Novena Maria Inmaculada 2020
Novena Maria Inmaculada 2020
Novena Maria Inmaculada 2020
Motivación a la Novena
Con ocasión de celebrar un año más la
Solemnidad de la Santísima Virgen Inmaculada, el 8
de diciembre, fecha en que comenzaron y terminaron
nuestras mayores cosas. Como Congregación
Salesiana y llevando la propuesta a nuestra querida
Familia Salesiana, presentamos esta Novena para
profundizar aún más en nuestra espiritualidad
mariana.
Nuestro Padre Don Bosco, vivió una profunda
unión con la Iglesia universal de su tiempo,
difundiendo el dogma mariano de la Inmaculada
Concepción. Dice la Carta de Identidad de la Familia
Salesiana, en su numeral 11:”…les propuso a María
Inmaculada, presentándola como la educadora de las
energías de amor y apoyo eficaz para su crecimiento
humano y cristiano”.
Retomando el final del artículo 34 de nuestras
Constituciones Salesianas, que cita: “La Virgen María
es una presencia materna en este camino. La
hacemos conocer y amar como a la mujer que creyó y
que auxilia e infunde esperanza”.
Es por ello que hemos soñado esta novena,
inspirada en una canción católica llamada “Contigo
María” de la cantante Athenas, una canción que ha
servido para contagiar a muchos jóvenes en el amor
hacia nuestra Madre. Así como el próximo aguinaldo
de nuestro Rector Mayor que nos llama a no perder la
esperanza.
Querido hermano Salesiano, queridos
miembros de nuestra Familia Salesiana, no perdamos
una oportunidad de unirnos en oración por la
humanidad. Necesitamos unir nuestras fuerzas para
decir con voz fuerte: Contigo María, Nace una
esperanza.
Con Garelli y tan solo una Ave María, en el día
de la Inmaculada, hemos visto cuántas cosas grandes
han sucedido. Preparemos el corazón para seguir
confiando que María nos acompañará y ayudará en
nuestra misión, en medio de los jóvenes pobres y
más necesitados.
Temática de la Novena
Día 1: Contigo María, Madre y Guía.
“Quiero caminar contigo María, pues tú eres mi Madre y eres mi guía”.
Oración Final
Jesús Redentor nuestro, Hijo de María
Inmaculada. Así como desde el primer
instante de su concepción, le colmaste
de gracias. Te rogamos humildemente
por la intercesión de tu Madre, nos
inspires un aprecio singular de la divina
Gracia, y que así siempre seamos
portadores de esperanza en esta
humanidad que tanto lo necesita.
Amén.
Día 1: Madre y Guía.
Reflexión
Madre Querida, quiero caminar junto a ti, ya que eres mi guía. Contigo, puedo confiar que
voy a puerto seguro. Eres a la que Dios le confió la vida del mismo Jesús, porque sabía que
le podías guiar, en toda su misión y vida. Por eso hoy, te encomiendo mi caminar, para
que cada día me ayudes a vivir como tu hijo amado, en Santidad. Quiero caminar contigo,
Madre de la Esperanza, hoy y cada día de toda mi vida.
Padre Nuestro, 3 Ave María y Gloria.
Día 2: Humilde
y Santa.
Reflexión
Oh Virgen María, acabas de oír, el más sorprendente
anuncio: “Concebirás en tu seno y darás a luz un hijo, a
quién pondrás por nombre Jesús”. Y tú, humilde y
santa, has dicho:” He aquí la esclava del Señor”. Qué
alegría tenerte como el mayor ejemplo de Santidad y de
humildad, y de saber que en ti se cumplió la profecía:
“Porque miró el Señor la bajeza de su esclava, me
llamarán dichosa todas las generaciones”. Aquí estoy
Madre, quiero aprender tu lección y también imitar tu
conducta. Hazme humilde y Santo en este camino
emprendido.
Día 5: Llévame
al Cielo.
Reflexión
Caminar contigo en la esperanza es sentirse dichoso,
porque te puedo decir “Llévame al Cielo”, para
contemplar tu amor y sobre todo encontrarme con
Jesús. Hoy siento que eres mi Maestra y eres mi mayor
modelo de discípula, siempre serás mi modelo a seguir
para vivir en plenitud el Cielo Prometido. Madre
amable, cuando el pueblo camina en tinieblas, le das la
alegría de ver un gran resplandor, porque brilla la luz
de Jesús en ti.
Día 9: Nace
Una Esperanza.
Reflexión
Celestial Princesa, Madre en el dolor y en la alegría. Tú, que fuiste fiel hasta el extremo,
fiel en la cruz, fiel a Jesús. Guía mis pasos como lo hiciste con aquella Iglesia Naciente,
porque siempre tuviste en tu corazón la esperanza de la Victoria sobre la muerte en la
Cruz. Madre, en el Calvario, en medio de aquél océano de amargura, fuiste consuelo para
tu Hijo, fortaleciendo y dando esperanza. Tú, que eres auxilio de tus hijos frente a cada
dificultad, alienta y fortalece, con la confianza que siempre nos enseñaste. Porque todo lo
colocaste en manos de nuestro Padre, el Buen Dios.
Padre Nuestro, 3 Ave María y Gloria.