Obras Hidráulicas - Capítulo III - Presas de Almacenamiento
Obras Hidráulicas - Capítulo III - Presas de Almacenamiento
Obras Hidráulicas - Capítulo III - Presas de Almacenamiento
Figura 13.- Presa Sadd-el-Kafara. Vista general del paramento de aguas arriba desde el
cauce del wadi Garawi.
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3.1 Definición y clasificación
La presa de almacenamiento es un conjunto de estructuras hidráulicas, que tienen el
objetivo de embalsar agua de los escurrimientos superficiales, para darle un
aprovechamiento racional.
Cualquier tipo de presa está constituida por las siguientes estructuras principales (Torres,
1980):
Vaso de almacenamiento: es el embalse formado por la presa donde cambia el régimen
natural de escurrimiento superficial, a régimen artificial de demanda.
Cortina: es la estructura atravesada en el lecho de un escurrimiento superficial, como
obstáculo al flujo del mismo, con objeto de formar un almacenamiento o una derivación.
Obra de desvío: es la que tiene por objeto dejar en seco el sitio de una cortina y sus obras
auxiliares durante el periodo de construcción, para lo cual se desvía temporalmente el
escurrimiento de la corriente superficial.
Obras de control y excedencias: son estructuras cuya función permiten la salida de los
volúmenes de agua excedentes.
Obra de toma: es el conjunto de estructuras que permite el control y regulación de las
extracciones de agua de forma eficiente para satisfacer las necesidades.
Clasificación de cortinas: existen diferentes formas de clasificar las cortinas de una presa, pero
en general, se manejan los siguientes tres tipos de clasificaciones.
Altura
Propósito {
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{
Tipo de construcción { {
3.2 Dimensiones
Corona
Cresta vertedora
Cuerpo de
la Cortina
Cuerpo de
Cortina vertedora
Azolves
Dentellón
Figura 17.- Croquis del perfil de una cortina de concreto.
3.2.3 Altura hidráulica de las cortinas: es la altura hasta el nivel que se eleva el agua debido a la
cortina. También se conoce como la diferencia entre el punto más bajo del lecho del río (sobre el
eje de la cortina) y el nivel de control más alto en el vaso. Para presas sin control el nivel más alto
es el de la cresta de la obra de excedencias y en las presas con control, es el nivel más alto que
permita éste. En la figura 17 se indican las diferentes alturas de acuerdo a lo siguiente:
h1 = altura de la capacidad de azolves o capacidad muerta. También conocido como Nivel
de Aguas Mínimo (NAMín).
h2 = altura de la capacidad de aprovechamiento útil. También conocido como Nivel de
Aguas Máximo Ordinario (NAMO).
h3 = altura de súper-almacenamiento. También conocido como Nivel de Aguas Máximo
Extraordinario (NAME).
h4 = altura del bordo libre (LB).
En una presa se debe prever la construcción de descargas profundas que deben operarse con
frecuencia para no permitir la consolidación de azolves.
El volumen de aprovechamiento (útil) debe ser suficiente para satisfacer las demandas de
extracción de agua del vaso. Se debe efectuar el análisis de funcionamiento del vaso para
lapsos grandes, donde queden comprendidos los periodos de escasez y de abundancia de
agua según características hidrológicas de la cuenca.
El súper-almacenamiento es el volumen que está retenido por un corto periodo, con fines de
regulación de avenidas.
El bordo libre es una altura que da el desnivel entre el NAME y la corona de la cortina y
depende de: la marea de viento; oleaje del viento; pendiente y características del paramento
mojado; factor de seguridad.
3.2.4 Longitud de cortina: es la longitud medida a lo largo del eje de la estructura (sobre la
corona), entre los contactos con las laderas o con los muros de apoyo en los extremos, sin incluir
elementos estructurales del vertedor a no ser que éste, se encuentre incluido en el cuerpo de la
cortina.
3.2.5 Eje de la cortina: es la línea formada por la traza de un plano horizontal sobre la corona a lo
largo de la cortina. Generalmente se marca el centro del ancho de la corona, pero en ocasiones
suele ubicarse sobre el extremo de la corona en el lado de aguas abajo o también aguas arriba.
Eje vertical es la línea vertical recta contenida en el plano de la sección trasversal, pasando por el
extremo de aguas arriba.
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3.3 Tipos de Cortinas
3.3.1 Cortinas Tipo Gravedad
Son las cortinas masivas de concreto o mampostería, que resisten el sistema de acciones o fuerzas
impuestas, mediante el peso propio de ellas. En general tienen una sección trasversal de forma
triangular y son rectas longitudinalmente, aunque en ocasiones pueden tener desviaciones
pequeñas de acuerdo a la topografía de la boquilla.
n
m
n 0.65
0.85
m 0.05
0.10
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3.3.3 Cortina de Machones o Contrafuertes
Se componen de dos elementos estructurales principales: la cubierta (inclinada) que soporta los
empujes hidráulicos; los machones, contrafuertes o muros que soportan la cubierta y trasmiten
las cargas a la cimentación a lo largo de planos verticales. Aunque se han usado machones
simples y dobles se acostumbra llamarlos solamente machones y se clasifican de acuerdo al tipo
de cubierta que soporta la presión hidráulica. Así se tiene: machones y losas; machones y arcos
múltiples; machones con cabeza.
Planta
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machones, es menos apta que las losas para soportar asentamientos diferenciales de la
cimentación.
c) Cortina de Machones con Cabeza
Se forman adelgazando el machón hacia aguas abajo y dejando su ensanchamiento o
cabeza en el lado de aguas arriba. Se debe prever la construcción de llaves y tapajuntas
Planta
Machones Cabeza Redonda
Planta
Machones Cabeza de Diamante
d) Otros Tipos
Se han usado también algunas modificaciones a las descritas con anterioridad como la
tipo gravedad, aligerada o gravedad hueca, etc.
m
1 Tierra m=3a6
Filtro
m = 1.4 a 2
Planta
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c) Cortina de Materiales Graduados
Consisten de una cortina formada con diferentes capas de materiales, tienen una zona central
llamada corazón o núcleo de material impermeable, con zonas semipermeables y permeables
colocadas progresivamente. Dependiendo del material disponible, los respaldos de material
permeable se construyen con gravas o enrocamiento. Las cantidades de los diferentes
materiales dependen de su disponibilidad en la zona y las características mecánicas de los
mismos. La estabilidad
de estas cortinas es
m m función de la
1 estabilidad de sus
1
1 taludes bajo las diversas
2
3 condiciones de trabajo,
donde el flujo de agua a
través de su cuerpo
desempeña un papel
importante.
