La Predica Politica de Los Sofistas
La Predica Politica de Los Sofistas
La Predica Politica de Los Sofistas
"2 JOáïlGE
XIFRA HERAS, “Sintesis histórica del pensamiento poli-
u CO , p. .
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Derecho natural tiene sus raíces en esas enseñanzas de los so-
fistas.
“Los sofistas fueron los primeros en plantear el problema
de 1a relación entre el Derecho dado y el fabricado, manifestando
que si el último tiránico 3
se aparta del primero resulta y vicioso".
“Ellos removieron lo que hasta entonces estuvo inmóvil,
colocando la regla del sentimiento religioso y la de la política
en la conciencia humana y no en las costumbres de los ante-
pasados ni en la tradición inmutable. Enseñaron a los griegos
que para gobernar un Estado no era ya suficiente invocar los
viejos usos y las leyes sagradas, sino que era necesario persuadir
a los hombres y actuar sobre voluntades libres. Al conocimiento
de las antiguas costumbres substituyeron el arte de razonar y de
hablar: la dialéctica y la retórica. A sus adversarios les abonó
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la tradición; ellos poseyerón la elocuencia y el talento”.
“Algunos sofistas enseñaron, de modo convincente, la doc-
trina de la Ley natural superior a las leyes de la polis. Decían
que la autoridad de estas leyes dependía del hecho de que fuesen
ejemplificaciones de' la Ley natural. Son tres les ideas que
encontrarnos enunciadas por los sofistas en el mundo espiritual
griego: 13) que las leyes de la polis sirven al interés de las clases
dirigentes, en contradicción del Derecho natural; 23) que todos
los hombres, no sólo los griegos, sino también los bárbaros son
libres y tienen iguales derechos naturales. A ojos de Hippias,
por ejemplo, todos los hombres componen una familia y son
hermanos por naturaleza, aun cuando no lo sean por la ley. Los
Dioses decía otro sofista —Alcidamos— han creado a todos los
hombres libres, y la naturaleza no ha hecho a nadie esclavo.
De aquí deducían que, por encima de las polis, existia una Civitas
máxima, una Humanidad, la cosmo-polis; y 33) que la polis indi-
vidual es resultado del acaso, no de la naturaleza, cobrando
existencia merced a una resolución humana y a un libre contrato
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social".
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WERNER GOLDSCHMIDT. “Filosofia, Historia y Derecho", Lib.
Goldschmidt explica el
Abeledo Edit., Buenos Aires, 1953, p. 148. que
Derecho dado es el que el hombre encuentra ya existente, es decir, es
el Derecho. Natural, el cual se distingue nítidamnte del Derecho que el
hombre fabrica, es decir, del Derecho positivo.
4
FUSTEL DE COULANGES, “La Ciudad antigua", p. 510.
5 HEINRICH
A. ROMMEN, “El Estado en el pensamiento católico",
pp. 183 y 184.
los sofistas, haciéndoles incurrir en graves errores. El primero
consiste en dar a sus enseñanzas un carácter profundamente
utilitarista. Sus lecciones son orientadas, no a buscar la Verdad,
sino la conveniencia práctica y el éxito inmediato. Cobran,
además, sus lecciones, y halagan a sus discípulos para atraerlos,
diciéndoles que les enseñarán a triunfar en la vida. “Enseñan
la manera de usar esa nueva herramienta que hemos llamado
razón. Consideran que ella constituye un instrumento admirable
en manos de personas inteligentes y 'ambiciosas; y de guiar a
tales personas hacen su profesión. Sus discípulos podrán abrirse
camino hacia el éxito por encima de la gente corriente de moral
rutinaria y, por tanto, limitada. Aristófanes presenta en su
comeda Las Nubes a los sofistas enseñando a un joven cómo
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debe hacer para no pagar sus deudas". Y, poco a poco, de sabios
se van convirtiendo en demagogos, pues halagan, no sólo a sus
discípulos, sino también a la mesa del pueblo, prometiéndole lo
que más agradara para poder dominarla. Comienzan, entonces,
a pulular en sus discursos gran cantidad de ideas equivocadas
y de falsas doctrinas, unas desembozadamente expuestas, otras
aún en germen. Por lo pronto, su pensamiento empieza a
resentirse de un exagerado individualismo. El equilibrio entre
los dos polos del Derecho Político: sociedad e individuo, es la
base del progreso humano. En la Antigüedad y aun mismo en
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hombre, pues, para ser feliz y desarrollar su personalidad, debe
seguir —según los sofistas- los dictados de su Naturaleza (es
decir. de su egoísmo, sus pasiones y sus apetitos sensuales), no
teniendo obligación alguna de obedecer a las leyes que la cons-
triñen. Las leyes son —dicen—, las convenciones impuestas por
los débiles para sujetar a los fuertes, pero éstos no deben acatar
tales'leyes, y, rompiendo con ellas y apoyándose en su fuerza,
deben imponer su yugo a los débiles y dictarles la ley. El Poder
se convierte, así, en producto, no de la Justicia ni de la Virtud,
sino de la Fuerza. Todo 'debe estar subordinado a la voluntad
del hombre individualmente considerado, y la sociedad no es
más que un producto de esa .voluntad expresada por medio de
un pacto social, el que puede ser realizado por los ciudadanos a
I]
de la moral y de la política sofistica expuesta en el discurso de
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Calicles.
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venganza, a la avaricia, a la ambición y a todas las pasiones. Se
adquiere el hábito de violar el derecho público primero y el
privado después; y ese hábito, que constituye la maldición de
toda política de engrandecimiento, se hace patente, también, en
las ciudades más poderosas como Atenes, Esparta y Siracusa. La
brutalidad con que las polis violan los derechos ajenos, destruye
en sus propios ciudadanos el respeto al Derecho, y a la Ley, y
asi como durante algún tiempo los individuos habían cifrado su
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