Ventilación
Ventilación
Ventilación
VENTILACIÓN EN INCENDIOS
TIPOS DE VENTILACIÓN:
Ventilar es la acción de reemplazar por aire fresco los gases producto de un incendio en un interior, ya sea
por efecto del viento o de las corrientes de convección natural que se desarrollan en un incendio (ventila-
ción natural), o bien por medio del uso de ventiladores y/o extractores de gases (lo que denominaremos
ventilación mecánica mediante presión positiva o negativa).
El concepto ventilación se ha desarrollado de la misma manera que se han desarrollado sus usos, por lo
que proponemos analizar distintos conceptos en función de los objetivos de la ventilación y del modo de
realizarla.
• Ventilación táctica:
Podemos encontrar este término en artículos de algunos autores para referirse, en general, a la empleada
por una dotación de bomberos, en un incendio de interior, como una táctica más dentro de las labores de
extinción, utilizando uno de estos sistemas que más adelante desarrollaremos:
- Ventilación natural.
- Extracción de gases.
Podemos establecer una clasificación en función del modo de utilización de los elementos mecánicos:
Consiste en proyectar aire, por medio del empleo de ventiladores, (imagen 3) en el interior de un compar-
timento para aumentar la presión interna con relación a la presión atmosférica exterior. De este modo, pre-
Figura 3
Distintos tamaños de ventiladores.
via apertura de un hueco para salida de gases, se conseguirá su desalojo, propiciando una mejoría en las
condiciones para el trabajo de los equipos de bomberos.
También se trata de un método de ventilación mecánica, pero en este caso lo que se realiza es una extrac-
ción del humo de forma laminar, procurando no romper el plano neutro. Para ello se sitúa el extractor en la
parte alta del colchón de gases y se sacan al exterior los gases calientes producto del incendio.
También podemos hacer una diferenciación en función de los objetivos operativos de intervención que nos
planteemos:
• Ventilación ofensiva:
Término que se refiere a la ventilación realizada cerca de la zona incendiada con el objeto de incidir direc-
tamente sobre ella, limitar la propagación del incendio, facilitar los rescates y mejorar las condiciones de
seguridad de los bomberos o de otras personas afectadas.
• Ventilación defensiva:
Se utiliza este término cuando nos referimos a una ventilación realizada desde un punto alejado del fuego,
con distintos objetivos: evacuar los humos tras extinguir el incendio, mejorar las condiciones de tempera-
tura y visibilidad en las rutas de acceso y escape de bomberos y personas afectadas por el incendio, evi-
tando que el humo inunde zonas del edificio no directamente afectadas por el incendio, o presurizando una
edificación anexa para evitar la propagación.
• Ventilación horizontal
La ventilación horizontal se basa en la apertura de huecos en una determinada planta para la entrada de
aire fresco, y producir la salida de los contaminantes por huecos en la misma planta, nunca en cubierta.
• Ventilación vertical
La ventilación vertical se basa en la apertura de huecos en plantas superiores con relación al hueco de
entrada de aire en planta inferior, aprovechando el efecto chimenea de la corriente convectiva para arras-
trar gases hacia la zona de la abertura (imagen 4).
Figura 4
Ventilación horizontal y vertical.
TIPOS DE VENTILACIÓN
VENTILACIÓN NATURAL
OBJETIVOS DE LA VENTILACIÓN
• Reducir la transmisión de humo y calor a otras zonas del edificio evitando la propagación.
Es el método más utilizado hasta el momento y, como ya hemos dicho, consiste en aprovechar las corrien-
tes de aire y las convectivas que se producen en un incendio, para evacuar los gases calientes.
1. Se deben de considerar las condiciones climáticas, la fuerza y dirección del viento predominante. Si no hay
viento, realizar la ventilación horizontalmente resultará mucho menos efectivo. Por lo tanto es necesario que
exista viento e identificar su dirección.
En cuanto a fuerza y dirección del viento, aproximadamente a partir de 40 Km/h de velocidad de viento
contra la fachada donde se abra la salida de gases, la ventilación forzada no será efectiva, por lo tanto, nos
plantearemos el uso de ventilación natural como único recurso. Para ello, planificaremos convenientemente
la ubicación de los huecos de entrada y salida de gases a favor de viento, del mismo modo que la
Los días fríos y húmedos tienen un efecto negativo en la flotabilidad del humo. El rápido enfriamiento del
humo hace que permanezca a baja altura, lo que puede ser causa de un retorno hacia el interior del edificio.
