Compendio Tomo 2
Compendio Tomo 2
Compendio Tomo 2
Enarmémonos
Tomo 2
• Áreas quirúrgicas
• Ginecología y obstetricia
• Pediatría
Embriología: el ojo comienza a formarse el día 25 de desarrollo a partir de las fosetas ópticas y se diferencia
entre los días 26-28 en las vesículas ópticas. El esbozo de globo ocular continúa desarrollándose a lo largo
de la gestación.
Del neuroectodermo derivan la retina, nervio óptico, músculos del iris, epitelio del iris y del cuerpo ciliar. Del
ectodermo el cristalino, el epitelio corneal, la piel de los párpados, glándulas lagrimales y la conjuntiva
palpebral. De la cresta neural derivan los queratocitos, los fibroblastos esclerales, las meninges, el estroma
coroideo, el cartílago y los huesos orbitarios. Por último, del mesodermo derivan los músculos extraoculares
y el endotelio vascular.
El ojo es parte del sistema nervioso central. La retina y nervio óptico derivan del neuroectodermo y la esclera
se continua con la duramadre.
Anatomía: el globo ocular está formado por tres capas: externa (esclera y córnea), media (úvea -> cuerpo
ciliar, iris y coroides) e interna (retina).
Así mismo existen 3 cámaras: anterior (delimitada por la córnea y el iris), posterior (delimitada por iris y
cristalino), ambas poseen humor acuoso. La tercera cámara es la cámara vítrea que se sitúa por detrás del
cristalino, es la más voluminosa y contiene gel vítreo.
Capa externa: está constituida por esclera, la córnea y el limbo.
a. Esclera: soporte estructural del globo ocular que sirve como inserción de los músculos extrínsecos. Está
formada por la epiesclera (muy vascularizada) y en el interior por estroma.
b. Córnea: es la superficie con mayor poder refractivo del ojo. Consta de 5 capas organizadas de fuera a
dentro: epitelio, membrana de Bowman, estroma, membrana de Descemet y el endotelio. La córnea
presenta función óptica y de protección. De las dos lentes fisiológicas (córnea y cristalino), la córnea es
la más potente.
c. Limo esclerocorneal: zona de transición entre la córnea y la esclera que contiene las estructuras
responsables del drenaje del humor acuoso -> la malla trabecular por la cual pasa el humor acuoso
hasta el canal de Schlemm para llegar a los canales colectores de las venas epiesclerales.
Capa media o úvea: está constituida por la úvea posterior o coroides y por la úvea anterior (iris y cuerpo
ciliar):
a. Coroides: manto vascular situado entre la esclera y la retina. Contiene abundantes melanocitos. Su parte
interna garantiza la nutrición del tercio externo de la retina.
b. Cuerpo ciliar: formado por el músculo ciliar (acomodación del cristalino) y una porción epitelial que
contiene los procesos ciliares productores de humor acuoso.
c. Iris: estroma laxo con células pigmentadas y musculares lisas. Contiene una abertura en su porción
central -> pupila. El diámetro pupilar depende de la doble inervación que reciben los músculos del iris.
Capa interna o retina: la función de la capa interna es la de transformar la luz en un impulso nervioso.
Consta de 10 capas: epitelio pigmentario, segmento externo de los fotorreceptores (conos – responsables
de visión discriminativa y de color, situados en retina posterior y son los únicos existentes en la fóvea,
bastones – discriminan entre luz y oscuridad y están en toda la retina), membrana limitante, granulosas y
plexiformes, capa de células ganglionares, capa de fibras nerviosas y la membrana limitante interna.
Topográficamente: la retina puede dividirse en
#TogetherIsBetter síguenos en Twitter e Instagram: @enarmemonos
- Ora serrata: terminación anterior de la retina sensorial.
- Retina periférica: área de predominio de bastones.
- Retina central: 6 mm de diámetro. Situada en polo posterior. En su centro está la mácula y dentro de
ella la fóvea donde solo existen conos.
Contenido del globo ocular:
- Cristalino: lente biconvexa transparente, avascular y carente de nervios. Conta de cápsula, corteza y
núcleo. Está sujeto a los procesos ciliares. Es el segundo lente en potencia del dioptrio ocular.
- Vítreo: gel trasparente avascular que representa el 80% del volumen del ojo. Tiene función óptica y de
sostén.
- Humor acuoso: líquido que ocupa las cámaras anterior y posterior del ojo. Se forma en los procesos
ciliares y se drena por el sistema de la malla trabecular-canal de Schlemm. Es responsable del
mantenimiento de la presión intraocular.
Vascularización del globo ocular: derivan de la arteria oftálmica que es la primera rama de la carótida
interna.
- Arteria central de la retina: entra al ojo a través de la lámina cribosa y aparece por el centro de la papila.
Se divide en dos ramas, superior e inferior que a su vez se separa en nasal y temporal.
- Arterias ciliares posteriores y arterias ciliares anteriores: al unirse forman los círculos arteriales de la
coroides, cuerpo ciliar e iris.
- Venas: las venas del ojo drenan en las venas orbitarias (formadas por la vena central de la retina).
Órbita: las órbitas son cavidades situadas entre los huesos del cráneo y de la cara. Cada una está ocupada
por:
1. Grasa orbitaria
2. Vasos orbitarios
3. Nervios orbitarios: nervio óptico, nervios NFL (ramas del V1 del trigémino) y los nervios oculomotores
(NC 3, 4 y 6).
Párpados: entre ellos se forma la hendidura palpebral. Contienen múltiples glándulas sebáceas y
sudoríparas y además poseen el punto y canalículo lagrimal. Su porción externa está cubierta por pestañas.
Además contiene glándulas de Meibomio encargadas de la secreción lipídica que forma la película lagrimal
y glándulas mucosas que producen la capa mucosa de esta misma.
Contiene músculos -> orbicular (inervado por el NC 7, elevador del párpado superior y el músculo de Müller
de origen simpático que ayuda a la elevación del párpado, por eso en Sx Horner hay ptosis).
Aparato lagrimal:
a. Porción secretora: glándula lagrimal principal. Situada en la porción anterolateral del techo de la órbita.
Es responsable de la secreción lagrimal refleja acuosa. Está inervada por una rama del nervio facial
(nervio petroso superficial). Las glándulas accesorias están en la conjuntiva y cada una tiene secreción
específica, acuosa basal y lipídica.
b. Porción excretora: puntos lagrimales, canalículos y saco lagrimal.
c. Conjuntiva: mucosa delgada y trasparente que tapiza la superficie interna de los párpados y la cara
anterior de la esclera. Se divide en conjuntiva palpebral, fondo de saco y conjuntiva bulbar.
Vía óptica:
1. Nervio óptico: formado por los axones de las células ganglionares de la retina y células gliales. Posee
cuatro porciones: intraocular, orbitaria, intracanalicular e intracraneal.
2. Quiasma óptico: adherido por duramadre y aracnoides al diencéfalo. En este nivel se produce la
decusación o cruce de las fibras procedentes de la retina nasal, mientras que las fibras de la retina
temporal siguen por el mismo lado.
3. Cintilla óptica: conecta al quiasma óptico con el CGL. Algunas fibras abandonan la cintilla hacia el área
pretectal donde constituirán los reflejos pupilares.
4. CGL: sinapsis de los axones de las células ganglionares. Ubicado en el tálamo, en el hay procesamiento
de la información.
#TogetherIsBetter síguenos en Twitter e Instagram: @enarmemonos
5. Radiaciones ópticas: van desde el cuerpo geniculado hasta las áreas visuales (área 17 de Brodmann) y
las áreas de asociación visual (18 y 19).
6. Vías simpáticas: originadas en hipotálamo y viajan hacia ganglios espinales y ascienden por plexo
carotideo dando dilatación pupilar (midriasis), vasomotora y del músculo de Müller.
7. Vía parasimpática: inicia con los impulsos procedentes de las cintillas ópticas hacia el núcleo de Edinger-
Westphal donde viajan como eferencia en el nervio oculomotor para provocar constricción pupilar
(miosis).
Semiología y exploración en oftalmología:
a. Agudeza visual: toda exploración oftalmológica debe comenzar determinando la agudeza visual con la
intención de resumir de mejor manera la función del ojo. Debe valorarse tanto en visión lejana (6m)
como visión cercana (lecto escritura – 30 cm).
Se mide en escala decimal en la cual 1 constituye la AV estadísticamente normal. Si un paciente no es
capaz de leer a distancia se determina el contar dedos, movimiento y finalmente la percepción de la luz
(si no la percibe es amaurosis o ceguera total).
La causa más frecuente de baja agudeza visual es la presencia de una ametropía no corregida. Para
esto se usa el agujero estenopeico, si la causa de baja agudeza es una ametropía la visión se corregirá
por el estenopeico.
b. Presión intraocular: se suele medir utilizando un tonómetro de aplanamiento. Normal de 10-20 mmHg.
c. Motilidad ocular intrínseca (pupilar): reflejo fotomotor, consensuado y de acomodación.
d. Motilidad ocular extrínseca: valora la función de los nervios oculomotores. Se realiza el movimiento de
H y X mientras el paciente debe seguir este movimiento con los ojos. Para determinar la alineación se
realiza la prueba cover-uncover que consiste en tapar de forma alterna uno y otro ojo mientras el
paciente mira un punto fijo.
e. Fondo de ojo: puede explorarse con oftalmoscopio directo o indirecto.
f. Campo visual: es posible valorarlo por confrontación, pero es muy impreciso. Actualmente se utiliza el
campímetro.
2. REFRACCIÓN
Fisiología: la acomodación es la capacidad que tiene el ojo de aumentar su poder de refracción para ser
capaz de enfocar los objetos próximos -> se consigue al aumentar el grosor y la convexidad de la porción
central del cristalino por contracción del músculo ciliar (se contrae el músculo ciliar y relaja la zónula
aumentando el diámetro AP del cristalino).
La sincinesia acomodativa es la aparición de miosis, acomodación y convergencia para la visión cercana.
El dioptrio es toda superficie que separa dos medios con distinto índice de refracción. Así, la dioptría es la
unidad que hace referencia al poder de convergencia o de divergencia de una lente para lograr que los rayos
que llegan paralelos, tras atravesarla, confluyan en un foco a un metro de distancia. Convergentes + y
divergentes -.
La potencia de un lente se mide en dioptrías, y es el inverso de su distancia focal expresada en metros. Por
ejemplo, una lente convergente de 3 dioptrías formará su foco a 1/3 metros, es decir, 33 cm detrás de ella.
#TogetherIsBetter síguenos en Twitter e Instagram: @enarmemonos
El dioptrio ocular es el sistema de lentes del ojo. Está formado por la córnea (43 D) y el cristalino (17 D en
reposo).
Ametropías: son las alteraciones del ojo, como sistema óptico, de modo que estando el cristalino en reposo,
los rayos de luz que llegan paralelos al eje visual no se focalizan en la retina. La causa de la alteración
puede residir en la córnea, en el cristalino o en la longitud AP del globo ocular (los ojos amétropes mejoran
la visión mirando a través del estenopeico).
Se distinguen dos tipos de ametropías:
1. Esféricas: en ellas el error de refracción es uniforme en todos los ejes del espacio. Son la miopía y la
hipermetropía.
2. No esféricas: en ellas el radio de curvatura de alguna de las superficies del dioptrio no es uniforme
y el error de refracción es distinto en los diferentes ejes del espacio. El astigmatismo.
a. Hipermetropía: en ella los rayos se enfocan detrás de la retina, bien porque el eje del globo es demasiado
corto o porque el poder de refracción del segmento anterior es menor de lo normal. El ojo hipermétrope
puede mejorarse con una lente convergente (positiva). El cuadro clínico depende de la edad, pues el
poder de acomodación disminuye con la misma. Se produce un esfuerzo constante de acomodación que
puede dar lugar a un cuadro de astenopia acomodativa: consiste en el cierre y frotamiento ocular, dolor
ocular, visión borrosa, congestión ocular, blefaritis y estado nauseoso. El tratamiento se hace con lentes
convergentes.
b. Miopía: en ella los rayos se focalizan delante de la retina, bien porque el poder refractivo del segmento
anterior sea excesivo o porque el eje AP del ojo sea demasiado grande. El ojo miope es demasiado
convergente. El miope tiene mala visión de lejos. El tratamiento se realiza con lentes divergentes que
retrasan el lugar en el cual confluyen los rayos de luz.
c. Astigmatismo: en ella el poder de refracción del ojo no es el mismo en todos sus ejes. Las imágenes no
se focalizan en el mismo plano. Generalmente su causa es por una diferencia en la curvatura de los
meridianos corneales. La clínica varía según el grado. EN los casos leves puede no haber clínica o una
simple astenopia tras esfuerzo visual prolongado. Cuando es mayor hay mala agudeza visual a cualquier
distancia. El tratamiento se hace con lentes cilíndricas o con lentes de contacto que corrigen el defecto.
d. Presbicia: se define como la pérdida de la capacidad de acomodación por disminución de la elasticidad
del cristalino y por descenso de la fuerza contráctil del músculo ciliar. Es un fenómeno fisiológico
asociado al envejecimiento. Se caracteriza por una incapacidad para enfocar los objetos cercanos.
Cirugía refractiva: desde hace algunos años las mejoras tecnológicas han permitido el desarrollo de técnicas
que permiten corregir los defectos refractivos con una seguridad mayor. Dentro de la cirugía refractiva, la
técnica LASIK es la más utilizada, ya que es válida para la miopía, la hipermetropía y el astigmatismo.
Consiste en tallar un pequeño flap en la córnea que se levanta para aplicar láser sobre el estroma corneal,
modificando así la curvatura, y a continuación reposicionar el flap. Se realiza bajo anestesia tópica. El láser
utilizado es el Excimer.
3. PÁRPADOS
Alteraciones inflamatorias: se conocen en común como blefaritis. Consisten en una inflamación crónica del
borde palpebral que suele acompañarse de conjuntivitis (blefaroconjuntivitis). Existen dos formas:
eccematosa y ulcerosa, ambas con hiperemia del borde palpebral, madarosis (pérdida de pestañas), y a
veces triquiasis (crecimiento de las pestañas en dirección al globo ocular).
#TogetherIsBetter síguenos en Twitter e Instagram: @enarmemonos
a. Blefaritis anteriores: son la blefaritis eccematosa asociada a dermatitis seborreica. Hay escamas
blanquecinas englobando las raíces de las pestañas, causa madarosis y se asocia a conjuntivitis crónica.
La blefaritis ulcerosa es la inflamación supurada, aguda o crónica, de los folículos de las pestañas.
Predispuestos los pacientes con dermatitis atópica.
b. Blefaritis posteriores: aparecen en pacientes con acné rosácea y pueden mostrar hipersecreción.
c. Orzuelo: infección estafilocócica aguda de las glándulas de Zeiss, Moll o Meibomio. Tiene lugar una
inflamación local que evoluciona a la formación de un absceso, drenando a la piel o a la conjuntiva de
manera espontánea. Se trata con compresas calientes, antibióticos, antiinflamatorios locales y drenaje
quirúrgico si se precisa.
d. Chalazión: inflamación granulomatosa crónica de las glándulas de Meibomio, con retención de
secreciones. Se palpa un nódulo duro en el tarso, no desplazable e indoloro a la presión. El tratamiento
consiste en corticoides intralesionales o cirugía si no se resuelve.
Alteraciones en la posición:
a. Ectropión: el borde del parpado se encuentra dirigido hacia afuera. Es más frecuente en párpado inferior.
Puede ser congénito, senil, paralítico o cicatrizal. Al perder contacto el párpado y el punto lagrimal con
el globo, el drenaje de la lágrima se dificulta, apareciendo epifora. El tratamiento es quirúrgico. “párpado
caído”.
b. Entropión: el borde del párpado está dirigido hacia dentro. Puede ser congénito, senil, espástico o
cicatrizal. Las pestañas se dirigen hacia adentro (triquiasis) irritando la córnea y llegando a producir
úlceras. El tratamiento es quirúrgico.
c. Ptosis: es la caída del párpado superior por debajo de su altura habitual. Puede ser congénita o
adquirida, dentro de las causas adquiridas: neurógena (por afección del NC III o por afectación simpática
del músculo de Müller en el síndrome de Horner), miógena (en miastenia gravis o enfermedad de
Steinert) y traumática (laceraciones del músculo o de la aponeurosis).
d. Lagoftalmos: es la incapacidad para el cierre palpebral por falta de función del orbicular, es secundaria
a la parálisis periférica del facial. Puede producir queratitis de exposición.
e. Blefaroclasia: formación de bolsas en los párpados superiores por pérdida de la rigidez del septum
palpebral por la edad, con protrusión de grasa orbitaria hacia adelante. Solo se trata por motivos
estéticos.
Patología tumoral:
- Tumores benignos:
a. Epiteliales: papilomas, xantelasmas (placas amarillentas bilaterales, cerca del ángulo interno
formadas por células cargadas de lípidos).
b. Vasculares: hemangiomas -> son manchas color rojo brillante congénitas e indoloras formadas por
capilares dilatados que regresan espontáneamente.
c. Nerviosos: neurofibromas en la NF1.
d. Pigmentarios: nevos.
- Lesiones precancerosas:
a. Queratosis senil: en zonas expuestas a la luz solar.
b. Xeroderma pigmentoso: enfermedad hereditaria rara. Aparecen muchas pecas en zonas expuestas
al sol, seguidas de telangiectasias, placas atróficas y tumoraciones verrugosas que pueden derivar
en carcinomas.
- Tumores malignos:
a. Epiteloma basocelular: 90% de los tumores malignos del párpado. Se ve como nódulo indurado que
se umbilica y se ulcera.
b. Carcinoma espinocelular: supone el 5% de los tumores. Más frecuente en varones.
c. Adenocarcinoma: puede afectar las glándulas de Zeiss y de Meibomio. Tiene aspecto similar a un
chalazión. Se debe sospechar en casos de reaparición de chalazión posterior a su exéresis
quirúrgica.
#TogetherIsBetter síguenos en Twitter e Instagram: @enarmemonos
d. Melanoma: se debe sospechar cuando aumente de tamaño, se vuelva más pigmentado o hiperémico
un nevo.
-
-
4. ÓRBITA
- Enoftalmos: es el desplazamiento del globo ocular hacia atrás. Es poco frecuente. Puede ser debido a
atrofia de la grasa orbitaria, traumatismo o infección.
- Proptosis/exoftalmos: es el desplazamiento del globo hacia adelante. Se trata de una protrusión
anormal de uno o de ambos ojos debida a la presencia de una masa orbitaria, anomalía vascular o de
un proceso inflamatorio.
Oftalmopatía tiroidea: es la causa más frecuente de exoftalmos tanto bilateral como unilateral en adultos.
La forma típica aparece en pacientes con enfermedad de Graves-Basedow. Este síndrome ocular puede a
parecer en pacientes eutiroideos, hipertiroideos o hipotiroideos como signo más precoz de tirotoxicosis
incipiente.
En la clínica se distinguen dos formas:
a. Tirotóxica (hipersensibilidad a catecolaminas): exoftalmos moderado depresible, asociado a síndrome
hipertiroideo sistémico, mínimo componente de oftalmoparesia, hay edema del contenido orbitario.
b. Maligna (inflamación orbitaria autoinmunitaria: exoftalmos irreductible grave, la función tiroidea puede
ser normal o baja. Hay oftalmoplejía progresiva, edema, hiperpigmentación palpebral, quemosis,
neuropatía óptica y gran infiltración y fibrosis de grasa.
Se puede asociar a síndrome de retracción palpebral (signo de Dalrymple). El diagnóstico se realiza por los
signos clínicos y por las exploraciones complementarias.
En caso de la oftalmopatía maligna -> se trata con corticoides en bolos para el exoftalmos y las alteraciones
de los músculos extroculares.
Celulitis orbitaria: es una inflamación aguda de los tejidos orbitarios de etiología infecciosa, generalmente
propagada desde los senos paranasales o de infecciones o heridas en la piel ocular. Más frecuente en la
infancia. Los gérmenes más comunes son: Staphylococcus aureus, Haemophilus influenzae y
estreptococos. En el cuadro clínico se distinguen dos formas: la preseptal en la que la inflamación solo
afecta al tejido palpebral subcutáneo sin alteración de la motilidad ni de la agudeza visual. Y la forma
orbitaria, más grave, en la que existe compromiso de las estructuras de la órbita.
La celulitis orbitaria constituye la causa más frecuente de exoftalmos en la infancia. Hay exoftalmos
unilateral importante, no reductible, edema palpebral, quemosis conjuntival, alteración de la motilidad
ocular, dolor periocular y alteraciones de la visión. Cuando es una enfermedad grave puede dar lugar a
trombosis del seno cavernoso.
El tratamiento consiste en antibiótico terapia intravenosa e ingreso hospitalario.
Tromboflebitis del seno cavernoso: es una complicación grave de infecciones orbitarias y de otras
infecciones regionales (senos paranasales, dientes, garganta, forúnculos faciales).
Clínica: es un cuadro de instauración violenta con exoftalmos rápido, axial y grave, que con frecuencia se
hace bilateral. Asimismo, hay edema palpebral, quemosis, parálisis ocular parcial o total de los NC III, IV y
VI. Dolor ocular y regional.
El paciente presenta afectación general grave. Se trata con antibioticoterapia precoz y enérgica, cultivos de
nasofaringe, de conjuntiva y hemocultivo.
5. APARATO LAGRIMAL
6. CONJUNTIVA
La conjuntiva es una mucosa delgada y transparente que tapiza la superficie interna de los párpados y la
cara anterior de la esclera. Las dos patologías más comunes son la conjuntivitis y las proliferaciones
conjuntivales.
El cuadro clínico de la conjuntivitis consiste en sensación de cuerpo extraño, picor o escozor SIN DOLOR NI
AFECTACIÓN VISUAL. Dentro de los signos clínicos se encuentra hiperemia conjuntival, secreción (purulenta,
serosa o mucosa) y en algunos casos respuesta celular como papilas, folículos o flicténulas.
Conjuntivitis infecciosas:
Conjuntivitis bacterianas: la mayoría de las etiologías bacterianas están producidas por estafilococos que
dan secreción purulenta -> S. aureus (el más frecuente), S. epidermidis (saprófito), S. pneumoniae (en
niños) y H. influenzae (en niños <5 años). Dentro de la clínica cursa con secreción purulenta o
mucopurulenta con formación de lagañas, así como dificultad para despegar los párpados por la mañana.
Hay hiperemia e inyección conjuntival, sensación de cuerpo extraño o picor. No duele ni causa disminución
de la agudeza visual. El tratamiento ideal sería en base a cultivo y antibiograma, pero el resultado es
tardado, se reserva para casos graves, recidivantes o resistentes. Se usan antibióticos en colirio y en
#TogetherIsBetter síguenos en Twitter e Instagram: @enarmemonos
pomada en la noche (sulfacetamida, cloranfenicol, gentamicina, tobramicina o neomicina-polimixina-
bacitracina).
Conjuntivitis del recién nacido:
a. Conjuntivitis gonocócica del recién nacido: aparece entre el 2-4to día del nacimiento con quemosis y
gran producción de pus. Si no se trata puede llegar a ulceración, perforación corneal con pérdida ocular.
Se trata con eritromicina tópica y ceftriaxona sistémica.
b. Conjuntivitis estafilocócica y neumocócica: cuadro clínico similar pero el pus es más amarillento y hay
reacciones ulceronecróticas. Se trata con antibióticos tópicos de amplio espectro.
c. Conjuntivitis herpética: producida en su mayoría por VHS-II. El niño se contagia a su paso por el canal
de parto. Su clínica suele ser inespecífica, pero en ocasiones aparecen erupciones vesiculares o úlceras
palpebrales. Se confirma con PCR. En citodiagnóstico pueden aparecer células multinucleadas gigantes
con inclusiones eosinofílicas (test de Tzanck).
d. Conjuntivitis de inclusión del recién nacido: es provocada por Chlamydia trachomatis a partir de la
infección en el cérvix uterino materno en el parto. Es la causa más frecuente de oftalmia neonatal en
los países occidentales. Aparece de manera más tardía 10-14 día. Es aguda serosa que después se
hace purulenta. Suele haber ataque al estado general. Aparece una hiperplasia papilar con aspecto de
frambuesa. Se diagnostica por frotis conjuntival. Se trata con tetraciclina tópica y eritromicina sistémica.
La profilaxis de la conjuntivitis neonatal se hace actualmente con eritromicina tópica o cloranfenicol tópico,
mucho menos irritante que el nitrato de plata usado antiguamente.
Conjuntivitis por Chlamydia: puede producir distintos cuadros.
- Conjuntivitis de inclusión (Serotipos D-K) del recién nacido o del adulto (la del adulto es de transmisión
sexual. Hay abundante secreción serosa, hiperemia y formación de folículos).
- Tracoma (serotipos A-C): es una queratoconjuntivitis epidémica de evolución crónica con cuatro
estadios: tracoma folicular (fase activa), tracoma intenso (inflamación significativa), cicatrización
tracomatosa y tracoma con triquiasis. El diagnóstico no cuenta con prueba definitiva. Se puede utilizar
la PCR, pero no necesariamente indica presencia de la enfermedad. La prueba más utilizada es la tinción
con Giemsa, pero es poco sensible. La OMS recomienda la estrategia SAFE -> se trata de una estrategia
multidisciplinar que debe dirigirse a toda la comunidad afectada. El tratamiento de elección es la
azitromicina.
Conjuntivitis virales:
a. Fiebre adeno-faringo-conjuntival: producida por adenovirus 3 y 7. Es brusca con malestar general,
faringitis y fiebre. Primero afecta unilateral y después bilateral con hiperemia, secreción serosa y
adenopatías submaxilar y preauricular. No tiene tratamiento específico, se usan antibióticos tópicos
para evitar sobreinfecciones.
b. Queratoconjuntivitis epidémica: provocada por los adenovirus 8 y 19. Sin manifestaciones sistémicas,
pero con mayor afección ocular. A demás de hiperemia, inyección conjuntival, secreción serosa y
adenopatías, pueden aparecer edema palpebral, hemorragias y queratitis punteada. El tratamiento es
sintomático con compresas frías, AINE e colirio y antibióticos para evitar la sobreinfección. No se
emplean colirios con corticoesteroides.
c. Queratoconjuntivitis hemorrágica: producida por picornavirus. Es de instauración brusca con
secreciones serosas, edema palpebral, quemosis, folículos, hiperemia y formación de petequias. Es muy
contagiosa y es necesario aislamiento de los pacientes. Se usan colirios antibióticos para evitar la
sobreinfección bacteriana y AINE tópicos.
Conjuntivitis de etiología inmunitaria:
a. Conjuntivitis alérgica: reacción inflamatoria aguda o crónica de la conjuntiva caracterizada por
quemosis, hiperemia y papilas, provocada por un alérgeno específico, generalmente en primavera. Suele
cursar con fiebre, rinitis, asma o urticaria. Aparece lagrimeo, quemosis, edema conjuntival y palpebral,
secreción serosa y eosinófilos en el frotis. El tratamiento más eficaz es la eliminación del alérgeno.
Mejora con antihistamínicos, vasoconstrictores y corticoesteroides.
#TogetherIsBetter síguenos en Twitter e Instagram: @enarmemonos
b. Conjuntivitis por contacto: utilización de cosméticos, fármacos, lentes, etc. Se trata con corticoesteroides
tópicos.
c. Conjuntivitis vernal: inflamación conjuntival bilateral, rara y recurrente. Sus recidivas son frecuentes en
primavera y verano en pacientes con atopia. Tiene mayor incidencia en niños. Existe aumento de IgE y
mastocitosis a nivel conjuntival.
d. Queratoconjuntivitis flictenular: respuesta de carácter nodular y etiología inmunológica. Cursa con
aparición de flictenas, pequeñas vesículas que estallan y tienden a la curación. Se trata con
corticoesteroides tópicos.
e. Conjuntivitis papilar gigante: aparición de papilas en la conjuntiva tarsal en portadores de pupilentes.
f. Conjuntivitis químicas: actualmente son raras. Antes la causaba el nitrato de plata de la profilaxis
neonatal.
Proliferaciones conjuntivales:
a. Pinguécula: lesión degenerativa, bilateral, yuxtalímbica, redondeada, amarillenta, elevada, situada más
frecuentemente en la conjuntiva nasal. Es una degeneración de las fibras elásticas subconjuntivales
con depósito de sustancia hialina. A veces se inflama. Su tratamiento es protección con gafas y
sustitutos de lágrimas, si no mejor se requiere cirugía.
b. Pterigión: pliegue triangular de la conjuntiva bulbar que avanza sobre la córnea en el área de la
hendidura palpebral, generalmente del lado nasal, pudiendo llegar hasta el área pupilar. Se considera
riesgo la luz UV, irritantes o sequedad ocular. Suele ser bilateral, relativamente simétrico. Provoca
astigmatismo progresivo, y es posible que afecte la visión si alcanza el área pupilar. Da lugar a irritación
pudiendo producir conjuntivitis. Es probable la recidiva posquirúrgica. El tratamiento es con lágrimas
artificiales, protección con gafas y si continúa o presenta ocupación del eje visual, cirugía.
Tumores conjuntivales:
a. Benignos: nevus (acúmulos de células pigmentadas), angiomas, dermoides (congénitos) y granulomas.
b. Lesiones precancerosas: melanosis (lesión pigmentada y plana que aparece en adultos de forma
brusca).
c. Malignos: carcinoma espinocelular (raro), carcinoma in situ y melanoma maligno.
7. CÓRNEA Y ESCLERÓTICA
Úlceras corneales y queratitis: las queratitis constituyen una serie de cuadros de muy variada etiología,
morfología extensión y gravedad.
Clínica general: en todas las queratitis, la presentación típica es el denominado “ojo rojo grave”
característico de cualquier patología del segmento ocular anterior que conlleve repercusión e inflamación
intraocular.
Hay -> dolor ocular (por el espasmo de músculo ciliar y esfínter del iris), inyección ciliar o periquerática
(vasos profundos y no cede con adrenérgicos) y pérdida de visión (muy variable por la pérdida de la
trasparencia de las estructuras).
Las queratitis característicamente se presentan como una alteración del tejido corneal, lo que implica una
pérdida de su trasparencia y de su regularidad. Cuando se afecta el epitelio corneal se habla de queratitis,
si existe además afección del estroma e infiltrado perilesional se habla de úlcera corneal.
Etiología:
Queratitis infecciosas:
#TogetherIsBetter síguenos en Twitter e Instagram: @enarmemonos
a. Úlceras bacterianas (también llamadas abscesos corneales): se asientan sobre alteraciones epiteliales
previas, generalmente erosiones traumáticas que se sobreinfectan con S. aureus, neumococos,
estreptococos, Pseudomonas, Moraxella. Puede existir mal funcionamiento de la vía lagrimal. Se
relación a ojo seco, lentes de contacto, queratopatías de exposición, diabetes y edad avanzada. Clínica:
cursa con infiltrado estromal con bordes, de aspecto grisáceo y sucio. Presenta reacción de la cámara
anterior con hiperemia periquerática y leucocitos que, por gravedad, se depositan abajo, generando un
hipopión. Puede perforarse y terminar en una pan-oftalmitis. Es un cuadro grave con dolor ocular intenso,
si está afectado el eje visual hay pérdida de la visión. Tratamiento: es preferible la hospitalización para
hacer un buen seguimiento y asegurar la medicación. Se usan colirios de vancomicina y ceftazidima
hasta tener antibiograma. Si el cuadro es grave, pueden administrarse inyecciones subconjuntivales de
los mismos antibióticos. Se emplean midiátricos para prevenir la formación de sinequias y disminuir el
dolor.
b. Úlceras herpéticas: el 95% son producidas por VHS (tipo 1 habitualmente) y 5% por VVZ. La
sintomatología es similar a la de las queratitis bacterianas; pueden aparecer lesiones vesiculadas en el
párpado, la nariz y el área peribucal. Es posible que la úlcera muestre distintos patrones, como imagen
dendrítica, geográfica o punteada, tiñéndose con fluoresceína o rosa de bengala. Tratamiento: se trata
con antivirales tópicos, especialmente el aciclovir, midriáticos para relajar el esfínter y el músculo ciliar
y antibióticos tópicos para prevenir la sobreinfección. CONTRAINDICADO EL USO DE
CORTICOESTEROIDES.
c. Úlceras micóticas: frecuentemente son causadas por Aspergiullus, especialmente tras un traumatismo
vegetal. El foco central de la úlcera es grisáceo, con lesiones satélite. Puede haber hipopión, poco dolor
y poca reacción. Es preciso un diagnóstico de laboratorio. Se tratan con anfotericina B y natamicina en
colirio.
d. Úlceras por Acanthamoeba: parásito productor de infecciones corneales, sobre todo en portadores de
lentes de contacto. Puede producir en la córnea imágenes dendritiformes que inducen errores
diagnósticos. La clínica típica es dolor intenso por afectación de los nervios corneales acompañado de
hiperemia no tan intensa. La certeza diagnóstica se obtiene por cultivo, histología o PCR. El tratamiento
se realiza con biguanidas, propamida, miconazol, neomicina o clorhexidina. La mayoría de estos
pacientes terminan siendo sometidos a trasplante corneal por los leucomas corneales residuales.
Queratitis no infecciosas:
a. Traumáticas: por abrasión o erosión simple, quemadura, cuerpos extraños o erosión recidivante.
b. Químicas: por sustancias tóxicas.
c. Físicas: generalmente causadas por radiaciones ultravioletas (sol, soldadura, etc.)
d. Queratitis por exposición: debido a un mal cierre palpebral, la cornea no se lubrica bien, apareciendo
una úlcera corneal que puede infectarse posteriormente. Se da en el ectropión, en la parálisis facial, y
en la anestesia general o en comas prolongados en los que hay maloclusión palpebral. El tratamiento
es el de la causa, se maneja de manera sintomática con lágrimas artificiales, pomadas lubricantes y
oclusión.
e. Úlceras neuroparalíticas: se producen en córneas anestesiadas tras lesión del trigémino. Mal pronóstico.
Distrofias corneales:
a. Distrofias familiares: son anomalías bilaterales, hereditarias, progresivas, generalmente no dolorosa,
que ocurren sin enfermedades acompañantes. La córnea se degenera y se opacifica. Su único
tratamiento es la queratoplastia.
b. Queratopatía en banda: se desarrolla una opacidad corneal que inicia en el limbo y progresa
centralmente hasta formar una banda horizontal blanco-grisácea situada en la hendidura palpebral, por
depósito de cristales de hidroxiapatita en la membrana de Bowman. Aparece en hipercalcemia, en
tóxicos, en uveítis crónica, en cataratas y en glaucoma. Se trata mediante láser Excimer o EDTA tópico
tras des epitelización corneal.
8. CRISTALINO
Patología de la acomodación:
a. Fatiga: debido a un esfuerzo excesivo por un defecto de refracción mal corregido, el músculo ciliar se
fatiga y, al no contraerse correctamente, el individuo no ve bien de cerca.
b. Parálisis: ruptura del arco reflejo, generalmente en la vía eferente, lo que provoca una dificultad para la
visión cercana. Puede aparecer en la alteración del núcleo de Edinger-Westphal por toxina diftérica o
botulismo.
c. Espasmo: cuando la mirada permanece fija durante varias horas, se produce espasmo, sobre todo en
niños y en amétropes.
Cataratas: una catarata es cualquier opacidad del cristalino, conlleve o no incapacidad funcional. Se
produce por una pérdida de transparencia por degeneración de la cápsula y/o de las fibras cristalinianas
en procesos que alteren la permeabilidad capsular.
a. Catarata congénita: se produce por alteraciones a partir de la 4ta-5ta semana de gestación. Aparecen
al nacer o en los primeros 3 meses. Provocan aproximadamente 10% de las cegueras en edad escolar.
Pueden ser hereditarias (10-25%) que tienen comportamiento familiar y generalmente son bilaterales,
por embriopatías causadas por infecciones intrauterinas sobre todo del primer trimestre (rubéola,
toxoplasmosis y citomegalovirus), pueden ser metabólicas por galactosemia (depósitos de galactosa en
el cristalino) e hipocalcemia, tóxicas, carenciales, cromosomopatías y radiación ionizante. Cuando la
catarata es unilateral tiene mal pronóstico visual porque instaura una ambliopía difícil de tratar. Si es
bilateral, es preferible operar pronto porque sino produce ambliopía grave.
b. Cataratas secundarias: las cataratas pueden aparecer en el curso de enfermedades oculares o
sistémicas.
9. GLAUCOMA
El glaucoma es el conjunto de procesos en los que una presión intraocular elevada produce lesiones que
afectan fundamentalmente al nervio óptico, provocando una pérdida de campo visual que puede llegar a
ser total. El aumento de la PIO puede ser debido a un incremento de la producción de humor acuoso (causa
sumamente rara) o a una disminución de su evacuación -> obstáculo pretrabecular, bloqueo trabecular o
bloqueo postrabecular.
Glaucoma primario de ángulo abierto: es una enfermedad crónica, bilateral, aunque generalmente
asimétrica, en la cual se produce una pérdida irreversible de fibras nerviosas del nervio óptico y alteraciones
de los campos visuales con ángulo de cámara anterior y PIO > 21 mmHg. Es la forma más frecuente de
glaucoma. La miopía elevada, antecedentes familiares y la diabetes son factores de riesgo. Se consideran
patológicos valores de PIO 24 mmHg. En la exploración de un paciente glaucomatoso, además de medir la
PIO, resulta obligada la realización de un campo visual y la valoración de la papila, mediante la realización
de un fondo de ojo.
Patogenia: la presión de perfusión de los capilares que nutren al nervio óptico es de 27 +-3 mmHg, con lo
que bastan pequeños aumentos de la PIO para que quede dificultada su nutrición y se produzca atrofia de
las células de sostén y de las fibras nerviosas, originándose la excavación papilar glaucomatosa.
La excavación se estima oftalmoscópicamente por la relación E/P o cociente entre el diámetro de la
excavación (E) y el diámetro de la papila (P), valorándose entre 0.1-1. Normal es <0.3, 0.3-0.6 sospechoso
y > 0.6 patológico.
Cuadro clínico: la consecuencia funcional de esta destrucción progresiva de fibras nerviosas es la aparición
de lesiones glaucomatosas en el campo visual. Al principio, se producen alteraciones en la zona periférica
y en el área perimacular. Después aparecen el escotoma de Bjerrum (pericentral) y el escalón nasal de
Ronne (escotoma periférico nasal), la reducción del campo a un islote central y a otro temporal, y finalmente
queda un islote temporal y amaurosis.
Diagnóstico: es preciso hacer diagnóstico precoz en todo individuo mayor de 40 años o que presente
factores de riesgo. Se debe sospechar al encontrar una PIO elevada o una alteración de las papilas en un
sujeto asintomático.
Se puede demostrar la pérdida de fibras nerviosas mediante evaluación de los campos visuales o
campimetría, con la valoración de la excavación papilar, o, recientemente, mediante análisis
computarizados de la capa de fibras nerviosas de la retina (tomografía de coherencia óptica; OCT).
Tratamiento: el tratamiento es inicialmente médico. Se utilizan colirios, al inicio solos y después se pueden
combinar.
10. UVEÍTIS
.
La uveítis consiste en una inflamación uveal que cursa con ojo rojo doloroso. En este tipo de cuadros pueden
afectarse la porción anterior de la úvea (iris y cuerpo ciliar) causando uveítis anterior o iridociclitis; o la
porción posterior (coroides) causando una coroiditis (esta última suele ser en conjunto con la retina ->
coriorretinitis). Cuando se afecta la totalidad de la úvea se denomina panuveítis. Esta relación de la
localización se relaciona con su irrigación siendo la úvea posterior irrigada por las arterias ciliares cortas
posteriores y la úvea anterior por las ciliares posteriores y ciliares anteriores largas.
En ocasiones estos cuadros pueden acompañar a otros cuadros sistémicos y en ocasiones pueden
presentarse en situaciones de continuidad (sinusitis, abscesos dentales, etc.).
Uveítis anteriores:
Etiología: la mayoría son idiopáticas y el resto se asocian a procesos sistémicos. Cuando son recurrentes se
asocia a procesos inmunitarios con formación de autoanticuerpos contra el tejido uveal. Las formas
juveniles se asocian a artritis crónica juvenil y por abscesos dentarios. En el adulto se asocia a espondilitis
anquilosante (mayormente asociada), tuberculosis, herpes, artritis reactiva, enfermedad de Behcet, EII,
lupus, sarcoidosis.
Cuadro clínico: el paciente muestra un síndrome ciliar (dolor ocular, fotofobia, blefarospasmo e inyección
periquerática). La irritación del iris determina pupila en Miosis y bradicoria, puede estar tumefacto y con
cambios de coloración por dilatación vascular y sus vasos pueden sangrar causando hipema. Se rompe la
barrera hematoacuosa causando exudados en cámara anterior:
- Fenómeno de Tyndall: a la lámpara de hendidura se ven células flotando en la cámara anterior.
- Hipopión: exudado intenso donde se forma un nivel blanquecino en la cámara anterior.
- Precipitados retrocorneales: normalmente en la zona inferior de la córnea distribuidos en forma de
triángulo.
Pueden establecerse adherencias del iris a las estructuras vecinas (sinequias) -> pueden dificultar el flujo
del humor acuoso causando sinequias de manera secundaria. En formas graves puede haber oclusión
pupilar.
12. ESTRABISMO
Fisiopatología:
a. Movimientos oculares: cada músculo extraocular tiene una posición en la que su acción es máxima, y
que es la que se utiliza para su función. Si un ojo no puede realizar un determinado movimiento hacia
una de las posiciones diagnósticas, el músculo lesionado o parético será el que tenga esa posición
diagnóstica.
Los movimientos del ojo son los siguientes:
- Ducciones: movimientos que ejecuta un solo ojo.
- Versiones: movimientos coordinados de ambos ojos hacia el mismo campo de la mirada.
- Vergencias: movimientos coordinados de ambos ojos hacia distintos campos de la mirada. Son dos,
convergencia y divergencia.
Las situaciones posibles de los ojos desde un punto de vista motor son:
- Ortoforia: perfecto equilibrio entre ambos ojos. Ejes visuales paralelos siempre, fijen o no un objeto.
- Heterotropía o estrabismo: pérdida de paralelismo entre los ejes visuales. Nunca hay fijación bifoveal.
- Heteroforia o foria: estrabismo latente que se mantiene en paralelismo gracias al estímulo de la fusión
en la visión binocular.
La afección ocular por VIH es frecuente y muy variada. En el segmento anterior, la blefaroconjuntivitis de
repetición, los orzuelos, son motivos de consulta en pacientes con buen estado inmunológico. En pacientes
con deterioro ocurren querato-uveítis por herpes zóster muy graves, o abscesos corneales bacterianos o
fúngicos.
