Miércoles de Ceniza
Miércoles de Ceniza
Miércoles de Ceniza
MIÉRCOLES DE CENIZA
Liturgia Familiar
Canto : Nos has llamado al desierto (Clic)
PRIMERA LECTURA
Del libro del profeta Joel
«Ahora —oráculo del Señor— conviértanse a mí de todo corazón con ayuno, con llanto, con luto.
Rasguen los corazones y no las vestiduras; conviértanse al Señor, Dios nuestro, porque es compasivo y
misericordioso, lento a la cólera, rico en piedad; y se arrepiente de las amenazas.»
Quizá se arrepienta y nos deje todavía su bendición, la ofrenda, la libación para el Señor, Dios nuestro.
Toquen la trompeta en Sión, proclamen el ayuno, convoquen la reunión. Congreguen al pueblo,
santifiquen la asamblea, reúnan a los ancianos. Congreguen a muchachos y niños de pecho.
Salga el esposo de la alcoba, la esposa del tálamo.
Entre el atrio y el altar lloren los sacerdotes, ministros del Señor, y digan:
—«Perdona, Señor, a tu pueblo; no entregues tu heredad al oprobio, no la dominen los gentiles; no se
diga entre las naciones: ¿Dónde está su Dios?
El Señor tenga celos por su tierra, y perdone a su pueblo.»
Segunda Lectura
De la segunda carta del apóstol san Pablo a los Corintios 5, 20 -- 6, 2
PARROQUIA
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "Tengan cuidado de no practicar sus obras de piedad
delante de los hombres para que los vean. De lo contrario, no tendrán recompensa con su Padre
celestial.
Por lo tanto, cuando des limosna, no lo anuncies con trompeta, como hacen los hipócritas en las
sinagogas y por las calles, para que los alaben los hombres. Yo les aseguro que ya recibieron su
recompensa. Tú, en cambio, cuando des limosna, que no sepa tu mano izquierda lo que hace la
derecha, para que tu limosna quede en secreto; y tu Padre, que ve lo secreto, te recompensará.
Cuando ustedes hagan oración, no sean como los hipócritas, a quienes les gusta orar de pie en las
sinagogas y en las esquinas de las plazas, para que los vea la gente.
Yo les aseguro que ya recibieron su recompensa. Tú, en cambio, cuando vayas a orar, entra en tu
cuarto, cierra la puerta y ora ante tu Padre, que está allí, en lo secreto; y tu Padre, que ve lo secreto, te
recompensará.
Cuando ustedes ayunen, no pongan cara triste, como esos hipócritas que descuidan la apariencia de su
rostro, para que la gente note que están ayunando. Yo les aseguro que ya recibieron su recompensa.
Tú, en cambio, cuando ayunes, perfúmate la cabeza y lávate la cara, para que no sepa la gente que
estás ayunando, sino tu Padre, que está en lo secreto; y tu Padre, que ve lo secreto, te recompensará".
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.