Libros Historicos

Descargar como docx, pdf o txt
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 2

1. Título y protagonista.

El libro de Josué recibe su nombre del gran general Josué, no porque él sea considerado el autor de todo el
libro, sino porque figura como el personaje principal. Su nombre significa "Jehová es salvación" o "Jehová
salva" y su forma griega es "Jesús". En el Pentateuco se nos presenta como el ayudante de Moisés (Éxodo
33:11), y su lugarteniente en la guerra en Refidim contra Amalee (Éxodo 17:9). Allí demostró su destreza
como comandante militar derrotando a aquella tribu aguerrida de salteadores. Era un hombre de gran fe,
firme de carácter y valiente, pues junto con Caleb dio un buen informe de Canaán sobre la base de lo que
había visto como espía. Frente a la oposición de los otros diez espías, afirmó que mediante la ayuda de
Dios los israelitas serían capaces de conquistar la tierra (Números 14:6-9). Fue unido a Moisés en el
liderato de su pueblo. No es de extrañarse qué haya sido elegido para suceder a Moisés como caudillo de
los hebreos (Números 27:15- 23).
Aunque fue un hombre de grandes cualidades naturales, por preparación y por experiencia, su suprema
cualidad consistió en ser "varón en el cual hay espíritu" (Números 27:18), o sea, un hombre investido del
Espíritu Santo. Por ser uno de los dos sobrevivientes del éxodo de Egipto, Josué era ya un hombre anciano
cuando invadió Canaán. Había presencia- do las plagas de Egipto, el cruce del mar Rojo, los grandes
milagros de Dios y los fallos de Israel en el desierto. Conocía tanto el poder divino como la debilidad
humana. Como Moisés, él gozaba también de comunión con Dios (Josué 1:1-9; 5:13-15). Sin embargo, no
se puede comparar con el gran libertador. Más que un pensador, era un hombre de acción. Su tarea no fue
legislar, recibir revelaciones sublimes ni desarrollar conceptos morales y teológicos. Era más bien un
hombre práctico, un soldado fiel que tenía un solo trabajo: el de conquistar Canaán y repartir la tierra a las
tribus.
2. Autor y fecha.
Los eruditos liberales consideran que el libro de Josué es una prolongación del Pentateuco; así se formaría
el "Hexateuco", o sea, una unidad literaria formada por seis libros. La tradición judaica asigna a Josué la
paternidad literaria de la mayor parte del libro. Pero en su forma actual, el libro no puede haber sido
escrito totalmente por Josué, ya que registra su muerte y otros acontecimientos que no se realizaron sino
hasta después de su deceso. Entre estos está la conquista de Hebrón por Caleb, de Debir por Otoniel y de
Lais por los Danitas (ver Josué 15:13 y Jueces 1:10,20; Josué 15:15-19 y Jueces 1:11-15; Josué 19:47 y
Jueces 17, 18). En cambio, es evidente que el autor la escribió antes de la conquista de Jerusalén por David
(Josué 15:63) y de Gezer por el faraón suegro de Salomón (Josué 16:10; 1 Reyes 9:16, 17).
Existen evidencias de que el autor era contemporáneo de los acontecimientos descritos, porque algunas
partes del libro parecen ser obra de un testigo presencial. A pesar de las evidencias internas de que el libro
de Josué se remonta al período del mismo conquistador, o un poco después, ciertos eruditos de la alta
crítica ponen en tela de juicio la historia del libro. Sostienen que la narración del libro de los Jueces indica
que la conquista de Canaán no fue tan rápida como la describe el libro de Josué, sino que fue una
ocupación paulatina. Sin embargo, la arqueología comprueba la autenticidad del relato de Josué: las
excavaciones hechas en Bet-el, Laquis, Debir y Hazor han dado evidencias de violentas conflagraciones
fechadas un poco después de mediados del siglo XIII a.c., la época considerada por muchos estudiosos
como la de la conquista hebrea.
3. Fondo histórico.
El pueblo de Palestina no estaba organizado en fuertes naciones. En la época de Josué, era un
conglomerado de pequeñas ciudades-estados (pequeños reinos alrededor de sus ciudades fortificadas),
que a menudo peleaban entre sí. Cuando los ejércitos de los grandes imperios marchaban sobre Palestina,
estas ciudades-estados con frecuencia evitaban la guerra pagando tributo a los invasores. Las ciudades-
estados de Canaán fueron azotadas por las invasiones de los habiru, término que a veces designaba tropas
mercenarias provenientes de Siria quienes pedían urgentemente que Egipto enviara tropas para
protegerlos de la invasión de los habiru (1400-1360 A.C.). Pero Egipto prestó poca atención a sus ruegos.
Abandonados por Egipto, debilitados por continuas guerras internas y azotados por invasores, los estados
cananeos estaban en condiciones ideales para ser conquistados por los hebreos.
4. Religión de los cananeos.
Los cananeos eran politeístas. Le rendían culto a "El", creador y principal deidad, que se llamaba también
"el padre toro", y a Asera, su esposa. Entre sus muchos hijos, Baal (Señor) era el más importante. Se decía
que reinaba en la tierra y en el cielo. Era el dios de las tormentas y las lluvias, y les daba fertilidad a la tierra
y vida a la vegetación. Cada pueblo tenía su propio baal y los altares se construían, por lo general, sobre
lugares altos. El culto consistía en ritos llenos de lascivia, pues los cananeos creían que la fertilidad de la
tierra y de los animales, las lluvias y el crecimiento de la vegetación dependía de las relaciones sexuales de
los dioses. Así que los adoradores practicaban indiscriminadamente el sexo en sus cultos para asegurar la
fertilidad y la productividad de la tierra. También practicaban la adivinación, adoraban serpientes y
sacrificaban niños. Los pecados contra naturaleza eran tan comunes.
5. El problema del aniquilamiento de los cananeos.
Jehová mandó que se destruyera completamente a los cananeos (Números 33:51-56; Deuteronomio 7:1-
5, 16). Hay que considerar tres aspectos causantes de la orden.
a. Fue el castigo divino sobre los cananeos. Habían llegado al colmo de su impiedad, maldad e
inmoralidad (Génesis 15:16; Levítico 18; Deuteronomio 9:4). Dios empleó a los israelitas como
instrumento de juicio contra su burda inmoralidad.
b. Dios ordenó la exterminación de los cananeos para proteger al pueblo escogido de la contaminación de
una religión depravada (Deuteronomio 7:4; 20:16-18).
c. Tenía también el propósito de grabar en la mente israelita las consecuencias funestas de la impureza
(Levítico 18:27-30).
6. Los propósitos. Son tres los propósitos por los cuales se escribió el libro.
a. Relatar la conquista de Canaán y el establecimiento de las tribus en ella.
b. Demostrar la fidelidad de Dios en cumplir las promesas que había hecho a los patriarcas.
c. Mostrar la Santidad de Dios en su juicio sobre los depravados cananeos y en la exigencia divina de que
los israelitas se despojaran de toda cosa prohibida a fin de ganar la guerra santa.

También podría gustarte