En Defensa de La Trinidad

Descargar como docx, pdf o txt
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 13

En Defensa de la Santa Trinidad:

Cristianismo Histórico (Parte 1)


El título de este primer ensayo no sugiere, de ninguna manera, que Dios necesite defensa
del hombre, ni que la busque, sino que más bien en estos artículos se tratara de defender
apológicamente un concepto que históricamente ha sido atacado por los enemigos del
cristianismo.  Aunque debo admitir que hoy en día se está atacando a casi todo lo que está
relacionado con el cristianismo en general (hecho que quizás nos indique que estamos cerca
de los días finales), uno de los conceptos más mal interpretados sigue siendo la doctrina de
la Santa Trinidad.

Como falsas doctrinas atacan el concepto de la Santísima


Trinidad
En su afán de confundir al creyente, muchos teólogos y eruditos de doctrinas pseudo-
cristianas edifican teoréticamente castillos sobre la arena, construyendo lo que ellos creen
ser fuertes argumentos sobre bases débiles.  En otras palabras, tratan de utilizar primicias o
asunciones que tradicionalmente el cristianismo también ha repudiado históricamente.  Se
mencionan falacias que son en realidad dogmas de otras doctrinas seudocristianas, las
cuales desgraciadamente han también interpretado mal las Santas Escrituras.

Verdad al comienzo y mentira al final


Cada vez que he leído argumentos anti-trinitarios en el Internet, por ejemplo, casi siempre
empiezan con verdades universales que en cierta forma les ayuda a establecer cierta
legalidad a sus primeros argumentos.  Después generalmente continúan refutando las
mismas falacias que la Biblia objeta claramente, y posteriormente (ya cuando casi se han
ganado toda la confianza y el respeto del lector) le inyectan el veneno de falsas doctrinas
cambiando tanto el significado como la interpretación de algunos de los pasajes más
complejos de la Biblia, muchas veces invitando a un lector típicamente descuidado a
verificar sus argumentos con pasajes bíblicos usando biblias con traducciones
cuestionables.

Usando el tópico principal del presente artículo, el tema de la Bendita Trinidad, quisiera
mencionar como ejemplo el caso de un artículo, en particular, que comenzó exponiendo y
defendiendo la doctrina monoteísta de la Biblia, la misma doctrina tradicional cristiana, y
en donde decían (entre otras cosas) que Dios es uno Solo y que su nombre es Jehová.  Todo
esto estaba bien hasta el momento. ¿Quién podría refutar estas declaraciones por si solas?

Después, de una forma intelectual y casi poética, comenzaron gradualmente a construir


argumentos donde indirectamente se comparaba al concepto de la Santa Trinidad con
doctrina politeísta.  Lo que se ignoraba es que en ningún momento el concepto cristiano
ortodoxo de la Trinidad enseña que hay varios dioses, que ese era claramente un concepto
politeísta, y que en realidad esa era también la doctrina de muchas religiones
seudocristianas de la antigüedad y de nuestros propios días.1   

En algún momento, sinceramente no tuve el “estomago” para continuar con este artículo en
particular por la cantidad enorme de falacias, argumentos basados en falsas primicias y la
utilización de pasajes bíblicos en malas traducciones.  Nuevamente, todo se veía tan
intelectual y superficialmente lógico en este artículo en particular, y se podría decir que
aunque tenía cierta curiosidad para seguir leyendo, como también sucede muy a menudo,
fue mi reloj el que dio el veredicto final, pues tenía otras cosas más importantes que hacer
en ese momento.

El origen del concepto trinitario y los santos de la Iglesia


Católica   
Sin embargo, creo que aquí también sería útil mencionar que en otra oportunidad, cuando
conversaba con los últimos Testigos de Jehová que visitaron mi casa, en algún momento de
la conversación surgió el tema de la Santa Trinidad, donde mencionaron que este concepto
realmente nació en Roma, y que por muchos siglos fuimos “engañados” por aquellos que
en la iglesia primitiva consideraron practico (supuestamente por razones proselitistas)
reemplazar las varias deidades griegas y romanas por las tres personas de la Santa Trinidad.

