Análisis Leopoldo Lugones

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Gaetán, Ángela

Colegio Superior “San Martín”


Profesorado de Educación Secundaria en Lengua y Literatura
Literatura Argentina II
Profesor: Pablo Sánchez
Estudiante: Gaetán, Ángela
Trabajo Práctico N°1
“Análisis de cuento de Leopoldo Lugones”
Localización del autor: Leopoldo Lugones fue un poeta, escritor, periodista, profesor y
pedagogo argentino, considerado el principal exponente del Modernismo en nuestras tierras.
Nació en la Villa de María de Río Seco, en la provincia de Córdoba, el 13 de junio de
1874. Fue el primogénito de Santiago M. Lugones y Custodia Argüello. Fue su madre su
primera maestra y la responsable de una formación católica estricta; sin embargo, él se
inclinaría hacia el carácter racional de su padre.
Cuando tenía seis años, luego del nacimiento del segundo hijo del matrimonio, la familia
se trasladó a la ciudad de Santiago del Estero y, más tarde, a Ojo de Agua, una pequeña villa
en el sur de la provincia de Santiago del Estero. A los nueve años lo enviaron a seguir sus
estudios en Córdoba, poco después se trasladó el resto de la familia. Allí asistió a la
renombrada escuela de Ignacio Garzónl. Cursó luego en el Colegio Nacional de Córdoba el
bachillerato, aunque no lo concluyó. No obstante, su intelecto ya era palpable.
A los dieciséis años inició su carrera periodística en El intransigente, de Córdoba. A los
dieciocho comenzó sus actividades literarias en el marco de un diario liberal “El pensamiento
libre”, de tendencias anarquistas. Más tarde, fundó en la ciudad el primer centro socialista.
Luego de contraer matrimonio con Juana Agudelo, en 1896, se trasladó a Buenos Aires. En
1897 nació su único hijo, Leopoldo “Polo” Lugones, a quien José Félix Uriburu nombraría
comisario inspector de la Policía durante su dictadura.
El la cosmópolis, la generación modernista se agrupaba alrededor de la figura de Rubén
Darío. El joven fue bien recibido por el poeta nicaragüense. Al mismo tiempo, comenzó a
desarrollar una actividad política incesante en el Centro Socialista de Estudios y en el diario
La Montaña. Tiempo después, ingresó en el Ministerio de Instrucción Pública y se le delegó
el cargo de Inspector de Enseñanza Media.
En 1898 se adhirió a la Sociedad Teosófica, más tarde fue elegido Secretario General. Su
interés por el ocultismo y la teosofía comenzó desde muy joven, cuando vivía en Córdoba.
En 1903, el gobierno nacional lo envió a averiguar el estado de las ruinas jesuíticas. Parte
a ese lugar en compañía del escritor uruguayo Horacio Quiroga. En su ensayo histórico “El
imperio jesuítico” (1904) se avista un cambio en su actitud ideológica.
Terminada su etapa socialista, que fue entre 1896 y 1903, el poeta partió hacia Europa.
Visitó Francia, Alemania, Suecia y Holanda. Cuando regresó sentó plaza en El Diario, en
Láinez. Su experiencia en Europa cambió su poética, como se observa en “Lunario
sentimental”. En 1911 recibió el encargo de escribir la Historia de Sarmiento, a quien

