Tarea de Ingenieria Recursos Hidricos

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INGENIERIA DE RECURSOS HIDRAULICOS

TAREA DE INGENIERIA RECURSOS HIDRICOS


PARIONA TENORIO MASIÑO GABRIEL

El presidente de Sedapal, Rudecindo Vega, explicó sobre cuántas plantas de


tratamiento tenemos y de dónde sacan agua para abastecer a todos Lima.
“No sacamos agua del río Rímac para abastecer a todo Lima. Nosotros
traemos agua desde Pasco y Junín para consumirlo acá en Lima. Lo
almacenamos en la cuenca alta de la Sierra allá en lagunas y represas, lo
traemos por túneles trasandinos, por canales. De ahí al Río Blanco y luego al
Río Rímac, y lo que discurre por ahí lo captamos para la planta de tratamiento
en Huachipa y La Atarjea”, declaró Rudecindo en Capital.
También tenemos una planta de tratamiento en Chillón, como es rio seco, poca
agua viene. Por eso ahí explotamos por pozos y se trata ahí. Pero no abastece
a tofo Lima Norte porque el gran abastecedor para Lima Norte, Centro, Sur y el
Callao es La Atarjea”, agregó.
El río Rímac, el más importante del departamento de Lima, nace en las alturas
de Ticlio discurriendo por las provincias de Lima y Huarochirí con dirección
noreste - suroeste y una longitud de 140 Km. Sus afluentes principales son la
quebrada El Carmen y, los ríos Chinchán, Blanco, Aruri y Santa Eulalia, y la
quebrada Huaycoloro. Los centros poblados más importantes ubicados a lo largo
del río hablador son: Lima, Vitarte, Chaclacayo, Chosica y Matucana que
representan el 81% de la población total de la cuenca. Sin embargo, las aguas
residuales domésticas generadas son lanzadas sin tratamiento al cuerpo
receptor. Es importante señalar que la capital de la República es la principal
consumidora del agua superficial y acuífero del río Rímac. En la cuenca alta
existe explotación de plomo, cobre, zinc, plata, oro y antimonio. La actividad
minera es intensa (Volcán Compañía Minera S.A.A. - Unidad Ticlio, Empresa
Minera Los Quenuales S.A. - Unidad Casapalca, Compañía Minera Casapalca
S.A., PERUBAR S.A. - Unidad Rosaura, Compañía Minera San Juan (Perú) S.A.,
etc.), de modo que un gran volumen de vertimientos tiene que ser evacuado;
algunos de ellos vierten directamente al río, otros usan canchas de relaves y
algunos otros a canales. En las cuencas media y baja de este río se ubican 14
centrales hidráulicas y se identifican establecimientos industriales tales como
fábricas de productos químicos, textiles, papeleras, alimentos, curtiembres,
materiales de construcción, cerveza, etc.

Figura 1. Cuenca del Río Rímac y sus afluentes.


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Situación geográfica y socio- económica


Los recursos hídricos de las tres cuencas provenientes de los ríos Chillón, Rímac
y Lurín-Chilca nacen en la Cordillera de los Andes y recorren la franja desértica
de la costa peruana antes de su desembocadura en el Océano Pacífico (ver
Figura 1). Políticamente, estas cuencas se encuentran en el departamento de
Lima, abarcando las provincias de Callao, Lima, Canta y Huarochirí; así como
los ámbitos del Gobierno Regional del Callao, el Gobierno Regional de Lima
Metropolitana y el Gobierno Regional de Lima. Por esta razón, las cuencas
representan el ámbito territorial del Consejo de Recursos Hídricos de Cuenca
Interregional Chillón-Rímac y Lurín (CRHC CHIRILU) y éste pertenece a la
Administración Local del Agua (ALA) Chillón-Rímac-Lurín. En la parte baja de
estas tres cuencas, se encuentra la zona metropolitana de Lima y Callao
considerada como la segunda ciudad más grande del mundo que se ha
desarrollado en un desierto (después de la ciudad de El Cairo, Egipto). La
precipitación es de 9 milímetros al año y la escasez de agua es una de las
principales condicionantes ambientales que ha acompañado el crecimiento de la
ciudad. Actualmente Lima y Callao tienen una población de casi 8,5 millones de
habitantes, siendo una de las cinco mayores urbes de Sudamérica junto con Sao
Paulo, Río de Janeiro, Buenos Aires y Bogotá. Esta zona concentra casi la
tercera parte de la población del país y depende de los recursos hídricos
superficiales y subterráneos disponibles en las cuencas de Chillón, Rímac y Lurín
– Chilca, así como del transvase proveniente de la cuenca del Mantaro (Zuchetti,
et al., 2012).
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Figura 2. Mapa del Consejo de Recursos Hídricos de Cuenca Interregional