Las afecciones del segmento posterior son las más frecuentes y graves. En los infectados sin gran deterioro
es posible encontrar retinocoroiditis (toxoplásmica, sifilítica, candidiásica) que cursando de forma atípica y
muy agresivas.
- La retinitis por CMV es la infección oportunista retiniana más frecuente y la primera causa de pérdida
visual y ceguera. Aparece en <100. La imagen típica en queso y tomate es la consecuencia de una
necrosis retiniana edematosa con hemorragias en llama. Responde bien a ganciclovir.
- La microangiopatía SIDA o retinopatía SIDA constituye la forma más frecuente de manifestación ocular
de infección por VIH. Son pequeños exudados algodonosos, con o sin hemorragias superficiales, que
aparecen alrededor de los troncos vasculares y papila y desaparecen de 4-6 semanas sin dejar
cicatrices. Están producidos por una vasculitis autoinmunitaria, y aunque no entrañan mal pronóstico
visual, si denotan deterioro en la inmunidad del paciente.
- El 20% de los sarcomas de Kaposi en el SIDA tiene afectación ocular (párpados, conjuntiva, órbita) y la
mayoría de ellos en el curso de una forma diseminada, de muy mal pronóstico.
Protozoos:
a. Acanthamoeba: produce queratitis en portadores de lentes de contacto.
b. Enfermedad de Chagas: producida por Trypanosoma cruzi. Da lugar a edema palpebral y periorbitario.
Se trata con nifurtimox o bendzidazol.
c. Leishmaniasis: inflamación ocular o periocular cuando la inoculación se causa cerca del ojo.
d. Paludismo: en las formas graves, cuando hay afección cerebral puede existir isquemia retiniana,
hemorragias, exudados blandos y papiledema.
e. Toxoplasmosis: la afectación ocular se produce como consecuencia de la primoinfección materna
durante el embarazo. Es importante utilizar corticoesteroides en el manejo para disminuir el daño a la
retina.
Helmintos:
a. Loasis: causada por Loa loa. Las larvas y el gusano pueden inducir patología ocular. El tratamiento
consiste en extraer el gusano adulto y eliminar las microfilarias con dietilcarbamacina.
b. Oncocerquiasis: responsable de la llamada ceguera de los ríos. Requieren de la presencia de grandes
cursos de agua para desarrollo de sus larvas. Producen picor intenso y áreas de hipopigmentación de la
piel. En el ojo pueden producir queratitis, uveítis, glaucoma y neuritis óptica. Se trata con ivermectina.
c. Toxocariasis: cuando alcanzan el ojo, estos parásitos pueden producir una Endoftalmitis crónica o
granuloma del polo posterior. Producen leucocoria. Se trata con tiobendazol y corticoesteroides.
Reanimación neonatal: la frecuencia cardíaca es el dato más importante -> marca el inicio y el progreso de
la reanimación. La reanimación tiene una secuencia de pasos:
1. Evitar la pérdida de calor: secado, toallas y calor radiante.
2. Si hay signos de depresión neonatal: garantizar la permeabilidad de la vía aérea -> posición neutra o de
olfateo. Después hay estimulación táctil del bebé frotando o golpeando con suavidad palmas, plantas o
dorso del neonato. Aspiración de secreciones oronasofaríngeas -> de preferencia en situación de
compromiso.
3. Si la FC está <100 o tuviera apnea/respiración dificultosa a los 30 segundos -> ventilación con presión
positiva intermitente. Es recomendable la monitorización de la saturación de oxígeno y de la frecuencia
cardíaca mediante pulsioximetría.
4. Si después de 30 segundos la FC continúa <60 lpm -> masaje cardíaco (la técnica más efectiva es la de
los dos pulgares). La relación compresión/ventilación óptima es de 3:1.
5. Pasados 30 segundos de masaje cardíaco, si FC continúa <60 lpm -> adrenalina. Preferentemente por
vía intravenosa. Puede utilizarse intratraqueal mientras se consigue un acceso vascular.
En el momento del parto, se recibe al bebé con una toalla sujetándolo ppor la nunca y las extremidades
inferiores y en un plano igual o ligeramente inferior a la paciente (menos de 20 cm). Para evitar
transfusiones feto-placentarias o sobrecarga hemática. Se recomienda pinzar el cordón umbilical al
nacimiento y debe ser ligado cuando deje de latir (1-3 minutos).
Reanimación en situaciones especiales:
a. Líquido amniótico teñido de meconio: si el LA está teñido de meconio hay que estar alerta ante la
posibilidad de una aspiración del mismo por parte del bebé. Después del parto se debe de ver si el bebé
está deprimido o no para continuar con el algoritmo de reanimación.
b. Recién nacido prematuro <30 SDG: mayor probabilidad de que el bebé necesite algún tipo de técnica
de reanimación. Para evitar hipotermia se recomienda introducir al neonato en bolsa plástica. Si hay
dificultad respiratoria, se intuba al RN y se le administra surfactante intratraqueal. Si no hay datos de
dificultad respiratoria, se aplica precozmente presión positiva mediante una CPAP nasal (evitar el
colapso alveolar).
Patología umbilical: el cordón umbilical normal está formado por tres vasos (dos arterias y una vena), restos
de la vía urinaria y digestiva primitivas (alantoides, conducto onfalomesentérico, uraco) y la gelatina de
#TogetherIsBetter síguenos en Twitter e Instagram: @enarmemonos
Wharton (rica en células madre), todo esto envuelto en una vaina de origen amniótico. El cordón se cae de
forma natural antes de los 7-14 días de vida. Retraso superior al mes: sospechar inmunodeficiencias
primarias o infección.
Dentro de las malformaciones umbilicales:
a. Arteria umbilical única: 0.5-1% de los RN. Se suele asociar a malformaciones urológicas o
cardiovasculares.
b. Anomalías del uraco: el uraco es el conducto que comunica el cordón umbilical con la vejiga durante la
vida intrauterina -> pasa a fibrosarse y formar el ligamento umbilical interno. Se puede asociar: sinus,
quiste, divertículo y persistencia del uraco. Suelen manifestarse como masa umbilical, dolor, eritema y
ombligo húmedo. Sinus y persistencia → emiten orina. Puede haber ITU. Es útil el USG y fistulografía
para el diagnóstico y se tratan quirúrgicamente.
c. Persistencia del conducto onfalomesentérico: es una comunicación entre la pared abdominal y la luz
intestinal en vida fetal que se oblitera y se cierra. La patología más común es el divertículo de Meckel
(parte proximal permanece abierta). Cuando está abierto todo el conducto -> ombligo húmedo con
meconio y heces, sale material bilioso y/o fecaloideo. Se diagnostica por fistulografía y se trata
quirúrgicamente.
d. Granuloma umbilical: es secundario a una mala cicatrización de la herida del cordón umbilical al
desprenderse. Se manifiesta como masa de tejido de granulación, húmeda, rosada y blanda que puede
ser sésil o pediculada. Se trata con cauterización con nitrato de plata hasta su eliminación.
e. Pólipo umbilical: es un resto del conducto onfalomesentérico o del uraco. Se observa mucosa digestiva
o urinaria ectópicas. Se trata de masa dura, roja brillante y con secreción. Se trata quirúrgicamente.
f. Hernia umbilical: es una masa umbilical recubierta de piel consecuencia de un anillo umbilical débil.
Puede contener epiplón, intestino delgado y grueso. El diagnóstico es clínico. La mayoría de los casos
es una hernia reducible y la incarceración es rara. La recomendación es el cierra quirúrgico en las que
no hayan desaparecido al alcanzar los 2 años de edad o sean >1.5 cm de diámetro.
g. Onfalocele: defecto congénito con eventración de vísceras abdominales a través del anillo umbilical.
Estas vísceras están recubiertas por un saco formado por amnios y peritoneo. Además de asas
intestinales puede tener hígado, bazo y gónadas. Con frecuencia en cromosomopatías y malformaciones
orgánicas. Pueden diagnosticarse prenatalmente por ecografía o aumento de AFP sérica en la gestación.
El pronóstico no es malo. En los onfaloceles grandes puede haber dificultad respiratoria. El tratamiento
es quirúrgico con reducción del contenido visceral y cierre del defecto.
h. Gastrosquisis: defecto congénito de la pared lateral paraumbilical (más frecuente derecho). Se eventran
las asas intestinales no recubiertas por peritoneo. Es rara la presencia de otras vísceras abdominales.
El intestino en contacto con LA aparecerá inflamado y su función está alterada por lesión tanto mucosa
(malabsorción) y muscular (dismotilidad). Pronóstico está muy comprometido por desarrollo de síndrome
de intestino corto. El tratamiento es quirúrgico con reintroducción del paquete intestinal dentro de la
cavidad abdominal en uno o dos tiempos. Se debe evitar el desarrollo de síndrome compartimental
abdominal.
La onfalitis es una infección de la base del cordón umbilical y los tejidos circundantes (celulitis). En la
mayoría de los casos es polimicrobiana, S. aureus es el patógeno más común. También pueden causarla:
S. epidermidis, E. coli, Bacteroides, Clostridium. El principal factor de riesgo es no seguir las prácticas de
higiene del cordón umbilical. Lavado de manos previo manipulación y rápido contacto piel-piel -> favorece
colonización por microbiota normal. Infección tópica con alto riesgo de sistémica debido a que los vasos
umbilicales permanecen permeables los primeros días. Se manifiesta como eritema y endurecimiento
periumbilical. Puede haber secreción purulenta o sanguinolenta de mal olor. Si hay clínica sistémica se debe
sospechar extensión local o sepsis. Puede complicarse con: trombosis de la vena umbilical, abscesos
hepáticos y peritonitis. El tratamiento requiere antibioticoterapia intravenosa de amplio espectro si el área
es >0.5 cm. Se inicia tópica si el diámetro es <0.5 cm. Si se complica con fascitis necrotizante -> cirugía.
Patología neurológica neonatal:
#TogetherIsBetter síguenos en Twitter e Instagram: @enarmemonos
Encefalopatía hipóxico-isquémica: la EHI es la lesión cerebral secundaria a un/os evento/s de asfixia
perinatal, que en el 90% tiene lugar alrededor del nacimiento. La presencia de un evento asfíctico perinatal
puede sospecharse cuando: pH en sangre arterial de cordón umbilical <7, Apgar <3 a los 5 minutos y
alteraciones neurológicas y/o multiorgánicas.
Indicadores de riesgo de asfixia perinatal: alteración de los movimientos fetales, prueba sin estrés, perfil
biofísico anómalo, FCF alterada, pH cuero cabelludo fetal bajo, LA meconial, parto prolongado, distocias,
anemia fetal, malformaciones fetales, oligohidramnios, EHAE, uso de oxitocina.
Clínica: es imprescindible evidenciar signos y síntomas de encefalopatía aguda desde el nacimiento. La
clínica de la EHI no es estable, si no cambiante con la evolución.
Los principales signos y síntomas son: disminución del estado de alerta y el despertar, anomalías del tono
muscular y las respuestas motoras, alteraciones de reflejos OT y convulsiones.
Para la evaluación se han utilizado distintas escalas. La más antigua es Sarnat, aunque actualmente se
recomienda el uso de García-Álix por ser más práctica (más breve y solo parámetros clínicos, no
neurofisiológicos).
a. Leve: estado de alerta normal, hipotonía global, respuestas motoras normales o ligeramente
disminuidas con reactividad normal o hiperexcitabilidad, ROT aumentados, temblores y mioclonías.
b. Moderada: letargia o estupor, hipotonía global, respuestas motoras disminuidas pero de calidad normal,
ROT disminuidos, reflejos arcaicos débiles. Posterior a los 3 días puede haber convulsiones.
c. Grave: estupor severo o coma, hipotonía global, respuestas motoras ausentes o esterotipadas,
convulsiones y/o estado epiléptico. Los reflejos primitivos están ausentes. Posterior a los 3 días puede
haber disfunción del tallo cerebral.
La ecografía transfontanelar y la RMN son útiles para determinar el momento de la agresión:
- Insulto perinatal agudo pero grave: lesión de ganglios basales, tálamo, hipocampo, tallo y tractos
corticoespinales.
- Insulto perinatal subagudo leve: lesión cortical y de sustancia blanca.
Los hallazgos son compatibles con edema cerebral en las primeras fases de la enfermedad. La ecografía
cerebral ofrece varias ventajas: se puede usar sin necesidad de trasladar al paciente, no hay radiación y es
barata. El EEG en las primeras 6 horas permite ayudar a establecer el pronóstico y orientación del
tratamiento.
La asfixia perinatal también puede causar: daño renal, falla hepática, enterocolitis isquémica y daño
miocárdico con disfunción ventricular.
Diagnóstico: el diagnóstico se establece en un neonato que presenta
- Antecedente perinatal con indicaciones de riesgo de asfixia.
- Signos y síntomas neurológicos desde el inicio con un curso evolutivo cambiante y con hallazgos
compatibles en las pruebas complementarias.
- Evidencia de lesión hipóxico-isquémica a nivel sistémico.
Tratamiento: se debe establecer una estrategia de neuroprotección, por lo que se debe de evitar:
alteraciones de la glicemia, iónicas y del equilibrio ácido-base. Se deme mantener la TA y la oxigenación y
evitar la hipertermia.
Para el tratamiento del edema cerebral es preciso evitar la sobrecarga de volumen (no hay evidencia para
recomendar manitol o esteroides).
La hipotermia inducida ha demostrado ser útil en encefalopatía aguda y severa y en casos seleccionados.
Es importante identificar y tratar las convulsiones -> fenobarbital, DFH y recientemente se utiliza el
midazolam. Está en estudio el uso de EPO y sulfato de magnesio como neuroprotectores.
Pronóstico: su gravedad y los hallazgos los primeros días tienen importancia para establecer su pronóstico.
Si hay datos de lesión en las pruebas de imagen el pronóstico es malo. Se debe de seguir el neurodesarrollo
de estos pacientes en visitas sucesivas, así como evaluar la visión y la audición. Deben ser remitidos a
estimulación temprana y rehabilitación.
Taquipnea transitoria: cuadro de dificultad respiratoria leve y autolimitado. Típico de recién nacido
pretérmino tardío o a término. Puede acompañarse o no de hipoxemia.
La taquipnea transitoria se debe al retraso en la absorción del líquido pulmonar fetal en el momento del
parto, que es dependiente de canales de sodio epiteliales. Estos canales se activan después del nacimiento
en respuesta a un aumento de catecolaminas y corticoides circulantes. Factores de riesgo: cesárea y parto
rápido.
Radiografía de tórax → aumento leve, bilateral y homogéneo de la densidad pulmonar, ingurgitación
perihiliar y líquido inter-cisura + pequeños derrames pleurales.
El tratamiento es de soporte: observación en casos leves, oxigenoterapia en casos moderados,
CPAP/Ventilación mecánica en casos graves. Es prudente el uso de antibioticoterapia empírica hasta
descartar infección.
Evoluciona hasta la resolución completa en 24-27 horas sin dejar secuelas a largo plazo.
Enfermedad de membranas hialinas (Síndrome de dificultad respiratoria Tipo I): enfermedad caracterizada
por dificultad respiratoria precoz, grave y progresiva, con insuficiencia respiratoria (hipoxemia e
hipercapnia). Es típica de recién nacidos pretérmino (especialmente <34 SDG) aunque también puede
darse en neonatos mayores (hijos de madre diabética o nacidos por cesárea).
Los neumocitos tipo II son los encargados de la síntesis de surfactante -> a partir de la 34 SDG. El
surfactante tiene como función mantener abierto el alvéolo al final de la espiración . La enfermedad de
membranas hialinas es secundaria a un déficit cuantitativo y cualitativo de surfactante → se produce un
colapso progresivo de los alvéolos con pérdida de espacio aéreo que se intenta compensar con aumento
del trabajo respiratorio.
Radiográficamente → patrón parenquimatoso retículo-nodular (vidrio despulido), broncograma aéreo y
atelectasia.
El ciclo antenatal de corticoides (betametasona o dexametasona 24 horas/7 días) acelera la maduración
pulmonar y reduce la incidencia de enfermedad de membrana hialina. Se administran siempre que haya
posibilidad de parto prematuro entre la 24-34 SDG.
Calendario vacunal:
3. NEUMOLOGÍA PEDIÁTRICA
Patología congénita respiratoria: la laringomalacia (flacidez congénita de la epiglotis y de apertura
supraglótica) y la traqueomalacia (debilidad de las paredes de la tráquea) son las causas más frecuentes
de estridor congénito -> producen colapso y cierta obstrucción de la vía aérea.
Se manifiestan como estridor laríngeo, habitualmente presente en el nacimiento, aunque puede no
aparecer hasta los 2 meses. Suele ser leve y va desapareciendo con el tiempo. El diagnóstico se realiza por
laringoscopía directa o fibroendoscopía. En el 80% de los casos el proceso se resuelve de manera
espontánea y no precisa tratamiento. Solo si produce síntomas de dificultad respiratoria requiere de
tratamiento quirúrgico.
Infecciones respiratorias altas:
a. Catarro común: cuadro de rinorrea y tos que puede ir acompañado de fiebre sin otra clínica. Es el cuadro
vírico por excelencia, suele estar causado por rinovirus.
b. Faringoamigdalitis: cuadro agudo de inflamación faringoamigdalina que cursa con fiebre y odinofagia.
El signo principal es el enrojecimiento de las amígdalas y la faringe y la aparición de exudados. Puede
aparecer edema, petequias del paladar, aftas. Puede ser de etiología viral o bacteriana.
La faringoamigdalitis vírica aparece principalmente en menores de 3 años y puede estar producida por
distintos virus y asociarse a rinitis, tos, aftas o diarrea. Solo precisa tratamiento con antipiréticos y
abundantes líquidos.
La faringoamigdalitis bacteriana -> hay que tener en cuenta al estreptococo betahemolítico del grupo A
(S. pyogenes), que es la bacteria más frecuente. Es más frecuente en mayores de 3 años. Es un cuadro
muy agudo con odinofagia intensa y fiebre alta de inicio brusco. Hay adenopatías cervicales dolorosas a
la palpación, exudado pultáceo o aparición de petequias en paladar. El diagnóstico definitivo se realiza
con la toma de cultivo de exudado faríngeo positivo para estreptococo. Si se sospecha de esta etiología
se debe de emplear tratamiento antibiótico, mejora el cuadro y previene la aparición de complicaciones
supurativas locales y no supurativas sistémicas. Se emplea penicilina oral -> es el más efectivo (por 10
días). En caso de alergia se emplean macrólidos.
En esta enfermedad puede aparecer un cuadro exantemático con micropápulas eritematosas que dan
tacto rasposo y enrojecimiento de las papilas de la lengua -> escarlatina.
La principal complicación es la fiebre reumática.
c. Sinusitis (rinosinusitis): se define como la inflamación de la mucosa que tapiza tanto las fosas nasales
como los senos paranasales. La base del proceso es una obstrucción que dificulta la ventilación y
drenaje del seno paranasal, provocando baja de oxígeno y favoreciendo el crecimiento bacteriano.
En las rinosinusitis agudas los microorganismos más implicados son: neumococo, H. influenzae y M.
catarrhalis. En las rinosinusitis crónica adquieren importancia los anaerobios.
La clínica puede no distinguirse de un cuadro catarral persistente con rinitis y congestión, tos que suele
empeorar al estar acostado y durante la noche, fiebre. La cefalea, dolor mandibular o maxilar también
son frecuentes.
#TogetherIsBetter síguenos en Twitter e Instagram: @enarmemonos
En los niños el seno etmoidal es el más afectado frecuentemente. Presenta un diagnóstico meramente
clínico, ante un cuadro compatible. Los estudios radiológicos no están indicados de forma generalizada,
pero se puede valorar realizar TAC ante duda.
En el tratamiento la base es la antibioticoterapia (amoxicilina a altas dosis o amoxicilina + ácido
clavulánico) por 10-14 días. Para mejorar la ventilación de los senos -> aseos nasales, aerosoles,
vasoconstrictores, corticoesteroides inhalados. Se añaden analgésicos y antiinflamatorios.
Complicaciones: a) Orbitarias: más frecuentes. Pueden ser celulitis preseptal, celulitis orbitaria y
trombosis del seno cavernoso. b) Intracraneales: meningitis es la más frecuente (etmoidal o esfenoidal)
y el absceso epidural la segunda complicación más habitual.
d. Otitis media aguda: infección aguda de las cavidades del oído medio. Suele ser bacteriana y causada
por: neumococo, H. influenzae, M. catarrhalis, S. pyogenes. La vía de propagación más común es la
tubárica, con diseminación desde infecciones del tracto respiratorio superior. La mayor incidencia se
presenta entre 6m – 3a. Esto es debido a una peor función tubárica y a la presencia de un reservorio de
bacterias patógenas en rinofaringe por hipertrofia adenoidea.
El tratamiento se lleva a cabo mediante antibioticoterapia sistémica empírica de amplio espectro; en
general, dosis altas de amoxicilina o amoxicilina + ácido clavulánico. En pacientes alérgicos se emplean
macrólidos. Cuando se ha producido la perforación timpánica, es posible añadir antibioticoterapia
tópica.
Laringitis: es la obstrucción de la vía aérea superior, caracterizada por la presencia en grado variable de tos
perruna, afonía, estridor y dificultad respiratoria. Este cuadro denominado “crup” se ha dividido en viral y
en crup espasmódico.
a. Crup viral: está causada por virus parainfluenza (típicamente PI-1), influenza A/B, VSR, adenovirus y
rinovirus. Rara vez ocurre por micoplasmas. Es más frecuente en otoño. Se presenta con antecedente
de catarro de vías altas de 2-3 días de evolución, apareciendo posteriormente de forma progresiva la
clínica del crup con tos perruna, afonía, estridor de predominio nocturno y dificultad respiratoria variable
con empeoramiento nocturno. La infección puede progresar, dando lugar a laringotraqueobronquitis.
El tratamiento consiste en: oxigenoterapia si hay hipoxemia/dificultad respiratoria, dexametasona
VO/IM/IV que constituye el tratamiento de elección, adrenalina nebulizada en casos moderados –
graves, en casos de gravedad y falta de respuesta se puede requerir ventilación mecánica. El ambiente
húmedo y frío se usa de manera empírica.
b. Crup espasmódico: es una hiperreactividad laríngea ante estímulos inespecíficos. Su etiología se
desconoce, se asocian factores como estrés, atopia, ERGE y antecedente de crup viral. Tiene una
presentación brusca y nocturna. El niño se despierta agitado, con tos metálica, estridor inspiratorio y
dificultad respiratoria. El tratamiento es el mismo que en el crup viral.
Epiglotitis: los principales responsables de esta patología son S. pyogenes, S. pneumoniae y S. aureus. El
agente clásico es H. influenzae tipo B que ha sido relegado desde la instauración de la vacuna específica.
Suele aparecer en niños de 2-6 años.
Se manifiesta con un cuadro de fiebre alta, aspecto séptico, babeo, dificultad respiratoria y estridor
inspiratorio. Empeora con el llanto y el decúbito haciendo que el niño permanezca en posición de trípode.
No suele existir tos, ni afonía y el estridor es leve. Su progresión a shock puede ser rápida -> cianosis,
deterioro mental y muerte.
Para el diagnóstico: se debe evitar la manipulación de la cavidad oral y de la faringe (si llora favorece
obstrucción), realizar examen laríngeo en el quirófano (visualización de epiglotis grande, hinchada, color
rojo cereza) -> se procede a intubación para asegurar vía aérea. En laboratorio se encuentra leucocitosis y
elevación de los reactantes de fase aguda.
El tratamiento consiste en establecer una vía aérea artificial mediante intubación, antibióticos de amplio
espectro (ceftriaxona/cefotaxima/ampicilina-sulbactam) por 7-10 días. Los corticoesteroides pueden ser
beneficiosos.
4. GASTROENTEROLOGÍA PEDIÁTRICA
Patología congénita:
Atresia y fístula traqueoesofágica: la clasificación más utilizada para esta malformación es la de Ladd, que
la divide en cinco tipos: tipo 1 -> atresia sin fístula, tipo 2 -> fístula proximal y atresia distal, tipo 3 -> atresia
proximal y fístula distal (más común en 85% de los casos), tipo 4 -> doble fístula y tipo 5 -> fístula sin atresia.
Se debe sospechar esta patología ante los siguientes síntomas:
- Antecedente de polihidramnios (por la imposibilidad del feto para deglutir el LA).
- Imposibilidad para pasar una sonda nasogástrica en el paritorio.
- Salivación excesiva.
- Cianosis y atragantamiento con las tomas.
Si existe fístula distal, aparecerá una distensión abdominal importante por el paso de aire desde la vía
aérea, mientras que, si no hay fístula distal, el abdomen estará excavado. Las fístulas sin atresias (en H)
se manifiestan como neumonías recurrentes.
En aproximadamente 30-50% de los casos, aparece asociada a otras anomalías, siendo las más frecuentes
las cardíacas, y puede formar parte de la asociación VACTERL.
El diagnóstico se realiza ante la sospecha clínica e incapacidad para pasar la sonda nasogástrica, la
radiografía de abdomen muestra una sonda enrollada en el bolsón esofágico, si hay fístula distal el
estómago estará lleno de aire.
El tratamiento es quirúrgico; la complicación posquirúrgica más frecuente es el reflujo gastroesofágico.
Hernias diafragmáticas congénitas:
a. Hernia de Bochdalek: es el tipo de hernia diafragmática más frecuente, sobre todo izquierda y posterior.
Es consecuencia de una alteración en el cierre de los canales pleuroperitoneales posterolaterales. La
mayoría de los pacientes asocian malrotación intestinal con hipoplasia pulmonar (secundaria a la
invasión del hemitórax por contenido abdominal). En su clínica se manifiesta como cianosis, depresión
respiratoria posnatal, hipertensión pulmonar, cavidad abdominal excavada y desplazamiento del latido
cardíaco a la derecha.
El diagnóstico prenatal se puede realizar mediante ecografía y en el posnatal con radiografía de tórax.
Su tratamiento inicial consiste en estabilización de la hipertensión pulmonar (hiperventilación
5. CARDIOLOGÍA PEDIÁTRICA
Fisiología cardiaca: cambios circulatorios neonatales.
En el sistema cardiovascular intraútero, la sangre oxigenada procedente de la placenta llega al feto
mediante la vena umbilical 50% penetra el hígado y el resto llega directo a la VCI. En ambos casos termina
en aurícula derecha donde:
a. La mayoría se va a la aurícula izquierda por el foramen oval.
b. Pequeña parte pasa al ventrículo derecho -> arteria pulmonar -> conducto arterioso -> aorta (para evitar
que grandes cantidades de sangre lleguen al pulmón en desarrollo).
#TogetherIsBetter síguenos en Twitter e Instagram: @enarmemonos
Después del nacimiento se producen una serie de cambios de circulación: cuando inicia la respiración por
primera vez, se ocasiona una disminución en la resistencia del flujo sanguíneo hacia los pulmones.
- Cierre de foramen oval: por ausencia de flujo sanguíneo umbilical, disminución de resistencia vascular
auricular y aumento de RVS se produce su cierre.
Todas las estructuras vasculares características del feto empiezan a obliterarse: la vena umbilical ->
ligamento redondo, arteria umbilical -> ligamento umbilical lateral, conducto arterioso -> ligamento
arterioso, conducto de Arancio -> ligamento venoso, alantoides -> uraco y el conducto onfalomesentérico
puede formar un divertículo de Meckel.
Tras el nacimiento, los principales cambios que se producen para adquisición de circulación extrauterina
son: cierre del forman oval antes del tercer mes y cierre del conducto arterioso de 10-15 horas de vida.
Cardiopatías congénitas: suelen ser de origen multifactorial, aunque del 5-10% aparecen en contexto de
síndromes polimalformativos (cromosomopatías, enfermedades monogénicas, etc.).
- Cardiopatía congénita más frecuente a nivel mundial: comunicación interventricular.
- Cardiopatía congénita más frecuente en México: conducto arterioso persistente (DAP).
- Cardiopatía cianótica más frecuente en recién nacido: transposición de grandes vasos.
- Cardiopatía cianótica más frecuente en mayores de 1 año: tetralogía de Fallot.
- En síndrome de Down la malformación más común es el canal AV.
Generalidades: las cardiopatías congénitas pueden producir síntomas desde el nacimiento o en las
primeras horas de vida, en la niñez o incluso debutar en la edad adulta.
En muchas cardiopatías congénitas suele ser su repercusión sobre el árbol vascular pulmonar y las
cavidades derechas la que marca la evolución clínica y los síntomas más predominantes, así como el
pronóstico. La sobrecarga del trabajo del miocardio facilita el desarrollo de arritmias. Por otra parte, las
cicatrices de las incisiones realizadas en intervenciones quirúrgicas son un sustrato ideal para
mantenimiento de circuitos de reentrada auriculares (aleteo o flutter) o ventriculares (TV).
La ecocardiografía bidimensional es muy útil para el diagnóstico de cardiopatías congénitas, incluso
prenatal.
Clasificación:
1. Acianóticas:
a. Flujo pulmonar normal o disminuido: con hipertrofia de ventrículo derecho (estenosis pulmonar) o
con hipertrofia de ventrículo izquierdo (coartación aórtica, estenosis aórtica).
b. Flujo pulmonar aumentado: con hipertrofia de ventrículo derecho (CIA) o con hipertrofia de ventrículo
izquierdo/mixta (CIV, conducto arterioso persistente).
2. Cianóticas:
a. Flujo pulmonar normal o disminuido: con hipertrofia de ventrículo derecho (Fallot, anomalía de
Ebstein) o con hipertrofia de ventrículo izquierdo (atresia tricúspidea).
b. Flujo pulmonar aumentado: con hipertrofia de ventrículo derecho (transposición de grandes vasos,
drenaje venoso pulmonar anómalo y síndrome de ventrículo izquierdo hipoplásico) o con hipertrofia
de ventrículo izquierda/mixta (tronco arterioso, ventrículo único)
Clínicamente es importante reconocer si existe o no cianosis, sobrecarga de cavidades izquierdas o
derechas y si hay un exceso o un defecto de flujo hacia el lecho arterial pulmonar.
- Las cardiopatías congénitas con hiperaflujo (plétora) pulmonar (shunt I-D) pueden producir infecciones
respiratorias recurrentes, signos y síntomas de insuficiencia cardíaca a hipertensión pulmonar. La
hipertensión pulmonar al inicio es un proceso pasivo pero con el tiempo aparecen cambios
anatomopatológicos en las arteriolas pulmonares. En casos avanzados, el aumento de presión del
circuito derecho puede superar al izquierdo, invirtiendo el shunt a D-I apareciendo cianosis por el paso
de sangre venosa al circuito sistémico (fisiología de Eisenmenger).
Cuando está contraindicada la cirugía correctora, los pacientes pueden recibir tratamiento específico
para la hipertensión pulmonar: antagonistas de endotelina (bosentán, sitaxentán), inhibidores de la
fosfodiesterasa (sildenafilo, tadalafilo), prostaciclinas (epoprostenol) o una combinación de ellos.
#TogetherIsBetter síguenos en Twitter e Instagram: @enarmemonos
- Las cardiopatías congénitas cianóticas (con o sin hipoaflujo pulmonar) constan de un cuadro dominado
por la hipoxemia y cianosis. En casos graves puede ser rápidamente mortal, pero en condiciones menos
graves puedo originar síndrome de hipoxemia crónica. En algunos casos pueden aparecer crisis
hipoxémicas agudas (Fallot).
Para el tratamiento del síndrome de hiperviscosidad, la eritroféresis puede ser de utilidad al mejorar los
síntomas si el HTO es mayor de 65% pero no debe realizarse más de tres veces al año.
Cardiopatías congénitas acianóticas con cortocircuito arteriovenoso I-D (izquierda – derecha):
a. CIA y canal AV: la CIA es un defecto del tabique interauricular que comunica las dos aurículas entre sí.
Puede dividirse en tres grupos: ostium secundum (más frecuentes, meidoseptal), ostium primum (se
considera como forma parcial de canal AV común) y tipo seno venoso (en desembocadura de vena cava
superior, rara). El canal AV completo comprende CIA ostium primum + CIV basal y válvula AV común
pasando sangre libre entre 4 cavidades -> shunt D-I y cianosis (común en síndrome de Down). Algunos
autores consideran 4to grupo a las anomalías del seno coronario. La CIA establece un shunt I-D a nivel
auricular, con sobrecarga del circuito pulmonar y de las cavidades derechas.
Clínica: la mayoría son asintomáticas descubriéndose por casualidad en el estudio por soplo. El
hiperaflujo pulmonar aumenta las infecciones respiratorias. Según el grado del shunt I-D llegan a
desarrollar hipertensión pulmonar + insuficiencia cardíaca (generalmente en adultos). En el canal AV
hay insuficiencia cardíaca y cianosis precoz.
Estudios: en el ECG del ostium secundum hay sobrecarga de ventrículo derecho, con eje derecho y
bloqueo de rama derecha. En el ostium primum el eje izquierdo y en ocasiones se asocia a bloqueo AV.
La ecocardiografía es la técnica de elección para el diagnóstico y seguimiento de la CIA (ECOTE es
especialmente valiosa para describir la anatomía). El cateterismo se emplea ante duda diagnóstica o
para estudiar lesiones asociadas o hipertensión pulmonar grave y terapéutico para cierre percutáneo.
Pronóstico y tratamiento: la mayoría de las CIA tipo ostium secundum cierran espontáneamente al
primer año. La corrección se recomienda entre 3-6 años de edad si el cortocircuito es importante, si
existe sobrecarga ventricular derecha, hipertensión pulmonar o embolias paradójicas. Actualmente es
de elección el cierre percutáneo mediante oclusor septal de Amplatzer. En caso de requerir cirugía se
hace un cierre con sutura directa o con colocación de parche si es grande.
En el ostium primum hay que reparar la válvula mitral hendida con recambio valvular.
El canal AV común debe intervenirse de forma precoz (antes de los 6 meses): corrección de CIA, CIV y
de válvulas AV.
b. Comunicación interventricular (CIV): es la presencia de un defecto en el tabique interventricular que
permite la comunicación entre ambos ventrículos. Puede ser único o múltiple y presentarse aislado o
asociado a otras cardiopatías. El septo interventricular tiene 4 porciones (membranoso, de entrada,
trabeculado e infundibular). Los defectos más frecuentes son en el septo membranoso.
Clínica: en los defectos pequeños no hay repercusión clínica, en los grandes el shunt I-D de alta presión
origina hiperaflujo pulmonar. Las CIV pequeñas pueden presentar soplo sistólico. En las grandes puede
existir insuficiencia cardíaca desde la primera infancia.
Estudios: ECG -> puede mostrar hipertrofia ventricular y auricular izquierda, Rx -> cardiomegalia con
plétora pulmonar, Ecocardiografía y RMN -> muestra la amplitud y número de CIV y el cateterismo -> no
suele realizarse (solo en dudas).
Pronóstico y tratamiento: del 30-50% de las CIV pequeñas cercanas al ápex se cierran espontáneamente
en el primer año de vida. Pueden ser útiles los IECA mientras sucede el cierre espontáneo. La cirugía
está indicada (cierre del defecto con un parche) entre los 3-9 meses: en pacientes sintomáticos
(insuficiencia cardíaca, disfunción o dilatación ventricular y retraso del crecimiento).
Cortocircuitos desde la aorta al circuito derecho:
a. Aneurisma de un seno aórtico: se forma por debilidad de la pared de la aorta proximal y se suele romper
en la tercera o cuarta década de la vida. Se diagnostica por ecocardiografía.
8. ONCOLOGÍA PEDIÁTRICA
Los tumores en la infancia constituyen la segunda causa de muerte en edades entre 1-14 años. Por orden
de frecuencia, son los siguientes: leucemias (patología oncológica más frecuente en la infancia), tumores
del sistema nervioso (neoplasias sólidas más comunes en la infancia -> astrocitoma, meduloblastoma
cerebeloso) y linfomas -> los 3 principales.
Otros: sistema nervioso simpático (neuroblastomas), tumores óseos, sarcomas de partes blandas, tumores
renales, de células germinales y retinoblastoma.
Leucemia: es la neoplasia más frecuente en la infancia. El 97% son agudas (77% linfoblásticas y 20%
mieloblásticas) y el resto son LMC. Se conocen factores de riesgo para padecer leucemia:
a. Factores genéticos: Down, Fanconi, ataxia-telangiectasia, Schwachman, Bllom, NF, Turner, Klinefelter,
Li-Fraumeni.
b. Factores ambientales: radiación ionizante, edad avanzada de la madre, benceno, hidrocarburos y
pesticidas, gemelo con leucemia, alquilantes y Nitrosureas.
La “leucemia reciente” se caracteriza por presentar una población pequeña de células leucémicas
generalmente limitada a la médula ósea. Al inicio, la clínica es inespecífica -> cansancio, dolores óseos,
artralgias, fiebre persistente. Cuando aumenta el número de células, se produce una afección de órganos y
aparecen síntomas de fallo medular -> síndrome anémico, síndrome neutropénico (fiebre e infecciones),
síndrome purpúrico, síndrome infiltrativo y manifestaciones metabólicas (síndrome de lisis tumoral).
Ante la sospecha, se debe realizar una biometría hemática con extendido de sangre periférica, QS, tiempos,
aspirado de médula ósea y LCR.
El tratamiento dependerá del tipo de leucemia y del riesgo estimado de cada paciente. El tratamiento consta
de varias fases:
- Inducción a la remisión: erradicar todas las células de la médula ósea.
#TogetherIsBetter síguenos en Twitter e Instagram: @enarmemonos
- Consolidación: se centra en el SNC.
- Mantenimiento: fase prolongada.
Los factores de mal pronóstico en leucemias son: menor de 1 año, mayor de 10 años, hiperleucocitosis al
diagnóstico, hipodiploidías o filadelfia positivo, respuesta lenta al tratamiento inicial.
Tumores del sistema nervioso central: constituyen la segunda neoplasia maligna más frecuente en la
infancia. Presentan alta mortalidad y morbilidad. Los más comunes son los astrocitomas, seguidos del
meduloblastoma. Existen condiciones ambientales (radiaciones) y enfermedades genéticas asociadas a
mayor predisposición de este tipo de tumores (Cowden, Li-Fraumeni, NF-1, NF-2, esclerosis tuberosa,
Turcot).
Las manifestaciones clínicas dependen de la localización, del tipo de tumor y de la edad del paciente.
- Los cambios de personalidad y alteración del lenguaje o de las capacidades mentales pueden preceder
a los signos y síntomas clásicos.
- La cefalea en el niño pequeño, que no cede con analgesia, predomina en la mañana y se asocia a
vómitos o pérdida de peso debe hacer sospechar.
- En ocasiones, los tumores que obstruyen el flujo de LCR, pueden ocasionar síndrome de HIC con cefalea,
náuseas, vómitos y edema de papila.
- Los tumores de línea media o infratentoriales pueden dar HIC, alteraciones de la marcha y del equilibrio.
- Cuando el tumor afecta el tronco encefálico se pueden dar parálisis de pares craneales y deficiencias
de neurona motora superior.
- Los tumores supratentoriales producen déficit focales, debilidad, alteraciones motoras y convulsiones.
El diagnóstico se realiza con anamnesis completa, exploración pediátrica y neurológica completa y de ser
posible oftalmológica. La RMN es la prueba diagnóstica de elección.
a. Astrocitoma: son los tumores cerebrales más frecuentes. Se clasifican como: astrocitomas de bajo grado
(habituales e indolentes -> astrocitoma pilocítico juvenil y fibrilar). En todos los de bajo grado la resección
quirúrgica es el tratamiento de elección. Si es parcial, se realiza segunda cirugía. Existen astroctiomas
malignos poco habituales en la infancia: astrocitoma anaplásico y glioblastoma multiforme que se tratan
con cirugía, radioterapia y quimioterapia.
b. Meduloblastoma: forma parte de los PNET siendo el más habitual. Se localiza preferentemente en el
cerebelo, especialmente en el vermis. Produce clínica de HIC y disfunción cerebelosa (ataxia, dismetrías,
disdiadococinesias, alteraciones de la marcha). Se diagnostica por RMN/TC asociada a punción lumbar;
suele ser una masa sólida y homogénea que realza con el contraste. El tratamiento es multimodal y
varía en función del protocolo: cirugía, asociada a radioterapia craneoespinal y quimioterapia.
Masas abdominales: las masas abdominales malignas en la infancia incluyen un variado grupo de tumores.
Cualquier masa abdominal en el niño se debe considerar maligna hasta que se demuestre lo contrario.
En primera instancia, se llevará a cabo al menos una radiografía abdominal o una ecografía en todos los
casos que se palpe una masa abdominal y en los casos que, aún sin evidencia de masa, el paciente presente
dolor abdominal persistente, distensión, alteraciones del tránsito intestinal, vómitos persistentes o
hematuria.
Neuroblastoma: es un tumor maligno embrionario del sistema nervioso simpático. Es el tumor sólido
extracraneal más frecuente en la infancia.
La localización más frecuente es el abdomen (70%). Es el tumor abdominal con mayor incidencia en la
infancia. Dentro del abdomen, 50% está en la glándula suprarrenal. Otras localizaciones son: tórax,
mediastino posterior, nasofaringe, retroperitoneales.
Sus manifestaciones clínicas dependen de la localización, de las metástasis a distancia y de la producción
de síndromes complejos.
1. Derivadas de la localización:
a. Abdomen: masa abdominal firme y nodular con o sin hepatomegalia. En raras ocasiones produce
malestar o disfunción gastrointestinal.
b. Paraespinales: producir clínica de compresión medular.
#TogetherIsBetter síguenos en Twitter e Instagram: @enarmemonos
c. Tórax: se descubren al realizar radiografía de tórax por otro motivo, en ocasiones pueden producir
compresión y síndrome de VCS.
d. Cabeza y cuello: pueden dar síndrome de Horner (ptosis, anhidrosis, miosis, enoftalmos).
e. Nasofaringe: el estesioneuroblastoma suele manifestarse con epistaxis.
2. Metástasis a distancia: la diseminación del neuroblastoma sucede por vía linfática y hemática -> hígado,
médula ósea y hueso.
a. Metástasis a médula ósea y hueso con dolor óseo -> síndrome de Hutchinson.
b. Infiltración a la duramadre -> HIC.
c. Afectación cutánea se ve en neonatos y lactantes como nódulos azulados -> blueberry muffin baby.
d. Compromiso masivo del hígado por metástasis -> síndrome de Pepper.