2. Cuando procedamos a efectuar la ventilación, primero abriremos la salida y después la vía de entrada de
aire para a facilitar la salida de gases. Es determinante la proximidad de las aberturas a los puntos de mayor
acumulación de gases.
3. Si es posible, no romperemos los cristales de las ventanas: es mejor abrirlas. Puede que posteriormente
nos interese cerrarlas.
4. Puede existir riesgo de backdraft al aportar oxígeno al incendio. Será necesario protegerse con líneas de
agua presurizadas en los puntos críticos: entrada de aire y salida de gases.
Los puntos 2, 3, 4 y 5 son totalmente trasladables al trabajo con las técnicas de ventilación mecánica.
Figura 5
Acceso mediante autoescalera a una planta inundada de gases.
5. Las “vías” por donde se dirija el humo al exterior deben ser distintas de las “vías de evacuación” utilizadas
por los inquilinos del edificio.
6. Una abertura de evacuación de humos no debe utilizarse como punto de ataque, porque se destruye el
movimiento ordenado de los gases al exterior.
Es la elección más fácil, pero por su importancia en el éxito de la ventilación, deberá ser tomada
con seguridad. Se abrirá la entrada de aire en el lugar que sea más efectiva, en la fachada del
edificio donde el viento incida de forma más directa, lo que en jerga marinera se denominaría "lo
más a barlovento posible".
Como ya hemos indicado, el mejor lugar para abrir huecos de salida de gases será, siempre que
sea posible, lo más cerca posible del foco principal del incendio, lo cual no es fácil, unas veces por
lo complicado de determinar dónde está este, y otras por lo complicado de acceder al punto
idóneo, o de romper en ese punto. Si se dan esas circunstancias y lo tenemos claro, no habrá
problemas: la ventilación será efectiva.
Ahora bien, esto no es lo habitual, por lo que con una serie de reglas básicas y nuestra experiencia,
deberemos tomar la primera decisión importante, que determinará el uso de la ventilación de modo
ofensivo, defensivo, o simplemente para evacuar humos tras realizar las tareas de extinción.
Conozcamos un poco esas reglas:
Para conseguir toda la efectividad, hay que diferenciar las zonas de barlovento para efectuar la
entrada de aire, y la zona de sotavento y, en general, aquellas donde se den presiones negativas,
para la salida del aire junto con los gases. Para entender este principio resulta útil analizar de forma
somera el teorema de Bernuille:
Supongamos un ala de aeronave sobre la que incide una corriente de aire. Como se puede apreciar
en el dibujo (página siguiente), el recorrido de la partícula A, que circulará por la parte superior del
ala es más largo que el recorrido de la partícula B que circula por la parte inferior del ala. Para llegar
las dos a destino al mismo tiempo, la partícula A deberá moverse más rápido y por lo tanto
disminuirá su presión. Como la presión total debe mantenerse constante, la única posibilidad es que
la presión en la parte baja del ala aumente, creando una presión que es la causa principal de la
sustentación y convirtiéndose en presión ligeramente negativa en la parte final de la superficie del
ala (ver gráfico en la página siguiente).
Esto llevado a la ventilación de un edificio sobre el que actúa una corriente de aire es interesante,
pues nos indica en qué zonas es necesario abrir para facilitar la salida de humos y en qué zonas no
conseguiremos el efecto deseado. (Imagen 7 y 7a).
Las zonas próximas a la fachada sobre la que incide el viento (barlovento), serán las adecuadas,
debido a la presión que en ellas se genera. El viento, al chocar contra la fachada, se abrirá
aumentando en velocidad, generando presión negativa en las aberturas (puertas y ventanas),
laterales próximas a la fachada de barlovento, favoreciendo así la salida de gases calientes. Sobre
el esquema y con esa edificación inundada de humo en su totalidad, lo adecuado sería abrir alguna
de las ventanas señaladas para la salida de gases. Por el contrario no deberíamos abrir las puertas
de la parte trasera de la fachada lateral debido a que el viento, en su trayectoria, tenderá a
Figura 6
Teorema de Bernouille. Recorrido del aire y presión ejercida por éste sobre un ala.
aproximarse a la fachada, impidiendo la salida fácil de los gases calientes. Como es lógico la
entrada de gases se producirá por las dos puertas de barlovento. Para terminar de ventilarlo,
cerraríamos las salidas de gases utilizadas, para abrir las puertas del fondo.
