Inta - Produccion de Semillas Horticolas - Gaviola - Compressed
Inta - Produccion de Semillas Horticolas - Gaviola - Compressed
Inta - Produccion de Semillas Horticolas - Gaviola - Compressed
1ra. Edición
Ediciones INTA
Agosto de 2020
ISBN 978-987-8333-46-5
i. título
DD-INTA
Este documento es resultado del financiamiento otorgado por el Estado Nacional, por lo tanto, queda sujeto al
cumplimiento de la Ley Nº 26.899.
Diseño:
Área de Comunicación Visual
Gerencia de Comunicación Institucional
Este libro
cuenta con licencia:
Julio Cesar Gaviola es Técnico Investigador del Instituto Nacional de
Acerca del autor Tecnología Agropecuaria (INTA), con base en la Estación Experimental
Agropecuaria La Consulta (Mendoza – Argentina). Se desempeña como
Director Técnico ante el Instituto Nacional de Semillas (INASE), del Semille-
ro de la Asociación Cooperadora de la Estación Experimental Agropecuaria
La Consulta (Mendoza – Argentina). Profesor en la Maestría en Horticultu-
ra de la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional de Cuyo
y Coordinador Proyecto Específico sobre Hortalizas Pesadas del INTA entre
2014 y 2018
La Asociación Argentina de Horticultura (ASAHO), principal institución
Prólogo responsable de la promoción del conocimiento de las hortalizas, se ha
propuesto elaborar una serie de fascículos bajo la denominación Colección
Horticultura Argentina, destinados a la enseñanza de la especialidad en el
país. A esta iniciativa se sumó el Instituto Nacional de Tecnología Agro-
pecuaria (INTA), que, a través de un convenio específico con la ASAHO,
hace posible la edición de esta colección.
1.1. Introducción
1.2. Fisiología de la floración
1.3. Tipos florales
1.4. Semilla madre
1.5. Aislamientos
1.6. Rotaciones
1.7. Condiciones climáticas
1.8. Métodos de producción en especies bienales
1.9. Variantes de los métodos de producción
1.10. Manejo de cultivos para la producción de semilla
1.11. Maduración y cosecha de semillas
1.12. El mejoramiento y algunos efectos negativos sobre la
producción de semillas
1.13. Semilla orgánica
1.14. Producción de semillas híbridas
Capítulo 2 28
Producción de semilla de cebolla
Capítulo 3 38
Producción de semilla de lechuga
Capítulo 4 47
Producción de semilla de pimiento
Capítulo 6 65
Producción de semilla de zanahoria
Capítulo 7 73
Producción de semilla de zapallo
Capítulo 8 82
Procesamiento de semillas hortícolas
Bibliografía 98
Capítulo 1
Generalidades
1.1. Introducción
Una sombra que se expande sobre el incesante trabajo de mejoramiento con técnicas no
tradicionales es la reacción que provoca en los sectores ecologistas el uso de organismos
genéticamente modificados (OGM). El primer OGM comercializado en el mundo fue una
variedad de tomate con larga vida poscosecha (Flavr-Savr), que se comercializó en el verano
de 1994. Si bien esta variedad no tuvo mucho éxito en el mercado por sus características
de sabor y sensibilidad a enfermedades, constituyó un hecho de gran importancia para el
mejoramiento vegetal. Los OGM en hortalizas no se han difundido comercialmente.
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1.2. Fisiología de la floración
Las especies bienales necesitan frío para florecer, es el caso de cebolla, zanahoria, repollo.
Las temperaturas óptimas para la vernalización oscilan entre 6 y 9 ºC, dependiendo de la
especie y del cultivar. Temperaturas cercanas a cero grados normalmente no son vernalizan-
tes. Estas especies presentan estado juvenil, que es la etapa durante la que no son receptivas
a la inducción por las bajas temperaturas. Existen variaciones en los requerimientos cuanti-
tativos de frío entre especies y entre los diferentes tipos de una misma especie. Por ejemplo,
entre cultivares de zanahoria las del tipo anual requieren menos frío que las bienales.
• Hermafrodita o perfecta
• Estaminada o androica
• Pistilada o ginoica
• Hermafroditas: todas las flores son hermafroditas. Ejemplos: lechuga, cebolla, pimiento,
• repollo.
• Monoicas: poseen flores masculinas y femeninas en la misma planta. Ejemplos: maíz,
zapallo.
• Dioicas: poseen flores masculinas o femeninas. Ejemplos: espinaca y espárrago.
• Andromonoicas: poseen flores hermafroditas y masculinas. Ejemplos: pepino y melón.
• Ginomonoicas: posee flores hermafroditas y femeninas. Es común en las cucurbitáceas.
• Trimonoicas: poseen los tres tipos de flor. También se presenta en las cucurbitáceas.
Por el origen preponderante del polen que fecunda las flores las especies vegetales se las
divide en:
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• Autógamas: el polen proviene de la propia flor. Ejemplos: lechuga, tomate.
• Alógamas: predomina el polen de otras flores. Ejemplos: cebolla, cucurbitáceas, crucíferas.
En las flores hermafroditas de acuerdo a la sincronización que existe entre la maduración del
androceo y gineceo se distinguen:
Hay casos en los que las flores hermafroditas presentan problemas de autocompatibilidad a
causa de mecanismos genéticos, esta situación se presenta en varias crucíferas.
La partenocarpia, que consiste en el desarrollo de frutos sin que haya fecundación, se obser-
va naturalmente bajo ciertas condiciones ambientales en especies con numerosos óvulos por
flor. En hortalizas se ha detectado este proceso en tomate cultivado a altas temperaturas
y en pimiento con bajas temperaturas nocturnas. También se ha observado en berenjena,
zapallo, melón y pepino. La capacidad genética de producir frutos partenocárpicos se ha
aprovechado en el fitomejoramiento del pepino y de la berenjena. Los cultivares con esta ca-
racterística son de gran utilidad para la producción en invernaderos en ausencia de agentes
polinizadores. Los Cuadros 1 y 2 muestran la lista de especies hortícolas según su morfología
y biología floral.
Cuadro 1
Berenjena N 7 (insectos)
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Cuadro 2
Rabanito H DL o V Ai y C Abejas
M FH
Sandía N C Abejas
(andromonoica)
M FH
Melón N C Abejas
(andromonoica)
MFH (andro y
Pepino N C Abejas
ginomonoica)
HyM
Zanahoria V Protandria Abejas
(andromonoica)
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1.5. Aislamiento
Tiene como objetivo impedir que los granos de polen de otros cultivares o especies em-
parentadas, capaces de cruzarse, lleguen al campo de multiplicación en el momento de
floración. Para evitar esto se establecen distancias mínimas entre cultivos según la especie.
La reglamentación para la fiscalización de semillas de cultivos hortícolas fija las distancias
mínimas de aislamiento según la especie. Los factores a evaluar para evitar cruzamientos
son los siguientes:
1.6. Rotaciones
La rotación del terreno disminuye el riesgo que plantas espontáneas de la misma especie
contaminen el cultivo, estas plantas si luego no son detectadas con el roguing o depuración
varietal, afectan negativamente la pureza genética del lote. El peligro de contaminación con
plantas espontáneas provenientes de semilla de cultivos anteriores es mayor con las horta-
lizas que poseen frutos de fácil dehiscencia y que se siembran en forma directa, como suele
ocurrir en lechuga, zanahoria y cebolla.
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1.7. Condiciones climáticas
Las mejores zonas para la producción de semillas hortícolas son aquellas de climas templados,
con escasas precipitaciones y baja humedad ambiental. La influencia del ambiente sobre la
calidad de las semillas está ampliamente demostrada pudiendo manifestarse tanto en la can-
tidad como la calidad final del lote. Como se mencionó precedentemente el termoperíodo
y el fotoperíodo son factores que promueven la inducción y diferenciación floral en muchas
especies. Por ello la correcta elección de la zona según estas características influirá sobre el
rendimiento del cultivo. El ambiente en que se desarrollan las plantas madres en algunos
casos influye sobre las características fisiológicas de las semillas que se obtienen. En lechuga
las semillas producidas a 30 ºC – 20 ºC de temperatura, diurna y nocturna respectivamente,
presentan una mayor tolerancia a germinar con altas temperaturas (entre 27 ºC – 36 ºC) que
las producidas a 20 – 10 ºC.
Plantas de pimiento cultivadas con bajas temperaturas nocturnas (entre 10 ºC y 12 ºC) dis-
minuyen el número de granos de polen y su capacidad de germinación respecto de las
mantenidas con temperaturas nocturnas mayores (20 ºC - 22 ºC). Estas alteraciones del
polen promueven frutos deformados y con baja cantidad de semillas. Los inconvenientes
ocasionados por las bajas temperaturas en pimiento se relacionarían con una menor con-
centración de carbohidratos en el grano de polen. En cucurbitáceas monoicas es conocido
el efecto de las temperaturas, la intensidad lumínica y el largo de día, sobre la estimulación
para la formación de mayor cantidad de flores masculinas o femeninas. Este fenómeno tiene
mucha importancia en el manejo de híbridos. Como se mencionó anteriormente el tomate
tiende a originar frutos partenocárpicos con altas temperaturas, algo similar ocurre en pi-
miento. En ambas especies se realizan trabajos de mejoramiento con el objetivo de obtener
cultivares resistentes al estrés provocado por las altas temperaturas. El momento en que se
produce el estrés ambiental es importante. En pimiento tipo Chile se ha demostrado que el
daño sobre el rendimiento y la calidad de semillas es superior cuando las flores se someten
a altas temperaturas durante los 30 días posteriores a la antesis y no es importante con
posterioridad a ese lapso.
Este método requiere obtener primero las raíces o bulbos, luego se seleccionan y se plantan,
para que finalmente broten y florezcan. La gran ventaja del método es que permite la selec-
ción de los bulbos o raíces. Otra ventaja del método es que en climas con escasa cantidad de
frío, los bulbos o raíces se pueden vernalizar en cámaras antes de su plantación. La principal
desventaja es que el ciclo necesario para la obtención de semillas es entre 18 y 20 meses,
encareciendo el costo de producción.
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Método semilla-semilla
Una alternativa para acortar el ciclo del método tradicional es el empleo de raíces (steckling)
o bulbos (onion set) pequeños. Estos propágulos se obtienen en cultivos sembrados tar-
díamente y a alta densidad y luego se trasplantan al campo definitivo. Solo permiten una
selección parcial sobre algunos caracteres. Otra variante se presenta en cebolla y consiste en
la refloración del cultivo. En esta especie se ha demostrado que un porcentaje de individuos
son capaces de rebrotar y reflorecer luego de la primera cosecha de semillas, originando una
segunda cosecha al año siguiente. El éxito de este sistema depende de la capacidad de pro-
ducir yemas laterales de la cultivar y de la época de plantación de los bulbos. Normalmente la
segunda cosecha es inferior a la primera.
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el atraso de la siembra disminuye el rendimiento de semilla por las heladas tempranas, esto
ocurre con cultivos sensibles a las heladas como tomate, zapallo, pimiento. Cuando se plan-
tan órganos de multiplicación asexual, bulbos de cebolla o raíces de zanahoria, la plantación
tardía afecta negativamente el rendimiento de semillas.
La densidad del cultivo influye sobre el rendimiento, las características de las semillas que
se obtienen y la arquitectura de las plantas. En términos generales y dentro de un rango de
población determinado, a mayor densidad se logran rendimientos superiores por unidad de
superficie, en tanto que disminuye por individuo.
El pimiento presenta comportamientos dispares según la cultivar. Con la cv. Fyuco INTA
(tipo cuatro cascos) al aumentar la densidad de plantas entre 2,5 y 21,3 plantas.m-2 el ren-
dimiento de semilla por unidad de superficie no varía y el peso de 1000 semillas disminuye.