3. Síndromes complejos:
a. Síndrome de opsoclono-mioclono (Kinsbourne): ataxia, sacudidas mioclónicas con movimientos
conjugados de los ojos en sacudidas (opsoclono) y posterior desarrollo de demencia progresiva. En
estos pacientes el tumor suele estar en tórax o abdomen.
b. Diarrea secretora: producción de VIP con Hipocaliemia y deshidratación (Kerner Morrison).
c. Hipertensión arterial y sudoración por liberación de catecolaminas.
d. Hematoma lineal en el párpado.
Estos síndromes complejos no influyen en el pronóstico.
El diagnóstico se realiza mediante:
1. Ecografía abdominal: primera prueba a realizar ante masa abdominal.
2. TAC/RMN abdominal o torácica: para delimitación exacta y extensión de la masa. Es un tumor de
densidades mixtas y calcificaciones.
3. Catecolaminas en orina de 24 horas: ácido homovanílico, ácido vanilmandélico, dopamina,
metanefrinas. 90% de los pacientes.
4. Gammagrafía con MIBG: diagnóstico de extensión.
5. PET: en estadios avanzados, en casos con síndrome opsoclono-mioclono donde no se detecta tumor
primario o en caso de duda diagnóstica.
6. Siempre se debe hacer biopsia bilateral de la médula ósea para descartar afectación de la misma.
En la patología son tumores derivados de células de la cresta neural, formados por células pequeñas con
grados variables de diferenciación nerviosa. El pronóstico depende de la cantidad de estroma, el grado de
diferenciación y el número de mitosis.
Para su estadificación se utiliza el International Neuroblastoma Stagin System (INSS) ->
- Estadio 1: localizado en el órgano de origen.
- Estadio 2: situado más allá de la estructura de origen, pero sin sobrepasar línea media.
- Estadio 3: más allá de línea media.
- Estadio 4: metástasis a distancia.
Entre los factores pronóstico se toman en cuenta la edad al diagnóstico (buen pronóstico en <1 año),
estadio (peor pronóstico a mayor estadio), mal pronóstico si hay amplificación del N-Myc.
El tratamiento es en función del riesgo:
- Bajo riesgo: cirugía.
- Riesgo intermedio: cirugía y quimioterapia.
- Alto riesgo: quimioterapia de inducción seguida de altas dosis de quimioterapia y trasplante de
progenitores hematopoyéticos.
- Neuroblastoma en recaída: se puede recurrir a una segunda cirugía si son locales, si es metástasis con
quimioterapia.
Tumores renales:
El tumor de Wilms es el tumor renal más frecuente (80%) y es el segundo tumor abdominal maligno con
mayor prevalencia en la infancia. Se trata de un tumor embrionario complejo compuesto por epitelio,
blastema y estroma. Su presentación osicla entre 1-5 años. Se asocia a alteraciones en el cromosoma 11p,
#TogetherIsBetter síguenos en Twitter e Instagram: @enarmemonos
donde se ha identificado el gen del tumor de Wilms o WT1, que codifica para un factor de transcripción
renal.
En la histología se presentan dos tipos: un tipo favorable o convencional donde hay células epiteliales y
elementos estromales y otro tipo anaplásico donde hay núcleos hipercromáticos y aumento del número de
mitosis.
Su clínica consiste en: masa abdominal asintomática (75% de los casos) situada en flanco, redondeada,
elástica que no suele superar línea media, HAS en 60& de los pacientes, hematuria, policitemia y
hemorragia intraumoral tras traumatismos. Se puede asociar con aniridia, hemihipertrofia y malformaciones
genitourinarias. Su sitio de metástasis más frecuentes son los ganglios regionales y el pulmón. Siempre es
obligatorio realizar radiografía de tórax.
Como pruebas diagnósticas se utilizan análisis sanguíneos, radiografías, ecografía abdominal, TC/RMN,
estudio radiológico de tórax, no biopsiar -> rotura de cápsula cambia el estadio.
Se estadifica en base a la National Wilms Tumor Study:
- Estadio 1: limitado al riñón, cápsula íntegra y se extirpa completo en cirugía.
- Estadio 2: más allá del riñón, cápsula íntegra y se extirpa completo en cirugía.
- Estadio 3: restos tumorales posquirúrgicos, sin afectación hematógena.
- Estadio 4: metástasis hematógenas.
- Estadio 5: afectación bilateral.
El tratamiento depende del estadio y del tipo histológico. En todos los casos, debe realizarse resección
quirúrgica, valorando previamente la permeabilidad de la VCI y administrando quimioterapia preoperatoria
en caso de que no sea permeable.
El tumor de Bolande o nefroma mesoblástico es un tumor congénito benigno que deriva de tejidos fetales y
se diagnostica en periodo neonatal. Se manifiesta como gran masa renal productora de renina y predomina
en varones.
Tumores óseos: en la infancia el tumor óseo maligno más frecuente es el osteosarcoma.
Osteosarcoma: es el tumor óseo primario más frecuente en niños y adolescentes. Suele producirse en
etapas de máximo crecimiento. Se puede asociar a retinoblastoma, Li-Fraumeni. Su localización es más
frecuente en fémur distal y tibia proximal. Existen dos variedades diferentes: osteosarcoma parostal (bajo
grado, diferenciado, no invade medula) y osteosarcoma periostal (superficie, mayor tendencia a metástasis).
Sus manifestaciones clínicas más frecuentes son el dolor y la tumefacción. En general, es un dolor óseo o
articular que no responde al tratamiento convencional. La analítica suele ser normal, aunque puede haber
elevación de LDH y FA. En la radiografía se observa lesión lítica con patrón permeativo y reacción perióstica
(sol naciente). Se debe realizar resonacia del hueso afectado y estudio de extensión.
El tratamiento consiste en resección quirúrgica con márgenes amplios, asociada a quimioterapia
preoperatoria y posoperatoria.
Sarcoma de Ewing: tumor indiferenciado de células redondas pequeñas que proviene de células de la cresta
neural y se asocia a la t(11;22) y presenta marcadores neuronales (proteína S-100 y enolasa
neuroespecífica). Se suele localizar en diáfisis de huesos largos. Se manifiesta con dolor y tumefacción y
puede asociar clínica sistémica. En la radiografía presenta una lesión lítica primaria con reacción perióstica
(capas de cebolla). Se debe realizar TAC, gammagrafía y biopsia de MO. Se trata mediante resección
quirúrgica y quimioterapia.
Alergias alimentarias.
Alergia alimentaria: los alérgenos en los alimentos suelen ser proteínas o glicoproteínas presentes de forma
natural en los alimentos, tanto de origen vegetal como animal. Numerosas proteínas alimentarias pueden
provocar reacciones anómalas y, dado que con la leche de vaca se introducen las primeras proteínas
exógenas, este es el alimento que produce mayor número de reacciones en la primera infancia.
Terminología:
a. Reacción adversa a alimentos: relación causa-efecto entre la ingestión de un alimento y una respuesta
normal.
b. Alergia a alimentos: reacción adversa condicionada por una respuesta inmune, tipo IgE o mediada por
células.
c. Sensibilización a alimentos: respuesta IgE demostrable frente a un alimento.
d. Atopia: tendencia personal o familiar para desarrollar sensibilizaciones y producir anticuerpos IgE frente
a alérgenos.
Epidemiología: las enfermedades alérgicas constituyen un fenómeno en notable crecimiento. En el niño, la
alergia alimentaria es más frecuente que en el adulto; y se considera que existe un pico máximo en los
menores de 3 años.
Respecto a la alergia a las proteínas de leche de vaca (APLV) se estima que la mediada por IgE afecta un 2-
5% de la población infantil; la no mediada por IgE podría estar en torno al 4%. Es mayor la frecuencia de
alergia alimentaria en niños atópicos. Los niños con APLV tienen mayor riesgo de asma, dermatitis atópica
y rinoconjuntivitis.
El alérgeno más implicado es la leche de vaca y le siguen huevo, pescado, cereales, legumbres, frutos secos
y frutas.
Etiopatogenia: las alergias emergen a partir de complejas interacciones entre diversos factores, como son
la predisposición genética, los factores inmunológicos y las influencias ambientales. Pueden ser:
a. Mediadas por IgE: cuadros clínicos con aparición de síntomas generalmente inmediatos tras la ingesta.
De forma aguda aparecen lesiones cutáneas habonosas, náuseas, vómitos, dolor abdominal, diarrea e
incluso, anafilaxia. Se diagnostica a través del prick test o la medición del nivel sérico de IgE. Se relaciona
con leche, huevo y frutos secos.
b. No mediadas por IgE (celular o mixto): sintomatología más crónica (entre varias horas – días). Son las
más frecuentes y ocurren sobre todo en lactantes. El alimento más implicado es la leche de vaca,
siguiendo huevo, pescado y soja. Es de diagnóstico difícil. Precisa frecuentemente prueba de supresión-
provocación. En ocasiones se debe realizar endoscopía y biopsia gastrointestinal.
Alergia a las proteínas de leche de vaca mediada por mecanismo IgE:
En su clínica la mayoría de las ocasiones, los síntomas son relativamente leves; pero en otras se puede
llegar a presentar anafilaxia. Su expresión es variable:
3. UROLITIASIS
La urolitiasis es una patología frecuente que contribuye a una causa de consulta de urgencias con alto
potencial de daño estructural y repercusión funcional en el aparato urinario. Se pueden distinguir seis
grupos de componentes: oxalato cálcico, fosfato cálcico, fosfato no cálcico, compuestos purínicos,
aminoácidos y otros).
Los cálculos de oxalato cálcico son los más frecuentes (65%) seguidos por los infectivos y de ácido úrico.
La 3era década de la vida es la edad media de aparición.
La enfermedad litiásica recidiva en el 40% de los casos, con una media de aparición de cada 2-3 años.
Cuadro clínico: el dolor agudo cólico renal es la manifestación más típica. Este dolor se produce por
sobredistensión de la vía urinaria tras su obstrucción por el cálculo. El cólico renal o crisis renoureteral
aparece de forma progresiva sobre la fosa lumbar afectada, irradiándose por el flanco hacia la ingle y los
genitales (dolor no cede al reposo, cambios de postura constante y se acompaña de manifestaciones
vegetativas como náuseas, vómitos y sudoración).
Cuando el dolor se irradia hacia la ingle generalmente indica que el cálculo ha alcanzado el uréter. Cuando
se encuentra cerca de la vejiga o dentro de la misma causa un cuadro irritativo similar al síndrome miccional.
Los cálculos de estruvita y en menor medida los de cistina y ácido úrico -> crecen moldeando las cavidades
renales (coraliformes) y se manifiestan como ITU de repetición, dolor lumbar sordo, hematuria y falla renal.
Diagnóstico:
a. EGO: generalmente maca hematuria y leucocituria. Piuria importante apoya posibilidad de infección.
4. CÁNCER RENAL
Carcinoma de células renales (adenocarcinoma renal, hipernefroma): tumor sólido renal más frecuente
(90%). Es un tumor fundamental de la edad adulta (40-60) con predominio en hombres.
Factores de riesgo: tabaquismo, cadmio, obesidad e HAS. Formas familiares: múltiples y bilaterales
asociadas a Von Hippel-Lindau y esclerosis tuberosa. También hay mayor incidencia en pacientes con
poliquistosis renal y en malformaciones renales (herradura).
Se origina en las células del túbulo contorneado proximal, y microscópicamente predominan células claras.
Cuadro clínico: la triada clásica de hematuria, dolor y masa en flanco solo se presenta en 10% de los
pacientes e indica enfermedad grave. La mayoría de las neoplasias renales son descubrimientos
accidentales.
Por frecuencia: hematuria, dolor, pérdida de peso, anemia, masa en flanco, HAS, hipercalcemia y
eritrocitosis. Síndrome de Stauffer -> alteración de las enzimas hepáticas sin evidencia de metástasis.
Puede producir hormonas productoras de síndromes -> PTH-like, prostaglandinas, prolactina, renina,
gonadotropinas y corticoides. Si se invade la vena renal puede aparecer varicocele repentino.
Diagnóstico: el ultrasonido es la primera prueba que debe realizarse -> identificación de lesión que cumpla
criterios de quiste hace innecesario más pruebas diagnósticas descartando el tumor.
La PAAF de una masa es exploración agresiva con baja sensibilidad con muy pocas justificaciones.
La TAC es el mejor método aislado para evaluar una masa renal, proporcionando información sobre
metástasis ganglionares y afectación de ganglios adyacentes. La RMN se utiliza en caso de sospechar
trombosis de la vena renal.
Tratamiento: una vez estudiado el tumor y descartada la presencia de metástasis el tratamiento de elección
es la nefrectomía radical (riñón + fásica de Gerota + glándula suprarrenal).
En ocasiones se puede plantear la cirugía conservadora o parcial, como en los tumores bilaterales, en
pacientes monorrenos, nefropatías, para evitar diálisis obligada.
La cirugía conservadora también se utiliza en tumores pequeños (<4cm), bien delimitados y sin afectación
de la gasa perirrenal.
La linfadenectomía regional no mejor la supervivencia y únicamente tiene validez para estadificación.
La quimioterapia y radioterapia ofrecen resultados pobres.
Otros tipos de tumores:
- Tumor de Wilms: pediatría.
- Tumores renales metastásicos: pulmón (más frecuente), mama, melanomas y linfomas.
- Tumores benignos:
#TogetherIsBetter síguenos en Twitter e Instagram: @enarmemonos
a. Adenomas corticales: tumores más frecuentes del adulto, no se distinguen clínicamente del
adenocarcinoma por lo que se tratan igual.
b. Angiomiolipomas: se asocian a esclerosis tuberosa. Grasa, vasos y fibras musculares. Pueden causar
sangrado retroperitoneal (síndrome de Wünderlich).
c. Oncocitoma: raro.
5. PATOLOGÍA PROSTÁTICA
Hiperplasia prostática benigna: afecta a los hombres a partir de la quinta década de la vida, 85-90% de
mayores de 80 años.
La próstata se divide en cinco lóbulos (anterior, medio, posterior y laterales). La zona periférica es donde se
origina principalmente el carcinoma y la zona periuretral es donde se origina la HPB.
La HPB está compuesta de una proliferación variable de elementos glandulares, musculares y del estroma,
que en su crecimiento comprimen la próstata formando una llamada cápsula quirúrgica. El estímulo
androgénico por la DHT es fundamental, se desconoce el papel de la misma. No existe evidencia de
asociación entre HPB y carcinoma prostático.
Diagnóstico: generalmente se produce hacia la uretra, ocasionando obstrucción de la misma y dificultando
el vaciamiento vesical. Fases:
a. Fase de compensación: el crecimiento ocasiona aumento de la presión uretral, pero es compensando
por una mayor actividad del músculo detrusor de la vejiga que se hipertrofia. Asintomáticos o mínima
clínica.
b. Fase clínica: la enlongación de las fibras musculares conlleva pérdida de la capacidad contráctil.
Aparece retraso de la micción, disminución del calibre y fuerza del chorro miccional y alargamiento del
vaciado y micción intermitente y prolongada -> SÍNTOMAS OBSTRUCTIVOS (hay residuo posmiccional).
También síntomas POSTMICCIONALES como sensación de vaciado incompleto y goteo terminal.
c. Fase de descompensación: se produce un vencimiento del músculo detrusor y aumenta la
sintomatología además de una retención urinaria. Puede haber hidronefrosis con falla renal (uropatía
obstructiva infravesical). Pueden producirse también SÍNTOMAS IRRITATIVOS debidos a la alteración de
la función vesical como polaquiuria, tenesmo, nicturia, urgencia miccional y dolor suprapúbico.
En la evaluación del síndrome prostático el tacto rectal continúa siendo la exploración fundamental sobre
todo para diferenciarlo de un carcinoma (es infrecuente que coexista HPB y carcinoma).
La medición del flujo máximo miccional es importante, considérandose normal cuando es mayor 15 ml/s y
patológico si es <10 ml/s. Puede realizarse ecografía para evaluar si hay afección del tracto urinario, residuo
posmiccional, litiasis u otros asociados.
El uso del PSA en la HPB únicamente está indicado para descartar la presencia de carcinoma prostático, ya
que no sirve para diagnosticar la HPB.
Tratamiento: dentro de los recursos terapéuticos, la cirugía continúa siendo el tratamiento definitivo para la
HPB. Puede ser endoscópica (RTUp) o abierta (adenectomía prostática). La cirugía prostática no extirpa la
cápsula quirúrgica (glándulas prostáticas periféricas comprimidas por el adenoma), y estas son el principal
origen del carcinoma prostático, por lo que la cápsula no protege del desarrollo de cáncer.
Los tratamiento no quirúrgicos son: fitoterapia, fármacos agonistas alfa-adrenérgicos (tamsulosina,
solodosina, doxasozina) que relajan la musculatura del cuello vesical y la uretra y los inhibidores de la 5-a-
reductasa que reducen el tamaño prostático (finasteride, dutasteride).
#TogetherIsBetter síguenos en Twitter e Instagram: @enarmemonos
Para los síntomas de llenado se pueden asociar antimuscarínicos (solifenacina, oxibutinina, tolterodina) o
agonistas a-3 (mirabegron) que son fármacos utilizados para vejiga hiperactiva.
Indicaciones de tratamiento quirúrgico: solo en 10% de los casos -> retención urinaria repetida,
hidronefrosis retrógrada, IVU’s de repetición, litaisis vesical y hematuria de repetición.
Carcinoma prostático: el adenocarcinoma prostático es el tumor maligno más frecuente del aparato
genitourinario masculino. La hormono-dependencia del cáncer prostático indica el papel de los andrógenos
en su etiología o patogenia.
Histología:
El 95% son adenocarcinomas originados en la zona periférica de la próstata. Los carcinomas ductales se
originan en los conductos prostáticos e histológicamente corresponden a transicionales, escamosos o
mixtos.
El adenocarcinoma prostático, con frecuencia, es multifocal y presenta poblaciones en distinto grado de
diferenciación. En esta heterogeneidad se basa la clasificación de Gleason (1 glándulas uniformes, únicas,
2 glándulas variables de tamaño y forma, 3 tumor que infiltra por dentro y glándulas no neoplásicas, 4
infiltra estroma y 5 tumor infiltra en formas difusas), que asigna una puntuación de 1 a 5, según el patrón
histológico de cada una de las dos poblaciones más representativas de una masa, sumando ambas
puntuaciones para obtener un resultado final entre 2-10. Esta escala se usa para pronóstico. Para
estadificación se emplea TNM.
- T: tumor.
a. T1: tumor inaparente clínicamente (no palpable ni visible por imagen).
b. T2: tumor confinado a la próstata (invasión de la cápsula prostática sin exteriorización del tumor).
c. T3: extensión del tumor fuera de la próstata.
d. T4: tumor fijo o invade órganos adyacentes distintos.
- N: afección ganglionar.
a. Nx: no se pueden estudiar.
b. N0: sin afección ganglionar.
c. N1: con afección ganglionar.
- M: metástasis.
a. M0: no hay metástasis.
b. M1: metástasis. A ganglios, B hueso y C otras.
Cuadro clínico: enfermedad más frecuente en ancianos, y la mayoría >60 años. Clínicamente puede producir
síntomas obstructivos del tracto urinario inferior que pueden parecer HPB. A estos puede añadirse
hematuria. 25% de las retenciones agudas de orina son por carcinoma prostático.
Puede haber metástasis al diagnóstico (25%) que se manifiesta como dolor óseo, compresión medular,
mieloptisis o coagulopatía.
Diagnóstico:
a. Tacto rectal: sigue siendo el método fundamental de cribado. Son accesibles a tacto rectal todos los
tumores excepto el T1. Característicamente el tumor es duro, nodular e irregular. Tacto rectal y PSA
anual a todos los pacientes mayores de 50 años.
b. Marcadores tumorales: 1) la fosfatasa ácida prostática se emplea desde hace décadas, es específico,
pero su elevación indica extensión extra-prostática, no es útil para diagnóstico precoz. 2) antígeno
prostático especifico (PSA) es marcador de tejido prostático que se eleva mucho en cáncer pero es
inespecífico ya que también se eleva en HPB, infecciones, etc. Si el PSA >4 ng/ml es poco probable el
cáncer de próstata. Si es > 10 ng/ml las probabilidades aumentan -> biopsia guiada por USG.
c. Pruebas de imagen: ecografía transrectal (ETR) es el método más útil para estadificación local, pudiendo
ofrecer información importante sobe afección capsular, de vesículas seminales, cuello vesical o recto.
La ecografía abdominal no tiene gran valor en la detección. La TAC y RMN tienen su papel principal en
la estadificación ganglionar y valoración de metástasis a distancia.
7. ONCOLOGÍA TESTICULAR
Los tumores testiculares suponen 1-2% de las neoplasias en varones y son las neoplasias sólidas más
frecuentes entre los 20-35 años. Mayor incidencia en países desarrollados y en raza blanca. Tasa de
curación >90%.
El 95% de los tumores provienen de células germinales, el seminoma es el más frecuente, pero la incidencia
varía según el grupo de edad. El 5% restante incluye tumores del estroma gonadal, linfoma,
gonadoblastoma, metástasis y otros.
Factores de riesgo: criptorquidia, historia familiar de neoplasias testiculares en familiares de primer grado,
tumor previo en el otro teste, infertilidad y síndrome de Klinefelter.
- Los testículos no descendidos tienen mayor riesgo de desarrollar tumores, y esta probabilidad aumenta
si el teste está situado a nivel intraabdominal. Una vez alcanzada la pubertad, un teste criptorquídico,
no descendido, probablemente deba extirparse, dado que pierden la capacidad de espermatogénesis y
conservan su potencial malignizante.
Otros factores pueden ser las hernias inguinales infantiles y orquitis por parotiditis, exposición a radiaciones,
fuentes de calor.
Histología: los tumores testiculares se suelen originar como una masa testicular intraparenquimatosa. De
ahí pueden ser locales o hacer metástasis (los ganglios retroperitoneales son los sitios más comunes de
metástasis seguido de mediastino, abdomen y pulmón). La diseminación hematógena es menos frecuente,
solo el coriocarcinoma -> pulmón, hígado, hueso y SNC.
Los tumores se dividen en dos grupos: tumores que NO derivan de células germinales (del estroma 5%) y
tumores que derivan de células germinales (95%) -> se subdividen en seminomas y no seminomas.
Germinales:
a. Seminoma: puede aumentar testículo hasta 10 veces su tamaño. Ocasionalmente se puede presentar
extratesticular como tumor primario (mediastino, retroperitoneo o pineal). Tres tipos: típico,
espermatocítico y anaplásico. Puede producir elevación de la B-HCG.
b. Carcinoma embrionario: metástasis temprana, formas irregulares y heterogéneas.
c. Tumor del seno endodérmico: forma rara de tumor infantil.
d. Coriocarcinoma: cuenta con elementos del sincitiotrofoblasto y citotrofoblasto. Casi siempre con
metástasis.
e. Teratoma: formado por dos o más capas germinales.
f. Teratocarcinoma: tumor mixto con áreas de teratoma y de carcinoma.
g. Gonadoblastoma: asociado a gónadas disgenéticas y estados intersexuales.
Estromales:
a. Tumor de células de Sertoli: forma áreas tubulares, benigno a no ser que haga metástasis.
b. Tumor de células de Leydig: generalmente benignos, producen pubertad precoz o feminización.
c. Linfoma: es más frecuente como localización secundaria. Una masa testicular en >50 años sugiere, en
primer lugar, el diagnóstico de linfoma.
#TogetherIsBetter síguenos en Twitter e Instagram: @enarmemonos
Cuadro clínico: la manifestación más frecuente es una masa escrotal indolora. En raras ocasiones debuta
como metástasis ganglionares o efectos endócrinos (pubertad precoz, ginecomastia). Solo 10% se
presentan como un síndrome escrotal agudo.
Diagnóstico: la exploración física de una masa indolora, sin signos inflamatorios y largo tiempo de evolución,
debe hacer sospechar un tumor testicular.
Marcadores tumorales: B-gonadotropina coriónica humana (seminoma y coriocarcinoma) y alfa-feto
proteína (tumor de senos endodérmicos y carcinoma embrionario).
- AFP: sintetizada por células del saco vitelino. Es un marcador inespecífico.
- B-HCG: producida por células del sincitiotrofoblasto.
La elevación persistente de uno de estos marcadores sugiere la existencia de tumor no eliminado posterior
al tratamiento ya que tienen una vida media corta.
- Ecografía testicular: método sencillo y fiable para diferenciación entre masas sólidas y quísticas.
La evaluación de la extensión tumoral se completará mediante TAC toracoabdominal.
Diagnóstico diferencial: las causas de síndrome escrotal agudo (aumento doloroso de volumen escrotal
acompañado o no de signos inflamatorio) pueden suponer entidades diagnósticas que se deben descartar.
a. Orquiepididimitis: dolor intenso, enrojecimiento cutáneo, fiebre y en ocasiones síntomas miccionales. Si
al elevar el testículo disminuye el dolor (Signo de Prhen+) orienta a esta enfermedad. Se debe considerar
agentes de transmisión sexual y E. coli.
b. Torsión del cordón espermático: dolor brusco, signos cutáneos inflamatorios crecientes conforme
progresa el cuadro. Se encuentra el testículo horizontalizado y puede palparse espiral del cordón
torsionado.
c. Hidrocele y espermatocele: raramente son bruscos y con dolor agudo. Se diferencian por
transiluminación positiva a la exploración y si hay duda por USG.
Tratamiento: hasta la fecha no existe un protocolo único de tratamiento. Siempre se realizará orquiectomía
radical vía inguinal. Posteriormente, el patólogo informa la estirpe histológica y después, se realizan
estudios de extensión y nuevos marcadores postorquiectomía.
La orquiectomía en el cáncer de testículo es VÍA INGUINAL.
a. Seminoma: se caracteriza por gran radiosensibilidad. El tumor estadio 1 está limitado a testículo, en
20% presentan metástasis por lo que se recomienda radioterapia o quimioterapia posterior a
orquiectomía. Estadio 2 requiere de radioterapia sobre las cadenas ganglionares afectadas o
quimioterapia BEP (blemoicina, etopósido y cisplatino). Estadio 3 al ser avanzado la radioterapia no
funciona y solo quimio-BEP.
b. Tumores no seminomatosos: tumores en estadio 1, tras realizar orquiectomía, se puede tener
observación, realizar linfadenectomía o quimioterapia profiláctica. En estadio 2 se realiza orquiectomía
+ quimio-BEP. En estadio 3 se realiza quimioterapia.
Masas residuales: se define como masa residual la existencia de conglomerados adenopáticos tras
tratamiento quimioterápico o radioterápico.
- Masa residual en seminoma: si es <3 cm tiene pocas posibilidades de tumor testicular, cero vigilancia.
Si es > 3 cm se debe realizar PET-scan porque detecta con alta sensibilidad la presencia de tumor
residual.
- Tumor no seminoma: se realiza exéresis de dicha masa residual con independencia del tamaño.
Histología de las masas residuales: 50% es tejido necrótico, 15% tumor viable y 35% un teratoma.
9. PATOLOGÍA OBSTRUCTIVA
La uropatía obstructiva hace referencia a la detención del flujo de orina en cualquier punto entre los cálices
renales y el exterior. Su importancia radica en el potencial de desarrollar insuficiencia renal. Si dura >1 mes
da lugar a daño renal funcional y estructural permanente (puede producir glomerulonefritis focal y
segmentaria).
Clasificación y causas:
a. Intraluminal: litiasis, tumores (hipernefroma, urotelioma), necrosis papilar y coágulos.
b. Intraparietal: estenosis congénita, post-infecciosa, post-traumática e isquémica.
c. Extraparietal (compresión): uréter retrocavo, riñón en herradura, fibrosis retroperitoneal, tumores, HPB.
d. Extraparietal (neuromuscular): vejiga neurógena, vejiga automática, vejiga átona, reflujo vesicoureteral.
Cuadro clínico: la forma de presentación depende de los siguientes factores
1. Etiología de la obstrucción: presenta la clínica propia de la enfermedad de base.
2. Tiempo de evolución: la fase aguda suele cursar con cólico nefrítico, la crónica es más asintomática.
3. Lugar de la obstrucción:
a. Tracto urinario inferior (uretra-vejiga): cursa con retraso para iniciar la micción, disminución de la
fuerza y del tamaño del chorro, goteo terminal, hematuria, disuria, orina turbia, retención aguda de
orina o incontinencia paradójica.
2. LUXACIONES
Una luxación es la pérdida del contacto normalmente existente entre dos superficies articulares. Todas
requieren de reducción urgente (a excepción de acromioclavicular y luxaciones inveteradas (aquellas que
han pasado desapercibidas durante tiempo)).
La urgencia viene condicionada -> amenaza que para las partes blandas suele suponer la presión que
ejercen los elementos desplazados, como por la necesidad de ocupar cuanto antes la articulación para no
perder el “derecho de espacio”.
Lesiones de la articulación acromioclavicular: las lesiones en esta articulación comprometen la estabilidad
de la cintura escapular. La clavícula está unida a la escápula a través de dos relieves óseos de esta última:
acromion (la articulación acromioclavicular presenta como engrosamiento de su cápsula los ligamentos
acromioclaviculares responsables de la estabilidad horizontal) y la apófisis coracoides (los ligamentos
conoide y trapezoide anclan la clavícula a la coracoides y son responsables de la estabilidad vertical de la
clavícula).
Las lesiones acromioclaviculares suelen producirse en caídas sobre el muñón del hombro, generalmente
en accidentes de ciclismo o motociclismo, con descenso brusco de la escápula respecto a la clavícula. Para
valorar el grado de desplazamiento, suele realizarse una radiografía anteroposterior de ambas lesiones
acromioclaviculares con peso colgado de las muñecas. Se pueden distinguir dos grandes tipos de lesiones
acromioclaviculares:
a. Ligamentos coracoclaviculares íntegros con lesión de acromioclaviculares: la lesión puede ser parcial
(grado I) o total (grado II). El paciente refiere dolor local y el desplazamiento vertical es mínimo. Son
esguinces y se tratan de forma conservadora con cabestrillo, hielo y analgésicos.
b. Ligamentos coracoclaviculares y acromioclaviculares lesionados: el desplazamiento vertical clínico
(signo de la tecla de piano) como radiológico justifica que se hable de luxación acromioclavicular o lesión
grado II. La indicación quirúrgica puede realizarse en pacientes con actividades laborales de alta
demanda funcional. Se realiza mediante reducción acromioclavicular, fijación provisional con agujas y
sutura de los ligamentos rotos.
Luxación escapulohumeral:
a. Luxación anterior: es la forma más frecuente de luxación de hombro y la luxación más frecuente del
cuerpo. El paciente acude con el brazo en discreta separación y rotación externa fijas: cualquier intento
de movilización del hombro resulta doloroso. En la inspección, se aprecia la deformidad en chatarrera.
La lesión neurológica característicamente asociada es la del nervio axilar/circunflejo (se encarga del
deltoides y redondo menor, por lo que habrá hipoestesia en cara lateral del hombro y dificultad de la
#TogetherIsBetter síguenos en Twitter e Instagram: @enarmemonos
abducción). Siempre debe realizarse radiografía de hombro antes de proceder al tratamiento, para estar
seguros de que no se manipula una fractura-luxación.
El tratamiento consiste en reducir, por manipulación cerrada, la luxación. Se realiza un primero intento
sin anestesia y posteriormente se inmoviliza con vendaje de Velpeau entre dos-cuatro semanas. Las
maniobras de reducción empleadas son las de Kocher, Cooper y la de Hipócrates modificada.
b. Otras luxaciones de hombro:
1. Posterior: el paciente presenta el brazo en aproximación y rotación interna, y radiológicamente, la
imagen es poco llamativa. Hay dificultad para rotación externa y no puede separar el brazo más de
90°. Se debe sospechar ante antecedente de descarga eléctrica o crisis convulsivas (contracción de
todos los músculos del hombro puede causar luxación posterior).
2. Inferior: poco frecuente. Se trata por reducción e inmovilización.
3. Superior: rara y se asocia a fracturas concomitantes.
c. Luxación recidivante: el hombro inestable se caracteriza generalmente por episodios de luxación con
traumatismos o movimientos aparentemente banales (nadar, sueño, lanzar balón). Existen dos tipos:
1. Luxación recidivante traumática: suele presentarse en pacientes jóvenes cuyo primer episodio de
luxación fue consecuencia de traumatismo importante. Entre más joven en el primer episodio mayor
la frecuencia de recidiva. El hombro es inestable sólo en una dirección. Para valorar la estabilidad
se utiliza la maniobra de aprensión. Estos hombros presentan mayor facilidad de luxarse por una
avulsión glenoidea que deja la articulación inestable (lesión de Perthes-Bankart) y es el hallazgo
morfológico más frecuentemente encontrado. El tratamiento es casi siempre quirúrgico y consiste
en reparar la lesión de Bankart y la laxitud capsular asociada. Puede ser vía abierta o por atroscopia.
2. Luxación recidivante de origen atraumático: el hombro suele ser inestable en muchas direcciones, y
con frecuencia son ambos. El signo del surco o del cajón inferior suele poner de manifiesto una
inestabilidad multidireccional. En ocasiones presentan lesión de Hill-Sachs (fractura por impactación
posterolateral de la cabeza humeral). Suele tratarse inicialmente con rehabilitación,
excepcionalmente cirugía.
d. Luxación inveterada: una luxación que pasa desapercibida y no se reduce, comienza a tener cambios
en la articulación (ocupación de la misma por tejido fibroso, erosiones de relieves óseos, elongación y
contractura capsular) que dificultan la reducción cerrada y la estabilidad articular a medida que pasa el
tiempo. En el hombro, lo más frecuente es que se trate de una luxación posterior con fractura por
impactación de la cabeza humeral (lesión de Hill-Sachs).
Luxación de codo: suele producirse en caídas sobre la extremidad superior que desplazan el olécranon y la
cabeza del radio con respecto a la paleta humeral. Puede asociarse a fracturas de coronoides, cabeza del
radio, y más raramente, de olécranon. Clínicamente el signo típico es la desestructuración del triángulo de
Nelaton (cambio de equilátero a escaleno). Esta luxación se reduce por manipulación y, se inmoviliza con
férula posterior entre 2-3 semanas; las fracturas asociadas pueden requerir osteosíntesis concomitante.
Ante un codo inestable (recurrencia de luxación) se debe descartar presencia de fracturas asociadas. El
tratamiento consiste en reconstruir el complejo ligamentoso colateral utilizando un injerto tendinoso.
Luxación del carpo: la más frecuente está representada por la lesión de los ligamentos perilunares,
producida en caídas sobre la mano en hiperextensión.
Presentan incidencia elevada de lesiones asociadas del nervio mediano. Estas luxaciones requieren
reducción y estabilización con agujas, asociada a reconstrucción ligamentosa.
Luxaciones de cadera: para que se produzca una luxación traumática de cadera, tiene que existir un
traumatismo de gran energía:
- Luxaciones posteriores (90%): suelen ocurrir en accidentes de tráfico en los que el salpicadero impacta
sobre la rodilla. Miembro inferior acortado, en rotación interna, aproximación y flexión. Puede asociar
lesión del nervio ciático.
- Luxaciones anteriores (10%): el paciente presenta miembro alargado, en rotación externa y discreta
separación. Puede haber afección del paquete vasculonervioso femoral.
#TogetherIsBetter síguenos en Twitter e Instagram: @enarmemonos
Ambas pueden asociarse a fracturas de acetábulo o de la cabeza femoral.
La luxación de cadera requiere de urgencia una reducción cerrada bajo anestesia y posterior estabilización
transitoria con tracción.
Luxación de rotula: cuando por un giro de la rodilla la rótula se luxa, suele hacerlo hacia lateral. Se puede
asociar a factores de riesgo como rotula alta y displasia femororrotuliana. Se reduce la rotula por
medialización de la misma asociada a extensión de la rodilla y posteriormente se contiene con un yeso que
permita el apoyo.
La cirugía se considera indicada en luxación aguda para la reducción y la osteosíntesis o extirpación de
fragmentos osteocondrales que se hayan desprendido como consecuencia del traumatismo.
Luxación de rodilla: esta lesión se define como una separación de los extremos articulares de fémur y tibia,
siempre consecuencia de traumatismos de gran energía. Se asocia a lesiones de la arteria poplítea
(secciones o lesiones de la íntima que originan trombosis):
El diagnóstico clínico resulta evidente cuando la luxación se presenta sin reducir, pero existen numerosos
casos en los que la luxación se presenta ya reducida; debe sospecharse luxación de rodilla en cualquier
paciente con inestabilidad multidireccional de la rodilla tras un traumatismo agudo. Otra asociación
frecuente es la lesión del nervio peroneo.
El tratamiento de urgencia de la luxación es la reducción cerrada e inmovilización de la rodilla y la vigilancia
estrecha de la circulación distal con el paciente ingresado.
La lesión del nervio peroneo -> se ve estirado a su paso por detrás de la cabeza del peroné, originando un
pie caído y secundariamente, una marcha equina o en estepaje.
Luxaciones del mediopié: las dos articulaciones de mediopié que sufren luxación con cierta frecuencia son
la de Lisfranc (articulación tarsometatarsiana) y, menos frecuentemente, la de Chopart (articulación entre
calcáneo y astrágalo con cuboides y navicular, respectivamente).
a. Lesiones de la articulación de Lisfranc: suelen ser debidas a accidentes de tráfico, traspiés en los que
se produce traumatismo axial sobre los metatarsianos o accidentes de equitación en los que el pie
queda enganchado en el estribo. Son lesiones inestables que requieren reducción anatómica y
estabilización con agujas de Krishcner o tornillos asociados a inmovilización con yeso y largo tiempo de
descarga.
b. Lesiones de la articulación de Chopart: suelen deberse a accidentes de tráfico y deportivos. La
deformidad es llamativa y suelen diagnosticarse fácilmente. Estas luxaciones son estables una vez
reducidas, por lo que suelen tratarse con reducción cerrada e inmovilización con yeso.
5. TUMORES EN TRAUMATOLOGÍA
Los tumores óseos y de partes blandas son, en general, lesiones poco frecuentes. Los de partes blandas
son más frecuentes que los óseos y las lesiones benignas y pseudotumorales son más frecuentes que las
malignas.
- Tumor óseo benigno más frecuente: osteocondroma.
- Tumor óseo maligno más frecuente: metástasis y el primario es el mieloma.
Orientación diagnóstica: la edad del paciente es uno de los datos de mayor utilidad para el diagnóstico
diferencial.
- Recién nacido: metástasis de neuroblastoma.
- Infancia y adolescencia: quiste óseo unicameral, condroblastoma.
- Infancia, adolescencia y adulto joven: quiste óseo aneurismático, osteosarcoma, tumor de Ewing.
- Adulto joven: osteoma osteoide, tumor de células gigantes.
- Adulto: condrosarcoma.
Radiología simple: es la técnica de imagen de mayor utilidad para el diagnóstico de los tumores óseos. La
imagen radiológica suele orientar hacia la benignidad o malignidad de las lesiones.
- Benignas: las benignas suelen tener un patrón geográfico (bien delimitado).
- Malignas: patrón permeativo (se mezclan difusamente con tejido sano) o destructivo (erosión de tejido
y ruptura corticales). Algunos tumores agresivos también pueden desencadenar la formación de hueso
en el periostio en un intento de contener el tumor, apareciendo finas láminas superpuesta (imagen en
capas de cebolla) o calcificaciones de las fibras de Sharpey (fibras colágenas de inserción ósea de
ligamentos, músculos y tendones; imagen en sol naciente) o de las zonas del despegamiento perióstico
(triángulo de Codman) como en el osteosarcoma.
Localización: la mayor parte de los tumores asientan en las metáfisis de los huesos, pero existen ciertas
localizaciones que orientan hacia ciertos tumores:
- Tumores típicamente epifisarios: condroblastoma (niños) y tumor de células gigantes (adulto).
- Tumores típicamente diafisarios: sarcoma de Ewing, granuloma eosinófilo, adamantinoma, mieloma y
metástasis.
- Tumores característicos de la columna vertebral: hemangioma, metástasis, mieloma, osteoma osteoide
y osteoblastoma.
- Tumor típico de las manos: encondroma.
- Tumor característico del sacro: cordoma.
TAC, RMN y arteriografía:
- TAC: la TAC es la utilidad únicamente en las lesiones corticales (como el osteoma osteoide) y las situadas
en las superficies óseas (como el osteoma).
- RMN: para la mayor parte de los tumores óseos y para los tumores de partes blandas tiene mayor
utilidad. Puede ayudar a diferenciar tumores de aspecto radiológico similar. Es la técnica de elección
para el estudio y planificación quirúrgica de las lesiones tumorales agresivas o malignas.
7. MISCELÁNEOS
Generalidades:
El término de cirugía reconstructiva del adulto hace referencia a la parte de la ortopedia en la que se tratan
de forma quirúrgica los procesos dolorosos del aparato locomotor de las extremidades del adulto (artrosis,
enfermedades reumáticas, procesos degenerativos de los tendones, etc.). La cirugía de sustitución articular
(prótesis) es una de las cirugías más frecuentes en esta rama.
a) Sinovectomía: resección de la membrana sinovial. Indicada en patología sinovial y en fases iniciales de
enfermedades donde la inflamación sinovial es un componente importante (artritis reumatoide).
b) Osteotomía: consiste en realizar uno o varios cortes en un hueso de forma controlada para cambiar su
alineación. Los fragmentos del hueso se fijan en la posición deseada para que la osteotomía consolide
en esa posición y la corrección sea permanente. Se utiliza para corregir deformidades pediátricas,
postraumáticas o degenerativas. Las más frecuentes son la tibia valguizante en el genu varo
degenerativo y la de primer metatarsiano en hallux valgas doloroso.
c) Artrodesis: es la fusión de una articulación, eliminando el dolor procedente de la misma, pero también
el rango de movilidad. Se emplea en aquellos diagnósticos o localización en los que se puede fijar la
articulación en una posición funcional y no existen alternativas de manejo.
d) Artroplastia de resección: consiste en resecar los extremos articulares y dejar que el espacio entre
ambos se rellene de tejido fibroso para reducir el dolor y mantener cierto grado de movilidad.
e) Artroplastia de sustitución: consiste en sustituir uno (prótesis parcial) o todos (Prótesis total) los
extremos articulares por implantes que se fijan al hueso con cemento acrílico, o favoreciendo la
penetración de tejido óseo en la superficie del implante. Es el tratamiento más frecuente empleado para
la patología articular.
Indicaciones:
a. Fracturas: fracturas desplazadas de cadera en edad avanzada, fractura de húmero proximal (en 4
fragmentos, edad avanzada o luxación y 3 fragmentos), fractura supraintracondílea de húmero distal si
edad avanzada.
b. Patología articular: artrosis (cadera, rodilla, hombro, codo), enfermedades inflamatorias como artritis
reumatoide (cadera, rodilla, hombro, codo, muñeca, dedos de la mano), osteonecrosis del adulto.
c. Tumores: reconstrucción tras la resección de un tumor.
