los otros de ese modo, imaginando mutuamente las
facultades internas del pensamiento y la emoción, la democracia estará
destinada al fracaso, pues esta se basa en el respeto y el interés por el otro, que
a su vez se fundan en la capacidad de ver a los demás como seres humanos,
no como meros objetos” (Nussbaum, pág. 25).

En esta obra, es notoria la defensa vehemente, de parte de la autora, por la


preservación de las humanidades y las artes como herramientas necesarias para
evitar que el mundo se convierta en un lugar enfocado en la mercantilización y sus
habitantes sean seres deshumanizados, sedientos de poder e incapaces de
reconocer al otro como un igual. Pues las capacidades relacionadas con las artes y
las humanidades le permiten al hombre desarrollar el pensamiento crítico, ser leales
al desarrollo de la propia nación y del resto del mundo, afrontar las diferencias
internacionales como ciudadanos y ser empáticos y compasivos con las dificultades
del otro, tratándolos como un igual y no como un objeto manipulable para el beneficio
propio.

Por otro lado, no solo las humanidades en sí mismas están siendo dejadas de
lado, sino también la imaginación, la creatividad y el pensamiento crítico, dentro de lo
que se podría catalogar como “el aspecto humanístico de las ciencias”, debido a la
sustitución de estas prácticas por otras que generen ingresos mucho más rápido para
la nación.
Según el modelo de desarrollo enfocado en la rentabilidad, el propósito de todo
país debería ser el desarrollo y crecimiento económico, sin importar la igualdad de
oportunidades sociales, económicas y/o educativas. Una nación puede crecer
económicamente sin dificultad, sin embargo, eso no significa que los ciudadanos
cuenten con las condiciones óptimas en cuestiones de salud, bienestar social y
económico y educación. Es decir, un país puede crecer a pesar de que las personas
en situaciones precarias sigan permaneciendo analfabetas y económicamente
inestables.

Contrario al modelo enfocado en la rentabilidad, la autora, hace mención del


modelo del desarrollo humano, el cual supone una relación directa y comprometida
con la democracia, esto debido a la accesibilidad que le brinda la dignidad a todo ser
humano de ser partícipe de elegir las políticas que gobernarán la propia vida.

Asimismo, presenta ciertas aptitudes pertinentes a inculcar en los ciudadanos


de todo país a fin de promover una democracia humana y sensible. Pero no solo
plantea las aptitudes que los gobernantes deben fomentar en los ciudadanos, sino
también expone lo que la escuela puede y debe hacer.

De igual modo, para hacer referencia a la importancia de la argumentación para


la democracia, la autora expone una frase célebre del filósofo Sócrates: “una vida no
examinada no merece ser vida”, es por esto que se pretende que la educación brinde
a los estudiantes cursos filosóficos en conjunto con otras materias humanísticas, a fin
de que los alumnos desarrollen su capacidad de reflexión y argumentación por sí
mismos.

Según proclama Sócrates, la capacidad para argumentar representa un valor


para la democracia, debido a que “un ser capacitado para seguir los argumentos en
lugar de seguir el rebaño es un ser valioso para la democracia, un ser que (…) se
resistiría a la presión de decir algo falso o a tomar una decisión apresurada”.
(Nussbaum,2010, pág. 79). Es decir, los valores socráticos son útiles para formar un
ciudadano activo, crítico, curioso, en total capacidad de discernir lo que es mejor para
él mismo y para el prójimo y resistirse a la autoridad imponente y a la manipulación
de sus pares.

