Cadencias y Sus Tipos

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CADENCIAS

Al igual que en lenguaje hablado, la música necesita respirar, crear pausas,


puntos suspensivos e interrogaciones. Es por eso que el recurso más importante
sobre el que se afianza la música occidental sean las conocidas como
Candencias; los signos de puntuación dentro del discurso musical. Con las
cadencias podemos crear el efecto de final o conclusión, una pausa o respiración
y hasta una exclamación o sorpresa y todo esto jugando con los efectos
armónicos de tensión y relajación.
Según estas funciones citadas, las candecias se pueden englobar en:
conclusivas, o suspensivas. Pero antes de aventurarnos a explicarlas debemos
conocer una serie de conceptos claves: Grados, acordes e inversiones.

Grados:
La cadencia es una relación, generalmente entre dos acordes, uno antecedente
y otro resolutivo, y es este último el que establece el carácter de la cadencia. Las
cadencias funcionan a las relaciones jerárquicas entre los tonos; es decir,
poniendo como ejemplo la escala de Do Mayor (puede ser cualquier otra de las
24 tonalidades), los siete sonidos, denominados grados, tienen diferentes
funciones:

Do (I): Tónica (Nota fundamental de la escala, sobre ella orbitan el resto de


tonos)
Re (II): Supertónica
Mi (III): Mediante (Si la convertimos en tónica en una tonalidad menor, nos
trasladaremos a la tonalidad relativa mayor)
Fa (IV): Subdominante (Suele ser un grado ambiguo que funciona como tónica
secundaria o como precedente de una dominante)
Sol (V): Dominante (Segundo grado más importante, genera una tensión que
necesita resolverse en la tónica)
La (VI): Superdominante (Misma función que el grado IV, si además la
convertimos en tónica, nos habremos tarsladado a la tonalidad relativa en el
modo mayor)
Si: (VII): Sensible (En el modo mayor, constituye el acorde más tensionado, y por
tanto, más precipitado a la tónica, en el modo menor se la denomina subtónica y
la tensión es menor).

Una cadencia, por tanto, es el efecto "resolutivo" que se produce al encadenar,


generalmente dos acordes por efecto de las relaciones entre grados.

Acordes:
Recordemos también que un acorde son dos o más notas que suenan de manera
simultánea y que se construyen a partir de una nota fundamental, que es la que
da nombre al acorde. Los acordes tríadas, que son los más extendidos y
utilizados en la notación anglosajona se forman añadiendo intervalos de tercera
sobre la nota fundamental, lo que traducido al piano, sería dejando una tecla sin
pulsar entre dos notas. Por tanto, el acorde de Do Mayor, se construye
añadiendo una tercera (la tercera), que sería Mi, y añadiendo otra más, Sol (la
quinta). La modalidad del acorde (mayor o menor), depende de "la tercera", si

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entre la fundamental y ésta hay una distancia de 2 tonos, el acorde será mayor,
si por el contrario existe una distancia de un tono y medio, el acorde será menor.
El acorde de Do menor sería el siguiente: Do-Mib-Sol

Inversiones:
Cuando un acorde se ejecuta con su nota fundamental en el bajo (La nota más
grave), decimos que el acorde está en estado fundamental, pero esto no siempre
es así. Tomando de nuevo como ejemplo el acorde de Do Mayor, si es "la
tercera" (Mi) la que se encuentra en el bajo, el acorde está en 1ª inversión y se
representa con el número 6, si es "la quinta" (Sol), estará en 2ª
inversión representándose con la fracción 6/4.
Teniendo más o menos claro esto, podemos empezar a explicar las cadencias.
Lo haremos en dos entradas, en esta primera hablaremos de las cadencias
conclusivas y en la próxima de las suspensivas y algunas otras menos
conocidas.

Cadencia conclusiva:
Es las que crean el efecto de final o pausa larga y puede ser perfecta, imperfecta
o plagal

-Cadencia Perfecta o Auténtica: Es la principal cadencia conclusiva ya que no


da pie a una continuación del discurso musical. Se construye enlazando el
acorde sobre el V grado y el acorde de I grado, ambos, en estado fundamental.
Si duplicamos la fundamental dentro del acorde de tónica colocándola en la voz
más aguda, conseguiremos una sensación aún mayor de final.

Como ejemplo vemos los últimos compases de la sinfonía nº 1 de Beethoven


que acaba con tres cadencias perfectas en diferentes posiciones y dos tónicas
para reafirmar aún más la conclusión. Los finales de los "Finales", valga la
redundancia, suelen ser muy resolutivos ya que nos es sólo la terminación de un
movimiento, si no de la sinfonía entera.
-Cadencia perfecta compuesta: Es realidad es una progresión armónica (una
sucesión de acordes), en el que la condición inalterable es que los dos últimos
constituyan una cadencia perfecta. Una de las cadencias perfectas compuestas
más utilizadas de la historia de la música es la progresión: IV-V-I aunque otra
variante muy utilizada es: IV-I6/4-V-I.

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La Bergamasca de Marco Uccelini es una obra en variación de una melodía
sobre la estructura armónica I-IV-V-I.
-Cadencia imperfecta: Establece un final interno dentro del discurso musical
dejando un espacio abierto para que éste se reactive. Tiene la misma estructura
que la cadencia perfecta pero invirtiendo uno o ambos acordes. Hay
compositores que usan esta cadencia para concluir sus obras si el acorde de
tónica no está invertido.

