Marco Tulio Badaracco-Fuego de Blanca Luz
Marco Tulio Badaracco-Fuego de Blanca Luz
Marco Tulio Badaracco-Fuego de Blanca Luz
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MARCO -TULIO BADARACCO
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FAMA VOLAT
Grata al visitante por sus bellezas naturales, heroica por
sus cruentas luchas por la libertad, leyendaria por ser la
ciudad Primogénita del Continente americano en la tie-
rra firme, gloriosa por haber dado a la Independencia al
ínclito varón Antonio José de Sucre, “el redentor de los
hijos del sol”, Gran Mariscal de Ayacucho; ostenta, ade-
más, Cumaná, el apelativo sui géneris, de tierra de poe-
tas, por su tradicional cultura, su amor a las letras, la in-
clinación de muchos de sus hijos al cultivo de la poesía.
Nacido yo en este pueblo, y de acendrado amor a mi
tierra, volviendo sobre sus merecimientos, para confirmar
el aserto, me di al afán de recoger algunas composiciones
de personajes cumaneses, rebuscando en viejos periódi-
cos, en revistas aquí editadas, en hojas volantes de antigua
data, hasta lograr el apreciable número de autores que se
contiene en este folleto, por el que podrá juzgar el lector.
Para ejemplo, mencionemos algunos de esos conte-
rráneos; Don Jerónimo Ramos, historiógrafo, de recio
carácter, de raro sonreír, casi adusto ¿quién que lo cono-
ció pudo suponer en él la vena poética? Ramón Nonato
Badía, llamado Nonato por haber nacido mediante una
operación cesárea, creyéndose que fue la primera practi-
cada en esta población; tipo misántropo, atildado, ni estu-
dioso ni letrado ¿de dónde le salió pulsar la lira? Valentín
García, el célebre General Valentín Valiente, quien ganó
ese cognomentó de labios del propio Libertador a quien
defiende con su arrojo, su valor temerario y su denuedo,
en la Batalla de Semen ¿quién creyera que también hilva-
nó rimas? Ramón B. Mayobre, farmacéutico, metido entre
frascos, preparando febrífugos, roba, sin embargo, unos
*7
momentos a su tarea diuturna para la poesía. Pedro Aris-
teguieta Sucre, galeno de acertados diagnósticos, quien
nunca ejerció su profesión, maniático de mente atormen-
tada, es lúcido para sus versos. Cándido Ramírez, maes-
tro de primeras letras, hombre de color, en aquella etapa
incalificable de vida republicana, pero con resabios toda-
vía de esclavitud de nuestros semejantes, logra educarse,
llenar su mente de melodías para traducirlas en estrofas.
El Dr. Luis Felipe Blanco, padre del eximio poeta Andrés
Eloy Blanco, atareado en la asistencia de sus pacientes,
quita minutos a sus enfermos para alzar su loa a Bolívar.
Pero es que vivir bajo este cielo azul, de tenues y fre-
cuentes cirros, en el que al decir de Humboldt parece
que se viera a Dios; percibiendo la inconsciente suges-
tión de una perenne fantasmagoría de colores por las
cambiantes tonalidades de la luz, ora a los efluvios del
amanecer a sus contactos sobre las aguas del Golfo que
se rizan blandamente, ora al peso de los rayos meridia-
nos que lo tornan terso y acerado con visos esmeraldi-
nos; ora proceloso al soplo de la brisa vespertina, cuan-
do el sol agoniza entre fulguraciones de oro; ora ante la
visión trágica de las colinas circundantes, ríspidas, calci-
nadas, donde apenas ondea un ágave en flor o apunta al
espacio irradiante su índice espinoso un cardo solitario;
o ya divisar con el alba las eminencias lejanas que las des-
poja de su manto de nieblas, para teñir de iris sus bos-
cajes florecidos: todas éstas son parte para la inspiración
“y que las musas más estériles se mues¬tren fecundas”.
MARCO TULIO-BADARACCO B.
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LA POESÍA
*9
* 10
JUAN MIGUEL ALARCÓN
CRUZ
En su lánguida calle se dan cita
un sol, una canción, un florilegio,
cuando por la mañana, vestidita
de negro se dirige hacia el Colegio.
* 11
JUAN MIGUEL ALARCÓN
* 12
miradas! Transitar por entre espinas
y sentir que a su lúgubre conjuro
la suerte siempre nos opone un muro
que nunca vemos convertido en ruinas.
No es sentimentalismo de leyenda
éste que por mi espíritu revuela
como un caer de pétalos y vela
rondando como un águila tu tienda.
* 14
ROSA ALARCÓN BLANCO
IL POVERELLO
Se fue por el camino pedregoso y sombrío
Dejó atrás la llanura abierta a pleno sol:
Que transiten por ella los de vida mundana
El va por la otra senda, señalada por Dios. . .
¿Quién es El ? Lo delata su sonrisa divina
Que se inicia en el raso de sus labios en flor
Abrazó el sacrificio su alma dolorida
Y se fundió en su carne, temblorosa de amor. ¿
* 15
LUIS ALVARES MARCANO
LA IMPRESION LUMINOSA
Los ojos de Lola Blanco
CONJUNCION
Al poeta José Agustín Fernández
* 19
FRANCISCO ARCAS SALCEDO
AMANECER
Amanece en la pampa. Ya el lucero,
arcángel de la luz, anuncia el día;
ya sobre los rastrojos del estero
resurge el lomo de la res bravia.