Finalmente, en su último capítulo la autora cuestiona cuál es el estado de la


educación para la ciudadanía democrática actualmente, donde su respuesta ante una
pregunta tan relevante es “en muy mal estado”. Durante toda su obra argumenta el
porqué del mal estado de la educación para la democracia y expone la gravedad que
supone el hecho de que las artes y las humanidades sean consideradas como
disciplinas inútiles que no sirven para ganar dinero, pues no solo contribuyen al
desarrollo humano, sino también “para formar un mundo en el que valga la pena vivir,
con personas capaces de ver a los otros seres humanos como entidades en sí
mismas, merecedoras de respeto y empatía, que tienen sus propios pensamientos y
sentimientos, y también con naciones capaces de superar el miedo y la desconfianza
en pro de un debate signado por la razón y la compasión”. (Nussbaum, pág. 189)
3.- Explique en forma clara, coherente, ordenada en qué consiste la Reflexión
Teleológica sobre la educación en el autor. La exposición de este ítem debe
abarcar los siguientes aspectos:

A.- ¿Cuál es el ideal o fin educativo propuesto por el autor? ¿Qué tipo de ideal
es (político, ético, epistemológico, estético, religioso, etc.)? ¿En qué consiste?

En referencia a las tareas de la filosofía de la educación, la autora plantea su


reflexión teleológica sobre la educación la cual se fundamenta en promover la
rentabilidad y el civismo de manera simultánea. Nussbaum indica que las
democracias modernas tienen un gran interés económico, que no solo podría ser
nutrido por las ciencias, sino también por las artes. En este sentido, es importante no
desmerecer aquellas capacidades que se desarrollan mediante las artes y las
humanidades y que resultan fundamentales para la construcción de una cultura más
integradora y democrática: “nos referimos a la capacidad de desarrollar un
pensamiento crítico; la capacidad de trascender las lealtades nacionales y de afrontar
los problemas internacionales como “ciudadanos del mundo” y, por último, la
capacidad de imaginar con compasión las dificultades del prójimo.” (Nussbaum, pág.
26)

Para la autora, la educación es para las personas. En este sentido, cuestiona


aquellas fuerzas y sistemas de jerarquía, de control y de dominio: “cualesquiera que
sean esas fuerzas, la verdadera educación para la ciudadanía responsable debe
combatirlas a nivel nacional y global, empleando todos los recursos de la personalidad
humana que sirvan para que la democracia prevalezca frente a las jerarquías”.
(Nussbaum, pág. 52)

Se evidencia, entonces, que la autora expone un ideal de corte político y ético,


que consiste en educar en pro de una ciudadanía responsable, que les permita a las
personas ser capaces de luchar contra fuerzas opresoras y que, a su vez, promueva
el respeto y el interés por el prójimo.

B.- ¿Justificación y relevancia de tal ideal?

El ideal educativo planteado por Martha Nussbaum resulta revolucionario,


desde la óptica de las democracias modernas que solo apuntan hacia el crecimiento
económico y la rentabilidad. En su libro “Sin fines de lucro”, muestra cómo la
educación presenta una inclinación hacia los avances tecnológicos y científicos y,
sobre todo, a la garantía de la estabilidad financiera.

“...Si una democracia pretende mantener su estabilidad, no puede ni debe


aspirar solo al crecimiento económico: de modo que regresamos a nuestro tema
central: la cultura política.” (Nussbaum, pág. 82)

Nussbaum indica que el desarrollo de una nación no solo depende de su


desarrollo económico. Este pensamiento resulta relevante, puesto que pretende
romper los paradigmas impuestos por una sociedad globalizada cuyo foco es el
desarrollo económico, científico y tecnológico. Es necesario, pues, un equilibrio entre
las humanidades y las ciencias, para así configurar una educación que permita el
desarrollo integral de las personas y, por ende, de la nación.
“Cuando se trata de evaluar un sistema de educación, cabe preguntarse cómo
prepara a las personas jóvenes para la vida en una forma de organización social
y política de tales características. “(Nussbaum, pág. 29)

La educación en artes y en humanidades es el motor que impulsa el


pensamiento libre, la innovación, la reflexión personal y colectiva, la búsqueda de la
vocación y el sentido de la vida, la educación del ser y la democracia de la inteligencia
y el conocimiento. Sin embargo, es desacreditada socialmente por no apuntar hacia
el lucro personal, aunque resulta fundamental para preparar a los ciudadanos para la
vida política y la organización de la sociedad. En efecto, Nussbaum comenta que “la
educación nos prepara no solo para la ciudadanía, sino también para el trabajo y,
sobre todo, para darle sentido a nuestra vida. Sería posible dedicarle otro libro entero
a la importancia de las artes y las humanidades para alcanzar esos objetivos”.
(Nussbaum, pág. 28)