Para una buena efectividad en la salida de los gases, el hueco de salida tiene que tener una relación
con respecto al de entrada. El primer efecto cuando comencemos a ventilar, será elevar el plano
neutro para mejorar las condiciones de visibilidad y temperatura en el interior. Para conseguir esto,
es importante tener claro cuánto aire entra al incendio para alimentarlo y por dónde, así como si
salen suficientes gases, con qué caudal y con qué presión. Esto, que parece complejo, se puede
reducir a un par de reglas, que unidas a la experiencia nos ayudarán a tomar la decisión correcta.
Figura 7
Recorrido del viento en un edificio. Zonas propicias para apertura de huecos para salida de gases.
La primera regla nos dicta que si tenemos una elevada presión en el interior y una pequeña área de
salida de gases, se producirá una mayor presión y un menor caudal de salida de los mismos. Por
el contrario, con la misma presión en el interior y un área mayor de salida de gases, generarán
menos presión en su salida y un mayor caudal. Luego un mayor hueco de salida de gases que de
entrada nos dará menos presión de salida y más caudal, que es el objetivo que buscamos.
Figura 7a
Recorrido del viento en un edificio unifamiliar.
Zonas propicias para apertura de huecos para
salida de gases.
En la ventilación natural, con pocas presiones en el interior, mantenemos que con una dirección
marcada del viento, sin rachas que nos provoquen rebufos hacia el interior del edificio, el hueco de
salida de gases deberá ser mayor que el de entrada en una relación aproximada de 1/2. De hacerlo
al revés, corremos el riesgo de bajar el plano neutro hasta tener gases calientes en la puerta de
entrada.
La segunda regla nos indica que sale del edificio la misma cantidad de gases que entra y que de
Figura 8
Método de extracción de gases.
ese aire que entra se alimenta el incendio. Esto nos da ciertas pistas sobre algunas acciones útiles
que podríamos realizar en un primer momento de la intervención.
1. Pulverizar agua o tirar un extintor por la puerta de entrada y cerrarla para disminuir el aporte de oxígeno,
hasta encontrarnos en disposición de penetrar en ataque a fuego.
4. Podría ayudar considerablemente el pulverizar agua a través de las entradas de aire de las ventanas.
Figura 9
Puntos de entrada de aire y altura del plano neutro.
los puntos de salida de gases, y otros factores climatológicos, como frío y humedad. En todo caso, y si
pretendemos ventilar desde el inicio de la intervención, tendremos en cuenta los siguientes puntos:
• Uno de los objetivos principales es elevar el plano neutro, comprimiendo y enfriando la capa de
gases calientes, para disminuir el riesgo de que se inflamen los mismos. De esta manera mejorarán
las condiciones de temperatura y visibilidad para los equipos de intervinientes de cara al trabajo de
extinción y rescate de víctimas.
• Con una relación de salida de gases de 1/2 (1 entrada – 2 salida), habrá menos presión de salida,
pero más caudal de salida de gases.
• Siempre encontraremos una entrada de aire que alimenta el incendio, por donde pulverizar agua
con el fin de disminuir la temperatura de los gases, dificultando la propagación del incendio y
favoreciendo la posterior ventilación.
• Con una presión positiva en los costados de un edificio sobre el que incide el viento, deberemos
saber dónde abrir, si no queremos frustrar la labores de ventilación por una inadecuada elección de
los huecos de salida de gases.
Antes de desarrollar en profundidad este apartado, vamos a repasar un concepto general. Los ventilado-
res y extractores pueden generar corrientes de dos tipos, turbulentas y laminares. Estos conceptos tienen
su origen en la teoría general de dinámica de fluidos. Los extractores de humo generan corrientes lamina-
res, lo que nos resultará interesante en el caso de que no nos interese romper en absoluto el equilibrio tér-
mico y el plano neutro. Los ventiladores generan corrientes turbulentas que, en cierta medida, romperán el
equilibrio térmico, así como también el plano neutro, en el caso de que los haya, disminuyendo la visibili-
dad en un primer momento.
Por lo tanto la ventilación es turbulenta y la aspiración es laminar. El plano neutro sube de forma laminar
siempre que aspiremos en la parte alta de la estancia a evacuar de humos, con lo que se consigue ele-
varlo sin romper el equilibrio térmico.
Figura 10
Ventilación por presión negativa.