Aunque esta parece ser una explicación superficialmente legitima (pues si tiene algo que
ver con el comienzo de la adoración o veneración a la Virgen María y a otros santos dentro
de la tradición Católica Apostólica Romana), este hecho histórico en particular no tiene
nada que ver con el concepto de la Santa Trinidad.2  Desgraciadamente,  mesclar la verdad
con la mentira es una de los métodos más eficaces, pero a la vez más anti-cristianos, que
sectas seudocristianas han utilizado históricamente para argumentar sus creencias.

Lo que la Biblia si enseña acerca de la Santa Trinidad


Dejando esta última falacia histórica a un lado, debo de aclarar nuevamente que la Biblia si
enseña que Dios es Uno, pero que se manifiesta en tres personas divinas: Padre, Hijo, y
Espíritu Santo (esta es la parte que muchos no pueden o no quieren entender).

Las tres personas de la Bendita Trinidad existen simultáneamente, y son personas distintas
y eternas en un único Dios.  El Dr. Charles Stanley nos explica también que la diferencia
está en las funciones, que son separadas, y que es un hecho que no debería degradar nuestra
opinión de Dios, ni obligarnos tampoco a ver a la Trinidad como una jerarquía de dioses:

“Las tres Personas trabajan en común acuerdo para constituir la Divinidad, un término
que se usa para describir la singularidad de Dios por medio de la unidad de la Trinidad”.3

En el website del Ministerio de Apologética e Investigación Cristiana4 también se nos


explica que hay aparentemente una subordinación en el concepto con relación al orden pero
no en sustancia o esencia:
“Podemos ver que el Padre es primero, el Hijo es el segundo y el Espíritu Santo es el
tercero. El Padre no es engendrado, pero el Hijo si lo es (Juan 3: 16); el Espíritu Santo
procede del Padre (Juan 5: 26), el Padre mandó al Hijo (1 Juan 4: 10), el Hijo y el Padre
enviaron al Espíritu Santo (Juan 14: 26;   15: 26). El Padre crea (Isaías 44: 24), el Hijo
redime (Gálatas 3: 13) y el Espíritu Santo santifica. (Romanos 15: 16).  Esta
subordinación en cuanto al orden no significa que cada uno de los miembros de la
Divinidad no es igual o divino.”

Esta clarificación es sumamente importante porque algunas sectas seudocristianas


mantienen argumentos tales como que si bien es cierto que Dios Padre envió al Hijo (lo
cual es verdad), entonces eso quiere decir que Dios es mayor que el Hijo (lo cual no se debe
entender literalmente5) y que por consiguiente nosotros debemos de aceptar que el Hijo no
es igual a Dios.

Estas sectas a menudo disputan que si seria cierto que Dios Padre y Dios Hijo son iguales,
entonces deberían ser iguales en todas las áreas y funciones, pero ellos parecen ignorar el
hecho de que Jesucristo voluntariamente vino a la tierra en condición de hombre,
humillándose a sí mismo, aunque era “igual” a Dios (Juan 5: 17-18; Juan 10: 32-33;
Filipenses 2: 5-6; Tito 2: 13).

El Arrianismo en el Siglo 21 


Esencialmente, casi todas las citas bíblicas que los Testigos de Jehová y otras sectas
arrianismas mencionan para probar el argumento de que Jesús supuestamente no es Dios
tienen que ver con el hecho indiscutible que hace 2,000 años Jesús se encarnó en forma de
hombre, es decir, en la forma de un ser humano.  Con el propósito de cumplir su ministerio
en la tierra y para poder morir por nuestros pecados, Jesucristo tuvo que renunciar
temporalmente a algunos de sus atributos divinos, pero una vez resucitado, el Señor asumió
su eterna divinidad.6