Mientras que con la cv. Calatauco INTA (tipo morrón) el rendimiento de semilla disminu-
ye linealmente con el aumento de la población entre 2,5-17,5 plantas.m-2. La densidad no
modifica significativamente el rendimiento de semilla de repollo cv Succession cuando se
transplanta a distancias de 0,05-0,35-0,65 m entre plantas y 0,80 m entre líneas. El peso de
mil semillas disminuye a medida que se incrementa la población. El rendimiento total de
semilla por unidad de superficie con el método semilla-semilla en zanahoria tipo Flakee,
crece cuadráticamente en el rango de 12,5-40 plantas.m-2. La participación porcentual de
las semillas provenientes de umbelas primarias se incrementa con las mayores poblaciones.
En melón y con las cvs Noy Yizre`el y Top Mark el máximo rendimiento de semillas se logra
con 8-12 plantas.m-2 con la primera cultivar y entre 4 y 12 plantas.m-2 con la segunda, en
ambos casos las densidades óptimas para semillas son superiores a las óptimas para produ-
cir frutos para el mercado fresco. Una respuesta anexa es que al incrementarse la densidad
disminuye el tamaño medio del fruto y de las semillas, sin que se afecte la calidad de estas
últimas. La distribución espacial de las plantas en el terreno es importante. Por una parte,
en cultivos de zapallo de la especie Cucurbita moschata, con una densidad de 4.000 plan-
tas.ha-1, la siembra a hilera doble con un distanciamiento de 5 m entre surcos, rinde menos
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semillas que la siembra a hilera simple con distancia entre surcos de 2,5 m. Por otra parte,
con cebolla cv. Valcatorce INTA, usando el método semilla-semilla y una densidad de 16,7
plantas.m-2, el empleo de cepellones con distinto número de plantas (entre 1 y 5) para alcan-
zar la densidad citada, no afecta el rendimiento de semillas.
Fertilización y riego
• Las semillas son destinos/sumideros fuertes, por lo que en caso de problemas de fertili-
dad, riego o crecimiento en general, es común la translocación hacia ellas de minerales
y sustancias orgánicos desde los otros órganos de la planta.
• El estrés hídrico normalmente repercute sobre el rendimiento más que sobre la calidad
de las semillas.
• Existen períodos críticos de requerimiento de agua, en los que su escasez modifica la
calidad y/o la cantidad de semillas.
• La germinación de las semillas dentro de los frutos (viviparidad) se relaciona en algunos
casos con la falta de algún elemento en el suelo. Es el caso de pimiento cuando el suelo
es pobre en potasio.
• Metales pesados como cobre y cadmio son fácilmente movilizados por las plantas. Estos
metales pueden estar contaminando el suelo en concentraciones superiores a las norma-
les y afectan negativamente el cuaje de la flor.
Polinización
La polinización en hortalizas alógamas se realiza principalmente con dos vectores: los in-
sectos (entomófila) y el viento (anemófila). Dentro de las especies entomófilas se hallan
las cucurbitáceas, cebolla, zanahoria y crucíferas; la abeja es el principal polinizador. En-
tre las anemófilas se cuenta el maíz, la acelga y la espinaca. Las abejas son los insectos
más utilizados para promover la polinización en cultivos para semilla. Este insecto presenta
particularidades en cuanto a su comportamiento que deben ser tenidos en cuenta. Las con-
diciones ambientales, en especial luminosidad y temperatura, ejercen un importante efecto
sobre las visitas de abejas. Otros insectos se emplean comercialmente como polinizadores a
escala muy reducida, son ejemplos el género Bombus en tomate para invernadero y moscas
en cebolla. Es conveniente evaluar la presencia de fauna natural que actúe como poliniza-
dora en los cultivos, aunque en la mayoría de los casos se recurre a incorporar abejas para
asegurar un buen cuaje. Las colmenas de abejas se introducen en el cultivo en forma pau-
latina, comenzando con el inicio de la floración y se continúa hasta la plenitud de esta fase,
momento en que se debe alcanzar el máximo de colmenas previstas. Es normal incorporar
entre 4-10 colmenas por hectárea en cultivos de cebolla y zanahoria, pudiendo ser menor
para cucurbitáceas.
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Las líneas androestériles utilizadas para producir semillas híbridas son poco atractivas para
las abejas, esto ocurre claramente en cebolla y también en zanahoria. En cebolla para su-
perar este inconveniente se trata de incrementar las visitas de las abejas pulverizando las
umbelas con productos atractivos (limoneno, extracto de semillas de zanahoria, geranio), o
intercalando franjas de alguna especie que las abejas visiten con más facilidad, aunque en
ambos casos los resultados han sido erráticos. Entre las especies hortícolas las crucíferas y
la zanahoria son muy atractivas para las abejas, en el otro extremo se halla la cebolla que
habitualmente es evitada por este insecto. En zapallo se ha comprobado que las semillas
producidas bajo intensa competencia de polen (más granos de polen por estigma) son más
vigorosas y poseen menos variación genética. En tomate cultivado en invernadero, se in-
crementa el número de semillas por fruto empleando abejorros (Bombus dahlbomii) para
favorecer la polinización. Similares resultados se han encontrado empleando abejorros en
cultivos de invernadero de pimientos dulces.
Uso de hormonas
Las hormonas también se utilizan para alterar el hábito de crecimiento de las plantas. En
cebolla se aplica etefón y paclobutrazol para disminuir el tamaño de los vástagos florales y
así reducir el vuelco. El etefón se usa comercialmente en la producción de semilla híbrida de
zapallo para provocar androesterilidad temporaria en las plantas. Las alteraciones en la mor-
fología de las plantas por la aplicación de hormonas pueden impedir la correcta realización
del roguing. Si esto sucede se debe partir de semilla madre de excelente calidad genética y
la semilla obtenida no se tiene que emplear como semilla madre.
Enfermedades y plagas
Interesan por los daños que ocasionan en el cultivo y por la posibilidad de que se transmitan
por medio de las semillas. El listado de plagas y enfermedades transmitidas por semillas es
muy amplio y depende de cada hortaliza. Si se detecta en el cultivo una enfermedad o plaga
que se transmite por las semillas, se debe proceder al tratamiento de estas, si existe, o, si no
hay tratamiento fiable, se procede a la eliminación del lote. Se citan a continuación algunos
ejemplos de plagas y enfermedades que se trasmiten por semillas en hortaliza:
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• Cebolla: nemátodos (Ditylenchus dipsaci).
• Tomate: cancro bacteriano (Clavivacter michiganensis).
• Poroto: gorgojo (Bruchus sp.).
• Pimiento: bacteriosis (Xanthomonas sp.).
• Crucíferas: podredumbre negra (Xanthomonas campestri).
• Zanahoria: tizón (Alternaria dauci).
• Lechuga: virus del mosaico de la lechuga (LMV).
Existen dos maneras de hacer selección en cultivos, una positiva, que consiste en dejar solo
las plantas que reúnen las mejores condiciones, y la otra denominada negativa en la que
se eliminan las fuera de tipo. La primera manera de selección se emplea con los lotes élites
o prebásicos y la otra para básicos y multiplicaciones. En general a mayor base genética y
condiciones ambientales más variables, menor es la potencialidad de mantener la frecuencia
génica original de una cultivar por medio del roguing. Esto obliga a realizar un riguroso
manejo en las generaciones tempranas, aprovechando que las poblaciones son pequeñas.
La idea es mantener un alto nivel de homogeneidad fenotípica en los lotes prebásicos y bá-
sicos para que la dispersión que se produzca en las siguientes multiplicaciones se minimice.
Las causas de la aparición de plantas fuera de tipo pueden ser diversas, las más comunes
son la contaminación mecánica de semillas durante el procesamiento y los cruzamientos in-
deseables en el campo. También se pueden presentar recombinaciones dentro del cultivar,
segregaciones residuales y en menor medida mutaciones. Las especies de multiplicación
clonal son las de mayor homogeneidad, le siguen las líneas puras de autógamas, los híbridos
y por último las alógamas de libre cruzamiento. En resumen, el roguing contribuye a man-
tener la frecuencia de los alelos de la población original del cultivar y constituye una tarea
complementaria al mantenimiento varietal que realizan los mejoradores.
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Concepto de lote
Figura 1
Capacidades fisiológicas que adquieren las semillas durante su desarrollo (Tomado de Copeland y Mc Donald, 1995).
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Un concepto generalizado es que la cosecha de semillas debe hacerse cuando estas alcanzan
el máximo peso seco, ya que sería el momento de mayor calidad fisiológica. Aunque esta
sea una norma aceptable en términos generales, existen numerosos casos en los que se ha
comprobado que la máxima calidad fisiológica no coincide con el máximo peso seco. Por
ejemplo, en repollo la abscisión del óvulo determina el final de la deposición de reservas en
las semillas, sin embargo, existe una etapa de posabscisión durante la cual se completa la
maduración fisiológica de las semillas. En melón cv Top Mark la mayor calidad de semillas
se logra 10-15 días después del máximo peso. Por lo expresado y para evitar confusiones se
prefiere denominar maduración masal cuando la semilla logra su máximo peso seco, lo que
no significa necesariamente que tenga la máxima madurez fisiológica.
La calidad de las semillas de frutos pulposos puede ser afectada negativamente si permanece
en el fruto luego de alcanzada la madurez fisiológica, esto se evidencia en algunos cultivares
del melón. Otras especies de frutos similares, como pimiento y tomate, no muestran una
declinación marcada de calidad por este motivo. En las especies de frutos secos la demora en
la cosecha provoca mermas de rendimiento por la dehiscencia de las semillas, por ejemplo,
lechuga, cebolla y zanahoria. En zapallo, pimiento y berenjena se ha demostrado que, si los
frutos se cosechan tempranamente y la calidad de la semilla no es buena, se puede mejorar
sustancialmente su calidad, dejando los frutos enteros en depósito durante 10-20 días. Este
proceso es lo que algunos autores denominan posmaduración.
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• Cebolla y puerro: se cosechan después de alcanzar el máximo peso seco, pero con ele-
vado contenido de humedad (entre 50–60 %); si se espera el secado de las semillas, en
la planta hay pérdidas importantes por dehiscencia.
• Lechuga: posee floración indeterminada, el momento de cosecha es cuando más del
50 % de las flores presentan el papus visible. En esta especie la dehiscencia de semillas
es muy alta, pudiendo perderse gran parte de la cosecha por vientos o lluvias si ocurren
próximos al momento de cosecha.
Rendimiento de semillas
El rendimiento de semillas varía entre especies y cultivares de una misma especie. Los prin-
cipales componentes del rendimiento son el número de frutos y de plantas por unidad de
superficie, y en menor medida influyen la cantidad de semillas por fruto y el peso medio de
las semillas. Una lista de rendimientos posibles se muestra en el Cuadro 3.
Cuadro 3
Acelga 1.000
Cebolla 600-800
Zanahoria 1.000
21
Especie Rendimiento (kg.ha-1)
Melón 150
Repollo 1.500
Los tecnólogos en semillas muchas veces se enfrentan ante la disyuntiva de cultivares con
muy buenas características comerciales, pero con serios problemas para la obtención de
semillas. Estos inconvenientes pueden ser bajos rendimientos y/o defectuosa calidad fisioló-
gica de semillas. A continuación, se mencionan algunos ejemplos de problemas observados
en la producción de semillas a consecuencia del mejoramiento genético.
Las sandías triploides, que producen frutos sin semillas, han ocupado una porción importan-
te del mercado, pero sus semillas poseen una cubierta seminal gruesa, con una endostesta
densa y un gran especio libre entre el embrión y la cubierta seminal. Por esta causa la im-
bibición es muy rápida, quedando agua libre entre la testa y el embrión, esto produce una
disminución de la concentración de oxígeno que afecta los procesos metabólicos de germi-
nación. Una manera de aliviar este problema es la escarificación física de las semillas.
Los maíces dulces cultivados para choclo son de mucha difusión mundial por su excelente
sabor. Esta cualidad es el resultado de un cambio de metabolismo durante la formación de
las semillas. Los maíces que poseen la mutación conocida como shrunken-2 (sh2) presenta
bajo contenido de almidón (de 65 a 25 %) y alta concentración de sacarosa en el endosper-
ma (de 1,4 a 16 %). Las semillas de estos cultivares presentan problemas de germinación y
vigor a campo por tener el endosperma y el embrión de menor tamaño y por una mayor
susceptibilidad a los patógenos. Similar situación se presenta en las arvejas con la mutación
wrinkled (r) que poseen semillas arrugadas con alto contenido de disacáridos.
