La Liturgia Y Las Celebraciones Litúrgicas

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La liturgia Y Las celebraciones litúrgicas

PRINCIPALES FUNCIONES DE LOS ACÓLITOS EN EL ALTAR.

Cada vez que vamos a Misa, nos preguntamos qué es lo que hacen, el grupo de acólitos o monaguillos. Ellos
prestan un servicio sencillo, eficaz y oportuno, con conocimiento de lo que hacen y por qué lo hacen. Están
siempre atentos a facilitar lo necesario para la celebración. Toda celebración requiere de un equipo de acólitos.
Así: una celebración eucarística sencilla necesita DOS monaguillos, una solemne SIETE y cuando preside el
Obispo NUEVE.
Vamos a presentar las funciones más importantes que realizan los acólitos en el altar, para ello seguimos el
orden de la procesión inicial.
1.- TURIFERARIO. 2.- EL CRUCIFERARIO. 3.- LOS CEROFERARIOS. 4.- EL NAVETERARIO. 5.- EL ACOLITO DE LA
CREDENCIA. 6.- EL ACOLITO DEL LIBRO. 7.- LOS ACÓLITOS DE LA MITRA Y EL BÁCULO.

1.- EL TURIFERARIO. ES EL ENCARGADO DE LLEVAR Y MANEJAR EL INCENSARIO. Antes de la celebración:


prepara el incensario, colocando algunos carbones encendidos en el incensario, para que estén listos en el
momento de hincar la procesión. Durante la celebración debe cuidar en mantener encendidos los carbones. En
la procesión de entrada: antes de iniciar presenta el incensario a quien preside la celebración para que le ponga
incienso. Para abrir y presentar el incensario, es necesario tomarlo con la mano izquierda, para que con la
mano derecha podamos jalar la cadena deslizable. Una vez abierto, la cadena deslizable se sostiene con la
mano izquierda y con la mano derecha, especialmente con los dedos índice, medio y pulgar, se toman las
cadenas que sostienen al sahumerio, lo acerca lo más posible hacia el y lo eleva a la altura de la mano del que
preside para presentarlo. Cuando quien preside ha puesto el incienso, se cierra el incensario y se lo cambia de
mano para iniciar la procesión. Es el primero en la procesión. Con la mano derecha lleva el incensario y la
izquierda sobre el pecho. En el altar: al llegar hace reverencia y se coloca al lado derecho del altar y espera a
que llegue quien preside la celebración, lo entrega para que inciense el altar, el Cristo, la Virgen y la imagen del
Patrono. Al terminar la incensación quien preside se lo entrega y se va a su lugar correspondiente. En la lectura
del Evangelio: en la aclamación antes del Evangelio el turiferario va hacia quien preside, para presentar el
incensario. Una vez que ha puesto el incienso se retira y se dirige en procesión hacia el ambón. Entrega el
incensario a quien va a leer el Evangelio para que inciense, terminada la incensación recibe el incensario y
permanece junto al ambón. Al terminar la lectura del Evangelio se retira a su lugar correspondiente. En el
ofertorio: presenta de nuevo el incensario a quien preside, puesto incienso lo entrega para que inciense las
ofrendas, el altar y el Cristo. Al terminar recibe el incensario para incensar a quien preside, a los demás
sacerdotes, si los hay, y luego al pueblo en general. 1 En la consagración: va frente al altar y cuando el
sacerdote eleva la Hostia Consagrada, inciensa con tres movimientos dobles, centro, izquierda y derecha; lo
mismo hace cuando eleva el cáliz con el Vino Consagrado.

2.- EL CRUCIFERARIO. ES EL ENCARGADO DE CARGAR LA CRUZ PROCESIONAL O CRUZ ALTA. La cruz procesional
se utiliza sólo en dos momentos: en la procesión de entrada y en la procesión de salida. En la procesión de
entrada: se coloca detrás del turiferario y en medio de los dos ciriales y camina hacia el altar. Al llegar coloca la
cruz en su respectivo lugar, en su tripie. En la procesión de salida: es el quien inicia la procesión de salida junto
con los dos ciriales, rumbo a la sacristía.

3.- LOS CEROFERARIOS. SON LOS ENCARGADOS DE PORTAR LOS CIRIALES. En la procesión de entrada: se
colocan a los lados de la cruz procesional, uno a la izquierda y el otro a la derecha, y avanzan hacia el altar. Al
llegar van a sus respectivos lugares en el presbiterio. En la lectura del Evangelio: van en procesión hacia el
ambón con el turiferario y legando se colocan uno a la derecha y otro a la izquierda. Terminada la lectura
regresan a sus respectivos lugares. En el momento de la consagración: se colocan frente al altar, izquierda y
derecha, se hincan y permanecen así hasta que termina. Al concluir la consagración se retiran a sus respectivos
lugares. Al terminar la celebración: recibida la bendición, hacen reverencia al altar y salen en procesión hacia la
sacristía.