El impromptu nº 2 de Schubert empieza con cuatro frases, las tres primeras


terminan en cadencias imperfectas (V6-I), la frase se culmina, pero se deja
abierta para que pueda continuar el discurso. La última frase, concluye con una
cadencia perfecta dando por finalizado el discurso.
-Cadencia Plagal: Es el que se produce al enlazar un acorde de Subdominante
(IV) con uno de tónica (I). Su efecto es más suave y dulce que la perfecta. Esta
cadencia siempre ha estado muy vinculada a la música religiosa y es gracias a
que es una de las fuentes musicales mejor conservadas, ha ido sobreviviendo a
la difusión de la perfecta. Su efecto se consigue por el salto en el bajo del IV al I
grado, por eso, se obtendrá una cadencia plagal con cualquier acorde
antecedente que posea en el bajo dicho grado como en el acorde de II en 1ª
iversión o el de VII en 2ª inversión.

El primer movimiento de la Sinfonía Fantástica de Berlioz acaba con tres


cadencias plagales y tres tónicas más. El primer movimiento habla sobre el
artista que, al ser rechazado por su amado encuentra consuelo en la religión. De
ahí que Berlioz tome la cadencia plagal como manifestación de lo religioso.

las cadencias ayudaban al diálogo musical, servían como signos de puntuación


que indicaban los reposos, respiraciones, etc. Estudiamos tres tipos de

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cadencias conclusivas: La perfecta y sus variantes, la imperfecta y la plagal. En
esta nueva entrada veremos las restantes, las llamadas "cadencias suspensivas"
y otras consideraciones generales sobre esta materia.
Para recordar aspectos de la primera entrada dedicada a las
cadencias podéis entrar aquí: Teoría: Las Cadencias (I)

Cadencia suspensiva:
Es las que crean el efecto de pausa momentánea y no son tan restrictivas a la
hora de invertir los acordes. Estas cadencias pueden ser semicadencia, rota
o evitada.

-Semicadencia: Es la principal cadencia suspensiva y se produce al realizarse


una pausa sobre el V grado por lo que el acorde precedente no altera la cadencia,
aunque suelen ser el IV o VI, ya que estos grados, al encontrar junto al V, pueden
moverse por semitono cromático, convirtiéndose en el caso del IV grado, en una
dominante secundaria del V. La frase musical que termina con esta cadencia se
la suele considerar "interrogativa" ya que obliga y necesita la continuación del
discurso musical como si de una estructura de "pregunta-respuesta" se tratara.

En el último movimiento de la 5ª Sinfonía, Beethoven utiliza la semicadencia para


establecer la tensión que nos hará la transición entre el tema principal y el
"recordatorio" del scherzo.

-Cadencia Rota: A esta cadencia también se la puede considerar cadencia


sorpresa debido a su efecto inesperado. Es una cadencia perfecta en la que el
acorde de tónica (I) es cambiado por otro denominado "acorde sustituto" y que
normalmente el VI grado (Evitar también el VII ya que puede considerarse una
extensión del V grado). Es decir, es una cadencia formada por un V como
precedente y otro resolutivo que no sea la tónica.

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Mozart emplea una sorpresa final antes de acabar el Kyrie de su Réquiem, con
una cadencia rota sobre el IV grado para finalizar con una cadencia perfecta.

-Cadencia evitada: Es una derivación de la cadencia rota. De hecho, tienen el


mismo carácter pero la diferencia radica en el contexto, que es modulatorio. Se
construye a partir de un V grado seguido de un acorde sustituto que es en
realidad V grado de otra tonalidad, generalmente tonalidades con tónica el IV o
el VI pero pueden ser otras. Tras pasar una región modulada sobre estos grados,
volvemos a nuestra tónica original. El esquema sería el siguiente:
V - V (de otra tonalidad)- I (Nueva tonalidad y región modulada) - V (Tonalidad
original) - I (Tonalidad original)

Antes de concluir su Preludio nº 1 del Clave bien temperado Vol. I, Bach nos
regala una cadencia evitada convirtiendo en breve tónica al IV grado (como en
el ejemplo) antes de la cadencia perfecta final.

Otras Consideraciones:

-Efecto Abierto/Cerrado o Pregunta/Respuesta: Este efecto proviene del


cantar de los trovadores medievales quienes cantaban sus versos a pares. El
primero terminaba con una ligera suspensión que podía ser cualquier nota

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excepto la tónica del modo dando pie a la recitación de un segundo verso que
concluía de manera rotunda en la tónica. Esto se pudo trasladar a la armonía
conocida gracias al uso de las cadencias. La primera frase se culmina con una
cadencia suspensiva y la siguiente con una conclusiva.

-Cadencia oculta: Se produce cuando el compositor pretende hacer


desaparecer la cadencia. Estas pueden ser muy evidentes y en ocasiones se
desea que pasen inadvertidas. Para ello hay que separar el movimiento
armónico (sucesión de grado) del melódico. Es decir, la melodía debe continuar
sobre la cadencia de manera que la atención se centre en esta primera y no en
la otra.

-La tercera de picardía: Debido a que el efecto de final en los modos menores
era mucho menos perceptible y con menos fuerza que los finales en el modo
mayor, muchos compositores del Renacimiento y Barroco decidieron en sus
obras, en menor, plasmar esta fuerza conclusiva convirtiendo el acorde de
tónica, dentro de un cadencia perfecta, en mayor. Esta tendencia se
continuaría en el Clasicismo pero iría perdiendo fuerza hasta su casi
desaparición. Para llevar a cabo este recurso sólo hay que cambiar la tercera
menor del acorde de tónica a tercera mayor; esta es la "tercera de picardía" o
"mayor sorpresivo". El efecto contrario es muy poco frecuente y menor para
concluir una obra, pero compositores como Mendelssohn lo han llegado a
utilizar.

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