Abigail

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Abigail: un ejemplo de 

prudencia
Tito 2 exhorta a las mujeres de Dios “a ser prudentes” (v. 5).
La prudencia puede definirse como: Actuar de forma justa, adecuada, con moderación
y sensatez. Vivir la templanza, pensar antes de hablar y del efecto que puede producir
sus palabras o acciones. Conducirse en la vida con suma precaución y reflexión,
evitándose por tanto el desencadenamiento de posibles daños o consecuencias
negativas por un obrar anticipado e intempestivo al decidir en cierta situación.
¿Cómo podemos aprender a ser prudentes?
Para responder a la pregunta ¿Cómo aprender prudencia? Una forma de hacerlo es
siguiendo el perdurable ejemplo de una mujer de fe como Abigail.
ABIGAIL, NABAL Y DAVID
En 1°Samuel capítulo 25 aparece una mujer interesante: Abigail. Tal como varias
mujeres del Antiguo Testamento, Abigail es descrita como “hermosa”. Pero, en
contraste con otras mujeres, es descrita –también- como “sensata” (NTV), “inteligente”
(PDT, DHH, NVI, RVC, LVLA), o “de buen entendimiento” (RV ’60), etc.
Estaba casada con un hombre rico y debe haber gozado de los beneficios de un estilo de
vida opulento, pero su esposo rico, Nabal, era necio, palabra que mejor describe su
insensata conducta.
Conociendo a Abigail
Cuando Abigail aparece por primera vez en este contexto, es una mujer casada; ya fuera
por voluntad propia o por un acuerdo entre su padre y su futuro novio como era la
tradición, la Biblia no lo dice. Lo único que sabemos es que Nabal, un hombre rico, que
tenía una hacienda con abundante ganado, que tuvo el privilegio de tener una esposa no
sólo hermosa, sino, como dice la Biblia, también “de buen entendimiento”.
Desafortunadamente, Abigail tuvo un esposo difícil, “duro y de malas obras” (1 Samuel
25:3).
El desafío de Abigail era aprender a ser prudente, es decir actuar de forma justa,
adecuada, con moderación y sensatez para vivir en paz con su avaro esposo y a la vez
mantener su integridad y fortaleza de carácter. Para ello, tuvo que aprender a ser
reflexiva en sus palabras y acciones para lograr los mejores resultados. En una palabra,
vivir la templanza, pensar antes de hablar y del efecto que puede producir sus palabras o
acciones.
Ser prudente a veces significa conducirse en la vida con suma precaución y
reflexión
Abigail escuchó las palabras del siervo: “Ahora, pues, reflexiona y ve lo que has de
hacer, porque el mal está ya resuelto contra nuestro amo y contra toda su casa; pues él
es un hombre tan perverso, que no hay quien pueda hablarle” (v. 17). Entonces
reflexiona, piensa y considera las consecuencias de la maldición de Nabal contra David
y conociendo la elección de David por parte de Dios (v28), toma una decisión.
Sabía que su esposo estaría en contra de sus acciones, pero, como toda esposa debe
hacer, se vio constreñida a obedecer a Dios ante que a los hombres
Abigail se apresuró a preparar una ofrenda de paz con la esperanza de aplacar la ofensa:
“doscientos panes, dos cueros de vino, cinco ovejas guisadas, cinco medidas de grano
tostado, cien racimos de uvas pasas, y doscientos panes de higos secos”, todo cargado
en asnos y enviado por adelantado con sus siervos para encontrar a David en el camino
(v. 18). Ella iría al final. Sólo el tiempo mostraría si su plan había funcionado y qué
consecuencias debería enfrentar si vivía para confesarle a Nabal lo que había hecho.
Ser prudente a veces requiere de decisión y humildad
Abigail conocía la reputación de David. Sabía que el hijo menor de Isaí lideraba una
banda de hombres armados y experimentados en batalla que huían del enloquecido rey
Saúl. Es posible que avanzara hacia ellos temerosa.
Al ver a David, Abigail inmediatamente se bajó del asno y se postró a sus pies rogando
por compasión. Respetuosamente rogó por misericordia, además de ofrecerse para
asumir la culpa de la insensata ofensa de su esposo.
El corazón de David finalmente se ablandó y vio en Abigaíl la providencia divina
evitando que desobedeciera, al Dios que lo había destinado para pelear sus batallas,
buscando la venganza personal movido por la ira. También reconoció sabiduría de parte
del Señor en la petición de Abigail.
“Y dijo David a Abigail: Bendito sea el Eterno Dios de Israel, que te envió para que hoy
me encontrases. Y bendito sea tu razonamiento, y bendita tú, que me has estorbado hoy
de ir a derramar sangre, y a vengarme por mi propia mano. Porque vive el Eterno Dios
de Israel que me ha defendido de hacerte mal, que, si no te hubieras dado prisa en venir
a mi encuentro, de aquí a mañana no le hubiera quedado con vida a Nabal ni un varón”.
“Y recibió David de su mano lo que le había traído, y le dijo: Sube en paz a tu casa, y
mira que he oído tu voz, y te he tenido respeto” (vv. 32-35).
Valentía alentada por la fe
Hay muchas cosas en la vida que requieren de valentía. Sin dejar de lado el mostrar
respeto y ser sabios y prudentes para determinar el curso de acción que sea más
favorable para todos.
Abigail estaba casada con un hombre indigno e insensato cuya cuya perversidad tuvo
consecuencias nefastas y, ante las circunstancias, se dio cuenta de que sólo ella podía
evitar el inminente desastre y proteger su casa. Así que actuó.
Habrá orado al respecto, la Biblia no lo dice, pero en los versículos 26-31 Abigail
menciona al Eterno por lo menos siete veces. En algunas de ellas podemos visualizar su
profunda fe en el propósito y plan de Dios para David, de la misma manera con el
recordatorio que le hizo al que un día sería rey acerca de la presencia de Dios en su
vida.
“El Eterno de cierto hará casa estable a mi señor, por cuanto mi señor pelea las batallas
del Eterno” (v. 28). “Y acontecerá que cuando el Eterno haga con mi señor conforme a
todo el bien que ha hablado de ti, y te establezca por príncipe sobre Israel… cuando el
Eterno haga bien a mi señor, acuérdate de tu sierva” (vv. 30-31).
Abigail creía y tenía fe en que Dios cumpliría sus promesas a David de que él recibiría
el reinado de Israel y su casa perduraría. Esa fe se vio reflejada cuando dijo estas
palabras con absoluta confianza con anterioridad a que ocurrieran, lo cual prueba que
ella definitivamente creía en la fidelidad de Dios.
Encontrar el momento adecuado para actuar es un rasgo de la prudencia
La prudencia también requiere conducirse en la vida con suma precaución y reflexión,
evitándose por tanto el desencadenamiento de posibles daños o consecuencias negativas
por un obrar anticipado e intempestivo al decidir en esa situación.
Cuando Abigail regresó a su casa, Nabal había hecho un banquete y estaba
completamente ebrio. La Biblia dice que Abigail no le contó lo sucedido entonces, pero
no porque quisiera ocultárselo, sino porque era importante encontrar el momento
apropiado.
Sopesando experiencias pasadas Abigail probablemente esperaba consecuencias
negativas cuando al día siguiente le confesó a Nabal lo que había hecho. Pero en vez de
esto, el corazón de su esposo “desmayó en él” (v. 37), ¡y Nabal murió 10 días después!
Cuando David supo de la noticia, inmediatamente vio la mano providente de Dios en
todo el asunto y dijo: “Bendito sea el Eterno, que juzgó la causa de mi afrenta recibida
de mano de Nabal, y ha preservado del mal a su siervo; y el Eterno ha vuelto la maldad
de Nabal sobre su propia cabeza” (v. 39).
Un imperecedero ejemplo
La sabiduría para reaccionar, valentía, prudencia y fe de Abigail salvaron muchas vidas.
Cuando más tarde se convirtió en la esposa de David, ella sin duda, fue una ayuda
idónea para el futuro rey de Israel como un ejemplo constante del valor de la prudencia.
Su historia, sin lugar a dudas es un ejemplo a seguir, para aprender a ser prudentes.

