Cadencias y Sus Tipos
Cadencias y Sus Tipos
Cadencias y Sus Tipos
Grados:
La cadencia es una relación, generalmente entre dos acordes, uno antecedente
y otro resolutivo, y es este último el que establece el carácter de la cadencia. Las
cadencias funcionan a las relaciones jerárquicas entre los tonos; es decir,
poniendo como ejemplo la escala de Do Mayor (puede ser cualquier otra de las
24 tonalidades), los siete sonidos, denominados grados, tienen diferentes
funciones:
Acordes:
Recordemos también que un acorde son dos o más notas que suenan de manera
simultánea y que se construyen a partir de una nota fundamental, que es la que
da nombre al acorde. Los acordes tríadas, que son los más extendidos y
utilizados en la notación anglosajona se forman añadiendo intervalos de tercera
sobre la nota fundamental, lo que traducido al piano, sería dejando una tecla sin
pulsar entre dos notas. Por tanto, el acorde de Do Mayor, se construye
añadiendo una tercera (la tercera), que sería Mi, y añadiendo otra más, Sol (la
quinta). La modalidad del acorde (mayor o menor), depende de "la tercera", si
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entre la fundamental y ésta hay una distancia de 2 tonos, el acorde será mayor,
si por el contrario existe una distancia de un tono y medio, el acorde será menor.
El acorde de Do menor sería el siguiente: Do-Mib-Sol
Inversiones:
Cuando un acorde se ejecuta con su nota fundamental en el bajo (La nota más
grave), decimos que el acorde está en estado fundamental, pero esto no siempre
es así. Tomando de nuevo como ejemplo el acorde de Do Mayor, si es "la
tercera" (Mi) la que se encuentra en el bajo, el acorde está en 1ª inversión y se
representa con el número 6, si es "la quinta" (Sol), estará en 2ª
inversión representándose con la fracción 6/4.
Teniendo más o menos claro esto, podemos empezar a explicar las cadencias.
Lo haremos en dos entradas, en esta primera hablaremos de las cadencias
conclusivas y en la próxima de las suspensivas y algunas otras menos
conocidas.
Cadencia conclusiva:
Es las que crean el efecto de final o pausa larga y puede ser perfecta, imperfecta
o plagal
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La Bergamasca de Marco Uccelini es una obra en variación de una melodía
sobre la estructura armónica I-IV-V-I.
-Cadencia imperfecta: Establece un final interno dentro del discurso musical
dejando un espacio abierto para que éste se reactive. Tiene la misma estructura
que la cadencia perfecta pero invirtiendo uno o ambos acordes. Hay
compositores que usan esta cadencia para concluir sus obras si el acorde de
tónica no está invertido.
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cadencias conclusivas: La perfecta y sus variantes, la imperfecta y la plagal. En
esta nueva entrada veremos las restantes, las llamadas "cadencias suspensivas"
y otras consideraciones generales sobre esta materia.
Para recordar aspectos de la primera entrada dedicada a las
cadencias podéis entrar aquí: Teoría: Las Cadencias (I)
Cadencia suspensiva:
Es las que crean el efecto de pausa momentánea y no son tan restrictivas a la
hora de invertir los acordes. Estas cadencias pueden ser semicadencia, rota
o evitada.
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Mozart emplea una sorpresa final antes de acabar el Kyrie de su Réquiem, con
una cadencia rota sobre el IV grado para finalizar con una cadencia perfecta.
Antes de concluir su Preludio nº 1 del Clave bien temperado Vol. I, Bach nos
regala una cadencia evitada convirtiendo en breve tónica al IV grado (como en
el ejemplo) antes de la cadencia perfecta final.
Otras Consideraciones:
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excepto la tónica del modo dando pie a la recitación de un segundo verso que
concluía de manera rotunda en la tónica. Esto se pudo trasladar a la armonía
conocida gracias al uso de las cadencias. La primera frase se culmina con una
cadencia suspensiva y la siguiente con una conclusiva.
-La tercera de picardía: Debido a que el efecto de final en los modos menores
era mucho menos perceptible y con menos fuerza que los finales en el modo
mayor, muchos compositores del Renacimiento y Barroco decidieron en sus
obras, en menor, plasmar esta fuerza conclusiva convirtiendo el acorde de
tónica, dentro de un cadencia perfecta, en mayor. Esta tendencia se
continuaría en el Clasicismo pero iría perdiendo fuerza hasta su casi
desaparición. Para llevar a cabo este recurso sólo hay que cambiar la tercera
menor del acorde de tónica a tercera mayor; esta es la "tercera de picardía" o
"mayor sorpresivo". El efecto contrario es muy poco frecuente y menor para
concluir una obra, pero compositores como Mendelssohn lo han llegado a
utilizar.