GCH-Los Inmigrantes
GCH-Los Inmigrantes
M. Cecilia Hwangpo
Hamilton College, Clinton NY
ESCENA 2
Da. JUANITA – Dónde iré yo sola, sin una ayuda, sin fuerzas…
D. VALENTIN – Y yo… Y yo… ¡Dios mío! Qué triste invierno
que me espera… sin un amigo, sin un amor.
Da. JUANITA – Don Valentín… Don Valentín… qué desgracia-
dos somos, morir en la más completa soledad. ¡Dios mío!... no
me abandones… ¡Ayúdame!...
.
.
FRANCISCO – (Levantándose. Ha sentido hablar y no sabe
dónde: luego maquinalmente se acuesta a los pies de don Va-
lentín). Abuelito, tengo frío. (127-8)
MERCEDES –
El negrito es una alhaja...
trabajador y sin vicios...
CAYETANA – (con ínfulas)
¡Repará que yo soy parda...
22 M. CECILIA HWANGPO
FRANCISCA: –criolla
Dende que sos capataz,
ya naide nos paga un cobre...
y hay aquí... cuatro atorrantes
que nos funden a calotes
JOSE: –gallego
Francisca, que es San José...
Mi chinita, nun te enojes... (la acaricia)
Que ya ha empezadu la fiesta...
Que hay invitaos... (señala la pieza 14)
.
.
MANISERO: –italiano
Oh! mío Dio, ¿cóme e cuesto?
Me han cutilado il traque!
Mi vado a la pulecía,
per la madona, a dar parte! (19 y 33)
Por otro lado Carmela, en Los primeros fríos, es una mujer cruel
y avara. El inmigrante que sale de la pobreza dejando su tierra na-
tal para buscar una oportunidad mejor no puede derrochar; y para
lograr sus propósitos, trabaja día y noche, ahorra hasta el último
centavo que ha ganado con su sudor y arduo trabajo. Por consi-
guiente adquiere un nuevo apellido: “avaro”, “mezquino”. Y de esta
manera son representados los inmigrantes de clase baja, los prole-
tarios, especialmente los italianos. El Peón 1 en La gringa, dice que
los gringos son desalmados y están podridos en plata. Carmela es
tan avara que esconde las comidas cuando ella sale de casa para
que los otros no puedan comer. Cuando descubre que Francisco, su
hijo y don Valentín, su suegro, han estado comiendo a sus espaldas,
no puede contener su enojo.
NOTAS
1. Casadevall dice lo siguiente: En 1872, la tercera parte de la población de la
Provincia de Buenos Aires era extranjera. En 1912, los extranjeros com-
prendían las dos terceras partes de los habitantes de la Capital: los italia-
nos ocupaban la mitad de esa porción y los españoles el 20% de la misma.
En 1914 , menos de una cuarta parte de los jefes de ellos eran argentinos
nativos. En 1936, solamente el 35% de las familias de la Capital tenían
padres oriundos del país o argentinos naturalizados. (Casadevall, La evolu-
ción… 49).
2. Según Abel Posadas, entre 1890 y 1930 se desarrolla la "época de oro" del
teatro rioplatense. Por esos años se forma en Buenos Aires un grupo con
sus costumbres y necesidades: la clase media, y Buenos Aires proporciona
los temas y la diversión barata (II,III). Domingo Casadevall explica que el
"sainete criollo", con las características propias del ambiente de las orillas
porteñas y modalidades cosmopolitas, nace como consecuencia y continua-
ción de la tradición artística, el género chico español. Esta segunda etapa
del teatro nacional iniciada por los hermanos Podestá, se enriquece desde
fines del siglo XIX con las obras de Nicolás Granada, Florencio Sánchez,
Roberto J. Payró, Gregorio de Laferrère, entre otros; y resplandece hasta el
año 1925 con Carlos Mauricio Pacheco, Alberto Novión, Pedro E. Pico y
otros (La evolución… 39-40 y El teatro… 27).
3. Josefina Ludmer dice lo siguiente sobre las fronteras reales e imaginarias:
“Las fronteras proliferan al infinito y los desplazamientos no sólo ocurren
en el espacio "real" sino también en el espacio cibernético y también en el
psicológico, interno. Y emerge un vocabulario diferente, una máquina de le-
er diferente: flujo, velocidad, intersecciones, posicionalidades, cruces,
márgenes, exceso y caos” (10).
