Guia General de Lectura

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Guía general

de lectura de
textos académicos
Elaborada por: Andrés Casallas
(Modificada por Santiago Roa)

Esta guía divide el proceso de lectura de textos


académicos en tres etapas: revisión preliminar, primera
lectura y relectura y análisis. La descripción de cada una
de estas fases se acompaña de recomendaciones y
estrategias para realizar una lectura.
¿Qué implica leer textos
académicos?
Leer y comprender textos académicos es un proceso que exige tiempo e
implica distintos pasos. De acuerdo con esto, la presente guía define tres
momentos básicos en la lectura de este tipo de publicaciones: revisión
preliminar, primera lectura y relectura y análisis. Para cada uno de estos
pasos se ofrecen estrategias puntuales. En el marco de sus clases y sus
procesos de investigación, estas recomendaciones le permitirán obtener el
máximo provecho de sus lecturas.

Revisión preliminar
Esta primera etapa implica una familiarización con el texto que usted leerá.
En este punto del proceso no se espera que usted lea completa y
detalladamente el texto, sino que revise los elementos que lo componen
para saber a qué tipo de publicación se enfrenta y para determinar si usted
conoce algo sobre el tema. A continuación, usted encuentra algunas
estrategias útiles para llevar a cabo la revisión preliminar de una lectura.

1. Antes de revisar el texto, pregúntese qué objetivos quiere lograr a


través de la lectura: ¿busca únicamente comprenderla o, además,
debe usarla como un referente teórico para una presentación, una
discusión o para escribir algo al respecto?
2. Identifique el título del texto y las secciones, subtítulos, imágenes,
tablas o anexos que lo conforman. Estos elementos, denominados
paratextos, le darán una idea preliminar del tema y la estructura del
texto que leerá.
3. Pregúntese si conoce algo acerca del tema tentativo de la publicación
con el fin de que usted pueda tener claro qué tanto sabe sobre dicho
tema y cuál es su postura al respecto.
4. Ubique la información sobre el autor. Estos datos, presentes a
menudo al inicio de la lectura, le servirán para referenciar el texto y,
de ser necesario, para indagar más sobre las producciones
académicas del autor.
5. Busque los datos editoriales del texto para tener presente el año en
que fue publicado y (si aplica) el libro o la revista a la que pertenece.
Además de ser necesarios para referenciar posteriormente el texto,
estos datos son útiles para entender a qué audiencia (general o
especializada) va dirigida la lectura, así como el contexto (temporal,
social o académico) en el que se enmarca este texto.
6. Explore las citas y referencias que incluye el texto. Esto le servirá para
saber qué fuentes utilizó el autor para desarrollar sus ideas. De este
modo, tendrá más elementos para comprender la lectura en el
contexto de determinadas discusiones y referentes teóricos.

Primera lectura
Después de revisar preliminarmente el texto, podrá leerlo por primera vez.
El objetivo de esta lectura inicial es que usted comprenda el propósito y el
sentido global del texto. Esto no quiere decir que deba entender a
cabalidad cada parte de la lectura, pero sí significa que debe leerla entera y
detenidamente para identificar sus conceptos clave, su tema, su propósito
comunicativo y sus ideas principales y secundarias. Las siguientes
recomendaciones le ayudarán a lograr esto.