Planta
3:1
Planta
h1 9 10 7 5
4
h2
h
P
3 6 2
Figura 18.- Carga hidráulica a considerar en una sección vertedora con pared vertical
aguas arriba (Dilla, 1996).
Si la carga es mayor a la de diseño, la lámina vertiente se despega del perfil de la presa y
de no haber aireación, se producirán presiones negativas a lo largo de la cresta, que
pueden colaborar al vuelco de la presa. En este caso la magnitud (N) y posición (m) de P
se deben hallar experimentalmente.
Considerando ahora el caso de una presa similar pero con su cara 4-2 inclinada en lugar
de vertical (paramento aguas arriba), como la mostrada en la figura 19, se tiene lo
siguiente: la fuerza total R (N) se obtiene en base a sus componentes P y W. La
componente P (N) en base al área 5-7-3-2 actuando sobre el plano 2-5; la componente
vertical W (N), incluyendo la presión dinámica debida a la velocidad de aproximación, es
el peso del agua debido al área 1-2-4-8, con centro de aplicación en el centro de
gravedad de la misma figura.
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hv 1 8
10
9
7 5
4
h2
R W
h
P
3 6 2
Figura 19.- Carga hidráulica a considerar en una sección vertedora con pared curva
aguas arriba (Dilla, 1996).
3.6.2.4 Efecto dinámico en el terminal o cuchara del vertedor: el paramento aguas abajo
de una estructura vertedora es curveado para reducir la erosión al pie de la estructura. La
acción del agua al pasar por el punto terminal o cuchara (tramo 1-2-3) de la figura 20, es
el siguiente:
hv
h1
W h5
4
h2 5 h'
1 6
h
P
2 7 h4
3 h3
3.6.2.5 Efecto dinámico en los dados deflectores: cuando existe en la solera (en la
rápida, o en el pozo amortiguador) disipadores de energía, tales como: dados deflectores,
dientes, muros, etc., es necesario calcular la estabilidad de la estructura considerando la
fuerza dinámica que originan estos elementos. La fuerza se determina con la fórmula:
(21)
Dónde: C D es un coeficiente (adimensional) que varía con el número de Reynolds (Re ) y
la forma del dado, en general entre 0.6 a 1.0; A es el área de los elementos de disipación
en conjunto, que resisten la acción del flujo de agua (m 2); V es la velocidad media del
flujo delante de la cara de los elementos de disipación (m/s); γ es el peso específico del
agua (N/m3 ); g es la fuerza de gravedad (m/s 2).
Las ondas capilares requieren la existencia de una superficie de contacto como un gas
(atmósfera) o un líquido; igualmente las ondas de gravedad para originarse requieren de una
superficie libre. Las ondas elásticas se presentan en la propagación de la onda en una masa
líquida, como en el fenómeno del golpe de ariete.
Las ondas de gravedad se clasifican en ,
Las olas oscilatorias se manifiestan por ondulaciones en la superficie del agua que ocurren
a intervalos periódicos; en las olas de traslación existe una transportación neta del agua en
dirección de la trayectoria de ola, como sucede con la apertura o cierre de una compuerta.
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Olas de Viento
Son las ondas que aparecen en la superficie del agua, debido a la acción del viento y que
son diferentes a las producidas por fuerzas sísmicas o por el movimiento de los barcos. En
este tipo de ondas la profundidad del agua tiene efecto sobre la ola que se produce de
acuerdo a lo siguiente:
Olas en agua profunda: son las que se producen en aguas que tengan una profundidad
(H) mayor que la mitad de la longitud (λ) de onda ; en esta profundidad el fondo
no influye en el movimiento de las partículas del agua.
Olas en agua poco profunda: son las que ocurren en aguas que tienen poca profundidad,
menor que la mitad de la longitud de onda de la ola, ; en esta profundidad el fondo
influye en la forma del movimiento orbital de la onda, cambiándola de circular a
elíptica, por tanto:
Olas en zona de resaca: es donde H < H crítica que es la zona donde ocurre la destrucción
de la ola, apareciendo la banda de espuma e incrementando el movimiento progresivo de
la ola destruida. La ola rota se mueve hacia la orilla, retornando periódicamente y así
forma la resaca. En este caso junto con el movimiento oscilatorio, aparece el
movimiento progresivo de las partículas de agua hacia la orilla.
Zona marginal: aquí se produce el contacto del agua con la margen en la cual ocurre la
destrucción definitiva de la ola y el trepado de la misma sobre la margen o talud. La
profundidad Hcrítica , es en la cual ocurre la destrucción definitiva de la ola.
Las características de una ola oscilatoria en aguas profundas son las siguientes:
Cada partícula de agua en la superficie de la ola, describe un círculo cuyo radio es la
mitad de la altura de la ola (h) sobre su centro normal, a mitad del camino entre la cresta
y el seno de la ola.
La línea central de rotación se eleva por encima del nivel del agua tranquila, la altura h0,
porque la cresta está a una distancia mayor sobre el agua tranquila que lo que está el
seno debajo de la misma.
A continuación se presenta la figura 21 con los principales elementos que conforman la ola.
Figura 21.- Principales elementos que conforman una ola (Dilla, 1996).
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Olas libres: se producen después de cesar la acción del viento y también al aproximarse
las olas progresivas a las obras hidráulicas con paramento inclinado (presas de tierra y
enrocamiento), donde la pendiente es menor de 45 0 .
Olas mixtas: son producto de la combinación de olas forzadas y libres. Las olas mixtas
pueden ser:
Olas interferidas, que aparecen al combinarse olas parcialmente reflejadas de una
pared vertical o algo inclinada, con olas que se aproximan.