4. Florencio Sánchez nació en Uruguay, pero realizó su carrera literaria en Ar-
gentina. Su carrera como autor teatral comenzó a florecer con el estreno de
su primera obra de gran éxito: M’hijo el dotor. Alberto Novión nació en
Francia, pero igual que Sánchez, realizó su carrera en Argentina. Fue un
autor prolífico, entre sus mejores obras se encuentran Los primeros fríos, La
cantina y La fonda del Pacarito.
5. Pérez Amuchástegui dice lo siguiente: “Como las casas eran siempre gran-
des, y como faltaba siempre dinero en este Buenos Aires devorador, las fa-
milias alquilaban piezas: primero las sobrantes; luego se apretaban un po-
co... y muy pronto fue negocio hacinarse y alquilar el resto de la casa. Así
proliferó el inquilinato, que en los barrios porteños adquirió características
peculiarísimas y se conoció con un nombre muy elocuente: conventillo” (148-
9).
6. Esta obra refleja la cruda realidad de los inmigrantes y criollos pobres de la
época. También se desarrolla en el conventillo en donde varias familias –
gringos y criollos– viven. La familia de Carmela es la protagonista de la
obra. Carmela, después de la muerte de su esposo se convierte en el 'hom-
bre' de la casa. Cruelmente esconde la comida de su suegro, un anciano que
no puede trabajar, y hace que sus hijos, José y Francisco, trabajen sin ce-
sar. Al final, José se va con Mercedes y Don Valentín, sin la protección de
su nieto, José, es echado de la casa por Carmela.
7. Según Pérez Amuchástegui, aculturación es la adaptación del “gringo” a la
cultura rioplatense tradicional, y la inculturación es la influencia de moda-
lidades “gringas” en esa misma cultura (437). Por otro lado, Fernando Or-
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tiz sugiere el uso del vocablo transculturación ya que éste comprende todas
las fases del proceso: aculturación, inculturación, desculturación, neocultura-
ción. (96).
8 Es una obra de choques entre el criollo y el gringo. Don Cantalicio ha vivido
toda su vida pastoreando sus vacas obteniendo lo necesario sin mayores
preocupaciones. Sin embargo, el gringo Nicola trabaja con mucho esfuerzo
sembrando la tierra con más máquinas modernas. Los dos personajes son
los estereotipos del criollo y el extranjero: el primero es conservador y no le
gusta esta llegada de los inmigrantes y el segundo es trabajador y avaro.
El hijo de Cantalicio, Próspero, está a favor de la modernización de la tierra
y al no poder sembrar la tierra de su padre, trabaja para Nicola. Se ena-
mora de la hija de Nicola, Victoria, "la gringa". Cuando Nicola se entera de
los amores de su hija, se enoja y despide a Próspero ya que él piensa que
todos los criollos son vagos. Para demostrar lo contrario, Próspero se va del
pueblo para trabajar con míster Daples y aprende el oficio de trillador. Al
final Nicola le permite que su hija se case con Próspero cuando se entera
del embarazo de su hija.
9. Casadevall afirma que “En este país de base ibérica, sin mayor mezcla de
sangre india ni negra, el español de Andalucía y de Castilla se encontraba
poco menos que en su propia casa en punto a idioma y a manera de sentir.
Por su parte, los vascos y gallegos aprendían el castellano y adoptaban las
maneras de los nativos con la mayor naturalidad. En cambio, el italiano,
con paciencia y astucia, compensaba la inferioridad en la que lo colocaba su
condición de verdadero extranjero. Sabía reprimir sus pasiones mientras
guardaba sus provechos futuros y manifestaba un comportamiento manso
ante el poderoso y el burlón, a fin de captarse la confianza y suscitar pro-
tección. Por tales motivos el italiano, en la mayoría de los casos, se argenti-
nizaba con mayor disposición que el español” (Buenos Aires… 38).
10. *gripe
**borrachera
***caballo flaco o endeble
11. *Desgracia, mala suerte.
**Lo favorable o una persona simpática y de espíritu amplio.
***Dormir.
12. José, italiano y Mercedes, criolla, en Los primeros fríos, se escapan juntos
del conventillo. Esta unión en un lugar diferente parece ser la solución de
tantos problemas.
MERCEDES – Si aquí no nos podemos amar, vámonos, lejos, yo te seguiré
donde tú quieras.
JOSE – ¡Mercedes!...
MERCEDES – ¡José mío!... (Novión 118).