La prudencia
Versículos Más Relevantes
Proverbios 8:12
Versículos Conceptos
Yo, la sabiduría, habito con la prudencia, y he hallado conocimiento {y} discreción.
Proverbios 1:1-6
Los proverbios de Salomón, hijo de David, rey de Israel: para aprender sabiduría e
instrucción, para discernir dichos profundos, para recibir instrucción en sabia conducta,
justicia, juicio y equidad; 
para dar a los simples prudencia, {y} a los jóvenes conocimiento y discreción. El sabio
oirá y crecerá en conocimiento, y el inteligente adquirirá habilidad, para entender
proverbio y metáfora, las palabras de los sabios y sus enigmas.
Proverbios 14:15
El simple todo lo cree, pero el prudente mira bien sus pasos.
Proverbios 12:16
El enojo del necio se conoce al instante, mas el prudente oculta la deshonra.
Proverbios 14:8
La sabiduría del prudente está en entender su camino, mas la necedad de los necios es
engaño.
Lucas 14:28-32
Porque, ¿quién de vosotros, deseando edificar una torre, no se sienta primero y calcula
el costo, para ver si tiene {lo suficiente} para terminarla? No sea que cuando haya
echado los cimientos y no pueda terminar, todos los que lo vean comiencen a burlarse
de él, diciendo: ``Este hombre comenzó a edificar y no pudo terminar." 

