Monografía de Estaba La Pájara Pinta

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La Violencia en Estaba la pájara pinta sentada en el verde limón, de Albalucía

Ángel

Claudia Katherine Londoño Jaimes

2162541

Tercer examen escrito

Literatura Latinoamericana II

Bruno Longoni

Profesor

Universidad Industrial de Santander

Facultad de Ciencia Humanas

Escuela de Idiomas

Bucaramanga

2021
Muchas novelas han tratado el tema de la violencia en Colombia, pero ninguna
como Estaba la pájara pinta sentada en el verde limón (1975), de Albalucía Ángel.
Tan compleja resultó la obra en su momento, que críticos y lectores la ignoraron
por igual y, en comparación con esas “muchas novelas”, jamás alcanzó el éxito
editorial. Según Osorio (2005), el olvido prologando de esta obra se debe a la
triple marginación de género, de estética y de orden socio-político que sufren las
escritoras que consagran sus obras a la violencia que afectó, y afecta, al país.
También se debe a la estructura narrativa-caótica de la novela: compuesta por
veinticinco capítulos con múltiples voces y relatos fragmentados, escenas
importantes que suceden en diferentes momentos de la historia de Colombia y
testimonios reales que van apareciendo a lo largo de la narración, todo articulado
por medio de dos grandes historias: la vida de Ana, desde la niñez hasta la
adultez temprana, y la historia de La Violencia que se apoderó de Colombia desde
1945 hasta 1967. No obstante, “la novela aborda tres momentos históricos
específicos: el asesinato de Jorge Eliécer Gaitán en 1948, la matanza de los
estudiantes de la Universidad Nacional en 1954 y el asesinato de Camilo Torres
en 1966” (Pinzón, párr. 28, 2020).

1948

Tras el armisticio que puso fin a la guerra de los mil días (1889 - 1902),
Colombia pasó por tres décadas de gobiernos conservadores hegemónicos
hasta 1930, cuando debido a la división del partido conservador, el
liberalismo ganó las elecciones presidenciales. Este cambio de régimen
produjo episodios de violencia política en algunas regiones del país. En
1946, cuando el partido conservador regresa al poder tras la división de los
liberales, la polarización política ya era muy alta y el asesinato de Gaitán,
el nueve de abril de 1948, desata la represión oficial (Correa, 2013, p. 21).

Este último suceso no solo da inicio al periodo histórico conocido como La


Violencia, sino también a la obra de Albalucía Ángel:
“Señor, ¿puede decirnos por qué es que hay tanta gente en la plaza, es que
va a haber o qué? […] le dio un escalofrío cuando él la miró con esos ojos
tan de animal arrecho, tan pálido […] ¿no saben todavía? […] y Ana dijo
que no señor: no tenemos ni idea […] Hace una hora que cayó asesinado
en Bogotá el caudillo del pueblo el doctor Jorge Eliécer Gaitán, Jefe del
Gran Partido Liberal, soltó de pronto, de un tirón, con un acento muy
paisa y en todo de discurso […]” (p. 19).

El asesinato del caudillo genera una furia colectiva (protestas, disturbios,


saqueos, incendios, miles de muertos y millones de desplazados) y desata una
guerra civil entre liberales y conservadores 1. En la novela, estos sucesos
históricos son narrados a través de los recuerdos de Ana unidos, a su vez, a los
testimonios de diferentes personajes:

“La plaza estaba chota, llena de hombres y soldados, de gente con


banderas rojas […] ¡VIVA EL PARTIDO LIBERAL! […] ¡VIVA EL DOCTOR
JORGE ELIECER GAITÁN!, voces enardecidas, miles de brazos levantando
machetes, picos, palos, armas de toda clase […] –¿Te acuerdas que el día
que mataron a Gaitán se me cayó el primer diente? […] Yo me encontraba
almorzando en mi casa, cuando alguna persona de la familia llamó para
avisar que la radio estaba dando noticias de que el doctor Jorge Eliecer
Gaitán había sido asesinado” (p. 24-25).

Después del magnicidio del caudillo, Bogotá vuelve a la normalidad, pero el


conflicto entre estos dos partidos políticos no da tregua y la persecución política
por ser liberal llega hasta las regiones más apartadas de la capital, en donde
incluso la iglesia ejercía opresión. En este punto, Ángel se vale de la
intertextualidad con una declaración escrita de Teófilo Rojas, guerrillero y
bandolero de los años 60, que, a su vez, se encuentra en el libro La violencia en
Colombia (2016), de Campo, Borda y Luna:

“Mi nombre de pila es Teófilo Rojas, y voy a contarles entonces la manera


como tuve que vivir; siendo todavía muy muchacho y por allá desde el año
1949 y 1950 […] donde trabajábamos y vivíamos muy tranquilos, hasta
cuando […] empezaron a llegar gentes uniformadas […] trataban muy mal
1
Grupo de personas pertenecientes a los partidos políticos liberal y conservador, respectivamente.
a los que teníamos la desgracia de encontrarnos con ellos […] mataban,
quemaban, insultaban, robaban, violaban y hacían tantas cosas por lo que
éramos liberales […] habíamos tenido que huir a la persecución sectaria de
la Policía, del ejército, de los godos 2 […] y hasta de los curas, que habían
convertido algunos la religión en persecución política” (p. 121-122).

