Practica 1 Recristalizacion
Practica 1 Recristalizacion
Practica 1 Recristalizacion
Si el sólido se impurifica con alguna otra sustancia orgánica, la temperatura de fusión disminuye
en una proporción variable que dependerá del par de sólidos considerados y de la magnitud de
la impurificación. Paralelamente, el punto de fusión de la mezcla presenta un considerable
aumento en el rango de temperaturas durante el cual tiene lugar dicha fusión. Un efecto similar
se produce cuando el sólido está húmedo, por eso debe secarse bien antes de tomar el punto de
fusión.
La impurificación de un sólido orgánico con un producto inerte, como por ejemplo sales orgánicas,
partículas de vidrio, polvo,
etc., no produce descenso del
punto de fusión del sólido.
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Más sobre el punto de fusión
Fusión es el cambio desde una disposición muy ordenada de partículas en el retículo cristalino al
más desordenado que caracteriza a los líquidos. La fusión se produce cuando se alcanza una
temperatura a la cual la energía térmica de las partículas es suficientemente grande como para
vencer las fuerzas intracristalinas que las mantienen en posición.
Un compuesto iónico forma cristales en los que las unidades estructurales son iones. El cloruro
de sodio sólido, por ejemplo, está constituido por iones sodio positivos y iones cloruro negativos
que se alternan de un modo muy regular. Cada ion positivo está rodeado equidistantemente por
seis iones negativos uno a cada lado, uno arriba y otro abajo, uno al frene otro detrás. A su vez,
cada ion negativo está rodeado de forma análoga por seis positivos. No hay nada que podamos
llamar molécula de cloruro de sodio; un ion sodio determinado no «pertenece» a ningún ion
cloruro en particular, seis cloruros lo atraen por igual. El cristal es una estructura muy fuerte y
rígida, pues las fuerzas electrostáticas que mantienen a cada ion en posición son poderosas.
Estas poderosas fuerzas interiónicas solo se superan a una temperatura muy elevada: el cloruro
de sodio tiene un punto de fusión de 801°C.
Los cristales de otros compuestos iónicos son semejantes a los del cloruro de sodio, en el sentido
de que tienen un retículo iónico, aunque la disposición geométrica exacta puede ser diferente. En
consecuencia, estos también tienen puntos de fusión elevados. Muchas moléculas contienen
tanto enlaces iónicos como covalentes: el nitrato de potasio, KNO3, por ejemplo, está formado
por iones K+ y NO3−; los átomos de oxígeno y nitrógeno del ion NO3− se mantienen unidos entre
sí por enlaces covalentes. Las propiedades físicas de compuestos como este están determinadas
en gran medida por los enlaces iónicos; el nitrato de potasio tiene aproximadamente el mismo
tipo de propiedades físicas que el cloruro de sodio.
Un compuesto no iónico, aquel cuyos átomos se mantienen unidos entre sí por enlaces
covalentes, forma cristales en los que las unidades estructurales son moléculas. Para que ocurra
la fusión, deben ser superadas que mantienes juntas a estas moléculas; en general, estas fuerzas
intermoleculares son muy débiles, comparadas con las fuerzas que unen los iones. Para fundir el
cloruro de sodio debemos suministrar energía suficiente para romper los enlaces iónicos entre el
Na y el Cl; para fundir el metano CH4, no necesitamos suministrar energía suficiente para separar
moléculas de CH4 entre sí. Al contrario que el cloruro de sodio, el metano se funde a −183°C.
El punto de fusión de un sólido puede ser usado para determinar si dos compuestos son idénticos.
