Informacion de Expo Electiva
Informacion de Expo Electiva
Los cuidadores leen incorrectamente la etiqueta del envase y dan un fármaco o una
dosis equivocados.
Los cuidadores administran un medicamento a la persona equivocada.
La persona toma un fármaco con alimentos cuando el fármaco se absorbe mejor con
el estómago vacío o sin alimentos cuando estos son necesarios para prevenir los
efectos secundarios.
Los errores de medicación más comunes resultan de la confusión de las personas sobre
cuándo y cómo deben tomar el medicamento, lo que provoca que tomen un fármaco o una
dosis equivocados. Las razones más habituales de confusión ocurren cuando las personas
añaden más de un tipo de fármaco en un solo frasco, colocan los prospectos fuera de la caja
del medicamento, no entienden las instrucciones del prospecto, tienen más de un bote con
la misma medicación o disponen de tantos medicamentos que no saben cuál es el que
deben tomar (o cuáles ya han tomado).
Se debe revisar la etiqueta de cada fármaco para ver si tiene que ser almacenado en el
frigorífico o conservado en un ambiente fresco. Por otro lado, tomar precauciones
innecesarias puede dificultar la correcta toma de medicamentos y causar una pérdida de
tiempo. Por ejemplo, la insulina recién adquirida debe ser refrigerada, pero una botella
abierta puede almacenarse de forma segura fuera del frigorífico durante un espacio de
tiempo relativamente largo, si no está expuesta al sol o a un calor excesivo. Además, si los
niños no tienen acceso al medicamento, se pueden almacenar los medicamentos en sus
envases originales a prueba de niños en un contenedor con tapa no diseñada especialmente
a prueba de niños.
Prevenir, detectar, corregir y notificar los errores en la medicación que puedan dar lugar a
reacciones adversas debe formar parte de la práctica profesional tanto en la oficina de
farmacia como en la farmacia hospitalaria o de atención primaria.
Equivocarse en la dosis, en la frecuencia de administración o seleccionar el medicamento
inadecuado son algunos de los errores más comunes, y pueden deberse a múltiples causas:
1. Medicamentos con envases parecidos: la mayoría de errores de dispensación -hasta en
6 de cada 10 casos detectados en España- se dan en medicamentos con un envase parecido
o similar, incluso en presentaciones distintas del mismo medicamento. A parte de las
similitudes en el color y el diseño del etiquetado, un etiquetado incompleto también puede
llevar a confusiones. En este sentido, el International Medication Safety Network publicó en
2013 unas recomendaciones para mejorar la seguridad del etiquetado, envasado y
denominación de los medicamentos.
2. Medicamentos con similitudes ortográficas o fonéticas: la similitud en el nombre de 2
medicamentos, o la coincidencia en la forma farmacéutica, dosis o intervalo de administración
pueden propiciar el error en la dispensación. El Instituto para el Uso Seguro de los
Medicamentos (ISMP) actualiza anualmente un listado de nombres similares de
medicamentos que se prestan a confusión y tiene publicadas unas buenas prácticas para
evitar estas confusiones.
3. Errores en la preparación o administración de la medicación: ya sea en la realización
de fórmulas magistrales, o cuando hay que realizar algún procedimiento antes de la
dispensación, es conveniente adherir una etiqueta con información adicional (con la dosis, por
ejemplo) para evitar errores durante su manipulación por parte del paciente. En cualquier caso
es importante informar bien al paciente y revisar con el procedimiento de administración del
medicamento.
4. Información incompleta o ininteligible en la receta: ya sea porque la información es
ilegible o por falta de ella (dosificación y forma farmacéutica), ante la duda es importante
contactar con el médico para corroborar la prescripción
5. Errores asociados a la utilización de los SAD en farmacia hospitalaria: es necesario
planificar detenidamente la utilización de los Sistemas Automatizados de Dispensación de
Medicamentos e implementar prácticas seguras en los procedimientos críticos
(ver Recomendaciones para el Uso Seguro de los Sistemas Automatizados de
Dispensación del ISMP)
Ante estas situaciones, es importante tener presente que, más que buscar quién causa el
error, hay que analizar qué circunstancias lo han motivado y notificarlo para poner en marcha
las actuaciones preventivas que permitan minimizar estos riesgos y garantizar un alto nivel de
calidad, seguridad y eficacia.