Las principales contraindicaciones son: infección activa y artropatía neuropática de Charcot.
Resultados: cuando se indica de manera correcta, los resultados de la artroplastia de sustitución son
excelentes. No tienen dolor y recuperan al menos 2/3 el rango de movilidad.
Complicaciones: las principales son la lesión vasculonerviosa, infección, TVP, inestabilidad, fracturas
periprotésicas y dolor persistente.
En la actualidad, el principal factor limitante de la longevidad de las artroplastias es el desgaste de los
componentes. Para evitar el desgaste es esencial evitar la realización de artroplastias en pacientes jóvenes
y activos.
#TogetherIsBetter síguenos en Twitter e Instagram: @enarmemonos
Patología articular degenerativa e inflamatoria: la artrosis, las enfermedades inflamatorias crónicas y la
osteonecrosis son los procesos articulares que más frecuentemente se trata por cirugía ortopedia.
Tratamiento conservador de la artrosis: todo paciente con artrosis requiere de un periodo de tratamiento
conservador antes de plantearse el quirúrgico, las principales medidas empleadas son:
1. Reducción de las demandas articulares: disminuir peso, uso de bastón, evitar actividades de impacto.
2. Tratamiento farmacológico sistémico: analgésicos (paracetamol) y AINES. Se recomienda uso de
selectivos COX-2 (celecoxib, rofecoxib), que producen menos alteraciones gastrointestinal (aunque uso
es controvertido por riesgo de cardiopatía isquémica aumenta).
Existen preparados de glucosamina, condroitina-sulfato y S-adenosilmetionina que parecen mejorar los
síntomas de la artrosis.
3. Administración intraarticular de fármacos: cuando los síntomas no responden al tratamiento oral, puede
intentarse la administración intraarticular de fármacos en articulaciones accesibles. Clásicamente se
han empleado infiltraciones con corticoesteroides y anestésico local. Otra técnica, es la utilización de
sustancias lubricantes como derivados del ácido hialurónico, que requieren la realización de una o varias
infiltraciones.
Tratamiento quirúrgico de la patología articular degenerativa e inflamatoria: está indicado en aquellos
pacientes en los que el dolor y las limitaciones funcionales asociadas a los cambios degenerativos
interfieran de forma significativa con la calidad de vida del paciente, y en lo que se hayan agotado todas las
posibilidades de tratamiento conservador.
a. Cadera: las intervenciones más frecuentes son las osteotomías y la artroplastia. En artroplastia se utiliza
la de resección llamada Girdlrestone.
b. Rodilla: se contemplan 4 intervenciones ->
1. Artroscopia: para sinovectomías en AR.
2. Osteotomía: gonartrosis para tibia proximal valguizante.
3. Artroplastia total de rodilla: intervención más frecuente en pacientes con gonartrosis y con AR e
importante afectación ósea y cartilaginosa.
4. Artroplastia unicompartimental de rodilla: indicaciones similares a las de osteotomía.
c. Tobillo y pie: las artroplastias de tobillo suponen una alternativa a la artrodesis en pacientes con una
demanda funcional intermedia o baja. La artrodesis es de elección en enfermedades degenerativas e
inflamatorias de tobillo en pacientes jóvenes con alta demanda funcional (tobillo es muy complejo
biomecánicamente y no tolera prótesis bien).
d. Hombro: la artroplastia de hombro es el tratamiento de elección para la patología articular del hombro.
e. Codo: el desbridamiento artroscópico y la sinovectomía están indicados en pacientes con enfermedades
inflamatorias en fases iniciales y en pacientes jóvenes con artrosis.
f. Muñeca y mano: en pacientes con cambios degenerativos, suelen optarse por artrodesis, mientras que
en enfermedades inflamatorias la artroplastia de sustitución está tomando mayor interés.
Necrosis avascular de la cabeza femoral: la necrosis avascular de la cabeza femoral del adulto puede
aparecer por traumatismos o por enfermedades que interfieren con la irrigación de la cabeza femoral. Los
factores de riesgo más frecuentes son consumo elevado de alcohol y tratamiento con corticoesteroides.
Suele presentarse con dolor sordo e intermitente, de comienzo gradual y referido a ingle, nalgas y/o rodilla.
En la exploración hay limitación dolorosa de la movilidad de la cadera. Se evalúa con radiografía AP y axial
de ambas caderas, debido a la elevada presencia de bilateralidad (50-80%).
En la radiología los signos patognomónicos son colapso de la cabeza femoral, radiolucidez subcondral o
secuestro anterolateral. Se debe utilizar para confirmar gammagrafía o RMN.
La estadificación más utilizada es la propuesta por Ficat y Alert que se basa en el aspecto radiológico y la
divide en 4 estadios.
En estadios iniciales se puede tratar con perforación para descomprimir la cabeza isquémica y tomar
biopsias, asociado o no a injertos (injertos de cresta ilíaca que pueden estimular la revascularización). En
estadios complejos el único tratamiento es la artroplastia total de cadera.
#TogetherIsBetter síguenos en Twitter e Instagram: @enarmemonos
Osteonecrosis de la rodilla: predomina en sexo femenino y edad avanzada. Lo habitual es que la lesión se
localiza en el área inferior de apoyo del cóndilo femoral media, pero ocasionalmente puede estar en lateral
o en la meseta tibial.
Suele debutar en forma de dolor intenso y de comienzo brusco bien delimitado, acompañado de derrame
articular y marcada limitación de la movilidad.
En fases iniciales la radiografía no muestra hallazgos. Si se sospecha lesión debe solicitarse una
gammagrafía o una RMN que revelará la presencia de una lesión isquémica.
Los casos de buen pronóstico y poca probabilidad de evolución a gonartrosis se tratan de manera
conservadora mediante descarga, AINES y fisioterapia.
Los casos de mal pronóstico, en pacientes jóvenes puede intentarse osteotomía tibial, pero en edad
avanzada, artroplastia.
Hallux valgus: es una deformidad consistente en la desviación en valgo del primer dedo en relación con el
eje del primer metatarsiano. Es más frecuente en la mujer y se ha descrito predisposición familiar sobre los
factores mecánicos, inflamatorios, traumáticos y neurológicos.
Se caracteriza por proliferación ósea (bunión) y bursitis en la cara medial del primer metatarsiano, dolor en
la articulación MTF del primer dedo, metatarsalgia de transferencia y deformidades en garra o martillo de
los dedos adyacentes.
El tratamiento inicialmente es conservador, con analgesia y plantillas de descargas.
La cirugía está indicada cuando el dolor limita la vida normal del paciente. En pacientes jóvenes se realiza
osteotomía proximal y corrección. La artrodesis de la primera articulación se usa en artrosis avanzada.
2. AMENORREAS
En la embriogénesis, la ausencia de cromosoma Y permite el desarrollo mülleriano y, por tanto, la formación
de genitales internos femeninos. La ausencia de andrógenos posibilita el desarrollo de genitales externos
femeninos.
La causa global más frecuente de amenorrea es la amenorrea fisiológica del embarazo.
Amenorreas primarias: ausencia de menstruación.
Anomalías genitales:
Enfermedad pélvica inflamatoria: la enfermedad pélvica inflamatoria (EPI) es una infección del útero,
trompas y ovarios debida a una infección bacteriana ascendente desde el tracto genital inferior.
Etiología: la EPI es causada por gérmenes que se transmiten a través de las relaciones sexuales. La causa
más frecuente es Clamidia seguida de Gonorrea. En pacientes portadoras de DIU se asocia actinomices
israelii.
CÁNCER DE VULVA: El cáncer de vulva es una neoplasia relativamente rara, la cuarta en frecuencia del
tracto genital femenino. La variedad más frecuente de cáncer de vulva es el epidermoide (escamoso).
Epidemiología: la edad de aparición más frecuente es de los 65-75 años. Se ha planteado que existen dos
tipos:
- Tipo 1 que aparece en mujeres jóvenes, es menos invasor y suele estar menos avanzado. Tiene
asociación a VPH y VIN y suele ser condilomatoso o basaloide.
#TogetherIsBetter síguenos en Twitter e Instagram: @enarmemonos
- Tipo 2 que aparece en mujeres mayores, es el menos frecuente, suele ser avanzado y tener invasión,
forma escamosa.
Factores de riesgo: son factores de riesgo el tabaquismo, la inmunodepresión, cáncer de cérvix, historial de
VIN, infección por VHP y distrofia vulvar con atipias.
Clínica: el síntoma principal es el prurito vulvar de larga evolución. Ante toda paciente con prurito vulvar en
ancianas se debe descartar cáncer de vulva. Con menor frecuencia debutan como masa, hinchazón,
ulceración o sangrado. La localización más frecuente es en los labios mayores donde suelen presentarse
como lesiones unifocales de tamaño variable.
Diagnóstico: el diagnóstico de elección es la biopsia. La visualización tras la aplicación de ácido acético o
azul de toluidina puede llegar a seleccionar la zona a biopsiar.
El cáncer de vulva se extiende por continuidad y por vía linfática, siendo esta ultima la forma más importante
de propagación y la causa más frecuente de fracaso terapéutico.
Estadificación:
a. Estadio 1: lesiones confinadas sin metástasis ganglionares.
b. Estadio 2: cualquier tumor con afectación de uretra, vagina o ano sin metástasis ganglionares.
c. Estadio 3: cualquier tumor con afectación de uretra, vagina o ano con metástasis ganglionares.
d. Estadio 4: tumor que invade vagina o uretra o estructuras distantes.
Pronóstico: los factores más importantes son el estadio clínico y la afectación ganglionar. La supervivencia
global a 5 años es de 50%. El factor que más influye en la supervivencia son las metástasis ganglionares.
Tratamiento:
- La cirugía es el tratamiento de primera elección. La base del tratamiento quirúrgico es la escisión de la
lesión con criterio de radicalidad, es decir, con margen macroscópico entre 15-20 mm y escisión a
profundidad hasta la fascia del diafragma urogenital.
- Las áreas ganglionares inguinales constituyen el primer escalón de drenaje linfático vulvar y, por tanto,
son de estudio obligado dentro del tratamiento quirúrgico.
- El tratamiento radioterápico del cáncer de vulva se realiza mediante irradiación externa del área donde
se asentaba el tumor y/o las cadenas ganglionares.
- La quimioterapia tiene papel limitado y se deja para estadios avanzados.
Estrógenos: en la placenta los precursores producidos por feto y madre son convertidos en estrógenos.
Estriol: producido en base a precursor del hígado y suprarrenales fetales.
d. Papp-a: la proteína placentaria asociada al embarazo es sintetizada por el sincitiotrofoblasto y es un útil
marcador de cromosomopatías.
2. EMBARAZO NORMAL
El embarazo es un estadio fisiológico de la mujer que se inicia con la fecundación y termina con el parto y
nacimiento de un producto de termino. Un embarazo normal dura 280 días (40 semanas) aunque se
considera a término desde las 37.
Diagnóstico de gestación: la GCH puede detectarse en el suero 6-8 días después de la ovulación, los títulos
< 5 son considerados negativos, los > 25 son positivos.
Las manifestaciones clínicas del embarazo pueden clasificarse como:
- Síntomas comunes: amenorrea, frecuencia urinaria, congestión mamaria, náusea, fatiga y cansancio
fácil.
- Signos presuntivos: signo de Chadwick (coloración azul del cuello uterino), línea morena, cloasma
gravídico.
- Signos probables: irregularidad de consistencia uterina, cuerpo blando y cérvix firme.
- Signos positivos: presencia de foco fetal a las 9-21 semanas con Doppler, 16-20 semanas con
estetoscopio, movimientos fetales 18-20 en primigestas y 15-17 en multigestas.
La ultrasonografía diagnóstica es útil al identificar un saco gestacional (5 semanas), imagen fetal (6-7
semanas) o latido fetal (8 semanas). También puede emplearse para estimar la edad gestacional;
- La más precisa es la longitud corona-rabadilla entre las 6-11 semanas (rango de 7 días).
- Entre la semana 12-20 pueden utilizarse DBP y longitud femoral.
La presencia de saco gestacional con diámetro medio > 8 mm sin saco vitelino o de < 20 mm sin un embrión
o ausencia de latido cardíaco fetal en un embrión con LCR > 6 mm indica pérdida embrionaria probable o
embarazo de viabilidad incierta.
Cuidado preconcepcional: el cuidado prenatal debería de iniciar desde antes de la concepción, ya que el
cuidado prenatal temprano frecuentemente se instaura demasiado tarde para restaurar la alostasis
(capacidad del cuerpo para mantener la estabilidad a través de los cambios).
Los principales componentes del cuidado preconcepcional son la evaluación de riesgos, promoción de la
salud y las intervenciones y seguimiento médico y psicosocial.
La consejería preconcepcional está recomendada para todas las mujeres en edad reproductiva.
- La administración de ácido fólico ha demostrado disminuir el riesgo de defectos del tubo neural, por lo
que las mujeres que han tenido un hijo con alguno de estos deben recibir vitaminas y 400 ug/día de
ácido fólico antes de la concepción. Se recomienda también en las diabéticas.
La consejería genética y diagnóstico prenatal se ofrecerá en mujeres con: historia familiar de problemas
congénitos, hijo previo con retraso mental sin diagnóstico, hijo previo fallecido en período neonatal, pérdidas
fetales múltiples, anormalidades serológicas de tamizaje en el embarazo, consanguinidad, condiciones
maternas que predisponen a anomalías congénitas, embarazo con historial de teratogénicos, feto con
hallazgos USG sospechosos, conocimiento de portador de uno de los padres de enfermedades genéticas.
Ecografía obstétrica: la ecografía constituye el método diagnóstico de elección durante el embarazo. En los
embarazos normales se recomiendan tres exploraciones: la primera entre las semanas 8-12, la segunda
entre la 18-20 y la tercera de las 34-36 semanas.
Ecografía del primer trimestre (8-12 semanas): pretende cumplir los siguientes objetivos:
- Confirmación de que se trata de una gestación intraútero.
- Determinación de la edad gestacional con la máxima precisión. La longitud CRL (longitud cráneo-
raquídea, cráneo-rabadilla) es el parámetro más fiable para datar la edad gestacional.
- Vitalidad del embrión: el latido cardíaco puede detectarse desde la 7ma semana transabdominal y de
la 6ta transvaginal.
- Detección de gestaciones múltiples y de embarazo molar.
- Valoración de la morfología del útero y de los anexos.
- Detección de los marcadores de cromosomopatías: translucencia nucal > 3 mm, higroma quístico,
alteraciones del flujo en ductus venoso de Arancio, valoración del hueso nasal, insuficiencia tricúspidea
y morfología vitelina.
Ecografía del segundo trimestre (18-20 semanas): por el tamaño fetal y por la abundancia de líquido
amniótico, se considera el mejor momento para hacer un diagnóstico morfológico fetal:
- Confirmación de viabilidad fetal.
- Biometría fetal: DBP, longitud femoral y diámetros abdominales. En esta ecografía el parámetro que
mejor evalúa la edad gestacional es el DBP.
- Anatomía fetal y malformaciones: las que más se diagnostican son las del SNC, renales, respiratorias y
digestivas.
- Anexos ovulares: patología del cordón, de la placenta y del líquido amniótico.
Ecografía del tercer trimestre (32-36 semanas): valora fundamentalmente las alteraciones del crecimiento
fetal, el parámetro más importante es la longitud femoral. Permitirá identificar aquellos fetos pequeños para
edad gestacional y clasificarlos según:
1. PEG constitucional (80-85%): no hay alteraciones estructurales y el LA es normal.
2. PEG anómalo (5-10%): presenta anomalías genéticas, estructurales o secundarias a infección.
Corresponde a los llamados “CIR tipo I o simétricos”.
#TogetherIsBetter síguenos en Twitter e Instagram: @enarmemonos
3. Crecimiento intrauterino restringido (CIR; 10-15%): son aquellos que presentan una función placentaria
alterada -> muestran mayores tasas de mortalidad, asfixia neonatal, hipotermia, hipoglucemia,
aspiración de meconio y secuelas neurológicas. Los factores de riesgo son: tabaquismo, toxicomanías,
historia previa, IMC < 19, malformaciones uterinas, miomas, edad materna avanzada, enfermedades
maternas y trastornos hipertensivos.
Controles ecográficos especiales:
a. Flujometría Doppler: está indicada si hay sospecha de compromiso vascular fetal (CIR, HTA, DM,
embarazo múltiple y embarazo prolongado). Mide diferentes índices, los más usados son: índice
sístole/diástole, índice de resistencia Pourcelot y el índice de pulsatilidad (uterinas, umbilicales y
cerebral media).
b. Ecografía en tres dimensiones: mejora la calidad de imagen, aunque no aporta ventajas sobre la
ecografía bidimensional.
Métodos de diagnóstico prenatal de cromosomopatías: el cribado se realiza en todas las gestantes para
seleccionar aquellas que tienen mayor riesgo de alteraciones cromosómicas.
Se aplican técnicas de diagnóstico prenatal si existen antecedentes familiares o personales de alteraciones
cromosómicas o genéticas, o si el cribado bioquímico o ecográfico resulta positivo.
Marcadores bioquímicos:
1. Del primer trimestre: es el método cribado de elección cuando la gestante consulta antes de las 12
semanas. Los más utilizados son la B-GCH libre (elevada en Down) y la PAPP-A (disminuida en Down) =
Dúo test.
2. Del segundo trimestre: es el método cribado de elección cuando la gestante consulta a partir de las 14
semanas. Se utilizan: AFP (disminución se asocia a Down, elevados asocian defectos del tubo neural y
otras malformaciones), la glucoproteína b-1 específica de la gestación (elevada en síndrome de Down)
y el estriol no conjugado (disminuido en Down).
Marcadores ecográficos: se consideran marcadores ecográficos sugestivos de cromosomopatías fetales a
los siguientes:
1. Del primer trimestre: 1) Translucencia nucal: mejor marcador ecográfico de aneuploidías fetales. Cuando
mide > 3 mm se correlaciona con presencia de cromosomopatías y fundamentalmente Down. 2)
Flujometría en ductus venoso de Arancio: alteraciones en su flujo es sugestivo de cromosomopatía, 3)
Ausencia del hueso nasal: en fetos con Down hay retraso en su osificación. 4) Insuficiencia tricúspidea:
la regurgitación se asocia a cromosomopatías.
2. Del segundo trimestre: 1) Biometría fetal: fémur corto con aumento del cociente DBP/LF, LF/longitud
del pie, braquicefalia, disminución de la longitud humeral se asocian a cromosomopatías. 2) Estigmas y
malformaciones: a nivel de SNC (quistes coroideos, cráneo en fresa, aumento de cisterna magna,
ventriculomegalia, ausencia de cuerpo calloso), faciales (hendidura palatina, macroglosia), torácicas
(hernia diafragmática, malformaciones cardíacas), digestivas (atresia duodenal, esofágica, ascitis,
quistes abdominales), nefrourológicas (dilatación pielocalicial, riñón poliquístico, hidronefrosis) y de
pared abdominal (onfalocele). 3) Alteraciones de anexos ovulares.
Métodos diagnósticos invasivos:
1. Amniocentesis: es el más usado. Se extrae LA mediante punción transabdominal guiada por USG. Se
realiza entre las semanas 12-16. Se obtienen fibroblastos que se cultivan para realizar estudios
celulares (cariotipo fetal) y bioquímicos (Enzimopatías, AFP). La principal indicación es el cribado positivo
del primer trimestre (bioquímico y/o ecográfico). Es necesaria profilaxis anti-D si el Rh materno es
negativo. La amniocentesis tardía se realiza en la semana 32 y se utiliza para medir madurez pulmonar:
presencia de fosfatidilglicerol, cociente lecitina/esfingomielina > 2, también se puede realizar
evacuación en caso de polihidramnios o amnioinfusión en caso de oligohidramnios.
2. Funiculocentesis/cordocentesis: se realiza > 18 semanas. Se puncionan los vasos umbilicales por vía
abdominal bajo control ecográfico. Indicado cuando se necesita cariotipo fetal y para medición de
parámetros en sangre fetal.
#TogetherIsBetter síguenos en Twitter e Instagram: @enarmemonos
3. Biopsia de vellosidades coriónicas (semana 8-12): obtención de vellosidades coriónicas a través del
cuello uterino o por vía transabdominal. Obtiene directamente tejido fetoplacentarios, pero tiene mayor
número de pérdidas fetales.
Evaluación del bienestar fetal en el tercer trimestre:
Anteparto:
Amnioscopia: visualizar la coloración y la cantidad del líquido amniótico a través de las membranas ovulares,
introduciendo un amnioscopio a través del cérvix. Se puede realizar después de la SDG 37. Contraindicada
en caso de infección, inserción placentaria baja o polihidramnios. Positiva cuando hay oligohidramnios, color
verde del líquido, sanguinolento o amarillo.
Registro cardiotocográfico: suele emplearse a partir de la SDG 28 y valora cuatro parámetros:
1. Frecuencia cardíaca fetal: es normal entre 120-160. La causa fisiológica más frecuente de taquicardia
fetal es la fiebre materna y de bradicardia la hipoglucemia y el sueño fetal. La bradicardia tiene peor
pronóstico.
2. Variabilidad: es la variación latido a latido de la frecuencia cardíaca por la relación simpático-
parasimpático. Lo normal es de 10-25, baja de 5-10, saltatoria > 25, silente < 5 (mal pronóstico, indica
hipoxia) y sinusoidal con 2-5 por minuto (es el de peor pronóstico, anemia fetal grave).
3. Ascensos o aceleraciones: se trata de aceleraciones transitorias de la FCF por encima de 15-20. Son de
buen pronóstico.
4. Desaceleraciones: son descensos de más de 15 lpm durante más de 15-20 segundos.
Registro cardiotocográfico estresante: puede ser la PSS (basal; que evalúa estado del SNC) y la estresante
(Pose-tolerancia a las contracciones; se provoca con oxitocina o estimulación del pezón y mide la capacidad
de intercambio uteroplacentario ante el estrés de la contracción).
Estimulación vibroacústica fetal (EVAF): consiste en aplicar un laringófono al abdomen de la madre,
produciendo vibración y sonido. Se evalúa la respuesta mediante RCTG, Doppler y ecografía en tiempo real.
Lo normal consiste en aumento de la actividad somática y aceleraciones transitorias.
Perfil biofísico: consiste en realizar registro cardiotocográfico y ecografía -> movimientos fetales,
movimientos respiratorios, tono muscular y volumen de líquido amniótico.
Intraparto:
RCTG: puede llevarse a cabo mediante monitor externo o interno.
Microtoma de sangre fetal: mide el pH de la sangre fetal valorando el equilibrio ácido base. Indicada en
sospecha de acidosis. Precisa de dilatación cervical y bolsa rota. Contraindicado en sospecha de
coagulopatía fetal o gestante seropositiva para VIH o VHB/VHC. Normal de 7.25-7.45, prepatológico de
7.20-7.25 y patológico < 7.20.
Pulsioximetría: medición de O2 en sangre fetal. Requiere sensor en contacto con la piel del feto (al menos
2-3 cm de dilatación). Los valores normales oscilan entre el 30-60%.
6. PATOLOGÍA DE ANEXOS
Patología del cordón umbilical: engloba sobre todo quistes y tumores.
a. Anomalías vasculares: vaso accesorio, arteria umbilical única.
b. Anomalías de la inserción: inserción velamentosa-vasa previa.
c. Anomalías de la longitud: la longitud normal es de 45-60 cm. El cordón corto <30 cm puede causar
presentaciones anómalas, Abruptio, dificultad del descenso o sufrimiento fetal. El cordón largo > 65 cm
puede favorecer circulares, nudos y prolapso.
d. Nudos de cordón: nudos falsos (espirales exageradas de las arterias umbilicales) y nudos verdaderos
(asociados a cordón largo, polihidramnios, fetos pequeños y gemelos monoamnióticos).
e. Circulares de cordón: son más frecuentes alrededor del cuello. Ocurren en 15% de los partos y se
asocian a circunstancias que favorecen la movilidad fetal. Pueden diagnosticarse por ecografía o por
DIPS tipo III en RCTG. Pueden causar sufrimiento fetal.
f. Alteraciones de la posición: procidencia (descenso del cordón a través del estrecho superior) y prolapso
(cordón sobrepasa la presentación, requiere terminación inmediata del parto mediante cesárea).
Alteraciones de la placenta: la inserción normal de la placenta es sobre el endometrio, que durante la
gestación se modifica y pasa a llamarse decidua. La patología placentaria puede ser:
- Placenta acreta: la placenta no se inserta en el endometrio, sino en el miometrio, por insuficiente
decidualización del primero. La incidencia es baja. Clínicamente hay falta del desprendimiento tras el
parto y hemorragia en alumbramiento. El tratamiento consiste en realizar masaje, intentar extracción
manual, practicar legrado y si no se consigue realizar histerectomía.
- Placenta increta: la placenta no sólo se inserta sobre el miometrio, sino que penetra en él.
- Placenta percreta: la placenta atraviesa el endometrio, miometrio y alcanza la serosa peritoneal
pudiendo llegar a órganos vecinos.
- Placenta accesoria: existencia de lóbulos placentarios adicionales. Se trata con extracción placentaria
manual.
- Placenta membranácea: origina aborto y metrorragia.
- Placenta extracorial: la placenta no está rodeada completamente por las membranas.
Patología del líquido amniótico:
7. EMBARAZO MÍLTIPLE
.
La gestación múltiple se clasifica en los siguientes tipos:
Monocigóticos o univitelinos: proceden de un mismo óvulo que se divide tras ser fecundado por un solo
espermatozoide; por tanto, tienen idéntico genotipo. Según el momento de división pueden ser:
- Bicorial-biamnióticos: la división ocurre en los primeros 3 días postfecundación. Cuentan con dos
placentas y dos sacos amnióticos. Ocurre en 30% de los casos.
- Monocorial-biamnióticos: la división ocurre en los 4-8 días postfecundación. Cuentan con una placenta
y dos sacos amnióticos. Es la más frecuente (65% de los casos).
- Monocorial-monoamnióticos: la división ocurre pasados 8 días postfecundación. Cuentan con una
placenta y un saco gestacional. Si esta división ocurre pasados 13 días serán gemelos siameses .
12. DISTOCIAS
Definición y generalidades: las distocias o trabajo de parto disfuncional hacen referencia a un trabajo de
parto que no progresa de manera normal. Las distocias complican el 8-11% del trabajo de parto cefálico en
el primer y segundo estadio.
Los factores de riesgo son: edad materna avanzada, diabetes o hipertensión, talla baja materna, estenosis
o tumores pélvicos, antecedente de infertilidad o Nuliparidad, amniorrexis prematura, oligohidramnios,
corioamnionitis, malposición fetal, muerte perinatal previa, productos macrosómicos y uso de anestesia
regional.
Se pueden clasificar en:
- Anormalidades en el motor del parto: fuerzas expulsivas inefectivas.
- Anormalidades relacionadas con el feto: anormalidades de posición, presentación o defectos
anatómicos.
- Anormalidades del canal de parto: contracturas de la pelvis materna.
El abordaje diagnóstico debe iniciar con la identificación de los factores de riesgo durante el control
prenatal, además de historia clínica y exploración física completas.
Disfunción uterina: la función uterina es controlada por la sincronización de mecanismos musculares,
neuronales y hormonales. Otras causas a parte de los trastornos en esos mecanismos son: anormalidades
Müllerianas, tumores pélvicos, anormalidades cervicales y sobredistensión uterina.
- En caso de prolongación de la fase latente puede administrarse nalbufina, morfina, hidroxicina,
dinoprostona o dosis bajas de oxitocina.
- El manejo activo del trabajo de parto consiste en monitorización maternofetal y uso de oxitocina y
amniotomía, indicándose cesárea si el parto no ocurre 12 horas después de la admisión o se corrobora
compromiso fetal.
Malpresentación fetal:
a. La presentación transversa tiene incidencia de 0.3% y suele producirse en pacientes con relajación
excesiva de la pared abdominal, fetos pretérmino, placenta previa, anormalidades uterinas,
polihidramnios, estenosis pélvica y embarazos múltiples. La sospecha clínica se realiza con predominio
de diámetro transverso del útero y altura fúndica mayor a la esperada. El diagnóstico se confirma por
ultrasonido. La situación transversa en un feto viable es indicación absoluta de cesárea.
b. La presentación pélvica/podálica se encuentra en 3-4% de los nacimientos y su aparición es favorecida
por prematuridad, anormalidades congénitas como hidrocefalia o anencefalia, anormalidades uterinas,
tumores pélvicos, placenta previa y embarazos múltiples. El diagnóstico puede obtenerse con las
maniobras de Leopold, tacto vaginal y el ultrasonido. La operación cesárea está indicada en casi todos
los casos de presentación pélvica con feto vivo, sin anomalías importantes y con posibilidades altas de
sobrevivir. La versión externa puede realizarse en casos seleccionados. La extracción pélvica debe
realizarse cuando la paciente se presenta con parto muy avanzado y sin indicaciones para cesárea de
urgencia. Las variedades son:
1. Nalgas puras: muslos flexionados sobre el tronco, piernas extendidas por delante y a la pelvis se
presentan solo las nalgas.
#TogetherIsBetter síguenos en Twitter e Instagram: @enarmemonos
2. Nalgas completas: el feto se encuentra en una actitud semejante a la de vértice, pero ha invertido la
polaridad, presentando a la pelvis nalgas y ambos pies.
3. Nalgas incompletas: nalgas y un pie.
c. La presentación de cara tiene incidencia de 0.06-0.3 % y aparece con mayor frecuencia cuando la pelvis
es de tamaño reducido o el feto es muy grande. El diagnóstico puede realizarse con el tacto vaginal y
confirmarse mediante ultrasonido. El parto vaginal solo es posible en presencia de feto pequeño, pelvis
amplia y actividad uterina eficiente. Sin embargo, todas las maniobras resultan traumáticas para el
binomio por lo que la cesárea suele ser la elección.
d. La presentación de frente tiene incidencia de 0.06% y aparece igual que la de cara. Se identifica con
tacto vaginal y generalmente es inestable, pudiendo cambiar a de cara o de vértice. En caso de sospecha
de DCP o fracaso de la progresión del trabajo de parto está indicada la operación cesárea.
Malposición fetal: en este grupo de distocias se encuentran las posiciones occipitoposterior,
occipitotransversa y el asinclitismo -> pueden ser normales al inicio, pero su persistencia puede alterar la
progresión del trabajo de parto. Se presentan en 5-10% de los partos y generalmente se deben a reducción
de la pelvis media, relajación del piso pélvico o a ineficiencia de la actividad uterina. El diagnóstico se
establece mediante examen vaginal, con identificación de la orientación de suturas craneales y pabellón
auricular.
- Puede atenderse mediante rotación manual a la posición occipitoanterior, rotación y extracción con
fórceps o en caso de fracaso con operación cesárea.
La presentación compuesta ocurre cuando una extremidad se prolapsa con la presentación, entrando
simultáneamente al canal pélvico. Usualmente es una de las superiores y ocurre en 1/700 partos. El
diagnóstico se realiza con el examen vaginal, aunque puede ser hallazgo sonográfico. No interfiere con el
desarrollo del trabajo de parto.
Alteraciones anatómicas fetales:
a. La macrosomía fetal (peso > 4,500 gr según ACOG y > 4000 gr según GPC) tiene una incidencia de 5.1%
y los factores predisponentes incluyen: padres de talla alta, multiparidad, diabetes u obesidad,
embarazo prolongado, nacimiento previo macrosómico y ganancia ponderal importante en gestación. El
diagnóstico puede realizarse de manera prenatal al identificar fondo mayor a edad gestacional y se
confirma mediante estudio USG. Se recomienda realización de cesárea antes del inicio del trabajo de
parto.
Las complicaciones maternas asociadas a macrosomía son: distocia de hombros, prolongación del TDP,
traumatismo genital, hemorragia posparto e infección puerperal.
b. La distocia de hombros puede ser complicación de nacimiento vaginal de macrosómico. Se define como
el nacimiento de los hombros que requiere intervención y tracción de la cabeza fetal o como un intervalo
> 60 segundos entre el nacimiento de la cabeza y el de los hombros.
La distocia de hombros bilateral debe de intervenirse con la maniobra de Zavanelli y operación cesárea
urgente.
La distocia unilateral de hombros puede atenderse realizando secuencialmente: maniobra de
McRoberts con presión suprapúbica (para intentar liberar hombro anterior), maniobra de Woods (rotar
el hombro hasta hacerlo coincidir con el diámetro pélvico), intento de extracción del brazo posterior y,
finalmente, la fractura de una o ambas clavículas. El último recurso es la restitución con la maniobra de
Zavanelli con realización de cesárea.
La distocia de hombros se asocia con parálisis de Erb y Klumpke, fractura clavicular o humeral, hipoxia,
daño cerebral y muerte.
Anormalidades en el canal de parto:
a. La desproporción cefalopélvica (DCP) se presenta si el tamaño de la pelvis materna no es suficiente ni
la forma es la adecuada para permitir el paso de la cabeza fetal. La DCP relativa puede presentarse con
pelvis normal si la cabeza fetal es muy grande.
La DCP en la entrada pélvica provoca un fracaso en el descenso y encajamiento de la cabeza.
#TogetherIsBetter síguenos en Twitter e Instagram: @enarmemonos
La DCP a nivel de la pelvis media es más frecuente debida a su menor capacidad y porque las
anormalidades en la flexión y posición de la cabeza fetal ocurren más frecuentemente a este nivel.
La operación cesárea es el método de elección para el nacimiento del producto.
Isoinmunización al Rh.
La Isoinmunización al antígeno Rh es un trastorno inmunológico que ocurre en las gestantes negativas al
factor Rh con un producto positivo a este.
Etiología y patogenia: el sistema inmunológico materno es estimulado a producir anticuerpos contra el factor
Rh que cruzan la placenta y destruyen los eritrocitos fetales.
Cuando un individuo negativo al Rh es expuesto a este, resulta sensibilizado en un proceso que inicia con
la producción de IgM por un periodo breve, seguido por la producción de IgG capaz de cruzar la placenta. El
mecanismo que más probablemente explica esta exposición es la presencia de una fuga placentaria no
detectada que permite el paso de eritrocitos fetales a la circulación materna.
En general, se requieren dos exposiciones al antígeno Rh para producir cualquier sensibilización, a menos
que la primera exposición sea masiva. La primera es la causante de la sensibilidad primaria, mientras que
la segunda provoca la respuesta rápida que provoca enfermedad hemolítica en el feto. La mayoría de las
exposiciones ocurren durante el parto.
Profilaxis: todas las gestantes negativas al factor Rh y que no se encuentren sensibilizadas debe recibir
rutinariamente globulina inmune anti-Rh a las 28 semanas de gestación, en las 72 horas siguientes al parto
de un producto Rh-positivo y en el momento en que se reconozca cualquier problema relacionado con
hemorragia transplacentaria (aborto, embarazo ectópico, hemorragias de 1era o 2da mitad, procedimientos
invasivos (amniocentesis y biopsia de vellosidades) y traumatismo abdominal).
Es necesario obtener una muestra de sangre materna en la primera consulta prenatal para la determinación
de Hemotipo y factor Rh y detección de anticuerpos.
Afectación fetal: la examinación sonográfica seriada de las pacientes con fetos en riesgo de enfermedad
hemolítica puede ser útil en conjunto con la amniocentesis en la confirmación del bienestar fetal y la
determinación del desarrollo de hidropesía fetal.
La examinación debe incluir evaluación fetal rutinaria y la determinación del tamaño y grosor placentarios,
el tamaño hepático. La hidropesía fetal se diagnostica con la apariencia de ascitis, derrame pleural, derrame
pericárdico o edema cutáneo.
Las transfusiones intrauterinas (técnica intraperitoneal o intravascular) de paquetes globulares Rh
negativos pueden realizarse en intervalos de 1-3 semanas, practicando la última en la semana 32-34.
Generalmente el feto es obtenido cuando ha alcanzado la madurez pulmonar.
Hiperémesis gravídica: consiste en la aparición de vómitos continuos e intensos que impiden la
alimentación de la embarazada ocasionando deshidratación y trastorno metabólico y electrolítico.
En su manejo se utiliza:
- Ingreso hospitalario y reposo.
- Reposición hidroelectrolítica por vía IV de manera inicial pasando a la VO a tolerancia.
- Piridoxina: efectiva en reducción de la gravedad de las náuseas.
- Doxilamina: antihistamínico que reduce las náuseas en el embarazo temprano.
- Metoclopramida: se reserva para casos refractarios con vómitos persistentes.
Métodos de exploración:
Exploración clínica: es necesario realizar una adecuada anamnesis y exploración completa. Son necesarias,
al explorar el oído:
a. Inspección del pabellón auricular, de la zona periauricular y de la retroauricular.
b. Palpación de adenopatías pre y retroauriculares, el signo del trago y la palpación de la ATM.
c. Otoscopía: es el principal método diagnóstico en la patología del oído externo y medio. Es necesario
traccionar el pabellón hacia atrás y hacia arriba para rectificar la curvatura del CAE. Es posible explorar
la permeabilidad tubárica, al ver la imagen timpánica cuando se realiza la maniobra de Valsalva
(abombamiento de la membrana timpánica).
Exploración radiológica: se pueden utilizar las siguientes pruebas
a. Radiología simple: muy poco utilizada actualmente. Existe la proyección de Schüller que estudia el oído
medio, la ATM y las fracturas longitudinales del peñasco. Las proyecciones de Stenvers y transorbitaria
se utilizan para estudiar oído interno, CAI y fracturas transversales del peñasco.
b. TAC: estudia mejor el oído medio, al ser una cavidad ósea neumatizada.
c. RMN: explora mejor el CAI, el ángulo pontocerebeloso, el oído interno y el recorrido del nervio facial.
Exploración funcional de la audición:
Acumetrías o diapasones: permiten diagnóstico CUALITATIVO.
a. Prueba de Rinne: monoaural, compara vía aérea, poniendo el diapasón delante del pabellón auricular y
vía ósea, situando el diapasón sobre la mastoides. Rinne + (VA > VO) en individuos normales o con
hipoacusia perceptiva. Rinne – (VO > VA) en hipoacusia de transmisión.
b. Prueba de Weber: biaural, compara la vía ósea de los dos oídos, poniendo el diapasón sobre la frente o
en los dientes, siempre en la línea media. En una hipoacusia unilateral, lateraliza al oído enfermo, si es
de transmisión (VO mejor en oído enfermo que en sano por el ruido ambiental) y en hipoacusia de
percepción lateraliza al sano. En personas normales no se lateraliza.
c. Prueba de Schwabach: compara la VO del paciente con la del explorador.
d. Prueba de Gellé: se utiliza la pera de Politzer. No muy utilizada.
Audiometrías: permiten diagnóstico cualitativo y cuantitativo, al estudiar también umbrales auditivos
(mínima intensidad a la que es audible un estímulo auditivo). La intensidad de un estímulo auditivo se mide
en decibelios y corresponde a diez veces el logaritmo decimal de la relación entre las intensidades de dos
sonidos.
a. Audiometría tonal liminal: el estímulo son sonidos de frecuencias conocidas sin armónicos de intensidad
variable.
b. Audiometría de altas frecuencias: amplia el espectro de frecuencias de la audiometría tonal clásica, en
valores que van desde 8 mil hasta 18 mil Hertz. Útil para el diagnóstico precoz de patologías que afectan
antes a las altas frecuencias (trauma acústico y/u ototoxicidad).
c. Audiometría verbal: el estímulo son palabras y no tonos puros; por ello, no es sólo un estudio de
intensidades, sino que también analiza la discriminación verbal o inteligibilidad, esencial en la
adaptación de prótesis auditivas.
d. Audiometrías supraliminales: el estímulo auditivo está por encima del umbral del sujeto. Por tanto, no
pretenden determinar el umbral auditivo, sino estudiar las distorsiones de la sensación acústica que
#TogetherIsBetter síguenos en Twitter e Instagram: @enarmemonos
ocurren en las hipoacusias perceptivas, tanto de la intensidad (reclutamiento), como de la duración del
sonido, y así establecer el nivel coclear o retrococlear de la misma.
e. Audiometría con respuesta eléctrica (potenciales evocados auditivos de tronco cerebral o auditory
brainsteam response): es un registro mediante electrodos de superficie de las variaciones de potencial
eléctrico en la vía auditivo generados en los diez primeros milisegundos tras una estimulación eléctrica:
se utiliza como audiometría objetiva (niños menores de 4 años, oligofrenias y simuladores) y como
método de cribado de patología retrococlear.
f. Otoemisiones acústicas: son sonidos o vibraciones acústicas producidas fisiológicamente por
contracciones de las células ciliadas externas de la cóclea, que pueden ser registradas en el CAE, y su
presencia indica buena función coclear.
g. Productos de distorsión acústica: similar a las Otoemisiones, pero en respuesta a dos tonos puros
continuos.
h. Potenciales evocados auditivos en estado estable multifrecuencial: se colocan electrodos de superficie
que registran los potenciales y permiten la valoración tonal audiométrica de forma objetiva.
Impedanciometrías: es el estudio de la impedancia (resistencia) que ofrece el sistema tímpano-osicular al
paso del sonido (medido como presión sonora), aunque los aparatos que existen miden su inversa, que es
la complianza (elasticidad):
a. Timpanometría: se miden las variaciones de complianza de la membrana timpánica y de la cadena
osicular, en función de las variaciones de presión a nivel del CAE. Nos da información del estado de la
cámara aérea y de las presiones del oído medio (función tubárica) y del funcionamiento del tímpano y
la cadena osicular.
b. Reflejo estapedial o acústico/facial: los tonos puros comprendidos entre 70-100 dB por encima del
umbral auditivo o de 60 dB para el caso de los ruido blancos, disparan este arco reflejo (cóclea -> nervio
auditivio -> núcleo auditivo del tronco -> núcleo motor del nervio facial -> nervio facial -> músculo
estapedio) generando una contracción de este músculo, aumentando la impedancia tímpano-osicular.
Nos permite obtener información del estado del oído medio, diagnóstico topográfico de las hipoacusias
perceptivas, nos permite el diagnóstico topográfico y pronóstico de parálisis faciales y permite valoración
de lesiones de tronco bulbo-protuberanciales.
Exploración del equilibrio: el diagnóstico topográfico y etiológico de las alteraciones del equilibrio se obtiene
en un 80% de los casos mediante la historia y la exploración clínica.
- Anamnesis: es esencial en el diagnóstico del vértigo. Los trastornos del equilibrio pueden manifestarse
como vértigo (sensación ilusoria de movimiento, generalmente giratorio) y pueden acompañarse de
síntomas motores (desequilibrio, nistagmo) o vegetativos (náuseas, vómitos, hipotensión, bradicardia,
hiperperistaltismo).
