Sistemas Termodinámicos
Sistemas Termodinámicos
Sistemas Termodinámicos
Ahora bien, nos interesa saber en qué condiciones se dan (por ejemplo a qué
temperatura y presión) se dan los cambios físicos o químicos para propiciarlos o
evitarlos, ya que hay algunos que queremos propiciar, como la reacción química del
producto que queremos elaborar, y evitar otros, como la corrosión de los metales
con que están hechos nuestros implementos de trabajo y tuberías.
Pero también nos interesa con qué velocidad se dan, en otras palabras, cuánto
tiempo se tardan en darse esos cambios que queremos propiciar (o acelerar) o
evitar (o retardar). Al respecto, tenemos la tendencia a creer que los cambios
suceden instantáneamente, lo cual no es así. Si introducimos una pastilla de
alkaseltzer en un vaso de agua a temperatura ambiente, ésta se disolverá
rápidamente, pero si queremos transformar un pedazo de carbono en modo grafito,
en un diamante, además de someterlo a una presión elevada, debemos esperar un
cierto tiempo. Pero una vez que lo hemos logrado, al dejar de someter el diamante
a dicha presión, el debería volverse a convertir en grafito, sin embargo el tiempo
que tardará, según los cálculos hechos, es mayor que la duración del universo, por
lo tanto, los amantes de los diamantes no deben preocuparse de que éstos se
vuelvan a convertir en grafito!.
Ambos aspectos de los cambios (En qué condiciones y a cuánta velocidad ocurren
dichos cambios) los analiza la Fisicoquímica; el primero a través de la
Termodinámica y el segundo a través de la Cinética y de los Fenómenos de
Transporte.
Siempre que se utiliza la Termodinámica para estudiar algo –la atmósfera, el motor
de un carro, el mar Mediterráneo, una taza de café– es importante delimitar lo que
estudiamos y su relación con todo lo demás. Básicamente, lo que hacemos es dividir
conceptualmente el Universo entero en dos partes: lo que estudiamos y el resto. La
parte del Universo en la que nos estamos fijando es el sistema, y todo el resto del
Universo se denomina entorno (a veces ambiente y otros similares).
Esto puede parecer una estupidez, pero tener claro dónde empieza y termina
nuestro objeto de estudio, y cómo puede intercambiar materia y energía con el resto
del Universo, es esencial: la Fisicoquímica a través de la Termodinámica estudia los
flujos de energía y materia entre el sistema y el entorno, entre partes del sistema, y
la conversión de unas formas de energía en otras. Sería igual de tonto estudiar la
economía de un conjunto de personas sin tener en cuenta a qué personas
exactamente estamos estudiando y, además, mediante qué mecanismos ese grupo
de personas pueden realizar transferencias de dinero hacia o desde el exterior. Un
gran número de errores al estudiar cualquier sistema físico utilizando la
Termodinámica se debe a la confusión acerca de una de estas dos cosas: qué es
exactamente lo que estamos estudiando, y cómo puede interaccionar con su
entorno.
Como puedes comprender, los sistemas abiertos son los más difíciles de estudiar
con precisión, ya que predecir el comportamiento futuro del sistema requiere saber
qué va a pasar con el entorno. Pero, por otro lado, hablando estrictamente, todos
los sistemas reales son abiertos. El resto de clasificaciones son, como he dicho
antes, abstracciones. Cualquier parte del Universo puede intercambiar materia y
energía con su entorno.
¿Por qué entonces no dejarlo aquí? Porque los demás tipos de sistemas son
muchísimo más fáciles de atacar teóricamente, y en muchas ocasiones suponer que
se cumplen las restricciones que los definen es una aproximación muy buena. De
modo que sigamos con ellos.
Es posible incluso restringir más los sistemas cerrados si sólo pueden intercambiar
un tipo de energía específico con el entorno, pero no quiero llenarte la cabeza con
demasiados nombres para empezar, de modo que dejaremos esos refinamientos
para cuando hablemos de calor y de trabajo.
El sistema aislado por excelencia: el Universo (NASA, imagen de la misión WMAP).
Una vez definido el sistema que vamos a estudiar, podemos modelarlo a través de
una serie de variables, para poder predecir su comportamiento en el futuro. Una vez
más, el estudio completo requeriría una cantidad ingente de variables, pero es
posible abstraer las cosas hasta cierto punto y ceñirnos a unas cuantas que sean
relevantes al tipo de procesos que estudia la Termodinámica, y relativamente fáciles
de estudiar: las variables termodinámicas.
Variables termodinámicas
Como decimos, la mayoría de los sistemas que estudia la Termodinámica son
tremendamente complejos, pero es habitual estudiarlos a través de una serie de
variables que los definen, las variables termodinámicas. Cuantas más variables se
escojan, más completa será la visión que tengamos del sistema… y más difícil
trabajar con ellas. Lo habitual es utilizar unas cuantas, y en este curso nos
centraremos principalmente en unas que conoces en mayor o menor medida:
temperatura, presión, volumen, densidad y cantidad de las diversas sustancias que
los componen.
El conjunto de los valores de todas las variables que hayamos elegido para describir
el sistema define el estado del sistema en un momento dado. Por ejemplo, si para
un sistema determinado medimos únicamente la temperatura y la presión, el par de
variables (150 K, 25 000 Pa) define el estado de nuestro sistema –no te preocupes
si no sabes a qué se refieren los números o unidades, simplemente fíjate en que
dos números definen el estado de nuestro sistema–. Si un rato más tarde la
temperatura es de 150 K y la presión de 25 000 Pa otra vez, en lo que a nosotros
respecta el estado del sistema es el mismo; si la presión es de 20 000 Pa, el estado
será, claro está, diferente.
Si nuestro objetivo es forzar a que una variable del sistema tenga un valor fijo,
necesitamos justo lo contrario: un sistema “con mucha inercia”, o lo que es lo mismo,
algo que apenas cambie su propio estado en algún aspecto determinado –como la
temperatura–, pero que modifique mucho lo que tiene cerca. Este tipo de sistema
es lo que se denomina un depósito, (también foco o reservorio). Emplearlos es útil
cuando queremos asegurarnos de que alguna variable determinada del sistema que
estudiamos tiene un valor fijo (o lo más fijo posible), o cuando las propias
circunstancias del sistema hacen que exista un depósito de manera natural, en cuyo
caso el concepto es útil porque nos permite olvidarnos de una variable que no va a
cambiar.
Ideas clave
Si has conseguido llegar hasta aquí sin dormirte, éstos son los conceptos que deben
haberte quedado claros para afrontar el resto del curso:
La Termodinámica estudia la transferencia de energía de un sistema a otro
mediante mecanismos como Calor y Trabajo y las magnitudes relacionadas.