Este documento discute cómo los medios de comunicación y la tecnología han afectado la educación y la escuela moderna. Sostiene que la escuela ya no puede dar respuesta a las nuevas generaciones que están hiperconectadas, y que es necesario adaptar los sistemas educativos utilizando los nuevos medios para transmitir contenidos y cultura de manera colaborativa. Propone que los docentes deben salir de su rol pasivo y crear propuestas e interacciones que permitan a los estudiantes aprender de manera significativa.
Este documento discute cómo los medios de comunicación y la tecnología han afectado la educación y la escuela moderna. Sostiene que la escuela ya no puede dar respuesta a las nuevas generaciones que están hiperconectadas, y que es necesario adaptar los sistemas educativos utilizando los nuevos medios para transmitir contenidos y cultura de manera colaborativa. Propone que los docentes deben salir de su rol pasivo y crear propuestas e interacciones que permitan a los estudiantes aprender de manera significativa.
Título original
TRABAJO EDUCACIÓN, CULTURA Y MEDIOS DE COMUNICACIÓN
Este documento discute cómo los medios de comunicación y la tecnología han afectado la educación y la escuela moderna. Sostiene que la escuela ya no puede dar respuesta a las nuevas generaciones que están hiperconectadas, y que es necesario adaptar los sistemas educativos utilizando los nuevos medios para transmitir contenidos y cultura de manera colaborativa. Propone que los docentes deben salir de su rol pasivo y crear propuestas e interacciones que permitan a los estudiantes aprender de manera significativa.
Este documento discute cómo los medios de comunicación y la tecnología han afectado la educación y la escuela moderna. Sostiene que la escuela ya no puede dar respuesta a las nuevas generaciones que están hiperconectadas, y que es necesario adaptar los sistemas educativos utilizando los nuevos medios para transmitir contenidos y cultura de manera colaborativa. Propone que los docentes deben salir de su rol pasivo y crear propuestas e interacciones que permitan a los estudiantes aprender de manera significativa.
Descargue como DOCX, PDF, TXT o lea en línea desde Scribd
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 4
TRABAJO DE
EVALUACIÓN FINAL “EDUCACIÓN, CULTURA Y MEDIOS DE COMUNICACIÓN”
ALUMNA: DÉBORA GALIANO
CORREO ELECTRÓNICO: GALIANODEBORA3@GMAIL.COM
FECHA DE CURSADA: MARZO 2021
Educación, medios de comunicación y crisis de la Escuela Moderna La comunicación es parte constitutiva de nuestra vida humana, estamos constantemente conectados, interactuando y relacionándonos, no solo con otras personas de nuestro entorno sino también mediante relaciones simbólicas. Esto claramente repercute en nuestro comportamiento, con nuestra familia, amigos y dentro de la escuela. Convivimos inmersos en el fenómeno comunicacional de manera casi permanente. A esto podemos llamarlo ecosistema comunicativo, es decir, nuestra vida, nuestro ambiente, se encuentra atravesado por la comunicación en donde la tecnología ocupa un lugar muy importante y articula todas las relaciones entre comunicación y cultura. Jesús Martín Barbero afirma que “la comunicación es una red de interacciones y relaciones simbólicas entre las personas que afecta a todos los comportamientos que se dan en la vida institucional y cotidiana”. La comunicación construye a los seres humanos, partiendo de la transmisión de cultura, valores y creencias por medio de la familia, pasando por la enseñanza dentro de la escuela y agregando, últimamente, un nuevo protagonista de esta transmisión de cultura que son los medios de comunicación. Esto lo vemos reflejado desde las palabras que aprenden nuestros hijos pequeños mirando los dibujos animados, los videos que miran desde la computadora, los portales educativos o portales de información a los que los adolescentes acceden para realizar sus trabajos escolares, videos en YouTube, etc. Los medios de comunicación son creadores de pensamientos, de sentidos, de símbolos y conciencias, de miradas de la realidad y de saberes. Estos acelerados cambios que se fueron dando obligaron de alguna manera a la adaptación de los adultos y principalmente de los docentes, a mejorar y actualizar la transmisión de conocimientos, aprender a comunicarse a la distancia y usar la información de otra manera. En el área educacional, más que contenidos curriculares, se requiere generar una disposición general al cambio en las modalidades de aprender, comunicarse y producir. En este marco, es urgente mejorar la calidad y eficacia del sistema educacional a fin de que éste cumpla una función estratégica en la transmisión de conocimiento y ayude a los alumnos a potenciar sus cualidades. Es necesario armonizar los progresos educativos con la información, es decir, el acceso al intercambio comunicacional por medios audiovisuales e interactivos, donde no sólo se juega la competitividad sino también la identidad cultural y, cada vez más, la participación ciudadana. Actualmente, es un desafío para el educador tratar de abordar de manera reflexiva el contexto actual de la educación y, más precisamente, de la escuela, teniendo presente que el cambio cultural a finales del siglo XX afectó de manera directa el comportamiento del proceso educativo y generó una profunda crisis en la Escuela Moderna, que