Imagine que posee un compuesto de estructura desconocida que funde a 120°-121°. ¿Es este
compuesto el ácido benzoico?. Para encontrar la respuesta debería mezclarse el compuesto
desconocido con una muestra autentica de ácido benzoico (p.f. 120°-121°) y determinar el punto
de fusión de la mezcla. Este punto de fusión es lo que se llama punto de fusión mixto. Si el
compuesto desconocido es acido benzoico el punto de fusión mixto permanecerá en 120°C −
121°C, debido a que las dos sustancias son la misma. Por el contrario, si el compuesto
desconocido no es acido benzoico el punto de fusión mixto será más bajo y el rango de fusión
será mayor. Para la identificación absoluta normalmente se requieren datos adicionales además
del punto de fusión mixto. Una comparación del punto de fusión del compuesto desconocido son
valores de la literatura normalmente es suficiente para identificar el compuesto debido a que
pueden existir cientos de compuestos con idénticos puntos de fusión.
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Otros comportamientos en la fusión.
Hidratos. Algunos compuestos pueden cristalizar con agua u otras moléculas de disolución
incorporadas en la red cristalina en una proporción definida. En el caso del agua estas moléculas
se llaman “agua de hidratación” y la combinación del compuesto y el agua se llama un “hidrato”.
Un hidrato funde a temperatura distinta que el compuesto anhidro.
Recristalización
Un sólido resulta ser más soluble en determinado solvente si se eleva la temperatura de este
último. Dicho en otras palabras, la mayoría de las sustancias solidas se solubilizan más en
caliente que en frio. Como consecuencia de esto, si disolvemos una sustancia en la menor
cantidad posible de un solvente caliente, al enfriar el sistema obtendremos parte del producto en
estado sólido (por disminución de la solubilidad en el solvente frio).
Cuando tenemos un sólido A impurificado con otro solido B (lo que quiere decir que la cantidad
de B es mucho menor que la de A, si no, no sería un sólido impurificado sino una mezcla de
solidos), al disolverlos en un solvente reemplazamos las interacciones entre las moléculas por
interacciones entre las moléculas y el solvente, lo que los mantiene en solución. Al bajar
gradualmente la temperatura del sistema, las interacciones con el solvente disminuyen y las
moléculas de A comienzan a agregarse formándose los primeros microcristales. Al llegar a la
temperatura ambiente, las moléculas de A se han reordenado dando lugar a un sólido cristalino
puro, mientras que B permanece en solución. No solamente B queda en solución sino que
también hay algunas moléculas de A solubles: esto se debe a que tanto A como B tienen una
cierta solubilidad en frio en un determinado solvente, y por lo tanto permanecerán en solución. Si
bien este hecho representa una pérdida de masa del compuesto A, dada la baja proporción de B,
es probable que todo B quede en solución al enfriar el sistema, obteniéndose de esta manera un
sólido A más puro que aquel del cual partimos. en este simple principio se basa la purificación
por re cristalización.
Requisitos de solvente.
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d) Que en lo posible no tenga un punto de ebullición demasiado bajo (se evaporaría durante
el proceso) ni demasiado alto (costaría mucho secar el precipitado obtenido)
e) Que no sea inflamable, toxico o perjudicial para el medio ambiente.
Cuando más lenta sea la precipitación, más puros serán los cristales obtenidos. en el caso de
insertarse una molécula de B en la red cristalina de A, esta se vería deformada e imperfecta. Una
precipitación lenta permitiría una redisolución de la zona defectuosa del cristal y una corrección
de la red por reemplazo de la molécula de B por una molécula de A.
Sin embargo, pueden existir casos en que la cantidad de solvente sea excesiva y se dificulte la
precipitación, en tales casos en conveniente enfriar el sistema con un baño de agua y hielo.
Se considera que A esta puro cuando coincida el punto de fusión de dos cristalizaciones
sucesivas.
Cuando las impurezas que presenta el sólido a purificar son insolubles en el solvente de re
cristalización, las mismas se eliminan por filtración al vacío.
• NUCLEACION
• CRECIMIENTO DE LOS CRISTALES
Nucleación
Es la asociación de moléculas de agua para formar una pequeña partícula ordenada y estable
(núcleos cristalinos).