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Los pepinos partenocárpicos son cultivares especialmente seleccionados por esta cualidad
para su uso en invernaderos donde el manejo de polinizadores es difícil. Esta característica
de partenocarpia no es absoluta y bajo determinadas condiciones ambientales hay poliniza-
ción y fecundación y se obtienen frutos con semillas. Por lo que la producción de semillas de
estos pepinos requiere de manejos especiales o la selección de zonas con las características
necesarias para disminuir la partenocarpia.
Líneas de tomate seleccionadas por su alto contenido de licopeno producen semilla de ger-
minación más lenta que originan plántulas pequeñas. Aparentemente habría un ligamiento
entre alto contenido de licopeno y mala calidad de semillas y el problema se relacionaría con
un incremento en el contenido de ABA en las semillas. También en tomate se han seleccio-
nado líneas que producen frutos partenocárpicos y que se adaptan para la producción en los
ambientes calurosos de invernaderos. Los frutos de estas líneas no poseen semillas o si están
es en muy poca cantidad, lo cual es un inconveniente grave para su multiplicación. Los toma-
tes partenocárpicos tienen una concentración elevada de auxinas en el ovario que inhiben
la elongación del tubo polínico, por ello requieren del agregado de inhibidores de auxinas
como el ácido cloro-fenoxi-isobutirico (PCIB) para aumentar la producción de semillas.
La agricultura orgánica ha manifestado una gran expansión en los últimos años especialmen-
te en Europa. La reglamentación sobre estos cultivos establece que la semilla de la que se
parte debe ser obtenida por métodos orgánicos. Por razones de existencia y de adaptación
de la oferta a la demanda, en una primera fase se ha aceptado el uso de semillas multipli-
cadas fuera del esquema orgánico, pero sin tratamiento sanitario. La producción de semilla
orgánica representa un desafío y una modalidad distinta para los semilleros. Seguramente
se presentarán problemas tecnológicos que deberán ser solucionados dentro del esquema
orgánico. Los principales desafíos se relacionan con dificultades sanitarias.
En lo referente a cultivares puede hacerse una selección de aquellos más adaptados a este
sistema de producción. Además, a veces no se recomienda el uso de cultivares híbridos y se
descartan los transgénicos. Las estimaciones que se hacen es que será difícil abastecer con
semillas a este mercado para la totalidad de especies hortícolas, que seguramente serán las
más cultivadas como orgánicas.
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industriales por parte de las empresas. El éxito de un híbrido depende principalmente de la
ventaja que aporte al productor durante el manejo del cultivo y de las características distin-
tivas que presenta al momento de la comercialización. Un aspecto destacable en los híbridos
hortícolas es que no solamente corresponden a especies alógamas, donde es esperable el
vigor híbrido, sino también a autógamas, como tomate o pimiento. Con este último grupo
de especies la hibridación es un medio para incorporar caracteres cualitativos, gobernados
por uno o dos genes, que son incorporados mediante el cruzamiento a la F1.
Los híbridos hortícolas pueden ser simples, de tres vías o dobles. El mayor vigor híbrido y ho-
mogeneidad se logra con los primeros, es decir, el cruzamiento de dos líneas con alto grado
de homocigosis, sin embrago a veces se recurre a cruzamientos intermedios entre las líneas,
para producir los híbridos dobles y de tres vías. Con este manejo se busca mayor vigor en las
líneas padres y por ende más rendimiento de semillas. Muchos híbridos de cebolla son de
tres vías, empleándose como androestéril una línea F1 para asegurar un mayor rendimiento
de semillas.
El cruzamiento entre las líneas padres se puede hacer manualmente o con polinizadores,
para esto último es necesario poseer líneas androestériles, plantas dioicas o línea autoincom-
patibles. Estas líneas se obtienen por técnicas tradicionales de mejoramiento, pero también
se utilizan técnicas más sofisticadas. El cruzamiento manual es todavía muy utilizado en cu-
curbitáceas, tomate, pimiento, y se corresponde con las semillas de mayor precio por unidad
en el mercado.
En las especies de flores hermafroditas es necesario hacer un cultivo de la línea madre, cuyas
flores se emasculan manualmente, y otro de la línea padre, de la que se extrae el polen. Nor-
malmente la última de las líneas mencionadas es más precoz para tener una buena provisión
de polen cuando la línea femenina presenta el estigma receptivo. Después de la emascula-
ción y la colecta de polen se procede a la polinización. Un inconveniente adicional en estas
tareas es que algunas especies poseen cierto grado de cleistogamia, por lo que la emascu-
lación debe hacerse antes de la antesis. Para lograr altos niveles de pureza es conveniente
marcar diariamente las flores fecundadas y retirar las que no se fecundaron manualmente.
De esta manera se obtienen las semillas híbridas de berenjena, pimiento y tomate.
24
Uso de líneas androestériles
Es una alternativa muy utilizada y ha hecho posible la obtención de semillas híbridas en espe-
cies como cebolla y zanahoria, ya que fecundarlas en forma manual sería económicamente
imposible. Se reconoce como androestériles a aquellas plantas que tienen naturalmente flo-
res hermafroditas, pero por algún mecanismo se logra eliminar las anteras o la producción
de polen. Los mecanismos de androesterilidad (AE) han sido objeto de muchos estudios
moleculares y genéticos. Hasta el momento se ha podido determinar que cada ciclo floral
desarrolla a partir de la interacción de genes homeóticos, conjunto de genes que dirigen
la formación de un órgano, pero que la fertilidad de las anteras es gobernada por genes
diferentes. Existe la esterilidad masculina de origen genético. Esta se la ha hallado, entre
otras especies, en tomate, pimiento, melón, zapallo y sandía. En estas especies la AE es mo-
nogénica y se produce solo al estado recesivo (ss), es decir, que las combinaciones Ss y SS
son fértiles. Para trabajar con este tipo de AE en hortalizas de fruto, la línea padre debe ser
homocigota (SS) para que la F1 sea toda fértil.
25
La ingeniería genética seguramente será uno de los caminos para conseguir líneas androes-
tériles. Desde que el primer sistema transgénico de AE fue descrito varias estrategias se han
reportado:
Empleo de la autoincompatibilidad
26
Otra hormona empleada en producción de híbrido es el ácido giberélico. Este se lo empleó
para el mantenimiento de líneas ginoicas de pepino ya que promueve la formación de flores
masculinas. Como existen líneas ginoicas de esta especie que no responden a las aplicaciones
de giberélico, se lo reemplazó por tiosulfato de plata (la plata inhibe la acción del etileno),
y actualmente es el producto más empleado para este fin.
La obtención de sandías sin semilla (Figura 2) fue posible mediante la utilización de líneas
progenitoras de diferente ploidía. El cruzamiento consiste en una línea madre tetraploide y
una línea padre diploide, de tal forma la F1 es triploide. La línea madre se obtiene mediante
el uso de colchicina y se mantiene por sí misma, basta con multiplicarla en un campo aislado.
Lo mismo se hace con la línea diploide. Otra manera de obtener frutos de sandía sin semilla
es mediante la hibridación manual utilizando polen tratado con rayos X. Mediante esta téc-
nica hay un incipiente desarrollo del embrión y del endosperma, pero a los 7–10 días estas
estructuras abortan, sin que impidan el desarrollo normal del fruto (diploide) con posteriori-
dad. Esta técnica se podría aplicar en las cultivares diploides existentes, aunque es altamente
demandante de mano de obra.
Figura 2
27
Capítulo 2
La planta de cebolla emite el tallo floral al comienzo de la primavera, este es de rápido cre-
cimiento y presenta un ensanchamiento en la mitad inferior, alcanza una altura entre 0,6 y
1,2 m. La inflorescencia posee entre 50 a 2.000 flores y asemejan una umbela. Las flores se
abren en forma irregular durante un período que se prolonga entre dos y cuatro semanas.
Una planta que produce varias inflorescencias puede abrir sus flores durante un mes o más.
El fruto es una cápsula dehiscente con tres lóculos y puede contener hasta seis semillas. La
semilla es negra en su madurez (existen mutaciones marrones), rugosa, aplanada en el lími-
te con la otra semilla del mismo lóculo. El peso de mil semillas oscila entre 3,5-4,0 g.
Las condiciones de clima templado seco son las recomendadas en este cultivo. Para inducir la
floración (vernalización) se necesitan temperaturas bajas (óptimas entre 6-9 ºC). Las plantas
son receptivas a las bajas temperaturas al estado de bulbo (ya sea en dormición o brotando)
o después que alcanzan un determinado tamaño si proviene de semilla (aproximadamente
0,5 cm de diámetro del pseudotallo). Lluvias, baja luminosidad y altas temperaturas son
condiciones que afectan negativamente la actividad de las abejas y por ello el rendimiento
de semillas.
28
2.2. Métodos de producción
Método bulbo-semilla
Consiste en la obtención de los bulbos que luego se plantan para producir semillas. El ciclo
total requiere entre 16 y 20 meses. Los bulbos cosechados en el primer ciclo se seleccionan
de acuerdo a las características de la variedad en cuanto a forma, color, tamaño y sanidad.
La conservación de bulbos puede ser a campo en las denominadas “ballenas” o en bines
dentro de depósitos techado. Si la variedad es de guarda conviene mantener los bulbos en
depósito durante 3-4 meses antes de la plantación, de esta manera se hace selección según
la capacidad de conservación. Los bulbos se plantan en surcos, colocando uno al lado del
otro (entre 8-10 bulbos por metro), cuidando posicionarlos con el tallo o disco hacia abajo,
y luego se cubren con no más de 2-3 cm de tierra (Figura 3). En general con los bulbos más
grandes y la plantación más temprana, se obtiene más rendimiento de semillas.
Figura 3
29
Método semilla-semilla
Figura 4
Almácigo de cebolla sin cobertura. Almácigo de cebolla con cobertura de media sombra.
Foto: Julio Gaviola. Foto: Julio Gaviola.
30
El empleo de cepellones es otra alternativa para la implantación en el campo. Tiene la
ventaja de ser segura y con bajo gasto de semilla. Las plantas se producen en bandejas de
288 o 425 celdas, dejando tres plantas por celda. Los cepellones se distancian a 20 cm en
la línea y 80 cm entre líneas. Con esta distribución se necesitan alrededor de 62.500 cepe-
llones por hectárea.
Con el método semilla-semilla cada planta produce una umbela, raramente dos o tres, mien-
tras que con el bulbo-semilla una planta produce entre 1 y 7 umbelas, dependiendo de la
variedad, del momento de plantación y del tamaño del bulbo. Cualquiera de los dos mé-
todos puede alcanzar rendimientos potencialmente equivalentes siempre que el cultivo se
realice en condiciones óptimas.
Semilla híbrida
Para este tipo de semilla se necesitan dos líneas progenitoras, una androestéril que se usa
como planta madre y otra fértil que aporta el polen. En el campo de producción la relación
de plantación entre líneas estériles y fértiles es variable, las más comunes son entre 1:1 y 4:1
según la variedad. La abeja es el medio de transporte del polen desde la línea fértil a la línea
androestéril. Sobre esta última línea se cosecha la semilla híbrida.
Refloración
La refloración es la capacidad de florecer por segunda vez que tienen algunas plantas de
cebolla. Esta característica no sería posible si fuera una especie estrictamente bienal. Desde
el punto de vista económico lo importante es determinar el rendimiento de semillas que se
puede alcanzar con esta segunda floración. La capacidad de rebrotar y reflorecer se relacio-
na con la variedad y con el manejo del cultivo en la primera floración.
Es muy importante el aislamiento entre dos cultivares diferentes. Se aconseja que exista una
separación mínima de 1.000 m e inclusive se habla de distancias superiores, más de 3.000 m,
cuando se trata de tipos muy diferentes.
