INDICE DE CRIMINALIDAD-tria espacial-BOGOTA
INDICE DE CRIMINALIDAD-tria espacial-BOGOTA
INDICE DE CRIMINALIDAD-tria espacial-BOGOTA
CEDE
ECONOMETRÍA ESPACIAL:
CARACTERÍSTICAS DE LA VIOLENCIA HOMICIDA EN BOGOTÁ.
Michel Formisano*
Resumen
Este trabajo busca encontrar los determinantes de los homicidios en Bogotá,
explicar la existencia de zonas con elevadas tasas de homicidio y establecer
cuáles son las políticas más adecuadas en pro de la disminución de los
homicidios. Para este fin, se construyen mapas y se hace uso de la
econometría espacial. Los resultados sugieren que los homicidios en Bogotá
presentan patrones de difusión contagiosa y se encuentran altamente
concentrados en pocas zonas, las cuales coinciden con la presencia de bandas
y expendios de drogas. Por el contrario, las variables socioeconómicas y el
expendio de alcohol tienen un poder explicativo muy limitado. Adicionalmente,
se encuentra que las capturas de criminales y los decomisos de armas en las
zonas donde se presentan las tasas de homicidios más elevadas son las
políticas más eficientes para disminuir los homicidios.
*
El autor agradece los aportes y la invaluable colaboración de Fabio Sánchez, Maria Victoria
Llorente y Jairo Núñez.
1
Introducción.
2
Gráfica 1.1. Tasa de Homicidios de Bogotá y Colombia
1984-2000
100
80
60
40
20
0
84
86
88
90
92
94
96
98
00
19
19
19
19
19
19
19
19
20
NACIONAL BOGOTA
1
El trabajo de Llorente, Escobedo, Echandía y Rubio (2001) encuentran que entre 1997 y 1999 el
porcentaje de sectores censales que cuenta con una tasa de homicidios superior a los 100 hpcmh es de
3
(localidades de Santafé, Mártires y Candelaria), al igual que en el sur y en el
occidente (Bosa, Kennedy y Ciudad Bolívar).
ßN
Fuente: Instituto Nacional de Medicina Legal
¿A qué se debe la existencia de zonas tan violentas? ¿Qué se debe hacer para
disminuir la tasa de homicidios en estas zonas?
16%. La diferencia entre el 16% de Llorente et. al y el 11% encontrado en este trabajo, radica en que este
trabajo no incluye los sectores censales cuya población es inferior a 1000 habitantes.
4
variable de contigüidad, la cual es ignorada con otras metodologías. De esta
manera, se corrigen los problemas que surgen por la omisión de variables
relevantes y por la existencia de autocorrelación espacial3. Adicionalmente la
econometría espacial permite determinar qué variables explican el contagio y la
difusión de los homicidios; bien sea la tasa de homicidios per se o las
diferentes variables explicativas del modelo econométrico, lo cual lleva a
recomendaciones de política totalmente diferentes.
I. Marco Teórico.
2
Los pocos trabajos existentes sobre violencia homicida en Bogotá resultan ser inadecuados ya que
algunos no explican las marcadas diferencias en los homicidios y otros carecen de rigor estadístico para
sustentar sus conclusiones.
3
En este caso, la autocorrelación espacial surge en la medida en que los sectores censales se ven
contagiados por la tasa de homicidios de los sectores censales contiguos, de tal forma que se viola el
supuesto de independencia de las observaci ones muestrales en un ejercicio de corte transversal.
5
Con el objetivo de familiarizar al lector con los diferentes estudios empíricos y
teóricos sobre la criminalidad, en este capítulo se realiza un breve recuento de
la literatura existente, la cual ha sido agrupada en tres tendencias. La primera,
usualmente denominada hipótesis de “causas objetivas”, explica la violencia
como el resultado de factores socioeconómicos tales como la pobreza o la
desigualdad. La segunda tendencia es denominada “Economía del Crimen”;
ésta ha vivido un desarrollo reciente a nivel mundial y nacional, estableciendo
como principal resultado que el gasto asociado a justicia y seguridad disuade a
los individuos de cometer delitos, ya que aumenta los costos coligados a
delinquir. Por último está la teoría del “desorden”, la cual afirma que el
desorden existente en un barrio genera un mayor número de delitos.
