El Concepto de Contrato
El Concepto de Contrato
Art. 1254 CC “el contrato existe desde que una o varias personas consienten
en obligarse, respecto de otra u otras, a dar alguna cosa o prestar algún
servicio” .
Serían contratos unilaterales, pues, los que generan obligaciones para una sola
de las partes contratantes.
Los elementos esenciales, deben estar presentes en todo contrato para que se
pueda considerar válido. El artículo 1.261 del Código Civil formula la necesidad
de concurrencia de todos los elementos esenciales del contrato: “No hay
contrato sino cuando concurren los requisitos siguientes:
Los elementos accidentales pueden estar presentes por voluntad de las partes
en un determinado contrato y su presencia no es esencial ni determinante para
que pueda hablarse de contrato válido.
Fundamentalmente, tales elementos accidentales son la condición y el término.
Una vez integrados en un acuerdo contractual asumen una extraordinaria
importancia, por lo que difícilmente pueden ser calificados como meros
accidentes del mismo. En menor medida, respecto a los contratos gratuitos,
asume cierta relevancia el modo. El rechazo de la referida accidentalidad ha
hecho que algunos autores hablen de determinaciones o estipulaciones
accesorias.
La capacidad contractual
El contrato se define como acuerdo de voluntades. La manifestación del
consentimiento de cada una de las partes puede darse de muy diferentes
maneras pero requiere en todo caso que el consentimiento se haya formado
libre y conscientemente y, además, por persona que tenga capacidad de obrar
o capacidad contractual.
Hoy día no resulta posible trazar un foso tan profundo entre el mayor de edad
(capaz) y el menor de edad (incapaz), en cuanto el Derecho positivo ha
acabado por reconocer que, en la práctica, la adquisición de la capacidad de
obrar es gradual y paulatina.
Por otra parte conviene resaltar que, aunque el precepto reformado inhabilite a
los incapacitados, genéricamente, para emitir el consentimiento contractual, la
aplicación de las normas generales sobre incapacitación y el carácter gradual
de su alcance (fijado en la correspondiente sentencia) deben primar sobre el
tenor literal del nuevo artículo 1263.2º.
El autocontrato
En tal sentido, dispone el artículo 1.265 Código Civil que “ será nulo el
consentimiento prestado por error, violencia, intimidación o dolo”. A tales
anomalías en la formación del consentimiento se les conoce, técnicamente,
como vicios de la voluntad o vicios del consentimiento.
El error como vicio del consentimiento
El Código Civil no ofrece una definición del error en cuanto vicio del
consentimiento porque en el artículo 1.266 el término error tiene la significación
usual: equivocación, falsa representación mental de algo.
Según el artículo 1.266 del Código Civil: “Para que el error invalide el
consentimiento, deberá recaer sobre la sustancia de la cosa que fuere objeto
del contrato, o sobre aquellas condiciones de la misma que principalmente
hubiesen dado motivo a celebrarlo. El error sobre la persona sólo invalidará el
contrato cuando la consideración a ella hubiese sido la causa principal del
mismo” .
La violencia
La intimidación
El dolo
Noción y requisitos
Así, afirma el artículo 1.269 que “ hay dolo cuando, con palabras o
maquinaciones insidiosas de parte de uno de los contratantes, es inducido el
otro a celebrar un contrato que, sin ellas, no hubiera hecho”. Por su parte, el
artículo 1.270 dispone que “ para que el dolo produzca la nulidad de los
contratos deberá ser grave y no haber sido empleado por las dos partes
contratantes. El dolo incidental sólo obliga al que lo empleó a indemnizar daños
y perjuicios” .
Por tanto, para que el dolo sea causa de anulabilidad del contrato se requiere:
1. Que sea grave, llevado a cabo con la intención, con la mala intención
consciente y deliberada de engañar a la otra parte. El dolo bueno que
consiste en cantar las excelencias del bien o servicio que se oferta no se
considera como dolo propiamente dicho.
2. Ha de inducir a la otra parte a celebrar el contrato, es decir, ha de ser un
dolo determinante o dolo causante. El dolo determinante se contrapone
al dolo incidental (no caracterizado por el CC) y se trata de una conducta
engañosa que lleva a quien, libre y conscientemente está decidido a
contratar, a aceptar unas condiciones perjudiciales que no hubiera
aceptado de no intervenir el dolo incidental.
3. Que el dolo no haya sido empleado por las partes contratantes. En el
caso de dolo por ambas partes suele hablarse de compensación de dolo
para poner de manifiesto que el de una parte anula o compensa la
relevancia del dolo de la otra parte.
El dolo omisivo
Conforme a los artículos 1.271 y 1.273, los requisitos del objeto del contrato
son tres: licitud, posibilidad y determinación.
Licitud. Del artículo 1.271 se deduce que tanto las cosas cuanto los
servicios objeto del contrato han de ser lícitos. Respecto de las cosas el
Código excluye del ámbito contractual “las cosas que están fuera del
comercio”. Y en relación con los servicios se excluyen todos los servicios
que sean contrarios a las leyes o a las buenas costumbres.
Posibilidad. El Código Civil dispone en el articulo 1.272 que “no podrán
ser objeto de contrato las cosas o servicios imposibles”
Determinación o determinabilidad. Una vez perfeccionado el contrato, se
requiere que la cosa o el servicio que constituyen su objeto queden
determinados (artículo 1.273). En caso contrario, sería necesario un
nuevo pacto o acuerdo de las partes. El Código Civil no requiere como
condición sine qua non que el objeto del contrato quede absolutamente
determinado, sino que le basta con que el objeto sea determinable “sin
necesidad de nuevo convenio entre los contratantes”.
Por ejemplo, si la causa del arrendatario de una vivienda es disfrutar del piso, y
la causa del arrendador es cobrar mensualmente la renta, ¿cuál será la causa
del arrendamiento? Atendiendo a cada caso concreto, se podría concluir que el
intercambio de prestaciones subyacente en el contrato constituiría la causa del
mismo.
La causa atípica
Según el artículo 1.975, “los contratos sin causa, o con causa ilícita, no
producen efecto alguno. Es ilícita la causa cuando se opone a la ley o a la
moral”.
Los contratos abstractos son aquellos que producen efectos por la mera
voluntad de las partes y con independencia del elemento causal.
Según el número 1º del artículo 1.280, “ Los actos y contratos que tengan por
objeto la creación, transmisión, modificación o extinción de derechos reales
sobre bienes inmuebles” deberán constar en documento público.
Las capitulaciones son los convenios celebrados por los cónyuges con la
finalidad de organizar el régimen económico de su matrimonio. “ Para su
validez, las capitulaciones, habrán de constar en escritura pública” .
La cesión de derechos
Los poderes
Para el Código el paradigma formativo del contrato viene dado por el contrato
personalizado, en el que ambas partes, tras las correspondientes
negociaciones iniciales o tratos preliminares, en su caso, llegan a concordar
sobre la celebración del contrato.
Por lo común, los tratos preliminares brillan por su ausencia en los contratos
instantáneos, en los actos contractuales en masa y sometidos a condiciones
generales, en la mayor parte de los contratos normativos y, en general, en
todos aquellos supuestos en que el contenido del contrato se encuentra
virtualmente predeterminado y deja escaso margen de negociación a las
partes.