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admiraba. Con el producto de ese libro, viajó nuevamente a Europa y permaneció en París,
donde se encontró con Rubén Darío. Escribió allí “El libro fiel”.
En 1913, pronunció en el Teatro Odeón, una conferencia titulada “El Payador”; el tema
principal era el poema gauchesco Martín Fierro y la exaltación de la figura del gaucho como
paradigma de nacionalidad.
En 1915, asumió como director de la Biblioteca Nacional de Maestros, cargo en el que se
desempeñó hasta su muerte.
Para 1920, comenzó a advertirse un giro hacia las ideas nacionalistas. Tres años más tarde,
pronunció una conferencia en el teatro Coliseo de Buenos Aires, titulada “Ante la doble
amenaza”, que le reporta un inmediato repudio de parte de los sectores democráticos. Un año
después, recibió el Premio Nacional de Literatura. En 1928, presidió la Sociedad Argentina
de Escritores.
Durante esa época se produjo un cambio en su ideología. Se convirtió en un impulsor de
las tendencias fascistas que caracterizaban a una parte de los militares argentinos. Lugones
apoyó el golpe militar protagonizado por José Félix Uriburu el 6 de septiembre de 1930, que
derrocó de la presidencia al radical Hipólito Yrigoyen. Su estrecha relación con el régimen
instaurado provocó que fuera duramente criticado.
El 18 de febrero de 1938, se quitó la vida en un recreo del Delta de San Fernando, llamado
“El Tropezón”, al ingerir cianuro de potasio con whisky. Los motivos de su decisión siguen
siendo un misterio: algunos sostienen que fue a causa de su romance fatídico con María
Alicia Domínguez; otros creen que se debió al repudio social que sufrió en sus últimos años.
Obra
La obra de Lugones es extensa y variada. El autor se dedicó no solo a la literatura, fue
también ensayista, periodista e historiador. Exploró géneros variados: novela, cuentos y
poesía. Se destacó sobre todo en los dos últimos.
Entre sus obras notables encontramos: Las montañas del oro (1897); Los crepúsculos del
jardín (1905); La guerra gaucha (1905); Las fuerzas extrañas (1906); Lunario sentimental
(1909); Odas seculares (1910); El libro fiel (1912); El payador (1916); Las horas doradas
(1922); Romancero (1924); Cuentos fatales (1924).
Título: El título "¿Una mariposa?" formulado como una pregunta despierta, desde el
comienzo, una innegable curiosidad. Con la intención de resolver el enigma, el lector se
embarca en la lectura; sin embargo, a medida que avanza descubre que aquello es un
simbolismo que utiliza el autor para realizar una analogía. El enigma se disipa y cobra, de a
poco, un significado más profundo.
La pregunta final hecha por Alicia (que es el título del cuento) más que una pregunta es
una respuesta espontánea ante la consternación o aflicción que le produce el descubrimiento
de la verdad implícita al final de la historia; es como si exigiera, en un tono de incredulidad,
que el narrador desmienta o reafirme lo que ella constató.
Fuentes: Las fuentes pueden considerarse memorísticas o introspectivas. El narrador cuenta la
historia de Alberto y Lila para exteriorizar sus vivencias; él mismo aclara: "Yo también tuve
una novia a los diez y siete años". Crea un paralelismo entre dos líneas temporales.

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Por otro lado, existen fuentes literarias. El ambiente melancólico y fantástico, la soledad,
el paisaje romántico, la pesadumbre, y la experiencia onírica y fantasmal que produce el final
son aspectos que fueron explorados en la literatura de la época. Se podrían establecer
comparaciones con otros cuentistas como Edgar Allan Poe, incluso Horacio Quiroga (que fue
amigo cercano del escritor); otra serían los Poetas malditos (cuyo estilo influenció a la
estética de los Modernistas); si quisiéramos ir más lejos, la obsesión de Alberto por conservar
la belleza es similar a la de Dorian Gray en la obra de Oscar Wilde. En fin, autores de
corrientes estéticas como el parnasianismo, simbolismo y el romanticismo dejaron sus huellas
en los representantes del Modernismo. Vale destacar también la referencia grecolatina: "los
siete mundos de Orión".
Por último, la inclinación personal de Lugones hacía lo esotérico (lo oculto, lo misterioso)
también debe ser considerada como germen de la obra.
Tema: A pesar de la corta extensión del cuento, en él se desarrollan diferentes tópicos. No
obstante, dos de ellos tienen mayor presencia y permiten la manifestación de los otros: el
despertar sexual y el desamor.
A pesar de que sabemos que Lila y Alberto se amaban y se deseaban desde antes, la
historia comienza con su separación forzada. Esta produce en los protagonistas una sensación
de desasosiego y tristeza, dado que su relación se ve obstaculizada. En el tránsito de este
desamor, cada uno atraviesa el duelo de distintas maneras: Lila se vuelca hacia la melancolía,
Alberto experimenta un proceso de pérdida de sensibilidad; sin embargo, ambos terminan
envueltos en soledad. En consecuencia, ella muere y él muere en vida (podríamos decir que
vive como un autómata).
Así se desenvuelven las temáticas: pasión frustrada, desamor, tristeza, melancolía,
insensibilidad, soledad y muerte.
Agregaría lo fantasioso; no sabría si encapsularlo como una temática o un recurso
utilizado para lograr una conexión entre diferentes aristas: la vida (lo humano) y la muerte (lo
sobrenatural); la realidad y los sueños; y el presente (narrador y Alicia) y el pasado (Lila y
Alberto). Tal vez sea ambos.
Carácter de la obra: Nos encontramos frente a un cuento fantástico. El aspecto sobrenatural
recae en el papel de la mariposa blanca que Alberto se esmera en atrapar; aquella es la
representación del espíritu de Lila, que se manifiesta para visitarlo mientras ella duerme.
Lo onírico, el mundo de los sueños, permite la conexión entre los personajes: ella sueña
que está allí acompañándolo ("mientras duermo, sueño que estoy allí y eso me consuela") y
él, a su vez, sueña con la mariposa (que es una metamorfosis del espíritu de ella).
El paisaje y los elementos de la naturaleza adquieren una cualidad sensorial y premonitoria
al final de la historia. Esto permite ahondar en el carácter fantástico del relato y hace evidente
el paralelismo entre el cuento, y el encuentro de Alicia y el narrador ("El viento pasó
diciendo algo que no era evidentemente para nosotros […] acababa de despertar un alma.",
"Alicia, ya invisible, borrada por la noche")
Estructura externa: Al tratarse de un cuento corto no nos encontramos en presencia de
diferentes capítulos. Se produce una intercalación/inserción que consiste en incluir una

