Deleitándome en Dios

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Deleitándome en Dios.

En estos días de hires y venires, de afanes, muchos se desesperan por obtener dinero para poder tener un
regalo para un ser querido otros corren para poder comprar ropa, es un ir y venir bien agitado, también son
tiempos donde muchos empiezan a evaluar que tan provechoso fue el año si alcanzaron las metas
propuestas al comienzo del mismo y quizás para algunos es un tiempo no muy bueno porque quizás
piensan que si no alcanzaron lo propuesto entonces son unos fracasados y que el empeño y la fuerza que
se empleo para alcanzar algo fue en vano.

Pensando en todo esto que acabo de decir creo que el Señor me llevo a leer un verso en la mañana y allí
me dio luces a como el mira, en verdad que como seres humanos erramos mucho en pensar que Dios nos
mide o nos pesa solo por lo que alcanzamos físicamente, materialmente, económicamente,
intelectualmente, en los bienes que poseemos y en verdad su visión es bien diferente, amados el Dios del
cielo al cual seguimos y servimos nos ve y nos lleva en diferente dirección a la que nosotros en ocasiones
vemos.

Salmo 37:4 RV-NTV-TLA-PDT


TLA 4 Entrégale a Dios tu amor, y él te dará lo que más deseas.
PDT 4 El SEÑOR te da gozo, disfrútalo, y él te dará lo que más deseas.

Es un texto que a la verdad muchos hemos leído y escuchado, y creo que aquí hay un tesoro hermoso para
nuestro beneficio, el escritor no da un secreto para poder avanzar en todo aquello que deseamos, el deleite
en el Señor es algo que apresura las respuestas de Dios y la manifestación de lo que deseamos.

Pero aprendamos más de todo esto.


Saber lo magnifico que es Dios cuando promete conceder las peticiones de nuestros corazones cuando nos
deleitamos en Él, es maravilloso cuando empiezas a entender cómo es posible que alguien pueda
deleitarse en Él.

En el diccionario encontramos que la palabra deleite significa producir placer, producir deleite, pero
hiendo al significado etimológico de esta palabra encontré algo que me llamo mucho la atención.

verbo latino “delectare”, que puede traducirse como “seducir o dar gusto”. Es decir que al hablar de
deleitarnos en Dios estamos hablando que de una u otra manera el que inicia o provoca nuestra vida para
que nos deleitemos es el, en verdad que en ocasiones por estar tan preocupados por lo que nos aqueja
perdemos las oportunidades de deleitarnos en él.

Proverbios 8:31 BLA


31 regocijándome en el mundo, en Su tierra, Y teniendo mis delicias con los hijos de los hombres.
Que hermoso ver que el primero en deleitarse es Dios con nosotros.

Todos queremos recibir los deseos de nuestro corazón, pero el punto es cuanto nos estamos deleitando en
el Señor para poder recibir dichos deseos.

Al hablar de deleitarnos está dirigiéndonos a ver todo lo bueno y hermoso que es el Señor, de disfrutar
cada experiencia que tenemos con él, ya sea en nuestro hogar, en nuestra congregación, en el trabajo, en el
diario vivir, el quiere que prestemos atención a cada uno de los detalles que el tiene para con cada uno de
nosotros, en verdad que hay mucho por agradecer aunque no parezca es asi, el a sido demasiado bueno
con cada uno de los que estamos aquí, aprendamos a deleitarnos, a gozarnos con cada uno de esos
momentos que Dios a entregado a cada uno y allí podremos ver como el se desborda en darnos lo que
anhélanos, lo que deseamos.
Entendemos que todo texto tiene un contexto, entonces leamos todo el salmo 34 NTV y veremos algunas
cosas de como me puedo deleitar en el Señor, son pautas para poder alcanzar nuestros deseos.

Pienso que deleitarnos en el Señor es tomar la posición que maría tomaba cuando el Señor llegaba a casa,
la posición de esta mujer era sentarse y perderse en todo lo que el maestro decía y hacía, ella se olvidaba
de los quehaceres, ella no quería perder oportunidad para aprender más del Señor.

Cada vez que escogemos mirar el tamaño de nuestros problemas,


olvidando el Poder y Soberano de nuestro Dios, estamos desperdiciando
el favor de aquél cuyo trono jamás se moverá. Pero, al contrario, cada
vez que confiamos en su benignidad y decidimos soltar aquel asunto que
nos atormenta, al poco tiempo Él obra mostrándonos la pequeñez de
aquello que para Él siempre fue insignificante.

Nos deleitamos cuando aceptamos de su amor.


Nos deleitamos cuando creemos a sus promesas.
Nos deleitamos cuando permanecemos a pesar de las crisis.
Nos deleitamos cuando nos abrazamos a su servicio.
Nos deleitamos cuando somos capaces de agradecer cada situación que vivimos.
Nos deleitamos cuando nos desprendemos de todo por amor a él.

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