4
Convocada por la administración Barco, esta comisión reunía a prestigiosos sociólogos y catedráticos.
6
evidencia para afirmar que la desigualdad del ingreso, más que la pobreza, es
una causal de gran importancia en el incremento de la criminalidad en los
noventa. Simultáneamente, Sarmiento (1999) llega a esta misma conclusión
para el caso colombiano, utilizando datos de orden municipal durante el periodo
1985-1988 y 1990-1996. Sin embargo, Echandía (1992) afirma que en
Colombia, a nivel municipal, las tasas de homicidios más elevadas se
encuentran en las zonas de mayor riqueza, y no en las zonas pobres. Además,
mediante el estudio de la distribución geográfica de los homicidios, Echandía
asevera que existe una alta correlación a nivel municipal entre los indicadores
de violencia y la presencia de grupos al margen de la ley.
Existen también teorías de capital social, las cuales estudian los arreglos
institucionales y la interrelación entre individuos, estableciendo una
dependencia entre la criminalidad y los valores sociales; es así como, las
políticas de generación de capital social se asocian a la disminución de las
tasas de criminalidad. A este respecto Lederman (2000) encuentra que en
América Latina, con mayores niveles de capital social se desincentiva la
actividad criminal.
5
Según la teoría, en periodos cortos la relación entre crimen y desempleo debe ser negativa, ya que con
mayores tasas de desempleo disminuyen las victimas potenciales de robos y atracos. Sin embargo la
7
relación alguna entre la tasa de homicidios y el consumo de alcohol. Respecto
al caso colombiano, Llorente (2001) estima que la medida de restricción en la
venta de alcohol (Ley Zanahoria), tan sólo explica un 8% de la reducción en la
tasa de homicidios entre 1995 y 2000.
relación entre crimen y tasa de desempleo rezagada debe ser positiva, ya que el desempleo sistemático
8
municipios 6 más violentos del país presentan indicadores de pobreza
favorables pero tienen indicadores de eficiencia en la justicia desfavorables.
Esto desvirtúa, a nivel municipal, la hipótesis de una violencia causada por la
insatisfacción de las necesidades básicas. Por lo tanto, el autor afirma que la
violencia en Colombia ha sido propiciada, no por causas objetivas, sino por la
ineficiencia de la justicia penal y la proliferación de los grupos armados, que ha
su vez han contribuido a la parálisis del sistema judicial.
Igualmente Sánchez et. al. (2001) realiza un trabajo para 7 ciudades principales
y para los municipios de Colombia, encontrando que la violencia obedece a
factores tales, como la existencia de grupos armados o la presencia de
actividades ilegales, mientras que “la desigualdad y la exclusión no producen
en Colombia una violencia diferente a la que puede producir en otros países o
regiones”.
Asimismo, Steven Levitt et. al. (2000) afirma que en Colombia el tráfico de
drogas, junto con los bajos niveles de castigo para los delincuentes, son los
factores que más contribuyen en las elevadas tasas de homicidios; entre tanto,
los factores socioeconómicos como la desigualdad, la pobreza, y factores
sociológicos 7, no tienen ningún poder explicativo.
9
geográfico, en Colombia se destaca el trabajo pionero de Núñez (2001), quien
incorpora metodologías de econometría espacial para explicar los
determinantes de los ataques contra el patrimonio en Bogotá.
Por último, se destaca la teoría del desorden urbano o “Broken Window”9,
desarrollada por Kelling y Willson, la cual afirma que existe una relación de
causalidad positiva y directa entre las características de las zonas donde se
cometen los crímenes y los niveles de criminalidad; de esta manera, las zonas
desordenadas (con presencia de prostitución, expendio y consumo de drogas,
pandillas y vandalismo, entre otras) favorecen la implantación y el desarrollo de
todo tipo de actos violentos.
Existe evidencia empírica para los Estados Unidos que sustenta esta hipótesis.