1954

Otro de los momentos históricos que hacen parte de la diégesis de la obra es la


masacre de estudiantes ocurrida entre el ocho y nueve de junio bajo el gobierno
de Rojas Pinilla. Este suceso tan escabroso inicia el ocho con un grupo de policías
que rondaban la Ciudad Universitaria 3 y que son llamados, a través de silbidos,
por unos estudiantes que jugaban fútbol. Este simple acto genera tanto malestar
entre los agentes, que uno de ellos decide dispararle en la cabeza a Uriel
Gutiérrez, protagonista de las protestas estudiantiles que buscaban una reforma
de la Universidad Nacional. El asesinato de Gutiérrez causa tal indignación que
sus compañeros convocan una protesta para el nueve:

“¡Mataron a Uriel…!, gritaba como loco un estudiante mientras que se


quitaba la corbata y la empapaba en la sangre del compañero muerto, y
poco a poco se fueron acercando los otros, mudos del estupor, sin poder
creer lo que veían sus ojos, empapando a su vez corbatas y pañuelos con
la sangre de Uriel y presenció cómo luego las izaban a manera de
banderas, cubrían los despojos con el pabellón tricolor y muchos de ellos
sin poder contenerse se echaban a llorar, a gritos, como niños. ¡Justicia!
¡justicia! Comenzaron a una sola voz cuando vieron entrar el camión con
oficiales del ejército, mientras la policía contemplaba a distancia con
fusiles en guardia, las manos al gatillo, los cuerpos inquietos por la tensión
nerviosa y la mirada fría, indiferente” (p. 146).

Esta protesta termina en hechos violentos y con la muerte de once estudiantes.


Ángel no solo usa los ya habituales testimonios, sino que incluye un recorte del
periódico El Tiempo, en el que se lee una carta enviada por el Estado al director
2
Forma despectiva de referirse a los conservadores
3
Hace referencia al campus de la Universidad Nacional de Colombia
del periódico, con el fin de prohibirle cualquier divulgación de información sobre
los hechos ocurridos entre el ocho y el nueve.

1966

El último gran suceso es el asesinato del cura católico Camilo Torres que, al igual
que Gaitán, estaba en contra de la oligarquía que por años ha gobernado al país.
“El cura guerrillero”, como era conocido, formaba parte del Ejército de Liberación
Nacional (ELN), un grupo insurgente de extrema izquierda 4. Torres cae muerte en
su primero enfrentamiento con las fuerzas del ejército colombiano. No obstante,
en la obra no se narra este día, sino lo que la muerte del cura despertó entre la
multitud:

“agosto veintidós

[…] Y hoy me pregunto: ¿y si Camilo resucita…? Lo vuelven a tostar… claro


que sí. ¡Pero ya el pueblo está despierto! ¡YA EL PUEBLO ESTÁ
DESPIERTO! Camilo Torres fue la piedra de toque. Porque él tampoco era
ya un hombre, era un pueblo, como lo fue Gaitán” (p. 196).

Aquí, la autora recurre a una propuesta narrativa epistolar para dar a conocer las
ideas revolucionarias de Lorenzo, amigo de Ana.

En resumen, Estaba la pájara pinta sentada en el verde limón no promete una


lectura sencilla, sino todo lo contario: en su complejidad encuentra la forma de
narra no solo el día de cada momento histórico, sino lo que aconteció después.
Albalucía Ángel era consciente de su “triple marginación” y, por esta razón,
decide no usar un narrador, sino varias voces para contar la verdad sobre la
violencia en Colombia.

4
Hace referencia al partido político: derecha, conservador; izquierda, liberal
Bibliografía

Correa, M. (2013). La re-escritura de la violencia en Estaba la pájara pinta


sentada en el verde limón de Albalucía Ángel [Tesis de maestría, Université
de Montréal] Thèses et mémoires électroniques de l’Université de Montréal.

Osorio, Ó. (2005). Albalucía Ángel y la novela de la Violencia en


Colombia. Poligamas, 24, 17-27.

Pinzón, M. (2020). Albalucía Ángel, una escritora silenciada. Cultura y medios.

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