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historia dentro de otra más amplia que sirve de marco, técnica conocida como "relato
enmarcado".
Esta es evidente mediante el uso de diferentes narradores:
➢ Al comienzo, el narrador protagonista (el autor ficcionalizado) describe su encuentro
con Alicia y hace hincapié en los tópicos de su conversación. Aquí se manifiesta el
motivo por el cual decide contar esa historia.
➢ El narrador omnisciente da inicio a la historia de Alberto y Lila, hasta el encuentro
entre él y la mariposa, y la posterior liberación del animal. Da la impresión de que
aquí se produce un breve silencio que es interrumpido con la pregunta de Alicia, que
nos arranca de aquél relato enmarcado ("¿Y Lila?"). El narrador omnisciente relata
entonces el desenlace de aquella.
Hacia el final la estructura varia. Se produce una alternancia entre las dos historias, el
desenlace se construye recíprocamente de manera entrelazada; se pierde la singularidad del
relato enmarcado.
Estructura interna: Nos encontramos frente a una estructura interna que escapa de la
prototípica.

Historia del narrador y Alicia Historia de Alberto y Lila


Situación inicial: El narrador Conflicto: El narrador omnisciente narra la
protagonista retrata su encuentro con la historia de los jóvenes. Se produce un desvío
joven, el desarrollo de su conversación estructural, se suprimen secuencias. El relato
y, posteriormente, su decisión de empieza por el conflicto: separación y
contarle una historia donde "hay un despedida de los amantes.
amor" A partir de aquí sus historias se dividen:
Resolución de Alberto: él se convierte en
cazador de mariposas. Se produce un breve
conflicto al no poder atrapar la mariposa
blanca. Lo logra, pero como esta no muere y
pierde su belleza, resuelve dejarla libre.
Resolución de Lila: se retrae y se deja devorar
por la tristeza y la melancolía. No procesa el
duelo, fallece lentamente.

Conflicto: El deceso de Lila produce una Situación final: Alberto continúa su vida y
alteración emocional tanto en el narrador lamenta la pérdida de la bella mariposa.
como en Alicia: él desea darle un cierre
emotivo a su historia, ella siente
curiosidad por saber si el muchacho
recordó a su amada.

La resolución del narrador es contar

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cómo continuó viviendo el joven.

Esta historia tiene una estructura abierta,


no hay una situación final. La pregunta
realizada por Alicia no obtiene respuesta.
Podemos realizar diferentes
aseveraciones, pero desconocemos qué
sucedió después entre ellos. Esto genera
un dilema en el lector.