Olas estacionarias, como caso particular de olas interferidas, que se forman al
aproximarse varias olas de altura y longitud constantes a una obra de pared
vertical o pendiente muy abrupta, en cuyo caso aumentan su altura,
manteniéndose invariables sus otras características.
El oleaje de fondo sucede en la proximidad de las obras donde la profundidad es
insuficiente, debido a que la masa de agua cuando choca con la pared, se mueve hacia
abajo, llega al fondo y provoca erosión del material ubicado debajo de la obra.
( ) (24)
Dónde: Vv es la velocidad del viento medida 10 m sobre el nivel de la superficie del agua
embalsada (Km/Hr); F es el fetch efectivo (Km); g es aceleración de la gravedad (m/s 2 ); t es
la duración mínima del viento (min).
En la figura 23 se muestra una gráfica que relaciona la duración del viento (t), velocidad del
viento (Vv ) y longitud del fetch (F).
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Figura 23.- Gráfica para determinar la velocidad del viento (Armas, 1987).
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Figura 24.- Gráfica para determinar los valores de α y β (Armas, 1987).
Para llevar la altura y longitud de ola obtenidas con las fórmulas indicadas renglones arriba,
a la probabilidad deseada, basta con afectar los valores obtenidos, por los coeficientes
mostrados en la tabla siguiente:
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Tabla 4.- Factores de afectación de ola de diseño en base a la probabilidad (Armas, 1987).
Probabilidad (%) Factor de h y
1 1
2 0.9
3 0.85
4 0.80
5 0.76
10 0.67
20 0.55
30 0.48
40 0.40
Presión del oleaje sobre los muros de las obras hidráulicas (Dilla, 1996)
a) Oleaje en muros verticales: el oleaje ejerce una presión adicional sobre los muros, la
cual depende de los parámetros de ola (h y ), la profundidad del agua delante del muro
(H), el ángulo de inclinación del muro con la horizontal ( ) y la dirección del viento
respecto al frente de la obra hidráulica.
Diversos investigadores han estudiado este tipo de olas reflejantes (diferentes a los
rompientes en escolleras marinas) sobre muros verticales y de entre ellos el de mayor
aceptación es el método de George Sainflou (1928). De acuerdo a la teoría de Saint -
Venant y Flamant, la superficie de ola reflejada de una pared vertical en su posición más
alta, es una trocoide. La altura del centro de oscilación sobre el nivel del agua tranquila
es elevado a: siendo cuatro veces mayor que la altura en el caso de
una ola no reflejada; cuando la ola es reflejada por una pared vertical, la ola estacionaria
es de 2h (dos veces la altura de ola irreflejada). La altura de la cresta sobre el nivel de
agua tranquila es h+h0.
De acuerdo al método de Sainflou, el diagrama de presión de la figura 25 se construye de
acuerdo a lo siguiente:
Determinar el punto a en la pared a un nivel h+h0, por encima del nivel de aguas
tranquilas.
El punto b se localiza en la pared y en el fondo.
La presión en el fondo debido al oleaje es:
(33)
( )
Con una distancia horizontal de:
(34)
La recta que une a los puntos a y c, interseca al nivel de aguas tranquilas en el
punto d. Por tanto el diagrama de presión definitivo estará representado por los
puntos a-d-e-b. Así, la presión de la ola en el nivel de aguas tranquilas es:
( ) (35)
La fuerza que da el exceso de presión de la ola sobre el muro vertical (área del
diagrama a-d-e-b) es:
( )( )
(36)
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Y el momento de volteo respecto al cimiento del muro es:
( )( )
(37)
Y la posición de la fuerza Wv (brazo de palanca), se determina:
(38)
Figura 25.- Diagrama de presión del oleaje sobre un muro vertical (Dilla, 1996).
Figura 26.- Presión del oleaje en un muro con ángulo 450 (Dilla, 1996).
√ √ (40)
Donde n es un coeficiente empírico que se calcula con:
(√ ) (41)
Las coordenadas del punto B se calculan con las ecuaciones siguientes:
√
(42)
(43)
Donde Y0 es la ordenada del punto A y su valor es:
Y 0 = Hcrít + hcresta (44)
Donde hcresta es la elevación del punto A sobre el nivel estático y se calcula mediante la
ecuación:
* ( ) + (45)
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La velocidad en el punto B se calcula con:
√ [ ( ) ] (46)
Donde es un coeficiente que toma en cuenta la disminución de la velocidad al disiparse
el chorro y se calcula por:
( ) (47)
En las expresiones matemáticas anteriores se tiene: g es aceleración de la gravedad
(m/s2), H es la profundidad del agua al pie del talud (m); h es la altura de ola (m); es
la longitud de ola (m); Hcrít es la profundidad crítica (m); m es la pendiente de la pared
(adimensional).
La presión máxima local PB máx que ocurre sobre el talud debida al golpe del chorro en el
punto B, al momento de la caída de la ola, se determina con:
(48)
Dónde: γa es peso específico del agua (N/m3); φ ángulo formado por la tangente a la
dirección del chorro y la normal al talud, en el punto B, y que es igual a υ = 90 0 –
(+ ); es valor absoluto del ángulo formado por la tangente a la dirección del chorro y
la horizontal en el punto B y que se determina con la expresión ( )
Con los resultados obtenidos de los cálculos, se construye el gráfico de presión de ola
sobre el talud como se muestra en la figura siguiente:
Figura 29.- Gráfico de la presión estática del flujo que desliza (Dilla, 1996).
Los dos elementos que componen la fuerza de subpresión son el factor de área ( c) y el
factor de intensidad de presión ( ). El factor de área es el porcentaje del área de la
cimentación sobre la cual actúa la subpresión, tomándose históricamente valores entre
66.67 y 100%. Muchos investigadores toman hoy en día, la hipótesis conservadora de
acción de la subpresión en el 100% del área.