Es necesario valorar: duración, factores desencadenantes y los síntomas acompañantes. El vértigo
periférico es de comienzo brusco, corta duración.
- Exploración clínica: no existe vértigo sin desequilibrio ni nistagmo. El vértigo periférico es un síndrome
armónico o congruente (las desviaciones corporales por alteración del reflejo vestíbulo-espinal coinciden
con la fase lenta del nistagmo) y proporcionado (la intensidad del vértigo es proporcional a la del
nistagmo).
Alteraciones del equilibrio:
a. Alteraciones del reflejo vestíbulo-espinal: las pruebas del equilibrio son Romberg (de pie, con los pies
juntos), marcha con ojos cerrados (Babinski-Weil), marcha simulada (Unterberger) y la prueba de los
índices de Barany (brazos extendidos e índices extendidos), todas ellas con los ojos cerrados para
eliminar la información visual.
b. Nistagmo (alteraciones del reflejo vestíbulo-ocular): son movimientos involuntarios y repetitivos de los
ojos y se deben explorar en las distintas posiciones del globo ocular, con fijación de la mirada y usando
gafas de Frenzel (de 20 dioptrías) para suprimir la fijación. Los tipos de nistagmo son los siguientes:
3. RINOLOGÍA
Patología congénita:
Atresia de coanas: es la malformación rinosinusal más frecuente y tiene predilección por el sexo femenino.
Unilateral es más común en lado derecho y se diagnostica generalmente en el adulto; se manifiesta como
#TogetherIsBetter síguenos en Twitter e Instagram: @enarmemonos
rinorrea purulenta crónica y sinusitis con obstrucción nasal. En la bilateral, hay riesgo para vida del recién
nacido por disnea que se alivia con el llanto y empeora con la deglución. Para confirmar el diagnóstico, se
emplea la TAC y la fibroscopía nasal. Los casos bilaterales se detectan al pasar una sonda por la nariz.
El tratamiento es quirúrgico, vía transnasal o transpalatal, perforando la coana. En el recién nacido precisa
de forma urgente poner sonda y cánula respiratoria en espera de la cirugía.
Urgencias rinológicas:
Epistaxis: sangrado a través de los orificios nasales. Aparece más frecuente en niños y en ancianos, y en
invierno y primavera. El 90% de las ocasiones no tiene causa sistémica subyacente.
El origen de la hemorragia suele ser anterior y se asientan en el área de Kiesselbach (conocida también
como área de Little) que se sitúa en la porción anterior del septum; la mayoría de los sangrados suelen ser
autolimitados. Con menos frecuencia son posteriores, con sangrado por orofaringe y suele provenir de la
arteria esfenopalatina o de sus ramas.
Aunque la mayoría de las epistaxis son idiopáticas, existen una serie de factores etiológicos:
a. Locales: sequedad de mucosas y traumatismos nasales digitales autoinducidos, uso de medicamentos
tópicos, inhalación de cocaína, perforaciones septales, rinosinusitis, deformidades, tumores.
b. Generales: arteriosclerosis, HAS, alteraciones de la coagulación, PTI, insuficiencia hepática, alteraciones
hormonales.
c. Enfermedad de Rendu-Osler: enfermedad hereditaria con múltiples telangiectasias en mucosas de fosas
nasales, vía aerodigestiva superior y piel.
Manejo de la epistaxis:
El diagnóstico se basa en una adecuada anamnesis (cuantía de la hemorragia y factores asociados).
Requiere el control de signos vitales, así como la localización del punto sangrante mediante rinoscopia
anterior, endoscopia nasal y exploración de la orofaringe.
El tratamiento según la gravedad es preciso seguir una escala ascendente.
1. Reposo y compresión: presión nasal directa asociada a vasoconstrictor local (oximetazolina, fenilefrina,
nafazolina) en pacientes no hipertensos logra detener el sangrado del 65-70%.
2. La cauterización con nitrato de plata o eléctrica, bajo visión directa da control preciso del vaso sangrante
con una tasa de éxito del 83%.
3. Taponamiento nasal anterior: durante 48-72 horas (si se mantiene más tiempo se debe añadir
antibiótico oral). Se debe realizar con material hemostático reabsorbible (surgicel, gelfoam), gasas
borde, esponjas deshidratas. La lubricación de estos materiales disminuye el riesgo posterior de
episodios hemorrágicos.
Taponamiento nasal posterior: se pueden utilizar sondas con balón (Foley, Epistat, Rush). Van a
permanecer más tiempo, suele indicarse antibióticos orales y analgésicos.
4. Embolización: maxilar interna o facial.
5. Ligaduras arteriales: esfenopalatina, carótida externa, maxilar interna o etmoidales. La tasa de éxito es
similar, sin embargo, la ligadura tiene menor riesgo de tromboembolismo.
Cuerpos extraños intranasales: se sospecharán ante la presencia de una rinorrea unilateral purulenta y
fétida con obstrucción en un niño. En adultos debe sospecharse primero la presencia de carcinoma
nasosinusal.
El cuerpo extraño se confirma mediante rinoscopia anterior o por medio de fibroscopia nasal, y a veces en
radiografía. Se extraen arrastrándolos hacia afuera con instrumental y nunca empujándolos.
Patología traumática nasofacial: las causas más comunes son los accidentes de tráfico, las agresiones o
accidentes casuales.
Clasificación:
- Fracturas del tercio superior facial: hueso facial y techo de la órbita -> se manifiestan con rinolicuorrea,
hematomas y enfisema subcutáneo en la frente, epistaxis y alteraciones oculomotoras.
- Fracturas del tercio medio facial:
4. ESTOMATOLOGÍA
.
Malformaciones congénitas de la cavidad oral:
Labio leporino y paladar hendido: tiene frecuencia de 1/700 nacidos vivos. Puede aparecer aislado o
asociado a síndromes con alteraciones craneofaciales. Es posible que se presente hendidura labial,
maxilolabial o maxilolabial-palatina; además, puede tratarse de un labio hendido completo o incompleto (si
sólo afecta a parte del labio, conservando tejidos que conecten los dos lados del labio) y paladar hendido
completo o incompleto (si únicamente lo hace al paladar secundario o posterior).
Producen alteraciones en la alimentación, infecciones respiratorias, alteraciones tubáricas y rinolalia. El
tratamiento es ortodóntico y quirúrgico, se prolonga en varias intenciones durante varios años, que
comienza con el labio entre los 3-6 meses y el paladar entre los 12 y 30 meses de edad (para conservar
crecimiento craneofacial).
Enfermedades dentales:
a. Caries dental: enfermedad destructiva de los tejidos duros de los dientes debida a infección por
bacterias, siendo Streptococcus mutans la principal. Su incidencia ha disminuido por la utilización de
flúor, pero aún hoy sigue siendo la enfermedad más prevalente de la cavidad oral. El tratamiento
consiste en eliminar el tejido infectado de la dentina y restaurar el diente con diferentes sustancias. La
prevención es más importante que el tratamiento -> fluoración artificial del agua es la medida más eficaz
y económica. En cuanto a la prevención individual -> medidas de higiene dental.
b. Pulpitis aguda: si la caries progresa, puede infectar la pulpa, dando lugar a este cuadro. Al inicio se
produce dolor con la ingesta de alimentos calientes/fríos y posteriormente, el dolor puede ser continuo.
El tratamiento consiste en eliminar la pulpa y el tejido de las raíces, limpiar cavidad y llenar con
sustancias artificiales (endodoncia).
c. Enfermedad periapical: cuando la infección progresa más allá del ápex dental, se puede formar un
absceso periapical y, si se cronifica, un granuloma periapical. El pus del absceso puede drenar a través
del hueso alveolar en los tejido blandos y ocasionar celulitis y bacteriemia.
d. Maloclusiones dentales: cuando las arcadas dentarias superior e inferior no encajan adecuadamente.
Se tratan con ortodoncia y en ocasiones cirugía ortognática.
Enfermedades periodontales:
a. Gingivitis: es la forma más común de enfermedad periodontal. Comienza como una inflamación indolora
de la parte marginal de las encías. La enfermedad avanza y produce afectación del ligamento
periodontal y del hueso alveolar. La enfermedad periodontal se agrupa en una serie de trastornos que
incluyen:
1. Periodontitis del adulto: se asocia a infección por P. gingibalis, P. intermedia y otros G-.
2. Periodontitis juvenil: A. actinomycetecomitans, Capnocytophaga y otros anaerobios.
3. Gingivitis ulcerativa necrotizante: Prevotella intermedia y espiroquetas (común en VIH).
El tratamiento consiste en medidas antibacterianas locales, desbridamiento, y en casos graves,
antibióticos sistémicos.
6. LARINGE
Patología congénita: debe sospecharse en <6 meses con estridor de predominio inspiratorio y disnea
constante o en episodios recurrentes, tos y llanto débil.
a. Laringomalacia: más frecuente. Hay flacidez o hiperlaxitud del esqueleto cartilaginoso de la laringe,
fundamentalmente de la epiglotis. Se manifiesta por estridor inspiratorio que aumenta con el llanto y en
decúbito. El diagnóstico se realiza por fibroscopia flexible. No precisa tratamiento porque disminuye
hasta desaparecer antes del año.
b. Parálisis de cuerda vocal: puede ser unilateral, por problemas cardíacos o mediastínicos, y traumatismos
durante el parto, produciendo disfonía.
c. Estenosis subglótica congénita: disminución de la luz a nivel del cricoides. Patología más habitual de
necesitar traqueotomía en <1 año.
d. Membranas y atresias: puede haber hemangiomas, quistes y laringoceles pero son raros.
Patología inflamatoria e infecciosa aguda: laringitis agudas.
La etiología suele ser infecciosa. En los adultos, suelen producir disfonía, y en niños, disnea con estridor.
Esta diferencia viene condicionada por las diferencias anatómicas de la laringe infantil (colapsabilidad,
epiglotis en forma de omega, cuerdas vocales más cortas).
Formas clínicas más frecuentes en niños:
a. Epiglotitis: más grave. El 85% de los casos era por H. influenzae tipo B (disminuyendo gracias a la
vacunación), actualmente aumenta Streptococcus y Staphylococcus aureus. Afecta a niños de 2-6 años
con un cuadro de fiebre, malestar general, disnea con estridor inspiratorio que empeora en decúbito
supino, y que hace que permanezca sentado con el cuello en hiperextensión. Además, el niño muestra
intensa odinofagia que genera dificultad para deglutir la saliva y alteración en la resonancia de la voz
(voz de papa caliente).
Ante la sospecha, está indicada realización de radiografía simple lateral cervical y es necesario confirmar
el engrosamiento epiglótico (contraindicada la exploración de faringe con depresor o laringoscopía
indirecta por riesgo de espasmo). Se debe asegurar la vía aérea. Antibiótico y corticoesteroides IV como
tratamiento.
#TogetherIsBetter síguenos en Twitter e Instagram: @enarmemonos
b. CRUP: es la más frecuente, responsable de un 80% de los episodios de disnea en niños mayores de 1
año. Etiología viral es la más común (parainfluenza e influenza A/B). Hay comienzo progresivo tras un
catarro con estridor de predominio inspiratorio de tono grave, tos y disnea, así como leve disfonía. No
hay disfagia ni odinofagia, es menos disneizante y tiene mejor estado general. El tratamiento se realiza
con adrenalina racémica en aerosol, corticoides, profilaxis antibiótica (si dura más de 48 horas).
c. Laringitis espasmódica o pseudocrup: comienzo brusco durante el sueño, de estridor inspiratorio, sin
disnea, afebril y con buen estado general. Cede espontáneamente o con humidificación ambiental.
Formas clínicas en adultos:
a. Laringitis catarral: suele ser vírica (rinovirus, influenza, parainfluenza y adenovirus). Cursa con disfonía
y tos seca irritativa y, en ocasiones, dolor. A la exploración la laringe se ve roja, edematosa y con
secreciones. El tratamiento consiste en reposo vocal, evitar irritantes, humidificación, expectorantes y
antiinflamatorios.
b. Epiglotitis del adulto: en adultos si se puede explorar la laringe para confirmar el diagnóstico y para
descartar que sea por tumores o cuerpos extraños. El manejo es similar al realizado en el niño.
Parálisis faringolaríngeas: la inervación de la laringe depende del NC X, con el nervio laríngeo superior (cuya
lesión apenas influirá en la posición de las cuerdas vocales, pero si producirá alteraciones sensitivas) y el
nervio laríngeo recurrente (cuyo traumatismo produce grave alteración en la movilidad de las cuerdas
vocales).
A. Parálisis centrales: suelen ser parálisis supra o pseudobulbares, se produce espasticidad y
enlentecimiento en los movimientos de la laringe. También pueden provocar alteraciones de la motilidad
laríngea.
B. Parálisis periféricas: son las más frecuentes (90%). Se producen por lesiones en el tronco del NC X o de
sus ramas laríngeas. De la periferia hacia el centro, los diferentes puntos de lesión son:
1. Lesión del nervio laríngeo recurrente: es la más frecuente. Las causas más habituales son cirugías
en tiroides/paratiroides, tumores malignos cervicales, intubación brusca y traumatismos laríngeos.
Dentro de las causas torácicas están los tumores de pulmón y mediastino, las cirugías y la estenosis
mitral. La cuerda paralizada queda en posición paramediana y aparece una disfonía con diplofonía
(voz bitonal). Si la parálisis es bilateral, al quedarse las dos cuerdas vocales en posición
paramediana, además de disfonía hay disnea y es necesario realizar traqueotomía.
2. Lesión del nervio laríngeo superior: difícil de diagnosticar por escasa sintomatología. Suele ser
secundaria a cirugías cervicales. Produce riesgo de aspiraciones, por anestesia del vestíbulo
laríngeo, se acortan las cuerdas y genera una voz con poca fuerza y con pérdida de frecuencias
agudas y fatiga vocal.
3. Lesión del tronco del vago (ambos nervios laríngeos): suele producirse por tumores de la base del
cráneo. La cuerda vocal paralizada se sitúa en posición intermedia o lateral. Se producen
aspiraciones durante la deglución, con crisis de tos e infecciones tranqueobronquiales, y una
disfonía por déficit de aire.
4. Lesiones en el bulbo: iguales a las parálisis por lesión del tronco del vago.
El diagnóstico se basa en la fibro o telelaringoscopia con estroboscopia y pruebas de imagen, en caso de
parálisis de recurrencia se solicita TAC de cráneo, cervical y torácica.
El tratamiento de la disfonía generada en estas parálisis suele ser rehabilitador, encaminado a compensar
el déficit de la cuerda paralizada, siendo raro precisar tratamiento quirúrgico sobre la cuerda vocal. En las
parálisis bilaterales, para evitar la traqueotomía, se pueden realizar cirugías que amplíen el espacio aéreo
(cordectomía, aritenoidectomía y abducción aritenoidea).
Lesiones benignas de la laringe: la etiología se basa fundamentalmente en el abuso vocal y/o en la
utilización de irritantes, pero el resultado es el mismo -> alteración mantenida de la mucosa vocal.
Las diferentes lesiones son:
7. GLÁNDULAS SALIVALES
Sialolitiasis: consiste en concreciones calcáreas (hidroxiapatita) formadas en el conducto secretor de una
glándula y, más rara mente de su parénquima. Son más frecuentes en la submaxilar (90%) por su saliva
más espesa, rica en mucina, con pH alcalino y la longitud y tortuosidad del conducto de Warthon.
Clínica: en la submaxilar, predominan las Sialolitiasis con dolor y tumefacción tras la ingesta, que mejoran
por desobstrucción con aparición de sialorrea. En la parótida, prevalecen las sialoadenitis agudas, con dolor
parotídeo con otalgia refleja, fiebre, celulitis de la piel circundante y el trismus.
Diagnóstico: es clínico, con palpación (glándula y conducto), que será dolorosa y con exploración del orificio
del conducto excretor (enrojecido, con pus o cálculos).
#TogetherIsBetter síguenos en Twitter e Instagram: @enarmemonos
Tratamiento: se pautan sialogogos, espasmolíticos y antibióticos con eliminación salival (B-lactámicos y
macrólidos). Se recomienda beber abundantes líquidos. Si fracasan, está indicada la cirugía, sobre todo en
la submaxilar.
Afección por enfermedades sistémicas:
a. Sarcoidosis: se pueden detectar granulomas sarcoideos en parótida y glándulas salivales menores en
el 80% de los pacientes. Además, es posible que aparezca el síndrome de Heerfordt (fiebre
uveoparotídea).
b. Enfermedad de Mikulicz y síndrome de Sjögren: ambas son más frecuentes en mujeres, pueden afectar
a todas las glándulas salivales. Tienen riesgo de malignización a linfoma B. La enfermedad de Mikulicz
es una tumefacción difusa bilateral de salivales y lagrimales, asintomática o con leve dolor. El síndrome
de Sjögren cuando es primario hay queratoconjuntivits seca, xerostomía con tumefacción de glándulas
salivales que es bilateral y con frecuencia asimétrica.
Sialoadenosis: tumefacción recidivante bilateral simétrica e indolora de las glándulas salivales serosas
(parótida) y lagrimales, con discreta hiposecreción salival y lagrimal. La sialografía y gammagrafía salival
son normales. En histología hay hipertrofia de células acinares con vacuolización y pérdida de granulación
en el citoplasma. Puede ser aislado o presentarse asociado a otras enfermedades.
Patología tumoral: los tumores en las glándulas salivales son raros. La exposición a radiaciones ionizantes
predispone a su aparición. Se localizan con mayor frecuencia en la parótida (75%), submaxilar (10%),
glándulas menores (14%) y en la sublingual son raros (1%). Globalmente son más habitualmente benignos.
Benignos:
a. Adenoma pleomorfo: más frecuente, afecta sobre todo a la parótida.
b. Tumor de Warthin/cistoadenolinfoma: más frecuente en parótidas.
c. Oncocitoma o adenoma oncocitico: degeneración frecuente, propia de la edad.
d. Hemangiomas: comunes en infancia.
Malignos:
a. Carcinoma mucoepideroide: parótida y/o submaxilar.
b. Cilindroma o carcinoma adenoide quístico: aparece en glándulas mayores y menores.
c. Adenocarcinoma: parótida y glándulas menores.
d. Carcinoma epidermoide: poco frecuente.
Clínica y diagnóstico: suelen presentarse como tumoraciones de crecimiento lento, los signos de malignidad
son: crecimiento rápido, invasión de la piel (ulceración) o fijación a planos profundos, palpación pétra, dolor,
trismus y parálisis facial.
El método diagnóstico fundamental es la PAAF, asociado a radiología (eco y TAC).
Tratamiento: el tratamiento de elección es quirúrgico. En parótida puede haber parotidectomía superficial.
En el resto de las glándulas, se extirpa toda la glándula. Se realiza vaciamiento cervical en los N+. La
radioterapia posquirúrgica se efectúa en los tumores de alto grado.
➔ Síndrome de Frey o del nervio auriculotemporal -> secuela posquirúrgica de las parotidectomías, por
una regeneración aberrante de las fibras del nervio auriculotemporal. Se llama síndrome de las 3 H
porque hay hiperhidrosis, hiperestesia e hiperemia de la mejilla durante la masticación.
8. PATOLOGÍA CERVICAL
Patología congénita cervical:
#TogetherIsBetter síguenos en Twitter e Instagram: @enarmemonos
a. Quistes y fístulas del conducto tirogloso: son las más frecuentes, suelen aparecer en la primera década
de la vida como una masa única en la línea media, a cualquier nivel del trayecto tirogloso, aunque
normalmente son solidarios con el hueso hioides y ascienden con la deglución. Pueden sobreinfectarse
dando dolor local y la posibilidad de fistulizarse a la piel. El diagnóstico se realiza con PAAF, ecografía y
TAC y se debe hacer gammagrafía tiroidea para descartar que sea el único tejido tiroideo funcionante.
El tratamiento es quirúrgico incluyendo el cuerpo del hioides (técnica de Sistrunk) para evitar recidivas.
b. Disrafias: defectos de fusión en la línea media de los primeros arcos branquiales. Pueden ser quistes
desmoides o epidermoides. Son masas de consistencia blanda próximas al hioides en niños.
c. Quistes del segundo arco branquial: es la enfermedad congénita cervical más frecuente. Se producen
por una reabsorción incompleta del seno cervical. Son una masa cervical lateral elástica, móvil, en borde
anteromedial del ECM e infrahioidea. Se diagnostica por PAAF, ecografía y TAC. El tratamiento es
quirúrgico.
Adenitis cervicales:
a. Inespecífica: inflamación de uno o más ganglios cervicales, sobre todo yugulocarotídeos. Más frecuente
en niños. Puede manifestarse como adenitis aguda supurada o evolucionar a un adenoflemón. El
tratamiento es antibiótico y con drenaje quirúrgico de los adenoflemones.
b. Específicas: la más importante es la adenitis tuberculosa, siendo la localización más habitual la cervical
y postauricular, con adenopatías indoloras de crecimiento lento y tendencia a fistulizarse a piel
(escrófula): Se diagnostica por PAAF pidiendo cultivo y BAAR, y mejor con biopsia (granulomas
caseíficantes):
Patología tumoral:
a. Glomus, quemodectomas o paragangliomas cervicales: habitualmente originados a partir del cuerpo
carotídeo y mucho más raramente a partir del ganglio nodoso del vago. Son masas a nivel de la
bifurcación de la carótida, pulsátiles y con soplo, con movilidad lateral pero no vertical, al estar adheridos
a la carótida. Producen compresión del X par craneal (tos, náuseas, parálisis laríngea) y del simpático
cervical (Sx de Horner). Se diagnostica con arteriografía o con angiografía por RMN. Se debe hacer
estudio de catecolaminas en orina por si fuera funcionante. El tratamiento es quirúrgico por cervicotomía
lateral.
b. Patología tumoral de los ganglios linfáticos cervicales: pueden ser linfomas (LH y LNH) -> adenopatías
múltiples, móviles, de consistencia firme pero no pétrea.
2. VALORACIÓN PREQUIRÚRGICA
La visita preanestésica consiste en el diagnóstico preoperatorio de patologías desconocidas o de diversos
factores que puedan aumentar el riesgo del paciente ante el acto anestésico y la intervención quirúrgica,
con objeto de minimizarlos al máximo mediante la adopción de medidas preventivas y/o terapéuticas
concretas.
Los objetivos de la visita preanestésica son:
1. Inicio de la relación anestesiólogo-paciente.
2. Valoración objetiva del estado de salud físico y psíquico del paciente.
3. Corrección de alteraciones funcionales reversibles.
4. Detección de riesgos específicos relacionados con el acto anestésico.
5. Revisión de la medicación habitual del paciente.
6. Elección de la técnica anestésica más adecuada en función de la situación clínica y la cirugía a realizar.
7. Pauta de premedicación anestésica y obtención del consentimiento informado.
La visita preanestésica debe realizarse preferentemente por el anestesiólogo que llevará a cabo la
anestesia.
Anamnesis: consiste en la elaboración de la historia clínica con especial énfasis en detectar problemas que
puedan afectar el acto anestésico.
Importante buscar: alergias medicamentosas, consumo de tóxicos, patología cardiovascular, patología
respiratoria, patología renal, patología neurológica, hematológica, tiroidea, embarazo, antecedentes
quirúrgicos y anestésicos previos, tratamiento completo actualizado del paciente, con especial atención a
la medicación antiagregante y/o anticoagulante, así como las posibles interacciones con anestésicos.
Exploración física: debe realizarse sistemática por aparatos. Es importante registrar signos vitales, talla y
peso del paciente.
Importante exploración: cardiovascular, pulmonar, exploración de la vía aérea (informa sobre posible
dificultad en la ventilación y/o intubación del paciente en caso de que fuera necesario para el desarrollo del
acto anestésico. Se debe valorar la zona para bloqueo en caso de anestesia regional y la calidad de los
accesos venosos periféricos.
#TogetherIsBetter síguenos en Twitter e Instagram: @enarmemonos
Valoración del riesgo anestésico: existen múltiples escalas de clasificación del riesgo perioperatorio.
La escala más utilizada para la valoración del riesgo anestésico es el sistema de la sociedad americana de
anestesiólogos o ASA. Este sistema de clasificación valora el estado físico del paciente previamente a la
cirugía, independientemente del tipo de cirugía y del resultado de las pruebas complementarias.
- ASA 1: Pacientes sano, salvo por el motivo de la cirugía.
- ASA 2: Paciente con enfermedad sistémica leve o moderada sin limitaciones funcionales.
- ASA 3: Paciente con enfermedad sistémica grave con limitación funcional.
- ASA 4: Paciente con enfermedad grave que constituye una amenaza constante para la vida del paciente.
- ASA 5: Paciente moribundo que no se espera que sobreviva >24 h sin la intervención quirúrgica.
- ASA 6: Donante de órganos.
- ASA E: Indica cirugía urgente en cualquiera de las categorías anteriores.
Pruebas complementarias: una anamnesis y una exploración física correctas constituyen las herramientas
más sensibles para detectar aquellos pacientes con mayor riesgo de desarrollar complicaciones
perioperatorias.
La necesidad de realizar pruebas complementarias debe establecerse en función de: edad del paciente,
antecedentes patológicos y estado clínico del paciente, tipo y/o magnitud de la intervención quirúrgica, tipo
de anestesia y la urgencia de la intervención.
En teoría las pruebas preoperatorias básicas se incluyen:
- Hemograma completo: incluye cifras de hemoglobina y hematocrito, leucocitos y plaquetas.
- Bioquímica: glucosa, creatinina, sodio y potasio. Cuando se sospecha de disfunción hepática se debe
determinar bilirrubina, TGO, TGP y GGT. TSH en caso de sospecha de alteración tiroidea.
- Coagulación: indicada en sospecha de coagulopatía, toma de anticoagulantes, alto riesgo de sangrado,
anestesia neuroaxial.
- ECG de 12 derivaciones. En mayores de 45 años, factores de riesgo cardiovascular, alteración a la
exploración cardiovascular.
- Radiografía de tórax: no está indicada la realización preoperatoria. Se indica en mayores de 45 años,
patologías asociadas, cirugía de riesgo moderado o alto.
Valoración del riesgo cardíaco: las complicaciones cardiovasculares son uno de los riesgos más altos en los
pacientes sometidos a cirugía no cardíaca. Según la AHA tres elementos son los principales en los que debe
basarse el riesgo de eventos cardíacos mayores: variables clínicas del paciente, capacidad funcional o
tolerancia al ejercicio y el riesgo asociado al tipo de cirugía.
1. Variables clínicas: se realiza anamnesis y exploración física + ECG.
2. Capacidad funcional: con tolerancia al ejercicio se obtiene valor pronóstico de complicaciones.
3. Riesgo asociado al tipo de cirugía: se debe tomar en cuenta el tipo y la duración de la cirugía.
Valoración del riesgo pulmonar: las complicaciones pulmonares posoperatorias son una causa importante
de morbimortalidad. La valoración pulmonar preoperatoria es un elemento importante en la visita
preanestésica del paciente. Puede haber insuficiencia respiratoria, atelectasias, infección, broncoespasmo,
exacerbación de patología crónica pulmonar y TEP.
Manejo de la medicación habitual del paciente en la visita preanestésica: el anestesiólogo debe decidir si
la medicación debe ser suspendida o debe continuarse durante el período perioperatorio. Se deben tomar
en cuenta cuatro factores: patología de base que establece la indicación de uso del fármaco, efectos
adversos de los fármacos, posibles interacciones con los fármacos anestésicos y el tipo de cirugía.
a. Fármacos cardiovasculares: en la mayoría se continúa la terapia incluido el día de la cirugía. Los IECAS
y ARA II se deben suspender si se usan como fármacos de la insuficiencia cardíaca. Los hipolipemiantes
se deben suspender el día previo a la cirugía.
b. Fármacos relacionados con la hemostasia: el AAS, clopidogrel y ticlopidina se deben suspender de 7-10
días antes, dipiridamol se suspende 2 días antes, acenocumarol/Warfarina se debe suspender 5 días
antes. Las HBPM se deben suspender 24 h antes y reanudarse 24 h después en bajo riesgo quirúrgico.
3. VÍA AÉREA
Dado que la anestesia conlleva cierto grado de pérdida de control de la vía aérea y alteración de la mecánica
ventilatoria, se deben adoptar medidas necesarias para asegurar un aporte de oxígeno adecuado y
ventilación alveolar durante el acto anestésico.
Valoración de la vía aérea: predicción de una vía aérea difícil.
Se define vía aérea difícil (VAD) como aquella situación clínica en la que un médico, entrenado en el manejo
de la vía aérea, presenta dificultades para ventilar al paciente con mascarilla facial, para la intubación
orotraqueal o ambas.
#TogetherIsBetter síguenos en Twitter e Instagram: @enarmemonos
Predicción de ventilación difícil: las características clínicas asociadas a dificultad a la ventilación con
mascarilla facial son. Presencia de barba, ausencia de dientes, obesidad (IMC>30), SAOS, test de mordida
clase III y edad > 65 años.
Valoración de la vía aérea: se realiza mediante:
- Historia clínica: antecedentes personales y/o familiares de dificultad para manejo, enfermedades
asociadas (patología tiroidea, radioterapia cervical previa, patología maxilofacial, macroglosia, patología
de columna cervical). También se debe valorar clínica de obstrucción: disfonía, disfagia, estridor, etc.
- Exploración física: consiste en la valoración de parámetros antropométricos asociados a VAD. Ninguno
de ellos por si solos es suficiente para detectar una VAD, su combinación nos permite conocer la
posibilidad. La regla mnemotécnica LEMON constituye un método de evaluación para detección de la
vía aérea:
L. Look externaly. Consiste en la búsqueda de las característica externas de la vía aérea que se asocien
con VAD: anormalidades faciales, retrognatia, obesidad, macroglosia, bocio, etc.
E. Evalute: evalúa la relación entre los ejes de la faringe, la laringe y la boca y, por tanto, la posibilidad
de una intubación simple. Se usa la regla 3-3-2. 3) La distancia entre los incisivos debe de ser de 3
dedos, 3) La distancia del hioides al mentón debe ser 3 dedos y 2) La distancia entre escotadura tiroidea
y piso de la boca debe de ser al menos de dos dedos.
M. Mallampati score. Este test es una exploración sencilla y útil en la predicción de VAD. Con el paciente
sentado, cabeza en posición neutral, se le pide que abra la boca y saque la lengua y fone. Nos
proporciona información sobre la cavidad oral y la lengua. Se valoran cuatro grados: 1) Se ve paladar
blando, úvula, fauces y pilares amigdalinos, 2) Se ve paladar blando, úvula y fauces, 3) Se ve paladar
blando y base de la úvula, 4) Solamente se ve el paladar duro. Clases 1 y 2 se asocian a IOT fácil. La
clase 3 presenta dificultad y la 4 extrema dificultad.
O. Obstruction of airway. Cualquier entidad que provoque obstrucción interfiere con la intubación: masas
supraglóticas, infecciones ORL y/o maxilofaciales, hematomas y traumatismos cervicales.
N. Neck mobility. La movilidad cervical se explora pidiéndole al paciente que realice hiperextensión y
movimientos laterales. Las patologías que limiten su movilidad o que la impidan se asocian a mayor
riesgo.
Existen otras escalas para valoración de la vía aérea:
a. Test de Patil-Alfreti (distancia tiromentoniana): con la cabeza en hiperextensión máxima y la boca
cerrada, se mide la distancia entre la punta de la barbilla y la punta del cartílago tiroideo. < 6.5 cm =
VAD.
b. Distancia esternomentoniana: valora la movilidad cervical. Con el paciente en posición sentada,
hiperextensión y boca cerrada se realiza una línea recta entre el borde del manubrio y la punta del
mentón.
c. Clasificación de Bellhouse-Dore (movilidad atlanto-occipital): valora la movilidad del cuello. Con el
paciente en posición sentada y la cabeza en extensión completa.
d. Test de la mordida de labio superior: valora la capacidad de subluxar la mandíbula por delante del
maxilar superior.
e. Distancia interincisivos (apertura oral): mide la distancia entre los incisivos superiores e inferiores.
Clasificación de Cormack-Lehane: precisa de la realización de una laringoscopía directa con la visualización
de la glotis.
- Grado 1: visualización completa de la glotis.
- Grado 2: únicamente visible el tercio posterior de la glotis y la comisura posterior.
- Grado 3: glotis completamente tapada, sólo se visualiza epiglotis.
- Grado 4: solo se visualizan estructuras del suelo de la boca, no se visualiza glotis ni epiglotis.
Los grados 1 y 2 no ofrecen dificultad a la intubación. Grados 3 y 4 se asocian a VAD. En grado 4 no se
puede realizar intubación con laringoscopía directa, es necesario dispositivos de ayuda y/o técnicas
fibroendoscópicas.
#TogetherIsBetter síguenos en Twitter e Instagram: @enarmemonos
Dispositivos de manejo de la vía aérea:
a. Mascarilla facial: la ventilación mediante mascarilla facial y bolsa autoinflable (ambú) es útil en: fase
de apnea previa a la IOT con el paciente en ayunas, realización de anestesia general exclusivamente
mediante el uso de mascarilla e inducción anestésica en niños.
b. Cánulas orofaríngeas y nasofaríngeas: son dispositivos que facilitan el mantenimiento de la
permeabilidad de la vía aérea superior durante la ventilación con mascarilla facial. Pueden ser de
inserción oral (cánula de Guedel) o de inserción nasal (tubo de Wendl).
c. Dispositivos supraglóticos: son dispositivos que colocados a nivel extraglótico, permiten la ventilación y
oxigenación adecuada del paciente. Su utilidad consiste en que evitan la IOT y los riesgos asociados a
ella. No proporcionan aislamiento completo de la vía aérea, por lo que su uso debe evitarse en casos
que exista riesgo de broncoaspiración (estómago lleno, vómitos, RGE, politraumatizado, etc).
1. Mascarilla laríngea: consiste en un tubo orofaríngeo con un balón de bloqueo distal que, una vez
hinchado, rodea la entrada de la laringe como si fuera una mascarilla.
2. Combitubo o tubo esofágico multifenestrado: dispositivo de VAD que se utiliza para ventilación en
emergencia. Consta de un tubo de doble lumen, esofágica y traqueal, con dos balones de sellado,
orofaríngeo y traqueoesofágico.
3. Tubo laríngeo: dispositivo de una sola luz con dos balones de sellado, esofágico y faríngeo.
d. Dispositivos transglóticos: son guías semirrígidas, que introducidas en el interior de un tubo
endotraqueal, facilitan su paso a través de la glotis
1. Fiador o mandril: dispositivo maleable que introducido en el interior del tubo, permite que mantenga
una forma determinada que facilite la intubación.
2. Guía de Eschmann: guía semirrígida de 60 cm con la punta en ligera curvatura. Se usa en aquellos
pacientes con Cormack-Lehane II-III.
3. Introductor de Frova: guía similar a la de Eschmann, pero con una luz interior que contiene un fiador
metálico, que confiere mayor rigidez y permite insuflar oxígeno durante la intubación.
e. Laringoscopios: son dispositivos de intubación diseñados para permitir la visualización directa de la
glotis y permitir la colocación del tubo endotraqueal a través de las cuerdas vocales. Consiste de un
mango al que se acoplan hojas o palas, curvas o rectas.
f. Tubos endotraqueales: son tubos de plástico flexible, generalmente de PVC, en cuya parte distal se
encuentra un balón de neumopatonamiento destinado al aislamiento de la tráquea.
Se define vía aérea segura o asilada como la presencia de un tubo endotraqueal con el balón hinchado
en la luz traqueal -> impide el paso de secreciones, sangre o contenido gástrico.
La inserción de un tubo endotraqueal es la maniobra de manejo de la vía aérea en situaciones de
emergencia. Para minimizar el riesgo de broncoaspiración, la intubación debe realizarse utilizándose la
técnica de inducción de secuencia rápida. Se debe comprobar la correcta colocación del tubo
endotraqueal mediante: auscultación pulmonar bilateral y epigastrio, visualización de elevación
simétrica de ambos hemitórax, detección de CO2 exhalado mediante capnografía a través del tubo
endotraqueal (es el método de elección). La radiografía de tórax aporta información sobre la distancia
entre el extremo del tubo y la carina.
g. Videolaringoscopios: son dispositivos con un diseño similar al laringoscopio tradicional que permiten
una visión mejorada de la glotis. Útiles en pacientes con Cormack-Lehane grado IV.
h. Fibroendoscopio flexible: tiene su indicación principal en la intubación de una VAD prevista con paciente
despierto. Se introduce el fibroscopio a través de la glotis hasta situarse en el interior de la luz traqueal
utilizando el cordón como guía.
i. Vía aérea quirúrgica: constituye la técnica de rescate de emergencia en aquellos pacientes no intubables
y no ventilables. Entre ellas se encuentran la cricotiroidotomía con aguja y la cricotiroidotomía quirúrgica.
Inducción de secuencia rápida: el propósito de la secuencia rápida de intubación es lograr que la intubación
en situaciones de urgencia sea un procedimiento lo más eficaz y seguro posible, tomando en consideración
4. FÁRMACOS EN ANESTESIA
Los fármacos necesarios para el desarrollo de anestesia general y/o regional se agrupan en 4 grupos:
1. Hipnóticos: inhalados e intravenosos.
2. Analgésicos (opiáceos).
3. Relajantes musculares.
4. Anestésicos locales.
Hipnóticos: son loas fármacos utilizados para la inducción y el mantenimiento. Responsables de la pérdida
de consciencia y la amnesia anterógrada durante la anestesia general.
Hipnóticos inhalados: se utilizan los derivados halogenados y el óxido nitroso.
a. Anestésicos halogenados: hidrocarburos con un átomo de halogeno (flúor, bromo y cloro). Precisan de
acción de un vaporizador para transformarse en gas y combinarse con la mezcla de gases. No tienen
#TogetherIsBetter síguenos en Twitter e Instagram: @enarmemonos
efecto analgésico pero si cierto grado de relajación. La mezcla llega a los alveolos mezclándose con el
gas, su presión parcial determina la presión en sangre y por último, en el cerebro -> órgano blanco para
efecto clínico. Los fármacos utilizados son desflurano, sevoflurano e isoflurano. Son emetógenos (deben
administrarse antieméticos), pueden causar hepatotoxicidad leve, cefalea, agitación y delirium. Pueden
causar hipertermia maligna. Uso clínico: por ser un gas poco irritante y de olor agradable el sevoflurano
es útil en anestesia de niños. En adultos generalmente se utilizan como coadyuvantes. El desflurano es
el fármaco que más rápidamente induce pérdida de consciencia y el que más rápidamente se elimina.
Tienen menor efecto depresor miocárdico.
b. Óxido nitroso: también conocido como gas hilarante, poco papel en la práctica clínica. Es el único agente
inhalado con propiedades analgésicas. Tiene efecto negativo en la vitamina B12, hipoxia por difusión y
vómitos. Se utilizan generalmente en conjunto con un halogenado en inducción anestésica en niños y
en procedimientos quirúrgicos menores.
Hipnóticos intravenosos: constituyen la opción más utilizada para inducción anestésica.
a. Propofol: fármaco presentado en emulsión hidrooleosa que contiene huevo, glicerol y soja. Su
mecanismo de acción es aumentando la actividad de las sinapsis inhibitorias de GABA produciendo
sedación y amnesia Causa pérdida de consciencia en 15-45 segundos. En el SNC induce pérdida de
conciencia, disminución de la PIC, antiemético, en cardiovascular produce depresión miocárdica e
hipotensión y vasodilatación periférica, respiratoriamente produce depresión respiratoria y reduce
resistencia de la vía aérea. Uso clínico: inducción anestésica, mantenimiento anestésico, sedación. Para
inducción se usa de 2-2.5 mg/kg IV, para mantenimiento de 5-10 mg/kg/h. Para sedación se usa a 1.5
mg/kg/h. Como efectos secundarios causa irritación venosa, necrosis por extravasación, síndrome por
infusión de Propofol (raro, SDOM).
b. Etomidato: Su mecanismo de acción es aumentando el tono inhibidor del GABA a nivel del SNC. Causa
analgesia, pérdida de consciencia y amnesia. Cardiovascular -> es el hipnótico con mejor tolerancia, de
elección en compromiso hemodinámico. En el aparato respiratorio causa depresión leve. Puede producir
mioclonías. Puede producir disminución del cortisol por lo que no debe utilizarse en perfusión ni en bolos
como mantenimiento. Uso: inducción anestésica. Se usa de 0.3-0.6 mg/kg IV.
c. Ketamina: agente disociativo. Es el único agente que posee actividad analgésica intrínseca. Su
mecanismo de acción no es claro pero tiene efectos en varios receptores: se cree que actúa a nivel del
NMDA del receptor del GABA estimulándolo provocando inhibición del SNC y amnesia. Además provoca
estimulación de los receptores opioides a nivel de la ínsula, putamen y tálamo. También estimula
receptores de catecolaminas y su liberación. Produce pérdida de consciencia de 30-60 segundos.
Provoca: SNC -> estado disociativo con amnesia y sedación, analgesia profunda, aumento de la PIC. En
cardiovascular provoca aumento de la FC, inotropismo y TAS, puede ser útil en pacientes con
inestabilidad hemodinámica, contraindicado en enfermedad coronaria e HAS. Respiratoriamente
conserva los reflejos laríngeos y provoca broncodilatación. Uso clínico: inducción anestésica,
mantenimiento anestésico. Se usa para inducción de 1-2 mg/kg/h IV o 5-10 mg/kg IM. Mantenimiento
de 1.5-4.5 mg/kg/h y para sedación de 0.2-1 mg/kg/iv. Se debe combinar con benzodiacepina (para
evitar reacciones psicológicas) y con atropina (para disminuir secreciones respiratorias y saliva). Efectos
secundarios:, aumento de secreciones respiratorias y orales, agitación piscomotriz al despertar,
alucinaciones, sueños desagradables. Aumento de tono muscular, mioclonías, blefaroespasmo,
nistagmus y aumento de la PIO.
d. Midazolam: el midazolam es la única benzodiacepina que tiene indicaciones en uso de inducción
anestésica. También se usa para sedación, amnesia o como coadyuvante con otros anestésicos. Tiene
efecto en SNC hipnótico, amnésico, anticonvulsivo y relajante muscular. Cardiovascular produce
disminución del GC y respiratorio ligera depresión. En inducción se usa en dosis de 0.15-0.3 mg/kg IV y
para sedación de 0.05-0.4 mg/kg/h. La perfusión continua como agente sedante está reservada para
pacientes en estados críticos. Tiene efecto acumulativo que puede retrasar el despertar y la extubación.