Biderman (1967) muestra la existencia de una relación positiva entre la
percepción de seguridad de los ciudadanos y el desorden asociado a cada
zona. A la par, Skogan (1990) realiza 13.000 encuestas en cinco ciudades de
Estados Unidos y establece la existencia de una relación de causalidad entre
los ambientes desordenados y los crímenes violentos; sin embargo, el caso
colombiano permanece casi inexplorado. Existe únicamente un trabajo de Paz
Pública (2001), en el cual se establece una aparente relación entre las muertes
violentas y la presencia tanto de estructuras criminales como de prostitución,
consumo de drogas y zonas de expendio de drogas. Dicha relación fue
establecida mediante la observación y superposición de mapas de la tasa de
homicidios y las distintas variables10.
9
El nombre de Broken Window surge del trabajo pionero de Kelling y Wilson, quienes realizan una
analogía al afirmar que igual que en la violencia, en un edificio, si se rompe una de sus ventanas y ésta se
deja sin reparar, las demás ventanas serán prontamente rotas. De igual forma, en ciertas zonas, el
desorden asociado a la prostitución, la drogadicción, el vandalismo, entre otros, deteriora el ambiente e
incentiva los actos violentos.
10
Sin embargo, los resultados de dicho trabajo no incorporan metodologías econométricas.
10
II. Políticas contra el crimen.
11
La promoción de la participación ciudadana también formó parte de los
programas de seguridad emprendidos por la primera administración Mockus.
Con el fin de aumentar el número de denuncias y de comprometer a la
ciudadanía con su propia seguridad, se emprendió la creación de Frentes
Locales de Seguridad, mediante los cuales se trató de vincular a los vecinos de
un mismo barrio entre sí, para establecer vínculos de pertenencia, formando
según la alcaldía “un tejido social que impida actuar a la delincuencia”11.
9000
8000
7000
6000
5000
4000
1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000
11
Alcaldía Mayor de Bogotá, 1998:2
12
En medio de las políticas disuasivas y coercitivas emprendidas en los últimos
años, también se destaca el aumento en la vigilancia. Se equiparon y
reconstruyeron algunos CAI, se implementó el reclutamiento de policías
bachilleres, y se creó el Centro Automático de Despacho con el fin de agilizar la
reacción de la policía tras las denuncias de la ciudadanía. Igualmente se
crearon programas enfocados a las zonas de alto riesgo, mediante la
recuperación del espacio público y la estricta vigilancia de ciertas zonas
críticas. Pero la política que presenta la más sorprendente evolución,
corresponde a las capturas de delincuentes. Entre 1994 y 2000 las capturas
pasaron de 13.253 a 50.438, es decir que hubo un aum ento del 280% en tan
sólo 6 años (ver gráfico 2.2).
Gráfico 2.2. Capturas
1995-2000
60000
50000
40000
30000
20000
10000
0
1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000
En síntesis podemos decir que existen dos tipos de políticas emprendidas por
la Alcaldía de Bogotá en los 90. Por un lado están las medidas de “Cultura
Ciudadana” y “Ley Zanahoria”, las cuales tratan de modificar las características
de los individuos, argumentando que parte del problema de los homicidios es
resultado de la intolerancia. Por otro lado están las medidas represivas y de
acción de la policía, entre las cuales se destacan la incautación de armas y la
aprehensión de delincuentes.
13
Más adelante, mediante los ejercicios econométricos y estadísticos se
determinará cuáles han sido las políticas realmente eficientes y que han
contribuido en la disminución de los homicidios en Bogotá.
Bogotá está conformada por 20 localidades, casi 600 sectores censales y más
de 3000 barrios. Un análisis general de las localidades de Bogotá muestra que
entre 1997 y 1999, las localidades que presentaron el mayor número de
homicidios (en promedio anual) fueron localidades del sur y del centro de la
ciudad: Ciudad Bolívar (322 homicidios), Kennedy (273), Santafé (273), Rafael
Uribe Uribe (220) y Puente Aranda (181), conformando entre todas el 50% de
los homicidios de la capital 12. Esto muestra que los homicidios en Bogotá están
altamente concentrados, ya que en tan sólo cinco de veinte localidades tiene
lugar la mitad de las muertes violentas.