Se subraya que cuando la negociación preliminar tiene por objeto dañar a una
de las partes o a un tercero ha de buscarse un mecanismo de responsabilidad,
aunque no se encuentre legislado de forma expresa. Aparte del recurso al
artículo 7.1 (buena fe) hay una cierta conformidad en traer a colación también
en esta sede el artículo 1.902.
La opción es, pues, en este caso, un contrato en virtud del cual una persona se
obliga a vender a otra una cosa bajo ciertas condiciones contractualmente
previstas. Siendo así que el concedente del derecho de opción queda obligado
a vender y que es el optante quien decidirá si compra o no. En el caso
contrario, cuando el eventual adquirente queda obligado a comprar y es el
propietario el que puede optar entre vender o no se habla de opción de venta.
Como regla general, tales supuestos contractuales son enfocados por las
disposiciones legislativas aludidas y por la jurisprudencia como casos en los
que la posición del contratante fuerte debe ser reconducida a sus justos
términos. Se mitiga su posición dominante y se atiende, por el contrario, a velar
por los intereses de los económicamente débiles, por entender que su posición
contractual es realmente subordinada, pese al principio dogmático de igualdad
de las partes contratantes.
En la Ley 50/1980 del Contrato de Seguro, se declaran nulas las cláusulas que
tengan carácter lesivo para el asegurado, al tiempo que se obliga a los
aseguradores a modificar las cláusulas que hayan sido declaradas nulas por el
TS.
La referida Directiva 93/13 tiene por objeto, evitar la utilización de las "cláusulas
abusivas en los contratos celebrados con consumidores".
Acciones individuales
Acciones colectivas
La Ley 39/2002
Según el TRLCU art 53.1: "la acción de cesación se dirige a obtener una
sentencia que condene al demandado a cesar en la conducta y a prohibir su
reiteración futura. Asimismo, la acción podrá ejercerse para prohibir la
realización de una conducta cuando ésta haya finalizado al tiempo de ejercitar
la acción, si existen indicios suficientes que hagan temer su reiteración de
modo inmediato".
La acción de retractación
Conforme a la nueva LEC: "la acción de retractación tendrá por objeto obtener
una sentencia que declare e imponga al demandado, sea o no el
predisponente, el deber de retractarse de la recomendación que haya
efectuado de utilizar las cláusulas de condiciones generales que se consideren
nulas y de abstenerse de seguir recomendándolas en el futuro".
La acción declarativa
La acción declarativa "se dirigirá a obtener una sentencia que reconozca una
cláusula como condición general de la contratación y ordene su inscripción,
cuando ésta proceda, conforme a lo previsto en el inciso final del apartado 2 del
art 11" -art 12.4 LCGC-.
Normas procesales
La acción de cesación en defensa de los intereses colectivos y difusos de los
consumidores y usuarios se ventilará en juicio verbal. Todas las restantes
acciones colectivas consideradas, en principio, se decidirán en el juicio
ordinario contemplado en art 250 LEC.
Supuestos:
Una vez respetadas, las partes pueden establecer el contenido contractual que
les parezca más acorde con sus intereses y pretensiones, de ahí la importancia
de los contratos atípicos.
El término o plazo
El término es el momento temporal en que comienzan o terminan los efectos de
un contrato (elemento accidental), o cuando ha de llevarse a cabo el
cumplimiento de una obligación determinada (presupone la eficacia del
contrato).
Inicial. Día cierto a partir del cual un contrato genera de los efectos que
le son propios; de forma parecida a cuanto ocurre en el caso de
condición suspensiva.
Final. Día cierto en el que los efectos propios del contrato se darán por
concluidos; de forma paralela a cuanto ocurriría en el supuesto de
condición resolutoria.
Con dicha expresión no se pretende afirmar que sea elemento esencial del
contrato, sino que el cumplimiento de ciertas obligaciones excluye de forma
absoluta que se pueda llevar a cabo con posterioridad a la fecha señalada. El
cumplimiento extemporáneo equivale a un verdadero incumplimiento al no
satisfacer el interés del acreedor.
El modo
Noción y ámbito
El tercer elemento accidental del contrato es el modo, que consiste en una
carga o gravamen añadido en algunas ocasiones a los "actos de liberalidad",
como la donación y el testamento.
Régimen básico
Ahora bien, lo que ocurre es que, el Código acoge en los artículos citados
criterios de diferente naturaleza, e incluso, a la postre, reconoce que, a veces,
ninguno de ellos será adecuado para desentrañar el verdadero significado del
contrato.
La respuesta a dicha cuestión viene siendo resuelta por la propia Sala 1ª del
Tribunal Supremo en sentido afirmativo con lo que de facto afirma la naturaleza
normativa de los artículos 1.281 a 1.289 del Código Civil.
La interpretación sistemática
En segundo lugar, hemos de considerar las normas legales que tienen por
objeto la exclusión de la anfibología.
El artículo 1289 CC
El artículo 1.289 reconoce que puede resultar "absolutamente imposible
resolver las dudas por las reglas establecidas en los artículos precedentes".
Esto es, el resultado final de la necesaria interpretación del contrato puede
abocar en la conclusión de la absoluta inutilidad de dicho procedimiento de
desentrañar el significado del acuerdo contractual.
El artículo 1.289.2 dispone que "si las dudas... recayesen sobre el objeto
principal del contrato, de suerte que no pueda venirse en conocimiento de cuál
fue la intención o voluntad de las partes de los contratantes, el contrato será
nulo".
El artículo 1.258 señala como tales la buena fe, el uso y la ley. Sin embargo, el
escalonamiento jurídico de tales medios de integración debe ser el contrario: la
ley imperativa, en su defecto, dispositiva, los usos normativos y la buena fe.
La ley
Las normas dispositivas, en cuanto son disponibles por las partes, sólo
integrarán el contrato cuando completen un elemento natural del mismo que no
haya sido contemplado o regulado de forma diversa de la legalmente prevista
por las partes
Presupuestos
Efectos de la cesión
Como regla general, la cesión del contrato conlleva la liberación o
desvinculación del contratante cedente, quien en adelante no queda obligado
respecto del contratante cedido. No obstante, cabe el pacto en contrario y, en
la práctica, no es extraño que en forma subsidiaria el cedente quede obligado
durante un cierto tiempo a responder en caso de que el cesionario incumpla las
obligaciones que le incumban. Tales obligaciones (así como las facultades o
derechos) serán las contempladas en el contrato originario, pues la cesión
propiamente considerada no produce un efecto novatorio sobre el contrato,
sino que se limita sencillamente a la sustitución del contratante cedente por el
cesionario, quien en adelante quedará vinculado con el contratante cedido en
los mismos términos previstos en el contrato.
El subcontrato
La idea de la subcontratación tiene como presupuesto necesario el hecho de
que las obligaciones asumidas por las partes contratantes no tengan carácter
personalísimo, pues, en tal caso, la propia naturaleza de tales obligaciones
excluiría de raíz la posible intervención de un tercero en la ejecución de las
prestaciones contractualmente establecidas.