• NUCLEACION HOMOGENIA
• NUCLEACION HETEROGENIA
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EXISTEN LIMITACIONES AL CRECIMIENTO DE LOS CRISTALES:
Estos 2 últimos factores implican alta viscosidad, baja movilidad de las moléculas.
Conceptos complementarios
Una molécula es polar cuando el centro de la carga negativa no coincide con el de la positiva. Tal
molécula constituye un dipolo: dos cargas iguales y opuestas separadas en el espacio. A menudo
se usa el símbolo → para caracterizar un dipolo, en el que la flecha apunta desde el extremo
positivo hacia el negativo. La molécula tiene un momento dipolar µ, que es igual a la magnitud de
la carga, e, multiplicada por la distancia, d, entre los centros de las cargas:
= ed
Siendo:
d = Longitud de enlace en cm
µ En unidades Debye, D
Es posible medir los momentos dipolares de moléculas por el momento que no puede describirse
aquí. Nos interesan los valores de los momentos dipolares como indicaciones las polaridades
relativas de diversas moléculas.
Es un hecho que ciertas moléculas son polares, lo que ha dado origen a la especificación de que
ciertos enlaces son polares, es conveniente considerar que la polaridad de una molécula es una
combinación de las polaridades de los enlaces individuales.
Moléculas como 𝐻2 , 𝑂2 ,𝑁2 , 𝐶𝑙2 , 𝐵𝑟2 tienen momentos dipolares nulos, o sea, no son muy polares.
Los dos átomos idénticos de cada una de estas moléculas tienen, por supuesto, la misma
electronegatividad y comparten electrones por igual; e es 0 y, por consiguiente, también lo es µ.
Una molécula como el fluoruro de hidrogeno tiene el considerable momento dipolar de 1,75 D. A
pesar de que es una molécula pequeña, el flúor, muy electronegativos, atrae fuertemente los
electrones: aunque d es pequeña, e es grande y, en consecuencia, µ lo es también.
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El amoniaco tiene un momento dipolar de 1.46 D, el cual podría considerarse como un momento
dipolar neto (una suma vectorial) resultante de los momentos de los tres enlaces individuales. El
momento dipolar de 1.84 D del agua se podría interpretar de forma similar.
¿Qué tipo de momento dipolar cabria de esperar para el trifluoruro de nitrógeno,𝑁𝐹3 , que es
piramidal como el amoniaco? El flúor es el elemento más electronegativo de todos por lo que sin
duda debería atraer fuertemente los electrones del nitrógeno; los enlaces N-F deberían ser muy
polares.
¿Cómo podemos explicar esto? Hemos olvidado el par de electrones no compartido. en el 𝑁𝐹3
(al igual que en el 𝑁𝐻3 ) este par ocupa un orbital 𝑠𝑝3 y debe contribuir con un momento dipolar
en dirección opuesta al del momento neto de los enlaces N-F; estos momentos opuestos son casi
de la misma magnitud y el resultado es un momento pequeño cuya dirección desconocemos. El
momento observado para el amoniaco se debe muy probablemente al par de no compartido,
aumentado por la suma de momentos de enlace. De modo análogo, los pares de los electrones
no compartidos del agua deben contribuir a su momento dipolar y, de hecho, al de cualquier
molécula en la que aparecen.
Los momentos dipolares pueden dar información valiosa acerca de la estructura de las moléculas.
Por ejemplo, pueden descartarse cual estructura para el tetracloruro de carbono que dé lugar a
una molécula polar basándose tan solo en el momento dipolar, que respalda así la estructura
tetraédricas, (sin embargo, no la confirma, puesto que se pueden concebir otras estructuras que
también darían como resultado una molécula no polar)
Los momentos dipolares de la mayoría de los compuestos no se han medido nunca para esas
sustancias debemos predecir la polaridad a partir de sus estructuras. Con nuestros conocimientos
sobre electronegatividad podemos estimar la polaridad de enlace; con los ángulos de enlace
podemos estimar la polaridad de las moléculas, considerando tanto los pares de electrones no
compartidos.