Realidad representada:
Acciones
Distribucionales- cardinales: No se pueden suprimir, son los hechos principales.
➢ Conversación sobre mariposas entre Alicia y el narrador
➢ Pedido de Alicia de un cuento
➢ Narración de la historia de Lila y Alberto
➢ Separación de los enamorados
➢ Inclinación del joven por coleccionar mariposas
➢ Aparición, captura y liberación de la mariposa blanca
➢ Soledad de Lila y su posterior muerte
➢ Pregunta de Alicia al narrador por la vida del muchacho
➢ Respuesta del narrador
Distribucionales-catálisis: espacio narrativo de "relleno" entre las funciones cardinales.
Los detalles de la conversación entre el narrador y la niña, la descripción de cómo se siente
Alberto los días posteriores al viaje de Lila, la relación entre él y la abuela, la descripción de
los paisajes y de la mariposa; estas son algunas de las acciones que retrasan la llegada de las
cardinales. No alteran el curso de la historia en sí, pero repercuten en el plano discursivo y
simbólico. Crean suspenso, en ocasiones resumen o generan anticipación, también ayudan a
construir un ambiente melancólico.
Integradoras- indicios: Algunos comentarios del narrador brindan una interpretación de la
historia de manera implícita: "No podía dar yo a Alicia tantos detalles de las flores, pero por
fuertes razones", "ella murió en mí entre una noche y una aurora", "para que haya en el
mundo cosas tristes y nada más", " el viento pasó diciendo algo que no era evidentemente
para nosotros".
Integradoras- Informaciones: Se arrojan datos referentes a la edad de los protagonistas
(Alicia tiene trece, los otros diecisiete); se da a entender que el narrador es una persona más
adulta ("yo también tuve una novia a los diecisiete"). También se brinda información acerca
del paso del tiempo ("Y así vivió Lila diez meses")
Ámbito

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Geográfico: En cuanto a la dimensión espacial no se especifican con precisión donde ocurren


los hechos. Sabemos que Lila se traslada a Francia y Alberto vive en la casa de su abuela (se
desconoce la ubicación, puede ser argentina). Al final se esclarece que el narrador y Alicia se
encuentran en un balcón.
Temporal: Ambas historias ocurren en el pasado, esto se determina por el uso de tiempos
verbales del Pretérito. El encuentro entre Alicia y el narrador ya sucedió; y en aquél se relató
una historia aún más antigua.
Dentro del cuento, se detalla si los hechos suceden durante el atardecer o el anochecer por
cuestiones simbólicas.
Histórico-social: No hay referencias acerca de la época histórica. A través de la bibliografía
del autor podríamos ubicarla en los comienzos del siglo XX.
Espiritual: Al encontrarnos frente a un relato fantástico, el plano espiritual sufre una
alteración. Los personajes padecen la pérdida del amor de diferentes maneras. La aparición
de la mariposa, la muerte de Lila y la frialdad de Alberto producen una sensación de
desesperanza no solo en Alicia, también en el lector.
Personajes: El narrador en primera persona cumple la función de personaje principal-autor
ficcionalizado. El resto son los actores de cada historia: cumplen funciones específicas y
establecen determinados tipos de relaciones entre sí. Todo el elenco es autodenominado por
el narrador (Alicia, Lila y Alberto). La caracterización de los últimos se da de manera
indirecta, a lo largo del relato se delinean sus personalidades; Alicia, en cambio, es descrita
directamente al comienzo (“con la adorable impertinencia de sus trece años”, ya podemos
hacer un retrato acertado con esta línea). La mayoría son personajes estables, tienen una
cualidad/característica destacada que evoluciona paulatinamente (a Lila, por ejemplo, la
conocemos cuando ya transita su dolor, no sabemos cómo era antes; su condición se agrava
pero es la misma); podríamos considerar a Alberto como un personaje dinámico, dado que al
principio añora a su novia y, luego, se vuelve frívolo e insensible.
Alicia: En su historia, es la protagonista junto al narrador. No tenemos una descripción física
de ella, sabemos que es una jovencita de trece años de carácter curioso y muy insistente, un
aspecto que mantiene siempre. Se deja entrever que ella siente cariño o afecto por el narrador;
el cual no es correspondido (el propósito de contar esa historia es provocar una desilusión
romántica en ella).
Lila: Protagonista de su historia. No tenemos una descripción física, solo sabemos su edad.
Su sufrimiento se manifiesta de manera inmediata, es palpable. Se deja consumir por la
tristeza y se aparta del mundo real para refugiarse en sus sueños. Su carácter solitario y
melancólico aumenta hasta culminar en su muerte. Nunca deja de amar a Alberto. Su nombre
tiene una dimensión simbólica que se debe aclarar: el color lila se forma mezclando el blanco,
el rojo y el azul (que además son los colores de la bandera de Francia). La mariposa, que la
representa, es blanca con azul y las picaduras de su cuerpo son rojas (coinciden con las
heridas del animal). Entonces, el blanco representa su pureza, su inocencia, aquella pasión
despierta que no pudo consumarse (“la virginidad es nieve”); el azul es la nostalgia, el anhelo
y la soledad; el rojo representa el dolor, el abandono y la muerte.