Jesús como Ser Humano


Por eso, si bien es cierto que Jesús fue concebido milagrosamente por Dios mismo y que
durante su ministerio en la tierra hizo muchas señales, milagros y sanaciones — también es
cierto que el Señor tubo un nacimiento normal (Lucas 2: 7); fue circuncidado como
cualquier otro niño judío de su tiempo (Lucas 2: 21); tubo legalmente un árbol genealógico
compuesto de seres humanos (Mateo 1: 1-16); se desarrollo como cualquier otro hombre
normal (Lucas 2: 52); tuvo una familia como todos los demás (Mateo 13: 55); y tenía
asimismo todas las características fisiológicas de cualquier otro ser humano como Él: Se
cansaba (Juan 4: 6), tenía hambre (Marcos 11: 12) y hasta lloraba (Juan 11: 35).
¿Si Jesús fue hombre entonces eso significa que no pudo
ser Dios?
De ninguna manera.   Fue solo un hombre temporalmente y fue en esos momentos que
Cristo hizo varias declaraciones concerniente a su estado temporal de ser humano y con
respecto al Padre y al Espíritu Santo.  El Señor también oraba al Padre como ejemplo a los
demás (Lucas 11 :1-4) y para recobrar las fuerzas espirituales que tanto Él (en esos
momentos) como sus discípulos necesitaban (Lucas 22: 40-42 y Juan 17).

Otros argumentos comunes que se hacen en contra la doctrina trinitaria es que simplemente
la palabra “Trinidad” no está en la Biblia, pero como nos dicen nuestros amigos del Got
Questions Ministries la palabra “abuelo” tampoco existe,7 pero eso no significa Israel era la
única nación del mundo en donde no había abuelos.  Por ejemplo, si leen Mateo 1: 2 verán
que si Abraham engendró a Isaac y si Isaac engendró a Jacob, entonces es lógico asumir de
que Abraham fue el abuelo de Isaac.

Similarmente, si bien es cierto de que en la Biblia no se encuentra específicamente la


palabra “Trinidad”, eso no significa que no hayan, en las Santas Escrituras, enseñanzas que
testifiquen claramente que hay un solo Dios en tres Personas: Padre, Hijo, y Espíritu Santo.
Todo lo contrario, hay muchos versículos y párrafos que testifican del concepto trinitario, y
a continuación mencionare algunas evidencias claras e indiscutibles.

Seguimos con la segunda parte de nuestra serie de ensayos sobre la Santa Trinidad.  Como
mencionaba anteriormente, en la Biblia si podemos encontrar evidencias que demuestran el
concepto trinitario, y realmente no necesitamos investigar muy a fondo las Santas
Escrituras para encontrar tales pruebas.  Ya desde el mismo comienzo de la Biblia, en
Génesis 1: 1, encontramos que Moisés utiliza el nombre plural de Dios: “En el principio
creó Dios los cielos y la tierra.” Aquí, en este versículo, la palabra hebrea equivalente a
Dios es Elohim(‫ אלהים‬o ‘ĕlohı̂̂ ym)1, en la forma plural ‫ אל‬El o ‫ אלה‬Eloah, la cual ha sido
tradicionalmente interpretada como la pluralidad de la condición divina del mismo Dios.2     

Génesis 1: 1 no es la única cita en las Santas Escrituras hebreas que describe a nuestro Dios
en una forma plural.  De acuerdo al teólogo Albert Barnes del Siglo XIX, esta palabra en
plural se encuentra en la Biblia unas tres mil veces, mientras que su equivalente en singular
solo cincuenta y site veces.3

¿Es todo esto una contradicción? ¿Quiere decir esto que en realidad habían varios Dioses y
no solo Uno? ¿Podría ser el caso que quizás haya inclusive solo dos Dioses?

De ninguna manera.  Regresando a un tema tan complejo como el hebreo original del
Antiguo Testamento, estos conceptos (en mi humilde opinión) nadie los explica mejor que
los autores del Ministerio GotQuestions.org:4

“Es provechoso el conocimiento del idioma Hebreo, para el mejor entendimiento de los
pasajes del Antiguo Testamento. En Génesis 1:1, se utiliza el nombre plural “Elohim”. En
Génesis 1:26; 3:22; 11:7 y en Isaías 6:8, se usa el pronombre plural para “nosotros”. Sin
duda, “Elohim” y “Nosotros” se refieren a más de dos. En el idioma Español tenemos dos
formas, singular y plural. En el idioma Hebreo tenemos tres formas: singular, doble y
plural. Doble es SOLAMENTE para dos. En hebreo, la forma doble es utilizada para cosas
que vienen en pares como los ojos, orejas y manos. La palabra “Elohim” y el pronombre
“nosotros” son formas plurales – definitivamente más que dos – y deben estarse refiriendo
a tres o más (Padre, Hijo, y Espíritu Santo).”