Solubilidad
Ahora bien, ¿Cómo son estos enlaces que se establecen entre el soluto y el disolvente?:
Consideremos primero el caso de los solutos iónicos.
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Se necesita una cantidad considerable de energía para vencer las poderosas fuerzas
electrostáticas que sostienen el retículo iónico. Solo el agua y otros disolventes muy polares
pueden disolver apreciablemente compuestos iónicos. ¿Qué tipos de enlaces se forman entre
iones y un disolvente polar? Por definición, una molécula polar tiene un extremo positivo y otro
negativo; por lo tanto, hay atracción electrostática entre un ion positivo y el extremo positivo y el
extremo negativo de una molécula de disolvente, y entre un ion negativo y la parte positiva de la
molécula de la molécula de disolvente. Estas atracciones se llaman enlaces ion – dipolo. Cada
uno de estos enlaces ion – dipolo es relativamente débil, pero en conjunto aportan suficiente
energía para vencer las fuerzas interiónicas del cristal. En la solución cada ion está rodeado por
muchas moléculas de disolvente, por lo que se
dice que esta solvatado; si el disolvente es
agua, se dice que el ion esta hidratado. En
solución, tanto en estado sólido como líquido,
la unidad de una sustancia como el cloruro de
sodio en el ion, aunque en este caso es un ion
solvatado (véase figura 1.4).
El agua debe sus relevantes propiedades como disolvente de sustancias iónicas, no solamente
a su polaridad y a su elevada constante dieléctrica, sino también a otro factor: contiene el grupo
–OH, por lo que puede formar puentes de hidrogeno. El agua solvatada tanto cationes como
aniones; los cationes en su polo negativo (básicamente, sus electrones no compartidos), y los
aniones, por medio de puentes de hidrogeno.
En la tabla 1.2 se recogen algunas características importantes de los disolventes de uso más
frecuente en la re cristalización de sólidos.
La mayoría de los compuestos orgánicos que carecen de hidrógenos capaces de formar puentes
de hidrogeno con disolventes hidroxilicos, tales como el agua, metanol y etanol, se disuelven con
bastante facilidad en éter, tolueno, acetato de etilo, cloroformo y otros disolventes no asociados.
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Los compuestos orgánicos que están asociados en estado líquido suelen ser también bastante
solubles en disolventes no polares, a menos que tengan dos o más grupos funcionales capaces
de formar enlaces de hidrogeno, y en la relación aproximada de uno de tales grupos funcionales
capaces de formar enlaces de hidrogeno, y en la relación aproximada de uno de tales grupos por
cada átomo de carbono. Así el n-propanol, 𝐶𝐻3 𝐶𝐻2 𝐶𝐻2 𝑂𝐻, y el ácido caproico, 𝐶𝐻3 (𝐶𝐻2 )4 𝐶𝑂𝑂𝐻,
son solubles en éter, pero la glicerina, 𝐻𝑂𝐶𝐻2 𝐶𝐻𝑂𝐻𝐶𝐻2 𝑂𝐻, que tiene un grupo OH por cada
atomo de carbono, el acido atípico, 𝐻𝑂2 𝐶 − (𝐶𝐻2 )4 − 𝐶𝑂2 𝐻, y la glucosa, 𝐻𝑂𝐶𝐻2 − (𝐶𝐻𝑂𝐻)4 −
𝐶𝐻𝑂, con cinco grupos OH para un número total de seis átomos de carbono, no lo son.
Los disolventes hidroxilicos fuertemente asociados, como son el metanol y el etanol, entre otros,
presentan un comportamiento en cuanto a capacidad de disolución, intermedio entre el agua y el
éter. En general, para los hidrocarburos y sus derivados halogenados son peores disolventes que
el éter, pero considerablemente mejores que el agua. Para los compuestos orgánicos que pueden
asociarse (compuestos polares) son unos disolventes excelentes. La acetona tiene una
capacidad como disolvente de compuestos polares mucho mayor que el etanol.