1. Conforme avanza su primera lectura, busque y registre los conceptos


o términos que más se repitan a lo largo del texto. Probablemente,
varios de los términos recurrentes que usted identificará son las
palabras clave de la lectura. Estas dan indicios sobre el tema del texto
y ayudan a identificar sus ideas principales.
2. Lea cada fragmento con el objetivo de determinar el tema del texto,
es decir, sobre qué asunto o problemática trata el mismo. Cuando
concluya su primera lectura, pregúntese si el tema que identificó es o
no el mismo que estableció en la fase de revisión preliminar. Así
mismo, defina qué elementos concretos de la lectura le permitieron
determinar el tema.
3. Establezca cuál es el propósito del texto. En general, los textos
académicos pueden tener un propósito expositivo (cuando buscan
definir, describir o explicar algo) o un propósito argumentativo
(cuando intentan persuadir a la audiencia mediante la defensa de una
tesis o una postura). Tenga en cuenta que, en ciertos casos, un mismo
texto puede tener tanto secciones expositivas como secciones
argumentativas. Por este motivo, lo esencial es preguntarse por la
intención general del texto.
Este paso del proceso de lectura es indispensable para entender qué
era lo que el autor buscaba lograr mediante el texto que escribió.
4. Identifique la idea principal de la lectura. En los textos académicos,
esta suele plantearse en la introducción o en la conclusión (aunque
puede haber excepciones a esta tendencia). Para encontrar la idea
principal de un texto, pregúntese: ¿qué es aquello que el autor
desarrolla, explica, justifica o sustenta a lo largo de toda la lectura?
Adicionalmente, tenga en cuenta que la idea principal del texto
debería estar estrechamente ligada con el tema del mismo y debería
incluir uno o varios de los conceptos clave identificados previamente.
5. Distinga las ideas principales de las secundarias. Para esto, tenga en
cuenta que las ideas secundarias de un texto desarrollan la idea
principal. Más concretamente, en un texto expositivo las ideas
secundarias cumplen la función de elaborar, explicar o ejemplificar la
idea central, mientras que, en un texto argumentativo, las ideas
secundarias ofrecen justificaciones, razones y evidencias a favor de la
tesis o la postura.
6. Durante y después de la primera lectura relacione sus saberes previos
con las ideas del texto. Esto le ayudará a afianzar y afinar su
comprensión de la lectura. Lo anterior puede lograrse respondiendo
las siguientes preguntas: ¿de qué formas los planteamientos del autor
coinciden o contrastan con lo que usted conocía del tema?, ¿qué
aprendió o recordó a partir de la lectura?
7. A lo largo de su primera lectura, señale los conceptos o fragmentos
que no entienda. Continúe con su lectura. Posteriormente, podrá
regresar a dichos términos y pasajes para intentar comprenderlos a
partir de la información que encontró en el resto de la lectura o a
partir de otras fuentes (ver el primer numeral de la siguiente sección).
De esta forma, usted se asegurará de comprender a cabalidad el texto
que está leyendo.
8. Acompañe su lectura con estrategias como el subrayado o la toma de
apuntes al margen del texto. Esto le permitirá distinguir los elementos
más importantes de la lectura y tenerlos a la mano para futuras
consultas. Para más información sobre estas herramientas, por favor
consulte nuestro recurso sobre cómo anotar un texto.

Relectura y análisis
Luego de haber leído por primera vez el texto, debe releerlo y analizarlo.
Esta última etapa del proceso de lectura implica profundizar en la
comprensión del texto y verificar que sus elementos centrales se hayan
identificado correctamente. Además, en los casos en los que se lee con el
propósito de escribir un texto o realizar una discusión, la fase de análisis
puede incluir pasos tales como juzgar críticamente la lectura, evaluarla a la
luz de los conocimientos previos o emitir una postura sobre esta. Tenga en
cuenta las siguientes pautas para llevar a cabo la etapa de relectura y
análisis.