* 21
JUAN E. ARCIA
GENEZARETH
Señor, Señor, el labio es impotente
para pintar lo que en mi pecho existe;
es algo muy recóndito y muy triste,
yerto despojo de la mar rugiente.
NUEVA CADIZ
Pisa el conquistador lleno de gozo
la codiciable isla de Cubagua:
que una inmensa riqueza cubre el agua
en los ostiales de su mar glorioso.
TROMBA
Mi vida
VOTO
En un álbum
* 25
Todo en tí es vaporoso, todo en tí es bello:
azules las pupilas, rubio el cabello,
la voz dulce, tan dulce como híblea miel,
inmaculada el alma, nido de flores. . .
¡Ah, que no tronchen nunca cierzos traidores
las rosas ni los nardos de tu vergel!
* 26
MARCO TULIO BADARACCO B.
EL ARBOL. . .
En la planicie ardiente
El árbol milenario se estremece,
Lo sacuden las auras de la tarde
Y el sol le da sus pósteros reflejos.
* 29
MARCO TULIO BADARACCO B.
SIMBOLO
Eres hecha con ampos de nieve
con pétalos niveos de un raro jazmín,
que una dulce Maga, con su mano breve
delicadamente reunió en su jardín.
POEMA 5
Puedo rescatar
de las palabras
tu ausencia
y tu nombre,
recorrer con ellos
las cosas donde yo existo.
Puedo recordar
en la noche
tus ojos inmensos
mirándome desorbitados.
Puedo recordar
mi propia angustia
al sentirte lejana,
dolorosamente lejana.
Partir, de lo mío
y de lo tuyo,
del eterno presente
al pasado que vive.
* 31
Adiós, recostada al espacio,
pegada a mis ojos,
anudada en mi garganta
y en cada onda.
Adiós, besada
en mis sollozos,
buscada en mis lágrimas
y en el eterno
regresar de las olas.
* 32
RAMON N. BADIA
A BOLIVAR
En hondo duelo América gemía
Bajo el poder de la Nación hispana
Mientras doquier la espada castellana
En sangriento luchar sentir se hacía.
SUCRE
De la futura edad a las naciones
Gloria irradiando llegará su nombre
Su virtud y sus ínclitas acciones
Serán eterna admiración del hombre.
* 34
“Es ese un monumento que en la historia I
gual no tiene, pronunciar le escucho;
Y será perdurable su memoria
Cual la del vencedor en Ayacucho.”
* 35
SANTOS BARRIOS
JUANITA MAYO
Viene por la calle larga
la loca Juanita Mayo,
dicen que su enfermedad
fue por fumarse un tabaco.
Viene agitando las manos
como espantando animales
y con la voz de ultratumba
de esta forma los espanta:
—Vuelen, vuelen, vuelen
bicho, bicho, bicho
coje el trapo colorao.
* 36
Su carcajada es siniestra
y sus ojos botan fuego
dicen que habla con el diablo
y baila metida en fuego:
—Baja, baja, baja,
vuelen, vuelen, vuelen
bicho, bicho, bicho. . .
ja, ja, ja, ja, ja ja, ja, ja, ja, ja.
* 37
PEDRO ANTONIO BERRIZBEITIA
LOS ALCATRACES
Sobre los mangles inclinados
tristes, rígidos, estáticos,
en poses hieráticas
se recogen los pelícanos.
Ni la frialdad de la bruma.
Ni el astro de la noche que se enciende
sobre el azul del firmamento.
* 38
ANDRÉS ELOY BLANCO
LA CASA DE ABEL
* 39
SOLEDAD
Soledad y obediencia.
Veo caer lo mío en torno mío
y doblo la cabeza.
* 40
EL ANUNCIO
Soledad. Hace dos años
empecé a caminar hacia ella.
Y ahora es cuando quedan curvas;
ahora es cuando hay camino para el pedregal de estrellas.
* 41
Las ruinas, bajo una vela medio apagada;
la noble ciudad agonizando;
mis pañales mojados en sus entrañas.
Sólo quedan en pie los techos de las tumbas
—unos techos de mármol
con la veleta de una cruz
y el ave de paso de una fecha—.
La casa caída
sobre la tumba del Hermano muerto.
La casa donde se nace!
La casa donde se nace
aplastada contra el pecho:
treinta años de golondrinas
entre el tejado y el suelo!
LA CASA DE SUCRE
La casa del Cordero era un pesebre,
con el techo de palmas
y en las palmas el nido de la estrella.
CAJA DE ESTAMPAS
ESTAMPAS DE LA CONQUISTA
* 42
Manga acuchillada, banda sobre el peto,
bajo fina malla, muslo tembloroso.
Cetrina de soles la cara,
manos espinosas, labio desdeñoso,
rasa a lo Felipe la cabeza terca;
bajo el ala negra, la tinta del ojo.
La noche
avanza de El Salado con los margariteños.
LAS PIÑAS
La piña es el trasunto
de la tierra:
el corazón hecho de mieles
y armada la cabeza.