La nulidad del contrato representa el supuesto más grave de ineficacia. Por ello
suele ser adjetivada como nulidad absoluta o nulidad de pleno derecho.
Causas de nulidad
La acción de nulidad
Por muy nulo que sea un contrato, en caso de haberse celebrado, producirá
una apariencia de tal forma que, salvo que sea destruida, seguirá produciendo
los efectos propios del contrato de que se trate, como si fuera válido.
Para evitarla, el Derecho dota a la acción de nulidad (vehículo procesal
tendente a lograr que el Juez decrete la nulidad del contrato) de una serie de
caracteres:
Consecuencias de la nulidad
En general: la restitución
Un contrato anulable será aquél que puede ser anulado o, por el contrario
seguir produciendo efectos en caso de que su efectiva anulación no tenga
lugar.
Causas de anulabilidad
La acción de anulabilidad
En cambio, por aplicación de la buena fe, excluye el Código Civil que puedan
ejercitar la acción de anulabilidad los causantes del error, violencia,
intimidación o dolo o las personas capaces que contraten con incapaces.
Efectos de la anulabilidad
En definitiva las causas de anulabilidad son disponibles para las partes y por
tanto sanables. Las causas de nulidad, por el contrario, son de derecho
necesario y de carácter absolutamente indisponible, por atentar contra el orden
público contractual.
Para que sea válida, se requiere que quien la lleve a cabo esté legitimado para
ejercitarla y sea consciente de la trascendencia de la misma. Puede realizarse
de forma expresa o tácita.
El mutuo disenso
El contrato supone, básicamente, un acuerdo de voluntades mediante el cual
los contratantes se vinculan, obligándose a observar cierto comportamiento y,
en consecuencia, atribuyéndose el derecho de exigirse la observancia de
semejante conducta.
Por ese motivo es razonable entender que los contratantes tienen la posibilidad
de celebrar un nuevo contrato encaminado a privar de efectos al contrato
inicialmente concluido. Ese contrato que tienen por objetivo poner fin a una
relación obligatoria preexistente se conoce habitualmente con el nombre de
mutuo disenso.
El desistimiento unilateral
La categoría del libre desistimiento
Esta regla, sin embargo, es flexibilizada por el legislador en una serie concreta
de supuestos, que se caracterizan porque en determinados contratos se
reconoce a una o a cada una de las partes contratantes la posibilidad de
extinguir la relación contractual por su libre decisión.
Principales supuestos
Los principales casos en los cuales el legislador consiente que una o cada una
de las partes, por su sola decisión unilateral y sin necesidad de causa que lo
justifique, ponga fin a una relación contractual son difícilmente reconducibles a
categorías generales. No obstante, el Código Civil destaca:
Efectos de la resolución
El término lesión significa aquí perjuicio patrimonial para una de las partes
contratantes. El Código Civil declara rescindibles:
Todos los contratos que puedan llevar a cabo los tutores sin la debida
autorización. Los contratos que celebre el menor por sí solo serán
anulables y no rescindibles.
Los celebrados en representación de los ausentes, siempre que éstos
hayan sufrido la lesión en más de la cuarta parte del valor de la cosa y
no se haya celebrado contrato con autorización judicial.
La partición de herencia, siempre que la lesión sea en más de la cuarta
parte, atendiendo al valor de las cosas cuando fueran adjudicadas.
La acción rescisoria
Requisitos
Exige el Código Civil tres requisitos para que sea posible el ejercicio de la
acción rescisoria, es decir, la recuperación del status quo anterior a la
celebración del contrato rescindible:
Plazo
El plazo de la acción para pedir la rescisión dura 4 años.
Para las personas sujetas a tutela y para los ausentes, los cuatro años no
empezarán a contar hasta que haya cesado la incapacidad de los primeros, o
sea conocido el domicilio de los segundos. En los demás casos, empezará a
contar desde la celebración del contrato.
Aunque el Código Civil no la califica como contrato, sino como acto, y la regula
con ocasión de los "modos de adquirir la propiedad", el carácter contractual le
viene dado por la exigencia de la aceptación por parte del donatario (artículo
630), lo que supone el acuerdo de los dos contratantes y, de otra parte, por la
sujeción a las disposiciones generales de los contratos y obligaciones en todo
lo que no se halle determinado en sus normas específicas.
Modalidades de la donación
Donaciones remuneratorias
Serían aquellas que encuentran su razón de ser en los méritos del donatario o
en los servicios prestados por éste al donante. Según el artículo 619 "es
también donación la que se hace a una persona por sus méritos o por los
servicios prestados al donante, siempre que no constituyan deudas exigibles".
Conforme al artículo 641, el donante cuenta con facultades para establecer una
reversión convencional o un derecho de retorno en su favor o en el de un
tercero.
En caso de que la reversión quede establecida en favor del donante, la
entiende válida el artículo 641 para cualquier caso y circunstancias. Por
consiguiente parece admisible que también pueda establecer ad nutum.
Liberalidades de uso
La donación implica una disminución del patrimonio del donante por un acto de
enajenación, de transmisión a otro de algo que previamente le pertenecía, que,
por consiguiente, requiere una especial capacidad, además de encontrarse
sometido a una serie de límites. Para el donatario, la donación supone un acto
de enriquecimiento.
Conforme al artículo 624, "podrán hacer donaciones todos los que puedan
contratar y disponer de sus bienes". El donante ha de tener capacidad
contractual y, además, la libre disposición sobre los bienes que vayan a ser
objeto de donación.
Objeto y límites
La donación puede recaer sobre cualquier bien o derecho que sea autónomo e
independiente y, por tanto, individualizable en el patrimonio del donante.
La donación, bajo pena de nulidad, está sujeta a la aceptación por parte del
donatario, que la puede realizar por sí mismo o por medio de persona
autorizada.
Forma
"Toda donación hecha entre vivos, hecha por persona que no tenga hijos ni
descendientes, será revocable por el mero hecho de ocurrir cualquiera de los
casos siguientes:
Incumplimiento de cargas
Efectos de la revocación
La reversión de la donación
Art 641 CC: "podrá establecerse válidamente la reversión a favor de sólo el
donador para cualquier caso y circunstancias, pero no a favor de otras
personas sino en los mismos casos y con iguales limitaciones que determina
este Código para las sustituciones testamentarias".
El objeto de la compraventa
Las cosas
En general
El precio en la compraventa
Requisitos
El pacto de arras
La entrega de la cosa
El Código Civil regula con detalle las formas de entrega o tradición que,
realizadas con posterioridad a la celebración del contrato de compraventa,
conllevan la adquisición de la propiedad para el comprador. Diversas formas de
entrega:
1. Tradición real: material y simbólica.
o Según el artículo 1.462.1 "se entenderá entregada la cosa
vendida cuando se ponga en poder y posesión del comprador".