Entonces, aunque nuestro argumento sobre la pluralidad de “Dios” en Génesis 1: 1 podría


parecer a algunos algo un poquito difícil de aceptar, sobre todo porque en todas las
traducciones (por lo menos en todas las traducciones que yo personalmente he revisado en
inglés y en español) sencillamente aparece la palabra “Dios” y no “Dioses”.  Me imagino
que los antiguos traductores del Antiguo Testamento no querían dar la impresión de el
cristianismo bíblico era una religión politeísta.

Sin embargo, en el Génesis 1:26 de Reina-Valera 1960, como también en muchas otras
versiones, si aparece en la forma plural imperativa de la primera persona del verbo hacer
(“hagamos”) y también la forma  plural nominativa de la primera persona (“nuestra”):

“Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra


semejanza; y señoree en los peces del mar, en las aves de los cielos, en las bestias, en toda
la tierra, y en todo animal que se arrastra sobre la tierra. [Palabras subrayadas por
énfasis]”.

Nuevamente, de acuerdo al teólogo Barnes (mencionado anteriormente), hay


aproximadamente unos tres mil casos en que la palabra hebrea equivalente a Dios (Elohim)
aparece en su forma plural en el Antiguo Testamento, y por supuesto creo que sería
completamente innecesario mencionar todos estos casos en este pequeño ensayo.

En Defensa de la Santa Trinidad: Nuevo


Testamento (Parte 3)
Continuamos con nuestra serie de ensayos sobre la Santa Trinidad.  Como muchos de Uds.
sabrán, el concepto de la Santa Trinidad no se encuentra limitado en las Escrituras
Hebreas.  Estas evidencias también se encuentran ampliamente en el Nuevo Testamento
con la venida de Jesús de Nazaret: el “Dios con Nosotros” del Antiguo Testamento (Mateo
1:20-23).

El bautismo del Señor Jesús


Ya desde el mismo comienzo del ministerio de nuestro Señor Jesucristo, durante su bautizo
en el rio Jordán, por ejemplo, San Marcos nos relata como Juan el Bautista vio que el
Espíritu de Dios descendió sobre el Hijo (en la forma de una paloma) y que después se
escuchó la voz de Dios Padre “Tú eres mi Hijo amado; en ti tengo complacencia” (Marcos
1:9-11).
Entonces, en el acontecimiento que teóricamente se podría decir marco el comienzo del
ministerio de Jesús en la tierra, su bautizo, las tres Personas de la Bendita Trinidad estaban
ya allí presentes: En aquella tarde Dios Padre ungió al Hijo con el bendito Espíritu Santo.

La Gran Comisión
Otro relato importantísimo con respecto a la doctrina trinitaria se encuentra también en la
conclusión del Evangelio Según San Mateo.  Allí se relata el último y quizás el más
importante mandato que el Señor Jesús dio a sus discípulos sobre el evangelismo; es decir,
de ir a predicar a todas las naciones del mundo.  Esto fue un mandamiento que (dicho sea
de paso) el Señor mandó no solo a sus once discípulos que estaban allí presentes en ese
momento, sino también a todos los que iban a ser sus discípulos a través de los siglos (ver
mejor todo Mateo 28: 16-20 en contexto):

“Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra. Por tanto, id, y haced discípulos a
todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo;
enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con
vosotros todos los días, hasta el fin del mundo.”

Aparte de la clara declaración trinitaria (“bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo,
y del Espíritu Santo”), creo que también podemos sacar de aquí un par de lecciones
adicionales acerca de la naturaleza divina de nuestro Señor Jesucristo.

Jesucristo resucitara y juzgara a toda la humanidad


Primero noten que Cristo dijo “Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra”
(versículo 18), la cual es evidentemente una declaración muy fuerte de por sí, pues testifica
de su autoridad divina en todo el universo.  El Señor también ya antes les había dicho a los
apóstoles que Él no solo iba a resucitar a todos los muertos del mundo, sino que también
Jesús iba a juzgar a toda la humanidad; esto incluiría a todos los hombres, mujeres y niños
de todos los tiempos, de todas las naciones del mundo (Juan 5: 19-29).