Un ideal como el de Nussbaum demuestra coraje ante una sociedad cuyo


criterio resulta paradójico por hacer a un lado nuestra esencia, la humanidad. Por esta
razón, resulta menester reformular la educación de modo que esta tenga la capacidad
de inspirar y educar a los individuos para convertirlos en ciudadanos responsables
que puedan dar respuesta a las problemáticas, tanto éticas como científicas, que
surjan en el mundo.

“Por lo tanto las instituciones educativas del mundo tienen una tarea importante
y urgente: inculcar en los alumnos la capacidad de concebirse como integrantes
de una nación heterogénea (como lo son todas las naciones modernas) y de un
mundo aún más heterogéneo, así como la facultad de comprender, al menos en
parte, la historia y las características de los diversos grupos que habitan este
planeta” (Nussbaum, pág. 115)

En “Sin fines de lucro”, la autora expresa una idea muy clara: formar
ciudadanos para el mundo. Es fundamental estudiar la cultura y la historia de los
diferentes países y concebir a las naciones como parte de un todo. Esto permite
identificar, no solo las problemáticas existentes a nivel mundial, sino también los
recursos con los que cuenta cada nación, en pro de solventar dichos problemas de
manera conjunta. En este sentido, se trata de una educación integradora, que tenga
como foco el desarrollo humano.

C.- ¿Quién es el sujeto encargado de realizar este ideal educativo? ¿El Estado,
un partido político, una clase social, la familia, un determinado tipo de maestro
o de escuela, etcétera?

Atendiendo a lo planteado en los diversos apartados de su composición escrita,


es posible afirmar que la autora ubica prioritariamente la acción educativa para el
desarrollo de su ideal, en las instituciones formales desde los niveles iniciales hasta
el nivel terciario o universitario. Lo que se vincula consecuentemente con la educación
formalizada. “Sin embargo, como el tema que aquí nos convoca es la educación
formal...” (Nussbaum, 2010, pág. 84). No con esto excluye ni desmiente, en absoluto,
la necesidad y responsabilidad que recae sobre el resto de los actores que intervienen
de manera activa y determinante en el desarrollo de la ciudadanía mundial y para la
democracia, como lo son la familia, el conjunto de pares y las instituciones políticas.
Luego, la escuela y sus integrantes principales -maestros y directivos- como
sujetos que educan, deben alinearse respecto a sus estrategias de enseñanza, ethos
educativo, y propuesta curricular: “Ahora bien, la educación que aquí recomiendo
requiere que los docentes cambien su manera de hacer las cosas. Para ponerla en
práctica haría falta que se instauraran grandes modificaciones en la formación de los
maestros y maestras… Asimismo sería necesario que la mayoría del personal
directivo cambiara el ethos de las escuelas...” (Nussbaum, 2010, pág. 160)

El tipo de maestro a formar es aquel que comprende y se desenvuelve bajo la


mayéutica, bajo el método socrático. Sosteniendo así, su práctica pedagógica en el
desarrollo y fortalecimiento del pensamiento crítico, la reflexión, la argumentación, y
la actitud activa, participativa y curiosa en el estudiante a través de la pregunta. A su
vez, el tipo de institución requerida es aquella que comprende en sí misma las artes
y las humanidades como elementos fundamentales para la verdadera formación del
ser humano integral y ciudadano del mundo, de una sociedad democrática: “Para
desarrollar bien su función… las instituciones educativas deben adjudicar un rol
protagónico a las artes y a las humanidades en el programa curricular, cultivando un
tipo de educación participativa y que mejore la capacidad de ver el mundo a través de
los ojos de otro ser humano” (Nussbaum, 2010, pág. 132)

En tanto el modelo educativo, la institución que sirve al ideal propuesto por


Nussbaum se desenvuelve bajo lo que la autora define como modelo o paradigma
para el desarrollo humano, en el que se enfatiza y prioriza las oportunidades o
capacidades de cada individuo en ciertas esferas centrales que abarcan desde la
vida, la salud y la integridad física hasta la libertad política, la participación política y
la educación; y se reconoce que todas las personas gozan de dignidad humana
inalienable y que esta debe ser respetada por las leyes y las instituciones (Nussbaum,
2010, pág.47).

