El Párrafo: Elementos Del Párrafo: Oraciones Principales y Secundarias
El Párrafo: Elementos Del Párrafo: Oraciones Principales y Secundarias
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SUS TIPOS, LA ORACIÓN Y SUS PARTES, TIPOS DE ORACIONES.
El párrafo
El párrafo es una estructura o unidad organizativa del texto escrito. Su función
es distribuir el contenido o información global de un mensaje en segmentos más
pequeños.
Por lo general, aunque no tiene una ubicación fija, la oración principal es explícita
y fácil de reconocer. Pero, a causa de su complejidad, puede ocurrir que esté
contenida o implícita en dos o más oraciones del párrafo.
Por otra parte, los párrafos tienen una función conjunta: desarrollar el contenido de
la unidad mayor en la que participan, el texto. Esto se produce por la secuencia
lógica de las ideas contenidas en cada párrafo.
Tipos de párrafo
Según su posición en el texto
La posición que ocupan los párrafos representa un momento del desarrollo del
acto comunicativo. Con este criterio se distinguen los siguientes párrafos:
Párrafos delimitadores
Son los párrafos que se encuentran al inicio y al final del texto. Representan por
tanto la apertura y el cierre del acto comunicativo.
Párrafos internos
El resto de los párrafos de un texto está enmarcado por los dos párrafos
delimitadores. Su número también es variable, así como lo son su finalidad y
estructura.
Párrafos expositivos
Párrafos contraargumentativos
Párrafos enumerativos
Párrafos narrativos
Párrafos descriptivos
Párrafos dialogados
Según su diseño
En bloque
Normal u ordinario
Moderno o alemán
Es un párrafo con todas las líneas llenas, excepto la última. Se separa del
siguiente párrafo mediante la línea en blanco.
Español
Este párrafo también tiene todas las líneas llenas menos la última, que va
centrada.
Francés
En está párrafo, la primera línea es llena y todas las demás llevan sangría.
Además, así como las palabras juntas componen una oración, habitualmente en
los textos las oraciones juntas componen un párrafo, que sería una unidad
mucho mayor de sentido, abarcando un número variable de enunciados.
Partes de la oración
Sujeto y predicado
El sujeto. Aquella entidad sobre la cual recae la acción o bien que la
ejecuta, y que suele hallarse preguntando al verbo “¿quién?” o “¿qué?”.
Debe tener un núcleo, esto es, la palabra sobre la cual recae la mayor carga
de sentido, y que será un sustantivo o un pronombre que ocupa su lugar.
El predicado. Una vez hallado el sujeto, el resto de la oración será
predicado. Esto es, la acción descrita y todos sus acompañamientos
contextuales o gramaticales.
Tipos de oraciones
Según su complejidad sintáctica. Podemos hablar de dos tipos de
oraciones: simples y compuestas.
o Oraciones simples. Aquellas que poseen un solo verbo principal
que hace de núcleo del predicado. Por ejemplo: “Martín adora el
fútbol”.
o Oraciones compuestas. Aquellas que integran dos o más oraciones
simples en una sola, a través de nexos y partículas que hacen de
puente. Dependiendo de cómo se integren las oraciones, podemos
hablar de:
Oraciones coordinadas. En las que las oraciones
combinadas son intercambiables y poseen el mismo nivel de
importancia. Por ejemplo: “Luis compra y María vende” o
“Algunos vienen, pero otros van”.
Oraciones yuxtapuestas. En las que no existe un nexo
haciendo de puente, sino un signo de puntuación que permite
la superposición de las oraciones. Por ejemplo: “Ayer me caí,
no me lastimé”.
Oraciones subordinadas. Cuando una de las dos (la
subordinante) pose mayor jerarquía e importancia que la otra
(la subordinada), y esta última hace las veces de una parte de
la oración principal. Por ejemplo: “Mi primo, de quien te hablé
ayer, viene a la fiesta”.
Según su estructura sintáctica. Puede hablarse de dos tipos de
oraciones: unimembres y bimembres.
o Oraciones unimembres. Son las que están compuestas de una
única parte sintáctica, y no pueden dividirse en sujeto y predicado.
Por ejemplo: “Está lloviendo”.
o Oraciones bimembres. En cambio, son aquellas que poseen dos
partes claramente diferenciables, que son el sujeto y el predicado.