Respecto al factor de intensidad de presión, el TVA usa un valor de 1/4, mientras que el
USBR exige 1/3. Las reducciones que han sufrido las primeras hipótesis usadas, han sido
producto de las observaciones realizadas en presas existentes. Ambas autoridades
recomiendan el uso de cortinas de inyección y pozos de drenaje. Existen diferentes
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opiniones en cuanto a si es funcional o no el uso de las cortinas de inyección y pozos de
drenaje para reducir la subpresión, sin embargo muchos proyectistas tienen más confianza
en los pozos de drenaje.
Con la instalación de drenes en el cimiento se modifica notablemente el diagrama de
subpresiones. El diagrama de flujo de corriente que se establece en la proximidad de un
dren es análogo al que se forma alrededor de un pozo. Se ha discutido y aún continúa la
discusión sobre la eficacia temporal de los drenes, ya que con el tiempo algunos se
obstruyen y su eficacia disminuye o se anula y por tanto algunos consideran no se deben
incluir en los cálculos; otros son partidarios de su empleo y siempre los incluyen en sus
proyectos.
Es muy importante alcanzar presiones de cimientos verticales cerca del talón de la presa,
mayores que las subpresiones que se puedan desarrollar en ese punto. Si la subpresión
resulta mayor que la presión de los cimientos, toda la carga vertical de la estructura puede
ser arrastrada aguas abajo, produciendo la falla de la obra.
En los cálculos de tensiones se acostumbra no tomar en cuenta la subpresión, pero sí es
importante incluirla al comprobar la seguridad contra el deslizamiento, resi stencia al corte y
al vuelco.
Creager plantea un diagrama simplificado para la fuerza total de subpresión, de acuerdo al
área del trapecio 1-4-3-2 de la figura 33, en la que se desprecia el área del triángulo 4-7-6.
Así la fuerza de subpresión en una presa de gravedad se determina por:
* ( )+ (50)
Dónde: A es el área de la base (m 2); c es el factor de área (adimensional); es factor de
intensidad de presión (adimensional).
Figura 33.- Diagrama para el cálculo de intensidad de subpresión en una presa de gravedad
(Dilla, 1996).
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Cimentaciones blandas (Dilla, 1996)
Deben hacerse excepciones en los casos que haya piedras areniscas, arenas, u otros
materiales porosos en la cimentación, porque el fenómeno del flujo de filtración requiere un
tratamiento algo diferente.
Las presas vertedoras, derivadoras y de contrafuertes construidas en cimentaciones pobres o
blandas, deben tener estructuras adicionales que protejan el cauce contra la erosión
superficial y que además, reduzcan los gradientes de filtración para evitar falla por
sifonamiento.
Para las cimentaciones blandas se usan métodos especiales para determinar la presión
hidrostática en la base de las estructuras, o sea que el factor de intensidad de presión se
determina mediante alguno de los métodos siguientes: red de filtración; medios analíticos;
teoría de la filtración lineal por el contorno, etc. Se debe tomar en cuenta que para todas las
condiciones se usa un valor de c = 1.00.
3.6.5 Viento
Existen algunas estructuras hidráulicas en las que habrá de considerarse la presión del
viento, como son las torres de las obras de toma, vertedores con compuertas, tanques
elevados, superestructuras de presas de hormigón. En cambio, no se toma en cuenta para el
diseño de presas de hormigón, muros de contención, etc., por su pequeño valor comparado
con otras presiones que si deben resistir este tipo de estructuras. A pesar de lo anterior, se
debe analizar cada caso en particular, tomando en cuenta el tipo de estructura, su ubicación
respecto a las direcciones más probables en que se da el viento, el grado de exposición del
lugar, etc.
En general la acción del viento debe ser analizada y tomada en cuenta sobre todo, en las
regiones ventosas del país, así como, donde se tiene incidencia de vientos huracanados
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cerca de las costas expuestas a estos fenómenos naturales. Donde se considere el viento
para fines de diseño, deberá tomarse en cuenta la forma de exposición, velocidades y
presiones de viento, de acuerdo a los reglamentos locales de construcción y usar el método
de análisis estructural más conveniente para el tipo de estructura.
5
1
Azolves Ws
4 2
Ps
Figura 34.- Fuerzas provocadas por azolves sobre la cara aguas arriba de una cortina tipo
gravedad (Dilla, 1996).
79
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La intensidad de un sismo se expresa por los coeficientes de aceleración ( α), que
representan la relación de las aceleraciones sísmicas (a) en el terreno, respecto a la
aceleración de la gravedad (g):
( )
(53)
( )
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Suelos arcillosos secos 1.75
Suelos mullidos en agua 2.00
Fsism
Fsv
CG FsH
Figura 35.- Fuerzas sísmicas en una cortina tipo gravedad (Dilla, 1996).
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Psv
CG de A1
H A1
PsH
0.4h
Figura 36.- Fuerzas sísmicas hidrodinámicas sobre una cortina tipo gravedad (Dilla,
1996).
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Autor: JGMN UABC OBRAS HIDRÁULICAS
fines de su uso, la exactitud obtenida es suficiente. Entre estos métodos se encuentra el de
la Filtración Lineal por el Contorno (FLC) que será descrito en este tema.
4. Método gráfico: consiste en construir una red hidrodinámica por aproximaciones
sucesivas. En el desarrollo del método se requiere habilidad y dominio del método.
Más tarde Lane (1935) dedujo que no se podía atribuir igual eficacia al recorrido horizontal del
agua que al vertical, en base a estudios que realizó en 336 presas y concluyó que un metro de
recorrido vertical tiene la misma eficacia que tres metros de recorrido horizontal. También de un
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modo arbitrario se extiende lo de “vertical” a superficies cuya inclinación excede los 45° y por
tanto es “horizontal” con inclinaciones menores a 45°.
Lane considera que la longitud impermeable (Limp) es la suma de recorridos verticales más un
tercio de los horizontales:
∑ (67)
Zamarin y Fandiev (1960) siguieron el método propuesto por Bligh planteando dos valores de C,
uno para suelos protegidos por filtros invertidos y otro para suelos no protegidos.