LAS UVAS
LAS CHARAS
Es el panal de la chara
por donde fuimos nosotros
con la miel entre los labios
y la dicha entre los ojos!
EL GOLFO
LA IGLESIA
* 45
y para torres sin cuervos.
Tiene al lado una gruta y un castillo
y tiene un canto que la gente canta:
“Ay Cumaná quién te viera
y por tus calles paseara
y a San Francisco fuera
a misa de madrugada”.. .
LA NOVIA
PAN DE AZUCAR
EL RIO
* 48
una guitarra con cintas punteaba su tinajero,
mientras la voz repetía: —”Pregúntale a las estrellas.
La rueda se rompía
y rodaba de nuevo con nuevos tertulianos,
engrasada con nuevos chismes
y canciones y adivinanzas.
Se jugaba “el anillo vaya y venga”;
así se hablaban al oído las manos.
Los muchachos, en la calle, girábamos en la arena,
los ojos de las muchachas giraban hacia la luna y la luna
de los cielos giraba sobre la rueda.
Pasaron años.
Una tarde entré a la casa, tras doce años de ausencia;
ahora
había cien mujeres en la escalera;
mi nombre
estaba escrito con flores en la mesa;
con flores de las charas,
con palmas del Manzanares
escribieron en las paredes
los nombres de mis poemas.
Una mañana
para mi primera Comunión:
* 49
chaqueta negra y pantalones blancos;
brazal de seda y cirio de tres colores;
ajetreo de madres; sayas nuevas;
ir y venir de blancuras por la ciudad en pie.
Yo entré vestido de susto
a la iglesia de Santa Inés.
Esta noche,
qué grande se ha puesto la luna!
Se le ve el mapa de una ciudad muerta —
de mi Pompeya sin descanso—.
Está tan cerca que se le puede hablar:
—Vienes de Oriente?
Debes saberlo todo,
debes oler a playa enardecida.
Agarrado a mi reja, luna de la ciudad,
te digo: ¿Cómo fue?
¿Quién murió?
Y de ella, de mi tierra,
de mi hermosa ciudad ¿qué me ha quedado?
Y tú, ¿Cómo escapaste?
Y me doy a pensar, con la luna tan cerca,
en las hostias sin nido
que a la hora del terremoto,
* 50
cuando la ciudad empezó a caer,
volaron, asustadas, como palomas,
de su Cáliz de Santa Inés.
Una tarde,
—fue por el centenario de Ayacuho—
yo volvía a mi tierra con una brizna de gloria
—tan pequeña la gloria de los días!—.
Todo mi pueblo estaba junto al agua;
el muelle era una larga cosa viva.
* 51
Llegamos a la plaza de Ayacucho;
ante la estatua del Mariscal,
cinco mil ciudadanos se descubrieron
y una voz gritó:
—Benditos sean los pueblos que no se olvidan de sus hijos
Benditos sean los hijos que no se olvidan de sus pueblos!
¿Quién lanzó ese grito?
¿fuiste tú, marinero de Araya ?
¿o fui yo mismo?
No sé; pero cinco mil ciudadanos
lo repitieron.
Esta noche
estoy viendo de aquí la misma multitud;
aquellos cinco mil ciudadanos
alzan los brazos marinos
para detener los techos que caen;
en todas las manos abiertas
está aquél grito mío y tuyo, marinero!
Ciudad mía,
descuartizada junto al mar,
doblegas la cabeza de tu torre,
elegida para tu cuarta prueba,
tus marinos de Araya quieren izarte en vano,
pero te arrías, como una vela!
Ya no te quedan muros
donde prenda el parral su manteleta;
ya no te queda boca para la voz del río
y esta noche, ciudad,
en el cantil donde se ahoga el grito
un barco anclado iza cuatro velas de piedra
y está a su bordo, encadenado al mástil,
oh ciudad, tu Poeta!
* 52
ILUSTRACIÓN DE UNA NOCHE EN CUMANA
Teatrillo de verano;
lo llenaron de flores.
La ciudad austera se sintió zagala
—damita camandulera que siente el corpiño lleno
y no sabe contenerse lo verbenero del alma.
No me dejaban hablar;
Quise decir el Poema,
* 53
pero no me dejaban hablar.
* 54
- Que Dios le guarde su hijo a Dolores Meaño.
ABEL Y SU CASA
IDENTIFICACION DE LA CASA Y EL HOMBRE
* 55
en torno al mismo centro sideral del dolor.
Cosmogónica fidelidad:
ambos en riesgo de derribamiento
y en los dos, algo nocturno para la aurora final.
Pegada al golfo
la dejó Gonzalo de Ocampo.
El golfo se la llevaba;
Jácome Castellón la alzó en sus manos.
El terremoto y el mar
se la llevan!
la salva sobre sus manos
Diego Fernández de Serpa*.
18 14
Boves en Cumaná.
Furia asturiana, furia llanera.
Santa Inés con los pechos como frutas picadas:
en la sabana vencida,
una hermana de Sucre, recental de la casa.
La derrota
emproa a las Antillas su balandra sin foques;
por occidente asoma
la nueva esclavitud su mar de leva;
en Urica naufraga el último “trespuños”;
Maturín, Barcelona, Cumaná, van abordo. . .