La Omnipresencia de Jesús
Además, noten también que cuando el Señor dijo que “…he aquí yo estoy con vosotros
todos los días, hasta el fin del mundo” (regresando a Mateo 28:20), Jesús uso el tiempo
presente en “estoy con vosotros.” En otras palabras, Jesús indicaba claramente que aunque
Él se fue físicamente a los cielos, el Señor nunca abandono a sus discípulos
espiritualmente.   El Señor siempre permaneció espiritualmente en la tierra, morando en el
corazón de cada creyente, aun después de que el Señor Jesús subió al cielo en carne y
huesos.

De una forma análoga, cuando Cristo vino del cielo y tomo la forma de hombre, Él nunca
dejo de estar en el cielo en Espíritu, debido a su Omnipresencia.  Evidencias de esta última
declaración tan impresionante la encontramos en la noche en que el Señor se reunió con
Nicodemo.  Allí Cristo le expuso a este líder fariseo otra de las doctrinas esenciales en el
cristianismo histórico: La necesidad de nacer de nuevo.

Durante ese pequeño discurso (leer también Jesús y Nicodemo), el Señor también le dijo
que “Nadie subió al cielo, sino el que descendió del cielo; el Hijo del Hombre, que está en
el cielo” (Juan 3: 13).  Lo importante aquí es notar el tiempo presente de la frase “…que
está en el cielo.”  No que “estuvo” en el cielo sino que “está” en el cielo, aun en los
tiempos que Jesús estaba aquí físicamente en la tierra, como fue el caso de esa oportunidad
cuando este señor fariseo vino a buscar a Jesús de noche.

En otras palabras, cuando el Señor bajo del cielo, Él permaneció espiritualmente en el cielo;
y después de su resurrección, cuando Jesús regreso al cielo, Él también permaneció
espiritualmente en el corazón de cada creyente (por medio del Espíritu Santo después
del día de Pentecostés de Hechos 2).  Inclusive antes de la venida física de Jesucristo a la
tierra, San Pedro mismo nos dice que el “Espíritu de Cristo” ya había inspirado a muchos
profetas del Antiguo Testamento a escribir sobre Jesús (1 Pedro 1:11).  Estos hechos
testifican que aunque el Señor tubo limitaciones físicas al hacerse hombre (estando en un
solo lugar cuando estuvo en carne y huesos), espiritualmente Jesús también es
Omnipresente, cualidad que se atribuye solo a Dios.

Otras evidencias de su Omnipresencia la podemos encontrar en Juan 1: 48 donde el Señor


Jesús vio a Natanael debajo de la higuera a pesar de no haber estado físicamente allí en ese
momento.  Aunque algunos podrían pensar de que Jesús si estuvo allí presente, eso no
explicaría el hecho de que Natanael se asombro de tal forma de que exclamo: “Rabí, tú eres
el Hijo de Dios” (versículo 49).

Los ángeles adoran al tres veces Santo


Podemos también mencionar el conocimiento intrínseco de los ángeles de Dios a su
Creador, seres que se referían a Dios no solo como tres Personas, sino también como un
solo Señor a la vez.

Primero (regresando por un momento al Antiguo Testamento), vemos a los serafines de seis
alas que exclaman: “Santo, santo, santo, Jehová de los ejércitos” (Isaías 6: 3).  Esta misma
escena se repite también en el Nuevo Testamento, en donde aparentemente estos mismos
seres con seis alas y muchos ojos también alaban al Señor nuevamente y de la misma
manera: “Santo, santo, santo es el Señor Dios Todopoderoso” (Apocalipsis 4:8).  En estos
dos casos últimos casos, estos ángeles alaban al Señor llamándolo tres veces santo, y
después se refieren a Él como un solo Dios (primero como “Jehová de los ejércitos” y
después como “Señor Dios Todopoderoso”).

La Santa Trinidad en la salutación final de San Pablo


Hay también otros pasajes en el Nuevo Testamento en donde se testifica indirectamente de
la Santa Trinidad.  En 2 Corintios 13:14, por ejemplo, San Pablo escribe en su salutación
final: “La gracia del Señor Jesucristo, el amor de Dios, y la comunión del Espíritu Santo
sean con todos vosotros. Amén.”  Aquí San Pablo habla también del amor de Dios padre,
quien manda a su Hijo Unigénito para salvarnos por medio de la gracia y consolarnos por
medio de la comunión y consolación del bendito Espíritu de Dios. Son todas diferentes
funciones, pero Dios siempre es el mismo.