El cultivo debe estar libre de malezas entre la floración y la cosecha de las semillas, ya que
las semillas de las malezas pueden mezclarse con las de cebolla por acción del viento o por
los movimientos durante la cosecha (Figura 5). Las semillas de Echinochloa sp. constituyen
las semillas extrañas más abundantes halladas en lotes de la zona de Cuyo. Al momento
de trasplante se fertiliza con fósforo y nitrógeno. Luego a la salida del invierno y antes del
comienzo de la emisión de los escapos, se fertiliza con nitrógeno. Un exceso de fertilización
nitrogenada durante la etapa de vernalización disminuye la floración. El aporque de plantas
31
se efectúa cuando comienzan a emitir los escapos florales para impedir que se vuelquen.
Otra manera de evitar el vuelco de plantas es realizar el tutorado con alambre o hilo plástico
sostenidos por postes de madera. Es importante que el cultivo disponga de agua suficiente
desde comienzo del período vegetativo hasta el llenado de la semilla. El alargamiento del
escapo es un período de rápido crecimiento y muy demandante de agua. El riego se puede
cortar definitivamente cuando las semillas adquieren su color negro. Para la polinización se
colocan 4-6 colmenas por hectárea en dos etapas, la mitad al 10 % de flores abiertas y el
resto al 50 %.
Figura 5
Cultivo para semilla contaminado con malezas al momento de cosecha. Foto: Santiago Centeno.
Esta labor consiste en eliminar las plantas fuera del tipo varietal o enfermas. La principal
selección con el método bulbo-semilla se hace a través de los bulbos. En el campo de pro-
ducción se eliminan las plantas enfermas, las de follaje diferente o las de floración muy
prematura. Con el método semilla-semilla la depuración se hace en otoño y primavera, se
eliminan las plantas que muestren características distintas a las de la variedad elegida res-
pecto del color de follaje y de la base de pseudotallo (Figura 6). También se eliminan las
plantas con floración prematura y con síntomas de enfermedades transmisibles por semillas.
32
Figura 6
Plagas y enfermedades
Las principales plagas y enfermedades que se pueden transmitir por las semillas son:
33
2.4. Cosecha y manejo poscosecha de semillas
Figura 7
Secado
34
Figura 8
Curva de secado de umbelas de cebolla en un equipo con aire forzado regulado a 20-22 ºC y 45-55 % de humedad.
Elaboración propia.
Trilla de frutos
Limpieza y conservación
Luego de la trilla los lotes contienen impurezas, principalmente tierra, restos de umbelas y
semillas de malezas. Industrialmente la separación de impurezas se realiza con la máquina
aire zaranda y la mesa gravimétrica. Para mejorar la pureza físico-botánica luego del empleo
de las máquinas antes mencionadas, se usa la máquina separadora por color.
35
Figura 9
Una forma simple de separar las impurezas livianas en lotes pequeños es sumergiendo las
semillas en agua. Con este tratamiento las semillas deben secarse de inmediato sobre za-
randas expuestas al sol. Es importante señalar que esta labor tiene que realizarse en días de
baja humedad relativa, caso contrario se necesitará algún equipo de secado artificial.
Las bolsas de fibra plástica con trama fina son las más utilizadas para envasar cantidades
entre 5 kg y 30 kg. Otro tipo de envase común es el balde plástico de 5 kg o 10 kg. Estos
envases requieren que el contenido de humedad de las semillas sea entre 8 y 10 %. Con los
envases impermeables, hojalatas y trifolio de aluminio es necesario disminuir la humedad de
las semillas antes de envasarlas a no más de 6,5 %, de lo contrario en poco tiempo se daña
su calidad. En climas templados y secos las semillas conservadas bajo condiciones ambienta-
les favorables, mantienen buena germinación y vigor por dos años.
Los componentes del rendimiento que más influyen son el número de umbelas por unidad
de superficie, el número de flores por umbela y el porcentaje de cuaje. Una estimación de la
relación que existe entre el peso de las umbelas en verde, el peso de las umbelas secas y el
rendimiento de semillas, luego de la trilla y la limpieza, es la siguiente:
36
• Peso de umbelas verdes: 100 kg
• Peso de umbelas secas: 50-60 kg
• Rendimiento de semillas luego de trilla y limpieza: 12-8 kg
Esto indica que 100 kg de umbelas verdes cosechadas con un contenido de humedad entre
50 % y 60 % producen entre 12 y 18 kg de semillas limpias. Una escala valorativa de rendi-
mientos para una variedad de cebolla no híbrida es la siguiente:
37
Capítulo 3
La flor es hermafrodita y los cinco estambres forman un tubo que poliniza el estigma cuando
este lo atraviesa. El cáliz es filamentoso y luego se transforma en el papus que sirve para la
dispersión eólica y es un signo de la maduración de las semillas (Figura 10). Es una especie
autógama. La fecundación cruzada es prácticamente imposible porque la dehiscencia de las
anteras se produce antes que el alargamiento del estilo, de manera que cuando esto último
sucede los pelos colectores del estilo y el estigma barren el polen de sus anteras.
Figura 10
Capítulos de lechuga con semillas maduras donde se aprecia el papus. Foto: Julio Gaviola.
38
La llamada semilla de lechuga es en realidad un fruto tipo aquenio. Tiene forma elíptica,
achatada, con costillas en ambas caras, el color es una característica varietal y puede ser
blanco, amarillo, negro o marrón. Es pequeña y 1.000 semillas pesan entre 0,9 y 1,5 g. El
pericarpio es fino y envuelve a la cubierta seminal, el endosperma está poco desarrollado,
posee entre 2 a 4 capas de células, y rodea al embrión. La mayor parte del volumen de la
semilla está ocupada por el embrión.
Para la producción de semilla de lechuga se prefiere climas secos con ausencia de lluvias y
vientos fuertes durante la maduración de las semillas. La temperatura óptima de germina-
ción de la semilla de lechuga es alrededor de los 20 ºC mientras que a los 30 ºC este proceso
prácticamente se paraliza en algunas cultivares. Existen variedades que presentan tolerancia
a la germinación con temperaturas elevadas. Las semillas provenientes de plantas madres
criadas a altas temperaturas germinan mejor cuando se colocan a germinar a temperaturas
superiores a los 30 ºC.
Aislamiento y rotación
Las dos modalidades más utilizadas para la implantación del cultivo de lechuga para semilla
son la siembra directa a campo y el trasplante con cepellón. La siembra directa consume más
semilla y está sujeta a inconvenientes climáticos y las características particulares del suelo
(Figura 11). Se requieren alrededor de 1,2 kg de semilla por hectárea separando las líneas
de siembra a 0,80 m. En cultivos de siembra directa y con lechugas tipo romana, el mayor
rendimiento de semillas se obtuvo con 24 plantas.m-2 y doble línea (5 cm de separación)
por cara. Los cepellones constituyen la manera más racional de implantación del cultivo de
lechuga para semilla. Existe amplia experiencia para la producción de cepellones de lechuga
en invernaderos tanto en el país como el mundo. La densidad adecuada es alrededor de 10
cepellones por metro de línea transplantada (Figura 12).
39
Figura 11
Figura 12
Rendimiento de semillas de lechuga cv Gallega INTA según densidad, en un cultivo implantado con cepellones sobre líneas
distanciadas a 0,80 m. Elaboración propia.
40
Por una parte, en general, los cultivos implantados con densidad alta no permiten una co-
rrecta depuración varietal. Con lechugas de cabeza las densidades altas impiden seleccionar
por las características de la cabeza, ya que esta no se forma; por otra parte, esta respuesta
facilita la emisión del tallo floral. La época de siembra utilizada en los valles del oeste de la
Argentina es entre los meses de agosto y septiembre. Después de estas fechas los rendimien-
tos disminuyen.
Fertilización y riego
La fertilización es una labor estrechamente relacionada con las condiciones del suelo. En la
Figura 13 se detallan las respuestas obtenidas en dos temporadas con nitrógeno y fósforo.
Niveles excesivos de nitrógeno provocan la pérdida de la forma típica de la cabeza en las le-
chugas de este tipo. Este hecho interfiere en la selección de plantas en el roguing. El déficit
hídrico severo durante el cultivo provoca una merma importante de rendimiento sin afectar
la calidad de semilla. Con un déficit hídrico suave (-0,8 bares) se logra buen rendimiento y
calidad de semilla (Figura 14). La caída del rendimiento por déficit hídrico se correlaciona con
la disminución del peso seco, el número de inflorescencias y de semillas por planta.
El índice de cosecha, es decir, la relación peso de semilla respecto del peso seco de la planta,
tiende a aumentar cuando se provoca estrés hídrico en las plantas. También bajo estas últi-
mas condiciones mejora la cantidad de semilla producida por unidad de volumen de agua.
Figura 13
41
Figura 14
Peso seco de planta (g), peso de semillas por planta (g) e índice de cosecha (%), según la tensión de agua mantenida en el
suelo (Izzeldin et al., 1980).
Control de malezas
El cultivo debe mantenerse limpio desde la siembra o el trasplante hasta la cosecha, sin em-
bargo, cuando las plantas han completado su floración es prácticamente imposible realizar
control alguno, por este motivo tiene que alcanzar la fase de floración sin malezas. Para el
control de las malezas se recomienda laboreo mecánico entre las líneas de siembra y uso de
herbicidas, seleccionados según las malezas y el momento de aplicación. La principal semilla
contaminante encontrada en lotes de semilla de lechuga producidos en Cuyo es Chenopo-
dium sp., presente en el 64,2 % de las muestras analizadas. En segundo lugar, se determinó
a Setaria sp. que se encontró en el 35,0 % de las muestras.
Los cultivares de cabeza forman con sus hojas una barrera difícil de atravesar para el tallo
floral. Para evitar este problema se recurre fundamentalmente a dos técnicas, una es el
corte de las cabezas y la otra el empleo de ácido giberélico. El corte consiste en hacer una
incisión en forma de cruz en la cabeza de manera que se rompa la resistencia que forman
las hojas entrecruzadas, se tiene que cuidar no dañar el ápice de la planta. También se pue-
de cortar transversalmente el tercio superior de la cabeza. La ventaja del empleo de esta
técnica es que permite seleccionar los individuos por las características de sus cabezas, los
inconvenientes son la alta demanda de mano de obra y las heridas producidas que facilitan
42
Figura 15 la entrada de patógenos, principalmente
hongos. Por esta última razón se aconseja
realizar un tratamiento con fungicida in-
mediatamente después del corte.
Es muy importante considerar los cultivos previos del lote ya que si hubo en los años ante-
riores lechugas que produjeron semilla, existe una probabilidad alta que aparezcan plantas
espontáneas, aún luego de transcurridos 2 y 3 años. La densidad elevada del cultivo es un
obstáculo para esta labor porque las plantas no pueden expresar correctamente sus carac-
terísticas o porque las fuera de tipo quedan escondidas en el conjunto. El momento de la
depuración (Figura 16) es cuando las plantas han alcanzado su tamaño comercial, posterior-
mente se repite para eliminar los individuos que florezcan prematuramente. Finalmente se
arrancan las plantas con síntomas del virus del mosaico de la lechuga, las que se manifiestan
nítidamente en floración.
43
Figura 16
44
Hongos • Antracnosis (Marssonina panattoniana).
• Podredumbre blanca (Sclerotinia sclerotiorum): puede contaminar el
lote con sus esclerosios.
• Mancha de la hoja (Septoria lactucae).
• Mancha de la hoja (Stemphylium botryosum).
45
más propicia para efectuar este tipo de cosecha es a la tarde, cuando la humedad ambiental
es baja. Una ventaja adicional del uso de estos equipos es que como no arrancan ni cortan
las plantas, permiten que los capítulos más tardíos completen su maduración y se realice una
segunda cosecha.
El rendimiento de semilla varía notablemente según el tipo varietal que se trate. El rango de
rendimiento para los principales tipos de lechuga es el detallado a continuación:
La legislación argentina permite la fiscalización optativa de esta especie. Los requisitos mí-
nimos de calidad son:
• Germinación mínima: 80 %
• Pureza físico botánica mínima: 98 %
• Materia inerte máxima: 1,5 %
• Semillas extrañas máximo: 0,5 %
46
Capítulo 4
El pimiento es una especie autógama, pero a los fines de multiplicación de semilla debe ser
tratado con gran precaución. Las flores tienen néctar y por ello son atractivas a los poliniza-
dores, aunque se ha demostrado que se incrementa el porcentaje de óvulos fecundados con
el aumento de visitas de los polinizadores. El cruzamiento con otros individuos oscila entre
el 7 % y 36 %, e inclusive se han comprobado valores superiores.