TIERRA ADENTRO
Noches interminables,
camino de las victorias,
ímpetu y desaliento de’ la marcha en el trópico,
cuesta arriba del acecho, cuesta abajo de la envidia;
la Virtud de punta en blanco, desgarrada en el breñal; la
mano asqueada de sangre
y la angustia de la espada sedienta de claridad.
Y el Hombre Proyecto,
aislado entre su esperanza y su error.
Y es el Jefe en agraz,
en la hora que precede al perfecto minuto
en que el Genio le diga: —Vaya usted, General.
* 58
Solo,
el Hombre solo,
entre su virtud y su responsabilidad,
cuando Bolívar dijo: —Este es el Hombre—
y le dio la llave del Sur
y el indio en el tapete jugó todo a su carta
y El fue la carta de espadas en que se jugó el Perú.
El fue allí
toda la agonía y la esperanza
del mundo criollo,
y como en su noche del Golfo Triste,
estaba solo.
Y entonces,
de la ciudad inmensamente lejana,
de la ciudad islote le llegó al hombre islote
la palabra de la ciudad,
la voz del gran naufragio paralelo
que le decía: -”Tierra adentro! No moriremos en el mar!”
LA CASA EN FIESTA
La victoria,
la victoria de Abel
y la victoria de su casa;
Cumaná, resucitada de Boves
y Sucre, Mariscal.
Tapias nuevas ,
bajo el mantón de las parras,
Nueva Andalucía,
ferial después de Semana Santa.
Su terrible espada
de pronto se le hacía de agua
y se veía el sol al través de ella.
Si un día hubiera llorado, fuera un llanto de agua dulce.
Tenía el talón de Aquiles, pero con carne de oveja.
BERRUECOS
Casi solo
y solo,
* 60
en la soledad del pensamiento,
consciente del camino y de la noche,
como si la idea
hiciera sitio en él cerebro para alojar la bala,
blanco que va a la flecha más que la flecha al blanco,
así salió el ginete de la Venta Quemada.
Así le mataron.
El azahar cayó a sus pies,
el lirio en su pecho,
el laurel en su frente
y la rosa en el tahalí de su espada de caballero.
LA ESTATUA
* 61
el Héroe volvió a ser en la estatua. \
La piedra volvió a pregonar voces nuevas,
la estatua volvió a pregonar nubes blancas.
ALERTA
LA CORDERA
GUARIDA
* 63
sembrado con más carne de justicia,
alzado con más leche de República.
No se ha perdido todo
sí se salvó un marinero con cabellera de algas
y sí se salvó una novia con ojos color de golfo.
* 64
lo que siempre has tenido de ciudad de poetas,
lo que siempre has tenido de ciudad de Quijotes,
tus castillos en el aire que no hay temblor que derrumbe,
ciudad del Mariscal de Ayacucho,
ciudad de José Francisco Bermúdez,
Mayorazgo de Abel, ciudad del alma,
siempre en el suelo y siempre entre las nubes.
Volveremos a tí,
desde tus parras nuevas nos tenderás las manos
y nos dirás: —Bienvenidos!
Soy la misma! Muerte es camino
para las tierras designadas!
Tengo una casa para Abel
y para Caín tengo otra;
tengo el perdón junto a la herida
y el saludo en la mano rota;
soy la lengua de mi soldado
diciendo la palabra de Colombia:
Soy la casa de Abel, y soy la misma
“antes como después de la victoria”.
* 65
LUIS FELIPE BLANCO
BOLIVAR
Suelta la brida del corcel guerrero
Intrépido se lanza a la pelea,
Y al fragor de la lucha centellea,
Con luz divina su potente acero.
PSALMO
¿Sabes? En las revueltas de mi vida
la tristeza, esa blanca prometida,
allá en el alma edificó su estancia,
cuando de mi laúd triste brotaron
eróticos arpegios, que amargaron
los más floridos años de mi infancia.
OBLACION
Por qué miro tu ser acongojado
pudorosa beldad, virgen sencilla?
Di, por qué el llanto en tus pupilas brilla
Y está tu corazón acongojado?
IMPOSIBLE RENUNCIACION
Como si renunciara a escuchar la palabra del mar,
como si de pronto dejase de sentir
el frío de las estrellas en primavera,
entre recién nacidos sueños me pides
que sea el caminante con eterna sed
y plantas destruidas.
* 70
AQUILES CERTAD
Recuerdos de ayer
en nuestras almas
—todo un film de añoranzas.—
VIDA DE PROVINCIA
Triste vivir este vivir que evoco,
obscuro ayer en la provincia mía
cuando mi limpio corazón rompía
como alegre turpial en trino loco.
YO Y MI CORAZON
Guardo un santo silencio junto al río,
agua pensativa está conmigo,
y triste, lleno de emoción, le digo
¿Qué te impulsa a soñar, corazón mío?
EL LAUREL DE LA DISCORDIA
Sonó la hora: formidable avanza
Legión contra legión: el bronce truena,
Un mar de fuego los espacios llena:
A vencer o morir! a la venganza!
BERMUDEZ
Cíclope o desertor de extraño mundo
nos refiere la épica leyenda,
que bajo el fuego de infernal contienda
su acero es rayo de esplendor fecundo.
CANCIONES NATURALES
Que cese la amarga ausencia
Y tome el ensueño ido,
Ya no sé que estoy sintiendo
Viéndome solo en el nido.