La puesta en posesión puede tener lugar de dos maneras
diferentes:
2. La tradición instrumental.
La obligación de saneamiento
Efectos de la evicción
Para el caso de que el comprador perdiere con motivo de la evicción una parte
de la cosa vendida de tal importancia con relación al todo que sin dicha parte
no lo hubiera comprado, o si se vendiese dos o más cosas conjuntamente por
un precio alzado, o particular para cada una de ellas, constando claramente
que el comprador no había comprado la una sin la otra, dispone el artículo
1.479 que el comprador "podrá exigir la rescisión del contrato, pero habrá de
devolver la cosa sin más gravámenes que los que tuviera al adquirirla".
El vendedor responde del saneamiento por vicios ocultos, aunque los ignorase,
a menos que se hubiese estipulado lo contrario (artículo 1.485).
Para que tenga lugar el saneamiento por vicios ocultos la acción habrá de
ejercitarse en el plazo de seis meses contados desde la entrega de la cosa
vendida.
El art. 1504 exige como requisito esencial para que proceda la resolución el
previo requerimiento judicial o por acta notarial, por lo que no basta el mero
incumplimiento, sino que el comprador cuenta con un plazo complementario
para pagar: el que va entre el término fijado y el día en que el vendedor lo
requiere judicial o notarialmente. El requerimiento produce un doble efecto:
Pese al carácter fundamental del pago del precio, dispone el artículo 1.502 que
"si el comprador fuere perturbado en la posesión o dominio de la cosa
adquirida, o tuviere fundado temor de serlo por una acción reivindicatoria o
hipotecaria, podrá suspender el pago del precio hasta que el vendedor haya
hecho cesar la perturbación o el peligro, a no ser que afiance la devolución del
precio en su caso, o se haya estipulado que, no obstante cualquier
contingencia de aquella clase, el comprador estaba obligado a verificar el
pago".
Se trata de una norma que, con evidente carácter preventivo, trata de proteger
al comprador en caso de que éste tema fundadamente perder tanto la cosa
como el precio abonado o que le reste por abonar.
Además del pago del precio propiamente dicho y, en su caso, los intereses por
precio aplazado, el comprador deberá abonar los gastos necesarios y útiles
hechos en la cosa vendida desde la perfección hasta la consumación del
contrato; así como los gastos de transporte de la cosa vendida, salvo existencia
de pacto en contra y, finalmente, los gastos de expedición de la primera copia
de escritura y los demás posteriores a la venta, salvo pacto en contra, entre los
que respecto de bienes inmuebles, asumen particular importancia los gastos
propios de inscripción en el Registro de la Propiedad.
La doble venta
La doble venta, o como en ocasiones precisa el Tribunal Supremo, la
"pluralidad de ventas sobre una misma cosa" es muy frecuente en la práctica.
1. Los gastos del contrato y cualquier otro pago legítimo hecho para la
venta.
2. Los gastos necesarios y útiles hechos en la cosa vendida".
Aspectos fundamentales:
Según dispone el artículo 1.453, "la venta hecha a calidad de ensayo o prueba
de la cosa vendida y la venta de cosas que es costumbre gustar o probar antes
de recibirlas se presumirán siempre hechas bajo condición suspensiva". Se
trata de dos categorías distintas de venta:
El contrato debe constar por escrito y debe contener: lugar y fecha del contrato;
identificación a las partes; descripción del objeto vendido; el importe del
desembolso inicial; los plazos sucesivos; cuantía y fecha de vencimiento de las
letras de cambio, interés exigible en caso de mora; cláusula de reserva de
dominio, si se pacta; la prohibición de enajenar en tanto no se haya pagado
totalmente, etc. El contrato se perfecciona cuando el comprador satisface, en el
momento de la entrega o puesta a disposición del objeto vendido, un
desembolso inicial, cuyo pago, por otra parte, no es esencial para la validez del
contrato.
El contrato de permuta
Concepto y caracteres
Es un contrato consensual;
Contrato bilateral;
Contrato oneroso;
Contrato traslativo de dominio. Su consumación supone la transmisión
de la propiedad de lo permutado.
Para tal supuesto, establece el artículo 1539 que "si uno de los contratantes
hubiese recibido la cosa que se le prometió en permuta, y acreditase que no
era propia del que la dio, no podrá ser obligado a entregar la que él ofreció en
cambio, y cumplirá con devolver la que recibió". Esto es, el contrato de permuta
queda resuelto si el permutante-adquiriente se presta a devolver la cosa
recibida, al tiempo que se encuentra especialmente legitimado para no atender
al cumplimiento de la obligación que sobre él pesaba a consecuencia de la
celebración de la permuta.
La evicción de la permuta
Dispone el artículo 1.540 "el que pierda por evicción la cosa recibida en
permuta, podrá optar entre recuperar la que dio en cambio, o reclamar la
indemnización de daños y perjuicios; pero sólo podrá usar el derecho a
recuperar la cosa que él entregó mientras ésta aún subsista en poder del otro
permutante, y sin perjuicio de los derechos adquiridos entretanto sobre ella de
buena fe por un tercero".
Dados los términos generales con que define el Código Civil el arrendamiento y
teniendo en cuenta que sólo se excluyen como materia de este contrato "los
bienes fungibles que se consumen con el uso" (artículo 1545), es claro que
también podrán ser objeto de arrendamiento los bienes muebles no fungibles y
los semovientes. A éstos se les deben aplicar, con la debida adaptación, las
normas que el Código dicta para los arrendamientos inmobiliarios.
Y la duración temporal.
El desahucio
Es la facultad que tiene el arrendador para proceder judicialmente contra el
arrendatario, a fin de expulsarlo de la finca. Causas:
Fincas urbanas
La aplicabilidad del CC
La "autoafirmación" de las leyes especiales
o garaje.
La exclusión por parte de la vigente LAR de las fincas que constituyan suelo
urbanizable ha dado ocasión a la STS 553/2009 de afirmar que "la falta de uso
de la cosa arrendada por parte del arrendatario, sin causa justificada y durante
un tiempo prolongado, en contratos de arrendamiento regidos por el CC,
integra la causa de desahucio comprendida en el art 1569.4 CC".
El carácter material del servicio contratado permite distinguir esta figura del
mandato. El objeto propio del contrato consiste en la prestación de una
determinada actividad que ha de ser desarrollada por el arrendatario, sin que
éste quede obligado a garantizar la obtención de resultado alguno, es
calificable técnicamente como obligación de hacer. Características:
Es un contrato consensual.
Es un contrato bilateral y oneroso, dada la existencia de obligaciones
recíprocas y remuneradas.
Es un contrato esencialmente temporal, aunque su duración puede ser
indefinida. El Código Civil veta el contrato "de por vida", que considerará
nulo.
La regulación legal
Por lo que respecta al ámbito objetivo (en ambas leyes), "se considerarán
arrendamientos rústicos a los efectos de esta Ley, todos los contratos mediante
los cuales se ceden temporalmente una o varias fincas para su
aprovechamiento agrícola, pecuario o forestal, a cambio de precio o renta". De
acuerdo con ambas leyes (una misma finca puede ser susceptible de diversos
arrendamientos simultáneos cuando uno tenga como objeto distintos
aprovechamientos compatibles y principales), siendo indiferente la calificación
de que dicho contrato realicen las partes, así como la circunstancia de incluir
construcciones o edificaciones u otros elementos destinados a la explotación, o
que el precio consista en una cantidad alzada para todo el tiempo de
arrendamiento o, en todo o en parte, en la mejora o transformación del fundo
arrendado, según lo dispuesto en el artículo 2º.