Para la producción de semilla de pimiento se prefieren las zonas con humedad ambiental
baja y precipitaciones escasas, características que permiten una mejor sanidad del cultivo.
El pimiento es una especie sensible al frío, requiere un período libre de heladas no menor
de 150 días. Las temperaturas ejercen efectos importantes sobre la floración y el cuaje de
los frutos. Temperaturas nocturnas entre 18 ºC y 20 ºC antes de la antesis, favorecen un
mayor tamaño de frutos, con mejor forma y más semillas. Altas temperaturas nocturnas
(28 ºC - 30 ºC), durante los 30 días posteriores al cuaje perjudican el rendimiento y la cali-
dad de semillas. Las bajas temperaturas (10 ºC) durante el cuaje inducen la formación de
frutos deformes o partenocárpicos, ya que la producción de polen es menor en cantidad y
de baja viabilidad.
47
Los suelos de textura franca, con buena profundidad y pH no inferior a seis son los más
adecuados. Los suelos pesados y con difícil escurrimiento del agua predisponen al ataque de
enfermedades de raíces. Los suelos salinos afectan con mayor intensidad la producción de
frutos que la de hojas, tallos o raíces.
Aislamiento
La legislación argentina fija un mínimo de 200 m entre cultivares. Cuando se trata de pimien-
tos de diferentes tipos (dulces y pungentes o rojos y amarillos o cuatro cascos y calahorra)
se recomienda una distancia mínima de 400 m.
48
Figura 19
Rendimiento de semilla
por planta y superficie
según la densidad
en dos cultivares de
pimiento tipo calahorra
(Gaviola, 1992).
49
zándose riego y fertilización conjuntamente. Cuando se multiplican cultivares sensibles a
hongos del suelo (Phythophthora o Fusarium) conviene limitar el riego para evitar las
condiciones que predispongan la enfermedad. La falta de disponibilidad de agua provoca
caídas de flores o de frutos a poco tiempo del cuaje.
Depuración o roguing
• Antes de la floración. Normalmente es difícil, pero las plantas fuera de tipo, en ocasio-
nes, se las diferencia por el hábito de crecimiento, el vigor o las características de las
hojas.
• Durante el comienzo de la floración y el cuaje de los primeros frutos.
• Cuando los frutos están maduros. Es el momento más adecuado para diferenciar culti-
vares. Las características para observar en los frutos son la forma, el color y el tamaño.
Otros aspectos del fruto como sabor (dulce o picante) o el grosor de la pulpa, se hacen
en laboratorio y solo en los lotes prebásicos.
• Durante la extracción de semillas se tiene la última posibilidad de separar los frutos fuera
de tipo. Para ello se los exponen sobre una cinta transportadora y se seleccionan antes
de que ingresen al procesado.
Existen enfermedades causadas por virus que se transmiten por medio de las semillas (Cua-
dro 4).
Cuadro 4
Moteado suave del pimiento Pepper mild mottle virus (PMMV) Semilla - Mecánica
Mancha anillada del tabaco Tobacco ring spot virus (TRSV) Semilla – Nemátodos - Mecánica
50
También hay enfermedades de hongos y bacterias que se transmiten por las semillas:
Figura 21
Germinación de
semillas de pimiento
Fyuco INTA según el
número de semanas
desde floración (SDF)
(Ruiz y Parera, 2003).
51
Extracción de semillas Figura 22
Secado y procesamiento
Luego de la extracción se realiza el secado de las semillas. En zonas de clima seco es posible
realizarlo al sol sobre zarandas de tela metálica o plástica. Este secado demanda un tiempo
variable, dependiendo de las condiciones atmosféricas, pero nunca menor a 6-7 días, alcan-
zándose tenores de humedad entre 8,5 % y 9,0 %. El secado artificial se hace con corrientes
de aire forzada a 32 ºC - 35 ºC, temperatura que a medida que la humedad disminuye puede
ser incrementada hasta 40 ºC. La limpieza del lote se realiza con máquinas aire-zaranda y se
completa el trabajo con mesa densimétrica. Las pérdidas de peso que se producen durante
el procesamiento son variables, dependiendo del lote, y oscilan entre el 3 y 7 %. Con envases
permeables la semilla puede envasarse a 8 % - 9 % de humedad, pero con envases herméti-
cos se requiere que sea cercana a 4,5 %.
52
Figura 23
Semillas manchadas dentro del fruto por hongos saprofitos. Foto: Julio Gaviola.
Los pimientos tipo “cuatro cascos” rinden entre 100-150 kg.ha-1 de semilla, mientras que con
el tipo calahorra se logran rendimientos de 300-400 kg.ha-1. Los cultivares para pimentón rin-
den hasta 500 kg.ha-1. Los rendimientos de semilla híbrida con polinización manual oscilan
entre 0,5 y 1,3 g por fruto. Las zonas con ciclo libre de heladas más prolongado permiten un
mayor número de pasadas y consecuentemente un mayor rendimiento de semilla. El peso
de frutos necesarios para la obtención de un kilogramo de semilla es una característica de
la cultivar. Para cv Fyuco INTA (cuatro cascos) se necesitan 70-80 kg de frutos, mientras que
para la cv Calatauco INTA o Calafyuco INTA (calahorra) la cantidad disminuye a 40-45 kg.
53
4.5. Calidad de semillas
La semilla híbrida de pimiento está difundida en todo mundo, por lo que se puede afirmar
que prácticamente la totalidad de los cultivos protegidos de esta especie se hacen con este
tipo de cultivares. La esterilidad masculina genética o la esterilidad genética-citoplásmica
se emplea buscando abaratar costos de producción de este tipo de semillas. Sin embargo,
una proporción importante de la semilla híbrida de pimiento se hace a través de la emas-
culación de las líneas madres, con posterior polinización manual con polen recolectado de
las líneas padres.
54
Capítulo 5
La semilla de tomate es la semilla hortícola más importante por su valor en Argentina. Tam-
bién es la especie con mayor cantidad de cultivares inscriptos en el Registro Nacional de
Cultivares de Argentina, con un total de 848 híbridas y 141 no híbridas hasta enero del 2019.
El tomate posee racimos con 7-12 flores y comienza a florecer a partir de 5.º° o 7.º° nudo u
hoja. Es una especie autógama en la que normalmente la fecundación se produce antes de
la antesis (cleistógama). Las anteras forman un cono estaminal y la dehiscencia del polen
ocurre internamente por aberturas longitudinales. El polen llega al estigma cuando este
atraviesa el cono estaminal por alargamiento del estilo (Figura 24).
Figura 24
55
El ovario posee numerosos óvulos (entre 250 y 1.000), y el porcentaje de óvulos fecundados
por fruto oscila entre 20 % y 50 %, con una proporción mayor cuando hay pocos frutos. El
fruto de tomate puede tener entre 40 y 400 semillas, mientras mayor es la cantidad mejor
forma tiene el fruto y las semillas tienden a ser de menor tamaño (Figura 25).
Figura 25
Corte de frutos de tomate donde se aprecia las semillas. Foto: Santiago Centeno.
El tomate es una especie sensible a las heladas. Las temperaturas óptimas durante el cre-
cimiento vegetativo son entre 23 ºC y 24 ºC durante el día y 15 ºC en la noche. Las flores
que se diferencian en una planta pueden seguir diferentes caminos, uno es el normal que
concluye con la formación de frutos con semillas, otro es que se originen frutos sin semillas
(partenocárpicos) y la otra alternativa es que las flores aborten en un estado incipiente,
antes que se formen los pétalos, o al estado de flor abierta.
56
En todas estas variantes los factores ambientales influyen notablemente. En general tem-
peraturas elevadas durante el día (entre 32 ºC y 35 ºC), o nocturnas (entre 25 ºC y 27 ºC),
desencadenan procesos que disminuyen y hasta suprimen la formación de frutos con semi-
llas. Las temperaturas elevadas favorecen el crecimiento del estilo haciendo que el estigma
quede expuesto fuera del tubo polínico. Esta situación es indeseable ya que por un lado
produce fallas de cuaje por la pobre polinización y por el otro los estigmas expuestos pue-
den ser visitados por insectos polinizadores que porten polen de otro cultivar, provocando
contaminación genética. Temperaturas frescas (15 ºC – 16 ºC) durante la diferenciación floral
adelantan la floración y reducen el tamaño de la planta. Mientras que temperaturas me-
nores (10 ºC) ocasionan aborto de flores. La humedad relativa ambiental alta hace que los
granos de polen se aglutinen dentro de la antera, dificultando la dehiscencia. Por el contra-
rio, baja humedad ambiental produce inconvenientes para que el grano de polen se adhiera
al estigma para germinar. Los valores óptimos de humedad se hallan alrededor del 70 %.
Aislamiento y rotación
El aislamiento mínimo que fija la legislación argentina entre lotes fiscalizados de tomate
es 50 m. El tiempo de rotación aconsejado entre cultivos de tomate es de tres años como
mínimo. En la evaluación de la rotación hay que contemplar otras solanáceas (papa, pimien-
to, berenjena) por las enfermedades y plagas que poseen en común. La contaminación del
cultivo con plantas provenientes de semillas desprendidas de cultivos anteriores es poco
probable en tomate por la forma de implantación.
Siembra y trasplante
La siembra de tomate para semilla se realiza en bandejas bajo invernaderos, ya que se ahorra
semilla y se obtiene una implantación homogénea y rápida. Se trasplanta cuando ha pasado
el peligro de heladas, sobre cama algo húmeda, regando inmediatamente después. Las dis-
tancias entre hilera y entre plantas en la hilera dependen del cultivar. Son valores comunes
1,20 m a 1,50 m entre hileras y 0,25 m a 0,30 m entre plantas. Las mayores distancias son
para tomates de crecimiento indeterminado. Para esto es conveniente prever algún sistema
de espaldero o sostén que permita el atado y poda de las plantas a medida que crezcan.
Fertilización y riego
Hay poca información sobre fertilización en la producción de semilla de tomate. Como re-
comendaciones generales se sugiere que en suelos con bajo contenido de materia orgánica
se agregue estiércol. También para este fin se cultivan leguminosas o gramíneas que se
57
incorporan días antes de la plantación. Conviene fertilizar con fósforo debajo de la línea de
trasplante o siembra. La aplicación se realiza 5 cm debajo de la línea con dosis de 20 kg.P.ha-1.
Esta fertilización ejerce un efecto “arrancador” importante. La dosis de nitrógeno estimada
se aplica en dos o tres oportunidades, en el período comprendido entre la siembra o trasplan-
te y el comienzo de la floración. La cantidad de agua necesaria para producir una hectárea
de tomate oscila entre 450 y 650 mm, siendo superior para los cultivares de ciclo largo. El
período crítico, es decir, aquel en que la planta es más sensible a la falta de agua en el suelo,
es entre 15 días después del inicio de floración y los 30 días siguientes.
• Antes de la floración; en esta fase es difícil detectar las plantas fuera de tipo, en oca-
siones, se las diferencia por el hábito de crecimiento, el vigor o las características de las
hojas. También se puede hacer selección sanitaria.
• Durante el comienzo de la floración y el cuaje de los primeros frutos, aumenta la posibi-
lidad del reconocimiento de distintos tipos de frutos.
• Cuando los frutos están maduros se pueden detectar con mayor exactitud los fuera de
tipo. Las características para observar en los frutos son la forma, el color y el tamaño.
• Durante la extracción de las semillas se tiene una última posibilidad de separación de fru-
tos fuera de tipo. Para ello se los expone sobre una cinta transportadora y se seleccionan
antes de que ingresen a la moledora.