5. MONITORIZACIÓN EN ANESTESIA
Es necesario el mantenimiento de la homeostasis durante la intervención quirúrgica, esto incluye la
monitorización de las constantes vitales y otros parámetros fisiológicos que permitan una rápida detección
de los cambios del paciente así como instauración de las medidas de soporte vital necesarias.
Todos los pacientes sometidos a anestesia deben estar monitorizados:
- Oxigenación: concentración de 02 en la mezcla de gas inspirado y pulsioximetría.
- Ventilación: capnografía, volúmenes pulmonares y presiones en la vía aérea.
- Circulación: trazado continuo de ECG y presión arterial.
Otros parámetros que pueden ser monitorizados son: relajación muscular, profundidad de la anestesia y
temperatura corporal.
Monitorización de la oxigenación: tiene como objetivo asegurar una adecuada concentración de oxígeno en
el gas inspirado y en la sangre durante todo el acto anestésico.
- Se debe medir la concentración inspirada de oxígeno.
- Pulsioximetría: medición de la saturación de oxígeno en sangre periférica. La pulsioximetría actúa
emitiendo luz en un haz de baja intensidad LED hacia un fotodiodo receptor. Su precisión se ve
comprometida por diferentes situaciones: se necesita una buena perfusión periférica.
Monitorización de la ventilación: tiene como objetivo asegurar una adecuada ventilación alveolar durante
todo el acto anestésico.
7. DOLOR POSTQUIRÚRGICO
La importancia del dolor agudo posoperatorio radica en su alta incidencia y en las repercusiones que tiene
en la evolución y recuperación del paciente. Su manejo adecuado minimiza el sufrimiento del paciente,
contribuye a la movilización precoz, disminuye la estancia y costos hospitalarios y aumenta la satisfacción
de los pacientes.
Es más frecuente y más grave después de cirugías torácicas, abdominales, lumbares, de columna y de
huesos largos.
El tratamiento del dolor posoperatorio debe ser individualizado en función de múltiples factores:
procedimiento, edad, antecedentes, niveles de ansiedad. El objetivo del tratamiento es conseguir una
adecuada analgesia con las mínimas dosis de fármacos posibles, minimizando la aparición de efectos
adversos.
Fisiopatología: el dolor posoperatorio está provocado por la inflamación secundaria a la lesión del tejido o
por lesión directa de fibras nerviosas. El dolor agudo posoperatorio más frecuente es el nociceptivo
(somático y/o visceral). En algunas cirugías puede añadirse dolor neuropático.
La liberación de mediadores inflamatorias (sustancia P, PG, serotonina y acetilcolina) provoca una
estimulación de los receptores nociceptivos -> el estímulo se transmite al asta dorsal de la médula que se
decusa y asciende a través del haz espinotalámico hasta el sistema reticular ascendente y el tálamo -> el
procesamiento del estímulo doloroso se realiza a nivel de la corteza somatosensorial.
Las estrategias de manejo de dolor agudo se basan en la utilización de diferentes fármacos que actúan a
distintos niveles de la vía de transmisión del dolor.
El dolor agudo posoperatorio tiene una duración limitada, resolviéndose progresivamente tras un período
variable de días a semanas.
Estrategias de tratamiento: la base del tratamiento del dolor agudo posoperatorio es el tratamiento
farmacológico. Las vías más adecuadas para la administración de los fármacos son la vía intravenosa y la
epidural.
Los fármacos más utilizados son los opiáceos y los AINE para la vía intravenosa y los anestésicos locales
para la administración epidural.
#TogetherIsBetter síguenos en Twitter e Instagram: @enarmemonos
Pueden ser útiles fármacos coadyuvantes como: corticoides, antidepresivos, anticomiciales,
antiespasmódicos o miorrelajantes.
Modalidades de analgesia: independientemente de su vía, los fármacos pueden administrarse en:
a. Bolos: administración de pequeñas dosis de analgesia a intervalos ajustados.
b. Perfusión continúa: consiste en la administración continua -> efecto analgésico continuo.
c. Analgesia controlada por el paciente o PCA: permite la auto-administración de pequeñas dosis de
analgésico a demanda del paciente. Permite ajustar la dosis a la intensidad del dolor y necesidades del
paciente.
d. Infusión continua con PCA: asocia a una perfusión de analgésico junto a la posibilidad de la
administración de bolos de fármaco en función de las necesidades del paciente.
Vías de administración y fármacos:
a. Vía intravenosa: a) Opiáceos: efecto analgésico rápido y potente cuando se administra por vía
intravenosa. Los más utilizados son la morfina y el fentanilo. La administración de opiáceos en bolos se
utiliza habitualmente en los casos de dolor moderado posoperatorio. La PCA con infusión continua es la
modalidad más adecuada en dolor de moderado a grave. b) AINES: su administración se reserva para
los casos de dolor posoperatorio leve.
b. Vía epidural: requiere de la colocación de un catéter epidural para administración del fármaco.
Habitualmente el catéter se coloca antes de la cirugía, pudiendo utilizarse durante la intervención
quirúrgica reduciendo los requerimientos de analgésico durante la cirugía. Los fármacos utilizados son:
a) Anestésicos locales: se prefieren fármacos con capacidad de bloqueo diferencial (sensitivo con
escaso motor) que no interfieran en la movilidad precoz del paciente). Los más utilizados son la
bupivacaína, la levobupivacaína y la ropivacaína. b) Opiáceos: pueden administrarse continuamente con
los anestésicos locales o bien de forma aislada. Los más utilizados son la morfina y el fentanilo. Un
efecto frecuente en esta vía es el prurito.
c. Bloqueos nerviosos periféricos: útiles en el control analgésico posoperatorio de cirugía de extremidades.
d. Vía oral: están especialmente indicados en el dolor leve-moderado. Se prefieren AINES y opiáceos como
tramadol o codeína.
8. ANTIBIÓTICOS PROFILÁCTICOS
La profilaxis antibiótica quirúrgica preoperatoria se utiliza para evitar la proliferación de los
microorganismos que, inevitablemente, contaminarán la herida quirúrgica, disminuyendo la
morbimortalidad de las infecciones asociadas a los procesos quirúrgicos.
Tipos de intervenciones quirúrgicas: en función del grado de contaminación bacteriana y, por tanto, con el
riesgo de infección de herida quirúrgica posterior:
a. Cirugía limpia (riesgo bajo entre 1-5%): cirugía programada sin pérdida de asepsia quirúrgica, sin
evidencia de inflamación activa y en ausencia de secreción gastrointestinal, biliar, urinario o de vía
aérea.
b. Cirugía limpia-contaminada (riesgos entre 5-15%): cirugía urgente considerada limpia: traumatismos
cerrados, reintervenciones, con escasa liberación de contenido.
c. Cirugía contaminada (riesgos entre 15-40%): cirugía colorrectal o con secreción abundante de tracto
gastrointestinal, biliar o urológico.
4. FÁRMACOS EN ONCOLOGÍA
Las opciones terapéuticas en oncología han experimentado un importante avance gracias al conocimiento
de la biología molecular y las vías de señalización participantes del proceso neoplásico. Se encuentran
diferentes armas terapéuticas con diferente perfil de toxicidad y distinto mecanismo lo que permite su
combinación. Los fármacos se pueden agrupar dentro de: quimioterápicos (citostáticos), terapias
hormonales y terapias biológicas.
Principios básicos de la quimioterapia: las células tumorales siguen un crecimiento Gompertziano, en el que
la razón de crecimiento declina tanto como la masa crece (es decir, presenta un crecimiento inicial elevado
para ir disminuyendo según aumenta su tamaño).
El objetivo principal de la quimioterapia es la destrucción de las células rápidamente proliferativas mediante
diferentes mecanismos como la alteración de procesos metabólicos, del ADN, ARN y de la síntesis de
proteínas. A causa de los diferentes mecanismos de acción de los citostáticos, existen múltiples esquemas
de quimioterapia que incluyen varias fases del ciclo celular. La mayor parte de los agentes antineoplásicos
son más eficaces sobre las células que se están dividiendo que sobre las que están en reposo.
Fases del ciclo celular:
a. Fase G1: período posmitótico en el que cada célula comienza su crecimiento. Tiene lugar la síntesis de
ARN y de proteínas. Se encuentra en equilibrio con la fase de reposo G0.
b. Fase S: se sintetiza el ADN.
c. Fase G2: período premitótico, en el que continúa la síntesis de ARN y de proteínas.
d. Fase M: fase de la mitosis, es la fase de división celular.
La duración del ciclo celular varía, de un tipo celular a otro, en un rango que oscila entre 16 y 260 horas.
Los fármacos quimioterápicos se pueden dividir, según sea su actividad sobre la cinética celular, en: fase-
específicos y no específicos de fase.
La principal limitación de la dosis y del intervalo de administración de la quimioterapia es la toxicidad
sistémica.
Tipos de quimioterapia:
Agentes alquilantes: constituyen el grupo de antineoplásicos más utilizados. Se unen por enlace covalente
al nitrógeno de la guanina del ADN, alterando la transcripción y la replicación de este. Afectan a células que
#TogetherIsBetter síguenos en Twitter e Instagram: @enarmemonos
están en cualquier fase del ciclo celular. Pueden ocasionar azoospermia y amenorrea por atrofia ovárica e
inducen LMA en 2% de los casos. Su principal efecto adverso es la mielosupresión. Son muy emetógenos.
Se dividen en cinco familias:
1. Mostazas nitrogenadas:
a. Ciclofosfamida: antineoplásicos de amplio espectro, también se utiliza como agente
inmunosupresor. Su efecto secundario más característico es la cistitis hemorrágica que se previene
con la hiperhidratación y con la administración de MESNA. Puede causar pigmentación cutánea,
alopecia y estomatitis, insuficiencia gonadal y SIADH.
b. Ifosfamida: se emplea en neoplasias testiculares y sarcomas. Es neurotóxico y más urotóxico.
c. Mecloretamina: utilizada en la enfermedad de Hodgkin, micosis fungoide y como esclerosante
pleural.
d. Clorambucilo: se emplea en el tratamiento de LLC o macroglobulinemia de Waldenström.
e. Melfalán: utilizado en el tratamiento del mieloma múltiple y en el acondicionamiento para trasplantes
de médula. Con mayor frecuencia produce leucemias secundarias y síndromes mielodisplásicos.
2. Etilaminas: tiotepa -> se utiliza en cáncer de vejiga en instilaciones, en derrames pericárdicos y pleurales
malignos de forma local.
3. Alquilsulfonatos: busulfán -> se utiliza en SMP crónicos malignos y acondicionamiento para trasplante
medular. Su toxicidad destaca la aplasia medular.
4. Nitrosureas (carmustina, semustina y lomustina): son liposolubles y atraviesan la barrera
hematoencefálica por lo que se utilizan en tumores cerebrales.
Agentes alquilantes no clásicos:
1. Hidrazinas y triazinas: temozolamida -> administrado por vía oral. Atraviesa barrera hematoencefálica
por lo que se utiliza en tumores y metástasis del SNC. Se emplea en el tratamiento del melanoma.
Toxicidad sanguínea.
2. Compuestos derivados del platino: son los únicos metales pesados que se utilizan como antitumorales.
Se unen mediante enlace covalente al ADN y a las proteínas nucleares.
a. Cisplatino: puede producir LRA. A demás puede producir sordera, neuropatía, tubulopatía renal. ES
EL ANTINEOPLÁSICO MÁS EMETÓGENO.
b. Carboplatino: menos nefrotóxico, pero hepatotóxico y mielotóxico.
c. Oxaliplatino: menos nefrotóxico, mayor efecto neurotóxico.
Todos los derivados del platino son MIELOSUPRESORES.
Antimetabolitos: son sustancias que, debido a su similitud con compuestos naturales, actúan como falsos
sustratos interfiriendo con el metabolismo celular. Son activos en la fase S del ciclo celular.
1. Metotrexato: análogo del ácido fólico que inhibe la dihidrofolato reductasa. Este medicamento se elimina
SÓLO POR VÍA RENAL Y NO POR DIÁLISIS. No pasa al LCR, se debe administrar intratecalmente. Es
fundamental medir sus niveles en sangre por si fuese necesario reducirlos con el uso de ácido folínico.
En cuanto a su toxicidad causa mielosupresión (se dan rescates con ácido folínico), es muy emético,
provoca fibrosis hepática, nefrotoxicidad y mucositis grave. En la vía intratecal produce aracnoiditis,
alteraciones de pares craneales y encefalopatía desmielinizante. Se utiliza como inmunosupresor en
artritis reumatoide.
2. Análogos de las pirimidinas:
a. Citarabina (ARA-C): inhibe la DNA polimerasa bloqueando enloganción de la cadena de DNA. Su
principal indicación son las LMA. También se utiliza en LLA y segunda línea en linfomas. Es
mielotóxico, produce vómitos y estomatitis, neurotóxico y hepatotóxico (ictericia colestásica).
b. 5-Fluorouracilo (5-FU): interfiere en la síntesis de timina. Se utiliza principalmente en cáncer
colorrectal.
En cuanto a su toxicidad produce mielosupresión y toxicidad gastrointestinal con estomatitis y
diarrea.
c. Gemcitabina: toxicidad hematológica. Se usa en cáncer de pulmón, ovario, vía biliar y linfomas.
#TogetherIsBetter síguenos en Twitter e Instagram: @enarmemonos
3. Análogos de las purinas:
a. Fludarabina: análogo de la adenosina, derivado de la vidarabina. Se emplea en síndromes
linfoproliferativos crónicos y en Waldenström. Es neurotóxico, mielotóxico e inmunosupresor y puede
provocar AHAI.
b. Pentostatina: análogo de la adenosina. Se utiliza en tricoleucemia y síndromes linfoproliferativos T.
c. Cladribina: tratamiento de tircoleucemia.
d. 6-Mercaptopurina: interfiere en la formación de adenina y guanina. Se utiliza en mantenimiento de
LLA y de LM M3 (promielocítica). Produce hepatotoxicidad, eosinofilia y pancreatitis.
e. 6-Tioguanina: en tratamiento de leucemias agudas.
4. Pemetrexed: antifolato multidiana que ejerce su acción mediante la inhibición de múltiples enzimas. Se
utiliza en cáncer de pulmón. Su toxicidad es hematológica, digestiva y astenia.
Alcaloides de origen vegetal.
1. Alcaloides de la vinca: impiden la formación de microtúbulos, uniéndose a la tubulina e inhibiendo su
polimerización. Se utilizan en LLA, linfomas NH y linfomas Hodgkin y mieloma múltiple. La vincristina se
emplea como inmunosupresor en citopenias inmunitarias y en el tumor de Wilms. La vinblastina se usa,
además, en el cáncer de testículo y de mama. La vinorrelbina se utiliza en cáncer de mama, pulmón y
ovario. La vinflunina es el alcaloide más moderno que se emplea en cáncer de vejiga. Su principal
toxicidad es neuropatía periférica, provocar SIADH y mielotoxicidad.
2. Taxanos: docetaxel y paclitaxel. Alteran los microtúbulos (los fijan). Se usan en cáncer de pulmón, ovario
y de mama. Pueden causar reacciones de hipersensibilidad, arritmias, mielotoxicidad.
Inhibidores de la topoisomerasa:
1. Epipodofilotoxinas (Etopósido, tenopósido): inhiben la topoisomerasa II. El etopósido se emplea en
linfomas, leucemias, ovario, pulmón y testicular. Producen intensa leucopenia, fiebre, hipotensión y
broncoespasmo.
2. Antraciclinas (doxorrubicina, daunorrubicina, idarrubicina, epirrubicina): se clasifican también como
antibióticos antitumorales. Actúan inhibiendo la topoisomerasa II. Se emplean en neoplasias
hematológicas y tumores sólidos. Su principal efecto adverso es la cardiotoxicidad que puede ser aguda
(arritmias, pericarditis, miositis) o crónica (dependiente de dosis acumulada como ICC refractaria).
Producen mielosupresión, estomatitis y alopecia intensa.
3. Irinotecán y topotecán: actúan sobre la topoisomerasa I. Se administran de forma IV. Se utilizan en
cáncer colorrectal, gástrico, glioblastoma y de pulmón.
Antibióticos antitumorales:
1. Mitoxantrona: inhibidor de síntesis de ADN y ARN. Se usa en LMA, linfomas y cáncer de próstata.
Cardiotóxico y neutropénico.
2. Dactinomicina: Inhibe la síntesis de ARN. Se utiliza en rabdomiosarcoma, tumor de Ewing y trofoblástico.
3. Bleomicina: rompe el ADN. Se utiliza en tratamiento de linfomas, cáncer de cabeza y cuello y de testículo.
Se utiliza para pleurodesis en derrames pleurales malignos. Su toxicidad principal es la neumonitis
intersticial.
4. Mitomicina C: tumores del canal anal. Puede provocar SUH.
5. Mitramicina: se utiliza en hipercalcemia tumoral. Muy tóxica.
Otros agentes:
1. Hidroxiurea: inhibe la enzima nucléotido reductasa -> inhibe síntesis de ADN. Se utiliza en SMP crónicos
donde es primera elección. El principal efecto tóxico es la mielosupresión pero que se recupera
rápidamente al suspenderla. Aumenta el VCM.
2. Procarbacina: se utiliza en enfermedad de Hodgkin. IMAO.
3. Dacarbacina: alquilante que sustituye a la procarbacina en tratamiento del linfoma de Hodgkin.
4. L-Asparaginasa: es la única enzima que se utiliza como fármaco antitumoral. Depleciona los niveles
extracelulares de asparagina, de la que dependen los linfocitos. Se indica en LLA. Muy tóxico:
hipersensibilidad, hemorragias, necrosis hepática, dislipidemia, LRA y pancreatitis.
#TogetherIsBetter síguenos en Twitter e Instagram: @enarmemonos
5. Amsacrina: LMA.
6. Mitotano: tóxico para mitocondria. Se utiliza en carcinoma suprarrenal y síndrome de Cushing ectópico.
7. Tretinoína (ATRA): induce la diferenciación y maduración de células tumorales. Produce remisiones
cortas en leucemia promielocítica aguda (LMA M3). Efecto secundario de síndrome de fuga capilar
(fiebre, infiltrados pulmonares y edema cutáneo).
Tratamiento endocrino:
Glucocorticoides (prednisona, metilprednisolona y dexametasona): se utilizan en casi todos los tratamientos
de linfomas y leucemias linfoides (son fármacos linfocitolíticos). Poseen un uso extendido para el manejo
de múltiples complicaciones en oncología, tales como lesiones cerebrales, edema vasogénico, astenia
tumoral, síndrome de vena cava, compresión medular, carcinomatosis peritoneal.
Antiandrógenos (bicalutamida, flutamida): bloquean los receptores de los andrógenos en tejidos periféricos.
Están indicados en el tratamiento del cáncer de próstata metastásico.
Antiestrógenos (tamoxifeno, toremifeno): se emplean como coadyuvantes en mujeres premenopáusicas con
cáncer de mama, y como tratamiento paliativo de enfermedad metastásica en mujeres premenopáusicas y
posmenopáusicas.
Progestágenos (megestrol y medroxiprogesterona): se utilizan en tratamiento de cáncer de mama,
endometrio y como estimulantes del apetito.
Inhibidores de la aromatasa (anastrozol, letrozol y exemestano): los de 3era generación se utilizan en la
clínica, Inhiben la conversión de andrógenos y estrógenos. Se utiliza en cáncer de mama hormonosensible
metastásico.
Agonistas de la hormona liberadora de gonadotropinas (goserelina, leuprorelina): se utilizan en el
tratamiento del cáncer de próstata metastásico, ya que disminuyen los niveles de andrógenos. Se utilizan
también en adyuvancia del cáncer de mama.
Análogos de la somatostatina (ocreótide): se emplea en tratamiento sintomático de los pacientes con tumor
carcinoide metastásico o con tumores secretores de VIP.
Ketoconazol: se emplea en oncología por bloquear la vía de citocromo P-450 a nivel testicular y suprarrenal
disminuyendo la síntesis de testosterona.
Tratamiento biológico:
Citocinas inmunorreguladoras (Interferón alfa): tratamiento de LMC, tricoleucemia, sarcoma de Kaposi
asociado a SIDA, hepatitis B y C. Se usa como adyuvante en melanoma de alto riesgo y linfoma no Hodgkin.
IL-2 recombinante: estimula la citotoxicidad celular y los linfocitos NK se utiliza en carcinoma de células
renales y melanoma metastásico.
Anticuerpos monoclonales: junto con los IMK han revolucionado la terapéutica en oncología.
- Bevacizumab: dirigido contra el VEGF.
- Cetuximab: dirigido contra el EGFR.
- Rituximab: dirigido contra CD20 de linfocitos B.
- Trastuzumab: dirigido contra HER2/Neu.
Inhibidores de la cinasa: inhiben la transmisión de la cascada de señalización intracelular.
a. Sunitinib: multicinasa. Tumores malignos no resecables y GIST.
b. Imatinib: LMC, LLA, SMD y GIST. Va contra las proteínas BCR-ABL, c-kit y PDGFR.
c. Sorafenib: se utiliza en hepatocarcinoma y carcinoma renal metastásico.
d. Lapatinib: inhibidor de la tirosina-cinasa acoplada a EGFR y HER2.
e. Erlotinib: bloquea el EGFR.
Inhibidores mTOR: inhibiendo mTOR (diana de rapamicina que controla división celular), rpvocando
denteción del ciclo celular de las células tumorales tratadas en G1.
- Temsirolimus: cáncer renal metastásico.
- Everolimus: tratamiento de cáncer renal metastásico.
6. CUIDADOS PALIATIVOS
Concepto de paciente terminal: el paciente terminal es aquel que cumple con los siguientes criterios
- Presencia de una enfermedad avanzada, progresiva o incurable.
- Escasa o nula posibilidad de respuesta al tratamiento activo específico para la patología subyacente.
- Presencia de sintomatología intensa, múltiple, multifactorial y cambiante.
- Impacto emocional en el paciente, familiares y/o equipo terapéutico.
- Pronóstico de vida limitado a semanas o meses.
Se considera paciente oncológico en fase terminal a aquel en el que existe un diagnóstico histológico exacto
y probado de cáncer, con posibilidades limitadas de respuesta al tratamiento específico, y un pronóstico
limitado de vida. La OMS definió los cuidados paliativos en 1990 como el cuidado total de los pacientes
cuya enfermedad no responde a tratamiento con intención curativa. Siendo de especial relevancia el control
del dolor y otros síntomas físicos, así como la atención de los problemas psicológicos, sociales y espirituales.
El objetivo principal de los cuidados paliativos es cuidar y no abandonar al paciente ni a su familia.
Agonía y cuidados de la agonía: se define la agonía (situación de últimos días) como el estado que precede
a la muerte en las enfermedades en las que la vida se extingue gradualmente o, período de transición entre
la vida y la muerte, que aparece en la fase final de muchas enfermedades.
2. ESTÓMAGO QUIRÚRGICO
Cirugía de úlcera gastroduodenal y sus complicaciones: la cirugía de la úlcera gastroduodenal se deja para
escasas y concretas situaciones, generalmente complicaciones que requieren actuación urgente.
Las indicaciones quirúrgicas se clasifican en:
a. Urgentes: hemorragia que no se resuelve endoscópicamente y perforación.
b. Electivas:
1. Úlcera refractaria o persistente al tratamiento médico: vagotomía supraselectiva.
2. Úlcera recidivada tras cirugía: antrectomía.
3. Cáncer gástrico sobre úlcera gástrica.
4. Estenosis no dilatable: gastrectomía subtotal + VT.
Las opciones quirúrgicas -> existen diversas técnicas que se han empleado en el tratamiento de la
enfermedad ulcerosa.
1. Vagotomía troncular bilateral asociada a piloroplastía: consiste en seccionar ambos nervios vagos antes
de su ramificación, en el esófago distal. Dado que deja sin inervación al tubo digestivo, debe asociarse
a una técnica que asegura el vaciado gástrico (habitualmente una piloroplastía).
2. Vagotomía troncular bilateral asociada a antrectomía: se emplea en raras ocasiones; puede ser en
úlceras crónicas refractarias que se asocian a una importante distorsión antroduodenal con estenosis.
La reconstrucción posterior a gastrectomía se puede hacer de varias formas:
a. Gastroduodenostomía tipo Billroth I: anastomosis más fisiológica y deseable. Solo posible si hay buen
remanente.
b. Gastroduodenostomía tipo Billroth II: menos empleada, asociada a complicaciones.
c. Gastroyeyunostomía en Y de Roux: consiste en subir un asa de yeyuno al muñón gástrico, realizar la
yeyuno-yeyunostomía. Se emplea tras resección gástrica amplia y tras la gastrectomía parcial o casi
total. Se emplea más en cáncer gástrico.
Las maniobras conservadoras (maniobra hemostática o cierre simple de perforación): no son de primera
elección en la cirugía urgente de la úlcera y no suelen asociarse a otros gestos.
Elección de la opción quirúrgica:
- Tratamiento de la úlcera péptica no complicada: cirugía programada. Se recomienda en: pacientes con
úlcera refractaria (presente tras 8-12 semanas de manejo médico), pacientes con recidivas durante la
terapia, intolerancia a la terapia, sospecha de cáncer no confirmada, pacientes con alto riesgo de
#TogetherIsBetter síguenos en Twitter e Instagram: @enarmemonos
complicaciones (trasplantados, utilizadores de AINES, ulceras gigantes o falta de cicatrización de la
úlcera). Según el tipo de úlcera se recomienda el tratamiento.
La úlcera gástrica (se deben sospechar procesos neoplásicos cuando son refractarias). Habrá que
asociar vagotomía en determinados casos, en función del tipo y localización de la misma, ya que pueden
asociarse a un estado hipersecretor. Se clasifican en su ubicación según Johnson:
a. Tipo I: las más frecuentes. Zona de transición antro-cuerpo. No hipersecretoras. Gastrectomía distal.
b. Tipo II: dobles; gástrica + duodenal. Hipersecreción ácida. Antrectomía asociada a VT.
c. Tipo III: úlcera prepilórica con hipersecreción ácida. Antrectomía asociada a VT.
d. Tipo IV: en curvatura menor, cercana a unión gastroesofágica. Gastrectomía subtotal + Y de Roux.
En la úlcera duodenal la vagotomía supraselectiva abierta o laparoscópica es el tratamiento de elección.
Si recidiva tras la VSS, se realiza VT y antrectomía.
- Tratamiento de la úlcera péptida complicada (cirugía urgente): la cirugía urgente supone un aumento de
comorbilidad ya que se tiene que operar al paciente “tal y como llega a urgencias”. Aproximadamente
25% de los pacientes presentan una complicación grave a lo largo de su evolución. La perforación
intestinal es la indicación más habitual de cirugía seguida de la hemorragia.
La hemorragia -> las úlceras duodenales constituyen la principal causa de hemorragia digestiva alta.
Las úlceras gástricas sangran con mayor frecuencia, pero son menos prevalentes. Los factores de riesgo
para el sangrado son la edad, consumo de AINES y la infección por H. pylori. Suele ser sangrado indoloro
y manifestarse como hematemesis, melena, síndrome anémico o hematoquecia. El diagnóstico se
realiza mediante endoscopía. La primera medida es la estabilización hemodinámica del paciente. 80%
dejan de sangrar espontáneamente en las ocho primeras horas (úlceras duodenales). Para el
tratamiento: en los pacientes con alto riesgo de re-sangrado está indicada la hospitalización, IBP vía IV
y siempre, tratamiento endoscópico (adrenalina o esclerosante, hemoclips, métodos térmicos). En las
lesiones de bajo riesgo no está indicado el tratamiento endoscópico. Si se confirma la presencia de H.
pylori, debe ser tratado cuando se restablezca la ingesta oral, pues previene las recurrencias de
sangrado. El objetivo en la cirugía de la hemorragia digestiva es el control de daños. Detener la
hemorragia mediante sutura del vaso sangrante. Solamente se realizará VT con PP en pacientes de alto
riesgo de recidiva conocidos.
La perforación -> esta complicación se observa del 5-10% de los pacientes. Se perforan con más
frecuencia las úlceras de la pared anterior del duodeno. Son factores de riesgo ingesta de AINE, AAS,
tabaquismo, cocaína e infección por H. pylori. La perforación libre a cavidad peritoneal produce una
peritonitis bacteriana y química que precisa de cirugía urgente -> dolor epigástrico súbito, intenso, que
se extiende a todo el abdomen e irradia a hombros. Signos de irritación peritoneal, vientre en madera.
Datos de sepsis, fiebre, taquicardia e inclusive shock. Hay neumoperitoneo. Ante la sospecha se solicita
radiografía simple de abdomen para observar el neumoperitoneo. La TAC mejora la sensibilidad por lo
que es de elección en centros donde se disponga. El tratamiento inicial es estabilización más
fluidoterapia y antibióticos. El tratamiento definitivo es quirúrgico -> cierre primario de la perforación
asociado a omentoplastia y lavado abundante de la cavidad abdominal. Se recomienda la VT + PP en
pacientes con alto riesgo de recidiva.
La obstrucción (estenosis pilórica) es una complicación crónica. Se puede desarrollar como
consecuencia de la inflamación, del espasmo, del edema y/o de la fibrosis. Infección por H. pylori es el
factor de riesgo más importante. Se manifiesta con vómitos, sensación de plenitud postprandial precoz.
Distensión abdominal y se suele palpar masa epigástrica. En laboratorios hay alcalosis metabólica
hipoclorémica e hipocalémica. El diagnóstico definitivo es por panendoscopia con toma de biopsia. El
tratamiento consiste en medidas de soporte con apoyo nutricional (NPT), SNG, anisecretores y
erradicación de H. pylori. Los pacientes que no responden al tratamiento conservador se deben operar
con antrectomía + VT.
Complicaciones de la cirugía de la úlcera péptica:
Complicaciones precoces:
#TogetherIsBetter síguenos en Twitter e Instagram: @enarmemonos
a. Hemorragia intragástrica: salida de sangre roja por la SNG. Se debe estabilizar, endoscopía y/o cirugía.
b. Síndromes obstructivos: obstrucción de la boca anastomótica (característica de Billroth II) -> se produce
por edema de la anastomosis produciendo vómitos biliosos o bilis por SNG y la obstrucción aguda asa
aferente -> se produce un síndrome de asa cerrada por las secreciones biliopancreáticas atrapadas en
el asa y un sobrecrecimiento bacteriano en el asa aferente.
c. Fístulas: puede ser del muñón duodenal (infrecuente) y de la anastomosis.
Complicaciones tardías:
a. Obstrucción mecánica: síndromes de asa aferente (vómitos biliosos) y síndrome de asa eferente.
b. Recidiva ulcerosa: se observa en 5% y la mayoría se produce posterior a cirugía de úlcera duodenal.
Ocurre generalmente en el lado yeyunal. Investigar causas de estado hipersecretor. El método
diagnóstico de elección es la endoscopia. El síndrome del antro retenido hace referencia a la presencia
de úlcera recurrente tras cirugía en pacientes en los que permanece parte del antro en contacto con el
yeyuno.
c. Síndromes fisiológicos: el síndrome de dumping (evacuación gástrica rápida) ocurre por destrucción del
mecanismo antro pilórico, causando que una gran cantidad de quimo hiperosmolar sea vaciado al
intestino, dando lugar a una serie de manifestaciones abdominales y sistémicas. En el síndrome de
dumping precoz (más frecuente)) se produce distensión intestinal que conduce a aumento de la
motilidad -> se manifiesta con dolor, diarrea, distensión, sudoración, flushing, taquicardia y
palpitaciones. El síndrome de dumping tardío es más raro. El tratamiento consiste en medidas dietéticas,
manejo médico (ocreótide) y manejo quirúrgico en caso de que no respondan (gastroyeyunostomía en Y
de Roux). La gastritis por reflujo biliar (frecuente) es la causa más susceptible de precisar tratamiento
quirúrgico. Se manifiesta con dolor epigástrico leve, náuseas y vómitos biliares. El tratamiento médico
es ineficaz. El quirúrgico con gastroyeyunostomía en y de Roux + VT es indicado. Es la complicación que
precisa más reintervenciones.
d. Complicaciones nutricionales: anemia ferropénica y osteomalacia/osteoporosis.
e. Complicaciones de la vagotomía: diarrea posvagotomía (es una diarrea explosiva sin signos de aviso
pudiendo ocurrir en cualquier momento y suele acompañarse de incontinencia); se trata con restricción
de carbohidratos, lácteos y líquidos en la dieta.
f. Otros: cáncer gástrico (aumento del riesgo de adenocarcinoma) y bezoar (segunda causa más frecuente
de obstrucción intestinal en pacientes gasterectomizados).
Síndrome de Zollinger-Ellison: se debe a la presencia de un gastrinoma, tumor productor de gastrina, que a
su vez causa úlcera péptica. 2/3 son malignos y el pronóstico empeora cuando se asocia a MEN-1. La
localización más frecuente es el páncreas seguido de la pared duodenal.
El cuadro clínico es más frecuente en varones. El síntoma más común es el dolor abdominal (aumento de
ácido y pepsina). Las úlceras aparecen sobre todo en bulbo duodenal. La diarrea es frecuente y puede
preceder a la ulceración. Ocasionalmente hay esteatorrea por la acidez que inactiva a la lipasa. Suele causar
esofagitis erosiva.
El diagnóstico debe sospecharse en pacientes que presentan úlceras en localizaciones inusuales,
persistentes, úlcera + diarrea, y manifestaciones de otros tumores endocrinológicos. Si el nivel de gastrina
es elevado se debe de medir la acidez gástrica. En casos dudosos se emplea la prueba de secreción con
secretina (da lugar a un aumento de la gastrina en pacientes con Sx de ZE). Para localizar el tumor y valorar
la existencia debe realizarse TAC, RMN y gammagrafía. Suele ser necesaria la endoscopia.
El tratamiento médico consiste en IBP. Para el tratamiento quirúrgico se fundamenta en dos principios:
control de la hipersecreción (gastrectomía total en pacientes jóvenes o que rechacen manejo médico) y
control de tumor (resección quirúrgica del tumor originario).
Tumores gástricos:
- Benignos: el leiomioma es el tumor benigno gástrico más frecuente. Si da síntomas el Tx es quirúrgico.
Tumores malignos:
4. ENFERMEDAD DIVERTICULAR
Los divertículos verdaderos (contienen todas las capas) son muy raros, generalmente congénitos y solitarios
(rara vez se inflaman o se perforan).
Diverticulosis: la diverticulosis hace referencia a la presencia de pseudodivertículos (formados por mucosa
y submucosa). Se producen como consecuencia de la herniación de la mucosa en las tenias mesentérica y
lateral debido a la hiperpresión que soportan las áreas más débiles de la pared (zonas de penetración
vascular).
95% se ubican en sigmoides, 35% en varios segmentos del colon y es rara la afectación rectal. Suelen ser
asintomáticos. En ocasiones pueden presentar dolor recurrente. El diagnóstico se hace de forma casual, en
un enema opaco o colonoscopia que se realiza por otra sospecha diagnóstica. El enema opaco es la prueba
de elección. Puede complicarse con hemorragia o inflamación. Si no hay complicaciones, no requieren
ningún tratamiento, recomendándose únicamente dieta rica en fibra y recientemente mesalazina y
probióticos.
La enfermedad diverticular es aquella que se presenta cuando los divertículos se hacen sintomáticos o se
complican. En la práctica la enfermedad se divide en dos:
a. Diverticulosis sintomática: implica malestar en cuadrante inferior izquierdo, cambios en hábito,
meteorismos.
b. Diverticulosis aguda: inflamación de los divertículos e infección pericolónica (no complicada o
complicada (abscesos, peritonitis, fístula u obstrucción).
c. Hemorragia por enfermedad diverticular.
La diverticulosis sintomática es cuando los pacientes presentan síntomas crónicos de dolor en fosa iliaca
izquierda sin episodios previos de diverticulitis. En ocasiones presenta colitis asociada a los divertículos
(rectorragia + diarrea).
Para su diagnóstico deben mostrarse los divertículos mediante alguna prueba de imagen (enema opaco) y
si se asocia a colitis debe realizarse una colonoscopía. Ayudan al control de los síntomas -> dietas ricas en
fibra vegetal, dietas bajas en grasas y carne roja y control/prevención de la obesidad.
Para el control de la diverticulosis sintomática se emplea:
- Rifaximina (antibiótico de acción intraluminal) 400 mg cada 12 horas por 7 días una vez al mes.
- Si no existe mejoría se puede añadir 800 mg de mesalazina cada 12 horas por 10 días.
5. ABDOMEN AGUDO
El término abdomen agudo se aplica a cualquier dolor abdominal de inicio repentino que presente signos
de irritación peritoneal, por lo que son imprescindibles ambos datos para su diagnóstico.
Lo más importante en la valoración del paciente con abdomen agudo es la historia clínica y exploración
física. Las pruebas de laboratorio y las de imagen ayudan a confirmar o excluir posibles diagnósticos, pero
nunca deben sustituir al juicio clínico.
EL ABDOMEN AGUDO NO ES SINÓNIMO DE INDICACIÓN QUIRÚRGICA.
- Defensa abdominal: contracción refleja de los músculos de la pared que se produce en caso de
inflamación del peritoneo.
- Signo de Blumberg: dolor a la descompresión brusca del peritoneo parietal provoca dolor.
- Vientre en madera: contractura dolorosa de los músculos anteriores del abdomen. Sospecha de
perforación de úlcera o víscera hueca.
Algunas causas:
- Dolor brusco, que despierta, asociado a sudoración, abdomen en tabla y vómitos -> perforación o
estrangulación.
- Dolor lento, progresivo asociado a irritación peritoneal -> inflamación visceral, proceso localizado.
- Dolor que precede al vómito -> suele precisar intervención quirúrgica.
- Vómitos que preceden al dolor con diarrea líquida, profusa (GEA), diarrea sanguinolenta (EII o disentería).
- Vómitos sin bilis y dolor + masa epigástrica -> estenosis pilórica.
- Vómitos fecaloideos con distensión abdominal, sin peristalsis, estreñimientos y sin canalización de
gases -> oclusiones intestinales.
- Estreñimiento con distensión e intolerancia alimentaria: plastrones, absceso, etc.
7. ÁPENDICE CECAL
Apendicitis aguda: se define como la inflamación aguda del apéndice cecal. Es la urgencia quirúrgica
abdominal más común. El apéndice se encuentra en el ciego, con la base donde convergen las tenias
cólicas, y recibe su irrigación a través de la arteria apendicular (rama de la ileocólica que viene de la
mesentérica superior).
#TogetherIsBetter síguenos en Twitter e Instagram: @enarmemonos
Patogenia y cuadro clínico: la apendicitis se debe a la infección originada por un problema obstructivo. En
el 60% de los casos la causa principal de la obstrucción es la hiperplasia de folículos linfoides submucosos.
El 30-40% se debe a un fecalito/apendicolito y el 4% restante a cuerpos extraños. Excepcionalmente 1%
puede ser por tumores apendiculares. También se sospecha que la causa inicial sea la ulceración de la
mucosa por causa viral o bacteriana (Yersinia). En la historia natural de la apendicitis aguda se reconocen
cuatro fases:
1. Catarral/mucosa: inflamación submucosa, macroscópicamente normal.
2. Flemonosa: ulceración mucosa.
3. Purulenta: exudado purulento.
4. Gangrenosa: necrosis y perforación.
El cuadro clínico inicia con dolor abdominal visceral mal localizado, que tiende a ser periumbilical o
epigástrico; esto es debido a que el apéndice y el intestino delgado comparte la misma inervación. Posterior,
aparecen la hipersensibilidad y el rebote. Cuando la invasión extiende a la pared del apéndice, la serosa
inflamada entra en contacto con el peritoneo parietal reflejando un dolor somático localizado en fosa ilíaca
derecha.
Diagnóstico: el diagnóstico es clínico en el 80% de los casos ante paciente con dolor en fosa ilíaca, fiebre y
alteraciones analíticas.
Analíticamente: leucocitosis con neutrofilia y desviación a la izquierda. En los casos dudosos, se recurre a
técnicas de imagen: TAC (mayor sensibilidad) o ecografía (preferible en niños y mujeres jóvenes).
Diferencia:
- Adenitis mesentérica: suele estar precedida de infección de vías respiratorias altas. Se trata con
observación.
- GEA: la gea por tifoidea puede perforar íleon distal.
- Apendicitis epiploica.
- EPI: en mujeres.
- Rotura de folículo de Graaf: ocurre en la mitad del ciclo menstrual.
- Hematoma de la vaina de los rectos: espontanea o tras un esfuerzo; frecuente en anticoagulados y
mujeres embarazadas/puérperas.
Tratamiento: el tratamiento de elección es la apendicectomía bajo anestesia general, previa administración
de antibióticos y reposición hidroelectrolítica. Antibiótico -> cefotaxima 2 gr IV o cefazolina 2 gr IV +
metronidazol 500 mg IV.
No se han encontrado diferencias significativas entre abordaje abierto y el laparoscópico de forma
generalizada -> se ha encontrado disminución de las infecciones de pared, disminución del íleo paralítico y
una incorporación precoz a las actividades cuando es por vía laparoscópica.
Cuando se diagnóstica en fase de plastrón apendicular (masa palpable y con más de una semana de
evolución) se instaura tratamiento antibiótico y se demora unos 3 meses salvo que el paciente presente
deterioro.
Situaciones especiales:
- Niños: el riesgo de perforación es más alto. En <5 años no se recomienda laparoscópico.
- Adulto mayor: riesgo mayor de perforación. Si se asocia a comorbilidad se recomienda abordaje abierto.
- Embrazadas: es la urgencia quirúrgica más frecuente en el embrazo. Se recomienda el abordaje abierto
antes de las 28 semanas y laparoscópico después.
Complicaciones:
- Perforación: dolor intenso, fiebre <38°C y puede llevar a peritonitis.
- Absceso apendicular: la perforación es localizada por adherencias y forma un absceso periapendicular
localizado.
- Peritonitis: si la contaminación se extiende, difunde hacia el saco de Douglas -> produce peritonitis e
íleo adinámico.
8. OBSTRUCCIÓN INTESTINAL
Se conoce con el nombre genérico de íleo u oclusión a la detención del tránsito digestivo,
independientemente de su causa (paralítica u obstructiva/mecánica). Se manifiesta por dolor abdominal,
náuseas y vómitos, junto con distensión abdominal y disminución/ausencia del peristaltismo.
La radiografía de abdomen muestra asas de intestino delgado y grueso con gas abundante y dilatadas,
pudiendo mostrar niveles hidroaéreos si se realiza en bipedestación.
- Oclusión del intestino delgado: gas en el colon.
- Oclusión del colon: sin gas distal.