Entre los principios básicos que inspira la L.A.R. debe resaltarse la protección
de la situación jurídica del arrendatario.
Esta ley tiene un claro carácter imperativo: "sólo serán renunciables los
derechos del arrendatario desde el momento en que pueden ser ejercitables.
La renuncia deberá constar en documento público”. En cambio, los derechos
del arrendador son irrenunciables con arreglo a las normas ordinarias.
La Ley de 2003
La característica principal de ésta Ley radica en establecer una “ flexibilización
del régimen de los arrendamientos rústicos en España” y en procurar la
máxima “ movilidad de la tierra”. Esta Ley establece que “ estos contratos se
rigen por lo expresamente acordado por las partes, siempre que no se oponga
a esta Ley. Supletoriamente, regirá el CC y, en su defecto, los usos y
costumbres que sean aplicables”. ¡La bases de la legislación especial
característica del siglo XX pasan a la historia!.
En relación con la forma del contrato, se establece que los mismos deberán
constar por escrito, pudiendo las partes compelerse a formalizarlos en
documento público y a proceder al correspondiente inventario de los bienes
arrendados.
La Ley de 2005
Reglas generales
En principio, la renta será la que estipulen libremente las partes y deberá fijarse
en dinero. Caso de que se fijen en especie, cualquiera de las partes podrá
pedir que se convierta la renta en dinero a tenor del índice de precios de
productos agrícolas establecido por el Ministerio de Agricultura.
La renta se pagará por años o con arreglo a las costumbres del lugar. Queda
prohibido el pago anticipado de rentas por más de un año. En cuanto al lugar
de pago, la propia LAR establece que en defecto de pacto será el de la morada
o casa del arrendatario.
Actualización
Las partes podrán actualizar la renta para cada anualidad por referencia al
último índice anual de precios de los productos agrarios y, en defecto de
acuerdo, cualquiera de las partes podrá pedir después que se añada al
contrato la cláusula de actualización, previo preceptivo intento de avenencia
ante la Junta Arbitral de arrendamientos rústicos que la Ley instituye.
Revisión
Reducción
Gastos y mejoras
Según la LAR 2003 desde mayo del 2004 los contratos pasaron a tener una
duración mínima de tres años con prórrogas indefinidas por períodos
igualmente trienales mientras no se produzca la denuncia del contrato.
Cesión y subarriendo
Subrogación
Sucesión hereditaria
Tanteos y retractos
Resolución
Ley 1980; El contrato podrá resolverse a instancia del arrendador por
cualquiera de las causas siguientes:
Ley 2003; El contrato podrá resolverse en todo caso a instancia del arrendador
por alguna de las causas siguientes:
Extinción
Expropiación
La aparcería agraria
En virtud de la aparcería, una persona se obliga a ceder a otra el disfrute de
ciertos bienes o elementos de una explotación a cambio de una parte alícuota
de los frutos o utilidades que produzca.
Introducción
Hasta la publicación de la LAU 29/1994, la legislación estaba constituida por el
TR-LAU 4104/1964 y el RDL 2/1985.
Serán en cambio renunciables, sin formalidad alguna, los beneficios que la ley
confiere al arrendador, de vivienda o local de negocio.
Obras de mejora
El art 112 autoriza al arrendador para elevar la renta cuando efectúe mejoras y
las efectúe de acuerdo con el inquilino.
La tácita reconducción
La subrogación
La cesión de vivienda
Supone la transferencia por el arrendatario a un tercero del uso de la vivienda,
desapareciendo el cedente de la relación contractual, al que sustituye el
cesionario en todos sus derechos y obligaciones.
la asociación formada por los hijos del titular arrendatario del local de
negocio fallecido, mientras dure la misma -art 31.1 y 60.1-
la cesión realizada a cooperativa u otra unidad sindical -art 31.2-
los supuestos de formación o transformación de sociedades por
ministerio de la ley -art 31.3 y .4-
Tanteos y retractos
El inquilino de vivienda o arrendatario de local de negocio tiene derecho de
tanteo en caso de venta por pisos de un inmueble, aunque se transmitan por
plantas, o cuando la finca sólo tuviere una vivienda o local de negocio, si el
arrendador no le hiciese la notificación prevenida, ésta fuese incompleta, el
precio de la transmisión fuese inferior al notificado o se hiciese la venta a
persona distinta de la señalada en la notificación -art 47 y ss-.
la expropiación forzosa
su declaración de ruina
las causas previstas como suficientes para denegar la prórroga
la decisión unilateral del arrendatario cumplido el plazo pactado
el fallecimiento del inquilino si no existen personas con derecho
subrogable.
Introducción
La vigente LAU se aprobó el 3 de noviembre de 1994 y fue publicada en el
BOE de 25 de noviembre como Ley 29/1994.
La prórroga anual durante el quinquenio inicial sólo podrá ser excluida cuando,
de forma expresa, conste en el contrato que la duración tendencialmente
quinquenal no puede entrar en juego en atención a la necesidad del arrendador
de ocupar por sí o para sí mismo, como vivienda permanente, el inmueble
objeto de arrendamiento.
Concluido el período quinquenal sin que ninguna de las partes haya notificado
a la otra su voluntad de no renovarlo, la ley permite la continuidad de año en
año por un nuevo período trienal.
La renta
Una vez fijada la renta por las partes a su libre albedrío, la Ley solo prohíbe la
exigencia de pago anticipado de más de una mensualidad de renta.
Durante los cinco primeros años de duración del contrato, la renta sólo podrá
ser actualizada con arreglo al índice nacional general del IPC.
Así dispone que los arrendamientos para uso distinto del de vivienda "se rigen
por la voluntad de las partes, en su defecto por lo dispuesto en el Título III de la
presente Ley y, supletoriamente, por lo dispuesto en el Código Civil".
Consideraciones conclusivas
La expresa derogación del TRLAU y del RDL 2/1985 no hace tabla rasa de las
situaciones contractuales preexistentes, sino que, a través de un complejísimo
entramado de disposiciones transitorias, que a su vez contienen toda suerte de
pesos y contrapesos que procuran el equilibrio entre arrendadores y
arrendatarios, garantiza una transición al nuevo sistema arrendaticio con los
menores costes sociales posibles.
El contrato de obra se puede definir como aquel en cuya virtud una persona
(contratista), se obliga a ejecutar una obra en beneficio de otra (comitente), que
habrá de pagar por ella un precio cierto.
La aprobación de la Ley 38/1999 fue en cierto sentido una sorpresa, dado que
la última década del siglo XX parecía abocada a la aprobación de los trabajos
preparatorios de modificación del CC en materia de contratos de servicios y de
obra.
La promulgación de la LOE no puede suponer hacer tabla rasa del Código Civil
por dos razones:
En general, la obra objeto del contrato debe reunir los requisitos propios de
cualquier prestación: posible, lícita y determinada o determinable.