1. Resuelva sus dudas sobre los términos o apartados confusos que


identificó en su primera lectura. Para lograr esto, intente inferir el
significado de dichos fragmentos a partir del sentido global del texto.
También es aconsejable acudir a sus conocimientos previos y a otras
fuentes como diccionarios o bibliografía sobre el tema de la lectura
para solucionar sus preguntas sobre los conceptos o apartados que
no entendió.
Cuando haya resuelto sus inquietudes, relea nuevamente y verifique
que comprendió los fragmentos que le generaban dudas. Es
perfectamente normal que surjan nuevas preguntas en la fase de
relectura. Si esto ocurre, tome nota de ellas y procure resolverlas
mediante las indicaciones dadas en este numeral.
2. Mientras relee el texto, verifique si identificó correctamente los
conceptos clave, el tema, el propósito comunicativo y las ideas
centrales y secundarias de la lectura. Es posible que una nueva mirada
al texto le revele que se equivocó o cometió imprecisiones en la
identificación de alguno de estos elementos. En ese caso, tome nota
de las formas en que su percepción de los elementos centrales de la
lectura cambió o se tornó más precisa.
3. Reformule, en sus propias palabras y de forma escrita, las ideas
centrales de la lectura. Esto le permitirá asegurarse de que las
comprendió por completo y le ayudará a saber si hay apartados o
ideas que aún deba aclarar.
4. La fase de análisis de una lectura depende, en gran medida, del tipo
de texto que se esté leyendo y de aquello que se planee hacer con él.
No es lo mismo analizar un texto expositivo que uno argumentativo,
ni analizar una lectura con miras a realizar una presentación o
discusión, que analizarla con el objetivo de escribir una reseña, un
ensayo o un texto producto de investigación.
5. Si usted debe discutir una lectura en el marco de un curso o un
seminario, analícela en términos de los temas abordados en dicha
asignatura y relacionarla con sus conocimientos previos y con los
demás contenidos y textos vistos en clase. Para esto, pregúntese: ¿de
qué forma esta lectura contribuye a la comprensión de los temas,
preguntas o problemas abordados en el curso?, ¿cómo se asemeja o
se diferencia lo expuesto o argumentado en esta lectura de lo
planteado por otros autores? Para mayor información sobre cómo
analizar una lectura en escenarios de clase, usted puede consultar
nuestro recurso sobre cómo preparar la discusión de una lectura.
6. En caso de que usted deba escribir una reseña a partir del texto que
leyó, su análisis debe orientarse a construir un juicio crítico sobre la
lectura. Un juicio crítico es una valoración fundada y debatible sobre
las características de un texto. Por una parte, si usted leyó un texto
expositivo, puede evaluarlo en términos de la claridad en la
presentación de las ideas, la concordancia del texto con el objeto
expuesto en él o la vigencia de dicha lectura para un tema o contexto
específico. Por otra parte, si la lectura es de corte argumentativo,
puede juzgarla con respecto a la claridad con la que el autor presenta
su tesis, la calidad de sus argumentos, la solidez de sus conclusiones
o la pertinencia de sus aportes a una discusión particular. Revise
nuestro recurso sobre cómo hacer un comentario o juicio crítico
académico para profundizar en los distintos criterios de análisis de un
texto.
7. Si usted debe usar una lectura como referente teórico para un escrito
argumentativo, el análisis que haga de ella debe enfocarse en
determinar las formas en que dicho texto puede ayudarlo a definir y a
sustentar su propia postura con respecto a un tema determinado. En
este sentido, si leyó un texto expositivo, puede buscar datos,
ejemplos o evidencias que le permitan defender sus argumentos o
atacar los de su contraparte. Paralelamente, en caso de haber leído
un texto con estructura argumentativa, cabe preguntarse si se está de
acuerdo o no con la postura del autor, si los argumentos de este son
suficientemente sólidos y si usted podría citarlos para fortalecer su
propia perspectiva o para atacar una visión contraria.
8. Si usted realizó una lectura en el marco de un proceso de
investigación o de escritura de un artículo académico o trabajo de
grado, es recomendable analizarla en términos de las siguientes
preguntas: ¿dicho texto es relevante, vigente y válido para
comprender el tema o aproximarse a la pregunta de investigación?,
¿de qué formas la lectura expande, delimita, refuerza, contradice o
matiza lo que ha aprendido y leído a lo largo de su proceso
investigativo? En nuestra guía sobre estrategias para leer artículos
académicos se ofrecen pautas adicionales para seleccionar y analizar
este tipo de textos. Paralelamente, en nuestros recursos sobre cómo
elaborar una bibliografía comentada y un estado del arte se
presentan recomendaciones para analizar lecturas e integrarlas a la
escritura de textos de investigación.

Recomendaciones finales
 Lo invitamos a consultar nuestro recurso sobre proceso de lectura, en
el que se aplican las sugerencias aquí enunciadas al caso de un
artículo académico.
 Tenga en cuenta que la presente guía se limitó a la lectura de textos
académicos de carácter expositivo o argumentativo. Si usted requiere
orientación para acercarse a textos literarios, le sugerimos nuestra
guía de lectura para textos de ficción narrativa.
 Recuerde que, a la hora de escribir, toda la información proveniente
de una lectura debe citarse y referenciarse adecuadamente. Le
sugerimos consultar nuestro recurso sobre uso de citas en la escritura
académica para entender con precisión cómo se realiza este proceso.
 No olvide que, al igual que la escritura y la comunicación oral, la
lectura es un proceso que demanda tiempo y paciencia y que
acontece en distintas fases. A lo largo de este proceso, usted puede
recibir el acompañamiento del Centro de Español por medio de
nuestro servicio de tutorías personalizadas, abierto a la comunidad
uniandina.
Fuentes

-Alonso, I. y Navarrete, S. (s.f.). Proceso de lectura. Universidad de los Andes.


Recuperado de: https://leo.uniandes.edu.co/index.php/lectura-sec/157-
proceso-de-lectura
-Díaz, J. (2008). Guía Práctica de lectura crítica de artículos científicos
originales en Ciencias de la Salud. Madrid, España: Colección Editorial de
Publicaciones del INGESA.
-Grellet, F. (1981). Developing Reading Skills: A Practical Guide to Reading
Comprehension Exercises. Cambridge, Reino Unido:Cambridge University
Press.
-Parada, C. y Harruch, J. (s.f.). ¿Cómo elaborar un comentario o juicio crítico
académico? Universidad de los Andes. Recuperado de:
https://leo.uniandes.edu.co/index.php/menu-escritura/sub-menuscritura-
3/52-como-hacer-un-comentario-o-juicio-critico-academico

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