D.- ¿A quién se educa y por qué para este ideal? ¿Es a los niños varones, a los
jóvenes, a los adultos, a una clase social, a las mujeres, etcétera? ¿Cómo se
educa (con qué métodos, procedimientos, estrategias) a estas personas y
dónde (en la Escuela, la familia, la fábrica, etc.)?

Anudado al sujeto que educa, quién se educa se resume pues, principalmente,


a todo individuo desde el inicio de su escolaridad, es decir, se educa al niño y
consecuentemente al joven, a medida que avanza en sus niveles de formación, al ser
base en el desarrollo de la ciudadanía. Es cierto que, la autora alude, a lo largo de su
composición escrita, aspectos relacionados a la educación del niño durante su
primeros años de vida, previos a la escolaridad, en especial en el capítulo III titulado
Educar ciudadanos: los valores morales (y antimorales) donde se establece el inicio
del choque cultural interno en el que el narcisismo natural, la vergüenza y repugnancia
combaten con el respeto y el amor, necesarios para desarrollar su capacidad de
compresión. Y posteriormente, el capítulo IV, sobre La pedagogía Socrática: la
importancia de la argumentación. Sin embargo, resulta menester recordar que
Nussbaum enfatiza su enfoque hacia las instituciones educativas formales, y para tal
fin las siguientes citas son pertinentes:

“He optado por centrarme en las escuelas, las instituciones terciarias y


universitarias porque allí ocurren los cambios más perniciosos a medida que las
presiones económicas generan cambios en los programas curriculares, métodos
pedagógicos y la financiación”. (Nussbaum, 2010, pág.28)

La siguiente afirmación de la autora da cuenta del porqué se educa en las


escuelas para el logro de su ideal:

“... la escuela puede reforzar o socavar aquello que haya logrado la familia, sea
bueno o malo, y también puede configurar esa cultura de pares. Lo que ofrecen
las escuelas mediante los contenidos que allí se enseñan y los métodos
pedagógicos que allí se aplican puede afectar en gran medida la mente del niño
en desarrollo”. (Nussbaum, 2010, pág.73).

En tanto a cómo se educa, es posible resaltar tres aspectos especialmente


importantes a considerar que deben incorporarse en la práctica pedagógica, a saber:
el método socrático, el juego y el arte. En este sentido, el método de enseñanza-
aprendizaje que debe predominar y dirigir las estrategias, actividades y dinámica
escolar en general, y alineado con lo expuesto en el apartado anterior, gira en torno
al método socrático, la mayéutica. Consecuentemente, los maestros deben brindar la
oportunidad de poner en práctica lo aprendido mediante la realización de debates en
clase y la redacción de trabajos escritos, con un seguimiento formal por su parte, que
les permitirá analizar y manejar con destreza ese aprendizaje (Nussbaum, 2010,
pág.84)

La autora explica que, durante los procesos educativos, el juego contribuye en


gran medida al desarrollo de las relaciones interpersonales que le permiten al
individuo crecer en la amistad y en el amor respecto a quienes le rodean, para luego
ser capaces de desenvolverse como ciudadanos libres y responsables: “...La
presencia del otro que a veces puede percibirse como una gran amenaza, mediante
el juego se transforma en una fuente de placer y curiosidad, lo que a su vez contribuye
con el desarrollo de actitudes sanas en la amistad, en el amor y, más adelante, en la
vida política” (Nussbaum, 2010, pág. 136). En efecto, “Winnicott señala con frecuencia
que el juego cumple una función importante en la formación de la ciudadanía
democrática”. (Nussbaum, 2010, pág. 137)

En los niveles de educación inicial, los juegos y las canciones cumplen un rol
fundamental, puesto que despiertan en el niño el interés en la vida, y lo que hay en
ella. “... El juego nos enseña a ser capaces de vivir con otros sin ejercer el control,
conecta nuestras experiencias de vulnerabilidad y sorpresa con la curiosidad, el
asombro y la imaginación, en lugar de conectarlas con una necesidad agobiante”.
(Nussbaum, pág. 138).