12
Fuente: Instituto Nacional de Medicina Legal
14
Ciudad Bolívar a un segundo plano, y conformando lo que en la literatura ha
sido denominado como un hot spot, (zona de alta concentración homicida)
dada su cercanía geográfica y sus altos índices de violencia.
Por otro lado, se destaca el hecho de que existan 117 sectores censales donde
no se cometió un sólo homicidio en 1999 (es decir el 20% de los sectores de la
ciudad); asimismo, en 240 sectores (42% de la ciudad) la tasa de homicidios
fue inferior a 20 hpcmh.
15
Mapa 3.1. Tasa de Homicidios según sector censal en 1999
ßN
16
Mapa 3.2. Concentración del 10% de los Homicidios
ßN
ßN
17
Mapa 3.4. Concentración del 30% de los Homicidios
ßN
18
En síntesis, gran parte de los homicidios en Bogotá tienen lugar en muy pocas
zonas, que por lo general se encuentran agrupadas y mantienen una
continuidad geográfica.
ßN
13
El GINI es un indicador usualmente utilizado para medir la desigualdad en la distribución del ingreso.
Su rango de valores oscila entre 0 y 1, donde 1 es una sociedad perfectamente igualitaria, en la cual no
hay diferencia alguna entre los ingresos de los diferentes grupos de población.
19
Mapa 3.6. Localización de los 50 sectores censales más violentos
ßN
Mapa 3.7. Localización de los 100 sectores censales más violentos
ßN
Mapa 3.8. Localización de los 150 sectores censales más violentos
ßN
20
Exploratorio de Datos Espaciales (ESDA), la cual contrasta la presencia o
ausencia de autocorrelación espacial. Para este efecto, los estadísticos de
dependencia espacial más utilizados en la literatura son la I de Moran y la C de
Geary14.
Tipo de Matriz15
Binaria 1Km Binaria 3Km 1/Distancia
I Moran (Normal16) 0.14*** 0.14*** 0.20***
I Moran (Aleatoria) 0.14*** 0.14*** 0.20***
C Geary (Normal) 0.84*** 0.84*** 0.80***
C Geary (Aleatoria) 0.84*** 0.84*** 0.80***
*** Significancia de 99%
14
Estos estadísticos prueban la hipótesis nula de autocorrelación espacial, mediante la comparación de la
tasa de homicidios de cada sector censal con la tasa de homicidios ponderada de los sectores censales
vecinos.
15
Las matrices calculan y ponderan la tasa de homicidios de los sectores censales vecinos con diferentes
criterios. Las matrices Binaria 1Km y 3Km, toman como vecinos a todos los sectores censales que se
encuentran 1 kilómetro y 3 kilómetros a la redonda. La matriz 1/Distancia, asume que todos los sectores
censales son vecinos, pero los pondera por el inverso de la distancia, de tal forma que los sectores
censales más lejanos obtengan valores menores en la matriz
16
Para realizar los contrastes, en los índices de autocorrelación se asumen que las variables se distribuyen
bien sea normalmente o aleatoriamente. Pero para muestras grandes, como los sectores censales en
Bogotá (596), la distribución aleatoria tiende asintóticamente a la normal.
21
cual por definición debería repartirse de manera uniforme sobre la ciudad. En
segundo lugar, la autocorrelación espacial pone de manifiesto que el valor que
toma la tasa de homicidios en una región, no depende únicamente de las
características del sector censal, sino también del valor que toma la misma
variable en sectores censales vecinos. Por último, desde un enfoque
econométrico, la concentración y la autocorrelación espacial de la tasa de
homicidios en los diferentes sectores censales, cuestiona la hipótesis de
independencia de las unidades en un ejercicio de corte transversal; por lo tanto
el fenómeno de los homicidios en Bogotá no puede ser tratado por la
econometría estándar.