Son numerosas las citas de enfermedades producidas por hongos, bacteria y virus que se trans-
miten por medio de las semillas en tomate. Un listado de estas se transcribe a continuación:
58
Bacterias • Clavibacter michiganensis subsp. michiganensis
• Pseudomonas corrugata
• Pseudomonas solanacearum
• Pseudomonas syringae pv. tomato
• Pseudomonas viridiflava
• Xanthomonas campestris
• Xanthomonas vesicatoria
• Xanthomonas axonopodis pv. vitians
Hongos • Alternaria alternata (Tizón)
• Alternaria solani (Marchitez temprana)
• Didymella lycopersici
• Fulvia fulva (moho de la hoja)
• Fusarium oxysporum (Marcitamiiento)
• Glomerella cingulata (antracnosis)
• Phoma destructiva (podredumbre del fruto y del tallo)
• Phytophthora paraditica; P. infestans y P. nicotionae
• Rhizoctonia solani
• Verticillium dahliae (marchitez)
Para asegurar la máxima calidad de semilla la cosecha se hace sobre frutos de color rojo y
pulpa firme. El número de días que transcurren entre la apertura de la flor y el momento
óptimo de cosecha es alrededor de 70 días. Las semillas alcanzan el máximo peso seco an-
tes de adquirir la máxima calidad fisiológica. Por un lado, la cosecha prematura, frutos no
totalmente rojos, afecta negativamente la calidad de las semillas. Por otro lado, los frutos
sobre maduros también originan semillas de menor calidad. No se han hallado diferencias
importantes en la calidad de las semillas según sea la posición del racimo en la planta o del
fruto dentro del racimo.
Procesamiento de semilla
59
Figura 26
Equipo extractor de semillas que consta de elevadores a cangilones, moledora y cilindro separador. Foto: Julio Gaviola.
60
El lavado constituye la primera fase de la Figura 27
limpieza del lote. Una modalidad de lava-
do es empleando canaletas y compuertas.
Las semillas fermentadas recorren por gra-
vedad una canaleta con compuertas, a lo
largo del recorrido las impurezas livianas
sobrepasan las compuertas y las semillas
van quedando retenidas por estas. Cuando
por el extremo inferior de la canaleta sale
el agua limpia, se sacan las compuertas y
con un golpe de agua se arrastran las se-
millas limpias y se reciben en un recipiente
de fondo perforado para permitir la sali-
da del agua, pero no de las semillas. Otra
Tambores plásticos adaptados para el lavado de semilla
forma de lavado es inyectando agua a pre- con agua, por agitación. Foto: Julio Gaviola.
sión dentro de un recipiente en el que se
hallan las semillas con las impurezas. Esta Figura 28
operación produce la agitación de la masa
para que luego de un reposo de dos o tres
minutos las semillas decantan en el fondo.
El proceso termina inclinando el recipiente
para sacar el agua con las impurezas sobre-
nadantes (Figura 27 y 28). Estos pasos se
repiten dos o tres veces. Las semillas lava-
das se colocan en bolsas de algodón y se
llevan a centrifugar para eliminar el agua
libre (Figura 29). Con esta tarea se acorta el
tiempo de secado.
61
Cuadro 5
Figura 29 Figura 30
Centrífuga industrial cargada con una bolsa de algodón Zarandas para el secado al sol de las semillas.
que tiene las semillas en su interior. Foto: Julio Gaviola. Foto: Julio Gaviola.
Figura 31
62
El “despeluzado” se realiza para pulir las semillas eliminando los pelos de la testa. Con esta
labor se facilitan las tareas de limpieza y tamañado en la planta de procesamiento como así
también la siembra con las distintas sembradoras. El equipo que se usa consta de un cilindro
en cuyo interior hay una superficie abrasiva, de esta manera la semilla ingresa al cilindro,
que al girar, fuerza el roce de las semillas contra la cara interior del cilindro y provoca el des-
peluzado. Esta tarea permite reducir el volumen hectolítrico de las semillas hasta el 40 %, y
el peso hasta un 10 %. Se debe hacer después del secado.
La limpieza tiene como objetivo eliminar las impurezas que acompañan a las semillas, ya
sean restos de frutos, otras semillas o elementos extraños. Para esta tarea se emplean má-
quinas que trabajan por medio de zarandas y corrientes de aire reguladas. Las semillas de
tomate se tratan con fungicidas para mejorar la conservación y el comportamiento a campo
en los primeros días posteriores a la siembra. Entre los productos funguicidas más emplea-
dos se mencionan benomyl, captam, carbendazin y thiran.
Para las zonas irrigadas del oeste de la Argentina, los rendimientos promedios de las
cultivares determinadas oscilan entre 80 y 150 kg.ha-1 de semilla, mientras que con las in-
determinadas se logran rendimientos entre 150 y 300 kg.ha-1. El peso de frutos necesarios
para la obtención de un kilo de semilla es una característica de la cultivar y oscila entre 150
y 300 kg.
63
Figura 32 5.6. Producción
de semilla híbrida
En tomate para industria se necesitan alrededor de 9.000 frutos para obtener un kilogramo
de semilla, aproximadamente 650 kg de frutos. Se estima un gasto de 22 jornales por kilo-
gramo de semilla híbrida de tomate en las tareas de castración y polinización.
64
Capítulo 6
La zanahoria es una especie bienal. En el primer año tiene crecimiento vegetativo y forma
la raíz comercial y en el segundo florece. El tallo floral aparece al comienzo de la primave-
ra, es de rápido crecimiento y presenta una gran ramificación que da origen a umbelas de
primer, segundo, tercer y hasta cuarto orden. Este hábito de floración dificulta la cosecha
y la homogeneidad del lote de semillas. En términos generales las semillas provenientes de
umbelas primarias y secundarias son de mejor vigor.
Figura 34
Inflorescencia de zanahoria.
Foto: Julio Gaviola.
65
Figura 35 Es una especie alógama y la polinización
se realiza a través de insectos. La flor indi-
vidualmente no se autofecunda ya que las
anteras maduran y vuelcan el polen antes
que el estigma esté receptivo (protandria).
El aislamiento mínimo entre dos lotes de
diferentes variedades no debe ser inferior
a 1.000 m. Es común que las empresas
contratantes exijan distancias superiores.
66
6.2. Métodos de producción
Método semilla–raíz–semilla
Sigue el ciclo bienal de la especie, primero se obtienen las raíces y posteriormente se co-
secha, se seleccionan, se conservan y se plantan. El método requiere entre 14 y 17 meses,
correspondiendo el tiempo menor para las zanahorias del tipo criollas. En el primer ciclo del
método las épocas de siembra y cosecha coinciden con las que se emplean para la produc-
ción comercial de raíces.
Método semilla–semilla
El método reduce el tiempo necesario para obtener las semillas, pero no permite la selección
de raíces. Se siembra a mediados del verano (enero) para llegar al invierno con plantas que
tengan un tamaño adecuado para recibir el estímulo de las bajas temperaturas e inducirse.
El ciclo demanda 12 meses. Con este método la semilla madre debe provenir necesariamen-
te del método raíz–semilla.
Empleo de miniraíces
67
Producción de semilla híbrida
Se necesitan dos líneas, una androestéril que se usa como planta madre y otra fértil que
aporta el polen. Las semillas híbridas se cosechan de la línea androestéril y se polinizan con
abejas. La relación de plantación entre estériles y fértiles es entre 2:1 y 4:1 según la variedad.
Durante la depuración varietal de primavera se eliminan las plantas con floración prematura
y las que por su aspecto parezcan fuera de tipo o con problemas sanitarios. Esta depuración
es un complemento de la selección de raíces cuando se emplea el método raíz–semilla y una
68
Figura 38 de las pocas selecciones posibles cuando se
emplea el semilla–semilla. El riego se hace
cuidando que no falte agua en las etapas
vegetativas, de emisión y alargamiento
del tallo floral y el llenado de las semillas.
En zonas áridas se corta el riego cuando
las semillas están próximas a cosecharse y
con ello se logra una entrega más rápida.
69
Figura 40
Inflorescencia con semillas maduras del género Ammi (izquierda) y zanahoria (derecha).
Foto: Ernesto Gabriel.
Las semillas maduras presentan color pardo, en ese momento el contenido de humedad
es cercano al 10 %. En cultivos de poca extensión las umbelas se cortan a medida que sus
semillas están maduras. En cultivos comerciales una alternativa es cosechar a madurez de las
umbelas secundarias. Operativamente las plantas se cortan o se arrancan, preferiblemente
en la mañana temprano cuando la humedad ambiental es más alta, se secan en el campo
durante 4 a 5 días y luego se trillan. Con este manipuleo puede haber pérdidas de semillas
en el campo. Otra manera más tecnológica de hacer la cosecha es el empleo de corta-trilla,
este tipo de cosecha se realiza en horas de la tarde cuando la temperatura es alta y la
70
humedad ambiental baja. Con esta moda- Figura 41
lidad es común acelerar el secado de las
plantas empleando productos químicos
desecantes, aplicados 48 horas antes del
comienzo de la tarea. La trilladora debe
regularse entre 800 y 1.000 rpm, según el
diámetro del cilindro. Se debe cuidar no
provocar daño mecánico, es común hallar
en los análisis de laboratorio semillas parti-
das por causa de la trilla.
El rendimiento en semillas depende de muchos factores. Los que más influyen son el nú-
mero de umbelas por unidad de superficie y el número de flores por umbela. El método
semilla-semilla puede alcanzar mayores rendimientos que el raíz-semilla si se trabaja con
altas densidades (más de 500.000 plantas por hectárea). Una escala valorativa de rendi-
mientos para una variedad de zanahoria no híbrida es la siguiente:
Si se multiplican híbridos los rendimientos por unidad de superficie son menores porque se
cosechan sobre las líneas androestériles y porque estas líneas son menos atractivas para las
abejas. En caso de multiplicar híbridos por contrato se debe indagar sobre el rendimiento
potencial de este.
71
6.6. Calidad de semillas
La calidad de la semilla de zanahoria se puede definir solo para semilla de la Clase Identifi-
cada. El poder germinativo mínimo requerido es 70 %. La Pureza físico-botánica mínima es
97 % (materia inerte máxima: 2,5 %; semillas extrañas máxima: 0,5 %).
72
Capítulo 7
Las mejores zonas para la producción de semillas de zapallo son aquellas con clima tem-
plado, escasas precipitaciones, baja humedad ambiental y un período libre de heladas no
inferior a 150 días. La influencia del ambiente sobre la calidad de las semillas está amplia-
mente demostrada, pudiendo manifestarse tanto en la cantidad como la calidad final del
lote. Las temperaturas y la intensidad lumínica modifican la relación entre flores masculinas
y femeninas, este fenómeno tiene mucha importancia en el manejo de la producción de
semilla híbrida.
Aislamiento
Los zapallos son especies alógamas que necesitan de insectos para transportar el polen. Los
diferentes tipos dentro de cada especie son compatibles entre sí (ejemplo entre zapallo del
año y zapallito redondo del tronco) y también existen cruzamientos entre algunas especies
de Cucurbita. Los cruzamientos con pepino, melón y sandía no ocurren. El aislamiento míni-
mo recomendado entre variedades o especies compatibles de zapallo es 1.000 m.
Implantación
Se siembra a campo pasado el peligro de las heladas tardías. El zapallo florece aunque la
siembra se realice en épocas tardías, pero en áreas de ciclo libre de helada muy corto el ren-
dimiento de frutos y semillas es menor.
73
Con los zapallos que producen guías del tipo Anco (Frontera INTA, Cuyano INTA), se re-
comiendan distancias entre hileras entre 2,0 y 2,5 m y entre plantas en la línea entre 0,75
y 1,0 m. El rendimiento de semillas es mayor con el uso de hilera simple. Con zapallos que
no producen guías, del tipo zapallito redondo del tronco, las densidades aconsejadas son
superiores. Comúnmente la separación entre hileras es de 1,0 m y entre plantas en la hilera
de 0,5 m. Mientras mayor es la densidad en las variedades que forman guías, mayores son
los inconvenientes para distinguir y arrancar las plantas fuera de tipo durante la labor de
depuración varietal o roguing.