A modo de comentario particular, con respecto a la enseñanza de la historia


universal y los principios económicos, resulta importante destacar el modo de
proceder en su enseñanza. De acuerdo con la autora:

“La historia mundial y los principios económicos deben enseñarse desde una
perspectiva humanística y crítica para que resulten útiles en la formación de
ciudadanos del mundo inteligente. Asimismo, esa enseñanza debe
acompañarse de un estudio sobre las religiones y las teorías filosóficas de la
justicia”. (Nussbaum, 2010, pág. 130)
Con lo anterior se pretende inculcar en los alumnos la capacidad de concebirse
como integrantes de una nación, de un mundo heterogéneo.

Finalmente, respecto a la enseñanza del arte, la autora afirma que, si bien


según la opinión de muchos la práctica artística es costosa y poco prioritaria, en un
momento de crisis económica es posible promoverlas a bajos costos, si el maestro
incluye en sus dinámicas actividades vinculadas al canto, el baile, la lectura y las
historias que, de hecho, son preferidas entre los niños.

E.- ¿Cuál es el plan de estudios propuesto para alcanzar dicho ideal?

En primera instancia, y atendiendo a la temática central sobre la que se


sustenta el desarrollo de la obra, resulta evidente que el plan de estudio propuesto a
fin de alcanzar el ideal educativo abarca en sí mismo las artes y las humanidades,
siempre en equilibrio con las ciencias. Siendo esto así, y de acuerdo a lo mencionado
por la autora, el contenido curricular debe incluir arte, literatura, historia universal,
filosofía y con ella lógica, necesaria para el desarrollo del pensamiento crítico, la
reflexión y la argumentación. Además, se debe incluir información empírica de
conocimientos técnicos en materia de economía. La dificultad respecto a cada uno de
los contenidos en la malla curricular debe incrementarse a medida que se avanza en
los niveles de formación.

Asimismo, en función de competencias concretas que deben incluirse en el


plan de estudio, Nussbaum, al establecer su ideal educativo propone, a modo de
bosquejo, una serie de aptitudes mínimas fundamentales que deben inculcarse en los
ciudadanos para poder alcanzarlo. Que se resumen, textualmente, en las siguientes:

“La aptitud para reflexionar sobre las cuestiones políticas que afectan la
nación, analizarlas, examinarlas, argumentarlas y debatirlas sin diferencia
alguna ante la autoridad o la tradición. La aptitud para reconocer a los otros
ciudadanos como personas con los mismos derechos que uno, aunque
sean de distinta raza. religión, género u orientación sexual, y de
contemplarlos con respeto, como fines en sí mismos y no como medios
para obtener beneficios propios mediante su manipulación. La aptitud para
interesarse por la vida de otros, de entender las consecuencias que cada
política implica para las oportunidades y la experiencia de los demás
ciudadanos y de las personas que viven en las naciones. La aptitud para
imaginar una variedad de cuestiones complejas que afectan la trama de la
vida humana en su desarrollo y de reflexionar sobre la infancia, la
adolescencia, las relaciones familiares, la enfermedad, la muerte y muchos
otros temas, fundándose en el conocimiento de todo un abanico de
historias concebidas como más que un simple conjunto de datos. La aptitud
para emitir juicio crítico sobre los dirigentes políticos, pero con una idea
realista y fundada sobre las posibilidades concretas que estos tienen a su
alcance. La aptitud de pensar en el bien común de la nación como un todo,
no como un grupo reducido a los propios vínculos locales. La aptitud para
concebir a la propia nación como parte de un orden mundial complejo en
el que distintos tipos de cuestiones requieren de una deliberación
transnacional inteligente para su solución”. (Nussbaum, 2010, págs. 48 -
49)
Lo anterior se sustenta y complementa con las competencias que
posteriormente en el capítulo 3 de la obra, la autora enuncia de manera explícita
respecto a lo que puede y debe hacer la escuela para generar ciudadanos de la
democracia, así pues:

“La escuela puede desarrollar la capacidad del alumno de ver el mundo


desde la perspectiva del otro, en especial de aquellas personas que la
sociedad suele representar como objetos o seres inferiores. La escuela
puede inculcar actitudes frente a la debilidad y la importancia que den
cuenta de que ser débil no es vergonzoso y que necesitar de los demás
nos es indigno de un hombre, también puede enseñar a los niños que tener
necesidades o considerarse incompletos no son motivos para sentir
vergüenza sino ocasiones para la cooperación y la reciprocidad. La escuela
puede desarrollar la capacidad de sentir un interés genuino por los demás,
ya sea que estén cerca o lejos. La escuela puede socavar la tendencia a
alejarse de las minorías en un acto de repugnancia por considerarlos
“inferiores” o “contaminantes”. La escuela puede enseñar contenidos
reales y concretos sobre otros grupos raciales, religiosos y sexuales o
sobre las personas con capacidades diferentes, a fin de contrarrestar los
estereotipos y la repugnancia que suele acompañarlos. La escuela puede
fomentar el sentido de la responsabilidad individual tratando a cada niño
como un agente responsable de sus actos. La escuela puede promover
activamente el pensamiento crítico, así como la habilidad y el coraje de
expresarlo, aunque disienta de los demás”. (Nussbaum, 2010, pág. 74)

Lo anterior debe resumirse y concretarse en un plan que, como menciona


Nussbaum, resulta ambicioso y debe aplicarse tanto en los contenidos curriculares
como en los métodos pedagógicos. Atendiendo en todo momento a los problemas
sociales, los recursos disponibles y el contexto en el que se desenvuelve.

F.- ¿Para qué tipo de sociedad, forma de gobierno y de economía?

De acuerdo con las ideas planteadas por la autora, se educa para el desarrollo
y sustento de la sociedad democrática, nutrida en una cultura internacional. Sociedad,
cuyo sistema educativo -desde los niveles iniciales hasta la universidad- mantiene y
prioriza las capacidades vinculadas a las artes y las humanidades, como lo son:
pensamiento crítico, capacidad de trascender lealtades nacionales y afrontar los
problemas internacionales como ciudadanos del mundo, y la capacidad de
imaginación con compasión por las dificultades del prójimo.

La autora hace énfasis en la necesidad de educar en pro a una ciudadanía


integradora, que no distingue razas, ideologías ni género, y que promueva un diálogo
entre naciones. Más allá de resolver las problemáticas y conflictos de cada país de
manera aislada, la educación debe buscar formar ciudadanos del mundo que se
interesen por sumar fuerzas e inteligencia entre naciones para dar respuestas a
problemas mundiales. “Entonces, la educación debería proporcionarnos los
elementos necesarios para desenvolvernos de manera eficaz en ese diálogo
multinacional como “ciudadanos del mundo” y no solo como estadounidenses, indios
o europeos”. (Nussbaum, pág. 114)
Si bien es cierto que Nussbaum hace énfasis en una educación en las artes y
las humanidades para alcanzar una ciudadanía democrática y el desarrollo nacional,
también valida la importancia de la educación técnica y científica. La autora
claramente establece que se debe educar, no solo para alcanzar una sociedad
democrática, sino para alcanzar una economía estable y en crecimiento, sin perderse
en la competitividad o en el crecimiento nacional desligado de la garantía de un
sistema de salud y de educación de calidad. En este sentido, la autora expresa lo
siguiente:

“La idea de la rentabilidad convence a numerosos dirigentes de que la ciencia


y la tecnología son fundamentales para la salud de sus naciones en el futuro.
Si bien no hay nada que objetar a la buena calidad educativa en materia de
ciencia y tecnología ni se puede afirmar que los países deban dejar de mejorar
esos campos, me preocupa que otras capacidades igualmente fundamentales
corran riesgo de perderse en el trajín de la competitividad, pues se trata de
capacidades vitales para la salud de cualquier democracia y para la creación
de una cultura internacional digna que pueda afrontar de manera constructiva
los problemas más acuciantes del mundo”. (Nussbaum, pág. 25).