Tanto Bligh como Zamarin consideraron:
∑ (68)
Con el método de FLC se pueden determinar las presiones existentes en distintos puntos del
contorno subterráneo y calcular la fuerza de subpresión. Conocida la magnitud de la pendiente
piezométrica I, se puede conocer la velocidad media de filtración.
El gasto de filtración que interesa conocer en ocasiones y el incremento y reducción de las
velocidades, no se pueden conocer por el método FLC. En estos casos se tienen que usar otros
métodos que permitan construir la red hidrodinámica.
Tabla 6.- Valores del coeficiente “C” para distintos tipos de suelo (Dilla, 1996).
COEFIC COEFIC COEFICIENTE DE ZAMARIN
TIPO DE SUELO DE DE SIN
LANE BLIGH PROTECCIÓN
PROTECCIÓN
Arena muy fina o fango 8.5 18 8 12
Arena fina 7.0 15 6 10
Arena media 6.0 5 8
Arena gruesa 5.0 12 4 8
Gravilla fina 4.0 3.5-4
Gravilla media 3.5 3.5-4 7
Gravilla y arena 9 3.5-4
Gravilla gruesa y cantos 3.0 3.5-4
Bloques con algunos cantos y
gravillas 2.5
Bloques, gravillas y arenas 4-6
Arcilla blanda 3.0 3-3.5
Arcilla media 2.0 3-3.5
Arcilla dura 1.8 3-3.5 6-7
Arcilla muy dura 1.6 3-3.5
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3.7 Diseño Hidráulico y Estructural
3.7.1 Generalidades (Dilla, 1996)
Como fue presentando en los epígrafes anteriores, las distintas fuerzas consideradas en el
proyecto de una obra hidráulica, son variables en gran medida para cada una de las
estructuras hidráulicas y aún, dentro de una misma estructura, quedando por definir el valor
apropiado de cada una para usarlo en el diseño, así como las combinaciones propias de
todas las solicitaciones. También debe considerarse de acuerdo a las distintas
combinaciones y valores, cuál es el grado de seguridad que debe darse a la obra hidrá ulica
en cada caso.
Los valores de solicitaciones, sus combinaciones y factores de seguridad apropiado s,
dependen de las condiciones climáticas, geológicas, técnicas avanzadas, maquinarias y
equipos, métodos de construcción, disponibilidad de materiales y personal calificado, etc.
Pero principalmente se deben respetar las normas y regulaciones específicas existentes
en el país.
El diseño de una presa de concreto o de mampostería requiere la conjunción de
conocimientos de Hidráulica, Análisis y Diseño Estructural, Concreto Reforzado, Mecánica
de Suelos y Rocas, además de otras materias no menos importantes a las aquí indicadas.
En el caso de una presa de tierra se requiere fundamentalmente de la conjunción de
conocimientos en Hidráulica y Mecánica de Suelos y Rocas, etc.
Para la obra de toma se requieren conocimientos de Hidráulica, Análisis y Diseño
Estructural, Concreto Reforzado, Mecánica de Suelos y Rocas, etc. La ubicación de ésta,
generalmente se realiza normal al eje de la cortina de la presa y puede utilizarse también
como desvío del río en la etapa de construcción, por lo que se debe ubicar en una cot a tal,
que la estructura pueda cumplir con las dos funciones.
La obra de excedencias frecuentemente toma grandes dimensiones y su costo equivale a una
gran parte del costo total de la obra hidráulica, por lo que una vez fijados el volum en de
embalse y la cota del NAMO, se procede a buscar alternativas en cuanto a la longitud y
carga máxima de operación del vertedor, ya que de ello dependerá la altura de la corona de
la presa. Por tanto la decisión se convierte en un problema económico, debido a que a
mayor carga hidráulica, corresponde una longitud menor de vertimiento, pero ello
incrementa la altura de la corona representando mayores costos en general.
Para el proyecto de una obra hidráulica se necesita realizar un grupo de tareas de forma
armónica y congruente, hasta culminar el proyecto en su conjunto. El esquema general de la
metodología de un proyecto para el conjunto de estructuras de una obra hidráulica (cortina,
obra de excedencias y obra de toma), se puede plantear como se indica a continuación.
1. Estudios preliminares.
2. Anteproyecto:
a. Ubicación del cierre (eje de la cortina).
b. Tipo de presa.
c. Ubicación de las diferentes estructuras hidráulicas.
d. Tipo, forma y dimensiones aproximadas de las estructuras.
e. Volúmenes aproximados de los trabajos.
f. Comparación económica de variantes.
3. Estudios complementarios.
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4. Proyecto (dimensionamiento definitivo y planos ejecutivos):
a. Cortina.
b. Obra de excedencias.
c. Obra de toma.
d. Obra de desvío.
e. Obras especiales.
5. Elaboración de presupuestos:
a. Presupuesto de estudios preliminares.
b. Presupuesto de estudios complementarios.
c. Presupuesto de elaboración del anteproyecto y proyecto ejecutivo.
d. Presupuesto de ejecución de las diferentes estructuras.
e. Presupuesto de gastos administrativos, supervisión y control de obras.
f. Presupuesto de trabajos y gastos diversos (indemnizaciones, traslado de
poblados y edificaciones, etc.).
6. Memoria descriptiva.
7. Programación y control de obras.
Cortinas de Tierra
En cuanto a la estabilidad de una cortina de tierra, ello dependerá de la estabilidad de
taludes y esto a su vez depende tanto de la altura y pendiente que tengan los taludes, así
como de la naturaleza del material del terraplén y de la presión del agua en los poros
(SARH, 1978).
Existen diferentes métodos que permiten calcular la estabilidad de las cortinas para presas
de tierra, pero en general ellos se basan en la resistencia al cortante que tengan el suelo de
cimentación y el terraplén que forma el cuerpo de la cortina. El “método sueco” también
conocido como “círculo de deslizamiento” es el más usado generalmente, aunque existen
otros basados en soluciones estrictamente matemáticas, pero la sencillez de uso del primero,
permite el cálculo de la estabilidad de un talud o de un círculo de falla con suficiente
aceptación (USBR, 1976).