Proverbios 22:3
El prudente ve el mal y se esconde, mas los simples siguen adelante y son castigados.
Proverbios 23:1-3
Cuando te sientes a comer con un gobernante, considera bien lo que está delante de ti, y
pon cuchillo a tu garganta, si eres hombre de {mucho} apetito. No desees sus manjares,
porque es alimento engañoso.
Amós 5:13
Por tanto, el prudente se calla en ese tiempo, pues es tiempo malo.
Proverbios 12:23
El hombre prudente oculta {su} conocimiento, pero el corazón de los necios proclama
{su} necedad.
Proverbios 14:18
Los simples heredan necedad, mas los prudentes son coronados de conocimiento.
Mateo 7:6
No deis lo santo a los perros, ni echéis vuestras perlas delante de los cerdos, no sea que
las huellen con sus patas, y volviéndose os despedacen.
Proverbios 21:23
El que guarda su boca y su lengua, guarda su alma de angustias.
Salmos 39:1
Para el director del coro, para Jedutún. Salmo de David. Yo dije: Guardaré mis caminos,
para no pecar con mi lengua; guardaré mi boca como con mordaza, mientras el impío
esté en mi presencia.
Santiago 3:5-8
Así también la lengua es un miembro pequeño, y {sin embargo,} se jacta de grandes
cosas. Mirad, ¡qué gran bosque se incendia con tan pequeño fuego! Y la lengua es un
fuego, un mundo de iniquidad. La lengua está puesta entre nuestros miembros, la cual
contamina todo el cuerpo, es encendida por el infierno e inflama el curso de {nuestra}
vida. Porque todo género de fieras y de aves, de reptiles y de {animales} marinos, se
puede domar y ha sido domado por el género humano, 
Proverbios 15:5
El necio rechaza la disciplina de su padre, mas el que acepta la reprensión es prudente.
Proverbios 6:6-11
Ve, {mira} la hormiga, perezoso, observa sus caminos, y sé sabio. La cual sin tener jefe,
ni oficial ni señor, prepara en el verano su alimento, {y} recoge en la cosecha su
sustento.  Génesis 41:33-40
Ahora pues, busque Faraón un hombre prudente y sabio, y póngalo sobre la tierra de
Egipto. Haga {esto} Faraón: nombre intendentes sobre el país y exija un quinto {de la
producción} de la tierra de Egipto en los siete años de abundancia. Y que ellos recojan
todos los víveres de esos años buenos que vienen, y almacenen en las ciudades el grano
para alimento bajo la autoridad de Faraón, y que {lo} protejan.
Proverbios 24:27
Ordena tus labores de fuera, y tenlas listas para ti en el campo; y después edifica tu casa.
Mateo 25:14-30
Porque {el reino de los cielos es} como un hombre que al emprender un viaje, llamó a
sus siervos y les encomendó sus bienes. Y a uno le dio cinco talentos, a otro dos, y a
otro uno, a cada uno conforme a su capacidad; y se fue de viaje. El que había recibido
los cinco talentos, enseguida fue y negoció con ellos y ganó otros cinco talentos.