Necesito como el ave
que busca la primavera
Tener por todo una rama
Y una dulce compañera.
Tener la esperanza viva
Que es vida de la cabaña,
Y bajo el cielo un idilio
Y el idilio en la montaña.
Y sentirme menos triste
En la fuente de la vida,
Donde el agua no se presta
Para lavar ni una herida.
Vuelve de tu viaje amada,
Con las manos todas flores
Y el corazón como siempre
Florido por mis amores.
Porque las horas fatales
Que transcurren sin yo verte,
Me separan de la vida
Y me acercan a la muerte.
¡Tan apartado de ti!
La promesa que me hiciste
Me tiene el alma más buena
Y el corazón menos triste.
Si quebrantan tus acciones
De mañana, la promesa,
Moriré como un mendigo
Abrazado a mi tristeza.
Yo no tengo porvenir
* 76
Porque la suerte no quiere,
El dolor me llama hermano,
La vida me dice: muere.
Mas, como fuerte he nacido
A la usanza de un guerrero,
Venceré, porque la vida
Se rompe contra mi acero.
La conciencia de los otros
No dañará mis acciones
La voluntad es más recia
Que los mismos corazones.
El destino de dos almas
No los tuerce otro destino
Son dos vías a la gloria
Tu camino y mi camino.
Y si muriese mañana
Sin la dicha de mi anhelo
Te esperaré reclinado
Contra una nube del cielo.
Allí bajará mi estrella
Por un mandato de Dios,
De esa estrella todo el oro
Caerá sobre los dos.
* 77
JOSE MARIA DIAZ
BRUMAS
I
II
III
Si la onda cristalina
piadosa la arrebata
y lejos sin hundirla
la lleva hacia otra playa,
entonces la brahmina
himnos de amores canta,
pues su pasión bendita
del cielo es aceptada.
IV
V
—Segador, cuándo acabas ?
que ya la noche a descender empieza.
—Ya sólo falta un haz, —Un haz tan sólo que de tu
hoz al golpe caiga en tierra ?
* 79
—Sí, y es el tuyo; ¿quieres
dejarlo hasta mañana ? —Qué pereza!
Aún hay luz, segador, en occidente.
Acaba la tarea!...
VI
VII
VIII
* 81
JOSE MARIA DIAZ
DICHA ES AMAR
¿Ves ese valle donde las flores
Gratos olores dan con primor ?
En ese valle guaricha hermosa
Tiene su choza tu trovador.
BOLIVAR
Altivo como el Ande ge levanta,
arde en su pecho un sol ecuatoriano;
es como el Amazonas, soberano,
y su verbo de luz al pueblo encanta.
LA VUELTA A LA PATRIA
En las exequias a Pérez Bonalde
ENAIN, EL ESTUDIANTE
Para Alfredo Armas Alfonzo
Enaín,
el más dócil de los jóvenes del aula,
soñador y estudiante,
el ingenuo enamorado de lo bello,
de la aurora y de la tarde,
de los versos y las rosas
y los trinos tropicales
de los pájaros poetas
que idealizan el paisaje
y rebosan de armonía
el alcázar esmeralda de los valles.
III
IV
Enaín,
el ingenuo soñador y estudiante,
está hoy solo y está en duelo,
y en silencio como el clave
del hogar, que en otros días
de solaz y sin afanes,
a la luz de la virtud y la ternura,
arrancábale con arte
sugestivas melodías
el secreto de las manos de la madre.
* 86
Enaín, hoy está solo!. . .
Acodado en los viejos ventanales
de la casa solariega,
a la hora del descenso de la tarde
la mirada fija, absorto,
ante el éxtasis vago del paisaje,
y al hacer interrogado
por la ausencia de su amor irreparable,
en muy baja voz responde:
—-madre mía!. . . dulce madre!. . .
y un reguero patético de lágrimas
resbala por su pálido semblante.
* 87
JUAN N. FREITES
CLAVEL ANDALUZ
Desde el pie bien formado que con orgullo pisa
hasta el rizo de oro que columpia la brisa
pura una chica, toda sal, gallardía,
en mi tierra la antigua Nueva Andalucía.. .
1EL GUA
1Interjección venezolana
* 90
MARIO G. GOMEZ
SUCRE
Palpitante de amor un mundo aclama
tu excelsitud marcial y nazarena,
mientras cautivo de floral cadena
tira el león del carro de tu fama.
CUMANA
No es un canto ni un rezo.
Es sólo un grito
para el vacio que abisma
entre la historia
y el corazón de un pueblo.
III
IV
VI
VII
VIII
IX
XI
XII
XIII
* 100
JUAN MANUEL GONZALEZ VARELA
A BERMUDEZ
AL CAER DE LA TARDE
Entre randas de nácar y de grana
Müere la luz del astro vespertino,
Bate sutil la brisa el ala ufana,
Y el ave exhala acongojado trino;
* 103
J.S GONZALEZ VARELA
LOS VOLADORES
Pendiente del cordón, los voladores
lucen gallardos, en el firmamento
sus planos de papel, multicolores,
y largas colas a favor del viento.
MUCHAS LAGRIMAS
Muchas lágrimas, pueblo de Guayaría
Está en dolor una ciudad hermana. . .