Por ejemplo: “Tu padre dice que está lloviendo”.
Según la forma del sujeto oracional. Podemos hablar de dos tipos
diferentes de oración:
o Oraciones personales. En las que existe un sujeto reconocible. Se
dividen a su vez en dos:
Personales explícitas. Cuando el sujeto es mencionado en
la oración. Por ejemplo: “Mi familia come lentejas los jueves”.
Personales implícitas. Cuando el sujeto es reconocible pero
no está mencionado en la oración, o sea, está tácito. Por
ejemplo: “Aquí comemos lentejas los jueves”.
o Oraciones impersonales. En las que no existe un sujeto
reconocible. Suelen referirse a fenómenos climáticos o eventos que
no realiza nadie. Por ejemplo: “Hoy va a nevar” o “Hace mucho
calor”.
Según la intención de quien enuncia las oraciones. O sea, según lo
que se propone con ellas, podemos clasificarlas en diferentes tipos:
o Oraciones enunciativas o declarativas. Aquellas que expresan
una realidad concreta que puede juzgarse como verdadera o falsa, y
que se dividen, dependiendo de si poseen o no elementos negativos,
en enunciativas afirmativas (“En Uganda hay una guerra civil”) o
negativas (“Ya no quedan testigos de la masacre”).
o Oraciones exhortativas o imperativas. Aquellas que buscan
modificar la conducta del receptor de alguna manera, ya sea a través
de órdenes, ruegos, mandatos, etc. Por ejemplo: “Pásame la sal” o
“¡Déjame en paz!”.
o Oraciones exclamativas. Aquellas que expresan un estado anímico
del emisor, y suele acompañarse en la escritura con signos de
exclamación (¡!). Por ejemplo: “¡Qué dolor de panza tengo!” o
“¡Cuántos soldados hay en la calle!”.
o Oraciones interrogativas. Semejantes a las exclamativas, le
expresan una pregunta al receptor, y suelen escribirse entre signos
interrogativos (¿?). Por ejemplo: “¿Cuándo piensas venir a casa?” o
“¿Todavía me quieres?”.
o Oraciones dubitativas. Aquellas que expresan una suposición o
una probabilidad, y suelen emplear verbos en condicional o en futuro
del indicativo. Por ejemplo: “A ella le vendría bien un trago” o
“Tendrás suerte si consigues un boleto”.
o Oraciones desiderativas. Aquellas que expresan un deseo del
emisor, habitualmente precedidas del adverbio “ojalá”. Por ejemplo:
“Ojalá lleguemos a tiempo” o “Quisiera tener más dinero”.
Según la voz del verbo. Podemos distinguir las oraciones pasivas de las
activas:
o Oraciones de voz activa. En las que la acción del sujeto es referida
directamente. Por ejemplo: “Pedro tiró la carnada al río”.
o Oraciones de voz pasiva. En las que la acción del sujeto se refiere
desde el punto de vista del predicado. Por ejemplo: “La carnada fue
tirada al río por Pedro”.
Según el tipo de predicado. Por último, tendremos dos categorías
principales de oración:
o Oraciones copulativas o atributivas. Cuando su predicado está
constituido por un sintagma nominal, o sea, cuando unen un sujeto y
un atributo mediante un verbo copulativo. Por ejemplo: “Juan es muy
guapo” o “María está muy flaca”.
o Oraciones predicativas. Aquellas que poseen un predicado verbal
(o sea, no nominal), que expresa acciones y no atributos. Este tipo
de oraciones pueden, a su vez, clasificarse en:
Transitivas. Cuando requieren de un objeto o complemento
directo sobre el cual recae la acción para poder expresarse por
completo. El objeto directo puede intercambiarse por “eso”.
Por ejemplo: “Yo compré una casa” (podría decirse “Yo
compréeso”).
Intransitivas. Cuando no requieren de un objeto o
complemento directo para expresarse por completo. Por
ejemplo: “Yo vivo muy bien” (no puede decirse “Yo vivo eso”).
Reflexivas. Cuando el sujeto que realiza la acción es también
quien la recibe. Por ejemplo: “Ayer me vestí de rojo”.
Recíprocas. Cuando hay dos sujetos que intercambian
acciones. Por ejemplo: “María y Pedro se aman locamente”.un
punto