El cloroformo y el tetracloruro de carbono son unos disolventes excelentes para los compuestos
no asociados (compuestos apolares), aunque ecológicamente no son muy recomendables por su
elevado contenido de cloro.
a) Preparación de la muestra
0,1 - 0,2 g de cristales secos se pulverizan con una espátula o con la parte inferior de un tubo de
ensayo. Si la muestra se va usar en la determinación de un punto de fusión mixto se debe tomar
una mezcla 50:50 de los dos compuestos (aproximadamente, no es necesario pesar en la
balanza) y se pulverizan en un mortero para asegurar que la mezcla sea homogénea.
El capilar se introduce por su extremo abierto en el interior del solido pulverizado. Una pequeña
cantidad quedara en la parte superior del tubo capilar. La cantidad ideal es alrededor de 1 mm de
longitud. El tubo capilar se golpea por su extremo cerrado en la superficie de la meseta
(precaución: los tubos capilares son muy frágiles) hasta que el sólido pulverizado llegue hasta el
fondo del tubo.
Es importante que la muestra en el capilar sea solo de 1-3 mm y que quede firmemente
empaquetada.
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Constants of Compounds” donde se recogen los puntos de fusión de multitud de compuestos
orgánicos.
Se inserta el capilar en el tubo de thiele. Se calienta de manera rápida a 10°C por debajo del
punto de fusión esperando y a partir de ahí se calienta lentamente (1°C por minuto
aproximadamente). Como se indicó anteriormente la temperatura a la cual se observa la primera
gota de líquido es la temperatura más baja del rango de fusión y la temperatura a la cual la
muestra se convierte completamente en un líquido transparente es la temperatura superior del
rango de fusión. Aunque el punto final de la medida no suele presentar problemas la primera
temperatura sí que suele presentarlos pues algunos compuestos orgánicos modifican su aspecto
en las proximidades del punto de fusión. Estos cambios no indican el comienzo de la fusión.
Método A
Método B
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Si no se produjera la re cristalización de la aspirina, a la solución se le aplica frio mediante
sumergimiento de la solución (que estaba contenida en un vaso precipitado de 50 mL) en un vaso
precipitado de 500 mL con agua y hielo.
Si así no se produce cristales, echar la solución que contiene la aspirina en agua destilada con
hielo. La solución de agua con hielo más la aspirina se filtra nuevamente en un buchner, para
luego ser secada a temperatura ambiente y pesada en una balanza analítica.
Filtración al vacío
Prepare para filtrar su muestra colocando un papel del filtro en el embudo buchner y mojándolo
con el solvente limpio. Usted debe ver que el papel es succionado hacia abajo contra los agujeros
del embudo y el solventa debe atravesarlo rápidamente pasando al kitasato.
El filtro es de forma circular y de un diámetro igual o ligeramente inferior a la placa del embudo
pero que cubra todos los agujeros. Para ello, es necesario cortar un papel filtro circular para cubrir
todos los agujeros del embudo, pero menor que el circulo de la base del embudo, para que no
queden bordes por los que podría pasar el sólido. El papel se adhiere al embudo humedeciéndolo
y haciendo un poquito de succión.
Para filtrar su muestra, despacio decántela en el centro del papel del filtro. Use más solvente
limpio para enjuagar su beaker, de modo q todo el sólido sea filtrado.
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Filtro Pequeño Filtro Correcto Filtro Grande
Enjuague el sólido en el papel del filtro con más solvente limpio. Continúe arrastrando aire a
través del sólido, para evaporar cualquier solvente restante en su muestra.
Cuando usted haya acabado, desconecte el vacío por la conexión entre el frasco y la trampa.
filtración al vacío
1.3 Cuestionario
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