ALMA PARENS
Tierra donde nací, mi fe sencilla
De tí aguardaba en su ilusión contenta
La paz fecundaren que el deber alienta
La ley triunfante en que el derecho brilla.
A UN JAZMINERO
Venturoso jazminero
que de un enero a otro enero
siempre te contemplo en flor. . .
jazminero venturoso,
siempre fresco y aromoso
y en tu prístino color.
Y la plácida fragancia
que derramas en mi estancia
suele invitarme a soñar,
y me acompaña, y me inspira,
y hace que cante mi lira
cuando quisiera llorar.
* 110
PEDRO ANTONIO LARA
A LA LUNA
Soneto por catorce autores
Cándida luna que con faz serena (1)
Del espacio los ámbitos dominas, (2)
Y el horizonte lóbrego iluminas (3)
De pompa, majestad y gloria llena. (4)
AUTORES:
(1 ) De Herrera. (2) De Quintana. (3) De Saturnino
Martinex. (4) De Cadalso. (5) De Ramón Palma. (6) De
Manuel Arjona. (7) De Lope de Vega. (8) De un anóni-
mo. (9) De Francisco de la Torre. (10) De Espronceda.
(11) De Zorrilla. (12) De José Roldán. (13) De Martínez
de la Rosa. (14) De Luzán.
* 111
RAMON DAVID LEON
A CU M A N A
Dos golfos te ciñen, tus playas doradas ofrecen
el pan generoso que a todos, amante, les das;
quien llega a tu suelo do eternos laureles florecen
que en tí, madre no encuentre, oh vieja ciudad colonial.
* 113
RAMON DAVID LEON
TU NO COMPRENDES NADA.. .
EL FIEL COLOR
Goza del fiel color que, a tu mirada,
desnuda el Universo y te lo entrega;
lance tu voz su grito de parábola,
del infinito lago en la ribera.
EL POETA MARTIR
Nacido frente al mar y bajo un cielo
que resplandece en vividos fulgores,
fue la belleza el sol de sus amores
y cortejar la Gloria sus desvelos.
ORTO
Aquellos ojos magos de Josefina, aquellos
dos luminares vistos por la única vez,
en medio de la sombra! Aún miro los destellos
de su pupila, alianza de unción y de altivez.
ALMA ENFERMA
Mi alma está triste, muy triste, muy triste
mi alma está enferma, no sé qué pesares
la agobian demás,
mi alma está triste, muy triste, muy triste l
a mata el pesar. . .
PERLA NEGRA
Y el poeta, el que fue predestinado
a buscar en el alma del suicida
la redención suprema de la vida,
frente al mundo exclamó desesperado!
* 122
PEDRO MILA GONZALEZ
VIDA Y MUERTE
¿Será la vida un sueño?
¿Será tal vez un vivido destello
que rápido ilumina
y se pierde en la noche del misterio ?
¿Un sueño ? Y entonces la lucha fatigante
y los anhelos de gloria y de ventura
que en el alma se agitan
de qué sirven al hombre
si en la noche se pierden ?
Ah! impenetrable arcano!
torturador del alma que se lanza
en un supremo vuelo
cual águila soberbia
a investigar audaz lo que no alcanza. . .
¡Y la muerte,
en medio de su sombra pavorosa
también será un misterio ?
¿Se abismará del hombre en el sepulcro
la llama poderosa
que anima Su materia ?
¡O volará a las místicas regiones
donde el eterno SER tiene su imperio ?
Impenetrable arcano
torturador del alma que se lanza
cual águila soberbia
en un supremo vuelo
a investigar audaz lo que no alcanza!
* 123
FERNANDO MORALES MARCANO
LA CRUZ
Ignominioso leño, donde un día
Clavado estuvo el hombre sacrosanto.
—El sol de la verdad, de brillo tanto:
Que extinguió del error la noche impía.
ARROBAMIENTO
En la última noche que te hablé te declaré
mi amor y su constancia,
aspiré de tu ternura su fragancia
y tu imagen absorto contemplé.
CRUCIFIXION
A fuerza de pensar y de sentir
ya no pienso ni siento: estoy en cruz!
Traidora racha victimó en capuz
mi florida ilusión.
¿A qué vivir,
si ya gozar no puedo ni sufrir. . .
si no me alivia un átomo de luz. . .
si más escarnecido que Jesús,
estoy vuelto de espalda al porvenir ?
DESTINACION
¿Débil para la lucha habré nacido?
Siento dentro del pecho que se agita
Algo como un león, que encadenado
Al sentir que una mano le fustiga
Brama y destroza las cadenas duras
Y yérguese colérico, rugiente,
Y al beberse la sangre de la herida
Lanza una maldición y se retuerce.
Te vi haciendo “Malvaloca”
y fue amor, dulce, tirano,
que dio perfume al pantano,
un rezo puso en tu boca
y una limosna en tu mano.
“Malvaloca”! “Malvaloca”!
es amor cosa muy bella,
cuando palpa, cuando toca,
se cristaliza la roca,
el fango se vuelve estrella.
“Malvaloca”! “Malvaloca”!
toda tu pasada vida
de lágrimas y dolor,
al fin se quedó fundida
en la llama del amor.