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Existe una correspondencia entre ella, la mariposa e incluso Alicia: La mariposa


representa su espíritu apasionado, el cual aflora durante sus sueños; aunque ella nunca
emerge de su crisálida en el mundo real y fallece (“envuelta en luz de luna”). Cuando el
insecto es apresado por Alberto pierde su vitalidad (polen) y, a pesar de ser liberado,
eventualmente morirá, lo cual le sucede a la joven (como si el daño hubiese sido gestionado
sobre ella). El autor une la muerte de Lila con el destino de las mariposas de Alberto.
Como sucedió en Lila, la pasión despierta también en Alicia (“acababa de despertar un
alma”), el narrador advierte esto y, por ello, concluye la historia de esa manera (aunque
desconocemos cómo reacciona la muchacha después).
Alberto: Protagonista de su historia. No tenemos una descripción física. Sabemos su edad,
que vive con su abuela (una mujer anclada en el pasado que vive de luto) y que es huérfano
(tal vez esto explique su incapacidad de desarrollar un vínculo afectivo, profundo y estable).
Al principio extraña a Lila, pero ese sentimiento se desvanece conforme a que su afición por
cazar mariposas aumenta. Pierde, lentamente, su sensibilidad y lo único que lo apasiona es su
colección (al final se da a entender que ni siquiera llora la muerte de su enamorada). Se
convierte en alguien frívolo. Su obsesión hacia estos bellos insectos deja atisbar una
tendencia posesiva; no puede contemplarlos en libertad. Aquí se manifiesta su necesidad de
control: necesita atrapar aquello que desea y que pueda escapársele, aunque eso implique
matarlo, ya que tiene miedo a afrontar una pérdida porque es incapaz de procesar sus
sentimientos. Por otro lado, es superficial; solo le atrae la belleza del animal, que despierta en
él un interés superfluo (como era su amor por Lila) y cierta vanidad, pues nunca tiene
suficiente.
Existe una correspondencia entre él, el narrador y la mención grecolatina que se realiza
(“los siete mundos de Orión”):
➢ Según algunas tradiciones, Orión se enamora de las Pléyades (ninfas de gran belleza)
y las persigue/acosa con tal ahínco, que Zeus interviene y las convierte en estrellas. Se
dice que la constelación de Orión sigue buscándolas por el cielo nocturno. La
obsesión del gigante es igual a la de Alberto con las mariposas. Más que ser una
demostración de amor, es un acto posesivo y egoísta.
➢ El narrador establece una similitud entre la forma de amar del joven y él: “yo
también tuve una novia a los diecisiete, pero ella murió en mí entre una noche y una
aurora”. Ese romance juvenil es tachado como una atracción pasajera, un amor
precoz y débil, de poca trascendencia. La relación que tiene con Alicia es igual; la
forma en que describe hacia el final que la joven (a pesar de su cercanía) era ya
invisible (“borrada por la noche”), quiere decir que había “muerto” para él.
Otros personajes como la abuela, el médico y la compañera de Lila son ambientadores y
estables. El único que tiene mayor participación es el primero: la señora está anclada en el
pasado y tampoco sabe exteriorizar sus emociones; no habla con su nieto, viven en un
silencio extenuante. Solo interviene para aconsejar la liberación de la mariposa.
Narrador: Al comienzo y hacia el final de la obra se presenta un narrador protagonista, el
autor ficcionalizado. El narrador en primera persona (yo) se caracteriza por recopilar datos
del pasado y contarlos. Sus valoraciones, juicios, apreciaciones y descripciones manifiestan