Proverbios 22:26-27
No estés entre los que dan fianzas, entre los que salen de fiadores de préstamos. Si no
tienes con qué pagar, ¿por qué han de quitarte la cama de debajo de ti?
Proverbios 6:1-5
Hijo mío, si has salido fiador por tu prójimo, {si} has dado promesa a un extraño, {si}
te has enredado con las palabras de tu boca, {si} con las palabras de tu boca has sido
atrapado, haz esto ahora, hijo mío, y líbrate, ya que has caído en la mano de tu prójimo:
ve, humíllate e importuna a tu prójimo;
Mateo 5:25-26
Reconcíliate pronto con tu adversario mientras vas con él por el camino, no sea que tu
adversario te entregue al juez, y el juez al alguacil, y seas echado en la cárcel. En verdad
te digo que no saldrás de allí hasta que hayas pagado el último centavo.
1 Samuel 25:14-35
Mas uno de los mozos avisó a Abigail, mujer de Nabal, diciendo: He aquí, David envió
mensajeros desde el desierto a saludar a nuestro señor, y él los desdeñó. Sin embargo,
los hombres {fueron} muy buenos con nosotros; no nos maltrataron ni nos faltó nada
cuando andábamos con ellos, mientras estábamos en el campo. Como muro fueron para
nosotros tanto de noche como de día, todo el tiempo que estuvimos con ellos
apacentando las ovejas.
Génesis 32:3-21
Entonces Jacob envió mensajeros delante de sí a su hermano Esaú, a la tierra de Seir,
región de Edom. Y les dio órdenes, diciendo: Así diréis a mi señor Esaú: ``Así dice tu
siervo Jacob: `He morado con Labán, y {allí} me he quedado hasta ahora. `Tengo
bueyes, asnos {y} rebaños, siervos y siervas; y envío a avisar a mi señor, para hallar
gracia ante tus ojos.'" Hechos 14:5-7
Y cuando los gentiles y los judíos, con sus gobernantes, prepararon un atentado para
maltratarlos y apedrearlos, {los apóstoles} se dieron cuenta de ello y huyeron a las
ciudades de Licaonia, Listra, Derbe, y sus alrededores; y allí continuaron anunciando el
evangelio.
Mateo 12:14-16
Pero cuando los fariseos salieron, se confabularon contra El, {para ver} cómo podrían
destruirle. Mas Jesús, sabiéndo{lo,} se retiró de allí. Y muchos le siguieron, y los sanó a
todos. Y les advirtió que no revelaran quién era El;
Marcos 3:6-7
Pero cuando los fariseos salieron, enseguida {comenzaron a} tramar con los herodianos
en contra de Jesús, {para ver} cómo podrían destruirle. Jesús se retiró al mar con sus
discípulos; y una gran multitud de Galilea {le} siguió; y {también} de Judea,
Hechos 9:23-25
Después de muchos días, los judíos tramaron deshacerse de él, pero su conjura llegó al
conocimiento de Saulo. Y aun vigilaban las puertas día y noche con el propósito de
matarlo; pero sus discípulos lo tomaron de noche y lo sacaron por {una abertura en} la
muralla, bajándolo en una canasta.
Génesis 26:26-31
Entonces Abimelec vino a él desde Gerar, con su consejero Ahuzat y con Ficol, jefe de
su ejército. Y les dijo Isaac: ¿Por qué habéis venido a mí, vosotros que me odiáis y me
habéis echado de entre vosotros? Y ellos respondieron: Vemos claramente que el
SEÑOR ha estado contigo, así es que dijimos: ``Haya ahora un juramento entre
nosotros, entre tú y nosotros, y hagamos un pacto contigo, 
Nehemías 2:1-6
Aconteció que en el mes de Nisán, en el año veinte del rey Artajerjes, {estando ya} el
vino delante de él, tomé el vino y se lo di al rey. Yo nunca había estado triste en su
presencia, y el rey me dijo: ¿Por qué está triste tu rostro? Tú no estás enfermo; eso no es
más que tristeza de corazón. Entonces tuve mucho temor, y dije al rey: Viva para
siempre el rey. ¿Cómo no ha de estar triste mi rostro cuando la ciudad, lugar de los
sepulcros de mis padres, está desolada y sus puertas han sido consumidas por el fuego? 
Daniel 1:8-14
Se propuso Daniel en su corazón no contaminarse con los manjares del rey ni con el
vino que él bebía, y pidió al jefe de los oficiales que {le permitiera} no contaminarse.
Dios concedió a Daniel hallar favor y gracia ante el jefe de los oficiales, y el jefe de los
oficiales dijo a Daniel: Temo a mi señor el rey, porque él ha asignado vuestra comida y
vuestra bebida; ¿por qué ha de ver vuestros rostros más macilentos que los de los
{demás} jóvenes de vuestra edad? Así pondríais en peligro mi cabeza ante el rey. 

Daniel 2:10-16
Los caldeos respondieron al rey, y dijeron: No hay hombre sobre la tierra que pueda
declarar el asunto al rey, puesto que ningún gran rey o gobernante {jamás} ha pedido
cosa semejante a ningún mago, encantador o caldeo. Lo que el rey demanda es difícil y
no hay nadie que lo pueda declarar al rey sino los dioses cuya morada no está entre los
hombres. A causa de esto el rey se indignó y se enfureció en gran manera y mandó
matar a todos los sabios de Babilonia.
Mateo 22:15-22
Entonces se fueron los fariseos y deliberaron entre sí cómo atraparle, {sorprendiéndole}
en {alguna} palabra. Y le enviaron* sus discípulos junto con los herodianos, diciendo:
Maestro, sabemos que eres veraz y que enseñas el camino de Dios con verdad, y no
buscas el favor de nadie, porque eres imparcial. Dinos, pues, qué te parece: ¿Es lícito
pagar impuesto al César, o no? Leer más.
Hechos 5:33-40
Cuando ellos oyeron {esto,} se sintieron profundamente ofendidos y querían matarlos.
Pero cierto fariseo llamado Gamaliel, maestro de la ley, respetado por todo el pueblo, se
levantó en el concilio y ordenó que sacaran fuera a los hombres por un momento. Y les
dijo: Varones de Israel, tened cuidado de lo que vais a hacer con estos hombres. Leer
más.

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