La Santa Trinidad después de la Resurrección de Cristo


Similarmente en Juan 15:26, cuando Cristo estaba instruyendo a sus discípulos a lo que iba
a pasar después de su gloriosa muerte, el Señor Jesús menciona:

“Pero cuando venga el Consolador, a quien yo os enviaré del Padre, el Espíritu de verdad,
el cual procede del Padre, él dará testimonio acerca de mí” [subrayado por énfasis].

De estas palabras también aprendemos que el Espíritu Santo procede del Padre y que
eventualmente sería enviado por el Hijo para dar testimonio de las cosas que Jesús nos
enseñó cuando estuvo en la tierra.

El Espíritu Santo como un “Él”


Este último versículo también nos va a servir para introducir a otro tópico importante
dentro del contexto de la doctrina de la Santísima Trinidad: La Persona del bendito Espíritu
de Dios, llamado también en el Nuevo Testamento el Espíritu Santo o el Consolador.

Yo creo que cualquier persona sincera que lea Juan  15: 26 se daría cuenta de que el Señor
Jesús se está refiriendo al Espíritu Santo como una Persona (un “él” que en el castellano
moderno se escribe como “Él”), pues es en verdad el Espíritu Santo es también Dios, la
tercera Persona de la Santa Trinidad.

Ejemplo de secta que degrada a la Persona del Espíritu


Santo: Los Testigos de Jehová
Sin embargo, siempre van a ver aquellos que van a tratar de desafiar este concepto
convencional dentro de lo que es el cristianismo histórico para tratar de poner el peligro de
la fe, si fuera posible, aun de los escogidos.  Por eso, nuestro estudio de la doctrina trinitaria
seria incompleta si esta no incluye cierta evaluación básica de por lo menos uno de los
dogmas alternativos que ha tratado de encontrar una explicación disyuntiva a lo que Dios
ha establecido claramente acerca de su propia persona.

Creo que cuando hablamos de dogmas opositoras a la doctrina trinitaria, lo primero que se
nos viene a la mente a la mayoría de nosotros son los Testigos de Jehová, quienes llaman al
Espíritu Santo algo así como un tipo de fuerza o energía que emana de Dios:

“…el espíritu santo es la fuerza active de Dios.  No es una persona sino una fuerza
poderosa que Dios hace emanar de Él mismo para lograr su santo propósito.”1
Primero noten la falta de reverencia al llamar al bendito Espíritu de Dios solo un “espíritu
santo” (con letras minúsculas) precisamente porque para los Testigos, el Espíritu Santo no
es una Persona, es decir, no es Dios, sino que para ellos es solo una fuerza o una energía
(tal como el viento, la electricidad, o a energía nuclear).

Para defender su doctrina, los Testigos arguyen de que el Espíritu Santo es más bien una
“personificación” de Dios2 y típicamente mencionan algunas citas bíblicas tales como
Lucas 7:35, en donde dice que la sabiduría tiene hijos; Génesis 4:10, donde dice que la
sangre clama; o Romanos 7:11, en donde dice que el pecado mata.

Sin embargo, estos son conceptos abstractos que los autores de las Sagradas Escrituras
sabían que no iban a confundir a los lectores en tiempos bíblicos.  No obstante, en términos
de literatura moderna, nosotros estamos menos acostumbrados a leer personificaciones de
ideas o conceptos abstractos, un hecho que los Testigos perspicazmente han utilizado para
construir doctrinas perversas.

La Biblia habla claramente del Espíritu Santo como


Persona y como Dios
Sin embargo, aun en nuestros días podemos notar que cuando en la Biblia se habla del
Espíritu Santo, se refiere o habla claramente de una Persona Divina, es decir de Dios
mismo, la Tercera Persona en la Santa Trinidad.  Las citas bíblicas son innumerables, pero
déjenme por favor mencionar solo algunos versículos para ilustrar este hecho que era
prácticamente indisputable por muchos siglos.

En Hechos 5: 3-5, por ejemplo, se menciona la triste historia cuando Ananías trato de
engañar a San Pedro substraendo dinero de una casa que Ananías había vendido por
voluntad propia:

3 Y dijo Pedro: Ananías, ¿por qué llenó Satanás tu corazón para que mintieses al Espíritu
Santo, y sustrajeses del precio de la heredad?