Para facilitar el cálculo de la estabilidad de taludes han surgido métodos gráficos que
facilitan la solución y en ello es necesario usar varios centros y radios para trazar el círculo
de falla al deslizamiento, repitiendo cálculos hasta que se encuentra e l arco que tenga el
factor de seguridad mínimo aceptable.
Haciendo un resumen histórico del estudio de estabilidad de taludes, los investigadores y
sus aportaciones se tiene (Armas, 1987):
Coulomb, Ch. A. (1776): ponderó la superficie de deslizamiento plana, hipótesis que
perduró hasta principios de nuestro siglo.
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Collin, A. (1845): manejó por primera vez las superficies de deslizamiento curvas e
imaginó mecanismos de falla similares a los que se consideran en muchos métodos
prácticos actuales. Sus ideas se vieron obstaculizadas por el prestigio y autoridad de
Coulomb.
Petterson (1916): reapareció la idea de superficies de deslizamiento no plano
(Suecia), al analizar una falla ocurrida en Gotemburgo y dedujo que la ruptura había
ocurrido en una superficie curva.
Fellenius, W. (1927): es uno de los investigadores más importante en el campo de
los taludes (escuela sueca) y propuso equiparar la superficie de falla real, a una
cilíndrica cuya traza en el plano sea un arco de circunferencia (para facilitar
cálculos), aunque se conoce actualmente que esta falla circular no representa
exactamente al mecanismo real. También ideó el uso de dovelas en el caso de suelos
con cohesión y fricción, analizando el equilibrio de las mismas actuando como un
todo (1936).
Rendulic, L. (1935): propuso la espiral logarítmica como traza de una superficie de
deslizamiento más real.
Krey, H. (1936): proporcionó las ideas que permitieron a G. Gilboy y A. Casagrande,
desarrollar un método especial de análisis de estabilidad de taludes respecto a fallos
por rotación, conocido con el nombre de procedimiento del círculo de fricción o
círculo f .
Taylor, T. W. (1937): declaró que la espiral logarítmica que complica bastante los
cálculos, proporciona resultados similares a la consideración de un arco de
circunferencia y por tanto su uso práctico no se justifica. También ideó ábacos para
el cálculo del factor de seguridad en taludes homogéneos, a partir de la aplicación
del método del círculo de fricción.
Bishop, A. W. (1955): hizo un análisis del método de las dovelas presentado en 1936
por Fellenius, planteando una hipótesis más real en relación con las fuerzas laterales
que actúan en una dovela. Tanto el método de las dovelas de Fellenius como el de
Bishop, son los métodos aproximados de mayor utilización mundial.
Janbu, N. (1954): obtuvo ábacos para la determinación del factor de seguridad,
asociados a círculos críticos por el pie del talud, en taludes simples y homogéneos .
Posteriormente Janbu y Col (1956) desarrollaron el método de Bishop simplificado,
considerando superficies de deslizamiento que no fueran necesariamente circulares.
Bishop y Morgenstern (1960): idearon ábacos de estabilidad que indican las
combinaciones de parámetros necesarios para la estabilidad en casos determinados,
lo cual resulta muy útil para los cálculos preliminares.
Anteriormente los cálculos de estabilidad de taludes constituían un trabajo muy
laborioso. Esto se redujo notablemente con el uso de las computadoras , a partir de
los trabajos de Witman, R. V. y Bailey, W. A. (1967).
A partir de la década del 70, se iniciaron métodos basados en diferencias finitas y de
elementos finitos.
Las características mecánicas de los suelos en el cuerpo de la cortina, sobre los taludes y en
la cimentación, varían de acuerdo con las condiciones de humedad, drenaje y presión
intersticial, por lo cual resulta necesario revisar la estabilidad de taludes tanto aguas arriba,
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como aguas abajo y círculos de falla entre taludes y cimentación, considerando los posibles
escenarios que se pueden presentar durante la vida útil de una presa. Estas condiciones de
revisión son: la etapa de final de construcción; etapa de operación; etapa de desembalse
rápido. Siendo necesario apoyarse en los resultados de diferentes pruebas de laboratorio de
mecánica de suelos, para el análisis de estabilidad en cada una de las etapas mencionadas.
En la etapa final de construcción de una presa de tierra existen dos posibilidades de fallo
que suelen ser peligrosas y habrá que revisarlas (Armas, 1987):
La primera posibilidad se produce en los suelos con grado de saturación mayor del
85% y coeficiente de consolidación menor o igual a 10 7 cm2/año. En este caso el
peso propio del terraplén produce presiones de poro en el cuerpo del talud y la
cimentación, que no se disipan totalmente durante el periodo constructivo.
La segunda posibilidad se produce en suelos con grado de saturación menor del
85% y coeficiente de consolidación mayor o igual a 10 7 cm2/año. En este caso el
agua que penetra el talud aguas arriba, produce una descarga en el pie del talud que
puede dar lugar al deslizamiento.
En la etapa operación la presa y la cimentación se encuentran en un estado en el cual se han
disipado las presiones de poro de consolidación del proceso constructivo y se forma la red
de flujo en el cuerpo de la cortina. En la práctica se acostumbran ciertas simplificaciones
que reducen el tiempo de análisis y son (Armas, 1987):
Se considera que la red de flujo se establece solo en el cuerpo del talud por encima
del nivel estático, mientras que por debajo de este nivel no se produce flujo y por
tanto el gradiente hidráulico i = 0. Ello permite usar la variante de peso específico
sumergido para suelos por debajo del nivel estático, donde el agua se considera en
equilibrio.
Considerar en la zona comprendida entre el nivel estático de agua y la línea de
corriente superior, que las presiones de poro son iguales a la componente
hidrostática en cada dovela. Esta hipótesis conservadora desprecia el valor de la
componente de filtración y por tanto se puede usar una presión de poro mayor que la
real. Se puede usar esta hipótesis cuando la línea de corriente superior no es muy
empinada.
La etapa desembalse rápido es en la que presa y cimentación se ven sometidas a un
descenso rápido del nivel de agua, por debajo del nivel de aguas normales y en el interior
del terraplén, el agua mantiene aproximadamente el nivel que tenía antes del desembalse.