Fertilización y riego
La semilla de zapallo necesita muy poca agua para germinar. En etapas posteriores el déficit
hídrico se manifiesta en un primer momento con la pérdida de color de las hojas y poste-
riormente, en el rendimiento y calidad de frutos. El riego puede ser por surcos o goteo. El
uso de este último tipo de riego con el complemento de coberturas de polietileno, mejora el
rendimiento de frutos y semillas. El zapallo soporta cierto nivel de déficit hídrico en las distin-
tas fases fenológicas sin que los rendimientos de semillas disminuyan significativamente. De
todas maneras, el riego a plena demanda hídrica durante todo el ciclo del cultivo, asegura
el mayor rendimiento de semillas.
Polinización
El ovario de las flores femeninas de los zapallos posee muchos óvulos por lo que potencial-
mente cada fruto puede producir un número importante de semillas. Como cada grano de
polen puede fecundar un solo óvulo, se necesita una buena cantidad de granos de polen
para fecundar la mayor cantidad posible de óvulos. Las flores sometidas a una intensa com-
petencia de polen (más granos de polen por estigma) producen frutos mejor formados, con
más semillas por fruto, e incluso las semillas son más vigorosas y poseen menor variación
genética. La polinización se hace principalmente con abejas. Es normal colocar en el cultivo
entre 4 y 6 colmenas por hectárea. Las abejas se introducen en forma paulatina, comenzando
con el inicio de la floración hasta alcanzar el máximo de colmenas en la plenitud de esta fase.
74
Hongos • Los hongos pueden estar presentes como cuerpos extraños: Sclerotinia
sclerotiorum.
• En los estudios sobre el estado sanitario de semillas de zapallo en el país
predominan los hongos de poca o nula patogenicidad: Epicoccum, Ni-
grospora, Aspergillus, Chaetomium, Drechslera, Curvularia.
• También se encuentran presentes importantes patógenos: Phoma-
anamorfo, Didymella bryoniae, Colletotrichum orbiculare, Fusarium
solani f. sp. cucurbitae, Cladosporium cucumerinum (Sarna).
Bacterias • Acidovorax avenae ssp citrulli (no se cita en la Argentina, pero en otros
países es un serio problema para cucurbitáceas).
• Pseudomonas lacrymans (mancha angular de la hoja).
• Xanthomonas campestris pv cucubitae.
Figura 42
75
En la Región Cuyana se han detectado lotes de semilla de zapallo con bacterias del género
Xanthomonas y Pseudomonas. En caso de presentarse la enfermedad a campo es nece-
sario realizar análisis de sanidad de las semillas. Si el resultado es positivo, el lote se puede
tratar con ácido clorhídrico a 1,25 % durante 30 minutos.
Las plantas fuera de tipo se eliminan lo antes posible para evitar que dispersen su polen.
Para lograr esto es necesario determinar aquellas características varietales que se expre-
sen tempranamente, lo que no es siempre posible. Hay que tener presente que cuando se
encuentren plantas fuera de tipo en la etapa de frutos cuajados, sus flores ya dispersaron
polen en el cultivo. El roguing según las características de los frutos se hace a campo cuando
se alcanza la madurez, y se completa durante la extracción de semillas.
76
Figura 43
Figura 44
77
Figura 45
Figura 46
78
Figura 47
Lagar cargado con la masa de pulpa y semillas extraídas manualmente. Se muestra también el elevador y la máquina
extractora. Foto: Julio Gaviola.
Fermentación y lavado
Secado y envasado
El secado natural se hace colocando las semillas sobre zarandas al sol. Bajo estas condiciones
el secado demanda entre 5 y 7 días y se alcanza un tenor de humedad entre 7 % y 8 % (Figu-
ra 48). La otra manera de realizar esta tarea es empleando equipos secadores que funcionan
con una corriente forzada de aire que se regula entre 30 y 35 °C. De esta manera se acelera
el proceso y en 12 horas se tiene la semilla seca (Figura 48). Los envases impermeables a la
humedad requieren que las semillas no tengan una humedad superior al 7,0 %.
79
Figura 48
Como consecuencia de las distintas especies y tipos que abarcan los zapallos comestibles,
existe una gran variabilidad en los rendimientos de semilla. El principal componente de
rendimiento es el número de frutos y en segundo lugar el número de semillas por fruto. En
general para la obtención de semillas son preferibles los frutos medianos a los grandes. Si
se relaciona el rendimiento de semilla respecto del peso de frutos, los valores oscilan entre
0,7 y 2,0 % en peso. El rendimiento de semilla por hectárea en cultivares del tipo Anco os-
cila entre 150 y 200 kg; para zapallito redondo del tronco entre 500 y 600 kg y para el tipo
criollo crespo entre 200 y 250 kg.
80
7.6. Producción de semilla híbrida
81
Capítulo 8
Procesamiento de semillas hortícolas
Los volúmenes de semillas que se trabajan en las plantas hortícolas son pequeños si se los
compara con sus similares de granos. Existe gran diversidad de volúmenes entre las espe-
cies que se procesan, si bien algunas tienen semillas grandes como el poroto para chaucha,
arveja y maíz para choclo; la mayoría como lechuga, cebolla, tomate, pimiento, repollo y
zanahoria, son de poco volumen. Al momento de llegada los lotes se pesan, se identifican
y se muestrean para hacer un análisis de calidad inicial. Si no se procesan de inmediato, hay
que contemplar las siguientes recomendaciones:
• Evitar el exceso de humedad de los frutos y/o de las semillas en los momentos previos
al secado.
• Evitar pudriciones de los frutos cosechados a granel.
• Eliminar restos de hojas, tallos u otros órganos de gran tamaño que aporten humedad
a la masa de frutos y semillas.
Es imprescindible impedir las mezclas mecánicas entre lotes, especialmente cuando difieren
respecto de la especie o el cultivar. Esta es la norma básica que se requiere tanto en los
equipos de limpieza y clasificación como en los envases durante la conservación en depósito.
La trilla se define como la separación de las semillas de los frutos secos. En hortalizas esta
labor se efectúa en cebolla, zanahoria, crucíferas, arveja y poroto, entre las más comunes.
La trilladora más adecuada se determina en función de la eficiencia y de la modalidad del
trabajo. Una trilladora es eficiente cuando separa correctamente las semillas de los frutos,
con un descarte mínimo de semillas buenas y un rendimiento adecuado. Existen numerosas
marcas comerciales que proveen trilladoras, aunque su número se reduce considerable-
mente si se desean equipos con características específicas para una determinada semilla
82
de hortaliza, por lo que no siempre es fácil conseguir el modelo más adecuado a las necesi-
dades de este grupo de especies. Según la modalidad de trabajo las trilladoras pueden ser
corta-trilla a campo o estacionarias. La corta trilla, también conocida como combinada, se
emplea directamente en el campo y se efectúa en forma conjunta el corte y la trilla. Se usan
en cultivos de zanahoria, remolacha, rabanito, poroto y arveja. Para facilitar la corta-trilla a
campo se pulveriza el cultivo con desecantes químicos (diquat, paraquat), de esta manera se
uniformiza el secado de las plantas. En cultivos de rabanito y remolacha se logra disminuir
la humedad de las semillas entre 20 y 25 % en 5 días, sin afectar la calidad, con el uso de
desecantes. En zanahoria se emplea con éxito 0,6 L.ha-1 de paraquat aplicado con el 50 %
de las umbelas secundarias maduras. En las trilladoras estacionarias los frutos se cosechan,
se secan y se llevan a la planta de semillas para su trillado. Esta manera de operar es común
con cebolla y pequeños lotes de otras hortalizas. Para la puesta a punto de la trilladora se
consideran las siguientes regulaciones:
• Velocidad del cilindro. Se considera la velocidad tangencial del cilindro, la que depende
del diámetro y de las revoluciones de este. Una misma velocidad tangencial se puede
alcanzar con diferentes revoluciones si se modifica el diámetro del cilindro. En poroto se
recomienda una velocidad tangencial de 4,5 m.s-1, una velocidad mayor provoca daño
mecánico. Para alfalfa se emplean velocidades cercanas a 25 m.s-1, que corresponde a
950 rpm para un diámetro de 510 mm.
• Separación entre el cilindro y el cóncavo. En esta regulación normalmente hay dos
medidas, una adelante y otra atrás, la primera es mayor que la segunda; ejemplo, para
poroto se recomienda usar 29 mm y 19 mm respectivamente. Si la separación es mayor
que la óptima no se realiza una buena trilla, por el contrario, si es menor, se incrementa
el daño mecánico.
• Zarandas. La correcta elección facilita las tareas de limpieza posteriores. Se eligen según
la forma y el tamaño de las semillas. En hortalizas predominan las zarandas con orificios
circulares y oblongos.
Figura 49
83
La trilla siempre provoca un cierto nivel de daño mecánico y que debe minimizarse. Las
lesiones que se producen en las estructuras de protección de las semillas durante la trilla,
a veces no son perceptibles a simple vista. Los daños en los tegumentos seminales afectan
negativamente el poder germinativo de las semillas, ya sea porque se produce una imbi-
bición rápida y/o por la liberación excesiva de sustancias orgánicas o minerales durante
la referida etapa. En algunas ocasiones los daños son manifiestos y se observan por la
presencia de semillas partidas. En cebolla es común la rotura de la radícula del embrión
a consecuencia de la trilla (Figura 49). En esta especie se ha determinado un aumento
del porcentaje de plántulas anormales de casi 6 % luego de tres pasadas por la trilladora
(Figura 50). La principal anormalidad hallada por efecto de la trilla es la falta de la raíz
primaria en las plántulas. La gravedad del daño mecánico en semilla de poroto está en
relación con el lugar de la semilla donde se produce, así el efecto negativo es mayor si
ocurre en la zona de inserción del eje embrionario con los cotiledones; a su vez el daño
está relacionado con el genotipo; los cultivares con hipocótilo más expuesto son los más
susceptibles al daño durante la trilla (Figura 51).
Figura 50
Porcentaje de plántulas anormales en semillas de cebolla antes de la trilla (AT), luego de distinto número de pasadas (P) por
la trilladora, y luego de mezcladas y ventiladas las tres pasadas (Gaviola et al., 2000).
84
Figura 51
Semillas de poroto clasificadas de acuerdo a la exposición que presenta el hipocótilo (izquierda más expuesto, derecha
menos). El tegumento seminal ha sido extraído de la parte superior para mostrar las diferentes coberturas del cotiledón
sobre el eje embrionario (Bay et al., 1995).
Los frutos pulposos son aquellos que al momento de madurez de las semillas presentan un
elevado contenido de agua. Dentro de este grupo se destacan tomate, melón y zapallo.
Molienda
85
Fermentación
Las semillas se fermentan luego de la molienda. Los objetivos de esta tarea son:
Digestión química
Se realiza al concluir la fermentación para separar las semillas de las impurezas y de las se-
millas vanas. El agua permite una buena separación sobre la base del peso específico. Un
efecto positivo complementario del lavado es que facilita la eliminación de algunos inhibi-
dores de la germinación. Para mecanizar esta tarea se usan recipientes en serie donde las
semillas y las impurezas se separan por agitaciones y decantaciones sucesivas. Otra manera
es el empleo de canaletas con pendiente y obstáculos, que separan las semillas por decan-
tación y las impurezas por sobrenadado. Finalizado el lavado, se realiza una centrifugación
para eliminar el agua libre de las semillas.
Secado de semillas
El secado correcto es la base de la conservación de las semillas, por esta razón se tiene que
controlar muy bien la ejecución de esta etapa. En condiciones naturales las semillas alcanzan
86
un contenido de humedad que está en equilibrio con el medio que las rodea. El valor en el
que se produce dicho equilibrio depende de la humedad relativa y la temperatura del am-
biente, y de la especie. Esto último se relaciona con la constitución química preponderante
de las semillas, las aceitosas alcanzan un equilibrio a valores más bajos que las amiláceas
(Figura 52).
Figura 52
Especie 20 30 45 60
Valor de equilibrio del contenido de humedad de semillas hortícolas a 25 ºC y diferente humedad ambiental
(Copeland y Donald, 1995).