El precio
Resalta el artículo 1.544 que el contratista "se obliga a ejecutar una obra... por
precio cierto". Así pues, para el contratista el objeto fundamental del contrato
es la obtención de un precio consistente en un "ajuste o precio alzado", es
decir, fijado de antemano y pagadero según una forma determinada. El precio
puede consistir en:
El derecho de retención
El artículo 1.600 establece que "el que ha ejecutado una obra en cosa mueble
tiene el derecho de retenerla en prenda hasta que se le pague". Notas para la
correcta intelección del precepto:
Es correcto, sin embargo, entender que una vez que la obra ha comenzado a
ser realizada por el contratista éste cuenta con el derecho de retención por el
correspondiente crédito.
Si la pérdida o destrucción de la cosa objeto del contrato tiene lugar una vez
que ha sido recibida por el comitente, debe entenderse que "las cosas perecen
para su dueño" y, en consecuencia, el contratista queda eximido de
responsabilidad alguna (salvo que sea de aplicación la responsabilidad por
ruina).
Otros aspectos
Según el artículo 1.954 "el dueño puede desistir, por su sola voluntad de la
construcción de la obra aunque se haya empezado, indemnizando al contratista
de todos sus gastos, trabajo y utilidad que pudiera obtener de ella".
Ideas generales
Concepto
Según el Código Civil, "la sociedad es un contrato por el cual dos o más
personas se obligan a poner en común dinero, bienes o industria, con ánimo de
partir entre sí las ganancias" (artículo 1.665).
Señala el artículo 36, que "estas asociaciones (las sociedades) se regirán por
las reglas del contrato de sociedad, según la naturaleza de éste", es decir, por
las normas del contrato de sociedad civil o mercantil (Código Civil o Código de
Comercio respectivamente). Por su parte, el artículo 1.669 establece que "no
tendrán personalidad jurídica las sociedades cuyos pactos se mantengan
secretos entre los socios, y en que cada uno de éstos contrate en su propio
nombre con los terceros. Esta clase sociedades se regirá por las disposiciones
relativas a la comunidad de bienes".
Clases de sociedades
Sociedades civiles y sociedades mercantiles
Según dispone el artículo 1.670, "las sociedades civiles por el objeto a que se
consagren, pueden revestir todas las formas reconocidas por el Código de
Comercio. En tales casos, les serán aplicables sus disposiciones en cuento no
se opongan a las del presente Código".
El Código Civil abre la posibilidad de que sociedades civiles por su objeto sean
mercantiles por su forma, en cuyo caso le serán aplicables las disposiciones
mercantiles en cuanto no se opongan a las del Código Civil.
Los derechos y obligaciones que nacen entre los socios y la sociedad, como
consecuencia del contrato de sociedad, son:
La administración de la sociedad
Para que la sociedad quede obligada frente a terceros por los actos de uno de
los socios se requiere:
1. Que el socio haya obrado con tal carácter y por cuenta de la sociedad.
2. Que tenga poder para obligarla.
3. Que obre dentro de los límites que señala el poder o mandato.
No queda obligada la sociedad por actos que haya realizado un socio sin el
mandato de ésta.
Por último se fijará concretamente el haber divisible entre los socios, remitiendo
el Código a estos efectos a las reglas de las herencias.
El contrato de mandato
Concepto
A tenor del artículo 1.709 del Código Civil, "por el contrato de mandato se
obliga una persona a prestar algún servicio o a hacer alguna cosa, por cuenta o
encargo de otra". Esta última es denominada mandante, mientras que la
persona obligada a la realización del servicio recibe el nombre de mandatario.
Clases de mandato
Mandato simple y mandato representativo
Según el artículo 1.712, el mandato general "comprende todos los negocios del
mandante", mientras que el mandato especial, sólo "uno o más negocios
determinados".
Mandato concedido en términos generales y mandato expreso.
Obligaciones
Derechos y facultades
1. Por su revocación.
2. Por renuncia o incapacitación del mandatario.
3. Por muerte, declaración de prodigalidad, o por concurso o insolvencia
del mandante o del mandatario.
El mandato se extinguirá, también, por la incapacitación sobrevenida del
mandante a no ser que en el mismo se hubiera dispuesto su continuación o el
mandato se hubiera dado para el caso de incapacidad del mandante apreciada
conforme a lo dispuesto por éste. En estos casos, el mandato podrá terminar
por resolución judicial dictada al constituirse el organismo tutelar o
posteriormente a instancia del tutor".
Con la reforma del art 1723.2 por la Ley 41/2003, lo dicho queda referido
también a los supuestos de incapacitación del mandatario.
La reiterada confianza como base del negocio supone que la muerte de uno de
los contratantes dé lugar a su extinción. Sin embargo, lo hecho por el
mandatario, ignorando la muerte del mandante, es válido y surtirá todos sus
efectos, en base a la protección de la apariencia y siendo de aplicación lo
expuesto con respecto a terceros en la revocación del mandato.
La mediación o corretaje
El corretaje es un contrato que tiene por objeto vincular al mediador o corredor
en la realización de los actos necesarios para la conclusión o celebración de un
determinado contrato querido y, en su caso, celebrado por quien con él
contrata, a quien podemos denominar principal o cliente, o incluso celebrado
por el propio mediador en función de nuncio o intermediario.
La aproximación del corretaje al mandato resulta evidente, sin embargo, en la
actualidad, se acentúan los perfiles propios de la mediación o el corretaje:
La obligación de restitución
En principio, dada la naturaleza del contrato, dispone el artículo 1.746 que "el
comodatario no responde de los deterioros que sobrevengan a la cosa
prestada por el solo efecto del uso y sin culpa suya". Esto es, los desperfectos
o menoscabos generados, sin culpa del comodatario, por el uso racional y
adecuado de la cosa, que se hubieran producido también si la cosa hubiera
sido usada por el comodante, no son imputables al comodatario.
El comodante, como regla, una vez entregada la cosa para su uso gratuito por
el comodatario, no queda obligado a nada. Los artículos 1.749 y 1.750 más que
considerar obligaciones propiamente dichas del comodante, se refieren a la
duración del contrato. Por su parte, los artículos 1.741 y 1.752 tiene un
contenido “obligacional” claramente secundario y, en todo caso, ocasional.
El artículo 1.752 se limita a establecer que "el comodante que, conociendo los
vicios de la cosa prestada, no los hubiere hecho saber al comodatario,
responderá a éste de los daños que por esa causa hubiese sufrido".
Según el artículo 1.749 "el comodante no puede reclamar la cosa prestada sino
después de concluido el uso para que la prestó. Sin embargo, si antes de estos
plazos tuviere el comodante urgente necesidad de ella, podrá reclamar su
restitución".
Causas de extinción
Dado que el artículo 1.472 establece que "las obligaciones y derechos que
nacen del comodato pasan a los herederos de ambos contrayentes", es obvio
que la muerte o declaración de fallecimiento de cualquiera de las partes no
extingue el contrato, salvo en el caso de que "el préstamo se haya hecho en
contemplación a la persona del comodatario, en cuyo caso los herederos de
éste no tienen derecho a continuar en el uso de la cosa prestada".
Puede ser gratuito o retribuido, esto es, con pacto de pagar interés, que
normalmente será proporcional a su duración, y que encuentra en todo caso el
límite establecido por la Ley de Usura.