En este caso se debe revisar únicamente el talud de aguas arriba. Una hipótesis frecuente en
presas de material homogéneo es considerar que la caída interna de presión es
prácticamente igual a cero y, calcular la estabilidad como si todo el terraplén por debajo de
la línea de corriente superior se mantuviese saturado luego del desembalse (Armas, 1987).
Para el análisis de estabilidad de taludes en una sección homogénea de la cortina, se
recomienda iniciar los cálculos con un talud 2:1 a base de círculos (según el criterio de
Fellenius) y cuyas propiedades mecánicas serán determinadas en laboratorio mediante
muestras inalteradas. El factor de seguridad mínimo aceptable es de 1.30, el cual se
incrementa en un 15% cuando se trate de zonas sísmicas (SARH, 1978).
Cuando se dispone de abundante material de acarreo (grava y arena) o espuma volcánica
(tezontle), de preferencia se diseñará una sección con corazón esbelto de arcilla y respaldos
estabilizadores del material gravo-arenoso, cuyo diseño se realiza en base a un análisis de
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estabilidad por medio de círculos de falla, considerando para el material impermeable y los
respaldos estabilizadores, las propiedades mecánicas obtenidas en el laboratorio (SARH,
1978).
Cuando se trate de respaldos estabilizadores a base de roca, al núcleo impermeable se le
debe dar taludes lo más amplios posibles que soporten, de acuerdo a sus propiedades
mecánicas y se deben analizar mediante círculos de falla, de forma semejante al que se
efectúa para una sección de materiales graduados.
Las principales causas de falla catastrófica en presas de tierra son (Armas, 1987):
a) Desbordamiento por insuficiencia del vertedor: casi siempre tienen su origen en la
pobre evaluación de la avenida probable de diseño.
b) Sifonamiento de la base o el terraplén: se produce cuando una fuga de agua se
concentra y erosiona el suelo progresivamente hasta formar un conducto que une al
embalse con el pie del talud de aguas abajo. Este tipo de fallo se produce por lo
general en presas viejas o mal construidas.
c) Mecanismos del agrietamiento: se producen cuando en el cuerpo de la cortina se
desarrollan esfuerzos de tracción. Estos esfuerzos se originan por deformaciones
diferenciales entre las distintas partes del terraplén, incluyendo su cimentaci ón. En
base a la compresibilidad de los materiales componentes y la geometría de la
cortina, suceden hundimientos diferenciales que pueden producir zonas de tracción
y eventualmente grietas. El agrietamiento puede ser de tipo longitudinal o
transversal a la cortina y se pueden propagar en cualquier dirección, teniendo
extensiones y anchos variables.
d) Deslizamiento de taludes: se produce cuando a lo largo de una determinada
superficie de falla se ejercen esfuerzos cortantes mayores a la resistencia que puede
tener el suelo en esa misma dirección. Los deslizamientos pueden clasificarse en los
siguientes: deslizamientos durante la construcción; deslizamientos del talud aguas
abajo durante la operación; deslizamientos del talud aguas arriba luego de un
desembalse rápido.
e) Efecto de los sismos: a continuación se presenta un resumen del efecto de los
sismos sobre las presas de tierra según Middlerbrooks (Armas, 1987):
En la mayoría de las presas sacudidas por sismos severos se han presentado
dos tipos de daños: grietas longitudinales en la corona y desplomes de la
misma. Los derrumbes de la corona no han sido lo suficientemente grandes
como para que se produzca el fallo de la obra por rebosamiento de la cortina.
Solo en el caso de la presa Sheffield (USA) se produjo la destrucción total
bajo los efectos de un sismo y los estudios posteriores indicaron que se debió
a la licuación de los suelos granulares en la parte inferior del terraplén.
Los daños a la presa los causa la componente horizontal del movimiento en la
dirección transversal al eje de la cortina.
Los sismos han causado pocas fallas por deslizamiento en presas de tierra.
Hay grandes indicios para considerar que las presas con núcleo de concreto
son particularmente susceptibles a los sismos, ya que el concreto y el
terraplén no vibran con la misma frecuencia.
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Cortina Rígida de Gravedad
Las cortinas de gravedad construidas a base de concreto simple, o de mampostería, tienen
dimensiones tales que por su propio peso resisten las fuerzas que actúan en ellas. Deben
proyectarse para que resistan con un amplio factor de seguridad, las siguientes ca usas de
destrucción: vuelco; deslizamiento; esfuerzos excesivos.
La principal causa de volteo de una estructura es debido a que las fuerzas horizontales que
actúan sobre de ella, resultan ser mayores que las verticales. En la medida que la resultante
de todas las fuerzas actuantes se aproxime a la cara de aguas abajo, aumentan los esfuerzos
de compresión y así el vuelco se vería precedido y acelerado por un fallo de compresión; de
hecho, si la resultante se mueve acercándose hacia aguas abajo (talón de la cortina en
sección transversal), surge una falla por aplastamiento, disminuyendo la longitud de la base
lo suficiente para provocar que la resultante quede fuera de la zona estable y provocar el
desequilibrio que colapse a la estructura (Dilla, 1996).
En ocasiones la cortina puede estar en proceso de un volcamiento inicial, pero finalmente se
desliza bajo el siguiente supuesto: si la resultante pasa a estar fuera del tercio medio (o
núcleo central, si la base es de forma irregular), es probable el surgimiento de una grieta
horizontal provocada por esfuerzos de tracción, lo que reduce la resistencia a cortante de la
junta y en este caso la fuerza de subpresión aumenta al entrar la presión provocada por la
carga hidráulica en la fisura, disminuyendo el valor neto de la reacción y por tanto, la
resistencia friccional al movimiento horizontal, obteniendo como resultado que ocurra un
deslizamiento (Dilla, 1996).
La cortina de una presa puede deslizarse también, junto con gran parte de la cimentación
debido a la erosión del suelo, ya sea por el agua en exceso sobre el vertedor o por la acción
del flujo de filtración, por ello la importancia del tratamiento de la cimentación (Dilla,
1996).