* 128
JOSE CARMEN OLIVEIRA
NOCHE DE ENERO
Aquí, sobre este muro dominando el paisaje
que se ofrece a mi vista en toda su extensión. . .
Es la noche, la luna, la brisa, el cortinaje
de nubes en el éter, los sauces, la canción
A BOLIVAR
Sol inmortal a cuyos divos rayos,
La Patria alzó la moribunda frente;
Fecundizada por tu luz ardiente,
En su seno brotó la Libertad.
Si mi postrer suspiro,
¡Ay! lo exhalara J
unto a tí, dulce dueño,
Mujer amada
Muero gustoso,
Si percibo que lloran
Tus negros ojos.
* 131
JOSE ANTONIO RAMOS SUCRE
EL PARAMO
Los huérfanos se han formado en las praderas
libres. Ejecutan solamente las veleidades de su albe-
drío.
Han descubierto los secretos de la medicina rús-
tica, mirando las costumbres de los animales. Discu-
rren sobre los ejemplares de la selva, desde el cedro
hasta la hisopo a semejanza de Salomón, el monarca
feliz. Un oso les ha cedido su caverna, usando la con-
descendencia de un abuelo. Un pájaro estridente les
enseña el pronóstico de la lluvia.
Cantan en el retiro de la noche y el sapo verdine-
gro danza en dos pies delante de una luna mortal.
Disipan las visiones de la sombra y del miedo agi-
tado en el aire un ramo de verbena céltica.
Se abstienen de encender lumbre en los días su-
jetos a una constelación inicua. Una figura sangrien-
ta, vestida con la sotana de los supliciados, divide las
fauces de la tierra y se declara su progenitor.
Los huérfanos la ahuyentan dirigiéndole motes
indignos, reservados para el topo y demás criaturas
de vivienda sórdida.
* 132
F. DE P. RIVAS MAZA
CREPUSCULAR
Baja el sol hacia el ocaso,
rico el trigo amarillea,
por los campos de la aldea
la sombra va paso a paso.
EL MARINO
Surca la mar la nave a toda vela
que el marinero en la tormenta avanza,
y hacia lo ignoto, denodado vuela,
sin rumbo, sin ventura ni esperanza.
PORTICO
Siempre tuvo dos alas mi espíritu galano
para esquivar el cieno, para volar mejor,
y yo seguí ese numen, desdeñando lo humano,
con el alma hecha música y el verbo hecho flor.
AZUL
Azul de aquella cumbre tan lejana
Hada la cual mi pensamiento vuela
Bajo la paz azul de la montaña,
Color que tántas cosas me revela!
CIELO Y MAR
En este panorama que diseño
tormento de mis horas malas,
el cielo dice de ilusión y galas
el mar discurre de esperanza y sueño.
PERSPECTIVA
Un pedazo de mar y otro de cielo
Y una montaña de un azul profundo,
Forman la vista que, en mi eterno duelo,
Contemplo yo desde un rincón del mundo.
II
* 139
MARCO ANTONIO SALUZZO
A MARIA
Acción de Gracias
Ora Pro Nobis!
desamparado
Alcé a tu solio mi ferviente ruego
Y tu escudo sagrado
Cubrióme desde luego,
Y hoy me contemplo de valor cercado.
miro bulliciosa
A mi lado triscar con faz riente
Mi tierna prole hermosa
Cuya risa inocente
Ameniza mi vida trabajosa.
Si fijo la mirada
En la tierra do vi la luz primera,
El alma acongojada
Que en ella estar quisiera
Gime ¡oh dolor! al verse desterrada.
* 142
MIGUEL SANCHEZ PESQUERA
A CUMANA
Puerto el mayor del mundo te brindara
Mar que te ciñe en rumoroso anhelo,
Desde que a Humboldt enamoró tu cielo
No es el más terso y limpio el de Backara.
PAISAJE
Se acercan las tinieblas.. .
La rubia luz del moribundp sol
Tiñe la costa en vivido arrebol;
En la arenisca playa
Vese saltar la cristalina espuma;
LUZ VICTRIX
Nazareno: tu calle de amargura
hoy se viste de fiesta;
se trocaron en salmos las injurias,
y en flores las piedras.
* 147
ELISO SILVA DIAZ
AMANECIENDO
Asomóse al balcón, desnudo el cuello,
Rubias las trenzas y la tez de espuma
Y lanzó su mirada al horizonte
Que en el lejano monte
Se confunde y apaga entre la bruma.
INTERMEZZO DE AMOR
Para una viuda
ALMA Y VOLUNTAD
Me obsesiona lo bello, lo artístico y pagano
los ricos terciopelos, el oro, los brillantes;
yo hubiera sido Conde o Príncipe africano
de haber nacido un siglo, o medio siglo antes.
PEREGRINAS
La bandada de tímidas ideas
Presurosas ya surcan el espacio:
¿A do van de la ciencia esos querubes
Tendido el vuelo hacia el azul, despacio. .. ?
TRENO
A Cumaná
SOLEDAD
En un álbum
LOS ALMENDRONES
Adornan el dintel de mi casita
dos almendrones que el placer sembró,
el uno joven de frondosas ramas
el otro viejo como lo estoy yo.
UNA ORACION
Llegué a tu casa con la alforja a cuestas
del peregrino que camina en pos
de una esperanza y mendigué a tus puertas
una limosna, por amor de Dios. . .