4.- EL NAVITERARIO. ES EL ENCARGADO DE LLEVAR LA NAVETA CON INCIENSO. Antes de la celebración: el


naviterario procure que la naveta tenga suficiente incienso. Su función principal es abastecer de incienso al
turiferario durante la celebración litúrgica. Su lugar es a la izquierda del turiferario, cada vez que presente el
incensario. En la procesión de entrada: antes de iniciar la procesión, le entrega la naveta cerrada al diácono,
para que esté la presente a quien preside, si no hay diácono, el mismo naviterario presenta la naveta abierta al
que preside. Una vez que ha puesto incienso el naviterario se coloca detrás de los ceroferarios, junto al acólito
de la credencia. En la lectura del Evangelio: en la aclamación antes del Evangelio va a la sede junto con el
turiferario, si hay diácono le entrega la naveta cerrada.

5.- EL ACOLITO DE LA CREDENCIA. ES EL ENCARGADO DE PREPARAR EN LA CREDENCIA TODO LO QUE SE VA A


NECESITAR EN EL ALTAR Y TAMBIÉN ES EL QUE HACE LAS VECES DEL CEREMONIERO CUANDO NO LO HAY.
Antes de la celebración: el acólito prepara la credencia, es decir, la mesa pequeña que está a un lado del altar,
que sirve para poner en ella todas las cosas que se van a utilizar en la celebración de la Eucaristía. Sobre la
credencia pone el cáliz ya preparado (purificador, patena y hostia, palia y corporal), patena o copón con
hostias, las vinajeras con agua y vino, el lavabo (jarra con agua, palangana y toalla) platillo para la comunión.
Prepara los libros, Misal Romano, Leccionario y el de la Oración de los Fieles, y los micrófonos. Si hay
concelebrantes, es decir, más sacerdotes, pone suficientes hostias para ellos y los purificadores necesarios. En
la procesión de entrada: si no hay diácono o ceremoniero, se coloca a la derecha de quien preside para
asistirlo. En el ofertorio: lleva de la credencia al altar, todo lo que se ha preparado (cáliz, copón o patena con
hostias, vinajeras). En la consagración: cuando se entona el canto del santo, si hay sacerdotes concelebrantes
entrega los libros de la concelebración. Después de la consagración: tiene listo un micrófono para el momento
correspondiente a cada concelebrante, y después de la Doxología retira los libros de los celebrantes. Después
de la comunión: está atento a la purificación con la vinajera del agua y ayuda a retirar las cosas ya purificadas,
llevándolas a la credencia.

6.- EL ACOLITO DEL LIBRO. ES EL ENCARGADO DE LLEVAR EL MISAL ROMANO Y EL LIBRO DE LA ORACIÓN
UNIVERSAL DE LOS FIELES. Antes de la celebración: el acólito prepara el Misal Romano y el Libro de la Oración
Universal de los Fieles, los presenta a quien preside la Eucaristía para que los revise. En la procesión de
entrada: se forma detrás del que preside. En el altar: una vez que ha llegado a la sede quien preside presenta
abierto el Misal Romano en la primera parte de los “ritos iniciales”, hasta donde concluye el “acto penitencial”.
Mientras se entonan las aclamaciones laudativas: “Señor, ten piedad” y el “himno del Gloria” (cuando la liturgia
del día lo prescriba) lo retira un poco. Al concluir las aclamaciones laudativas lo presenta nuevamente, abierto
en la Oración Colecta, terminada está se retira. Al finalizar la homilía: presenta el Misal Romano en la
“Profesión de Fe”, o “Credo” (cuando la liturgia del día lo prescriba). Al terminar presenta el libro de la oración
universal de los fieles. En el ofertorio: al terminar la incensación, si esta tuvo lugar, coloca el Misal Romano en
el altar, sino hubo se coloca cuando es llevado el cáliz al altar. Al terminar los ritos de la comunión, retira el
Misal Romano del altar y lo lleva a la credencia. Después de la comunión: al concluir la comunión prepara el
Misal Romano en loa Oración después de la Comunión. Concluida la oración cambia a la página para la
bendición final, concluida la bendición se retira y deja el Misal en la credencia y se prepara para la procesión de
salida. Su lugar en la procesión es el mismo que al inicio.