1. Estabilidad al Vuelco
Un factor de seguridad simple con respecto al vuelco, se puede expresar en función
de los momentos que actúan alrededor de la cortina, considerándolos con respecto al
talón de la de la misma (pie aguas abajo), como se indica en la ecuación siguiente:
∑
∑
(69)
Dónde: CV es el coeficiente de estabilidad al vuelco (adimensional); Σ M+ es la
suma de todos los momentos restauradores de equilibrio (ton-m o KN-m); Σ M- es la
suma de todos los momentos desequilibrantes (ton-m o KN-m).
Para la seguridad de la estructura, valores de CV mayores a 1.25 son aceptables, pero
lo más conveniente es que
Semi-rocosos:
Margas, pizarras 0.30 0.40
Areniscas, calizas poco fisuradas 0.40 0.50
Areniscas medias, calizas y conglomerados 0.50 0.65
10
Grishin, M. M. Estructuras Hidrotécnicas. Moscú, 1962.
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o la adhesión entre el concreto y el terreno de cimentación de la cortina, se debe usar
la ecuación (70b). En caso de que el esfuerzo cortante permisible en la roca sea
menor que C, se introduce este esfuerzo en lugar de C. En la tabla 8 se indican
valores recomendados del factor de deslizamiento y el coeficiente C, de acuerdo al
tipo de terreno de cimentación.
∑
∑
(70b)
Dónde: FS Des es el factor de seguridad al deslizamiento (adimensional); f es el
coeficiente de fricción en la junta considerada (adimensional); ƩFV es la suma de
todas las fuerzas verticales que actúan sobre el cuerpo de la cortina en la junta
considerada (Ton o KN); C es el valor de la adhesión específica del concreto de la
cortina de la presa en contacto con el suelo de la cimentación (K/cm 2 o Pa); A es el
área del desplante de la dovela considerada (m2); ƩFH es la suma de todas las fuerzas
horizontales que actúan sobre el cuerpo de la cortina en la junta considerada (Ton o
KN).
Terrenos Débiles
Suelos sedimentarios de estructura
alterada: areniscas, conglomerados y
calizas muy fisuradas. ------------ 1.35 – 1.50
Terreno Medios
Areniscas corrientes, conglomerados,
calizas fisuradas, rocas muy Hasta 20 1.20 – 1.35
fracturadas.
Terrenos Buenos
Suelos rocosos con capa fisurada poco
profunda, rocas efusivas. Hasta 35 1.10 – 1.20
3. Revisión de Esfuerzos
Como regla principal para cualquier cortina de una presa tipo gravedad, construida a
base de mampostería y/o concreto, ésta debe estar libre de esfuerzos de tracción. Por
tanto resulta necesario limitar los esfuerzos de compresión y los de cortante, en
puntos interiores del cuerpo de la cortina, así como en su base. A continuación se
indican los análisis mínimos preliminares, basados en el método de gravedad que se
deriva de la teoría elástica.
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a. Esfuerzos normales verticales.- Se determinan mediante la aplicación de la
acción de voladizo de una carga combinada axial y de flexión, con las
modificaciones apropiadas (Novak, 2001), (Dilla, 1996).
La ecuación base es:
∑ ∑
(71)
Y considerando que en el área de la base se considera el análisis de la
longitud (b) para una banda de un metro (unitario), así como la excentricidad
resultante de las fuerzas actuantes, se tiene:
∑ ∑( )
Y
∑
( ) (72)
Cuando se tiene embalse lleno, en el paramento aguas arriba es:
∑
( ) (73a)
Y en el paramento aguas abajo:
∑
( ) (73b)
Dónde: fa es el esfuerzo normal vertical sobre el plano horizontal considerado
(Ton/m2 o MPa); ƩV es la suma de todas las fuerzas verticales actuantes sobre
la cortina (Ton o N); ƩM es la suma de los momentos determinados con
respecto al centroide del plano considerado (Ton·m o KN·m); y es la
distancia desde el centro de gravedad del plano de la base considerada, hasta
el punto donde se determina fa (m); A es el área de la base en el plano
considerado (m 2); I es el momento de inercia de la base en el plano
considerado, con respecto a su centro de gravedad (m 4 ); b es la longitud o
espesor de la sección considerada (m); e es la excentricidad de la resultante
de fuerzas actuantes sobre la cortina, siendo aceptable si cae aguas abajo de
su centroide, dentro del tercio medio del plano considerado (m).
Los esfuerzos obtenidos en (73a) y (73b), deben ser menores al esfuerzo
máximo que soporta el concreto a compresión (74), o el esfuerzo máximo de
la roca en el suelo de cimentación:
( ) (74)
Dónde: fcadm es el esfuerzo admisible de trabajo del concreto (Kg/cm2 o
MPa); f’c es el esfuerzo de ruptura del concreto a la compresión, en prueba de
laboratorio a los 28 días de edad (Kg/cm2 o MPa).
Si la resultante de fuerzas actuantes interseca la base del plano considerado
fuera del tercio medio, habrá esfuerzos negativos y aparecerán tracciones que
el concreto puede no resistir y entonces surgirán fisuras en su masa, que se
pueden ampliar provocando problemas que pueden desembocar en fallas del
pie o del talón de la cortina de la presa.
Cuando se analiza la condición de embalse vacío, se invierten los signos de
las ecuaciones (73a) y (73b).
La excentricidad se determina mediante la siguiente ecuación:
∑
∑
(75)
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Para evitar tracciones se debe cumplir con: e < b/6
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En el paramento aguas abajo, suponiendo sí existe cauce aguas abajo:
( ) (81a)
(81b)
2
Dónde: σ1 y σ3 son los esfuerzos principales aguas arriba (Kg/cm o MPa);
y son los esfuerzos principales aguas abajo, sin cauce aguas abajo (Kg/cm2
o MPa); y son los esfuerzos principales aguas abajo, considerando
cauce aguas abajo (Kg/cm2 o MPa); p2 es la presión hidrostática que actúa
sobre la cortina en el paramento de aguas abajo (Kg/cm 2 o MPa).
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