22
covarianzas está incorrectamente definida. Esto conduce a una
sobrevaloración de la varianza del vector de estimadores, y sesga la varianza
residual, de tal forma que se invalidan los resultados de las inferencias
estadísticas basadas en el test de t-student y se aumenta el valor del R2. Por lo
tanto, los resultados obtenidos en trabajos anteriores a nivel de violencia
urbana en Bogotá son econométricamente inadecuados al no incorporar
componentes espaciales.
17
Una matriz de contigüidad para N sectores censales es simétrica, de dimensión (NxN), rellena de ceros
en la diagonal (ya que no se puede hablar de vecindad de cada sector censal consigo mismo) y en el resto
de los elementos de esta matriz se incluyen los criterios de vecindad entre los barrios Ni y Nj (para ≠ i j).
Estos valores son diferentes según el criterio de vecindad que se utilice. Si la matriz utilizada es
1/Distancia, en los elementos diferentes a la diagonal se coloca el inverso de la distancia entre los dos
sectores censales en cuestión, de tal forma que los sectores censales más lejanos tengan ponderaciones
menores. Si la matriz utilizada es binaria 1 Km, solamente se colocan unos en los elementos de la matriz
donde la distancia entre los sectores censales es menor a 1 kilómetro y el resto de la matriz se rellena de
ceros. Luego todas las matrices son estandarizadas horizontalmente.
23
dependiendo de qué modelo sea el más indicado, las conclusiones son
diferentes. Si el modelo estimado resulta ser un modelo espacial en el error,
entonces las variables que conforman el modelo econométrico como tal
influyen en la expansión y difusión de los homicidios y éstos se dispersan en
los diferentes sectores censales dependiendo de las características de cada
sector. Este caso lleva el nombre de expansión jerárquica.
La forma reducida del modelo econométrico es:
Y = X1β + ε
ε = λW 1ε + µ
µ ~ N(0. σ2I)
Y = ρW 1Y +X1β+ µ
µ ~ N(0,σ2I)
24
Al igual que la correcta aplicación de la metodología econométrica, resulta
imperativo y necesario establecer un modelo teórico que explique el
comportamiento criminal a la luz de las diferentes teorías de crimen urbano y
que aporte los cimientos de las estimaciones econométricas. Con este objetivo,
se utiliza el marco teórico de la economía del crimen desarrollada por Becker.
El modelo de Becker afirma que los delincuentes son agentes racionales que
calculan el beneficio de delinquir. Este beneficio es m edido como la diferencia
entre los ingresos esperados de la actividad delictiva (ingresos del crimen
multiplicado por la probabilidad de no ser capturado), menos los costos de
delinquir, los valores morales y la condena esperada (probabilidad de captura
por años de condena). Este modelo puede ser especificado mediante la
siguiente ecuación:
25
Las estimaciones econométricas de este trabajo, incorporan variables a nivel
de localidad y de sector censal18. La variable dependiente es la tasa de
homicidios y cada una de las variables explicativas corresponde a algún
enfoque teórico. En este sentido, el argumento de Sarmiento o García (1999),
de una violencia de “causal objetiva”, que se explica por la mala distribución del
ingreso, la pobreza, y otros factores socioeconómicos, será medida mediante
criterios de distribución del ingreso (índice de GINI) y el índice de calidad de
vida (ICV). Igualmente, las explicaciones de la violencia homicida como
resultado de la carencia en capital social y valores morales son introducidas
mediante las tasas de desempleo y la cobertura educativa, entre otros.
18
Los datos a nivel de sector censal fueron suministrados por el Instituto Nacional de Medicina Legal y
por Paz Pública de la Universidad de los Andes; los datos a nivel de localidad fueron suministrados por la
Policía Metropolitana.
26
homicidios en Bogotá el método que se utiliza en este trabajo es el de
econometría espacial; por ahora tan sólo falta definir cuál de los dos modelos
espaciales es el más adecuado: error espacial o rezago espacial.
V. Estimaciones y resultados.
19
Esta variable, al igual que la de bares, fue obtenida a partir de una encuesta realizada a la Policía
Metropolitana, en la cual se le preguntaba si en el barrio había zonas problemáticas donde se consume y
se vende alcohol.