Con carácter general, basta que mutuante y prestatario tengan capacidad para
contratar.
La obligación de restitución
El depósito voluntario
Concepto y presupuestos
El Código Civil se limita a destacar su carácter convencional: "depósito
voluntario es aquel en que se hace la entrega por la voluntad del depositante"
(artículo 1.763). Notas características:
De todo esto se puede deducir que el depósito es un contrato en virtud del cual
una persona, depositante o deponente, entrega una cosa mueble a otra,
depositario, para que ésta la guarde y se la restituya cuando aquélla se la
reclame.
El carácter real
Del tenor literal de los artículos 1.758 ("se constituye depósito desde que uno
recibe la cosa...") y 1.763 ("depósito voluntario es aquel en que se hace la
entrega...") parece exigir necesariamente la entrega de la cosa para el
nacimiento del contrato de depósito.
Pluralidad de depositarios
Ante el silencio del Código Civil se aplicarán las reglas generales en materia de
obligaciones, teniendo en cuenta los usos negociales y la voluntad de las
partes.
El lugar de la restitución
El artículo 1.780 dispone que "el depositario puede retener en prenda la cosa
depositada hasta el completo pago de lo que se le deba por razón del
depósito". Se trata de un supuesto de derecho de retención.
El depósito irregular
Tradicionalmente se ha calificado de depósito irregular el contrato cuyo objeto
consiste en una determinada cantidad de cosas fungibles (principalmente
dinero) que pueden ser no sólo utilizadas, sino incluso consumidas, por el
depositario.
Ello no supone que todo depósito dinerario deba ser calificado como depósito
irregular, sino sólo aquél cuyo objeto pierde su individualidad. Por lo que no
sería depósito irregular el caso que se entregue una cantidad de dinero en un
sobre o cofre cerrado, etc.
El depósito necesario
Se caracteriza por la existencia de una obligación de custodia a causa de una
situación de hecho sobrevenida, y por consiguiente, nacida con independencia
de la voluntad de las partes.
El secuestro convencional
El depósito judicial
Según el artículo 1.790, "por el contrato aleatorio, una de las partes o ambas
recíprocamente, se obligan a dar o hacer alguna cosa en equivalencia de lo
que la otra parte ha de dar o hacer para el caso de un acontecimiento incierto,
o que ha de ocurrir en tiempo indeterminado". Se trata de una definición que
goza de poca aceptación en la doctrina, no solamente por contemplar
esencialmente el juego y la apuesta, sino principalmente por la confusión que
introduce entre los contratos aleatorios y los sujetos a condición. La diferencia
entre ambas categorías es esencial, pues mientras la condición afecta a la
propia eficacia del contrato, los contratos aleatorios existen y son válidos desde
el momento de su celebración.
El juego y la apuesta
Consideraciones generales: distinción entre juego y apuesta
También son lícitos los juegos de suerte, envite o azar autorizados y que se
practiquen en un lugar también autorizado para ello. Igualmente, se consideran
lícitos los juegos y apuestas mixtas, es decir, aquellas en que influyen
decisivamente tanto la destreza como la suerte. En cuanto a los efectos, el
artículo 1.801 dispone que “pierde en un juego o apuesta de los no prohibidos
el que queda obligado civilmente”.
Sujetos
La pensión
El artículo 1.802 habla de "pagar una pensión o rédito" sin establecer que deba
consistir necesariamente en una suma dineraria, pudiendo estribar en la
entrega de cualquier otro tipo de bienes muebles, o bien parte en dinero y parte
en cosa mueble o inmueble. En cualquier caso es imprescindible que sea fija y
determinada admitiéndose el juego de las cláusulas de estabilización.
La periodicidad de la renta
Satisfacción de la renta
Establece el artículo 1.806 que "La renta correspondiente al año en que muere
el que la disfruta, se pagará en proporción a los días en que hubiese vivido; si
debía satisfacerse por plazos anticipados, se pagará el importe total del plazo
que durante su vida hubiese empezado a correr".
El artículo 1.805 establece que "la falta de pago de las pensiones vencidas no
autoriza al perceptor de la renta vitalicia a exigir el reembolso del capital ni a
volver a entrar en la posesión del predio enajenado; sólo tendrá derecho a
reclamar judicialmente el pago de las rentas atrasadas y el aseguramiento de
las futuras".
El artículo 1.807 dispone que "el que constituye a título gratuito una renta sobre
sus bienes puede disponer, al tiempo del otorgamiento, que no estará sujeta al
embargo por obligaciones del pensionista".
1. modifica la normativa: introduce dentro del título XII del libro IV del CC,
una regulación de los alimentos convencionales
2. carácter autónomo y su continuidad respecto del vitalicio: amplía las
posibilidades que actualmente ofrece el contrato de renta vitalicia para
atender a las necesidades económicas de las personas con
discapacidad o dependencia, y permite a las partes cuantificar la
obligación del alimentante en función de las necesidades del alimentista.
3. regula el caso en que sean los padres de una persona con discapacidad
quienes transmitan al alimentante el capital en bienes muebles o
inmuebles en beneficio de su hijo con discapacidad, a través de una
estipulación a favor de tercero del art 1257 CC.
Concepto y características
Introducción
Estamos ante una modalidad contractual que desempeña una clara función
contemporizadora entre las partes en litigio evitando precisamente que las
disputas o discusiones existentes respecto de cualquier situación jurídica
provoquen el nacimiento o la continuación de un proceso judicial propiamente
dicho.
Presupuestos de la transacción
La transacción es:
No exige forma solemne alguna, aunque en algún sentido los términos del
artículo 1.815 parecen dar por supuesta la forma escrita.
La capacidad en la transacción
Los preceptos legales que regulan la capacidad para transigir son los artículos
1.810, 1.811 y 1.812.
El artículo 1.810 establece que “para transigir sobre los bienes y derechos de
los hijos bajo la patria potestad se aplicarán las mismas reglas que para
enajenarlos”. Por su parte, el artículo 1.811 establece que "el tutor no puede
transigir sobre los derechos de la persona que tiene en guarda, sino en la
forma descrita en el Código Civil".
Objeto de la transacción
El Código Civil excluye de la transacción las materias que afectan al orden
público y al interés general, y que por tanto, se encuentran fuera del ámbito de
disposición de los particulares.
El artículo 1.814 dispone que “no se puede transigir sobre el estado civil de las
personas, ni sobre las cuestiones matrimoniales, ni sobre alimentos futuros”:
Efectos de la transacción
La naturaleza contractual de la transacción implica la necesidad de distinguir un
doble orden de efectos: inter partes y para con los terceros.
El artículo 1.816 dispone que "la transacción tiene para las partes la autoridad
de cosa juzgada; pero no procederá la vía de apremio sino tratándose del
cumplimiento de la transacción judicial".
Ello quiere decir que cuando las partes dan por resuelta definitivamente la
cuestión, quedando obligados, consiguientemente, a no volver a plantear de
nuevo la cuestión controvertida, si alguno de los transigentes acude a los
tribunales buscando un pronunciamiento más favorable, le podrá ser opuesta la
denominada “exceptio rei per transactionem finitae” siempre y cuando
concurran los presupuestos del artículo 1.252 en la , litis, y no proceda la
impugnación de la transacción.