4 Reteniéndola, ¿no se te quedaba a ti? y vendida, ¿no estaba en tu poder? ¿Por qué
pusiste esto en tu corazón? No has mentido a los hombres, sino a Dios.

5 Al oír Ananías estas palabras, cayó y expiró. Y vino un gran temor sobre todos los que lo
oyeron.

Aquí vemos primero que Ananías trato de mentir al Espíritu Santo (versículo 3) y sin
embargo después leemos que había mentido Dios mismo (versículo 4).  Estos versículos
demuestran claramente que el Espíritu Santo es Dios.  Así de simple.  No hay necesidad de
darle vueltas al asunto o de buscar respuestas filosóficas o esotéricas a un texto que
realmente no presenta inherentemente ningún desafío de interpretación, al menos que uno
realmente quiera mal interpretar el pasaje a propósito.
El Padre, el Hijo y el Espíritu Santo: Todos a la vez
moran en corazón del creyente
Podemos regresar también al Capítulo 14 de San Juan por un momento para encontrar más
evidencias acerca de la persona y divinidad del bendito Espíritu Santo.   Para esto (y como
siempre) sugiero leer todo el Capitulo 14 en contexto (dicho sea de paso este es unos de los
capítulos más hermosos de la Biblia).  Sin embargo, por motivos de simplicidad, solamente
voy a mencionar los versículos más relevantes para demostrar que el Espíritu Santo es una
Persona, y que a la vez, es también Dios.

Recordemos entonces lo que el Señor Jesucristo dijo en aquella oportunidad:

16 Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para
siempre:

17 el Espíritu de verdad, al cual el mundo no puede recibir, porque no le ve, ni le conoce;


pero vosotros le conocéis, porque mora con vosotros, y estará en vosotros….

22 Le dijo Judas (no el Iscariote): Señor, ¿cómo es que te manifestarás a nosotros, y no al


mundo?

23 Respondió Jesús y le dijo: El que me ama, mi palabra guardará; y mi Padre le amará, y


vendremos a él, y haremos morada con él….

26 Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os


enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho.

Creo que en este caso también, las palabras de Jesús son bastante claras y evidentes.  El
Señor dice primero en el versículo 17 que el Espíritu Santo “mora con vosotros” y que
“estará en vosotros”  (es decir en el corazón de todos los discípulos de Cristo), y después
Jesucristo añade que Él mismo y el Padre moraran en aquel que guarda la palabra de Dios
(versículo 23).

Creo que el veredicto está bastante claro en los oídos de aquel que sinceramente y con la
ayuda de Dios quiere entender.

¿Cómo es eso de que el Padre, Jesús, y el Consolador moraran todos juntos en el corazón
del creyente?  Porque el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo son un solo Dios que a la vez se
manifiesta en tres personas distintas.  El Padre manda al Espíritu Santo en el nombre de
Jesús para consolar al creyente.
Más evidencias bíblicas acerca de la Trinidad
Realmente no creo que necesitemos más versículos o pasajes bíblicos para darnos cuenta de
que el Espíritu Santo es una persona divina, y que mora junto con el Padre y el Hijo, y que
es consecuentemente también Dios.  Pero en caso de que el lector no está plenamente
convencido y sobre todo convertido (lo más certero es que esto se deba a su conexión con
alguna de estas sectas que niegan la doctrina trinitaria), he incluido al final de este ensayo
algunos versículos adicionales que le permitirán ver por sí mismo (o por misma) que el
Espíritu Santo no puede ser ninguna fuerza o energía.3

También he añadido un enlace a otro ensayo del pastor bautista Pablo Santomauro en donde
él también explica muy claramente porque el Espíritu Santo no puede ser simplemente la
fuerza activa de Dios.  Las razones son también muy lógicas: Una “fuerza” no puede tener
los tres atributos primarios de la personalidad que son la mente, la voluntad y las
emociones.4  

Realmente hay mucho material en el Internet que habla sobre el Espíritu Santo y la Santa
Trinidad, pero no todo lo que parece ser cristiano es realmente cristiano (como dice ese
antiguo proverbio “no todo lo que brilla es oro”), y por eso es necesario recordar que el
mismo Espíritu Santo que inspiro a todos los autores de la Biblia nos advirtió también que
en los tiempos finales habrán muchos falsos profetas que trataran de engañar aun si fuese
posible a los escogidos (Mateo 24: 24).