Las máximas prestaciones se consiguen ubicando el extractor en la zona de presión positiva, elevado. No
romperemos el equilibrio térmico, extrayendo los gases de forma laminar. Se consigue una depresión inte-
rior, provocando que los gases sean arrastrados hacia el exterior. Podremos también dirigir el chorro de
gases por medio de unas mangueras de aspiración hacia donde nos interese.
Se debe realizar una abertura de entrada lejos del punto de extracción para permitir la admisión de aire
fresco y reemplazar los gases del interior.
- Para colocar el extractor en lugares elevados se tienen que utilizar cuerdas, escaleras u otros
elementos que pueden entorpecer el paso y dificultar las operaciones.
- Se produce una movilización de gases lineal hacia el extractor, quedando un flujo de aire escaso en
zonas alejadas de esta línea, donde permanecerán estancados gases.
Otro método de ventilación por presión negativa es la aplicación de un cono de agua en cortina al hueco
de apertura de salida de gases (ventana preferiblemente), desde el interior de la estancia a ventilar. El cono
puede estar sujeto por un bombero o, si las condiciones no lo aconsejan, fijado en algún punto. Debe ajus-
tarse a un ángulo de unos 60º y ubicarse de tal manera, que cubra el 85-90 % de la superficie de salida
de abertura, para aprovechar al máximo el efecto de arrastre del agua en su salida. Este método se puede
utilizar para evacuar el humo de compartimentos pequeños y es apropiado para limpiar de humo habita-
ciones u oficinas tras haber realizado el control del incendio.
Como regla genérica, a mayor presión en el interior (provocada por una menor área de salida de gases y
un caudal suficiente aportado mecánicamente), se producirá una mayor resistencia en la salida de esos
gases, y un menor caudal de salida de los mismos. Por el contrario con una menor presión en el interior,
disminuirá la resistencia de los gases en su salida. Esto nos lleva a una conclusión doble:
1ª. La relación entre el hueco de salida y el de entrada de gases es fundamental para una ventilación
efectiva. Hay un ratio ideal que deberemos valorar a la hora de abrir los huecos de salida en una
acción de ventilación mecánica (ver epígrafe sobre ratio de huecos de salida y entrada en página
101).
Figura 11
Sellado de entrada de aire y salida de gases.
2ª. Deberemos tener en cuenta asimismo el caudal de aire que genera el ventilador o los ventiladores,
pues determina directamente la presión que podemos introducir en el interior, en función,
lógicamente, del volumen total de la estancia que queremos ventilar.
• Caudales:
Caudal nominal: Es el que genera el cono motor (será el que consideremos fiable para la extracción
de gases con el empleo de una manga de extracción o “gusano”) y el utilizado en los ventiladores
convencionales.
Caudal adicional: Se genera por el efecto venturi producido por el cono de aire en su entrada. Es
un dato importantísimo en el caso de los turboventiladores, pues no sellan la entrada y aprovechan
de lleno este efecto.
• Colocación:
Estos ventiladores deben situarse de modo que realicen un total sellado, de lo que dependerá la
efectividad de la ventilación. En el caso de los turboventiladores, no es necesario este sellado total,
puesto que el máximo caudal se consigue, como se ha señalado anteriormente, por efecto de la
depresión generada en los huecos no sellados.
Figura 12
Ventilador Tempest adquirido por el Servicio.
Figura 13
Sellado y distancia del hueco de entrada de aire fresco.
Cuando la entrada a cubrir es mayor que la capacidad de sellado de los ventiladores, o cuando el
volumen de aire a generar es muy grande, podemos colocar los ventiladores, en el caso de que
dispongamos de dos, en serie o en paralelo (Imagen 14).
• Inclinación del ventilador: Al separar el ventilador de la abertura, y si este se coloca paralelo al suelo,
es posible que las zonas superiores no queden selladas y que parte del aire incida sobre el suelo,
perdiendo eficacia el equipo, por lo que deberemos ajustar una correcta inclinación para conseguir
toda la efectividad del ventilador.
Figura 14
Ejemplo de colocación de ventiladores en serie y en paralelo.
Estas consideraciones, por supuesto, son válidas también para la ventilación natural. Se plantean
aquí por cuanto la ventilación mecánica aporta una amplificación de los efectos de la natural, en lo
positivo, y también en lo negativo.
Para entender la teoría de la ventilación, previamente hay que dominar los conceptos de flashover
y backdraft. Y para entender estos hay que dominar la teoría básica de la combustión y sus fases.