Chillón-Rímac y Lurín

La cuenca del río Chillón cubre una superficie de 2.444 km2 y se ubica en el
centro-oeste del país, en el departamento de Lima. Las partes alta y media de la
cuenca se encuentran ubicadas en la provincia de Canta, en la Región Lima, al
norte de la ciudad de Lima. La cuenca del río Chillón limita por el Norte con las
cuencas de Chancay – Huaral, por el Sur con la cuenca del Rímac, por el Este
con la cuenca del Mantaro y por el Oeste con el Océano Pacífico. Su sistema
fluvial está formado por los ríos Chillón y Quisquichaca. La cuenca presenta una
forma alargada con una longitud de 126 km; las subcuencas son parcialmente
reguladas por lagunas ubicadas en las cabeceras de las mismas. Al 2002, se
calculó que la población de la cuenca llegaba a 1’590.954 habitantes, distribuidos
geográficamente en 11.886 habitantes (0,75%) del total en la provincia de Canta
y 1’579.068 (99,25%) en Lima – Callao (Instituto Nacional de Recursos Naturales
et al., 2003). La cuenca cuenta con el 27% de los mejores suelos de la Región
de Lima. En esta cuenca, se desarrollan actividades económicas relacionadas
con la industria, el comercio, la agricultura y la actividad pecuaria (Olarte, 2007).
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Cuenca del Río Rímac


La cuenca del río Rímac se origina en la vertiente occidental de la cordillera de
los Andes a una altitud máxima de 5.508 msnm en el nevado Paca y
aproximadamente a 132 km al noreste de la ciudad de Lima, desembocando en
el océano Pacífico. La cuenca cubre una superficie total de 3.503,9 km², y tiene
una longitud de 145 km. La parte alta y media se ubica principalmente en la
provincia de Huarochirí y la parte baja en el área metropolitana de Lima y Callao.
El río Rímac tiene dos subcuencas importantes, la del río Santa Eulalia y la del
río San Mateo, al que también se le llama río Rímac. La cuenca tiene en total
191 lagunas entre naturales y reguladas (Rodríguez et al., 2013). En la cuenca
habitan más de 5 millones de habitantes y tiene una densidad promedio de 1.480
hab/km2. De hecho, está considerada como la cuenca más poblada a nivel
nacional. El 99,7% de la población habita en centros poblados considerados
urbanos. Sin embargo, en la parte alta de esta cuenca se encuentran 382 centros
poblados con menos de 100 habitantes (PNUD, 2009). Dentro de las cuencas de
la costa peruana, la del río Rímac abastece de agua a la mayoría de actividades
que se realizan en la zona. Además del uso principal para agua potable y de
generación de energía (se ubican 5 de las centrales hidroeléctricas más
importantes del país), sus aguas satisfacen la demanda de uso agrícola de las
áreas cultivables del valle. Aproximadamente el 79% del agua del Rímac se
destina para consumo humano, después de haber sido purificado en las plantas
de tratamiento de SEDAPAL. El uso para fines agrícolas alcanza un 16%; el uso
para fines mineros el 4%; y el uso industrial 1%4 (PNUD, 2009).
Cuenca del río Lurín – Chilca
La cuenca del río Lurín está ubicada al sur de la ciudad de Lima. Las partes alta
y media pertenecen a la provincia de Huarochirí, en la Región Lima y la parte
baja pertenece al ámbito de Lima Metropolitana. La cuenca del río Lurín es
pequeña en comparación con las otras dos cuencas mencionadas. Además, es
la cuenca ambientalmente más conservada. Tiene una extensión superficial de
1.719,96 km2 y una longitud de 106 km. La parte alta de esta cuenca se ubica
en las estribaciones de la cordillera occidental de los Andes del Perú (Rodríguez
et al., 2013). El valle bajo del río Lurín es considerado el último “pulmón verde”
de la ciudad de Lima y es además un importante surtidor de alimentos. En
términos de provisión de agua potable a la ciudad, la cuenca del río Lurín-Chilca
tiene menor importancia que las cuencas del Rímac y del Chillón. Su función más
importante desde ese punto de vista es la recarga del acuífero, que es
aprovechado mediante pozos para el consumo humano (CGDD, 2010). A lo largo
de la cuenca destacan zonas arqueológicas, áreas agrícolas, sistemas de
andenes, así como los sistemas de siembra y cosecha de agua conocidos como
“amunas”5. Alrededor de 165.345 personas habitan en la cuenca de Lurín; el
70% vive en la zona urbana y el 30% en la zona rural. El 98% de la población
ocupa la parte baja de la cuenca. La producción agrícola y ganadera es la
principal fuente de ingreso para los pobladores. Adicionalmente, se desarrollan
actividades relacionadas con el comercio, la industria manufacturera, el
transporte, el hotelería y los restaurantes (CGDD, 2010). Aunque en términos
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físicos son dos cuencas diferentes, para el proceso de conformación del CRHC
se ha considerado la cuenca de la quebrada Chilca como parte de la cuenca de
Lurín. La cabecera de cuenca del río Lurín comparte fuentes de agua con la
cuenca del río Chilca. Geográficamente, la parte alta de estas dos cuencas tiene
los mismos ecosistemas, así como actividades y características geológicas
similares. Ese fue el motivo de incluir a dos distritos de Chilca (Mariatana y Santo
Domingo de los Olleros) como parte de la cuenca Lurín en el proceso de
conformación del CRHC CHIRILU. La cuenca de la quebrada Chilca es una
cuenca seca, ubicada en el departamento de Lima, limitando al Norte y al Oeste
con la cuenca del río Lurín; por el Este con la cuenca del río Mala, y por el Sur
con el Océano Pacífico. Presenta un área aproximada de 780 km2 y se eleva
desde el nivel del mar hasta los 3.300 metros. La mayoría de las quebradas
permanecen secas; solamente podría considerarse a la quebrada Calahuaya y
sus afluentes, ubicada en la margen izquierda, la que aporta la mayor parte del
reducido volumen de escorrentía que se produce en temporada de lluvias (GORE
Lima, 2009).