El secado natural se realiza en zonas con climas secos y soleados. Es un secado agresivo que
puede dañar la calidad del lote si se hace directamente al sol en época estival, esto se ha
detectado con cebolla en Mendoza. Conviene secar las semillas sobre zarandas para que el
aire circule y para movilizarlas y resguardarlas en caso de lluvias. Mediante el secado natural
a la sombra, en las condiciones climáticas de Mendoza, las semillas de cebolla alcanzan alre-
dedor del 9 % de humedad al cabo de 15 días.
El secado artificial se efectúa haciendo circular una corriente de aire a través de las semillas.
Es recomendable que la temperatura de las semillas no supere los 35 ºC durante el proceso;
si la temperatura es mayor, se deteriora el poder germinativo o el vigor. En general una
semilla con baja humedad resiste temperaturas mayores que otra con alta humedad. Los
equipos más específicos secan a 15 ºC ya que la premisa es deshumificar el aire y no calen-
tarlo. El secado a bajas temperatura asegura un daño mínimo durante este proceso. Cuando
el secado es muy rápido se producen daños por resquebrajamiento del tegumento seminal,
esto se conoce como sobresecado. Si el secado es muy lento la calidad de las semillas se de-
teriora, especialmente si se parte de semillas con contenido de humedad intermedio; esto se
ha observado en arveja con humedad entre 0,8 y 1,5 g agua.g-1 de materia seca.
El envasado en recipientes herméticos requiere que las semillas tengan bajos tenores de hu-
medad para evitar el rehumedecimiento. En general los valores de humedad recomendados
son entre 4 y 6 % y estos tenores se logran con estufas o en cámaras.
87
Escarificación física
La escarificación física es la remoción parcial o total de las cubiertas de las semillas o los
frutos usados como propágulos. Esta tarea consiste en eliminar pubescencias y/o asperezas
de las semilla o frutos para facilitar el procesamiento posterior. También mejora le eficiencia
de la siembra mecánica a campo. La escarificación se realiza con semillas secas. Las máqui-
nas para el escarificado físico se las denomina desaristadoras. Ejemplos de semillas que se
escarifican son zanahoria, espinaca y tomate. Las semillas de híbridos triploides de sandía se
escarifican para mejorar la germinación.
Los objetivos de la limpieza son separar las impurezas y las semillas vanas. La clasificación
se hace en función del tamaño, color, peso específico, longitud, espesor, textura u otra pro-
piedad física que diferencie las semillas de los contaminantes. De esta manera se mejora la
calidad del lote. Los equipos más empleados son:
• Prelimpiadoras: separan las impurezas más gruesas. Efectúan un trabajo de alto rendi-
miento y baja eficacia.
• Aire-zaranda: es la máquina de limpieza básica, trabaja por la acción de corrientes de
aire y zarandas que difieren en forma y tamaño (Figura 53).
Figura 53
88
• Mesa de gravedad: separa en función del peso específico. Constituye también una de
las piezas básicas de la planta de beneficio de semillas (Figura 54). En algunas especies
las semillas de mayor peso específico tienen un mejor comportamiento a campo, es el
caso de la zanahoria; por el contrario, las semillas más densas son las más inmaduras en
apio y por ello las menos vigorosas. En otras hortalizas el peso específico es indiferente
para el comportamiento posterior a campo, como en la cebolla y en el tomate.
Figura 54
Tamañadoras y separadoras por color, forma, textura, y afinidad a los líquidos, son alguno
de los equipos usados para completar la clasificación de las semillas. Los equipos menciona-
dos se regulan para lograr un trabajo eficiente, esta tarea es específica para cada tipo de
máquina y cada especie que se trabaje. Siempre es necesario efectuar retoques en la calibra-
ción cuando se cambia de lote, aunque sean de la misma especie.
Se realizan para eliminar plagas, hongos, bacterias y virus que pudieran ser transportadas
por las semillas.
89
Tratamientos sanitarios químicos
• Inmersión: es el menos adecuado por el mojado de las semillas, por ello se usa muy
poco. La fermentación podría ser un tratamiento de este tipo.
• Espolvoreo: se aplican productos formulados en polvo. Es también un tratamiento
poco empleado porque no es muy eficaz y además es insalubre para los operarios que
lo realizan.
• Embarrado (slurry): el producto sanitario se disuelve en agua a una alta concentración y
se agrega a las semillas. Debido a la baja cantidad de agua que se incorpora, 1 a 3 L por
tonelada, no modifica la humedad de las semillas. Estas se pueden envasar inmediata-
mente después de tratadas (Figura 55). La desventaja de este sistema es que el producto
no se aplica uniformemente y que se desprende durante el transporte y manipuleo de
las semillas.
Figura 55
• Fumigación: se usan productos que vaporizan bajo las presiones normales. Deben apli-
carse en cámaras herméticas para que actúen durante un lapso determinado. Son muy
empleadas para tratar semillas de poroto y arveja contra gorgojos. En general no dejan
residuos luego de ventilados. El producto más usado en fumigaciones es el fosfuro de
aluminio.
90
Cuadro 6
Existe una tendencia a no tratar las semillas con productos plaguicidas, sin embargo, se
considera que es un medio adecuado y de bajo impacto ambiental para la lucha contra las
enfermedades y plagas. En Europa las semillas de remolacha azucarera se peletizan y se
tratan con imidacloprid en dosis de 90 g i.a cada 100.000 semillas, con este tratamiento se
controlan bien algunos insectos como los tríps. Si estos insectos se controlaran con aplica-
ciones convencionales en el campo, se emplearía entre 4,5 y 6,8 kg de producto para las
100.000 plantas. Algo similar ocurre con el empleo de cyromazine en semillas de cebolla
peletizada para el control en el campo de la mosca (Delia antiqua). Este producto aplicado
a las semillas conjuntamente con tratamientos de películas o de peletizado, consigue un alto
porcentaje de control y un bajo impacto ambiental.
91
Tratamientos sanitarios biológicos
Peletizado
Consiste en recubrir las semillas con una capa inerte para homogeneizar su forma y tamaño,
en su construcción se usan polvos inertes y un cementante para que le dé rigidez. Las sus-
tancias de relleno deben ser hidrófilas, no ofrecer resistencia al embrión cuando comienza
a germinar, de granulometría homogénea, además deben permitir una buena cobertura
e intercambio gaseoso y lógicamente no tienen que ser fitotóxicas. Se usan talcos, arcillas,
arena fina, carbonato de calcio y derivados de la celulosa. Las semillas peletizadas mantie-
nen su capacidad de conservación en forma similar a las semillas desnudas. Respecto del
cemento se ha logrado buen resultado con acetato de polivinila (PVA), pero también se
han probado azúcares, almidón, arcillas y goma arábiga. El peletizado se ha empleado con
éxito en remolacha, cebolla, lechuga y semillas pequeñas. Operativamente facilita la siembra
con sembradoras mecánicas ya que estas máquinas necesitan semillas grandes, pesadas y
redondas (Figura 56).
92
Figura 56
93
Los polímeros empleados pueden ser hidrofílicos o hidrofóbicos, los primeros mejoran la
captación de agua; en tanto que los segundos reducen el movimiento de agua hacia la
semilla disminuyendo los daños causados por la imbibición rápida. Estas películas se usan
en cucurbitáceas, lechuga, cebolla y aumentan el peso de las semillas solo entre 3-20 %,
por lo que se ahorra el flete respecto del peletizado. Las semillas con películas son ideales
para sembradoras neumáticas ya que estas requieren semillas lisas, livianas y que no tengan
polvo. El uso de colorantes en las películas permite visualizar mejor las semillas en el suelo
y facilita la identificación de variedades si se emplean colores diferentes entre estas. Las
películas pueden agregarse a una semilla peletizada en la etapa final de este proceso, así se
logra una cobertura libre de polvo y más estable.
Osmoacondicionamiento (priming)
El priming se lo define como una hidratación controlada de las semillas, necesaria para que
provoque la actividad metabólica de la germinación sin que se produzca la emergencia de la
radícula. También se lo denomina osmoacondicionamiento o vigorizado. Los lotes tratados
con priming poseen una germinación más rápida y homogénea.
El tratamiento más simple consiste en sumergir las semillas en agua a una determinada
temperatura y por un tiempo limitado. Se lo llama también hidropriming. Otra forma más
precisa de realizar el priming es usando soluciones osmóticas o medios de alto potencial
mátrico para producir una imbibición controlada. En cualquier caso, una vez efectuado el
tratamiento las semillas se secan. Los factores que se regulan para obtener un correcto os-
moacondicionamiento son el producto osmótico (sales o polietilen glicol), su concentración,
tiempo de tratamiento, la temperatura de trabajo, la necesidad o no de aireación durante
el proceso y la manera de efectuar el secado (temperatura y tiempo). Las semillas de cada
especie o cultivar tienen una combinación óptima de estos factores y hay que determinarla
prácticamente.
Las semillas con priming mantienen las ventajas del tratamiento durante un tiempo varia-
ble según la especie. Algunas referencias indican que para las solanáceas es de 18 meses,
lechuga 12 meses, cebolla y zanahoria 6 meses y apio 3 meses. Un objetivo importante en
la investigación sobre este tema es aumentar la vida útil del osmoacondicionamiento luego
del secado.
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El priming presenta algunos inconvenientes. El principal es que las semillas tratadas po-
seen menos capacidad de conservación que las no tratadas, en lechuga se demostró esto.
También se menciona el agravamiento de problemas sanitarios, es el caso de semillas de
zanahoria con alta o mediana contaminación con Alternaria sp., en las que se incrementa
la incidencia de este patógeno por efecto del priming.
Pregerminación
Tratamientos electromagnéticos
Los tratamientos electromagnéticos se realizan ubicando las semillas entre el ánodo y el cá-
todo para aplicarles un “flash” eléctrico de una fracción de microamperes. Luego se llevan a
depósito y se las mantiene durante 30 días. De esta manera con zanahoria se logró una me-
jor emergencia, especialmente bajo condiciones de estrés. Los fundamentos teóricos de este
proceso son desconocidos, pero se los asocia a la producción de antioxidantes. A nivel expe-
rimental se ha probado en espárrago, lográndose una imbibición y germinación más rápida
y un mayor poder germinativo final. En arveja se lograron mejoras del tamaño y peso de las
plántulas, cuando las semillas se colocaron en un campo magnético (125 mT o 250 mT) duran-
te la imbibición y primeras etapas de la germinación. Con cebolla también se ha observado
que la germinación, el crecimiento de plántulas y el rendimiento de bulbos son superiores si
las semillas se someten a tratamiento electromagnético antes de la siembra.
Otros tratamientos
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Otro tratamiento que se emplea es la fluorescencia. La clorofila es una molécula altamente
fluorescente y su presencia es indicador de inmadurez de las semillas. Por ello la magnitud
de la señal de la fluorescencia de la clorofila en la semilla se relaciona inversamente con la
calidad. Este tratamiento se ha utilizado con éxito para evaluar la madurez de las semillas de
repollo, pimiento, achicoria, tomate. Existen equipamientos que se basan en esta propiedad
física para mejorar la calidad de lotes pequeños de crucíferas.
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Conservación a largo plazo
Tipos de envases
• Envases permeables: papel, algodón, yute y polietileno perforado. Son aptos para con-
servar durante corto tiempo y en áreas de baja humedad relativa.
• Envases impermeables: hojalata, aluminio y vidrio con cierre hermético. Permiten una
conservación prolongada si se secan las semillas convenientemente. Para este último
tipo de envase se han realizado pruebas con vacío o con el agregado de gases inertes
(anhídrido carbónico o nitrógeno), sin embargo, en semillas de repollo, lechuga y cebo-
lla no se mejoró la conservación.
Se tiene que realizar a lo largo del proceso productivo de las semillas. Comienza con el
control de campo para certificar la calidad genética y el aislamiento. Luego sigue en la
recepción de los frutos o semillas, donde se verifica madurez o contenido de humedad
según corresponda. Durante la trilla y el procesamiento se controla la humedad de las
semillas, la limpieza de los equipos y la ocurrencia de daño mecánico. Finalmente, duran-
te el almacenamiento hay que controlar las condiciones de temperatura y humedad del
ambiente y periódicamente se hacen análisis de poder germinativo u otras pruebas que se
consideren oportunas.
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