Hacemos pues una revisión general a esos temas.
Como ya hemos podido ver en el tema dedicado al flashover, la hermeticidad de las edificaciones
ha provocado que se multipliquen los efectos negativos de un posible flashover. Este hecho afecta
directamente a la extinción de incendios en interiores, y por lo tanto también al control y extracción
de humos. La principal implicación de este fenómeno con respecto a la ventilación, se produce por
la posibilidad de que se pueda favorecer el desarrollo incontrolado del flashover, y por lo tanto, la
propagación del incendio por los posibles aportes de aire que enriquezcan la mezcla de gases
inflamables. Este aspecto ha limitado la implantación de la ventilación mecánica por presión
positiva, sobre todo con carácter ofensivo.
A la luz de los últimos datos, ese riesgo se ha redefinido. De hecho, los manuales de la Escuela
Inglesa de Moreton, mencionan que con una VPP (ventilación por presión positiva) bien efectuada,
el riesgo de flashover o backdraft resulta significativamente menor. Otros autores consideran que el
empleo de esta técnica disminuye ese riesgo.
En todo caso, deberemos tomar una serie de precauciones ante el riesgo de aparición de flashover
o backdraft. Debemos, en primer lugar, tener claros los signos y síntomas de su aparición (ver tema
1: Desarrollo de un incendio..., páginas 23 y 24). Después, una vez que hemos definido los riesgos,
efectuaremos la apertura de puertas de forma parcial. No abriremos totalmente, y cerraremos la
puerta una vez hayamos penetrado. Deberemos por último contar con una línea de agua en el
exterior para atacar los gases que revoquen. Si pensamos que es posible la utilización de la
Figura 15
Abertura de hueco para salida de gases con una radial.
ventilación por presión positiva, actuaremos según el esquema táctico descrito en las siguientes
páginas.
El principio básico para entender la importancia de la ventilación y el control de gases calientes, en
convivencia con el riesgo de flashover o backdraft, es:
Como ya aclaramos al comienzo del tema, VPP se refiere a la utilización de ventiladores para forzar,
mediante sobrepresión interna, la salida de gases acumulados en un incendio del interior hacia el
exterior.
Cuando hablamos de la ventilación de carácter ofensivo, nos referimos a la acción de expulsar los
humos y gases inflamables, producto de un incendio, fuera del recinto cerrado donde se
encuentran con el doble objetivo de evitar la propagación y mejorar los trabajos de los equipos en
interior, tanto de rastreo y localización de víctimas, como de extinción. Estas acciones se apoyan
en la mejora objetiva de condiciones que se produce cuando desde un primer momento de la
intervención utilizamos los ventiladores. De este modo, al emplear una táctica ofensiva, tendremos
como objetivo operativo el incidir directamente sobre los focos del incendio, situando la salida de
gases lo más próxima posible a éstos.
Figura 16
Columna de gases en un incendio de industria.
- Extracción de los gases aún calientes remanentes, tras realizar los trabajos de localización de focos,
víctimas y extinción.
- Presurización de vías de escape de víctimas o acceso de equipos de trabajo, para dejarlas libres de
humos. Por ejemplo, la presurización de la caja de escaleras de un edificio.
Figura 16
Camión con ventilador de grandes dimensiones
para intervenciones en túneles, industrias, etc.
Aclarados los términos, vamos a centrarnos en la ventilación con carácter ofensivo. Daremos una
serie de consideraciones en el aspecto operativo para concretar el método de utilización y los casos
en que puede ser interesante, e incluso determinante, su uso adecuado.
La ventilación mecánica con carácter ofensivo es operativamente muy atractiva, asumiendo que se
trata de una estrategia con cierta complejidad. Además, deben darse unas condiciones
determinadas:
• Edificación de pequeño o mediano tamaño. Vivienda unifamiliar, nave taller, o similar. Es muy
útil también en sótanos, si se puede practicar una vía de escape.
• Localización bastante aproximada del lugar o lugares donde se encuentran los focos de
incendio.
Figura 17
Progresión del fuego a una planta superior.
1. Evaluación del exterior: localización de focos, tipo y desarrollo del incendio, tipo de construcción,
condiciones atmosféricas, otras edificaciones,…
2. El equipo entra y realiza una evaluación del interior (con línea de agua en carga y aplicación de
Técnicas de Extinción Ofensiva): localización de víctimas y focos. Control de gases y elementos
combustibles. Localización de huecos para la salida de gases.