Es evidente que, Nussbaum no pretende en ningún momento poner las artes


y las humanidades por encima de las ciencias y la tecnología, sino que alerta que la
educación debe tener ambos focos de manera simultánea, evidenciando que son
ambos sumamente importantes para formar ciudadanos que tengan una visión
constructiva sobre la solución de problemas a nivel mundial, basándose en el respeto
y el interés por el otro, así como también en la búsqueda de una economía global
estable y en crecimiento.

4.- Realice una valoración crítica del pensamiento educativo del autor en su
obra. Explique en forma clara, coherente, específica y argumentada:

A.- ¿Cuáles serían los dos aspectos más relevantes señalados por el autor
acerca de la educación en su obra que tiene más pertinencia y actualidad para
aplicados en algún nivel o subsistema de la Educación venezolana? ¿Cómo y
de qué manera han sido o pueden ser puestos en práctica?

La autora nos señala en su texto –y realmente en toda su práctica a lo largo de


la vida- que pensar en una educación enfocada en el desarrollo de la nación no debe
basarse en meramente en el crecimiento económico, desvinculándose de todos
aquellos otros elementos que están enlazados a ese proceso. Referente a esto dice:

“Por lo tanto, producir crecimiento económico no equivale a producir


democracia, ni generar una población sana, comprometida y formada que
disponga de oportunidades para una buena calidad de vida en todas las clases
sociales. Sin embargo, la tendencia apunta a confiar más en el “viejo
paradigma”, en vez de buscar una descripción más compleja de lo que debería
lograr cada sociedad para sus integrantes” (Nussbaum, 2010, pág. 36)

Frente al modelo para el crecimiento económico “tradicional”, la autora


presenta el modelo conocido como el paradigma para el desarrollo humano, que
supone un compromiso con la democracia, pues un ingrediente esencial de toda vida
dotada de dignidad es tener voz y voto en la elección de las políticas que gobernarán
la propia vida. El modelo de desarrollo humano se encuentra vinculado con los
compromisos constitucionales de casi todas las naciones democráticas.

Así, el desarrollo de una sociedad, bien vinculado con su crecimiento


económico, parte, esencialmente, del crecimiento de sus sociedades desde la
formación de cada hombre y mujer en individuos responsables de la
constitucionalidad de su nación. Citando a Nussbaum: “Un ser humano capacitado
para seguir los argumentos en lugar de seguir al rebaño es un ser valioso para la
democracia” (Nussbaum,2010, pág. 79)

Por otro lado, entendiendo que, si una democracia pretende mantener su


estabilidad, no puede ni debe aspirar solamente al crecimiento económico. Uno de
los ejes fundamentales que acompañan este desarrollo es el de la formación de
cultura política en sus ciudadanos. La autora plantea que parte de esta cultura política
nace desde el pensamiento crítico, el debate, la investigación y la pregunta, e
introduce en su texto al “pensamiento socrático”, haciendo alusión a un conjunto de
prácticas sociales y pedagógicas que se vinculan con los aportes activos y creativos
que se tienen en los debates que puedan surgir a lo largo de la vida del individuo,
empezando a fomentarlos, evidentemente, en la escuela.

Como punto de partida propone que se debería incorporar el pensamiento


crítico a la metodología pedagógica en las distintas materias y niveles, enseñando a
los estudiantes a indagar, a evaluar las pruebas, a escribir sus propios trabajos con
argumentos bien estructurados y a analizar los textos cuestionando la veracidad de
los mismos.