Retroactividad de la transacción
Una vez establecidos los derechos y obligaciones de las partes a través del
contrato de transacción seguirá siendo posible accionar judicialmente ante el
incumplimiento de la contraparte.
La transacción judicial
La transacción judicial bajo el imperio de la LEC de 1881
El error en la transacción
Según el artículo 1.817 "la transacción en que intervenga error, dolo, violencia
o falsedad de documentos está sujeta a lo dispuesto en el artículo 1.265 (será
nulo el consentimiento prestado por error, violencia, intimidación o dolo) de este
Código. Sin embargo, no podrá una de las partes oponer el error de hecho a la
otra siempre que ésta se haya apartado por la transacción de un pleito
comenzado” .
El dolo en la transacción
Introducción
El arbitraje es entendido como el mecanismo de resolución de litigios o
conflictos que los interesados en ellos, de común acuerdo, excluyen del
conocimiento de los jueces y tribunales de justicia, por razones básicamente de
operatividad y rapidez en la decisión.
Regulación normativa
La materia ha sido regulada, además de por los art 1820 y 1821 CC -hoy sin
contenido-, por tres leyes especiales:
Aprobada la LEC del 2000, son numerosos los comentaristas que consideran
que esta nueva Ley acentúa el carácter jurisdiccional del arbitraje.
Pudiera pensarse que, con ello, se trata de burlar los mecanismos de justicia
estatal o resquebrajar la autoridad debida a los tribunales de justicia, más en
realidad, el planteamiento es exactamente el contrario, la propia legislación
interna y los acuerdos internacionales son el punto de arranque y proyección
de los mecanismos arbitrales como “ institución alternativa” al conocimiento
jurisdiccional de los litigios.
El convenio arbitral
Concepto
Tipo de arbitraje
Forma de celebración
Contenido
Son materias susceptibles de arbitraje aquellas sobre las que las partes tengan
“ libre disposición conforme a Derecho” .
Los árbitros
Con carácter general, habrán de ser “ personas naturales que se hallen, desde
su aceptación, en pleno ejercicio de sus derechos civiles, siempre que no se lo
impida la legislación a la que puedan estar sometidos en el ejercicio de su
profesión”. En caso de tratarse de arbitraje de Derecho es requisito
complementario que los árbitros sean Abogados en ejercicio.
Junto a la designación directa por las partes del árbitro o de los árbitros, caben
otros procedimientos de designación, “las partes podrán encomendar la
administración del arbitraje y la designación de árbitros” a:
El plazo establecido tiene carácter preclusivo salvo que las partes concedieran
a los árbitros una prorroga, y por tanto su transcurso, sin haberse dictado el
laudo, determina la terminación de las actuaciones arbitrales y el cese de los
árbitros.
Una vez dictado, el laudo arbitral vincula y sujeta a las partes. La Ley procura
restringir al máximo las posibilidades de impugnación del laudo, otorgando a
las partes únicamente dos recursos posibles: el recurso de anulación del laudo
y el recurso de revisión del mismo. La Ley 60/2003 ha obviado tal calificación
como recurso, sobre todo en referencia al recurso de anulación.
Habrá de ser interpuesta ante la Audiencia Provincial del lugar donde se dictó
el laudo, dentro de los 2 meses siguientes a su notificación, sustanciandose por
el cauce de juicio verbal, aunque la demanda debe presentarse conforme a lo
establecido en el artículo 399 LEC-2000, acompañada de los documentos
justificativos del convenio arbitral y del laudo, y en su caso, conteniendo la
proposición de los medios de prueba que interesen al actor o demandante,
exponiéndose en el escrito correspondiente los fundamentos que sirvan para
apoyar el motivo o motivos de anulación invocados y proponiéndose las
pruebas. No cabiendo contra la sentencia recurso ulterior. El laudo solo podrá
anularse cuando la parte que solicita la anulación alegue y pruebe:
Dada la identidad del laudo con la cosa juzgada, se otorga a las partes la
posibilidad de entablar el recurso de revisión conforme a lo establecido en la
legislación procesal para las sentencias judiciales firmes.
Una vez dictado, el fallo contenido en el laudo puede ser ejecutado por las
partes de forma voluntaria y sin intervención de autoridad jurisdiccional alguna.
Si fuera necesario acudir a la ejecución forzosa, las partes podrán obtenerla del
Juez de 1ª Instancia del lugar donde se dictó.
El contrato de fianza
Ideas generales: fianza subsidiaria y fianza solidaria
Clases de fianza
Fianza convencional, legal y judicial
Es legal o judicial cuando, por disposición de la ley o del Juez, una persona ha
de garantizar el cumplimiento de una determinada obligación mediante la
intervención de un fiador.
En la práctica son más frecuentes los supuestos de fianza indefinida que los de
fianza definida o limitada y se identifica con la fianza simple.
La obligación de pago a cargo del fiador no nace de forma automática, sino que
es meramente subsidiaria. En tal sentido, dispone el artículo 1.830 que "el
fiador no puede ser compelido a pagar al acreedor sin hacerse antes excusión
de todos los bienes del deudor".
Dispone el artículo 1.832 que "para que el fiador pueda aprovecharse del
beneficio de la exclusión debe oponerlo al acreedor luego que éste le requiera
para el pago, y señalarle los bienes del deudor realizables dentro del territorio
español que sean suficientes para cubrir el importe de la deuda". Se deduce de
ello que, además de oponerse al pago alegando la necesaria reclamación
previa contra el deudor, a la postre, la indicación o señalamiento de bienes
propios del deudor suficientes para atender al pago compete al propio fiador si
quiere beneficiarse de la posición subsidiaria que inicialmente ocupa.
Se encuentra regulada en el artículo 1.838, el cual establece que "el fiador que
paga por el deudor debe ser indemnizado por éste". La indemnización deberá
comprender:
La subrogación legal
Si embargo, cabe excluir el juego de dicho beneficio y, de otra parte, cabe que,
uno de ellos satisfaga la deuda por su íntegro importe. Para tal caso, "el que de
ellos la haya pagado podrá reclamar a cada uno de los otros la parte que
proporcionalmente le corresponda satisfacer", al tratarse de una obligación
mancomunada.
Si alguno de los fiadores que no ha realizado el pago fuera insolvente, "la parte
de éste recaerá sobre todos en la misma proporción", es decir, en lo que
"proporcionalmente le corresponda satisfacer".
La fianza solidaria
La fianza solidaria se caracteriza principalmente por la inexistencia de beneficio
de excusión alguno en favor del fiador. Por ende, el acreedor puede reclamar el
cumplimiento de la obligación asegurada tanto al deudor principal cuanto al
fiador que tenga el carácter de solidario.
Doctrinalmente, se suele afirmar que hasta el momento del pago son aplicables
las reglas sobre las obligaciones solidarias para fundamentar la posible
reclamación del acreedor al fiador en el artículo 1.144, mientras que una vez
que el fiador ha atendido el pago deberían aplicarse las reglas propias de la
fianza.