3. Preparación del ventilador en un hueco para entrada de aire. Líneas de agua en carga para control
de gases en el hueco de entrada y control de gases en el hueco de salida de gases por determinar.
4. Localización de focos y víctimas OK para ventilación: huecos para salida de gases localizados y
operativos. Líneas de agua para control de gases OK: equipo de interior solicita permiso para
ventilar.
5. El mando ordena ventilación, y se abre hueco para salida de gases. Se habrá realizado apertu-
ra/cierre de puertas en la trayectoria prevista para el flujo de aire y gases por el equipo de interior.
El equipo de interior se protege y prepara las siguientes acciones controlando la evolución de la
situación.
6. Ventilador a máximas revoluciones y apertura del hueco para entrada de aire: VENTILACIÓN
OPERATIVA.
3. Consideraciones operativas
• Principios prácticos:
- Ratio de entrada/salida en los huecos abiertos para ventilar mecánicamente: el tamaño de la salida
será equivalente a dos veces el tamaño del de la entrada. Como en la ventilación natural, lo que
más nos interesa es evacuar la mayor cantidad de aire posible, es decir, caudal. Teniendo en cuenta
que la ventilación forzada nos aporta más caudal de entrada, deberemos adaptar el hueco de salida
de gases a la cantidad de aire que introduzcamos en el edificio. Siempre debemos tener en cuenta
el tipo de construcción y la dirección y fuerza del viento.
- Si abrimos el hueco de salida de gases en un lugar alejado del foco, lo más normal es que el fuego
evolucione en esa dirección.
- Es conveniente llevar junto con el ventilador una bolsa con cuñas para sujetar las puertas utilizadas
como vías para el paso de aire en la ventilación.
- Los sistemas de aire acondicionado o calefacción pueden seguir funcionando durante un incendio
y estar alimentando el fuego o transportando gases calientes y humo, aumentando el peligro de
propagación. Podemos utilizarlos como medios de entrada de aire fresco, pero nunca como salida
de gases, excepto que el mando tenga la seguridad de que no se favorece la propagación.
- Cuando exista viento en contra es interesante disminuir el tamaño de la apertura de salida de gases,
para conseguir mayor presión de salida, aunque perdamos caudal.
Figura 18
Esquema de la trayectoria de gases con VPP.
• Cuidado con las naves diáfanas con gran volumen. Hay mayor peligro de propagación.
• En edificios de pisos de gran altura. Puede ser más complicado plantearnos ofensivamente
la ventilación por la pérdida de control que podemos tener. En este caso puede ser más útil
con carácter defensivo, presurizando vías de escape y facilitando el acceso de equipos.
• Ojo con áticos, camarotes y edificaciones antiguas. Son más vulnerables a la extensión del
incendio debido a la sobrepresión
• No utilizar VPP si las comunicaciones de dentro a fuera no funcionan.
¡Ojo con la posible sobrepresión interna! Si multiplicásemos por dos el caudal de aire que
introducimos, multiplicaríamos por dos la velocidad y la presión de salida de gases, pero la
presión interna se multiplicaría por cuatro. Podríamos impulsar gases a zonas no deseadas
por las conducciones comunes de todo el edificio.
VENTILACIÓN HORIZONTAL
1. Introducción
SERVICIO DE FORMACIÓN
CUERPO DE BOMBEROS C.M.
SERVICIO DE FORMACIÓN PÁGINA 2
2005/6
Alejados del foco del incendio, los efectos del viento serán los
dominantes.
SERVICIO DE FORMACIÓN
CUERPO DE BOMBEROS C.M.
TÉCNICAS Y TÁCTICAS DE PÁGINA 3
VENTILACIÓN
BARLOVENTO SOTAVENTO
En este caso, los gases que salgan por el hueco de salida serán
con gran probabilidad muy calientes, y posiblemente inflamables.
Pueden aparecer llamas en el exterior de la abertura de salida si el
humo y los gases se encuentran por encima de su temperatura de
auto-ignición. Esto supone un riesgo de propagación del incendio.
SERVICIO DE FORMACIÓN
CUERPO DE BOMBEROS C.M.