se continúa a partir de la irrupción de las nuevas tecnologías aplicadas a los medios de comunicación, contexto habitual de las nuevas generaciones. Si nos remontamos a La Modernidad, concepto que surge a partir del siglo XVI, con la idea de la razón y el hombre universal como centro, y continuó luego hacia el siglo XIX con la Revolución Industrial y el capitalismo hasta mediados del siglo XX, reconocemos un proyecto de ciudadano que, mediante instituciones, debía cumplir las expectativas de la sociedad. La institución educativa tenía la intención de formar al estudiante como un individuo libre. La enseñanza comienza a ser más abierta y no sólo reservada para los ricos. Las herramientas culturales que se obtenían en esta época eran aquellas socialmente válidas para insertarse en el mundo laboral de producción capitalista como trabajador. El Estado, figura central de la Modernidad, crea todo tipo de dispositivos para perpetuar este sistema y controlar estos cuerpos. Así, crea instituciones represivas de seguridad, cárceles, tribunales para lograr tal fin mediante el poder coercitivo. El tema es que para lograr un comportamiento esperado, se crean los aparatos ideológicos de poder, en lo que la escuela, cumple un rol fundamental. Así se moldea desde esta institución al futuro ciudadano que recibirá mediante la educación y la comunicación las herramientas necesarias para este contexto social. Luego la sociedad fue avanzando, las transformaciones sociales que se produjeron, sumado a los distintos sucesos de mediados del siglo XX como las guerras, crisis económicas y sociales, el genocidio de poblaciones, repercute en el contexto global. La idea sostenida socialmente de que este sistema creaba seguridad, ya no podía sostenerse. Se suma a estas transformaciones los medios masivos de comunicación y las nuevas tecnologías que transmiten otra perspectiva distinta a la que proporcionaba la escuela. Es un nuevo escenario, donde surgen las nuevas generaciones que se encuentran en las aulas, en las escuelas. Hablamos de una generación que se encuentra hiperconectada a través de dispositivos tecnológicos, y la cuestión no es quitarles ese acceso a la información porque además sería imposible, sino educar en valores y guiar a los niños y jóvenes desarrollando sistemas de colaboración entre ellos. Lo mejor sería adaptar los sistemas pedagógicos y de educación a esa orientación, diseñando modelos educativos de transmisión de contenidos y cultura en colaboración con la tecnología. La escuela como institución tradicional moderna, ya no tiene sustento en este contexto porque es reglada por normas que ya no pueden ser abogadas, está en crisis y eso se muestra en la deserción escolar, falta de interés, fracaso escolar, desánimo porque ya no puede dar respuesta a los individuos que se encuentran en ella. Y no puede dar respuestas porque ha quedado, en muchos aspectos, detenida en la Modernidad. Por un lado, hay que replantear la formas de organización de las escuelas y los currículos que siguen siendo los mismos del siglo pasado, si esto no logra modificarse, el trabajo docente (haciendo grandes intentos por superarse y lograr interactuar de la mejor manera con el alumnado) no sirve de mucho, por el contrario restringe el proceso de enseñanza. Claro que el rol docente es fundamental para la transformación. La Escuela continúa siendo el medio más adecuando para la transmisión cultural y educacional por tener las herramientas para formar a un adulto preparado para enfrentar el mundo. Para lograr esto, debemos acompañar de forma activa los procesos de cambio, generando propuestas y espacios de interés para estas nuevas generaciones. Hablamos de una generación que tiene otra capacidad cognoscitiva. Los jóvenes de hoy en día viven en multitarea, como bien manifiesta Manuel Castells, hacen varias cosas al mismo tiempo. La multitarea los hace capaces de combinar automáticamente distintas fuentes. “La capacidad de la combinatoria es la base de la innovación, porque es exactamente tomar distintos elementos y crear otro producto a base de esta combinación”. (Castells, 2001) Es muy importante, habilitar nuevas propuestas que permitan a todos aprender, a adquirir nuevas habilidades y a los docentes salir de ese espacio de comodidad, salir de la zona de confort, para co-crear y potenciar el rol del docente y el estudiante. Como docentes debemos superar ese lugar de “dador de conocimiento” y buscar modos de intervenir para poder explotar la construcción que los estudiantes pueden hacer entre pares. ¿De qué manera? Detectando las características del aprendizaje significativo del grupo de estudiantes y proponiendo actividades que impulsen el desarrollo de ese aprendizaje potencial. Utilicemos estos nuevos medios de comunicación y transmisión de cultura en el proceso de enseñanza- aprendizaje, con el fin de potenciar habilidades y capacidades de los estudiantes, además de hacer de la interacción nuestro aliado, como elemento imprescindible para su desarrollo social. Transmitamos motivación, confianza. Acompañemos este proceso de manera dialógica con ellos. El diálogo desde la comunicación que interactúa y se expresa con el Otro. Reconozcamos a ese Otro y transmitamos la empatía. Ya lo decía Benjamín Franklin: “Dime y lo olvido, enséñame y lo recuerdo, involúcrame y lo aprendo”.