7.- LOS ACÓLITOS DE LA MITRA Y EL BÁCULO. SON LOS ENCARGADOS DE AYUDAR AL OBISPO A CARGAR LA
MITRA Y EL BÁCULO, LLEVAN SIEMPRE UN PAÑO DE HOMBROS PARA SOSTENERLOS. Si el que preside es el
Obispo, los acólitos de mitra y báculo van siempre detrás del Obispo para asistirlo. El de la mitra va siempre a la
derecha y el del báculo a la izquierda. Indicamos los momentos más importantes en los que el obispo utiliza la
mitra y el báculo:
a.- Cuando el Obispo va en la procesión lleva siempre puesta la mitra y el báculo en la mano izquierda.
b.- Cuando está sentado tendrá solamente puesta la mitra.
c.-Cuando se levanta para hacer una oración se retira la mitra y la sostiene el acólito.
d.-En el momento de la proclamación del Evangelio, tiene consigo solamente el báculo.
e.-Cuando termina el Evangelio y comienza la homilía se retira el báculo y se le entrega la mitra.
f.-La homilía la puede decir con mitra y báculo, o solamente con la mitra.
g.-Cuando el Obispo se acerca al altar lleva la mitra, antes de presentar el pan y el vino se le retira.
h.-Al comenzar el prefacio, se le retira el solideo y se le vuelve a entregar hasta después de la comunión,
cuando ya se ha reservado el Santísimo.
i.-La oración después de la comunión, la hace de pie y con mitra.
j.-En el momento de la bendición se le entrega el báculo.
k.-En la procesión final sale con la mitra y el báculo en la mano izquierda hacia la sacristía.
l.-Una vez hecha la reverencia al Cristo, en la sacristía, se concluye la celebración Eucarística y se le retira la
mitra y el báculo, para guardarlos.
POSTURAS Y MOVIMIENTOS DE MONAGUILLOS.
En la Eucaristía nuestro cuerpo también alaba a Dios. |La actitud que tomamos en la Eucaristía indica mucho
de nuestro diálogo con Dios. Cada una de nuestras actitudes y posturas tienen un significado propio, de manera
que no debemos descuidar la manara de alabar a Dios con nuestro cuerpo. Siendo acólito, tu postura adecuada
es una guía y una ayuda para la correcta participación de la asamblea en la Eucaristía. A continuación
encontrarás descritas algunas actitudes y posturas y su recta manera de realizarse.

1.- PERSIGNARSE. Es hacer tres cruces con el pulgar con la mano derecha, la primera en la frente, la segunda
en la boca y la tercera en el pecho. Durante la misa se persignara al inicio del Evangelio.

2.- SANTIGUARSE. Se hace una cruz con la mano derecha extendida, desde la frente hasta el pecho y desde el
hombro izquierdo hasta el derecho. Durante la misa se santigua al inicio y al final de la celebración. Para que
sea bien realizado el persignarse o el santiguase es necesario hacer la señal de la cruz de una forma pausada
completa y reflexiva.

3.- LA INCLINACIONES. Las inclinaciones es un acto de reverencia a Dios, a los santos y a los ministros sagrados.
La inclinación es de cabeza. Las inclinaciones de cabeza se hacen bajando toda la cabeza y doblando un poco la
espalda, la harás: a) Al salir de la sacristía para ir al altar y al volver a ella después de la misa, hacia la cruz. b) A
la bendición final. c) Cada vez que pases frente al altar, por ser digo de Cristo (hasta antes de la consagración).

4.- LA GENUFLEXIÓN. Es un acto de adoración y reverencia a Dios, mayor que la inclinación y consiste en doblar
la rodilla derecha hasta el suelo. Para hacerla bien debe procurase que la rodilla derecha roce o toque el pie
izquierdo, estando de frente a las especias consagradas, o al sagrario, teniendo rectos el cuerpo y la cabeza.

5.- AL ESTAR DE PIE. Estarás recto, los pies juntos, en posición firme, sin inclinar el cuerpo a la derecha ni a la
izquierda. Tendrás la cabeza recta no inclinada a uno de los lados y sin voltear atrás.

6.- AL ESTAR ARRODILLADO. Estarás con el cuerpo recto. No te apoyes ni te sientes sobre las rodillas porque es
una actitud poco respetuosa.

7.- AL ESTAR SENTADO. Pondrás las manos extendidas y planas un poco más arriba de las rodillas. Tendrás las
piernas juntas y los pies en posición natural, tocando el suelo. También puedes permanecer con los brazos
cruzados, con la cabeza y la espalda recta.

8.-AL IR DE UNA A OTRA PARTE. El paso ha de ser moderado sin correr si precipitarse. Hay que evitar un
defecto: cruzar el presbiterio continuamente durante la celebración sin ninguna necesidad porque con ello se
distrae la asamblea.

9.- AL ENTRAR A LA IGLESIA. Saludarás a Jesús, arrodillándote y orando en silencio durante unos momentos.

10.- AL SALIR DE LA IGLESIA. Te arrodillarás orando unos momentos ante Jesús y saldrás de la Iglesia, después
de santiguarte y hacer una genuflexión.

11.- LAS MANOS JUNTAS. Se tienen las manos juntas poniendo los dedos extendidos y tocando una palma con
la otra. Se tienen en esta forma durante una procesión o al estar de pie. Fuera de estos casos se pueden tener
los brazos cruzados.

12.- AL RECIBIR UN OBJETO. Por regla general, te servirás de la mano derecha para dar y recibir algún objeto.
Teniendo ocupada la mano derecha se pone la izquierda encima del pecho extendida y plana.

13.- AL REALIZAR ALGÚN MOVIMIENTO. Procurando ser exacto en hacer las acciones comunes al mismo tiempo
y de la misma manera, como levantarse, inclinarse, hacer genuflexión, caminar, etc... Harás los movimientos
pausadamente, con naturalidad, sin brusquedad y sin

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