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su punto de vista. La perspectiva de los escenarios (donde está con Alicia) es escénica, está
ubicado en medio de los sucesos (el bacón al final). Persiste en este una focalización interna
fija.
El narrador omnisciente (tercera persona) se manifiesta cuando se narra la historia de Lila
y Alberto. Adquiere una perspectiva panorámica; domina información sobre diferentes
tiempos, espacios y personajes. Por momentos resulta ser no-focalizado, y luego se centra en
el estado anímico de un personaje (focalización interna).
Vale aclarar que ambos manejan un estilo directo al momento de detallar los diálogos de
los actores.
El narrador omnisciente es “interrumpido” por el otro, que se encarga de realizar
aseveraciones, reflexiones o críticas. Esto se vislumbra sobre todo cuando realiza una
analogía entre Alberto y él mismo (cuenta que también tuvo una novia a esa edad). A raíz de
esto afirma “Así están hechas las cosas [...] para que solo haya cosas tristes”. Estos
comentarios son desvíos narrativos que se inclinan hacia lo filosófico y dejan atisbar su juicio
de valor; se produce también al final: “¿Con qué derecho? ¿No sabía perfectamente que la
virginidad es nieve, nieve de lágrimas?”
Perfil psicológico del narrador- autor: Su mirada con respecto al amor resulta decadente,
angustiosa. Las aseveraciones que realiza dejan entrever el juicio de un adulto que ha sufrido
desaciertos. Pero, a pesar de sus conclusiones fatalistas se advierte una actitud apacible en él.
Tiene una conciencia que se mantiene impávida ante la desgracia; una sabiduría que se
adquiere al concebir, con placidez, lo trágico como una fuerza omnipotente ligada al destino
humano (“Una esperanza consoladora brilló en mi espíritu”)
Manejo de la lengua: Lugones utiliza un lenguaje poético, que se caracteriza por el uso
corriente de metáforas, simbolismos y metonimias. Son recursos sobresalientes en la estética
del Modernismo.
La publicación de esta edición del cuento data del año 1916, pero otras fuentes aseguran
que lo escribió en el año 1906, y que fue uno de sus primeros cuentos de tinte fantástico. Por
lo tanto, podemos ubicarlo dentro de sus primeras etapas que se caracterizan por: el
subjetivismo, el uso de simbolismos dotados de elegancia plástica que enriquecen
sensorialmente el relato y temas melancólicos que devienen en la soledad (heredados del
Romanticismo).
Valoraciones personales: No podría realizar una valoración completa de la obra de Lugones
(si lo hiciera sería basándome en comentarios anexos a mí, lo cual no tiene sentido). Lo único
que leí, hasta el momento, fueron los cuentos que integran la edición con la cual trabajé.
Todas las historias, siete en total, se refieren al amor. Su diferencia recae en el tono que
adoptan: algunas rozan lo cómico, otras resultan más pintorescas y juveniles, y las demás
decaen en lo trágico.
El primer cuento “Los pastorcitos” retrata un amor tan espontáneo e infantil que me
resultó sencillamente encantador. Pero ese breve estado de estupor se eclipsó cuando terminé
el siguiente “¿Una mariposa?”. Los demás relatos no pudieron arrancarme la sensibilidad que
me produjo aquél; así que trabajé con este porque no creo que el arte, en general, sólo deba
inspirar felicidad.

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Me detuve mucho tiempo en las descripciones del paisaje (del atardecer y el anochecer),
me resultaron bellísimas a pesar de su brevedad. Me fascinaron las metáforas y los
simbolismos que se utilizan. Pero lo que debo resaltar, es que me pareció alucinante que a
través de una historia tan corta de un amor adolescente (que a algunos les puede resultar
insignificante o de poco valor) se puedan desglosar tantas temáticas, arribar a tantas
interpretaciones, y desentrañar verdades trágicas; como que “la virginidad es nieve, nieve de
lágrimas”. Yo nunca podría decir tanto, en tan pocas palabras. Aquella habilidad, propia de
poetas, nos da la certeza de que estamos frente a un escritor perfeccionista, comprometido
con su arte y dueño de un talento exquisito.

Bibliografía:

● María Luisa O. de Serrano Redonnet, 1993. Literatura V: Las letras en la América


hispana. Buenos Aires, Estrada.
● Helena, Zbudilová, 2007. La narrativa fantástica de Leopoldo Lugones. Colombia,
Revista “Pensamiento y Cultura”
● Leopoldo Lugones, 1916. Cuentos. Buenos Aires, Ediciones Mínimas.

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