A MI DIFUNTA MADRE
A la sombra de un árbol corpulento
pasaba yo mis horas de dolor,
buscando en el confín del firmamento
la imagen adorada de mi amor.
Fama Volat / 7
Alarcón, Juan Miguel
Cruz / 11
Una carta a Margarita / 12
Alarcón Blanco, Rosa
II poverello / 15
Alvarez Marcano, Luis
La impresión luminosa / 16
Antón, Domingo
Conjunción / 17
Arcas Salcedo, Francisco
Al club. Surge et ambula / 20
Arcia, Juan E.
Amanecer / 21
Genezareth / 22
Aristeguieta Sucre, Pedro
Nueva Cádiz / 23
Aristeguieta, Pedro Elias
Tromba / 24
Badaracco Bermúdez, Domingo
Voto / 25
Badaracco B., Marco-Tulio
El árbol / 27
Símbolo / 30
Badaracco, Ramón
Poema 5/31
Badía, Ramón N.
A Bolívar / 33
Barberii, Félix A.
Sucre / 34
Barrios, Santos
Juanita Mayo / 36
Berrizbeitia, Pedro Antonio
Los alcatraces / 38
Blanco, Andrés Eloy
La casa de Abel / 39
Blanco, Luis Felipe
Bolívar / 66
Bruzual López, Rafael
Psalmo / 67
* 157
Cabello, Daniel A.
Oblación / 68
Certad, Aquiles
Imposible renunciación / 69
Oración de Noche Buena / 71
Córdoba, Diego
Vida de provincia / 72
Yo y mi corazón / 73
Coronado, Vicente
El laurel de la discordia / 74
Damas Blanco, Paco
Bermúdez / 75
De la Rosa, Andrés Eloy
Canciones naturales / 76
Díaz, José María
Brumas / 78
Dicha es amar / 82
Espín, Carlos M.
Bolívar / 83
Espíndola, José María
La vuelta a la patria / 84
Fernández, José Agustín
Enaín, el estudiante / 85
Freytes, Juan N.
Clavel andaluz / 88
García, Valentín (Valentín Valiente)
El guá / 89
Gómez, Mario G.
Sucre / 91
Gómez Rodríguez, Rafael José
Cumaná / 92
González Varela, Juan Manuel
A Bermúdez / 101
Al caer de la tarde / 102
González Varela, J. S.
Para el álbum de una amiga / 104
Guevara, Humberto (Héctor Galán)
Los voladores / 106
Guevara Núñez, Federico
Muchas lágrimas / 107
Gutiérrez Coll, Jacinto
Alma parens / 108
* 158
Guzmán Arias, Inés
A un jazminero / 109
Lara, Pedro Antonio
A la luna / 111
León, Ramón David
A Cumaná / 112
Tú no comprendes nada. .. / 114
López Orihuela, Dionisio
El fiel color / 115
Marcano B., Octavio
El poeta mártir / 116
Márquez Márquez, Trina
Noche de luna y música / 117
Martínez, Domingo
Orto / 118
Mayobre, Ramón B. (Rabme)
Alma enferma / 119
Milá de la Roca Díaz, J. M.
La luz más bella / 120
Perla negra / 121
Milá González, Pedro
Vida y muerte / 123
Morales Marcano, Fernando
La cruz / 124
Moreno Cova, Antonio R.
Arrobamiento / 125
Núñez, José Fernando
Crucifixión / 126
Núñez, Luis Teófilo
Destinación / 127
Núñez, Matías
A Doña Milagros Crespo / 128
Oliveira, José Carmen
Noche de enero / 129
Ramírez, Cándido
A Bolívar / 130
Ramos, Gerónimo
Tus negros ojos / 131
Ramos Sucre, José Antonio
El páramo / 132
Rivas Maza, F. de P.
Crepuscular / 133
* 159
Rodríguez Mejía, Ignacio
El marino / 134
Rondón Sotillo, J. M.
Pórtico / 135
Salmerón Acosta, Cruz
Azul / 136
Cielo y mar / 137
Perspectiva / 138
Saluzzo, Marco Antonio
A Don José Silverio González / 140
A María / 141
Sánchez Pesquera, Miguel
A Cumaná / 143
La tumba del marino / 144
Serrano, José Manuel
Paisaje / 145
Silva Díaz, Agustín
Luz victrix / 146
Silva Díaz, Eliso
Amaneciendo / 148
Silva Díaz, Joaquín
Intermezzo de amor / 149
Suárez, Ramón
Alma y voluntad / 150
Varela, Rafael A.
Peregrinas / 151
Vetancourt, Manuel Norberto
Treno / 152
Vetancourt Vigas, Francisco (Renato San Martín)
Soledad / 153
Villanueva, Alejandro
Los almendrones / 154
Una oración / 155
Zerpa, Julio César
A mi difunta madre / 156
* 160
SE TERMINÓ DE IMPRIMIR EN
LAS PRENSAS DE LOS TALLERES
DE LA EDITORIAL UNIVERSITARIA DE ORIENTE,
EL 15 DE NOVIEMBRE DE 1967,
EN CUMANÁ / ESTADO SUCRE / VENEZUELA.
*
PORTADA DE
ITAMAR MARTÍNEZ
* 161
* 162