Los tipos de íleos son:
a. Paralítico/adinámico: existe una causa funcional que altera el peristaltismo. La causa más frecuente es
la cirugía abdominal (íleo reflejo posquirúrgico). Otras cuasas pueden ser lesiones que afectan el
retroperitoneo, lesiones torácicas, causas sistémicas (hipocalemia, hiponatremia, hipomagnesemia,
hipocalcemia, sepsis) y estados que producen hiperactividad del SNS. El tratamiento es aspiración
gástrica por sonda, hidratación o nutrición IV y corrección de los trastornos hidroelectrolíticos.
b. Obstructivo/mecánico: existe una causa orgánica que lo produce.
c. Espástico: hiperactividad descoordinada del intestino que se observa en la intoxicación por metales
pesados, porfiria y uremia.
d. Íleo de la oclusión vascular: movilidad descoordinada del intestino isquémico.
Obstrucción intestinal: sucede la obstrucción intestinal cuando hay interferencia en la progresión normal
del contenido intestinal total o parcial. Se denomina obstrucción mecánica cuando existe una verdadera
barrera física que obstruye la luz intestinal. La localización más frecuente es el intestino delgado.
Se dice que hay obstrucción en asa cerrada cuando se produce obstrucción en los extremos aferentes y
eferentes de un asa intestinal. La estrangulación ocurre cuando un asa obstruida presenta además oclusión
de la irrigación.
Diferencias Intestino delgado Intestino grueso
Frecuencia 70% 30%
Radiografía Aire distal Ausencia de aire distal
Etiología más frecuente Adherencias y hernias Tumores colorrectales
#TogetherIsBetter síguenos en Twitter e Instagram: @enarmemonos
Otras causas Tumores, invaginación, vólvulo, Vólvulos, EII, colitis, diverticulitis.
EII, estenosis y fibrosis quística.
Lugar de perforación más El asa atrapada Ciego (por distensión)
frecuente
Tratamiento Conservador Quirúrgico
Obstrucción del intestino delgado:
Etiología: la causa más frecuente spon las adherencias, seguidas de hernias (primera causa en pacientes
sin cirugía previa), tumores (intrínsecos y extrínsecos), intususpección, vólvulo, EII, estenosis y fibrosis
quística.
Clínica: se caracteriza por dolor abdominal, vómitos (fecaloideos, si es distal), distensión abdominal,
hiperperistaltismo con ruidos metálicos. Se debe descartar hernia incarcerada. En la estrangulación, la
fiebre se eleva, el dolor se hace intenso y continuo, y se encuentra rigidez muscular.
Entre los datos de laboratorio hay hemoconcentración, alteraciones hidroelectrolíticas y la amilasa sérica
puede estar elevada. La leucocitosis debe hacer sospechar estrangulación. En radiografía son típicos los
niveles hidroaéreos y la imagen en pila de monedas en la radiografía en bipedestación o la dilatación de las
asas en la radiografía en decúbito. El colon puede o no estar desprovisto de gas.
Tratamiento: el 90% se resuelven con SNG y reposición hidroelectrolítica. Necesaria la intervención QX
cuando se sospecha de estrangulación, el dolor y la fiebre aumentan, y si no se resuelve en 3-5 días. Si
existen adherencias y el intestino es viable, basta con realizar una adherenciolisis.
Obstrucción del intestino grueso:
Etiología: la obstrucción del intestino grueso suele estar causada principalmente por cáncer colorrectal (más
frecuente en recto y sigmoides); también la pueden causar vólvulos, diverticulitis, EII y colitis actínica/rádica.
A medida que aumenta la presión intraluminal, se dificulta el retorno venoso mesentérico, que cesa por
completo cuando esta presión se iguala a la presión sistólica. Se afecta el flujo de la mucosa lo que produce
edema de pared y trasudación de líquido lo que aumenta el defecto de riego y la distensión. Las secreciones
intestinales quedan secuestradas en el tramo obstruido lo que produce deshidratación con pérdida de
electrólitos (principalmente potasio).
El lugar más frecuente de perforación es el ciego porque tiene un diámetro mayor, y según la Ley de Laplace,
soporta una mayor tensión de pared. También se perfora el sitio de la tumoración por adelgazamiento y
distorsión de las capas.
El defecto de riego produce una traslocación bacteriana hacia vasos y linfáticos mesentéricos multiplicando
la posibilidad de sepsis en el posoperatorio.
Clínica: los síntomas son dolor y distensión abdominal, vómitos y estreñimiento, con incapacidad para
expulsar gases y heces. La obstrucción debida a un cáncer colorrectal suele instaurarse de forma lenta,
mientras que la debida a un vólvulo se produce de forma súbita.
La distensión cólica es mayor si se produce en asa cerrada o si la válvula ileocecal es competente,
aumentando el riesgo de isquemia y perforación. La perforación es más común en el ciego.
Puede haber deshidratación, septicemia, alteración de los ruidos, masa palpable y peritonitis.
En un paciente con obstrucción de intestino grueso que aparezca fiebre, taquicardia o signos de irritación
peritoneal, se debe sospechar estrangulación o perforación -> LAPE.
Tratamiento: en caso de no resolverse o aparecer signos de isquemia/perforación está indicada la
intervención quirúrgica.
En tumores de colon derecho y transverso se acepta la resección con anastomosis primaria.
En paciente grave o peritonitis generalizada, se requiere de ileostomía con exteriorización del extremo distal
que queda desfuncionalizado (fístula mucosa). En tumores de colon izquierdo existen diversas actitudes ->
extirpación y colostomía (Hartmann), resección y anastomosis primaria tras lavado intraoperatorio.
Pseudoobstrucción intestinal: trastorno crónico en el que existen signos y síntomas de obstrucción sin lesión
obstructiva. Puede asociarse a esclerodermia, mixedema, LES, amiloidosis, esclerosis, lesiones por
radiación, miopatía o neuropatía.
#TogetherIsBetter síguenos en Twitter e Instagram: @enarmemonos
Los pacientes tienen episodios recurrentes de vómitos, dolor y distensión abdominal. El tratamiento
consiste en tratar la enfermedad de base.
El síndrome de Oglivie es la pseudoobstrucción aguda de colon y ocurre en pacientes ancianos, encamados,
con enfermedades crónicas o traumatismos (fractura vertebral). La sintomatología es intermitente, siendo
característica la distensión abdominal sin dolor en las fases tempranas que típicamente afecta al colon
derecho y transversos. Son raros los niveles hidroaéreos.
El tratamiento consiste en la descompresión con enemas y tratamiento de apoyo. Cuando fracasan está
indicada una colonoscopia descompresiva. En casos raros hay que realizar cirugía.
9. VÓLVULOS DE COLON
Vólvulo de sigma: un vólvulo es la torsión axial de un segmento intestinal alrededor de su mesenterio
(produce una obstrucción en asa cerrada y compromiso vascular). La localización más frecuente es colon
sigmoides, seguido del ciego y menos frecuente el colon transverso y ángulo esplénico.
El vólvulo de colon sigmoides se define como la torsión axial del mismo sobre su pedículo vascular lo que
produce una obstrucción en asa cerrada, que puede producir isquemia colónica. Se produce en sentido
antihorario. Presenta una elevada mortalidad quirúrgica que depende de la existencia o no de necrosis
intestinal.
Los factores de riesgo incluyen el sexo masculino, una dieta rica en fibra vegetal, ancianos con
encamamiento prolongado, sigma largo, uso prolongado de laxantes, constipación crónica, intervenciones
abdominales previas, embarazo, enfermedad cardiovascular, enfermedades psiquiátricas, infección por
gusanos redondos y megacolon (Hirschprung).
Cuadro clínico: se manifiesta por un cuadro de obstrucción intestinal que cursa con dolor abdominal y
distensión (asa cerrada). Cuando aparece fiebre, leucocitosis y expulsión de líquido fecal teñido de sangre
sugiere isquemia, necrosis o perforación.
Diagnóstico: debe orientarse desde la clínica, buscando a la exploración física: signos de sepsis, tacto rectal
(ausencia de heces en el ámpula rectal) y signos abdominales (distensión, timpanismo, ruidos de lucha,
irritación peritoneal). Se debe realizan analítica completa con pruebas de coagulación.
En la radiografía de abdomen se aprecia importante dilatación colónica con una imagen de asa en omega
o grano de café. Por lo general no es necesario el enema opaco y está contraindicado ante la sospecha de
gangrena. Si existen o se producen dudas diagnósticas se debe realizar una TAC abdominal.
Tratamiento: el tratamiento inicial si el paciente está estable, es intentar la reducción no quirúrgica
mediante colonoscopia (que a su vez permite visualizar el aspecto de la mucosa) y la posterior colocación
de sonta rectal durante 2-3 días. Debido al elevado índice de recurrencia debe realizarse resección electiva
con anastomosis primaria tan pronto como sea posible.
Si no se logra descompresión por medios no quirúrgicos, debe intervenirse. En caso de gangrena, se realiza
resección del segmento no viable y colostomía terminal (Hartmann), si no hay signos de gangrena puede
realizarse resección y anastomosis primaria. Si existe megacolon, se debe realizar una colectomía subtotal
con anastomosis ileorrectal.
Vólvulo de ciego: constituye la segunda localización más frecuente de vólvulo. Es más frecuente en mujeres
de edad media.
PÁNCREATITIS CRÓNICA: La pancreatitis crónica es el proceso inflamatorio crónico del páncreas que
conduce al desarrollo de lesiones fibróticas permanentes y a la pérdida progresiva del parénquima exocrino
y endocrino. Se piensa que es un trastorno provocado por la precipitación de proteínas en los ductos o por
el daño directo del alcohol sobre el páncreas.
Etiología, clínica y diagnóstico:
a. Etiología: la causa más frecuente es el alcoholismo crónico. Menos habituales las hereditarias,
autoinmunitarias, tropicales, obstructivas o hiperparatiroidismo.
b. Clínica: tiene síntomas idénticos a la pancreatitis aguda. El dolor es el síntoma principal, con localización
semejante; puede desencadenarse por los alimentos, acabar por ser constante o grave; Se necesita una
pérdida de más del 90% de la función exocrina del páncreas para que aparezcan manifestaciones de
#TogetherIsBetter síguenos en Twitter e Instagram: @enarmemonos
maldigestión -> pérdida de peso, esteatorrea importante y déficit de B12. Al afectarse los islotes
pancreáticos, con el paso de los años puede desarrollarse intolerancia a los carbohidratos y diabetes
mellitus.
c. Diagnóstico: se basa en la presencia de sintomatología compatible y alteraciones morfológicas
demostradas mediante técnicas de imagen como atrofia y calcificaciones pancreáticas, así como
dilatación del Wirsung. Las de mejor sensibilidad son la TAC abdominal, colangiorresonancia, CPRE o
endoscopía.
Los niveles de amilasa y lipasa son habitualmente normales.
Para establecer el diagnóstico de pancreatitis crónica, la prueba de función más sensible es el examen
de la secreción pancreática tras estimulación con secretina o colecistoquinina. Sin embargo, se realiza
en pocos centros dada su complejidad.
Complicaciones:
a. Obstrucción de colédoco: la estenosis del colédoco secundaria a la pancreatitis crónica es resultado de
fibrosis e inflamación repetidas. Son estrecheces lisas y largas que afectan al colédoco intrapancreático.
La elevación de la fosfatasa alcalina es el dato de laboratorio más frecuente. Puede presentar dolor
abdominal e ictericia. La TAC es el mejor método de estudio. Está indicada la cirugía en pacientes
sintomáticos -> derivación biliar.
b. Obstrucción duodenal: la más común es debida a cáncer de páncreas y es infrecuente en pancreatitis.
Produce de forma típica vómitos, dolor abdominal y pérdida de peso. Se diagnostica por tránsito
gastroduodenal y el tratamiento consiste en reposo abdominal, SNG y NTP. Si persiste es necesario
cirugía (gastroyeyunostomía).
c. Pseudoquiste pancreático: próximo capítulo.
d. Fístulas pancreáticas: pueden ser hacia el mediastino o hacia la cavidad abdominal, produciendo ascitis
o derrame pleural pancreáticos. Si es en la cara anterior se produce ascitis pancreática, sin peritonitis,
ya que las enzimas no están activadas. Es característica la ascitis masiva refractaria a diuréticos. Liquido
ascítico claro, color ambar con elevada amilasa. Si es en la cara posterior, las secreciones se dirigen por
el retroperitoneo hacia el mediastino, produciendo derrame pleural pancreático, con elevación de
amilasa. El tratamiento inicial es toracocentesis o paracentesis. También son útiles los análogos de la
somatostatina (ocreótida). Si no responde a manejo médico está indicada la cirugía para localizar la
fístula y realizar una Y de Roux.
e. Trombosis de la vena esplénica: cualquier proceso benigno o maligno que afecte al páncreas puede
producirla por afectación de la íntima venosa o compresión extrínseca. La causa más frecuente es el
carcinoma de páncreas seguido de la pancreatitis crónica. La consecuencia es una hipertensión portal
con varices gástricas y esofágicas. La complicación más frecuente es la hemorragia digestiva. Se
diagnostica por angiografía arterial. Es necesaria la TAC para descartar neoplasias.
f. Adenocarcinoma pancreático: la pancreatitis crónica predispone al desarrollo de cáncer de páncreas.
Tratamiento:
Etiológico:
- Abandono de la ingesta etílica y consumo de tabaco.
- Utilizar analgésicos en caso de dolor.
- Administración de preparaciones de enzimas pancreáticas, si hay esteatorrea. La respuesta a ellas se
evaluará mediante control de peso, parámetros nutricionales y valoración de síntomas.
- Evitar antiácidos que lleven calcio y magnesio.
Quirúrgico: el tratamiento de la pancreatitis crónica es básicamente médico, las principales indicaciones de
tratamiento quirúrgico son:
- Dolor persistente e incontrolable con mórficos.
- Ictericia obstructiva.
- Imposibilidad para descartar cáncer subyacente.
- Complicaciones.
#TogetherIsBetter síguenos en Twitter e Instagram: @enarmemonos
Los objetivos primordiales de la cirugía son aliviar el dolor y preservar la función endocrina y exocrina.
Cirugía descompresiva:
a. Pancreatico-yeyunostomía laterolateral de Puestow: es de elección si hay dilatación del Wirsung. Alivia
el dolor y retrasa el deterioro funcional.
b. Esfinteroplastia: no muy válida.
Cirugía resectiva: en pancreatitis limitadas a un segmento, la pancreatectomía parcial puede aportar
beneficios.
Ablación de la transmisión neuronal: resultados satisfactorios los primeros 6 meses -> neurólisis del plexo
celíaco o esplecnicetomía toracoscópica.
PSEUDOQUISTE PANCRÉATICO
Es característico de la pancreatitis aguda grave el desarrollo de diferentes complicaciones locales.
Colecciones líquidas: aparecen durante las primeras 48 horas de la enfermedad como resultado de una
reacción exudativa por el proceso inflamatorio pancreático. Pueden localizarse tanto en el interior como en
las proximidades del páncreas y carecen de una pared definida. Su curso clínico se dirige hacia la resolución
espontánea en 50%. El tratamiento en la actualidad debe ser conservador y sólo se drena si se infectan o
experimentan un crecimiento rápido.
Pseudoquiste: el pseudoquiste es la complicación más frecuente de la pancreatitis aguda, si bien su causa
más frecuente es la pancreatitis crónica.
La mayoría se deben a una disrupción del ducto pancreático bien sea por el proceso inflamatorio de la
pancreatitis como por un traumatismo. Es por eso que el simple drenaje por punción no suele resolver estos
cuadros ya que suele existir una comunicación entre el ducto y el pseudoquiste que perpetúa el proceso.
La historia natural suele ser la siguiente: 30-50% desarrollan colecciones líquidas las primeras 48 horas ->
suele ser resolución en 50%, pero 15% persisten y llegan a encapsularse, entre las 3-6 semanas formando
pseudoquistes.
Localización: el 85% se localizan en cuerpo y cola, 15% en la cabeza.
Tratamiento: en el pasado, el tamaño era el factor fundamental para determinar la necesidad de
intervención.
Un pseudoquiste mayor de 6 cm de diámetro y después de 6 semanas de evolución raramente se resuelve
espontáneamente y suele provocar síntomas.
La decisión de drenaje se fundamenta en la existencia de repercusión clínica -> dolor abdominal,
obstrucción biliar o duodenal, signos de infección, rotura o hemorragia.
Si se decide una actuación terapéutica, generalmente por la presencia de síntomas, se recomienda que sea
tras 6 semanas del episodio agudo.
Se debe optar por una técnica derivativa o de drenaje, hacia el tubo digestivo bien por vía endoscópica o
quirúrgica:
- Drenaje endoscópico guiado por USG endoscópica: en pseudoquistes únicos y pequeños.
- Quistogastrostomía o quistoduodenostomía quirúrgica: indicada para pseudoquistes que presentan
localizaciones no accesibles al endoscopio.
En caso de complicaciones se actuará de forma urgente, según las características de las mismas:
- Se realizará drenaje percutáneo guiado por radiología en caso de sobreinfección y absceso.
- Si se produce hemorragia se intentará la embolización y si fracasa cirugía.
- Si hay rotura se realizará laparotomía urgente.
Diagnóstico: precisa la identificación de la serpiente venenosa y la correlación con las características del
envenenamiento. Los signos del envenenamiento varían en función de: cantidad de veneno, región
afectada, número de mordeduras y estado de salud de la serpiente.
Pruebas complementarias -> cultivo de herida ante riesgo de sobreinfección, BH, tiempos de coagulación,
ESC y pruebas de función renal, gasometría arterial y EGO.
Tratamiento:
- Nivel prehospitalario: retirar de la zona de ataque, aplicar hielo de forma intermitente en zona de
mordedura, inmovilizar, retirar anillos y pulseras, traslado inmediato, reducir actividad, reposo y
mantener temperatura, lavado de heridas, evaluar la progresión del edema (marcado indeleble).
No hacer: tratar de capturar a la serpiente, cortar y succionar (aumenta riesgo de infección) y colocar
torniquetes.
- Nivel hospitalario: administrar analgesia (se recomiendan opioides), toxoide tetánico en población de
riesgo, no administrar antibiótico de forma generalizada.
Administrar faboterápico en base al grado de intoxicación.
Los efectos adversos de los faboterápicos se pueden presentar hasta 3 semanas después de su
aplicación. Si se presentan deben tratarse con hidrocortisona y antihistamínicos. Pueden ser leves ->
hipersensibilidad cutánea, broncoespasmo. Graves -> angioedema, choque anafiláctico y falla orgánica.
Tardíos -> enfermedad del suero.
Es importante la administración de líquidos.
Si se ha colocado torniquete antes de la llegada hospitalario se debe ADMINISTRAR ANTIVENENO ANTES
DE RETIRARLO.
Complicaciones:
#TogetherIsBetter síguenos en Twitter e Instagram: @enarmemonos
a. Locales: tromboflebitis, necrosis cutánea, hemorragia, síndrome compartimental y síndrome del túnel
del carpo.
b. Sistémicas: rabdomiólisis y LRA.
En los niños, las complicaciones más frecuentes son necrosis tisular, CID y síndrome compartimental.
23. QUEMADURAS
Clasificación, frecuencia y localización:
Quemaduras térmicas: son las más frecuentes (>90%).
a. Quemadura por contacto: con un sólido caliente o con un líquido caliente.
b. Quemadura por llama: más o menos extensas, pero casi siempre profundas. Cuando se producen en
espacios cerrados, se suelen asociar a lesiones pulmonares por inhalación.
c. Quemaduras por radiación: fundamentalmente por rayos UV tras exposiciones solares.
Quemaduras químicas:
a. Quemaduras por ácidos: limitadas y de profundidad media siempre que hayan sido precozmente
lavadas.
b. Quemaduras por bases/álcalis: más profundas y generalmente evolutivas.
Quemaduras eléctricas:
a. Quemaduras por flash eléctrico: la lesión es bastante superficial y afecta a las superficies corporales
expuestas. A veces se asocia a quemaduras térmicas al prenderse la ropa. No hay paso de corriente a
través del organismo, solo temperatura muy alta de muy corta duración (milisegundos).
b. Quemaduras con paso de corriente a través del cuerpo: lesiones casi siempre muy profundas, en las
que el porcentaje de superficie corporal quemada no es indicativo del daño real existente.
Las quemaduras eléctricas presentan características específicas por lo que son consideradas quemaduras
muy graves por el curso imprevisible de la electricidad.
Frecuencia y localización: las quemaduras por llama y escaldaduras por líquidos calientes son las más
frecuentes. El riesgo de sufrir quemaduras corresponde a niños. En cuanto a la distribución por sexos se
observa un predominio entre varones.
La localización más frecuente es extremidad superior y las patologías más asociadas a las quemaduras son
alcoholismo, enfermedades psiquiátricas y neurológicas.
Factores de gravedad – pronóstico: la superficie corporal quemada y la edad son de los principales factores
de riesgo relacionados con el pronóstico.
El riesgo ha disminuido dependiente de la quemadura y ha aumentado con respecto a la lesión pulmonar
por inhalación.
25. ATLS
.
Se considera paciente politraumatizado a aquel que presenta dos o más lesiones traumáticas graves
(periféricas o viscerales) que repercuten negativamente sobre una o varias funciones vitales, amenazando
su supervivencia. La mayor parte de los politraumatizados son consecuencia de accidentes de tráfico. La
muerte se produce en tres picos:
a. Inmediata: segundo o minutos (por apnea, obstrucción de vía aérea o hemorragia masiva). Solo se puede
actuar con medidas preventivas.
b. Precoz: minutos u horas (hipovolemia, lesión cerebral o insuficiencia respiratoria). Disminuye con una
correcta atención del politrauma (ABCDE).
c. Tardía: días o semanas (Sepsis, fallo orgánico, distrés respiratorio, daño cerebral, etc.). También
influenciado por el manejo inicial junto con el definitivo de las lesiones.
El manejo inicial del paciente politraumatizado debe realizarse siguiendo dos principios básicos:
1. Las lesiones deben tratarse por orden de importancia: primero las que ponen en peligro la vida.
2. No tener el diagnóstico definitivo no debe impedir un tratamiento adecuado.
El manejo inicial se ha de realizar en 4 fases diferenciadas, según el ATLS.
Fase 1. Valoración inicial o revisión primaria y resucitación.
Debe centrarse en la identificación y tratamiento de las posibles causas de muerte inmediata. Las lesiones
del paciente politraumatizado deben atenderse sucesivamente, en función de la importancia que tengan
en el contexto de cada caso; la sistemática de priorización se recuerda con el acrónimo ABCDE.
A. Airway (vía aérea) + protección de la columna cervical: se debe realizar extracción de cuerpos extraños y
elevación de barbilla con tracción anterior de mandíbula. Puede ser útil el empleo de cánula de Guedel y,
llegando el caso, la ITO, que debe realizarse siempre teniendo en cuenta que el paciente puede tener lesión
vertebral cervical.
IOT: inadecuada ventilación/oxigenación, GCS <8, heridas de cuello/cara que amenacen permeabilidad,
lesiones múltiples y graves, shock grave y pacientes agitados.
TRAUMA ABDOMINAL
Según el mecanismo de lesión, los traumatismos abdominales se clasifican en las siguientes categorías:
#TogetherIsBetter síguenos en Twitter e Instagram: @enarmemonos
- Traumatismos cerrados: sin solución de la continuidad en peritoneo.
- Traumatismos penetrantes: con solución de continuidad que pone en contacto la cavidad abdominal
con el exterior. Pueden ser por arma blanca o arma de fuego.
La valoración inicial debe seguir el ABCDE ya explicado. En la C de circulación, el traumatismo abdominal
cobra especial importancia, pues es uno de los principales focos de sangrado.
Traumatismo abdominal cerrado: en estos pacientes, el bazo y el hígado son los más frecuentemente
lesionados. Es importante conocer el estado del paciente para determinar los pasos a seguir:
Inestable hemodinámicamente:
- Si existen signos peritoneales, sangrado gastrointestinal o distensión abdominal + shock: laparotomía
urgente.
- Si no, realización de eco-FAST o, en su defecto, lavado peritoneal diagnóstico. En caso de ser negativo
se continúa el estudio, de ser positivo indica laparotomía.
- ¿Hay signos de sangrado extraabdominal? Radiografía de pelvis -> ¿sospecha de fractura? Si:
estabilización, fijación externa y arteriografía para embolización de vaso sangrante. No: estabilización y
TAC abdominal.
- Si TAC positiva: decidir entre manejo conservador vs quirúrgica.
- Si TAC negativa: observación y exámenes seriados.
Estable hemodinámicamente:
- ¿Consciente, sin alcohol ni drogas? Si: TAC ABDOMINAL. Si TAC +: decidir entre quirúrgico o conservador.
Si TAC-: observación y exámenes seriados. Ante fiebre o dolor abdominal, repetir TAC.
- ¿Consciente, sin alcohol ni drogas? No: eco-FAST. Si ECO+: exámenes seriados o TAC. Si ECO-: TAC
abdominal. Si TAC+ decidir conservador vs quirúrgico. Si TAC-: observación y exámenes seriados. Ante
fiebre o dolor, repetir TAC.
De forma general se indica actitud conservadora en todo paciente que cumpla tres condiciones:
1. Hemodinámicamente estable.
2. Exploración sin signos de irritación peritoneal.
3. Convenientemente evaluado con TAC.
Traumatismo abdominal penetrante o abierto: el intestino delgado constituye la estructura más
frecuentemente lesionada; salvo cuando es por arma blanca, que es el hígado.
En el manejo global de estos pacientes hay que preguntarse:
- ¿Presenta evisceración, inestabilidad hemodinámica o irritación peritoneal?
- Si: laparotomía (indica laparotomía en hipotensión o pérdida de sangre inexplicable, inestable/trauma
penetrante, evisceración, sangrado gastrointestinal persistente, irritación peritoneal marcada,
neumoperitoneo, rotura diafragmática, rotura vesical intraperitoneal, ECO/TAC/LPD +.
- No: ¿existe perforación peritoneal? (estudio mediante exploración de la herida, TAC con triple contraste,
laparoscopía diagnóstica o LPD): ¿Existe lesión intraabdominal?
- Si: laparotomía.
- No: observación.
Heridas por arma blanca: se recomienda manejo selectivo. De esta manera se reduce el número de
laparotomías exploradoras. La decisión clínica de cirugía está basada en la existencia de signos indicadores
de lesión intraabdominal o inestabilidad: evidencia de penetración en peritoneo, shock inexplicado, silencio
abdominal persistente, evisceración, evidencia de sangre en estómago/vejiga/recto y evidencia radiológica
de lesión visceral (neumoperitoneo, desplazamiento de vísceras):
- Heridas por punzocortante en el torax por debajo del 5to espacio IC: sospechar lesión a víscera porque
se eleva el diafragma en espiración.
- Heridas en ambos casos mediales a la línea axilar anterior.
- En pacientes que no tengan indicación clínica de operación, se realiza exploración de la herida
traumática. Si se muestra que no penetra el tratamiento consiste en el de una herida externa. Si penetra
se puede realizar LPD, laparoscopia o seguir la evolución.
#TogetherIsBetter síguenos en Twitter e Instagram: @enarmemonos
Heridas por arma de fuego: la mayoría requiere laparotomía exploradora, sea evidente o no la perforación,
en pacientes asintomáticos o sintomáticos; se deben incluir aquellas en el tórax bajo, abdomen, espalda y
flancos.
Cirugía de control de daños: es una cirugía para pacientes con traumatismo inestable.
El tratamiento tradicional del traumatismo abdominal grave incluye la cirugía para reparar los órganos
desgarrados o el tejido abdominal. Para los pacientes con traumatismos, la cirugía inmediata puede implicar
riesgos, ya que el estado del paciente puede ser inestable debido a la pérdida de sangre.
La cirugía de control de daños es un método alternativo que incluye, en cuatro fases, las siguientes
actividades:
0. Área prehospitalaria y urgencias: reconocimiento y decisión de abordaje.
1. Intervención inicial (procedimiento abreviado): control del sangrado por packing, control de la
contaminación y evitar cierre de pared.
2. Reanimación intensiva: atención del paciente en UCI.
3. Reparación definitiva de las lesiones y cierre de la pared: cuando el paciente se encuentra estable, se
realiza cirugía de reparación
Fase 0: consiste en reconocer y tomar la decisión temprana de realizar la CCD, con un protocolo que provea
el reemplazo de los componentes sanguíneos de forma inmediata, e iniciar las maniobras de
recalentamiento desde el área de trauma, además de evitar la hipotermia.
Fase 1: Laparotomía inicial (o “breve”). La decisión de iniciar el abordaje de control de daños debe
establecerse dentro de los primeros 15 minutos de la cirugía según diversos datos:
- Presencia o riesgo de desarrollar: T<32°C, pH igual o menor a 7.2, transfusión de 10 paquetes o más,
TP igual o mayor a 16 o TPT igual o mayor a 50, incapacidad para controlar sangrado mediante
hemostasia directa, hemorragia grave e inestabilidad con hipotensión y choque que exceda 70 minutos.
- Incapacidad para cerrar el abdomen o el tórax sin tensión debido a edema visceral masivo.
- Trauma contuso en torso de alta energía o múltiples lesiones penetrantes en torso.
- Lesión vascular abdominal mayor con lesiones viscerales múltiples o cualquier lesión vascular
retroperitoneal o pélvica.
La prioridad en la cirugía es identificar y controlar la hemorragia que pone en riesgo la vida, seguido del
control de la contaminación peritoneal. Para ello, se emplea el empaquetamiento de lesiones sangrantes y
la resección de segmentos intestinales perforados.
El cierre de la pared abdominal suele diferirse por varias estrategias: bolsa de Bogotá, cierre con pinzas de
campo, cierre cutáneo, cierre temporal con Malla, parche de Wittmann, dispositivos de presión hipobárica.
Fase 2: Reanimación. Incluye todos los cuidados y monitorización en UCI.
Medición de signos vitales, analítica completa, estudios cardiovasculares, estado vascular, diuresis, presión
intraabdominal, PIC, endoscopía, estudios de imagen.
Fase 3: Cirugía definitiva. Después de la estabilización, el paciente regresa a la sala de operaciones para la
reparación definitiva del daño a las vísceras.
Síndrome compartimental abdominal: cuando la presión intraabdominal es superior a 20 mmHg asociada
a fracaso de un órgano previamente sano. El politraumatizado sometido a cirugía lo desarrolla
frecuentemente. La hipertensión abdominal produce una afectación generalizada con deterioro de múltiples
órganos y sistemas: alteraciones ventilatorias, alteraciones cardiovasculares, disfunción renal, disminución
de flujo esplácnico y de perfusión intestinal e isquemia de la pared abdominal. Todo ello conduce a un fallo
multiorgánico.
El tratamiento se basa en dos pilares:
- Tratamiento médico: SNG, diuréticos, restricción hídrica y diálisis.
- Quirúrgico: descompresión quirúrgica -> cierre temporal de la pared abdominal (bolsa de Bogotá), cierre
diferido tras 48 horas de la cirugía y reparación posterior.
Lesiones abdominales específicas:
26. ESPLENECTOMÍA
La esplenectomía es la extirpación quir´rugica del bazo. Se puede hacer por dos formas: cerrado por
laparotomía o laparoscópico.
Indicaciones:
- Enfermedades hematológicas: esferocitosis, talasemia mayor, hemolíticas refractarias a tratamiento y
PPT.
- Síndromes linfoproliferativos: LLC con esplenomegalia masiva, TIP, tricoleucemia y linfoma esplénico.
- Traumatismo esplénico.
- Tumores benignos.
- Infecciones: abscesos, parásitos.
Cuidados preoperatorios: los pacientes a los que se les somete a una esplenectomía presentan una serie
de riesgos específicos:
Alteración: Recomendación en pediatría:
#TogetherIsBetter síguenos en Twitter e Instagram: @enarmemonos
Riesgo de infecciones: Vacunación simultánea: dos semanas antes de la
- 30% riesgo de sepsis el 1er año. cirugía. Contra: neumococo, menigococo y H.
- 50% riesgo de sepsis en 2 años. influenzae.
- Mayor mortalidad en niños. Adolescentes: polisacárido antes de cirugía y
- Mortalidad global 80%. conjugada 6 meses después
Profilaxis antibiótica
Riesgo de sangrado Si plaquetas <50 mil deben ser tratados: IgIV, Ig
anti D, metilprednisona o tratamiento combinado.
Embolización preoperatoria si esplenomegalia
masiva.
Riesgo de trombosis venosa HBPM si riesgo de trombosis portal o esplénica.
Cirugía:
Los objetivos de la cirugía son: prevención de la destrucción de eritrocitos, tratamiento de esplenomegalia
e hiperesplenismo, estadificación en caso de enfermedad de Hodgkin.
2. MEDIASTINO QUIRÚRGICO
El mediastino se divide en tres compartimentos:
a. Anterior: contiene el timo, extensión de la tiroides o paratiroides, arco aórtico, vasos y ganglios linfáticos.
Incluye el mediastino superior.
b. Medio: contiene el corazón, pericardio, tráquea, hilios pulmonares, ganglios y nervios (frénico y vago).
#TogetherIsBetter síguenos en Twitter e Instagram: @enarmemonos
c. Posterior: contiene el esófago, la aorta descendente, venas ácigos y hemiácigos, conducto torácico,
ganglios linfáticos y la cadena simpática torácica.
Masa mediastínica: los tumores más frecuentes considerando su frecuencia global, son los neurogénicos.
Según aparezcan en compartimientos anterior, medio o posterior hay que considerar diferentes etiologías.
Es característica la asociación de masa mediastínica a síndromes generales. Por ejemplo: timoma a
miastenia gravis, germinales a ginecomastia, feocromocitoma a hipertensión y adenomas paratiroideos a
hipercalcemia.
a. Anterior: timo (los más frecuentes), tiroides, teratoma y linfomas.
b. Medio: quistes de desarrollo, linfomas y hernias.
c. Posterior: neurofibromas, neuroblastomas, feocromocitoma, linfoma.
Diagnóstico: la TAC y la RMN son las técnicas de imagen más sensibles. El diagnóstico definitivo se suele
realizar con técnicas invasivas, pues las muestras obtenidas por PAAF solamente aportan aproximación.
Los tumores benignos se suelen diagnosticar en pieza obtenida en cirugía de intención curativa y los
tumores malignos se realiza cirugía con intención diagnóstica para tomar biopsias.
En mediastino anterior se aborda por mediastinotomía, mediastino medio por mediastinoscopia y posterior
por videotoracoscopia.
Las cuatro T de las mamas mediastínicas anteriores: tiroides, timoma, teratoma y terrible linfoma.
Tratamiento: el tratamiento de elección de las masas mediastínicas es la extirpación quirúrgica, a excepción
de linfomas/germinomas/carcinomas -> radioterapia y/o quimioterapia.
En los timomas es de especial interés la cirugía, ya que el criterio fundamental de malignidad de estos
tumores viene dado por su capacidad de invasión local, que se evalúa en el propio acto quirúrgico.
En ocasiones, en los pacientes que presentan una miastenia gravis, se realiza timectomía.
Infecciones:
a. Mediastinitis aguda: complicación posquirúrgica o por rotura esofágica. La clínica tiene inicio brusco con
fiebre, taquicardia, taquipnea, enfisema subcutáneo y signo de Hamann (crujido sincrónico con el latido
en decúbito lateral). El tratamiento consiste en drenaje quirúrgico, reposo digestivo y antibióticos.
b. Mediastinitis crónica: puede ser granulomatosa (histoplasmosis o tuberculosis) o fibrótica (fármacos,
silicosis, tumores malignos).
Neumomediastino: se produce por una rotura de alvéolos o bullas al intersticio mediastínico. Hay signo de
Hamann, enfisema subcutáneo en yugulum. Se reabsorbe con oxigenoterapia a alto flujo. Si produce
compresión se evacúa.
3. DIAFRAGMA
Parálisis diafragmática:
a. Parálisis unilateral: se sospecha al encontrar abatimiento de un hemidiafragma en la radiografía PA de
tórax. El diagnóstico se confirma por radioscopia dinámica con prueba de olfateo, que objetiva como el
diafragma no se mueve durante la inspiración. Generalmente es asintomática. La causa más frecuente
es la infiltración del nervio frénico por una neoplasia maligna (cáncer de pulmón la más habitual).
b. Parálisis bilateral: las causas más frecuentes son las lesiones medulares altas y los traumatismos
torácicos. También la originan la EM y las enfermedades musculares. El tratamiento es la VMNI y si el
nervio frénico está intacto un marcapasos diafragmático.
Hernias diafragmáticas:
4. NEOPLASIAS PUMONARES
Tumores malignos:
Generalidades: el pulmón es uno de los pocos órganos en que son más habituales los tumores primarios
que los metastásicos. Más del 90% de las neoplasias pulmonares primarias son tumores malignos.
Anatomía patológica: existen cuatro variedades histológicas fundamentales de tumores malignos
pulmonares.
1. Carcinoma epidermoide (escamoso o espinocelular). Se cavita con más frecuencia.
2. Carcinoma anaplásico de células pequeñas (células en grano de avena).
3. Adenocarcinoma (incluye carcinoma bronquioalveolar).
4. Carcinoma anaplásico de células grandes.
Etiología: el cáncer de pulmón es el segundo tumor maligno más frecuente (superado por el de próstata en
hombres y el de mama en mujeres), sin embargo, es la primera causa de muerte por tumores malignos,
tanto en el hombre como en la mujer.
Existe una clara relación entre el consumo de tabaco, sobre todo de cigarrillos y el cáncer de pulmón (90%
de los pacientes). Otras son el asbesto, radón y otros contaminantes ambientales.
Presenta su máxima incidencia entre los 55-65 años, es más frecuente en hombres. El adenocarcinoma es
el más habitual en pacientes jóvenes, mujeres o en aquellos que no han fumado. Las células presentan
lesiones genéticas adquiridas que inducen la activación de oncogenes (myc para el de células pequeñas,
ras para el adenocarcinoma) e inhibición de genes supresores de tumo (p53, rb, etcétera). La alteración
más frecuente es la mutación de p53.
Cuadro clínico: el cáncer de pulmón puede permanecer silente durante meses, por lo que, en su diagnóstico,
solo 1/5 de los casos se encuentra en estadio localizado.
Tanto la clínica como la radiografía de tórax dependen de la localización del tumor, por lo que se dividen en
carcinomas centrales/proximales (visibles por broncoscopia) y periféricos. El epidermoide y el de células
pequeñas aparecen como masa en grandes bronquios (centrales). El adenocarcinoma y el de células
grandes aparecen como masa periférica y en ocasiones afectan la pleura.
- La tos es el síntoma más frecuente. Los centrales producen tos, expectoración hemoptoica y si es de
mayor tamaño puede originar atelectasia por obstrucción completa de la luz bronquial.
- A veces hay disnea, sibilancias y estridor.
- Los tumores periféricos generalmente no dan síntomas hasta fases avanzadas, en que pueden producir
dolor pleural o costal y derrame pleural maligno (el adenocarcinoma es el que hace más derrames).
- Con frecuencia, suponen un hallazgo en una radiografía como nódulo pulmonar solitario.
- El carcinoma bronquial tiende a diseminarse por vía bronquial, por lo que puede ser masa periférica o
múltiple.
#TogetherIsBetter síguenos en Twitter e Instagram: @enarmemonos
- Por invasión de estructuras adyacentes pueden producir obstrucción traqueal, disfagia por compresión
del esófago, disfonía por lesión del nervio laríngeo recurrente, parálisis del frénico, síndrome de VCS (la
causa más frecuente, el de células pequeñas), invasión al pericardio, etcétera.
- Síndrome de Pancoast: se produce por crecimiento local de un tumor del vértice pulmonar que pentra
fácilmente en el canal neural y destruye las raíces nerviosas 8C, T1 y T2. Su causa más frecuente es el
epidermoide. Cursa con dolor de hombro, en ocasiones produciendo síndrome de Horner.
La diseminación linfática produce adenopatías regionales cuya evaluación es fundamentalmente para
establecer el estadio. Las metástasis hematógenas son muy frecuentes y pueden afectar casi a cualquier
órgano, pero, sobre todo: hígado, cerebro, hueso, médula ósea y suprarrenales.
Los síndromes paraneoplásicos son frecuentes, los que más los producen son los de células pequeñas.
Puede haber síndrome constitucional, síndrome de hipercalcemia, SIADH, ACTH. Puede haber acropaquias,
osteoartropatía hipertrófica, síndrome de Eaton-Lambert.
Diagnóstico: requiere confirmación histológica. Generalmente la muestra se obtiene por broncoscopia y
realización de biopsia bronquial, si es central, o transbronquial si es periférico.
Una vez diagnosticado, es fundamental determinar la localización y el grado de extensión del tumor.
Estadificación:
a. Carcinoma microcítico (de células pequeñas): la clasificación más utilizada diferencia dos estadios
dependiendo de si existe o no afectación extratorácica:
1. Enfermedad localizada: indica que la enfermedad está confinada a un hemitórax y sus ganglios
regionales. Puede haber afectación del nervio recurrente y SxVCS.
2. Enfermedad avanzada: no abarcable por radioterapia. Es la forma más frecuente de presentación.
Los métodos de estadificación son:
- Detección precoz: no hay .
- Técnicas: debe incluir TAC de tórax, abdominal, RMN/TAC cerebral y PET.
b. Carcinomas no microcíticos (adenocarcinoma, epidermoide y de células grandes). Su estadificación se
realiza por TNM.
Los métodos de estadificación son:
- Evaluación de la extensión tumoral intratorácica: TAC de tórax y abdomen, RMN, PET-Scan y biopsia
(mediastinoscopia, mediastinotomía, punción-aspiración y toracoscopia).
- Evaluación de la extensión tumoral extratorácica: se deben buscar cerebrales, abdominales y en
ocasiones evaluar hueso.
Tratamiento:
Carcinoma no microcítico (epidermoide, adenocarcinoma y de células no pequeñas): el mejor tratamiento
es la cirugía. La quimioterapia es solo moderadamente útil. La cirugía se realizará siempre que el tumor sea
resecable y el paciente operable. La resecabilidad hace referencia a la posibilidad de que el tumor sea
oncológicamente resecado.
a. Carcinoma in situ: se puede realizar resección conservadora.
b. Estadios I y II: de elección la resección con intención curativa. La técnica es la lobectomía asociada a
linfadenectomía mediastínica.
c. Tumor de Pancoast: tratamiento de elección es quimioterapia + radioterapia seguida de cirugía 3-6
semanas después.
d. Estadio III-A: en algunos casos resección + quimioterapia, en otros quimioterapia seguida de cirugía o
quimiorradioterapia.
e. Estadio III-B e IV: son irresecables. EL tratamiento es quimioterapia y radioterapia.