20
Los software utilizados para las estimaciones, son SpaceStat, desarrollado por L. Anselin, y el
programa desarrollado por J.P Lesage para Matlab.
21
Se realiza la econometría para 563 sectores censales y no para los 596 de la ciudad, ya que existen
sectores con poblaciones muy bajas, donde la presencia de tan sólo un homicidio genera una tasa de
homicidios inusitadamente alta. Por lo tanto los datos de los barrios con poblaciones menores a 1000
habitantes fueron agregados a sus barrios contiguos.
27
primer caso, el modelo a estimar sería un modelo de rezago espacial; en el
segundo caso, el modelo estimado debería ser un modelo de error espacial.
28
los sectores censales vecinos, sin necesidad de atacar directamente la
violencia homicida en cada sector y sin necesidad de modificar sus
características socioeconómicas, ya que éstas no determinan el contagio.
22
Cuadro 5.2. Corte Transversal, Rezago Espacial
Coeficientes Coeficientes
Constante 78.9* 84.4*
Contagio 0.14** 0.15**
Tasa de homicidios rezagada 0.56*** 0.55***
Drogas 21.4** 22.47**
Bandas 5.30* 5.46*
Electricidad -7.47** -6.28**
Milicias 0.64 0.41
Bares 2.02 3.40
Prostitución 12.4
Tasa de atracos -1.83
GINI relativo 0.51
Cobertura educativa - 3.17
Tasa de desempleo - 6.83
22
La estimación se realiza mediante el software SpaceStat.
29
Todos los modelos econométricos estimados para Bogotá destacan la
23
importancia de la difusión y del contagio de los homicidios a nivel de sector
censal. El valor de 0.14 (0.15 en el modelo reducido) obtenido en la estimación
de esta variable es significativo al 95%; como es de esperarse, su valor es
inferior a uno y su signo positivo. Este resultado pone de manifiesto la
importancia de la concentración y el contagio de los homicidios en el espacio,
ya que en promedio la tasa de homicidios de un sector censal se transmite en
un 14% hacia los sectores censales vecinos; por lo tanto, los sectores censales
más violentos contagian a sus vecinos, constituyendo lo que en la literatura se
denomina un hot spot (zona caliente). Es así como una política focalizada que
logre disminuir los homicidios en los sectores censales más violentos también
estaría disminuyendo parcialmente los homicidios en los sectores contiguos.
De acuerdo con estos resultados se puede entonces afirmar que los homicidios
en Bogotá generan una espiral de acciones que se extiende contagiosamente
en el espacio y que posteriormente persisten en el tiempo.
23
El contagio es medido mediante el estimador (ρ) de la matriz de contigüidad espacial.
30
son significativas y sus valores son 5.30, 21.4 y -7.47 respectivamente. Por
consiguiente, existe evidencia para afirmar que en estas zonas, las tasas de
homicidios se encuentran aproximadamente 5 puntos y 21 puntos por encima
de la tasa de homicidios que se observa en las zonas donde no hay presencia
de bandas que atentan contra la vida, ni expendio de drogas respectivamente.
24
Este resultado sugiere la existencia de conflictos entre estructuras criminales, por el control de las
actividades criminales en ciertas zonas de la ciudad.
25
Se construyeron diferentes índices de desorden, basados en la presencia de bandas, prostitución,
ausencia de iluminación, presencia de bares, estrato, entre otros, y ninguno fue consistentemente
significativo
26
Se realizaron ejercicios econométricos para el sur de la ciudad, y en estos las milicias tampoco fueron
significativas.
31
Respecto a las variables socioeconómicas, éstas no tienen poder explicativo,
ya que los coeficientes estimados del GINI relativo27, la tasa educativa y la tasa
de desempleo no son significativos. Por lo tanto, y contrario a los resultados de
muchos estudios a nivel latinoamericano, las características socioeconóm icas y
las causas objetivas (desigualdad, desempleo) no explican la violencia urbana
en Bogotá 28.
27
EL GINI relativo es calculado con relación a cada localidad y no respecto a toda la ciudad.