Guardando reverencia y respeto al Espíritu Santo


Por último, uno siempre tiene que tener cuidado cuando uno habla de Dios.  Puede ser que
quizás por ignorancia, al sacar conclusiones preliminares propias o (como acontece mucho
más a menudo) al aceptar las opiniones de otras sectas o religiones, uno podría estar
degradando la persona de Dios mismo.

Acordémonos que fue Jesucristo mismo el que dijo que el pecado imperdonable era el
blasfemar contra el Espíritu Santo (Marcos 3:22-30). Aunque este pasaje bíblico presenta
sus propios desafíos de interpretación (y analizarlo aquí nos obligaría a salirnos del tópico
principal5), lo que uno debe siempre de recordar es que a Dios uno siempre tiene que
tenerle reverencia y respeto.

Sé que esta última declaración le podría parecer innecesaria (para todo aquel que se profese
ser un seguidor de Cristo), pero creo que es tan importante que se merece correr ese riesgo.

Dios es el Creador del Universo y nosotros nos tenemos que acordar siempre que somos
solo polvo.  Dios no solo es el Omnipotente, el Omnisciente y el Omnipresente, es también
un Dios de amor que se preocupa en Ud. personalmente, y que le sigue intensamente todas
las acciones de su vida, y quien no titubeó en ningún momento mandar a su propio Hijo
Único para que por medio de su muerte, al creen en Jesús, nosotros podamos encontrar la
salvación (Juan 3: 16).
Pensamientos finales y conclusión
El misterio de la Santa Trinidad es uno de los dogmas más esenciales dentro de la fe
cristiana.  Aunque es un término que no se encuentra específicamente en las Santas
Escrituras, toda la Biblia habla y testifica de un solo Dios que se manifiesta en tres personas
esencialmente iguales; es decir, iguales en esencia pero diferentes en función: Padre, Hijo,
y Espíritu Santo.  No creo que es un concepto perfecto porque la mente humana es
demasiado imperfecta como para comprender todos los misterios eternos de un Dios
Omnipotente, pero aun así, soy de la opinión que el concepto trinitario es sin embargo el
concepto más claro que nosotros como seres humanos podemos lograr a comprender con
nuestro limitado entendimiento.

Pienso también que como seres humanos, nosotros tenemos que comprender y sobre todo
tenemos que aceptar nuestras limitaciones y no tratar de ir más allá de lo que Dios ha
escogido mostrarnos (especialmente no ir a fuentes extra bíblicas para encontrar
información no revelada).  Recordemos que San Pablo mismo, a pesar de haber estado en el
tercer Cielo (2 Corintios 12:2), él mismo nos dijo con toda humildad de que en parte
conocemos y en parte testificamos (1 Corintios 13: 9).  Recordemos que las cosas secretas
pertenecen a Jehová nuestro Dios, más las reveladas son para los creyentes, para que
sirvamos siempre al Único y Verdadero Dios: Jehová de los Ejércitos (Deuteronomio
29:29).

Por último, el misterio de la Santa Trinidad seguirá siendo un gran misterio de amor de
Dios para con nosotros, humanos imperfectos y con poder de razonamiento limitado, seres
imperfectos que a pesar de ser pecadores, Dios mismo se encarno en forma de hombre para
darnos la salvación eterna, y en este mundo la consolación del Espíritu de Verdad.  Creo
entonces que por el momento será un misterio para nosotros porque en este mundo nunca
vamos a tener un conocimiento total.  En parte conocemos y en parte testificamos, más
cuando venga lo perfecto lo que es en parte se acabara:

“E indiscutiblemente, grande es el misterio de la piedad:

Dios [Padre] fue manifestado en carne [Hijo], justificado en Espíritu [el Espíritu Santo]
…” (1 Timoteo 3: 16)

Amén.
Cristianismo.CC
Doctrina, ética, apologética y otros temas cristianos
http://cristianismo.cc/mensajes-cristianos/en-defensa-de-la-santa-trinidad-el-nuevo-
testamento-3-de-
3/................................................................................................................................................
...................................................................................................................................................
...................................................................................................................................................
..

También podría gustarte