Como fin último, el pensamiento socrático (y otras prácticas, sobre todo el


juego y el arte) desarrolla en los individuos actitudes relacionadas con la mera
democracia. Ciudadanos dicentes en una cultura donde se promueva la individualidad
del pensamiento con aras a la co-construcción de las verdades colectivas. Estas
cualidades argumentativas le sirven para múltiples situaciones de su quehacer como
hombre en sociedad. Nussbaum menciona algunas:

“La aptitud para emitir juicio crítico sobre los dirigentes políticos, pero con una
idea realista y fundada sobre las posibilidades concretas que estos tienen a su
alcance. La aptitud de pensar en el bien común de la nación como un todo, no
como un grupo reducido a los propios vínculos locales”. (Nussbaum, pág. 49)

Estos dos argumentos son relevantes en el contexto actual venezolano, donde


se ha perdido la cultura política del país. En el ambiente educativo hace falta el
reforzamiento del pensamiento crítico y de las oportunidades de desarrollo de la
individualidad del ser, para dar espacio al verdadero crecimiento integral de nuestros
estudiantes, sobre todo en sus deberes ciudadanos. Partiendo de este hecho notorio,
la práctica docente debe dar un giro de 180° hacia un ejercicio pedagógico que
involucre mucho más a sus estudiantes en la búsqueda de las respuestas a los
problemas planteados, a través de alternativas como los proyectos, el trabajo
colaborativo, el “Flipped Classroom”, entre otras metodologías utilizadas en la
actualidad, que permitan al alumno ser el protagonista de sus procesos de
aprendizaje, promoviendo la autogestión del conocimiento y del autoconocimiento del
mismo, elementos que indudablemente se refieren a ciudadanos más democráticos y
comprometidos con ese desarrollo nacional.
La política se define como todo hecho que involucre el poder de decisión que
todo ciudadano tiene en su polis. Así mencionada, unos individuos mejores formados
en su ser, estar y hacer político le darán al país una nueva generación de ciudadanos
más responsables con su ejercicio social, que no solamente promete mejorar la
cultura política del país, sino que se permiten al mismo tiempo permear en los distintos
niveles de la sociedad y potenciar el sector productivo para el crecimiento económico
al que se aspira.

Con estos elementos Nussbaum nos ha invitado a reflexionar que la educación,


en sus más robustas raíces, tiene la clave para lograr que nuestro país logre el
desarrollo que durante tantos años hemos buscado y que, con la promoción de las
metodologías adecuadas, podremos formar nuevas generaciones que lleven consigo
las herramientas para llevarlo a cabo.

B.- ¿Cuáles serían los dos aspectos señalados por el autor acerca de la
educación que usted rechazaría y por qué razones?

De esta manera, también, concluimos que no hemos encontrado, en este texto,


algún aspecto sobre el modelo de educación que propone el autor, el cual
rechazaríamos. De hecho, todo lo contrario, nos sentimos muy identificados con el
paradigma que propone, pues en los años que llevamos de carrera son muchos los
docentes que nos han enseñado de esta forma, y entendemos cuál es el propósito
del mismo.

Promover la libertad de pensamiento, la individualidad, la pregunta, la


argumentación, las artes, la imaginación, al error como motor del aprendizaje, son las
virtudes que como docentes debemos potenciar en nuestros estudiantes que les
permitan, en el presente y el futuro, ser personas con el mayor potencial para cumplir
sus metas y objetivos y, al mismo tiempo, beneficiar a su comunidad en el desarrollo
de las expectativas comunes de los mismos.

Dice Nussbaum que: “Según Rousseau, la capacidad de navegar este mundo


con nuestro propio intelecto como timón constituye un aspecto clave para la formación
de un buen ciudadano que pueda vivir con otras personas bajo un manto de igualdad,
sin necesidad de esclavizarlas”. (Nussbaum, pág. 87). Y hacia ese ideal, también
apuntamos nosotros hacer para generar ciudadanos de la democracia.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

1. Nussbaum, Martha (2010). Sin fines de lucro, por qué la democracia necesita
de las humanidades. Katz Editores. Buenos Aires, Madrid.

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