Oferta de agua
Lima no cuenta con grandes ríos ni reservas de agua; su abastecimiento se da
a través del recurso hídrico proveniente de las cuencas de los ríos Chillón, Rímac
y Lurín, así como por el transvase de la cuenca del río Mantaro. La oferta de
agua de los ríos de las tres cuencas para la ciudad de Lima y Callao se distribuye
de la siguiente manera: 75% de aguas del río Rímac, 13% del río Chillón y 12%
del río Lurín (WWF et al., 2014). El trasvase de la cuenca del río Mantaro, que
pertenece a la vertiente Amazónica, contribuye con más del 60% de las reservas
de agua de la ciudad de Lima, dependiendo de un solo túnel trasandino con un
potencial riesgo de colapso ante sismos de alta intensidad, situación que pone
en riesgo la provisión de agua a la ciudad (Zuchetti et al., 2012). En caso de
sequía prolongada, la provisión de agua a la ciudad es altamente vulnerable,
pues las reservas hídricas, de aproximadamente 330 millones de m³, son
limitadas tomando en cuenta las características de la ciudad. Además de las
fuentes superficiales, se extrae agua subterránea de pozos operados por la
empresa estatal SEDAPAL y por el sector privado. A la fecha, entre el 15% y
20% de la población de Lima Metropolitana y de Callao es abastecida mediante
aguas subterráneas. Varios estudios indican que esta explotación es
insostenible, y que el nivel de la capa freática disminuye cada año (Seifert, 2009).
La escasez de agua ya es percibida por los habitantes en el territorio de las
cuencas en estudio, lo cual se evidenció en los talleres informativos y de
caracterización de actores realizados en el año 2012. Si bien la demanda de
recursos hídricos de los ciudadanos de Lima se mantiene relativamente
constante a lo largo del año, la capacidad de los ríos Rímac y Chillón para cubrirla
es irregular y dependiente del agua de lluvia. En épocas de sequía prolongada,
Lima y Callao son altamente vulnerables en lo que se refiere a la provisión de
agua. Según el Informe sobre Desarrollo Humano Perú 2009 de PNUD publicado
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en el 2010, dos de las cuencas se encuentran en fase crítica de escasez (Chillón


y Rímac tienen una disponibilidad hídrica menor a 1.000 m³/año/hab) y la de
Lurín presenta situación de estrés hídrico (disponibilidad hídrica de 1.000-1.700
m³/año/hab).
Demanda de agua
Las estadísticas sobre la demanda de agua potable en las cuencas en el año
2010 afirman que llegaba a los 22,9 m³/s, mientras que la capacidad de
producción era de 20,80 m³/s, principal causa para el déficit permanente crítico
en verano (Seifert, 2009). El consumo de agua potable por persona en Lima y
Callao, en promedio viene a ser unos 250 litros por habitante al día; de estos 250
litros, entre 35% y 40% corresponde a pérdidas físicas del agua en el sistema de
distribución de SEDAPAL. El consumo real restante por persona es de 150
litros/día, siendo un consumo muy elevado en comparación con otras grandes
ciudades en la región. Evidentemente, el consumo de 150 litros/ habitante/día no
es uniforme. Existe una polarización entre los distritos de bajos y altos ingresos,
con conflictos relativos a la disponibilidad de recursos básicos (Seifert, 2009).
Asimismo, la demanda de aguas subterráneas por parte del sector privado está
en aumento. En la actualidad existen aproximadamente más de 3.000 pozos, de
los cuales hasta el 50% son informales. No se conoce el número exacto de pozos
operativos, el volumen de extracción, ni el impacto en el nivel de la napa freática.
Sin embargo, los estudios existentes confirman que se está llegando al límite del
caudal de extracción sostenible (Zuchetti et al., 2012).
Existe también una limitada valoración del agua y no se (re)conoce el costo real
de los servicios de agua y alcantarillado (su producción, purificación, distribución
y tratamiento). Tampoco existe una cultura de ahorro del agua. Esta situación,
sumada a un déficit en los servicios de agua potable y alcantarillado, crea una
situación compleja para una ciudad capital que constituye el principal centro
urbano de Perú. Así, con el fin de atender a la demanda creciente, SEDAPAL ha
ejecutado una serie de obras de infraestructura hídrica, específicamente en las
partes altas de las cuencas incluyendo la del Mantaro (Zuchetti et al., 2012).

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