28
Si bien las características socioeconómicas de los sectores censales no explican la existencia de las
elevadas tasas de violencia, este trabajo no permite realizar ninguna conclusión respecto a las
características de los agredidos y de los agresores, dado que puede existir una alta movilidad de los
delincuentes.
32
espacial, para 19 sectores censales entre 1995 y 200029, teniendo como
variables explicativas la tasa de homicidios rezagada, el NBI, las capturas de
delincuentes como proporción de los delitos 30 y las incautaciones de armas.
Estas estimaciones se realizan mediante programación desarrollada en el
software Matlab, y los resultados de esta estimación se presentan en el cuadro
5.3 (estimaciones adicionales se presentan en el apéndice 2).
Coeficientes
Constante 2.93***
Contagio 0.12***
Tasa de homicidios rezagada 0.58***
NBI 1.42*
Tasa de capturas rezagadas -0.14***
Tasa de incautación de armas -0.11**
Observaciones 114
R2 0.79
Matriz Queen
*** Signi ficancia de 99%
** Significancia de 95%
* Significancia de 90%
29
El Panel Espacial no tiene la riqueza en desagregación a nivel de sector censal del corte transversal, ya
que los datos de capturas y decomisos de armas sólo se encuentran a nivel de localidad. Pero a diferencia
del corte transversal, el panel permite estudiar la evolución de los homicidios en el tiempo.
30
La variable de tasa de capturas, es la proporción de capturas respecto al total de delitos por localidad.
Esta variable se introduce rezagada en el modelo, para evitar problemas de endogeneidad en las variables
explicativas.
31
La estimación se realiza con el software Matlab con la programación desarrollada por James P. LeSage.
33
Pero la importancia y el aporte de este panel, radica en los coeficientes
estimados de las variables de captura de delincuentes y decomiso de armas;
éstos son altamente significativos y tienen el signo esperado. De tal forma,
cada captura genera en el periodo siguiente 0.14 homicidios menos. Asimismo,
el decomiso de armas tiene un efecto negativo y significativo en las tasas de
homicidios; por cada 9 armas incautadas se evita un homicidio.
VI. Conclusiones.
34
de difusión contagioso en el espacio explicado por el modelo de rezago
espacial, mediante el cual los sectores censales más violentos contagian
sistemáticamente a los sectores contiguos. De tal suerte, los homicidios
generan una espiral de crímenes violentos cuya expansión es explicada por las
tasas de homicidios per sé y no por las características de cada sector censal.
35
crimen, deben estar encaminados hacia políticas focalizadas en las zonas más
violentas y orientarse a combatir la presencia de estructuras criminales (bandas
que atentan contra la vida y expendios de droga). Así mismo, la existencia de
una difusión contagiosa en los homicidios implica que al disminuir la violencia
en estos focos, se estaría atacando y disminuyendo sistemáticamente la
violencia en las zonas circundantes.
36
Bibliografía:
37
Echandía. C. (2000), “Geografía de la Violencia Homicida en Bogotá”, en
“Caracterización de la Violencia Homicida en Bogotá”, Documento de trabajo
#2. Bogotá: Paz Pública-CEDE-Universidad de los Andes.
38
Núñez, J. (2001) “Interrelaciones Espaciales en los Delitos Contra el Patrimonio
en Bogotá” JEL: K14, R19.
Paz Pública (1997) “Mitos del homicidio en Colombia”, Carta No 1. Bogotá: Paz
Pública-CEDE-Universidad de Los Andes.
39
Apéndice 1
40
Corte Transversal, Mínimos Cuadrados ordinarios.
Variable Coeficiente
Constante 86.4**
Tasa de homicidios rezagada 0.57***
Bandas 6.50*
Droga 23.3**
Electricidad -7.41**
Tasa de atracos -1.77
GINI relativo 0.56
Tasa de desempleo -10.5
Bares 0.87
Prostitución 16.1
Milicias 1.85
Cobertura educativa -14.9
R2 0.61
Observaciones 563
41
Apéndice 2
Variables Coeficientes
42