OBRAS CITADAS
Blanco Amores de Pagela, Angela. Iniciadores del Teatro Argentino. Bs. As.: Mi-
nisterio de Cultura y Educación, 1961.
LOS INMIGRANTES EN EL TEATRO ARGENTINO 29
1 Casadevall dice lo siguiente: En 1872, la tercera parte de la población de la Provincia de Buenos Aires era extranjera. En 1912, los extranjeros comprendían las dos terceras partes de los habitantes de la Capital: los italianos ocupaban la mitad de esa porción y los españoles el 20% de la misma. En 1914 , menos de una cuarta parte de los jefes de ellos eran argentinos nativos. En 1936, solamente el 35% de las familias de la Capital tenían padres oriundos del país o argentinos naturalizados. (Casadevall, La evolución… 49).
2 Según Abel Posadas, entre 1890 y 1930 se desarrolla la "época de oro" del teatro rioplatense. Por esos años se forma en Buenos Aires un grupo con sus costumbres y necesidades: la clase media, y Buenos Aires proporciona los temas y la diversión barata (II,III). Domingo Casadevall explica que el "sainete criollo", con las características propias del ambiente de las orillas porteñas y modalidades cosmopolitas, nace como consecuencia y continuación de la tradición artística, el género chico español. Esta segunda etapa del teatro nacional iniciada por los hermanos Podestá, se enriquece desde fines del siglo XIX con las obras de Nicolás Granada, Florencio Sánchez, Roberto J. Payró, Gregorio de Laferrère, entre otros; y resplandece hasta el año 1925 con Carlos Mauricio Pacheco, Alberto Novión, Pedro
En La gringa, durante la aprobación del casamiento de Victoria y Próspero, esta sugerencia es mucho más fuerte. La unión traerá armonía y paz entre todos los habitantes del lugar, además creará una raza más fuerte.
HORACIO – ¡Mire qué linda pareja!... ¡Hija de gringos puros... hijo de
criollos puros!... De aquí va a salir la raza fuerte del porvenir (Sánchez 228)
Obras citadas
Blanco Amores de Pagela, Angela. Iniciadores del Teatro Argentino. Bs. As.: Ministerio de Cultura y Educación, 1961.
Brunner, José Joaquín. Cartografías de la modernidad. Chile: Dolmen Ediciones, 1994.
Casadevall, Domingo. La Evolución de la Argentina vista por el Teatro Nacional. Bs. As.: Ediciones Culturales Argentinas, 1965.
---. Buenos Aires. Arrabal. Sainete. Tango. Bs. As.: Compañía General Fabril Editora. S. A., 1968.
---. El Teatro Nacional. Sinopsis y perspectivas. Bs. As: Ediciones Culturales Argentinas, 1961.
Cerutti Guldberg, Horacio (pres.). El problema de la identidad latinoamericana. México: Univ. Nacional Autónoma de México, 1985.
Daireaux, Godofredo. Crisis de progreso, Comedias argentinas. Bs. As: Prudent Hnos, Moetzel & Cía., 1909.
De María, Enrique. Bohemia criolla. La colección El teatro argentino, 6. El sainete. Bs. As.: Capítulo, 1980 [1902].
Giles, Howard and Johnson, Patricia. "The Role of Language in Ethnic Group", John Turner and Howard Giles, Intergroup Behavior. Oxford: B. Blackwell, 1981.
Habermas, Jurgen. Communication and the Evolution of Society. Boston: Beacon Press, 1979.
Hall, Stuart. "Cultural Identity and Diaspora". En: Jonathan Rutherford (ed), Identity, Community, Culture, Difference. London: Lawrence &Wishart, 1990.
Ludmer, Josefina (comp.). "El Coloquio de Yale: máquinas de leer 'fin de siglo'", Las culturas de fin de siglo en América latina. Bs. As.: Beatriz Viterbo Editora, 1994.
Novión , Alberto. Los primeros fríos. La colección: El teatro argentino. 6. El sainete. Bs. As.: Capítulo, 1980 [1910].
Ortiz, Fernando. Contrapunteo cubano del tabaco y el azúcar. Venezuela: Biblioteca Ayacucho, 1978 [1940].
Pérez Amuchástegui, A.J. Mentalidades argentinas 1860-1930. Bs. As.: Eudeba, Ediciones Colihue, 1988.
Sánchez, Florencio. La gringa, Teatro Florencio Sánchez. Colección Literatura Latinoamericana. Cuba: Casa de las Américas, 1963 [1905].