SERVICIO DE FORMACIÓN PÁGINA 4
2005/6
** Nota del autor: En relación con el tema de abertura de huecos de ventilación y entrada en edificios
incendiados, el lector puede consultar el Manual de Reciclaje 2004. Tema 3.1 Técnicas de entrada en
edificios incendiados
SERVICIO DE FORMACIÓN
CUERPO DE BOMBEROS C.M.
TÉCNICAS Y TÁCTICAS DE PÁGINA 5
VENTILACIÓN
VENTILACIÓN VERTICAL
1. Introducción.
SERVICIO DE FORMACIÓN
CUERPO DE BOMBEROS C.M.
SERVICIO DE FORMACIÓN PÁGINA 6
2005/6
SERVICIO DE FORMACIÓN
CUERPO DE BOMBEROS C.M.
TÉCNICAS Y TÁCTICAS DE PÁGINA 7
VENTILACIÓN
SERVICIO DE FORMACIÓN
CUERPO DE BOMBEROS C.M.
SERVICIO DE FORMACIÓN PÁGINA 8
2005/6
SALIDA DE GASES
30º - 45º
Figura 1: Lugar donde abrir hueco para la salida de gases en edificio unifamiliar con tejado a “dos aguas” e
inclinación de entre 30 y 45
SALIDA DE GASES
< 30º
SALIDA DE GASES
Figura 2 y 3: Lugar donde abrir hueco para la salida de gases en edificio con tejado a “dos aguas” e
inclinación menor de 30 y techos planos.
SERVICIO DE FORMACIÓN
CUERPO DE BOMBEROS C.M.
2005/6
SERVICIO DE FORMACIÓN
CUERPO DE BOMBEROS C.M.
SERVICIO DE FORMACIÓN PÁGINA 2
2005/6
Si los únicos huecos para realizar las aberturas para entrada de aire
y salida de gases se encuentran en la misma cara del edificio, el
empleo de la ventilación natural no será muy efectivo, ya que la
presión del viento actuará igualmente tanto sobre el hueco de
entrada como sobre el de salida. En estas circunstancias el empleo
de VPP será de gran utilidad, aunque debemos controlar en este
caso la posibilidad de entrada de gases desalojados del interior, al
ser recogidos por el efecto de impulsión (también de arrastre si es
un ventilador con efecto “ventura”) del ventilador.
VIENTO
SERVICIO DE FORMACIÓN
CUERPO DE BOMBEROS C.M.
TÉCNICAS Y TÁCTICAS DE PÁGINA 3
VENTILACIÓN
SERVICIO DE FORMACIÓN
CUERPO DE BOMBEROS C.M.
2005/6
SERVICIO DE FORMACIÓN
CUERPO DE BOMBEROS C.M.
SERVICIO DE FORMACIÓN PÁGINA 14
2005/6
a. Construcción
b. Generalidades
SERVICIO DE FORMACIÓN
CUERPO DE BOMBEROS C.M.
TÉCNICAS Y TÁCTICAS DE PÁGINA 15
VENTILACIÓN
SERVICIO DE FORMACIÓN
CUERPO DE BOMBEROS C.M.
SERVICIO DE FORMACIÓN PÁGINA 16
2005/6
+ +
+ +
+ +
2
6
5
3
SERVICIO DE FORMACIÓN
CUERPO DE BOMBEROS C.M.
TÉCNICAS Y TÁCTICAS DE PÁGINA 17
VENTILACIÓN
SERVICIO DE FORMACIÓN
CUERPO DE BOMBEROS C.M.
SERVICIO DE FORMACIÓN PÁGINA 18
2005/6
¡ERROR! ¡ERROR!
¡ERROR! ¡CORRECTO!
SERVICIO DE FORMACIÓN
CUERPO DE BOMBEROS C.M.
2005/6
SERVICIO DE FORMACIÓN
CUERPO DE BOMBEROS C.M.
SERVICIO DE FORMACIÓN PÁGINA 2
SERVICIO DE FORMACIÓN
CUERPO DE BOMBEROS C.M.
TÉCNICAS Y TÁCTICAS DE PÁGINA 3
VENTILACIÓN
SERVICIO DE FORMACIÓN
CUERPO DE BOMBEROS C.M.
SERVICIO DE FORMACIÓN PÁGINA 4
PRESIÓN 10-20
pascal PRESIÓN 20-30 pascal
Imagen 1: Presión producida por gases producidos por incendio en interior y presión necesaria
para presurizar compartimiento anexo y evitar entrada de gases.
SERVICIO DE FORMACIÓN
CUERPO DE BOMBEROS C.M.