Carcinoma microcítico: la base del tratamiento es la quimioterapia. La enfermedad limitada se trata con
quimioterapia y radioterapia torácica. La enfermedad extendida se trata con quimioterapia. Si hay
metástasis a SNC se da radioterapia holocraneal.
Complicaciones del tratamiento quirúrgico:
a. Hemorragia: sangrado por drenajes con débito > 200 ml/h.
#TogetherIsBetter síguenos en Twitter e Instagram: @enarmemonos
b. Hipotensión
c. Trastornos del ritmo cardíaco.
d. Edema pulmonar
e. Atelectasias
f. Enfisema subcutáneo
g. Infección pulmonar o de herida quirúrgica.
Nódulo pulmonar solitario: se trata de una opacificación radiológica de hasta 3 centímetros de diámetro
mayor, rodeada de parénquima pulmonar sano con bordes bien delimitados, no asociada atelectasia o
adenopatías.
Etiología:
a. Maligno: carcinoma broncogénico, carcinoide o metástasis solitaria (usualmente las metástasis son
en suelta de globos).
b. Granulomas: infecciosos y no infecciosos.
Factores de riesgo: edad, tabaquismo, neoplasia previa, tiempo de crecimiento (si no crece en 2 años es
benigno), calcificaciones, márgenes, tamaño, cavitación y presencia/ausencia de nódulo satélite.
Diagnóstico:
a. TAC torácica: en todo paciente con NPS de reciente diagnóstico se debe realizar TAC torácica
contrastada.
b. Broncoscopia: tiene rendimiento bajo, excepto si se realiza biopsias con guía fluoroscópica.
c. Punción transtorácica: generalmente guiada por TAC. Puede ser de elección en nódulos periféricos.
d. VATS: videotoracoscopia con resección del nódulo. Prueba de elección ante sospecha de malignidad.
5. TRASPLANTE PULMONAR
El trasplante de pulmón es una opción terapéutica paliativa aplicable a pacientes seleccionados que
padezcan cualquier enfermedad respiratoria crónica no neoplásica, grave e irreversible. El objetivo es
alargar la vida, mejorar la función pulmonar y la calidad de vida.
Indicaciones y contraindicaciones:
- En la actualidad, la indicación más frecuente es la EPOC, seguida de fibrosis pulmonar idiopática, fibrosis
quística, enfisema por déficit de AAT, HTP primaria y sarcoidosis.
- Se debe considerar cuando se hayan agotado todas las opciones terapéuticas y cuando la expectativa
de vida post-trasplante supere la enfermedad.
- El límite de edad es 65 años.
- Contraindicaciones: VIH, hepatitis B o C, tumor maligno con período libre menor a 5 años, tabaquismo
activo, abuso de alcohol o drogas, infección no controlable, IMC > 30 o < 17, falta de apego al
tratamiento, enfermedad significativa en otro órgano y carencia de redes de apoyo.
Elección del tipo de trasplante:
- Unipulmonar: más indicado en EPOC.
- Bipulmonar: es necesario en todo paciente que va a ser trasplantado tiene focos infecciosos. Más
indicado en FQ.
- Cardiopulmonar: es necesario en síndrome de Eisenmenger con alteraciones complejas que no puedan
ser reparadas por el trasplante pulmonar. Más indicado en HTP primaria.
Manejo postrasplante:
#TogetherIsBetter síguenos en Twitter e Instagram: @enarmemonos
- Inmunodepresión de por vida: esteroides, inhibidores de síntesis de nucleótidos, inhibidores de la
calcineurina y anticuerpos anti-IL2.
- Profilaxis contra patógenos por tiempos prolongados.
Resultados:
- Supervivencia: 70% al año y 45-50% a los 5 años.
- Principales causas de muerte al año: infecciones.
- Causas de muerte tras el primer año: rechazo crónico.
Complicaciones:
- Disfunción primaria del injerto: en primeras 72 horas hay infiltrado pulmonar difuso e hipoxemia.
- Complicaciones de la vía aérea: dehiscencia de suturas, estenosis y broncomalacia.
- Rechazo: agudo (inmunológico) y crónico (principal causa de muerte tardía).
- Infecciones: bronquitis aguda y neumonía, neumonía por CMV, aspergilosis.
6. TRAUMA DE TÓRAX
Lesiones con compromiso vital inmediato: incluyen ->
1. Obstrucción de la vía aérea por lesión de la vía aérea principal -> requiere de traqueotomía o intubación.
2. Alteración de la ventilación: neumotórax a tensión, abierto o volet costal.
3. Alteraciones hemodinámicas: taponamiento cardíaco, hemotórax masivo o embolismo gaseoso.
Neumotórax abierto: es consecuencia de una herida penetrante del tórax. El aire entra con facilidad, pero
dificulta salida por lo que se genera un colapso progresivo. En la inspiración el mediastino es empujado
hacia el lado sano y en la espiración hacia el lesionado, produciéndose bamboleo mediastínico con
disminución del retorno venoso y gasto cardíaco. Suele asociar lesión pulmonar.
Tx de urgencia: restaurar integridad de la pared mediante apósito fijo en tres puntos y colocación de drenaje
torácico.
Neumotórax a tensión: se manifiesta con abolición de murmullo vesicular, no movimiento del tórax,
timpanismo, desviación traqueal e ingurgitación yugular. Tx de urgencia: descompresión con aguja gruesa
en 2do espacio intercostal en la línea medioclavicular.
Volet costal: se debe a una doble fractura en tres o más niveles adyacentes de las costillas. Esto ocasiona
una porción central flotante en la pared torácica que oscila con la respiración de un modo inverso o
paradójico al resto de la pared (tórax inestable).
Lo importante no es el daño de la pared sino las lesiones asociadas: contusión pulmonar, hemotórax y
neumotórax.
Para su tratamiento, el primer paso es la analgesia que permita fisioterapia respiratoria y el segundo el
control de la función respiratoria. De evolucionar a SDRA se realiza ventilación mecánica con presión
positiva (70% de los pacientes lo precisan). El tercer paso es el control de líquidos y el cuarto, en caso de
hundimiento de todo el hemitórax, se indicará al fijación quirúrgica.
Hemotórax masivo: se produce una laceración pulmonar o sangrado de la pared o lesiones de grandes
vasos, diafragma u órganos abdominales. Dependiendo la cuantía y la velocidad del sangrado se clasifica
en:
- Hemotórax masivo: cuando se produce salida por el tubo de más de 1,5000 ml a la colocación.
- Hemotórax continuo: salida por el tubo de más de 2000 ml de sangre/hora durante 3-4 horas.
Son indicación de toracotomía urgente.
#TogetherIsBetter síguenos en Twitter e Instagram: @enarmemonos
Taponamiento cardíaco: generalmente resulta de trauma penetrante. En la exploración se presenta la tríada
de Beck: hipotensión, ingurgitación yugular y tonos apagados cardíacos. El diagnóstico clínico de sospecha
debe confirmarse con la realización de ecocardiografía. Si hay compromiso vital debe realizar
descompresión con pericardiocentesis subxifoidea previa a la toracotomía.
Lesiones secundarias en el tórax:
Lesiones de la pared torácica:
a. Fractura costal: su localización más frecuente es el punto de impacto. De la 4ta-9na costilla. Muy poco
habituales en niños. Su diagnóstico suele ser clínico y radiológico. Su manejo es ambulatorio a no ser
que se asocie a Volet costal, ancianos o pacientes con EPOC.
b. Fractura de esternón: se sospecha por dolor esternal a la palpación. Se diagnostica por radiografía
lateral. El tratamiento es igual al de las fracturas costales. Puede asociar contusión miocárdica.
Lesiones del parénquima pulmonar:
a. Neumotórax simple: la causa más frecuente es una fractura costal con el extremo de costilla fracturada
lacerando la pleura visceral. Se instaura un mecanismo valvular por el que el aire pasa al espacio pleural,
pero no puede salir, con la consecuente inestabilidad hemodinámica si es masivo. En su tratamiento
hay que mantener actitud expectante si es menor del 15-20% en asintomáticos. En el resto se realiza
drenaje torácico conectado a aspiración.
b. Hemotórax simple: en el manejo inicial se debe insertar tubo de tórax de calibre grueso para permitir
reexpansión y ayudar a la hemostasia, además de permitir cuantificar la sangre para determinar la
necesidad de cirugía.
c. Contusión pulmonar: lesión cuya gravedad es variable y que puede no ser evidente en la radiografía de
tórax. Es la principal causa de muerte en trauma torácico. En la clínica se trata de pacientes con
antecedente de trauma torácico reciente, que puede presentar disnea, taquipnea, hemoptisis y en
ocasiones febrícula. Radiológicamente aparece 1 o más infiltrados alveolares, más evidentes a las 24
horas.
En su manejo hay que mantener actitud expectante, con suplementación de oxígeno, control del dolor y
fisioterapia respiratoria. En ocasiones si hay SDRA causa ventilación mecánica.
d. Laceración pulmonar: lesiones periféricas que causan hemotórax o neumotórax.
Lesiones diafragmáticas: la localización más frecuente es el hemidiafragma izquierdo y el mecanismo más
frecuente es accidente de automóvil o lesión penetrante.
En referencia clínica, si la lesión es pequeña, puede pasar desapercibida, pero si se trata de un desgarro
importante, el gradiente de presión que existe a través del diafragma origina una herniación de las vísceras
abdominales al interior de la cavidad torácica, presentando el paciente disnea y cianosis. En su diagnóstico
suele existir elevación del diafragma, a veces niveles hidroaéreos. Para su tratamiento la primera medida
es la colocación de sonda nasogástrica para evitar broncoaspiración, a continuación, está indicada la
reparación quirúrgica.
Lesiones del árbol traqueobronquial: su localización más frecuente suele ser el bronquio principal derecho.
El mecanismo más común es el accidente automovilístico y la lesión penetrante.
Presenta clínica de hemoptisis, enfisema subcutáneo y mediastínico y neumotórax. Es característica la no
mejoría clínica con el drenaje y fuga importante de aire por el mismo. El diagnóstico se realiza mediante
visualización de la fístula mediante fibroscopia.
Lesiones del corazón y de los grandes vasos:
a. Contusión miocárdica: el mecanismo más frecuente es el traumatismo cerrado en la cara anterior del
tórax. Suelen ser secundarios a impacto del volante del automóvil contra el pecho.
La lesión más frecuente es la contusión, aunque puede haber lesiones valvulares, rotura de alguna
cavidad o de algún vaso ocasionando hemopericardio. En la clínica puede existir dolor de características
anginosas o síncope. En el diagnóstico se evidencia elevación del segmento ST en forma difusa,
aumento de biomarcadores. En el tratamiento se realiza ecocardiografía, seriación enzimática y ECG
porque evoluciona de manera favorable.
#TogetherIsBetter síguenos en Twitter e Instagram: @enarmemonos
b. Herida cardíaca: suelen producirse por armas blancas o de fuego. El ventrículo derecho es la más
frecuentemente lesionada por arma blanca. Pueden ser mortales por hemopericardio o hemorragia
masiva. Es imprescindible un diagnóstico rápido por clínica a veces apoyado por ecocardiograma. El
trauma penetrante indica toracotomía de reanimación. Se debe realizar una sutura cardíaca.
c. Lesiones de los grandes vasos: tienen alta mortalidad inmediata. En ocasiones puede contenerse la
hemorragia en las vainas periarteriales causando un pseudoaneurisma. Debe sospecharse ante
ensanchamiento mediastínico en radiografía de tórax de todo traumatismo junto con la pérdida del
botón aórtico y desviación de la tráquea. Los aneurismas traumáticos casi siempre se deben a sección
de la aorta torácica a causa de un traumatismo torácico no penetrante. El tratamiento es quirúrgico,
urgente si hay inestabilidad o diferido al estudio angiográfico si está estable.
Lesiones del esófago: son poco frecuentes incluso en penetrantes. Causan enfisema mediastínico y
subcutáneo, hidroneumotórax, distrés y shock. El diagnóstico se realiza mediante esofagograma y
esofagoscopia. Tratamiento quirúrgico.
Otras:
a. Enfisema subcutáneo: puede deberse a heridas penetrantes, rotura del árbol bronquial o esófago
mediante maniobra de Valsalva. El tratamiento consiste en respiración de oxígeno al 100% para acelerar
la reabsorción.
b. Asfixia traumática: se produce a partir de una gran fuerza que comprima el tórax y parte superior del
abdomen. El paciente presenta coloración violácea en cabeza y parte superior del tórax, petequias y
hemorragias subconjuntivales. Pueden perder conocimiento. No existe tratamiento específico.
3. ANEURISMAS
Aneurismas: se definen como una dilatación anormal localizada en un vaso. Un aneurisma verdadero es
donde se afectan las tres capas de la pared arterial, lo que lo distingue del pseudoaneurisma o aneurisma
falso, en el que hay una solución de continuidad que afecta a íntima y media, estando envuelto por la
adventicia. Pueden ser saculares, si solamente afectan a una porción de la circunferencia del vaso, o
fusiformes si afectan a toda la circunferencia. Pueden aparecer en cualquier arteria o vena del organismo.
Etiología del aneurisma aórtico: la causa más frecuente de un AA es la aterosclerosis. La localización
habitual es la aorta abdominal a nivel infrarrenal, y rara vez aparecen antes de los 50 años.
Clínica: generalmente, el aneurisma no roto es asintomático y se descubre de forma causal, ya sea en una
exploración de rutina o bien al objetivar una dilatación de la imagen aórtica en una radiografía. Sin embargo,
su crecimiento y expansión pueden producir síntomas debidos a: rotura parcial, protrusión hacia estructuras
adyacentes y embolia periférica.
Aneurisma de la aorta abdominal: los aneurismas ateroscleróticos por orden de frecuencia se localizan
principalmente en aorta abdominal a nivel infrarrenal. El AAA suele ser fusiforme. Puede palparse a nivel
epigástrico o mesogástrico. Suelen ser asintomáticos encontrándose en exploración de rutina. Puede
presentar síntomas compresivos de estructuras vecinas. La rotura hacia cavidad peritoneal suele causar
shock inmediato.
Para el diagnóstico puede sospecharse por imagen de masa en la radiografía con el borde calcificado. La
ecografía es la primera exploración empleada para confirmar el diagnóstico de sospecha y para evaluar
periódicamente su tamaño. La angiotomografía con contraste y la Angiorresonancia tienen mayor precisión
y permiten evaluar la afectación de las ilíacas.
3. TUMORES
#TogetherIsBetter síguenos en Twitter e Instagram: @enarmemonos
Consideraciones generales:
Epidemiología: los tumores intracraneales más frecuentes en el adulto son las metástasis. Entre los
cerebrales primarios, destacan los gliomas (glioblastoma multiforme el más frecuente en mayores de 20
años).
En la población pediátrica son los segundos en frecuencia después de las leucemias y son las neoplasias
sólidas más frecuentes en este grupo de edad. La mayoría son astrocitomas seguidos de meduloblastoma
y craneofaringioma.
Clínica:
- El síntoma más frecuente de presentación es la cefalea. Se describe como más intensa por la mañana.
Puede llegar a despertar al enfermo por la noche. Si hay HIC puede asociarse a náuseas y vómitos. Una
cefalea de estas características asociada a crisis o focalidad neurológica nos debe hacer pensar en
tumores.
- Los tumores cerebrales suponen la primera causa de epilepsia entre los 35 y 50 años. Son
especialmente epileptógenos los astrocitomas, oligodendroglioma y las metástasis cerebrales.
- Los tumores infratentoriales suelen debutar con clínica de HIC.
- En niños, es frecuente que la primera manifestación sea una alteración en la personalidad y un bajo
rendimiento escolar.
Metástasis cerebrales: son los tumores cerebrales más frecuentes en el adulto, excepcionales en niños. Se
localizan generalmente a nivel de la unión corticosubcortical de los hemisferios cerebrales (80%) y el resto
en hemisferios cerebelosos (15%). Representan el tumor más frecuente en fosa posterior del adulto.
Pueden ser lesiones solitarias (mama o riñón) o múltiples (pulmón o melanoma). El mayor porcentaje son
de origen pulmonar (carcinoma de células pequeñas). Otras fuentes son mama, riñón, melanoma y tracto
digestivo.
El tumor con más tendencia a metastatizar a sistema nervioso central es el melanoma.
Radiológicamente suelen observarse en la TAC como lesiones hipodensas cuya pared se realza de forma
importante tras la administración de contraste intravenoso (captación en anillo o en dona).
Existen metástasis con tendencia a sangrar (hiperdensas en la TAC): coriocarcinoma, melanoma, tiroides,
células claras y broncogénico.
El tratamiento depende de el control o no del tumor primario:
- Primario no controlado: no tratar / radioterapia holocraneal paliativa.
- Primario controlado:
Única: radiocirugía + radioterapia holocraneal.
Múltiple: si son <3 radiocirugía si son >3 radioterapia holocraneal.
Gliomas: los gliomas son las neoplasias cerebrales que derivan de las células gliales. Son los tumores
primarios del sistema nervioso central más predominantes, especialmente los tumores astrocitarios más
agresivos.
Astrocitomas: son tumores derivados de los astrocitos. Son neoplasias que expresan proteína gliofibrilar
ácida (GFAP).
- Astrocitomas difusos o infiltrantes: se caracterizan por el carácter infiltrante local y su capacidad de
dispersión hacia lugares lejanos. Tienen la capacidad de degenerar a formas más malignas con el paso
del tiempo. Se clasifican en:
a. Astrocitomas de bajo grado: son tumores que tienen a darse en niños y jóvenes adultos. Los lóbulos
temporal y frontal constituyen la localización más habitual, y el cuadro clínico más frecuente en su
presentación son las crisis convulsivas. Son tumores que no captan constante. El tratamiento inicial es
la resección completa siempre que sea posible. La quimioterapia se reserva para recurrencias ->
carboplatino + vincristina.
b. Astrocitomas anaplásicos: es un astrocitoma de alto grado. Los lóbulos frontal y temporal son los más
afectados. Se tratan con resección quirúrgica + radioterapia y quimioterapia.
4. TRAUMATISMO CRANEOENCEFÁLICO
Los TCE suponen una importante causa de morbimortalidad, en relación muy estrecha con los accidentes
de tráfico. Se consideran la primera causa de pérdida de conocimiento en la población general y el factor
etiológico más frecuente de epilepsia entre los 18 y 35 años.
Escala de coma de Glasgow: para hacer una aproximación al nivel de consciencia de los pacientes, se utiliza
la GCS que valora tres parámetros clínicos: apertura de ojos, respuesta motora y respuesta verbal
puntuando un mínimo de 3 y un máximo de 15.
#TogetherIsBetter síguenos en Twitter e Instagram: @enarmemonos
El nivel de consciencia, valorado según la puntuación en esta escala, es el principal factor pronóstico en el
TCE:
- TCE leve al que tiene puntuación entre 14-15.
- TCE moderado al que tiene puntuación entre 9-13.
- TCE severo al que tiene puntuación igual o menor a 8.
La evolución en exploraciones repetidas de la puntuación en la escala de coma de Glasgow también tiene
un valor pronóstico; un descenso de 3 o más puntos se correlaciona con alta posibilidad de lesión grave.
Además, debe realizarse una exploración completa en busca de signos de focalidad neurológica. En
pacientes con bajo estado de consciencia o inconscientes se valora -> tamaño y respuesta pupilar y los
reflejos troncoencefálicos (corneal, oculocefálicos, oculovestibular, nauseosos y tusígeno).
La prueba de elección para el diagnóstico de lesiones intracraneales asociadas al TCE es la TAC craneal.
Manejo del TCE en urgencias: de manera inicial todo paciente debe ser catalogado como bajo, moderado o
alto riesgo de tener una lesión intracraneal, las recomendaciones dependen del grupo:
a. Pacientes con bajo riesgo de lesión: se engloba en esta situación a pacientes asintomáticos, con cefalea,
mareo o con una contusión o abrasión del cuero cabelludo.
En estos pacientes se recomienda la observación domiciliaria, sin indicar ninguna prueba de imagen,
siempre y cuando haya una persona responsable que pueda vigilarlos. Se recomienda realizar TAC solo
a los pacientes que: coagulopatías, alcoholismo, abuso de drogas, antecedentes neuroquirúrgicos,
ancianos y epilepsia.
b. Pacientes de moderado riesgo: dentro de este grupo se incluye a los que hayan tenido una previa
disminución transitoria del nivel de consciencia, pacientes con amnesia postraumática, que han tenido
convulsiones, que están vomitando, con tumefacción significativa subgaleal, cefalea progresiva,
menores de 2 años o historia de drogadicción.
En estos pacientes, se recomienda la realización de TAC y en la mayor parte observación hospitalaria
por algunas horas.
c. Pacientes de alto riesgo: son pacientes que tienen un nivel de GCS <8 o aquellos en los que se observa
una disminución progresiva del nivel de consciencia, que muestran focalidad neurológica, TCE
penetrantes o fracturas-hundimiento.
Este grupo debe ser sometido a la realización de una TAC cerebral y valoración por neurocirugía.
Fracturas craneales:
a. Lineal: una fractura demuestra que el cráneo ha sufrido un impacto de gran energía. Existe una pobre
relación entre la lesión ósea y el daño cerebral, de modo que un paciente puede tener fractura sin
afectación encefálica y viceversa. El hallazgo de una fractura en la radiografía simple de cráneo es
indicación de TAC craneal urgente. Las fracturas lineales son rectilíneas, no se ramifican, son de grosor
delgado y uniformes en todo su trayecto. Por lo general, no requieren tratamiento, pero es necesario
mantener la observación. Se define como abierta aquella fractura lineal que está en comunicación con
una laceración de la duramadre (aumenta riesgo de infección).
Cuando la energía se aplica sobre un área relativamente pequeña, puede producirse fractura –
hundimiento, que es aquella en la que la tabla externa se hunde por debajo del límite de la tabla interna.
La TAC craneal es la prueba diagnóstica de elección. El tratamiento depende en gran medida de dichas
lesiones, pero, en general, requieren cirugía para elevar el fragmento hundido.
b. Compuesta: fractura craneal asociada a una herida de cuero cabelludo o en continuidad con una
fractura en pared de senos paranasales, celdas mastoideas o cavidad del oído medio. Se debe debridar
la herida y administrar tratamiento antibiótico para prevenir osteomielitis e infecciones del cuero
cabelludo.
c. Diastática: son aquellas en las que el trazo de fractura coincida con una sutura craneal. Son frecuentes
en niños pequeños menores de 3 años.
d. Creciente o evolutiva: son típicas de niños y se caracterizan porque la fractura desgarra la duramadre,
permitiendo que la aracnoides se hernie a través de la línea de fractura, de modo que las pulsaciones
#TogetherIsBetter síguenos en Twitter e Instagram: @enarmemonos
de LCR la van agrandando progresivamente (quites leptomeníngeos postraumáticos) y requieren
cirugías.
e. Fractura en ping-pong: en lactantes, por la plasticidad del cráneo, los hundimientos cerrados suelen
producir este tipo de fractura característica en tallo verde. La reparación quirúrgica suele ser necesaria
solamente en los frontales por motivos estéticos.
f. Fracturas de la base del cráneo: se sospechan cuando se ha sufrido un TCE y se presentan: signo de
Battle, hemotímpano, ojos de mapache, lesiones de NC que discurren por la base (anosmia, lesión del
NC 7 y 8 en el peñasco y del VI NC en el clivus) y con menos frecuencia otorrea o rinorrea licuorales o
hemáticas.
La localización más frecuente son la región frontoetmoidal y el peñasco. Las fracturas de la base del
cráneo son difícilmente evidenciables en la radiografía, por lo que la prueba de elección es la TAC craneal
con ventana ósea. La mayor parte de estas fracturas no precisan tratamiento. Sin emabrgo, pueden
asociarse con complicaciones que si requieren manejo específico; aneurismas carotídeos, fístula
carotidocavernosa, fístula de LCR, meningitis y parálisis facial).
Conmoción cerebral: es la lesión traumática cerebral más frecuente y de menor trascendencia. Se define
como una alteración del nivel de consciencia, transitoria y de duración variable, como consecuencia de un
traumatismo no penetrante provocado en el cerebro.
Se pueden producir diversas alteraciones en el comportamiento del paciente, amnesia del episodio,
incoordinación, etc.; se recuperan en un tiempo variable y generalmente, breve. No precisan tratamiento
específico.
Hematoma epidural: aparece en un 1-3% de los TCE. Es más común en 2da-3era década, sobre todo en
varones. El 85% de los casos son de origen arterial, principalmente por desgarro de la arteria meníngea
media, tras una fractura de hueso temporal o parietal. En frecuencia, le siguen los de localización frontal y
de fosa posterior.
La presentación clínica clásica es pérdida de consciencia, seguida de un período de lucidez. Posteriormente
se produce un deterioro neurológico de rápida evolución, en general debido a herniación uncal por el
importante efecto de masa.
El diagnóstico se realiza mediante TAC, que demuestra una imagen hiperdensa por debajo de la tabla
interna del cráneo con morfología de lente biconvexa.
La mayoría precisan de evacuación quirúrgica urgente por craneotomía.
Hematoma subdural: suele ser consecuencia de una hemorragia venosa causada por rotura de las venas
puente corticales o laceración del parénquima cerebral. Se clasifican en función del tiempo de evolución:
a. Hematoma subdural agudo: supone una de las lesiones traumáticas con mayor morbimortalidad. Ocurre
en los tres primeros días postraumáticos. Suele acompañarse de daño al parénquima subyacente por
lo que tienen peor pronóstico. Se diagnostica por imagen de semiluna en la TAC. Se recomienda la
utilización de anticomiciales por el riesgo de crisis epilépticas precoces. El tratamiento requiere
evacuación urgente por craneotomía.
b. Hematoma subdural subagudo: ocurre entre 3 días y 3 semanas postraumáticos. Suelen ser isodensos
con el parénquima cerebral.
c. Hematoma subdural crónico: ocurre después de las 3 semanas. Ocurre sobre todo en edades avanzadas
y alcohólicos y en pacientes anticoagulados. El traumatismo es a menudo tan trivial que el paciente y la
familia no lo recuerdan. Los signos y síntomas son muy heterogéneos y pueden simular clínica de otras
entidades. Predominan alteración del estado mental, la hemiparesia, las caídas frecuentes y la cefalea.
En la TAC son hipodensos con forma de semiluna. Si son sintomáticos requieren de evacuación
quirúrgica. Si son asintomáticos se manejan con anticomiciales y corticoesteroides.
Contusión cerebral hemorrágica: son lesiones necrótico-hemorrágicas intraparenquimatosas traumáticas
(hiperdensas en la TAC) cuya localización más frecuente es el lóbulo frontal, porción anterobasal del
temporal y polo occipital (zonas más expuestas al daño de contragolpe).
5. ABSCESO CEREBRAL
Absceso cerebral: se trata de un proceso supurativo focal en el interior del parénquima cerebral. Pasa
inicialmente por una fase de cerebritis alrededor del foco necrótico y posteriormente se forma una cápsula
de colágeno con gliosis.
Etiopatogenia:
a. Extensión por contigüidad de un foco infeccioso próximo: se trata del mecanismo patogénico más
frecuente. Suelen ser abscesos únicos. Los secundarios a sinusitis so frontales, los
otógenos/mastoideos son temporales y de cerebelo, también pueden existir de origen dentario.
b. Diseminación hematógena desde un foco infeccioso lejano: son abscesos múltiples y, en ocasiones, no
se identifica el foco. En adultos lo más frecuente son los de origen pulmonar (bronquiectasias, empiema
y absceso) y en niños son más frecuentes los secundarios a cardiopatías congénitas.
c. Posquirúrgicos y postraumáticos: pueden ser una complicación rara de procedimientos
neuroquirúrgicos. Pueden complicar TCE penetrantes en relación con fragmentos óseos.
Microbiología:
- Los gérmenes más frecuentemente implicados en los abscesos cerebrales son los de la familia de los
estreptococos.
- En el caso de abscesos originados a partir de TCE o cirugías son los estafilococos (aureus).
- Cuando el paciente es postrasplantado se debe sospechar infecciones fúngicas (aspergillus fumigatus).
- En los niños pequeños, se deben considerar los gérmenes gramnegativos.
#TogetherIsBetter síguenos en Twitter e Instagram: @enarmemonos
- En pacientes inmunocomprometidos se deben sospechar Nocardia y Toxoplasma.
Cuadro clínico:
- El absceso cerebral se manifiesta con la tríada típica de hipertensión intracraneal, fiebre y cuadro de
focalidad neurológica.
- La hemiparesia y las crisis convulsivas se producen en el 30-50% de los pacientes.
Diagnóstico:
- La TAC craneal con contraste tiene sensibilidad al 100%; se manifiesta como una lesión hipodensa que
capta contraste en anillo y se rodea de un área de edema.
- Diferencial: metástasis, linfoma cerebral primario y glioblastoma multiforme.
- En sangre puede haber leucocitosis, elevación de VSG y proteína C reactiva. La punción lumbar tiene
bajo rendimiento y riesgo de herniación cerebral.
Tratamiento: el tratamiento del absceso cerebral debe combinar antibioticoterapia y cirugía evacuadora.
- Antibioticoterapia: el antibiótico se elige empíricamente en base a la etiología sospechada. Una buena
combinación es penicilina G/cefalosporina de 3era con metronidazol, durante 4-6 semanas. Si se
sospecha estafilococo debe asociarse a vancomicina.
- La cirugía evacuadora está indicada en lesiones únicas, accesibles, con síntomas de HIC, efecto de
masa o edema importante. Se utiliza la punción-aspiración con aguja guiada y la resección quirúrgica.
- Los corticoesteroides (dexametasona) pueden retrasar la formación de la cápsula y reducir la
penetración de los antibióticos, pero están indicados cuando hay deterioro clínico por el efecto de masa.
- Al ser una lesión epileptógena, el tratamiento puede complementarse con anticomiciales.
Empiema subdural: es un proceso localizado en el espacio subdural craneal. El 75% son unilaterales y
habitualmente se originan en un foco de contigüidad desde senos frontales, etmoidales o el oído medio. El
microorganismo más frecuente es el estreptococo. Puede ser posquirúrgico y postraumático por
estafilococos.
Se trata de una enfermedad grave y progresiva que requiere tratamiento urgente. Se sospecha en pacientes
con fiebre alta, cefalea, signos meníngeos y focalidad neurológica unilateral. Puede existir clínica de HIC.
Se diagnostica con TAC con contraste y el tratamiento requiere la evacuación quirúrgica del material
purulento mediante craneotomía amplia. Debe complementarse con antibioticoterapia.
6. PATOLOGÍA RAQUIMEDULAR
Lumbalgia: el dolor lumbar es la causa más frecuente de incapacidad en pacientes mayores de 45 años.
Se suele clasificar en función de la duración como dolor lumbar agudo (inferior a 6 semanas), subagudo
(entre 6 semanas y tres meses) y crónico (más de tres meses).
La mayor parte de las lumbalgias corresponden a un sobreesfuerzo y son autolimitadas (lumbalgias
mecánicas). En la mayoría de los casos no es posible establecer un diagnóstico específico (85%). La
valoración inicial debe encaminarse a la exclusión de aquellas etiologías graves de dolor lumbar, que
aunque son infrecuentes, pueden requerir tratamiento inmediato.
Se realizará historia clínica y exploración física, poniendo especial atención en los factores de riesgo que
hagan sospechar un rigen grave del dolor:
- Primer episodio en menores de 20 años o mayores de 55 años.
- Déficit neurológico difuso (incluyendo síndrome de la cola de caballo).
#TogetherIsBetter síguenos en Twitter e Instagram: @enarmemonos
- Dolor no influido por posturas, movimientos o esfuerzos, sin mejorar al descanso.
- Dolor exclusivamente dorsal.
- Deformidad estructural de aparición reciente.
- Tratamiento prolongado con glucocorticoides.
- Antecedentes de traumatismo reciente.
- Mal estado general, pérdida de peso no explicada, diagnóstico previo de cáncer, fiebre, historia de
inmunosupresión y uso de drogas por vía parenteral.
En ausencia de sospecha de una etiología grave del dolor no se recomienda la realización de estudios de
laboratorio, pruebas de imagen ni otras técnicas diagnósticas durante el primer mes de evolución.
Tratamiento: la mayoría de los pacientes con dolor de espalda mejorarán en el plazo de un mes, con o sin
tratamiento, por lo que el manejo inicial de un paciente con dolor lumbar agudo sin factores de riesgo debe
ser conservador con objetivo de conseguir un alivio sintomático.
La medida principal durante la fase aguda ha sido tradicionalmente el reposo absoluto, se recomienda la
reanudación precoz de la deambulación y las actividades físicas habituales. Es útil la reeducación postural,
intentando evitar actividades y posturas que desencadenen el dolor.
a. Tratamiento farmacológico: se basa en los fármacos analgésicos (paracetamol), antiinflamatorios
(AINES) y relajantes musculares (estos últimos máximo 1 semana).
Si la sintomatología persiste más allá de 2-6 semanas a pesar del tratamiento conservador o la intensidad
aumenta durante el mismo, es necesario valorar al paciente realizando pruebas diagnósticas y tratamientos
específicos.
Cuando el dolor persiste más de 3 meses, se establece el diagnóstico de dolor lumbar crónico. En estos
pacientes, es necesario programar un programa rehabilitador multidisciplinario junto con la administración
de analgésicos. Como última opción terapéutica se puede indicar la neuroestimulación percutánea.
Hernia discal lumbar (lumbociática): el término lumbociática se utiliza para describir el dolor lumbar
irradiado hacia el miembro inferior, sugiriendo una compresión de una raíz nerviosa. La causa más
frecuente es la hernia discal lumbar.
Las raíces nerviosas abandonan el canal vertebral a través de los agujeros de conjunción. Puesto que la
médula espinal termina generalmente a nivel del cuerpo vertebral L1 o L2, las raíces lumbosacras deben
realizar un largo recorrido por el canal raquídeo hasta alcanzar el agujero correspondiente.
Patogenia: la hernia discal es la patología neuroquirúrgica más frecuente. Resulta de la degeneración del
núcleo pulposo y el anillo fibroso del disco intervertebral, de modo que el primero sobre sale por el anillo
(hernia) o incluso puede salir del espacio intervertebral, convirtiéndose en un fragmento libre (extrusión).
El disco herniado comprime los elementos nerviosos que discurre por el canal y puede dar lugar a
radiculopatía (por compresión de la raíz nerviosa) o una mielopatía (por compresión de la médula espinal).
La localización más frecuente de la hernia discal es la columna lumbar, principalmente los espacios L4-L5
y sobre todo L5-S1. La mayoría de las hernias discales se localizan más laterales (hernias discales
posterolaterales) aunque existen también hernias centrales y hernias foraminales (menos frecuentes).
Cuadro clínico: puede comenzar con dolor lumbar paravertebral y dolor a la percusión de apófisis espinosas,
acompañado de contractura de la musculatura paravertebral. El dolor aumenta con la flexión de la columna,
suele empeorar con la bipedestación y mejorar en decúbito. Es posible la existencia de escoliosis funcional
antálgica.
Lo característico de la hernia lumbar es que el dolor se irradia al miembro inferior (ciática) debido a la
compresión de la raíz nerviosa. El dolor aumenta típicamente con la maniobra de Valsalva.
- La maniobra de Laségue consiste en elevación pasiva de la pierna con el paciente en decúbito supino y
es positiva si aparece dolor con una angulación menor a 60 grados.
- Maniobra de Bragard: igual que Laségue pero se suma dorsiflexión pasiva del pie. Ambas maniobras
valoran fundamentalmente L5-S1.
- Maniobra de Laségue invertido: se utiliza para valorar las raíces lumbares superiores L2-L4. Consiste en
la elevación de la pierna recta invertida con el paciente en decúbito prono.
#TogetherIsBetter síguenos en Twitter e Instagram: @enarmemonos
- Radiculopatía: el paciente puede presentar trastornos sensitivos (hipoestesias, parestesias) o alteración
de reflejos y, menos frecuente, déficit motores en el territorio comprometido por la hernia. En las hernias
discales posterolaterales el compromiso es unilateral.
Las manifestaciones típicas de la afectación de cada raíz son:
a. Hernia discal L1-L2: dolor y alteración de la cara anterior del muslo (1/3 proximal) con debilidad para
flexión de cadera.
b. Hernia discal L2-L3: dolor y alteración de la cara anterior del muslo (1/3 medio) y pequeña zona de la
rodilla, con debilidad para la flexión de la cadera y extensión de la rodilla.
c. Hernia discal L3-L4: dolor y alteración de sensibilidad en cara anterior del muslo (1/3 distal), rodilla y
cara interna de la pierna. Puede haber abolición del reflejo rotuliano y dificultad para extensión de la
rodilla con atrofia del cuádriceps.
d. Hernia discal L4-L5: dolor irradiado por cara posterolateral del muslo y lateral de la pierna hasta el dorso
del pie y el primer dedo. Hay disminución de la dorsiflexión del pie sin abolición de reflejos
osteotendinosos.
e. Hernia discal L5-S1: dolor irradiado por cara posterior del muslo hasta la planta y borde lateral del pie y
quinto dedo con alteración de sensibilidad en el mismo territorio. Abolición del reflejo aquíleo y debilidad
para la flexión plantar.
Diagnóstico: la correlación entre los hallazgos de imagen y la clínica dolorosa no suele ser muy buena. Se
ha comprobado que más de 1/3 de adultos sintomáticos a los que se le realiza RMN pueden mostrar signos
de patología discal.
Las pruebas de imagen SOLO deben solicitarse en pacientes con sospecha clínica. La prueba de elección
es la RMN por su mejor capacidad para ver los tejidos blandos.
Cuando por clínica existen dudas sobre el nivel radicular afectado deben realizarse estudios
neurofisiológicos que confirmen la existencia de radiculopatía. Para valorar nivel y grado de la lesión se
utiliza la electromiografía.
Tratamiento: el tratamiento inicial es conservador. Se aplican todas las medidas para la lumbalgia general
y consiguen mejoría en el 90% de los casos.
Cuando estas medidas fracasan está indicado el tratamiento quirúrgico. La técnica de elección es la
flavectomía con extirpación del disco afectado. Si se asocia inestabilidad vertebral debe realizarse
artrodesis de los niveles implicados.
Hernia discal cervical (cervicobraquialgia): el término cervicobraquialgia se utiliza para describir el dolor
cervical irradiado por el miembro superior. A nivel cervical, las hernias discales se desarrollan
preferentemente entre C5-C6 y C6-C7. La localización posterolateral es la más frecuente.
En la exploración se describe el signo de Spurling (presión sobre el vértex craneal con la cabeza extendida
y rotada hacia el lado sintomático; es positivo si se desencadena el dolor).
Las manifestaciones clínicas de la radiculopatía cervical son:
a. Hernia discal C4-C5: dolor y alteración de la sensibilidad del hombro y cara lateral del brazo con debilidad
de la musculatura proximal (flexión y separación del brazo).
b. Hernia discal C5-C6: dolor y alteración de la sensibilidad de la cara lateral del antebrazo irradiado hasta
los dedos pulgar e índice de la mano, con abolición de reflejos bicipital y estilorradial y debilidad para la
flexión del codo.
c. Hernia discal C6-C7: dolor y alteración de la sensibilidad de la cara extensora de miembro superior,
tercer dedo y borde radial del cuarto dedo. Abolición del reflejo tricipital y debilidad de la musculatura
extensora del codo.
d. Hernia discal C7-C8: dolor y alteración de la sensibilidad de la cara medial del antebrazo irradiado hasta
el quinto dedo y borde cubital del cuarto dedo. Debilidad de la musculatura intrínseca de la mano.
La prueba diagnóstica de elección es la RMN. La EMG sirve para establecer el nivel de la raíz afectada.
8. MISCELÁNEOS
Neuralgia del trigémino: síndrome doloroso de la cara, habitualmente unilateral, de presentación súbita,
carácter lancinante y localización en el territorio cutáneo de una o más ramas del trigémino (segunda y
tercera con más frecuencia). Las crisis dolorosas son de escasa duración y recidivantes, con intensidad
incapacitante que incluso lo llevan a conductas suicidas.
#TogetherIsBetter síguenos en Twitter e Instagram: @enarmemonos
Se presentan espontáneamente o tras estímulos sensoriales en áreas gatillo (roce de la cara, bostezo,
masticación, limpiarse los dientes, deglución o hablar).
Se clasifican en:
- Neuralgias esenciales: grupo más numeroso. Suele afectar a mujeres mayores de 40.
- Neuralgias secundarias: inflamaciones, anomalías vasculares, tumores del ángulo pontocerebeloso,
infecciones o enfermedades desmielinizantes (EM).
El tratamiento de elección es la carbamazepina en dosis crecientes, pero con control hematológico (riesgo
de neutropenia). Si fracasa el tratamiento médico puede estar indicado el tratamiento neuroquirúrgico:
rizotomía percutánea (destrucción de fibras nociceptivas por termocoagulación) y la descompresión
microquirúrgica (separar una arteria sobre el ganglio de Gasser que lo irrita por el latido).
Neuralgia del glosofaríngeo: se trata de un dolor lacinante y grave en el territorio de distribución de los
nervios glosofaríngeo y vago (fundamentalmente garganta y base de la lengua, con irradiación al oído y en
ocasiones al cuello). Puede haber sialorrea, tos y rara vez hipotensión y síncope. Con frecuencia, requiere
tratamiento quirúrgico.
Cirugía del dolor intratable: la cirugía del dolor es apropiado para individuos en los que el tratamiento
conservador no ha proporcionado una mejoría adecuada del dolor o en situaciones en las que los
tratamientos producen muchos efectos secundarios.
Técnicas neuromodulativas:
a. Infusión de drogas en el sistema nervioso (intratecal o intraventricular).
b. Técnicas de estimulación: estimulación de la médula y nervio periférico y estimulación cerebral
profunda.
Técnicas ablativas: último recurso.
- Intervenciones periféricas: simpatectomía, neurectomía y rizotomía dorsal y ganglioneurectomía.
- Intervenciones espinales: lesión de DREZ, cordotomía y mielotomía.
- Intervenciones supraespinales: mesencefalotomía, talamotomía, cingulotomía e hipofisectomía.
Neurocirugía de los trastornos mentales: muy poco utilizada en la actualidad, limitada a casos
seleccionados y especialmente rebeldes a los psicofármacos actuales.
- Cingulotomía anterior: indicada en casos de depresión mayor, ansiedad crónica y TOC.
- Tradctotomía subcaudada: igual que cingulotomía.
- Leucotomía límbica: combinación de los dos primeros. Mismas indicaciones.
- Capsulotomía anterior: en casos de TOC.
ENARMÉMONOS
#TOGETGERIS BETTER